Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala J Autos: F., E. A. M. c. T., A. G. y otros s/Redargución de Falsedad Fecha: 24/09/2013 Sumario: Es sabido que, abierto un proceso en el que una certificación notarial se hiciere valer como prueba, su falsedad debe invocarse por la parte a quien se opone, en oportunidad de contestar el traslado que de aquél corresponde conferirle inmediatamente después de haberse acompañado al proceso. En consecuencia, el actor debe formular la tacha al contestar el traslado previsto por el artículo 358 del Código Procesal. La falta de impugnación en tales oportunidades produce preclusión respecto de la facultad de interponerla con posterioridad y, por ende, de la facultad de promover el incidente, ya que la admisibilidad de éste se halla supeditada a la oportuna impugnación del documento. Vocablos: INSTRUMENTOS PÚBLICOS - BOLETO DE COMPRAVENTA CERTIFICACIÓN NOTARIAL DE LAS FIRMAS – FALSEDAD – REDARGUCIÓN – PROCESO - OPORTUNIDAD CAMARA CIVIL - SALA J Expte. n°74.787/2009. "F., E. A. M. c/T., A. G. y otros s/Redargución de Falsedad". Juzgado n°93. R.620.890. Buenos Aires, de septiembre de 2013.Y VISTOS: Y CONSIDERANDO: I. Contra la resolución de fs.191/192, se alzan a fs.195 y a fs.206, el demandado A., G. T. y la aseguradora citada en garantía por los herederos del escribano codemandado. Funda sus agravios el demandado Taboada a fs.197/198, haciendo lo propio la aseguradora apelante en la memoria que luce glosada a fs.208/209. Obra a fs.200 el responde de la actora a los fundamentos formulados por el demandado, sin que hayan merecido réplica los esbozados por la citada en garantía. II. La resolución bajo recurso desestima la excepción de litispendencia opuesta al progreso de la acción por el codemandado y la defensa de desistimiento deducida por la aseguradora a los mismos fines y efectos, imponiendo las costas de los incidentes a las partes vencidas. Para así decidirlo, el "quo" ameritó que el proceso anterior en trámite, por tratarse de una acción de desalojo no causa cosa juzgada con relación al dominio y posesión del bien, tratándose en el "sub examine" de una acción autónoma de nulidad de instrumento público, por lo que concluye que no se da la tripe identidad de sujeto, objeto y causa entre ambos procesos, para la viabilidad de las defensas de litispendencia y de desistimiento a fin de contrarrestar la pretensión de la actora. Se agravia el demandado de la solución adoptada en el grado, sin haberse considerado que, en tanto la actora, al serle opuesto en el proceso de desalojo preexistente (Expte. n°31.831/2008, "Floriani Enriqueta Ana María c/Ocupantes de Charcas 3153") el mismo instrumento público que intenta redarguir de falso por vía de esta acción autónoma, no ha cumplido con la carga de promover el incidente de redargución de falsedad normado por el artículo 395 del Código Procesal. Asevera, pues, que ello ha implicado tenerla por desistida de la redargución de falsedad, conforme el apercibimiento prevenido en dicha norma procesal y, por ende, debe tenerse por válido a todos sus efectos y de plena eficacia probatoria dicho instrumento público, en orden a lo establecido por los artículos 994 y 995 del Código Civil; afirmando que sería inadmisible y un escándalo jurídico que un mismo instrumento público fuera considerado válido para un juicio donde debe ser argüido de falso y, con posterioridad, se le otorgue la posibilidad de volver a discutir su validez en otro juicio. Critica, entonces, que no se haya ponderado que, cuanto se encuentra pendiente de resolución definitiva el referido juicio de desalojo donde la actora ha desistido de redarguir de falsedad el mismo boleto de compraventa que también es materia de impugnación en las presentes actuaciones, se configura la litispendencia articulada, cuando no puede ser vuelta a plantear la falsedad del instrumento en este proceso ni en ninguno otro posterior. A su turno, la empresa aseguradora apelante, reprocha el encuadre jurídico que hace el "a quo" de la defensa que opusiera al contestar la demanda, cuando ha solicitado con su interposición que, frente a la falta de oportuna iniciación del incidente previsto por el artículo 395 del Código Procesal, se decrete en este proceso el acto impeditivo del desistimiento que dicha norma regula. III. Deviene prudente destacar en primer término que no es motivo de controversia que entre la actora y el codemandado Taboada tramita el expediente n°31.831/2008, caratulado "Floriani Enriqueta Ana María c/Ocupantes de Charcas 3153 s/ Desalojo: Intrusos", ante el mismo Juzgado n° 93 del Fuero. De su compulsa, tal como lo alegan los apelantes, emerge que el demandado ha hecho valer el mismo instrumento público cuya redargución de falsedad se persigue mediante la presente acción declarativa, sin que se verifique la promoción del incidente previsto por el artículo 395 del Código Procesal. En dicho proceso se ha dictado sentencia (fs.575/577) el 3 de julio de 2009, rechazando la demanda de desalojo promovida por la actora; pronunciamiento que no se encuentra firme, pues ha sido recurrido por aquélla, hallándose pendiente su elevación a la alzada. Así, resulta de los considerandos de dicha sentencia que, a los efectos de dar por probada la posesión del bien invocada por el demandado, el "a quo" ha tenido en cuenta el valor probatorio de un boleto de compraventa con firmas certificadas, una cesión del boleto de compraventa y una cantidad considerable de recibos de pago de expensas, impuestos y servicios; documentos éstos que no han sido desconocidos por la actora, en virtud de la extemporaneidad de la presentación efectuada por aquélla a fs.213, de dichos obrados. IV. En cuanto concierne a la cuestión traída a conocimiento, es menester apuntar que es cierto que la certificación notarial de las firmas existentes en un boleto de compraventa, otorga a éste la fuerza probatoria del instrumento público, y ésta sólo puede caer con la prueba de su falsedad por vía de redargución. Así, también, que abierto un proceso en el que tal instrumento público se hiciere valer como prueba, su falsedad debe invocarse por la parte a quien se opone, en oportunidad de contestar el traslado que de aquél corresponde conferirle inmediatamente después de haberse acompañado al proceso. En consecuencia, el actor debe formular la tacha al contestar el traslado previsto por el artículo 358 del Código Procesal. La falta de impugnación en tales oportunidades produce preclusión respecto de la facultad de interponerla con posterioridad y, por ende, de la facultad de promover el incidente, ya que la admisibilidad de éste se halla supeditada a la oportuna impugnación del documento (Palacio, Lino E., "Derecho Procesal Civil", t. IV, ed. 1972, Ed. Abeledo-Perrot, págs. 457/458). Ahora bien, deviene imprescindible y relevante a los fines de la dilución de los recursos bajo examen, que la frustración de la vía incidental del artículo 395 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, inclusive la que sobreviene por la falta de interposición en tiempo propio, no excluye la redargución de falsedad por acción civil y querella penal que se intente después, pues se trata de remedios distintos (conf. voto del Dr. Vázquez, en "Dresdner Forfaitirungs Actiengesellschaft c/San Luis, Provincia de s/Cobro de sumas de dinero", del 07/05/1998, CSJN, Fallos: 321:1397). Es que, si bien, como lo sostiene Morello, la cuestión puede resultar opinable, al armonizarse la letra de ley de fondo y de la ley adjetiva, parece claro que la vía procesal del artículo 395 del CPCCN es independiente de la querella autónoma civil o penal; se trata de remedios distintos. Consecuentemente, la falta de planteamiento o la frustración de la acción incidental no pueden obstar a la ulterior deducción de la querella del artículo 993 del Código Civil. Ni siquiera el desistimiento "ex lege" (caducidad) prevenido en el primer párrafo del artículo 353 del Cód. Procesal (de la Prov. de Bs. As.), que se opera por incumplimiento de los requisitos de la vía incidental, puede impedir el ejercicio de aquélla; importa el desistimiento del proceso incidental, o más apropiadamente, su caducidad por el transcurso del tiempo (conf. Morello, A. M.Sosa- Berizonse, "Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación. Comentados y Anotados", T.V-A, pág.457). Tal el supuesto que concurre en el "sub examine", donde la vía incidental caduca, no se opone, ni desnaturaliza, la prevista por el Código Civil. Máxime, cuando, como bien lo explicitara el "a quo" en la //// sentencia que rechaza la pretensión de desalojo por haberse "prima facie" verificado la calidad de poseedor que alega su ocupante, resulta excluido del juicio de desalojo el debate relativo a la naturaleza de la posesión, ya que la sentencia que se dicte no hará cosa juzgada sobre el punto y el actor puede hacer valer su eventual mejor derecho mediante la vía de los interdictos o de las pretensiones posesorias o petitorias (conf. Palacio, Lino, "Derecho Procesal Civil", t.VII, p.97). (CNCiv, sala H, 16/06/1999, "Núñez de Celiz, María c. Molina, Juan", LL.2000-E, 116). V. En cuanto atañe a las costas de alzada, de lo hasta aquí expresado resulta evidente que la cuestión en análisis no tienen una respuesta uniforme en doctrina y jurisprudencia, por lo que se configura con extrema claridad el supuesto previsto en el artículo 68 segundo párrafo del Código Procesal, en la medida que los excepcionantes no pudieron menos que considerarse con derecho recurrir la decisión que le resultara adversa. Por ende, las costas se impondrán por su orden. En mérito a lo considerado, el tribunal RESUELVE: Confirmar la resolución apelada, en todo cuanto decide y fuera materia de agravio. Con costas de alzada en el orden causado (art.68 CPCCN). Regístrese. Comuníquese a la Dirección de Comunicación Pública de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (Acordada N°15/13, art.4°) y devuélvase a la instancia de grado haciéndose saber que deberá disponerse la notificación de la recepción de las actuaciones y el presente fallo, en forma conjunta.