18 Julio-septiembre de 2011 18 Julio-septiembre de 2011 Reflexión sobre las representaciones sociales de los profesionales de la salud mental La profesionalización del docente y sus competencias en el ámbito de la salud La identidad docente desde una perspectiva hermenéutica Estrategias de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes de Psicología Identificación de alumnos con talento en una escuela secundaria Evolución de la matrícula femenina en la educación superior de la región Altos Sur de Jalisco ¿Qué queda al final de un plan de estudios? Conceptos matemáticos en estudiantes de bachillerato La Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt en adolescentes veracruzanos Factores sociodemográficos asociados al consumo cultural, del tiempo libre y de medios de comunicación en una universidad pública UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA Dr. Marco Antonio Cortés Guardado Rector General Dr. Miguel Ángel Navarro Navarro Vicerrector Ejecutivo Centro Universitario de Ciencias de la Salud U n i v e r s i d a d d e G u a d a l a j a r a Número 18 / Julio-septiembre de 2011. ISSN: 1665-3572 Lic. Alfredo Peña Ramos Secretario General CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUD Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez Rector Dr. Salvador Chávez Ramírez Secretario Académico Mtro. Álvaro Cruz González Secretario Administrativo DIRECTORIO Director y editor general: Baudelio Lara García Mesa de redacción: Fabiola de Santos Ávila Raúl Romero Esquivel Jorge Martínez Casillas Comité científico editorial: Mtra. Ana Rosa Castellanos Castellanos (Universidad de Guadalajara) Dra. Graciela Cordero Arroyo (Universidad Autónoma de Baja California) Dra. Teresa Gutiérrez Rosado (Universidad Autónoma de Barcelona) Dra. Sara Catalina Hernández (CIPS Centro de Investigaciones Pedagógicas y Sociales SE Jalisco) Mtro. Manuel Moreno Castañeda (Universidad Virtual UdeG) Mtra. Anita Nielsen Dhont (ITESO) Mtra. Irma Susana Pérez García (Universidad de Guadalajara) Dr. Enric Roca Casas (Universidad Autónoma de Barcelona) Dr. Ricardo Romo Torres (CUCSH-Universidad de Guadalajara) Dra. Alma Vallejo Casarín (Universidad Veracruzana) Dr. Luis Vicente de Aguinaga Zuno (CUAAD-Universidad de Guadalajara) Dra. Maritza Alvarado Nando (CUCS-Universidad de Guadalajara) La Revista de Educación y Desarrollo es una publicación de periodicidad continuada. El presente número aparece gracias al patrocinio del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara. Sierra Nevada 950, puerta 16, edificio “I”, primer nivel. Guadalajara, Jalisco, México. Código postal 44340. Tel./Fax (01) (33) 10.58.52.58 www.cucs.udg.mx E-mail: [email protected], con copia a: [email protected], [email protected] Asesor editorial: Juan Pablo Fajardo Gallardo La Revista de Educación y Desarrollo publica artículos científicos que constituyan informes de investigación, revisiones críticas, ensayos teóricos y reseñas bibliográficas referidos a cualquier ámbito de la educación para la salud, la psicología educativa y, en general, las ciencias de la educación. Los trabajos deberán ser originales, inéditos y no estar simultáneamente sometidos a un proceso de dictaminación por parte de otra revista. Este número se publica con el apoyo del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la UdeG. Reserva de derecho al uso exclusivo del título: 04-2002062713040000-01. ISSN: 1665-3572. La Revista de Educación y Desarrollo está incluida en LATINDEX, PERIODICA, CLASE, IRESIE, Google Académico y en el Ulrich’s International Periodical Directory (Directorio Internacional de Publicaciones Periódicas y Seriadas Ulrich). Todos los artículos publicados son sometidos a arbitraje por un mínimo de tres evaluadores externos (peer review). Se autoriza la reproducción del contenido siempre que se cite la fuente. Los derechos de propiedad de la información contenida en los artículos, su elaboración, así como las opiniones vertidas son responsabilidad exclusiva de sus autores. La revista no se hace responsable del manejo doloso de información por parte de los autores. Diseño y diagramación: Cuauhtémoc Vite, ViteArte. Tiraje: 1,000 ejemplares. Contenido / Summary 3 Presentación Artículos originales: Representaciones sociales de los profesionales de la salud mental y su reflexión [Mental Health Professional’s Representation and its Reflection] Vlasta Janská 5 La profesionalización del docente y sus competencias en el ámbito de la salud [The Professionalization of Teachers and Their Competences in the Field of Health] Fernando Herrera-Salas, Eduardo Stein-Gemora, Marco Aurelio Morales-Ruiz, Liliana Hernández-Mendoza 19 La identidad docente desde una perspectiva hermenéutica [Teachers Identity From an Hermeneutic Point of View] Luis Antonio Monzón-Laurencio 27 Estrategias de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes de la licenciatura en Psicología del CU UAEM Temascaltepec [Strategies of Learning and Academic Achievement For Students in BSs. In Psychology Of The CU UAEM, Temascaltepec, Mexico] Daniel Cardoso-Jiménez, Manuel Antonio Pérez-Chávez, Marcela Jaramillo-Jaramillo, Rafael Valentín Mendoza-Méndez, Germán Santillán-Delgado, Salvador Bobadilla-Beltrán 35 Identificación de alumnos con talento en una escuela secundaria de la zona metropolitana de Guadalajara [Identifying Talented Pupils at a Secondary School in the Metropolitan Area of Guadalajara] Daniel Cervantes-de Dios, María de los Dolores Valadez-Sierra, Baudelio Lara-García, Rogelio ZambranoGuzmán, Luz Pérez-Sánchez, Elena López-Cobeñas, Ignacio Avelino Rubio 41 Evolución de la matrícula femenina en la educación superior de la región Altos Sur de Jalisco: el caso del Centro Universitario de los Altos [Evolution of Female Enrollment In Higher Education In The South Altos Zone of Jalisco: The Case of the Centro Universitario de los Altos] Gizelle Guadalupe Macías-González, Juan Francisco Caldera-Montes, María de Jesús Iñiguez-Iñiguez 51 Conceptos matemáticos en estudiantes de bachillerato. ¿Qué queda al final del desarrollo de un plan de estudio? [Mathematical Concepts in High School Students. What is the End of the Development of a Plan of Study?] José Jiménez-Mora 59 La Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt en adolescentes veracruzanos [Andrade & Betancourt’s Parental Practices Scale in Adolescents of Veracruz] Herminia Beatriz Segura-Celis Ochoa, Alma Gloria Vallejo-Casarín, Jesús Rafael Osorno-Munguía, Rosa María Rojas-Rivera, Sandra Irene Reyes-García 67 Factores sociodemográficos asociados al consumo cultural, del tiempo libre y de medios de comunicación en la educación superior de una universidad pública en Guadalajara [Sociodemographic Factors Associated with the Consumption of Culture, Leisure and Media in Higher Education at a Public University in Guadalajara] Laura Patricia Haro-Jiménez, Carlos Cabrera-Pivaral, Carmen Lizette Tornero-González, Irma Patricia González-Rojas, Gabriela Carrillo-Núñez 75 ¿Y esto para qué me sirve? La motivación hacia la lectura y la escritura [Why do I Have to? Review of the Motivation Towards Reading and Writing] Norka Guevara 83 Documenta Diagnóstico y perspectivas de desarrollo de la Maestría en Psicología con Orientaciones del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara Baudelio Lara-García 89 Normas para la recepción de colaboraciones en la Revista de Educación y Desarrollo 96 En portada Emanuel Tovar 98 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 2 Presentación D esde Brno, República Checa, Vlasta Janská presenta un interesante estudio fenomenológico para reflexionar sobre la percepción y los prejuicios hacia los profesionales de la salud mental. Herrera-Salas y colaboradores, por su parte, analizan el tema de la profesionalización del docente y las competencias que requiere desplegar en el ámbito de las ciencias de la salud. Tipifican cuatro niveles o ámbitos de aplicación: el plano de su praxis docente, el del ethos profesional, la dimensión del impacto curricular y el ámbito del desarrollo disciplinar. Monzón, partiendo de las ideas de Beuchot y bajo una perspectiva hermenéutica emparentada con los postulados de Strawson y Ricoeur, reflexiona sobre la identidad docente como un tipo de narración analógica en la que se eligen determinados enunciados para afirmar que alguien es docente, evitando los extremos de una identidad única y universal, y la falta de identidad. Cardoso-Jiménez y colaboradores presentan los resultados de un estudio que correlaciona las estrategias de aprendizaje y el rendimiento académico en estudiantes de Psicología por medio de la Escala de Estrategias de Aprendizaje (ACRA). En últimos años se ha dado una gran importancia a la atención de niños sobresalientes y recientemente se ha planteado ampliar la atención a los alumnos con talento y ampliar la cobertura hasta nivel secundaria. Sin embargo aún no se desarrolla una propuesta para la identificación del talento. El trabajo que presentan Cervantes y colaboradores se plantea identificar a alumnos talentosos en el nivel de educación secundaria. Macías-González y colaboradores, describen en términos cuantitativos, la evolución de la matrícula femenina en una región en las carreras del Centro Universitario de los Altos de la Universidad de Guadalajara, en un amplio periodo que abarca desde su fundación (1994), hasta febrero de 2009. Los resultados obtenidos muestran una tendencia creciente de matrícula de la población femenina en la mayoría de las carreras estudiadas. La construcción e incorporación de conceptos matemáticos a las estructuras de conocimientos de los estudiantes, particularmente en planes de estudio donde los contenidos están articulados de manera vertical, son tareas cuya realización atraviesa por las formas de enseñanza a la que se ven sujetos los estudiantes. La hipótesis que sostiene Jiménez-Mora en el trabajo que presenta afirma que como resultado del tratamiento de los contenidos en un ambiente de enseñanza donde se insiste en la reflexión sobre los significados de los conceptos matemáticos, los estudiantes son capaces de recordarlos en nuevas experiencias donde se requiere su comprensión. Tras un período de trabajo de dos años con dos grupos de estudiantes de educación media superior sujetos a dos modelos distintos de enseñanza –uno con énfasis en el carácter conceptual del conocimiento matemático y otro con énfasis en su carácter instrumental– se presentan sus resultados comparados en términos de los elementos que son capaces de evocar respecto de un conjunto de conceptos clave contemplados en la asignatura de Matemáticas a lo largo de ese período. Segura-Celis Ochoa y colaboradores comparan comparar las propiedades psicométricas de la escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt (2008), en 3 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. PRESENTACIÓN una muestra de adolescentes de Veracruz. Compararon las estructuras factoriales y las confiabilidades obtenidas y concluyeron que este instrumento es útil para comparar dos poblaciones de una forma válida y confiable. Haro-Jiménez y colaboradores, analizan los factores sociodemográficos asociados al consumo cultural, el tiempo libre y los medios de comunicación en un centro universitario, partiendo del supuesto que en espacios educativos como éste, sos seres humanos construyen prácticas formales y no formales que contribuyen a contribuyen a la construcción de la sociedad en que vivimos. Por último, Guevara presenta dos métodos, el teatro de lectores y la escritura creativa a través del arte, como instrumentos didácticos para la creación de instancias lúdicas, plataformas para la motivación y el aprendizaje significativo, una vía también para que el docente ponga en cuestión su propio oficio. La portada de este número es ilustrada con una obra del joven artista tapatío Emanuel Tovar Andrade. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 4 Representaciones sociales de los profesionales de la salud mental y su reflexión VLASTA JANSKÁ1 Resumen Se están publicando muchos estudios sobre la estigmatización de las personas con enfermedad mental pero ¿cómo vemos a las personas que trabajan con ellos? El objetivo de este trabajo pretende contestar a la pregunta siguiente: ¿Cómo mis representaciones influyen en lo que espero de los profesionales de ayuda en los servicios de atención por los enfermos mentales? Con este fin he identificado la evolución de mis ideas, procurando hacer una reflexión constante de ellas, lo cual ha transcurrido en tres fases. El resultado de esta reflexión se expresa en recomendaciones sobre cómo ser consciente de nuestros prejuicios. Descriptores: Reflexión, Trastorno mental, Representaciones sociales, Prejuicio. Mental Health Professional’s Representation and its Reflection Abstract There are many studies about the stigmatization of people with mental illness; but how we see the people who work with them? To answer the question: “What influence has my representation on my expecting from the helping workers in mental health services? “, is the goal of this paper. I have described and tried to reflect the development of my ideas about clients and the helping workers. The process of reflection had three phases. The recommendations of what have helped to me to be aware of my prejudices towards mental health workers are the outcome of this paper. Key words: Reflection, Mental Illness, Social Representation, Prejudice. [ ] Artículo recibido el 18/11/2010 Artículo aceptado el 28/02/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 Estudiante del programa de Doctorado en Política y Trabajo sociales en la Facultad de Estudios Sociales de la Universidad de Masaryk, Brno, República Checa. [email protected] 5 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Vlasta Janská ARTÍCULOS los profesionales) que deduzco de ella. A continuación procuraré registrar el proceso durante el cual quise reflejar mis “ideas prejuiciosas” sobre los profesionales de ayuda (en particular, sobre los psiquiatras). Pienso familiarizar al lector con mis ideas basadas, en la mayoría de los casos, en la literatura, y también en estancias breves en algunos establecimientos sanitarios. Después haré una recapitulación de la evolución de los cambios de mi postura hacia los profesionales de ayuda, a la que llegué al haber trabajado más intensamente en un establecimiento sanitario que aplica métodos psicoterapéuticos en su trabajo con los clientes. Finalmente, haré una comparación del estado de partida, del estado de seguimiento y del estado actual del proceso de mi autorreflexión y plantearé preguntas que han de reforzar la capacidad de reflejar los prejuicios (ser consciente de ellos) y no utilizarlos sin una reflexión, sin considerarlos. Introducción D urante una investigación realizada en 2006, la cual estaba orientada a las formas de comunicación entre los profesionales de ayuda y pacientes con psicosis, al valorar el comportamiento de algunos de ellos, llegué a la conclusión de que era prejuiciosa. Creo que los profesionales que ayudan a los clientes aplican sobre ellos, de forma más o menos consciente, ideas preestablecidas,1 con lo cual pueden perjudicarlos en el caso de aplicarlas de manera mecánica, sin pensar sobre el carácter del cliente (Janská, 2010). Me incitó ver aplicado “el modelo sanitario preestablecido” y la advertencia de un psiquiatra ante el posible perjuicio que yo podría sufrir a la hora de confrontar mis ideales con la práctica. Partiendo de mis experiencias al identificar las ideas preestablecidas que tienen los profesionales de ayuda sobre los clientes, empecé darme cuenta de mis propias ideas adquiridas sobre esos profesionales y quise averiguar si yo tenía prejuicios sobre ellos en el campo de la atención de la salud mental y, en caso positivo, cuáles eran. En fin, quería llegar a saber cuál era mi postura hacia los profesionales de ayuda. Mi imagen sobre un profesional concreto se ha ido formando a partir del trato que éstos tienen hacia con los clientes, con los pacientes con enfermedad mental diagnosticada. Opté por establecer dos modelos extremos, para hacer una “división” sencilla. El primero incluye a trabajadores con inclinación hacia posturas con prejuicios que denomino modelo sanitario (ver Cuadro 1). Con éste contrasta el segundo, el modelo terapéutico de atención al cliente, también a continuación en el texto. Ambos modelos están descritos en la literatura (en particular Goffman, 2003; Kopriva, 1997; Libiger, 2002; Musil, 2004; Watzlawick, 1999). La gente suele identificar fácilmente los errores en el comportamiento de otros; el objetivo del presente trabajo consiste en atraer la atención a mí misma. Por ello me planteé la siguiente pregunta: ¿Cómo mis representaciones influyen sobre lo que espero de los profesionales que atienden a enfermos mentales? Miovský (2006), además recomienda realizar la autorreflexión durante la investigación, ya que con ello elevamos la validez de nuestras observaciones gracias a la identificación de elementos introducidos en la misma por el propio investigador. En primer lugar, delimitaré los conceptos actitud hacia el cliente y el modelo (o representación sobre Actitud hacia los clientes Para contestar la pregunta de ¿Cómo influyen mis representaciones en lo que espero de los profesionales que atienden a los enfermos mentales? constituí una tipología simplificada de dos enfoques, dos actitudes hacia el cliente. Son los modelos “sanitario“ y “terapéutico“ (ver Cuadro 1). En esos modelos describo de qué manera fui creando representaciones sobre los profesionales con base en su actitud y en su trabajo hacia con los clientes. El lector atento se habrá fijado que he formulado ambos modelos desde una perspectiva antipsiquiátrica. El modelo sanitario es concebido como problemático. Esta óptica de partida de lo “indeseable” del modelo sanitario es testimonio de mis ideas y de su estructura al principio del proceso de autorreflexión. He mantenido mi representación primaria en el cuadro y a continuación haré un comentario al respecto. Ambos modelos son descritos en el cuadro como modelos de actitud y trabajo hacia los clientes. En mi opinión, la actitud hacia el trabajo con los clientes la concibo como intervenciones que se basan en tres elementos fundamentales: reglas/normas para tratar a los clientes; preferencias; y, “conocimiento sobre los clientes”. ˆ Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 1. Reglas/normas para tratar a los clientes. Musil (2004) percibe las reglas de actitud hacia los clientes en el marco de un establecimiento/organización como reglas que expresan ideas reconocidas sobre cómo dominar condiciones de trabajo habituales y dilemas; 6 Representaciones sociales de los profesionales de la salud mental… ARTÍCULOS Cuadro 1. Modelos de actitud hacia los clientes y representaciones derivadas sobre los profesionales Reglas del trato hacia los clientes Modelo Profesional de ayuda Reacción a la situación actual del cliente Relación Preferencia Objetivo del tratamiento “El conociPercepción del cliente miento sobre Causa principal el cliente” del mal Confianza Modelo sanitario Tiende a etiquetar al cliente;2 no sabe mantener los límites de “ayuda“ (o los traspasa o manipula –el poder); profecía autorrealizada. Hospitalización, estigmatización; la medicación es el instrumento fundamental. De desigualdad, dominancia, superioridad. Estabilizar al cliente; en los pacientes hospitalizados repetidamente, a menudo se presupone que su dolencia será crónica y persistente. Persona con desviación, manipulativa, abusa del sistema, agresiva. Carácter biológico. No se puede creer a los clientes; lo que dicen carece de sentido. una de las opciones del dominio puede ser la división estereotipada hacia los clientes “dignos” y “no dignos” de atención. Las reglas pueden quedar determinadas también con las opiniones de expertos/especialistas de la época. En este sentido, Repper (2002) plantea su crítica de lo que aconsejan los expertos que no recomiendan tomar en serio lo que dicen los clientes. Repper dice: “si concebimos la postura u opinión de los clientes como no consistente, no válida y no realista, es indispensable decirles qué desear y cómo alcanzarlo” (Repper, 2002:40, v. p.). Modelo terapéutico Prefiere la actitud de empowerment/ apoderar al cliente; logra compenetrarse con la situación del cliente, muestra empatía. Atención dentro de la comunidad, autonomía –respuesta a las necesidades del cliente; dar de alta, apoderar–3 considera al cliente como sujeto principal; instrumento fundamental = psicoterapia prolongada. De igualdad, “partenariado”; abierta; cooperación. Curación, entendimiento. Personalidad funcional, su respuesta es comprensible frente al “medio insano”. Situación de prolongados contratiempos (estilo de comunicación, relaciones). Los clientes tienen determinada experiencia y, desde su punto de vista, su comportamiento tiene sentido. • Intereses. “El interés es el eslabón intermediador entre los valores del hombre y las condiciones para alcanzarlo”(Musil, 2004:154). 3. “El conocimiento sobre los clientes”. Son ideas preestablecidas sobre las cualidades de otros, en este caso de los profesionales de ayuda, que “tenemos” todos nosotros. La diferencia, sin embargo, radica en nuestra aplicación de esas ideas en el cliente (ver modelo sanitario y modelo terapéutico). “El conocimiento de los clientes” podemos utilizarlo como instrucción a la pregunta sobre el cliente, o sea, someterlo a prueba; o como instrucción a la respuesta, o sea; no someterlo a ninguna prueba. 2. Preferencias parciales. Son “valores, enfoques o actitudes, intereses y objetivos <<personales>> de los individuos” (Musil, 2004:28). Jandourek (2001:193) ofrece la definición de la preferencia como “comportamiento mediante el cual la persona escoge de una gran cantidad de posibilidades/opciones que se le ofrecen en el espacio social”. Las preferencias parciales están formadas por: • Objetivos. Musil (2004) concibe el objetivo como punto de partida de una actividad. • Valores y posturas personales. Para que surja un prejuicio es indispensable que exista un proceso de categorización. “Las categorías más importantes de las que dispone el hombre, son su sistema de valores” (Allport, 2004:56). El Cuadro 1 refleja la conclusión de que el Modelo sanitario de actitud hacia el cliente es caracterizado: • Desde el punto de vista de las reglas de trato, por la etiquetación del cliente. El médico etiqueta al paciente estableciendo el diagnóstico sobre la cual ha de ser tratado. De esta forma, al cliente se le impone un papel estigmatizado. En el modelo sanitario es el propio personal y su comportamiento el que impide al paciente abandonar ese papel impuesto. Además, el medio social del cliente también responde a la etiqueta y no al comporta7 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Vlasta Janská ARTÍCULOS miento del cliente (Libiger, 2002). La etiquetación tiene un vínculo estrecho con la profecía autocumplida o autorrealizada. La profecía autocumplida es el trastorno en la comunicación que es crucial para los profesionales de ayuda con respecto a su relación hacia los individuos con experiencia en alguna enfermedad mental. Califica las formas de comportamiento “que en otras personas es provocado por reacciones a las cuales este comportamiento podría haber sido una respuesta adecuada si no habría sido condicionado por sí mismo.” (Watzlawick, 1999:85). Es una interacción en la cual, el prejuicio de un individuo induce el comportamiento a otro individuo. El profesional percibe su propia actuación como respuesta al comportamiento del cliente y no como algo que pudo haber provocado el comportamiento del cliente. Para el modelo sanitario es importante aplicar el poder en la relación entre el paciente y el profesional de ayuda. Hay una regla patente para este modelo: cuánto más poder la institución adjudica al personal, tanto mayor será la desconfianza y distancia hacia cliente. Además, según Kopriva (1997:40): “El sistema basado en el poder conduce a una manipulación de las dos partes”. Por otra parte, al cliente puede protegerlo ante algún perjuicio pero también hacerlo incompetente. (Kopriva, 1997). Junto con el poder va unida la actitud directiva que, según Kop_iva, es legítima en caso de peligro de demora o cuando el cliente atraviesa una crisis aguda. Asimismo, añade que la actitud directiva4 despierta en el cliente la tendencia de considerar como autoridad a cualquier profesional de ayuda, lo cual complica el trabajo no directivo mediante el cual es posible alcanzar cambios cualitativos permanentes. En una relación no simétrica es más fácil que un profesional ayude al cliente con su postura directiva mediante su autoridad formal (adjudicada) que en una relación simétrica, ya que puede persuadir al cliente de aceptar el estigma,5 o sea, la postura del profesional. Este punto de vista es posible si aceptamos la tesis de Goffman (2003:157): “ser normal” o ser “estigmatizado” es más bien asunto de la actitud del profesional hacia las cualidades del cliente que la consecuencia de las cualidades del cliente. Cuanto más a menudo el cliente juega el papel de estigmatizado en la comunicación con el profesional, tanto más estigmatizado se está convirtiendo. También es importante el proceso de la autoestigmatizacón6 del cliente. En la actitud Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. sanitaria predomina el intento por aislar al cliente de la sociedad mayoritaria. • Desde el punto de vista de las preferencias, el objetivo consiste en estabilizar el estado del cliente y, mediante fármacos, suprimir los síntomas de la enfermedad. Repper (2002) alude la experiencia de una clienta, a la que le dijeron que no se podría curar del todo y que el objetivo de la terapia en su caso consistía en ir superando el día a día, día tras día. • Desde el punto de vista “del conocimiento sobre los clientes”, al cliente se le percibe como a persona con desviación que abusa del sistema de la atención sanitaria, manipula y puede ser agresiva. La causa de la enfermedad es de carácter biológico; por ejemplo, el desequilibrio químico, y al cliente no se le puede creer todo lo que dice. A diferencia del modelo sanitario, el modelo Terapéutico basa su actitud hacia el cliente en lo siguiente: • Desde el punto de vista de las reglas de la actitud de trato, los trabajadores cooperan con el cliente, tienen la capacidad de empatía (capacidad de imaginar y mentalizarse en lo que siente el otro, capacidad de captar el estado de ánimo del otro sin tener que cambiar su comportamiento y su forma de ser. Así podemos ayudarle, según la situación y no según lo que emocionalmente sentimos. ¡La empatía entonces no significa identificarse con lo que vive el cliente, asumiéndolo!). Al cliente no lo apartan; al contrario, procuran aprovechar los recursos en la comunidad para reforzar así el sistema natural de ayuda abriendo espacio para la toma de decisiones participativa de los clientes, conservando su autonomía. El empoderamiento/empowerment puede tener diferentes formas e impactos sobre el individuo... es un concepto multidimensional que más bien describe “el proceso y no el acontecimiento” (Chamberlin, 1997, en Walters, 2001:7, v. p.). El profesional que utiliza la actitud de empoderamiento es característico que permita al cliente tomar decisiones; le facilita el acceso a la información; le da la posibilidad de elegir; considera al cliente parte del grupo: fomenta el crecimiento del mismo, su autoconfianza, con lo cual éste puede ir superando el estigma; respeta las necesidades del cliente, etc. (Walters, 2001). Dotar al cliente de esa fuerza puede desembocar en que sea capaz de tomar decisiones sobre la base de la información acerca del tratamiento que recibe, que pueda escoger la actividad que 8 ARTÍCULOS Representaciones sociales de los profesionales de la salud mental… tente>>, etc. Cuanta menor seguridad tiene el terapeuta, tanto más se inclina a conceptos estereotipadores y frases vacías” (Bruchová, 1997:28). Dentro de este contexto, Alfred Schütz usa el concepto “estandarización” que define de la siguiente forma: “Todas las interpretaciones del mundo actual se basan en la experiencia acumulada... que funciona como un acervo de conocimiento... como un esquema de referencia... y es constantemente modificada y completada... Este cúmulo de conocimientos funciona como instrucción para las interpretaciones del mundo de la vida/social y el trato con los objetos y con los seres humanos de tal forma que en cada situación alcancemos el mejor resultado con un mínimo de esfuerzo desplegado evitando así consecuencias indeseadas” (Nohejl, 2001:71). Los esquemas estandarizados que parten de la categorización7 sirven ante todo para dominar las actividades rutinarias de la práctica. La estandarización a base de prejuicios la interpreto como un acopio/almacenamiento de conocimientos basado en la propia experiencia, pero también en la experiencia de otros, que comprende valoraciones o tratos negativos con el individuo con enfermedad mental. La valoración puede ser también presuntamente positiva (al percibir a los clientes como “pobrecitos”) y, simultáneamente, puede tener un impacto negativo sobre el cliente, ya que los trabajadores que la aplican, tienden a “hacer cosas/actuar por los clientes“ asumiendo la responsabilidad del cliente. El profesional que aplica la estandarización a base de prejuicios tiende a manipular al cliente, ya que lo percibe como objeto pasivo de su terapia. prefiere, que pueda escoger el centro o al profesional apropiado. ¡Los usuarios de estos servicios no deben depender de los profesionales! Según Pichaud (1998; citado en Nesasová, 2004), el individuo autónomo es capaz de llevar una vida basada en sus propias reglas; él es el amo de su desenvolvimiento y de su forma de vivir. Los profesionales procuran establecer una relación simétrica con el cliente basada en la confianza y la comunicación abierta. Sacks afirma que, en el proceso del tratamiento, la relación entre el profesional y el usuario es la más importante (Sacks, 1994, citado en Zarvisek, 2006). Repper (2002) considera la relación entre un esquizofrénico y un profesional como fundamental para que cualquier intervención psicosocial tenga éxito. • Desde el punto de vista de las preferencias, el objetivo del tratamiento consiste en curar al cliente mediante psicoterapia prolongada. • Desde el punto de vista del “conocimiento sobre el cliente”, los profesionales parten del concepto de la personalidad que funciona, considerando la enfermedad como una de las características del hombre y como respuesta sana a condiciones prolongadas o fuertes, no sanas/malignas. Aplican sus ideas sobre el cliente como hipótesis (ver a continuación tipificaciones/estandarizaciones examinadas). ˆ ˆ La actitud hacia el cliente y el trabajo con él representa un sistema complejo “del conocimiento sobre el cliente”, de preferencias y de actuación/tratamiento. “El conocimiento del cliente”, según la forma de su aplicación Examinados = hipotéticos A diferencia de estandarizaciones a base de prejuicios, “el conocimiento sobre el cliente” examinado sirve de instrucción para saber qué observar. “Tarde o temprano, el estudiante tiene que asumir o aceptar la realidad simple e invariable, a saber: que no existen complejos típicos ni psicodinamismo claramente definido que podría descubrir en todos sus casos, ni reglas estrictamente formuladas cuya aplicación mecánica garantizaría éxito de forma automática” (Bruchová, 1997:28-29). Bruchová, en este contexto, llama la atención sobre la capacidad del profesional de valorar/juzgar una situación concreta desde el punto de vista de las necesidades del cliente y no con base en sus preferencias con el fin de reforzar/acrecentar su propio prestigio. El profesional examina sus ideas dándole al cliente espacio para una coparticipación activa en la terapia. El objetivo del presente capítulo consiste en describir cómo discernir “el conocimiento sobre el cliente” sobre la base de los prejuicios de los cuales toma parte en los exámenes. Sin examinar = con prejuicios El profesional aplica el “conocimiento sobre el cliente” basado en prejuicios en los casos en que describe al cliente individual y sus cualidades como una realidad. Bruchová alude el siguiente ejemplo: “En vez de observar al cliente para ver cómo se comporta y qué le dice y en vez de responder compasivamente, le pega una etiqueta absolutamente condenadora y que inhabilita”: <<pasivamente agresivo>>, <<masoquista>>, <<obsesivo>>, <<homosexual la9 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Vlasta Janská ARTÍCULOS que los hombres son atraídos hacia la psiquiatría por consecuencia de sus propias necesidades y que su interés depende de haber conocido en su propio pellejo la angustia, la depresión y la falta de seguridad. Sin haber conocido lo que conlleva el suplicio mental, el hombre probablemente no llegaría a tener ese interés permanente en aspectos más profundos por lo que atormenta a otros... la diferencia entre el terapeuta y el paciente sólo radica en la medida... si el terapeuta ha de probar sus capacidades, su cualidad, debe saber superar sus conflictos de forma realista y no permitir que sus problemas intervengan en la terapia” (Bruchová, 1997:117). Según Schmidbauer “el trabajo social [con la familia] llama la atención precisamente a las personas que en su infancia se sentían impotentes y dejadas al azar en los conflictos entre sus padres... y muchas veces se dejan llevar por la ilusión de que durante su trabajo de asesoría volverán a vivir con su cliente situaciones traumatizantes, las que ahora podrían superar mejor que en su infancia” (Spangenberg, 1987:322). Los clientes, en mi opinión, son personas a las cuales el psiquiatra les habrá diagnosticado algún trastorno mental. En mi investigación orientada a la forma de comunicación entre los profesionales de ayuda con los clientes (Janská, 2006) me concentré con personas con esquizofrenia diagnosticada. Los conocí en el marco de mi actividad de voluntaria y durante estancias prácticas de corto tiempo. Después, durante seis meses, trabajé de manera más intensiva con personas con problemas de neurosis. Los conceptos “cliente” y “paciente” los utilizo a continuación según el contexto, a saber, hablando de algún establecimiento sanitario, utilizo el concepto “paciente” y en otros casos el concepto “cliente”. En el presente capítulo también se manifiesta mi óptica original cuando consideraba al profesional que imponía el modelo terapéutico en el trabajo con el cliente como “el único correcto”. En su caso, parto de la premisa, automáticamente, de que su “conocimiento” sobre el paciente es decir, también sus eventuales prejuicios, ideas preestablecidas/hechas etc., son sometidos a prueba, relativizados o que son conscientes de ellos hasta tal punto que no permiten el perjuicio del cliente al no ofrecerle algún servicio. Ejemplo concreto de ello sería que una profesional a la que no le gustan los clientes que beben, no le dedicara la atención que se merecería aludiendo que, de todas formas, el cliente no mejoraría. Metodología y constructivismo social como punto de partida teórico Walter Lorenz (2004:145), en la introducción de su artículo plantea: “El trabajo social siempre ha tenido una relación complicada hacia la investigación”. Hay un camino que parece ser viable y que consiste en realizar la investigación en el trabajo social como proceso de reflexión/reflexivo, o sea vincular la teoría y la práctica. Es lo que procuraré plasmar en este texto. El método de mi investigación es la autorreflexión. La autorreflexión expresa el diálogo interior con uno mismo. El diccionario de pedagogía dice lo siguiente sobre la autorreflexión: “en general significa reflexionar sobre uno mismo, sobre la personalidad, repasar mis actuaciones pasadas, así como mis ideas, posturas, sentimientos; recapitular determinada fase/etapa de mi vida o conducta en situaciones de toma de decisiones importantes. El objetivo consiste en juzgar y valorarse a sí mismo, decidir qué cambiar y cómo elegir la estrategia futura” (Prucha, ˚ 1995:209). En la autorreflexión volvemos a nuestras experiencias, a las vivencias en situaciones concretas (Svec, 2005). Para obtener la respuesta a la pregunta sobre ¿Cómo mis representaciones influyen en lo que espero de los profesionales que trabajan en el campo de la atención en la salud mental?, hay que señalar que mi definición del profesional de ayuda comprende diferentes ámbitos de profesión (enfermeras, trabajadores sociales, psiquiatras, psicólogos, psicoterapeutas y también a mí misma). Lo común y vinculante para todos los enumerados en este caso estudiado es la motivación de los profesionales de ayuda. Bruchová la describe de la forma siguiente: “Suele afirmarse La descripción metodológica del transcurso de la autorreflexión ˆ Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Procuraré presentar al lector de este estudio cómo realicé la autorreflexión en la práctica. Antes que nada quise conocer qué representación tenía sobre los profesionales y tuve que admitir que lo que consideraba como verdades obvias podían ser mis construcciones que en algunos casos podían ser válidas en parte, o en su totalidad, pero en otros no, en absoluto. Hice la prueba en mí misma para ver si era capaz de ser lo suficientemente sincera y reflejar mis propias ideas, o sea “el conocimiento sobre los profesionales” y cómo las aplicaba. Ser sincera significa, desde mi punto de vista, dar preferencia al conoci10 ARTÍCULOS Representaciones sociales de los profesionales de la salud mental… les, lo cual modificó mi comprensión de los profesionales. La autorreflexión (Fase 3) de cara a los profesionales de ayuda es descrita en el subcapítulo “¿Qué llegué a saber sobre mí misma en el transcurso de la autorreflexión y qué recomendaciones se desprenden de ella?”. miento de la variabilidad aunque tenga consecuencias desagradables (por ejemplo, porque destruye mi imagen del mundo y las ideas que tengo acerca de mi propia persona) y verificar la validez de mis suposiciones aunque no me guste. Sentiría agrado si mi experiencia de la autorreflexión sirviera de inspiración para los profesionales de ayuda. Entonces, el objetivo consiste en conocer mis propias representaciones que me impiden ver la variabilidad de los profesionales de ayuda y su actitud hacia los clientes con enfermedad mental. Con este objetivo me dediqué a la observación compartida tomando apuntes a diario de mis impresiones para poder aprovechar la autorreflexión basándome en la autoobservación en el futuro. Me dediqué a averiguar a qué modelo (ver Cuadro 1) se acerca mi propia actitud hacia el cliente y qué actitud tengo hacia mis colegas. Mis experiencias en la primera fase de la autorreflexión partían de estancias breves en establecimientos que tratan a los enfermos mentales (departamentos de psiquiatría en los hospitales); en la segunda fase trabajé con clientes en grupos psicoterapéuticos en los centros de día. En la tercera fase planteo el resultado de la autorreflexión. Fase 1: “Los profesionales no lo hacen bien –deben quedar plenamente a disposición del cliente”. Al principio de la autorreflexión observé a los profesionales a través de la óptica del modelo terapéutico que para mí representaba el único enfoque correcto e ideal. Todavía antes de iniciar la práctica anoté cuales, según mi opinión, eran los intereses de sujetos escogidos y como eran aplicados, con lo que “confirmé” la inclinación de los profesionales hacia el modelo sanitario. A la par de ello fijé la orientación a seguir y a observar en los profesionales, impidiendo de esta manera percibir la variabilidad de situaciones. Los enfermeros y los trabajadores sociales Para mí, los intereses de las enfermeras y de los trabajadores sociales consistían en elevar su autoestima gracias al poder que tenían sobre los clientes, y con el fin de facilitarse el trabajo, protegerse a sí mismos y proteger su energía, impedir el síndrome del quemado (burnout), seguir el camino de la menor resistencia desde el punto de vista de la relación con los gerentes, colegas y pacientes. En mi opinión hacían valer sus intereses estando conformes con la cultura de la organización, la racionalización,8 que les ayudaba a superar los dilemas, a guardarlos en el subconsciente,9 aplicaban principios conocidos durante su formación, favoritismo10 (por ejemplo dedicando más tiempo a los pacientes con un pronóstico “mejor”) y control. Mis representaciones prejuiciosas El objetivo del capítulo consiste en describir la evolución de mis representaciones sobre los profesionales y documentarla con ejemplos. Al principio me vi fuertemente influida por la literatura y en la práctica viví estancias de corto plazo, sobre todo en el departamento de psiquiatría en un hospital, como voluntaria. En la segunda fase de la identificación de mis ideas sobre los profesionales me baso en una experiencia de seis meses, al haber tenido contacto y haber llevado una cooperación más intensiva con los colegas de la clínica psicoterapéutica. La tercera fase identifica mis ideas actuales, “el cierre” del proceso de autorreflexión. Los médicos Tenía la impresión de que el interés de los médicos consistía en estabilizar al paciente privándolo de alucinaciones y confusiones/fábulas, en facilitarse el trabajo debido a la cantidad elevada de pacientes por médico, en fomentar la sostenibilidad de la organización y obtener recursos de los seguros, así como en complacer al empleador y sus exigencias. Hacían valer sus intereses (en mi opinión) con superioridad y “disciplina”, acentuando actitudes de procedimiento, prefiriendo la ayuda material que tiene la ventaja de presentar los resultados mejor a las aseguradoras; manifestando conductas como si tu- Mis representaciones prejuiciosas sobre los profesionales y su impacto en mi propia actitud hacia los clientes Este capítulo describe mis representaciones sobre los trabajadores y su evolución. Al iniciar la práctica (Fase 1), mi idea consiste en que al profesional se lo conoce por estar plenamente a disposición del cliente. Más tarde (Fase 2), viví algunos momentos muy desagradables con clientes (para mí) muy difíci11 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Vlasta Janská ARTÍCULOS nal, le dijo que no estaba contento con él y le acusó de ser uno de los que hacían lobotomías.11 Al día siguiente, me dijeron que lo trasladaron a un instituto sanitario, contra su voluntad, a partir de la decisión de dos profesionales de ayuda, uno de los cuales fue el criticado por el paciente. Yo interpreté el acontecimiento como una manifestación de absoluta falta de profesionalidad de ese profesional de ayuda quien se dejó sacar de quicio y abusó de su poder. Pensé que el cliente tenía derecho de portarse de manera no adecuada, porque los obstáculos que se le impusieron en su vida le condujeron, por su intensidad y largo tiempo, a la psiquiatría, donde hubo de ser atendido por profesionales y esa atención me parecía que consistía, por ejemplo, en que el profesional de ayuda estuviera a su plena disposición, controlara sus emociones, no persiguiera venganza (no abusara de su poder). Me encontré con pacientes silenciosos, introvertidos, cuya percepción del mundo que les rodeaba era muy diferente de la mayoría de la sociedad en la que vivían y no lograban hacerse valer. También de ello deduje que tenían baja autoestima reforzada por la conducta de un médico, por ejemplo, con la falta de respeto hacia los pacientes que se manifestaba en que entraba en el cuarto sin saludar, planteaba preguntas estandarizadas como ¿piensa en cometer suicidio?, formulaba preguntas íntimas delante de otros colegas y otros pacientes, o reía cuando el paciente describía su supuesta falacia. El comportamiento de ese médico me pareció prejuicioso. Los pacientes eran “víctimas del sistema” con muy reducida posibilidad de decidir sobre su futuro. Podían “escoger” a su médico de cabecera al ser dados de alta, de la misma manera que podían escoger a su médico en el departamento psiquiátrico, lo cual, sin embargo, en la práctica no funcionaba eficazmente porque los pacientes no recibían información sobre este derecho. Eran repartidos en los cuartos del hospital según el sexo, la fase de su enfermedad y el número de plazas libres de los cuartos. Y cada médico atendía cuartos que le habían sido asignados previamente. El paciente podía solicitar la entrevista con el médico, pero si llegaba a realizarse, dependía únicamente de la decisión del médico y de su tiempo. La siguiente experiencia afirmó mis prejuicios sobre los psiquiatras aun más. Yo misma me vi “psiquiatrizada” por mis opiniones “ingenuas” cuando un psiquiatra me advirtió de la situación en la que hubiera que confrontar mis ideales con la realidad y quizás sufriera daño psíquico. Le envié al psiquiatra vieran una patente de la verdad, con su autoridad, sostén y responsabilidad por el paciente (por ejemplo un médico aseveraba al paciente que él sabía cómo se sentía). Mi estandarización prejuiciosa de los psiquiatras (sobre la opción teórica que tiene el paciente para escoger al médico, sobre las amplísimas competencias del médico que imprimen al paciente una posición de inferioridad, el no respeto del médico sobre las necesidades del paciente, etc.) surgió sobre la base de las interpretaciones de mis propias experiencias. He aquí algunos de los conocimientos: En una situación, un paciente quiso salir de paseo pero el médico tuvo la última palabra y decidió el tiempo idóneo para que se le dejara salir fuera del departamento. Igualmente las palabras de una paciente: “Ahora que tengo fármacos, podré superarlo”, o las palabras de un médico a un paciente: “No le podemos reducir la cantidad de medicamentos por el momento, ya que su estado no lo permite”. Cuando lo escuché me di cuenta de que el médico reforzaba la dependencia psíquica del paciente a los fármacos y, al mismo tiempo, me evocaba la idea de que el médico se consideraba ser la persona que más sabía qué era lo mejor para el paciente, lo cual percibo como una manifestación del juicio habitual sobre cierta incompetencia de los pacientes. Tuve la impresión de que no se consideraba demasiado el estado subjetivo del paciente porque sus manifestaciones pueden tomarse como manifestaciones de su enfermedad o, por ejemplo, como el intento por manipular para atraer la atención. Los medicamentos (según mi opinión) servían como “muletilla” para los pacientes y como recurso para los médicos para utilizar su poder. Los médicos advertían la importancia de tomar medicamentos, pero los medicamentos de por sí no han curado a nadie. Tuve la impresión de que los pacientes eran indefensos ante los médicos. Me parecía que el médico disponía de demasiadas facultades en el sentido de decidir sobre la vida del paciente hasta contra su voluntad o fuera del contexto de sus ideas e intereses. El siguiente ejemplo lo que considero como un abuso de la mencionada facultad: durante la visita de un paciente que manifestaba su agresividad, todos los profesionales de ayuda se mantenían cerca de la puerta, lo más lejos de él. El que se dirigía al paciente era más bajo que él, así que apoyó su mano en lo alto y se acercó al paciente de tal forma que violó su espacio íntimo y el paciente retrocedió. El paciente hablaba en términos muy críticos sobre el profesioRevista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 12 ARTÍCULOS Representaciones sociales de los profesionales de la salud mental… tador del estigma que se desprende de los pacientes, lo cual es considerado como una de las causas del bajo prestigio de la profesión, tanto entre los laicos como entre la comunidad médica (Libiger, 2002). Desde mi punto de vista, el psiquiatra “malo” era aquel que infantilizaba a los pacientes tratándoles como a niños, lo cual se manifestaba en el tono de su voz y en la medida de decidir por ellos. Faltaba el esfuerzo por reforzar el potencial del paciente. Ese médico no cooperaba con el cliente, no lo escuchaba. Se me escapaba que la alta cantidad de decisiones que tomaban podía estar relacionada con el estado del paciente quien llegaba en fase aguda de su enfermedad y comenzaba a recibir medicación, así que una actitud más directiva podía ser deseable en ese momento; algunos pacientes pueden tener problemas con la voluntad, depresiones, lo cual puede complicar la situación y a la vez justificar una actitud más directiva. Además, el tiempo que puede dedicarle el médico se debe a la cantidad de los pacientes que atiende, a la creciente cantidad de documentación solicitada, al deber de seguir formándose, a garantizar al personal adecuado en el departamento determinado, etc. el artículo del psicólogo A. Siebert (2000), escrito muy en contra de la psiquiatría y haciéndole una crítica muy abierta. El autor partía de su propia experiencia. Sostuvo una conversación experimental con una paciente con esquizofrenia paranoica diagnosticada. El objetivo de la conversación no consistía en diagnosticarla, sino en escucharla como amigo. Tras la entrevista, la paciente rápidamente superó los síntomas de la enfermedad. El autor entonces empezó a plantear preguntas como: “¿Por qué es importante que el paciente crea que padece una enfermedad mental?” y “¿Por qué la literatura psiquiátrica no explica este aspecto?”, “¿Por qué la respuesta de los psiquiatras a la información de que en tal caso concreto se logró curar la esquizofrenia, dice que entonces se había tenido que cometer un error a la hora de diagnosticar y no pudo haber sido esquizofrenia?”, etc. Quise conocer los argumentos en defensa de la psiquiatría para que mi colega, psiquiatra, los pudiera aplicar. Recibí las siguientes respuestas: “Es un caso publicado hace 30 años y muy probablemente sobre un paciente diagnosticado erróneamente y, además, el mismo autor fue hospitalizado”. Estaba convencida de que cualquiera podía curarse con la asistencia de un profesional de ayuda. Esta opinión la tomé de la literatura. Frieda Fromm-Reichmann en 1952 escribió: “…los psiquiatras pueden considerar como garantizado que es posible establecer una relación efectiva con un paciente esquizofrénico. Si resulta imposible, se debe a la personalidad del médico y no a la psicopatología del paciente” (Laing, 2000:34). Yo tenía la convicción de que mi interés radicaba en el esfuerzo por mejorar la actitud hacia los clientes, darles la posibilidad de elección, verificar y comprobar mi opinión sobre el sentido de mi trabajo. Decidí plasmar mi interés encontrando errores de los profesionales de ayuda y defendiendo a los enfermos. Taché de sujeto clave que crea problemas a los psiquiatras “malos” (altivos, autoritarios, pretenciosos, distanciados). Mi punto de vista sobre los prejuicios de los profesionales de ayuda son respaldados y al mismo tiempo aclarados en las palabras de Libiger (2002:220): “Son probablemente los profesionales correspondientes quienes conciben al individuo con enfermedad mental como el más estigmatizado; el personal psiquiátrico es el que más distancia adopta hacia ellos en las situaciones cotidianas corrientes”, lo cual el autor explica por la selectividad que se debe a la experiencia del personal que ve al individuo casi exclusivamente en sus “peores” momentos/etapas. Además, advierte que el propio personal es por- Fase 2: “Ir superando los prejuicios sobre los profesionales”. Aproximadamente en la mitad del proceso de autorreflexión llegué a definir los criterios de cuáles psiquiatras eran “buenos” y cuáles “malos” (ver Cuadro 2). En ese entonces, trabajé en un establecimiento donde preferían aplicar la actitud psicoterapéutica con los clientes y conocí a un psiquiatra “bueno”. Ya no todos me parecían solamente “malos”, lo cual consideraba el primer paso para ir superando mis propios prejuicios sobre los psiquiatras. Procuré reflejar esas ideas y posturas, sobre todo sobre los psiquiatras, y gracias a mi autorreflexión, trabajar con ellos/saber manejarlos. Mis ideales fueron sacudidos con la siguiente experiencia: sustituí a una colega que se había equivocado al citar a una paciente al consultorio de un médico. A mí me tocó explicar por teléfono a la paciente esa equivocación y citarla para otro día. La mujer, sin embargo, insistía en venir y no quería aceptar el cambio, no quería aceptar mis explicaciones, no me dejó hablar y siguió como un tocadiscos repitiendo lo mismo una y otra vez, su tormento, mala vida, pésimos servicios y atención, etc. Repetidas veces le pedí que me dejara explicar la razón de mi llamada. Al fallar, y como ya había transcurrido casi media hora, levanté la voz y recurrí a la misma técnica de la pacien13 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Vlasta Janská ARTÍCULOS Cuadro 2. Mis representaciones prejuiciosas sobre los psiquiatras Criterios Proceso del diagnóstico Duración de la consulta Relación con las cajas de seguridad Comportamiento Actitud hacia sí mismo Actitud hacia el paciente Actitud hacia mi persona Buen psiquiatra (modelo terapéutico) Hace primero un diagnóstico sin especificar, prefiere diagnósticos “más suaves” como, por ejemplo, reacción al estrés. Está dispuesto a modificar el diagnóstico según la evolución de la enfermedad del paciente. Al empezar a tratar al paciente, lo diagnostica después de un examen. Según necesite el paciente; el estándar es una hora. Logra individualizar las exigencias de los seguros médicos a favor del cliente. Mal psiquiatra (modelo sanitario) No modifica diagnósticos tras el paso del tiempo. Fija diagnósticos tras hablar brevemente con el paciente que contestaba a sus preguntas, mediante las cuales procuró encontrar la patología. Al empezar a tratar al paciente, parte del diagnóstico hecho anteriormente. Unos 5 minutos para prescribir medicamentos. Domina situaciones emocionales extremas; el cliente que entraba llorando en la consulta, sale calmado. Sabe reírse de sí mismo y forma parte del equipo. Altivo, impersonal, exagera la cantidad de términos médicos (entendibles sólo por médicos); describe al paciente utilizando estos términos y se mueve sólo dentro de diagnósticos hechos, busca síntomas que confirmarían el diagnóstico fijado; es individualista. Goza del poder, no es equilibrado, él mismo debería ser paciente. Procede siguiendo esquemas “seguros”, no es auténtico. Sincera, abierta, equilibrada; conoce sus faltas y ventajas, refleja sus posturas; es audaz en cuanto a probar diferentes actitudes y es capaz de asumir la responsabilidad; reconoce sus errores. El paciente es percibido como “personalidad que funciona”. Empodera al cliente, al que ve como un hombre concreto y “original”, habla con él como con otro ser humano y lo hace en términos comprensibles; sabe bromear, revelar al paciente algo sobre sí mismo si es oportuno. Se basa en la confianza, la conversación y el entendimiento y orienta a otras fuentes y servicios en la comunidad. Despierta la sensación de que vamos logrando una buena cooperación, de que mi trabajo es importante para él, está dispuesto a ayudarme con “mis asuntos”, por ejemplo, ver que voy a hacer café para todos, pone agua en la cafetera. te que no dejaba de hablar, pero yo tampoco. Eso la irritó y empezó a gritar algo sobre mi conducta indecente. Colgué en el momento que la paciente terminaba su monólogo. La experiencia cambió mi punto de vista y juicio acerca de los profesionales ya que me di cuenta de que había personas con las cuales realmente podía ser difícil de llevarse. Además, ese día tuve una sesión muy exigente con un grupo psicoterapéutico, llena de emociones fuertes, y aunque mi papel primario era ser observadora, me dejaba influir bastante por las vivencias de sus miembros. Estaba cansada, y al surgir el mencionado incidente con el teléfono, ya me faltaba paciencia con la cliente. De Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Suele echar la culpa a los seguros médicos y su sistema. Percibe al paciente como persona desviada independientemente del contexto, sólo por el diagnóstico. Procede según estándares decidiendo sobre la vida del paciente sin hablarlo con él. Antepone su interés y valores a las necesidades del paciente. Mantiene distancia y se basa en la medicación. Me siento como su estropajo, no pretende explicarme nada, ni me facilita entender los procedimientos. No comparte la información. No estima la labor de otros. No forma parte del equipo, no hace nada por encima del marco de su profesión, por ejemplo, ni siquiera friega la taza en la que tomó su infusión. este modo, me di cuenta que los profesionales de ayuda no eran máquinas, que podían cometer errores y que era indispensable fijarse límites de ayuda. Logré reflejar algunas de mis interpretaciones erróneas enseguida y, por ello, las menciono aquí. ¿Que llegué a saber de mí en el curso de la autorreflexión y cuáles son las recomendaciones para los profesionales de ayuda? Voy a hacer la autorreflexión acerca de mis estandarizaciones sobre los profesionales de ayuda. En total son tres fases: al principio (1ra. fase); en el curso 14 ARTÍCULOS Representaciones sociales de los profesionales de la salud mental… mientos, el procedimiento según las reglas que los protegen a ellos y a su trabajo, y se ven además bastante influenciados por los seguros médicos”. Aparte de ello, difundiendo mis representaciones prejuiciosas sobre los profesionales de ayuda perjudicaría a los profesionales “buenos”. El fallo de la llamada telefónica con la paciente la vi como un fracaso propio y como una incapacidad de trabajar con el cliente siguiendo el modelo terapéutico. Me parecen convenientes las siguientes preguntas a plantearse en la 2da fase: ¿Se puede tratar a cada cliente en todas las fases de su enfermedad según el modelo terapéutico? ¿Cuáles son los límites que es conveniente trazar en la relación con un cliente determinado? ¿En qué contexto se les facilita la atención a los clientes? del trabajo más intensivo en la organización (2da fase), y su impacto en mi postura actual. La reflexión va completada con preguntas que me ayudaron a superar mi visión limitada, “corta de vista”. Reflexión 1ra. fase Al principio etiquetaba a los psiquiatras tachándoles de “autores del mal”. No era capaz de diferenciar. Las conclusiones sobre la falta de respeto que manifestaban los psiquiatras hacia sus clientes sin tomar en consideración mi opinión sobre ellos la fui formando durante las visitas al establecimiento psiquiátrico y al departamento de psiquiatría. Soy consciente de que dediqué siempre sólo unas horas a una persona lo cual no puede compararse con la labor de una enfermera que pasa entre 8 y 12 horas en el departamento y que tiene que atender a varios pacientes a la vez. Más precisamente, por ello existe la intención de desinstitucionalizar12 e imponer la forma de tratamiento en comunidad.13 La etiqueta de “autor del mal” tuvo un marcado impacto sobre mi actitud hacia los pacientes. Muchas de las representaciones prejuiciosas que enumeré al principio del texto las tomé como resultantes de la hospitalización del paciente y el trato que el enfermo recibía. En la actitud hacia los clientes apliqué el modelo terapéutico y mantenía y afirmaba mis estandarizaciones prejuiciosas (basadas en las experiencias que valoraba como negativas) hacia los profesionales de ayuda centrando mi atención en la actitud del psiquiatra hacia el cliente, actitud que interpretaba como no adecuada, y a la vez, “pasaba por alto” las que sí lo eran. Mi actitud y opinión se nutrían de la literatura que leía y de las conversaciones con personas que respaldaban mis puntos de vista. Hoy pienso que en aquel entonces debí haberme planteado las siguientes preguntas: ¿Cómo trabajo con los prejuicios? ¿Qué evito? ¿Cuál es mi escala de valores? ¿Cómo se reflejan mis valores en la actitud hacia los profesionales? ¿Qué distinción hago entre los profesionales? ¿Para qué me sirve esa distinción? ¿Es el modelo terapéutico el único correcto? Reflexión 3ra. fase Llegué a la conclusión de que la profesión de los psiquiatras era sumamente exigente, entre otras cuestiones, también por la enorme responsabilidad y poder que manejan, teniendo en cuenta que el psiquiatra también es un ser humano sin una patente de la verdad absoluta y que a lo mejor, por temor, recurre a procedimientos que “siguen las reglas/normas”, lo cual lo protege. El sentimiento de poder puede, al mismo tiempo, dotarlo de mayor confianza en sí mismo y elevar su autoestima. Desde el punto de vista de las reglas para tratar al cliente, me di cuenta que un profesional dominante podía llegar a ser un respaldo/sostén que el cliente necesitaba en un momento determinado. Esta premisa la evocaron las palabras de una cliente: “En la terapia me gustaría tener la sensación de que Ud. es fuerte y yo puedo contar con su apoyo”. Me permito recordar un ejemplo cuando un psiquiatra me advirtió del impacto de cualquier situación cuando tuviera que confrontar mis ideales con la realidad. Hoy pienso que lo dijo porque mi comportamiento o ideas le podían haber parecido una amenaza y, por ello, me amenazó a mí metiéndome dudas sobre mi actuación y sobre el sentido de mi trabajo. Quizás con ello se produjo la profecía autocumplida, el médico pudo haber sentido mi postura crítica y sintió la necesidad de defenderse. Pensé que no tenía más interés en dedicarse al tema y, en consecuencia, de ello no llegamos a esclarecer nuestras intenciones el uno con el otro. No me gusta cuando alguien decide la vida de otro desde la postura del poder, sin tomar en consideración sus necesidades, o al tomar una decisión sobre algún paciente, sin dar explicación alguna. Los psicó- Reflexión 2da. fase Mi opinión sobre los psiquiatras ha ido cambiando tras la estancia más intensiva y el trato más frecuente con los clientes, ya que trabajé con un psiquiatra “bueno”, dispuesto a hablar conmigo explicando su relación hacia los pacientes y hablando de sí mismo. Decía: “los psiquiatras llevan una enorme responsabilidad, pueden preocuparse por sus senti15 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Vlasta Janská ARTÍCULOS El enfoque en blanco y negro de los dos modelos se presenta para mí ahora más diferenciado. El modelo sanitario fue resultado de cierta impotencia de los médicos hasta los años 50 del siglo XX, antes de disponer de medicamentos/fármacos antidepresivos (Zweig, 1988). A pesar de ello, Sullivan y Reichmann supieron curar a los pacientes con psicosis sin tener fármacos. Hoy día, los medicamentos permiten aplicar el modelo terapéutico, haciéndolo más fácil. Sus inconvenientes, en mi opinión, consisten en destapar un problema en el caso en el que el paciente termine la terapia de forma precoz (por ejemplo, por su propia voluntad, por falta de recursos, etc.); y también abren el problema que podría surgir como consecuencia de la proyección14 de parte del terapeuta. logos llaman esta “actualización de sentimientos infantiles” con el concepto de “transmisión”. Me importaba ver cuando al paciente no se le tomaba en serio; en esta situación el paciente difícilmente puede apelar, no ganaría un pleito contra un médico que, por ejemplo, hubiera cometido algún error. También tuve que reconocer que no quería entender a los psiquiatras, que mi actitud “unilateral” me confirmaba lo grave del problema, cuando la relación y la comunicación entre el psiquiatra y el cliente no era “individualizada”. Con este enfoque afirmaba la importancia del tema. Esta racionalización podía servirme como protección ante el síndrome del quemado, aunque para contar con una protección efectiva ante ese síndrome, recurro a la reflexión de mis racionalizaciones. Me di cuenta de que deducía la relación del médico hacia el paciente de la postura dominante hacia mi persona y que mi enfoque era como ver sólo en blanco y negro. Por eso “provocaba”, expresando mis opiniones en un medio seguro. Al final decidí cambiar mi actitud hacia los psiquiatras tras haber conocido a los que llamo psiquiatras “buenos”. Admití que podían tener algunas ventajas, como por ejemplo experiencias, capacidad de autorreflexión, personalidad madura, mientras que yo manifestaba la tendencia a poner atención hacia sus equivocaciones, ya fuera en la comunicación, ya fuera en cualquier manifestación de superioridad, en la forma en que se expresaban sobre los pacientes (que preferían las necesidades de la institución a las del cliente, o que se limitaban a utilizar conceptos médicos para describir el diagnóstico), ya fuera en la actitud que el médico tenía al uso de fármacos, si éstos lo eran todo para él o los consideraba una parte del tratamiento, si el médico tomaba al paciente en serio o lo humillaba y bromeaba a su costa. A partir de estas experiencias vividas me dije que, en el futuro, debería tener una actitud hacia los clientes basada en mi interés por el futuro de las personas, en sus experiencias y en sus vidas, en vez de orientarme a la patología y la enfermedad. Esta actitud dio los frutos esperados cuando manifestaba mi respeto hacia el cliente, no presentaba mis juicios sobre él como la verdad, sino que era consciente de que al describir al cliente y su situación, a menudo introducimos nuestras propias valoraciones, ya sea consciente o inconscientemente (con el tono de voz, utilizando el sarcasmo, la elección de las palabras, las manifestaciones no verbales). Es conveniente darse cuenta de los valores propios y separarlos de los valores del cliente. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Conclusión El objetivo de mi trabajo consistió en dar la respuesta a la pregunta siguiente: ¿Cómo mis representaciones influyen en lo que espero de los profesionales en el campo del tratamiento de la salud mental? Supe que lo fundamental era percibir el prejuicio como instrucción para plantear la pregunta sobre el profesional y su actitud, y no tomarlo como la instrucción para obtener la respuesta/instrucción a la pregunta. Si el prejuicio es la instrucción a la respuesta, puedo perjudicar a los profesionales que trabajan como expertos, y sus clientes “mejoran” pero yo no soy capaz de reconocerlo, de darme cuenta de ello. Sin embargo, si parto del prejuicio como de una experiencia cuya validez estoy probando en situaciones concretas, esta representación tiene el potencial de variedad. En todas las fases del proceso de autorreflexión era crucial plantearme preguntas sobre mis propios valores y cuestionar cómo influyen en mi percepción hacia los profesionales. La autorreflexión me llevó a descubrir la fuente de mi aversión a los psiquiatras, así como a darme cuenta de la tendencia que tengo de identificarme con los pacientes (clientes). Contribuyó también al mejor conocimiento de mí misma, al cambio de actitud a partir de la práctica y a la optimización de opiniones y formas de imponer el cambio. Durante todo el tiempo he procurado convencerme a mí misma de que el modelo terapéutico no es mera ficción y que hay personas que hablan con los clientes y piensan sobre ellos como terapeutas y que, en definitiva, vale la pena y tiene sentido que yo me esfuerce por ello también. 16 Representaciones sociales de los profesionales de la salud mental… ARTÍCULOS SPANGENBERG, N., REIS, C. (1987). “Vom Umgang mit Multiproblemfamilien: Die Sozialburokratie auf der Couch”. Neue Praxis, Jhrg. 17, H.4, S. 313-326. SVEC, V. (2005). Pedagogické znalosti ucitele: teorie a praxe. (Conocimientos pedagógicos del maestro: teoría y práctica). Praha: Aspi. VOKURKA, M., HUGO, J. (2006). Velky´ lékarsky´ slovník. (Gran diccionario de medicina) Praha: Maxdorf. WALTERS, N., BARKER, V., STRKLJEVIC, S. (2001). Empowerment indicators: Combating social exclusion in Europe. Bristol: The Policy Press. WATZLAWICK, P., BAVELASOVÁ, J. B., JACKSON, D. D. (1999). 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Subraya “el proceso de formar los roles mediante la expectación social y la “etiquetación” Navrátil, 2001:89). Comienza con la desviación en el comportamiento de cualquiera de nosotros por lo cual, a continuación, el individuo es etiquetado como desviado, ya que se supone que volverá a manifestar su desviación, y ello crea presión y una mayor probabilidad de que la persona lo manifeste realmente, así que se repite de forma circular el proceso de etiquetación. 3. Empowerment significa suministrar fuerza, subrayar el potencial del cliente, reforzar, apoderar (empoderar). 4. La relación hacia la autoridad en la infancia puede aplicarse también en relación con otras autoridades, no solamente con los padres. 5. Goffman utiliza el concepto estigma para denominar un atributo de fuerte desacreditación y es así como hay que entenderlo en relación hacia una persona concreta. Lo comprende como un proceso social omnipenetrante. 6. La autoestima se manifiesta en la adopción tanto de estereotipos negativos sobre la enfermedad mental como sobre los enfermos. 7. La categorización es el proceso de adjudicar el objeto a un determinado concepto que permite anticipar informaciones que no se pueden percibir de forma directa (Hartl, 2004). 8. Hablamos de racionalización cuando ya no se puede evitar una elección difícil entre posibilidades incompatibles y hay que aceptar algo desagradable; entonces, al menos es posible buscar alguna explicación aceptable. Goffman (1991:50) llama racionalización, a “esta forma ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ 17 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. ˆ Vlasta Janská ARTÍCULOS de reducir la urgencia de dilemas que acompañan la tarea de manejar o tener bajo control las condiciones de trabajo. Con ella, los trabajadores pueden justificar a otros y a sí mismos aludiendo que lo que podría parecer incorrecto, puede ser deseable por alguna razón delimitada por la racionalización” (Musil, 2004:41). 9. Escondiendo el dilema en la subconsciencia se crea el llamado “dilema latente”. “Los hombre se acostumbran a alejar los dilemas de alguna forma agradable para ellos y, tras algún tiempo, las controversias o luchas entre motivos que les habían amargado la toma de decisiones cotidiana, parecen haber desaparecido” (Musil, 2004:39). 10. La actitud desigual, “el favoritismo” (Lipsky, 1980:151), hacia lo cual conduce cada diferenciación prejuiciosa de los clientes, está en contradicción con la exigencia de neutralidad moral, o sea, “medir a todos los clientes igual” (Musil, 2004:81). Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 11. La lobotomía se utilizaba para tratar algunos trastornos mentales de tal forma que se cortaban las sinapsis que unían el lóbulo frontal con otras partes del cerebro (Vokurka, 2006). 12. La desinstitucionalización va unida a que los enfermos no continúen en los hospitales a largo plazo (Probstová in Matousek, 2005). 13. La atención en comunidad es “atención de enfermos mentales quo les permite al máximo vivir en hogares, comunidades originales; es la combinación de atención en consultorio viviendo en casa, piso protegido o centro diario y, en caso de urgencia con breves estancias en algún establecimiento” (Probstová, 2005:113, en Matousek, 2005). 14. Proyección en psicología significa reflejarse cuando, por ejemplo, el terapeuta atribuye a los clientes sus propias cualidades y capacidades. 18 La profesionalización del docente y sus competencias en el ámbito de la salud FERNANDO HERRERA-SALAS, EDUARDO STEIN-GEMORA, MARCO AURELIO MORALES-RUIZ, LILIANA HERNÁNDEZ-MENDOZA1 Resumen La profesionalización de la enseñanza en Instituciones de Educación Superior (IES) amerita la dilucidación del concepto mismo, de modo que oriente acciones y éstas no se conviertan en esfuerzos asistemáticos. Debemos definir ámbitos de acción profesionalizante para el docente tendientes a su implantación y desarrollo. Podemos tipificar tales ámbitos destacando cuatro niveles: el plano de su praxis docente, el del ethos profesional, la dimensión del impacto curricular y el ámbito del desarrollo disciplinar. Concebida la educación en sentido pleno y asumiendo como paradigma una educación centrada en el aprendizaje, encontramos que el docente debe comprometerse en nuevos roles y funciones, que se suponen parten de estas premisas: a) garantizar que el aprendizaje esté centrado en el estudiante; b) tales posicionamientos se determinan conforme al marco social, cultural e institucional en el que el rol docente es desempeñado; c) la tarea esencial del docente se centra en la movilización del conocimiento. Descriptores: Profesionalización, Competencia docente, Ciencias de la salud, Capital intangible, Rol docente. The Professionalization of Teachers and Their Competences in the Field of Health Abstract The professionalization of teaching in Higher Education Institutions (HEIs) deserves the elucidation of the concept, in a way that guides actions and these do not become into unsystematic efforts. We must define environment of professionalizing action for teachers tending its implementation and development. We can typify such areas by highlighting four levels: the level of teaching praxis, the professional ethos, the dimension of the curricular impact and the environment of disciplinary development. Conceived in the full sense of education and assuming as the paradigm of a centered education focus on the learning, we find that the teacher should engage in new roles and functions, which presume depart from these premises: a) ensure that learning is focus on the student, b) such positions are determined according to the social cultural and institutional framework in which the teaching role is played c) the essential task of teaching focuses on the mobilization of knowledge. Key words: Professionalism, Teaching Competence, Health Sciences, Intangible Capital, Role of Teachers. [ ] Artículo recibido el 18/11/2010 Artículo aceptado el 6/03/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected] 19 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Herrera-Salas, Stein-Gemora, Morales-Ruiz, Hernández-Mendoza ARTÍCULOS de compromiso con la enseñanza, una forma de ejercerla a modo de praxis, una serie de funciones y roles que se asumen, además de la construcción de la persona del docente respecto de ciertos ámbitos de desarrollo. Para continuar abordando sistemáticamente el concepto, debemos delimitar y definir esos ámbitos de acción profesionalizante para el docente, pues al situarlos esto nos permitirá establecer estrategias concretas para su implantación y desarrollo. Podemos tipificar tales ámbitos destacando cuatro niveles: • En el plano de su praxis docente: a) contextualización socio-histórica de su quehacer docente; b) ubicación y formación del sujeto de la educación (alumnos) conforme a su nivel de competencia y adscripción socio-cultural; y, c) participación en tareas de gestión y promoción de la calidad de la educación. • En la dimensión relativa al desarrollo de su ethos profesional: a) vinculación dinámica a tareas sistemáticas de formación y auto-perfeccionamiento docente; y, b) construcción sistemática de su autoconcepto e identidad docente. • En la dimensión del impacto curricular: a) ejercicio profesional del docente ligado a su disciplina de adscripción para otorgar una formación que garantice una mejor inserción de los egresados en el campo laboral; b) definición de una perspectiva pedagógica tal, que considere una visión centrada en el aprendizaje por oposición a una postura tradicionalista. • En el ámbito del desarrollo disciplinar: a) análisis de su práctica e investigación educativa incorporadas a sus tareas de enseñanza cotidiana; b) vinculación a la generación de conocimientos según líneas estratégicas deslindadas por la institución de educación superior de referencia. Introducción A sistimos en esta, la denominada Era del Conocimiento, a la valoración del significado de la infinitud del conocimiento y la importancia de las habilidades de las personas. Se debate en diferentes ambientes (académico, empresarial, social, institucional), acerca del impacto y la importancia estratégica del conocimiento en el valor total de los productos y servicios, lo cual ha generado modelos para la gestión de éste que se denomina como capital intangible. Al cuantificar el valor intangible de las instituciones sociales, los análisis del Banco Mundial concluyen que “los elementos del desarrollo” son el Estado de derecho y un buen sistema de educación: el Estado de derecho explica 57% del capital intangible de los países; la educación explica el 36%. Nuestro interés por determinar el estatuto de la docencia como profesión en el ámbito de la salud se relaciona con este enfoque que reconoce la importancia del capital humano como un factor clave para el desarrollo de una nación. Es decir, si aceptamos que la docencia “…como acto público está definida y reconocida en el marco de los Estados modernos como una profesión con todo lo que esto implica en el (…) ámbito sociocultural y sociopolítico…” y que “la profesión docente es una práctica que se expresa como correlato de los imaginarios y las comprensiones que las sociedades y comunidades nacionales y regionales tienen de la educación” (Ibarra, 2008), entonces, debemos considerar a la práctica docente misma como generadora de este capital intangible, en tanto que capital intelectual –activos intangibles– que tiene su origen en los conocimientos, habilidades, valores y actitudes de las personas. Pugnar por la profesionalización de la enseñanza en las Instituciones de Educación Superior (IES) resulta una tarea que amerita no sólo acciones concretas, sino también la dilucidación del concepto mismo de modo que oriente tales acciones y que éstas no se conviertan en esfuerzos asistemáticos. En este sentido Fullan y Hargreaves (1997), nos hablan de una profesionalización compleja e interactiva como forma de mantener y “transformar” la energía de los docentes comprometidos con la “buena” enseñanza”. Y si recuperamos la definición de profesión de Ferreres (1997) como el conjunto de las características de ocupación, vocación, organización de sus miembros, formación, orientación del servicio y autonomía, la profesionalización de la docencia implica: un nivel Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Cabe aclarar que para ganar precisión debemos delimitar, por una parte, el campo de conocimiento al cual están referidas y, por otra parte, debemos significar el contexto socio-histórico en el que se inscriben para conocer algunas de las condicionantes que los hacen viables o que los obstaculizan. De manera análoga, también se requiere ir avanzando en la determinación de los nuevos roles del docente que inducen, y hacia la caracterización de los ámbitos de acción profesionalizante, cuestiones sobre las cuales versa nuestra propuesta y se desarrolla en los siguientes apartados. 20 ARTÍCULOS La profesionalización del docente y sus competencias en el ámbito… profesionalización e institucionalización que les moviliza. Comprender la importancia que tienen los antecedentes sociales, familiares, valores y logros de sus estudiantes, el proceso de socialización, el papel de la educación en la sociedad del conocimiento, en su gestión, y en la movilidad social, aparece como una tarea básica en el horizonte de la praxis docente, la cual se complementa con una serie de acciones como las siguientes: a) generar o desarrollar una actitud de solidaridad social y de prevención: preocuparse y ocuparse no sólo en el desarrollo profesional de sus educandos, sino en su desarrollo social. Ayudarlos no sólo a que sean profesionales competentes, exitosos en su campo, por su experticia, sino también a que sean buenos ciudadanos, gente que contribuya al desarrollo de la sociedad; b) poner a disposición de sus educandos conocimientos, métodos y técnicas de investigación social, pertinentes para quienes se están formando en las carreras de la salud, que les ayuden a descifrar y contender con los problemas que les atañen, apoyándolos a que desarrollen idoneidad en ese campo; c) portar las competencias en que ha de formar a los estudiantes, por lo que, a su vez, el docente debe formarse en el manejo de recursos metodológicos para determinar el impacto de factores sociológicos; d) mantenerse actualizado en los movimientos de la demografía, epidemiología y en los sistemas de salud, formándose una perspectiva de las maneras en las que se organiza la sociedad para contender con el proceso salud-enfermedad, en el entorno comunitario y en el ecológico, hacer investigaciones de corte sociológico sobre las prácticas profesionales de salud e investigación y sobre su propia práctica docente también desde las miras sociológicas; e) contribuir a la creación de una propedéutica y semiología socio-sanitarista, como complemento o alternativa de las de fundamento bio-sanitarista, que refuercen la actitud y las actuaciones preventivas de los profesionales de salud. Contextualización sociohistórica de la docencia en el área de la salud En el área de la salud hay una distribución histórica de las enfermedades paralela a su distribución geográfica; igualmente, un reparto histórico de las prácticas curativas individuales y de las formas en que las sociedades se organizan para contender con las enfermedades. En diversos momentos de ese devenir han emergido modelos de explicación y atención a distintas entidades nosológicas, viejas, nuevas o que repuntan, que ponen en entredicho las prácticas hegemónicas y marcan fecha de caducidad a otras entidades. Se ha explicitado la relación diferencial de ciertos problemas de la salud con la posición socio-económico-cultural de individuos o grupos, la desigualdad de unos u otros en el acceso a los sistemas o servicios de salud. La salud es vista como un importante factor de desarrollo social y se percibe, como parte del papel de los profesionales del área, preservarla y mantenerla para que la maquinaria productiva no sea vea afectada por la ausencia abundante de piezas vitales que la constituyen y la operan. Se da por supuesto que para que cumplan con esta y otras partes de su rol, los profesionales deben ser competentes y que lo que asegura que alcancen pericia en su campo es que cuenten con una sólida formación profesional y que el garante de ésta no puede ser sino la educación superior, responsabilidad que se desplaza de manera importante hacia el docente. Desde ese lugar, al considerar como objeto de nuestro análisis más específico el quehacer del docente en el área de la salud, encontramos que éste se realiza dentro de un marco social, con su diversas facetas, políticas, económicas, culturales, organizacionales, que prefiguran una sociología de la educación en general y prescriben la sociología del conocimiento y del aula en lo particular. Se trata, entonces, de las relaciones de la profesión con la demanda educativa en su especificidad, lo que impacta en la definición de su rol, de su papel social, de las pautas que le dictan ese rol, de la estructura de las funciones docentes, de sus fines y límites: De ahí que, entre los compromisos del docente del área de la salud se encuentra actualmente el de la inclusión de un análisis de corte sociológico, que posibilite la consideración de los contextos sociales que determinan las posibilidades de inserción profesional, la importancia social de las prácticas de salud mismas, así como aprehender el proceso de Acerca del ethos del docente del área de la salud Establecer el significado de la eficacia docente en relación con una trayectoria de formación ideal es tan complejo, que difícilmente se puede establecer un “patrón de competencia docente”. Una gran parte de la investigación educativa referida al tema nos conduce a identificar las razones que desde el punto de vista de su identidad personal llevan a un docente a ejercer satisfactoriamente su quehacer. A partir del 21 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Herrera-Salas, Stein-Gemora, Morales-Ruiz, Hernández-Mendoza ARTÍCULOS te todo una buena persona, no dominada por complejos narcisistas o por la necesidad neurótica de obtener poder y autoridad. Por otro lado, indica que el docente eficaz es una persona flexible, constructo que implícita o explícitamente siempre aparece en torno a la investigación de eficacia docente. El docente eficaz debe entender que no puede actuar sesgadamente utilizando exclusivamente una forma o directriz para satisfacer las múltiples necesidades y expectativas de los estudiantes; en esencia, el docente eficaz es el que posee una visión de conjunto, o sea, el que es capaz de satisfacer las necesidades de los estudiantes de manera diferencial: firme cuando se debe serlo y flexible cuando la situación así lo demanda; su actuación depende de muchas condiciones que debe saber reconocer e identificar. La competencia y la dedicación de los profesores constituyen un requisito previo y vital para el logro de una educación de calidad. En esta formación inicial parecen indispensables cuatro condiciones y que, al menos en algunos países en vías de desarrollo, apenas se están empezando a observar: 1) un correcto equilibrio entre la teoría y la práctica; 2) la participación de profesores en ejercicio; 3) el empleo de un adiestramiento basado en competencias docentes y profesionales; y, 4) la inclusión de formadores de docentes plenamente calificados. supuesto de que existe una polarización en la conceptualización entre el “buen profesor” y aquél que se puede categorizar como “malo”, podemos razonablemente declarar que la diferencia entre ambos no radica exclusivamente en sus características personales sino también en la forma en que conducen la instrucción. Flanders y Simon (1985:2337), encontraron que los grupos de estudiantes con mejores resultados y actitudes eran conducidos por docentes cuya instrucción era más abierta y flexible. Existe evidencia de que los mejores docentes suplían las tareas basadas en libros de textos con tareas y preguntas que retaban a los estudiantes y que estaban más enfocadas a la solución de problemas y proyectos. Los resultados obtenidos por las investigaciones de los estilos de interacción en los procesos de enseñanza y aprendizaje han mostrado invariablemente los mismos resultados; no obstante, al incluirse el elemento afectivo como hizo Stern, (1962:27), los resultados fueron un tanto diferentes. Debemos entender que nuestras experiencias personales determinan en gran medida la manera en que vemos y sentimos, al punto que los docentes pueden determinar su eficacia de acuerdo a su autopercepción. Podemos considerar que la historia de vida del docente está imbricada de manera indisoluble con su particular trayectoria docente, ya que el conjunto de vivencias personales en otros ámbitos no deja de impactar su manera de situarse en el aula, sus puntos de vista y el modo en que construye su autoconcepto e identidad docente. Sabemos que, efectivamente, existe una diferencia en el desempeño docente en los profesores con mayor autoestima que en los de menor, principalmente en que tienen una estabilidad emocional más definida. Los mejores docentes se perciben a ellos mismos como mejores y como buenas personas, pues existe evidencia clínica de que cualquier individuo es más apto para ser feliz y, por lo tanto, más productivo, en la medida en que es capaz de definirse como altamente satisfecho. No sólo los buenos y los malos docentes se identifican entre ellos sino que también existen ciertas características que los diferencian en función de la percepción que de ellos tienen otras personas. Los docentes más eficientes son calificados con puntajes mayores, en especial, bajo la visión de los estudiantes, de los administradores y colegas y de la sociedad en general, y de manera interesante, el docente de baja eficacia generalmente cae dentro del grupo egoísta, ansioso y restrictivo con defensas paranoicas propias. Se ha revelado también que un buen profesor es anRevista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Formación y ejercicio docente basados en competencias En el contexto actual de la educación es imposible pensar en las IES sin considerar el ámbito de las competencias, las cuales tienen la intención de permitir a los futuros egresados ser profesionistas íntegros, más allá de brindarles solamente información relativa a ciertos contenidos curriculares. Las IES deben garantizar una preparación para la vida y el trabajo, estableciendo de esta manera una vinculación entre el hacer profesional, el conocimiento académico y científico y la puesta en práctica de la profesión con una visión de “ser”. Debido a que la educación se ha visto modificada a partir de los cambios en los paradigmas de la enseñanza y del aprendizaje con la incorporación de las competencias es, por tanto, necesario que este cambio impacte en los docentes quienes son actores esenciales de estos procesos; para ello se requiere de nuevas formas de capacitación y de una actualización que centre la visión en el estudiante y no en el profesor. El docente debe cambiar su postura tradicionalista 22 ARTÍCULOS La profesionalización del docente y sus competencias en el ámbito… interés práctico dirigido a la mejora de los métodos de enseñanza y aprendizaje. En este último sentido, la educación presupone “un tiempo y unos sujetos que la ejecutan y la reciben, unas instituciones y una normatividad que la regula”, mientras que el acto educativo implica la práctica del tiempo del educar, la materialidad del hecho, el terreno de la acción, el límite del tiempo escolar. La significación del acto educativo estriba además en que comporta una dimensión socio-histórica como lo precisa Zambrano (2006), cuando afirma que en general podríamos decir que el acto educativo se comprende como el momento en que una sociedad, a través de los aprendizajes y el vínculo entre las generaciones, propicia las condiciones de la educación. Esto quiere decir que cada comunidad culturalmente determinada se comprometerá en la tarea de transmitir una serie de valores, conocimientos y saberes a las nuevas generaciones en un proceso de humanización que garantiza su permanencia, pero también implica la inscripción del sujeto en un proceso de individuación pues, como afirma Nicoletti (2008), la educación tiene por finalidad llevar a la persona a realizar su propia personalidad, dado que es todo aquello que contribuye a proyectar las habilidades, aptitudes y posibilidades del individuo, y a crear, corregir y ordenar sus ideas, hábitos y tendencias. No deja de resultar interesante que desde ese lugar, este último autor introduce en este campo de la reflexión educativa la distinción entre “educar” e “instruir”, pues mientras la instrucción se limita a transmitir criterios normativos y prescriptivos, destrezas técnicas o teorías científicas, la educación es un proceso más complejo que tiende a capacitar al individuo para actuar conscientemente frente a situaciones nuevas, aprovechando la experiencia anterior y, teniendo en cuenta la inclusión del individuo en la sociedad, la transmisión de la cultura y el progreso social. Desde ese lugar, el acto educativo tendría no sólo alcances diferentes, sino también efectos distintos para el sujeto en construcción, lo cual implica para los agentes involucrados un compromiso en establecer los alcances del acto en el que se comprometen. En aras de cumplimentar esa finalidad dentro del contexto de la educación superior el acto educativo engloba diferentes agentes y componentes en su seno: 1) los agentes del acto educativo: el educador y el educando; 2) los niveles de interacción: la interacción de la díada y la interacción con el ámbito institucional; 3) los contextos en que se escenifica: el como mero transmisor de información a la de un facilitador que guíe al alumno, formándolo con una visión basada en competencias y que garantice el desarrollo del individuo mediante un saber contextualizado. Esto trae por consecuencia que las IES deban establecer mecanismos de actuación y mejora permanente en la formación del personal docente asegurando la calidad de su enseñanza. El nuevo docente formado en competencias deberá incorporar a su práctica no sólo los conocimientos disciplinares, sino el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC’S), principios fundamentales de ética y un claro manejo pedagógico. Resultan elementos esenciales que el docente debe poseer en el ámbito de las competencias: a) el rol que le asigna a los contenidos del curso; b) el manejo de los problemas y los proyectos como estrategias didácticas; c) la evaluación que se practica y su ubicación en los procesos de enseñanza y aprendizaje. La introducción de las competencias en el currículo de las universidades genera distintos obstáculos; entre ellos encontramos la renuencia del docente al cambio pues llega a sentirse cuestionado en su práctica cotidiana en el aula, la falta de una aplicación real de un modelo que sólo es verbalizado pero no ejecutado por una inercia del modelo tradicional y la carencia en la institución de los elementos necesarios para poner en práctica el modelo de competencias. Ante estas situaciones es importante considerar que la formación y el ejercicio docente deberán contemplar no sólo una actualización en los conceptos vinculados con las competencias, sino un trabajo para un cambio de paradigma que le permita al docente descentrarse de sí mismo y adoptar un nuevo papel en la enseñanza. El acto educativo y la definición del perfil docente: la prescripción de nuevos roles Se puede asumir que la pretensión de cientificidad de las llamadas ciencias de la educación comienza con delimitar el hecho educativo como su punto de partida. Éste objeto así delimitado “…estará directamente relacionado con el acto de educar”. Desde ese lugar podemos suponer que el investigador se encuentra con dos aspectos de una misma realidad educativa: 1) el hecho educativo inscribe un interés teorético que reclama un modelo interpretativo potente que nos permita dar cuenta de él dentro del acontecer pedagógico; y, 2) lo acontecido sitúa, además, un 23 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Herrera-Salas, Stein-Gemora, Morales-Ruiz, Hernández-Mendoza ARTÍCULOS contexto espacial, el contexto temporal, y el contexto socio-político-económico; 4) los componentes curriculares: los objetivos, los contenidos; y, 5) los aspectos estratégico metodológicos: los medios de transferencia del conocimiento: las estrategias de construcción del conocimiento, los mecanismos de evaluación. Como veníamos anticipando, el acto educativo también es solidario del paradigma en que se inscribe, lo cual nos lleva a distinguir entre “la educación centrada en la enseñanza” y la “educación centrada en el aprendizaje”. Concebida la educación en su sentido más pleno y asumiendo como paradigma una educación centrada en el alumno encontramos que ahora el docente debe comprometerse en nuevos roles y funciones, que pueden ser descritos del modo siguiente: a) el docente debe garantizar que el aprendizaje esté centrado en el estudiante donde todos los elementos del sistema formal y no formal giren en torno al mismo y a sus estilos individuales de aprendizaje; b) una enseñanza centrada en el alumno implica la asunción de los roles generales, donde tales posicionamientos aparecen con distintas implicaciones conforme al marco social, cultural e institucional en el que el rol docente es desempeñado (Figueroa y Gilio, 2008); y, c) la tarea esencial del docente se centra en la movilización del conocimiento, noción que revela una serie de dimensiones tales como mediación, orientación, facilitación y diseño de situación de aprendizajes. En este último contexto: 1) la dimensión de mediación es la que reside en la ruptura efectiva de actitudes negativas y de rechazo hacia las tareas de aprendizaje, el uso de las nuevas tecnologías informáticas, y la aplicación del conocimiento en escenarios prácticos; 2) la noción de orientación, tiene en cuenta la función de conducción y soporte del aprendizaje del alumno, asistiéndolo a lo largo de todo el proceso de aprendizaje; 3) la dimensión de facilitación significa la promoción del desarrollo de prácticas de reflexión, de manera tal que las tareas de aprendizaje y el análisis de contenidos, se centren en identificaciones y principios únicos por parte de los estudiantes en pos de una actitud investigativa. Desde ese lugar, el docente despliega toda una serie de roles más particulares que le inscriben de manera dinámica y propositiva al interior de la institución de educación superior (ver Cuadro 1). El docente también debe ser consciente que, al desplegar estos roles, muchas veces se ponen en juego sus emociones, valores y actitudes, lo que lo lleva a un cuestionamiento a nivel personal; por tanto, se le sugiere mostrar mucha sensibilidad durante las actividades y desplegar un trabajo constante de reflexión sobre su praxis educativa. Cuadro 1: Roles del docente del área de la salud Tutor en proyectos de investigación Facilitador del proceso de aprendizaje Estructurador del trabajo colaborativo y cooperativo Diseñador de situación de aprendizajes Generador de ambientes escolares democráticos Promotor de la comunicación y el lazo social Concientizador Gestor-administrador Siendo él mismo coordinador de proyectos de investigación o integrante de proyectos institucionalmente avalados, debe promover y orientar la incorporación temprana del alumno en la generación de nuevos conocimientos. Siendo su tarea esencial la de movilizar el conocimiento de modo que el alumno construye por sí mismo su objeto, esto le instituye como generador de escenarios de prueba y contextos propicios de aprendizajes. La promoción de la cooperación y coordinación de esfuerzos hacia metas preestablecidas, tanto entre los estudiantes como con otros profesionales. Implica la capacidad del docente de diseñar medios, materiales y recursos necesarios para garantizar un adecuado dispositivo de aprendizaje. A partir del desarrollo de competencias cívicas y éticas, y su expresión en el salón de clases y en la vida cotidiana de la escuela. Impulsa el diálogo y el compromiso con la comunidad; se espera también que el docente establezca un ambiente de cordialidad, prevea que la realización de actividades se pueda dar en un clima armonioso, en el que las y los participantes dialoguen y viertan sus puntos de vista con confianza y respeto. En la medida en que hace responsable y partícipe al estudiante de las posibilidades formativas que ofrece la vida escolar. Escenifica competencias administrativas como el análisis de procesos de gestión escolar, la toma de decisiones, delegación efectiva, formación de equipos de trabajo, promoción de la participación y resolución de conflictos. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 24 ARTÍCULOS La profesionalización del docente y sus competencias en el ámbito… ción de conocimientos como respuesta, entonces aparecen para quien se vincule a esta producción los siguientes criterios: a) dominar un área del saber; b) llegar a la frontera de dicho conocimiento; y, c) con base en el método científico, plantearse una pregunta o hipótesis y contestarla a través de una metodología específica”. Aclaran estos autores que para llegar a este posicionamiento se requiere de un entrenamiento previo y una formación sólida que generalmente están ligados a los posgrados. Es claro que todo ello no ocurre en un vacío institucional, de ahí que también inventaríen una serie de condiciones mínimas para que una IES se vincule a esta dinámica, que abarca desde la capacidad de los directivos para entender el significado de la investigación científica y tecnológica, la existencia de una política definida de investigación y posgrados, la posesión de una infraestructura mínima necesaria para el desarrollo de una o varias líneas científicas y tecnológicas, la existencia de una masa crítica de investigadores para desarrollar lo que la institución se propone, y la formulación de un plan de desarrollo con una misión compartida por los investigadores. Profesionalizar la enseñanza vinculándola con la investigación pasa entonces por la consideración de que el personal académico debe estar claro de que, como también precisan Panduro y Román-Maldonado (2005) “…ya pasó la época del profesor sabelotodo… y que ahora se requiere de un profesionista cuyo perfil sea no solamente saber y manejar apropiadamente la información y al paciente, sino que también tenga la capacidad de generar el conocimiento”. El vínculo docencia-investigación de frente a la profesionalización docente En este apartado deslindaremos algunas de las condiciones y determinantes que rodean al último ámbito de acción profesionalizante para el docente de los arriba descritos: el de su vínculo con la investigación. Ya que es importante delimitar bajo qué estándares el docente puede reconocer su actividad como un acto profesional es preciso, además, establecer cómo se vincula todo ello con su participación en la generación de nuevos conocimientos a través de la investigación. Para el caso que venimos aquí analizando, a saber, la docencia en el ámbito de la educación superior en el área de la salud, resulta importante considerar los criterios que establecen Shulman (1998), Fernández Cruz (1999) y HSV-OONG (2008) para definir el ejercicio de una profesión, en tanto que si los aplicamos a este escenario formativo, encontraríamos lo que se muestra en el Cuadro 2. Como se puede apreciar, esta serie de tareas que definen el estatuto de la docencia como profesión sólo estará completa en la medida en que se enfatice la inserción del docente en los ámbitos de enseñanza superior en los derroteros que marcan el rumbo de la academia y la ciencia en nuestro país. Una inserción de este tipo implica en primera instancia trazar las coordenadas de posibilidad de una política de investigación, tarea frente a la cual Panduro y Román-Maldonado (2005) trazan el siguiente itinerario: requerimos dar respuesta a “lo que es, o significa investigación científica”. De ahí que, si se asume a la genera- Cuadro 2. Estándares de profesionalización docente • Obligación de servicio a otros (individuos, familias, comunidades), con inclinación vocacional: desarrollo de un ethos que guíe su práctica y medie la transmisión de habilidades y conocimientos hacia un compromiso profesional del alumnado. • Comprensión y dominio de un cuerpo de teorías o conocimientos establecidos en el campo de la salud. • Compromiso para innovar la enseñanza, la organización y el contenido de los programas de estudio, así como los métodos de evaluación del desempeño de los estudiantes. • Vinculación al desarrollo de nuevas prácticas que posibiliten su trabajo en equipos multiprofesionales y multidisciplinarios y asunción de las tareas de gestión que le corresponden. • Garantizar la relación costo-efecto en los escenarios profesionales, al tomar decisiones que aseguren el empleo óptimo de los recursos y considerar las implicaciones éticas y financieras en beneficio del paciente o usuario. • Participación en la gestación de procesos para mejorar la preparación del personal docente. • Dominio cualificado de actuaciones prácticas (habilidades y estrategias). • Ejercicio de juicio y capacidad de toma de decisión en condiciones de inevitable incertidumbre (discrecionalidad). • Necesidad de aprender de la experiencia como interacción de la teoría y la práctica. • Pertenencia a comunidades u organizaciones profesionales que, además de desarrollarse cualitativamente, estén comprometidas públicamente para regular las prácticas individuales. • Inserción en la dinámica de funcionamiento de sistemas de acreditación y de evaluación del desempeño profesional. • Aumento de la productividad y la calidad de la superación posgraduada. 25 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Herrera-Salas, Stein-Gemora, Morales-Ruiz, Hernández-Mendoza ARTÍCULOS Encontramos, entonces, que entre las competencias genéricas que debe portar el docente, está la competencia investigativa y que, en la medida en que esto ocurra, se dan las condiciones esenciales para una profesionalización de la enseñanza, es decir, en la medida en que el conocimiento que se proponga en el aula por parte del docente se encuentre no sólo actualizado sino que él mismo sea partícipe de su producción y, más allá, que sea capaz de inducir tempranamente a sus alumnos hacia la generación del conocimiento científico. rrículum y formación de profesorado. 8, 1. Disponible en: http://www.ugr.es/~recfpro/rev81COL3.pdf FERRERES, PAVIA. V. (1997) El desarrollo profesional del docente. Barcelona: Oikos- Tau. FIGUEROA, A. E. R. y GILIO, M. C. M. (2008). La Función Docente en la Universidad. Revista Electrónica de Investigación Educativa, Número Especial. 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Consideraciones finales En conclusión, debemos entonces entender que la inscripción de la profesionalización de la docencia bajo la lógica de los intangibles nos permitirá una mayor potencialidad en la medida en que desde dicha lógica sabremos valorar mejor: a) la esencia de la persona aunada a su interés, conocimiento y deseo de cambios; b) la inclusión en la planeación institucional de los intangibles: el talento, la gobernabilidad y la ética organizacional; y, c) para una institución de educación superior que recupere la unicidad del servicio, la docencia y la investigación: la posesión de conocimientos, experiencia aplicada, tecnología organizacional, relaciones con usuarios y destrezas profesionales le otorgará a la institución una ventaja competitiva. Referencias AGUARDO, D. y ARRANZ, V. (2005). Desarrollo de competencias mediante blended learning: un análisis descriptivo. Píxel-Bit, Revista de Medios y Educación. 26, 79-88. ARISTIMUÑO, A. Las competencias en la educación superior: ¿demonio u oportunidad?. Centro de Documentación Universitaria. Universidad de los Lagos. FERNANDEZ CRUZ, M. (2004). El desarrollo docente en los escenarios del currículo y la organización. Revista de cu- Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 26 La identidad docente desde una perspectiva hermenéutica LUIS ANTONIO MONZÓN-LAURENCIO1 Resumen El presente texto habla sobre identidad docente desde una perspectiva hermenéutica, desde la cual, partiendo de Strawson y Ricoeur, se considera la identidad como un tipo de narración o discurso que se hace sobre algo para determinar que es el mismo objeto pero a su vez para determinar qué tipo de objeto es. Visto así, la identidad docente se convierte en un tipo de narración en la que se eligen ciertos enunciados para determinar que alguien es docente y no sólo se dedica a la enseñanza. Dependiendo del tipo de narración que elijamos se constituirá nuestra identidad y será mayor o menor el compromiso con ella. Partiendo de las ideas de Beuchot, se propone la necesidad de una identidad analógica que sea más conveniente para configurar la identidad docente evitando los extremos de una identidad única y universal, y la falta de identidad. Descriptores: Identidad docente, Formación docente, Hermenéutica, Hermenéutica analógica. Teachers Identity From an Hermeneutic Point of View Abstract The present paper is about teachers identity from an hermeneutic perspective, from which, departing from Strawson and Ricoeur, the identity is considered to be a type of narrative or discourse about something to determine that it is the same object, but also to determine what type of object is. So, the educational identity turns into a type of story in which certain sentences are choosen to determine that someone is a teacher and not only works as a teacher. Depending on the type of story that we choose our identity will be constituted and the commitment will be more or les with it. Departing from Beuchot’s ideas, we will propose the need of an analogical identity that is more suitable to de teachers identity and, from there, it is checked the latinoamerican´s situation. Key words: Teachers Identity, Teachers Formation, Hermeneutics, Analogical Hermeneutics. [ ] Artículo recibido el 24/11/2010 Artículo aceptado el 6/03/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 Profesor investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. [email protected] 27 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Luis Antonio Monzón-Laurencio ARTÍCULOS tión filosófica está implícita en la pregunta por esta última, pues lo que se predica del todo se predica de sus partes. Entonces, la pregunta por la identidad personal-profesional del docente inquiere una respuesta que sea alguna predicación sobre lo que significa ser docente en contraposición con otras profesiones y configuraciones personales; es decir, responder a la pregunta ¿qué soy yo cuando ejerzo la profesión docente?, o, en su versión corta, ¿qué significa ser docente? Ante esta pregunta se pueden adoptar varias posturas. Un conjunto de ellas considera que la identidad está determinada por algo que está en el objeto o más allá del mismo, pero que es inherente a él y, por lo tanto, la identidad es fija. Otro conjunto se colocará en el extremo opuesto y considera que no hay nada en el objeto que le otorgue su identidad, ya que esta es una idea que las personas le asignamos al objeto y no reposa en él. La primera posición corresponde al llamado pensamiento moderno; la segunda, al postmoderno. Es fácil observar que en ambos casos la identidad se determina siempre predicativamente, es decir, mediante un discurso, una narración. Nunca respondemos a esta pregunta de manera ostensiva, siempre es discursiva. Lo que deseamos resaltar en el presente texto es la importancia de esa narrativa docente como conformación de su propia identidad, vinculándola con otra narración sobre dicha profesión que está “dada” en la sociedad, una narrativa social sobre la profesión que influye de cierta manera tanto en la propia narrativa como en la interpretación que otros pueden hacer sobre ella. Es por eso que el presente texto es, sin lugar a dudas, de carácter filosófico, producto de la reflexión teórica y siguiendo los métodos de la hermenéutica analógica para tratar de comprender la cuestión de la identidad docente. Los resultados y conclusiones, sin embargo, son de interés para la comprensión de la formación docente, al brindar herramientas de pensamiento nuevas, pues se presentan las tesis de la hermenéutica analógica, misma que es aún un pensamiento reciente que algunos estamos interesados en expandir hacia nuevos horizontes más allá de la filosofía. Introducción U no de los aspectos importantes que hay que retomar al hablar de la formación docente es la cuestión de la identidad profesional de los mismos. Formarnos como profesionistas implica necesariamente identificarnos como tales; de lo contrario, solamente la haremos de docentes y no seremos docentes. Como señala Carlos García (2009:37) “lo que las investigaciones nos han venido mostrando es que la identidad profesional docente es un factor determinante a la hora de explicar aspectos como la motivación, la implicación, el compromiso de los profesores con su enseñanza”. Sin embargo, la cuestión de la identidad plantea problemáticas filosóficas importantes, ampliamente debatidas durante varios siglos y en la actualidad, que no deben ser descuidadas en la reflexión pedagógica. La dimensión filosófica está siempre presente. Cuando alguien se expresa en términos como “la identidad no es algo que se posea sino algo que se desarrolla a lo largo de la vida” (García, 2009:38) se está adoptando ya una postura filosófica que en la mayoría de los casos no es defendida y, en muchos, ni siquiera es conscientemente adoptada. Hablar de identidad (en general) implica siempre –como lo podemos constatar en la larga tradición filosófica–, tratar de responder a la pregunta ¿qué es? Esto convierte inmediatamente a esta cuestión en un asunto metafísico antes que sociológico, psicológico o antropológico; siendo estas últimas posturas las que, en el mejor de los casos, pretenden resolver muy válidamente la cuestión desde una perspectiva empírica, pero el planteamiento no dejará de ser filosófico en su propia naturaleza. Por su parte, hablar de identidad personal (una instancia de la identidad en general) implica responder a la pregunta menos extensa ¿qué soy?, que toma la forma de ¿quién soy?, porque al preguntarnos quiénes somos no requerimos una respuesta a lo que somos como cosas (nuestra constitución biológica, bioquímica, física, etc.), sino a aquello que precisamente nos diferencia de las demás cosas, preguntamos qué somos en tanto que somos personas, lo que se manifiesta en el cambio del qué al quién. La pregunta por la identidad profesional es una instancia de la pregunta por la identidad personal y la pregunta por la identidad docente es una instancia menos extensa aún de la pregunta por la identidad profesional. Por ello, es ineludible pensar que la cuesRevista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. La hermenéutica como punto de partida Hablar de hermenéutica es hablar de varias escuelas o pensadores que comparten al menos un supuesto epistemológico y uno ontológico fuertes: la 28 ARTÍCULOS La identidad docente desde una perspectiva hermenéutica nes como “este es el mismo edificio en el que viví” o “no has cambiado, sigues siendo el mismo” o “soy el mismo que conociste hace diez años”. En el caso de la identidad cualitativa, esta se refiere a objetos que son cuantitativamente distintos pero que comparten cualidades similares. Así, por ejemplo, en el caso de expresiones como “quédate con esto, es lo mismo que el otro” o la muy afamada “es lo mismo, pero no es igual” o “me da lo mismo”. Resulta claro que en las primeras la identidad se refiere a, efectivamente, un solo y único objeto mientras que en las segundas se refiere a objetos diversos pero que terminan por ser iguales en cierto sentido; es decir, se trata de una identidad analógica, pues “lo analógico es lo en parte idéntico y en parte diferente. Conjuga la identidad y diferencia” (Beuchot y Arenas-Dolz, 2008:32). Resulta importante señalar aquí que analogía no sólo significa semejanza, sino proporcionalidad, orden. Beuchot y Arenas-Dolz (2008) nos explican que existen dos tipos de analogía: de proporcionalidad y de atribución. La primera expresada en el principio matemático a:b::c:d que puede tomar la forma a:b::b:c, que es el fundamento de la racionalidad lógica. La analogía de atribución es aquella en la cual se tiene un principal analogado, es decir, un término que se dice propiamente de un objeto pero que se dice de manera metafórica de otros. Por ejemplo, Aristóteles dice que lo sano se dice propiamente del ser humano y, por analogía de atribución, también de la comida, del ejercicio, de un modo de vida, etc. Podemos hablar entonces de una identidad analógica que no se refiere a que dos objetos sean exactamente lo mismo, sino que sean primordialmente distintos aunque analógicamente similares, es decir, que uno de ellos es proporcional al otro o que a uno de ellos le podemos atribuir alguna característica del otro. El problema radica en hipostasiar la identidad cuantitativa en términos de una identidad esencial, es decir, pensar que para ser el mismo habría que permanecer siempre igual e inmutable. Según Strawson (1989), la determinación de la identidad cuantitativa se da más bien mediante la posibilidad de establecer una relación de un objeto con un marco más o menos fijo de referencia que permita determinar que el lugar que ha ocupado un determinado objeto es, si no el mismo, constante y continuamente referido a dicho marco. Por ejemplo, sabemos que el libro que leímos anoche es el mismo que el que tenemos en las manos esta mañana porque anoche lo dejé sobre la mesa (que es más o menos una referencia estable) y hoy en la mañana estaba ahí. De igual manera, sabemos que idea de que todo conocimiento está de alguna u otra manera mediado por la interpretación y que nuestra realidad es el producto de dicha interpretación, esto es, que nunca nos las tenemos que ver con el mundo “real” sino con interpretaciones de él; por lo cual, en lugar de tratar de explicar al mundo (especialmente al social), deseamos comprenderlo. Podemos rastrear esta postura hasta el pensamiento griego, aunque, como nos señala Grondin (1999), su actualidad la podemos rastrear hasta Nietzsche hace poco más de cien años, cuando postuló la idea de que no hay hechos, sólo interpretaciones. Esto no quiere decir que automáticamente se acepte como verdad que todo conocimiento lo sea, sino que ante cualquier afirmación sobre el mundo quedamos comprometidos a demostrar que no se trata nada más que de una interpretación entre otras. La cuestión de la identidad se convierte, desde una postura hermenéutica, en una forma más de interpretar al mundo. Es los Escritos sobre Retórica, Nietzsche (2000) nos comenta, precisamente, cómo es que utilizamos la metáfora, la metonimia y la analogía para generar categorías y nombres a los objetos de la realidad. Encontramos semejanzas entre objetos que son, empírica y evidentemente, distintos y, con base en dicha semejanza a veces totalmente arbitraria, agrupamos objetos diversos bajo un mismo nombre y distinguimos objetos similares bajo nombres o géneros diversos. La arbitrariedad original en la elección queda poco a poco fijada como natural y, por ende, termina por considerársela tal. Así, por ejemplo, nos comenta, la diferencia entre una víbora y un gusano es tan arbitraria como la similitud existente entre dos víboras. La conformación del concepto “víbora” se determina por semejanzas entre diversos animales alargados que se arrastran para andar, que serían similares a los gusanos, pero que no lo son porque hemos decidido, con base en otras metonimias y analogías, que tienen longitudes distintas, un cuerpo cubierto por escamas, etc. La identidad de un objeto o persona, entonces, es siempre el resultado de la interpretación de ciertas semejanzas y diferencias entre dos objetos que son empíricamente distintos. Sin embargo, hay que hacer aquí una precisión que Strawson (1989) ha determinado con gran claridad: la diferencia entre la identidad cuantitativa (el mismo) y la identidad cualitativa (lo mismo). El principio de identidad tradicional de la lógica (una cosa es idéntica sólo a sí misma) se refiere fundamentalmente a la identidad cuantitativa, a que algo sea siempre el mismo como en el caso de proposicio29 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Luis Antonio Monzón-Laurencio ARTÍCULOS minar así, entonces, que no ha cambiado a pesar de la metamorfosis. la mesa es la misma mesa porque está en la misma posición con respecto a los muros de la casa en la que se encontraba ayer y sabemos que dichos muros son más o menos una referencia estable. Cuando un objeto se mueve, cambia de posición con respecto a un marco de referencia, entonces la única forma de determinar la identidad cuantitativa de un objeto es construyendo una línea de tiempo que ubique al objeto con respecto a diversos marcos referenciales estables de tal manera que podamos determinar que dicho objeto con referencia en ese marco general de referencia, sigue siendo el mismo. Sobre esta idea, Ricoeur (2006) plantea la posibilidad de hablar de una identidad narrativa en donde la determinación de un objeto como el mismo dependería de que pudiésemos llevar a cabo una narración de los distintos lugares que este objeto ha ocupado durante varios momentos de su historia con base en marcos más o menos permanentes que permitan determinar que dicho objeto en un momento T1 es el mismo objeto en un momento T2. Es por ello que, en el caso de la identidad personal, la cuestión se torna evidentemente hacia la identidad narrativa: para decir quiénes somos recurrimos a contar nuestra historia, hacer una narración sobre los lugares que hemos ocupado. Nuestra narrativa personal nos lleva a ubicarnos dentro de marcos referenciales fijos para determinar que somos los mismos que hemos sido a lo largo de un periodo de tiempo. Así, el lugar donde nací, los lugares en que viví y estudié y los productos permanentes de mi acción (libros, premios, etc.) sirven de marcos de referencia para determinar que soy el mismo que fui antes. Pero a su vez, esta identidad cuantitativa me permite determinar de alguna manera mi identidad cualitativa. Es decir, eso que he realizado a lo largo de la vida configura de alguna manera lo que soy, porque a pesar de ser diferente a otros soy análogamente similar a todos aquellos cuyas narrativas personales se vinculan a la mía en determinados puntos del entramado. Es así que se disuelve la necesidad de pensar la identidad cuantitativa como una identidad inmutable y sustancial. El objeto puede cambiar, mutar y transformarse sin con ello alterar la identidad cuantitativa de un objeto, como en el caso de una oruga que se transforma en mariposa, podemos afirmar que es la misma a pesar de la transformación física que sufrió simplemente porque podemos describir narrativamente y a través de referencias a marcos más o menos estables, su posición con respecto a ellos y deterRevista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. De la identidad narrativa a la identidad docente Se ha señalado que la identidad es una interpretación que se transforma en una narración que vincula distintos lugares y situaciones de tal manera que podamos afirmar la continuidad de un objeto a través de ella y, por ende, conservar la identidad cuantitativa del mismo. También se ha señalado que la identidad cualitativa depende en determinado momento de esta identidad cuantitativa, aunque no se supedita a ella. La identidad cultural en todas sus modalidades: étnica, nacional, profesional, familiar, etc., es un caso específico de la identidad cualitativa o analógica: siendo personas empírica y evidentemente distintas somos similares, análogos a otros porque 1) proporcionalmente nos toca algo de lo mismo, o porque, 2) nos atribuimos un predicado que propiamente se dice de otra cosa pero que por analogía nos corresponde. Por ejemplo, somos proporcionalmente familiares de alguien porque compartimos parte de su información genética. Por otro lado, somos mexicanos porque nos atribuimos un predicado que propiamente se dice de una nación pero que se nos asigna por atribución por haber nacido ahí o por habernos nacionalizado es decir, haber declarado nuestro deseo de pertenecer a dicha nación. La identidad profesional es el caso que nos interesa aquí desarrollar. Ser un profesional de determinada área implica tener dentro del conjunto total de enunciados de mi narrativa, un subconjunto específico que puede ser compartido con otros tantos que son lo mismo pero que son distintos a mí, que no son el mismo. Entre estos enunciados podemos encontrar algunos como “estudié Derecho en Barcelona”, “cursé estudios de postgrado en educación”, “asistí al congreso de educadores”, “superviso el desempeño de los profesores en el aula”, etc. Mientras más enunciados compartamos con otras personas, menor será nuestra identidad individual, pero nuestro sentido de pertenencia será mayor. Por su parte, mientras menos enunciados compartamos con otros, reforzaremos más nuestra identidad individual, pero reduciremos la pertenencia. Por otra parte, la identidad profesional vincula no sólo la narrativa que una persona puede hacer de sí misma, sino también una narrativa social que le sirve de marco de referencia para determinar qué enuncia30 ARTÍCULOS La identidad docente desde una perspectiva hermenéutica asunto de narraciones, entonces es posible alterar y modificar nuestra narración de tal manera que nos identifique más con un grupo o con otro o que tienda más a la individualidad o a la colectividad. Del universo gigantesco de enunciados que podemos emitir sobre nosotros, sólo unos cuantos son elegidos para describirnos. Por ejemplo, un médico que también da clases puede inclinarse por la narrativa que lo vincula con la medicina en despecho de la que lo vincula como docente o viceversa, en cuyos casos tenemos o a un médico que da clase o a un docente que practica la medicina. Esto es esencial, sobre todo, al hablar de educación media y superior, en donde, en muchos países, el docente es ante todo un profesional de un área más que un docente formado como tal. Vaillant (2009) lo señala así “en la formación de profesores de enseñanza media, la mayor importancia la tiene siempre lo disciplinar y generalmente el lugar y la preparación pedagógica es tardía y secundaria”. Por su parte, nos comenta Sandoval (2009:185) que en México “en la actualidad, se reconoce que alrededor de un 50% de los profesores de secundaria son normalistas, mientras que la otra mitad se formaron en otras instituciones, en profesiones que muchas veces son ajenas a una orientación pedagógica y de enseñanza”. En este sentido, estas personas fueron formadas para interpretar al mundo e interpretarse a sí mismos primero como determinados profesionales (médicos, abogados, ingenieros, filósofos, etc.) y sólo después, en el mejor de los casos, aprenden a interpretar al mundo como docentes. Su narrativa sobre lo que implica ser docente nunca es personal, interior, sino el reflejo de las actitudes externas que presenciaron durante veinte años de ser estudiantes. Narran, pues, la actividad docente desde su calidad de espectadores, no de actores; pero dicha narración los convierte en actores. Es importante, entonces, señalar que el proceso de formación docente es en gran parte el responsable de que una persona sea capaz de dar cuenta de sí, es decir, de escribir su narrativa personal en términos de ser profesor. Lo esencial es señalar que el proceso de identidad docente va a depender completamente de ese proceso de formación que no sólo induce a contar nuestra vida favoreciendo los enunciados que nos vinculan con la escuela, sino que también nos permite incluir otros enunciados que hablan de otras cosas pero que son construidos fundamentalmente desde la pers- dos se consideran representativos de una u otra profesión. Es decir, no se eligen personalmente los enunciados que para nosotros individualmente son relevantes en la construcción de la identidad, sino los que socialmente también han sido determinados para ello. En este sentido entendemos cuando Vaillant (2009:31) dice que “la temática de la identidad docente se refiere a cómo los docentes viven subjetivamente su trabajo y a cuáles son los factores básicos de satisfacción e insatisfacción. Guarda relación con la diversidad de sus identidades profesionales y con la percepción del oficio por los docentes mismos y por la sociedad”. Uno puede elegir los enunciados que considera que construyen una narrativa que me identifica como un profesional de cierta área, pero si socialmente esos enunciados no son reconocidos como constituyentes de la misma, entonces dicha identidad entra en conflicto. Se establece una dialéctica entre el discurso social y el individual, ambos determinan enunciados que dicen lo que se espera de alguien que se dice docente. En este sentido, se entiende que algunos autores no conciban a la identidad docente como algo dado, sino en constante construcción; porque la narrativa nunca está terminada mientras podamos continuar proveyendo elementos para la misma, es decir, mientras nos mantengamos desarrollándonos, llevándonos a cabo como docentes habrá cosas que decir sobre nosotros; cada nueva acción aumenta el universo de posibles enunciados que podemos incluir en la narrativa sobre quienes somos. Es por ello que el docente (como toda profesión) necesita de autoafirmación constante de dicha narrativa. No se es docente por haber impartido una clase o un curso; ser docente implica poder narrar una serie de sucesos constantes y consistentes entre sí sobre las actividades que social e individualmente se consideran acciones docentes. En este sentido, el ejercicio de narratividad docente es un elemento que resulta importante para la configuración propia de la señalada identidad. El docente tiene tras de sí una narrativa que no necesariamente ha sido expresada. Se sabe docente porque la hace de docente, porque hace lo mismo que hacen otros docentes y sabe que lo ha sido por mucho tiempo porque él mismo ha hecho lo mismo mucho tiempo. Pero esta narrativa no ha sido puesta frente a él, se le presenta transparente. Dado que hemos dicho que la identidad es un 31 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Luis Antonio Monzón-Laurencio ARTÍCULOS nal y, por ende, de la identidad profesional, dicho discurso se construye de manera abstracta, eliminando de él todo aquello que es propio de tal o cual docente y convirtiéndose en el discurso de todo docente existente, existido o por existir. Se busca sustentar en alguna noción metafísica del sujeto, en propiedades que sean trascendentes a las personas particulares. De ahí que podamos entender cuando Tlaseca (1995:186) afirma que “(…) las acciones del maestro continúan siendo explicadas por sujetos y saberes ajenos al proceso de su producción” . Tal distancia aparece debido a que, precisamente, la narrativa univocista de la teoría no corresponde con la multívoca realidad del maestro, pues la teoría no habla de él, sino de un docente abstracto y general. Este tipo de imagen docente prevalece y se fortalece cuando la escuela cobra su forma actual profesionalizante en la cual el docente no es más que un instrumento más de la industria educativa y, por ello, el docente está obligado a comportarse de determinada manera para lograr un eficiente proceso de enseñanza y, por ende, ser un docente. La identidad del docente se constituye, entonces, si y sólo si, su narrativa personal se adecua a la narrativa oficial de los teóricos que determinan lo que es ser docente. A este respecto, Contreras (1999:64) dice “el modelo dominante que tradicionalmente ha existido sobre cómo actúan los profesionales en la práctica (…) ha sido el de Racionalidad Técnica (…) la idea básica del modelo de racionalidad técnica es que la práctica profesional consiste en la solución instrumental de problemas mediante la aplicación de un conocimiento teórico y técnico, previamente disponible, que procede de la investigación científica”. Así, el buen docente es quien se apega a la narrativa que la ciencia le ha brindado como marco de referencia para solucionar conflictos; el modelo, la idea, es previa a la realidad por lo que este modo de pensar tan contemporáneo no deja de ser idealista. Lo mismo sucede en los casos de los sistemas basados en competencias. Hablar de un profesor competente significa que dentro de su narrativa personal es capaz de establecer algunos saberes y habilidades que se han establecido de antemano como los que cualquiera que pretenda llamarse (identificarse como) docente debe cumplir. En este sentido, entendemos cuando Rojas (2000:46) señala que “(…) la tendencia a reformar los sistemas educativos sobre la base de competencias reconocidas revela toda una gama de procesos que, para afianzar el nuevo orden económico, se ha impulsado a fin de establecer cáno- pectiva docente. Es el caso cuando le decimos a alguien que “hablas como profesor” o “estás hablando como abogado”. No sólo construimos nuestra narrativa de vida para identificarnos como docentes, sino que las estructuras que empleamos para narrar otras situaciones se construyen desde la interpretación que hacemos del mundo desde nuestra perspectiva docente y este es un rasgo fundamental que podemos estudiar para determinar, por ejemplo, el grado de compromiso de un profesor con su trabajo. De ahí que determinar qué significa ser un profesor no sólo implica hacer observaciones sobre su comportamiento y acciones específicas. Lo que nos narra sobre él se torna importante, así como la forma de narrar otros aspectos del mundo. Que alguien se considere a sí mismo un docente implica que sus elecciones a la hora de hacer una narrativa están siendo escogidas desde su cualidad de docente. La construcción de la identidad personal en la modernidad y en la postmodernidad El proyecto de la modernidad, como afirma Hargreaves (1999), entre otros, buscaba un tipo de emancipación del ser humano con respecto a los tiempos premodernos y supuestamente obscurantistas de la Edad Media; basados en la iluminación por parte de la “luz natural de la razón” y el control de la naturaleza provisto por la ciencia. Dicho proyecto se fundamentaba, entre otras cuestiones, en una necesaria regularidad de los fenómenos que fuese subyacente a los mismos. El descubrimiento de tales características inmutables constituía y constituye aún en algunos casos, la tarea de la ciencia. Es por ello que en esta etapa prevalece el tipo de identidad que podríamos llamar, siguiendo a Beuchot (2002), univocista: considerar la identidad como única, inmutable, permanente. Podríamos afirmar que se pretende que la narración de nuestra historia de vida sea única y coherente en extremo, que no falte ni sobre nada. Esta es la univocidad con la que se puede hablar, por ejemplo, de la masa (en física) o de la composición atómica del hidrógeno (en química) en donde el discurso sobre estos elementos en determinadas condiciones se dice de una única manera y siempre será así. De tal manera que la identidad de un objeto podría determinarse cuando se puede hacer un discurso unívoco sobre él. Para lograr esto en el caso de la identidad persoRevista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 32 ARTÍCULOS La identidad docente desde una perspectiva hermenéutica realizar determinadas acciones o elegir determinados enunciados para convertirse en docente. Pero también debe evitar el ser equívoca y pensar que cualquier narrativa lo convierte en docente. Hay elementos que hay que cumplir y otros que pueden ser modificados, hay linderos que no deben ser franqueados, pero entre ellos, las posibilidades son muchas. Por otro lado, debe ser proporcional, a cada docente la parte que le corresponde. En cuestión de evaluación docente, por ejemplo, se tiende a confundir mucho esta cuestión y en muchas instituciones las evaluaciones docentes terminan por ser una evaluación administrativa: califican al docente como trabajador y no como educador. Falta proporcionalidad, analogía. En términos pedagógicos, la construcción de la identidad docente, entonces, no significa la identificación de algo propio o esencial en el sujeto que lo determine como docente, sino de la construcción de una narración que privilegie de una u otra manera los enunciados que se vinculen con el trabajo docente. En ese sentido, la postmodernidad y el “todo se vale, nada es sustancial”, no permiten al docente hilar dichos enunciados en una narrativa consistente, la identidad del docente se disgrega, se distiende y termina por perderse, lo que culmina por tener docentes menos comprometidos con lo que hacen y que puedan fácilmente ser atrapados por discursos técnicos sobre su quehacer, pues sin una identidad propia, cualquier discurso que provea un mínimo de identidad puede ser fácilmente aceptado. nes de desempeño laboral proclives a ser estandarizados en diferentes países”. Así, el ámbito de las competencias no sólo es univocista sino completamente moderno. Esta situación cambia en la postmodernidad. Giroux (1998:69) afirma que “como forma de crítica cultural, el postmodernismo ha puesto en tela de juicio un número de suposiciones centrales en el discurso del modernismo. Estas incluyen su dependencia en las nociones metafísicas del sujeto”. Por su parte, Hargreaves (1999:65) nos dice que “la adopción de una postura teórica postmoderna supone negar la existencia de un conocimiento fundamental sobre la base de que no existe una realidad social cognoscible más allá de los signos del lenguaje, la imagen y el discurso. En consecuencia, no puede existir acuerdo preestablecido sobre las maneras de comprender las cosas que llamamos sistemas sociales o incluso otras identidades humanas, porque también ellas carecen de una esencia interior más allá del lenguaje, la imagen y el discurso”. En este sentido, entonces, en la postmodernidad la cuestión de la identidad personal y, con ella, de la identidad profesional, en particular de la identidad docente, se disipa, desaparece, se convierte en una ficción más del lenguaje y no en una realidad. Con el derrumbe de los metarrelatos (Lyotard, 1991), la identidad se disgrega, se pierde y caemos en un individualismo forzado por la incapacidad de narrar nuestra historia personal de una manera coherente y unitaria, referida a un marco de referencia medianamente fijo que son dichos metarrelatos; la narración se vuelve endémica y sólo puede referirse a uno mismo como punto de referencia. Afirmaciones como que la identidad se construye continuamente o diariamente o que nunca está completamente determinada no son falsas; sin embargo, más que solucionar la cuestión sólo logran empeorarla. Una identidad demasiado cambiante no es siquiera una identidad. Una persona que es un día docente, otro administrativo y uno más asistente de investigación pocas veces podrán dar cuenta de una narrativa coherente. Por eso es necesario buscar una construcción intermedia, analógica (Beuchot, 2002). Es decir, que permita un hilo narrativo mínimo aunque dé prioridad a la diferencia y mutabilidad constante del devenir diario. La analogía, como se mencionó, no sólo es semejanza, sino orden y proporcionalidad. La narrativa docente analógica debe mantener orden sin buscar ser unívoca, es decir, sabiendo que no existe un único camino para ser un buen docente. No basta con A manera de conclusión Se ha hecho un recorrido desde la cuestión filosófica de la identidad cuantitativa y cualitativa hasta mi personal perspectiva de los problemas de formación docente. La perspectiva hermenéutica nos permite explicar que la cuestión de la formación docente implica crear una forma de interpretarse a sí mismo y desde ahí de interpretar la realidad; es un punto de partida que nos permite elegir enunciados determinados de entre toda la infinita gama de posibles enunciados que podemos hacer sobre nosotros y sobre el mundo, los cuales están personal y socialmente determinados como los enunciados que pertenecen a la profesión docente: es decir, la formación docente es una forma de aprender a narrar y narrar-se. En la forma de narrar, podríamos concluir, está el ser; o, dicho de otra manera somos lo que narramos. 33 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Luis Antonio Monzón-Laurencio ARTÍCULOS Referencias Así, resulta de interés filosófico y pedagógico lo que los profesores tenemos qué decir, pues esto constituye la identidad profesional y, por ende, la imagen social y personal que tenemos de nuestro trabajo. Hablar de manera devaluada nos constituye como una profesión devaluada y viceversa. No se trata de una simple afirmación trivial que sostiene que lo que decimos de nuestra profesión refleja la idea que tenemos de ella; se trata de la más profunda afirmación que implica que somos lo que narramos, la profesión se devalúa en su ser cuando se narra negativamente sobre ella y viceversa. La formación docente debería recurrir a esos relatos de los que hablaba Lyotard (1991), aquellas construcciones narrativas que, si bien pueden no ser verdaderas, son necesarias para la configuración del ser. Hemos permitido que la literatura, los medios de comunicación y la sociedad en general narren barbaridades de los profesores y que las historias inspiradoras de docentes que dieron sus vidas a la mejora de las vidas de otros se lean como cursilerías y patrañas. Este es el resultado de una visión postmoderna de la educación en la que todo se vale, incluso la no educación. Una tendencia que hay que revertir cambiando nuevamente las narrativas. La falta de proporcionalidad, de analogía en la construcción de las narrativas docentes ha producido, entonces, dos modalidades extremas en la constitución de la identidad del mismo: una cuya narración es cerrada, unívoca y, por lo tanto, para ser docente hay que cubrir estrictamente ciertos parámetros preestablecidos: sólo se es docente cuando nuestra narrativa contiene ciertos enunciados preestablecidos. Otra más, que es demasiado abierta, equívoca, y que en realidad disuelve la identidad del docente, termina por confundirse su actividad con otras (administrativo, empleado, luchador social, líder de opinión, activista, etc.). Por ello, suponemos que un camino medio resulta indispensable en estos tiempos. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. BEUCHOT, M. y ARENAS-DOLZ, F. (2008). Hermenéutica en la encrucijada. Madrid: Anthopos. BEUCHOT, M. (2002). Tratado de Hermenéutica Analógica. 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Profesorado: revista de currículum y formación del profesorado. 13, 1, 27-41, disponible en http://www.ugr.es/~recfpro/rev131ART2.pdf. 34 Estrategias de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes de la licenciatura en Psicología del CU UAEM Temascaltepec DANIEL CARDOSO-JIMÉNEZ, MANUEL ANTONIO PÉREZ-CHÁVEZ, MARCELA JARAMILLO-JARAMILLO, RAFAEL VALENTÍN MENDOZA-MÉNDEZ, GERMÁN SANTILLÁN-DELGADO, SALVADOR BOBADILLA-BELTRÁN1 Resumen El objetivo fue relacionar las estrategias de aprendizaje y el rendimiento académico en estudiantes de psicología, con una población de 156 estudiantes. Se utilizó la Escala de Estrategias de Aprendizaje ACRA, con enfoques cualitativo y cuantitativo, tratando de identificar la frecuencia de estrategias de aprendizaje, el rendimiento académico por estudiante, así como su correlación. Los resultados indican que, en cuanto al enfoque cuantitativo, los cinco semestres presentan grado de utilización moderado en las escalas de adquisición, codificación, recuperación y apoyo. En cuanto al enfoque cualitativo, los cinco semestres utilizan con grado bajo, excepto subrayado lineal y repaso reiterado la escala de adquisición con sus respectivas estrategias. La correlación, mostró una diferencia significativa (P<0.05) en subrayado lineal, y diferencia altamente significativa (P<0.01) en motivación intrínseca y extrínseca. Descriptores: Estrategias de aprendizaje, Rendimiento académico, Estudiantes, Licenciatura en Psicología, ACRA. Strategies of Learning and Academic Achievement for Students in BSs. In Psychology of the CU UAEM, Temascaltepec, Mexico Abstract The objective was to study the strategies of learning and the academic achievement of the BSc. in psychology of the UAEM University Temascaltepec. The population was formed by 156 students of both sexes during the first, third, fifth, seventh and ninth semesters. For this research it used was used the learning strategies scale instrument ACRA, for the interpretation and support of quantitative and qualitative focus, identifying the learning strategies frequency by scale, academic achievement by group and student, as well as the correlation among them. Quantitative focus. The scales of acquisition, codification, recovery and support for the five semesters presented a moderate utilization degree. Qualitative focus: Scale of acquisition with the respective strategies for the five semesters have a degree of low utilization, except the underlined lineal. In the correlation, a significant difference was observed (P<0.05) in underlined lineal, and a highly significant difference (P<0.01) in extrinsic and intrinsic motivation. Key words: Strategy of Learning, Academic Achievement, Students, Degree, Psychology, ACRA. [ ] Artículo recibido el 14/12/2010 Artículo aceptado el 16/03/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 Profesores investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México. Centro Universitario UAEM Temascaltepec. Daniel Cardoso-Jiménez, [email protected], Manuel Antonio Pérez-Chávez, [email protected], Marcela Jaramillo-Jaramillo, [email protected] Valentín Mendoza-Méndez, [email protected], Germán Santillán-Delgado, [email protected], Salvador Bobadilla-Beltrán [email protected] 35 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Cardoso, Pérez, Jaramillo, Mendoza, Santillán, Bobadilla ARTÍCULOS de su formación académica, comentan que al realizarse una autoevaluación de su aprendizaje durante cuatro años de estudio, no presentan confianza para desempeñarse profesionalmente. Algunas ideas básicas de esta concepción sobre el aprendizaje, incluyen la necesidad de partir del nivel de conocimientos previos del estudiante, la ayuda eventual o adaptación de la intervención pedagógica a la actividad del alumno, la motivación para aprender (significativamente), así como sus intereses personales (Ausubel, Novak y Hanesian, 1978). La educación que reciben los estudiantes en el aula y fuera de ella, es el reflejo de todos los procesos y estrategias de aprendizaje que aplica en su formación académica (Díaz-Barriga y Hernández, 2004). Esta tendencia a la adquisición de las estrategias de aprendizaje aplicables a distintos contextos y ambientes, tanto sociales, como profesionales y laborales, podrá ser enfrentada de forma eficaz y eficiente si se desarrolla en el estudiante su capacidad de autoaprendizaje, su habilidad para construir sus propios campos de conocimiento y ambientes de aprendizaje (Díaz-Barriga y Hernández, 2004). El proceso de esta investigación permitió tener una descripción de las debilidades y fortalezas de las estrategias de aprendizaje que utilizan los estudiantes de la licenciatura de Psicología en su formación universitaria, y cómo se relacionan con el rendimiento académico, permitiendo generar, a partir de los resultados, programas, cursos y talleres para guiar y potenciar el desarrollo de las estrategias de aprendizaje en los estudiantes, contribuyendo a que la formación de los estudiantes sea realmente significativa. Lo anterior contextualiza el problema de esta investigación formulando la siguiente interrogante: ¿Cuál es la relación que existe entre la aplicación de estrategias de aprendizaje y el rendimiento académico en estudiantes de la licenciatura de psicología en el CU UAEM Temascaltepec? Introducción L a educación superior juega un papel muy importante en la transformación de toda sociedad, ya que en ella descansa el progreso en los ámbitos cultural, social, económico y político, por lo que, desde el punto de vista cultural, la educación impacta directamente en el bienestar social (Carretero, 1996). Las instituciones de educación superior plantean un nuevo concepto de educación, a través del desarrollo de conocimientos y herramientas necesarias para aprovechar la diversidad, la convergencia de culturas, la gran cantidad de información disponible y nuevos descubrimientos que aportan la ciencia y la tecnología (Ausubel, Novak y Hanesian, 1978). En este sentido, es necesario continuar modificando el paradigma del aprendizaje tradicional, con el fin de dar respuesta a la sociedad como al mercado laboral, ya que exigen hoy en día profesionales expertos en su disciplina, que dominen habilidades, destrezas, competencias y puedan adaptarse exitosamente a un mundo de rápidas obsolescencias (Good y Brophy, 1996; Ausubel, Novak y Hanesian, 1978). Lo anterior, no se puede enseñar con manuales, ni repitiendo, ni memorizando, porque se trata de conocimientos que se adquieren en la práctica, con la experiencia y siempre se están renovando. Si no se tienen las bases y estructuras del aprendizaje no es posible el desarrollo de la capacidad de aprendizaje permanente o de autoaprendizaje, ya que su énfasis se dirige al dominio de las destrezas, habilidades, competencias y valores que se deben articular con la formación profesional (Bruner, 1988; Beltrán et al., 1987, Baquero, 1995). De aquí la necesidad de reorganizar las estrategias de aprendizaje para propiciar la generación y construcción permanente del conocimiento, con la mirada puesta en el presente y dirigida hacia el futuro (Adell, 2002). Los estudiantes de la licenciatura de psicología del Centro Universitario UAEM Temascaltepec, utilizan estrategias de memorización, repetición mecánica, subrayado, identificación de palabras claves, desarrollan resúmenes y elaboran mapas conceptuales en forma frecuente; y de forma parcial las de metacognición, algunos estudiantes son pasivos, con escasa comunicación y diálogo, muestran una motivación baja en el aula, escasa aplicación de conocimientos teóricos en la práctica, y escaso trabajo en equipo. Algunos estudiantes en el último semestre Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Método Participantes La presente investigación se llevó a cabo con estudiantes de la licenciatura en Psicología del Centro Universitario UAEM Temascaltepec dependiente de la Universidad Autónoma del Estado de México, con una población de 156 estudiantes de los dos sexos de los semestres primero, tercero, quinto, séptimo y noveno, los cuales vivían en lugares rurales, semi-urbanos y urbanos, con edades de 17 a 23 años. 36 ARTÍCULOS Estrategias de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes… • Apoyo de la información: Miden el apoyo, ayuda y cómo potencian el rendimiento de las estrategias de adquisición, codificación y recuperación, incrementando la motivación, la autoestima y atención, se logra mediante estrategias metacognitivas y socioafectivas; con 35 ítems distribuidos en nueve factores. Tipo de estudio El tipo de estudio utilizado fue correlacional, tomando como variable independiente las escalas de estrategias de aprendizaje y como variable dependiente al rendimiento académico (Tapia, 2000 y Hernández, Fernández y Baptista, 2003). Se plantearon las siguientes hipótesis: Hi. Existe relación estadísticamente significativa entre la aplicación de las estrategias de aprendizaje y el rendimiento académico en los estudiantes de la licenciatura de psicología. Ho. No existe relación estadísticamente significativa entre la aplicación de las estrategias de aprendizaje y el rendimiento académico en los estudiantes de la licenciatura de psicología. Por otra parte, el rendimiento académico se midió a través de las calificaciones de las trayectorias académicas de los estudiantes por semestre, proporcionadas por el departamento de Control Escolar. Procedimiento Se aplicó el instrumento de manera colectiva en cada salón, proporcionando las instrucciones sobre el uso y aplicación del material que incluyo el cuadernillo y una hoja de respuestas para cada estudiante, en la cual escribió su nombre, dato importante para el seguimiento de su calificación. Su aplicación fue de 60 minutos. La investigación que se efectuó corresponde a un enfoque cuantitativo y cualitativo y, en ambos casos, se analizaron las respuestas con un grado de profundidad y especificidad de acuerdo con los fines de la investigación. La metodología cuantitativa, (Román y Gallego, 2001), se utilizó para medir la frecuencia de uso de las diversas estrategias de aprendizaje por parte de los estudiantes en los procesos de adquisición, codificación, recuperación y apoyo. Para cada escala básica se obtuvo una puntuación directa total, que incluyó todos los ítems que las integran. La puntuación directa total fue la frecuencia con que el estudiante manifestó realizar la respuesta elegida. La puntuación directa total de cada escala, se obtuvo de cada uno de los ítems que la conforman asignando el valor 1 a la respuesta A, 2 a la B, 3 a la C y 4 a la D. Para obtener estas puntuaciones, se siguieron los siguientes pasos: Se anularon las respuestas en las que los estudiantes estudiante no anotaron ninguna respuesta o en las que anotaron más de una. Se contó el número de respuestas dadas en cada una de las cuatro alternativas (excepto las previamente anuladas), lo que permitió comprobar la exactitud del recuento (valor obtenido más las filas anuladas es igual al número de ítems de la escala). En cada escala de estrategias de aprendizaje, la suma de los valores de la primera columna (A) multiplicado por 1, más los de la segunda (B) multiplicados por 2, los de la tercera (C) por 3 y los de la cuar- Diseño Se utilizó un diseño ex post facto (Tapia, 2000 y Hernández, Fernández y Baptista, 2003). Instrumento Se utilizó la Escala de Estrategias de Aprendizaje (ACRA) de Román y Gallego (2001, que conciben a las escalas siguiendo cuatro fases estratégicas: adquisición, codificación, recuperación y apoyo (ACRA). Las escalas están diseñadas para la obtención de información sobre las estrategias de aprendizaje que utilizan los universitarios, recogiendo las estrategias cognitivas y los procedimientos que realizan los estudiantes en sus experiencias de aprendizaje académico. Las escalas de estrategias de aprendizaje que contempla el ACRA son: • Adquisición: Mide las estrategias que favorecen el control o dirección de la atención, y las que optimizan los procesos de repetición. Entre ellas, se incluyen las estrategias atencionales y estrategias de repetición, con 20 ítems distribuidos en siete factores. • Codificación: Miden los procesos de los niveles de procesamiento y, de acuerdo con éstos se aproxima a la comprensión y al significado. Incluye estrategias nemotécnicas, de elaboraciones y organizacionales, con 46 ítems distribuidos en doce factores. • Recuperación de la información: Miden la búsqueda de información en la memoria y la generación de respuesta, es decir, sirven para manipular los procesos cognitivos de recuerdo, mediante estrategias de búsqueda y generación de respuesta, con 18 ítems distribuidos en cuatro factores. 37 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Cardoso, Pérez, Jaramillo, Mendoza, Santillán, Bobadilla ARTÍCULOS tercero, quinto y séptimo muestran una utilización baja, mientras noveno semestre es alto. Para la estrategia de búsqueda de indicios y respuesta escrita existe un grado de utilización bajo en los cinco semestres. En la estrategia de planificación de respuesta, en tercero, quinto y séptimo tienen un grado de utilización bajo, mientras primero y noveno semestre es alto. Escala de apoyo. En la estrategia de autoconocimiento, los semestres de primero, tercero, quinto y séptimo presentan un grado de utilización bajo, mientras que el noveno es alto. Para las estrategias de automanejo/planificación, automanejo/regulación, evaluación y autocontrol los cinco semestres muestran un nivel bajo. En la estrategia de autoinstrucción, los cinco semestres muestran un grado de utilización alto, excepto tercero que es bajo. Para la estrategia contradistractora, los semestres primero y noveno presentan un nivel de utilización alto, el resto es bajo. En interacciones sociales, los semestres primero, tercero y quinto tienen un grado de utilización bajo, mientras séptimo y noveno es alto. Para la estrategia motivación intrínseca y extrínseca, en primero, tercero y séptimo presentan un nivel bajo, mientras quinto y noveno es alto. En motivación de escape, en primero, tercero y quinto tienen un grado de utilización alto, mientras séptimo y noveno es bajo. ta (D) por 4, constituyó la puntuación directa total que se transformó en puntuación centil baja, moderada o alta. Además, se conoció el grado de utilización de una estrategia concreta y de un grupo de estrategias contenidas en cada escala, al valorar las respuestas mediante el procedimiento de cuantificación anteriormente indicado. Tomando en cuenta la naturaleza de las escalas, orientadas fundamentalmente al entrenamiento de los estudiantes que no utilizan estrategias de aprendizaje adecuado, resulta evidente que la evaluación realmente indispensable es la metodología cualitativa, que a continuación se describe. Se identificaron las respuestas más altas (C y D), y las respuestas más bajas (A y B) de cada ítem por alumno y semestre. Finalmente, a la información recabada y organizada, se analizo con el paquete estadístico SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) versión 17 (2008), obteniendo los siguientes datos: frecuencia de utilización de las estrategias de aprendizaje por escala en bajo, moderado o alto, así como el análisis de correlación de Pearson entre las estrategias de aprendizaje y el rendimiento académico. Resultados Se presentan los resultados de acuerdo con método aplicado. Correlación Escala de adquisición. Se observa diferencia significativa (P<0.05) para la estrategia de subrayado lineal; el resto de las estrategias presentan un efecto no significativo (P>0.05). Escalas de codificación y recuperación. Para estas escalas con sus respectivas estrategias, no existe diferencia significativa (P>0.05). Escala de apoyo. Se observa una diferencia altamente significativa (P<0.01) para la estrategia de motivación intrínseca y extrínseca; el resto de las estrategias presentan un efecto no significativo (P>0.05). Enfoque cuantitativo Las escalas de adquisición, codificación, recuperación y apoyo, muestran un nivel de utilización moderado por parte de los estudiantes de los cinco semestres. Enfoque cualitativo Escala de adquisición. Las estrategias de exploración, subrayado idiosincrático, epigrafíado, repaso en voz alta y repaso mental en los cinco semestres tienen un grado de utilización bajo, mientras las estrategias de subrayado lineal y repaso reiterado muestran un nivel de utilización alto. Escala de codificación. Las estrategias de nemotecnia, relaciones intracontenidos, imágenes, metáforas, aplicaciones, auto preguntas, paráfrasis, agrupamiento, secuencias, mapas conceptuales y diagramas muestran una utilización baja en todos los semestres. Escala de recuperación. En la estrategia de búsqueda de codificaciones en los semestres primero, Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Discusión Escala de adquisición La puntuación promedio de los cinco grupos muestra valores de puntuación directa que oscilan de 52.40 a 54.10 calificada con puntuación centil moderado, estos son superiores a los reportados por Martín y Camarero (2001), con valor de 46.47 y a lo reportado por Camarero, et al. (2000), con valor de 50 para estudiantes de la licenciatura de Informática. Se ob38 ARTÍCULOS Estrategias de aprendizaje y rendimiento académico en estudiantes… puntos, ubicando estos resultados con una puntuación centil moderada. Estos datos son superiores a los reportado por Massone y González (2005), con valor de 100.6; por Camarero, et al, (2000), con valor de 108 para estudiantes de Informática, y por Martín y Camarero (2001) y Román y Gallego (2001), con valores de 103 y 110.19, respectivamente. Las diferencias entre las investigaciones mencionadas pudieran estar influenciadas, con en el caso anterior, por factores tanto externos como internos a la institución. Otro aspecto que puede estar influenciando los resultados, es el lugar de origen de los estudiantes, pues los que se ubicaron con un grado de utilización alto son los que provienen de medios urbanos con un entorno social, económico, cultural y educativo distinto al medio rural, pues el estudiante no las conoce, ni desarrolla y ni aplica. Para lograr el desarrollo de estas estrategias los docentes deben tener un dominio pleno de ellas, y como se puede observar en la vida académica la mayoría de docentes universitarios no cuentan con este tipo de conocimientos, ya que en su formación académica no recibieron formación al respecto, por ende no lo aplican en sus cátedras. Román y Gallego (2001), mencionan que la escala de codificación es el paso de la información de la memoria de corto plazo a la memoria de largo plazo. Para que los estudiantes tengan éxito en su aplicación se requiere de la elaboración y organización de la información conectada ésta con los conocimientos previos e integrándola en estructuras de significado más amplio llamadas estructuras cognitivas y que está se puede lograr desarrollar por medio de la interacción social, cultural y educativa. serva el mismo comportamiento de los datos reportados por Massone y González (2005), con valor de 51.81 en su estudio sobre estrategias cognitivas de aprendizaje en estudiantes de noveno año de educación general básica. La información resultó similar a lo reportado por Román y Gallego (2001), con valor de 54.36. Como se observa, existen diferencias en los resultados reportados, esto puede ser influenciado por una serie de factores entre los que destacan los externos a la institución como el lugar de origen de los estudiantes, estrato social al que pertenecen o viven, nivel económico, educativo y cultural, escolaridad de los padres, comunicación familiar; y algunos internos de la institución como el grado académico de los docentes, estrategias de aprendizaje que utilizan los docentes, actualización de la planta docente, infraestructura y medios educativos con que cuentan los estudiantes al interior o exterior del centro educativo, así como los propios de los estudiantes como son sus hábitos de estudio, estilos de aprendizaje y estrategias de aprendizaje, entre otros. Lo anterior, es confirmado por los resultados obtenidos, ya que en esta escala los estudiantes las emplean en el siguiente orden de importancia: subrayado lineal y repaso reiterado con valores de 3.17 y 3.27, respectivamente, el cual se considera como un grado de utilización alto, mientras que las estrategias de exploración, repaso en voz alta, subrayado idiosincrático, epigrafiado y repaso mental obtuvieron valores que oscilaron del 2.19 al 2.85, un nivel considerado bajo. Los resultados pudieran estar influenciados principalmente por el desarrollo cognitivo de cada estudiante originado por el desconocimiento y la no aplicación de las estrategias en niveles inferiores al universitario y éste a su vez por el entorno ambiental y social donde vive y convive, ya que algunos estudiantes provienen de medios rurales, donde prevalecen debilidades muy marcadas en la formación académica de padres de familia, hijos y docentes, de allí que los estudiantes presenten deficiencias en la utilización de estrategias de aprendizaje en esta escala. Román y Gallego (2001), mencionan que la escala de adquisición es el primer paso para adquirir información a través de la atención y que está se puede lograr por medio de la interacción social, cultural y educativa dentro y fuera del aula. Escala de Recuperación Para esta escala, se observó que los cinco semestres obtuvieron una puntuación directa promedio que osciló entre 47.78 a 53.48, cifras que corresponden a un grado de utilización moderado, siendo estos valores superiores a los reportados por Massone y González (2005), con 44.79; a Martín y Camarero (2001), con 46.16; y a Camarero, et al., (2000) con 48, pero similares a los resultados obtenidos por Román y Gallego (2001) con 51.66 e inferiores a los reportados por Gázquez, et al. (2006) con 56.64. Escala de Apoyo En esta se observó que las puntuaciones directas promedio en los cinco semestres variaron de 97.18 a 105.68, lo que corresponde a un grado de utilización Escala de codificación Se observó que la puntuación directa promedio de los cinco semestres osciló entre 104.53 y 116.12 39 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Cardoso, Pérez, Jaramillo, Mendoza, Santillán, Bobadilla ARTÍCULOS Referencias moderado, siendo superiores a los reportados por Massone y González (2005), con 88.79; a Camarero, et al. (2000), con 92; a Martín y Camarero (2001), con 88.28, y similares a los reportados por Román y Gallego (2001) con 102.58 puntos. Los estudiantes emplearon estas estrategias en grados bajos, con valores que oscilaron del 2.35 al 2.91, excepto para la estrategia de motivación de escape con un grado de utilización alto con un valor de 3.02, estas diferencias pueden estar influenciadas principalmente por no contar con una adecuada base de conocimientos previos adquiridos en niveles educativos inferiores al universitario y que es el reflejo de un incorrecto proceso de adquisición, codificación y recuperación de la información. Román y Gallego (2001), afirman que es importante conocer y aplicar por parte de los estudiantes las estrategias de adquisición, codificación y recuperación de la información, ya que de ello depende incrementar la motivación, autoestima y la atención, con lo cual se garantiza el funcionamiento de todo el sistema cognitivo. Por otra parte, en la r de Pearson, se obtuvo una correlación positiva significativa y altamente significativa en las estrategias de subrayado lineal y motivación intrínseca y extrínseca. En el resto de las estrategias no se encontró relación significativa. ADELL, M. (2002). Estrategias para mejorar el rendimiento académico de adolescentes. Madrid: Lavel. AUSUBEL, D., NOVAK, J. y HANESIAN, H. (1978). Educational psychology: a cognitive view. Nueva York: Holt, Rinehart y Winston. BAQUERO, R. (1995). Psicología educacional y aprendizaje académico. Buenos Aires. Propuesta educativa. BELTRÁN, J., GARCÍA, E., MORALEDA, M., CALLEJA, F., y SANTIUSTE, V. (1987). 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En la escala de codificación, sus respectivas estrategias muestran un grado de utilización bajo en todos los semestres. En las escalas de recuperación y apoyo, en la mayoría de las estrategias hay una tendencia de utilización baja en los cinco semestres. En cuanto a la correlación de las variables implicadas, se observó una diferencia significativa (P<0.05) para la estrategia de subrayado lineal y una diferencia altamente significativa (P<0.01) para la estrategia de motivación intrínseca y extrínseca; el resto de las estrategias presentan un efecto no significativo (P>0.05). Se aceptó la hipótesis de trabajo planteada debido a que al menos dos estrategias de aprendizaje presentaron diferencias significativas. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 40 Identificación de alumnos con talento en una escuela secundaria de la zona metropolitana de Guadalajara DANIEL CERVANTES-DE DIOS,1 MARÍA DE LOS DOLORES VALADEZ-SIERRA,2 BAUDELIO LARA-GARCÍA,3 ROGELIO ZAMBRANO-GUZMÁN,4 LUZ PÉREZ-SÁNCHEZ,5 ELENA LÓPEZ-COBEÑAS,6 IGNACIO AVELINO RUBIO7 Resumen En últimos años se ha dado una gran importancia a la atención de niños sobresalientes y recientemente se ha planteado ampliar la atención a los alumnos con talento y ampliar la cobertura hasta nivel secundaria. Sin embargo aún no se desarrolla una propuesta para la identificación del talento. Este trabajo se plantea identificar a alumnos con talento que cursaran el primer grado de secundaria. A 693 alumnos de primero de secundaria se les aplicaron los instrumentos de identificación de talento social, matemático, lingüístico y tecnológico de Luz Pérez (2006), el Cuestionario de Estrategias de Aprendizaje (Beltran y Pérez, 2004) y la prueba de aptitudes mentales (Thurston, 2000). 380 contestaron todos los instrumentos de los cuales 60 (15.7%) fueron identificados como talentosos (talento matemático, social, tecnológico o lingüístico) y 320 no presentaron ningún talento. Además Identifying Talented Pupils at a Secondary School in the Metropolitan Area of Guadalajara Abstract In recent years there has been a great importance to the attention of gifted children and has recently considered extending the attention to students with talent and extend coverage up to secondary level. But not yet developed a proposal for the identification of talent. This work proposes to identify talented students in the first grade of secondary. A first 693 high school students are applying the tools of social talent identification, mathematical, linguistic and technological de Luz Pérez (2006), the Learning Strategies Questionnaire (Beltran and Perez, 2004) and the mental aptitude test (Thurston, 2000). 380 answered all the instruments of which 60 (15.7%) were identified as gifted (talented mathematician, social, technological or linguistic) and 320 showed no talent. It was [ ] Artículo recibido el 9/12/2010 Artículo aceptado el 11/03/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 2 Maestría en Psicología con Orientación en Psicología Educativa, Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. Email: [email protected] Profesora investigadora del Departamento de Psicología Aplicada, Coordinadora del Laboratorio de Educación Especial, profesora de la Maestría en Psicología Educativa. Miembro del Cuerpo Académico UDG 467 “Psicología y Educación”. Centro Universitario Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. [email protected] 41 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. se encontró que los alumnos talentosos calificaron significativamente más alto en el cuestionario de estrategias de aprendizaje y en la prueba de aptitudes mentales. Los resultados se discuten en términos de las implicaciones para la atención educativa de esta población y de la utilidad de los instrumentos empleados. Descriptores: Alumnos talentosos, Alumnos sobresalientes, Talento, Aptitudes sobresalientes. also found that gifted students scored significantly higher on the questionnaire of learning strategies and mental skills test. The results are discussed in terms of the implications for providing education for this population and the usefulness of the instruments used. Key words: Student Talented, Outstanding Students, Talent, Skills Highlights. 3 4 5 6 7 Profesor investigador del Centro de Estudios sobre Aprendizaje y Desarrollo. Departamento de Psicología Básica. Profesor de la Maestría en Psicología Educativa, Miembro del Cuerpo Académico UDG 467 “Psicología y Educación”, Centro Universitario Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. Profesor asesor del Instituto Superior de Investigación y Docencia para el Magisterio, Secretaría de Educación Jalisco. [email protected], [email protected] Profesor del Departamento de Psicología Aplicada y de la Maestría en Psicología Educativa. Miembro del Cuerpo Académico UDG 467 “Psicología y Educación”. Centro Universitario Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara. [email protected] Doctora en Psicología, Catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad Complutense de Madrid, España. [email protected] Estudiante del Doctorado de Psicología Escolar y del Desarrollo, Universidad Complutense de Madrid, España. [email protected] Profesor del Departamento de Psicología Aplicada del CUCS, UdeG. [email protected] Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 42 ARTÍCULOS Identificación de alumnos con talento en una escuela secundaria… autor no niega la presencia de componentes biológicos y genéticos, pero señala que no es lo único que los determina. Por otra parte, según el MDDT, en las habilidades sistemáticamente desarrolladas (talentos), existen nueve campos: académico, técnico, ciencia y tecnología, artes, servicio social, administración y ventas, operaciones comerciales, juegos, y deporte y atletismo. En este modelo las aptitudes actúan como material puro o elementos constituyentes de los talentos. Como otros autores han señalado, este modelo reconoce la existencia del estudiante que puede tener una alta habilidad (aptitud) pero que aún no la traslada en una alta ejecución (talento). Así pues, la responsabilidad de la escuela, de la familia y de la comunidad es identificarlo y ayudarlo a desarrollar sus habilidades en ejecuciones, así como reconocer y apoyar a los alumnos con talento para que desarrollen altos niveles de excelencia. Finalmente, Gagné (2010:78) señala que todos los componentes del modelo juegan un papel fundamental en el desarrollo del talento y que, “la emergencia del talento resulta de una compleja coreografía entre los cuatro componentes causales, coreografía que es única para cada individuo”. Introducción R ecientemente en nuestro país, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha desarrollado un programa de atención a alumnos con aptitudes sobresalientes y talentos sustentado en el modelo sociocultural y psicosocial. Con base en los modelos de Tannenbaum y de Gagné (1985, 1997), esta dependencia define a los alumnos con aptitudes sobresalientes como “aquellos capaces de destacar significativamente del grupo social y educativo al que pertenecen en uno o más de los siguientes campos del quehacer humano: científico tecnológico, humanístico social, artístico y/o acción motriz. Estos alumnos, por presentar necesidades específicas, requieren de un contexto facilitador que les permita desarrollar sus capacidades personales y satisfacer sus necesidades e intereses para su propio beneficio y el de la sociedad” (SEP, 2006:59). Por otra parte, define al alumno con talento como “aquel que presenta un conjunto de competencias que lo capacitan para dominar la información dentro de un área concreta del actuar humano. Lo esencial en el talento es que es específico, a diferencia de las aptitudes sobresalientes. En consecuencia, requieren de instrumentos de evaluación propios de cada área…” (SEP, 2008:7). De acuerdo con el Modelo Diferenciador de Dotación y Talento (MDDT) diseñado y reformulado por Gagné (2010), existe una distinción clara entre estos dos conceptos. La dotación alude a la posesión y uso de habilidades naturales superiores –aptitudes–, no entrenadas y espontáneamente expresadas, en al menos un área de habilidades, en tanto que el talento alude al dominio destacado de habilidades sistemáticamente desarrolladas en al menos un campo de la actividad humana, y en un grado que sitúa al individuo dentro del 10% superior del grupo de su misma edad que cultiva o ha cultivado ese campo (Gagné, 1997, 2010). Gagné (2010), al hacer ajustes a su modelo, agrupó las habilidades naturales o dones en seis subcomponentes: • Mentales: intelectual (GI), creativo (GC), social (GS), y perceptual (GP). • Físicos: capacidades musculares involucradas en los movimientos físicos amplios (GM), y capacidades asociadas con el control y los reflejos motores finos (GR). Características generales de los alumnos con aptitudes sobresalientes Valadez (2006), señala las conductas que generalmente caracterizan a estos niños, mismas que coinciden con la clasificación de Winner elaborada en 1996: a) Signos tempranos: atención a estímulos a los tres meses, sentarse, sostenerse y caminar varios meses antes de lo esperado; inician a hablar en edades tempranas, reacciones intensas. b) Estilos de aprendizaje: aprenden con una instrucción mínima; son curiosos; muestran gran energía, persistencia y concentración cuando están interesados en algo; intereses obsesivos en áreas específicas. c) Habilidades escolares: habilidad para leer e iniciación en la lectura alrededor de los cuatro años; fascinación por los números; memoria para información verbal y matemática; razonamiento lógico y abstracto. d) Aspectos sociales: juegan solos dado que pocos niños se interesan por sus juegos; prefieren la compañía de niños de más edad. e) Aspectos afectivos: intereses por temas filosóficos y morales; alto sentido del humor. Los dones no son innatos, se desarrollan a lo largo de toda la vida, pero más en los primeros años. El 43 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Cervantes, Valadez, Lara, Zambrano, Pérez, López ARTÍCULOS información relevante para comprender o resolver alguna situación, establecer relaciones entre los datos de la información, y relacionar los conocimientos nuevos con los conocimientos previos, integrándose la información de forma significativa. El alumno superdotado tiende a utilizarlas en las actividades académicas marcando un estilo intelectual propio para aplicarlas. c) De apoyo: están enfocadas en la persistencia, la autoeficacia y la motivación. Esto es, resistencia a las dificultades que encuentran en el camino, éxitos en la ejecución, la persuasión visual y la activación emocional; motivación intrínseca, de competencia, de logro, así como deseo de novedad. Una de las características más comunes es que aprenden con un ritmo más rápido y poseen una mayor profundidad y extensión en el aprendizaje (Freeman, 1988; Acereda, 2002; Rayo, 1997). Asimismo, necesitan un mínimo de práctica para retener un concepto que ya comprendieron, lo que significa que demandan un ritmo más rápido de enseñanza. Otra característica común es tener intereses amplios y profundos, por lo que demandan recursos adicionales como material bibliográfico, experiencias extraescolares, acceso a la tecnología, contacto con profesionales expertos en distintos campos de interés, etc. En el caso de adolescentes superdotados y talentosos, Domínguez (1998), señala que algunos de los aspectos que los identifican son el razonamiento abstracto, la capacidad de procesar la información, de generar posibilidades y de pensar símbolos, lo mismo que los siguientes: • Desarrollan una alta capacidad de abstracción. • Desarrollan actividades mentales que introducen la información en la memoria, por ello tiene fácil y rápido acceso a la información relevante. • Enfocan la situación del problema de forma cualitativamente diferente, usando estrategias eficaces y flexibles. • Tienen originalidad del pensamiento, capacidad para pasar por alto los convencionalismos y procedimientos establecidos, sensibilidad hacia el detalle estético de las cosas, curiosidad y actividad especulativa en diferentes situaciones. • Muestran iniciativa para alcanzar una meta que puede ser propuesta por el profesor o por el propio alumno y sirve para proporcionar la representación de un problema. Atención a alumnos superdotados y talentosos en nuestro país Para el ciclo escolar 2008-2009, a escala nacional, la SEP trazó como meta atender 341,900 alumnos con aptitudes sobresalientes en 15 estados de la República Mexicana, reportando en las estadísticas nacionales 63 599 alumnos atendidos al 29 de octubre de 2010, es decir 18.60% de la meta planeada. De ellos, 8.72% pertenecen al nivel secundario (SEP, 2010). En Jalisco actualmente se atienden 926 alumnos con aptitudes sobresalientes (1.77% de la meta de alumnos a atender por este estado), de los cuales solo el 11.12% son del nivel secundario. Un recurso con mayor potencial para una nación, es el humano. La valoración y atención de este potencial permite que las personas y la comunidad se desarrollen y puedan beneficiarse. Los gobiernos que valoran a los estudiantes con aptitudes sobresalientes o talento, desarrollan estrategias y políticas públicas que los apoyan. En México existe una fuga de personas talentosas hacia otros países. En cuanto a la atención al talento se sabe que, los talentos detectados y atendidos tendrán una mayor oportunidad de desarrollo y, por consiguiente, de florecer y dar resultados extraordinarios, pero el camino requiere dedicación y esfuerzo de la persona, así como del contexto educativo (SEP, 2008:9). Actualmente, a través de la Propuesta de intervención: atención a alumnos y alumnas con aptitudes sobresalientes (SEP, 2006), se cuenta con una herramienta para que las escuelas primarias puedan detectar y dar atención a estos alumnos a través del enriquecimiento escolar y extraescolar. El proceso de identificación de los alumnos con Por otra parte, Beltrán (2003) describe las estrategias de aprendizaje que utilizan estos alumnos para llegar a las diferentes formas de resolución de problemas y de aprendizaje, entre las que destacan las siguientes: a) Metacognitivas: relacionadas con el conocimiento que cada persona tiene sobre sus propios procesos de conocimiento. Permiten al alumno superdotado reflexionar sobre la naturaleza de la tarea que va a realizar, los objetivos que quiere alcanzar, las estrategias a utilizar y las dificultades con las que podría enfrentarse. Por lo tanto, se distinguen tres grandes categorías metacognitivas: planificación, regulación y evaluación. b) Cognitivas: enfocadas en la selección, organización y elaboración, las cuales permiten seleccionar la Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 44 ARTÍCULOS Identificación de alumnos con talento en una escuela secundaria… una Escuela Secundaria Técnica ubicada en la colonia Arboledas, Zapopan, Jalisco. La muestra quedó conformada por los alumnos que contaban con la totalidad de los instrumentos aplicados, siendo en total 380 alumnos. aptitudes sobresalientes o con talentos específicos no es solamente la base para un programa sólido, sino la piedra angular que permitirá el desarrollo de las personas que tienen un mayor potencial. Algunas investigaciones (Renzulli y Reis 1997; Benito, 2006) dan cuenta de la problemática en el desarrollo emocional de los alumnos identificados de manera errónea y alrededor de quienes se generan falsas expectativas. Para fortalecer la propuesta nacional es necesario generalizarla en todos los niveles educativos, incluyendo el universitario, y, por medio del enriquecimiento extraescolar, dar atención a los alumnos con talentos específicos. Las escuelas y los servicios de educación especial están atendiendo a menos de 1% de la población de alumnos con aptitudes sobresalientes y únicamente en el nivel de educación primaria, lo que representa aproximadamente 15% de la población total. En el nivel de la educación secundaria, no se ha desarrollado ninguna propuesta ni se cuenta con estrategias para identificar a los alumnos talentosos. En este contexto, reconociendo que una de las áreas donde ha habido avances menos significativos ha sido en la creación y utilización de pruebas específicas para la detección de talentos en el nivel secundario, el equipo de la Dra. Pérez, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), se propuso realizar un protocolo para detectar alumnos talentosos. El presente trabajo forma parte del proyecto de detección de alumnos talentosos en el cual participa el Laboratorio de Psicología y Educación Especial del Departamento de Psicología Aplicada del CUCS de la Universidad de Guadalajara, en colaboración con el equipo de investigación “Detección de talentos” de la Universidad Complutense de Madrid. Los objetivos de este trabajo fueron identificar a los alumnos con talentos específicos que asisten a una escuela secundaria técnica de la zona metropolitana de Guadalajara y comparar las estrategias de aprendizaje y las aptitudes primarias de los alumnos con talentos específicos y los alumnos sin talento. Materiales e instrumentos Los participantes de primer año contestaron las siguientes pruebas: a) Pruebas para la detección de talentos, diseñadas por el equipo del proyecto de investigación “Detección de talentos” de la Universidad Complutense de Madrid (Pérez, 2007) autorizado a la Universidad de Guadalajara para el desarrollo de esta investigación. Estas pruebas están diseñadas por niveles de edad y actualmente se encuentran en su fase de prueba. En esta investigación se utilizó el nivel correspondiente que abarca alumnos hasta los 12 años de edad. Dichos instrumentos se describen a continuación: Prueba de conocimiento matemático: comprende seis ejercicios de distintos tipos de problemas (numéricos, lógicos y espaciales) en formato de opciones múltiples. Prueba de conocimientos lingüísticos: consta de tres ejercicios (12 preguntas en total). El primero contiene dos textos y la tarea consiste en leer uno de ellos y luego contestar las preguntas que se hacen sobre ella, eligiendo una de las tres opciones de respuesta; el segundo, consiste en relacionar palabras entre sí; y el tercero consiste en elegir el significado correcto a los refranes que se presentan. En todos los casos sólo hay una opción correcta. Prueba de conocimientos tecnológicos: consta de 60 preguntas que se refieren a la computadora y sus usos: operaciones básicas y conceptos, herramientas tecnológicas de productividad, comunicación, investigación, solución de problemas y toma de decisiones. En cada cuestión existen varias opciones y se debe elegir si la respuesta es afirmativa (A) o negativa (B). Habilidad social: son 50 afirmaciones que se contestan eligiendo una de las cuatro opciones de respuestas que van desde nunca hasta siempre. En esta área se evalúan dimensiones como la asertividad, empatía, resolución de conflictos y liderazgo. Método Diseño Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal con una muestra por conveniencia. Sujetos Participaron los alumnos de primer grado, turno matutino y vespertino, del ciclo escolar 2007-2008, de Al alumno se le entrega un formato de respuestas, donde debe marcar la opción u opciones de 45 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Cervantes, Valadez, Lara, Zambrano, Pérez, López ARTÍCULOS cómo se puntúan, de manera que es posible realizar una calificación del cuestionario de forma manual. Se incluyen tablas donde se proporcionan los baremos en percentiles (pc) por cada subescala y por la escala total, donde: • Puntuaciones centiles inferiores a 25/30 corresponden a estrategias a mejorar. • Puntuaciones centiles comprendidas entre 2560/30-65 corresponden a estrategias adecuadas con posibilidades de mejora. • Puntuaciones centiles superiores a 60/65 corresponden a estrategias desarrolladas adecuadamente. respuesta según sea el caso. El tiempo aproximado para contestar cada prueba es de 20 minutos. Posteriormente, en el formato de respuesta se suman las puntuaciones obtenidas en cada prueba, y se considera que el alumno tiene uno o más talentos cuando iguala o supera el punto de corte de cada prueba. Los puntos de corte que se consideraron en este trabajo fueron los mismos que en España. b) Cuestionario de Estrategias de Aprendizaje CEA (Beltrán, Pérez, Ortega, 2006). El objetivo de este cuestionario es evaluar el nivel de utilización de las estrategias de aprendizaje por los estudiantes y proporcionar información y orientación a todos los implicados en el proceso educativo del alumno para que inicien un programa encaminado a potenciar las fuerzas y compensar las debilidades. Está dirigido a alumnos de 12 a 16 años de edad, su aplicación puede ser individual o colectiva. Es un cuestionario de 70 reactivos que evalúa las diferentes estrategias que los estudiantes ponen en práctica en el proceso de aprendizaje. Consta de cuatro escalas y once subescalas: • Sensibilización: tiene que ver con estrategias de apoyo y con la voluntad. Contiene las siguientes subescalas: motivación, actitud y afectividad –control emocional. • Elaboración: implica la capacidad del alumno y las estrategias cognitivas. Las subescalas son: selección, organización y elaboración de la información. • Personalización: al igual que la anterior, implica la capacidad del alumno y las estrategias cognitivas. Las subescalas son: pensamiento crítico y creativo, recuperación y transferencia. • Metacognición: tiene que ver con la autonomía y estrategias metacognitivas. Las subescalas son: planificación/evaluación y regulación. c) Aptitudes Mentales Primarias PMA (Thurston, 2007). Su objetivo es evaluar las aptitudes mentales primarias en alumnos inscritos desde el cuarto grado de primaria hasta la universidad. La aplicación de la prueba es individual o colectiva con una duración aproximada de 60 minutos, consta de cinco subpruebas que detectan cinco factores que corresponden a las aptitudes mentales primarias. La significación de los factores es la siguiente: (V), capacidad para comprender y expresar ideas con palabras; (E), capacidad para imaginar y concebir objetos en dos y tres dimensiones; (R), capacidad para resolver problemas lógicos, comprender y planear; (N), capacidad para manejar números y conceptos cuantitativos; (F) capacidad para hablar y escribir sin dificultad. La prueba consta de un cuadernillo y una hoja de respuesta autocorregible. Cada respuesta correcta de los factores obtiene una puntuación de uno. En los factores V, E, R y N la puntuación directa se obtiene de restar aciertos menos errores. Para el caso del factor F, la puntuación directa es la suma de las respuestas correctas. Las puntuaciones directas se transforman a puntuaciones centiles de acuerdo con los baremos correspondientes (por grado escolar y sexo). Cada uno de los reactivos se contesta eligiendo una de las cinco opciones de respuesta que van desde nunca hasta siempre. La calificación del cuestionario se produce mediante un soporte informático al que se accede a través de la Internet, donde se realizan todas las labores de corrección y puntuación, consulta de baremos, generación de un perfil y de los informes. El manual proporciona información específica de los reactivos asociados con cada subescala y Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Procedimiento Se solicitó apoyo al director de la escuela a fin de poder llevar a cabo la investigación. Las aplicaciones de los instrumentos estuvieron a cargo de tres psicólogos entrenados para tal fin, realizándolas en sus aulas en seis sesiones o clases escolares con un promedio de duración de 45 minutos cada una. 46 ARTÍCULOS Identificación de alumnos con talento en una escuela secundaria… Resultados La frecuencia de los talentos se puede observar en los datos que muestra la Figura 1. Debido a que el objetivo era identificar alumnos con cualquier tipo de talento, se conformaron dos grupos, el de talentosos y no talentosos, en estas proporciones: 320 alumnos para no talentosos (159 mujeres y 161 varones), y 60 para talentosos (37 mujeres y 23 hombres). Cabe mencionar que, en el grupo de talentosos existieron cinco casos de alumnos con dobles talentos, todos ellos del sexo femenino. Se calcularon las medias y las desviaciones estándar para cada una de las variables del Cuestionario de Estrategias de Aprendizaje (CEA) y se compararon los puntajes de cada una de éstas entre el grupo de talentosos y no talentosos con la prueba U de Mann-Whitney. Como se muestra en el Cuadro 1, se observaron diferencias estadísticamente significativas en las variables sensibilización-control emocional (z = -2.68; p = .007; p < .01); procesamiento-elaboración (z = -2.44; p = .015; p < .05); procesamiento-selección (z = -2.13; p = .033; p < .05); metacognición-planificación (z = -2.020; p = .043; p < .05); y en metacognición-regulación (z = -2.076; p= .038; p <.05), donde el grupo de los talentosos obtuvo puntuaciones más altas. Por otra parte, para la Prueba de Aptitudes Mentales Primarias (PMA), se calcularon las medias y las desviaciones estándar para cada una de las variables de la prueba y se compararon los puntajes obtenidos de cada una de éstas entre los grupos de talentosos y no talentosos con la prueba U de Mann-Whitney. Como muestra el Cuadro 2, se observaron diferencias Figura 1. Frecuencia por cada talento Fuente: Elaboración propia con base en los resultados. estadísticamente significativas en razonamiento (z = -3.22; p = .001; p < .001) y cálculo (z = -2.38; p = .017; p < .05), donde nuevamente el grupo de los talentosos obtuvo puntuaciones más altas. Como se observa en los resultados descritos anteriormente, las estrategias de aprendizaje que estuvieron más presentes en los alumnos con talento fueron sensibilización-control emocional, procesamientoelaboración, procesamiento-selección, metacognición-planificación y metacognición-regulación, en tanto que las aptitudes mentales primarias más presentes en los talentosos fueron las de razonamiento y cálculo. Con el fin de conocer si alguna de las variables del CEA y del PMA tienen mayor peso para diferenciar a una población talentosa de otra que no lo es, se efectuó un análisis de regresión logística hacia adelante (la variable dependiente fue presencia-ausencia de talento y la variable independiente el CEA y el PMA), donde los resultados mostraron en el primer paso la Cuadro 1. Medias y desviaciones estándar del grupo no talentoso y del talentoso, obtenidas en el CEA Cuestionario de Estrategias de Aprendizaje CEA Sensibilización Elaboración Personalización Meta cognición Motivación Actitudes Afectividad/control emocional Elaboración Organización Selección Transferencia Pensamiento crítico/creativo Recuperación Planificación/evaluación Regulación No talentosos (n = 320) M DE 54.75 28.723 42.83 28.095 29.776 53.90 29.776 48.93 40.26 27.188 38.03 30.472 54.00 30.845 30.537 58.53 29.581 43.86 48.21 29.988 37.55 27.065 Talentosos (n = 60) M DE 57.97 31.124 46.77 32.983 64.45** 31.630 59.63* 31.675 41.23 31.263 48.50* 33.859 60.15 33.064 65.13 31.148 47.40 29.435 33.175 57.28* 26.675 45.27* * p < .05 ** p < .01 Fuente: Elaboración propia con base en los resultados. 47 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Cervantes, Valadez, Lara, Zambrano, Pérez, López ARTÍCULOS Cuadro 2. Medias y desviaciones estándar del grupo no talentoso y del talentoso obtenidas en la PAM Prueba de Aptitudes Mentales Primarias PMA Promedio (n = 320) M DE 21.63 22.577 23.95 28.415 28.58 24.591 12.08 15.314 49.39 33.000 Comprensión verbal Espacial Razonamiento Cálculo Fluidez verbal Con talento (n = 60) M DE 30.27 30.183 32.70 32.991 41.98*** 29.671 17.93* 18.824 57.03 35.324 * p < .05 *** p < .01 Fuente: Elaboración propia con base en los resultados. gieren que los alumnos talentosos presentan una mayor autonomía en el control cognitivo (metacomponentes). Beltrán, Pérez y Ortega (2006) mencionan que los alumnos talentosos destacan la función de autonomía o autogobierno que ejerce la inteligencia en el campo de las acciones y decisiones humanas, lo cual les permite conocer qué quieren lograr en cuanto al aprendizaje, y definir los pasos a seguir para lograrlo. Esto nos lleva a que los alumnos con talento presentan un nivel significativo alto en planeación, son capaces de mantener un permanente control de su aprendizaje para no apartarse de su objetivo y, por último, hacen un balance sobre los resultados obtenidos. Estos datos se verifican en los resultados de la PMA donde el factor razonamiento (capacidad de resolver problemas lógicos, prever y planear) fue estadísticamente más alto en los alumnos talentosos. No obstante que los alumnos evaluados presentaron niveles altos significativos, se debe precisar que, además de este aspecto (planificación/evaluación y regulación), los alumnos talentosos tendrían que presentar una motivación suficiente para sostener, sustentar y apoyar estos procesos, con el fin de lograr que el alumno persista en el desarrollo de cualquier proyecto, superando las dificultades que pueden presentarse. Por tanto, el proceso de sensibilización constituye un apartado importante en la metacognición, específicamente para la planeación. El alumno talentoso necesita de manera concreta una buena dosis de los aspectos afectivos motivacionales y actitudinales, además de una gran carga de estrategias metacognitivas para desarrollar sus talentos en un campo específico. En este sentido, los resultados nos muestran que, en cuanto a la motivación y las actitudes, no se diferencian de los no talentosos, al menos en este estudio, lo cual sugiere, por ejemplo, que el contexto escolar pudiera influir en que no se muestren altamen- variable razonamiento, en el segundo paso, elaboración, y en el tercer paso, cálculo. En todos los caso la p fue < .05. Discusión Los resultados indican que el proceso de identificación de alumnos con talento en nuestro contexto es fácil, sencillo y económico. La aplicación y la evaluación son sencillas, fáciles de realizar, a diferencia de las estrategias de identificación habituales de las unidades USAER (unidades de servicio de apoyo a escuelas regulares), que son las únicas, de las pocas escuelas que se dedican a esta labor, cuyas evaluaciones pueden tardar hasta un ciclo escolar en diagnosticar alguna aptitud sobresaliente o un talento específico. El instrumento que se aplicó para el desarrollo de esta investigación sólo necesitó para su aplicación seis horas clase en promedio, y dos horas promedio para la evaluación de resultados, el costo en promedio fue de mínimo 30 pesos por alumno y una hora trabajo hombre. Los resultados muestran una clara y consistente diferencia entre los alumnos talentosos y los no talentosos en lo que respecta a las estrategias de aprendizaje y a las aptitudes mentales primarias. En cuanto a los estilos de aprendizaje, los resultados coinciden con lo señalado por Beltrán (2003), en lo referente al mayor puntaje en los alumnos con superdotación y talento en cuanto a las estrategias metacognitivas, y parcialmente con las estrategias de procesamiento, ya que en este estudio, si bien se diferencian en mayor utilización de estrategias de elaboración y selección, puntuaron de forma similar que los no talentosos en estrategias de organización. La motivación y la actitud fueron similares a las de los no talentosos, no así en la variable de control emocional, donde sí mostraron diferencias significativas a favor de los talentosos. Estos resultados suRevista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 48 ARTÍCULOS Identificación de alumnos con talento en una escuela secundaria… identificarlos y caracterizarlos, y son escasos los orientados a estudiar cómo aprenden. te motivados. Es importante orientar futuros estudios hacia esta dirección, para analizar de qué forma el contexto escolar, particularmente áulico, motiva y promueve actitudes positivas hacia el aprendizaje. En cuanto al proceso de transformación de la información en conocimiento, los alumnos talentosos destacaron en saber como distinguir la información relevante de la irrelevante (selección), lo que nos habla de un buen trabajo de atención selectiva, además de ser capaces de relacionar conocimientos nuevos con los que ya tienen (elaboración). No obstante, se desempeñan de forma similar a los alumnos no talentosos en la utilización de estrategias que les permiten establecer relaciones internas entre los elementos informativos seleccionados y así darles sentido. Por último, en relación con los procesos de personalización, los resultados indicaron que los alumnos talentosos, aunque puntuaron más alto, no mostraron diferencias estadísticamente significativas y se desempeñan de forma muy similar a los no talentosos, en lo que Marzano (1992) llama pensamiento disposicional, el cual “está relacionado con actividades y disposiciones que permiten asumir de forma personalizada, creativa y crítica los contenidos informativos” (Beltrán, Pérez y Ortega, 2006:20). Con estos resultados, podemos concluir que en lo relativo a las estrategias de aprendizaje, la línea de intervención educativa debería encaminarse hacia fortalecer las estrategias donde destacan los alumnos con talento y desarrollar o potenciar aquellas en las que muestran un desempeño menor o menos destacado, pues son las estrategias en su conjunto las que favorecen un aprendizaje significativo y real. En este caso podríamos decir que de poco le sirve al alumno destacar en algunas estrategias si no sabe utilizarlas óptimamente. Un objetivo de este trabajo fue conocer las estrategias de aprendizaje y las aptitudes mentales de los alumnos con talento. Lo expuesto aquí nos permite tomar conciencia sobre la importancia de realizar estudios más profundos con alumnos talentosos en ésta área y a nivel escolar de secundaria, pues los pocos estudios que existen se enfocan más hacia cómo Referencias ACEREDA, A. (2002). Niños superdotados. Madrid: Pirámide. BELTRÁN, L. J. (2003). Estrategias de aprendizaje en sujetos de altas capacidades. Educación, 55-73. BELTRÁN, J., PÉREZ, L., ORTEGA, M. (2006). Manual CEA, Cuestionario de Estrategias de Aprendizaje. Madrid facilitadormediador: TEA. BENITO, Y. (1996). Inteligencia y algunos factores de personalidad en superdotados. Salamanca: Amarú Ediciones. DOMÍNGUEZ, P. (1998). “Inteligencia”. En BUENO, J. C. Psicología evolutiva y de la educación. 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Evolución de la matrícula femenina en la educación superior de la región Altos Sur de Jalisco: el caso del Centro Universitario de los Altos GIZELLE GUADALUPE MACÍAS-GONZÁLEZ,1 JUAN FRANCISCO CALDERA-MONTES,2 MARÍA DE JESÚS IÑIGUEZ-IÑIGUEZ3 Resumen El presente trabajo, describe en términos cuantitativos, la evolución de la matrícula femenina en una región geográfica del Estado Mexicano de Jalisco (Zona Altos Sur de Jalisco), específicamente del Centro Universitario de Los Altos (CUALTOS) de la Universidad de Guadalajara. La propuesta metodológica consistió en recuperar, procesar, comparar y categorizar la información oficial que en términos de matrícula reporta el área de control escolar de la dependencia. La población estudiada abarcó al 100% de la matrícula femenina de la sede de Tepatitlán de Morelos desde el momento de su fundación (1994) hasta el mes de febrero del 2009. Los resultados obtenidos muestran una tendencia creciente de la población femenina en la mayoría de las carreras ofertadas y en otros casos, se mantiene en las mismas condiciones. Tales datos coinciden con los encontrados en otras instituciones educativas del nivel superior, tanto en el contexto nacional como en el extranjero. Sólo el programa educativo de Derecho en la modalidad semiescolarizada, reporta una disminución de dicho sector de la población universitaria. Descriptores: Matrícula, Estudiantes, Género, Educación superior, Estudios regionales. Evolution of Female Enrollment in Higher Education in the South Altos Zone of Jalisco: The Case of the Centro Universitario de los Altos Abstract This paper describes, in quantitative terms, the evolution of the female enrollment in a geographical region of the Mexican State of Jalisco (The South Altos zone of Jalisco) specifically of the Centro Universitario de Los Altos (University Center of Los Altos) (CUALTOS) of the Universidad de Guadalajara (University of Guadalajara) The methodological proposal consisted in recovering, processing, comparing and categorizing the official information that, in terms of the matriculation, the admission office of the dependency reports. The studied population covered the female matriculation at 100% from the Tepatitlan de Morelos site since the moment of its foundation (1994) up to February 2009. The acquired results show the growing tendency of the female population in most of the offered mayors, and in other cases, it maintains the same conditions. Such data coincide with those found in other educational institutions at higher level, either in national context or international. The Semi-scholastic Law educational program is the only one to report a diminution in such sector of the university population. Key words: Enrollment, Students, Genre, Higher Education, Region Studies. [ ] Artículo recibido el 18/02/2011 Artículo aceptado el 13/04/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 2 3 Integrante del Cuerpo Académico Educación y Sociedad, CAEF UDG 433, Departamento de Estudios Organizacionales, Centro Universitario de Los Altos de la Universidad de Guadalajara [email protected] y [email protected] Integrante del Cuerpo Académico Educación y Sociedad, Departamento de Ciencias Sociales y de la Cultura, Centro Universitario de Los Altos de la Universidad de Guadalajara. [email protected] Estudiante de la carrera de Administración del Centro Universitario de Los Altos de la Universidad de Guadalajara. 51 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Macías-González, Caldera-Montes, Iñiguez-Iñiguez ARTÍCULOS sión de dicho nivel de estudios. Por señalar algunos ejemplos, tan sólo en el Distrito Federal se fundaron cinco escuelas de estudios profesionales dependientes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), con tres unidades en distintos puntos de la ciudad; y de la Universidad Pedagógica Nacional. Además, en materia de institutos tecnológicos regionales se registró también un notable crecimiento, pues en el periodo comprendido entre 1972 y 1976 se fundaron veintitrés instituciones de este tipo (ANUIES, 2002). Naturalmente, estas transformaciones fueron acompañadas por una significativa expansión de la matrícula, y en particular; de una notable equiparación en el número de hombres y mujeres universitarios, especialmente en el nivel licenciatura. Tal como se observa en el Cuadro 1, en 1970 la matrícula nacional en este nivel era de 208,944 estudiantes, de los cuales 176,491 (84.5%) eran hombres y 32, 453 (15.5%), mujeres. Como señalan Casillas y De Garay (1992), si se toma como base el año 1969, el porcentaje de crecimiento de la matrícula femenina fue de 518% en 1979; mientras que la masculina creció 224%; para 1982 la matrícula de mujeres había crecido 731% y la de los hombres, 272%. Dicha distribución porcentual continuó su tendencia hacia la nivelación entre los dos sexos llegando a ser en 2001 de 52.5% y 47.8% para hombres y mujeres, respectivamente (Cardaci, 2005). Ahora bien, el avance de la participación de la mujer fue importante en todas las entidades federativas. El Cuadro 2 permite observar, sin embargo, que en algunos estados este proceso se dio de manera más significativa. Así, en el periodo 1977-2001, la población femenina aumentó más de 25% en Baja California Sur, Chiapas y Guerrero y superó a la masculina en Tlaxcala (53% de mujeres en universidades y tecnológicos) (ANUIES, 2002). Al analizar (ver Cuadro 3) las tres áreas del conocimiento más pobladas en 2001 (ciencias sociales y administrativas, ingeniería y tecnología y ciencias de Introducción E n el contexto internacional, la participación de la mujer en la educación superior ha mostrado una tendencia en aumento (Alcántara, 2006). Sin embargo, dicha condición no ha evolucionado de la misma manera en todos los contextos, universidades y programas educativos. Las razones que explican tales circunstancias son multifactoriales, entre las que sobresalen las de orden económico (pobreza, marginación y altos costos de la matrícula), las socioculturales (religión, tradición y segregación) y las demográficas (aumento significativo de la población y procesos migratorios). Ante estas circunstancias, resulta conveniente continuar con los estudios sistemáticos sobre este tema, sobre todo en un entorno como el de la región de los Altos Sur de Jalisco, donde hay pocos trabajos cuyo objeto de estudio tenga que ver con la evolución de la matrícula femenina. Tal situación se magnifica si se considera que una de las políticas que más han sobresalido en los últimos años, tanto a nivel federal como estatal, tiene que ver con la equidad de género en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el acceso a la educación. La matrícula femenina en las Instituciones de Educación Superior en México A continuación, se examina de forma breve la evolución de la matrícula femenina en las Instituciones de Educación Superior (IES) del país, ello en razón de que dichos datos sirven de referencia para luego comparar la tendencia que en tal sentido ha tenido la región Altos Sur de Jalisco, específicamente en el Centro Universitario de Los Altos de la Universidad de Guadalajara. Este análisis inicia a partir de los años setenta, ya que esta etapa constituye un periodo particular en la historia de la educación superior de México, debido primordialmente al considerable proceso de expan- Cuadro 1. Distribución de la población escolar de licenciatura en universidades e institutos tecnológicos por sexo. México, 1970-2001 Año 1970 1980 1990 2001 Población total 208 944 731 147 1 078 191 1660 973 Mujeres 32 453 217 872 434 803 793 393 Porcentaje 15.5 29.8 40.3 47.8 Fuente: Cardaci, 2005. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 52 Hombres 176 491 513 275 643 388 867 580 Porcentaje 84.5 70.2 59.7 52.2 ARTÍCULOS Evolución de la matrícula femenina en la educación superior… Cuadro 2. Distribución porcentual de la población escolar femenina de licenciatura en universidades e institutos tecnológicos en ocho estados de la República Mexicana Estado Baja California Sur Chiapas Distrito Federal Guerrero Nuevo León Tlaxcala Veracruz Yucatán 1977 17 17 27 20 24 36 32 24 2001 47 44 49 48 45 53 47 44 Diferencias 1977-2001 +30 +27 +22 +28 +21 +17 +15 +20 Fuente: Cardaci, 2005. la salud), se observa que en dos de ellas el número de estudiantes mujeres supera al de hombres. Esto es así en el caso de ciencias sociales y administrativas, en donde la matrícula femenina es de 57.02% y ciencias de la salud (60.64%). Sin embargo, en el área de ingeniería y tecnología (segunda más poblada) sigue existiendo una muy baja proporción de mujeres estudiantes (29.8%). Asimismo, en educación y humanidades (que incluyen carreras como pedagogía, artes, danza y otras cursadas tradicionalmente por mujeres) la feminización de la matrícula es muy alta, ya que cuenta con 66.2% de mujeres (Cardaci, 2005). Si se desagrega la información por carreras, se observa que en 1977 cinco carreras concentraban a casi 50% de la matrícula femenina de acuerdo con el siguiente orden: medicina, contaduría, derecho, administración y odontología. Cuando se analizan las diez licenciaturas más pobladas en 2001, se encuentra que en cuatro de ellas el número de estudiantes mujeres supera al de hombres. Esto ocurre en el caso de psicología, (78.8% de mujeres), contaduría (58.2%), administración (56.03%) y medicina (50.4%). En dos carreras, el porcentaje de mujeres llegó a ser prácticamente igual al de los hombres: informática (47.8%) y derecho (48.3%), y en tres, representa la tercera parte de la matrícula: arquitectu- ra, ingeniería en sistemas computacionales e ingeniería industrial. Es notable, sin embargo, la baja proporción de alumnas en ingeniería electrónica, la décima carrera con mayor población, pues es cursada solamente por 11.4% de mujeres (ANUIES, 2002, en Cardaci, 2005). En síntesis, el señalamiento realizado por Morales en 1989 sigue siendo válido, en el sentido que afirmaba que la incorporación creciente de la mujer a la educación superior no se ha venido dando especialmente en carreras como enfermería o trabajo social, consideradas generalmente como “femeninas”; es decir, aquéllas que refuerzan valores en los que tradicionalmente se las socializa, sino en profesiones consideradas “tradicionales” por su antigüedad y por el perfil laboral consolidado que les corresponde y que son de mayor demanda tanto de hombres como de mujeres. Tal es el caso de medicina, contaduría, derecho y administración. Finalmente, se debe considerar el hecho de que a inicios del siglo XXI es evidente que las mujeres se están incorporando también significativamente a licenciaturas que abren un horizonte laboral vinculado al manejo de nuevas tecnologías; situación que desde luego resulta inédita debido a la novedad de dichos programas educativos. Cuadro 3. Distribución porcentual de la población escolar femenina de licenciatura por área del conocimiento, México, años 1990 y 2001 Áreas Ciencias Agropecuarias Ciencias Naturales y Exactas Ciencias de la Salud Ciencias Sociales y Administrativas Educación y Humanidades Ingeniería y Tecnología 1990 14.5 39.8 55.5 50.3 60.6 22.8 2001 27.0 46.1 60.6 57.0 66.2 29.8 Diferencias 1999-2001 +12.5 +6.3 +5.1 +6.7 +5.6 +7 Fuente: Cardaci, 2005. 53 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Macías-González, Caldera-Montes, Iñiguez-Iñiguez ARTÍCULOS Finalmente, para el año de 2003 el H. Consejo General Universitario aprobó que las sedes situadas en Lagos de Moreno y el módulo en San Juan de los Lagos pasaran a constituirse como el Campus Universitario Lagos, quedando Tepatitlán de Morelos en su calidad de sede única del Centro Universitario de Los Altos (Caldera, 2005). El contexto del Centro Universitario de Los Altos El presente apartado tiene como finalidad orientar al lector respecto de las características e historia del Centro Universitario de los Altos, ello, para contextualizar sobre todo para dimensionar de manera más acorde los hallazgos que se exponen en el apartado de resultados. Como parte de la red universitaria desarrollada en la Universidad de Guadalajara, en el año de 1993 iniciaron las actividades del que posteriormente sería conocido como el Centro Universitario de Los Altos (CUALTOS), donde se ofrecían las licenciaturas de administración y abogado. La génesis de estos planteles educativos, surgió con el arribo a la rectoría del Lic. Raúl Padilla López, con el fin de ampliar la cobertura de la educación superior en diversas regiones de Jalisco. El H. Consejo General Universitario el día 24 de mayo de 1994, aprobó la creación del CUALTOS, el cual oficialmente se integró a través de tres municipios: Tepatitlán de Morelos, en donde se ubicaba la Rectoría; el módulo de Lagos de Moreno; y una extensión en San Juan de Los Lagos, los cuales atendían a un total de 3007 alumnos. Inició sus actividades con dos divisiones: la de Estudios Sociales y Económicos, que dio cabida a tres departamentos: el de Estudios Jurídicos, el de Administración y el de Contabilidad, y la división de Ingenierías, con el departamento de Agroindustrias y el de Ciencias Básicas. La oferta académica del centro estaba constituida por las carreras de administración, contaduría pública y abogado. En el año de 1996 se incorporaron los programas académicos de ingeniería en sistemas pecuarios y agroindustrias en la sede Tepatitlán, y las de ingeniería en comunicaciones y electrónica, mecánica eléctrica e industrial en la sede Lagos de Moreno. Mientras tanto, en 1997 comenzaron a desarrollarse las actividades de las carreras de informática y computación. En el año 2000 surgió una nueva opción de formación (técnico superior universitario en servicios turísticos) en San Juan de los Lagos. Para el año del 2001, en la sede Tepatitlán, iniciaron actividades carreras del área de conocimiento vinculada con las Ciencias de la Salud, inaugurándose los programas de enfermería y psicología. En el año 2002, se aprobó una considerable ampliación de la oferta de carreras, la mayoría de ellas vinculadas a tal área: licenciatura en medicina, licenciatura en odontología, licenciatura en nutrición y licenciatura en veterinaria; además de la licenciatura en negocios internacionales. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Método El alcance de la investigación se definió tomando en cuenta los objetivos del estudio. En este caso se realizó un trabajo de investigación cuantitativa de tipo descriptivo y transversal. Los objetivos consistieron en identificar la participación femenina en CUALTOS y en conocer la procedencia de dicha población. Sujetos La población estudiada abarcó al 100% de la matrícula de dicha instancia educativa (sede única de Tepatitlán) desde el momento de su fundación (1994), hasta el mes de febrero del 2009. Ello se debió a que el estudio tuvo la intención de trabajar con la totalidad de estudiantes registrados y no de delimitar una muestra representativa. Procedimiento Con el fin de recolectar datos de información oficial, procesarlos y compararlos, se acudió a la dependencia de Control Escolar de la institución y, a través de algunas entrevistas realizadas a la titular de la misma, se le solicitó información relativa a los dictámenes de admisión de 1994 a 2008, en los cuales se integraba género, carrera y ciclo de ingreso. De la misma manera se le requirió lo relativo a los estudiantes activos en el ciclo 2008-B, con el municipio de procedencia. Resultados En este apartado se presentan los porcentajes de participación de estudiantes, hombres y mujeres en la matrícula de las licenciaturas de la oferta educativa del CUALTOS. En el primer ciclo que se ofertó (calendario 1993E), se tuvo un 59% de presencia femenina en dos carreras universitarias (Administración y Abogado). En el último período de ingreso registrado en este trabajo (obtenido en el ciclo 2008-B, estudiantes que ingresaron en agosto de 2008) el registro en la matrícula presentaba un 56% de estudiantes mujeres, aun54 ARTÍCULOS Evolución de la matrícula femenina en la educación superior… Cuadro 4. Total de estudiantes en dictámenes de ingreso a 1er. Grado (1993-E y 2008-B) Ciclos de ingreso 1er. Calendario ofertado: Ciclo de ingreso 1993-E Último Calendario ofertado: Ciclo de ingreso 2008-B % Participación femenina 59 % Participación masculina 41 Carreras ofertadas 2 56 44 14 que en esta ocasión la oferta académica comparada a los primeros ciclos ha sido totalmente disímil; debido a que se ofrecieron espacios educativos en catorce carreras a diferencia del surgimiento de la institución que ofrecían sólo dos licenciaturas (Cuadro 4). Ahora bien, durante su historia CUALTOS ha tenido 8033 estudiantes; con una participación femenina del 54%, es decir 4337 y la participación masculina del 46%, 3693 alumnos. Específicamente en términos de porcentaje de participación femenina y masculina por carreras (que como se dijo antes, aparecieron en distintos calendarios), se obtuvo desde el año 1993 al 2008, el registro que muestra el Cuadro 5. De acuerdo con la clasificación utilizada por Ana Buquet, et al. (2006), se establece lo siguiente: De la totalidad de las licenciaturas que ha ofertado el CUALTOS, cuatro (25%) de ellas, son masculinas (cuentan con menos de 40% de participación de mujeres), como son: ingeniería en sistemas pecuarios, ingeniería agroindustrial, ingeniería en computación y licenciatura en veterinaria; seis (37.5%) son mixtas (cuentan con una participación de mujeres entre 40 y 60%): licenciatura en derecho o abogado, licenciatura en derecho (semiescolarizado), licenciatura en informática (no vigente), licenciatura en medicina, licenciatura en cirujano dentista, licenciatura en negocios internacionales; y, por último, seis (37.5%) son femeninas (cuentan con una participación de mujeres mayor a 60%); estás son: licenciatura en administración, licenciatura en contaduría pública, licenciatura en educación (no vigente), licenciatura en enfermería, licenciatura en psicología y licenciatura en nutrición. En este sentido, los resultados son distintos a los que, por ejemplo, presenta la Universidad Nacional Autónoma de México en 2006, en sus 81 programas educativos; contra las 16 carreras que ha ofertado durante su historia el CUALTOS (ver Cuadro 6). A partir de este registro se puede deducir una tendencia de participación de estudiantes en las carreras del CUALTOS registrada en los periodos comprendidos en los ciclos 1993-E y 2008-B (Cuadro 7). En la mayoría de los programas educativos (9) la tendencia de participación femenina va en aumento; solamente un programa educativo (semiescolarizado en Derecho) registra una tendencia en disminución y en el resto de carreras (6) la tendencia de participación se mantiene igual o constante. Procedencia de las estudiantes del Centro Universitario de Los Altos A continuación se realiza una acotación para dar cuenta de la matrícula femenina en la educación su- Cuadro 5. Promedio de participación femenina y masculina por carreras, desde su creación hasta el calendario 2008-B Oferta académica vigente del CUALTOS Licenciatura en Administración Licenciatura en Contaduría Pública Licenciatura en Derecho Licenciatura en Derecho (semiescolarizado) Ingeniería en Sistemas Pecuarios Ingeniería Agroindustrial Ingeniero en Computación Licenciatura en Enfermería Licenciatura en Psicología Licenciatura en Médico Cirujano y Partero Licenciatura en Cirujano Dentista Licenciatura en Nutrición Licenciatura en Médico Veterinario y Zootecnista Licenciatura en Negocios Internacionales % Participación femenina 62 60 49 53 28 36 26 81 79 48 54 86 23 58 55 % Participación masculina 38 40 51 47 72 64 74 19 21 52 46 14 77 42 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Macías-González, Caldera-Montes, Iñiguez-Iñiguez ARTÍCULOS Cuadro 6. Comparativa UNAM vs CUALTOS (Carreras femeninas, mixtas y masculinas) Tipo de carreras Carreras femeninas Carreras mixtas Carreras masculinas Universidad Nacional Autónoma de México Porcentaje de carreras 28 36 36 perior de la Región Altos Sur de Jalisco en el CUALTOS de acuerdo con el ciclo 2008-B (Cuadro 8). A la par se presentan cifras comparativas que reflejan la participación del género masculino en el centro universitario. El total de alumnos del CUALTOS en 2008-B fue de 3710 estudiantes. La población femenina matriculada fue de 2020 (54%) y el resto, 1690, (46%) población masculina. Asimismo, se puede observar que de la totalidad de las alumnas, 1045 estudiantes (28%) pertenecen a los municipios de la Región Altos Sur, es decir casi una tercera parte del alumnado del CUALTOS son estudiantes provenientes de la región. Es de interés, ubicar la participación estudiantil en la oferta educativa del CUALTOS, con el fin de realizar aseveraciones posteriormente. En el Cuadro 9 se presenta la participación de estudiantes de la Región Altos Sur de Jalisco por carrera y por municipio. Por otra parte, es conveniente mostrar la participación de estudiantes de la región Altos Sur de Jalisco por carrera y municipio, a la par del resto de mujeres estudiantes y hombres en el ciclo 2008-B (ver Centro Universitario de Los Altos Porcentaje de carreras 37.5 37.5 25 cuadro 10), con el fin de observar los diversos comportamientos en las distintas carreras que ofrece el centro. En esta frecuencia, se ha llegado a determinar que la carrera que presenta mayor cantidad de estudiantes de la Región Altos Sur de Jalisco, era la de contaduría pública con 125 alumnas (55% del total de la población estudiantil), mientras que en la licenciatura en nutrición se han encontrado mayor cantidad de estudiantes que pertenecen a poblaciones distintas a municipios de la región, 142 alumnas (55%). Por otra parte, la carrera que registra menor cantidad de alumnas de los Altos es la de ingeniería en sistemas pecuarios con 22 estudiantes (8%) y las que mantenían menor cantidad de participación de mujeres de poblaciones distintas a municipios de la región son las de contaduría pública con 17 alumnas (7%) y la de ingeniería en computación, con 15 estudiantes mujeres (7%). Conclusiones Los resultados obtenidos muestran una tendencia creciente de la población femenina en la mayoría Cuadro 7. Tendencia de participación femenina en las carreras del CUALTOS Oferta académica del CUALTOS Licenciatura en Administración Licenciatura en Contaduría Pública Licenciatura en Derecho Licenciatura en Derecho (semiescolarizado) Ingeniería en Sistemas Pecuarios Ingeniería Agroindustrial Ingeniero en Computación Licenciado en Informática (no vigente) Licenciatura en Educación (no vigente) Licenciatura en Enfermería Licenciatura en Psicología Licenciatura en Médico Cirujano y Partero Licenciatura en Cirujano Dentista Licenciatura en Nutrición Licenciatura en Médico Veterinario y Zootecnista Licenciatura en Negocios Internacionales Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Tendencia de participación femenina En aumento En disminución Se mantiene constante X X X X X X X X X X X X X X X X 56 Evolución de la matrícula femenina en la educación superior… ARTÍCULOS Cuadro 8. Comparativa de estudiantes activos en el calendario 2008-B Ciclos de ingreso Número de estudiantes Estudiantes mujeres de la Región Altos Sur del Estado de Jalisco 1 045 Estudiantes mujeres de lugares distintos a la Región Altos Sur 975 del Estado de Jalisco Estudiantes hombres de procedencia indistinta 1 690 Total de estudiantes en el calendario 2008-B 3 710 de las carreras ofertadas y, en otros casos, se mantiene en las mismas condiciones. Sólo el programa educativo de Derecho en la modalidad semiescolarizada, reporta una disminución de dicho sector de la población universitaria. Tales datos coinciden con los encontrados en otras instituciones educativas del nivel superior, tanto en el contexto nacional como en el extranjero. % de participación 28 26 46 100 Sin embargo, y por la naturaleza descriptiva del estudio, los hallazgos encontrados no explican los resultados obtenidos; situación que requiere y además demanda de más estudios al respecto, particularmente, de investigaciones de orden cualitativo que examinen o exploren a detalle, tanto factores causales que determinan las tendencias actuales de la matrícula, como experiencias específicas de las mujeres Cuadro 9. Participación de estudiantes de la Región Altos Sur de Jalisco por carrera y municipio (2008-B) 8. Lic. en Enfermería 9. Lic. en Psicología 5 1 2 1 3 1 2 8 8 3 1 6 13 1 10 2 1 1 2 79 3 2 5 91 1 4 105 125 1 2 34 4 46 1 2 64 1 63 2 4 110 19 1 1 22 33 1 1 41 1 41 2 1 5 8 65 64 3 4 10 3 108 109 3 6 2 3 1 1 1 2 37 5 8 2 2 2 16 1 7 6 2 1 3 41 2 28 1 57 1 2 20 1 1 42 7 76 1 41 Total 7. Ing. en Computación 1 0 14. Lic. en Negocios Internacionales 6. Ing. Agroindustrial 3 34 13. Lic. en Médico Veterinario y Zootecnista 5. Ing. en Sistemas Pecuarios 4 4 12. Lic. en Nutrición 4. Lic. en Derecho (semiescolarizado) 5 12 1 4 11. Lic. en Cirujano Dentista 3. Lic. en Derecho 6 8 3 2 10. Lic. en Médico Cirujano y Partero 2. Lic. en Contaduría Pública 1. Lic. en Administración Municipio/Carrera Acatic Arandas Cañadas de Obregón Jalostotitlán Jesús María Mexticacán San Julián San Miguel el Alto Tepatitlán de Morelos Valle de Guadalupe Yahualica de Glez. Gallo Total de estudiantes Región Altos Sur % de mujeres de Altos Sur / total mujeres % de mujeres de Altos Sur/ total hombres y mujeres 55 126 13 38 5 7 5 8 44 74 694 21 4 1 37 104 1045 4 8 1 4 73 88 71 41 27 38 73 57 55 37 25 35 61 78 52 46 55 44 21 8 16 19 46 42 18 14 30 15 46 28 57 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Macías-González, Caldera-Montes, Iñiguez-Iñiguez ARTÍCULOS Cuadro10. Participación de estudiantes en los programas educativos del Centro Universitario de Los Altos. Ciclo 2008-B Programas educativos vigentes en el Centro Universitario de Los Altos De poblaciones de la Región Altos Sur de Jalisco 1. Licenciatura en Administración 105 2. Licenciatura en Contaduría Pública 125 3. Licenciatura en Derecho 64 4. Licenciatura en Derecho (semiescolarizado) 110 5. Ingeniería en Sistemas Pecuarios 22 6. Ingeniería Agroindustrial 41 7. Ingeniero en Computación 41 8. Licenciatura en Enfermería 108 9. Licenciatura en Psicología 109 10. Licenciatura en Médico Cirujano y Partero 57 11. Licenciatura en Cirujano Dentista 42 12. Licenciatura en Nutrición 76 13. Licenciatura en Médico Veterinario y Zoo41 tecnista 14. Licenciatura en Negocios Internacionales 104 Total de estudiantes 1045 46% 55% 44% 21% 8% 16% 19% 46% 42% 18% 14% 30% 15% 46% Mujeres De poblaciones distintas a municipios de la Región Altos Sur de Jalisco 39 17 26 161 59 67 15 81 91 99 123 142 26 29 975 % Hombres % De diversas poblaciones 17% 7% 18% 31% 22% 26% 7% 34% 35% 32% 42% 55% 10% 84 86 57 245 182 151 163 46 59 155 125 39 205 37% 38% 39% 47% 69% 58% 74% 20% 23% 50% 43% 15% 75% 13% 93 1690 41% CALDERA, et. al., (2006). Propuesta de Programa Institucional de Tutoría para el Centro Universitario de Los Altos. Universidad de Guadalajara. CARDACI, DORA (2005). ¿Ausentes o invisibles? Contenidos sobre las mujeres y los géneros en el currículo de licenciatura de universidades mexicanas. La Ventana, 21. CASILLAS, Manuel y GARAY, Adrián (1992). “El contexto de la constitución del cuerpo académico en la educación superior”, en GIL, Manuel et al. (eds.). Académicos: Un botón de muestra. UAM-A, México. ANUIES (2001). Anuario estadístico. México: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. MORALES, Liliana (1999) “La mujer en la educación superior de México”. Universidad Futura, 1, 1. que hoy en día cursan estudios universitarios en dicha dependencia universitaria. Finalmente, este primer acercamiento sugiere también la necesidad de hacer estudios comparativos con otras dependencias similares, y particularmente, con otras regiones geográficas del estado de Jalisco y del país. Referencias ALCÁNTARA A. (2006). “Tendencias mundiales de la educación superior: El papel de los organismos multilaterales”. Artículos académicos del Seminario de Educación Superior de la UNAM. Descargado de http://www.ses.unam.mx/integrantes/alcantara/publicaciones/Tendencias.pdf Artículo del CEIICH, UNAM. Consultado en marzo de 2008. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. % 58 Conceptos matemáticos en estudiantes de bachillerato. ¿Qué queda al final del desarrollo de un plan de estudio? JOSÉ JIMÉNEZ-MORA1 Resumen La construcción e incorporación de conceptos matemáticos a las estructuras de conocimientos de los estudiantes, particularmente en planes de estudio donde los contenidos están articulados de manera vertical, son tareas cuya realización atraviesa por las formas de enseñanza a la que se ven sujetos los estudiantes. La hipótesis sostenida en este trabajo en ese sentido afirma que como resultado del tratamiento de los contenidos en un ambiente de enseñanza donde se insiste en la reflexión sobre los significados de los conceptos matemáticos, los estudiantes son capaces de recordarlos en nuevas experiencias donde se requiere su comprensión. Tras un período de trabajo de dos años con dos grupos de estudiantes de educación media superior sujetos a dos modelos distintos de enseñanza –uno con énfasis en el carácter conceptual del conocimiento matemático y otro con énfasis en su carácter instrumental– en este documento se presentan sus resultados comparados en términos de los elementos que son capaces de evocar respecto de un conjunto de conceptos clave contemplados en la asignatura de Matemáticas a lo largo de ese período. Descriptores: Conceptos matemáticos, Comprensión, Evocación, Estudiantes de bachillerato. Mathematical Concepts in High School Students. What is the End of the Development of a Plan of Study? Abstract The construction and incorporation of mathematical concepts to the knowledge structures of students, particularly in curriculum where the contents are pinned vertically, are tasks whose completion is going through the forms of education that students are subjected. The hypothesis of this paper argues that as a result of teaching in one environment of learning with emphasis on reflection about the mathematical concepts, the students are capable of remember them in new experiences where understanding of these concepts are required. After two years with two groups of high school students exposed to two different teaching models, one with emphasis on conceptual nature of mathematical knowledge and the other based on its instrumental character, in this paper the level of recall of mathematical concepts in both groups are compared. Key words: Mathematical Concepts, Understanding, Remember, High School Students. [ ] Artículo recibido el 17/01/2011 Artículo aceptado el 23/04/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 Investigador asistente en el Departamento de Estudios en Educación, Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, México. [email protected] 59 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. José Jiménez-Mora ARTÍCULOS pendientes de la investigación en psicología cognitiva tiene por objeto el estudio de la adquisición y retención, a largo plazo, de cursos enteros que forman parte de los diversos programas de estudio en las escuelas. La adquisición y retención de conocimientos, como se concibe en la obra antes citada, incluye las representaciones generadas sobre los conceptos en las estructuras cognitivas de los estudiantes, así como el modo en que tales representaciones cambian en función de su madurez intelectual y del grado de complejidad de los nuevos contenidos a aprender. Sin duda, una variable que incide en el aprendizaje de los conceptos, en particular en el caso de los de carácter matemático, es la forma en que son presentados por el profesor en el contexto del aprendizaje escolar, donde tales conceptos se estructuran y se aplican de manera específica, como parte de un diseño de enseñanza del conocimiento disciplinar en el aula, en el proceso descrito por Chevallard (1996) como “transposición didáctica”. Durante la enseñanza del cálculo diferencial, por ejemplo, un concepto esencial, como “derivada de una función” puede ser entendido por los estudiantes únicamente como una “operación”, si la actividad en el aula se encuentra centrada en la manipulación de símbolos a través de reglas y fórmulas. Una enseñanza de este tipo incide en una débil construcción de significado sobre los conceptos. En el caso del concepto mencionado como ejemplo, una comprensión más profunda implica que los estudiantes se apropien del significado de la derivada como razón de cambio o velocidad instantánea de aumento o descenso en fenómenos cuya variación sigue un patrón dado por una función. Godino y Recio (1998) apuntan, con relación a lo anterior, que el significado se desprende de las acciones que el estudiante ejecuta sobre los objetos matemáticos, a las que denominan “prácticas prototípicas significativas”. De acuerdo con estos autores, en estas prácticas los estudiantes comunican de manera implícita su modo de ver los conceptos matemáticos. De modo, en un ambiente de enseñanza que enfatiza el carácter instrumental del conocimiento matemático, el concepto “derivada de una función” –que implica reconocer el concepto “función”– termina siendo referido por los estudiantes como una operación o procedimiento algorítmico que se aplica a expresiones del tipo “f(x)=”. Sin embargo, la resolución de problemas en los cuales se utilizan estos conceptos exige la abstracción y comprensión de sus propiedades particulares, no sólo de los procedi- Introducción C uando se ha realizado una evaluación del aprendizaje escolar en nuestro país, a través de instrumentos como los exámenes del Programa internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) (OCDE, 2000), o la prueba ENLACE (Evaluación del Logro Académico en Centros Escolares), los resultados evidencian bajos niveles de conocimientos y habilidades de los alumnos de distintos sistemas educativos. Lo anterior se acentúa en el área de matemáticas. En el terreno de la educación matemática, este tipo de fenómenos ha dado lugar a una de las principales líneas de investigación, relacionada con el modo en que se construye significado sobre los conceptos matemáticos en las prácticas de enseñanza en el aula, cómo intervienen los conocimientos previos de estudiantes y profesores en el acercamiento al conocimiento matemático y qué nociones terminan formando parte de las estructuras de conocimiento de los estudiantes son cuestiones asociadas a lo anterior, cuyo estudio se remonta a más de una década (Santos, 1996; Gómez, 1998). Asimismo, la investigación más reciente desde una perspectiva cognitiva sobre el aprendizaje matemático sitúa a los conceptos como un componente fundamental (Dahl, 2004; Arzarello, Robutti y Bazzini, 2005; Tate, 2006; Kotsopoulos, 2007; Mulligan y Mitchelmore, 2009). Por otra parte, la experiencia como profesor de matemáticas de quien realizó este trabajo, revela que los estudiantes, aunque hayan sido guiados en el aprendizaje de conceptos matemáticos fundamentales y en algunas de sus relaciones en la disciplina, olvidan una gran parte de ellos al pasar a niveles educativos posteriores, por lo que el profesor se ve en la necesidad de recordarlos o volverlos a enseñar. En qué medida y de qué forma son recordados ciertos conceptos matemáticos clave que forman parte de los programas escolares de esta disciplina en el bachillerato son las cuestiones principales sobre las cuales trata este estudio. Los datos analizados corresponden a grupos escolares expuestos a dos modelos distintos de enseñanza, uno centrado en el carácter instrumental del conocimiento matemático, y otro centrado en la reflexión sobre los conceptos. El aprendizaje de conceptos matemáticos en el aula Como señala Ausubel (2000), una de las tareas Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 60 ARTÍCULOS Conceptos matemáticos en estudiantes de bachillerato… diantes, se construyó un diseño cuasiexperimental, de dos grupos. Conviene recordar que en este tipo de diseño se comparan resultados con una lógica similar a un diseño experimental, pero sin haber realizado un experimento en sentido estricto, sino que la variable independiente (en este caso, el enfoque de enseñanza predominante en cada grupo) es una característica no inducida por el investigador. mientos en los que intervienen los símbolos y términos matemáticos. En este sentido, Dubinsky (1994), distingue dos formas en las cuales los estudiantes construyen los conceptos matemáticos:1 • La “definición conceptual”, por la cual los estudiantes son capaces de verbalizar una serie de ideas y proposiciones asociadas al concepto. • La “imagen conceptual”, que corresponde a una representación interna no verbal asociada al concepto en la mente de los estudiantes. Contexto de investigación Los grupos que participaron en la investigación forman parte de una muestra por conveniencia, seleccionada del Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios 10, de la ciudad de Guadalajara. Se trata de una escuela cuya población estudiantil en su totalidad está compuesta por mujeres, donde se ofrece una modalidad de formación bivalente (de preparación para la educación superior y de capacitación técnica para incorporarse al mercado laboral). La escuela se encuentra en una zona de clase media baja de la ciudad. Los profesores que tuvieron a su cargo la enseñanza de las diferentes asignaturas de Matemáticas en los dos grupos participantes en esta investigación, eran licenciados en Educación Media en el área de Matemáticas (conocida también como Normal Superior). La muestra se ajustó a un número de 26 estudiantes, tanto para el grupo control como para el experimental. Las estudiantes del grupo de control estuvieron expuestas por dos años, con un mismo profesor, a un modelo de enseñanza centrado en el carácter instrumental del conocimiento matemático. Las prácticas predominantes en ese modelo eran la explicación del profesor y la ejercitación de las estudiantes en procedimientos, básicamente algebraicos y geométricos, donde los contenidos representan objetos matemáticos puros, con poca o nula referencia a contextos y situaciones que enriquecieran su significado. La finalidad de este modelo es el dominio de los símbolos y de sus normas de uso. El grupo experimental (n=26) estuvo expuesto durante los mismos dos años, con un mismo profesor, a un modelo de enseñanza centrado en el carácter conceptual del conocimiento matemático. Las prácticas predominantes en este grupo fueron la discusión entre profesor y estudiantes en torno al significado de cada concepto, a través de la lectura de su definición y la asignación de significado a ejemplos asociados a ella. La finalidad de este modelo es la resignificación de los conceptos en una diversidad de situaciones, orientado en ideas como la sostenida por Dahl Duval (1999), por su parte, explica la formación de los conceptos en la estructura de conocimientos de los estudiantes, en términos de dos operaciones mentales, a las cuales denomina respectivamente “semiosis” y “noesis”. La tesis de Duval es que la semiosis es condición indispensable para la noesis, esto es, que para aprehender el contenido esencial de un concepto (noesis) es indispensable poderlo captar y comunicar en distintos sistemas de representación, verbales y no verbales (semiosis). Ambas posturas ponen de relieve que la construcción del significado de los conceptos matemáticos y la comprensión de nuevos conceptos, requiere que los estudiantes sean capaces de emplear una variedad de recursos de representación verbales y no verbales, cuestión señalada por Tate (2006) como esencial para la resolución de tareas matemáticas. Desde la perspectiva anterior, en un ambiente de enseñanza como el que se centra en el carácter instrumental del conocimiento matemático, se puede esperar en el aula un ejercicio aceptable de la semiosis, por el cual los estudiantes alcanzan a manipular los símbolos en correspondencia con los procedimientos y reglas establecidas, en una clase donde se hacen muchos “ejercicios” para “reafirmar el conocimiento”. Sin embargo, como muestran los datos que se presentan más adelante, la noesis, o construcción de significado del concepto en este tipo de entornos de enseñanza es pobre. Los estudiantes pueden utilizar para comunicarse expresiones como “derivada”, o “regla de la cadena”, y símbolos como “f ‘(x)” (en México, se lee “f prima de x”), sin una comprensión de la naturaleza del concepto que vaya más allá de su carácter procedimental. El estudio realizado Para examinar el grado y la forma en que los conceptos matemáticos son recordados por los estu61 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. José Jiménez-Mora ARTÍCULOS Cuadro 1. Categorías de los niveles de recuperación y comunicación de las respuetas Evocación de objeto matemático asociado a: Señala propiedades esenciales del concepto b: Señala propiedades secundarias c: No señala propiedades 1. Sí a1 b1 c1 (2004), en el sentido de que el aprendizaje de conceptos matemáticos sólo puede ser elaborado por los estudiantes a partir de una colección de ejemplos pertinentes, los cuales remiten a otros conceptos que deben estar formados en su mente. Fase 1: Evaluación por áreas. Esta fase comprende el cálculo del porcentaje de sujetos de la muestra que dieron respuestas consideradas correctas (categorías a1 y a2) a cada pregunta, según el área matemática contemplada. Para el análisis por grupos, se consideró una recuperación aceptable del significado del concepto, cuando ésta fue lograda por más del 20% de las estudiantes de cada grupo (en tal caso la celda que contiene los datos se encuentra sombreada en el Cuadro 2). Hipótesis de trabajo El nivel de recuperación de significado de conceptos matemáticos en el grupo expuesto al modelo de enseñanza de las matemáticas centrado en su carácter conceptual, es mayor que en el grupo expuesto al modelo centrado en su carácter instrumental. Cuadro 2. Porcentaje de recuperación de significado. Área: Aritmética Recopilación y análisis de datos Se aplicó a las estudiantes de ambos grupos una prueba de respuesta abierta en la que se les solicitaba recordar y comunicar por escrito el significado de 20 conceptos matemáticos, agrupados en cuatro áreas, de acuerdo con el tipo de contenidos temáticos abordados en los programas de estudio, algunos de los cuales presentan una correspondencia o articulación vertical, es decir, se aprenden en un semestre y se emplean en otros progresivos:2 a) Aritmética. b) Álgebra. c) Geometría, Trigonometría y Geometría Analítica. d) Cálculo diferencial. Grupo experimental Grupo control Ítem % Ítem % 1 7.7 7 34.6 20 0.0 1 7.7 7 20 50.0 11.5 Los conceptos solicitados en el instrumento fueron, de acuerdo con el número de la pregunta, en esta área: (1) razón, (7) promedio y (20), número primo (ver Cuadro 3). Cuadro 3. Porcentaje de recuperación de significado. Área: Álgebra Grupo experimental Ítem % 2 34.6 3 46.1 8 73 9 30.7 10 11.5 11 19.2 13 65.3 3 7.7 8 61.5 9 0.0 10 0.0 11 7.7 13 42.3. Grupo control Las preguntas comprendieron dos instrucciones: escribir el significado del concepto y dar un ejemplo del mismo, es decir, generar un objeto matemático que correspondiera al concepto (por ejemplo, definir el concepto “ecuación” y escribir una expresión que lo sea). Esta forma de señalar la demanda dio lugar a distintos niveles de recuperación y de comunicación de la respuesta de las estudiantes, de los cuales se desprenden seis categorías, mostradas en el Cuadro 1. Los valores asignados a las categorías de respuesta fueron: 5 puntos a la categoría a1, 4 puntos para la categoría a2, 3 puntos para la categoría b1, 2 puntos para la categoría b2, 1 punto para la categoría c1 y 0 puntos para la categoría c2. El análisis de los datos se desarrolló en dos fases, cuya lógica y resultados se describen enseguida: Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 2. No a2 b2 c2 Ítem % 2 11.5 Las preguntas en esta área refieren a los conceptos: (2) Factorizar, (3) Ecuación, (8) Producto, (9) Factor, (10) Término algebraico, (11) Coeficiente, (13) Reducción de términos (ver Cuadro 4). Los conceptos solicitados por el instrumento, de acuerdo con el número de la pregunta, en esta área fueron: (6) Función trigonométrica, (14) Perpendicular, (15) Pendiente, (16) Triángulo oblicuángulo, (18) Parábola, (19) Recta tangente (ver Cuadro 5). Los conceptos solicitados en esta área, fueron: (4) Derivada de una función, (5) Función, (12) Variable, (17) Límite de una función. 62 ARTÍCULOS Cuadro 4. Porcentaje de recuperación de significado. Área: Geometría plana, Geometría analítica y Trigonometría blecer una igualdad entre dos expresiones. No obstante, una estudiante de este grupo respondió lo siguiente: “Es cuando una fórmula se tiene que desbaratar para saber el valor de la incógnita, como 3x – 6 = 0; 3x = 6; [x = 6/3]”. Grupo experimental Ítem % 6 3.8 14 34.6 15 57.7 16 19.2 18 19.2 19 19.2 Lo anterior pone de relieve la necesidad de distinguir que, si bien muchos de los conceptos matemáticos refieren efectivamente a un procedimiento (en la prueba, 13 de los 20 conceptos se reconocen con un componente procedimental), aun en estos casos, tienen otras propiedades fundamentales en las cuales se puede basar su aprendizaje. Como ejemplo de estas propiedades se encuentra la restricción asociada al concepto “reducción de términos”, de que sólo pueden reducirse los términos que tengan la misma parte literal, o términos semejantes (propiedad que es aparentemente aprendida durante el estudio del Álgebra, en primer semestre, pero luego es olvidada por muchos estudiantes cuando tienen que realizar procedimientos algebraicos que la implican, en sucesivas asignaturas, como Geometría Analítica o Cálculo Diferencial). Por otra parte, el hecho de que un alto número de preguntas tuviera una proporción de recuperación de significado aceptable en el grupo experimental, particularmente en las áreas de Álgebra (5 de 7 conceptos) y Cálculo (3 de 4), permite suponer que la orientación de la enseñanza hacia el tratamiento conceptual de los contenidos aporta dos recursos al aprendizaje de los estudiantes: • Una base de significados que es posible almacenar y recordar cuando son requeridos. Este proceso, que en algunas teorías cognitivas del aprendizaje escolar es llamado “activación de esquemas” (Gagné, 1993), puede ser realizado por el estudiante, ya sea acudiendo directamente a su memoria, o mediante la consulta de apuntes que hace en el aula que representan información útil, porque es comprendida conceptualmente. • Una forma de acercarse al conocimiento matemático es comprender el significado de los conceptos, de tal manera que los alumnos puedan explotar sus propiedades en la resolución de problemas y puedan formar redes conceptuales al interior de sus estructuras de conocimiento. Por ejemplo, la relación “pendiente de una recta-derivada de una función”. Grupo control Ítem % 6 11.5 14 0.0 15 0.0 16 3.8 18 0.0 19 19.2 Cuadro 5. Porcentaje de recuperación de significado. Área: Cálculo diferencial Grupo experimental Grupo control Ítem 4 5 5 12 17 Ítem 4 % 11.5 0.0 30.7 23 57.6 19.2 % Conceptos matemáticos en estudiantes de bachillerato… 12 17 73.1 15.3 Un primer aspecto que se puede destacar, a partir de los resultados obtenidos, es que la exposición de las estudiantes a un modelo de enseñanza donde prevalece el trabajo de reflexión y discusión sobre los conceptos, permite que se apropien de su significado en mayor proporción que en los casos donde el conocimiento matemático es tratado solamente en su carácter instrumental. Como se aprecia en las figuras, considerando las cuatro áreas, el grupo experimental presenta un nivel aceptable de recuperación del significado en 11 de las preguntas mientras que el grupo control presenta este nivel sólo en 4 de ellas. De manera particular, llaman la atención datos como el porcentaje de recuperación de significado en el grupo experimental sobre el concepto pendiente de la recta, el cual es introducido en la enseñanza de la Geometría Analítica (tercer semestre), de acuerdo con los programas de estudio escolares, cuya comprensión es clave para la construcción de conocimientos y la solución de problemas de variación en Cálculo Diferencial (cuarto semestre). Mientras que en el grupo experimental más de la mitad de las estudiantes recordó este concepto, en el grupo control ninguna de ellas lo hizo. Sin embargo, algunos datos muestran que aun las estudiantes del grupo experimental tienden a expresar su comprensión de algunos de los conceptos que les fueron solicitados sólo en atención a su carácter procedimental, esto es, los refieren a la tarea asociada, pero sus definiciones no recuperan otras propiedades esenciales del concepto. Como ejemplo, una propiedad esencial del concepto “ecuación” es la de esta- Fase 2: Valoración global En este momento del análisis se utilizó una prueba de comparación de medias entre las estudiantes 63 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. José Jiménez-Mora ARTÍCULOS Una situación que explica en parte lo anterior, en el caso del contexto de investigación, es la sobrecarga de contenidos en los programas de estudio,3 respecto de las posibilidades de enseñarlos a profundidad y asegurando la comprensión. Lo anterior obstaculiza en alguna medida la discusión de los conceptos en diferentes contextos, si la prioridad del profesor es “terminar el programa”. Otra consecuencia de esto es que disminuyen las posibilidades de explotar la información contenida en las propiedades de los conceptos, tanto para resolver problemas matemáticos, como para explorar las situaciones que originan y dan sentido a los conceptos en distintos contextos, incluyendo la vida cotidiana de los estudiantes. Por otra parte, prácticas correspondientes a lo que aquí se ha denominado modelo de enseñanza de las matemáticas centrado en su carácter instrumental, parecen ajustarse a una especie de cultura de trabajo presente entre los estudiantes en la cual el sentido de la actividad matemática en el aula es “hacer operaciones” y procedimientos, dejando de lado casi por completo la posibilidad de reflexionar en los conceptos y sus propiedades, tomando eso como base para construir razonamientos lógicos. La existencia de esta cultura limita en parte los resultados de una enseñanza orientada en el carácter conceptual del conocimiento matemático, pues aun en este tipo de entorno, la apropiación que los estudiantes pueden alcanzar de los conceptos sigue siendo baja. Con respecto a esto último, la idea de que para los estudiantes el análisis de las propiedades de los conceptos no representa una tarea clave durante el aprendizaje es una opción para explicar los bajos niveles obtenidos por ambos grupos en el instrumento. Además, sugiere que la enseñanza de las matemáticas se realiza frecuentemente en entornos de actividad en los que, por lo general, el estudiante termina expuesto a una gran cantidad de información, llegando a manipular objetos matemáticos tales como símbolos, gráficas y otras representaciones sin comprender suficientemente su significado. del grupo experimental y del grupo control. Los resultados presentados enseguida conducen a aceptar la hipótesis de trabajo, en tanto el grupo experimental presentó diferencia significativa respecto al grupo control en el nivel de recuperación del significado de los conceptos que fueron preguntados en la prueba (ver Cuadro 6). Discusión La presencia de diferencia significativa en el nivel de recuperación de significado de conceptos matemáticos, que se desprende de los valores del estadístico de prueba, muestra que las estudiantes del grupo experimental, que trabajaron en una clase centrada en la discusión sobre las propiedades de los conceptos, alcanzaron a apropiarse de elementos de significado en un grado y forma distintos a las que fueron expuestas a una enseñanza instrumental. Asimismo, estos resultados sugieren que tales estudiantes, sujetas a una enseñanza con énfasis en el tratamiento conceptual del conocimiento matemático, al comunicar significados por escrito, evidencian haber incorporado recursos de lenguaje útiles para la comprensión de los conceptos. De esta manera, queda corroborado lo que apunta, entre otros, Rodríguez-Mena (2007), en el sentido de que los estudiantes en entornos de enseñanza con estas características tienen muchas oportunidades para explicar lo que saben, para formular su comprensión de diferentes maneras y para responder a las preguntas de otros. Sin embargo, estos resultados también muestran que, aunque un grupo escolar participe largo tiempo –en este caso, dos años– en una clase donde se insiste en que se apropie del significado de los conceptos como finalidad principal, el nivel en el que consigue esta apropiación es limitado. La media del grupo experimental se encuentra por debajo de la mitad del valor de la prueba, mientras que la del grupo control apenas supera una cuarta parte del valor de la prueba, lo que refleja una pobre apropiación del significado de conceptos que son parte de lo que los estudiantes cotidianamente estudian en el aula. Cuadro 6. Resultados globales Grupo Experimental Control Media 43.5 25.7 Desviación estándar 19.2 14.1 Valor del estadístico de prueba t = 3.81; p = 0.0004. Puntaje máximo de la prueba: 100. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 64 Conceptos matemáticos en estudiantes de bachillerato… ARTÍCULOS Conclusiones EGGEN, P. y KAUCHAK, D. (1998). Estrategias docentes. México: Fondo de Cultura Económica. GAGNÉ, E. (1993). Psicología cognitiva del aprendizaje escolar. Madrid: Visor. GODINO, J., y RECIO, A. 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SANTOS, L.M., (1996). “La importancia de la transferencia del conocimiento en el estudio situado de las matemáticas”, en HITT, F. (coord.), Investigaciones en Matemática Educativa. México: Grupo Editorial Iberoamérica, 405416. TATE, W. (2006). “Do the Math: Cognitive Demand Makes a Difference?”. Research Points, Vol. 4, iss. 2, 1-4. Los hallazgos obtenidos ponen de relieve cómo las acciones para construir el significado de los conceptos se encuentran determinadas por las prácticas de enseñanza. Si en éstas se privilegia la reflexión y discusión permanente sobre los significados de los conceptos matemáticos, en contextos y situaciones diversas, se ayuda a la comprensión en el estudiante, cuyos beneficios pueden quedar evidentes cuando tiene que resolver problemas matemáticos. Por otro lado, estos hallazgos sugieren la necesidad de impulsar una orientación para la enseñanza de las matemáticas dirigida a propósitos como los siguientes: • Generar formas de mediación o ayuda pedagógica por las cuales los estudiantes en el aula puedan apropiarse de las propiedades esenciales de los conceptos matemáticos asociados a los objetos que manipulan, así como diversas formas de actividad por las cuales el significado de estos conceptos pueda ser comprendido y enriquecido. • Crear una cultura de trabajo con los estudiantes en la que la actividad matemática inicie, se sostenga y concluya con la discusión y resignificación de los conceptos. Con ello, será posible aportar también algo al desarrollo del pensamiento conceptual, constituido por operaciones como la definición, abstracción e inferencia, tan importantes en todos los niveles educativos. Notas 1. Estos dos niveles son tomados en cuenta en el instrumento empleado en esta investigación, dado que se solicita al estudiante que defina de manera explícita y referencial (asociando un concepto a ejemplos) el significado de los conceptos. 2. Por ejemplo, el concepto “perpendicular”, el cual es abordado inicialmente en el programa de Geometría Plana en el segundo semestre, posteriormente es requerido para el estudio de la Geometría Analítica en el tercer semestre, según la organización de los planes y programas de este bachillerato. 3. En general, los programas de las asignaturas referidas contienen una cantidad de contenidos desproporcionados en razón del tiempo que requiere su enseñanza y aprendizaje. Referencias APARICIO, J. y RODRÍGUEZ, M. (2000). “Los estudios sobre el cambio conceptual y las aportaciones de la psicología del aprendizaje”. Tarbiya, No. 26, 13-30. ARZARELLO, F., ROBUTTI, O. y BAZZINI, L. 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La Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt en adolescentes veracruzanos HERMINIA BEATRIZ SEGURA-CELIS OCHOA,1 ALMA GLORIA VALLEJO-CASARÍN,1 JESÚS RAFAEL OSORNO-MUNGUÍA,1 ROSA MARÍA ROJAS-RIVERA,2 SANDRA IRENE REYES-GARCÍA2 Resumen El objetivo de la investigación consistió en comparar las propiedades psicométricas de la escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt (2008), en una muestra de adolescentes de Veracruz. La escala fue aplicada a 818 adolescentes de 12 a 18 años de niveles de secundaria y bachillerato. Se compararon las estructuras factoriales y las confiabilidades obtenidas resultando en un desempeño muy similar a la original mostrando la escala su invarianza en la medición. Se concluye que la escala es útil para comparar las dos poblaciones de una forma válida y confiable. Descriptores: Escala de Prácticas Parentales, Adolescencia, Propiedades psicométricas, Control psicológico, Apoyo parental. Andrade & Betancourt’s Parental Practices Scale in adolescents of Veracruz Abstract The purpose of this research was to compare the psychometric properties of Parental Practices Scale of Andrade and Betancourt (2008), in an adolescent sample of Veracruz. The scale was administered to 818 high school adolescents from 12 to 18 years olds. Factor structure and factor reliabilities were compared resulting in a very similar performance to the original scale, finding the invariance of the measurement. The scale proved to be useful for comparing two populations in a valid and reliable form. Key words: Parental Practice Scale, Adolescence, Psychometric Properties, Psychological Control, Parental Support. [ ] Artículo recibido el 15/12/2010 Artículo aceptado el 6/03/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 2 Docentes de la Facultad de Psicología de la Zona Poza Rica-Tuxpan de la Universidad Veracruzana, Poza Rica, Veracruz, México, Miembros de la Red Familia y Desarrollo Humano. [email protected], [email protected], [email protected] Docentes de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Campus Culiacán, Miembros de la Red Familia y Desarrollo Humano. [email protected] 67 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Segura, Vallejo, Osorno, Rojas, Reyes ARTÍCULOS mentos para evaluar estilos parentales en padres de adolescentes de la ciudad de México (Palacios y Andrade, 2006) y la investigación acerca del control paterno y materno realizada por Betancourt (2007) con niños y adolescentes. Esta escala integra las dimensiones del comportamiento parental que han tomado en cuenta el apoyo y el control. El apoyo parece ser una característica más homogénea, su presencia es benéfica en el desarrollo de los hijos, mientras que los resultados acerca del control parental han sido contradictorios, de aquí que autores como Barber y Harmon (2002) y Steinberg y Silk (2002) señalen la importancia de diferenciar entre control psicológico y control conductual; el primero de ellos es intrusivo y tiene efectos perniciosos en el desarrollo de los hijos y el segundo implica la supervisión y conocimiento de las actividades de los hijos cuyos efectos son benéficos para ellos. Andrade y Betancourt (2008) hacen estas distinciones en su escala porque permiten realizar análisis más detallados sobre la influencia que ejercen los padres en el desarrollo de los hijos. Las autoras reportan que el análisis factorial de la escala con una muestra de adolescentes de la Ciudad de México identificó para la mamá cinco factores, que explicaron el 53.4% de la varianza, mientras que para la escala de papá se identificaron cuatro factores que explican el 67.8% de la varianza. La consistencia interna de los factores fue alta en la escala de papá obteniendo puntuaciones en alfa de Cronbach arriba de .90 y para la escala de mamá arriba de .80 (Andrade y Betancourt, 2008). Las aproximaciones sobre estilos y prácticas parentales han desarrollado diversos instrumentos para la evaluación de los padres; sin embargo, en las diferentes investigaciones no se han utilizado los mismos instrumentos de evaluación, y no se han hecho evaluaciones psicométricas de los mismos instrumentos en diferentes poblaciones (Hakim-Larson, Parker, Lee, Goodwin & Voelker, 2006). Estas limitaciones dificultan hacer comparaciones de los resultados entre las investigaciones y tener certidumbre respecto de la validez y confiabilidad de los datos obtenidos. Es en este sentido que surge el objetivo de esta investigación que consistió en establecer la confiabilidad y validez de la Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt (2008) en una muestra de adolescentes de Veracruz y comparar su funcionamiento psicométrico con la muestra de adolescentes de la Ciudad de México probando de esta forma la invarianza de medida de la escala en distintos contextos de nuestro país. Introducción E l rol de los padres es la influencia más significativa en relación con la salud psicológica y el desarrollo de los hijos (Dwairy, Achoui, Filus, Rezvan nia, Casullo y Vohra, 2010; Gunty y Buri, 2008). La investigación sobre la socialización de los hijos enfatiza que esta influencia es un proceso bidireccional en el que los padres envían mensajes a sus hijos y donde éstos varían en el nivel de aceptación de los mensajes. Dos de los enfoques más importantes en el estudio de la identificación de los mensajes de los padres por los hijos son el estudio de los estilos parentales (Baumrind, 1991) y el estudio de las prácticas parentales (Epstein,1996). Aunque en ocasiones son mencionados de forma indistinta (Darling & Steinberg, 1993), para entender mejor el proceso de socialización debe distinguirse entre la propuesta de los estilos parentales que implica la evaluación del clima emocional que crean en la relación con sus hijos mientras que las prácticas parentales se interesan en conductas específicas que los padres utilizan en la socialización de los hijos. El estudio de las prácticas parentales se ha ocupado de estudiar comportamientos específicos de los padres para establecer o influir en conductas particulares de los hijos que pueden estar relacionadas con la escuela, las tareas del hogar o las habilidades sociales por nombrar algunas. Las investigaciones realizadas en la tipología de los estilos y las prácticas parentales han tenido como objetivo establecer relaciones con la autoestima, la conducta antisocial, el estrés internalizado, el uso de sustancias, el rendimiento académico y la depresión, entre otros (Baumrind, 1991; Betancourt, Andrade y Orozco, 2008; Irons, Gilbert, Baldwin, Baccus y Palmer, 2006; Greening, Stoppelbein, & Luebbe, 2010; Vallejo, Mazadiego, Osorno y Vázquez, 2008). Para los investigadores de los estilos y prácticas parentales ha sido de interés realizar comparaciones transculturales para identificar las diversas influencias culturales que los afectan y relacionarlas con los comportamientos de los hijos en los diferentes ámbitos como la escuela, el hogar, el vecindario, etc. (Domenech, Donovick, y Crowley, 2009; García y Gracia, 2009; Nguyen, 2008; Türkel y Tezer, 2008; Sui-chu Ho, 2009). La Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt (2008) recupera información de las investigaciones realizadas en México que parte de instru- Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 68 ARTÍCULOS Método La Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt… entrenados para ello. Los resultados se capturaron en archivos del programa SPSS 15.0 y se realizaron los cálculos del análisis factorial exploratorio de máxima verosimilitud del constructo con rotación Varimax y de la consistencia interna mediante el alfa de Cronbach de los reactivos que cargaron en los diferentes factores. Participantes La muestra consistió en 818 adolescentes entre los 12 y 19 años, estudiantes de secundaria y bachillerato de Coatzintla y Papantla, Veracruz. El 52.8% de secundaria y el 47.2% de bachillerato, de los cuales el 45.5% fueron hombres y el 54.4% mujeres. Resultados Instrumento Se utilizó la Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt (2008) para papá y mamá que consta de 40 reactivos cada una; se responde en una escala tipo Likert con cuatro opciones de respuesta (nunca; pocas veces, muchas veces y siempre). Para el análisis psicométrico de la escala se siguió el mismo procedimiento utilizado por Andrade y Betancourt (2008), separando las escalas de papá y de mamá. Para la escala de mamá se encontraron cinco factores que explicaron el 43.55% de la varianza y en el caso del papá se encontraron cuatro factores que explicaron el 53.10% de la varianza. Para incluir un reactivo en un factor se tomó en cuenta que su carga factorial fuera mayor de .400 y que no existiera una carga factorial similar en otro factor. Los factores encontrados y los reactivos con mayor carga factorial se presentan en las Tablas 1 y 2. Por lo que respecta al factor 1 de Comunicación, hace referencia a las prácticas de confort y diálogo que tiene la madre hacia el adolescente; se integró por 11 reactivos que explicaron el 26.68% de la varianza. El segundo factor Control Psicológico está relacionado con las actitudes de devaluación y chantaje que realiza la Procedimiento Se solicitó la colaboración a las autoridades educativas de una secundaria y un bachillerato públicos de las ciudades de Coatzintla y Papantla, Veracruz. Se pidió la autorización por escrito a los padres de los adolescentes para participar. La aplicación del instrumento se realizó durante las mañanas en las horas de clase en los horarios acordados con las autoridades escolares. Se les garantizó el anonimato y se aclararon las dudas que surgieron en los adolescentes. El instrumento fue aplicado por los investigadores apoyados por estudiantes de licenciatura previamente Tabla 1. Análisis factorial y consistencia interna de la escala de prácticas parentales de la mamá por factor y reactivos F1. Comunicación Platica conmigo de las cosas que me suceden Platica conmigo como buenos amigos (as) Me da confianza para que me acerque a ella F2. Control Psicológico Se enoja por cualquier cosa Todo lo que hago le parece mal Me dice groserías o me insulta si me porto mal F3. Imposición Me impone su manera de ser Me impone su voluntad Me impone sus pensamientos F4. Control conductual/Comunicación Sabe realmente donde estoy cuando salgo de casa Sabe a donde estoy cuando salgo por la noche Sabe con qué amigos salgo por la noche F5. Autonomía Me deja tomar mis propias decisiones Respeta las decisiones que tomo Apoya mis decisiones Escala Total Alfa .747 .722 .706 Alfa .595 .549 .549 Alfa .683 .673 .609 Alfa .684 .668 .611 Alfa .634 .605 .576 Alfa 69 = 0.92 = 0.80 = 0.77 = 0.80 = 0.82 = 0.82 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Segura, Vallejo, Osorno, Rojas, Reyes ARTÍCULOS Tabla 2. Análisis factorial y consistencia interna de la escala de prácticas parentales del papá por factor y reactivo F1. Comunicación / Control Conductual Platica conmigo sobre todo lo que hago Platica conmigo de lo que hago en mi tiempo libre Me pregunta sobre las cosas que hago en mi tiempo libre F2. Control Psicológico Me grita por cualquier cosa Me culpa por cualquier cosa Me culpa por todo lo que sucede F3. Autonomía Respeta las decisiones que tomo Me deja hacer mis propios planes acerca de las cosas que quiero Me deja tomar mis propias decisiones F4. Imposición Me impone su manera de pensar Me impone su manera de ser Me impone las cosas que él piensa Escala Total = 0.95 = 0.83 = 0.80 = 0.72 = 0.88 ra la escala de papá. También las subescalas obtuvieron alfas aceptables que fueron de .72 a .95. madre hacia los hijos, se integró por ocho reactivos que explicaron el 7.90% de la varianza. El siguiente factor de Imposición que alude al sometimiento del adolescente a las creencias de la madre, se conformó de seis reactivos que explicaron el 3.53%. El cuarto factor se refiere a la Supervisión y Conocimiento de las actividades que realiza el hijo, se conformó por seis reactivos que explicaron el 2.86% de la varianza. El último factor señala la Autonomía que implica la promoción de la individualidad del hijo que efectúa la madre, fue integrado por siete reactivos que explicaron el 2.57% de la varianza. En la escala de papá el primer factor se refiere a Comunicación y Control Conductual que evalúan la disposición del padre para apoyar al hijo y el conocimiento de sus actividades, conformado por 16 reactivos que explicaron el 33.45% de la varianza. El segundo factor se refiere al Control Psicológico, es decir la devaluación, chantaje e inducción de culpa que ejerce el padre sobre el adolescente, se conformó por ocho reactivos que explicaron el 11.23% de la varianza. El tercer factor encontrado fue el de Autonomía referente al respeto del padre a las decisiones del hijo y la promoción su individualidad, estuvo conformado por ocho reactivos que explicaron el 4.86% de la varianza. El cuarto y último factor identificado fue el de Imposición el cual se refiere al ejercicio del sometimiento del hijo a la voluntad o creencias del padre, conformado por siete reactivos que explicaron el 3.56% de la varianza. Para las escalas de mamá y papá la consistencia interna fue de buena a excelente siendo más alta paRevista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Alfa .831 .802 .787 Alfa .750 .675 .663 Alfa .703 .689 .668 Alfa .770 .709 .708 Alfa Discusión El objetivo de este trabajo fue evaluar la Escala de Prácticas Parentales creada por Andrade y Betancourt (2008) en una población diferente a la que se desarrolló, de manera que permitiera realizar comparaciones entre familias de contextos culturales diferentes del país, siguiendo los objetivos de la investigación transcultural, que ha sido una preocupación de los estudiosos de la influencia que ejercen los padres en el desarrollo de los hijos. Este objetivo se logró dado que el funcionamiento psicométrico del instrumento fue el adecuado, encontrándose dimensiones muy similares a las reportadas por las autoras. En los resultados del análisis factorial de la madre, el factor de Control Conductual integró dos reactivos de Comunicación, mientras que en el estudio de Andrade y Betancourt (2008) reportan Comunicación como un factor independiente; en el factorial de la escala de papá no se encontraron diferencias de lo reportado por las autoras identificándose los mismos cuatro factores. La evaluación de la consistencia interna de la escala en la muestra veracruzana mostró un desempeño de bueno a excelente. Por ejemplo, en la escala de papá en el factor de Imposición que consta de sólo tres reactivos se obtuvo una alfa de .88, hasta un alfa de .95 en la escala de papá en el factor de Comunicación, lo que indica una excelente consistencia interna, resultado que muestra un buen desempeño psicomé70 ARTÍCULOS La Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt… es que hace una clara distinción de los diferentes tipos de control parental, acorde con los señalamientos de los estudiosos de este tema, como sucedió en la muestra de la Ciudad de México y las de Veracruz. El control psicológico caracteriza a los padres que usan mucha presión para que los hijos se comporten de acuerdo a sus normas particulares de concebir la vida usando la manipulación, el chantaje, la inducción de culpa y descalificación. Estas formas de relación han demostrado tener un efecto negativo en el bienestar psicológico de los hijos como lo señalan Barber y Harmon (2002) ya que inciden en el desarrollo de la autonomía y, por ende, pueden fomentar síntomas depresivos (Vansteenkiste, Zhou, Lens, y Soenens, 2005; Barber, Olsen, y Shagle, 1994; Barber, 1996; Soenens,Vansteenkiste, Luyten, Duriez, y Goossens, 2005), relaciones que se han encontrado tanto en muestras de países occidentales como de otras latitudes (Barber, Stolz, y Olsen, 2005; Gray y Steinberg, 1999). El otro tipo de control que considera la escala de Andrade y Betancourt es el control conductual que, como se indicó, implica la supervisión y conocimiento de las actividades de los hijos y que produce efectos benéficos en ellos, y que en esta investigación aparece fusionado con los reactivos de comunicación; en la escala los dos tipos de control están claramente diferenciados con confiabilidades aceptables. Consideramos que estos dos aspectos del comportamiento parental son muy importantes porque aportan información muy significativa de la influencia de los padres en el bienestar, o malestar psicológico, de los hijos como lo han señalado diversos autores (Kuppen, Grietens,Onghena y Michiels, 2009; Shek, 2007) ya que de acuerdo con la investigación y la teoría, la familia y, en específico, el estilo de crianza de los padres, contribuye o mitiga la vulnerabilidad de presentar problemas como la depresión en los adolescentes (Soenens, Luyckx, Vansteenkiste, Duriez, y Goossens, 2008; Vallejo, Osorno y Mazadiego, 2008). Contar con un instrumento confiable y válido para dos poblaciones diferentes permite discriminar la influencia de las variables contextuales de acuerdo con la investigación transcultural por lo que se abre la puerta para evaluar las relaciones entre las prácticas parentales y comportamientos de los hijos como pueden ser la depresión, la autoestima, el consumo de alcohol y drogas, la conducta sexual de riesgo, el rendimiento académico y el bienestar psicológico en general. Toda esta información puede emplearse pa- trico de la escala, mejor aun que el encontrado en el desarrollo de la escala en la Ciudad de México. Es importante destacar que la escala evalúa cinco dimensiones para la mamá y cuatro para el papá en las dos muestras, lo que comprueba la similitud de las estructuras internas de las dimensiones del cuestionario en las dos muestras, indicando la invarianza de medida de la escala; de la misma forma también refuerza la opción de evaluar en forma independiente las prácticas parentales de mamá y de papá, estrategia metodológica que debe preservarse. Los resultados encontrados ofrecen evidencia para afirmar que se dispone de un instrumento útil para la evaluación de las prácticas parentales. Como ya se señaló con anterioridad existen escasas publicaciones en México, donde se reporte el funcionamiento psicométrico de instrumentos empleados para evaluar los estilos parentales o las prácticas parentales; ello limita de manera muy importante la comparación de resultados en diferentes contextos de nuestro país y con otros países. Aunque la aproximación de los estilos parentales fue un gran avance para estudiar la influencia de los padres en el desarrollo de los hijos como lo señala Spera (2005), no permitió precisar qué aspectos de cada estilo son los responsables de los efectos encontrados en los hijos. En este sentido la aproximación de las prácticas parentales tomando en cuenta las dimensiones del comportamiento de los padres que más se han estudiado, permite hacer comparaciones más precisas del rol de cada uno de los padres de una manera más específica, ya que estudia las dimensiones de forma particular y no global como sucede en la aproximación de los estilos. Hay otras propuestas al respecto. Padilla, Nelson, Madsen, McNamara (2008) consideran que la tendencia que se debe seguir para analizar la influencia de los padres es la combinación de diferentes grados o niveles de las dimensiones de los padres, por ejemplo, los efectos de madres con altos niveles de apoyo y a su vez altos niveles de control psicológico, ya que la combinación de las diferentes dimensiones de los comportamientos de los padres pueden tener efectos diferentes dependiendo del grupo cultural que se estudie (Kapungu, Holmbeck y Paikoff, 2006) y la propuesta de Darling y Steinberg (1993) y Spera (2005) que consideran que los estilos parentales son los moderadores de las prácticas parentales específicas de los padres. Uno de los aspectos importantes de la Escala de Prácticas Parentales de Andrade y Betancourt (2008) 71 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Segura, Vallejo, Osorno, Rojas, Reyes ARTÍCULOS ra el desarrollo de programas de prevención y remediales con padres y adolescentes, lo cual es una de las demandas de los profesionales interesados en la familia en distintos contextos culturales. Los resultados muestran un excelente desempeño psicométrico de la escala lo que permitirá establecer pautas de aplicabilidad y generalización de los resultados (Gámez-Guadix, Orue, Calvete, Carrobles, Muñoz-Rivas y Almendros, 2010), por lo que las comparaciones que se realicen a través de esta escala en las dos poblaciones resultarán válidas. Para mejorar aun la certidumbre del funcionamiento psicométrico de la escala se requiere establecer comparaciones del comportamiento de las estructuras factoriales y de las consistencias internas de la escala mediante estrategias estadísticas que consideren el azar (Balluerka, Gómez, Stock, y Caterino, 2000). 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Factores sociodemográficos asociados al consumo cultural, del tiempo libre y de medios de comunicación en la educación superior de una universidad pública en Guadalajara LAURA PATRICIA HARO-JIMÉNEZ,1 CARLOS CABRERA-PIVARAL,2 CARMEN LIZETTE TORNERO-GONZÁLEZ,3 IRMA PATRICIA GONZÁLEZ-ROJAS,4 GABRIELA CARRILLO-NÚÑEZ5 Resumen El consumo cultural, del tiempo libre y de los medios electrónicos, CCTLM, se reconoce como un conjunto de actividades que permiten desarrollar al ser humano de una manera integral; éste se realiza a partir de actividades desarrolladas en momentos que no se relacionan a la actividad laboral. La medición de CCTLM en un contexto educativo determinado resulta pertinente, y más cuando éste favorece la indagación de la multiplicidad de actividades que realizan los estudiantes en sus tiempos y espacios por- Sociodemographic Factors Associated with the Consumption of Culture, Leisure and Media in Higher Education at a Public University in Guadalajara Abstract Cultural Consumption, Leisure and Media (CCLM), is recognized as a set of activities that develop the human being in a comprehensive way; this is driven from activities in time unrelated to work activity. The CCTLM measurement in a context results relevant, and more when this encourage the exploration of the multiplicity of activities undertaken by the students in their time and space because it is precisely there, where [ ] Artículo recibido el 15/12/2010 Artículo aceptado el 4/03/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 2 3 Profesora investigadora Titular “C” adscrito al Departamento de Ciencias Sociales, especialista en Psicología Educativa y Master Internacional en E-learning. [email protected] Profesor Investigador Titular “C” adscrito al Departamento de Ciencias Sociales, Doctor en Ciencias Médicas. [email protected] Técnico Académico Titular A adscrito en el Departamento de Ciencias Sociales, Licenciado en Psicología y Master Internacional en E-learning. [email protected] 75 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. que es justamente allí, donde los seres humanos acceden a una serie de prácticas recreativas, culturales y de ocio que contribuyen a la construcción de la sociedad en que vivimos. La evidencia empírica aporta información valiosa para la elaboración de políticas culturales institucionales, que permitan considerar la diversidad y particularidades de los hábitos de consumo cultural, de tiempo libre y de medios de comunicación en la formación integral de universitarios, así como llevar una planeación que promueva la producción y el consumo cultural para una educación integral. Descriptores: Consumo cultural, Tiempo libre, Ocio, Estudiantes universitarios, Sociedad. people access to a range of recreational practices, cultural and leisure activities that contribute to build the society in which we live. The empirical evidence provides valuable information for the institutional development of cultural policies, considering the diversity and particularities of their cultural habits, leisure and media in the comprehensive training of college and leading a plan that promotes production and culture consumption for an education of comprehensive character. Key words: Cultural Consumption, Leisure, Entertainment, College Students, Society. 4 5 Técnico Académico Asociado “A” adscrito al Departamento de Ciencias Sociales, Maestra en Ciencias de la Educación. Instituto Mexica no de Estudios Pedagógicos A. C. [email protected] Profesora de Carrera Titular “B”, Maestría en Inmunología. [email protected] Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 76 Factores sociodemográficos asociados al consumo cultural… ARTÍCULOS xico y en América Latina, pero no en lo que se refiere a los intereses y manifestaciones culturales de los jóvenes universitarios. Adrián de Garay (2000:111) señala que el estudio en jóvenes universitarios es una “realidad ignorada”. Sylvie Didou (ANUIES 2000:95) manifiesta que los jóvenes como estudiantes de la educación superior en México no han sido objeto prioritario de investigación pese a su importancia y afirma que a este actor social se le conoce muy poco, salvo en los momentos de transformaciones ocurridas en los últimos años. Otro tipo de investigaciones sobre el consumo cultural tiene que ver más con las empresas de investigación de estudio de mercado: estudios que están dedicados a escrutar a los universitarios sobre gustos y formas de consumir medios de comunicación. (Advcebra, 2002). El adecuado CCTLM en estudiantes se traduce en generación de conocimiento y creatividad; así como a la innovación de soluciones propias del entorno social y familiar; de lo contrario favorece al consumo irracional y adaptación a la realidad sin posibilidades de enfrentarla y desafiarla ante la adversidad contemporánea. Introducción E l estudio del consumo cultural en México ha vivido un desarrollo vertiginoso en la última década, fundamentalmente porque ha sido estimulado desde disciplinas y ámbitos diversos y por una amplia gama de demandas que abarcan desde la búsqueda de democratización de las políticas culturales hasta la mejor mercantilización de las industrias culturales (Rosas, 2001: 255). Mientras que a principios de los años noventa del siglo XX era notoria la inexistencia de investigaciones sobre públicos, consumo y recepción de bienes culturales, a finales de la década, éstas no sólo han adquirido centralidad en la agenda de los estudios sobre cultura y poder, sino que también han pasado a ser un ingrediente clave en los procesos de producción al interior de la industria cultural. La oferta de las industrias culturales se ha diversificado con el acceso a la televisión de paga, a la Internet y a otros servicios de productos transnacionales, ampliando las posibilidades de elección de información y entretenimiento para los sectores socioeconómicos con mayor poder adquisitivo. Sin embargo, como contraparte de la adopción de las políticas económicas neoliberales globalizadoras y de la ausencia de una política de Estado congruente y consistente con la promoción y desarrollo de nuestras propias industrias culturales, su capacidad productiva se ha visto disminuida, así como ha aumentado la brecha de acceso al consumo entre los distintos sectores socioeconómicos del país. Los problemas económicos por los que atraviesa la mayoría de nuestra población han conducido a que los adultos dediquen mayor cantidad de su tiempo a las actividades laborales, disminuyendo el tiempo de ocio. Así, la recreación surge en un contexto en el cual se empieza a reconocer la existencia de un ámbito dividido del trabajo y válido para aliviar las tensiones generales por éste. El CCTLM, es influido por factores que se relacionan a características sociodemográficas de la población de estudio; resaltan entre ellos, la edad, la escolaridad de los padres, la ocupación, el lugar de residencia y el ingreso familiar. Por ello, en esta propuesta reflexiva interesa exponer si el CCTLM se encuentra asociado o ligado a factores económicos; es decir, tal parece que no se puede desprender la relación entre cultura y economía, y lo económico va ligado con lo social. El consumo cultural es un tema estudiado en Mé- Método Diseño Se trata de un estudio descriptivo y observacional, llevado a cabo durante el mes de agosto del 2010. Las principales variables de estudio fueron el Consumo Cultural, Tiempo Libre y Medios Electrónicos, CCTLM, integradas por los indicadores de cultura, tiempo libre y medios electrónicos, además de las variables sociodemográficas como edad, sexo, ocupación, estado civil y formación académica de los padres. Participantes La muestra se integró por 610 estudiantes de primer ingreso de las carreras de Medicina, Cultura Física del Deporte, Psicología, y Técnico Superior Universitario en Rescates Seguridad Laboral y Emergencias del Centro Universitario en Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara. Instrumento El instrumento de recolección de los datos se integró con 46 preguntas; éstas fueron elaboradas con base en una ronda de expertos (4 de 5). 77 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Haro, Cabrera, Tornero, González, Carrillo ARTÍCULOS Cuadro 2. Sexo de estudiantes de educación superior del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Procedimiento El instrumento fue aplicado por un grupo de académicos con formación en investigación educativa, el cual validó sus respuestas. Posteriormente, se efectuó su captura en una base de datos y un análisis descriptivo e inferencial utilizando el Statistical Package for the Social Sciences (SPSS). En el análisis descriptivo se incluyeron la media, desviación estándar, mediana y proporción. El inferencial reconoce la variable principal como ordinal, CCTLM, y utiliza la U de Manwitney y Kruskal Wallis para muestras no relacionadas. El análisis inferencial de la variable de estudio permitió integrar una puntuación a partir de ponderar diversas actividades favorecedores del CCTLM, logrando un limite superior e inferior y así este rango permitió una medición ordinal mediante la fórmula de Pérez Padilla, definiendo el nivel alto, medio, bajo y al azar. El análisis de la información se realizó mediante la descripción y la interpretación de la distribución de frecuencias de cada una de las variables. Sexo Femenino Masculino Total Con respecto al sexo de los estudiantes de educación superior considerados en nuestro estudio, encontramos que el 56% (342) son del sexo femenino y el 44% (268) para el masculino (ver Cuadro 2). En esta muestra de estudio se identificó que el 97% (594) corresponden al estado civil soltero y el 2% (10) viudos, divorciados y en unión libre en proporciones menores (ver Cuadro 3). La actividad laboral de los estudiantes se identificó con el 26.4%; (161) reportaron actividades laborales, en que más de 24% dedica 4 horas a dicha actividad (ver Cuadro 4). En cuanto al puntaje de la valoración al consumo cultural, integrado de ponderar indicadores relativos al proceso de cultura; se observa que el 39% (242) tiene un puntaje entre 101-199 de un valor teórico posible de 500, le sigue el 5.9% (97 casos) con puntaje de 201-299; se encontró que sólo el 2.9% (36 casos) representan los valores más altos (ver Cuadro 5). La valoración del consumo de tiempo libre en los estudiantes (ver Cuadro 6) se integró por la exposición a medios de comunicación, a la visita de amigos y parientes, a acudir a practicar eventos deportivos y a cada una de ellas se les asignó una puntuación que permitiera reconocer las actividades más favorecedoras para su desarrollo; motivo por el que se integra una escala que va de 0 a 500 en la cual el 38.45% (234) tiene menos de 100 puntos, el 44.6% (272) de 101 a Con respecto a la pertenencia a las carreras de los estudiantes de educación superior en el CCTLM, participaron 301 estudiantes de la carrera de medicina; le siguió la carrera de psicología con 156; la carrera de cultura física y del deporte con 119 y, finalmente, la carrera técnico superior universitario en emergencias, seguridad laboral y rescates con 34 estudiantes. Con relación a la edad de los estudiantes considerados en la muestra de estudio, se encontró que el 96% estaban por debajo de los 24 años con una media de 18.3 y una desviación estándar de 11. Resalta que el límite superior de esta muestra está en los 39 años (ver Cuadro 1). Cuadro 3. Estado civil de estudiantes de educación superior del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Cuadro 1. Carrera de estudio de estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Frecuencia 301 119 156 34 610 Estado Civil Soltero Casado Viudo Divorciado Unión libre Total Porcentaje 49.3% 19.5% 25.6% 5.6% 100% Moda: Medicina. Fuente: Directa. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Porcentaje 56% 44% 100% Moda: Femenino. Fuente: Directa. Resultados Carrera Medicina Cultura física Psicología Técnico en rescates… Total Frecuencia 342 268 610 Moda: Solteros. Fuente: Directa. 78 Frecuencia 594 10 1 3 2 610 Porcentaje 97.375 1.69 0.016 0.49 0.32 99.88% Factores sociodemográficos asociados al consumo cultural… ARTÍCULOS Cuadro 4. Actividad laboral en estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Número Sí No Total Horas 4 hrs o menos 5-7 hrs No aplica Total Frecuencia 161 449 610 Frecuencia 147 0 463 610 Cuadro 6. Valoración del consumo de tiempo libre en los estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Puntaje Porcentaje 26.40% 73.60% 100% Porcentaje 24.1% 0% 75.9% 100% 0-100 101-199 201-299 300-399 400-499 500+ Total Frecuencia 234 272 81 14 6 3 610 Porcentaje 38.4 44.6 13.3 2.3 0.8 0.4 100 Media: 133.83. Desviación estándar: 79.23. Moda: No actividad laboral. Fuente: Directa. ficativa a favor de los estudiantes de Medicina (ver Cuadro 9). En la valoración global del CCTLM según la edad se observa que el mejor puntaje lo logró el grupo de edad de menores de 20 años con una media de 319.77 puntos. Continúa el grupo de edad de 21-30 con puntaje de media de 305.13 y, posteriormente, los mayores de 30 años. A pesar de que se observa una correlación inversa con la edad y el puntaje de valoración no se documenta una diferencia significativa (ver Cuadro 10). En el Cuadro 11 se observa el valor global del CCTLM según el sexo; sobresale en los valores altos una distribución absoluta entre el sexo masculino y femenino; sin embargo, se observa que la media del grupo masculino es mayor al grupo femenino mostrando una diferencia estadísticamente significativa a favor del primer grupo. La valoración global del CCTLM y el estado civil de los alumnos identifica que unión libre y solteros tienen mejores puntuaciones para el CCTLM con respecto a otras condiciones de estado civil; esta diferencia se observa significativamente a favor de la unión libre y los solteros (ver Cuadros 12 y 13). Respecto de la valoración global del CCTLM y la actividad laboral de los alumnos se identifica que aquellos que reportaron no laborar, actualmente tienen mejor puntuación para el CCTLM respecto a los 199 y la puntuación mayor de 400 la logra el 1.2% de los estudiantes (9 alumnos). En el puntaje de la valoración del consumo de medios, integrado de ponderar indicadores relativos al uso de la Internet, se observa que el 67.54% (412) tiene un puntaje de entre 106-30 de un valor teórico posible de 46, le sigue el 17.3% (106 casos) con puntaje de mayor a 30; y 15.1% (92) con valores menores a 15 (ver Cuadro 7). Con respecto al puntaje de la valoración global del CCTLM, integrado por la ponderación indicadores relativos al proceso de cultura, tiempo libre y medios electrónicos como la Internet; se observa que el 20% (125) tiene un punteo Alto (+ 350) de un valor teórico posible de 650; le sigue el 62.5% (381 casos) con punteo de 151 a 300; se encontró que el 17% (104 casos) representan los valores más bajos. Promedio: 182.3. Desviación estándar: 87.3 (ver Cuadro 8). Respecto de la valoración global del CCTLM según la carrera de estudio; se observa que el mejor punteo lo logra la carrera de Medicina (382 Pts.), seguido por Psicología (290.29 Pts.), Cultura Física, y Rescates.., con 278.4 y 268.3 puntos, respectivamente. Se observa una diferencia estadísticamente signi- Cuadro 5. Valoración del consumo cultural en estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Puntaje 0-100 101-199 201-299 300-399 400-499 500+ Total Frecuencia 36 242 97 48 36 151 610 Cuadro 7. Valoración del consumo de medios (Internet) en los estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Porcentaje 5.9 39.6 15.9 7.8 5.9 24.7 Puntaje 0-15 16-30 31 ó más Total Media. 456.60. Desviación estándar: 71.5. Frecuencia 92 412 106 610 Porcentaje 15.1 67.54 % 17.3 % 100 Media: 22.79. Desviación Standard: 2.89. 79 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Haro, Cabrera, Tornero, González, Carrillo ARTÍCULOS Cuadro 8. Valoración global del consumo cultural, del tiempo libre y de los medios de comunicación en estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Valoración global Bajo (-150) Medio (151-300) Alto (350+) Total Frecuencia 104 381 125 610 Cuadro 10. Valoración global del consumo cultural y del tiempo libre en estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Valoración -20 Años global/Edad Bajo 88 Medio 341 Alto 116 Total Medianas 319.77 Porcentaje 17 62.5 20.5 21-30 + 30 15 35 9 21 5 0 305.13 294.74 p 0.13 El nivel de ponderación integrado de CCTLM muestra un nivel alto en tanto que la quinta parte de la población de estudio señala niveles tan parecidos como los reportados por Moreddu (2003). Estos valores manifiestan que nuestra sociedad no se ha preparado para un consumo de tiempo favorable y que muchas veces los individuos, por carecer de los factores y espacios idóneos, se refugian en las actividades monótonas y poco reflexivas. (Fernández, 2005:89). Si bien se trata de un estudio exploratorio, este trabajo permite tener un acercamiento con la realidad del CCTLM, en una población joven que inicia su proceso de formación profesional. Es importante resaltar que surge de una muestra de población estudiantil de Ciencias de la Salud que en su mayoría representa el área metropolitana de Guadalajara y que, por las características del instrumento validado y confiable, puede ser un profundo acercamiento a la realidad social del CCTLM. La importancia de impulsar una cultura en cuanto a la promoción y uso CCTLM en la sociedad moderna juega un papel importante en el desarrollo de la conducta y del pensamiento del hombre. Es en la etapa estudiantil donde se generan las potencialidades creadoras del hombre manifestándose luego en la actividad laboral. Este proceso de reproducción no es tan simple como aparenta serlo, de manera superficial; está relacionado con un conjunto de actividades que manifiestan en las personas un estado emocional tanto positivo como negativo. que trabajan. Esta diferencia se observa significativamente a favor de los no trabajadores (ver Cuadro 14). Conclusiones El consumo cultural, tiempo libre y medios de comunicación, CCTLM, se identificó alto en el 20.5% de los estudiantes (125 casos); esto representa que sólo la quinta parte de los estudiados en la serie, encontraron a través del CCTLM un estímulo para su desarrollo integral congruente con las políticas nacionales e internacionales para ofrecer a la juventud los mecanismos sólidos que le permitan enfrentar los retos del binomio consumo y creación (CC). El perfil de estos jóvenes se asocia con características sociodemográficas propias de su carrera, del estado civil, de la escolaridad de padres y del propio soporte financiero familiar, además de que la no actividad laboral y la puntuación de ingreso a la carrera son factores favorecedores del CCTLM. Discusión El consumo cultural y de tiempo libre tiene diversas manifestaciones en la población de estudiantes de Ciencias de la Salud (CUCS). Del total de alumnos, más de la mitad son del sexo femenino, la mayoría solteros y una mínima parte dedicados a actividad laboral diversa. La edad promedio es de 19.1, con rango de 17.3 y 39 años. Cuadro 9. Valoración global del consumo cultural y del tiempo libre y de los medios de comunicación en estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Valoración global/Carrera Bajo Medio Alto Total Medianas Medicina 40 183 78 301 328.34 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Cultura Física 29 70 20 119 278.42 80 Psicología 25 110 21 156 290.20 Rescates 10 18 6 34 268.32 P 0.003 Factores sociodemográficos asociados al consumo cultural… ARTÍCULOS Cuadro 11. Valoración global del consumo cultural y del tiempo libre según sexo en estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Valoración global/Sexo Bajo Medio Alto Total Medianas Femenino Masculino 68 211 63 36 170 62 293.39 320.96 do por la obligatoriedad, plantea un reto fundamental a las instituciones de educación superior que tendrán que destinar parte de su desarrollo curricular a responder ante esta necesidad social. Es indiscutible que el uso de tiempo libre en la realización de actividades de tipo; recreativo, cultural, deportivo o social, contribuyen positivamente al mejoramiento de la vida individual y al enriquecimiento de la vida familiar y comunitaria. P 0.026 Referencias AVILÉS FÁBILA, René (2004). El papel de la Universidad en la divulgación de la cultura, Reencuentro. Análisis de problemas universitarios, 039, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, México. DE GARAY SÁNCHEZ, Adrián. (2004). Integración de los jóvenes en el sistema universitario. Prácticas sociales, académicas y de consumo cultural. Barcelona-México: Ediciones Pomares. DIDOU, Sylvie (2000). Sociedad del conocimiento de internacionalización de la educación superior en México. México: ANUIES FERNÁNDEZ, J. y SERNA, E. (2004). Estudio transversal del uso del tiempo extraescolar en los escolares bogotanos. Recuperado el 27/07/06, de: http://www.redcreacion.org/documentos/congreso/congreso8/Upedagogica.html GARCÍA CANCLINI, Néstor (Coord.) (1993). El consumo cultural en México, México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes México. LERMA ÁLVAREZ, Ricardo (1998). “Recreación, tiempo libre y educación en el Uruguay” Revista Prisma No. 11. MUREDDU TORRES, César (2003). El uso del tiempo libre Los problemas económicos por los que atraviesa la mayoría de nuestra población han conducido a que los adultos dediquen mayor cantidad de su tiempo a las actividades laborales, disminuyendo el tiempo de ocio (Lerma, 1998:36). Si reconocemos que el CCTLM surge en un contexto en el cual se empieza a reconocer la existencia de un ámbito social de consumo, éste debe de reconocerse como un conjunto complejo de actividades que busca reconfortar los desequilibrios entre las obligaciones y responsabilidades sociales. En tal sentido, coincidimos con García Canclini que define al consumo como “el conjunto de procesos socioculturales en que se realizan la apropiación y los usos de los productos en beneficio cultural, social e individual” (García Canclini, 1993:24). Reconocer que el CCTLM está en la quinta parte de la población de estudio, y que no está determina- Cuadro 12. Valoración global del consumo cultural y del tiempo libre y de los medios de comunicación en estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Valoración global/Carrera Bajo Medio Alto Total Medianas Medicina 40 183 78 301 328.34 Cultura Física 29 70 20 119 278.42 Psicología 25 110 21 156 290.20 Rescates… 10 18 6 34 268.32 P 0.003 Cuadro 13. Valoración global del consumo cultural y del tiempo libre según estado civil en estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Valoración global/Estado Civil Bajo Medio Alto Total Mediana Soltero Casado Viudo Divorciado Unión libre P 99 369 122 590 304.2 3 6 1 10 245.4 0 1 0 1 292.5 0 3 0 3 292.5 0 1 0 1 418.5 0.6 81 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Haro, Cabrera, Tornero, González, Carrillo ARTÍCULOS ROSA MANTECÓN, Ana (2002). “Los estudios sobre consumo cultural en México”, en Daniel Mato (coord.), Estudios y otras prácticas intelectuales latinoamericanas en cultura y poder, Caracas: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales-Universidad Central de Venezuela. RUIZ JUAN, F.; GARCÍA MONTES, M. E. y HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, A. I. (2000). Actividades con que ocupa su tiempo libre el alumnado de la Universidad de Almería. Un estudio longitudinal. En VI Congreso de la Asociación Española de Investigación Social aplicada al Deporte “Deporte y cambio social en el umbral del siglo XXI”. Granada: Asociación Española de Investigación Social aplicada al Deporte. Cuadro 14. Valoración global del consumo cultural y del tiempo libre según actividad laboral en estudiantes del CUCS de la Universidad de Guadalajara, Jalisco, 2010 Valoración global/ Actividad laboral Bajo Medio Alto Total Sí No P 33 103 25 282.7 69 278 99 311.7 0.03 como sustituto valorativo en los estudiantes. Reencuentro. Recuperado el 31/07/ 2006 de: www.xoc.vam.nx/cuaree/no38/siete/tiempo.html-15k RODRÍGUEZ SUÁREZ, J. AGULLÓ Tomás E. (1999). Estilos de vida, cultura, ocio y tiempo libre de los estudiantes universitarios. Psicothema, 11. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 82 ¿Y esto para qué me sirve? La motivación hacia la lectura y la escritura NORKA GUEVARA1 Resumen Colocar la lectura y la escritura como objetos de enseñanza no sólo produce en el alumno un cuestionamiento sobre su relevancia o utilidad en la “vida práctica”, sino que además debería exigir al docente preguntarse algo similar. Hay en tal pregunta una demanda, una legítima búsqueda de sentido. Es allí donde la lectura y la escritura tienen la posibilidad de mostrarse no como tediosos contenidos por aprender, sino como prácticas sociales que se aprehenden, y que construyen competencias comunicativas más flexibles. Se plantea “abrir el aula” y resituar el lenguaje con un sentido social, de modo que el alumno lo encuentre más cerca de su propia experiencia cotidiana, que lo vincule pues con su necesidad de expresarse. Observamos dos métodos: Teatro de Lectores y Escritura creativa a través del arte, donde se evidencia la creación de instancias lúdicas, plataformas para la motivación y el aprendizaje significativo; una vía también para que el docente ponga en cuestión su propio oficio. Descriptores: Aprendizaje, Lectura, Escritura, Motivación, Arte. Why do I Have to? Review of the Motivation Towards Reading and Writing Abstract To place the reading and the writing as objects of education not only produces from the student a question about its relevancy or usefulness in the “practical life”, but in addition it should demand from the teacher to ask for the same. There is in that question a claim, a legitimate search of sense. That is where the reading and the writing have the possibility of appearing not as tedious contents for learning, but as social practices that are apprehended, and that allow more flexible communicative competitions. Its necessary “to open the classroom” and to re-place the language with its social sense, so the student could see it closer to his/her own daily experience, linked so with his/her need to express. We observe two methods: Readers’ Theatre and Creative writing through creative dramatics, where is demonstrated the creation of playful instances, platforms for the motivation and the significant learning; a route also where the teacher could think about his own labor. Key words: Learning, Reading, Writing, Motivation, Art. [ ] Artículo recibido el 21/01/2011 Artículo aceptado el 19/04/2011 Declarado sin conflicto de interés 1 Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Buenos Aires Capital Federal, Argentina. [email protected] 83 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Norka Guevara ARTÍCULOS riencia visual (que poco antes estaba “dada” sin más) en frases como “…mira esa luz de sol amarilla” (2007:238). Sostenemos que “fracturar” quizás no es el término más adecuado, ya que la experiencia no sería en sí misma fragmentada aunque sí intelectualizada al ser puesta en palabras; lo que antes era “llano” se convierte en un pequeño acto de consciencia, inevitablemente sustentado por el lenguaje. Pese a que defendemos la idea de la experiencia sensitiva que no requiere apalabrarse, por ejemplo en las artes temporales, ya que su cualidad esencial es expresar afectos de la vitalidad (Stern, en Español, 2007), consideramos también que el lenguaje es parte y a la vez mediador de la acción humana (Vygotski, en Baquero, 1996). Teniendo en cuenta esto, recordemos ahora que el contexto primario en el que surge el lenguaje es la tríada niño-adulto-objetos en los primeros años de vida, y que en lo posterior se extiende a las demás relaciones interpersonales mientras el niño va de a poco incorporándose (o acoplándose) a los contextos propiamente culturales e institucionales. En otras palabras, y de acuerdo con el planteamiento vygotskiano, siendo un instrumento de mediación simbólica el lenguaje es llevado de un contexto a otro: de lo cotidiano a lo escolar. Así se dice que su aprendizaje requiere funciones mentales como la memoria, ya que exige mayor esfuerzo de atención y concentración, por el hecho de encontrarse “descontextualizado”. Hablar pues de descontextualización hace referencia a “quitar de contexto”, asumiendo que el nocontexto sea posible; sin embargo “basta recordar tesis fundamentales de los propios ESC [Estudios Socioculturales] como la de la relación inextricable o inescindible del sujeto y situación como para concluir en que no existe acción humana libre de contexto” (Baquero, 2009:270). Al respecto, Baquero (ibid.) menciona la posibilidad del término “recontextualizar”, para resolver tal encrucijada y enunciar más bien un “traslado” de un sitio a otro. Pero, ¿cómo es llevado a cabo y experimentado ese traslado en la escuela? En ese sentido, la Teoría Socio-Histórica de Vygotski, pese a que parte de la perspectiva marxista y acentúa sus esfuerzos en los niveles graduales de poder a través de la instrumentalidad recursiva, al mismo tiempo pareciera aceptar que “formas más elevadas de descontextualización también imponen nuevas restricciones a nuestro pensamiento” (Wertsch, 1998:72). En ese sentido, por un lado sería necesario observar con detenimiento el modo en que el niño va em- Introducción P ara comenzar es importante precisar en qué sentido hablamos en este caso cuando mencionamos a la lectura y a la escritura, ya que circulan diversas concepciones al respecto como aquélla que las atribuye solamente a personas dentro de las categorías “intelectuales”, “escritores”, “estudiosos”, etc. Evitando, pues, tal estereotipo, nos referiremos a ambas funciones desde otra perspectiva, considerándolas prácticas sociales del lenguaje que permiten a los alumnos ser sujetos generadores de conocimiento, reflexión y comunicación (Lerner, Stella & Torres, 2009). Hecha entonces esta diferenciación, tal vez tendremos también a la vista una de las primeras razones por la que es común que los alumnos cuestionen la enseñanza de asignaturas cuyas actividades centrales sean escribir y leer. “¿Y esto para qué me sirve?”, es probable que algún estudiante se pregunte convencido de que no le sirve de mucho para la profesión que planea ejercer en el futuro. Y al no hallar respuesta, la hora clase termina convirtiéndose en la sesión más pesada del día en la escuela. Lenguaje y descontextualización Lev Vygotski atiende en su planteamiento particularmente al lenguaje, buscando comprender la importancia de este sistema de mediación simbólica, pues considera que influye marcadamente en la actividad práctica del sujeto. Menciona: “El momento más significativo en el curso del desarrollo intelectual… es cuando el lenguaje y la actividad práctica, dos líneas de desarrollo antes completamente independientes, convergen” (1988:47-48, cursiva en original), y afirma que al igual que con los demás instrumentos de mediación, el niño aprende en primera instancia que el lenguaje le sirve en sus relaciones interpersonales para alcanzar un fin particular. Este instrumento es interiorizado, dirigido a sí mismo en un proceso que afecta su propia conducta, y en lo posterior es también una actividad práctica para establecer progresivamente una comunicación intencionada con el otro. En ese sentido, el lenguaje va despertando la consciencia del niño, no sólo acerca de su acción sobre los demás sino sobre sí mismo y el mundo, en la medida en que cada cosa va adquiriendo nombres, significados, sentidos; inclusive la propia percepción tal como advierte Español cuando dice que “el lenguaje fractura la experiencia original…”, haciendo que el niño dé cuenta de su expe- Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 84 ARTÍCULOS ¿Y esto para qué me sirve? La motivación hacia la lectura y la escritura y Escritura creativa a través del arte) nos enfocaremos con especial atención en el educando, sin dejar de lado la importancia del profesor en cuanto piensa y observa su propio oficio. pleando su propio lenguaje consigo mismo y con los demás: básicamente surge con la necesidad de resolver problemas prácticos del mundo externo en cuanto su accionar preverbal ya está casi consolidado. “En principio, el lenguaje sigue a las acciones, está provocado y dominado por la actividad… En los estadios superiores… surge una nueva relación entre la palabra y la acción… la función planificadora del lenguaje hace su aparición junto con la ya existente función del lenguaje de reflejar el mundo externo” (Vygotski, 1988:52-53, cursivas en el original). Es en tal función de planificar, de guiar la acción, en que ya no sólo hay un uso práctico sino de pensamiento, de creación si se quiere, en donde las acciones cobran sentido pues están pre-vistas, porque las cosas privativamente humanas están cargadas de futuro (Solcoff, 2001). Por otro lado, resituar el instrumento cultural, apuntando a la idea de traslado, podemos decir que es colocarlo más cercano a la experiencia cotidiana, hacerlo más aprehensible (como el objeto que el adulto alcanza al niño que señala), de modo que su aprendizaje adquiera significado. Sin embargo, no solamente por la cuestión de cercanía o familiaridad es que los objetos significan, sino también por la manera en que resultan útiles, es decir por su cualidad misma de constituirse instrumentos (Baquero, 1996). Ahora bien, a esto habría que agregarse lo que expresan Huertas y Montero: “en muchas ocasiones, las razones que explican la ausencia de un auténtico cambio de conceptos en nuestros alumnos están precisamente en que la única utilidad que encuentran… radica en que luego serán evaluados por el profesor” (2002a:29). En referencia a esto último, Lerner y cols. insisten en un punto crucial dentro del entramado de las prácticas escolares: el profesor y su relación con la enseñanza, y por ende con los alumnos: Observar cómo se presenta el contenido en el aula, cómo se desarrollan las interacciones de los alumnos con el contenido y entre sí respecto del contenido, cuáles son las intervenciones del docente y qué avances se observan en los aprendizajes de los alumnos. Se trata de pensar la práctica como un objeto de conocimiento complejo, en el cual es posible considerar diversos aspectos que pueden recortarse del contexto específico de una clase en particular (2009:57, cursivas en el original). En resumen, estamos hablando de dos agentes, profesor y estudiantes, cuyas motivaciones pueda ser que en apariencia estén dirigidas hacia diferentes objetivos, aunque de fondo estén asentadas sobre un mismo suelo: la experiencia de aprender. En esta breve revisión de dos metodologías (Teatro de Lectores, La motivación hacia la lectura y la escritura ¿Qué es tener una experiencia personal de aprendizaje? Lo primero que puede sugerirnos esta pregunta probablemente se relaciona con la idea de apropiación progresiva de conceptos y conocimientos, en una suerte de integración, de acoplamiento, a lo previamente conocido (Baquero, 1996). Podemos también apelar al “sentido”, siendo que este término insinúa cierta “dirección hacia delante”, de modo que el alumno descubra o anticipe su intención personal en aquello que se le presenta como objeto de aprendizaje. “Si el estudiante descubre un modo personal de aprender algo, su representación anticipatoria será mucho más vívida, más motivante” (Huertas y Montero, 2002a:10). Desinano y Avendaño expresan que leer y producir textos son procesos en los que no sólo se construyen competencias lingüísticas sino también comunicativas (2006), y refieren a una de las problemáticas de la enseñanza tradicional del lenguaje, de la siguiente manera: Durante mucho tiempo hemos considerado que la comprensión lectora era el resultado directo del descifrado de un texto: si nuestros alumnos podían reconocer las palabras del mismo, la comprensión, por ende, sería automática. Sin embargo, a medida que los docentes orientábamos nuestras intervenciones hacia la decodificación, comprobábamos que la mayoría de nuestros alumnos no entendían lo que leían (Desinano y Avendaño, 2006:46). Es así que varios estudios sobre la enseñanza del lenguaje, sea que se concentren en la escritura o en la lectura, surgen en busca de una respuesta a tal pregunta: qué hacer (y cómo) para evidenciar y re-construir el sentido del lenguaje acorde con sus propósitos en la práctica social (Lerner y Cols., 2009). A continuación revisaremos dos metodologías, la primera hace énfasis en la lectura mientras la segunda en la escritura. Teatro de Lectores. Esta actividad consiste en que los alumnos lean interpretando a algún personaje de la historia en cuestión. Ello implica emplear la expresividad y demás recursos interpretativos (ritmo, ento85 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Norka Guevara ARTÍCULOS propiciar o crear las condiciones personales y ambientales favorables para la motivación (Huertas y Montero, 2002b), no descuidando tanto contenidos de enseñanza como factores que atañen a la realidad de los educandos, en este caso de los niños y niñas (Lerner y cols., 2009). Huertas y Montero expresan: “si no conocemos la finalidad, la utilidad… es difícil que después queramos usar posteriormente lo aprendido, que lo transfiramos (…) Cualquier aprendizaje tiene que surgir de una práctica bien organizada: el aprendizaje no es fruto de la maduración, sino del entrenamiento” (Ibid.:29). En otro orden, aunque relacionado también con lo que hemos venido planteando, Vygotski habla acerca de Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), donde las actividades se resuelven “colaborativamente”, aludiendo a un tipo de ayuda que debe incluir su propio desmontaje progresivo (Baquero, 1996). Entonces, igual que el acto de asir despierta la respuesta cooperativa del adulto, podemos entender la escolarización como un acercar “objetos culturales” al sujeto, posibilitando también la toma de conciencia y autonomía sobre sí mismo y el entorno. Al respecto, Rogoff observa que “como concepto [el aprendizaje] va mucho más allá de las díadas experto-novato; se centra en un sistema de implicaciones y acuerdos en el que las personas se integran en una actividad culturalmente organizada en la que los aprendices se convierten en participantes más responsables” (1997:114). No obstante, la experiencia de compartir y combinar los esfuerzos es ajena muchas veces a la realidad de la esuela tradicional, en la que prácticas como el “dictado” se hallan naturalizadas sin que exista una verdadera articulación de propósitos didácticos y comunicativos (Lerner y cols., 2009). Las autoras remarcan la necesidad de des-naturalizar la enseñanza, de problematizarla: “Necesitan [los profesores] asumir la docencia como profesión, es decir, como una práctica que requiere previsión, reflexión, intercambio con colegas, comunicación y discusión de experiencias, estudios constantes de aportes teóricos que contribuyen a enriquecerla y profundizarla” (Ibid.:20). De la misma manera, “la combinación entre crear una necesidad o dependencia de conocimiento y ser luego recurso y ayuda para satisfacerla, es el fundamento…del vínculo que el buen profesor genera en los alumnos… que, además, favorece que entre profesor y alumnos, y alumnos entre sí, se establezcan canales muy fluidos de comunicación” (Huertas y Montero, 2002b:38). En ese sentido, el docente es uno de los principales agentes en el proceso de apre- nación, vocalización, etc.) necesarios para que los personajes sean convincentes y se produzca en efecto una especie de teatro. Un estudio realizado con niños y niñas de segundo grado de primaria de una escuela pública de la ciudad de México (Garzón, Jiménez & Seda, 2008), da cuenta de cómo dicha actividad puede influir en varios aspectos relacionados con la motivación y la práctica de la lectura. Los alumnos pasan a ser actores en preparación de una o más obras teatrales cortas, es decir, hay un proceso en el que los alumnos van involucrándose cada vez más: elección y lectura del texto a representar, análisis de los personajes, elaboración de vestuario o títeres, ensayos y retroalimentación hasta cerrar el proceso con la representación de la obra ante un público importante para ellos (padres/madres, maestros y compañeros). Se presenta al alumno un propósito significativo y auténtico para leer, y funciona además con el modelo multidimensional reforzando la sensación de autonomía en los participantes (Huertas y Montero, 2002b). El Teatro de Lectores promueve la motivación de los niños hacia la lectura y contribuye significativamente a mejorar su fluidez lectora, lo que incluye precisión o exactitud en la decodificación; identificación automática de las palabras y expresión de acuerdo con las características prosódicas del texto (Garzón & Cols., 2008:32, cursivas en el original). En este punto, habría que precisar la diferencia entre lectura veloz y lectura fluida, en donde la primera no implica en la mayoría de los casos una real comprensión del texto, pues se pone en marcha una función automatizada como es la decodificación de los signos lingüísticos de la lengua propia sin que se haga consciente el significado y sentido de la información recibida (Riviere, 1999/2003). La repetición o re-lectura es una de las claves para lograr ambas (rapidez y fluidez); sin embargo referirnos a una lectura fluida nos acerca más a la idea de que, una vez lograda la efectiva decodificación de los signos lingüísticos, el esfuerzo mental se mueve hacia la estructura semántica del texto (Riviere, 1999/2003). En palabras de Garzón & cols., la fluidez da paso al desarrollo de la capacidad lectora para: “interpretar el texto, construyendo una representación mental coherente… demostrando el entendimiento en la expresión verbal y la lectura oral, por medio del uso apropiado de las características prosódicas del texto” (2008:34). El teatro de lectores trabaja también en uno de los aspectos relevantes hacia el despertar de la motivación: fija objetivos claros a alcanzar en un tiempo determinado y durante un proceso de esfuerzo individual y compartido. De modo que es imprescindible Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 86 ARTÍCULOS hensión de los instrumentos culturales, y para ello requiere de estrategias y recursos que favorezcan la transmisión de contenidos y, sobre todo, su asimilación; es en su habilidad para articular discursos donde reposa su energía motivacional hacia el aprendizaje (Huertas y Montero, 2002b). En lo que respecta a la escritura, Vygotski refiere a la complejidad con la que el escolar se enfrenta en la apropiación de la lengua, expresando su crítica a las prácticas de enseñanza que la reducen a un compendio de habilidades motoras o de traslado análogo de códigos desde la oralidad a la escritura, obviando –o quizás desconociendo– que producir textos escritos requiere entre otras cosas la capacidad de reflexión sobre el lenguaje mismo (Baquero, 1996). Del igual modo en que leer es un construir activo de significados pues el sujeto interactúa con el texto, escribir es en primer lugar un acto de comunicación que presupone la planificación, la construcción o textualización y la revisión, para lo cual es necesario que los alumnos conozcan no sólo el sentido inmediato de sus textos –la evaluación del profesor–, sino mucho más el sentido social de sus producciones (Desinano y Avendaño, 2006). Para ello, Vygotski ve en la situación de juego una potencial creadora de ZDP dado su rol central en la vida del niño, además de sus cualidades funcionales, expresivas, elaborativas y auto regulatorias (Baquero, 1996); es decir: El juego proporciona un marco mucho más amplio para los cambios en cuanto a necesidades y conciencia. La acción en la esfera imaginativa… la creación de propósitos voluntarios y la formación de planes de vida reales e impulsos volitivos aparecen a lo largo del juego, haciendo del mismo el punto más elevado del desarrollo (Baquero, 1996:146). ¿Y esto para qué me sirve? La motivación hacia la lectura y la escritura arte dramático un recurso efectivo para la exploración de los temas sobre los que luego escribirán (Ibid.). Huertas y Montero expresan: “Hoy en día la Psicología defiende que no somos tan racionales... Es decir, no siempre nos tenemos que explicar todo lo que nos ocurre y no por eso dejamos de estar motivados” (2002a:37). Esto respecto a que las personas tendemos a atribuir los éxitos o fracasos a una serie de eventos o causas dependiendo de cuál sea el resultado obtenido; empero, muchas veces no procedemos de manera tan formal, llegando a sentir motivación hacia algo en específico sin saber muy bien la razón. Siguiendo esta idea, el arte contribuye, si bien no a encontrar razones precisas, sí a encausar el impulso motivacional hacia la comprensión del self y de las experiencias personales y sociales, en cuanto se engancha también con la memoria (Solcoff, 2001). “[Drama can help the child] learn to tolerate the many voices within himself, to recognize and express his own variousness, to learn how to live amongst uncertainties and divided loyaltries” (Barnes, en Furner, 1971:3). El estudio defiende la postura de que la transición del lenguaje oral al escrito debe ser progresiva, en la medida en que el niño empieza a emplear el lenguaje como medio de autoexploración y expresión; asumiendo también que en inicio el lenguaje escrito será más una transcripción del oral antes de ser propiamente un texto elaborado (Furner, 1971). Un ejemplo de la aplicación del método, que además contempla modificaciones según el caso, cuenta cómo la cartilla con la imagen de una pantera mirando al interior de un carro desplegó la situación de dramatización de los movimientos y sonidos del animal, de las reacciones, sentimientos y emociones de las personas, y sobre qué estaba ocurriendo en la escena. Posteriormente, los niños construyeron textos de manera individual, en parejas o en grupos, contando la historia relacionada con la pantera (Ibid.). Este modelo de estilo democrático, al dar la oportunidad de que los alumnos elijan los temas, su propia vía de expresión corporal e incluso si podían escribir solos o en grupos, provee a la práctica el sentido de autonomía y responsabilidad, logrando también que ellos se sientan comprometidos con la tarea asignada (Huertas y Montero, 2002b). Escritura creativa a través del arte.1 Un estudio estadounidense realizado con niños y niñas de etapa escolar entre primero y segundo grados del University Elementary School de Iowa, puso en práctica un método para generar la escritura creativa a partir del arte dramático. La autora, Breatice Furner (1971), menciona que la escritura es mayormente un acto en solitario dirigido hacia dentro, a diferencia del arte, que implica el habla, el movimiento, la proyección de uno mismo hacia fuera. En ese sentido, su planteamiento base es develar a los escolares la necesidad de la escritura creativa, dándole un sentido, un antes y un después, de modo que no sea una actividad solitaria e impuesta. Sostiene que el hablar y el compartir ideas abren la necesidad de expresarse, siendo así el A modo de cierre Observamos que en ambos métodos, teatro de lectores y escritura creativa a través del arte, es evidente la creación deliberada de momentos lúdicos a 87 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Norka Guevara ARTÍCULOS DESINANO, N y AVENDAÑO, F. (2006). “Lectura y escritura”. Didáctica de las Ciencias del Lenguaje. Rosario: Homo Sapiens Ediciones. 45-81. ESPAÑOL, S. (2007). “Time and Movement in Symbol Formation”. En J., VALSINER y A., ROSA (Eds.) The Cambridge Handbook of Socio-Cultural Psychology. New York: Cambridge University Press. 238-255. FURNER, B. (1971). Creative Writing through Creative Dramatics. Retrieved from ERIC database. GARZÓN, M, JIMÉNEZ, M, y SEDA, I. (2008). “El Teatro de Lectores para mejorar la fluidez lectora en niños de segundo grado”. Revista Lectura y Vida. 29, 1, 32-44. Retrieved from Academic Search Complete database. HUERTAS, J. A. y MONTERO, I. (2002a). “Elementos personales de la motivación en el aula. Su conocimiento y evaluación”. En La intervención motivacional en el aula. Madrid: Santillana (formato multimedia para educación a distancia en la red, ISBN: 84-294-7772-1). HUERTAS, J. A. y MONTERO, I. 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Esto nos lleva también a otro punto importante observado por Vygotski, en cuanto a las múltiples raíces del lenguaje escrito en las diversas formas de simbolización durante el desarrollo del niño –desarrollo de gestos, juego simbólico, dibujo, y como ya advertimos, el lenguaje oral– (Ibid.); de modo que podamos re-pensar la lectura y la escritura como objetos de enseñanza y “abramos el aula” a nuevas formas y definiciones que preserven su sentido dentro de la práctica social: considerar que el proceso de producción de textos conlleva inherentemente un proceso de lectura, así como el desarrollo del habla requiere de la escucha (Desinano y Avendaño, 2006), y sobre todo, como dice Lin Yutang (en Ibid.), el lenguaje nos brinda la oportunidad de esclarecer un poco más quiénes somos y extender nuestras posibilidades, pues aquél que no posee el hábito de leer se encuentra apresado en un mundo inmediato en relación con el tiempo y el espacio. Nota 1. Texto original en inglés: Creative writing through creative dramatics. Referencias BAQUERO, R. (2009). “Desarrollo psicológico y escolarización en los Enfoques Socioculturales: nuevos sentidos de un viejo problema”. Revista Avances en Psicología Latinoamericana. 27, 2, 263-280. BAQUERO, R. (1996). Vygotski y el aprendizaje escolar. Buenos Aires: Aique. Caps. 2, 4, 5. Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 88 Documenta Diagnóstico y perspectivas de desarrollo de la Maestría en Psicología con Orientaciones del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara Introducción sis histórico de documentos sobre la situación de este programa. A continuación, se plantean algunos aspectos contextuales que permiten ponderar las condiciones del programa; asimismo, se expone una serie de problemáticas y desafíos, así como un conjunto de compromisos de trabajo de frente a los retos que se presentan en la actual coyuntura de crecimiento y desarrollo. BAUDELIO LARA-GARCÍA1 S egún el Reglamento General de Posgrados de la Universidad de Guadalajara, los estudios de maestría son aquellos que se realizan después de una licenciatura, cuya finalidad es la formación de recursos humanos de alto nivel, con la capacidad necesaria para aplicar, ampliar, profundizar e innovar el conocimiento en áreas particulares de la ciencia, la técnica, las humanidades y las artes (UdeG, 2005). La tarea de coordinar un programa de posgrado implica, por una parte, el compromiso con la calidad y la responsabilidad institucional que este encargo representa, y por la otra, un riguroso ejercicio de imaginación y planeación para ubicar los problemas y los retos principales a que se enfrenta en cada etapa el programa. El presente documento tiene el propósito de compartir una serie de reflexiones y propuestas sobre el estado actual y las posibles rutas de desarrollo del Programa de la Maestría en Psicología y sus orientaciones del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) en la coyuntura actual. Se basa en la experiencia personal de quien lo suscribe, así como en una valoración, emanada del trabajo colegiado, de ideas compartidas con diferentes actores y del análi- 1 Antecedentes La Maestría en Psicología y sus cinco orientaciones (Psicología Social, Psicología Educativa, Psicología Organizacional, Neuropsicología y Psicología de la Salud) es un programa sui generis debido a múltiples circunstancias, entre ellas, su origen y su relación con la situación actual de la profesión psicológica. Por una parte, en cuanto a su origen, la Maestría en Psicología representa el primer intento por articular este nivel de posgrado tanto en el centro universitario como en la Universidad, proceso que ya contaba en el pasado con algunos programas de este nivel en ciertas áreas, los cuales, empero, no estaban vinculados entre sí. La Maestría en Psicología surge con el propósito de desarrollar este nivel de estudios en Profesor investigador del Centro de Estudios sobre Aprendizaje y Desarrollo. Departamento de Psicología Básica. Profesor de la Maestría en Psicología Educativa. Profesor asesor del Instituto Superior de Investigación y Docencia para el Magisterio, Secretaría de Educación Jalisco. [email protected], [email protected] El autor agradece la participación y observaciones realizadas a este documento por los miembros del cuerpo académico UDG 467 “Psicología y Educación”, Mtro. Rogelio Zambrano Guzmán, Dr. Julio Agustín Varela Barraza, Mtra. Martha Patricia Ortega Medellín, Mtro. Gonzalo Nava Bustos, Dra. María de los Dolores Valadez Sierra, Mtra. Ana Bertha García Patiño, Mtro. Mario Federico Casillas López y Mtra. Aris Judit Miranda Lavastida. Asimismo, la participación de Érika Alvarado Campuzano (alumna de la carrera de Psicología) y de Claudia Ivette Lie Neri (alumna de la Maestría en Psicología, Orientación Psicología Educativa). 89 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Baudelio Lara-García DOCUMENTA culiar, a saber, que se trata del único programa de la universidad que cuenta con un solo dictamen, pero con cinco distintos REVOE (Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios) (UdeG, 2005a, SEP, 2007). Este hecho es conflictivo, pero no puede ser resuelto sin cambiar el escenario normativo en que se encuentra la maestría, pues si bien es cierto que ante la SEP se trata de programas distintos que comparten asignaturas comunes, también es cierto que están amparados por un solo dictamen de una entidad autónoma que lo legitima, como es la UdeG. A pesar de que son contradictorias, no son dos condiciones legales distintas, sino dos caras de la misma moneda. El programa, normativamente hablando, se debe tanto a nuestra norma mandatada por el H. Consejo General Universitario, como a las normas específicas de la Secretaría de Educación Pública. Su análisis y modificación, por tanto, no debe fundarse en un ejercicio de voluntarismo, sino en una acción responsable que debe ser planificada y llevada a cabo conforme a los ritmos que implica este proceso. Este hecho contradictorio, si lo vemos desde la perspectiva de sus fortalezas, ha permitido el desarrollo del programa a lo largo de su existencia. Evidencia de ello es que fue este marco el que permitió crear varias de las orientaciones, articularlas con los programas existentes en su momento y alcanzar sus diferentes posibilidades y logros actuales. No hay que olvidar que algunas de las maestrías en áreas psicológicas que existían en el momento de la creación de este programa desaparecieron porque no pudieron soportar la evaluación derivada de la puesta en marcha del Reglamento de Posgrados, de modo que puede concluirse que esta organización, aunque con sus inevitables errores, ha permitido la permanencia y el crecimiento actuales del programa y sus orientaciones. Sin embargo, es también necesario reconocer que estamos en un punto en el cual, sobre esta base común, se encuentran perfiladas dinámicas y perspectivas de desarrollo diferentes. Una de las características del actual contexto es que el flujo de las orientaciones es dinámico, que el desarrollo de las orientaciones es desigual, que sus perspectivas de desenvolvimiento son divergentes y que su actual organización académica y administrativa está por llegar a su límite y tiende a no responder de manera eficiente a estas características específicas. Por tanto, se impone la necesidad de reflexionar de manera responsable y explícita sobre un cambio de escenario normativo que permita crear nuevas condiciones de crecimiento de las orientaciones. nuestro campo profesional y se empata con diversas acciones institucionales de la administración general que conformaron gran parte de la fisonomía que tiene hoy. Entre ellas, se encuentra la entrada en vigencia del Reglamento General de Posgrados y la puesta en marcha del programa de evaluación de este nivel que se llevó a cabo durante la gestión del rector Lic. José Trinidad Padilla López. Como parte de estas acciones, se determinó aprobar un solo programa de este nivel en el CUCS con el objeto de compartir y aprovechar los recursos existentes bajo el supuesto de que existía una misma plataforma profesional y disciplinar, esto es, los distintos campos de la Psicología representados actualmente en el plan de estudios. Por otro lado, en cuanto a la situación de la profesión psicológica y la formación de profesionales en esta área, cabe resaltar el hecho de que se trata de un campo de amplio crecimiento y gran dinamismo (Galindo, 2004). Como evidencia de lo anterior, en términos cuantitativos, cabe mencionar que actualmente la Universidad de Guadalajara (UdeG) ofrece programas de formación de psicólogos, aparte del CUCS, en todos los centros regionales, excepto en uno, y que existe una amplia oferta de esta opción en programas incorporados y en universidades privadas, tanto de la zona metropolitana de Guadalajara como de las principales ciudades del estado de Jalisco. Esta misma situación se repite a escala nacional, donde la psicología en sus diferentes vertientes es uno de los campos profesionales con mayor oferta académica. Por otra parte, en cuanto a los aspectos cualitativos, resulta cada vez más palpable el reconocimiento y la demanda de esta profesión para atender diversas problemáticas psicosociales en diferentes campos, desde el tradicional campo clínico, pasando por los campos educativo, social, organizacional, así como campos emergentes o más especializados, como en el caso de la neuropsicología y la psicología de la salud. Estas dos características, para el caso de una universidad pública como la nuestra, obligan a realizar la gestión de los programas con responsabilidad, pero también con imaginación, para responder a las demandas formativas en esta área en un escenario dinámico, difícil, demandante y, sobre todo, con recursos escasos. La encrucijada y la oportunidad de desarrollo De este modo, la actual estructura de la maestría, ha estado organizada sobre la hipótesis de una base disciplinar común, lo cual ha definido su estatus peRevista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 90 DOCUMENTA Diagnóstico y perspectivas de desarrollo de la Maestría en Psicología… La evaluación y desarrollo curricular A pesar de que ha habido acciones parciales encaminadas hacia este fin, el programa no ha sido evaluado desde su creación (2005). Esta acción es urgente y necesaria, no sólo en términos de que está en el centro de muchos criterios e indicadores del PNPC, sino, ante todo, porque sólo una evaluación curricular amplia y participativa asegura la continuidad y crecimiento del programa y sienta las bases para asegurar su calidad en los distintos escenarios internos y externos. Ya existe un diagnóstico elaborado por la Mtra. Mercedes González Gutiérrez (2010) que puede ser retomado como base de la revisión curricular del programa y no está de más subrayar los puntos principales que hace mención este documento, como la necesidad de fortalecer su fundamentación, de revisar su pertinencia en términos de la actualización de los problemas sociales de los distintos campos profesionales y, con base en ello, examinar las unidades de aprendizaje, tanto en términos de estructura como de contenido, poniéndolas al día en el marco del modelo por competencias. El reto consiste, en este caso, en desarrollar procesos intensos de evaluación curricular, que involucren en primer lugar a los núcleos académicos de base de las orientaciones, pero también a diferentes agentes internos o externos que puedan colaborar en esta tarea, apoyados en el uso de las herramientas normativas que para tal efecto tiene la figura de la coordinación de programas (UdeG, 1994; UdeG, 1994a). Otro compromiso es que todas las orientaciones cuenten con los programas por competencias actualizados, alineados al perfil de egreso y con tareas explícitas relacionadas con las cargas horaria de actividades realizadas de manera independiente (las llamadas horas AMI, Actividades de Manera Independiente). A favor de esta modificación abonan distintos elementos que constituyen fortalezas comunes de las orientaciones: la mayoría de ellas cuenta con núcleos académicos básicos con cualificaciones altas (profesores con reconocimiento de perfil Promep, miembros del SNI); con grados aceptables o altos de formación académica (maestrías y doctorados); con experiencia y relación estrecha en los campos profesionales correspondientes; que están ligados a cuerpos académicos activos, sobre todo en el nivel de En consolidación; que tienen producción científica propia, etc. También, en términos de las perspectivas, se encuentra el carácter detonante de la convocatoria al Padrón Nacional de Posgrados de Calidad de Conacyt (PNPC), que representa una oportunidad, (en este momento, ciertamente coyuntural) para que avancen las distintas orientaciones de la maestría, no sólo en términos del reconocimiento y acreditación del programa, sino también ligado a dinámicas internas tanto o más importantes, como el aseguramiento de la profesión psicológica en las diferentes áreas, la oportunidad de avanzar en la formación especializada y, sobre todo, la ocasión para articular el pregrado y el posgrado, así como para utilizar el posgrado como palanca de desarrollo de la licenciatura, en especial en algunos campos profesionales, particularmente el área de psicología organizacional. Ahora bien, partimos de la idea de que el desarrollo de un área formativa tan importante, como es el caso del posgrado en Psicología, debe conceptualizarse como un proceso estratégico de largo alcance que, si bien puede aprovechar el impulso de las condiciones y motivaciones coyunturales, no debe ceñirse a ellas, so pena de que perdamos la perspectiva institucional de largo plazo. Los problemas y sus desafíos Con base en las consideraciones previas, se impone reconocer que esta circunstancia, que plantea visiones prometedoras, también está preñada de desafíos no menos importantes, los cuales hay que enfrentar de manera decidida pero, sobre todo, planificada, con una visión estratégica que articule los retos con los correspondientes compromisos necesarios para resolverlos. Entre ellos, cabe destacar los siguientes problemas que están presentes de diversos modos y en distintas intensidades en las cinco orientaciones y los desafíos comunes que nos presentan como institución educativa. La congruencia disciplinar El programa requiere revisar su congruencia disciplinar en diferentes puntos, sobre todo en relación con los objetos de estudios departamentales en el área de formación básica común, en algunas asignaturas compartidas y en el alineamiento de otras asignaturas a campos disciplinares y profesionales específicos. Si bien, por ejemplo, la distribución original de las asignaturas del área básica común y de algunas otras materias se realizó por un consenso entre las orientaciones, lo que dio por resultado que el programa y sus orientaciones estén distribuidos en cuatro departa91 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Baudelio Lara-García DOCUMENTA el concurso público y abierto de las instancias de los distintos campos profesionales interesadas en recibir a nuestros alumnos, tanto en el terreno profesional como en el de la movilidad. mentos, ahora se requiere revisar su alineación disciplinar y profesional y que el programa se abra y se relacione con los objetos de estudio que sean más pertinentes y adecuados desde una lógica racional. Ello permitirá reafirmar el principio de matricialidad que está explícitamente determinado en nuestro marco normativo y que es la base del modelo departamental, así como respetar el marco normativo general y específico al cual nos debemos (Lara y cols., 2009). El desafío, en este caso, consiste en revisar la congruencia disciplinar de las unidades de aprendizaje, en ampliar la participación de los departamentos en los puntos curriculares en que se requiera, así como en establecer acuerdos sobre el área de formación básica común y, en su caso, sobre asignaturas del área optativa abierta. En los casos de divergencia, se requiere recurrir a la participación de expertos externos cuya opinión tendría un carácter vinculante. La eficiencia terminal y el seguimiento de egresados Las orientaciones cuentan con diferentes niveles de eficiencia terminal y de seguimiento de egresados, ambos indicadores importantes de calificación de la calidad del programa. Aunque estamos hablando de productos educativos, éstos no pueden lograrse si no se articulan con los procesos y los ritmos de formación de los alumnos, y sobre todo, tratándose de un posgrado, con los procesos de generación y aplicación del conocimiento. En este apartado, por consiguiente, los retos deben traducirse en una mayor articulación entre formación y líneas de investigación que pueda evidenciarse en producción científica y en difusión del conocimiento a través de diversas estrategias, tratando de incluir, también, la posibilidad de que la participación de los alumnos permita retroalimentar la pertinencia y actualidad del programa. Asimismo, el compromiso del seguimiento de egresados supone la posibilidad de incorporar el cuestionario de egresados que actualmente se aplica en pregrado, o un cuestionario similar pero común, como requisito de egreso de nuestros alumnos, acción que puede realizarse de manera inmediata en tanto se tiene una propuesta propia para el programa o el posgrado en general. La vinculación social y pertinencia de los programas También con diferentes niveles de participación, las orientaciones han establecido relaciones de vinculación con diferentes instancias e instituciones. Hace falta fortalecer este esfuerzo, formalizando, por la vía de convenios específicos, vínculos institucionales, y, sobre todo (dado el carácter profesionalizante del programa), lazos de colaboración con entidades y empresas que se traduzcan en prácticas profesionales que hagan efectivo uno de los principios del modelo por competencias, a saber, la transición entre los espacios educativos y los espacios laborales. Se requiere también un esfuerzo para involucrar a estas instancias externas en las labores de formación, de manera comprometida y transparente. Para ello, sugerimos un esquema más proactivo y transparente, que se base en una convocatoria abierta y pública dirigida a las instituciones y entidades profesionales relacionadas con las distintas áreas, para que puedan solicitar por concurso la participación de nuestros alumnos en diferentes espacios curriculares, así como evaluar la posibilidad de vincularnos con ellas a través del servicio social, de estancias o de investigaciones conjuntas, buscando preferentemente esquemas de cofinanciamiento y colaboración externa. En este rubro, el reto se traduciría en producir evidencias tangibles, por la vía de convenios o cartas de intención específicas, con instituciones e instancias profesionales, con el apoyo de las Coordinaciones de Extensión y Vinculación del centro universitario, principalmente, y la Unidad de Becas e Intercambio Académico, bajo un esquema participativo que privilegie Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. La eficacia en la gestión administrativa y en la programación académica Para un programa semi escolarizado, que se dirige fundamentalmente a profesionistas en activo que no pueden disponer de tiempo completo para el estudio, y que oferta las horas bajo la conducción de un académico (la llamada carga horaria BCA) fundamentalmente los fines de semana, representa un reto encontrar un equilibrio entre la calidad académica de su carga horaria y el cuidado de la demanda potencial de un sector de la población que combina su interés por especializarse con su trabajo profesional. En ese sentido, contar con una programación semestral basada en un número non de asignaturas (cinco) como sucede hasta ahora, representa un desafío no sólo para la programación de los cursos, sino para los ritmos de fluidez del programa, que luego se puede traducir en desequilibrios administrativos que afectan los procesos académicos tales como la titulación oportuna. Ciertamente, la inadecuación entre las cargas hora92 DOCUMENTA Diagnóstico y perspectivas de desarrollo de la Maestría en Psicología… plantearse en términos de la articulación de la maestría con el nivel de doctorado, en este caso, del programa del Doctorado Interinstitucional que también está vigente, donde no todas las orientaciones están representadas, y donde sería deseable establecer lazos de comunicación que se traduzcan en oportunidades de continuidad en la formación de nuestros alumnos. Esta es otra tarea pendiente. Si reconocemos como aspiración institucional que la universidad, a través del CUCS, debe ofrecer la posibilidad de que los alumnos puedan acceder y transitar por los diferentes niveles de formación especializada que representa el posgrado, entonces es indudable que se requiere promover no sólo el desarrollo especializado de las orientaciones, sino también asegurar que éste refleje e impulse la calidad de la formación en las áreas formativas correspondientes en el pregrado y en el doctorado. Un ejemplo en este rubro se relaciona con preguntarnos cuántos de nuestros alumnos de licenciatura acceden directamente al posgrado y en cuánto tiempo lo hacen, o si el posgrado en Psicología representa una opción en el nivel de aspiraciones de nuestros egresados. Todo lo anterior supone que las decisiones institucionales acerca de su desenvolvimiento futuro se tomen de acuerdo no sólo con las necesidades particulares de la formación especializada, sino también con el desarrollo equilibrado de la disciplina y la profesión psicológica en el nivel licenciatura y con el doctorado. En este caso, el compromiso implica tomar decisiones que, al mismo tiempo que promuevan el desarrollo de todas las orientaciones en el posgrado, garanticen el desarrollo y la operación equilibrados de su representación en el pregrado y en el doctorado, lo cual, eventualmente, articularía los procesos de evaluación curricular entre ambos niveles, ya que uno puede y debe retroalimentar al otro y viceversa. rias y los espacios de formación es localizada; no es grave, pero está presente y requiere ser resuelta. Esto, que en principio parece sólo un problema de gestión, bajo una lectura más profunda aparece como un asunto que afecta el desempeño académico y, por tanto, se vuelve también un tema de evaluación e innovación curricular, sobre todo para las materias que tienen una elevada carga horaria y para aquéllas que se relacionan con las prácticas profesionales. En este apartado, el desafío está representado en el compromiso que como institución tenemos de proveer a nuestros alumnos el mejor escenario posible para que logren su desarrollo académico, profesional e integral, reto que comienza con la obligación de representar y cumplir las cargas horarias completas de todas las materias y de diseñar espacios de convivencia y comunicación que favorezcan el aprendizaje de todas las competencias u objetivos del curriculum. Asimismo, ligada a la tarea de evaluación del plan de estudios, implica articular la fase de diseño curricular con los escenarios reales donde se concreta la formación, es decir, con la programación académica. La articulación entre pregrado y posgrado No está de más recordar que los niveles de pregrado y posgrado implican una especialización de la formación de los individuos en un campo de conocimiento o de una profesión, especialización que supone una continuidad entre los distintos niveles educativos. Dada la naturaleza profesionalizante del programa, este carácter permite no sólo que se ofrezca a los alumnos de posgrado la oportunidad de formarse en aspectos particulares sino también la posibilidad de que se fortalezcan las áreas profesionales de la licenciatura en Psicología representadas en cada una de las orientaciones. En este caso, también contamos con diferentes niveles de desarrollo en las orientaciones, evaluado en términos de su correlación con los campos profesionales y disciplinares representados en el plan de estudios de pregrado. Un repaso rápido y, por tanto, esquemático, nos indicaría que tres de las orientaciones cuentan con una representación formativa equilibrada en el pregrado (psicología social, psicología educativa y neuropsicología); otra se enlaza también con el plan de estudios de licenciatura, pero tiene dificultades en cuanto al núcleo académico básico que la sostiene (psicología organizacional) y otra cuenta con fortalezas en este aspecto, aunque no tiene un correlato evidente en la formación de licenciatura (psicología de la salud). El mismo escenario de continuidad vertical puede Compromisos En este contexto, el panorama general de las problemáticas que enfrenta el programa sólo puede ser útil si las dificultades se transforman en compromisos que orienten las acciones y, eventualmente, permitan evaluar el desempeño tanto de nuestros esfuerzos como de los actores que los hacen posibles. Por consiguiente, enseguida se plantean siete compromisos de trabajo para el corto plazo: 1. Que las orientaciones desarrollen un proceso profundo de evaluación curricular atendiendo a sus pro93 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Baudelio Lara-García DOCUMENTA pias lógicas de avance de acuerdo con las recomendaciones expresadas en el documento elaborado por la Mtra. Mercedes González, las derivadas de los trabajos colegiados previos (entre ellos, los ejercicios FODA sobre las orientaciones que se han realizado en diversos espacios colegiados, así como las observaciones derivadas de las reuniones de la Junta Académica hasta la fecha) y las conclusiones del presente documento. Esta evaluación debe poner énfasis en la fundamentación y pertinencia del programa, en la congruencia de sus partes y en la revisión y actualización de los programas por competencias. 5. Que las orientaciones evalúen la congruencia de las actuales cargas horarias y crediticias en relación con su concreción más adecuada en un programa de tipo semi escolarizado, tomando en cuenta los ritmos deseables de formación, así como los escenarios posibles que promuevan la titulación general en los tiempos establecidos. 2. Que las orientaciones revisen la congruencia disciplinar de las asignaturas en relación con los objetos de estudio departamentales y lleguen a un acuerdo racional sobre las unidades de aprendizaje básicas comunes. Que este proceso tenga un carácter vinculante y se realice en el marco del modelo departamental, sobre la base de la interacción e integración de las instancias representado por el principio de matricialidad, con el apoyo de los núcleos académicos de base internos y con la participación, donde se requiera, de actores y expertos externos. El marco normativo para cumplir con este compromiso está representado, de manera general, en las disposiciones de organización académica derivadas de los Artículos 22 y 23 de la Ley Orgánica y, de manera específica, en las derivadas del Artículo 29 del Reglamento General de Posgrado (UdeG, 1994 b). 7. Que, en función de sus diferencias de desarrollo, las orientaciones evalúen su articulación actual con los curricula de pregrado y del doctorado y establezcan líneas de acción para fortalecerla. Ello se puede realizar a través de la retroalimentación explícita del curriculum de pregrado y la formulación de medidas concretas para asegurar y alentar el acceso y el tránsito de los alumnos interesados entre ambos niveles. Que, en el caso particular de la orientación en Psicología Organizacional, se evalúe la posibilidad de integrar un programa intercentros. 6. Que se respeten las cargas horarias completas de las asignaturas en todos los casos y que éstas estén representadas en el Sistema Integral de Información y Administración Universitaria (SIIAU). A partir de estos compromisos, se ponen a consideración de la Rectoría las siguientes: Recomendaciones 1. Dar por terminados los trabajos de la actual Junta Académica de la Maestría en Psicología y nombrar cinco Juntas Académicas, una por orientación, para 1) desarrollar los trabajos específicos de evaluación y desarrollo curricular que se requieren en esta etapa, representados en los siete compromisos descritos anteriormente y, 2) para realizar las acciones necesarias para participar en la convocatoria del PNPC a partir de los resultados de esta evaluación. Para el nombramiento de las Juntas Académicas, se aprovechará fundamentalmente la participación de la planta docente de los Núcleos Académicos de Base actuales, como lo establece el Reglamento General de Posgrado, recuperando en cada caso los trabajos curriculares previos llevados a cabo durante los últimos cinco años. 2. Para asegurar la calidad del posgrado, será necesario atender los distintos ritmos de desarrollo de las orientaciones, se plantea un periodo de transición en el que se respetará el marco normativo actual de la Maestría en Psicología, mismo que se 3. Que las orientaciones fortalezcan, evidencien y formalicen la vinculación social y la pertinencia del curriculum con instituciones e instancias académicas y, sobre todo, profesionales, bajo un esquema participativo que privilegie el concurso público y abierto de las instancias públicas, sociales y privadas de los distintos campos profesionales interesadas en participar. 4. Que las orientaciones evalúen sus estrategias de articulación entre la formación (docencia) y las líneas de generación y aplicación del conocimiento y fortalezcan los canales por medio de los que los alumnos, egresados y otros actores académicos y sociales puedan retroalimentar la pertinencia y actualidad del programa. Asimismo, que se establezcan los criterios, lineamientos y procedimientos de titulación específicos relacionados con las tres opciones terminales que establece el programa para orientar los proyectos particulares de formación de los alumnos (UdeG, 2005). Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 94 DOCUMENTA Diagnóstico y perspectivas de desarrollo de la Maestría en Psicología… 4. Comunicación estrecha con las instancias del Centro, especialmente las Coordinaciones de Posgrado, de Vinculación y de Investigación. 5. Establecimiento de acciones comunes y coordinadas en aquellos casos en que se observen y acuerden coincidencias en las problemáticas y/o en las soluciones que involucren a varias orientaciones. modificará paulatinamente en la medida en que cada una de las orientaciones tenga las posibilidades reales de acceder a un nivel de desarrollo interno aceptable y pueda acceder con éxito al PNPC. Lo anterior, debido a que los dictámenes del Consejo de Centro no prevalecen por sobre los dictámenes del H. Consejo General Universitario, y porque se requiere articular las acciones curriculares a estrategias de largo plazo y no a acciones coyunturales. Por otra parte, se trata de guardar el equilibrio necesario en todas las áreas representadas en las orientaciones y su relación con el pregrado. 3. Para tal efecto, se nombrará, en forma recomendable, por ratificación, a los nuevos coordinadores de cada posgrado, a fin de que organicen los trabajos orientados a estos dos fines en sus respectivos ámbitos de competencia. 4. Las acciones de apoyo y supervisión que se deriven de este proceso estarán a cargo de la Coordinación de Posgrado. Para apoyar y supervisar los trabajos y productos específicos de evaluación y modificación curricular se creará un comité técnico integrado por expertos en el área con amplia experiencia y trayectoria. Se propone para que integren este comité a la Mtra. Mercedes González Gutiérrez, a la Mtra. Irma Susana Pérez García y al Mtro. Leobardo Cuevas Álvarez, quienes establecerán planes de trabajo y cronogramas para articular la evaluación curricular y las potenciales aplicaciones de las orientaciones al PNPC. Con las consideraciones expuestas en este documento se entiende que concluye esta etapa de desarrollo de la Maestría en Psicología y se abren otras posibilidades en nuevos escenarios que si bien se perfilan de manera inmediata, requieren todavía de un intenso esfuerzo de todos nosotros para concretarlos. Referencias: GALINDO, Edgar (2004). Análisis del desarrollo de la Psicología en México hasta 1990. Con una bibliografía in extenso. Psicología para América Latina. Revista electrónica internacional de la Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología, 2, Agosto de 2004. Descargado de: http://psicolatina.org/Dos/index.html GONZÁLEZ-GUTIÉRREZ, Mercedes (2010). Observaciones al Programa Educativo de la Maestría en Psicología con orientaciones en: Psicología Organizacional, Psicología Social, Psicología Educativa, Neuropsicología y Psicología de la Salud. Documento de trabajo. LARA-GARCÍA y cols. (2009). El modelo académico en la Universidad de Guadalajara. Interacción entre disciplinas y programas educativos. Revista de Educación y Desarrollo, 10, 17-32. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA (1994). Estatuto General de la Universidad de Guadalajara. Guadalajara, Universidad de Guadalajara. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA (1994a). Estatuto Orgánico del Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Guadalajara, Universidad de Guadalajara. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA (1994b). Ley Orgánica de la Universidad de Guadalajara. Guadalajara, Universidad de Guadalajara. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA (1995) Reglamento General Planes de Estudio de la Universidad de Guadalajara. Guadalajara, Universidad de Guadalajara. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA (2005) Reglamento General de Posgrados de la Universidad de Guadalajara. Guadalajara, Universidad de Guadalajara. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA. Consejo General Universitario (2005a) Dictamen I/2005/237 por el cual se crea la Maestría en Psicología con Orientaciones. Universidad de Guadalajara. SEP (2007). Acuerdo de enmienda al registro para la adición de estudios de tipo superior. Subsecretaría de Educación Superior. Dirección General de Profesiones. Expediente 14-00034, 28 de agosto de 2007. Estrategias: Sobre la base de su propio plan de trabajo, se recomiendan las siguientes estrategias: 1. Trabajo colegiado al interior de cada orientación sobre problemáticas específicas y trabajo colegiado entre los programas en donde haya consensos al respecto. 2. Comunicación fluida entre los departamentos y los programas para hacer efectivos los requerimientos y posibilidades del modelo matricial. 3. Uso de los recursos normativos y técnicos al alcance de los programas para dinamizar y acelerar, en su caso, los procesos de evaluación curricular. Específicamente, se recomienda la constitución de diferentes Comités consultivos ad hoc según lo establecen los Artículos 152 y 153 del Estatuto General y el Artículo 29, punto XI, inciso d) del Estatuto Orgánico del CUCS. 95 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. Normas para la recepción de colaboraciones en la Revista de Educación y Desarrollo 1. Revista de Educación y Desarrollo publica artículos que constituyan informes de investigación, revisiones críticas, ensayos teóricos y reseñas bibliográficas referidos a cualquier ámbito de la psicología y en general las ciencias de la educación. new roman o arial de 12 puntos, con un margen de 2.5 centímetros por los cuatro lados y con las páginas numeradas. No se admitirán originales que sobrepasen la extensión recomendada. 6. Para la presentación del trabajo, el autor o los autores deberán seguir las normas editoriales y técnicas expresadas enseguida: En la primera página deberá constar el título del trabajo -en español e inglés, nombre y apellidos del autor o autores en el orden en que deseen ser presentados, así como la universidad, departamento, centro o instancia donde se ha realizado el trabajo. Se debe incluir también el domicilio completo de la instancia o institución y de los autores, así como sus teléfonos, faxes y correos electrónicos, así como cualquier otro dato que facilite su localización. Se deberá incluir una carta firmada por los colaboradores donde declaren que el material presentado es original y de su autoría; que no ha sido publicado, que no está sometido a dictaminación o publicación simultánea de manera total o parcial en otro medio nacional o extranjero y que no será enviado a otro medio en tanto no se reciban los resultados de la evaluación por pares. Asimismo, consignarán que los colaboradores consignados contribuyeron de manera significativa a la elaboración del manuscrito; y que no existe conflicto de interés para su publicación. El formato correspondiente será enviado por correo electrónico en la primera comunicación. 2. Los trabajos deberán ser originales, inéditos y no estar simultáneamente sometidos a un proceso de dictaminación por parte de otra revista. 3. Para su dictaminación, se enviará un original en formato electrónico PC en un procesador de textos indicando el programa y la versión (preferentemente Word versión 6 o superior). La vía preferencial para esta comunicación será el correo electrónico en forma de archivo adjunto (attachment). También se pueden enviar trabajos por correo convencional a la dirección de la revista. En ese caso, se enviará un original y tres copias en formato de papel y adjunto un disco con el archivo o los archivos correspondientes. 4. Al recibir el trabajo propuesto, la Revista de Educación y Desarrollo acusará recibo vía correo electrónico y procederá a su dictaminación por parte de por lo menos tres evaluadores externos distintos (peer review). Una vez dictaminado positivamente el artículo en cuestión, el fallo se hará del conocimiento del autor principal por correo electrónico. El autor o autores deberán hacer constar su dirección postal, dirección electrónica, teléfono de contacto y otros datos generales de identificación. Los trabajos que no cumplan la normativa serán devueltos al remitente. 7. Los gráficos, figuras y tablas deberán ser en blanco y negro y realizarse con la calidad suficiente para su reproducción directa. Se incluirán en el cuerpo del texto (archivo), así como en archivos aparte, indicando con claridad dónde deben insertarse. El número de ilustraciones (tablas y figuras) no deberá exceder de diez. Por cuestiones de diseño, se sugiere utilizar preferentemente tablas en lugar de figuras o gráficos para comunicar la información en los casos en que así pueda hacerse. Las tablas, deberán llevar el título correspondiente y secuenciado en la parte superior, 5. Los originales de informes de investigación, ensayos y revisiones críticas tendrán una extensión máxima de 20 cuartillas, tamaño carta, incluidas las notas y las referencias bibliográficas. Las reseñas bibliográficas tendrán una extensión máxima de 2 cuartillas y deberán comentar un libro o producción editorial de reciente aparición. Las cuartillas deberán ir mecanografiadas a 1.5 espacios, utilizando la fuente times Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 96 NORMAS El texto citado irá entrecomillado y, a continuación, entre paréntesis, el apellido del autor (coma), año de publicación (coma) y páginas del texto. mientras que en la parte inferior deberán citar la fuente de donde proviene la información. Las figuras y gráficos llevarán el título en la parte inferior. Los pies de las figuras, gráficos y tablas deberán escribirse en hoja aparte, con la misma numeración que las figuras correspondientes. No se reproducirán fotografías. 11. Toda colaboración estará subdividida por el autor en secciones, y si es pertinente, con los correspondientes títulos numerados. La redacción se reserva la inclusión o modificación de títulos, subtítulos, ladillos, etc., por motivos de diseño y maquetación. La revista recomienda el uso del formato IMRyD (Introducción, Métodos, Resultados y Discusión) Cf. Day, R. A. (2005). Cómo escribir y publicar trabajos científicos. Washington: OPS. 8. Las notas a pie de página, cuando existan, deberán escribirse al final del texto, empleando una numeración correlativa, en texto natural (no usar la opción de pie de página del procesador). 9. Los trabajos deberán ir acompañados de un resumen en español y en inglés que no debe exceder de 250 palabras, así como de una lista de 4 ó 5 palabras clave que describan el contenido del trabajo, también en las dos lenguas. También deberá traducirse al inglés el título del trabajo. 12. Arbitraje. Los trabajos se someterán a un proceso de evaluación ciega (peer review) por parte de un mínimo de tres dictaminadores de instituciones externas (es decir, diferentes a la institución del autor principal), por lo que se deben evitar las referencias explícitas o tácitas a la autoría del mismo, tanto en el cuerpo del texto como en las citas y notas. El formato de dictaminación también prevé un apartado de normas éticas de elaboración del trabajo científico. 10. Las referencias se ajustarán a las siguientes normas: Todos los trabajos citados deben aparecer en la lista de referencias y viceversa. Al final del trabajo se incluirá la lista de referencias por orden alfabético de autores. En el texto se indicará el autor, el año de publicación y la página donde se encuentre el texto citado cuando proceda. (Vgr. Méndez, 2001:32). En la bibliografía, los libros se citarán de la siguiente manera: Apellido o apellidos del autor o autores en mayúsculas (coma) inicial/es del nombre (punto), año de edición entre paréntesis (punto), título en cursivas (punto), lugar de edición (dos puntos) (se debe incluir la ciudad de edición, no el país), editorial (punto), sin consignar la razón social (V. gr. S. A., S. de R. L., etc.) Ej.: TYLER, H. (1988). Diseño experimental. México: Trillas. Artículos (o capítulos de libro o partes de un todo): Apellidos del autor en mayúsculas (coma), iniciales del nombre (punto), año de edición entre paréntesis (punto), título del trabajo en redondas (punto), título de la revista en cursivas (coma), volumen en cursivas (coma), número de la revista en cursivas (coma) y página/s (punto). Ej.: GÓMEZ, G. (1991). Métodos correlacionales sobre estudios de rendimiento escolar. Revista de investigación educativa, III, 6, 236-251. Los capítulos de libro deberán consignar los datos del libro total. Ej.: DÍAZ BARRIGA, Ángel (2000), Evaluar lo académico. Organismos internacionales, nuevas reglas y desafíos, en PACHECO, TERESA y DÍAZ BARRIGA, Ángel (coords.), Evaluación académica. México. CISE/FCE. 11-31. 13. Una vez dictaminado positivamente el artículo, el autor o autores cubrirá(n) una cuota de pago de derechos de publicación. La cuota tomará la forma de una donación sobre la cual no se expedirá recibo o documento y será utilizada íntegramente para los costes de diseño y diagramación. 14. Los autores de los trabajos publicados recibirán una copia electrónica de la revista completa y de su trabajo en formato pdf, vía correo electrónico. 15. La dirección y redacción de la Revista de Educación y Desarrollo no se hacen responsables de los puntos de vista y afirmaciones sostenidas por los autores. No se devolverán originales. Los derechos de propiedad de la información contenida en los artículos, su elaboración, así como las opiniones vertidas son responsabilidad exclusiva de sus autores. La revista no se hace responsable del manejo doloso de información por parte de los autores ni, en su caso, el posible daño a terceros. El envío de los manuscritos supone la aceptación de todas las cláusulas precedentes. 97 Revista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. En portada Emanuel Tovar Andrade gramático de la palabra balón, hace referencia al procedimiento básico con que se construye. El artista invierte las dimensiones externas e internas del objeto para hacer palpables algunas de sus posibilidades ocultas. La pieza se compone de la cámara de un balón puesta sobre su armadura de lona. La intención parece ser evidenciar la relación dialéctica entre la fuerza y la debilidad. En su aspecto normal, el balón es un objeto rudo, que puede ser pateado sin contemplaciones: descomponer sus elementos implica evidenciar sus partes interiores y, por tanto, como en una relación amorosa, ponerlo en una inestable condición de fragilidad. Otra lectura puede contrastar su rudo fin utilitario (el balón) y su enigmática y simple belleza (bolán). En la obra de Tovar, las posibilidades que ofrece una referencia urbana o un objeto específico y las opciones que proporciona un lugar o un momento preciso, son el punto de partida de su intención creativa. Así, a contracorriente de una época que proclama el fin de las ideologías y de la Historia, sus piezas se proyectan obstinada y fríamente a partir de su realidad inmediata, de un entorno identificable. Sensible a las implicaciones de su espacio y de su circunstancia, sus trabajos reflejan los cambios y las contradicciones del instante, un fragmento que se articula en relación con el todo, una visión particular que tiene su centro en la observación y el registro interesado y atento de los procesos y las acciones de los sujetos en su vida cotidiana. BAUDELIO LARA Emanuel Tovar Andrade (Guadalajara, 1974) Bolán, 2003 Balón de futbol modificado 20 x 20 x 40 cm H acer arte en un momento en que la globalización manifiesta su dominio, incluso en áreas geográficas que protegen a ultranza sus diferencias culturales como la ciudad de Guadalajara, requiere, ante todo, producir obras que respondan a esta omnímoda artimaña del poder, que reaccionen a esta determinación histórica que confronta la parte con el todo, lo homogéneo con lo heterogéneo. El cuerpo de obra del artista tapatío Emmanuel Tovar tiene la virtud de poner al descubierto este tipo de conflictos. Echando mano de distintos soportes técnicos y de una amplia variedad de contenidos temáticos (que, sin embargo, privilegian el tópico urbano), la propuesta de este joven artista explora los entresijos que abre esta crisis de categorías opuestas pero complementarias, los huecos que se producen como consecuencia del conflicto dialéctico entre lo criollo y lo mestizo, entre lo interno y lo externo, entre la fortaleza y la fragilidad. La obra de Tovar expresa la esencia de lo “distinto”, de lo que ha cambiado, de lo que no es abordable desde los esquemas oficiales, desde las referencias impuestas por el Poder, ya sean representadas por el discurso erudito o por la pretendida intención transformadora. Así, por ejemplo Bolán es una pieza en que el artista expone los intestinos de un objeto cotidiano y los redimensiona. Su título, que altera de modo anaRevista de Educación y Desarrollo, 18. Julio-septiembre de 2011. 98