CONFEDERACIÓN PERU - BOLIVIANA (Basado en artículo de E. Chirinos Soto) Nombre:………………………………………………………. TERCERO DE SECUNDARIA Fecha de entrega: 20 / 08 / 2012 Al estudioso del siglo XX, la Confederación Perú Boliviana p lantea si era conveniente para el destino de los dos países la idea de confederar. La reunión del Bajo y Alto Perú (o Bolivia, según el nombre que recibió en 1825) se ajustaba a la naturaleza de las cosas. Se trata, en efecto, del mismo país. Probableme nte, no hay frontera más artificial en el mundo que la del río Desaguadero. De un lado de la raya y del otro, se encuentran las mismas gentes y se observan las mismas costumbres. Sobre las aguas del Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, el Per ú u Bolivia ejercen condominio, el cual es imposible de dividir mediante límites administrativos. Desde el punto de vista de la geografía; la altiplanicie o meseta del Collao, “la segunda en el mundo, comparable sólo con la de Pamir en Asia” según observ a Riva Agüero, comprende territorios del Bajo y Alto Perú. Desde el punto de vista de la raza, la base indígena y mestiza de ambos países es idéntica o está muy próxima a serlo. El Perú es predominantemente quechua, pero cuenta con núcleos aymaras impo rtantes en Puno. En Bolivia, hay elemento aymara, pero dispone de núcleos quechuas importantes en Cochabamba y Chuquisaca. Quechuas y aymaras son, por lo demás, próximos parientes étnicos. En lo que a historia atañe, la de ambos países se confunde has ta en la más borrosa memoria de los siglos. El Imperio Tiahuanaco se extiende por todos lo confines, que hoy llamaríamos peruanos o bolivianos, de la meseta del Collao. El Imperio Quechua o de los Incas también abarca los dos Perúes. Según la leyenda, la pareja de los hijos del Sol - Manco Cápac y su esposa-hermana Mama Ocllo - nace precisamente en el lago Titicaca, desde allí se dirige al Cuzco u “ombligo del mundo” para la doble misión de instruir a los aborígenes en las artes de la guerra y de la paz, y de fundar, con ellos, el Tahuantinsuyo. En la Colonia, hasta muy avanzado el siglo XVIII, la Audiencia de Charcas, establecida en lo que ahora es Bolivia, estaba subordinada al Virreinato del Perú. Francisco Pizarro abandonó la capitalidad histórica del Cuzco en favor de Lima, la ciudad que él había fundado; lo hizo tanto por razones políticas, para alejar el recuerdo de los Incas, como por razones económicas, para facilitar, desde la costa las relaciones con la metrópoli española. El Perú, en la primera época de la colonia, comprende prácticamente toda la Sudamérica española. Unicamente puede reconocer rival en el grande y antiguo Virreinato de México. Después, el Perú es reducido a los límites de la sola Audiencia de Lima y la del Cuzco, los cuales coinciden con los del Perú de nuestros días. Pero, como los hechos son más fuertes que las leyes, la rebelión de Túpac Amaru II, en 1780, con origen en el Bajo Perú, se extienden hasta el Alto Perú. En 1814, ocurre lo propio con la revolución de Pumac ahua, una de cuyas tres columnas, la del cura Muñecas, posteriormente derrotada, llega hasta la Paz y la ocupa. Las necesidades de la guerra de emancipación llevan, al virrey del Perú, don Fernando de Abascal, a extender su autoridad hasta el Alto Perú, para lo cual recibe desde 1811 el visto bueno de Madrid. A la pregunta sobre la conveniencia y aún la necesidad de la confederación para los dos países, la respuesta es afirmativa, por lo menos si se considera el problema en abstracto. El gran Perú, obviamente, habría valido más y pesado más en esta parte de América que lo que, por cuerda separada, han pesado el Perú y Bolivia. El gran Perú, habría servido de balance, en alguna medida, a la gigantesca América portuguesa; los Estados Unidos de Brasil, y la poderosa República Argentina. No habría sufrido, a manos de Chile, la derrota de 1879. Habría ayudado al equilibrio continental. Tanto la adversidad como la naturaleza de las cosas volverán a reunir a Perú y Bolivia. Primero, por temor a recelo de Ch ile, suscriben un tratado estrictamente defensivo. Después, agredidos por Chile, peruanos y bolivianos pelean juntos en el campo de batalla. Cuestión muy distinta que la de aprobar en abstracto la Confederación Perú - Boliviana, consiste en indagar si el Proyecto de Santa Cruz se acometió en tiempo oportuno y en circunstancias propicias. Entre nuestros historiadores, Riva Agüero defiende la Confederación en toda la línea. Vargas Ugarte, puede también decirse que la aprueba, sobre todo por la repulsa que en él despierta la intervención chilena contra Santa Cruz. La opinión de Basadre es más moderada. Estando de acuerdo en principio con la Confederación, señala el inconveniente de que, en 1836, las iniciase Santa Cruz como gobernante de Bolivia. Si la Confederación se frustró, quiere decir que, en ese momento y en esa circunstancia, no fue posible. El mismo Basadre hace ver que los historiadores chilenos, están en contra de la Confederación de Santa Cruz. Los historiadores peruanos y bolivianos divide n pareceres entre los nuestros. Mariano Felipe Paz Soldán, en el siglo XIX, pertenece a la escuela de los que consideran a Santa Cruz como ”invasor extranjero”. Ya a comienzos de este siglo, al hacer la crítica de Paz Soldán, Riva Agüero rompe lanzas, con el brío de costumbre, en pro de la Confederación y de Santa Cruz, el que fue conocido como el Gran Mariscal de Zepita, que estuvo entre dos fuegos: los bolivianos desconfiaban de él por suponerlo peruanófilo, en tanto que muchos o algunos peruanos lo recusaban por todo lo contrario: boliviano y porque, al Perú dividió en Estado Sur - Peruano y Estado Nor - peruano y quiso implantar la supremacía de Bolivia. La confederación fue popular en el Sur y, particularmente, en Arequipa, porque daba satisfacción a sus aspiraciones regionales, no fue impopular en el Norte, acaso porque la incorporación de Bolivia menguaba la importancia relativa de aquella región. En definitiva, puede sostenerse, que si la Confederación perjudicaba los intereses de Chile, automáticamente favorecía el interés del Perú y de Bolivia. Tal es el problema de fondo que planteó la Confederación y que, por desgracia, no entendieron los peruanos emigrados. Estos vinieron, en barcos chilenos, no una sino hasta dos veces para co mbatir a Santa Cruz en suelo peruano. La primera guerra con Chile contó así con la colaboración de un sector del Perú, quizá no muy numeroso pero conspicuo e influyente. ACTIVIDAD: I.- De cada párrafo subraya las ideas principales II.- En hojas rayadas contesta las preguntas propuestas y anéxalas al trabajo : 01.- ¿Qué tipo de situaciones similares se dice que tiene Perú y Boliviana? 02.Los habitantes indígenas de estos países qué origen tienen. 03.¿Por qué Pizarro se estableció en Lima? 04.Durante la emancipación ¿Qué movimientos patriotas sucedieron en ambos países? 05.¿Qué opinas de lo que hizo Bolívar al separar Bolivia de Perú? 06.¿Qué ventajas opina el autor que hubiera tenido la reunión del Perú y Bolivia? 07.¿Por qué se criticaba a Santa Cruz en ambos países? 08.¿Cuál es tu opinión sobre este tema?