Año: 23, Agosto 1981 No. 492 N. del D. El 7 de agosto recién pasado el Lic. Agustín Navarro Vásquez recibió el titulo honorífico de Doctor en Ciencias Sociales otorgado por la Universidad Francisco Marroquín. El Lic. Navarro fundó hace 28 años en México, el Instituto de Investigaciones Sociales y Económicas sobre cuyos principios se estableció el CEES en Guatemala. Ha sido defensor incansable de la causa de la libertad y aguerrido combatiente en contra de las teorías socialistas en su país y en el mundo entero. Tarea, ardua de cumplir en México. Este folleto presenta un extracto del discurso de agradecimiento del Lic. Agustín Navarro en el acto de graduación de la Universidad Francisca Marroquín, durante el cual se le investió con el grado honorífico. El titulo es nuestro. La Hora de Actuar Agustín Navarro Vásquez «La libertad, Sancho, es el don más preciado del hombre». Don Quijote de la Mancha plasmó así el más noble ideal de quienes andamos afanosos en el mundo como quijote con la mirada puesta en las estrellas más inalcanzables, más remotas y más inaccesibles.Mi padre, quien fue mi mejor amigo, decía que «quien busca ideales, siempre los encuentra». Se puede llegar así a las más remotas «novas» o «súper novas» del universo. Hoy aquí, estamos en el sagrado recinto de la gloriosa Universidad Francisco Marroquín, fundada con ansia y necesidad de libertad por su digno rector y su extraordinario grupo de amigos, idealistas como él, generosos como él, valientes y sacrificados como todos los que buscan estrellas, han logrado esta maravillosa realidad: la mejor institución educativa de toda Centro América... y de muchas otras partes. Educación, instrucción, o sabiduría, sin libertad; no son ni educación, ni instrucción, ni sabiduría. Es triste el espectáculo de los sabios soviéticos esclavos de Rusia y de muchos otros países socialistas trabajando con los grilletes puestos, no tanto en las manos ni en los pies, sino en las alas del entendimiento, de la mente, de la razón y del alma, son infinitamente más dolorosos y esclavizantes, totalmente dedicados a la producción de instrumentos de guerra, destrucción y tiranía; representan hasta dónde puede llegar la aberración humana en el odio y la barbarie. Pero esta estrella radiante, la inmortal Universidad Francisco Marroquín, fue bajada de los espacios estelares por los quijotes guatemaltecos para constituir un bastión que jamás podría ser tomado ni destruido por las fuerzas del desorden o del crimen. Dije «inmortal» Universidad. Porque las universidades son inmortales, no como templos materiales como el Partenón de Atenas o el de Diana en Efeso, sino como templos espirituales del saber, de la razón, del entendimiento, de las potencias espirituales. De la mejor parte, la única eterna, de los entes humanos. No existe gloria alguna comparable, a un honor universitario como el que ahora se me concede. Honor inaccesible para las fuerzas y poderes que un mundo desquiciado considera preferentes. Ni el esfuerzo físico, material, intelectual o psíquico de toda una vida requiere semejante recompensa. Sólo el ideal perenne de la remota y al parecer inalcanzable estrella de la libertad anhelada siempre por los quijotes, los locosde la era contemporánea, puede hacer llevadera esta vida de dolor, confusión y desorden. Los casi treinta años de vida dedicados esencialmente a estos afanes pasan como un soplo momentáneo, salpicado de dolores, amarguras e incomprensiones, pero confortado y dulcificado por el néctar del deber cumplido, de la íntima satisfacción personal yegoísta en el sentido más elevado de esta incomprendida palabra. Luchar por la libertad no es lucha dolorosa ni cansada. Es tan grande el anhelo que todo lo demás, frente a él nada vale, ni penas ni sufrimientos. Las causas nobles tienen esta inevitable recompensa. «Quienes creen merecido todo, nada merecen». Ya están pagados. La distorsión de la vida moderna altera los valores. Ya se considera un acto heroico el simple cumplimiento del deber y se pide recompensa. Todo el mundo se siente con derecho a todo a cambio de nada. «El deber es el deber», la obligación de cumplimiento no tiene mérito adicional alguno. Lo único meritorio es aquello que se hace en exceso del deber. Y ni siquiera eso. La satisfacción que produce ese exceso en el cumplimiento del deber ya lo compensa todo. En momentos difíciles me llegó un honor tan inesperado como grande, tan inmerecido para mí, como merecido fue cuando se otorgó a verdaderas figuras universales como nuestros nunca bien ponderados Friedrich Von Hayek, gloria del pensamiento universal, nuestro querido amigo y compañero de afanes y preocupaciones, Joaquín Reig Albiol, y otros grandes amigos coincidentemente correligionarios como W. H. Hutt, H. Hazlitt, Leonard Read, P., T. Bauer, Dean Rusell. Afortunadamente las fuerzas del mal que son fuertes y numerosas se empiezan a batir en retirada. Las mareas cambian. Es la terrible agonía de los dinosaurios. La gigantesca Rusia no podría subsistir ya sin el trigo norteamericano y argentino. La supremacía armamentista de los agresivos soviéticos tiembla de pavor ante la determinación del Presidente Reagan de igualar o sobrepasar ese poderío. El ejemplo político de los norteamericanos debe cundir por el mundo, y las proposiciones básicas de su nueva política económica son un ejemplo a imitar. «Más libertad económica y menos interferencia del Estado en las actividades de los ciudadanos, menos regulaciones y menos prohibiciones». «Liberar el peso brutal del Estado que gravita sobre los hombros de los ciudadanos». «Disminuir los gastos públicos onerosos así como los impuestos», son presupuestos que pueden y deben convertirse en poderosas armas cívicas y políticas, no sólo en Norteamérica sino en todos los países del orbe. Aunque algunos retroceden en su tendencia a la libertad, como Francia que pagará pronto y cruelmente su error por adoptar un socialismo retardatorio, el mundo irá hacia el progreso. Los dinosaurios, los gobiernos pesados y gigantescos, tienden a desaparecer y desaparecerán. En su agonía, sus poderosos coletazos parecen destruir todo a su alrededor, pero el progreso y la razón los enterrarán para siempre en la tumba del olvido. Ante todo debemos emitir un mensaje, no de pesimismo, sino de esperanza. De una esperanza en el futuro y en las nuevas generaciones que lo realizarán ustedes los jóvenes que serán los poseedores y disfrutadores de un futuro de esperanza, de una aurora de luz y optimismo. En las universidades se forjan las historias futuras de los países contemporáneos. Juventudes como la que está aquí presente recogerán la estafeta que nosotros le entregaremos con gusto y esperanza. Nosotros enfrentamos y planteamos los problemas y ellos, los jóvenes, los resolverán en forma total y absoluta. «Radicalicémonos», es la única consigna que pondremos, es la condición indispensable para el triunfo. Los amigos de la libertad debemos pasar, y estamos pasando de una posición meramente defensiva a otra posición ofensiva y agresiva. Basta ya de dar disculpas y explicaciones. Afirmemos nuestros principios, nuestra filosofía, nuestras tácticas para la lucha ideológica. El mundo es de los audaces y debemos tener audacia para no perderlo. El mundo es nuestro. Es de los que en él vivimos. El pasado ya no existe. Está muerto y es ya sólo historia. Sólo queda el doloroso presente y el futuro promisorio. Se impone el cambio de actitud y decisión para acelerar la agonía de los dinosaurios del pasado. Al entregar la estafeta a los jóvenes, mostrémosles que a ellos toca en adelante escribir la historia del porvenir. Nosotros ya cumplimos y hemos dado ya batalla. Batalla dolorosa y sangrienta. La libertad está como radiante bandera hecha jirones, pero viva eternamente y la vemos tremolar en el viento. Es una bandera inmortal que no puede rendirse ante el enemigo. «La verdadera fortaleza no está en el brazo ni en el músculo», sino en la mente y en el corazón. La batalla será ganada y el triunfo será de aquellos que no toleran, no sólo la tiranía ni la esclavitud, sino la transacción o el compromiso. Ellos, la transacción y el compromiso derrotista, han sido las posiciones letales que han puesto en peligro la civilización. El fraude y el engaño de las «terceras» posiciones, del falso pluralismo, de la tolerancia convertida en complicidad, han reblandecido nuestras débiles defensas. Recordemos que en materia de principios no puede haber concesiones, recordemos que no puede haber dos verdades contradictorias. Mi «verdad» y tu «verdad» no pueden coexistir. Alguna de las dos será la verdad VERDADERA. A quienes defendemos la libertad, injustamente nos han llamado libertinos, defensores del «libertinaje», del abuso de dicha libertad. La libertad como virtud, como uno de los bienes supremos del hombre no es susceptible de abuso. Bien más bien no puede producir el mal. Virtud más virtud no puede convertirse en vicio, sino en santidad. Libertad más libertad no puede convertirse en «libertinaje». Son de diversa naturaleza. No puede existir la libertad para hacer el mal. Es virtud suprema que no puede contradecirse. Odian y combaten la libertad aquellos que la temen, y la temen por la tremenda responsabilidad que implica. «Libertad con responsabilidad» es la fórmula perfecta, es la que nosotros allá en México y ustedes aquí propalamos. No podríamos proponer el libertinaje que carece de responsabilidad. La falta de responsabilidad es la enfermedad de la época presente. La falta de responsabilidad es la lepra del espíritu, es la autonegación del ser humano. No encuentro palabras para expresar mi sincero agradecimiento por este altísimo honor que se me confiere. Se me dijo que es por mi lucha por la libertad. Pero yo pregunto: ¿Habrá algún ser humano que no se sienta obligado y forzado a luchar por la libertad, la mejor condición humana? Quien desprecie, quien ataque a la libertad no es un ser humano, es un ser infrahumano, un primate. ¿Y por cumplir con esta obligación se me concede tan gran honor? Llego a sentirlo inmerecido. Pero lo acepto con la inmensa satisfacción de ser universitario, hijo de universitario, en este templo del saber dentro de la tradición hispánica de las antiguas universidades de Lima, Guatemala y México que realizaron la conquista espiritual de la Nueva España. No puedo sentirme más honrado, hombre, como ciudadano y intelectual. Este doctorado será la herencia que puedo dejar para mis como como mejor hijos, nietos y descendientes. Lo material es efímero y deleznable. A esta heroica Guatemala que lucha denodadamente contra el cúmulo de acechanzas que la rodean. A estos valientes guatemaltecos que se baten fieramente en defensa de su libertad, sus principios, el derecho y el orden, quiero decirles... cuatro últimas palabras... muchas gracias... y adelante... «En México la diferencia existente entre los muchos prósperos o millonarios funcionarios públicos y el nivel de vida de los ciudadanos trabajadores que los mantienen, continúa aumentando día a día, creando un más agudo resentimiento». BYRAM LAKE, «México Camino de Servidumbre», Tópicos de Actualidad No. 484 El Centro de Estudios Económico-Sociales, CEES, fue fundado en 1959. Es una entidad privada, cultural y académica , cuyos fines son sin afan de lucro, apoliticos y no religiosos. Con sus publicaciones contribuye al estudio de los problemas económicosociales y de sus soluciones, y a difundir la filosofia de la libertad. Apto. Postal 652, Guatemala, Guatemala correo electrónico: [email protected] http://www.cees.org.gt Permitida su Reproducción educativos y citando la fuente. con fines