Hospital General Docente "Comandante Pinares". San Cristóbal UTILIDAD DE LA OZONOTERAPIA EN EL TRATAMIENTO DE LAS OSTEOMIELITIS UTILITY OF OZONE THERAPY IN THE TREATMENT OF OSTEOMYELITIS Dr. C Julio César Escarpanter Buliés 1 1 Doctor en Ciencias Médicas. Especialista de Segundo Grado en Ortopedia y Traumatología. Profesor Auxiliar. Vicedirector Docente y de Investigaciones. Servicio de Ortopedia y Traumatología. Hospital General Docente “Comandante Pinares”. San Cristóbal. Pinar del Río . Dr. C Julio César Escarpanter Buliés. Melones 507 entre Pérez y Santa Ana. Luyanó. 10 de Octubre. Ciudad de La Habana. Telf. 98.3784. E-mail: [email protected] [email protected] RESUMEN Hemos utilizado la terapéutica con oxígeno-ozonoterapia para el tratamiento de las afecciones del aparato osteomio-neuro-locomotor en el Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital General Docente “Comandante Pinares” de San Cristóbal, Pinar del Río, por más de 15 años como por ejemplo, en las afecciones degenerativas articulares, la enfermedad de Legg-CalvéPerthes, como coadyuvante en los implantes de epiplón mayor homólogo en lesiones de piel, etc. El objetivo de este trabajo es establecer la validez de su utilización en el tratamiento de las infecciones crónicas de los huesos a través de su efectiva acción germicida. Se tomó una muestra de 44 pacientes portadores de osteomielitis crónica, con varios años de evolución y con tratamiento activo utilizando los diversos métodos terapéuticos, además todos los pacientes presentaban una o más operaciones previas, sin remisión de los síntomas o con recidivas frecuentes. El tratamiento utilizado al diseñar la investigación ha sido el clásico que tiene dos vertientes: la quirúrgica y la clínica con la antibióticoterapia, local y sistémica, al que adicionamos tratamiento con oxígeno-ozonoterapia siguiendo un protocolo diseñado al efecto. Los resultados fueron evaluados como buenos, regulares y malos aplicándoles un patrón de evaluación pre-establecido. Los resultados obtenidos en este trabajo son alentadores, ya que de los pacientes portadores de osteomielitis de nuestra muestra, tratados anteriormente sólo por los métodos clásicos, el 72,7 % obtuvo mejoría clínica después del tratamiento combinado con oxígeno-ozonoterapia; el tratamiento sistémico (ozono por vía rectal) mejoró el estado general de todos los pacientes, no siendo el tratamiento en modo alguno costoso y abaratando por tanto, los costos hospitalarios de esta entidad. No se observaron complicaciones o reacciones adversas derivadas del método. Palabras clave: Ozonoterapia, Oxígeno, Osteomielitis, Supuración. ABSTRACT A study of the treatment of bone infections, that combines traditional methods with the use of ozone therapy in its diverse modes of application, was conducted. A sample of 44 patients affected with chronic osteomyelitis that were treated by using the conventional methods for more than one year and with histories of frequent relapses and remission times of the supurative picture of no more than 6 months was included in this study. A combined treatment with local and systemic ozone was added. The results obtained after the ozone therapy were encouraging in 72,7 % of the patients. These results together with its easy obtention and its unexpensive use allowed to recommend it as a coadjuvant treatment in this type of complication. Key words: Ozone therapy, oxygen, osteomyelitis, sepsis. INTRODUCCIÓN La osteomielitis es una complicación de muy difícil solución a pesar del desarrollo científicotécnico actual con la consiguiente aparición de potentes fármacos para tratarla. Estas infecciones son resistentes por lo general a los múltiples intentos que se realizan para su curación,1 debido entre otras causas a la escasa vascularidad que posee el sistema esquelético, la pobre fagocitosis que en él se desarrolla y la dureza de su constitución que dificulta en grado sumo la perfusión de los fármacos, ya sea por vía sistémica o por vía local.2 Es conocido que en ocasiones las bacterias quedan encapsuladas años enteros en el hueso compacto y pueden reactivarse con un traumatismo o en una operación.3 Además, es sabido que el antibiótico controla la infección en áreas vascularizadas, pero no las esterilizan en áreas donde la vascularización está disminuida.4 El ozono (O3), palabra griega que significa olor, es una variedad inestable del oxígeno (O 2) formada por tres átomos en lugar de dos y puede obtenerse a partir de oxígeno puro o del aire. En la naturaleza existe fundamentalmente en las capas altas de la atmósfera, formando la llamada “capa de ozono”, que protege a nuestro planeta al impedir el paso de la radiación ultravioleta cuya energía pudiera ser perjudicial para la vida. El ozono se produce industrialmente a partir de oxígeno, mediante una descarga silente de alto voltaje, al hacer pasar entre dos electrodos un flujo de aire u oxígeno puro. El ozono posee un gran poder virucida, bactericida y fungicida5. Su capacidad de desinfección es mucho mayor que la de otros desinfectantes que se emplean actualmente. Su elevada reactividad con un gran número de sustancias permite su aplicación en usos importantes, por ejemplo para la desinfección de agua para consumo humano, para la eliminación de color y olor de ésta, para el aumento de la biodegradabilidad de contaminantes naturales e industriales en aguas y aguas residuales, etc. Es un gas altamente tóxico por vía respiratoria (deteriora la membrana alveolar) 6,7,8, tiene un tiempo medio de vida de 40 min. a 25º C, se descompone a partir de ese momento en oxígeno y su velocidad de descomposición depende de la temperatura ambiente. Se ha demostrado la gran efectividad del ozono en la destrucción de microorganismos por su gran carácter microbicida y parasiticida. Se invoca, a la luz de los conocimientos más actuales, que en su reacción con los ácidos grasos insaturados de la membrana fosfolipídica produce una serie de peróxidos hidrofílicos que estimulan la formación de sustancias desoxigenantes, que actúan sobre la oxihemoglobina liberando oxígeno y por lo tanto, producen un aumento del suplemento de este en los tejidos. Como estimulador de la oxigenación tisular, el ozono es capaz de activar los mecanismos oxidativos celulares de la glicolisis al actuar sobre los sistemas redox-glutation activando el paso pentosa-fostato que incrementa la transformación de la glucosa, además desagrega los eritrocitos haciéndolos más elásticos y permeables; tiene poder analgésico y antiinflamatorio, actúa como inmunomodulador según la dosis empleada, mejora los estados anémicos y de la circulación sanguínea, entre otros.9 Actualmente la osteomielitis sigue siendo un desafío para la medicina y esta complicación de la traumatología y en menor grado de la ortopedia, tiene componentes varios que hacen difícil su tratamiento. El ozono en su basamento teórico presenta propiedades que lo hacen útil en el tratamiento contra las infecciones. Al contar en nuestro centro hospitalario con un equipo productor de ozono de fabricación cubana marca OZOMED®, se decidió realizar un estudio para verificar el resultado de la aplicación del ozono en el tratamiento de la osteomielitis y tratar de determinar su acción germicida, basándonos para nuestra fundamentación en el hecho clínico de la mejoría de la supuración crónica del miembro afectado, la aparición de crisis de reactivación y colateralmente el estado general del paciente para establecer en lo posible las formas de uso más efectivas en las infecciones óseas y a la vez, contribuir al ahorro de medicamentos deficitarios en la red nacional de salud y a abaratar en lo posible, el tratamiento de la osteomielitis. MÉTODO Se tomaron 44 pacientes diagnosticados como portadores de osteomielitis diafisaria, tratados en el Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital General Docente “Comandante Pinares” de San Cristóbal, Pinar del Río, con historia de haber recibido varios tratamientos con los diversos métodos convencionales y una historia de más de una operación previa, sin remisión de los síntomas o con recidivas frecuentes; sin diferenciar los pacientes de acuerdo a edad, sexo, etiología demostrada (gérmenes), tiempo de evolución o estado general del paciente.. El tratamiento utilizado en el diseño de la investigación fue el clásico de la osteomielitis, que tradicionalmente tiene 2 vertientes: la quirúrgica mediante curetaje, secuestrectomía, perforaciones, fistulectomías u otros y la clínica con antibioticoterapia local y sistémica además de las medidas de apoyo. A esta terapéutica se adicionó el tratamiento con ozonoterapia con el siguiente protocolo: 1. Lavado local con agua ozonizada de las heridas, toda vez que se realizaran curaciones de fístulas o hueso expuesto, sin utilizar otras soluciones al efecto, repitiéndolas hasta que se dio por terminado el ciclo. 2. Ozonoterapia sistémica utilizando la vía rectal con una concentración de ozono de 40 mg/L de ozono y un volumen de 200 ml, por insuflación intrarrectal lenta, en días alternos, 3 veces por semana, hasta completar 10 sesiones, repitiendo este ciclo hasta 3 veces. 3. Ozonoterapia local o perilocal directa (gas), inyectado alrededor de la lesión o dentro de ésta, a una concentración de ozono de 10 mg/L y un volumen entre 5 -10 ml, hasta 2 veces por semana, repitiéndolo tantas veces fuese necesario, pero nunca sobrepasando las 20 aplicaciones. 4. Empaquetamiento con aceite de girasol ozonizado (OLEOZON ®) de las heridas, quirúrgicas o no, para ocluirlas, en sustitución de otras pomadas utilizadas generalmente y mantener el régimen hasta tanto se mantuviera alguna herida abierta. Evaluación final de los resultados: Para esto el autor se basó en el siguiente patrón. a. Buenos: solución del cuadro de reactivación actual sin recidiva en 12 meses y con mejoría del cuadro general. b. Regulares: mejoría del cuadro general y remisión del cuadro local agudo, recidiva en un período entre 6 y 12 meses. c. Malos: cuadro general mantenido y cuadro local, igual o peor. RESULTADOS Edad y sexo: En la muestra de 44 pacientes, dividida para su estudio en 4 grupos de edades, correspondió la distribución mayoritaria al grupo de edades de entre 31 y 45 años con 26 pacientes (59 %) y en segundo lugar, al grupo de entre 15 y 30 años con 14 pacientes (32 %), correspondiendo ambos con las edades de mayor actividad vital y por ende con más riesgo de fracturas o lesiones; en los 2 grupos restantes hubo 2 pacientes respectivamente. En cuanto al sexo y correspondiendo con el género que más expuesto está a sufrir lesiones, la mayoría de los pacientes son masculinos con 40, o sea el 81 % de toda la casuística. Asiento de la lesión: La infección asentó con mayor frecuencia en el tren inferior (89 %), siendo la tibia con 33 casos (75 %), el hueso en que más frecuentemente se presentó, al fémur correspondieron 6 pacientes (13,7 %); por su parte en el miembro superior asentaron 5 lesiones, 4 a los huesos del antebrazo (9,1%) y en un paciente (2,3 %) la sepsis afectó a un metacarpiano y a su articulación con la primera falange (Figura 1). Variedad de osteomielitis: Dentro de las diferentes variedades, la más observada fue la osteomielitis diafisaria con 27 pacientes (61,3 %), mientras que la cavernosa metafisaria ocupó el segundo lugar en frecuencia con 11 pacientes (25 %), seguida por la diafo-metafisaria con 5 pacientes (11,4 %) y 1 paciente presentó una osteomielitis pararticular (Figura 2). Tiempo de evolución: El tiempo de cronicidad fue variable como podemos ver en la figura 3, donde se observa que con más de 2 años de evolución hubo 19 pacientes (43,1 %), con un tiempo de evolución de entre 1 y 2 años tuvimos 21 casos (47,7 %) y con menos de 1 año se presentaron 4 pacientes (9,1 %). Número de operaciones previas: También este aspecto fue variable pues 7 pacientes habían sufrido previamente 1 operación (15,9 %), 12 pacientes (27,3 %) sufrieron 2 operaciones con anterioridad, 19 pacientes 3 operaciones (43,2 %) y 6 pacientes (13,6 %) operados en más de 3 oportunidades antes del tratamiento con ozonoterapia (Figura 4). Variedad de ozonoterapia utilizada: Las formas de aplicación de las diversas variedades de ozonoterapia se pueden observar en la figura 5 donde se ve que la ozonoterapia rectal (como vía sistémica) se utilizó en los 44 pacientes (100 %); en 41 pacientes se utilizó el OLEOZON® tópico sustituyendo otras pomadas, cremas o aceites (93,1 %); en 14 pacientes (54,5 %) se realizó infiltración local o perilocal adyacente a la lesión (hueso expuesto) o lesiones presentes (fístulas) y en 36 pacientes (81,8 %) se utilizó el agua ozonizada para lavar las diferentes lesiones en sustitución del suero fisiológico generalmente utilizado para estos fines. Se aplicó como promedio en cada paciente el OLEOZON® en 23 oportunidades, el agua ozonizada en 38 ocasiones, las infiltraciones locales y/o perilocales en 12 ocasiones y la ozonoterapia rectal se utilizó, siguiendo el protocolo, diez veces en todos los casos. Evolución de la supuración: Clínicamente pudo observarse que en 33 pacientes (75 %) hubo detención de la supuración, en 6 pacientes (13,6 %) la supuración disminuyó y en 5 (11,4 %) se mantuvo igual o empeoró. La recidiva de la supuración se observó después de los 12 meses de evolución en 11 pacientes, un grupo de 6 pacientes recidivó en un período de entre 6 y 12 meses, en 18 pacientes hasta que se cerró este estudio la supuración no había reaparecido y en 8 casos ésta se mantuvo igual o empeoró. El estado general, que generalmente estaba en mayor o menor grado depauperado por las crisis de reactivación de un proceso infeccioso crónico, mejoró ostensiblemente dado por aumento de peso, “limpieza” de la piel (pérdida o mejoría del color “cetrino” clásico de los impregnados), mejoría del estado de ánimo y otros parámetros subjetivos en 37 pacientes (84,1 %), en 6 mejoró discretamente (13,6 %) y en 1 paciente no hubo cambios a destacar. Se encontraron sólo dos tipos de problemas relacionados con las aplicaciones del ozono: dolor o ardor local a la perfusión en 26 pacientes, que cesaron inmediatamente después de terminada la sesión. No se hallaron complicaciones de ninguna índole que contraindiquen el método o que, dependiendo de él, se haya empeorado el cuadro local o general. Después de aplicado el patrón evaluativo, terminadas las sesiones de aplicación de la mezcla de oxígeno-ozono y evaluando integralmente con los resultados del tratamiento clásico, combinado con la administración del ozono, podemos concluir que se obtuvieron buenos resultados en 32 pacientes (72,7 %), que hubo resultados regulares en 7 casos (15,9 %), mientras que no se obtuvieron resultados en 5 pacientes (11,4 %), como puede verse en la figura 6. DISCUSIÓN Las infecciones de los huesos desde siempre han constituido una preocupación para quienes han tenido que enfrentarse a ellas. El adagio de que “una vez osteomielitis, siempre osteomielitis” ha estado presente por siglos. Actualmente esto no es rigurosamente cierto pues con el advenimiento de diferentes técnicas como el empleo del láser quirúrgico10, la oxigenación hiperbárica11, las transportaciones óseas con resección previa del foco séptico12, otras variantes de la llamada “cirugía de salvatage” 12 , etc., los resultados van siendo más alentadores. En el tratamiento de cualquier enfermedad infecciosa crónica, la obtención de cifras superiores al 50 % de pacientes con buenos resultados son más que alentadoras; nótese que se habla de una entidad en la cual la cronicidad se plantea que es de por vida en la mayoría de los pacientes. Llamada por Pasteur "forúnculo de los huesos" por producirse la inflamación en su componente conjuntivo-vascular13, a pesar de que el término osteomielitis implica inflamación del hueso, aunque no obedezca a gérmenes piógenos, tuberculosis, sífilis o virus específicos, la aceptación universal del término se aplica solamente a la infección por bacterias piógenas13, fisiopatológicamente el hueso se destruye por la acción de las enzimas proteolíticas, se necrosa por obstrucción de la corriente sanguínea, se descalcifica por inactividad e hiperemia, se resorbe activamente por los osteoclastos y se reconstruye en forma activa por los osteoblastos. El agente causal más frecuente es el estafilococo dorado (80 % de los pacientes) y en segundo lugar, el estreptococo14, aunque en estudios realizados en nuestro servicio la Klebsiella, el Proteus Mirabilis y la Escherichia Coli han sido encontrados con más frecuencia15, por lo cual se utilizan de preferencia los antibióticos bactericidas sobre los bacteriostáticos, por ser aquellos más efectivos. Se recomiendan entre las medidas terapéuticas complementarias, la transfusión con sangre fresca para combatir la anemia y la hipoproteinemia16. Si por concepto, el ozono tiene mayor poder oxidativo, se infiere que su poder de oxigenación es mayor y si se acepta que una oxigenación adecuada es favorable para la solución de cualquier cuadro séptico, además de su gran poder germicida, se puede inferir que el uso de la ozonoterapia como tratamiento de la osteomielitis tiene un buen basamento teórico. Este bagaje teórico unido a los resultados favorables obtenidos en el presente trabajo, nos hacen ser optimistas en cuanto a la utilización del ozono en sus diversas formas de aplicación, como tratamiento coadyuvante en la osteomielitis. Su bajo costo de empleo, demostrado en otros estudios17, permiten recomendarlo entre la gama terapéutica que puede ser utilizada dentro de las actuales para contribuir a mejorar y si fuera posible también, a resolver este flagelo de la traumatología ósea. CONCLUSIONES Concluimos nuestro trabajo afirmando que los resultados obtenidos fueron alentadores ya que los pacientes de la muestra, afectados de osteomielitis crónica y tratados anteriormente sólo por los métodos clásicos, no obtuvieron la mejoría que fue hallada después de aplicar el tratamiento clásico combinado con la aplicación de la mezcla oxígeno-ozono. El tratamiento, tanto el sistémico (ozono por vía rectal), que mejoró el estado general de los pacientes, como el local para el tratamiento “in situ” de las lesiones no fue en modo alguno costoso, se abarataron por tanto, los costos hospitalarios en esta entidad. El tratamiento con ozonoterapia puede ser aplicado en cualquier nivel de atención que posea los elementos indispensables y realice el entrenamiento imprescindible del personal para aplicarlo. El método no tiene complicaciones, las molestias observadas fueron mínimas y no contraindican el uso de la técnica. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Evrad J. Infected pseudoarthrosis of the femoral shaft. Rev Clin Orthop 1971; 57:52746. 2. Rhinelander F. Circulation of bone. The biochemistry and physiology of bone. Academic Press 1972; II:2-11. 3. Ilizárov GA. Tratamiento de los defectos de los huesos de la pierna con el aparato de Ilizárov cuando existe una infección purulenta. Recomendaciones metodológicas. 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