Hijas del Patrocinio de María En RED por las vocaciones CRISTO VIVE EN TÍ . ORACION PARA PEDIR POR LAS VOCACIONES DE LAS HIJAS DEL PATROCINIO DE MARIA Corazón divino de Jesús, que un día dijiste: “Rueguen al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”, te suplico vuelvas tus ojos misericordiosos a tu amada congregación, predilección de tu Madre. Envía a ella numerosas jóvenes escogidas para trabajar en la santificación propia, la educación y formación cristiana de la juventud y evangelización de los pobres y la niñez. Haz que tu voz resuene en el corazón de tantas jóvenes generosas al decidir su vida y llámalas a ser Santas Religiosas Hijas del Patrocinio de tu Madre. Guarda a aquellas que has llamado, a fin de que correspondan fielmente a su vocación. Que sean una sola contigo, que lleven fruto a las almas y su fruto sea duradero. María Reina y Madre de nuestra amada congregación, presenta a Jesús nuestras súplicas, haz valer tu amor de madre y tu poder de Reina. AMÉN ORACIÓN Señor, tú me sondeas y me conoces. Señor, necesito de ti. Cuenta conmigo. Son muchas las personas que me rodean, pero nadie cuenta conmigo de verdad. Nadie se preocupa de mí, porque realmente nadie me conoce más que tú. 2009 Hola Jesús, aunque no te vemos sabemos que Tú estás aquí, con nosotras. Tú dijiste: “Donde dos o más se reúnen en mi nombre, allí estoy en medio de ellos” y nosotras nos hemos reunido hoy aquí en tu nombre. Aunque tu voz no entre por nuestros oídos, queremos que nos hables, nosotras te escucharemos desde lo más profundo de nuestro corazón. Señor, tú me sondeas y me conoces Señor, tú eres el único que me conoce de verdad. Sabes mis defectos, pero me quieres por ellos. Conoces mis capacidades, y descubro que son un regalo tuyo. Sabes de mis ilusiones, porque eres tú quien las derramas en mi corazón. Señor, tú me sondeas y me conoces. Señor, quiero seguirte. Quiero caminar siempre contigo, cueste lo que cueste. Tú cuentas conmigo, y ¡qué grande es que Dios se fije en mí! No quiero que mi vida sea una copia de lo que está establecido. Quiero soñar… vivir plenamente. Señor, tú me sondeas y me conoces. Quiero cambiar mis actitudes, dejar mi egoísmo; pensar más en los otros (as). Quiero que mi vida sea diferente. Quiero recorrer tus caminos, que llevan hasta los hombres y mujeres que sufren y nadie escucha. Conociéndome a mí, te conocerán a ti. Página 1 Nº 2 He venido a estar contigo, a ser tu amigo, a compartir con mi Dios, a adorarte y darte gracias por siempre. Gracias por lo que has hecho, Señor conmigo. www.patrociniodemaria.com www.patrociniodemaria.com Dedicado a tu día de oración por las vocaciones PISTAS PARA EL DIÁLOGO SOBRE EL TEXTO DEL FARO: ¿Por qué estaba triste el faro? ¿Qué hacía cada vez que veía un barco? ¿Por qué decide dejar de hacer señales a los barcos? ¿Qué es lo que descubre cuando el barco ha embarrancado? Al igual que el faro se sentía inclinado desde el principio a hacer señales de luz a los barcos y en eso estaba ya el inicio de su vocación, ¿a qué cosas te sientes inclinado espontáneamente?, ¿qué es aquello que te nace hacer desde el corazón?, ¿qué cosas se te dan bien haciéndolas o disfrutas con ellas? Al igual que el faro, nosotros también tenemos que saber cuál es nuestra vocación, nuestra misión… El faro tenía una misión ¿cuál era? Y nosotros… ¿tenemos una misión?, ¿cuál es? La misión del faro era iluminar a los barcos para que no chocasen con el acantilado… Muy bien, ahora nosotros vamos a dejarnos iluminar por la luz de Jesús, por su Palabra FARO LUMINOSO. Página 2 Los cristianos también podemos hacer como el faro, transmitir a los demás una luz, la luz de ¿quién?... de Jesús. Pero para llevar la luz de Jesús… tenemos que tener claro que Él nos llama, como hizo con los apóstoles. ¿Crees que hoy llama a alguien a seguirle? ¿a quién? Crees que Jesús te llama a ti? ¿Cómo nos llama Jesús hoy a nosotros y para qué? Jesús nos llama hoy a nosotros como llamó en otro tiempo a los doce apóstoles, y nos llama para lo mismo, para que anunciemos el Evangelio con nuestras palabras y con nuestra vida. ¿Cómo podemos anunciar hoy el Evangelio de Jesús? Podemos hacerlo de muchas formas, respondiendo a diferentes vocaciones: como sacerdotes, como religiosas o como laicos Por eso es importante escuchar a Jesús y saber lo que Él te pide, lo que Él quiere que seas, no te vaya a pasar como el faro, que no sepas para que sirves y que se apague tu luz de tristeza y de pesimismo. MARÍA Había una vez un faro que vivía en lo alto de un acantilado junto al mar. Estaba triste porque no sabía para lo que servía. Quería saber cuál era su tarea allí arriba, pero no tenía a nadie que se lo dijera. Por eso, cada vez que veía en el horizonte a un barco, le hacía rápidamente señales de luz para que viniera a verle. Pero el barco siempre se alejaba de él a toda máquina. Todos los días y todas las noches le pasaba lo mismo. Cuando veía un barco acercarse, le hacía señales luminosas para que viniera a hacerle compañía y charlar un rato. Pero el barco salía disparado en dirección contraria. El pobre faro cada vez estaba más triste y desanimado. Todos huían de él cuando le veían. Pensaba que no servía para nada y que estaba perdiendo el tiempo. Así que dejó de hacer señales a los barcos porque era algo inútil. Al poco tiempo se dio cuenta de que un barco se acercaba hasta donde estaba él. No podía creerlo. Nunca había visto tan cerca uno de ellos. De repente el barco quedó embarrancado encima de unas rocas cercanas a la costa. Escuchó voces y sirenas, y vio unos pequeños botes que salían del barco hacia la playa. El faro no entendía nada de lo que estaba pasando. Por eso puso gran atención en saber lo que decían aquellos hombres que estaban en la playa. Como el viento soplaba de allí, pudo escuchar con claridad sus palabras. Decían que por culpa del faro averiado habían chocado contra esas rocas. Nadie les había avisado del peligro. En esos momentos el faro comprendió cuál era su tarea y por qué los barcos nunca se le acercaban. Se llenó de tanta alegría al saber para qué servía, que su luz se volvió a encender y fue la más brillante de todos los mares. Y ya no hubo barco alguno que dejara de verla para librarse del peligro. ¿TRASMITIMOS LUZ? Gracias por ser nuestra madre. Gracias por escucharnos cada vez que te invocamos, gracias por enseñarnos como tenemos que escuchar a los demás, a nosotros y a tu hijo. Enséñanos a abrir nuestro corazón a estar atentas, alegres, para compartir con los demás todo lo bueno que hay en nosotras. y sobre todo: para guardar bien dentro a tu hijo Jesús. Cuida de nosotros, de todos los hombres y mujeres que cada día dicen tu nombre. ¡Gracias María, por escucharnos! MARÍA, GRACIAS POR SER NUESTRA MADRE www.patrociniodemaria.com