WORLD RAINFOREST MOVEMENT MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES TROPICALES Secretariado Internacional Ricardo Carrere (Coordinador) Maldonado 1858 11200 Montevideo - Uruguay El tema de este número: la biodiversidad, los bosques y la gente Tel: +598 2 403 2989 Fax: +598 2 408 0762 Email: [email protected] http://www.wrm.org.uy BOLETIN 44 del WRM Marzo, 2001 La pérdida de biodiversidad constituye una amenaza para millones de personas en todo el mundo y en especial en la zona tropical, donde la gente depende estrechamente de los bosques y su biodiversidad para obtener sus medios de vida. Asimismo la creciente erosión de la biodiversidad y la destrucción de los bosques cuestiona el futuro de la vida del ser humano sobre la Tierra. El hecho de que recientemente el Organismo Científico de la Convención sobre Diversidad Biológica (SBSTTA) haya encarado el tema de los bosques suministra una buena oportunidad para que el problema sea destacado y se le busquen soluciones. Por lo tanto hemos centrado este boletín del WRM en este tema, abordándolo desde diferentes perspectivas y en especial desde el punto de vista de cómo la pérdida de biodiversidad afecta a los pobladores a nivel local, quienes de hecho están protegiendo –en muchos casos contra sus propios gobiernos- lo que las propias autoridades se han comprometido a proteger. En este número: NUESTRA OPINION - Pérdida de biodiversidad: los temas que deben ser abordados antes de que sea demasiado tarde 2 LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS AMERICA DEL SUR - Argentina: sistemática destrucción de la biodiversidad forestal - Brasil: soberanía ¿de quién? - El Chocó colombiano: una región megadiversa en un país megadiverso . . . ¿por cuánto tiempo más? 3 5 6 AMERICA CENTRAL - El Corredor Biológico Indígena y Campesino en América Central - Belice: la vieja historia de las represas y el desarrollo 7 8 AFRICA - Kenia: ¿quien promueve y quien destruye la biodiversidad de los bosques? - Liberia: en el centro de todo está la comunidad indígena - Mali: el valor de la biodiversidad en un frágil ambiente - Sudáfrica: árboles exóticos amenazan la biodiversidad de las praderas 9 11 13 14 ASIA - La evanescente biodiversidad forestal de Bangladesh - Camboya: Selvas y ríos en peligro por plantaciones de eucalipto y producción de pulpa - Laos: Cortando los árboles para salvar el bosque - Filipinas: la decadencia de un gigante megadiverso 15 17 18 20 OCEANIA - Papua Nueva Guinea: dos enfoques opuestos sobre el uso de los bosques 21 GENERAL - Día Internacional por los Bosques y contra el Libre Comercio - Cobertura Forestal: nuevo boletín sobre asuntos forestales globales - Artículo sobre Ecuador: aclaración de FUNDECOL 22 22 23 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 NUESTRA OPINION - Pérdida de biodiversidad: los temas que deben ser abordados antes de que sea demasiado tarde El mundo está crecientemente preocupado por la desaparición de formas de vida sobre la Tierra y muchas organizaciones --gubernamentales y no gubernamentales-- parecen estar intentando hallar soluciones al problema. Sin embargo, en la mayoría de los casos están fracasando, ya sea por la adopción de soluciones erróneas --o más simplemente por no hacer nada-- o porque no se están abordando adecuadamente las causas políticas, económicas y sociales que están en la raíz del problema. Es importante enfatizar que, contrariamente a lo que mucha gente cree, no son las organizaciones ambientalistas quienes están más interesadas en la conservación de la biodiversidad, sino las comunidades locales, cuyos medios de vida y sobrevivencia cultural están en gran medida basados en los productos y servicios provistos por los bosques y por otros ecosistemas. Para ellos, el tema no se restringe a la conservación de ciertas especies, sino a la conservación del ecosistema entero. En el caso específico de los bosques tropicales, las comunidades locales se están viendo enfrentadas a una serie de situaciones que están resultando en la desaparición de los recursos de los que dependen. En muchos casos están luchando por defender sus bosques de determinadas políticas gubernamentales. Algunas de dichas políticas tienen por objetivo la extracción a gran escala de madera, petróleo o minerales que se encuentran dentro de los territorios pertenecientes a comunidades indígenas y otras poblaciones locales. Este tipo de "desarrollo" resulta en graves procesos de degradación ambiental y al mismo tiempo aporta muy pocos beneficios a la población local, que termina quedando en una situación mucho peor a la inicial. Otras políticas apuntan a la generación de energía y extensas áreas son enteramente destruidas o degradadas por represas hidroeléctricas, en tanto que la población local es "relocalizada" contra su voluntad, también en nombre del "desarrollo". Pero probablemente una de las políticas más desastrosas --para la gente local y para la biodiversidad-- es la apertura del bosque mediante la construcción de carreteras, que usualmente va acompañada por una política de colonización y por la concesión de amplias áreas boscosas a grandes empresas privadas. Uno de los ejemplos más catastróficos de lo anterior es el de la Amazonia brasileña. En los años 1950 el gobierno abrió la selva bajo el eslogan de "una tierra sin hombres para hombres sin tierra". Esa política racista pasó totalmente por alto la existencia de los pueblos indígenas que habían habitado el territorio siglos antes de la creación del Estado brasileño. Los indígenas fueron asesinados, reprimidos, murieron por enfermedades introducidas por los colonizadores y el resultado fue el exterminio de comunidades indígenas enteras y el inicio de la destrucción generalizada de la selva amazónica. Desafortunadamente, Brasil es sólo un ejemplo de situaciones similares que aún hoy están teniendo lugar en la mayoría de los países amazónicos, así como en las regiones tropicales de Africa, Asia y Oceanía, con apoyo de instituciones multilaterales y bilaterales del Norte y para beneficio de las élites locales y empresas transnacionales. Si lo anterior fuese tomado en consideración y si los gobiernos del mundo estuviesen honestamente interesados en la conservación de los bosques y de su biodiversidad, entonces el primer tema que deberían estar abordando sería precisamente ese: el reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y otras comunidades locales, cuyos intereses coinciden en la conservación de los bosques. Los expertos en biodiversidad que trabajan a nivel de la Convención sobre Diversidad Biológica están sin embargo centrando su atención en temas tales como el de las "especies exóticas invasivas" --que sin duda constituyen un problema importante-- pero sin tomar en consideración que una de las más peligrosas "especies exóticas invasivas" para los bosques y para quienes los habitan son quienes abren el bosque al "desarrollo" sin tomar en cuenta que el bosque es "una tierra con gente". Los expertos también deberían estar abordando el papel que juegan en la destrucción de bosques y de su biodiversidad instituciones tales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, los Bancos 2 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 Multilaterales de Desarrollo, las agencias de crédito a la exportación, las agencias bilaterales de ayuda, las empresas consultoras del Norte, las empresas privadas y muchos otros actores, algunas de cuyas actividades se detallan en los artículos incluidos en este número del boletín. Sin embargo, desde el punto de vista de la mayoría de los expertos, esto sería algo "político" --no científico-- y por lo tanto estaría fuera de su mandato. Pero se equivocan, ya que a menos que esos temas sean abordados, gran parte de su trabajo será inútil en lo que respecta al objetivo declarado de la conservación de la biodiversidad. Los expertos en biodiversidad también deberían estar intentando frenar el desarrollo de los monocultivos, que constituyen una grave amenaza para la biodiversidad, en particular en los ecosistemas boscosos. Areas crecientes de bosques tropicales están siendo sustituidas por plantaciones de rápido crecimiento de eucaliptos, pinos, gmelinas o acacias, escondiendo tal desastre bajo el disfraz de la "cubierta forestal". Por absurdo que pueda parecer, el hecho es que un área boscosa sustituida por plantaciones de monocultivos de árboles sigue siendo considerada un "bosque” --de acuerdo con la definición de la FAO-- escondiendo por ende la destrucción de millones de hectáreas de uno de los más biodiversos ambientes de la Tierra. Desafortunadamente, los expertos en biodiversidad aún ni siquiera han comenzado a cuestionar tan absurda definición. Finalmente, es importante enfatizar que los gobiernos no están abordando seriamente lo que probablemente constituya la peor amenaza a la biodiversidad global: el cambio climático. Todos los esfuerzos para conservar la biodiversidad a nivel local pueden resultar ser totalmente inútiles si el Norte industrializado --y en particular los Estados Unidos-- continúan destruyendo el clima de la Tierra a través de sus emisiones de gases de efecto invernadero. Peor aún, algunos gobiernos --en particular los de los Estados Unidos, Canadá, Japón y Australia-están promoviendo el uso a gran escala de monocultivos de árboles como sumideros de carbono --como forma de evitar la corta de emisiones-- lo cual resultaría en aún mayores impactos en materia de pérdida de biodiversidad. La pérdida de biodiversidad no está simplemente "ocurriendo": es la resultante necesaria de una serie de causas y el problema sólo será resuelto cuando dichas causas sean efectivamente abordadas. Lo cual deberá comenzar a ocurrir muy pronto, puesto que en caso contrario podría ser demasiado tarde. inicio LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS AMERICA DEL SUR - Argentina: sistemática destrucción de la biodiversidad forestal Con una superficie de 2.719.810 kilómetros cuadrados, Argentina es el segundo país más grande de América del sur. Debido a su extensión en latitud --de los 22 a los 56º LS-- su territorio comprende una variedad de climas, paisajes, flora y fauna. Argentina forma parte del grupo de los 25 países más biodiversos del mundo en cuanto a número de especies que alberga. Los diferentes tipos de bosques que se encuentran en el país están fuertemente relacionados con esos niveles de biodiversidad. No obstante los mismos han venido desapareciendo a tasas alarmantes. A principios del siglo XX Argentina contaba con más de 100 millones de hectáreas de bosques, que actualmente han quedado reducidas a 20 millones de hectáreas, la mitad de las cuales se encuentran en un severo proceso de degradación. Quienes supuestamente son responsables de su conservación han reaccionado con completa indiferencia y en algunos casos incluso promoviendo esa destrucción. Las causas que llevaron a la presente situación son de carácter histórico. Coincidiendo con la conquista del interior del país por parte del gobierno porteño --centralizado en Buenos Aires-- que tuvo lugar durante la segunda mitad del siglo XIX en nombre de la modernización, los bosques de diferentes regiones del país entraron en un período de decadencia, que ha continuado y se ha agravado en las últimas décadas. El madereo por parte de empresas extranjeras, los proyectos de infraestructura y más recientemente los monocultivos 3 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 forestales para pulpa y como sumideros de carbono han sido los principales factores involucrados en la pérdida de los bosques. Casos de deforestación se registran en todo el país. Durante el siglo XIX en la norteña provincia de Santiago del Estero se dio un severo proceso de deforestación, que destruyó los bosques en perjuicio de la población local, formada por descendientes de indígenas quichua y españoles. Los responsables de la misma fueron poderosas empresas madereras europeas –estimuladas por el propio gobierno- quienes, una vez que el recurso se agotó, se fueron del país, dejando tras de si un paisaje de devastación y pobreza. Un caso parecido es el de la Provincia de Santa Fé, cuya cobertura forestal se redujo en alrededor de 4,6 millones de hectáreas durante los últimos 80 años, con una tasa de deforestación que alcanzó las 121.500 hectáreas anuales entre 1970 y 1984. La compañía inglesa La Forestal, que empezó a operar en la región en 1880, siendo dueña de la tercera parte de la superficie de la provincia para explotar los montes de quebracho (Schinopsis balansae), fue la responsable directa de tal devastación. La conmoción social provocada por la explotación de la naturaleza y de los trabajadores y la violenta represión que le siguió constituyen uno de los casos más serios de conflicto ambiental en la historia de América Latina. En la provincia de San Luís, ubica en la zona central, las últimas 200.000 hectáreas de bosque de caldén (Prosopis caldenia) se ven amenazadas por un proyecto para la producción de parquet y carbón de exportación a cargo de Orinco Argentina S.A. El caldenal constituye un monte abierto de clima semiárido de características, donde junto a la especie dominante coexisten otras como Geoffroea decorticans, Iodina rhombifolia, Schinus fasciculatus y Prosopis nigra. La provincia subtropical de Misiones, en la frontera con Brasil y Paraguay, está también sufriendo un proceso de pérdida de sus bosques. A principios del siglo XX el 90% de su superficie se encontraba cubierta por una densa selva subtropical, pero hoy en día quedan en pie tan sólo 1.500.000 hectáreas. En cambio vastas superficies de la provincia están ocupadas por monocultivos de pino para la producción de pulpa. En febrero ppdo. el gobierno de Tierra del Fuego, en el extremo sur del país, autorizó la corta de 130.000 hectáreas de un bosque nativo de lenga (Nothofagus pumilio), en abierta oposición a la opinión manifestada desde la sociedad civil y círculos académicos. Beneficiaria de la concesión es la empresa Trillium, con sede central en los EE.UU., la cual ya ha generado conflictos ambientales por sus devastadoras actividades en el sur de Chile. Las obras de infraestructura constituyen también una causa directa de deforestación y pérdida de biodiversidad. Recientemente la ONG Vida Silvestre ha denunciado la destrucción por esta razón de los bosques ribereños pertenecientes al sistema hidrológico del Río Uruguay en la provincia de Entre Ríos, al este del país. En la norteñas provincias de Jujuy y Salta, los indígenas Kolla han venido defendiendo las yungas –uno de los últimos relictos de bosque montano en Argentina, que es hábitat de yaguareté, una especie de felino en peligro- contra un proyecto de gasoducto que pretende conectar el este de Salta con las minas de cobre existentes del lado chileno. Greenpeace Argentina ha tenido una activa participación en este conflicto. Por último pero no por ello menos importante, las plantaciones con especies de rápido crecimiento se están convirtiendo en un factor de amenaza para la biodiversidad en Argentina. Las plantaciones como sumideros de carbono --junto a las ya conocidas para la industria de la pulpa y la madera-- vienen siendo promovidas como “la solución” al cambio climático y pueden convertirse en un factor de pérdida de los bosques en un futuro próximo. Por ejemplo, en mayo de 2000 la empresa El Foyel S.A. comenzó a deforestar 300 hectáreas de bosque nativo en una zona adyacente al Parque nacional Nahuel Huapí, en la provincia sureña de Río Negro. Fueron cortados cipreses autóctonos, ñire (Nothofagus antartica) y maitén (Maytenus boaria) a efectos de implantar pino oregon y radiata para un proyecto de sumidero. La rápida y enérgica reacción de los pobladores locales y de la ONG ambientalista Comunidad de Limay impidió que el proyecto continuara. 4 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 En un documento titulado “Principios y bases para el proceso de preparación de la Estrategia Nacional de Biodiversidad” puede leerse: “El gobierno y el pueblo de la nación argentina reconocen que el mantenimiento de un ambiente rico en especies y ecosistemas resulta vital. Manifiestan su preocupación por la pérdida de valores y conocimiento ancestral conservado durante años por las diferentes culturas y comunidades que habitan en el país. Lo que es más, consideran que la conservación de tal riqueza es importante para el país y para los mejores intereses de la humanidad”. Bonitas palabras . . . pero del dicho al hecho hay un gran trecho. Artículo basado en información obtenida de: “¿Nos perdimos en el bosque o perdimos el bosque?” por Carlos U. Leoni, correo electrónico: [email protected] , enviado por Ecosrioplantenses, 28/2/2001, correo electrónico: [email protected] ; http://www.argentour.com/mapas/mapaargentina.html ; http://www.nih.gov/fic/programs/countries.html ; http://www.undp.org.tt/Argentina%20Study.html inicio - Brasil: soberanía ¿de quién? En los procesos internacionales relacionados con bosques y biodiversidad, el Brasil es uno de los países con uno discurso muy fuerte en relación con la defensa de la soberanía nacional. Desgraciadamente se trata sólo de un discurso. En realidad lo que la mayoría de los gobiernos brasileños han hecho es abrir las puertas del país de par en par a la inversión extranjera, con los consiguientes resultados de incremento de la pobreza y de la degradación ambiental. Lo que por supuesto no tienen nada que ver con defender la soberanía nacional, sino todo lo contrario. Ejemplos de lo anterior abundan y de entre ellos hemos elegido uno reciente respecto de un nuevo emprendimiento en detrimento de la selva amazónica: el Proyecto de Gas y Petróleo de Urucu. El proyecto se propone aumentar la producción de petróleo y gas en el campo petrolero de Urucu, una zona de denso bosque tropical, entre las más remotas y menos perturbadas desde el punto de vista ecológico de la cuenca amazónica. El costo total del mismo ha sido estimado en alrededor de U$S 1.040 millones e incluirá dos oleoductos adicionales –de 420 km y 550 km respectivamente- a ser enterrados a una profundidad de entre 1 y 3 metros. El establecimiento y mantenimento de los mismos requiere de la apertura de una carretera de 15 a 30 metros de ancho a lo largo de toda su extensión, lo que habrá de significar la destrucción de unas 200.000 hectáreas de selva exclusivamente con ese fin. Pero eso no es todo. Cada 15 kilómetros se realizarán aclareos de un tamaño suficiente para que aterrice un helicóptero. Dado que tanto los caminos como los espacios para helipuerto deben ser mantenidos a lo largo de toda la vida del proyecto (entre 20 y 50 años) ello no será sino el primer paso para una ulterior degradación del bosque. Está comprobado que el principal factor que conduce a la deforestación en la Amazonia es justamente la apertura de nuevos caminos, los cuales actúan como via de penetración de las madereras, las mineras, los ganaderos y los colonos. Varias pequeñas comunidades rurales que habitan a lo largo de los Ríos Urucu y Solimoes ya han sufrido las consecuencias de la construcción de los primeros 280 kilómetros de los oleoductos, culminada en 1988. La ruta de los ductos bloqueó tres cursos de agua que eran utilizados por las comunidades para obtener agua potable, bañarse y lavar. Además como consecuencia de ello se acabó con la producción de harina de mandioca, una de las principales fuentes de ingresos y alimento básico de la población local. Ahora deben ir a buscar agua potable a fuentes distantes. Varios otros arroyos de la cuenca del RíoUrucu, también usados por los pobladores locales, resultaron obstruidos con sedimentos o bien se han vuelto inaccesibles como consecuencia de las obras. Las poblaciones de peces del río Urucu han decrecido drásticamente. En muchas zonas se han cortado árboles de castaña de Pará y otros frutales. El proyecto es financiado por el Banco Japonés de Importaciones y Exportaciones (JEXIM), que ya ha comprometido la suma de U$S 64 millones para la construcción de la planta de procesamiento de gas natural de Urucu. De modo que el Banco JEXIM es el catalizador financiero de un esquema muy riesgoso desde el punto de vista ambiental, que está a punto de desencadenar un desastre ambiental de grandes dimensiones, como los que lamentablemente son comunes en la Amazonia. Tanto Japón como Brasil son signatarios de la Convención 5 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 sobre Diversidad Biológica, pero negocios son negocios y la conservación de la biodiversidad tan sólo un tema de conversación. Artículo basado en información obtenida de: Rich, Bruce et al.,“Export Credit Agencies in Bolivia, Brazil, Ecuador, Peru and Venezuela”, Environmental Defense, 2001(?) inicio - El Chocó colombiano: una región megadiversa en un país megadiverso . . . ¿por cuánto tiempo más? La región del Chocó Biogeográfico comprende una franja de 75.000 kilómetros de superficie sobre la costa del Pacífico Colombiano, que se extiende desde Panamá a Ecuador. Debido a la combinación de factores evolutivos, ecológicos, climáticos y geológicos, esta región presenta la mayor concentración de biodiversidad del mundo en cuanto a número de especies por hectárea. De las 45.000 especies registradas en Colombia, entre 7.000 y 8.000 se encuentran en el Chocó. A su vez las plantas endémicas son más de 2.000 en tanto las aves endémicas comprenden más de 100 especies, lo que representa los más altos niveles de endemismo del Planeta. Las comunidades afrocolombianas que habitan la región han desarrollado una rica cultura en armonía con el ambiente en ese ambiente tropical. Se trata de una región megadiversa en un país biodiverso. Sus bosques han sido clasificados en dos grupos de acuerdo con su composición: formaciones homogéneas y heterogéneas. Las primeras comprenden aquellas donde una sola especie es dominante. Es el caso del catival, los manglares y el bosque de naidí, dominados respectivamente por el cativo (Prioria copaifera), el mangle (Rhizophora spp) y el ñaidí (Euterpe oleoracea). Los bosques heterogéneos están compuestos por una diversidad de especies distribuidas según un gradiente de altitud, asociados a su vez con distintos volúmenes de precipitación. La totalidad de las estimaciones de la cobertura forestal realizadas hasta ahora son contestes en que la región está sufriendo un severo proceso de deforestación. Solamente alrededor de un 40% de la superficie boscosa original queda todavía en pie. La colonización, la expansión de la frontera agrícola, la ganadería y la corta de madera son los factores que explican la presente situación. Sin embargo la causa primera debe ser rastreada en un inequitativo acceso a la tierra y los recursos naturales, que es característico no sólo de esa región, sino de todo el país. Desde la época de la Conquista en adelante la región del Pacífico Colombiano ha sido sujeta a una persistente extracción de recursos naturales –como oro, arcilla, bálsamo y varias maderas nobles- en un proceso que no generó ningún tipo de beneficios para las poblaciones locales. Con la independencia política las cosas no cambiaron. En realidad, la conquista del territorio por parte del moderno estado colombiano durante los denominados períodos de “liberalización de la naturaleza” (1850 – 1930) y de “modernización de la naturaleza” (1930 – 1970) implicaron fuerte presiones sobre el territorio del Chocó Biogeográfico. No es sólo la biodiversidad natural la que se encuentra amenazada, sino también la diversidad de culturas que han coexistido con aquella. Por ejemplo, la destrucción del catival a manos de empresas privadas está poniendo en riesgo los medios de vida y el espacio vital de las comunidades. En algunos casos –-como el de las Comunidades Afrocolombianas Desplazadas Forozosamente de la Cuenca del Cacarica-- poblados enteros han debido dejar sus tierras y hogares, ocupados por empresas madereras, tratando de salvar sus vidas mediante la emigración. Esta situación ha sido considerada un ecocidio. El sistema de tenencia de la tierra y los conflictos ambientales a él vinculados han sido una trágica constante en la historia de Colombia. La situación de los indígenas Embera y U’wa, quienes han presenciado la invasión de sus tierras por los agentes del “desarrollo” y han sido objeto de todo tipo de violación a los derechos humanos, incluso el asesinato, así como la destrucción masiva de los bosques por los cultivos ilegales y su represión –ahora incentivada por el Plan Colombia- junto a la acelerada deforestación que está sufriendo la valiosa región del Chocó constituyen signos alarmantes de un proceso de destrucción de la biodiversidad que parece nunca acabar. Como consecuencia resulta dudoso que Colombia –y la región del Chocó Biogeográfico- puedan seguir en un futuro siendo consideradas territorios biodiversos. 6 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 Artículo basado en información obtenida de: “Deforestación y degradación de los bosques en el territorio-región de las comunidades negras del Pacífico colombiano” por Hernán Cortes y Eduardo Restrepo. Estudio de caso para el Proceso de Causas Subyacentes de la Deforestación y la Degradación de los Bosques (http://wrm.org.uy/castellano/u_causes/Regional/Latinoamerica/Colombia.html); “Territorio biocultural”. Proyecto Biopacífico. Informe final General. Tomo I, Santafé de Bogotá, 1998; “La naturaleza en disputa: tierra, territorio y biodiversidad” por Germán Palacio, En: “La manzana de la discordia. Debate sobre la naturaleza en disputa”, TM Editores – Ecofondo, Santafé de Bogotá, 1998 inicio AMERICA CENTRAL - El Corredor Biológico Indígena y Campesino en América Central Los corredores biológicos son franjas de vegetación que constituyen un pasaje continuo o casi continuo entre hábitats. Los mismos constituyen una estrategia utilizada en conservación para enfrentar el problema de la fragmentación de hábitats provocada por actividades industriales como la agricultura y forestación industriales, la urbanización y las obras de infraestructura, tales como las carreteras y represas. Basados en modernas teorías ecológicas aplicadas a la conservación –por ejemplo, la biogeografía de islas, las metapoblaciones y la población mínima viable- la idea central de los corredores biológicos es que las poblaciones, las comunidades y los procesos ecológicos pueden mantenerse más fácilmente en paisajes que abarquen un sistema interconectado de hábitats. Por tanto el objetivo al idear un corredor biológico es crear un espacio para la libre circulación de animales y semillas a fin de conectar áreas valiosas desde el punto de vista de la biodiversidad, que de no ser así, tarde o temprano, desaparecerían. Debido a su localización enteramente en la región tropical y a los diferentes paisajes que presenta América Central alberga uno de los mayores niveles de biodiversidad del mundo. El Corredor Biológico Mesoamericano (CBM), originalmente propuesto en el año 1996, constituye una interesante iniciativa para la imprescindible conservación de la biodiversidad en ese continente. De acuerdo con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) dicho corredor es "un sistema de ordenamiento territorial compuesto de áreas naturales bajo regímenes de administración especial, zonas núcleo, de amortiguamiento, de usos múltiples y áreas de interconexión; organizado y consolidado que brinda un conjunto de bienes y servicios ambientales a la sociedad centroamericana y mundial; proporcionando los espacios de concertación social para promover la inversión en la conservación y uso sostenible de los recursos naturales, con el fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región" Puesto que las sociedades humanas han ocupado prácticamente toda la superficie de la Tierra, la biodiversidad es el resultado de la interacción entre el mundo natural y las culturas humanas. Por tanto todo proyecto de conservación de la biodiversidad debería tener un componente social y cultural, que implique al menos la inclusión de los puntos de vista y del conocimiento tradicional de los moradores locales. Ello es especialmente remarcable en el caso de América Central, donde la relación entre las sociedades humanas y los bosques es ancestral. Sin embargo el CBM estaba demasiado centrado en la preservación, desconociendo la importancia de las comunidades rurales para la conservación. In 1998 CICAFOC –una agrupación fundada en 1994, que coordina 50 organizaciones campesinas e indígenas centroamericanas- propuso la creación del denominado Corredor Biológico Indígena y Campesino. La idea fue ampliamente aceptada a nivel internacional pero inicialmente resistida por los promotores el CBM. La labor desarrollada por CICAFOC tras la triste experiencia del Huracán Mitch en 1998 demostró claramente que la actividad de los campesinos e indígenas a nivel local resultó esencial, tanto para reducir la vulnerabilidad de la región –incluídos sus bosques- a este tipo de fenómenos típicos de los trópicos, como para la rápida recuperación de las zonas afectadas. Las prácticas comunitarias, basadas en una rica herencia cultural y ecológica, han sido y todavía son una alternativa para la conservación de la biodiversidad en un continente 7 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 severamente afectado por guerras civiles, conflictos sociales y actividades orientadas a la exportación que han resultado destructivas para el ambiente. Como consecuencia en 1999 la CCAD aceptó la idea propuesta por CICAFOC de incluir en el CBM un Componente Social y Productivo (CSP). El mismo constituye una estrategia regional de desarrollo rural orientada a coordinar esfuerzos para la protección y conservación del patrimonio de la biodiversidad, así como de los recursos naturales en América Central, y para la promoción de actividades amigables hacia el ambiente en los bosques próximos y las áreas de reserva de la región. La coordinación y dirección del SPC se encuentra a cargo de CICAFOC. El CSP tiene un programa de trabajo por cinco años. En este momento, durante la fase inicial de implementación de los proyectos, se están identificando, divulgando y apoyando casos de uso sustentable de los recursos naturales y la biodiversidad. Se subraya el fuerte vínculo existente entre la biodiversidad natural y la biodiversidad cultural. De este modo CICAFOC está colaborando notoriamente con un nuevo tipo de enfoque para la conservación que parece tener muchas más posibilidades de tener éxito que los anteriores, basados en la exclusión de la población local. Artículo basado en información obtenida de: http://www.cicafoc.com/componente.htm; CICAFOC – UNOFOC AC – UICN, “Comunidades y gestión de bosques en Mesoamérica”, Impresión Comercial La Nación S.A., San José de Costa Rica, Enero 2000; Andrew F. Bennet, “Linkages in the Landscape. The Role of Corridors and Connectivity in Wildlife Conservation”, Page Bros Ltd., Norwich, 1999, ISBN 2-8317-0221-6 inicio - Belice: la vieja historia de las represas y el desarrollo En la edición anterior del Boletín del WRM (Nr. 43) incluimos un artículo sobre Belice, mencionando que es un país “donde todavía los bosques pueden salvarse”. Deberíamos haber agregado: “siempre que el gobierno y una empresa energética canadiense lo permitan”. El hecho es que la firma canadiense Fortis Inc. –que también posee la mayoría del paquete accionario de Belize Electricity Ltd.- está planeando la construcción de una represa en un ramal del Río Macal. En Belice los ambientalistas están llevando adelante acciones para impedir que ello suceda, dado que el proyecto inundaría un frágil hábitat selvático, donde la delgada ribera del río ofrece albergue a tapires, jaguares y guacamayos escarlata. El área donde se pretende erigir la represa es parte del corredor que las naciones centroamericanas están procurando preservar de incursiones externas. “Este es un centro de biodiversidad, no sólo para Belice” ha manifestado Sharon Motola, Director del Jardín Zoológico de Belice y uno de los más declarados oponentes a la represa. “Aquí está la cuna de la biodiversidad de Centro América. Por ejemplo el guacamayo escarlata se cría en ese valle fluvial. Es este el único lugar del continente donde estas aves viven a salvo de perturbaciones”. El lobby a favor de la represa ha reaccionado con los argumentos de siempre, empezando por atacar a los grupos “extranjeros” que apoyan a los ambientalistas locales. En este sentido el Primer Ministro Saisd Musa manifestó: “No creemos que sea justo que estos grupos ambientalistas estén atacando a Belice por una pequeña represa, en tanto hay tantas de ellas en sus países. Ahora están queriéndonos decir que nosotros no podemos tener una”. El jerarca parece haberse olvidado que la propia Fortis también es extranjera y que la “pequeña represa” que se desea construir estaría agrediendo el ambiente de Belice no para satisfacer ninguna necesidad ambiental o social, sino simplemente para que algunos obtengan ganancias. A su vez la prensa local, sin fundamento alguno, ha tratado a los opositores a la represa de violadores de la ley y terroristas. Un grupo de destacados ciudadanos ha tildado a los ambientalistas de enemigos de la nación que están tratando de imponer modelos racistas, para que Belice quede en el subdesarrollo. Entretanto desde 8 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 sectores más moderados que apoyan la represa se ha dicho que los grupos ambientalistas pretenden negarle al país la posibilidad de contar con las modernas comodidades que otros ya dan por garantidas. El debate entre ambientalistas por un lado y desarrollistas y representantes oficiales por otro se ha caldedado de tal manera que algunos de los activistas locales han manifestado haber sido objeto de represalias. Kimo Jolly, profesor y ambientalista, dice haber sido despedido de su puesto de trabajo como docente luego de haber organizado un seminario donde se trató el tema de la represa y el de la propuesta venta de la administración nacional de aguas a inversores extranjeros. En suma, el viejo y falso antagonismo entre desarrollo y conservación. A pesar de todos los compromisos internacionales para la conservación de la biodiversidad, a pesar de la creciente toma de conciencia acerca de los impactos provocados por la destrucción del medio ambiente, todavía se cree que ésta es una necesidad para alcanzar el “desarrollo”. El tan publicitado concepto de “desarrollo sustentable” sigue siendo un eslogan carente de contenido, que sólo sirve para seguir con los negocios –y la destrucción- como siempre. En este contexto la lucha de los ambientalistas para proteger el Río Macal merece todo nuestro apoyo. La noción de que las organizaciones ambientalistas nacionales e internacionales están tratando de “atacar” a Belice o mantenerlo en un estado de subdesarrollo constituye tan sólo una mala excusa para evitar afrontar la verdadera cuestión. El Río Macal no debe ser sacrificado. Esperamos sinceramente que le proyecto sea definitivamente archivado. Desarrollo y conservación son los dos necesarios y deben ir juntos. Artículo basado en información obtenida de: David González, 'Upbeat Plan for a Dam in Belize Turns Nasty', March 2, 2001, the New York Times; Observaciones de Ricardo Carere durante su visita a Belice en enero de 2001. inicio AFRICA - Kenia: ¿quien promueve y quien destruye la biodiversidad de los bosques? Los gobernantes deberían ser los directos responsables de la conservación del patrimonio natural y cultural de sus respectivos países y pueblos. Sin embargo lo que sucede frecuentemente en el Sur es que las autoridades actúan en connivencia con poderosos intereses internos y externos, en contra de la biodiversidad y, por lo tanto, en contra del bienestar de la población que se supone deben proteger. Este es el caso de Kenia. Situado en la costa oriental de Africa Central, Kenia ofrece una amplia gama de paisajes: desde bosques tropicales en las llanuras oceánicas a zonas áridas en el plateau seco occidental. Tal diversidad en materia de naturaleza corre paralela con la existencia de diferentes grupos étnicos. La deforestación y la desertificación son dos problemas ambientales que afectan severamente al país. El madereo –tanto legal mediante el otorgamiento de concesiones, como ilegal- una inadecauda política en relación con las áreas protegidas, y megaproyectos como represas y emprendimientos mineros están poniendo en peligro la rica biodiversidad de Kenia. Entretanto el gobierno no sólo ha demostrado ser incapaz de frenar este proceso destructivo, sino que también ha sido un activo promotor del mismo. El caso de los bosques en las tierras altas de Tinet, habitado desde tiempos inmemoriales por los Ogiek, constituye un ejemplo paradigmático de destrucción ambiental y desconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. A pesar de haber manejado los bosques de manera sustentable los Ogiek han sido forzados a defenderse de las arbitrariedades tanto del gobierno colonial como de los sucesivos gobiernos tras la independencia del país. Ellos han sido ignorados y amenazados con la pérdida de sus tierras, argumentando que las mismas se encuentran dentro de los límites de un área protegida incluída en la Ley Forestal. Sin embargo, no es un interés preservacionista el que mueve a las autoridades. En Kenia está vigente una prohibición de corta, pero hay tres poderosas empresas -Pan African Paper Mills, Raiply Timber, and Timsales Ltd.- que han sido 9 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 exentas de la misma, las cuales están preparadas para ingresas a la selva de Tinet una vez que los Ogiek sean expulsados. En lo que se refiere a las áreas protegidas parece que las autoridades no han aprendido de los errores del pasado. A mediados de la década de 1970 los residentes Massai del sur de Kenia fueron abruptamente relocalizados y su territorio pasó a formar parte del Parque Nacional Amboseli, una de las reservas de vida silvestre más visitadas del continente. Privados de sus tierras, como forma desesperada de demostrar su descontento los Massai reaccionaron matando ejemplares de animales que constituyen la mayor atracción turística del Parque, entre los que se contaban decenas de leones, elefantes y rinocerontes. Tanto la fauna como los pueblos indígenas sufrieron entonces las consecuencias de un enfoque equivocado respecto de la conservación de la biodiversidad El anuncio hecho por el gobierno en febrero ppdo. en el sentido de que varias áreas de reserva forestal en todo el país –que comprenden un total de 67.150 hectáreas- serán privadas de protección legal confirma que en Kenia no existe una política clara para la conservación de la biodiversidad. ONGs ambientalistas nacionales que conforman el grupo Greenbelt han expresado su intención de presentar una objeción formal a la iniciativa oficial, a la vez que el Grupo de Trabajo por los Bosques de Kenia está organizando una campaña internacional para oponerse a la misma. Durante los últimos dos años el territorio keniata se ha visto afectado por severas sequías. Teniendo en cuenta la estrecha relación existente entre la deforestación y la caída de los padrones de precipitación, la destrucción de los bosques habrá de agravar este problema, a la vez que irá en detrimento de la flora y la fauna que allí habita. Los megaproyectos constituyen otra espada de Damocles sobre la biodiversidad del país. Por ejemplo el proyecto de represa sobre el Río Sondu Miriu, uno de los mayores de la cuenca del Lago Victoria, está amenazando la flora y fauna locales. Si bien la estación generadora habrá de entrar en funcionamiento en el 2003, el desvío del curso del río provocará una alteración del sistema hídrico en su conjunto, con efectos negativos para la vida silvestre. Especies raras, como el mono Colubus y el hipopótamo, que dependen de las aguas del río para su sobrevivencia, deberán buscar fuentes de agua en las densamente pobladas llanuras de Nyawkere, provocando una perturbación en dicho hábitat. El gobierno apoya el proyecto, a la vez que el Banco Japonés de Cooperación Internacional, junto a una empresa noruega y otra sudafricana, le están suministrando apoyo financiero y técnico. La coalición de ONGs Africa Waters Network ha denunciado la situación, al tiempo que los pobladores locales están ofreciendo resistencia al proyecto, que determinaría el abandono forzoso de sus tierras agrícolas. Finalmente cabe mencionar que los manglares localizados en la costa del Océano Pacífico, cerca de Mombasa, se encuentran en peligro debido a un proyecto de explotación de titanio por parte de una compañía canadiense. Recientemente las organizaciones keniatas reunidas en el Coast Mining Rights Forum han lanzado una campaña de cartas a nivel internacional que tiene por destinatarios al gobierno y los socios financieros del proyecto –incluido el Banco Mundial- denunciando los efectos esperados de dicha explotación minera en la zona y reclamando su suspensión hasta tanto se realice una seria evaluación de impacto ambiental. En conclusión, la respuesta a la pregunta que formulábamos al principio respecto de la conservación de la biodiversidad en Kenia es clara. Por un lado están las comunidades locales y las ONGs ambientalistas tratando de proteger la biodiversidad del país. En la vereda de enfrente se encuentran las autoridades, las empresas y la banca internacionales, y los agentes del “desarrollo”, cuyo accionar conduce a su destrucción. Artículo basado en información obtenida de: http://www.globalresponse.org/gra_index/2000.html ; Lynette Obare, Forest Action Network, 6/3/2001, correo electrónico: [email protected] ; Nabil El-Khodari, 27/2/2001, correo electrónico: [email protected] ; Paula Palmer, 23/2/2001, correo electrónico: [email protected] ; WildNet, 17/2/2001, correo electrónico: [email protected] inicio 10 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 - Liberia: en el centro de todo está la comunidad indígena Liberia alberga los dos últimos relictos significativos de selva tropical cerrada en los Bosques de Guinea del Africa Occidental, que se extienden a lo largo de Ghana, Costa de Marfil, Liberia, Guinea y Sierra Leone. Se estima que la superficie original de selva en la región alcanzó los 727.900 kilómetros cuadrados. Pero la misma cayó a 92.797 km2, lo que es apenas el 12,7% del total. Los bosques de Liberia representan el 44,5% de esa área remanente y los de Costa de Marfil el 29,1%. Los bosques de Liberia son de incalculable valor para la subregión, dado el pobre estado de los fragmentos de bosque que quedan en toda la zona húmeda del oeste de Africa. En esta selva habitan numerosas especies endémicas y muchas otras que están virtualmente extinguidas en la región. La misma alberga cientos de especies de aves, nueve de las cuales –incluyendo la gallina de Guinea (Agelastes meagridis)- están en peligro, así como gran cantidad de fauna y flora endémica, siendo un hábitat de características únicas para algunas de las especies raras del mundo. El hipopótamo pigmeo (Cherosis liberensisis), la mangosta liberiana (Liberictis kuhnii), varias decenas de reptiles, entre los que hay tres tipos de cocodrilos y por lo menos ocho serpientes venenosas, viven en los bosques de Liberia. Si bien recientemente no se han hecho relevamientos, se estima que existen en dichas selvas más de dos mil especies de plantas con flor, 240 de las cuales se cuentan entre las especies madereras de más valor, al igual que centenares de plantas de uso medicinal. La flora y la fauna de la región es destacada y la conservación de su biodiversidad es reconocida como una prioridad a nivel mundial. El país se está recuperando de una cruenta guerra civil que dejó su economía y buena parte de su infraestructura en ruinas. La tasa de desempleo es elevada y más del 75% de la población vive en la más absoluta pobreza. La deuda externa de Liberia asciende a unos U$S 3.000 millones y el país no ha recibido prácticamente ayuda internacional desde 1997, cuando la guerra terminó. Funcionarios corruptos dilapidan la mayor parte de la pequeña ayuda financiera que llega. Entonces el gobierno ha centrado su atención en los bosques, que hoy en día es la segunda fuente de divisas, luego de las actividades marítimas. La presión sobre los bosques liberianos se ha intensificado en los últimos años, en primer lugar debido a un resurgimiento de las actividades de madereo. Si bien existen factores mitigantes del problema de la deforestación, la corta y la expansión de la agricultura representan una grave amenaza para nuestros bosques. Casi todas las tierras boscosas del país, incluyendo zonas previamente designadas como parques nacionales o reservas forestales, han sido otorgadas en concesión a empresas madereras que operan prácticamente sin ningún control por parte de las autoridades forestales. La corta de madera ha tomado tal proporción que aproximadamente el 60% de los bosques del país están hoy en día severamente degradados. Por otra parte la biodiversidad se encuentra en peligro dado que la deforestación de hecho ha fragmentado los dos bloques de bosques húmedos remanentes, lo que implica un riesgo mayor para su integridad ecológica. La pérdida de los bosques está provocando un serio daño a la naturaleza. Con la disminución de la cobertura forestal las poblaciones de animales están decayendo notoriamente. El hipopótamo pigmeo, el elefante, el leopardo, etc. están prácticamente extinguidos. Los muy poco frecuentes avistamientos de los que informan los aldeanos son con frecuencia difíciles de confirmar ya que las poblaciones sobrevivientes parecen estar siempre en movimiento, en búsqueda de la protección ofrecida por los bosques densos. Pero no sólo la extracción de madera y las prácticas de cosecha están perturbando los bosques. Las rutas construídas por las madereras en lo que alguna vez fueron remotas zonas de selva favorece el ingreso de cazadores, lo que expone a las especies en peligro a un riesgo todavía mayor. La comercialización de carne de animales silvestres es muy intensa, con todas las consecuencias negativas que ello trae aparejado para la biodiversidad del país. No sólo las madereras son responsables de la destrucción de nuestras selvas. Los consumidores del Norte, en especial los europeos, son tan culpables como las propias empresas. Son ellos quienes dan el dinero y ofrecen el mercado que mantiene con vida el comercio de la madera en Liberia. En 1999 Europa, tradicional importador 11 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 de madera de ese país, importó 155.559.639 metros cúbicos de rollizos, volumen que representa cerca del 82% de las exportaciones de Liberia en el rubro. El país de mayor consumo fue Francia, con el 37%, seguido por Italia, con el 19% y Turquía con el 15%. El puerto francés de Bordeaux es el destino de los mayores volúmenes de madera proveniente de los bosques de Liberia. También España y Portugal importaron madera desde Liberia en ese período. En los primeros seis meses del 2000 se registró un fuerte crecimiento de la producción de rollizos. Los 679.352.376 m3 registrados por el Departamento Forestal para ese período excedieron por lejos los 596.355.116 m3 producidos entre enero de 1996 y diciembre de 1999. En ese período el 49,4% de la producción tuvo como destino el mercado asiático, en tanto 38,4% se dirigió a Europa. Solamente Francia importó el 17,9% de la madera rolliza y el 51,4% de las tablas provenientes de Liberia. Actualmente se cosechan en Liberia alrededor de 60 especies de árboles nativos. De ellas diez conforman el 65,4% del total de las exportaciones. El “ekki” (Lophira alata), conocido a nivel local como “ironwood” tiene una madera muy usada para la fabricación de puentes y casas por parte de la población rural. La misma fue muy explotada y hoy en día representa el 20% de la producción maderera total. Segunda en orden es el “niangon” (Heritiera utilis), con el 13%, y tercera la “abura” (Mitragyna ciliata) con el 7%. Puede afirmarse que el pionero de la deforestación en Liberia es el Banco Mundial, situación de la que el propio Banco todavía no ha reconocido. Durante la década de 1970 y principios de los ’80 el Banco financió proyectos agrícolas para cacao, café y oleaginosas que poco hicieron para aliviar la pobreza en el país, pero mucho para destruir vastas áreas de selva tropical que hasta entonces estaban intactas. Uno de ellos - Bong County Agricultural Development Project- promovió un drástico cambio del uso del suelo de cultivos de subsistencia a cultivos de exportación, minando de ese modo las directivas del gobierno orientadas a la autosuficiencia en materia de producción de alimentos. Nuevamente en 1999 la Corporación Financiera Internacional (IFC) –rama del sector privado del Banco Mundialotorgó a Liberian Agricultural Company (LAC) un préstamo por U$S 3.500.000 para mejorar y expandir sus plantaciones de caucho. A pesar de las protestas de los ambientalistas, se tumbaron vastas extensiones de bosque primario y secundario para instalar las plantaciones. El Banco arguyó que el área destinada a la expansión de la plantación era de bosque degradado, por lo tanto no comprendida dentro de la política del organismo que prohibe la inversión en proyectos que lleven a la destrucción de bosques primarios. Tal vez el Banco eligió ignorar o de hecho ignora el hecho que cuando las empresas abandonan las plantaciones debido al bajo rendimiento u otros factores, los predios son invadidos para la explotación de carbón. Entonces se tiran los árboles de caucho y se los quema para obtener carbón, dejando tras de sí cientos de hectáreas de campo vacío y tierras degradadas. El bosque es capital para la vida de las comunidades indígenas pues la gente depende de ellos para obtener sus medios de vida. El bosque les ofrece un ambiente protegido para sus prácticas culturales y religiosas, incluyendo santuarios, escuelas tradicionales en el bosque, protección para los cursos de agua, hierbas medicinales, frutos para la recolección, etc. Asimismo ofrece los medios para el auto-empleo y fuente de ingresos a través de la comercialización de objetos de arte popular, que representan más del 40% de sus entradas. Conocedores de la necesidad de una utilización sustentable de los bosques, los pueblos indígenas han practicado durante siglos la conservación de la naturaleza. La caza y la recolección en algunos de los bosques densos están prohibidas, al tiempo que la pesca está restringida a algunos tramos del río. La pesca individual en cursos de propiedad comunitaria fue desestimulada y el pescado se obtenía sólo una vez al año, durante la estación seca. La corta de árboles de valor cultural o espiritual es considerada un tabú. Asimismo la caza de algunos animales, como el leopardo y el tigre, estaba estrictamente prohibida. La pérdida de los bosque no sólo ha limitado la habilidad de los pueblos autóctonos para alimentarse a si mismos y la posibilidad de llevar una vida saludable, sino que también ha minado fuertemente la autoridad de sus 12 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 estructuras sociales. La tradicional escuela del bosque que albergaban los bosques está desapareciendo. Sociedades como los Poro y los Sande que habitaban tradicionalmente en el interior de la selva densa han prácticamente desaparecido. Estas instituciones promovían la unidad y el amor entre los miembros de la comunidad, establecían una disciplina para los jóvenes, aseguraban la estricta adhesión a principios morales establecidos por la sociedad y permitían el cumplimiento de la ley y la resolución de conflictos. Todas ellas situaciones que están provocando desesperación y aprehensión a nivel de nuestras propias sociedades. Hacia dónde vamos de aquí en más no da lugar a especulaciones. Es imperativo encontrar alternativas ante la realidad del peligro que se cierne. Por: Silas Siankor, SAMFU Foundation, 18/3/2001, correo electrónico: [email protected] inicio - Mali: el valor de la biodiversidad en un frágil ambiente Conocido por su pasado histórico debido al vasto y poderoso imperio que sorprendió a los visitantes europeos del siglo XIV, hoy en día el territorio de Mali abarca más de 1.200.000 kilómetros cuadrados en la zona oeste del Africa, extendiéndose sobre el desierto del Sahara en el norte, los pastizales del Sahel en el centro y la zona de sabana en el sur. En el Sahel la vida humana y la de la flora y la fauna siguen la pauta marcada por el ciclo de inundación anual del Río Niger, con crecidas entre agosto y noviembre. Las mayores precipitaciones y abundancia de la red hídrica –incluyendo el propio Niger- en el sur del país permiten la existencia de una mayor abundancia y riqueza en materia de biodiversidad. Con más del 58% de su superficie en el desierto y otro 30% amenazado por el avance del Sahel, Mali enfrentan la desertificación y la deforestación como dos problemas ambientales capitales, ambos estrechamente relacionados con la pérdida de biodiversidad. La gran variedad de plantas y animales presentes en los ecosistemas boscosos y otros que tienen árboles –como la sabana- constituye un componente fundamental para la alimentación a nivel doméstico. En muchas aldeas y pequeños poblados la “cosecha escondida” de los bosques y árboles resulta esencial para la seguridad alimentaria, dado que suministra una serie de productos esenciales para la dieta. Por ejemplo, el fruto de Saba senegalensis es ampliamente consumido en Mali. El fracaso de los proyectos de plantaciones con especies exóticas con el fin de mitigar los efectos de las sequías que afectaron al país en los ’70, se debió al hecho de haberse ignorado que para la mayor parte de la población rural los productos no madereros son de suma importancia para su sobrevivencia a nivel social y económico. Por lo tanto los campesinos preferían las especies nativas a las introducidas, más allá de la rapidez de su crecimiento. Los bosques y los árboles contribuyen también indirectamente a la seguridad alimentaria por su papel fundamental en la sustentabilidad de los sistemas agrícolas suministrando, por ejemplo, nitrógeno al suelo, como sucede con las leguminosas. Tal es el caso de un sistema agroforestal adoptado en Mali, con cultivo de mijo bajo Acacia albida. La carne de animales silvestres –desde mamíferos hasta insectos- que con cazados o recogidos en los bosques con fines alimenticios constituye una importante fuente de proteína animal para los hogares tanto a nivel rural como urbano. Son muchas las comunidades que todavía dependen de los animales silvestres y sus productos, utilizados solos o en mezcla con hierbas, como medicinas en el tratamiento de una gran variedad de enfermedades. El uso de la fauna y la flora como recurso alimenticio resulta controvertido. En la visión oficial la disminución de la fauna en muchas partes del país se debe al incremento de la población y la consiguiente mayor demanda de tierras para la agricultura y los asentamientos humanos. Sin embargo este enfoque simplista ignora las causas subyacentes de la deforestación y degradación de los bosques. Hoy en día es ampliamente aceptada la 13 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 conveniencia de integrar las necesidades de las poblaciones locales en el manejo de los recursos de la vida silvestre y de la biodiversidad. Algo similar sucede en lo que respecta a la leña. Un estudio realizado en el año 2000 por la Oficina Nacional de Energía de Mali llegó a la conclusión de que la leña cubre casi el 100% de las necesidades de combustible a nivel doméstico, lo cual –según el propio estudio- significaría que cada año deberían deforestarse 464.285 hectáreas con fines energéticos. No obstante, tomando en cuenta recientes estudios realizados en Africa que prueban que la leña no es –como se suponía anteriormente- una causa principal de deforestación, la conclusiones de dicha investigación debería someterse a un examen más riguroso. Es necesitar evitar caer en políticas erradas basadas en la premisa “Culpemos a los pobres”, como las adoptadas en el pasado respecto de la conservación de los bosques en Mali. Por ejemplo, a mediados de la década de 1980 fue adoptado un paquete de medidas muy restrictivo. El Servicio Forestal implementó una serie de medidas draconianas en relación con el uso de los productos del bosque por parte de las comunidades locales. Las mismas resultaron muy impopulares y fueron tenazmente resistidas, dado que las multas que se pretendía aplicar superaban largamente los magros ingresos de los presuntos infractores, la gente se veía privada de una importante parte de sus medios de vida y además la implementación de las medidas se realizaba en forma agresiva. Al final esta política debió ser abandonada sin haberse obtenido ningún resultado positivo. Artículo basado en información obtenida de:: http://darwin.bio.uci.edu/~sustain/bio65/lec10/b65lec10.htm, http://www.wri.org/wdces/ma85_87.html, http://www.reliefweb.int/IRIN/wa/countrystories/mali/20001003.phtml, http://www.geographia.com/index.html; http://www.fao.org/DOCREP/X7273E/x7273e03.htm; Nabil El-Khodari, 27/2/2001, correo electrónico: [email protected] ; “Learning with farmers for policy changes in natural resource management” por Mamadou Gakou y Jo Ellen Force, Home | Newsletter # 31 | Publications | FAO homepage inicio - Sudáfrica: Arboles exóticos amenazan la biodiversidad de las praderas La invasión de hábitats por parte de especies autóctonas es una causa directa de extinción de especies nativas. Algunas especies vegetales han desarrollado la capacidad de adaptarse a nuevos sitios y desplazar la cobertura vegetal original, al tiempo que ciertas especies animales invasoras pueden provocar desplazamiento del nicho ecológico de los animales autóctonos. Este fenómeno ha sido ampliamente registrado y es conocido con el nombre de “bioinvasión”. No es necesario recalcar que la invasión de especies constituye una amenaza para la biodiversidad a nivel local y regional, dado que la expansión de los intrusos altera la riqueza y abundancia de la flora y la fauna del ecosistema original. Esto es lo que está sucediendo en Sudáfrica, con el factor agravante que, por sus características biogeográficas, este país alberga gran cantidad de especies endémicas y posee altos niveles de biodiversidad. Con una superficie de 1.221.000 kilómetros cuadrados, Sudáfrica contiene alrededor del 10% de las especies conocidas de aves, peces y plantas registrados en el mundo y un 6% de las especies de mamíferos y reptiles conocidas. En relación con la biodiversidad, las praderas son uno de los ecosistemas más importantes de Sudáfrica, los cuales están siendo invadidos por monocultivos forestales. Hoy en día ya hay alrededor de 1.500.000 hectáreas de plantaciones forestales, la mayor parte compuesta por eucaliptos y pinos, y un área menor con acacia australiana. Las mismas se concentran en las tierras altas lluviosas de las Provincias de Kwazulu-Natal y Mpumalanga. Si bien a nivel mundial los esfuerzos para la conservación se han dirigido principalmente a los ecosistemas tropicales, debe destacarse que las praderas, típicas de los climas templados, presentan altos niveles de biodiversidad y endemismo. La destrucción de estos pastizales se debe al efecto de los monocultivos forestales en gran escala sobre el ecosistema original –las plantas, el suelo y el agua- así como por la sustitución de las especies herbáceas nativas por especies introducidas invasoras en zonas aledañas e incluso alejadas de las plantaciones. Los cambios provocados en la composición de los productores primarios implican una modificación completa de la pirámide trófica, de modo que muchos animales se ven forzados a migrar o bien sus poblaciones se reducen drásticamente hasta inclusive desaparecer. 14 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 En Sudáfrica las áreas de pradera invadidas por árboles, las cuales ya ocupan 1.600.000 hectáreas, reciben el nombre de ”bosques gum” o “bosques de acacia”. Como su denominación lo indica, los árboles predominantes son los eucaliptos (que en inglés reciben el nombre genérico de “gum”) y varias especies de acacias provenientes de Australia. Tras fuertes protestas por parte de la sociedad civil –organizada en la coalición de ONGs Timberwatch- contra el modelo de monocultivos forestales en gran escala, las autoridades parecen haber comenzado a reaccionar. Si bien la solución real pasaría por prohibir este tipo de plantaciones en todo el territorio del país, la consideración como “invasoras” de varias especies ampliamente utilizadas en las plantaciones en las enmiendas recientemente propuestas a la Ley sobre Conservación de los Recursos Agrícolas de 1983 debe ser considerada un paso adelante. En efecto varias especies del género Acacia, al igual que Eucalyptus grandis, Eucalyptus saligna, Pinus elliottii, Pinus taeda, Pinus pinaster, Pinus patula y Pinus radiata, entre otras, han sido incluidas en la “Categoría 2: plantas útiles para la producción con fines comerciales pero que se ha comprobado son invasoras en condiciones no controladas por fuera de sus áreas de plantación”. La nueva norma también establece medidas obligatorias a ser tomadas para erradicarlas. Sin embargo, y aun con el reconocimiento oficial de la amenaza que el mismo significa para la biodiversidad, los suelos y los recursos hídricos, el modelo de plantaciones en Sudáfrica está lejos de ser suprimido. Lo que es más, Timberwatch ha advertido recientemente que una de las mayores empresas plantadoras –SAPPI- está realizando ensayos de campo con eucaliptos genéticamente modificados, lo que implicaría un riesgo todavía mayor para la biodiversidad. El país –y en especial su gobierno- deben elegir entre la conservación de la biodiversidad de su territorio –que en gran medida se encuentra en las praderas- y la ocupación del espacio en gran escala por monocultivos forestales. No hay lugar para la conservación de las praderas en un contexto de expansión de los monocultivos forestales con exóticas. Artículo basado en información obtenida de: Heinrich Walter, “Vegetationzonen und Klima”, Verlag Eugen Ulmer, Stuttgart, 1970; Philip Owen, 7/3/2001 y 9/3/2001, correo electrónico: [email protected]; http://www.gov.za/gazette/notices/1999/2485.htm, http://www.botany.uwc.ac.za/Envfacts/facts/biosa.htm inicio ASIA - La evanescente biodiversidad forestal de Bangladesh Bangladesh es uno de los estados signatarios de la Convención sobre Diversidad Biológica. Empero los tres tipos de bosques existentes en el país –los bosques siempreverdes y semideciduos en la zona este y la región de Chittagong Hill Tracts, los bosques deciduos húmedos y secos, conocidos como bosques de “sal”, localizados en las llanuras centrales y la región noreste, y los manglares a lo largo de la costa- se encuentran amenazados. Muy poco se está haciendo para salvarlos. Entretanto la tasa anual de deforestación ha alcanzado el 3%. Los bosques de Chittagong Hill Tracts se extiende por 14.000 kilómetros cuadrados, representando el 10% de la superficie del país. Algunas de las principales especies arbóreas allí existentes alcanzan alturas y diámetros gigantescos. La parte más alta del dosel generalmente está formada por árboles deciduos y semideciduos, en tanto el estrato más bajo lo conforman especies siempreverdes. También existen formaciones de bambú y de savana. Varias importantes especies de mamíferos habitan la zona: elefantes, bisontes, ciervos, leopardos y el simbólico tigre de Bengala. Pájaros como la paloma imperial, la paloma verde y el pato blanco de los bosques están también allí presentes. Las plantaciones forestales comerciales, la tala ilegal, los megaproyectos de represas y el desplazamiento forzado han sido los factores de la acelerada destrucción de este valiosos ecosistema, que significa la 15 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 destrucción de su biodiversidad. Los monocultivos de caucho, teca y eucalipto para exportación han provocado impactos ecológicos negativos debido a la sustitución parcial de los bosques, así como conflictos entre las comunidades locales, que pertenecen a 13 grupos étnicos, y el Departamento Forestal. Desgraciadamente este tipo de situaciones son frecuentes en Asia. Las propias autoridades que promueven las plantaciones han demostrado ser incapaces de controlar el madereo ilegal por parte de bandas armadas. En lo que refiere a los megaproyectos, la represa de Kaptai constituye un buen/mal ejemplo de cómo el financiamiento externo en nombre del desarrollo puede devastar un área y tener efectos multiplicadores sobre el ambiente, la economía y la vida de las comunidades vecinas. La represa, construida en 1964 con ayuda de USAID, sumergió 250 kilómetros cuadrados de tierras agrícolas y bosques pertenecientes a los pueblos de las colinas, especialmente a los Chakma, y provocó la relocalización forzada de alrededor de 100.000 personas, quienes perdieron así sus hogares y medios de vida. Los desplazados se vieron obligados a su vez a cortar más superficie de bosque a fin de poder realizar sus prácticas de agricultura de subsistencia. Tradicionalmente los bosque de “sal” solían cubrir vastas superficies en el centro y este de Bangladesh. Además del árbol de “sal” (Shorea robusta),que representa el 70 a 75% de dicha formación vegetal, este tipo de bosque está formado por valiosas especies forestales y herbáceas. La diversidad biológica de los bosques de “sal” es única. No obstante el Banco Asiático de Desarrollo ha promovido activamente su destrucción por considerarlos de baja productividad, financiando proyectos para su sustitución por monocultivos forestales de eucalipto y caucho, entre otros. Hoy en día el único parche de bosque de “sal” todavía en pie se encuentra en Modhupur. La mayor parte del suelo bajo el bosque ha quedado al descubierto y se ha erosionado, habiendo sido el espacio ocupado por empresas forestales y desplazados. Por su parte Sundarban, el mayor manglar del mundo, está situado en la región sudeste del país, en la frontera entre Bangladesh e India. El mismo está alimentado por una red hidrológica de agua dulce perteneciente a la cuenca del Ganges y por las aguas saladas del Golfo de Bengala. Comprende una superficie de 10.300 kilómetros cuadrados. Constituye un complejo hábitat donde coexisten muchas especies vegetales y animales: mamíferos, cientos de especies de pájaros –algunas de ellas migratorias- cocodrilos, otros reptiles, anfibios e invertebrados. Además Sundarban constituye una de las reservas del tigre de Bengala. La UNESCO declaró a este sitio Patrimonio Cultural de la Humanidad. El manglar de Sundarban es asimismo fuente de medios de vida –pescado, miel, madera. leña- para las poblaciones locales. Un reciente estudio estimó que entre 500.000 y 600.000 personas, incluyendo empresas comerciales e industriales, dependen directamente de los productos obtenidos de este manglar. En este caso la causa directa de destrucción es la prospección y explotación de petróleo y gas por parte de empresas transnacionales, entre ellas la Shell, cuyas actividades son promovidas por el propio gobierno, como siempre, en nombre del desarrollo. El denominado Proyecto de Biodiversidad para Sundarban, diseñado para restaurar el ecosistema original y financiado por el Banco Asiático de Desarrollo, el GEF y el Fondo Nórdico de Desarrollo viene siendo fuertemente criticado por IEDS (Amigos de la Tierra-Bangladesh) debido a las obras de infraestructura para ecoturismo construidas en el corazón del manglar y a la forma no transparente en que el proyecto en su conjunto está siendo implementado, con absoluto desconocimiento de los puntos de vista e intereses de las comunidades locales. Si bien para el gobierno y para las agencias de desarrollo la única causa de destrucción de los bosques en Bangladesh es la presión demográfica, la realidad está mostrando que son el “desarrollo” insustentable y los proyectos de infraestructura, junto a la pobre performance de las autoridades en lo que respecta a la conservación de los bosques, las principales causas de deforestación y degradación de los bosques en dicho país. Y con ellos de la pérdida de parte fundamental de su biodiversidad. Artículo basado en información obtenida de: Gain Philip, “The last forests of Bangladesh”, Society for Environment and Human Development (SEHD), Dhaka, 1998; IEDS (Friends of The Earth –Bangladesh), 8/3/2001, correo electrónico: [email protected] inicio 16 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 - Camboya: Selvas y ríos en peligro por plantaciones de eucalipto y producción de pulpa La conservación de los bosques y de la biodiversidad significan cosas distintas según quién sea que esté refiriéndose a ella. En el caso de Camboya, la vida de los campesinos depende de las tierras agrícolas, las pesquerías y los bosques. Para ellos conservar los bosques y su biodiversidad implica asegurarse los medios de vida para el presente y el futuro. En los últimos años, si bien se ha recuperado la paz en las áreas rurales, las concesiones para la corta en gran escala han reducido el acceso de los campesinos a los bosques y puesto en peligro sus derechos en ese sentido, a la vez que provocado un daño masivo a la propia selva. Los campesinos camboyanos y sus bosques se ven ahora enfrentados a una nueva amenaza: la de las plantaciones forestales con fines industriales. En enero de 2000 el Real Gobierno de Camboya firmó un acuerdo con el Grupo Pheapimex otorgando a la compañía el derecho por 70 años para “desarrollar” 300.000 hectáreas de tierras de “bosque degradado” en las Provincias de Kampong Chhnang y Pursat en el centro del país. Pheapimex tienen la intención de instalar una plantación de eucalipto para satisfacer la demanda de una planta de pulpa y papel planeada en la Provincia de Kandal. Además de madera como materia prima, la producción de papel requiere de grandes cantidades de productos químicos, agua y energía. Es una producción altamente contaminante. Las plantas de producción liberan gran cantidad de sustancias contaminantes hacia los cursos de agua vecinos, incluyendo madera disuelta y diversos productos químicos que reducen los niveles de oxígeno de dichos cursos y matan a los peces. El cuerpo de agua más importante de la región central de Camboya es el Tonle Sap, un vasto lago cuyas aguas fluyen hacia el Mekong en Phnom Penh y de allí al delta del Mekong. El lago provee a Camboya de una gran cantidad de peces y su agua se utiliza para irrigar una vasta área de arrozales. Si el Tonle Sap se contamina por las descargas de la prevista planta de pulpa y papel, el efecto sobre los medios de vida de miles de personas habrá de ser desastroso. En diciembre de 2000 Pheapemix firmó un acuerdo para la generación de una joint-venture con el grupo chino Farm Cooperation a fin de construir una fábrica de pulpa y papel. El emprendimiento de U$S 70 millones es financiado por el Banco de Exportaciones de China y forma parte de un acuerdo celebrado entre los gobiernos de los respectivos países para incentivar el comercio y las inversiones entre ambos. En el contrato figura que las empresas intervinientes pagarán 5% de intereses al gobierno de Camboya, en tanto el banco chino cobrará sólo un 3%. El Ministro de Agricultura, Forestación y Pesquería, Chan Tong Iv, manifestó al periódico Phnom Penh Daily, que celebraba dicho acuerdo y agregó que los esfuerzos del gobierno para atraer inversiones al sector agrícola estaban dando frutos. Pheapimex está bien posicionada para beneficiarse de este tipo de acuerdos: Lao Meng Ken, director de la compañía, es a la vez consejero especial del Primer Ministro camboyana Hun Sen en materia de inversiones extranjeras. Pheamix-Fuchan, una joint-venture taiwanesa con el Grupo Pheapemix, es la mayor concesionaria de corta de madera de Camboya, con 700.000 hectáreas a su disposición. Según Global Witness, Pheamix- Fuchan es “el peor concesionario en Camboya y el que tiene mejores conexiones”. Global Witness –que ahora está trabajando en la Unidad de Monitoreo de Delitos en Camboya, iniciativa financiada por el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido- ha acusado a Pheapemix de realizar operaciones ilegales de madereo fuera de sus concesiones, corta en las áreas de otros concesionarios, amenaza y ataques a funcionarios forestales y corta sin previa aprobación del Departamento Forestal. Lao Meng Ken explicó al Phnom Penh Post que el creía que el proyecto de plantación de Pheapimex no violaba los derechos de propiedad de la población local. “He oído que la gente se está quejando de la corta de sus árboles. Pero nosotros estamos plantando en una zona donde no se violan sus derechos” manifestó. Pero los 17 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 aldeanos de la comuna de Ansa Chiombok en la Provincia de Pursak discrepan. Temen que la plantación destruya 6.800 hectáreas de bosque próximas al poblado. Los mismos incluyen una fracción de Pinus merkusii, que es una especie rara en Camboya y protegida por ley. En febrero de este año los campesinos se trasladaron a Phom Penh para tratar de persuadir al gobierno de frenar este proyecto de plantación. En el pasado mes de marzo se realizó en esa comuna un encuentro entre funcionarios y pobladores locales. Al mismo concurrieron cien campesinos provenientes de siete poblados pero los funcionarios permitieron que asistiera sólo un representante por aldea. Durante el encuentro los representantes campesinos realizaron una serie de preguntas a los funcionarios, entre ellas si el gobierno había aprobado una evaluación de impacto ambiental antes de firmar el acuerdo con Pheapemix, cuál sería el impacto esperado de una planta de pulpa y papel sobre el Tonle Sap y su fauna, y porqué el gobierno está permitiendo que Pheapemix destruya los bosques en un país que ya está sufriendo un severo proceso de deforestación. No obtuvieron respuesta alguna. Oum Huot, un campesino de Ansa Chombok manifestó al Phnom Penh Post: “Nosotros rechazamos completamente la idea de que lo que hay aquí son ‘bosques degradados’. Por el contrario este es un bosque en buen estado, cuyos árboles más grandes fueron cortados por los madereros en los últimos años. Si éstos dejan tranquilas estas tierras durante 15 a 20 años los árboles volverán a crecer. “Estamos preocupados por este plan” dijo al mismo medio de prensa Luek Thuon, otro de los campesinos de Ansa Chombok. “Si destruyen este bosque también pueden venir y matarnos. El bosque es nuestra fuente de vida”. Por: Chris Lang, correo electrónico: [email protected] inicio - Laos: Cortando los árboles para salvar el bosque Hasta no hace mucho el Plateau Nakai y los bosques situados en sus proximidades, en la región central del país, albergaba tigres, elefantes, nutrias, buhos y diversas especies de peces. Allí se hablan 28 diferentes idiomas. Un grupo de cazadores recolectores desconocido fuera del Plateau, habla una lengua que no está relacionada con ninguno de los cinco principales grupos lingüísticos representados en la zona. En 1992 fue identificado en Vietnam un nuevo género de bóvido, llamado Sao La, cuyo hábitat se extiende al Area Nacional de Conservación de la Biodiversidad de Nakai Nam en Laos. La ruta del famosos sendero Ho Chi Minh atraviesa esta área. La misma fue duramente bombardeada por los aviones de EE.UU. durante la Guerra de Vietnam, lo que trajo aparejado devastadoras consecuencias para la gente, la vida silvestre y los bosques. Durante la última década una empresa maderera militar de Laos ha estado cortando en una superficie de 450 kilómetros cuadrados en el Plateau para liberar terreno para el embalse de la proyectada represa Nam Theun 2, con capacidad de producción de 1.069 megavatios. El año pasado se informó de la existencia de un volumen de un millón de metros cúbicos de madera rolliza apilada proveniente del Plateau Nakai a la espera de ser vendida. Todo esto parecería pintar el panorama de un nuevo desastre ambiental y social. Pero no todos lo ven así. Por ejemplo el Panel de Expertos financiado por el Banco Mundial, contratado para asesorar respecto del megaproyecto de la mencionada represa, evaluado en U$S 1.100 millones. Lejos de censurar la destrucción causada por el madereo, los tres miembros del Panel describieron la situación como “alentadora” y sostuvieron que el proyecto “debería ser llevado adelante tal como se ha planeado, con la participación del Banco Mundial”. De lo contrario “el efecto sería un incremento más que un descenso de la pobreza a nivel rural y la seria degradación o incluso la pérdida de los valores de la biodiversidad de Nakai Nam reconocidos mundialmente”. Puede ser que la represa nunca llegue a construirse. Nam Theum 2 Electricity Consortium, promotor de la represa, han manifestado que ello depende de la “garantía parcial de riesgo” por U$S 100 millones a ser 18 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 otorgada por el Banco Mundial, que cubrirá los préstamos comerciales al proyecto. Sin esta garantía los bancos comerciales no habrán de poner dinero en un proyecto riesgoso desde el punto de vista financiero. Cada vez más desesperado porque el proyecto se materialice, el consorcio quiere que el Banco otorgue dicho préstamo en los próximos meses. El compromiso del Panel con el proyecto no resiste ningún análisis. Su tercer informe (de enero de 1998) menciona “una especie de pez no descrita” recientemente descubierta en el tramo del Río Nam Theun justo aguas debajo del lugar de emplazamiento de la represa. Si ésta se construye las aguas de Nam Theun serán desviadas hacia otro río, el Xe Bang Fai, y el flujo aguas debajo de la represa se verá “sustancialmente reducido”. El Panel dice simplemente: “Consideramos que si realmente esta especie de pez no se da en ningún otro sitio (para lo que deben explorarse todavía otros ríos) su pérdida es . . . un sacrificio aceptable”. Uno de los miembros del Panel, Thayer Scudder, es Profesor de Antropología del California Institute of Technology. Tiene el dudoso honor de ser considerado la autoridad mundial en materia de reasentamientos forzosos y dice ser “reconocido como el decano de los estudios sobre reasentamiento de comunidades”. El mismo señala que actualmente la corta de madera constituye la principal fuente de ingresos del gobierno de Laos, pero agrega que “la mejor fuente de ingreso de divisas para Laos es la venta de energía hidroeléctrica al exterior”. De manera que, según Scudder, la corta de 450 kilómetros cuadrados de selva, la inundación del área, la generación de un enorme barrial que será un criadero de mosquitos y la muerte de los árboles son cosas buenas. El experto señaló además que “para empezar, las personas a ser relocalizadas son extremadamente pobres” y concluyó: “Prefiero tratar de mejorar ese reasentamiento antes que sentarme y ponerme a criticarlo”. En un documental hecho para la televisión británica en 1987 Scudder manifestó que no podía señalar un solo proyecto, con o sin financiamiento del Banco Mundial, en el que la población desplazada hubiera sido adecuadamente rehabilitada. “La relocalización forzosa es casi la peor cosa que uno puede hacer a un pueblo antes de matarlo” dijo en la ocasión. Los problemas asociados con los reasentamientos en el proyecto Nam Theun2 ya han comenzado. La empresa militar laosiana Bholisat Phattana Khed Pou Doi (BPKP – literalmente Compañía para el Desarrollo de la Región de Montaña) ha realizado cortas en varias áreas fuera de la asignada al reservorio, incluída la de una propuesta zona de forestación comunitaria destinada a generar ingresos para los campesinos expulsados de sus tierras. BPKP ya ha trasladado a familias del área del reservorio, más allá de los reasentamientos programados en el marco del proyecto financiado por el Banco Mundial. En la zona se ha instalado un aserradero para procesar la madera cortada en el Plateau. El Panel de Expertos ha señalado que esta industria “una vez que sus recursos madereros se acaben y antes de que se coseche la madera de las plantaciones, puede ejercer presión política para que se le permita cortar dentro del área de conservación”. Sin embargo ello no ha hecho cambiar la posición del Panel a favor del proyecto. Otro de los miembros del Panel de Expertos es Tim Withmore, de la Universidad de Cambridge, muy conocido por su libro de 1990 “Introducción a los Bosques Tropicales”. Hace algunos años Withmore formó parte de otro equipo de expertos, en aquella ocasión contratado por el Joint Research Centre de la Comisión Europea. Tras dos días de trabajo el equipo generó un mapa para estudiar la deforestación en los “hotstops” del Planeta. Sus autores llegaron a la conclusión de que no hay esperanza de frenar la deforestación provocada por las madereras y los agricultores en las principales zonas donde hay bosque tropical. Withmore confirmó las conclusiones del informe a la revista New Scientits y agregó: “Asia está perdida. De todas maneras quedan muy pocos bosques primarios allí”. Teniendo en cuenta cuál es su punto de vista acerca del tema, no resulta sorprendente que Withmore considere que no hay ningún problema en borrar 450 km2 de selva, incluyendo a la gente que allí habita, para dar lugar al reservorio de una represa. Tampoco puede sorprender que él no se preocupe de que se sigan cortando los 19 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 bosques una vez que la represa sea construida. Lo que tal vez sí pueda ser sorprendente es que el Banco Mundial le siga pagando a una persona por dar consejos sobre una región que él mismo considera “perdida”. Por: Chris Lang, e-mail: [email protected] inicio - Filipinas: la decadencia de un gigante megadiverso Los mapas de vegetación de los libros de Geografía todavía muestran al archipiélago de Filipinas como cubierto de una densa selva tropical. Desgraciadamente ello no corresponde ya con la realidad. Durante los últimos 50 años alrededor de los dos tercios de los bosques del país –la mayor parte de ellos primarios- se han perdido y hoy en día la cobertura forestal es de sólo el 17%, muy lejos del 60% original. Para 1990 el área boscosa del país era de apenas algo más de siete millones de hectáreas, de las cuales sólo 1,75 millones en estado primario, al tiempo que de los manglares originales quedaba la mitad. Desde entonces la situación ha empeorado. . El retroceso de los bosques ha exacerbado las inundaciones, la erosión del suelo, la pérdida de medios de vida para las poblaciones locales, así como de valores estéticos y recreacionales, sin mencionar el obvio daño a la biodiversidad. Filipinas es considerado un país megadiverso. Alberga alrededor de 8.000 especies de plantas con flor, distribuidas en 1.600 géneros y 191 familias. Se han registrado más de 6.490 especies vegetales sin flor (algas, hongos, hongos, helechos, etc.). De modo que hay unas 14.500 especies de plantas diferentes en el país. Entre 30% y 40% de las mismas son endémicas. La acelerada deforestación y degradación de los bosques constituyen una grave amenaza para este patrimonio. La corta de madera ha sido históricamente la principal causa directa de deforestación en Filipinas. Los sucesivos gobiernos no sólo han preferido ignorar las actividades ilegales desarrolladas por empresas madereras transnacionales, sino que las han estimulado a través de la falta de controles, las prácticas corruptas y la promoción de un modelo orientado a la exportación. Desde la década de 1920 a fines de los ’60 Filipinas fue el mayor exportador de madera tropical de Asia. Hacia principios de los ’70 resultaba obvio, hasta para las propias autoridades, que los recursos forestales estaban desapareciendo rápidamente. En 1973 se estableció una prohibición de corta, que nunca fue implementada. En realidad sólo sirvió para concentrar la propiedad de licencias de madereo en manos de unos pocos allegados al entonces dictador Marcos. La nueva prohibición promulgada en 1866 fue igualmente inefectiva. Incluso después de 1991, cuando el madereo en áreas sensibles, como bosques primarios y algunas cuencas, estaba prohibido, el cumplimiento de las condiciones para evitar el madereo ilegal resultó imposible dada la falta de recursos. Al mismo tiempo que los bosques iban desapareciendo y la biodiversidad decreciendo, los madereros amasaban fortunas y la gran mayoría de la población se empobrecía cada vez más. Sin embargo no es el madereo la única actividad destructiva. La minería también está provocando una ulterior pérdida u degradación de los bosques. Alrededor del 40% del territorio nacional ya ha sido otorgado por parte del gobierno en concesión para la explotación minera por parte de empresas transnacionales. Asimismo otra significativa amenaza para la biodiversidad, en este caso a nivel local, es la cría industrial del camarón, que está generando la degradación y destrucción de vastas áreas de manglares. Las iniciativas oficiales para la conservación de los bosques han una y otra vez fracasado, a pesar de las copiosas sumas de dinero de fuentes internacionales gastadas en gran número de proyectos. La razón básica es que no se ha tenido en cuenta el múltiple valor de los bosques: como recurso básico para las economías locales, como herramienta para el control ambiental, como albergue de la biodiversidad. Y lo que es más importante, el tema de la tenencia de la tierra y los derechos de los pueblos indígenas, fuertemente vinculados a los problemas de los bosques, no ha sido abordado. 20 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 Al menos que esas y otras causas directas y subyacentes de la deforestación y degradación de los bosques sean urgentemente encaradas, la megadiversidad de Filipinas seguirá viéndose amenazada y en el futuro los mapas de vegetación de los libros de Geografía mostrarán un panorama completamente diferente. Artículo basado en información obtenida de: “Deforestation in Philippines Preview of Things to Come”, Worldwide Forest/Biodiversity Campaign News, 6/3/2001; http: //www.photius.com/wfb/wfb1999/philippines/philippines_geography.html http://www.usaid-ph.gov/environment%20biodiversity_usaid.htm http://www.pnh.com.ph/fpp.htm inicio OCEANIA - Papua Nueva Guinea: dos enfoques opuestos sobre el uso de los bosques El estado de Papua Nueva Guinea (PNG) abarca la parte oriental de la isla de Nueva Guinea junto a una serie de islas más pequeñas en el Mar de Bismarck y el Mar del Coral en la región del Pacífico. Posee una vida silvestre que se cuenta entre las mayores del Planeta. Tanto la diversidad natural como la cultural solían florecer en ese país. La gran variedad de microclimas y geoformas existentes en sus más de 462.840 kilómetros cuadrados ha posibilitado la existencia de diversos tipos de bosques, desde los bosques mixtos de las tierras bajas a los manglares de la costa. En consecuencia con ello los bosques de PNG suministran el hábitat a unas 200 especies de mamíferos, 20.000 especies de plantas, 1.500 especies de árboles y 750 especies de aves, la mitad de las cuales son endémicas de la isla. Se ha estimado que entre el 5 y el 7% de las especies conocidas en el mundo viven en PNG. Plantas y animales raros, como la mayor orquídea, la mayor mariposa, el lagarto más largo, la paloma de mayor tamaño y el loro más pequeño de que se tenga registro viven en sus bosques. Desde el punto de vista cultural, en el país se hablan más de 700 lenguas por parte de una población de 4.200.000 habitantes. Este patrimonio natural y cultural de características únicas se encuentra en peligro. El PNG Eco-Forestry Forum ha denunciado que entre 1975 y 1996 el país ha perdido más del 10% de sus bosques debido al madereo en gran escala. Empresas madereras extranjeras corruptas e inescrupulosas, son directamente responsables de tal destrucción. Incluso el Primer Ministro de PNG ha admitido que “la administración en el área forestal ha sido particularmente pobre, con el efecto colateral de la promoción de prácticas corruptas y del socavamiento de la sustentabilidad ambiental de las operaciones de madereo”. Hoy en día casi la mitad de las bosques accesibles en el país ya han sido otrogados en concesión para el madereo con fines industriales, al tiempo que otros 30 proyectos de ese tenor están amenazando al resto. En 1999 la iniciativa del gobierno de PNG para frenar la alarmante tasa de pérdida del bosque tropical estableciendo una veda para nuevos proyectos de madereo y comprometiendo su apoyo a programas de forestación comunitaria y conservación, generó entusiasmo a nivel de los ambientalistas y las comunidades locales. La movida por parte del gobierno se debió principalmente al requerimiento formulado por el Banco Mundial de una moratoria a nuevas concesiones madereras hasta que se realice una completa revisión, como condición para obtener un préstamos para un ajuste estructural. A pesar de ello ahora el Banco Mundial está pronto para realizar el desembolso final del préstamo, si bien la revisión todavía no se ha completado. Se teme que una vez que haya recibido todo el dinero el gobierno de PNG, deseoso de obtener dinero de las exportaciones, habrá de ignorar la prohibición de corta y promover así la destrucción final de los bosques del país. ONGs de PNG e internacionales han lanzado una campaña en todo el mundo para proteger los bosques y la biodiversidad de PNG y para promover un enfoque basado en la ecoforestación. Este modelo alternativo de conservación comprende una variedad de actividades para el uso sustentable de los recursos forestales en manos de las comunidades locales. Actividades tales como la recolección de frutas y de mariposas, el cultivo de ratán y plantas medicinales, la investigación científica y el ecoturismo, junto con la corta de madera en pequeña 21 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 escala. Los beneficiarios no serían en este caso las empresas madereras transnacionales sino la población local, a la vez que la conservación es parte del sistema productivo. Ahora el gobierno de PNG debe decidir si brindará apoyo a la población local y al ambiente o a las empresas transnacionales y su destrucción. Artículo basado en información obtenida de: http://www.globalresponse.org/gra/current.html ; http://forests.org/recent/2001/bankabrd.htm; The World Guide 1997/98. inicio GENERAL - Día internacional por los bosques y contra el libre comercio El denominado “libre comercio” consiste en realidad en garantizar el poder ilimitado de las transnacionales para gobernar el mundo, en detrimento de la gran mayoría de la humanidad y de la naturaleza. Es este contexto que Native Forest Network (NFN) –una red internacional de organizaciones y personas dedicadas a la protección de los ecosistemas boscosos que quedan en el mundo, así como de las comunidades indígenas de los bosques- está convocando a un Día internacional por los bosques y contra el libre comercio, que tendrá lugar el 19 de abril en el Hemisferio Norte y el 20 de Abril en el Hemisferio Sur. El evento habrá de coincidir con las actividades a ser llevadas adelante en la ciduad de Quebec, Canadá, contra la Cumbre de las Américas durante los mismos días. La cumbre se reunirá para impulsar la implementación del Tratado de Libre Comercio de las Américas, una expansión del NAFTA y el Acuerdo Multilateral de Inversiones, que ha sido muy resistido por organizaciones sociales y ambientalistas. Las personas interesadas en obtener más información sobre la organización de esta protesta a nivel global pueden contactar a los organizadores en las siguientes direcciones: Hemisferio Norte: e-mail: [email protected] ; http://www.nativeforest.org Hemisferio Sur: e.mail: [email protected] ; http://www.nativeforest.org inicio - Cobertura Forestal: nuevo boletín sobre asuntos forestales globales La Coalición Mundial por los Bosques (Global Forest Coalition) es una alianza informal de ONGs y Organizaciones de Pueblos Indígenas que participa del debate acerca de la política forestal a nivel mundial, establecida cuando la última sesión del Foro Intergubernamental de Bosques (IFF) en febrero de 2000. En enero de 2001 fue publicado el primer número de “Cobertura Forestal”, boletín de la Coalición Mundial por los Bosques. Este número incluye los artículos: - Acerca de Cobertura Forestal - Una carrera por dinero, por Miguel Lovera - El desacuerdo sobre los bosques contribuye a descarrilar las conversaciones sobre el clima, por Ian Fry - La reunión de Bonn discute el futuro del Foro sobre bosques de las Naciones Unidas, por Tom Griffiths - ¿Participar o “enriquecer la discusión”? por Simone Lovera - ¡Finalmente los bosques! La CDB comienza a trabajar sobre biodiversidad forestal, por Gudrun Henne - Informe sobre otras actividades relacionadas con bosques - Calendario 2001 de reuniones sobre los bosques 22 BOLETIN 44 del WRM Marzo 2001 Las personas interesadas en leer este boletín (pueden acceder a él directamente a través de la página web del WRM: http://www.wrm.org.uy/CMB/cobertura.html ) Para recibirlo directamente hay que escribir a: [email protected] inicio - Artículo sobre Ecuador: aclaración de FUNDECOL Verónica Yépez, de la ONG ecuatoriana FUNDECOL, nos envió un mensaje en relación con un artículo publicado en el número 43 de nuestro boletín (“Ecuador: acción por los manglares e Guayas). Nos agradece la publicación del artículo y a la vez hace algunas aclaraciones sobre la información allí suministrada. Manifiesta que, de acuerdo con la Cámara Nacional de Acuicultura, en 1999 había en Ecuador 175.253 hectáreas de piscinas camaroneras, y en el 2000 este número aumentó a 207.000 hectáreas. Asimismo se aclara que la Ley Troley II efectivamente fue aprobada por el Parlamento ecuatoriano en agosto de 2000, pero en diciembre de ese mismo año la Corte Constitucional declaró inconstitucionales 22 artículos, entre los cuales el nro. 164, que otorgaba la propiedad de playas y bahías a la industria camaronera. Por último, se explica que en la Coordinadora Nacional en Defensa del Manglar participan tanto comunidades locales ocupadas del manejo del manglar como ONGs ambientalistas ocupadas en su conservación. inicio 23