Beneficios del TLC, según la experiencia de Chile y España http://www.larepublica.com.co/noticia.php?id_notiweb=39541&id_subseccion=8 8&template=noticia&fecha=2005-08-08_12:01am Freddy Canchón Naranjo A los tratados de libre comercio hay que perderles el miedo. En términos generales pueden considerarse buenos y positivos, dan oportunidad de crecer y desarrollar las economías de los países, pero también hay que tener en cuenta que generan unos costos políticos y económicos, y que siempre en este tipo de negociaciones algunos sectores salen perjudicados. En estas apreciaciones coincidieron los invitados al foro “Bondades de los acuerdos comerciales, casos de éxito España y Chile”: Osvaldo Rosales Villavicencio, ex negociador del TLC Chile y Estados Unidos, y Javier Gómez Navarro, ex ministro de comercio y turismo de España, organizado por Fenalco. “Un TLC con Estados Unidos no es un beneficio automático ni mecánico. No se trata de que se firma y uno se queda en la casa esperando el cheque”, considera Rosales, hoy subdirector de la Comisión Económica para América Latina (Cepal). Según el experto, un pacto de esta naturaleza es importante en la medida en que aporta un acceso preferencial al mercado más grande del mundo; sin embargo, de ahí en adelante el trabajo continúa porque los empresarios y las empresas tienen que ganarse el espacio con calidad, competitividad, buenos diseños y estrategias y, sobre todo, con entregas oportunas de los productos que exporten. “Desde este punto de vista se plantea un reto para que realmente se pueda aprovechar esa opción, por lo tanto, creo que el centro del debate sobre este tipo de acuerdos debería estar mejor en cómo se generan condiciones internas en materia de apoyo competitivo, de colaboración a la mediana y pequeña empresa, de alianzas empresariales, de incorporación de nueva tecnología, para que efectivamente se puedan aprovechar las alternativas”, dice el chileno. Según la experiencia del país austral, los beneficios del TLC son varios, entre los que se destacan apertura de mercados, mejor calidad de productos, más disciplina legislativa en el comercio, regularización justa de aranceles, protección del producto interno bruto y crecimiento de pymes, entre otros. Rosales enfatizó en que la negociación no puede verse como un capítulo aislado, sino que hace parte de todo el proceso de una economía, puesto que ésta no sustituye una estrategia de desarrollo ni tampoco reemplaza, por ejemplo, políticas sociales públicas que deben implementar los gobiernos. Estabilidad jurídica Rosales destacó otras ‘bondades’ como el establecimiento de políticas claras de estabilidad jurídica, puesto que las reglas de juego para los empresarios no se pueden estar cambiando. Indicó además que tales tratados ofrecen estabilidad marcroeconómica y dinámicas de crecimiento. El año pasado las exportaciones en Chile crecieron alrededor del 50 por ciento y, particularmente a Estados Unidos, 40 por ciento. En el campo de la pobreza, a inicios de los noventa los índices rondaban el 47 por ciento, y hoy están cerca del 18 por ciento. Rosales aclaró que estos buenos resultados no sólo eran producto de la firma del TLC, pero, que si habían tenido que ver en la consecución de estos objetivos. Dado que Chile ya había hecho convenios comerciales con Canadá, México, Centroamérica y la Unión Europea (Luego firmó con Corea, hoy adelanta con China, y el próximo año iniciará con Japón), en palabras de Rosales, la firma con Estados Unidos no implicó demasiados traumatismos ni sacrificios por esta experiencia de inserción en la economía internacional. “Nuestro país siempre ha tenido una mentalidad clara y una lógica de estar activos comercialmente en el mundo, somos conscientes de las dificultades que plantea la globalización, pero también de las oportunidades”, recalcó el economista. Cómo aprender la lección Sobre las intervenciones del par de invitados, el jefe negociador de Colombia del Tratado de Libre Comercio de Colombia con los Estados Unidos, Hernando José Gómez, indicó que tanto España y Chile lograron un conjunto de políticas que les permitió iniciar una senda de desarrollo acelerado, y que lo que es común en ambos países es que consiguieron acceso a mercados grandes, estables, dinámicos y aprovecharon esas oportunidades con políticas internas, que facilitaron que tanto grandes empresas como pymes pudieran conectarse al mercado internacional con una oferta exportable competitiva y de calidad. “Creo que eso es una lección, hay que abrirse al mundo, generar un esquema institucional y una infraestructura, económica y social que permita conectarse al resto del mundo”.