En la ciudad de La Plata, a 4 de agosto de 1992, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Pisano, Mercader, Vivanco, Laborde, Negri, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa Ac. 46.712, “Bellmann, Gerardo Diego contra Asociación Médica Lomas de Zamora. Daños y perjuicios”. A N T E C E D E N T E S El Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial Nro. 9 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora hizo lugar a la demanda promovida contra Asociación Médica de Lomas de Zamora S.A. y la rechazó contra el codemandado Lanza. La Cámara de Apelación departamental -Sala I- confirmó dicha decisión. Se interpuso por la parte demandada recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I O N ¿ Es fundado inaplicabilidad de ley ? el recurso extraordinario de V O T A C I O N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Pisano dijo: Para resolver como lo hizo, la Cámara fundó su decisión en que: a) observado El por dictamen las pericial partes- de atribuyó a fs. 1014/1018 los -no profesionales médicos pertenecientes a la Asociación Médica de Lomas de Zamora S.A. mal tratamiento del cuadro de insuficiencia respiratoria tratamiento infeccioso que de y presentaba las el convulsiones, negligencia al no recién mal nacido, manejo realizar del los mal cuadro estudios neurológicos aconsejados por el médico de la especialidad llamado en consulta. b) Queda en consecuencia demostrada, la existencia de una prestación negligente realizada en el establecimiento asistencial demandado, y consecuentemente violado el deber de seguridad a que está obligada esa parte. c) Resulta extemporáneo el planteo de la Clínica referido a que en la interposición de la acción, no fueran incluidos los médicos componentes del equipo de pediatras que atendieron al recién nacido, ya que si entendía que existían terceros obligados no demandados, tuvo a su alcance la facultad del art. 94 del Código Procesal Civil y Comercial de citar a quienes consideraba involucrados en la controversia. d) Deben confirmarse los montos por los rubros incapacidad sobreviniente total y permanente, daño moral, pérdida de posibilidades futuras y gastos de atención. 2. Contra dicho pronunciamiento se alza la codemandada Asociación Médica Lomas de Zamora por vía del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, en el que denuncia absurdo y violación de los arts. 18 de la Constitución nacional; 512, 902, 909, 1198 del Código Civil ; 94, 163 inc. 6º, 165 y 272 del Código Procesal Civil y Comercial. Adujo en suma que: a) Se han violado las reglas del debido proceso adjetivo, pues al no haberse traído a la litis a los médicos neurólogos, mal puede atribuírsele responsabilidad a la clínica, ya que si bien sus conductas constituyeron la base sustantiva del pleito, no formaron parte del contradictorio cuyo final definió la sentencia. b) No es a la recurrente a quien le corresponde el deber procesal de integrar los alcances de una demanda insuficiente; por otra parte, el único presupuesto en el que la actora basó su acción fue la responsabilidad del doctor Lanza, a la postre exonerado. c) La sentencia es contradictoria pues si la responsabilidad es objetiva resulta ociosa toda consideración a la culpa del agente cuyo obrar generara el daño y si en cambio hay culpa, es obvio que debe traerse a juicio su discusión, con sus protagonistas, que han sido, sin embargo, excluidos del proceso. d) En cuanto a los rubros que determina la sentencia, debe destacarse que la regla del art. 165 no autoriza la discrecionalidad y en todos ellos la sentencia resulta oscura y no se basta a sí misma, arribando a conclusiones absurdas o arbitrarias. 3. El recurso no puede prosperar. Cabe referirse en primer término a la naturaleza jurídica de la responsabilidad de las clínicas sanatoriales. Se ha dicho -en opinión que participo- que “la prueba de la culpa del médico es indispensable, no porque la responsabilidad de éste se refleje en la entidad de la cual depende, en una responsabilidad indirecta, sino porque la prueba de aquella culpa sería la demostración de la violación del deber de seguridad, que como obligación tácita se halla comprendida en el contrato asistencial, y cuya omisión genera la responsabilidad directa de la entidad contratante, además de la que concierne directa y personalmente al profesional” (Bustamenta Alsina J. “Responsabilidad civil de los médicos en el ejercicio de su profesión”, L.L.,1976-C-p.63; conf. causa Ac. 43.518 del 16-VII-91). Sentado lo que antecede, ha expresado también esta Corte con anterioridad que como el establecimiento asistencial se vale de la actividad ajena de los médicos para el cumplimiento integral de su obligación, habrá de responder por auxiliares jurídica o de la culpa en copartícipes, tal que en sustitución, incurran razón ya que sus sustitutos, de la irrelevancia al acreedor no le interesa que el cumplimiento sea efectivizado por el propio deudor, o por un tercero del cual éste se valga para sus fines; y de la equivalencia de comportamientos del obligado y de sus sustitutos o asociados, se determina que el hecho de cualquiera de ellos se considere como si proviniese del propio deudor. Cabe asimismo destacar que diversamente a lo que ocurre en la esfera extracontractual, como el fundamento de esta responsabilidad radica en la estructura y efectos de la relación jurídica obligacional para que el deudor sea auxiliar, civilmente no dependencia es o responsable necesario que subordinación por exista (conf. el una Ac. hecho relación 33.539 del de del 22-XII-87; Ac. 43.518 del 16-VII-91). En autos, la Cámara consideró acreditada con la prueba pericial rendida la conducta negligente y la mala praxis de los médicos componentes del equipo de pediatría que atendieron al recién nacido. Tal conclusión, como se sabe, constituye una facultad privativa de los jueces de grado que sólo puede ser objeto de revisión ante esta instancia en el caso de absurdo (conf. Ac. 43.293 del 29-V-90; Ac. 46.688 del 17-III-92), situación extrema que no se ha demostrado. Se encuentra por lo tanto acreditado en autos el presupuesto necesario para considerar responsable a la clínica demandada. No se han violado las reglas del debido proceso, ni más concretamente la defensa en juicio como se alega en la queja desde que en el escrito de demanda expresamente se dice “...Nuevamente se configura negligencia en el obrar de los profesionales a cargo de la atención del niño de la cual es responsable la clínica demandada...” (v. fs. 71 vta. primer párrafo); y no empece a ello la circunstancia de que dichos neonatólogos no hayan sido demandados desde que no existe en el caso litisconsorcio necesario -art. 89, C.P.C.- y nada hubiera impedido a la clínica codemandada -como lo dice el a quo- si lo consideraba conveniene a sus intereses, citarlos ella por vía del art. 94 del mismo ordenamiento legal que así lo autoriza. Por último, los montos de los rubros fijados como indemnización en la sentencia en los conceptos de incapacidad sobreviniente, total y permanente, pérdida de la posibilidad futura, daño moral y gastos médicos, no pueden modificarse. Ello así pues es doctrina reiterada de este tribunal irrogados que la constituye prerrogativa sólo cuantificación de una de puede cuestión aser analizada los perjuicios hecho por la y tal casación cuando no es ejercida con la necesaria prudencia jurídica y el grado razonable de acierto que debe imperar en todo pronunciamiento absurdo, judicial, situación extrema es decir, que no en se el da supuesto en la de especie (conf. Ac. 41.539 del 21-II-89, Ac. 36.681 del 9-XI-86). Se ha dicho también, enfatizando los conceptos vertidos, que el absurdo sólo está constituido por el error grave y manifiesto que lleva al juzgador a conclusiones claramente insostenibles o abiertamente contradictorias (conf. Ac. 35.971 del 9-VI-87) sin que quede configurado con la mera exhibición de un criterio disconrdante por parte del aquí recurrente (conf. Ac. 36.054 del 27-V-86). Por ello, voto por la negativa. Los señores jueces doctores Mercader, Vivanco, Laborde y Negri, por los fundamentos del señor Juez doctor Pisano, votaron también por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza el recurso extraordinario interpuesto; con costas (art. 289, C.P.C.C.). El depósito previo efectuado queda perdido para el recurrente (art. 294, C.P.C.C.), debiendo el tribunal dar cumplimiento a lo dispuesto por el art. 2º de la Resolución 760/68, modificado por la Resolución 868/77 y de conformidad con la Resolución 119/86. Notifíquese y devuélvase.