diarios_1m.doc

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Análisis de medios.
El Clarín. Lunes 2 M. Edición Digital
El kirchnerismo llenó la Plaza del
Congreso para mostrar su apoyo a la
Presidenta
Movilización masiva, con el fantasma del 18F.
Con el fantasma de la comparación que sobrevolaba con el 18F, el kirchnerismo logró
una masiva movilización esta tarde para acompañar a la presidenta Cristina Kirchner
en su última apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Si bien hubo un par de
chaparrones fuertes, la lluvia no terminó siendo un factor, como lo fue en aquella
marcha del silencio en homenaje al fiscal Alberto Nisman.
La movilización arrancó temprano y si bien muchas organizaciones kirchneristas y
gremios ya estaban alentando frente al Congreso cuando llegó la Presidenta al
mediodía, miles de personas siguieron llegando a la Plaza por las calles laterales
cuando el discurso estaba avanzado. Hacia la una de la tarde una gran columna del
Movimiento Evita seguía ingresando por avenida de Mayo, para doblar y ubicarse a lo
largo de calle Hipólito Yrigoyen. Del otro lado, sobre avenida Rivadavia, se plantó la
numerosa columna de la ultracristinista La Cámpora. También se vieron las banderas
de Kolina (de Alicia Kirchner), la Tupac Amaru, Nuevo Encuentro, Descamisados, la
Corriente Martín Fierro, Miles (de Luis D'Elía) y de Unidos y Organizados, entre otras
agrupaciones.
Las columnas del gremialismo aliado al Gobierno se instalaron sobre la avenida Entre
Ríos. Hubo presencia de UOM y Smata, de los estatales de UPCN y de la UOCRA, entre
otros. La CTA oficialista se ubicó bajo una bandera en la calle Hipólito Yrigoyen.
La movilización desde distintos puntos del conurbano quedó a la vista en cientos de
colectivos que se estacionaron a lo largo de las principales avenidas cercanas al
Congreso. Y los gobernadores K también sumaron gente desde sus provincias. La 9 de
Julio quedó convertida en un gran estacionamiento de micros doble piso de larga
distancia.
Hubo dos chaparrones fuertes, a las 12.40 y a las 13.15, pero no duraron más de diez
minutos, aunque el día siguió siendo muy intestable y por momentos, con lluvia
persistente. Pero no alcanzó para alterar la movilización.
Por pantallas gigantes instaladas en la Plaza, la gente siguió el discurso presidencial.
Tras el largo repaso de las políticas de cada área de gobierno, el primer estallido de la
gente fue en la arenga con la que al borde del grito Cristina Kirchner reivindicó su
actuación histórica en torno a la investigación del atentado contra la AMIA.
Análisis:
El diario Clarín titulo “ El Kirchnerismo lleno la plaza del Congreso para mostrar su apoyo a la
presidenta. ” acompañada de una foto en perspectiva de la plaza y un epígrafe; “ Movilización
masiva, con el fantasma 18 F”.
En la construcción del relato discursivo de medio sobre la manifestación de lo que se denomino o el
1M, el diario reconoce una plaza “llena”, pero de militantes. Habla del “ Kirchnerismo lleno la
plaza,” aunque omite dar cualquier tipo de números. Aun así remata su encabezado relacionando
el número de manifestantes con “fantasma de la comparación que sobrevolaba con el 18F”. Por
otra parte,
Esto es lo que reconoce Clarín como Importante en su construcción de la noticia, una plaza llena
pero por el fantasma del 18 F. Resaltando que la lluvia no fue un factor determinante como si lo
fue en la marcha del silencio en homenaje al fiscal Nisman.
La caracteriza con palabras como “movilización masiva”,” Miles de personas siguieron
llegando…”;” la 9 de julio convertida en un gran estacionamiento de micros”.
La Nación. Sección Política
La militancia celebró y lloró como si
fuese la despedida de Cristina
Kirchner
Miles de militantes coparon la Plaza de los Dos Congresos; seguían la transmisión
en directo, por momentos, bajo la lluvia; se escuchaban críticas a los opositores
Por Mauricio Caminos | LA NACION
145100
presidenta Cristina Kirchner. Foto: Télam
Miles de militantes se acercaron a acompañar a la
"¡La vi, la vi, no lo puedo creer!". La señora, ataviada en una bandera argentina, le grita a su
teléfono y no puede contener las lágrimas. Intenta explicarle su emoción a alguien del otro lado
de la línea. ¿Su marido, un hijo, alguna amiga? "Esto es histórico", le dice, con la voz
entrecortada.
Llovizna en avenida Callao al 200 y la presidenta Cristina Kirchner acaba de pasar frente a los
ojos de la señora del teléfono y también frente a cientos de personas que la esperaron detrás de
una valla durante las más de tres horas que duró su discurso.
Entre la alegría por la adoración a su referente política y la nostalgia por un ciclo que termina
en diciembre, así pasó el 1M, como el kirchnerismo bautizó al último mensaje de la Presidenta
ante el Congreso.
La militancia y los seguidores del oficialismo coparon las inmediaciones del Parlamento, en
una clara demostración de fuerza propia, diez días después del llamado 18F, cuando una
multitud marchó a la Casa Rosada en homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman.
La jornada empezó temprano para los militantes. Tres horas antes del mediodía, la Plaza de los
Dos Congresos ya estaba a medio llenar. En un año de elecciones, no faltó el proselitismo: en el
cielo flotaban decenas de globos, en las vallas y entre los árboles colgaban cientos de banderas
y en las calles todos llevaban el color y/o el nombre de alguna agrupación oficialista.
La Cámpora, Movimiento Evita, Kolina, Tupac Amaru, Miles, Martín Fierro, Nuevo
Encuentro, entre cientos de otras, se mezclaban con consignas del Smata, la CTA de Hugo
Yasky, el sindicato de trabajadores de televisión y grupos reducidos que alentaban las
candidaturas de Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Agustín Rossi. Hasta los intendentes dieron
el presente: el quilmeño Francisco "Barba" Gutiérrez instaló un puesto donde entregaban agua
fría y caliente, y Patricio Mussi se mostró en cientos de carteles. En los alrededores al
Congreso, este cronista pudo ver estacionados decenas de colectivos de distintas líneas y de
escolares.
Pero también hubo familias, parejas y grupos de amigos de todas las edades que se acercaron
por convicción propia. "Esto es una fiesta, espero que lo cuentes", le pidió a este periodista una
joven de 28 años, de la zona del Abasto.
"Vinimos porque apoyamos el proyecto y porque la queremos a
Cristina", le dijo a LA NACION Carlos, de 40 años, que estaba con su
mujer y sus dos pequeños hijos.
"Vinimos porque apoyamos el proyecto y porque la queremos a Cristina", le dijo a LA
NACION Carlos, de 40 años, que estaba con su mujer y sus dos pequeños hijos.
En el 1M no faltó el merchandising kirchnerista y una oferta culinaria variada. Pines y remeras
con la cara de Néstor Kirchner podían conseguirse por 10 y 80 pesos, respectivamente.
Choripanes, hamburguesas, sánguches de salame y queso, gaseosas y cervezas costaban entre
20 y 35 pesos.
"Ahí está, ahí está", le indicó una mujer a su marido cuando vio en una de las
pantallas gigantes que Cristina Kirchner se bajaba del auto oficial y entraba al
Congreso a las 12.13. La plaza estalló en aplausos, cánticos y ruido de bombos y
redoblantes. En los altoparlantes se escuchó la versión rockera de Divididos de
Tengo, un clásico de Sandro.
Dos banderas gigantescas adornaban ambos costados de la fachada del Congreso. A
la derecha, estaba la cara de Cristina. A la izquierda, la de Néstor, levantando un
pulgar, la misma que ya estuvo en una Asamblea Legislativa anterior dentro del
recinto de Diputados.
CELEBRACIÓN A LOS PROPIOS, SILBIDOS A LOS AJENOS
Miles de militantes se acercaron a acompañar a
la presidenta Cristina Kirchner. Foto: Télam
La celebración kirchnerista había empezado. En la primera hora del acto, LA NACION
contabilizó que, al menos 70 pasajes del discurso de Cristina, fueron aplaudidos.
Abucheos y silbidos quedaron para los legisladores opositores, cuando eran
ponchados por las cámaras de la transmisión oficial. "Buuuu", gritaron varios cuando
se mostró a los radicales Ernesto Sanz y Gerardo Morales. "¡Dejá de dormir!", le
dedicó una joven a la imagen de Sergio Massa, cuando el líder del Frente Renovador
fue filmado mientras se rascaba la barbilla.
A medida que la Presidenta repasaba datos y estadísticas, y hablaba sobre economía,
políticas sociales, educación y salud, la multitud, que también ocupaba toda la
Avenida de Mayo hasta la 9 de Julio, permanecía en su mayoría en sus lugares.
Apenas había movimiento en las calles aledañas.
La algarabía kirchnerista se hizo presente cuando Cristina defendió su papel ante la
causa AMIA, habló de Alberto Nisman y le apuntó a la Justicia.
Cada frase fue celebrada como un gol. "Miralo a Lorenzetti. Ya no sabe cómo
acomodarse en su silla", comentó Jorge, de 37 años, de Lanús, cuando la jefa de
Estado criticó a la Corte Suprema.
Y cuando cerró su intervención diciendo que al próximo presidente le "dejaba un país
incómodo para los dirigentes, pero cómodo para el pueblo", otra vez volvieron a
retumbar bombas de estruendos, cánticos y fuegos artificiales.
Pasadas las 16, la lluvia -que fue intermitente durante la tarde- se hizo copiosa
durante unos minutos. "Estamos acá y sin paraguas. ¡Y acá nos quedamos!", gritó
una señora, criticando a los que asistieron al 18F, donde los paraguas se convirtieron
en un símbolo por la fuerte lluvia que cayó ese día.
"Impresionante. Tiene papeles con números, pero improvisa todo.
Como Fidel Castro y [Hugo] Chávez", se sorprendió una mujer, luego
de las más de tres horas en las que habló la Presidenta.
Justo en ese momento Cristina dejó el Parlamento y se subió a la parte de atrás de
una combi blanca, que encaró por Callao.
El vehículo avanzaba despacio, mientras Cristina saludaba con sus manos una y otra
vez. A su lado, apretados dentro de la camioneta, la imitaban el titular de la Cámara
de Diputados, Julián Domínguez, que nunca dejó de alzar los dedos en "V", y el
flamante secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" de Pedro. "Cristina,
Cristina", le gritaban los manifestantes, mientras alzaban sus manos para que la
Presidenta los tocara, cual fanáticos que adoran a una rockstar.
"Impresionante. Tiene papeles con números, pero improvisa todo. Como Fidel Castro
y [Hugo] Chávez", se sorprendió una mujer, luego de las más de tres horas en las que
habló la Presidenta.
A su lado, un señor de 50 años, lloraba y, a su manera, hacía explícita la sensación
de muchos kirchneristas, a sabiendas de que había pasado el último discurso en el
Congreso del mandato de Cristina: "Siento mucha emoción, nunca en mi vida vi esto".
Análisis:
La Nación titulo; “La militancia celebro y lloro como si fuese la despedida de Cristina Kirchner”
Acompañada de una foto de algunos militantes con banderas, describió “Miles de militantes
coparon la Plaza de los Dos Congresos; seguían la transmisión en directo, por momentos, bajo la
lluvia; se escuchaban críticas a los opositores”
El diario La nación centraliza su discurso mediático en relación a la marcha del 1 M como “Entre la
alegría por la adoración a su referente política y la nostalgia por un ciclo que termina, así paso el
1 M”. Define que quienes asistieron a la plaza fueron militantes y seguidores del oficialismo, en
una “clara demostración de fuerza propia” comparándolo (diez días después del llamado 18 F) con
la manifestación en homenaje al fiscal Nisman.
Es interesante resaltar como el medio luego de este análisis, aclara en otro párrafo pequeño que;
“Pero también hubo familias, parejas y grupos de amigos de todas las edades que se acercaron
por convicción propia….” Reforzando esta idea con declaraciones de familias que así lo
manifestaban.
A esta construcción de la noticia se le sumo otro dato novedoso que fue: “En el 1 M no falto el
merchandising kirchnerista y una oferta culinaria variada”. Describiendo los precios de
choripanes, hamburguesas y remeras.
Ámbito financiero. Política
Una plaza que se llenó a último
momento
Por: Belén Papa Orfano
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La movilización que siempre acompaña a Cristina de Kirchner durante su visita al Congreso con
motivo de la inauguración de las sesiones ordinarias prometía esta vez redoblar la apuesta, tras la
marcha de los fiscales que diez días antes colmó desde Plaza de Mayo hasta el Palacio
Legislativo. #1M se había denominado a la convocatoria que alentaba desde redes sociales y
afiches a acompañar a la Presidente en lo que fue el último discurso de su mandato ante la
Asamblea Legislativa. El recuento final, según cifras de los organizadores, superó las 320 mil
personas, que llegaron muy lentamente al punto que una hora antes del arribo de la mandataria se
circulaba sin inconvenientes por la Plaza de los Dos Congresos.
La ponencia de Cristina prometía ser larga, incluso superar las más de tres horas que había
durado la de 2014 y así fue. Por ello, seguramente algunos militantes habrán preferido arribar casi
conjuntamente con la Presidente que ingresó en su auto por Avenida de Mayo, donde la
esperaban, ellos sí desde temprano, las columnas de Unidos y Organizados y de La
Cámpora. La entrada de la mandataria tenía que ser triunfal, por eso se blindó con las
agrupaciones más leales, como también se pudo ver a los militantes de Kolina -responden a la
ministra y cuñada Alicia Kirchner- copar la esquina donde solía estar la confitería El Molino, justo
donde el vehículo oficial giró para tomar la explanada del Congreso.
La presencia de las dos agrupaciones políticas más importantes del kirchnerismo se hizo notar no
solo por su multitudinaria convocatoria, si no por la cantidad de banderas, pancartas y hombres de
seguridad comunicados por handy que rodean a sus militantes. Los hombres con pecheras azules
o negras que se situaron en el perímetro de las columnas custodiaban a los jóvenes que cantaron
y bailaron mientras agitaban carteles con el escudo del Partido Justicialista. También prestaron
atención a que ninguno consumiera bebidas alcohólicas estando identificados como militantes de
La Cámpora.
Del otro lado del edificio, sobre la calle Hipólito Yrigoyen, aguardaban desde media mañana los
militantes de Nuevo Encuentro, la agrupación MILES del ahora alicaído Luis D'Elía, la rama
del Partido Comunista que responde al kirchnerismo, el PCCE, entre otras. También dijo
presente la organización Tupac Amaru de Milagro Sala, quien escuchó el discurso de la
Presidente desde las barras de la Cámara de Diputados.
La plaza era el gran lugar para mostrar fuerzas en un año electoral, por lo que no faltaron todo tipo
de candidaturas o nombres acompañados de la cifra 2015. Se pudo ver banderas y cotillón de los
precandidatos presidenciales Julián Domínguez, Sergio Urribarri y Agustín Rossi; del
aspirante a la gobernación bonaerense e intendente de Berazategui, Patricio Mussi; incluso
de dirigentes que formalmente no piensan competir por ningún cargo, pero por las dudas se
sumaron a la oleada, como las banderas con la leyenda Fernando Espinoza 2015, del intendente
matancero.
Así, entre artistas que pintaban banderas en vivo, vendedores de merchandising - $80 las remeras
con estampados de Néstor Kirchner versión Andy Warhol o el abrazo entre Evita y Perón; $10 el
prendedor; $40 la bandera argentina- y proveedores de gaseosas, hamburguesas y choripanes la
mañana pasaba lentamente a la espera de la Presidente.
La cuota religiosa de la jornada quedó en manos del vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto,
quien movilizó al centro cultural Padre Carlos Mujica que responde a él. Ingresaron a la plaza para
situarse al lado de Nuevo Encuentro con una Virgen de Luján de más de 2 metros que peregrinó
desde la avenida Belgrano.
Tres horas y cuarenta minutos de repaso de 12 años de gestión kichnerista, críticas, breve, pero
específica, revisión de la coyuntura política - Poder Judicial y causa AMIA- y algunos anuncios de
envío de proyectos al Parlamento fueron acompañados por una plaza que al final se colmó. Ni la
tenue lluvia que cayó la vació. Sabían que es la última vez que hasta allí acudirían, al menos,
por Cristina.
Análisis
Ámbito financiero titulaba: “Una plaza que se lleno a último momento”. Acompañada de una foto
de la plaza colmada.
El medio centra su discurso periodístico en relación a la manifestación como “Una movilización
que prometía redoblar las apuestas, tras la marcha de los fiscales….”. Si bien la notica para el
medio es que se lleno a último momento, el diario escribe que; “ el recuento final, según cifras de
los organizadores, supero los 320 mil personas que llegaron muy lentamente al punto que una
hora antes de la llegada de la presidenta se circulaba sin inconvenientes..”
En el cuerpo de la noticia, se puede leer en algunos párrafos el uso del tiempo verbal pretérito
imperfecto como: “La entrada de la mandataria tenía que ser triunfal, por eso…” o “prometía
redoblar la apuesta, tras la marcha….”, “La plaza era el gran lugar para mostrar fuerzas en un
año electora, por lo que no…..”” Sabían que es la última vez que hasta allí acudirían, al menos
por cristina”.
Este tiempo verbal tiene un uso poco frecuente y es utilizado para remarcar acciones pasadas
que están condicionadas por otras acciones sin determinar si se verifican en la realidad. Llama
poderosamente la atención como el medio califica una acción pero no la define en su contexto
real.
Otra forma de definir la manifestación fue “…. No solo multitudinaria convocatoria, sino por la
cantidad de banderas y hombres de seguridad comunicados por Handy que rodean a sus
militantes”. Por otra parte, también el medio apelo al concepto de “merchandising” y” la venta
de hamburguesas y choripanes “con sus respectivos precios para describir el acontecimiento.
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