Espacios p blicos y agendas medi ticas en Iberoam rica

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2 ESPACIOS PÚBLICOS Y AGENDAS MEDIÁTICAS
EN IBEROAMÉRICA
JOSÉ ANTONIO MEYER RODRÍGUEZ
(COORDINADOR)
Natalia Aruguete, Javier Esteinou, Liliana Gutiérrez,
María Inés Loyola, Rosalba Mancinas, José Antonio Meyer,
Susana Morales, Carlos Muñiz, Félix Ortega, Ramón Reig, Rogelio Rivera,
Miguel Ángel Sánchez de Armas, Andrés Valdez y María José Villa
3 ESPACIOS PÚBLICOS Y AGENDAS MEDIÁTICAS EN IBEROAMÉRICA
Primera edición. Noviembre de 2010
Derechos reservados conforme a la ley ©
Espacios públicos y agendas mediáticas en Iberoamérica
José Antonio Meyer Rodríguez (Coordinador)
Red Académica Iberoamericana de Comunicación (RAIC)
Sociedad Latina de Comunicación Social (SLCS)
http://www.revistalatinacs.org/11/alma/12ene/espacios_publicos.pdf
Registro ISBN No. 978-84-938428-1-9
Depósito legal No. T F 169-2011
Red Académica Iberoamericana de Comunicación
http://www.raic.org
Sociedad Latina de Comunicación Social
http://www.revistalatinacs.org/09/Sociedad/portada.html
Coordinación y edición: José Antonio Meyer Rodríguez
Diseño de portada: José Antonio Meyer Ferniza
4 ESPACIOS PÚBLICOS Y AGENDAS MEDIÁTICAS
EN IBEROAMÉRICA
JOSÉ ANTONIO MEYER RODRÍGUEZ
(COORDINADOR)
Natalia Aruguete, Javier Esteinou, Liliana Gutiérrez,
María Inés Loyola, Rosalba Mancinas, José Antonio Meyer,
Susana Morales, Carlos Muñiz, Félix Ortega, Ramón Reig, Rogelio Rivera,
Miguel Ángel Sánchez de Armas, Andrés Valdez y María José Villa
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2 Instituciones participantes
Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina)
Universidad Autónoma de Hidalgo (México)
Universidad Autónoma de Nuevo León (México)
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (México)
Universidad de Guadalajara (México)
Universidad de La Sabana (Colombia)
Universidad de Salamanca (España)
Universidad de Sevilla (España)
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México)
7 Red Académica Iberoamericana de Comunicación
Organización académica de doctores en Comunicación y áreas afines fundada en 2005 con
el propósito de fomentar las actividades educativas, de investigación y divulgación
necesarias para el desarrollo de la disciplina en la región Iberoamericana.
Los objetivos de RAIC se establecen en sus estatutos y consisten en:
1. Promover y auspiciar programas educativos de Doctorado en Comunicación, en
coordinación con universidades públicas de América Latina, con el propósito de
coadyuvar a la superación académica de docentes, profesionales y especialistas.
2. Desarrollar redes de investigación en Comunicación en Iberoamérica, con el concurso
de académicos, instituciones universitarias y organismos de cooperación.
3. Organizar y fortalecer, en coordinación con universidades de la región, las bienales
Iberoamericanas de Comunicación y otros eventos que resulten necesarios.
4. Vincular a la asociación con otras redes académicas, organismos internacionales y
agencias de cooperación para ampliar su presencia social y alcanzar sus objetivos.
5. Acreditar a sus asociados ante organismos nacionales e internacionales para alcanzar su
reconocimiento académico y participación en proyectos de desarrollo.
Para cumplir con sus objetivos, RAIC está facultada a:
•
•
•
•
•
•
Fomentar la integración de organismos académicos y de investigación y servir de
vínculo para la cooperación, intercambio de experiencias e información entre ellas.
Establecer mecanismos de tipo presencial y remoto para incentivar la participación
activa de socios, colaboradores, instituciones y organismos de diverso tipo.
Desarrollar todo género de actividades pertinentes o relacionadas con la gestión de
redes académicas en América Latina, El Caribe, España y Portugal.
Realizar reuniones, foros, talleres, congresos y cualquier tipo de evento que sirva para
difundir las actividades, proyectos y desarrollos de la red.
Mantener y publicar investigaciones conjuntas e individuales de los asociados y
promover su divulgación en todo el espacio iberoamericano.
Actuar en coordinación con otras entidades públicas o privadas que persigan similares
objetivos.
8 Red Académica Iberoamericana de Comunicación
Consejo directivo 2009-2013
José Manuel de Pablos Coello
Presidente
Universidad de La Laguna (España)
Paulina Beatriz Emanuelli
Vicepresidencia A
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
Sara Marcela Bozzi Anderson
Vicepresidenta B
Universidad de Cartagena (Colombia)
José Antonio Meyer Rodríguez
Secretario
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México)
Jorge Abelardo Cortés Montalvo
Tesorero
Universidad Autónoma de Chihuahua (México)
Javier Horacio Contreras Orozco
Auditor Interno
Universidad Autónoma de Chihuahua (México)
Mirta Clara Echevarría
Vocal de Programas Educativos
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
Pastora Moreno Espinosa
Vocal de Redes de Investigación
Universidad de Sevilla (España)
María José Villa
Vocal de Eventos Académicos
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
Octavio Islas Carmona
Vocal de Vinculación y Desarrollo
Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México (México)
9 Índice general
Presentación
José Manuel de Pablos Coello
13-15
Introducción
José Antonio Meyer Rodríguez
16-18
Primera parte. Poder y manipulación en las agendas mediáticas
Capítulo No. 1. Transformación del estado mediático en México
Javier Esteinou Madrid
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (México)
19
21-47
Capítulo No. 2. Televisión y reforma legislativa de medios audiovisuales
Susana Morales
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
48-63
Capítulo No. 3. Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Félix Ortega Mohedano
Universidad de Salamanca (España)
65-77
Segunda parte. Violencia y crimen organizado en las agendas mediáticas
Capítulo No. 4. Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
José Antonio Meyer Rodríguez, Graciela Medina Ortiz
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México)
Mónica Ávalos Castañeda
Universidad Autónoma de Hidalgo (México)
Capítulo No. 5. Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
Universidad de Sevilla (España)
79
81-101
102-122
10 Tercera parte. Temas sociales y discriminación en las agendas mediáticas
123
Capítulo No. 6. Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
Liliana Gutiérrez, Jairo Valderrama, Luz Carmen Barrera, Adriana Guzmán,
Rodolfo Prada y Alfonso Forero
Universidad de La Sabana (Colombia)
125-134
Capítulo No. 7. Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
María José Villa y María Inés Loyola
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
135-145
Cuarta parte. Coberturas frívolas en las agendas mediáticas
Capítulo No. 8. Obama y la prensa latinoamericana
Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera Fernández
Universidad de Guadalajara (México)
Quinta parte. Reformas y expropiaciones en las agendas mediáticas
147
149-156
157
Capítulo No. 9. Privatización de ENTel y fuentes de información
Natalia Aruguete
Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina)
Carlos Muñiz Muriel
Universidad Autónoma de Nuevo León (México)
159-169
Capítulo No. 10. Propaganda y movilización en la expropiación petrolera
Miguel Ángel Sánchez de Armas
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México)
171-185
11 Esta página está en blanco
2 Presentación
En las democracias consolidadas y en transición, los medios de comunicación han
redoblado su papel protagónico como resultado de los procesos de privatización, que han
favorecido la concentración de la propiedad, y el desarrollo de la convergencia digital, que
ha abierto nuevos paradigmas de interacción y representación social. Estos nuevos
escenarios de la economía global demandan estudios que no sólo expliquen el
funcionamiento e influencia de los medios de comunicación, sino análisis que profundicen
en esa nueva relación, aquello que la sociedad piensa y desea y lo que los contenidos de los
medios les ofrecen. Las agendas mediáticas, al estar conformadas fundamentalmente por
noticias, opiniones, programas de entretenimiento publicidad y propaganda, establecen
representaciones de vida y hacen relevante lo que sus productores, periodistas, editorialistas
y demás generadores de contenidos imponen. Sin embargo, son cada vez más contrastantes
esos mensajes con las expectativas de sociedades cada vez menos masivas, con gran
diversidad cultural, creencias y aspiraciones distintas y formas de participación social más
dinámicas y expresivas. En ese sentido, se hace preciso desarrollar investigaciones que
expliquen cómo se construyen hoy las agendas mediáticas y qué tipo de procesos de
opinión pública se generan.
En este esfuerzo colectivo se consignan, en primer término, análisis y reflexiones sobre
el poder mediático y la manipulación informativa. Si bien estos trabajos se ubican más en el
ámbito de la economía política de las comunicaciones que en el estudio de los contenidos
mediáticos y la opinión pública, ellos aportan en conjunto un valioso marco de referencia
sobre las adecuaciones y búsquedas de la sociedad civil por revertir los procesos de
concentración económica ante la extendida convergencia digital. Este apartado inicia con
los planteamientos de Javier Esteinou sobre la transformación del poder en México y la
emergencia de un estado ampliado que ha cedido espacio de intervención a la centralizada
industria de la comunicación audiovisual. Ella, más preocupada por sus intereses y
ampliación de influencia y poder, obstaculiza los avances e inhibe los esfuerzos por
consolidar la transición democrática. Continúa posteriormente con un estudio de Susana
Morales, quien explica el proceso legislativo para la promulgación de una nueva ley de
medios audiovisuales en Argentina y la resistencia de los medios concentrados ante una
norma que pretende democratizar el uso del espectro radioeléctrico, permitir la inclusión de
nuevos actores no empresariales en el ejercicio del derecho a la comunicación y establecer
13 mecanismos para disminuir la monopolización en la propiedad de medios que ha operado
en las últimas décadas. Este bloque termina con una investigación de Félix Ortega sobre la
comunicación en la red 3.0, donde se destaca la necesidad de los ciudadanos más jóvenes
de las economías desarrolladas de liberarse de la vieja agenda mediática y ser actores
mayormente participativos en la construcción de nuevos temas y deliberaciones en el
mundo de la convergencia digital.
En el segundo apartado se presentan análisis sobre los enfoques informativos de la
prensa y su relación con la violencia, la muerte, el crimen organizado y el narcotráfico, los
cuales han generado un ambiente de incertidumbre en distintos sitios de América Latina. En
el primer estudio, se consigna primeramente un análisis de José Antonio Meyer, Graciela
Medina y Mónica Ávalos sobre los enfoques informativos de hechos violentos y la lucha
del gobierno federal en contra el crimen organizado y el narcotráfico por parte de cuatro
publicaciones referentes en México. En su estudio señalan la errática conducción política
del gobierno en ese campo, la descontextualización y manipulación informativa de las
publicaciones y una cultura cívica que, si bien preocupada por la creciente inseguridad
pública, demanda políticas de recuperación económica y mayor bienestar social de las
regiones del país. Ello ha contribuido a que el tema crezca en significación, pero aporte
poco a su delimitación y control. La segunda investigación complementa los argumentos y
hallazgos del anterior con un análisis detallado de Ramón Reig y Rosalba Mancinas,
quienes evalúan la atracción por la muerte y la exageración de ella en las publicaciones de
Chihuahua (México) y Andalucía (España). Estas contraponen, desde su perspectiva, los
principios básicos de un periodismo responsable ante un tema fundamental y de gran
importancia De igual modo, destacan el riesgo que para muchos periodistas ha significado
indagar sobre el tema y la poca eficiencia del estado actual en cumplir con esa
responsabilidad primaria.
En el tercer apartado se incluyen estudios que reflejan la constante manipulación y
discriminación por parte de la prensa latinoamericana sobre los temas marginales y que se
vinculan más directamente con una agenda social. El primero trabajo, realizado por el
Grupo de Investigación en Periodismo de la Universidad de La Sabana (Colombia), valora
cómo la prensa de su país no da valor a los temas que involucran necesidades sociales y
desatiende muchos asuntos en perjuicio de la sociedad. Ellos señalan que si bien la prensa
registra algunas de las acciones o declaraciones gubernamentales sobre estos temas, o
señala incluso las implicaciones económicas de su atención no necesariamente se
corresponde con lo que el público necesita. Ante ello, se plantea la relevancia de identificar
desde las prioridades ciudadanas la utilidad de muchas de las noticias diarias. El apartado
se cierra con el análisis de María José Villa y María Inés Loyola sobre cómo la prensa
argentina discrimina y prejuzga los temas de los grupos sociales más desfavorecidos. En su
estudio la autoras refieren sobre las retóricas de la seguridad/inseguridad que están
íntimamente ligadas al prejuicio y la discriminación (los indeseables o los menores
infractores o marginados). Discriminaciones, porque además de la consideración negativa
del otro, se proponen y llevan adelante acciones concretas donde se reconocen como
naturales las relaciones entre minoría de edad y marginales con peligrosidad e inseguridad
en zonas geográficas pobres. El cuarto apartado determina cómo en ocasiones las agendas
de los medios hacen irrelevantes y carentes de significado acontecimientos de importancia
y consideración. Es el caso del trabajo realizado por Andrés Valdez y Rogelio Rivera sobre
14 el tratamiento de la prensa latinoamericana y la toma de posesión y primeros días de
gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama. Para los autores, varios rotativos
da América Latina optaron por realizar un tratamiento complaciente, en el que publicaron
más notas sobre trivialidades, anécdotas y aspectos cursis del nuevo mandatario y sus
familiares que realizar un periodismo de investigación, con mejores análisis y sentido
crítico.
La publicación culmina con el estudio de algunos procesos expropiatorios que marcaron
la orientación económica de los países latinoamericanos. En el primero, Natalia Aruguete y
Carlos Muñiz analizan la relación entre las fuentes de información y el manejo periodístico
en la privatización de la empresa ENTel en Argentina. La investigación demuestran cómo
los intereses corporativos influyeron en las decisiones editoriales, sobre el qué publicar y de
qué forma cubrir los hechos. Ello estuvo íntimamente vinculado a factores ideológicos, por
lo que funcionaron como las fuentes prioritarias de información. En cambio, aquellos que
no detentaban poder difícilmente fueron buscados ya que sus acciones no producían
noticias y su carácter moral era socialmente negativo. Por su parte, Miguel Ángel Sánchez
de Armas realiza un análisis exhaustivo sobre el condicionado tratamiento periodístico por
parte del gobierno mexicano durante la expropiación petrolera de 1938. El gobierno de ese
momento generó una opinión pública favorable, debido a una eficiente movilización y
organización de las masas vinculadas a las organizaciones partidistas y sociales y el control
sobre los medios más influyentes (prensa y radio). La lucha propagandística de las
compañías petroleras no encontró eco en sus países de origen por el ambiente de guerra y
recesión económica existente, ni logró revertir la nacionalización, toda vez que ella se
convirtió en un símbolo de defensa del patrimonio nacional que se legitimó por su amplio
sentido popular.
La Red Académica Iberoamericana de Comunicación (RAIC), la Sociedad Latina de
Comunicación Social (SLCS) y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla
(UPAEP) agradecen la confianza de los autores, sabedores de que su contenido será de
suma utilidad para el avance del conocimiento y la deliberación académica sobre los
diversos temas. #
Tenerife, España
Otoño de 2010
José Manuel de Pablos Coello
Presidente
Red Académica Iberoamericana de Comunicación
y la Sociedad Latina de Comunicación Social
15 Introducción
En las democracias consolidadas y en transición, los medios de comunicación han
redoblado su papel protagónico como resultado de los procesos de privatización, que han
favorecido la concentración de la propiedad, y el desarrollo de la convergencia digital, que
ha abierto nuevos paradigmas de interacción y representación social. Estos nuevos
escenarios de la economía global demandan estudios que no sólo expliquen el
funcionamiento e influencia de los medios de comunicación, sino análisis que profundicen
en esa nueva relación entre lo que la sociedad piensa y desea y lo que los contenidos de los
medios les ofrecen. Estos últimos, al estar conformados por noticias, opiniones, programas
de ocio, entretenimiento y publicidad, establecen representaciones de vida y dan relevancia
a lo que los productores, periodistas, editorialistas y otros generadores informativos
consideran. Sin embargo, son cada vez más contrastantes esos mensajes con las
expectativas de sociedades cada vez menos masivas, con gran diversidad cultural, distintas
creencias y aspiraciones y formas de participación social más dinámicas y expresivas. En
ese sentido, se hace preciso desarrollar investigaciones que expliquen cómo se construyen
hoy las agendas mediáticas y qué tipo de procesos de opinión pública se están generando.
Los medios de comunicación siguen siendo importantes delimitadores del espacio
público y definidores del debate sobre los temas que mayor impacto tienen en la sociedad.
Asimismo, su agenda contribuye en forma significativa al desarrollo de las expectativas
ciudadanas, el sistema político y la dinámica de la vida pública, tanto en el ámbito regional
y nacional como global. Sin embargo, al análisis de los temas que los medios hacen
relevantes y las maneras como los procesan, enfocan, manipulan y difunden no es
suficiente, por lo que se requiere un replanteamiento teórico que explique en su
complejidad y múltiple dimensión como la mediación mediática incide en las percepciones
ciudadanas pero, sobre todo, como es esa construcción y de qué manera los diferentes
públicos la realizan, orientan sus decisiones y definen las formas de participación cívica.
Desde las reflexiones de Lippmann (1922) y Cohen (1963) hasta las de McCombs, Shaw
1972) y otros seguidores como Eyatt, (1995), Weaver (1998), Chi (2004) y otros, se ha
fundamentado toda una perspectiva teórica conocida como agenda setting que define a los
medios masivos no solo como orientadores del qué pensar por parte del público, sino como
determinantes del cómo pensar sobre los acontecimientos de la vida pública. Este
argumento, sustentado en el hecho de que los ciudadanos de una región o país no
experimentan directamente los acontecimientos que impactan el acontecer cotidiano sino
16 que mantienen una amplia dependencia sobre los contenidos de la comunicación de masas,
ha señalado que tanto la selección y visibilidad de los hechos como los atributos y enfoques
en formato de información, opinión y promoción son importantes en la construcción
cotidiana de la agenda pública. Asimismo, ha destacado que los aspectos del mundo que los
medios refieren como los de mayor significación inciden en la percepción que las
audiencias se forman sobre ese mundo de representación en particular. En consecuencia, se
argumentó que aquello no presente en la agenda de los medios prácticamente no existe y
que, por lo tanto, resulta irrelevante para la vida pública.
Con base en ello, el proceso de elaboración informativa se consideró durante mucho
tiempo como algo más que una función de selección y tratamiento porque el mensaje
generado desde las instituciones y el sistema político expone casi siempre una severa
transformación al ser jerarquizado y manipulado por los diferentes medios. De hecho, de
una misma realidad política se obtienen relatos diferentes según el medio o periodistas que
los aborden. Es lo que Davis (1972) denominó en su momento como el efecto de prisma, en
el cual se entendió que los medios no reflejan la realidad tal como es sino que reciben luz
de las informaciones de toda procedencia para refractarlos, constreñirlos y expandirlos. En
ese sentido, los medios de comunicación enfocan, transforman e, incluso, reinventan la
realidad sobre la que buscan informar. En consecuencia, la sensibilidad de gobiernos y
partidos políticos hacia la agenda mediática es prácticamente esencial y son amplios sus
intentos para condicionarla y guiar los temas que se publican o difunden. Ello ha destacado
la necesidad de estudiar quién orienta el ejercicio de los medios y qué se hace para
privilegiar más unos asuntos sobre otros.
No obstante, las investigaciones de Entman (2002) centradas en la teoría de news
framing han demostrado que el enfoque central que guía el quehacer del periodista, la
forma como organiza la noticia y la visión específica que tiene de un hecho determinan la
selección de elementos que se destacan o enfatizan y resultan básicos para la comprensión
de un hecho por parte del público. En ese sentido, la importancia de este tipo de análisis
enfatiza en la necesidad si de estudiar la naturaleza de los enmarcamientos periodísticos
pero también, y de manera sustancial, su nivel de incidencia en la construcción de las
percepciones sociales sobre un acontecimiento –más allá de los temas o atributos- y la
determinación de una opinión pública que no necesariamente representa el pensar de toda la
sociedad. En ese sentido, como lo ha referido Cueva (2006), la percepción si bien se ubica
en el ámbito de lo subjetivo resulta sustancial toda vez que depende de los mediadores
sociales y los referentes culturales y regionales para que los individuos hagan suya una
interpretación parcial de la realidad que no siempre provoca decisiones pertinentes y
pormenorizadas de los distintos asuntos públicos.
El grupo de investigación convocado para esta publicación reconoce la importancia
de avanzar en esa línea de pensamiento, profundizar en sus aportes teóricos y
metodológicos y, sobre todo realizar estudios más integrales que consideren la acción de los
medios de comunicación en forma más convergente, la monopolización de los contenidos
de la agenda pública y la recomposición de los procesos de opinión pública que imperan
actualmente y de manera muy distintiva en el espacio iberoamericano. Este nuevo
paradigma se asume como un proceso, una búsqueda y un camino por emprender, en el cual
habrán de replantearse los esquemas del pasado y atreverse a indagar sobre nuevos
17 parámetros teóricos y metodológicos. En esa dimensión, las presentes aportaciones sobre la
realidad mexicana, colombiana, argentina, española y latinoamericana, son proyectos que
reconocen la necesidad de identificar rumbos distintos para comprender mejor la nueva
realidad de los fenómenos de coyuntura pero, sustancialmente, iniciar la constante reflexión
sobre los enfoques y condicionamiento que la convergencia digital plantea como actor
sustantivo de las democracias contemporáneas y por mantener bajo su control ese hibrido
conocido históricamente como opinión pública. #
Puebla, México
Otoño de 2010
José Antonio Meyer Rodríguez
Coordinador
18 Primera parte. Poder y manipulación en las agendas mediáticas
19 Esta página está en blanco
2 Transformación del estado mediático en México
Capítulo No. 1
Transformación del estado mediático en México
Javier Esteinou Madrid
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (México)
Planteamiento general
Debido al posicionamiento estructural que han conquistado en México los medios de
difusión colectivos, particularmente electrónicos, su poder real superó la autoridad políticoideológica del estado y convirtieron en un poder autocrático incontrolado que influye,
presiona, orienta y juzga a todos los grupos sociales, instituciones y sectores, sin que el
interés público o el bien común los pueda acotar o dirigir. De ésta forma, los medios
electrónicos paulatinamente dejaron de ser medios y convirtieron en fines. Renunciaron a
ser puentes de relación simbólica para edificar la comunicación entre los hombres y
transformaron en eficientísimas herramientas del poder, especialmente privado, para dirigir,
controlar y subordinar a los individuos y los grupos según los proyectos económicos y
políticos que los determinan.
La supremacía de éste nuevo primer poder ideológico ha llegado a ser tan fuerte que
la tendencia histórica es que, cada vez más, la fuerza de éste domine al poder político y no
el poder político ordene al poder ideológico mediático. Por ello, pese a que los medios de
difusión no son instituciones omnipotentes capaces de producir efectos automáticos sobre
los auditorios, gracias a las evolucionadas capacidades materiales que han alcanzado,
poseen eficientes y suficientes habilidades tecno-ideológicas efectivas para crear y cambiar
las formas de pensar y actuar, así como imprimir fuertes direcciones sociales a los campos
de conciencia de los mexicanos. Su principal poder es virtual y mediático, del que se
derivan otras influencias económicas, políticas, mentales y espirituales sobre las
comunidades. Dichas tendencias se generan a través de la práctica de la agenda setting, que
es la capacidad informativa y pedagógica que despliegan los medios de información para
operar como intermediarios técnicos entre las relaciones sociales y centrar cotidianamente
Javier Esteinou Madrid
21
Transformación del estado mediático en México
la atención de los diversos públicos en sólo algunas realidades y no en otras, vía sus
políticas de programación.
Con ello, de forma silenciosa y permanente construyen una jerarquía del
conocimiento de la realidad, cuyos valores, política, cultura, historia y vida se convierten en
un marco fundamental de referencia y acción que articula o desarticula a los ciudadanos.
Así, la agenda setting se ha transformado en una de las principales herramientas
comunicativas para construir diariamente algunos de los ejes básicos de la hegemonía
social en México. De igual forma, uno de los signos de los tiempos al inicio del siglo XXI
es la descolocación creciente de la centralidad de las instituciones tradicionales del Estado
y de lo público, con su correspondiente disminución o pérdida de fuerza, para ahora ser
remplazadas por los proyectos de desarrollo que se dan a través de la acción de las grandes
redes tecnológicas del poder mediático cada vez más desarrolladas y perfeccionadas.
Mediante esto, la histórica creación del consenso cotidiano y de la dirección ideológica y
política de la sociedad le ha sido arrebatado a las instituciones del Estado nación para
concentrarse ahora en las fuerzas del poder informativo, la cultura y la reedificación de la
memoria cotidiana reencantadora que construyen diariamente las industrias culturales,
especialmente electrónicas.
Medios de información como centros del poder contemporáneo
El reconocimiento de la moderna conformación del estado moderno requiere contemplar
que debido a las nuevas capacidades tecnológico materiales que durante el siglo XX y
principios del siglo XXI conquistaron los medios de información colectivos -especialmente
electrónicos- y las transformaciones urbano políticas que se dieron en el país, éstos
aumentaron sustantivamente su eficacia de transmisión informativa, persuasión extensa y
creación de nuevos fenómenos de saber masivo sobre los auditorios y convirtieron en el
centro del poder ideológico y político contemporáneo en la nación. En este sentido, de
haber sido instrumentos de difusión relevantes en 1960, se transformaron en instituciones
importantes de socialización en 1970 y convirtieron en el cuarto poder político a partir de
1980, como corresponsables del poder, para a principios del 2000 establecerse como el
vértice del poder actual.
Es decir, ya no solo son simples instituciones importantes de información o el
cuarto poder, sino que ahora se han convertido en el primer poder ideológico1 que existe en
nuestra sociedad. Este recomposición de posiciones hegemónicas en el proceso de
transformación de la esfera comunicativa ocasionado por la revolución tecnológica de la
sociedad, no se dio de igual forma en todos los medios de información colectivos, sino que
se gestó con gradualidades institucionales pues los menos desarrollados tecnológicamente,
como la prensa, continuó operando como el cuarto poder mientras los más avanzados
1
Por primer poder ideológico se entiende la principal fuerza cultural que fija, tanto en los momentos de
hegemonía como en los de crisis social, la dirección ideológica de los valores, principios, creencias
imaginarios, cosmovisiones y sentidos de los individuos y comunidades de las sociedades contemporáneas en
la etapa de la modernidad occidental.
Javier Esteinou Madrid
22
Transformación del estado mediático en México
tecnológicamente, como la radio y la televisión, se colocaron estructuralmente como el
primer poder ideológico contemporáneo en el país. Así, a principio del nuevo milenio, la
prensa permaneció siendo un espacio de difusión con menor cobertura pero con mayor
pluralidad donde se discuten las ideas e informa de manera más crítica a la sociedad. Al
mismo tiempo, los medios electrónicos de comunicación se transformaron en las zonas con
mayor cobertura, a través de la cual cotidianamente se dirige y reordena ideológicamente al
conjunto social de la nación. Así, los tiempos de los medios electrónicos como cuarto poder
en el México del siglo XX ya concluyeron y ahora en el siglo presente surgió la época de
las industrias electrónicas como primer poder ideológico con sus respectivas consecuencias
políticas, sociales, culturales, energéticas y espirituales. (Esteinou, 2000)
Esta nueva ubicación histórica de los medios electrónicos de información en la jerarquía
de fuerzas que dirigen a la sociedad contemporánea que gradualmente han conformado un
nuevo tipo de Estado nacional, no se conquistó por voluntarismos, caprichos, situaciones
casuales o juegos de retórica del poder establecido, sino por las profundas transformaciones
estructurales y materiales que éstos sufrieron de forma silenciosa como mediadores
tecnológicos en la fase de la modernidad y por los factores extra comunicativos
complementarios que surgieron a nivel mental cotidiano en el contexto histórico de nuestra
sociedad actual. De acuerdo a Martín Serrano (1985) las grandes transformaciones que se
dieron en las últimas décadas al interior del esqueleto de la sociedad, fueron los siguientes:
1. La gran revolución de la infraestructura tecnológica de los canales de comunicación
2. La modificación de realidades extra comunicativas en el seno de las comunidades
3. El enorme poder tecnológico-cultural que los medios conquistaron sobre la sociedad y
su organización en sectores empresariales eficientes
4. La existencia de una normatividad débil y anacrónica en el terreno comunicativo
5. El debilitamiento de la posición rectora del Estado en materia de comunicación
6. La fragilidad creciente del proyecto cultural nacional de la sociedad mexicana
7. La desintegración familiar
8. La capacidad creciente para conquistar el tiempo libre
9. Los imaginarios de la sociedad.
En cuanto al primero, la gran revolución de la infraestructura tecnológica de los canales
de comunicación permitió la transformación de aspectos netamente comunicativos como la
obtención de ágiles potencialidades avanzadas para producir, difundir e internalizar datos y
sentidos sobre las conciencias. Así, en poco tiempo los medios alcanzaron la mayor
cobertura de difusión, una gran velocidad de transmisión de símbolos, imágenes y sonidos,
una enorme instantaneidad de difusión, una gigantesca capacidad de perfeccionamiento de
sus lenguajes, una gran versatilidad semiótico-cultural, una poderosa fuerza de
omnipresencia en todas las coordenadas geográficas, una gran penetración mental, un gran
perfeccionamiento técnico de punta y un sólido poder de persuasión y movilización de
auditorios.
En el segundo, la modificación de realidades extra comunicativas en el seno de las
comunidades -como fue el cambio de distribución de la población entre campo y ciudad a
mediados del siglo XX, la súper concentración demográfica en las zonas metropolitanas, el
Javier Esteinou Madrid
23
Transformación del estado mediático en México
incremento de la vivienda de tipo vertical (hogar en condominio) y no horizontal (casa
tradicional), la ascendente reducción gradual del espacio físico de la vivienda para pasar de
150 metros en los años cincuenta a 40 metros en la primera década de inicios del 2000, la
destrucción creciente de las áreas verdes por la expansión de las manchas urbanas, la
incorporación de la mujer al terreno laboral, el incremento de la inseguridad en las
ciudades, especialmente nocturna, la crisis de las instituciones tradicionales ético-morales
(familia, escuela, iglesias, organizaciones culturales, estructuras de identidad, etc.), la
reducción creciente del consumo de calorías por el espectador al exponerse a los medios
electrónicos a diferencia del incremento del consumo energético frente a los medios
impresos o racionales, así como la caída de los sistemas de valores convencionales,
particularmente éticos, humanistas y religiosos, actuaron en conjunto como elementos
indirectos y muy importantes para acentuar el poder de los medios y adquirir una fuerza
pedagógica superior sobre cualquier otra industria cultural y socializar cotidianamente con
sus contenidos los campos de conciencia de la población.
En el tercero, debido al enorme poder tecnológico-cultural que los medios conquistaron
sobre la sociedad, su estructura de funcionamiento institucional poco a poco rebasó las
formas de organización político sexenal con las que se integró la clase política del viejo
Estado mexicano en el siglo XX y trascendió los límites burocráticos e institucionales que
fijó el gobierno para conformarse como sector empresarial privado. Esta acumulación de
poder les permitió organizarse como sólidos sectores privados empresariales, monopólicos
y oligopólicos, nacionales y transnacionales, de poder político-cultural casi autónomo que
presionaron los límites, estructuras y formas de operación del Estado, sus órganos de
gobierno y la sociedad, hasta el grado de crear un nuevo Estado dentro del Estado. De ésta
forma, se conformaron como poligrupos mediático empresariales, nacionales y
transnacionales, que por una parte abarcan la administración de un conjunto de medios de
información que tienen que ver con el complejo corporativo de la escritura, el sonido, la
imagen, el cable, los satélites, la Internet y las redes digitales. Por otra, paralelamente
incluyen otras actividades empresariales de la economía, especialmente las ramas
comerciales, financieras, de telecomunicaciones, entretenimiento, apuestas y bancarias.
En el cuarto, se transformaron en un sector empresarial muy eficiente que cada vez más
adquiere un peso muy significativo dentro de las economías nacionales y transnacionales
para la producción del Producto Interno Bruto (PIB), la realización del circuito general del
proceso económico y la acumulación de capital. En el quinto, la existencia de una
normatividad débil y anacrónica en éste terreno permitió se desarrollaran y reprodujeran
con su propia dinámica de industrias monopólicas, sobrepasando cualquier límite o
principio que les significara un impedimento para expandirse con “éxito”, incluso hasta en
algunos casos a comportarse al margen de la ley con tal de alcanzar sus objetivos
oligopólicos, Al ampliarse el factor legal, se puede decir en correspondencia con Trejo
(2004:7-8) que “las leyes para los medios de comunicación en algunos casos son tan
obsoletas que casi nunca se aplican o no registran los avances tecnológicos que han
ocurrido en ese campo en los últimas cuatro décadas. Al margen de éste marco jurídico
desactualizado, los dueños de empresas radiodifusoras y periodísticas suelen establecer
arreglos casuísticos con el poder político para conservar su poder. Y sobre todo, persiste la
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Transformación del estado mediático en México
ausencia de una reglamentación específica que ampare los derechos de los ciudadanos ante
posibles abusos de los medios”.
En el sexto, debido al proceso de reprivatización de la esfera pública y el
adelgazamiento del gobierno, gradualmente el Estado ha abandonado su posición rectora de
la sociedad y convertido en un simple gerente de los intereses de los monopolios
comunicativos, abandonando la lucha y protección de las causas comunicativas de los
grandes sectores sociales que son quienes fundamentalmente le dan vida y sentido a éste
como instancia dirigente. En el séptimo, desde hace varias décadas el proyecto cultural de
la sociedad mexicana entró en una fase creciente de fragilidad y decadencia en su contenido
como proyecto de cultura nacional. Así, por ejemplo, de acuerdo a Vázquez Mota (2005:56) “la escolaridad promedio apenas es de siete años y existen más de 10 millones de
personas mayores de 15 años con menos de tres años de educación básica. No debe
extrañarnos, por lo tanto, que en México sólo leamos un libro al año, que el 40 por ciento
nunca revise un libro y que el 12 por ciento no tenga uno sólo texto en su casa” Esta
situación provocó progresivamente que la población adopte crecientemente los marcos
conceptuales, culturales, educativos, axiológicos, ideológicos y virtuales de las industrias
mediáticas y no de otros soportes culturales escritos o pedagógicos, con sus respectivas
consecuencias civilizatorias. En consecuencia, se observa que las generaciones actuales
leen menos y ven más televisión y escuchan radio. Por ello, la autora señala que “a pesar de
que en los últimos siete años hemos visto con aliento que se han incorporado nuevos diarios
en México, resulta paradójico que sólo el 16 por ciento de los mexicanos mayores de 15
años lean el periódico diariamente y no deja de ser preocupante que sólo el 45 por ciento de
cada 100 recurra a los medios impresos para informarse de lo que pasa en la política” En
consecuencia, los referentes cotidianos para informarse, construir su opinión y actuar
socialmente provienen prioritaria y progresivamente de los medios radiotelevisivos y no de
las fuentes escritas.
En el octavo, la desintegración familiar que se acentuó significativamente en las dos
últimas décadas en México, especialmente en la grandes ciudades, ocasionó que como
forma de huida, desconexión o distracción frente a la tensión hogareña, los miembros de la
familia se refugiaran más en ver la televisión para soportar la realidad agresiva que vivían
cotidianamente que en entrar en contacto con los miembros conflictivos de la célula
familiar. Así encontramos que, de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares (2007), en los últimos años la familia mexicana al incrementar
su desintegración y experimentar mas gritos, conflictos económicos, migración, divorcios,
adicciones, falta de afecto, dificultades de convivencia, problemas de comunicación,
contrariedades en la conducta o educación de los hijos y violencia, especialmente contra la
mujer, provocó que del 80 al 90 por ciento de la convivencia hogareña se centrara en ver
televisión o en consumir alimentos y no en otras actividades familiares. Incluso, cuando las
familias urbanas conviven la actividad número uno que realizan es sentarse juntos para ver
la televisión.
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Transformación del estado mediático en México
Cuadro No. 1
Actividades conjuntas de los miembros de la familia mexicana en zonas urbanas
Actividad familiar
Porcentaje
Ver televisión
Cenar
Desayunar
87.7 %
84.3 %
80.2 %
Fuente: Instituto de Nacional de Estadística y Geografía (2007). Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares. México: INEGI.
En el noveno, la vida cotidiana de todos los individuos del siglo XXI, especialmente
en las grandes ciudades, está conformada por cinco grandes momentos existenciales que
determinan diferenciadamente la manera como se construye su conciencia sobre la realidad,
esencialmente colectiva. El momento del sueño, el trabajo, la reproducción de la vida
cotidiana, la socialización y el ocio. En el momento del sueño, que dura aproximadamente
8 horas diarias, los sujetos se desconectan de su esfera consciente y descansan lo más
profundamente para funcionar equilibradamente al día siguiente. En el momento del
trabajo, que equivale aproximadamente de 8 o 10 o más horas diarias, la tarea central de las
personas es transportarse a su lugar de empleo y efectuar correctamente sus actividades
profesionales para no cometer errores y ser eficientes en su actividad especializada. En el
momento de la reproducción de la vida cotidiana, que representa aproximadamente 2 horas
en promedio diarias, la actividad fundamental de los seres es resolver las necesidades de su
hogar para poder funcionar en comunidad (limpiar la casa, preparar la comida, ir al
supermercado, darle mantenimiento a los automóviles, atender a las mascotas, ir a la
tintorería, acudir al salón de belleza, pagar los servicios domésticos, etc.). El momento de la
socialización, donde cotidianamente se dedican 1 o 2 horas diarias para tener contacto
social con los demás y en el cuál los individuos se interrelacionan y establecen vínculos
entre sí. Finalmente, en el momento del ocio, que abarca aproximadamente de 1 o 2 horas
todos los días, excepto los fines de semana o los períodos vacacionales que se amplía más,
los individuos se dedican primordialmente a descansar y recuperarse energéticamente del
desgaste de la jornada laboral diaria y semanal.
En los primeros cuatro momentos de la vida (sueño, trabajo, reproducción de la vida
cotidiana y socialización), los individuos normalmente no amplían su conciencia sobre la
realidad colectiva que los rodea, sino que se dedican a dormir, trabajar, interrelacionarse y
sobrevivir, salvo en el período de la fase del trabajo cuando se transportan a sus labores y
escuchan la radio o leen periódicos y libros en los trayectos viales y expanden su marco de
conocimientos. Salvo excepciones, es fundamentalmente hasta el momento del ocio donde
los habitantes desarrollan su capacidad diaria de toma de conciencia y ampliación de su
imaginación para recrearse de forma repetida de lo que ya son como seres o para
reinventarse nuevamente y configurarse como seres diferentes a lo que ya eran
anteriormente. Sin embargo, por los condicionantes cotidianos de la vida moderna es en
este tiempo de ocio y de construcción de la conciencia individual, sobre lo personal y lo
comunitario, donde los sujetos mantienen un contacto cotidiano primordial con los medios
de difusión colectivos para entretenerse, gozar, divertirse, informarse, pensar, crear, crear,
evadirse o enajenarse y, por consiguiente, es esencialmente en ésta zona de la cotidianeidad
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Transformación del estado mediático en México
donde adquieren vinculación con los flujos informativos masivos que les permiten ampliar
sus imaginarios y visión de la vida y la sociedad según sea la versión ideológica que
reciben de cada una de las tecnologías de comunicación con las que conviven. Esto
significa que el poder imaginario desde el cual se reproducen subjetivamente las personas y
los grupos de forma cotidiana, cada vez más gira significativamente alrededor del complejo
simbólico de la propuesta de los contenidos mediáticos y no de otros sistemas culturales o
de vinculación social.
Con ello, las industrias culturales alcanzan en el momento del ocio la capacidad
estratégica de reproducir la imaginación de la sociedad y definir su forma de ser y anhelar.
Así, la creación de la imaginación colectiva y las acciones de transformación social que de
allí se derivan progresivamente dependen más del funcionamiento de los contenidos de las
estructuras mediáticas de información y no de otras estructuras culturales. Por lo tanto, los
modelos mentales dominantes de vida, valores, sociedad, cultura, historia, hombre y planeta
se construyen crecientemente desde los significados que transmiten los medios de difusión
colectivos y no de otras instancias de socialización ideológica. Dicho cambio estructural
histórico que conquistaron las industrias culturales se dio especialmente durante la mitad
del siglo XX y principios del siglo XXI, modificando la tradicional correlación de fuerzas
culturales existentes y creando una nueva sociedad altamente mediatizada a través de la
cual se transformó sustancialmente todo el orden de la vida cotidiana, en el espacio de lo
público, el Estado y el resto del sistema social contemporáneo en los inicios del tercer
milenio.
Consolidación de los medios como principales mediadores tecnológicos
Mediante el reforzamiento histórico de estos procesos tecnológicos y urbano-sociales, los
medios de difusión colectivos en México maduraron al grado de convertirse en los
principales intermediarios técnicos de las relaciones sociales contemporáneas del país. De
esta manera, como ha referido Martín Serrano (2004:56) los medios se posicionaron
centralmente como las instituciones contemporáneas más importantes para la generación de
“la comunicación pública que les provee a los miembros de la comunidad de relatos (orales,
escritos, imágenes) mediante los cuales se les propone una interpretación del entorno
(material, social e ideal) de lo que en él acontece”. Así, dichas mediaciones tecnológicas
proponen representaciones del tiempo, el espacio y lo que acontece. Logran que nuestra
conciencia se historice, es decir, que encuadre el conocimiento de la realidad en modelos
históricamente determinados. El autor dice que “tales modelos mediadores intervienen para
dar un sentido a las experiencias concretas que van a ser incorporadas a nuestra visión del
mundo, pero también participan a nivel de operaciones mentales generales con las que
manejan esas experiencias”. De esta forma, manifiesta, surgió la comunicación pública que
es una de las actividades colectivas destinadas a proveer de la información necesaria para la
reproducción de la comunidad.
Serrano (2004:88-91) refiere que las organizaciones estatales y privadas a quienes se les
encomienda la producción de la comunicación pública, son instituciones sociales
mediadoras que tienen la misión de establecer una afectación entre lo que cambia en el
entorno y lo que se transforma en la conciencia de las personas. Comparten esta función
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Transformación del estado mediático en México
social con otras instituciones socializadoras, tales como la iglesia, la escuela o la familia.
Sin embargo, puntualiza, aunque la comunicación pública eventualmente también es cauce
informativo para los intercambios familiares, es un modo social de comunicación que ya se
ha desprendido de la organización del parentesco y diferencia porque requiere de sus
propias instituciones, o si se prefiere, porque se apoya en otra organización distinta.
El tratamiento diferenciado de la información que afecta a la comunidad en su conjunto
y como conjunto, supone la correspondiente especialización, en funciones diferenciadas en
el seno de la sociedad. A partir de esa especialización la información pública llega a
organizarse institucionalmente y se reconoce como legítima a un modo sistemático de
adquirir, procesar y distribuir las noticias que conciernen a los intereses colectivos. Surge
un sistema de comunicación pública institucional, identificable porqué poseerá rasgos
distintivos más o menos formalizados según la complejidad que alcance el uso de la
información en la colectividad.2 Dichos rasgos mediadores básicos son los que han
adoptado los medios de información colectivos en la sociedad moderna nacional, los cuales
se caracterizan –en términos de Ortega (2006)- por ser los siguientes:
1. La organización que tenga a su cargo la comunicación pública será considerada una
institución de la comunidad, sin perjuicio de que se constituya sobre la base formal de
organizaciones que satisfacen necesidades privativas de determinados grupos.
2. El sistema destinado a la comunicación pública se especializa, de modo prioritario y a
veces exclusivo, para tratar con la clase de información que interesa o afecta a las
instituciones sociales, sin perjuicio de que entre sus usos comunicativos figure, además,
el intercambio de información que concierne a determinados grupos o intereses
particulares.
3. Los temas de los que cabe comunicar por un sistema de comunicación institucional y el
modo en que deben ser tratados, están preescritos más o menos formalmente sin
perjuicio de que se traten otros no regulados. Ese tratamiento diferenciado contribuye a
que los miembros de la comunidad distingan la información pública de cualquier otra,
incluso de la información pública elaborada por otros grupos. Cualesquiera que sean las
prescripciones que sirvan para diferenciar la comunicación institucional, se encontrará
que los criterios “información de interés colectivo”, versus “información de interés
particular”, y “tratamiento informativo propio de nuestras cosas” versus “tratamiento
comunicativo propios de las cosas ajenas”, están en la raíz de su especialización
comunicativa.
2
Una concepción intuitiva pero también idealista sobre la forma como la sociedad se modifica con la
presencia de las tecnologías informativas, la encontramos de manera embrionaria en el pensamiento de
Marshall Mc Luhan, Consultar de (1979). La comprensión de los medios como las extensiones del hombre.
México: Editorial Diana. Una crítica moderada al pensamiento de Mc Luhan puede consultarse en Gianpiero
Gauraleri. (1981), La galaxia de Mc Luhan. Madrid: Editorial ATE. Para un panorama general sobre la línea
de evolución que han seguido las tecnologías de información desde el telégrafo en 1840 hasta la
comercialización de los cristales de silicio, consultar de Sean Mc Bride. (1985). Un sólo mundo. voces
múltiples: Comunicación e información en nuestro tiempo. México: Fondo de Cultura Económica. Páginas 31
a 36.
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Transformación del estado mediático en México
4. La información pública ritualmente bien elaborada cuando circula por un cauce
comunicativo institucional, goza de la presuposición de que es confiable y propone un
punto de vista autorizado.
5. El sistema tiene establecido quienes pueden intervenir como comunicantes, en qué
ocasiones y a veces en qué lugares, cuando la información concierne a temas que tienen
reconocido su carácter de interés público.3
En este sentido, desde la perspectiva de la influencia cognitiva, la autora señala que la
comunicación pública es una de las actividades que interviene significativamente en la
socialización de la gente. Esta socialización que produce la comunicación pública se da a
través de las narraciones que esta produce y difunde, las cuales –como dice Ortega
(2006:47)- “ponen en relación los sucesos que ocurren con los fines y las creencias en cuya
preservación están interesados determinados grupos sociales”. De aquí, por una parte, el
peso tan central que hoy día han alcanzado las industrias culturales, particularmente
electrónicas, en el proceso de construcción psíquico, cultural y social del ser humano
contemporáneo, especialmente en las mega urbes nacionales. Por otra, el lugar estructural
tan estratégico que han conquistado en las dinámicas cotidianas de reproducción
económica, política, cultural y espiritual de las comunidades humanas del país.
Neutralidad tecnológica de los medios y su uso social
A partir del nuevo lugar estratégico que ocupan los medios colectivos de información,
especialmente electrónicos, en el funcionamiento cotidiano de México, se puede decir que
en esencia éstos son macro herramientas colectivas neutras en sí mismas que sólo reflejan
materialmente el grado de avance técnico que el hombre ha alcanzado sobre la conquista de
la naturaleza física para poder informar, comunicar, organizarse, relacionarse, socializarse y
vincularse entre sí. Por tanto, desde el punto de vista del impacto político su connotación,
implicación o trascendencia social no reside en el tipo de conformación tecnológica que
posee cada medio, pues materialmente cada uno es neutro en sí mismo, sino se deriva
fundamentalmente del modelo económico, político, cultural y social que administra y
conduce a cada tecnología de información en las diversas coyunturas por las que atraviesa
el desarrollo del sistema social.
Los medios en sí mismos son sólo tecnologías imparciales como el horno de
microondas, la licuadora, el refrigerador, la lavadora, el automóvil, el avión, el barco, etc.,
los cuales sirven a los hombres para elevar su calidad de vida y resolver prácticamente los
problemas para poder existir. Sin embargo, su naturaleza social depende del proyecto para
el que sirven y, en consecuencia, la valoración social que les corresponde se derivará del
propósito para el que se usan colectivamente. Por ejemplo, si todas estas máquinas se
emplean para facilitar la vida cotidiana de los ciudadanos, entonces serán instrumentos
positivos para el mejoramiento de la vida de los individuos. Sin embargo, si todos ellos son
empleados para justificar un fin degradado como el impulso al narcotráfico, la corrupción,
3
Por cosa pública se entienden los aspectos centrales y puntuales que componen la agenda del desarrollo
social y que deben resolverse para que una comunidad o grupo crezca equilibradamente.
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Transformación del estado mediático en México
el autoritarismo, la explotación humana, las masacres civiles, las invasiones, etc., entonces
serán herramientas transmisoras de la desarmonía, la destrucción y la muerte. De esta
forma, el poder tecnológico conquistado por los medios de información colectivos puede
servir para fortalecer a los hombres o para hundirlos dependiendo de los objetivos y
proyectos económico-político-sociales que los controlen y administren. Por ello, por un
lado, la fuerza ideológica cultural de los medios puede ser utilizada para crear condiciones
para el crecimiento educativo, cultural, psíquico y espiritual de los seres humanos. Pero,
por otro, los medios pueden también ser empleados como infraestructuras subjetivas para
producir el sometimiento, la enajenación, la marginación y la explotación de los sujetos.
Para descubrir la función histórica que desempeñan las industrias culturales
electrónicas en cada fase de la evolución social, además de reconocer las particularidades
técnicas distintivas de cada institución de difusión en términos de análisis de su repercusión
social, lo que en última instancia debe examinarse, comprenderse y transformarse es el
modelo socio histórico que existe detrás de cada uno de éstos y que, para bien o mal, les da
vida comunitaria. Esto es, lo que metodológicamente debemos examinar es el proyecto
estructural profundo de la intencionalidad que los orienta y los condiciona para su
actuación colectiva y no quedarse en la observación e interpretación de las simples
variables superficiales de su conformación tecnológica y vertiginosa evolución, pues
estaríamos percibiendo solamente la superficialidad light de los macro fenómenos
comunicativos y no la verdadera función social que desempeñan. En síntesis, el desafío
para una comprensión más integral de los medios de información colectivos en la fase de la
modernidad nacional requiere, por una parte, la asimilación de su transformación material
como nuevas tecnologías de la comunicación neutras en sí mismas y, por otra, el análisis de
los proyectos económicos, políticos, culturales y espirituales que les dan vida y guían para
funcionar de determinada manera sobre las comunidades humanas.
Transformación mediática del espacio público
En el contexto de la larga metamorfosis histórica que sufrió la esfera pública mexicana en
las últimas décadas, es necesario destacar que hasta antes de surgir y actuar los medios de
difusión colectivos en el país ésta arena social era el territorio de expresión, discusión y
búsqueda de consenso social de los intereses colectivos para resolver los pequeños
problemas comunitarios y los grandes conflictos nacionales. En éste sentido, el espacio
público fungía como un área de interacción plural de los diversos sectores que componían
la sociedad en la que participaban distintos grupos, estatales, privados, ciudadanos,
religiosos, sexuales, etc. para realizar diversas tareas de expresión y polémica de sus
múltiples intereses, solucionar sus necesidades de crecimiento y ejercer diversas funciones
propias de la naturaleza de cada sector. No obstante, la presencia de esta realidad abierta y
plural que construyó el viejo espacio público, no ha sido la misma en las diversas fases por
las que ha atravesado la sociedad mexicana, especialmente en la etapa contemporánea de la
modernidad informativa, donde se ha convertido en un terreno altamente mediatizado por la
acción de las tecnologías de difusión colectivas. Así, con la conquista histórica de sus
nuevas propiedades de transmisión física y la existencia de los nuevos fenómenos sociotecnológico, político y material, los medios electrónicos de difusión colectivos se
transformaron en las extensiones del hombre y las instituciones y, en consecuencia,
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30
Transformación del estado mediático en México
construyeron una nueva zona de acción social donde estos actúan en el moderno espacio
virtual.
En este sentido, la emergencia de los medios de transmisión social y de las nuevas
tecnologías de información en México no sólo representó la radical transformación de las
superestructuras culturales de las comunidades y la maduración del modelo de sociedad de
la información, sino que produjo una expansión intensiva de la dimensión ideológica de la
sociedad hacia una esfera más amplia y versátil que no existía antes. En términos generales,
como expresa Ortega (2006:48) “mediante la presencia de los canales de difusión masiva la
sociedad mexicana en su conjunto sufrió una gran dilatación cultural, desde el momento en
que las instituciones, los grupos o los individuos pudieron extender a distancia la
realización de sus tareas o funciones específicas tradicionales”. De ésta manera, en la etapa
contemporánea del desarrollo social con la presencia de las tecnologías de difusión de
información, la esfera pública se transformó sustancialmente de una plaza convencional de
interacción tradicional con mecanismos lentos, rígidos, mecánicos, directos y anémicos en
flujo de datos, para convertirse en un nuevo espacio público mediático con mecanismos
rápidos, flexibles, instantáneos, intermediados y abundantes de información. En ese
sentido, el espacio nacional comprendido como el territorio libre, abierto y autónomo donde
participan los individuos, grupos e instituciones de acuerdo a sus intereses y necesidades
para discutir y actuar sobre la materia pública, se transformó sustancialmente con la
existencia de los medios de información originando nuevas esferas, según las características
y el impacto social que produjo cada nueva tecnología de comunicación que emergió en el
territorio. Así, el espacio público tradicional en México que antaño estuvo constituido por
la plaza, los jardines, los auditorios, los quioscos, los cafés, las alamedas, los portales, los
atrios de las iglesias, los rincones de encuentro, los ámbitos de socialización, etc., a partir
de la presencia de los medios de difusión fue gradualmente transformado por el desarrollo
de las tecnologías de difusión masivas creando un nuevo espacio mediático que se
caracterizó por ser la zona virtual a través de la cual se encuentran e interactúan los
distintos individuos, grupos e instituciones para exponer sus intereses e intentar resolver sus
necesidades. Con éste nuevo proceso de ampliación de las relaciones simbólicas, el espacio
público moderno quedó construido en la zona de operación de los medios de difusión
colectivos como intermediarios técnicos de las relaciones sociales. Con ello, las tecnologías
de información y los proyectos económicos, políticos, sociales, culturales y espirituales que
existen detrás de éstas se convirtieron en los principales mediadores cotidianos de la
reproducción social.
En este nuevo espacio público mediático actúa la sociedad contemporánea en
diversos niveles, se crea la opinión pública cotidiana y, desde allí, se dirige ideológica y
culturalmente a la sociedad contemporánea. Asimismo, en este espacio público se dan
acciones privadas y acciones públicas. Las acciones privadas responden a intereses
particulares, la mayor de las veces mercantiles y políticas y no están abiertas a la
participación de todos los sectores sino sólo de los que encajan con la lógica del mercado o
el poder establecido. Las acciones públicas son colectivas y están abiertas a todos los
sectores para discutir las realidades y problemas de conjunto. De esta manera, con la
introducción de las innovaciones tecnológico comunicativas se generaron en el país nuevos
espacios colectivos, públicos y privados, dedicados a la realización de la economía, la
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31
Transformación del estado mediático en México
política, la gobernabilidad, los servicios, la educación, la religión, la salud, el comercio, la
cultura, el entretenimiento, los deportes, la fantasía, el amor, el ocio, la seducción, la
sexualidad, la imaginación, etc. La sociedad mexicana entró entonces en la fase de producir
nuevos procesos culturales de consecuencias sociales amplificadas e insospechadas que le
permitieron alcanzar una de las promesas de la modernidad que es la fuerte mediatización
de las interrelaciones sociales. Esto es, como dice, Ortega (2006:48) “la revolución
tecnológica de los medios de información los convirtió en las herramientas básicas para
construir lo público y actuar sobre la cosa pública con características mediáticas de fuerte
sello privado y comercial”. Sin embargo, pese a que el espacio mediático representa una
verdadera ampliación tecnológica de la sociedad en la realidad cotidiana solamente pueden
participar en éste aquellos sectores que tienen acceso abierto a tales infraestructuras de
transmisión colectiva. Los grupos que no cuentan con dicha vía de intervención quedan
marginados de interactuar en el moderno espacio público y subordinan a la estructura y
reglas que imponen los sectores que controlan esta nueva esfera del poder. Así, si el capital
participa en este espacio público puede realizar su dinámica de mercado. Si el sistema de
poder político participa en el mismo, logra reproducir su orden establecido. Si el aparato
religioso incide en este espacio, puede intensificar su trabajo evangélico. No obstante, los
grupos que no pueden accionar colectivamente a través de éste quedan subordinados y
plegarse a las reglas que imponen los sectores que si actúan en éste nuevo espacio.
Con el rápido y vertiginoso desarrollo de las tecnologías de difusión colectiva a
principios del siglo XXI la principal zona del espacio público colectivo, particularmente
político, ya no está construido a través de las lentas, rutinarias y pintorescas áreas que
ofrecían en antaño los sitios tradicionales de socialización y toma de conciencia colectiva,
como las alamedas, los quioscos, las plazas abiertas, las áreas de reencuentro humano y las
zonas de entretenimiento, sino que ahora está conformado por el nuevo sistema nervioso
tecnológico que han edificado los canales de transmisión masivos. Es por ello que la zona
de lo público quedó profundamente transfigurada por la presencia de dichas tecnologías de
difusión, lo cual obliga a repensar a comienzos del tercer milenio el reconocimiento de la
existencia de un nuevo espacio público contemporáneo que se estructura alrededor del
moderno fenómeno mediático y del que depende, cada vez más, en un alto grado el proceso
de reproducción social cotidiana.
La estructuración del nuevo espacio mediático en México se ha distinguido por adoptar,
entre otras, las siguientes características estructurales:
1. A partir del surgimiento de los medios de difusión colectivos, la realidad de lo público
ya no es lo que precisa el contenido de la convencional teoría del estado nación, lo que
ha definido la racionalidad política tradicional o determinado en la Constitución Política
Mexicana de 1917, sino que ahora es el nuevo espacio mediático que han construido los
medios de información masivos en la fase de la modernidad, con sus lógicas y procesos
específicos.
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Transformación del estado mediático en México
2. La edificación del nuevo espacio público mediático transformó el sentido tradicional de
lo público que era la franja espacial de discusión de los grandes problemas nacionales,
convirtiendo lo privado en público y lo público en privado. De esta forma, la acción de
los medios transformó el habitual sentido común de lo público: lo público se privatizó y
lo privado se colectivizó. Mediante ello, las leyes privadas del mercado cada vez más
dominan el espacio colectivo y la racionalidad pública edificada por el Estado con lo
que la política quedó más acotada a terrenos más restringidos.
3. La operación de los medios de difusión masivos vaciaron la esencia del usual espacio
público colectivo de su naturaleza social, porque lo mediatizaron despojándolo del
proceso de comunicación para solo convertirlo predominantemente en un sitio de
generación de información intermediada, vía máquinas transmisoras de símbolos
crecientemente más perfeccionadas.
4. Con la presencia y acción del espacio público mediático, el conocimiento colectivo de
la realidad quedó progresivamente mediado por la acción de las industrias culturales
que diariamente dan la “versión” de lo que sucede en la sociedad y lo que es la “verdad
social”.
5. El conjunto de instituciones tradicionales de la sociedad aprovecharon el nuevo
complejo del espacio público mediático y se proyectaron vía éste como nuevo espacio
público tecnológico para desarrollar sus especificas funciones de empresas sociales.
6. Por la mecánica controlada, monopolizada, concentrada y discrecional con la que se
permitió y distribuyó históricamente el acceso a los medios de difusión masivos y, por
tanto, la participación social en el nuevo espacio mediático, este quedó
fundamentalmente administrado y dirigido por empresas privadas o instituciones
vinculadas con el poder establecido que marginaron la presencia de las grandes
comunidades de la nación.
7. El surgimiento del espacio público mediático provocó una zona de distancia entre el
Estado y sus representados al reducir el contacto directo entre autoridades y ciudadanos
y convertirlo en una vinculación virtual entre pueblo y gobierno. Por ello,
progresivamente el Estado tradicional se convirtió en un Estado mediático que intentó
constantemente recobrar sus áreas de dominio político social a través de la realización
de campañas de “mercadotecnia oficial”, “cambio de imagen”, “persuasión virtual”,
“gobernabilidad informativa” o “espotización del liderazgo político” mediante los
medios de difusión masivos.
8. La acción del espacio público mediático moderno ocasionó que el espacio público
tradicional se comercializara y abandonara su raquítica dosis ciudadana y de servicio
público. A través de esta tendencia, la dinámica del mercado progresivamente dirigió
con mayor fuerza al nuevo espacio colectivo y la dinámica de lo público demandada por
la sociedad permaneció en territorios más limitados.
9. Con la imposición del modelo del mercado sobre el espacio mediatizado, la cultura y la
comunicación cada vez más abandonaron su carácter de fenómeno social
transformándose en una simple mercancía más regulada por las reglas del mercado.
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Transformación del estado mediático en México
10. El prototipo de difusión comercial se impuso como el nuevo arquetipo de la
comunicación colectiva en el moderno espacio público mediático. Así, las reglas, los
procesos, las dinámicas, los estilos, las estrategias, los recursos, la imaginación y los
contenidos del proceso de la comunicación comercial fueros imitados y adoptados por
el conjunto de instituciones que se proyectaron en el nuevo espacio público mediático y
amoldaron sus forma de vinculación con la sociedad a través de la incorporación de
dicho prototipo de comunicación comercial.
11. La instauración del espacio público mediático como área progresivamente dominante
para la interrelación social, gradualmente cambió el código de percepción racional por
el nuevo modelo de percepción audiovisual siendo la modalidad del videoclip la
cosmovisión más extendida para descifrar la realidad.
12. Los códigos de construcción comunicativa quedaron determinados por la lógica de
interacción publicitaria que se convirtió en el proceso dominante para ser
“comunicativamente eficiente”. Lo que no se tradujo al modelo de comunicación
publicitario tuvo poco éxito y lo que se ciñó a tal prototipo de formación de la
comunicación comercial triunfó más fácilmente.
13. Ante la tendencia dominante del espacio público mediático sobre la mayoría de la
sociedad y conservar características del orden dominante, las comunidades marginadas
inventaron sus propios espacios de comunicación alternativa fuera del espacio público
mediático dominante para vincularse entre sí a través de otras formas de integración
para realizar sus objetivos gremiales.
Derivado de esta realidad, se puede afirmar que hoy lo público se construye cada vez
más a través de la agenda de programación de los medios privados de difusión colectiva
con sus respectivas prioridades y jerarquías de valor que se establecen dentro de éstas y no
desde las políticas culturales del Estado-nación. Así, lo público a principios del siglo XXI
progresivamente se edifica vía los noticiarios, las inserciones institucionales, los programas
de “chismes”, las mesas redondas, la publicidad, los espots políticos, las series de
esparcimiento, las franjas deportivas, las barras femeninas, los audiovisuales ideológicos y
los géneros deportivos, y no mediante las directrices educativas y formativas del Estado
mexicano contemporáneo. Es por esto que con la intervención de los medios de difusión
social lo que se transformó en nuestra república a corto plazo fue el esqueleto ideológico de
la sociedad en su conjunto y, a largo plazo, el del estado mexicano en su conjunto.4 Tal
espacio se convirtió en una nueva franja de interacción social donde se produjeron
fenómenos de ampliación y extensión de las personas, los grupos, las instituciones y el
Estado dando origen en México a la sociedad extensa virtual, es decir, a la sociedad que se
4
Por estado mexicano se entiende la estructura político institucional que surge después de la Revolución
Mexicana de 1910, conformada por un acuerdo político entre grupos, personas, intereses económicos y etnias,
compuesto por un territorio, un gobierno e instituciones de gobernabilidad encargadas de conservar y
reproducir el poder en la sociedad moderna mediante la creación de consensos, recaudación de impuestos y la
aplicación del monopolio legítimo de la fuerza o aplicación de la violencia. Los poderes de dicho Estado están
conformados por un equilibrio de fuerzas entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El territorio del
Estado está compuesto por la Federación, los estados locales y los municipios. El gobierno del Estado se
realiza por un conjunto de aparatos políticos, administrativos e ideológicos destinados a realizar la
gobernabilidad. Dentro de esta estructura fundamental del Estado los medios actúan reconfigurando
básicamente el nivel político, cultural e ideológico del mismo.
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Transformación del estado mediático en México
prolonga a través del uso de las tecnologías de información, y vía éstas ejecuta diversas
funciones colectivas de carácter orgánico para la reproducción cotidiana de la misma.
Surgimiento de la sociedad extensa y el estado ampliado
Dentro de la sociedad extensa que construyen las industrias culturales electrónicas, según
sean las características tecnológicas e ideológicas específicas de cada una de ellas, éstas
ejercen gradualmente las siguientes funciones neutras al interior de la estructura mental
nacional y se modifican paulatinamente según el modelo de intereses económicos,
políticos, sociales, culturales y espirituales con que posteriormente operan en concreto cada
medio de difusión en las etapas de estabilidad y crisis social. Estas funciones las ejercen en
los siguientes niveles de acción colectiva: económico, social, político, cultural, psíquico y
energético. Cada una de éstas operaciones no se mantienen idénticas en los diversos canales
de comunicación masivos, sino que varían según son las siguientes situaciones básicas:
1. Las características tecnológicas específicas de cada medio de difusión
2. El proyecto económico, político y cultural que existe detrás del funcionamiento de cada
empresa, especialmente, electrónica
3. La fase o coyuntura social en el que se aplican.
Con el ejercicio de estas nuevas funciones sociales, vía la acción de los medios de
difusión colectivos, el Estado entendido como el conjunto de recursos institucionales,
administrativos, jurídicos, ideológicos, educativos que se destinan para gobernar y dirigir a
la sociedad, conservar y reproducir el poder, se transformó con el surgimiento y acción de
cada nueva tecnología de información que impactó a la misma sociedad. Históricamente
esta dilatación del estado no se inició con la presencia de las tecnologías de información,
sino con la expansión material de la infraestructura propia de las primeras instituciones
ideológicas como fueron la familia, la iglesia, las organizaciones culturales, la escuela, etc.,
que posibilitaron las primeras ampliaciones culturales del gobierno. Sin embargo,
especialmente durante el siglo XX con el desarrollo expansivo de estas nuevas herramientas
informativo-culturales productoras de conciencia, los aparatos de hegemonía tradicionales
sufrieron un desplazamiento sustancial del lugar central que ocupaban históricamente para
dar paso al surgimiento de una nueva ampliación del bloque en el poder vía las modernas
tecnologías de comunicación.
De esta forma, se creó cada vez más una sociedad mediática que produjo una nueva
atmósfera cultural colectiva de naturaleza virtual o comunicósfera que ocasionó que el
conjunto de las principales instituciones de gobernabilidad ahora funcionen a distancia por
intermediación de los canales de información, especialmente electrónicos y de nuevas
tecnologías de información. En este sentido, la casi totalidad de las instituciones
tradicionales, como la escuela, los partidos políticos, el congreso, la iglesia, las secretarias
de estado, las empresas, los órganos de gobierno, los movimientos sociales y las dinámicas
comunitarias buscan proyectarse y ampliarse vía los medios de información, asumiendo las
reglas que ellos imponen porque lo que no aparece en los medios muy difícilmente existe
en la conciencia colectiva. De ésta manera, la mirada simbólica de los medios, elaborada a
través de su estructura programática, es la que define y da vida al reconocimiento masivo
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35
Transformación del estado mediático en México
de la presencia o no de una realidad en la sociedad. Así, los medios electrónicos se
convirtieron en el epicentro cultural, ideológico y espiritual de la sociedad mexicana de
principios del nuevo milenio.
En ese sentido, con la ampliación de la sociedad extensa, vía la acción de las
tecnologías de información, el estado tradicional experimentó una gran transformación al
interior de su estructura y dinámica económica, política, social y cultural, pues las tareas de
construcción, dirección y cohesión ideológica que realiza entraron en una nueva fase de
extensión geométrica que dio origen a una nueva faceta del poder: el moderno estado
ampliado5 Por este motivo, el nacimiento de esta nueva zona se encuentra en íntima
correspondencia con la evolución y organización que adoptó cada nuevo sistema y proceso
de comunicación que apareció en el territorio, donde a mayor producción de máquinas
culturales mayor expansión del estado ampliado. A menor desarrollo de las tecnologías de
comunicación, menor ampliación del estado extenso. Con ello, se observa que la
emergencia y desarrollo de todo medio de difusión o tecnología de información en nuestro
territorio, a mediano y largo plazo, provocó una nueva transformación o desdoblamiento
del estado ampliado y la sociedad. Adquirió, asimismo, las características propias de cada
uno de éstos apoyos tecnológicos en que se apoyó.6 Lo enormemente trascendente de este
fenómeno histórico fue que una vez que emergió el estado ampliado en México, su
funcionamiento no quedó montado sobre la estructura fundacional del Estado-nación sino
emergió calcado sobre la dinámica de las industrias culturales manejadas por la lógica de la
“mano invisible” de la oferta y la demanda del mercado que llegó hasta fases salvajes. Por
5
El concepto de estado ampliado es una categoría analítica totalmente abandonada por la reflexión crítica de
la comunicación europea y latinoamericana, aunque es un fenómeno cotidiano que está presente en casi todas
las sociedades modernas. Con dicho abandono se negó la riqueza que aporta tal conceptualización como
categoría de pensamiento para comprender la realidad, cuando es un elemento imprescindible para entender
hoy día el funcionamiento de la modernidad y la posmodernidad política y cultural de las sociedades
contemporáneas del siglo XXI. Cuando más fue la teoría del marxismo de la década de los años ochentas la
que aportó algunos elementos básicos para comprender éste estratégico fenómeno que después se enterró en el
olvido con el menosprecio y abandono de la teoría marxista al caer el muro de Berlín y gestarse el ocaso de
los países socialistas, especialmente la URSS. Destacan es esta área los trabajos sobre la teoría de los aparatos
de hegemonía representados por los trabajos de Christine Buci-Glucksmann. Sin embargo, esta es una
realidad que todavía está pendiente de construir su estatuto conceptual para explicar éste fenómeno que ocupa
una parte medular del corazón y la dinámica de las sociedades contemporáneas. Nuestro esfuerzo intelectual
consiste en recuperar dicho arsenal teórico olvidado para enriquecerlo y expandirlo con las aportaciones que
ha ofrecido la evolución material de los medios de comunicación y de las tecnologías de información sobre la
trama de los aparatos de hegemonía tradicionales. Estamos convencidos que esta matriz teórica es una de las
principales vetas y directrices conceptuales que nos permiten comprender las funciones y transformaciones
que ejercen las tecnologías de comunicación dentro del actual ámbito del poder y la estructura tradicional del
Estado.
6
Para revisar las transformaciones que ha experimentado el estado ampliado mexicano a lo largo de cuatro
fases históricas de evolución, consultar trabajos del autor Internet y la transformación del Estado, en Islas, O.
y Gutiérrez, F. (2005). Internet, El medio inteligente. México: Instituto Tecnológico de Estudios Superiores
de Monterrey, campus Estado de México y Editorial Grupo Patria Cultural. Páginas 201 a 215; e Internet y el
Estado Ampliado, en Revista Etcétera No. 12. Nueva Época. Análisis, Ediciones y Cultura. México, octubre
de 2001. Páginas 56 a 62; y Caloca, E. (2003). Recuento histórico del periodismo. México: Instituto
Politécnico Nacional y Secretaría de Educación Pública.
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36
Transformación del estado mediático en México
lo tanto, vía la ampliación de espacio público y el estado ampliado se dio un proceso
gradual y silencioso de reestructuración del tradicional estado republicano que poco a poco
dio origen a un nuevo estado híbrido en la etapa de la modernización y globalización
mundial. En consecuencia, la emergencia de las nuevas fases de transformación del estadonación en México no se puede comprender sin la presencia del eslabón histórico de la
formación del estado ampliado que fue el instrumento para que tales mutaciones surgieran
en el país.
La expansión paulatina de esta realidad mediática reconfiguró el esqueleto, la
dinámica y fronteras del Estado mexicano y la cultura nacional, creando una nuevo tejido
en la esfera del poder que generó al estado mexicano ampliado. De esta forma, surgió el
estado mediático que se caracteriza por ejecutar a distancia sus tradicionales funciones de
dirección, educación y gobernabilidad, vía los medios de información como brazos o
prótesis de expansión de sus capacidades de orden, administración, educación y dirección.
Así, con esta incorporación tecnológica se observa el surgimiento de nuevas políticas de
difusión que dieron origen al tele deporte, la tele educación, la tele banca, la tele
administración pública, la tele-oración, la tele-medicina, la tele-venta, la tele-diversión, la
tele-política, la tele-guerra, la radio-asistencia psíquica y emocional, la radio-orientación
vial, la radio-iglesia y la radio-orientación sexual, además de otras. Debido a ello es muy
importante subrayar que cuando se habla de medios no se está hablando de simples
acciones de esparcimiento, información o actualización cultural, sino de empresas que, en
última instancia, transforman el espacio público y construyen la estructura del estado
ampliado y la sociedad extensa vía la expansión del espacio virtual a la colectividad. Por
consiguiente, no corresponden a la simple acción del entretenimiento sino a la reproducción
de las relaciones de poder en la sociedad.
Reconfiguración mediática del estado: Surgimiento de la mediocracia
Debido a la concentración histórica de las enormes capacidades tecnológicas, empresariales
y políticas que conquistaron los medios electrónicos de difusión colectivos como
mediadores tecnológicos de las relaciones sociales en México, particularmente comerciales,
a su modalidad de funcionamiento monopólico durante la segunda mitad del siglo XX y
principios del siglo XXI, paulatinamente se apoderaron de la propiedad y uso del espectro
radioeléctrico creando un nuevo espacio público de interacción virtual, especialmente
privatizado, con el que desplazaron gradual y silenciosamente al Estado-nación de su
función rectora de la sociedad, particularmente política y cultural.7 De esta forma, a través
del uso concesionado del espectro radioeléctrico, que es un bien público y escaso explotado
7
Por nación se entiende la entidad de poder conformada con fines de gobernabilidad en un mismo tiempo y
espacio por un conjunto de individuos o comunidades que poseen un mismo territorio, gobierno, estructura
jurídica, leyes y lengua, que libremente se unen y organizan para construir un proyecto histórico común de
desarrollo. Para ver como se creó el moderno Estado-nación mexicano de la etapa colonial a la etapa
moderna, consultar de Florescano, E. (2001), Memoria Mexicana. México: Taurus. Páginas 549 a 610 y
(2003). Etnia, estado y nación, Ensayo sobre las identidades colectivas en México, México: Taurus. Páginas
285 a 455.
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Transformación del estado mediático en México
mayoritariamente por el sector empresarial de la comunicación, el estado mexicano quedó
atrapado en su propio ejercicio al grado de estar ahora política y culturalmente sometido,
arrinconado, coartado, devaluado y humillado frente al gigantesco poder de representación,
persuasión y movilización que ha conquistado el sector mediático privado comercial en el
nuevo espacio público.
Con la ubicación de los medios de información como primer poder ideológico en la
estructura cultural de la sociedad mexicana, las fuerzas de la comunicación monopólica
gradualmente se posicionaron por encima de las instituciones y los poderes del Estado para,
desde allí, imponer su voluntad e intereses a los gobiernos en turno y el resto de la
sociedad. En éste sentido, el poder fáctico de los medios y su capacidad gremial organizada
crecientemente aplicó toda su fuerza autorregulada, incontrolada e impune, por sobre la
capacidad de organización, regulación y conducción del Estado-nación, subordinando
durante varias décadas a los poderes públicos mediante saturaciones, presiones,
enfrentamientos, difamaciones, manipulaciones, amenazas, chantajes, cabildeos, alianzas,
canonjías, etc., para fijar sus intereses y dirección mediática al resto de la nación. Así
surgió la mediocracia, la cual es entendida por Trejo (2004:22) como “la creación e
imposición de la hegemonía creciente de los medios de comunicación privados sobre el
poder político y el resto de las instituciones y organismos sociales tradicionales que permite
a los intereses corporativos y mercantiles de las grandes compañías de comunicación de
masas, con un uso habitualmente intensivo de nuevas tecnologías de comunicación,
imponerse al resto de la sociedad”. De acuerdo a este autor, la mediocracia se caracteriza
por ser la expresión del poder tecnológico económico y político superior que han
conquistado los propietarios de los medios de difusión colectivos para imponerse como una
fuerza dominante de dirección y gobierno sobre las principales instituciones, organismos,
políticas y poderes republicanos del estado nación y la sociedad civil. Mediante ello le
imprimen su orientación, modelos e intereses al espacio público tradicional creando un
nuevo espacio público mediático, a través del cual marginan o anulan las iniciativas,
prototipos y acciones que son antagónicas a la existencia y reproducción de sus necesidades
dominantes. Con este poder logrado la mediocracia regula o desplaza la participación en el
espacio público mediático de los aparatos gubernamentales, las instituciones, los partidos,
las iglesias, los organismos culturales, las células comunitarias, las instituciones civiles,
etc., para imponer predominantemente sus intereses como empresas informativas
monopólicas en perjuicio del resto de los procesos plurales y la democracia.
Trejo (2004:23) dice que la mediocracia debe ser entendida como “una nueva forma
de gobierno, dominada por los medios de masas que en los pasados treinta años emergieron
en las naciones abundantes de información y que ahora se diseminan globalmente y
propagan a través de fronteras nacionales en la convergencia del entretenimiento, las
cadenas de televisión, los gigantes de la computación y las telecomunicaciones, resultando
en menos de una docena de grandes conglomerados corporativos globales que ahora han
capturado mercados de interés de ciudadanos alrededor del planeta”. En esta forma, dice
que debido al ascendiente que tienen sobre la sociedad y la formidable capacidad para
propagar mensajes han alcanzado una concentración de la propiedad de los principales
canales, especialmente de la televisión, una poderosa influencia política mediante las
alianzas corporativas que han emprendido con los más diversos sectores, empleo de
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Transformación del estado mediático en México
tecnología informativa altamente compleja, las grandes capacidades técnicas que han
conquistado, el anacronismo legal que existe en éste terreno, la estandarización de la
comunicación y la cultura, el discurso unidimensional, la información homogéneamente
manipulada, desigual, desequilibrada, y mercantilizada, los medios de difusión colectivos
se han convertido en un poder paralelo e incluso superior al que ejercen las instituciones
políticas. La mediocracia se ha convertido, por tanto, en el gobierno de los medios o el
gobierno controlado por los medios donde se establece una mediación irremediable e
ineludible entre el poder político y la sociedad.29 La mediocracia se caracteriza también por
ser la forma de poder superior que han conquistado los medios de información, sin
contrapesos equilibradores, para imponerse como una fuerza dominante de dirección y
gobierno colectivo sobre las principales instituciones, organismos y fuerzas de la sociedad
para imprimirles su orientación e intereses en el espacio público, fortalecerlos si le son
funcionales, marginarlos o disminuirlos en caso de que sean antagónicos a sus necesidades
dominantes. De esta forma, la mediocracia es la imposición del nuevo poder de los medios
de difusión colectivos, especialmente electrónicos, sobre el Estado, los poderes públicos,
los partidos, las iglesias, el espacio público, las comunidades civiles, para imponer sus
intereses mediáticos sobre el resto de la sociedad global.
En consecuencia, debido a la falta de normatividades justas y contrapesos
equilibradores, los medios electrónicos han permanecido como instancias prácticamente
autónomas de la verdadera regulación social y se han desarrollado como instituciones sin
límites que las acoten, convirtiéndose en poderes fácticos que desafían y rebasan a los
poderes públicos y sociales constituidos formalmente a través de largos procesos
civilizados de la historia de México. Así, se han convertido en poderes fácticos o poderes
reales independientes, impunes y prepotentes, muy poderosos que retan, golpean y
subordinan a los otros poderes públicos y sociales ya establecidos. Sin embargo, este autor
plantea que el grado de poder conquistado no sólo los ubica como poderosas instituciones
culturales que crean la mediocracia, sino sobre todo los coloca como macro poderes, con
débiles límites, frágiles controles legales y tenues contrapesos sociales, sólo
excepcionalmente regidos por autocontroles opcionales de carácter ético que les permiten
desarrollarse con dinámicas propias, arrollando los intereses públicos, las garantías de los
derechos de los trabajadores, los principios de transparencia y concurrencia, los derechos
sociales y condicionando fuertemente la esfera de los poderes públicos. Se han convertido
en una mediocracia sin mediaciones. Así, señala, por la falta de límites y mecanismos que
los acoten se han transformado en poderes fácticos que, de hecho y no de derecho, alcanzan
un peso político y social muy importante para influir sobre la dirección del país. Incluso
cuando estos poderes fácticos funcionan al margen de la ley o cuando las leyes no son
suficientes para acotarlos, cuando de ellos surgen abusos y exacciones de diversa índole en
contra de los derechos ciudadanos, se convierten en poderes salvajes. De ésta manera, a
través del funcionamiento de los medios de difusión colectivos, se han desplazado a los
partidos, los poderes públicos, las iglesias, los organismos culturales y las células
comunitarias desde sus posiciones hegemónicas tradicionales para imponer los intereses
monopólicos de las grandes empresas informativas en perjuicio de las instituciones y la
democracia.
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Transformación del estado mediático en México
Dentro del fenómeno de la mediocracia que abarca un conjunto de medios de
difusión avanzados, se da la existencia de una forma audiovisual más especializada que es
la telecracia y que consiste en la superposición de los intereses de los concesionarios de los
monopolios de la televisión en México sobre el resto de las dinámicas de reproducción de
la sociedad moderna, particularmente comunicativas. Una de las particularidades históricas
de la telecracia en México es que a diferencia de la primera generación de concesionarios
de los medios colectivos de información electrónicos que la crearon en el último cuarto del
siglo, XX fueron las industrias culturales8 como empresas consolidadas y especialmente
televisivas surgidas en la segunda y tercera generación de ejecutivos. Ellas se conformaron
por los hijos y nietos de los fundadores que a finales del siglo XX y principios del siglo
XXI heredaron los consorcios electrónicos ya maduros, comportándose como yuppies
financieros que concibieron a los medios como simples instrumentos para hacer dinero,
política y acumular poder a costa de lo que fuera. En éste sentido, los canales de difusión
electrónicos comerciales han dejado de ser simples medios tecnológicos de entretenimiento,
información y diversión para convertirse en el primer poder electrónico ideológico, pues
modelan el espacio público de tal forma que lo que no existe en ellos no existe
colectivamente en las conciencias de las comunidades.
Límites del poder mediático
No obstante que los medios de información colectivos se han convertido en el primer poder
ideológico de nuestra sociedad contemporánea y han alcanzado una enorme efectividad
creciente en el proceso de formación y movilización cotidiana de la conciencia comunitaria,
en ningún momento podemos pensar que su acción actúe como una aguja hipodérmica que
8
El concepto de industrias culturales acuñado por Benjamín, Adorno y Horkheimer surgió de forma tardía
para designar a toda una serie de creaciones simbólicas que multiplicadas en numerosas copias o soportes
materiales o inmateriales van al encuentro de sus receptores. En este sentido, las industrias culturales se
conforman no sólo como simples difusores de cultura o meros intermediarios entre creadores y consumidores,
sino como instituciones estructurantes y constitutivas de la cultura mayoritaria más influyente, es decir, la
cultura en una sociedad industrial. De esta manera, dicha categoría analítica supera la denominación medios
masivos de comunicación que parece suponer la emisión simultanea de mensajes punto a masa (de un emisor
a muchos receptores), pues este concepto tiene la ventaja de unificar el campo de la cultura industrializada
con el de los medios informativos, o mejor dicho, de restituir la unidad y las interrelaciones que mantienen
ambos en la práctica. Este concepto evidencia así que no existe difusión masiva de la cultura sin un modelo
comunicativo subyacente y que no es posible una comunicación masiva que no actúe al tiempo como una
sistemática máquina de difusión (y reproducción) de la cultura. Sin embargo, su doble componente resulta
altamente elocuente: la determinación mercantil e industrial de la mayor parte de la cultura contemporánea y
las numerosas especificidades que hacen de estos sectores industrias muy diferentes de las restantes llenas de
particularidades destacadas sin cuya consideración toda estrategia pública o privada está abocada al fracaso.
El eje de las industrias culturales es su reproducibilidad, la inserción de un trabajo simbólico en un proceso
mecanizado que permite su conversión en mercancía, porque sólo la copia realizada a escala relativamente
amplia materializa establemente la secuencia de comunicación en un objeto adquirible, genera también un
público de potencialidades adquirientes, forma una demanda y un precio difuso. De esta forma, dos
características fundamentales de las industrias culturales es la significativa inversión de capitales y la división
de trabajo consiguiente a toda industrialización. Consultar a Bustamante, E. (Coordinador). (2003), Hacia un
nuevo sistema mundial de comunicación. Las industrias culturales en la era digital. Barcelona: Fundación
Alternativa y Editorial Gedisa. Páginas 21 a 24.
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Transformación del estado mediático en México
produce efectos mecánicos, automáticos u omnipotentes sobre los individuos. Tampoco que
existan reacciones mediáticas ya acabadas sobre los auditorios, produzcan consecuencias de
cambio mágicos sobre los receptores, o que su efectividad de convencimiento dependa
solamente de las imágenes o datos que se transmiten y no de otros procesos sociales
complementarios. Sus resultados siempre obedecen a los múltiples procesos de recepción,
cultura, resistencia, reprocesamiento de los auditorios según sus distintas coyunturas de
vida. Sin embargo, esta mediación central que ejercen los medios no significa en ningún
momento que la capacidad de persuasión que realizan sea absolutamente aplastante u
omnipotentemente, eficaz para convertir en socialmente dominante cualquier mensaje o
sentido transmitido por éstos y mecánicamente doblegar las conciencias y las acciones de
todos los ciudadanos que son tocados por la infraestructura mediática de las industrias
culturales. La capacidad de convencimiento de los medios y, en particular de la televisión,
tiene límites de competencia muy precisos como los siguientes (Esteinou, 1989):
•
•
•
Las informaciones de los medios que reciben, decodifican e interiorizan los receptores
nunca se asimilan homogéneamente en ellos con el mismo signo ideológico, emocional
y energético con la que se emiten, sino que varían según son sus situaciones históricas,
antropológicas, religiosas, económicas, familiares, políticas, culturales, materiales,
regionales, étnicas, productivas, etc., que los determinan como seres humanos. No debe
olvidar se que los públicos no son pasivos, neutros, ni socialmente vírgenes, sino que
practican sus propios procesamientos de lo que los medios les ofrecen de acuerdo a sus
propias experiencias de vida y sus inserciones sociales.
La habilidad seductora de los medios nunca puede rebasar el peso de la realidad que
enfrentan los espectadores, pues siempre las circunstancias de sus vidas concretas son
más fuertes que el poder simbólico que alcanza la información y las imágenes que se
difunden. La realidad y experiencia personal es más fuerte que la producción simbólica
y virtual de los medios. En este sentido, es necesario subrayar que los medios no
sustituyen a la dinámica económica, política, social y existencial de los hombres, sino
que la apoyan o debilitan con base en los proyectos globales que existen detrás de éstos.
De lo contrario, sobrevaloraríamos el papel de éstos al otorgarle fantasiosamente una
absoluta capacidad transformadora, cuando sólo son tecnologías mediadoras muy
perfeccionadas de representación y conocimiento de la realidad.
Cuando la gama de discursos que transmiten los medios encuentran las condiciones
psicológicas favorables en los campos de conciencia de los públicos, éstos son
asimilados en un alto porcentaje y viceversa, destacando la tendencia de reforzar
orientaciones previamente ya existentes en el seno de los individuos y las comunidades
o crear nuevas si son necesarias.
Nueva centralidad de los medios en la sociedad contemporánea
Pese a que el poder ideológico político de los medios tiene límites estructurales muy
precisos, con la nueva reubicación estructural destacada que los medios de difusión
colectivos, especialmente electrónicos, han alcanzado un poder real que ha superado la
autoridad política ideológica del Estado y convertido en un poder autocrático sin control
que influye, presiona, orienta y juzga a todos los grupos sociales, instituciones y sectores,
Javier Esteinou Madrid
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Transformación del estado mediático en México
sin que el interés del bien público o del interés común los pueda acotar y dirigir. De ésta
forma, los medios, especialmente electrónicos, paulatinamente dejaron de ser medios y se
convirtieron en fines. Renunciaron a ser puentes de relación simbólica para edificar la
comunicación entre los hombres y se transformaron en eficientísimas herramientas del
poder, especialmente privado, para dirigir, controlar y subordinar a los individuos y a los
grupos según los proyectos económicos y políticos que los determinan.
La supremacía de éste nuevo primer poder ideológico ha llegado a ser tan fuerte que
la tendencia histórica es que, cada vez más, la fuerza de éste domine al poder político y no
el poder político ordene al poder ideológico mediático. Pese a que los medios de difusión
no son instituciones omnipotentes para producir efectos automáticos sobre los auditorios en
razón de las evolucionadas capacidades materiales que han alcanzado, poseen suficientes
habilidades tecno-ideológicas efectivas, históricamente ya comprobadas para crear y
cambiar las formas de pensar y actuar, e imprimir fuertes direcciones sociales a los campos
de conciencias de los mexicanos. Su principal poder es virtual y mediático, de aquí se
derivan otras influencias económicas, políticas, mentales y espirituales sobre las
comunidades. Dichas tendencias se generan a través de la práctica de la agenda setting, que
es la capacidad informativa y pedagógica que despliegan los medios de información para
operar como intermediarios técnicos entre las relaciones sociales y centrar cotidianamente
la atención de los diversos públicos en sólo algunas realidades y no en otras, vía sus
políticas de programación.
Con ello, de forma silenciosa permanentemente construyen una jerarquía del
conocimiento la realidad, de los valores, la política, la cultura, la historia y la vida que se
convierten en un marco fundamental de referencia y de acción que articula o desarticula a
los ciudadanos. Así, la agenda setting se ha transformado en una de las principales
herramientas comunicativas para construir diariamente algunos de los ejes básicos de la
hegemonía social en México. En éste sentido, la construcción o destrucción de la realidad
masiva cotidiana, es decir, de lo que existe o no existe, de lo que es bueno o es malo, de lo
que hay que recordar o hay que olvidar, de lo que es importante o no, de lo que es verdad o
mentira, de lo que es visible o invisible, de lo que son valores o antivalores, de lo que es la
opinión pública o lo que no es, de lo que es virtuoso o no, de lo que hay que hablar o
silenciar, de lo que hay que admirar o rechazar, de lo que es el éxito o el fracaso se elabora,
cada vez más, en las grandes ciudades y desde los medios colectivos de difusión. Así, el
peso de los canales de información masiva es tan acentuado sobre la conformación mental
de la sociedad que podemos decir que la realidad no son los medios de información pero si
contribuyen sustancialmente a construir la realidad central que reconoce la mayoría de la
población. No son la política, pero hoy en día no se puede hacer política sin la acción
persuasiva de los sistemas de información colectivos. No son los partidos, pero producen el
mayor caudillismo electrónico que toda la capacidad proselitista directa que realizan las
organizaciones políticas.
No son el aparato jurídico, pero hoy día los medios se han convertido, como lo
demostró Scherer (2004), en tribunales electrónicos que linchan o absuelven a las figuras
públicas antes de que el Estado recurra a los procesos constitucionales de oficio. No son la
economía, pero ninguna economía contemporánea puede funcionar sin la cultura de
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Transformación del estado mediático en México
consumo que producen los medios de información, vía su práctica publicitaria. No son la
geografía, pero hoy aprendemos los mapas fundamentales de la sociedad a través de la
programación de los medios. No son el pensamiento, pero si nos dicen sobre que pensar y
como pensar. No son la oralidad, pero cada vez más han substituido el diálogo familiar vía
los nuevos lenguajes televisivos. No son la única fuerza de modelación social, pero ellos
nos orientan mentalmente para ver fundamentalmente hacia el Norte y no hacia el sur del
continente. No son los sentimientos, pero en la actualidad el campo emocional de los
grandes grupos se mueve al ritmo de la programación de los medios. No son la moral, pero
ellos indican que se puede tolerar y que se debe reprimir. No son la memoria del país, pero
hoy día la agenda del recuerdo social cotidiano se construye progresivamente desde los
medios de difusión de masas. No son la imaginación, pero son las instituciones con mayor
capacidad simbólica para crear y reproducir los imaginarios sociales. No son la dinámica
social, pero los conglomerados humanos se articulan o desarticulan a partir de la
información que distribuyen los medios. No son la historia, pero ellos reconstruyen la
historia central de las naciones. En pocas palabras, son como el oxígeno, no lo son todo,
pero sin la presencia de este no puede existir la vida. En una idea, a partir de las grandes
capacidades de información, persuasión y movilización que han conquistado sobre los
campos de conciencia de los auditorios a principios del siglo XXI, el poder de los medios
es tal que se han convertido en los nuevos príncipes del estado moderno que definen lo que
existe y lo que no existe y la forma como subsiste. Así, los contenidos, las verdades e
ideologías mediáticas cada vez más han substituido al resto de las verdades sociales,
incluyendo las jurídicas, culturales, éticas y morales.
De esta manera, con la enorme concentración histórica de fuerza que ha conquistado
el mega poder mediático, los demás poderes menores o disminuidos le rinden tributo y
aceptan la imposición de sus reglas y permiten que los primeros se posicionen como los
nuevos administradores y usufructuarios de las principales tensiones, conflictos o
contradicciones sociales de los otros poderes en el país, especialmente en coyunturas de
vacío político. (Caballero, 2004) Así, los proyectos de persona, trabajo, valores, cultura,
ciudadanía, patria, nación, desarrollo, planeta, en pocas palabras de la vida, cada vez más
son diseñados y realizados desde los intereses y necesidades de lo mediático privado y no
desde los ejes de acción de lo público colectivo. Con el desplazamiento del estado de su
lugar central como instancia rectora de lo público a principio del siglo XXI, se incrementan
las tensiones existentes entre lo nacional y lo global, la soberanía y la liberalización, el
Estado y el mercado, la dinámica de la mano invisible de la oferta y la demanda y la lógica
de las políticas de planificación gubernamental, la regulación jurídica y la desregulación,
los poderes públicos del estado y de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión,
abriendo paso al proyecto de desarrollo desigual y comunicación salvaje. De ésta forma,
cada vez más el poder de dirección ideológica ya no radica en el gobierno, ni en los
partidos políticos, ni en el estado, sino que dichas instituciones han sido rebasadas para
ubicarse ahora el poder mediático en la fuerza virtual de los medios de difusión
electrónicos, particularmente privado-comerciales. Así, el poder de los medios compite con
el poder del estado y subordina a los poderes constitucionales para decidir quién participa
vía los medios y quién no, quien habla en el espacio público y quién no, que mensajes se
difunden y cuáles no, quién es reconocido y quién no, que candidato político se apoya y
cual no, que leyes se aceptan y cuáles no.
Javier Esteinou Madrid
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Transformación del estado mediático en México
Frente a esta realidad, se puede decir como escenario futuro que a mayor
desintegración y fragmentación de los poderes públicos tradicionales y consolidación de los
poderes mediáticos cohesionados en sólidas estructuras monopólicas privadas de mediano y
largo plazo, el poder de los medios reconfigurará y en algunos casos suplantará
crecientemente el ejercicio de algunas de las funciones orgánicas fundamentales del estado
para dirigir a las comunidades y regular los conflictos entre los actores sociales. Estas serán
progresivamente ejercidas conforme a los intereses y planes de los mega consocios
mediáticos particulares. Con ello, se fortalece la concepción y práctica del estado cero que
sostiene que cada vez es menos necesaria la presencia rectora y planificadora del estadonación para dirigir a la sociedad, y que el proyecto de comunicación y de operación de la
comunidad puede funcionar eficiente y suficientemente bien sólo con los procesos de
autorregulación informativa de los monopolios mediáticos que introduce la mano invisible
de la dinámica de la comunicación mercado, sin necesidad de la acción de las directrices
rectoras y planificadoras del gobierno.
En ese sentido, considerando que el ejercicio del poder social nunca desaparece,
sino que sólo se reacomoda, desplaza o traslada de un lugar a otro según son las fuerzas o
debilidades de los actores sociales que participan en la sociedad para ejercerse de diversas
maneras, encontramos que con el intento de transición pacífica a la democracia a partir del
1 de julio del 2000 se desmanteló en México el viejo modelo corporativo burocrático del
estado que construyó el PRI durante más de 70 años y se movieron las viejas estructuras de
orden, subordinación y control que existían para dar paso a la apertura social y la transición
política a la democracia. Así, al moverse el acotamiento del tradicional poder unipersonal
del Poder Ejecutivo y ante la falta de respuesta del nuevo gobierno para sostener una firme
política de conducción nacional eficiente, surgió una severa crisis institucional y de
gobernabilidad que generó vacíos de poder que gradualmente fueron ocupados por los
medios de información para conducir a la sociedad. De ésta manera, como dice Corral
(2002:19) “el poder comunicativo actualmente acompañado por las políticas del gobierno
tiende a imponerse no sólo por encima de la voluntad de los demás sino, más grave aún, a
imponer a la autoridad legítima una autoridad impune. Condiciona, impone, reglamenta,
elimina impuestos, orienta y hasta informa a la sociedad acerca de las políticas de
comunicación. Antes negociaban, hoy parecen estar por encima de ello, ya no lo requieren,
se impone al poder del gobierno quien parece estar a su disposición. Antes, las televisoras
estaban al servicio del Presidente, ahora el Presidente, sus funcionarios y sus instituciones
está al servicio de las televisoras”.
En otras palabras, “el gran negocio de la televisión mexicana siempre estuvo
sometido a los intereses políticos en turno, medrando a cambio de su servilismo. Sin
embargo, hoy los papeles se han invertido y los concesionarios no sólo presionan y
obtienen del poder político multimillonarias transferencias económicas, sino que lo
substituyen como poder fáctico. Es el poder mediático el que somete sin excepción, sin
reglas, sin frenos, sin sanciones por sus excesos u omisiones. De paso, los dueños y los
conductores de la televisión, juzgan y exhiben a una clase política que obedece a lógicas
mediáticas, con las que aspira a salir bien librada para mantener la ilusión de que gobierna”.
Por ello, de acuerdo con Corral (2004) con el poder que han adquirido los medios y los
excesos que cometen en el ejercicio de una fuerza impune, sin contrapeso y sin posibilidad
Javier Esteinou Madrid
44
Transformación del estado mediático en México
hasta hoy de sanción o resarcimiento éstos, especialmente la televisión, unifica criterios,
atropella con cinismo, informa con estrechez dando la espalda a la pluralidad, practica el
escándalo como política informativa traicionando su función social, aplica el mercantilismo
vaciando a la política de contenidos, se burla de las instituciones y substituye a la
democracia mediante un permiso que les otorgó el estado para transmitir contenidos y no
sólo para vender aire.
Trejo (2004:176-177) señala que dentro de éste marco de impunidad legal, la
hegemonía mediática de los medios ha llegado a ser tan grande que “si en un primer tiempo
el hombre político busca controlar los medios, estas tentativas resultan vanas, pues su
posición ante las nuevas reglas del juego político resultan patéticas. Entonces, en un
segundo momento, hace un llamado surrealista a la responsabilidad de los medios, pero ésta
cuestión se encuentra totalmente liquidada en la práctica mediática. Si un diputado se
equivoca o actúa mal, tendrá la sanción del voto; si un estudioso no estudia, tendrá la
sanción de los exámenes, pero ¿Cuál es la sanción del hombre de los medios?. Basta con
que tenga el beneplácito del propietario del medio y del anunciante, es decir, en ambos
casos, del dinero, para que no suceda nada”. La centralidad estructural de dicha nueva
fuerza mediática es ya es reconocida públicamente por la mayoría de los sectores
latinoamericanos, manifiestos en el Informe para La Democracia en América Latina (2004)
que reveló en mayo de 2002 que “el 65.2 % de la población opina que el poder lo ejercen
los medios de comunicación y sólo el 36.4 % piensa que se ejerce a través de los poderes
constitucionales. En la siguiente proporción, el 36 % a través del Poder Ejecutivo, el 12.8
% a través del Poder Legislativo y 8.5 % a través del Poder Judicial”.
Así, uno de los signos de los tiempos en México al inicio del siglo XXI es la
descolocación creciente de la centralidad de las instituciones tradicionales del Estado y lo
público, con su correspondiente disminución o pérdida de fuerza, para ahora ser
remplazadas por los proyectos de desarrollo que se dan a través de la acción de las grandes
redes tecnológicas del poder mediático, cada vez más desarrolladas y perfeccionadas. Con
ello, históricamente la creación del consenso cotidiano y de la dirección ideológico política
de la sociedad le ha sido arrebatado a las instituciones del Estado nación, para ahora
concentrarse en las fuerzas del poder informativo, la cultura y la reedificación de la
memoria cotidiana reencantadora que construyen diariamente las industrias culturales,
especialmente electrónicas, en México. #
Referencias
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México, abril de 2004. Página 36.
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Javier Esteinou Madrid
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Centro Mexicano de Filantropía. México, 8 y 9 de noviembre de 2005. Versión
estenográfica. Página 6.
Javier Esteinou Madrid
46
Transformación del estado mediático en México
Semblanza curricular
Javier Esteinou Madrid es doctor en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de
México. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 3. Autor de diversos
textos sobre medios de comunicación en México y América Latina, entre los que destacan:
Medios de comunicación y construcción de la hegemonía; Economía política y medios de
comunicación: Acumulación, ideología y poder, El sistema Morelos de Satélites y su
impacto en la sociedad mexicana; Hacia la primavera del espíritu nacional: Propuesta
cultural para una nueva televisión, mexicana, Televisión y construcción de un nuevo
país, La televisión mexicana ante el nuevo modelo de desarrollo neoliberal, La cultura y la
comunicación nacionales en los tiempos del libre mercado, Televisión pública y desarrollo
cultural; Sociedad moderna y medios de comunicación, Ecología y medios de
comunicación y La ley Televisa y la lucha por el poder en México, entre otros. Ganador del
Premio Nacional de Periodismo 2004, el Premio Nacional de Investigación, el IV Concurso
Nacional de Investigación de Periodistas en Línea 2007, el Premio Nacional de Ensayo y el
Segundo Certamen Nacional sobre Transparencia 2008. Es actualmente Investigador
Titular en el Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma
Metropolitana,
Unidad
Xochimilco
(México).
[email protected]
y
[email protected]
Javier Esteinou Madrid
47
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
Capítulo No. 2
Televisión y reforma legislativa
sobre medios audiovisuales
Susana Morales
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
Historia y propiedad de medios televisivos en Argentina
El presente artículo aborda los principales aspectos históricos, particularmente de la
televisión, que desembocaron en la configuración del escenario mediático argentino actual,
tanto en lo referido a la dimensión legal como a la articulación empresarial en torno de la
propiedad de medios que ella favorecía u obstaculizaba en cada período. Nuestro interés
radica en observar además cómo el pasado vuelve sobre el presente y derrama sobre él los
vestigios de lo que se ocultó, lo que se truncó, tergiversó, censuró y deslegitimó en los
medios argentinos. A la vez, se busca relacionar las vicisitudes de cada período y el rol que
fueron cumpliendo los medios como actores fundamentales en la definición de las
principales agendas de opinión pública. La reseña se extiende hasta la sanción de la nueva
norma para medios audiovisuales, la recientemente puesta en vigencia la Ley de Servicios
de Comunicación Audiovisual N° 26.522, que fuera fuertemente resistida por los medios
concentrados del país pues se trata de una legislación que claramente pretende democratizar
el uso del espectro radioeléctrico, permitir la inclusión de nuevos actores no empresariales
en el ejercicio del derecho a la comunicación y establecer mecanismos para disminuir la
monopolización en la propiedad de medios que había operado en las últimas décadas en la
república.
Los inicios de la televisión en Argentina
En Argentina las emisiones televisivas se inician en 1951, durante el segundo gobierno de
Juan Domingo Perón. La primera transmisión se logró con una antena instalada en el
Susana Morales
48
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
Ministerio de Obras Públicas y utilizó la infraestructura y locutores de LR 3 Radio
Belgrano. Se trató del discurso de Eva Perón ante la militancia reunida en Plaza de Mayo
con motivo de la conmemoración del 17 de octubre de ese año. Fue el Estado Nacional y
las políticas por él definidas las que marcaron el rumbo que tuvo la televisión en esos
primeros años, un canal en manos del Estado con la importación y comercialización de
aparatos de producción estadounidense a partir de la iniciativa privada, concretamente del
empresario Jaime Yankelevich (quien ya se encontraba vinculado a Radio Belgrano desde
sus inicios). Los altos costos que representaba la compra de los aparatos hicieron que el
acceso a la programación fuera compartida en bares y negocios. La incipiente actividad del
medio televisivo fue regulada en septiembre de 1953, a partir de la sanción de la Ley
14.241 de Servicios de Radiodifusión.1
En esta norma se establecía que el servicio de radiodifusión es de interés público y,
a diferencia del servicio público definido por la constitución de 1949 -que implica al Estado
reservar la exclusividad de la explotación de recursos o servicios- el Poder Ejecutivo
(representante del pueblo a través del voto) puede autorizar a particulares la prestación del
mismo a través de permisos o licencias para el uso del espectro radioeléctrico. Esta
definición ha sido el fundamento de políticas estatales que fluctuaron entre una tendencia
fuertemente estatista por parte del gobierno en turno (censuradora en algunos casos, de
monopolio estatal en otros), o fuertemente privatista y desmanteladora de los medios
estatales. La Ley de Servicios de Radiodifusión de 1953, establecía que las licencias
durarían 20 años, podían acceder a ellas particulares, personas jurídicas o sociedades, en
cuyo caso debían poseer un 70 % de capital nacional (por lo tanto un máximo de 30 % de
capital extranjero). Las referencias al contenido de la programación se vinculaban a
elevación del nivel moral, intelectual y cultural del pueblo, el respecto a las leyes, las
autoridades y la figura del Estado. En cuanto a la publicidad, especificaba que no debía
afectar la calidad de la programación. Este último punto marcó una característica
constituyente de los medios radiales y televisivos (tanto privados como estatales) desde el
punto de vista de su sostenibilidad económica. Por lo tanto, fue también determinante en
sus contenidos, los cuales estuvieron atados (y en muchos casos subordinados) desde sus
orígenes a las mediciones de audiencia.
En otro orden, durante este período se organiza el espectro radioeléctrico a partir de
la constitución de tres redes (que en rigor ya venían funcionando con un diseño similar en
el uso de las ondas radiales desde más de una década atrás) y sobre ese esquema se
establece el llamado a licitación previsto por la ley dentro de los 90 días a contar desde la
promulgación de la misma. Las tres redes contaban con una cabecera y 24 estaciones en
capital y el interior del país: Red A, cuya cabecera sería Radio Mitre, Red B, cuya cabecera
era Radio Belgrano (y que contaba con un canal de televisión, Canal 7) y Red C que tenía
como cabecera a Radio Splendid (que también incluía un permiso de televisión). Por
supuesto todas las emisoras cabeceras eran de Buenos Aires. A pesar de lo establecido por
la ley, el llamado a licitación se produjo en junio de 1954 y la adjudicación de las licencias
a los empresarios en octubre de ese año: Red A a la Empresa Editorial Haynes Limitada
1
Es de destacar que a la postre sería la única ley emanada de un gobierno constitucional que legislaría sobre
los servicios de radio y televisión en el país hasta 2009, fecha en que fue sancionada la ley 26.522.
Susana Morales
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Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
Sociedad Anónima (que editaba el diario El Mundo), la Red B a A.P.T. (Promotores
Asociados de Teleradiodifusión Sociedad Anónima, dirigida por el empresario peronista
Jorge Antonio) y Red C a la Sociedad Anónima La Razón, Editorial, Emisora, Financiera
y Comercial, (que editaba el diario La Razón). Como vemos, la sinergia entre medios
gráficos, radio y televisión fue característica de los comienzos de los nuevos medios.
La televisión a partir de la dictadura de 1955
Como era de suponer, con el golpe de Estado de 1955, el esquema de propiedad de medios
legitimado por el peronismo fue trastocado: el 1º de octubre de ese año, el gobierno
dictatorial deroga la Ley de Radiodifusión sancionada por el peronismo en 1953, deja sin
efecto las licitaciones de 1954 e interviene las emisoras. En noviembre de 1957 se sanciona
una nueva norma para la radiodifusión, el decreto-ley 15.460/57. Este prohíbe la
participación de capital extranjero y establece la duración de las licencias en 15 años.
Además cada licenciatario podía aspirar a una estación de radio y un canal de TV,
impidiéndose de este modo la formación de cadenas. El Canal 7 pasó a formar parte del
Servicio Oficial de Radiodifusión junto con Radio Nacional (que había sido creada en 1937
a partir de la donación de un edificio y un transmisor por parte de la Editorial Haynes,
adjucadicataria de la licencia de la Red A en 1954). Finalmente también en ese año, a partir
del decreto N º 16.531, se establecieron las bases para el llamado a licitación de tres canales
de televisión, lo que se concretó en marzo de 1958. La comisión encargada de la evaluación
de las propuestas presentadas se pronunció en abril declarando desierto el concurso para
medios televisivos. Una nueva junta evaluadora (no prevista en la ley) aconseja al Poder
Ejecutivo Nacional, a cargo del dictador General Pedro E. Aramburu, el otorgamiento de
licencias para instalar canales de televisión a las empresas CADETE (Compañía Argentina
de Televisión), integrada por Kurt Lowe y algunos militares, que obtuvo la licencia de
Canal 9. DICON, vinculada a la Iglesia, (a la orden de los jesuitas a través del Padre Héctor
Grandinetti), se quedó con Canal 11, mientras que Río de la Plata TV resultó adjudicataria
del Canal 13, (figuras de la Unión Cívica Radical y algunos empresarios agroexportadores).
Es así que en 1960 iniciaron sus transmisiones desde Buenos Aires los canales 9 Cadete (el
9 de junio de 1960) y 13 PROARTEL (el 1 de octubre de ese año). En 1961 lo hizo
Teleonce y en 1966, Canal 2 de La Plata, que se sumaron al canal privado pionero del
interior del país, Canal 12 de Córdoba.
Con pocas modificaciones, Canal 7, 9, 11 y 13 de Bs As. y 2 de La Plata, fueron los
canales de televisión abierta que han dominado la escena televisiva porteña y nacional
durante las siguientes décadas. La gran inversión que requería la puesta al aire de los
canales y los enormes intereses económicos en juego, motivó que cadenas televisivas
extranjeras se asociaran a las locales, por lo que además de capital aportaban contenidos a
la naciente programación televisiva. De este modo Canal 13 se nutría en su producción de
PROARTEL (Producciones Argentinas de Televisión), cercana al grupo CBS (Columbia
Broadcasting System) -Time Life. La NBC (National Broadscasting Corporation) estaba
vinculada a Telecenter, productora de Canal 9 y Telerama, productora de Canal 11,
pertenecía a la cadena ABC (American Broadcasting Company). Esta sociedad
(licenciatarios-productoras extranjeras) representaba una manera de sortear la prohibición
de la inversión directa de capitales extranjeros en licencias televisivas. Esta situación, sin
Susana Morales
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Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
ninguna duda, profundizó el modelo centralista no federal que caracterizó a nuestro país
desde sus inicios. Con el tiempo, ya lo veremos, las empresas y capitales extranjeros se
fueron retirando y la producción de contenidos fue asumida por empresas nacionales. Como
vemos, en los inicios de la televisión encontramos negocios diversificados que incluyen
empresas conexas, como las de producción de contenidos, a las que más tarde se sumarían
las de gestión de aire (publicidad) y medición de audiencia (rating), además de la edición de
revistas especializadas (TV Guía, Canal TV y Antena TV).
Durante la década de los sesenta, nuevos actores se sumaron a la propiedad y
control de estos medios: en 1965, Alejandro Romay adquiere el control sobre Canal 9,
Editorial Atlántida (Familia Vigil) en sociedad con Goar Mestre se vincula a Canal 13 y
Editorial Sarmiento en sociedad con Héctor Ricardo García a Canal 11. Esta entrada de
capital nacional supone la salida del capital extranjero de las productoras asociadas a los
canales. Como dijimos, además de los programas enlatados, en esa época y gracias a los
avances tecnológicos, los canales del interior comenzaron a recibir la programación de
Capital Federal en diferido, aunque con escasa calidad en la definición de la imagen más
allá de los 60 kilómetros de la antena transmisora. Se implementaron entonces los circuitos
cerrados de televisión, antecesores de los sistemas de TV por cable. A la enorme explosión
de la programación, hay que sumarle en esta década la creación de numerosos medios
televisivos en el interior. Si en 1963 había en el país 8 canales, una década después esta
cifra se elevaría a 35 canales de aire (la mayoría de ellos gestionados por el sector privado),
38 estaciones repetidoras y 35 canales de circuito cerrado. (Bulla, 2005)
Los medios y la dictadura militar de 1976
Reseñar este período de la historia argentina y la situación de los medios, supone referirse a
la desaparición y muerte de muchos periodistas, al silencio y la censura impuesta a costa de
la vida, e implica entrar en un cono de la peor sombra de ocultamiento de la verdad que
haya ocurrido en nuestro país hasta ahora. Los medios se convirtieron en verdaderos títeres
del poder dictatorial, y si bien la censura inicial se fue aflojando con el paso del tiempo
desde el punto de vista de ciertos mecanismos de control, la autocensura representó una de
las prácticas más eficaces que logró imponer el terrorismo de Estado en los medios y en los
periodistas (sin descartar la necesaria complicidad de algunos de ellos). Los canales de
televisión capitalinos, otrora privados, fueron repartidos entre las diferentes fuerzas
militares, expresando mediante una competencia descontrolada las luchas internas en el
seno del poder militar. Esto iba generando, al mismo tiempo que un desorden e
incoherencia en la pantalla, un crecimiento del gasto en producciones y cachet de los
actores, que sumieron a los canales en recurrentes crisis financieras. “Los contratos
firmados subían, sólo por esta puja –entre las tres fuerzas militares- hasta alturas siderales,
encareciendo sin necesidad costos que, luego, los ingresos publicitarios no llegaban a
cubrir. Comenzó entonces a hacerse habitual la asistencia del Tesoro y el endeudamiento
progresivo con proveedores de todo tipo.” (Sirvén, 1988:98). Hubo una serie de hechos que
caracterizaron el período dictatorial en los que el poder militar, el poder mediático y el
poder económico se combinaron para ejercer el terror y operar una transmutación
ideológica sin precedentes en la sociedad argentina, de la que aún hoy sufrimos las
consecuencias. Estos hechos fueron:
Susana Morales
51
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
•
•
•
•
•
•
La contra información de Ancla y Rodolfo Walsh
La creación de Argentina Televisora Color (ATC)
La imagen de la dictadura en el exterior y el Mundial ‘78
El negociado de papel prensa con El Clarín y La Nación
La Ley de Radiodifusión
La manipulación mediática de la Guerra de Malvinas
La contra información de Ancla y Rodolfo Walsh
La Agencia de Noticias Clandestinas (ANCLA), cuyo mentor fue el militante montonero,
escritor y periodista Rodolfo Walsh, comenzó a funcionar en junio de 1976, meses después
del golpe de estado del 24 de marzo de 1976. Como dijimos, inmediatamente luego del
golpe, el terror se impuso en nuestro país de la mano de la desaparición y muerte de
personas, incluidos periodistas, y de la cooptación de los principales medios de
comunicación. Estos quedaron en manos de militares representantes de las tres fuerzas
armadas, quienes establecieron fuertes mecanismos de control y censura para evitar que la
verdad de lo que estaba sucediendo saliera a la luz:
“[...] para Rodolfo Walsh la dictadura provocaba un terror basado en la
incomunicación", y a esta idea dio respuesta estructurando una forma de
comunicación clandestina. Gracias a su trabajo, Walsh pudo proveer a los
medios nacionales y extranjeros de informaciones fidedignas, e incluso
pudo difundir datos aportados por periodistas que no podían publicarlos
en su medio” (Vineli, 2002).
A finales de 1976, de manera paralela a ANCLA, y habiendo experimentado las
limitaciones de la misma para hacer más extensiva la difusión de la verdad, Walsh crea
“Cadena Informativa”. Por lo general, era él quien escribía los informes, en un formato
corto y fácil de reproducir, los que eran enviados a personas representativas del quehacer
nacional para hacerla circular y formar de este modo formar una cadena. Al pie de los
partes rezaba:
"Cadena Informativa es uno de los instrumentos que está creando el
pueblo argentino para romper el bloqueo de la información. Cadena
Informativa puede ser USTED MISMO, un instrumento para que usted se
libere del terror y libere a otros del terror. Reproduzca esta información,
hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a
mimeógrafo. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán
esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la
incomunicación. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de
libertad. DERROTE AL TERROR. HAGA CIRCULAR ESTA
INFORMACION". (Vinelli, 2002)
El 25 de marzo de 1977, un día después de fechada su Carta Abierta de un Escritor a
la Junta Militar,2 Rodolfo Walsh fue interceptado por un grupo de tareas de la Escuela de
2
El texto completo de la Carta se puede consultar en http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article1826
Susana Morales
52
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
Mecánica de la Armada, quienes le dieron la orden de entregarse, y ante la resistencia de
Walsh, fue muerto en el intercambio de disparos.3
Argentina Televisora Color (ATC) y la imagen de la dictadura en el exterior
Como parte de su política de ocultamiento de la realidad y distorsión de las verdaderas
características del gobierno dictatorial, éste aprovechó la realización del Campeonato
Mundial de Fútbol de 1978 tanto para la creación de consenso interno como para
proporcionar una ventana ante al mundo que ya comenzaba a cuestionar seriamente la
violación a los derechos humanos (de lo que se tenía noticias a pesar del fuerte control de la
información) y presenta a nuestro país como un país pacífico y ordenado.4 De paso, implicó
la posibilidad de realizar una serie de negocios vinculados a la elección de la norma para la
transmisión de los partidos en color al exterior (el público argentino no pudo ver el evento
mundial en color), la construcción de estadios, la construcción de un canal televisivo
equipado para poder transmitir en color, etc. En ese marco nace el ente Argentina78 TV,
luego Argentina Televisora Color (ATC) que reemplazaría a Canal 7, y que demandó 70
millones de dólares entre construcción y equipamiento. La norma elegida para la
transmisión en colores fue la alemana Pal N.
El negociado de papel prensa con El Clarín y La Nación
En 1969, el gobierno del dictador Juan Carlos Onganía creó el Fondo para el Desarrollo de
la Producción de Papel y Celulosa, por medio del decreto ley 18.312, con el objetivo de
disponer de recursos para crear la primera empresa nacional de papel de diario, que hasta
entonces debía ser importado representando un alto costo para los diarios argentinos. Este
Fondo sería alimentado con un canon del 10 % sobre la importación del papel, impuesto
que estuvo vigente durante los siguientes 10 años. La nueva empresa estaría compuesta por
un 51 % de capital nacional en acciones, y el resto los aportaría el Estado, compartiendo la
composición accionaria. Con ese fin, en 1972 se llama a una licitación que fue declarada
desierta. El presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse en ese momento negoció una
adjudicación directa a favor de César Augusto Civita, de Editorial Abril, César Doretti y
Luis Alberto Rey (de quien se decía que era testaferro de David Graiver, banquero a quien
se vinculaba a la organización peronista Montoneros). Ya por 1973 Graiver controlaba más
del 70 % de las acciones de papel prensa. En 1976 el empresario falleció en un sospechoso
accidente aéreo pocos meses después del inicio de la dictadura de Jorge Rafael Videla y sus
familiares directos fueron perseguidos y detenidos por el gobierno militar, como también
expropiados sus bienes. Un día antes de su detención, su viuda Lidia Papaleo fue
presionada para aceptar la venta de las acciones de Papel Prensa a un precio irrisorio (8
millones de dólares en contraposición con los 250 millones de su valor real según las
investigaciones realizadas en 1986 por la Fiscalía Nacional de Investigaciones
Administrativas).
3
Según testigos, su cuerpo sin vida fue llevado al centro clandestino de detención de la Escuela de Superior
de Mecánica de la Armada, suyos responsables están siendo juzgados (junio de 2010) por éste y otros delitos.
4
Esta estrategia se reforzó en 1979 con la campaña “Los argentinos somos derechos y humanos”
Susana Morales
53
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
Las empresas beneficiarias de esa venta fueron los diarios El Clarín, La Nación y La
Razón, y el traspaso se concretó en 1977. El dinero que utilizaron los diarios para la compra
fue obtenido a través de créditos otorgados por dos bancos extranjeros. El negociado no
sólo era la propiedad de las acciones, sino el control absoluto de los precios del papel, ya
que como lo denuncia Julio Ramos del diario Ámbito Financiero “Se regaló papel prensa
sólo a tres diarios (…). Luego se elevó el arancel de importación de papel a 44-48% para
que no hubiera otra escapatoria que comprarle a esa fábrica a precio exorbitante. Cuando
bajó el arancel, con los radicales, y el precio bajó, Papel Prensa no le vende a nadie. A
precio bajo sólo se benefician los dueños” (en Lanata, 13/04/08). La primera planta de
fabricación de papel prensa, ubicada en la localidad bonaerense de San Pedro fue
inaugurada el 27 de septiembre de 1978, con la presencia del presidente dictador Videla y
la directora y accionista mayoritaria del Grupo El Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Es
de destacar que actualmente la dueña de El Clarín posee una denuncia en su contra por la
apropiación de dos niños presumiblemente hijos de desaparecidos, hecho que data de los
primeros meses de la dictadura. La identidad de esos niños, hoy jóvenes, aún no ha sido
restituida5. En ese marco, es explicable que la posición del diario durante la última
dictadura militar haya sido de una tibieza rayana con la complicidad. El titular del día 24 de
marzo de marzo de 1976 del Gran Diario Argentino (según la propia definición de El
Clarín) fue: “NUEVO GOBIERNO”, mientras que la del 25 de marzo contrasta la volanta
de su tapa “TOTAL NORMALIDAD”, seguido de un nada normal titular “LAS FUERZAS
ARMADAS EJERCEN EL GOBIERNO”. En el año 2000, el diario La Razón se declaró en
quiebra y sus acciones, incluidas las que tenía en papel prensa, fueron compradas por el
Grupo El Clarín. Actualmente el Grupo posee el 49% de las acciones, La Nación el
22,5%, el Estado Nacional posee el 27,5 % y el 1 % restante se cotiza en Bolsa.
La Ley de Radiodifusión
Como se ha expuesto, durante los primeros años de la dictadura el gobierno militar no se
preocupó particularmente por desandar el camino de la estatización, muy por el contrario,
el control de los medios fue una condición complementaria (pero no por ello menos
importante) para el control impuesto por medio del terror y del andamiaje de dominación
económica. Pero en 1980, y como fruto de conversaciones con entidades patronales de
medios privados (como la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas –ARPA- y la
Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas –ATA-), el gobierno sancionó el Decreto-Ley
de Radiodifusión Nº 22.285, que se mantuvo vigente por casi treinta años. Entre otras
cuestiones que revelan el carácter restrictivo y antidemocrático de la ley, se puede
mencionar la exclusión de las entidades sin fines de lucro como potenciales licenciatarias
de medios de radiodifusión. Otra de las cuestiones que fueron configurando el mapa de
medios en esta década fue la limitación de que las empresas que no tuvieran como único fin
la explotación de medios audiovisuales (esto es empresas de medios gráficos) pudieran ser
5
Al momento de la edición de este artículo, por disposición de la justicia argentina, las muestras de ADN
extraídas a los jóvenes están siendo analizadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos y comparadas con
las muestras de familiares de desaparecidos durante la última dictadura militar a los fines de verificar si su
verdadera identidad se encuentra vinculada a la apropiación ilegal de niños durante ese período
Susana Morales
54
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
titulares de las nuevas licencias, como también la prohibición a la incorporación de
capitales extranjeros en la composición accionaria de las empresas adjudicatarias de las
licencias. Los socios de la empresa licenciataria no debían exceder el número de 20
personas físicas. A su vez, cada empresa podría poseer un máximo de cuatro licencias (una
de ellas obligatoria en zona de frontera) y las otras una de televisión, una radio y una de
servicio complementario, (como los servicios de cable o circuito cerrado de TV o la radio
de FM). Las licencias durarían 15 años, pudiendo ser prorrogadas por única vez por 10 años
más, y estaba contemplada la extinción de la licencia “por razones de interés público”, en
cuyo caso correspondería una indemnización al licenciatario.
La ley finalmente establecía que dentro de los 180 días el Poder Ejecutivo aprobaría
el Plan Nacional de Radiodifusión (PLANARA), y una vez aprobado éste, dentro de los 36
meses contados a partir de esa fecha, serían ofrecidos a particulares las licencias de las
estaciones previstas por el Plan. El PLANARA constaba de una planificación en etapas para
instalación de nuevas emisoras radiales y televisivas y privatizaciones de las ya existentes.
Ese proceso, que quedó suspendido con la asunción del radicalismo al gobierno, además de
ser lento, estuvo cargado de irregularidades que tenían por objetivo obviamente dejar las
emisoras en manos de los amigos del poder militar, objetivo cumplido en algunos casos y
otros objetos de batallas judiciales a posteriori. En ese marco, Alejandro Romay consiguió
recuperar la licencia de Canal 9, cobrándose la deuda al estado de cuando le expropiaron su
productora, traspaso que se concretó en 1983. En agosto de 1983 se privatiza Radio Mitre,
quedando en manos de Radiocultura, S. A, empresa vinculada al diario El Clarín que no
podía acceder a una licencia de radio o TV por disposición de la Ley 22.285.
La manipulación mediática de la Guerra de Malvinas
La aventura de recuperación de las Islas Malvinas fue en primer lugar una forma de lograr
recobrar cierto consenso del que la dictadura había gozado entre algunos sectores de la
sociedad y que ahora iba perdiendo mientras más se agudizaba la inmanejable crisis
económica del país. Por otro lado, de neutralizar la fuerte oposición que se animaba a
articularse entre quienes se rechazaban abiertamente al régimen. Pero más allá de ello,
puso en evidencia el fuerte control que el poder militar tenía aún sobre los medios y el nivel
de alianzas con la patronal mediática que fue entretejiendo a lo largo de los años. De este
modo, los medios se prestaron, una vez más, a la gigantesca maniobra de manipulación y
ocultamiento de la realidad en torno a lo que estaba sucediendo en el conflicto bélico, y
colaboraron en la campaña de apoyo a las tropas en combate con la recolección de
alimentos, dinero, ropa y joyas que la sociedad generosamente puso a su disposición y que
escasamente (en el mejor de los casos) llegaron a sus destinatarios.
Los primeros años del retorno a la democracia
La nefasta experiencia de las Malvinas precipitó la caída de la dictadura que entregó el
poder al presidente electo en diciembre de 1983, Raúl Alfonsín. En materia de medios de
comunicación las promesas expresadas en la plataforma electoral, el alfonsinismo proponía
la derogación de la ley de la dictadura y la sanción de una nueva ley, la reorganización del
COMFER, la creación de una Comisión Bicameral Permanente de Radio y Televisión que
Susana Morales
55
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
se ocupara de “la preservación del derecho a una información veraz, el respeto al
pluralismo ideológico, la vigencia del derecho a réplica, el libre acceso de personas e
instituciones al uso de medios de comunicación y la defensa de la forma democrática y
republicana de gobierno (Sirvén, 1998: 107). Sin embargo, muchas de estas propuestas no
se concretaron en el gobierno alfonsinista. En primer lugar, y como aspectos más
importantes, el gobierno dejó sin efecto el PLANARA e intervino el COMFER, pero no
derogó la ley de la dictadura ni sancionó una nueva ley, aunque si hubo intentos por discutir
y aprobar proyectos presentados por el radicalismo que fracasaron por la presión de medios
privados, en particular del diario El Clarín que no cesaba de hostigar desde sus páginas
tanto la política económica alfonsinista (que derrapaba sin remedio), como el propio
proyecto oficial de ley de medios. Lo cierto es que los diferentes proyectos que habían
ingresado al Congreso para su tratamiento tanto desde el oficialismo como desde la
oposición apenas si comenzaron a discutirse en comisiones de la Cámara de Diputados: el
alfonsinismo, como en tantos otros temas, no alumbró los cambios de legislación en
materia de medios que la sociedad esperaba La inacción respecto de la apertura mediática
que la democracia debía garantizar, se tradujo en la explosión de nuevos medios no legales
(“truchos” como fueron denominados), fundamentalmente de radios de frecuencia
modulada (FM), ligadas tanto a organizaciones de la sociedad sin fines de lucro como
iniciativas privadas (pequeños y grandes empresarios). En cuanto a los medios televisivos
que estaban aún en manos del Estado, se continuó con el mismo esquema de gestión estatal
de los canales 11, 13 y 7.
La década de los noventa
Si algo caracteriza el escenario mediático actual, es la ocurrencia de dos fenómenos que se
consolidaron fundamentalmente a partir de la década de los medios en el país:
•
•
La concentración de la propiedad de los medios
La convergencia entre los sectores audiovisual, informático y telecomunicaciones.
La concentración en la propiedad de los medios se articuló a partir del reingreso de
capitales extranjeros en la escena mediática de nuestro país y la expansión y diversificación
de actividades económicas de otros actores mediáticos, como los vinculados a los diarios El
Clarín y La Nación. Esta configuración tiene estrechos vínculos con lo que sucedía a nivel
de política internacional, que marcó profundamente los rumbos de los países
latinoamericanos6. El conjunto de recomendaciones se conoció como Consenso de
Washington, es expresión de la perspectiva neoliberal que suponía un programa para los
países latinoamericanos frente a las profundas crisis económicas en las que estaban
sumidos.
6
A comienzos de los años noventa, el pensamiento de las instituciones económicas internacionales (tales
como FMI, BID) localizadas en Washington fue expuesto por John Williamson en una compilación publicada
en 1990, -Latin American Adjustment-, que recoge las ponencias de un seminario internacional cuyo objeto
era precisamente la realización de un diagnóstico de la crisis de los países latinoamericanos y a partir de allí
presentar recomendaciones de políticas económicas de corto plazo y recomendaciones de políticas de reforma
estructural (largo plazo).
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56
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
En relación al diagnóstico de la crisis, se identifican como causas el excesivo
crecimiento y proteccionismo del Estado, de la regulación y del peso de las empresas
públicas, numerosas e ineficientes. Relacionado con ello, el denominado populismo
económico, esto es la incapacidad de los gobiernos para controlar el déficit público y las
demandas de aumentos salariales (tanto del sector público como del sector privado).En
virtud de este diagnóstico, las políticas recomendadas a corto plazo estaban destinada a
lograr la estabilización, combatir el populismo económico y alcanzar el equilibrio fiscal,
Finalmente, con las recomendaciones de política de reforma de largo plazo o de ajuste
estructural, se buscaba generar un modelo de desarrollo orientado hacia el mercado, por lo
tanto reducción del Estado, liberalización del comercio internacional y promoción de las
exportaciones. En esa línea, las recomendaciones fueron:
1. Liberación del comercio y su orientación hacia el exterior, eliminando cualquier tipo de
barrera (arancelaria y no arancelaria)
2. Atracción de inversiones extranjeras, eliminando cualquier tipo de restricción
3. Privatización de las empresas públicas
4. Desregulación de las actividades económicas
5. Firme garantía del derecho de propiedad
Las empresas mediáticas y de telecomunicaciones no estuvieron exentas de la
aplicación de estas recetas. De este modo, en el caso de muchos países latinoamericanos,
privatización de medios y empresas públicas de telecomunicaciones, desregulación e
inversión extranjera llevaron a la concentración económica de la actividad y el monopolio o
cuasi monopolio por parte de algunas grandes empresas, fundamentalmente
transnacionales. Es así que, en agosto de 1989, cuando aún no se acaban los festejos de la
asunción a la presidencia de Carlos Saúl Menem, es sancionada la Ley Nº 23.696 de
Reforma del Estado donde se incluyen importantes modificaciones a la Ley de
Radiodifusión 22.285:
-
-
Eliminó la condición de que el objeto social del licenciatario debía ser exclusivamente
el de radiodifusión. (art. 46 inc. a), por lo tanto se habilitó a personas vinculadas a
medios gráficos de presentarse a concurso para una licencia de radiodifusión
Eliminó el art. 46, inciso c, que establecía que los socios debían ser personas físicas y
no debían exceder el número de 20, con lo cual quedarían habilitadas las personas
jurídicas.
Al mes siguiente, el 21 de septiembre de 1989 y con la legislación en regla, Carlos
Menem llamó a licitación para la privatización de los canales 11 y 13. Tres meses después,
luego de 15 años en manos del Estado, los canales 11 y 13 volvieron a manos privadas. Sus
nuevos licenciatarios fueron Televisión Federal S.A. –Telefé- (Editorial Atlántida, junto a
otros socios, entre ellos 10 canales del interior del país) para el caso del 11 y Arte
Radiotelevisivo Argentino –ARTEAR S.A.- (Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto
-ambos del diario El Clarín- junto a otros canales del interior).
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Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
En 1991, el Presidente sostuvo una reunión con la dueña de El Clarín, Ernestina
Herrera de Noble, donde le pidió que Liliana López Foresi (que conducía por Canal 13 el
programa “Revista 13. Periodismo con opinión”, en el que exponía duras críticas a la
política de privatizaciones del menemismo) no hablara más en contra del gobierno. A
cambio, Herrera de Noble le pidió a Menem que Guillermo Patricio Kelly (que en ese
momento se desempeñaba como periodista en Canal 7, estatal) no hablara en su programa
acerca de los hijos adoptivos presumiblemente hijos de desaparecidos apropiados por la
Sra. de Noble. A así se hizo y la alianza del más adelante Grupo El Clarín con el gobierno
de turno, se había consumado una vez más. Como el resto de las empresas a privatizar, para
el caso de los canales, el Estado asumió el pasivo que éstos arrastraban. Por supuesto que
las privatizaciones de éstos y otros medios permitieron la gestación de una campaña de
desprestigio de las empresas estatales, por ser deficitarias, poseer demasiado personal, ser
poco competentes y estar mal administradas. De esta manera, la alianza entre mediosmenemato no sólo significó un tremendo negocio para ambos, sino que permitió allanar el
camino para los sucesivos negocios de las privatizaciones menemistas.
En 1991, el gobierno firmó el decreto 1771, reglamentario del artículo 68 de la ley
22.285, (que prohibía la constitución de redes privadas permanentes). En la nueva norma,
se especifica que se podrán formar redes de programación siempre y cuando exista una
producción diaria del 50 % por parte de la empresa afiliada, y que se respeten los derechos
de publicidad de cada emisora. Con este decreto se cerraba cada vez más el círculo de la
concentración, no sólo de los medios en pocas manos, sino de la programación que invadía
los medios del interior aunque no fueran del mismo dueño capitalino. Otros movimientos
que continuaron reforzando la posición hegemónica en el mercado de los medios por parte
principalmente de El Clarín fue su asociación con Torneos y Competencias (empresa de
Carlos Ávila que tenía los derechos de televisación de los partidos de primera división) y la
entrada en el negocio del cable (con la compra de Multicanal), además de la televisión
satelital, con la compra de las acciones de dos empresas: Televisión Satelital Codificada
(TSC) y Tele Red Imagen S.A. (TRISA). En 1993, Artear lanza dos señales de cable
propias: Todo Noticias (canal informativo 24 horas), y Volver (contenidos audiovisuales
argentinos ya emitidos).
Esta enorme expansión de la empresa gráfica argentina hacia otros medios comenzó a
encontrar competencia en 1992, cuando se aprobó la Ley Nº 24.124 que ratificaba el
Tratado de Protección Recíproca de Inversiones firmado con EEUU en noviembre de 1991.
Esto posibilitó lo que el art 45 de la ley 22.285 prohibía, es decir que empresas extranjeras
pudieran participar del negocio de los medios de radiodifusión: en este caso que las
empresas inversoras de Argentina y Estados Unidos, en el ámbito de sus territorios, reciban
un trato no menos favorable a aquél otorgado a sus propios inversores o inversores de
terceros países. De acuerdo con el Tratado este trato igualitario no obstaculizaría el
“...derecho de cada Parte a hacer o mantener excepciones que correspondan a algunos de
los sectores o materias que figuran en el Protocolo anexo al presente Tratado”. No
causalmente, según el anexo, la larga lista de excepciones establecidas por Estados Unidos,
limitadas al trato nacional eran los siguientes sectores: transporte aéreo; navegación de alta
mar y cabotaje; banca; seguros; energía y producción de energía; despacho de aduanas;
propiedad y gestión de estaciones emisoras o de servicio público de radio y televisión;
Susana Morales
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Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
propiedad de bienes raíces; propiedad de acciones en la "Communications Satellite
Corporation"; provisión de servicio público de teléfonos y servicios telegráficos7;
prestación de servicios de cable submarino; utilización de terrenos y recursos naturales.
Mientras tanto, para Argentina, las excepciones reservadas a capitales nacionales eran en
los sectores de: propiedad inmueble en áreas de frontera; transporte aéreo; industria naval;
plantas atómicas; minería del uranio; seguros; minería; pesca. Nada dicen las excepciones
acerca de los medios de comunicación audiovisual. A partir de allí, se produce una oleada
de inversiones de empresas extranjeras (tanto del campo mediático como del financiero) en
los negocios vinculados a los medios que disputan o se asocian a los nacionales para
apoderarse de la televisión abierta, la televisión por cable, TDH (Televisión Directa al
Hogar) y las provisión de Internet.
De este modo, entre 1997-1998 la alianza Telefónica Internacional (TISA) y el
Citibank-CEI (Citicorp Equity Investment), el banquero menemista Raúl Monetta, y el
fondo Hicks Muse, Tate & Furst, compra del 42 % de las acciones de Editorial Atlántida y
se vincula así con Radio Continental y Telefé. Además el 35,3% de Torneos y
Competencias y el 66,56 % de Cablevisión. A su vez, CEI-Telefónica y El Clarín
adquirieron por partes iguales las acciones de Video Cable Comunicación, con lo cual
terminaron siendo socios. No fueron estas las únicas empresas de cable compradas por El
Clarín, por el contrario, éstas fueron incrementándose hasta convertirse en la actualidad en
propietaria de uno de los más grandes operadores de cable del país. En 1997 se crea Prima,
empresa del Grupo El Clarín dedicada a brindar acceso a Internet y producir contenidos
digitales. En ese mismo año, también nace la Compañía Inversora de Medios de
Comunicación S. A. (CIMECO), en sociedad al diario La Nación, que controlan varios
matutinos en el interior del país; entre ellos La Voz del Interior de Córdoba y Los Andes de
Mendoza. En 1999, se constituye el Grupo Clarín como tal con la figura de sociedad
anónima. Este inicio esta marcado por el ingreso de Goldman Sachs, un banco de inversión
líder en el mundo, con el 18% de las acciones a cambio de 500 millones de dólares.
Durante el año 2000, el Grupo adquirió el 75 % del paquete accionario del diario La
Razón, que se ubica en el mercado de la prensa gratuita, y se distribuye en bocas claves,
tales como trenes, aviones y subterráneos. La Razón fue fundada en 1905, y durante
muchos años lideró el segmento de la tarde junto con el diario Crónica. Después de
innumerables avatares económicos y cierres temporarios, luego de un intento en convertirlo
en matutino y modificar su formato, pasó a integrar el listado de medios pertenecientes a El
Clarín y convertirse en una oferta diferencial: la del diario gratuito. En esos años, 1999, el
gobierno de Menem dicta el decreto 1005/99 donde modifica algunas cuestiones de la ley
de radiodifusión 22.285. En primer lugar eleva a 24 la cantidad de licencias que en distintas
localizaciones puede acceder una persona física o comercial en diferentes localizaciones,
pero en una misma localización hasta una de radiodifusión sonora, una de televisión y una
de servicios complementarios de radiodifusión, siempre que las dos primeras no sean las
únicas prestadas por la actividad privada. El mismo decreto autoriza además la constitución
de redes privadas transitorias, cuando se tratare de programas de interés general, cuestión
7
Las cursivas son nuestras.
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Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
que estaba prohibida por la ley. Finalmente, mientras que la ley de radiodifusión establecía
que las empresas licenciatarias do debían tener vinculación jurídica societaria con empresas
periodísticas o de radiodifusión extranjeras, el nuevo decreto modifica este artículo
agregándole que una salvedad: que los acuerdos suscriptos por la República Argentina con
terceros países contemplen tal posibilidad, en alusión implícita al Tratado de Protección
Recíproca de Inversiones firmado con Estados Unidos en 1991.
El nuevo período
El gobierno de Fernando De La Rúa pasó rápidamente sin gloria y con pena, puesto que
además de su renuncia anticipada, el presidente dejó un país más destruido aún de lo que lo
había dejado Carlos Menem, sumido en una crisis financiera anunciada, y con niveles de
desocupación y miseria que hicieron peligrar la institucionalidad tan costosamente lograda.
Néstor Kirchner asume la presidencia el 25 de mayo de 2003, y comienza un camino que
intenta desandar algunas de las políticas del menemismo. Es así que el 18 de junio de 2003
se sancionó la Ley N° 25.750, de “Preservación de Bienes y Patrimonios Culturales”,
limitando la participación extranjera en las empresas de comunicación en un 30%. El
artículo central establece que “a partir de la entrada en vigencia de la presente ley, que la
propiedad de los medios de comunicación (...), deberá ser de empresas nacionales,
permitiéndose la participación de empresas extranjeras hasta un máximo del 30% del
capital accionario y que otorgue derecho a voto hasta por el mismo porcentaje.” Y finaliza
el artículo aclarando que “las empresas culturales no podrán ceder el control sobre los
contenidos de su producción”. Por otro lado, y en virtud de su interés estratégico, también
se establece que el Estado preservará el espectro radioeléctrico y los medios de
comunicación –se entiende que frente a las crisis que pongan a las empresas a las puertas de
una quiebra-. Con ello se pretendía poner un límite a los riesgos de que las empresas
extranjeras se queden con las empresas mediáticas nacionales de acuerdo a lo estipulado
desde 2002 por la Ley de Quiebras respecto del mecanismo cramdown (por el cual los
acreedores pueden cancelar deuda mediante la capitalización de acciones de las empresas
deudoras).
Otro hecho a destacar durante este período, en la línea de las fisuras que condujeron
a la derogación de la ley 22.285, fue el recurso de amparo presentado por la Mutual Carlos
Mujica, titular de Radio Comunitaria La Ranchada de Córdoba, impugnando el artículo 45
de la ley de la dictadura, que excluía a las asociaciones sin fines de lucro del derecho de ser
licenciatarias de medios de comunicación radiales y televisivos. A raíz de los fallos
logrados en primera y segunda instancia, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con
fecha 1° de septiembre de 2003, declaró la inconstitucionalidad del mencionado artículo a
propósito de este juicio. En los fundamentos del fallo, la Corte reconoció que la Ley
Nacional de Telecomunicaciones N° 19798 (anterior a la ley 22285/80) concedió igualdad
de oportunidades a quienes deseaban adquirir licencias, sin discriminar a las asociaciones
no lucrativas. El Tribunal, interpretó también que la reglamentación de 1980 viola los
artículos 14, 16, 28 y 75, inciso 23 de la Constitución Nacional, como también el artículo
13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa
Rica. Se llegó de esta manera a la conclusión de que la normativa es arbitraria porque
excluye de un modo absoluto y sin razones sustentables a ciertas personas jurídicas, a las
Susana Morales
60
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
que se les impide el acceso a las licencias por no haberse constituido en una sociedad
comercial. Por ello viola y limita la libertad de asociarse libremente y la libertad de
expresión.
Hacia una ley de servicios de comunicación audiovisual
La asunción a la presidencia por parte de Cristina Fernández de Kirchner, a fines de 2007,
implicó un nuevo avance en torno a la política comunicacional, principalmente en materia
legislativa, ya que generó el hecho de mayor trascendencia en nuestro país de los últimos
30 años: la derogación de la ley 22.285 y la sanción de una nueva ley de medios, la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual N° 26.5228. El proyecto fue gestado en el seno del
oficialismo incorporando centralmente los 21 puntos Básicos por el Derecho a la
Comunicación elaborados por la Coalición por una Radiodifusión Democrática. La
Coalición se conformó en 2004 convocada por el Foro Argentino de Radios Comunitarias
(FARCO) y está integrada por sindicatos, universidades, organizaciones sociales, radios
comunitarias, pequeñas radios comerciales y organismos de derechos humanos, entre otros.
El 17 abril de 2008, la presidenta recibió a miembros de la Coalición, quienes le
presentaron el documento de los 21 puntos, y le plantearon que “si hoy usted quiere
impulsar, y tenemos confianza en que usted quiere impulsar un nuevo modelo de país, es
necesario un nuevo modelo de comunicación. Un modelo de comunicación entendida como
un bien social y no como un negocio comercial. Un modelo de comunicación en el que
tengan espacio todos y todas, no solamente las empresas de carácter comercial sino los
medios públicos, de gestión estatal, y los medios comunitarios, de propiedad social, de las
organizaciones libres del pueblo” (…) “Creemos que es necesario poner limites a los
monopolios y garantizar la libertad de expresión para todos los ciudadanos” (Néstor Busso,
presidente de FARCO, durante el encuentro). En respuesta a ello, la presidenta expresó que
“el instrumento que hoy tenemos como ley de radiodifusión, es cierto fue creado por la
dictadura y nada bueno puede salir de allí. Lo cierto es que no solamente ha quedado
éticamente impugnada. Ha quedado técnicamente impugnada, porque si algo se ha
caracterizado en la evolución y el desarrollo de las últimas décadas ah sido la evolución de
las comunicaciones y la importancia que las comunicaciones tienen en la vida cotidiana de
los pueblos, de las sociedades del mundo. Creo que lo más importante de todo esto va a ser
poder incorporar a la Argentina no solamente al debate por la democratización de la
información pública”.9
Casi un año después, el 18 de marzo de 2009 la propuesta de proyecto de ley de
servicios de comunicación audiovisual fue presentado por la Presidenta Cristina Fernández
de Kirchner en la ciudad de La Plata y luego fue debatido en 80 foros abiertos en todo el
país. El 27 de agosto la versión definitiva del proyecto fue ingresado al Congreso para su
tratamiento parlamentario, donde también fue debatido en audiencias públicas con la
participación de numerosos intelectuales, periodistas, propietarios de medios privados,
8
El texto de la ley puede consultarse en http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/155000159999/158649/norma.htm
9
http://www.farco.org.ar/contenido.shtml?fview=182&x=39164
Susana Morales
61
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
representantes de organizaciones sociales, de medios comunitarios y de asociaciones
profesionales. Finalmente, el proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados el 17 de
septiembre de 2009 con 147 votos a favor, 4 en contra, una abstención y 103 ausente,
mientras que en el Senado se aprobó el 10 de octubre con 44 votos a favor y 24 en contra.
El año 2010 comenzó en nuestro país con nueva ley de medios, la ley de la democracia.
Como era de esperarse, el duro golpe a los medios concentrados fue resistido tanto en el
propio recinto legislativo, como desde las páginas de los diarios, canales de televisión y
radios de estos medios, con argumentos tan falaces como contradictorios, como el hecho de
que la nueva ley supondría un freno a la libertad de expresión.
Comentario final
¿Cuál fue el saldo positivo de este debate que ganó la calle sin que fuera el efecto esperado
por los grandes medios?. En primer lugar, que la sociedad comenzó a reconocer que la ley
de radiodifusión que se pretendía reemplazar había sido puesto en vigencia por la dictadura
militar. Por otro, que el espectro radioeléctrico no es propiedad de los grupos
económicos/mediáticos sino que es de todos los habitantes. Que la libertad de expresión, de
información y comunicación es un derecho humano y como tal debe estar garantizada por
el Estado. Finalmente, se comenzó a conocer el nombre y apellido de los dueños de los
grupos mediáticos y sus vínculos con el poder político y económico, por lo tanto detrás de
cada noticia, editorial o crónica se esconden los intereses que cada cual defiende. Que no es
poco. Ello permitió que la sociedad paulatinamente se fuera apropiando de esta ley y la
democracia y esté dispuesta a preservarla de quienes, aun hoy, pretenden impedir su
implementación. #
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62
Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales
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La
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se
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http://criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=2191, 13/04/08.
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http://www.periodicolumbre.com.ar/articulo/285/se-ora-usted-se-robo-dos-chicos.html,
07/12/09.
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www.catedras.fsoc.uba.ar/mastrini/textos/mastrini_marino.doc
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Ulanovsky, C. y Sirvén, P. (2009): Qué desastre la TV, !pero como me gusta!. Buenos
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Vinelli, N (2002): Ancla, Una experiencia de comunicación clandestina orientada por
Rodolfo Walsh, en http://www.nuncamas.org/investig/ancla/ancla_00.htm
Semblanza curricular
Susana Morales es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna
(España). Es docente e investigadora en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina),
especializada en el análisis de la apropiación de medios de comunicación y TIC´s
(Tecnologías de Información y Comunicación). Sus publicaciones más recientes son:
Políticas y prácticas de apropiación de la computadora en la escuela media en la década
de los ‘90, Los jóvenes y las TIC´s y Comunicación y poder: Movimientos sociales y
medios en la consolidación de las democracias (2009). Participa como dictaminadora de
revistas especializadas y forma parte del equipo directivo de Radio Comunitaria La
Ranchada. [email protected]
Susana Morales
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2 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Capítulo No. 3
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Félix Ortega Mohedano
Universidad de Salamanca (España)
Introducción
Existen diferentes paradigmas teóricos sobre los efectos que producen los medios de
comunicación de masas. Dentro de los estudios de efectos a largo plazo se encuentra la
teoría de agenda-setting. Esta postula que los medios de comunicación de masas tienen
una gran influencia sobre el público, al determinar qué historias poseen interés
informativo y cuánto espacio e importancia se les da. El punto central de esta teoría es
la capacidad de los mass media para graduar la importancia de la información que se va
a difundir, dándole un orden de prioridad para obtener mayor audiencia, mayor impacto
y una determinada conciencia sobre la noticia. Del mismo modo, deciden qué temas
excluir de la agenda. La elección de la prioridad en la agenda mediática viene dada por
la defensa de los intereses de los accionistas del medio de comunicación.
El marco teórico de análisis surgió en 1968 bajo la investigación realizada por
Maxwell McCombs y Donald Shaw durante las elecciones presidenciales de Estados
Unidos. Este marco empírico ha sido empleado para determinar los efectos sobre las
audiencias desde una perspectiva psicológica y cognitiva. Las fuentes principales en las
que se basa el marco analítico de agenda-setting para determinar su eficacia, es la
relación entre los medios de comunicación y la opinión pública, las cuales constituyen
sus principales herramientas de trabajo sobre los efectos en la audiencia. Los medios le
indican a la audiencia los temas que son relevantes, los que debe considerar, la dieta
alimenticia que debe consumir, considerando a ellos como creadores de la realidad del
público, el cual es influido inconscientemente por el contenido a los que se exponen. Ell
poder de influencia sobre las audiencias varía de un medio a otro, donde históricamente
la televisión ha sido, y sigue siendo, el que mayor influencia tiene. No obstante, el
medio de medios, ese contenedor dónde todos los medios convergen que es Internet,
Félix Ortega Mohedano
65
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
empieza a ser el medio más relevante desde el punto de vista de la influencia sobre la
audiencia en la construcción de la realidad. A medida que las sociedades más
tecnificadas, con mayor acceso a la sociedad de la información y el conocimiento
consumen cada vez más contenidos mediáticos en Internet, la relevancia de los distintos
medios en este contenedor de contenedores evoluciona.
El eje central de este marco teórico es comprender y analizar la capacidad que tienen
las empresas audiovisuales para graduar la importancia de la información que se va a
difundir, dándole un orden de prioridad para obtener mayor audiencia, mayor impacto y
una determinada conciencia sobre la noticia. Sin embargo, un adecuado equilibrio y
estructura del sector audiovisual en las sociedades democráticas debe favorecer la
competencia, luchar contra la concentración de medios, reducir las barreras de entrada
en el mercado, velar porque en todos los mercados audiovisuales exista un adecuado
equilibrio entre sector audiovisual público y privado, que garantice que el servicio
público audiovisual, que la dieta audiovisual de los ciudadanos sea lo más saludable,
equilibrada y diversa. El marco teórico de la agenda-setting indica una influencia cada
vez más demostrada y robusta en la construcción de la dieta mediática de los
ciudadanos, su realidad y su constructo social. Es por ello vital que en este mercado
audiovisual ideal y regulado, intervenido cuando no funcione adecuadamente, exista un
legislador demócrata que ayudado de un observador Imparcial, un consejo audiovisual
de medios, pueda velar por la buena salud de los ciudadanos.
Los factores fundamentales que afectan la configuración de la agenda de medios
vienen determinados fundamentalmente por:
1. Las alianzas entre medios, grupos de comunicación y gobiernos, ya sea a escala
regional, nacional, continental y, hoy en día, de nivel global y mundial.
2. El establecimiento de prioridades informativas en los distintos medios, la gestión
llevada a cabo por los gatekeepers, es decir, llos porteros de la agenda en los
medios.
3. La canalización de la información redimensión y divulgación, así como la gestión de
los gatekeepers en las agencias de medios, privadas y públicas.
4. La organización de la noticia, horarios, determinación de tiempo y espacio en los
distintos soportes, países y públicos objetivo.
En este sentido los impactos e influencia de la agenda-setting llevan a concluir que:
1. Lo que no entra en la agenda de los medios prácticamente no existe, al menos para
el gran público.
2. Los aspectos que seleccionan y en los que ponen su atención los medios afectan la
percepción que tiene el público sobre esos asuntos construye su dieta mediática.
3. El modo en que se encuadra una noticia, un tema o contenido -ya sea en formato
texto, imagen o vídeo- establecer las normas básicas para su deliberación y puede
afectar significativamente el desenlace final de la digestión, sea psicológica o
cognitiva.
Félix Ortega Mohedano
66
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
La agenda de actualidad de los grandes medios se define en base a criterios de poder
y espectáculo, pero algo está cambiando con la nueva comunicación 3.0 donde los
procesos de construcción de valor de los contenidos en la agenda de medios están
cambiando.
Consumos y usos de los medios, un cambio de escenario
El marco de análisis de la situación de los medios de comunicación en el entorno
socioeconómico actual está cambiando. A modo de ejemplo se muestra la situación de
un mercado como el español, si bien esta es extrapolable a mercados y regiones del
planeta que se estén desarrollando en situaciones de competencia en el sector
audiovisual, de medios de comunicación y con fases de implantación activa de la
sociedad de la información y el conocimiento. La gráfica siguiente expresa cómo el
número de usuarios de los medios de comunicación ya alcanza más del 50 por ciento,
siendo además los consumidores más atractivos para los medios, dada su edad y poder
adquisitivo:
Gráfica No. 1
Evolución de los usuarios en medios de comunicación
España, 2010
Fuente: AIMC, EGM Audiencia febrero-marzo de 2010. El último mes reporta un porcentaje de
individuos
La gráfica siguiente reporta cómo en el mercado español la incorporación de las
distintas franjas de edad crece a medida que se produce el avance y desarrollo de las
políticas públicas y privadas en la implantación de la sociedad de la información:
Félix Ortega Mohedano
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Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Gráfica No. 2
Perfil por edad de los usuarios de Internet
España febrero-marzo 2010
Fuente: AIMC, EGM febrero-marzo Audiencias de Internet, base de usuarios 2010.
Los datos e investigaciones presentadas por los distintos organismos, tanto
públicos como privados, en la última década, muestran que en el siglo XXI la población
en la franja de edad de 14 a 35 años es mayoritariamente usuaria de Internet, con tasas
que oscilan el 75% y 95% en los distintos países desarrollados. Los considerados en
vías de desarrollo, tienen tasas que oscilan en función del desarrollo tecnológico de cada
país y la renta per cápita disponible en las familias-usuarios. Las tasas de uso de Internet
en las franja de mayores de 45 años se ven reducidas a tasas menores. Esto viene
motivado fundamentalmente, por barreras de entrada asociadas a la cultura, la
formación y la falta de motivaciones. El contar con soportes móviles para acceder a
este nuevo canal de comunicación no les interesa porque no les ofrece un productoservicio de su interés. En los países desarrollados el precio y acceso al servicio de
Internet ya tiene precios y posibilidades que hacen prácticamente posible que toda la
sociedad pueda tener acceso a este servicio de comunicación, ya sea por su gratuidad de
facto o por encontrarse fuertemente subvencionado en velocidades que oscilan y
oscilarán entre 1mb/s y 2mb/s como servicio de base universal.
La gráfica siguiente manifiesta cómo la tasa de penetración de Internet en
España se sitúa por encima del 35 %, ubicándose en los mismos niveles de penetración
de los diarios y una población significativamente más joven entre sus usuarios:
Félix Ortega Mohedano
68
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Gráfica No. 3
Tasa de Penetración %
Encuesta General de medios en España
Abril de 2009 a marzo de 2010
Fuente: AIMC, EGM abril de 2009 a marzo de 2010.
La gráfica siguiente define la evolución de la audiencia general de medios en
España a lo largo de los últimos 11 años. En ella, el contenedor de todos los medios,
Internet, es el único que mantiene una tasa de penetración creciente y consolidada,
mientras otros productos-servicios como los diarios, suplementos, revistas, cine e,
incluso, la televisión han visto afectada su evolución en los últimos años muestran
preocupantes descensos:
Félix Ortega Mohedano
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Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Gráfica No. 4
Audiencia general de medios en España
Reporte de 1999 a 2010
Índice de evolución y penetración
Fuente: AIMC, EGM abril 2009 a marzo 2010.
La próxima gráfica afirma que la audiencia joven se encuentra
fundamentalmente en Internet y tiene una menor presencia en diarios, suplementos y
radio. Es significativo señalar que todavía existe un acceso comparativamente bajo de la
clase baja a Internet en España. Sin embargo, se sitúa en porcentajes de penetración
muy próximos en los diarios y por encima en los suplementos. Entiende que su no
presencia se debe más a razones de no necesidad y no formación que de no acceso real a
este servicio:
Félix Ortega Mohedano
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Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Gráfica No. 5
Penetración por género, edad y clase social
España 2010
Fuente: AIMC, EGM 2010.
En la gráfica siguiente se exhibe, a título de comparación, cómo las distintas
clases sociales en España acceden a diarios e Internet de forma prácticamente idéntica.
Sin embargo los jóvenes (de entre 14 y 34 años) se encuentran en un porcentaje doble
en Internet frente a los diarios. Los mayores de 35 años consumen más diarios que los
jóvenes en una proporción superior de 2 a 1, independientemente de su clase social o
género.
Félix Ortega Mohedano
71
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Grafica No. 6
Perfil y porcentaje de los usuarios de diarios e Internet en España
2010
Fuente: AIMC, EGM, 2010 España.
Estos datos en la agenda de medios manifiesta un cambio significativo y notable
en los usos y costumbres de los consumidores-usuarios. Este afecta notablemente al
cómo será la comunicación en el futuro y su cadena de valor en las sociedades
tecnificadas y digitales, como Japón, Suecia, Alemania, Dinamarca y otros países
desarrollados. Asimismo, el entorno específico de y para las empresas de medios, las
media enterprises, es inmenso y exige renovarse, digitalizarse y reinventarse o
languidecer y hasta desaparecer. En ese sentido, el funcionamiento de la agenda de
medios y como se inscribe ésta en la cadena de valor de los media products está
cambiando, evolucionando y adaptándose a la nueva realidad comunicativa digital.
Comunicación 3.O, hacia una nueva agenda-setting
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están revolucionando la
sociedad actual, desde la política hasta la cultura, la educación y la empresa están
afectando de manera significativa a la industria audiovisual, los medios de
comunicación y la comunicación en el sentido extenso de la palabra. El cambio
tecnológico que se está produciendo en la industria audiovisual está revolucionando los
procesos de gestión de la cadena de valor de los productos audiovisuales en los distintos
países.
Félix Ortega Mohedano
72
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
La comunicación, los procesos de comunicación de los jóvenes de las comunidades
digitales occidentales, aquellas dónde el acceso es ya un derecho y prácticamente
universal, multiplataforma, es una necesidad creada pero real. La comunicación 3.0. se
presenta ante la industria audiovisual, las media enterprises, como la revolución de los
medios, los gestores de la industria audiovisual, los periódicos, la televisión, la radio,
los videojuegos, el cine, las redes sociales, las webs y el todo digital. Ellos ya empiezan
a vislumbrar la sociedad de la información el conocimiento y el entretenimiento
audiovisual en el que tienen y tendrán que construir sus nuevos modelos de negocio.
Esta comunicación 3.0. se caracteriza por ser:
1. Digital. El papel ha muerto y es una mera reliquia para mitómanos, como el vinilo
en la industria musical. La juventud ya no lee en papel, ya no interactúa en
analógico, lo nuevo sustituye irremisiblemente a lo viejo que además no es mejor.
2. Inmediata. Rápida, ágil y accesible desde cualquier dispositivo y a cualquier hora.
3. Social. Se comparte y comenta, es comunicación en el sentido estricto de la palabra,
bidireccional, a través de un canal, con un mensaje, un código y un sentido.
4. En red. Tiene lugar en las plazas mayores de la red que son los foros, los chats, las
redes sociales, blogs, mundos virtuales y todos aquellos espacios de encuentro
dónde se faciliten los procesos de comunicación en tres dimensiones y en tiempo
real.
5. Gratuita. Para el público objetivo dónde la publicidad justifica su gratuidad y pago
para aquellos productos de valor añadido, dónde el cliente no encuentra productos
sustitutivos gratuitos y está dispuesto a pagar por consumir. El ocio del consumo
audiovisual, del concierto audiovisual, del cine y la música, será de pago siempre
que el cliente perciba qué precio y valor de lo obtenido a cambio justifica su coste
de oportunidad. Aquellos países y culturas con hábitos de consumo dónde el pagar
un precio por productos audiovisuales de entretenimiento se justifique, consumirán
más mediante el pago directo. En otros países y culturas dónde ese hábito no exista
el pago por ocio audiovisual deberá ser co-pagado por los consumidores vía
publicidad e impuestos, es decir, subvenciones directas a la industria audiovisual.
6. Multiplataforma. Tiene lugar en cualquier dispositivo y en cualquier lugar del
planeta, incluso en la estación espacial internacional.
7. Abierta. Encuentra dominada por los grandes actores audiovisuales, por aquellos
agentes que tienen en su posesión la mejor tecnología al mejor precio. Es el caso de
Google, Yahoo, las majors, las empresas de telefonía, programación y software
-tanto libre como de pago-. El mercado audiovisual es ya global y abierto, pero a su
vez esa globalización ha redundado y redundará en procesos de concentración
empresarial cada vez más acelerados. En lo global la ballena para sobrevivir debe
ser grande, fuerte, inteligente, flexible y rápida como una orca, o casi un depredador
del mar. En la red y la comunicación 3.0 cada vez hay más peces en el mar, las
barreras de entrada al mar y los océanos son inexistentes, sin embargo, el control de
los mares y la agenda mediática se encuentra dominada por las grandes empresas
que actúan a lo largo de la cadena de valor, por los depredadores del mar, tanto el
hombre y sus empresas que pescan en el mar, grandes y pequeñas (cada vez menos
empresas en el mar pescan más peces), y por otros animales del mar que gracias a su
adaptación, rapidez, suerte, tendencias consiguen sobrevivir en un océano abierto
pero voraz. En el océano digital audiovisual de la comunicación 3.0 el tamaño, la
Félix Ortega Mohedano
73
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
creatividad, la calidad y una estructura empresarial competente son condiciones sine
qua non porque no hay posibilidad de subsistir, crecer y desarrollarse salvo en
contadas excepciones, como en la naturaleza. En la red, el pez grande siempre se
come al chico, salvo que el pequeño se especialice en los nichos de mercado no
rentables para el grande.
8. Une para crecer. El lema es renovarse, interactuar o desaparecer.
9. Utiliza idiomas globales. Los idiomas marginales o minoritarios son islotes en
medio o al margen de los continentes audiovisuales de mayor a menor importancia
El chino, el inglés, el hindi-urdu, el español, portugués, ruso, árabe, japonés, francés
y alemán son los dominantes, el resto no son relevantes y no existien en la
comunicación 3.0. salvo por las traducciones automáticas de sistemas de software
automatizados y siempre rudimentarios y de baja calidad.
10. Nuevo paradigma. En los estados los legisladores y distintos lobbys o grupos de
influencia interesados en perpetuarse en el poder pueden tener, como la tienen, la
tentación de meter mano en la Comunicación 3.0 en red para controlar el mercado y
sus contenidos. Sin embargo, la comunicación 3.0. es abierta, libre y sin barreras de
entrada, no así el uso y los contenidos que allí se encuentran. Como la mala hierba
debe ser controlada y fumigada, a través de los canales de la democracia y el
mercado la sociedad pueda control para que las agendas mediáticas de las industrias
audiovisuales planetarias se preocupen no únicamente de maximizar la satisfacción
de sus accionistas sino de garantizar que la dieta audiovisual de las generaciones de
la comunicación 3.0 tengan los niveles de calidad, educación y salud que los
ciudadanos merecen. Como la buena ópera, la mejor.
Los usos y consumos de las industrias culturales están cambiando y los procesos de
control de los gatekeepers sobre las agendas mediáticas varían en función de los
equilibrios de poder que son ahora más significativos en la era digital. La diferencia con
la era analógica es que ahora ellos son más rápidos, más diligentes, más inmediatos y el
yugo si aprieta, no avisa, ni se le ve venir y simplemente sucede.
Por ello, las teorías de la agenda mediática deben ser actualizadas al nuevo contexto
y paradigma del todo digital. Los poderes seguirán teniendo interés en controlar y
decidir qué es relevante y que no lo es, pero ahora -al igual que Inditex- ese paradigma
de la moda universal escucha al cliente a la hora de decidir qué es lo que quiere
consumir, es decir, solo ofrece aquello que con casi total certeza sabe que gusta. De esta
manera, los constructores de la agenda en la comunicación 3.0, deciden qué ubicar en
ella en función de aquello que sus clientes les indican que quieren consumir a través de
la red. En definitiva, en la construcción de la agenda mediática de los medios de
comunicación del siglo XXI, los gestores de la cadena de valor nadan en medio de un
mar de cinco estrellas, donde los stakeholders pueden afectar o ser afectados por la
actividades de una empresa o institución, ya sea pública o privada.
Félix Ortega Mohedano
74
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Gráfica No. 7
Fuerzas que influyen en la construcción
de la agenda de medios en la comunicación 3.0
Fuente: Elaboración propia.
Obsérvese que la agenda de medios de la comunicación 3.0 navega cual núcleo
dentro de su célula primigenia, en posición casi central pero ligeramente escorada hacia
sus clientes, propietarios y gerentes. Hacia la línea editorial de la empresa, la membrana
plasmática o superficie celular que debe servir de protección (en marrón clarito) para
que la fijación de la agenda de medios se vea influenciada lo justo por los distintos
agentes internos o externos de la empresa. Todo esto tiene lugar dentro de un mercado
(en azul clarito) que puede ser más o menos democrático, más o menos monopólico
(China), oligopólico (España) o en Competencia (la red globalizada 3.0 hasta la fecha,
donde no hay barreras de entrada ni de salida)
El camino hacia la libertad del ser humano en la modernidad también pasa por la
necesidad de liberarse de la vieja agenda mediática, o mejor dicho, de construirla él
mismo. Es él quien debe decidir indirectamente qué es noticia y qué no. Hoy ya no
pasan desapercibidos otros temas importantes y también incómodos, sistemáticamente
obviados o banalizados por la vieja agenda mediática de los medios tradicionales. La
revolución de lo digital, los emails, las redes sociales, los repositorios de videos como
Youtube y las televisiones bajo demanda revolucionan el cómo consumen medios los
jóvenes y el futuro de la agenda mediática es como siempre han sido de los jóvenes. La
sociedad y los clientes aparecen como parte interesada externa activa y clave en la
construcción de la nueva agenda mediática de la comunicación 3.0. Al fin y al cabo son
los ciudadanos los responsables de la construcción de medios más incluyentes que
informen con perspectivas sociales más acordes a sus intereses. #
Félix Ortega Mohedano
75
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Referencias
McCombs, M. Influencia de las noticias sobre nuestras imágenes del mundo, en Bryant,
J. & Zillmann, D. (1996). Los efectos de los medios de comunicación. Investigaciones y
teorías. Barcelona: Editorial Paidós. Páginas 13-34.
----------------- & Evatt, D. Los temas y los aspectos: explorando una nueva dimensión
de la agenda-setting, en Comunicación y Sociedad No. 195 Vol. VIII. 1995. Páginas 732.
------------------. (1994 b). The Future Agenda for Agenda-setting Research, in Journal of
Mass Communication Studies Num. 45. Pages 171-181.
------------------. (1994 a). Influencing the Pictures in our Heads: Two Dimensions of
Agenda-setting, in Journal of Mass Communication Studies Num. 45.
------------------ & Shaw, D. The Evolution of Agenda-Setting Research: Twenty-Five
Years in the Market-place of Ideas, in Journalism Quarterly Num. 73 Vol. 2. 1993.
Pages 58-67.
-----------------. Explorers and Surveyors: Expanding Strategies for Agenda-setting
Research in Journalism Quarterly Num. 69. 1992. Pages 813-825.
------------------. La comunicación de masas en las campañas políticas: información,
gratificación y persuasión, en Moragas, M. de (Eds.). (1985). Sociología de la
Comunicación de Masas. Estructura, funciones y efectos. Barcelona: Gustavo Gili
McQuail, D. (1985). Introducción a las teorías de la comunicación de masas.
Barcelona: Editorial Paidós.
Rodríguez Díaz, R. (2004). Teoría de la agenda setting, aplicación a la enseñanza
universitaria.
Observatorio
Europeo
de
tendencias
Sociales.
http://www.obets.ua.es/obets/libros/AgendaSetting.pdf
Félix Ortega Mohedano
76
Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0
Semblanza curricular
Félix Ortega Mohedano es doctor en Ciencias de la Información. Actualmente es
profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Salamanca y desde
2009 funge como Secretario General del Instituto Universitario de Investigación en
Ciencias de la Educación en esa institución. Su principal línea de investigación es el
estudio de las políticas públicas y las industrias culturales a partir de la economía
política de la comunicación. Ha sido docente y conferencista en universidades del Reino
Unido, Alemania, Estados Unidos, República Dominicana y Chile. Es miembro de
asociaciones internacionales y nacionales en comunicación e industrias culturales, como
ECREA, DIRCOM, ICA, AE-IC y ULEPICC. [email protected]
Félix Ortega Mohedano
77
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2 Segunda parte. Violencia y crimen organizado en las agendas mediáticas
117 Esta página está en blanco
2 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
Capítulo No. 4
Agendas y percepciones
sobre el narcotráfico en México
José Antonio Meyer Rodríguez, Graciela Medina Ortíz
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla
y Mónica Ávalos Castañeda
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo
Introducción
De acuerdo a Sánchez (2003:34), “el narcotráfico es la actividad de producir, distribuir y
comercializar drogas ilícitas (marihuana, cocaína y opiáceos) y todo tipo de sustancias
tóxicas derivadas”. Por sus características, constituye una actividad económica de doble
dimensión que tiene, por un lado, un sustento de ilegalidad que lo asocia directamente con
delitos como el secuestro, el tráfico de personas, el contrabando de armas y otros ilícitos.
Por otro, mantiene una apariencia de legitimidad mediante el lavado de dinero en el sistema
financiero que le genera grandes dividendos económicos y son reinvertidos en propiedades,
bienes de consumo y capital. El poder económico generado conlleva la constitución de
redes de amplia influencia que se favorece con la corrupción policíaca, la complacencia o
protección de autoridades locales, regionales y nacionales e, incluso, con la intimidación de
jueces y funcionarios públicos de diversa jerarquía. Esto significa, como lo establece Cajas
(2008:32), que “un país con alta actividad de delincuencia vinculada al narcotráfico es
sujeto de un gran debilitamiento en materia de seguridad pública, de degradación paulatina
del sistema político en su conjunto, de infiltración de las instituciones públicas y privadas y
la cooptación, indefensión y amenaza constante de sus ciudadanos”.
El contrabando de narcóticos no es un fenómeno nuevo, ni mucho menos excluyente
de países, regiones o culturas. Por el contrario, como lo señala Astorga (1996), está
vinculado históricamente a los flujos de contrabando de nivel mundial, los cuales además
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
81
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
de provocar conflictos bélicos importantes generan una mutua dependencia entre naciones
consumidoras y productoras como consecuencia directa de los intereses económicos
multinacionales y los ineficientes sistemas de regulación, vigilancia y control a nivel local y
nacional. En el presente, con el desarrollo de los transportes y las telecomunicaciones la
dinámica del narcotráfico se ha multiplicado a gran escala y convertido en una actividad
por demás diversa y compleja que auspicia la creación de la infraestructura necesaria para
el tránsito eficiente de droga desde los sitios de producción hasta los de consumo. De igual
forma, han facilitado la constitución de organizaciones en red, altamente eficientes,
flexibles y en renovación constante cuya actividad otorga enormes ganancias clandestinas a
sus promotores y muy variadas gamas de poder e influencia a los participantes. Ello se
determina, según Pineda y Herrera (2007:31),
“[…] por el crecimiento constante de la demanda y la diversificación en el
consumo de drogas en los países más industrializados, convirtiendo al
narcotráfico en uno de los negocios ilícitos más rentables de la actualidad.
No obstante, esta actividad de carácter global provoca graves daños
económicos y sociales a las naciones productoras y de tránsito, tanto por
el cultivo clandestino de sustancias y la explotación de comunidades
agrícolas como por la instalación de laboratorios encubiertos, la evasión
en el pago de impuestos, la corrupción policiaca y el ejército, así como el
ambiente de impunidad e inseguridad pública que genera”.
En las últimas décadas del siglo XX los cárteles colombianos fueron los mayores
productores de cocaína en América Latina, mientras los mexicanos se encargaban de su
transporte a través de distintos puntos terrestres, marítimos y aéreos en el norte del
continente. No obstante, a partir de la intervención coordinada de los gobiernos de
Colombia y Estados Unidos sobre las operaciones del narcotráfico y la guerrilla1 se dio una
modificación sustantiva en la configuración del proceso y los cárteles mexicanos
encontraron la oportunidad de extenderse para convertirse desde principios del presente
siglo en los principales productores de mariguana y pasta de cocaína en polvo en la región
latinoamericana. De esta manera, como lo ha documentado Díaz (2005:76), los grupos
delincuenciales antes dependientes se fortalecieron y diversificaron por todo el territorio
hasta convertir al país “en el mayor productor de droga en América Latina y, sobre todo, en
un consumidor en crecimiento a partir del expansivo narcomenudeo. Ello benefició
mayormente a los poderosos grupos delincuenciales de Estados Unidos, dada la cercanía,
interdependencia y posición estratégica de México, al tiempo que generó un incremento en
el contrabando de armas hacia el sur de su territorio”.
Vega (2007:3) ha destacado que hasta 2007 en México era permitida la importación
de efedrina. Sin embargo, al descubrirse que muchos narcotraficantes realizaban acuerdos
con algunos laboratorios para fabricar tabletas de anfetaminas y facilitar el ingreso de
efedrina y pseudo-efedrina al territorio estadounidense, las autoridades federales
reformaron diversas disposiciones de la Ley General de Salud, el Código Penal Federal y el
1
Presidencia de la República de Colombia (1999). Documento Oficial del Gobierno Colombiano sobre el
Plan Colombia. http://www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/planof.html. Consultado el 5 de abril de 2010.
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
82
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
Código Federal de Procedimientos Penales (2008) para prohibir la comercialización y
tráfico ilegal de medicamentos con principios activos o procesos derivados de la efedrina.
Cuadro No. 1
Fuente: Guerrero, E. Los hoyos negros de la estrategia contra el narco, en Revista Nexos No. 326. México,
agosto de 2010. Página 22.
No obstante estas restricciones, México es en el presente el principal operador de
los tránsitos de diversas sustancias -como la pasta de coca proveniente de Colombia o las
pastillas elaboradas en El Salvador-, debido a que la vigilancia en sus fronteras y puertos es
poco estricta y los agentes aduanales y de inmigración se coluden con los narcotraficantes.
De igual forma, como Estados Unidos es el lugar de destino principal de la producción
colombiana y mexicana, se auspicia también la internación ilegal de personas y transportes
a través de aduanas, puertos y aeropuertos a fin de asegurar el flujo diario de
estupefacientes hacia el territorio. En ese sentido, como refiere Santana (2004:23),. “esta
actividad se ha convertido en un verdadero dilema, no sólo para México como país
productor sino también para Estados Unidos como consumidor, ya que en el complejo
proceso participan redes y organizaciones de distinto origen y orientación que han
acumulado poder económico y cuentan con la capacidad necesaria para corromper
autoridades, seducir empresarios o presionar a ciudadanos”.
En los últimos años los tres órdenes de gobierno en México han sido rebasados por
el fenómeno, como resultado del surgimiento de nuevas células de delincuencia y la lucha
por mayores espacios de maniobra y supremacía que provocan un clima de inseguridad
pública sin precedentes en importantes ciudades fronterizas, zonas turísticas y otras puntos
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
83
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
del territorio nacional. Ello fue reportado ampliamente por los medios de comunicación
regional desde finales de 2005 -previo a las elecciones presidenciales de 2006-, cuando se
manifestó un incremento notable en la inseguridad pública derivada del narcotráfico, el
expansivo proceso de penetración de la delincuencia y los secuestros ante la complacencia
e incompetencia de autoridades (gobiernos locales, leyes, policías y jueces) y la escasa
denuncia de la sociedad. De este modo, pese a que su propuesta política durante la campaña
presidencial se centró en la generación de empleos, la recuperación económica y el combate
a la corrupción, la nueva administración de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) inició un
ataque directo contra la delincuencia organizada y el narcotráfico hasta convertir esa lucha
en la gran prioridad de su gobierno.2 No obstante, a más de cuatro años de una guerra
fallida (Aguilar y Castañeda, 2009) abiertamente sustentada en la participación de las
fuerzas armadas y una policía federal en reconstrucción, el saldo social según cifras del
CISEN (2010) es calculado “en más de 30 mil muertos, muchos de ellos víctimas inocentes
del fuego cruzado y el daño colateral. [Asimismo], el consumo de drogas es creciente y
entre 2002 y 2008 el porcentaje de la población entre 12 y 65 años de edad que pasó a
consumir cocaína se duplicó y en el 2010 casi el 6% de esa población es consumidor activo
de algún tipo de estupefaciente”.3 A esa cifra se agregan decenas de periodistas asesinados
y desaparecidos en distintos lugares del país, sin que hasta la fecha se detenga a los
causantes.4
Aspecto de significación en este ámbito, es que si bien el gobierno federal
estableció el tema del narcotráfico y el combate contra la delincuencia organizada en la
agenda pública, dicha política no ha contado en la práctica con la legitimidad necesaria
-tanto en el congreso como en los gobiernos locales y municipales- que le permita
instrumentar una estrategia integral del Estado mexicano en su conjunto. Del mismo modo,
ni el gobierno federal ha contado con una estrategia eficiente de comunicación que informe
adecuada y suficientemente a la población sobre las acciones emprendidas, ni los medios
con su excesiva difusión han contribuido a la comprensión, análisis y construcción de
consensos a nivel nacional sobre un asunto que se mueve entre la seguridad pública y la
seguridad nacional. Por ello, aunque las autoridades federales han realizado decomisos
importantes de droga, detenido a líderes importantes y agilizado los procesos de extradición
de delincuentes hacia Estados Unidos, es cada vez más extendida la percepción ciudadana
en redes sociales, encuestas y manifestaciones públicas que el gobierno federal enfrenta
descoordinadamente esta lucha, que su estrategia de inteligencia no funciona cabalmente y
2
Presidencia de la República. El Presidente Calderón en el anuncio de la estrategia integral para la
prevención del delito y combate a la delincuencia. Miércoles, 7 de marzo de 2007. Discurso completo en:
http://www.presidencia.gob.mx/prensa/?contenido=29337
3
Periódico La Jornada. Suman 28 mil muertos por lucha anticrimen: Cisen. Martes, 03 de Agosto de 2010.
Consultado en: http://www.estudiod3.com/alianza/index.php/home/4467-suman-28-mil-muertos-por-luchaanticrimen-cisen
4 Periodistas sin fronteras. La escalada de la seguridad pública y la pesadez burocrática en medio del
calvario de la prensa mexicana. México, 28 de septiembre de 2009. s.rsf.org/mexico-la-escalada-de-laseguridad-28-09-2009,34604.html José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
84
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
que sus acciones son reactivas frente a un enemigo disperso difícil de identificar en su
operación cotidiana.
Este desencanto social ha condicionado la percepción pública, generado mayores
niveles de desconfianza en las policías y autoridades de procuración e impartición justicia
en las zonas de mayor presencia delincuencial, al tiempo que ha provocado incertidumbre
sobre el rumbo futuro del país. El dinamismo del proceso y la difusión constante de
información por porte de los medios, mayormente enfocada en el análisis de los hechos
coyunturales, las consecuencias y procedimientos de la lucha y la escalada generalizada de
violencia en poblaciones de Michoacán, Nayarit, Guerrero, Chihuahua, Baja California,
Durango, Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas, Aguascalientes, Hidalgo, Veracruz y Tabasco,
resultan reiterativas y hasta integrales de una agenda mediática cotidiana. El gobierno
federal ha sido cuestionado al evidenciarse violaciones de miembros del ejército a los
derechos humanos de la sociedad civil, la ilegalidad de algunas detenciones, la muerte de
personas inocentes y, muy especialmente, por la muerte de políticos y secuestros de
periodistas y empresarios de parte del crimen organizado con el propósito de alcanzar una
mayor presencia mediática. En consecuencia, la figura presidencial se ha desgastado -al
declarar esta lucha como la primera prioridad de su mandato-, incrementado la ya de por sí
estrecha confianza social en las instituciones de seguridad pública pero, sobre todo,
afectado la imagen del ejército mexicano quien gozaba hasta hace poco del mayor
reconocimiento en la estructura del Estado.
Por lo anterior, esta investigación analiza la relación entre los enfoques informativos de
tres diarios de cobertura nacional (Reforma, El Universal y La Jornada) y la revista
Proceso sobre la agenda del narcotráfico y la lucha contra la delincuencia organizada, el
debate público, las percepciones ciudadanas y los procesos de construcción de opinión
pública en el país. El estudio se fundamenta primariamente en las perspectivas teóricas de
agenda setting y news framing, las cuales aportan sustentos importantes de comprensión de
estos fenómenos sociales mediatizados y donde los contenidos periodísticos de la agenda
pública contribuyen al debate público e inciden, en buena medida, en las percepciones
ciudadanas. En el nivel primario de la teoría de establecimiento de agendas (agenda
setting), McCombs y Shaw (1972) identificaron que existe una predisposición de los
públicos para incluir o excluir de sus propios conocimientos lo que los medios de
información incluyen o excluyen de su propio contenido. En el segundo nivel, conocido por
las características cognoscitivas y afectivas de los problemas, McCombs (2004) destacó
mayormente los aspectos sobre los que se reconstruyen perceptualmente las informaciones,
como la selección y jerarquización de los hechos, el tratamiento y los atributos
periodísticos. De esta manera, las unidades de análisis utilizadas fueron un hecho o cuestión
pública (issues) y los atributos, enmarcamientos y características que la constituyen
(frames).
Pese a ello, la teoría de los encuadres noticiosos (news framing) ha superado y renovado
las conceptualizaciones y aportado mayores elementos para la comprensión de estos
procesos. Entman (2004:22) la ha definido como “los marcos en los cuales se basa un
periodista para la organización de la noticia. Es la visión determinada de un hecho, con una
selección de elementos que se destacan o enfatizan y un encuadramiento específico a lo
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
85
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
largo de todo el texto. [Por ello], cuando el periodista enmarca los hechos, selecciona
algunos aspectos de una realidad percibida y los hace sobresalir en el texto que construye
para enfatizar una definición particular de ese hecho o problema, realiza una interpretación
causal, una evaluación moral y plantea una posible solución”. La diferencia entre ambas
perspectivas teóricas se encuentra precisamente en la naturaleza de la agenda de atributos.
Así, mientras que la primera se centra en definir el tema central del mensaje la segunda
busca analizar los enmarcamientos que pueden aparecer en todas las oraciones y párrafos
de la información. El encuadre del texto hacia un determinado enfoque se hace de manera
sutil, se evidencia a lo largo de todo el relato y destaca los diferentes atributos que el
periodista enfatiza en cada uno de los párrafos de su texto.
Para D´Angelo (2010:43) los enfoques noticiosos influyen sobre la opinión pública de
distintas maneras, como la creación de prejuicios en la sociedad, donde al destacarse ciertos
atributos de los hechos y personas se predispone hacia una percepción positiva o negativa.
En ese sentido, “cuando a un grupo social solo se le destacan aspectos negativos se provoca
rechazo, miedo y disgusto. Cuando sólo se enfatiza lo positivo, puede crearse una sobre
valoración que no corresponde necesariamente a la realidad”. Otra manifestación también
presente son las manipulaciones implícitas, mediante acciones no responsables del
quehacer periodístico o el apego estricto a lo que una fuente dice y desea. En esta forma, su
labor solo destaca ciertos atributos del hecho que solamente convienen a una determinada
visión o interés. Sábada (2008) ha demostrado, por su parte, que los gobiernos y partidos
políticos son altamente susceptibles a la agenda de los medios de comunicación y tienden a
guiarse por los temas que ellos publican o difunden. Por ello, Watson (2009:107) ha
expresado “la necesidad de estudiar quién orienta el ejercicio de los medios y qué se hace
para privilegiar más unos asuntos sobre otros”.
En ese ámbito, son de considerar las influencias institucionales que gobiernos y partidos
políticos ejercen sobre los diferentes medios de comunicación. Con base en los hallazgos de
sus investigaciones, el autor señala que: “la agenda [de los medios] depende de un elevado
número de factores: los periodistas, sus actitudes profesionales, los códigos de ética y
objetividad, las agencias de noticias, la competitividad entre las empresas periodísticas, así
como el entramado institucional, el sistema de partidos, las diferentes presiones que ambos
realizan a los directores de los medios y el propio quehacer de sus oficinas de prensa. En
ese sentido, la función de los medios de comunicación como establecedores de agendas está
condicionada por las prioridades y puntos de vista de los proveedores informativos, como
las instituciones, los partidos políticos y los diferentes intereses del entorno político y
económico. Por tanto, los periodistas tienen una suerte de supeditación sobre lo que hacen o
dicen los actores políticos, sus voceros y equipos de trabajo y lo que las fuentes internas de
la política les suministran”.
Al analizar los factores periodísticos que intervienen en el proceso de construcción de la
noticia, Craft y Wanta (2005) han clasificado en cuatro grandes ámbitos los niveles de
mediación:
•
•
Las características individuales de los periodistas
Las rutinas profesionales y las cuestiones organizacionales
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
86
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
•
•
Los elementos externos al medio y otros medios de comunicación
La publicidad, patrocinios y compromisos comerciales, los intereses institucionales, los
gobiernos, partidos políticos y la audiencia del medio.
De acuerdo a ello, el proceso de elaboración de la información implica mucho más que
una función de selección o tratamiento –definida en los estudios iniciales- ya que el
mensaje político generado desde las instituciones o los partidos políticos sufre una severa
transformación al ser jerarquizado y manipulado por los medios de comunicación y los
propios periodistas. De hecho, de una misma realidad política se obtienen relatos diferentes
según el medio o periodista que la aborden. Es lo que Davis (1992:41) definió como el
efecto prisma, en el cual “se reconoce que los medios de comunicación no reflejan la
realidad tal cual es, sino que actúan como un calidoscopio que recibe luz de las
informaciones de toda procedencia para refractarlos, constreñirlos y expandirlos”. Bajo tal
dimensión, puede establecerse que los medios de comunicación encuadran, enfocan y
transforman la realidad sobre la que informan. Ello, si bien condiciona las percepciones de
los públicos, su nivel de condicionamiento es gradual y diverso en razón de sus propias
características y órganos de mediación.
Metodología de la investigación
Este trabajo reconoce la capacidad de los periódicos y revistas referentes de México para
establecer y configurar la agenda pública (decidir en qué pensar), definir algunos encuadres
noticiosos (proponer en cómo pensar sobre los hechos) e incidir en la percepción social de
esos hechos. Sin embargo, asume también que los procesos de recepción de los públicos
cambian rápidamente y dependen hoy de diversos elementos, como el nivel de selectividad,
las diferencias culturales o el contexto territorial en que viven. Ellos, como dice Grossi
(2007)., se determinan por variados mecanismos de mediación que al ser apropiados y
asimilados se expresan en formas explícitas de opinión pública. En ese sentido, la presente
investigación se fundamenta en los siguientes supuestos:
•
La estrategia de comunicación del gobierno federal sobre el combate a la delincuencia
organizada y el narcotráfico ha sido ineficiente y limitada, no contribuye a generar un
clima de certidumbre social sobre la seguridad pública, ni mejora la confianza sobre las
instituciones de justicia en el país.
•
Los encuadres informativos de las publicaciones referentes sobre la política de
narcotráfico y combate de la delincuencia organizada del gobierno federal son
mayoritariamente negativos y poco contextualizados, provocan incertidumbre y
desfavorecen la comprensión social y política del fenómeno.
•
Las percepciones ciudadanas sobre la política de narcotráfico y combate de la
delincuencia organizada del gobierno federal son disímbolas, politizadas y
fragmentadas, sustentadas en diversas informaciones provenientes de fuentes
mediáticas, experiencias diversas y rumores.
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
87
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
Para el caso, se ponderaron como sustantivas las siguientes variables de investigación:
•
Información del gobierno federal sobre la política pública, las actividades y
consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia organizada.
(Agenda política)
•
Encuadres noticiosos de los periódicos referentes sobre la política pública las
actividades y consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia
organizada. (Agenda del medio)
•
Percepciones de diferentes públicos del ámbito nacional sobre la política pública, las
actividades y consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia
organizada. (Agenda del público)
Los instrumentos de análisis utilizados fueron los siguientes:
•
Análisis de contenido (temas y atributos) del material publicado por los periódicos
Reforma, El Universal y La Jornada y la revista Proceso durante el segundo semestre
de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010 sobre la política pública, las actividades y
consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia organizada.
•
Análisis de los enfoques noticiosos de los periódicos y revista referente durante el
segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010 sobre la política
pública, las actividades y consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la
delincuencia organizada, a partir de las siguientes categorías:
- Cantidad y suficiencia de la información
- Contraste de fuentes primarias y secundarias
- Diversidad de personajes intervinientes
- Interpretaciones y adjetivaciones del periodista
- Enfoque sustantivo de la información
•
Análisis de las percepciones ciudadanas sobre la política pública, las actividades y
consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia organizada, a
partir de los resultados públicos de distintas encuestadoras nacionales durante 2009 y
2010.
Resultados de la investigación
Análisis de contenido sobre narcotráfico y delincuencia organizada
Desde el inicio de la administración del Presidente Felipe Calderón, las publicaciones
referentes han dado cuenta detallada de la lucha del gobierno federal contra los cárteles de
la droga y la delincuencia organizada en distintos sitios del territorio. Tanto en sus portadas
como en páginas interiores las noticias, reportajes especiales, entrevistas y opiniones han
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
88
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
destacado los eventos como de alta importancia, supeditando la agenda pública y la
orientación del debate político. Del análisis de contenido realizado sobre los temas y
atributos durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010 (45
semanas), lograron identificarse 406 unidades de análisis organizadas –a partir de su
valoración- en los siguientes 15 temas sustantivos:
Tabla No. 1
Temas sobre narcotráfico y delincuencia organizada
mayormente destacados por la prensa referente
No.
Categoría
No. de
unidades
Porcentaje
Positivas
Negativas
Neutras
1
Eventos delincuenciales y/o
ejecuciones públicas
81
19.9 %
27
52
02
2
Vínculos del narcotráfico con
agentes políticos o policiacos
68
16.7 %
03
49
16
3
Movilizaciones militares hacia
las entidades federativas
55
13.5 %
10
38
07
4
Información sobre los líderes de
cárteles del narcotráfico
46
11.3 %
05
37
04
5
Detenciones de narcotraficantes
y miembros de la delincuencia
33
8.1 %
10
XX
23
28
6.9 %
02
25
01
6
Atentados contra la sociedad
civil por enfrentamientos entre
autoridades y delincuentes
7
Detención de policías, alcaldes y
otros funcionarios
17
4.2 %
10
06
01
8
Reuniones del consejo nacional
de seguridad y la CONAGO
14
3.4 %
02
07
05
9
Declaraciones de funcionarios
del gobierno federal
13
3.2 %
03
02
08
11
2.8 %
07
02
02
Extradición de delincuentes
hacia Estados Unidos
10
2.4 %
08
01
01
Cuestionamientos sobre la
violación de derechos humanos
por parte del ejército
9
2.3 %
03
05
01
10
11
12
Posturas de gobiernos
extranjeros frente al
narcotráfico en México
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
89
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
14
Homenajes a militares y policías
caídos en la lucha
Percepciones de actores sociales
sobre el narcotráfico
15
Confiscaciones de droga, armas
y dinero
13
Total
8
2.0 %
03
02
03
7
1.8 %
02
05
XX
6
1.5 %
04
XX
02
406
100 %
92
231
83
22.6 %
56.9 %
20.5 %
Fuente: Análisis de contenido de los periódicos Reforma, El Universal, La Jornada y la revista Proceso
durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010.
Estos temas, en los cuales se evidenció mayormente un enfoque negativo, se
sintetizaron y analizaron sus características y enfoques con los siguientes resultados:
Tabla No. 2
Atributos sobre narcotráfico y delincuencia organizada
mayormente destacados por la prensa referente
1.
Eventos delincuenciales y/o ejecuciones públicas.- De manera regular se identificaron acontecimientos
violentos en las ciudades de Nuevo Laredo, Reynosa y Ciudad Victoria (Tamaulipas), la zona conurbada
de Monterrey (Nuevo León), la zona urbana de La Laguna (Durango y Coahuila), Mazatlán y Culiacán
(Sinaloa), la zona urbana de Nayarit (Nayarit) y Tijuana, Ensenada y Mexicali (Baja California).
Consignaron casos extremos en Ciudad Juárez y Cuauhtémoc (Chihuahua), Acapulco (Guerrero) y la
costa grande de Michoacán que acapararon la atención pública en distintas ocasiones del periodo.
También se manifestaron eventos en otros sitios del país con menor nivel de intervención criminal, como
Guanajuato, Cuernavaca, Aguascalientes, Veracruz, Villahermosa, Pachuca, Puebla y Cancún. Ello
evidenció la presencia encubierta de la delincuencia organizada en lugares no afectados por la violencia
generalizada, manteniendo un bajo perfil y una identidad simulada. En la mayoría de los eventos se
destacó la acción tardía de las autoridades locales y regionales, quienes generalmente no reportaron
detenciones o seguimiento en las averiguaciones.
2.
Movilizaciones militares hacia las entidades federativas.- Durante el periodo se consignaron diversas
movilizaciones militares y de la policía federal hacia los estados de Baja California, Sinaloa, Chihuahua,
Durango, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán y Guerrero, con algunos resultados positivos
de tipo temporal. No se reportó continuidad en las acciones, ni que la presencia militar haya logrado
reducir el clima de inseguridad en esas entidades. Peor aún, se mantuvo una presencia delincuencial
manifiesta con constantes enfrentamientos entre bandas y contra autoridades.
3.
Información sobre los líderes de cárteles del narcotráfico.- En el periodo fue amplia la difusión sobre
las organizaciones, sus principales territorios y líderes en jerarquía. También se identificaron grupos
vinculados a los cárteles y sus constantes enfrentamientos. En algunos casos se debatió el interés de los
grupos delincuenciales por promoverse y justificarse ante la sociedad, así como la necesidad de que los
medios y periodistas suscriban códigos de ética para evitar ser usados o cooptados por la delincuencia
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
90
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
organizada. Aspecto por demás significativo lo constituyó la crítica sobre el eventual encubrimiento de
autoridades judiciales y fuerzas policíacas a Joaquín Guzmán Loera (alias El Chapo), líder del cartel de
Sinaloa, quien se fugó de la cárcel en 2001 y no ha sido nuevamente aprendido. No obstante, en varias
ocasiones fue mencionado en las páginas de la revista Forbes (2008 y 2009) por considerarse uno de los
“hombres más ricos del mundo”. Otro caso fue la entrevista del periodista Julio Scherer al narcotraficante
Ismael “El Mayo” Zambada, quien negó que su captura pueda resolver el problema “ya que matan a unos
y surgen otros”. La difusión de las detenciones siempre fue reforzada por spots de radio y televisión
patrocinados por el gobierno federal.
4.
Detenciones de miembros del narcotráfico y la delincuencia organizada.- En el periodo se reportaron
golpes en contra de algún cártel en particular sin que se demostrara un avance definitivo en la lucha. Los
procesos judiciales en contra de los detenidos y la extradición de algunos a Estados Unidos, si recibieron
una amplia difusión inicial pero escaso seguimiento posterior.
5.
Atentados contra la sociedad civil por enfrentamientos entre autoridades y delincuentes.- Durante el
periodo se difundieron confrontaciones entre grupos de sicarios y el ejército o la policía y la agresión o
muerte de personas víctimas del fuego cruzado. Tal es el caso de 3 estudiantes del Tecnológico de
Monterrey, diversos niños, familias y transeúntes que fueron acorralados durante los enfrentamientos.
6.
Detención de policía, alcaldes y otros funcionarios.- En el periodo fueron continuas las detenciones de
policías estatales y municipales, así como averiguaciones sobre su presunta responsabilidad en el
encubrimiento de grupos de la delincuencia organizada. En ese contexto, se reportó la detención de
algunos agentes federales, policías ministeriales y ex miembros del ejército que actuaban al servicio de
los cárteles desde las instituciones. De manera especial, se destacó la detención y consignación de
funcionarios de la Procuraduría General de la República que encubrían las operaciones del crimen
organizado y garantizaban la impunidad de importantes grupos en el país. Igualmente, fue profusa la
información sobre el arraigo de autoridades de procuración de justicia y presidentes municipales del
Estado de Michoacán como probables encubridores de grupos delincuenciales, sin que se haya podido
probar su responsabilidad. Otro caso de amplia difusión fue el del diputado electo del PRD por el 1er.
Distrito del Estado de Michoacán, Julio César Godoy Toscano, medio hermano del Gobernador de
Michoacán, quien fue impedido de tomar protesta al ser denunciado por actividades ilícitas y vínculos
con el narcotráfico.
7.
Reuniones del Consejo Nacional de Seguridad Pública y la Comisión Nacional de Gobernadores
(CONAGO).- En ellas las autoridades de los tres órdenes de gobierno manifestaron frente a
representantes del sector empresarial y la sociedad civil compromisos para extender la coordinación de
las fuerzas policíacas, el intercambio de información, labores de inteligencia y reducción de los índices
de criminalidad e inseguridad pública en los distintos territorios. Ante el cuestionamiento público y de
grupos sociales organizados por la coyuntura, los gobiernos reconocieron omisiones, errores y falta de
eficacia en el cumplimiento de metas y la necesaria presencia militar en distintas entidades federativas
del país. Sin embargo, no hubo seguimiento ni resultados concretos.
8.
Posturas de gobiernos extranjeros frente a la lucha de México contra el narcotráfico.- En dos
ocasiones se realizaron reuniones de los consejos de seguridad nacional de México y Estados Unidos con
la presencia de secretarios de estado y directores de agencias federales. En 2009 la Secretaria de Estado
de Estados Unidos, Hillary Clinton, para suavizar las declaraciones de políticos y militares
estadounidenses que calificaron a México como un "Estado fallido", llamó valiente al Presidente Felipe
Calderón y admitió la responsabilidad de su país en el tráfico de armas hacia la frontera sur. Sin
embargo, en 2010 los políticos estadounidenses manifestaron nuevamente su preocupación por la
intensidad de la violencia y el narcotráfico en la frontera sur de su territorio, al considerarla un auténtico
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
91
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
atentado contra su seguridad nacional. En ese sentido, el Presidente Barack Obama se declaró indignado
por el asesinato de una joven pareja en Ciudad Juárez, la Secretaria de Seguridad Interna, Janet
Napolitano, cuestionó la presencia del Ejército en las calles de México, y el ex zar antidrogas, Barry
McCaffrey, declaró que "Ciudad Juárez es ya inmensamente más peligrosa que Bagdad o Kabul". El
gobierno de México, por su parte, asumió una postura de indefensión y abandono ante un problema
multinacional y demandó una política constante de colaboración para no sucumbir en esta lucha.
9.
Cuestionamientos sobre la violación de derechos humanos por parte del ejército.- Difusión de reportes
de violación a los derechos humanos de los ciudadanos, acciones de excesivo uso de la fuerza y nula
protección de la sociedad civil en caso de balaceras y enfrentamientos con los delincuentes. Destacó el
caso de una anciana que presuntamente fue agredida y violada por miembros del ejército. Sus familiares
acusaron con el apoyo de la Procuraduría del Estado de Veracruz, pero una resolución de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos finiquitó el caso.
10. Homenajes a militares y policías caídos en la lucha.- Durante el periodo fueron constantes los
homenajes a militares muertos, permanentes los reconocimientos a altos mandos y promociones de grado
para incentivar los esfuerzos de las integrantes de las fuerzas armadas. A ese respecto, fueron regulares
las manifestaciones del Presidente de la República e integrantes del gobierno federal sobre la lealtad de
este sector, loa avances en los resultados obtenidos y la conveniencia de continuar la participación de la
milicia en la guerra contra el narcotráfico.
11. Confiscación de dinero, plantíos de mariguana y laboratorios clandestinos, así como depósitos de
efedrina y otras sustancias tóxicas en distintos lugares del país. Entre ellos se destacó el caso de Chen
Li-Ye Gon, un ciudadano chino-mexicano que operaba una fábrica de medicamentos encubierta y poseía
una cuantiosa cantidad de dólares en efectivo en su domicilio. Ante un operativo de la policía federal
huyó hacia Estados Unidos donde fue detenido y es actualmente sometido a un juicio de extradición.
Asimismo, la reforma a la Ley de Salud que consideró como ilegal la importación de efedrina hacia
México y su uso por parte de la industria farmacéutica en la producción o comercialización de
medicamentos, fue también ampliamente documentada.
Fuente: Análisis de contenido de los periódicos Reforma, El Universal, La Jornada y la revista Proceso
durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010.
Análisis de los enfoques noticiosos en las unidades informativas
En casi todos los eventos sobre el tema, la cobertura de las publicaciones referentes fue más
o menos similar, con obvias diferencias en la ponderación, selección y jerarquía. La revista
Proceso fue siempre la más incisiva en sus reportajes y entrevistas, seguida de los
periódicos La Jornada, El Universal y Reforma. En conjunto aportaron distintos elementos
para el debate público y mantuvieron siempre delante de otras publicaciones. En algunas
ocasiones se identificó el interés del gobierno federal porque se informara con amplitud
sobre los logros alcanzados en materia de seguridad pública. Sin embargo, esos propósitos
se diluían rápidamente y los periódicos retomaban gradualmente el control de las coberturas
para imponer sus propios enfoques e interpretaciones de un fenómeno cada vez más
extenso y complejo. Cuando esto sucedió, los periódicos solo se limitaron a legitimar
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
92
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
-desde la óptica de los funcionarios o los discursos del Presidente- la importancia de la
lucha, justificar las decisiones del gobierno y dar validez a sus acciones. Ellos buscaron
difundir como unidades informativas independientes los discursos oficiales y fotografías,
pero también existencia de acciones militares encubiertas y violaciones a los derechos
humanos de la población.
Tabla No. 3
Enfoques noticiosos en las unidades de análisis
Tema
Enfoque periodístico
Debate público
Acontecimientos
delincuenciales
Existen constantes
acontecimientos delincuenciales
en distintos lugares del país que
afectan cada vez más a la
sociedad civil. Hasta el momento
no hay una acción efectiva de
parte de las autoridades
municipales y estatales.
El gobierno federal está solo en
esta lucha desigual.
Excesiva violencia por parte de la
delincuencia organizada, con
armas de alto poder, vehículos
equipados y modernos sistemas
de comunicación.
La inseguridad pública es
creciente y se extiende cada vez
más por todo el territorio.
Cuestionable complacencia de la
autoridad local, alta ineficiencia
de las procuradurías estatales y
jueces medrosos al aplicar la ley.
El crimen organizado ha
penetrado las instituciones y
existe una corrupción
generalizada en policías,
autoridades estatales y jueces.
El secuestro del ex senador del
PAN Diego Fernández de
Cevallos es toda una incógnita
Movilizaciones militares
y policíacas
Extensivas movilizaciones del
ejército y la policía federal en las
zonas con mayor presencia
delincuencial, lo que incrementa
la incertidumbre social en esas
zonas.
El gobierno federal se ha
equivocado al involucrar
excesivamente al ejército en la
lucha contra el narcotráfico.
La delincuencia se atrinchera ante
la presencia del ejército pero no
abandona la plaza, continúan los
enfrentamientos entre bandas y en
diversas ocasiones hay
enfrentamiento con las fuerzas
armadas.
La presencia del ejército no ha
reducido la incertidumbre en las
zonas de mayor delincuencia.
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
93
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
Detenciones de líderes
de los cárteles
El ejército utiliza métodos extra
legales y viola los derechos
humanos de la ciudadanía.
El ejército se extralimita en sus
atribuciones, ante la complacencia
de las autoridades federales.
El gobierno federal ha mejorado
sus sistemas de inteligencias y ha
logrado la captura de líderes
importantes en los distintos
cárteles
La sociedad reconoce el alcance
de las detenciones de algunos
capos y lugartenientes, pero
desconfía del proceso judicial y la
seguridad de las cárceles
mexicanas
Algunas denuncias ciudadanas
han permitido localizar a grandes
lugartenientes que actuaban en la
impunidad y al amparo de las
autoridades locales
Homenajes a militares
y policías muertos
Detenciones de policías y
funcionarios
Los cárteles no han sido afectados
por las detenciones, debido a su
estructura flexible y de constante
renovación de mandos
Manifiesta una mayor
colaboración entre las autoridades
federales y locales en la lucha
contra el narcotráfico
La lucha del gobierno federal es
todavía insuficiente y necesita
mayor nivel de inteligencia
El gobierno federal reconoce el
compromiso de las fuerzas
armadas en esta lucha.
El gobierno federal ha otorgado
muchas concesiones al ejército,
pero existen resultados concretos
de esa intervención.
El ejército es leal a las
instituciones
El ejército necesita someterse al
sistema de justicia civil ante actos
de exceso y de violación de los
derechos humanos
El ejército cuida de los
ciudadanos y enfrenta al crimen
organizado
Debe ponerse un límite a la
participación del ejército en la
lucha contra el narcotráfico y la
delincuencia organizada.
El narcotráfico ha penetrado las
instituciones y tiene cooptados a
policías y jefes de las principales
municipios fronterizos.
La renuncia del Procurador
General de la República, Eduardo
Medina Mora, no fue
suficientemente explicada
El gobierno federal arraigó a
autoridades judiciales y
presidentes municipales de
Michoacán por posible
encubrimiento de narcodelincuentes
El arraigo a los presidentes
municipales de Michoacán
demostró la incompetencia de las
autoridades de la PGR
Funcionarios de la Procuraduría
General de la República y la AFI
se encontraron cómplices de los
cárteles de la droga
Existen evidencias de que el
Secretario de Seguridad Pública
posee recursos de procedencia
ilegítima.
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
94
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
Confiscaciones de dinero
y droga
Reuniones del Consejo
de Seguridad Pública
Reuniones del Consejo
de Seguridad México-Estados
Unidos
El gobierno federal ha realizado
muchas confiscaciones de dinero,
drogas y armas prohibidas, como
nunca antes en la historia.
El caso de Chen-Li Yigon no está
resuelto y las autoridades
estadounidenses han retrasado su
extradición.
El gobierno federal busca romper
los ciclos financieros y de lavado
de dinero.
Aún no existen evidencias claras
de las distintas acciones.
La sociedad manifiesta su
molestia por la incompetencia y
corrupción de las autoridades y
demanda acciones firmes y
eficientes.
El gobierno federal enfrenta la
lucha solo y con poca inteligencia.
Los gobiernos estatales expresan
su disposición para colaborar,
pero en la práctica no dan
evidencias de ese compromiso.
El ejército no es la solución para
resolver el grave problema del
narcotráfico
Estados Unidos ofrece apoyo al
gobierno de México, pero
condena que sus acciones no han
logrado reducir el ambiente de
inseguridad en la frontera norte.
El gobierno federal ha asumido
una postura de indefensión y
abandono ante un problema
multinacional.
Fuente: Análisis de contenido de los periódicos Reforma, El Universal, La Jornada y la revista Proceso
durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010.
Análisis de percepciones ciudadanas sobre narcotráfico y delincuencia organizada
En las evaluaciones realizadas por la encuestadora Consulta Mitofsky (2010) sobre los siete
semestres de gobierno del Presidente Felipe Calderón, la ciudadanía manifiesta desilusión
ante los pobres resultados económicos, preocupación por los índices de inseguridad pública
y malestar por el enrarecido ambiente político del país. Por el amplio despliegue mediático
de los últimos años, el narcotráfico se ha reconocido finalmente como uno de los asuntos
nacionales más preocupantes. En ese sentido, la valoración que los mexicanos tienen sobre
los resultados de la actual administración federal en distintos rubros, cuestionan la
incertidumbre económica y los pobres resultados en materia de combate a la pobreza, la
precaria generación de empleos y la desatención a los problemas de los emigrantes en
Estados Unido. Los análisis muestran que los ciudadanos si entienden y reconocen la
importancia de las reformas estructurales -políticas, hacendaría, de justicia, energética y
laboral-, pero perciben muy pocas acciones de la administración federal en beneficio de los
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
95
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
sectores más desprotegidos y el crecimiento económico del país, las cuales fueron dos de
las principales demandas sociales en la contienda presidencial de 2006.
En los diferentes sondeos es manifiesto que la inversión social no ha llegado hasta
la base social, a pesar de que los precios internacionales del petróleo rebasaron los niveles
históricos y hubo un superávit en las finanzas públicas durante varios años. En ese sentido,
aunque la agenda política y el debate mediático cotidiano se centran en la lucha contra la
delincuencia organizada y el narcotráfico, los ciudadanos siguen pensando que los
gobernantes desatienden sus necesidades de empleo, seguridad social, educación, vivienda
y salarios, al tiempo que falta una decidida protección de los derechos humanos de los
inmigrantes indocumentados en Estados Unidos y una postura de mayor compromiso con
las comunidades de expulsión ante la disminución en las remesas económicas hacia el país.
Las demandas de atención de las prioridades sociales, condicionan en gran medida la
percepción ciudadana toda vez que un alto porcentaje considera la acción gubernamental
contra la delincuencia organizada y el narcotráfico como generadora de una gran
incertidumbre, la extensión de la inseguridad y un aliento para la mayor violencia en la
frontera norte y principales ciudades del centro y norte del país. Al ahondar sobre la
participación del ejército en esa lucha, la ciudadanía considera inadecuada su presencia ante
la serie de violaciones a los derechos humanos en diversas comunidades y la muerte de
víctimas inocentes producto de los enfrentamientos con grupos armados.
Por su parte, las encuestas encomendadas por la asociación México Unido contra la
Delincuencia (Consulta Mitofsky, 2010), los ciudadanos rechazan la incidencia constante
de las informaciones y opiniones de los medios de comunicación sobre la guerra contra el
narcotráfico. Cuestiona la magnificación de los hechos y preocupa por la expansión de los
hechos violentos en muchos lugares del país. En los resultados es manifiesto que la
percepción no sólo depende de variables socioeconómicas, sino de elementos culturales, de
experiencia vivencial, acceso a medios de comunicación, participación en redes sociales y,
sobre todo, la región donde se habita. En ese sentido, la población del norte del país expresa
mayor preocupación por la inseguridad que las del centro y éstas que las del sur y sureste
del país, donde la presencia delincuencial no ha alcanzado todavía mucha presencia. No
obstante, en el sur se dispara el secuestro de migrantes y la violación de sus derechos
fundamentales. En sentido general, los ciudadanos si externan una gran preocupación por la
violencia y la inseguridad de las cuales responsabilizan directamente al gobierno federal al
haber provocado enfrentamientos constantes con los narcotraficantes y afectaciones contra
la sociedad civil.
Conclusiones generales
En un contexto de violencia creciente, producto del narcotráfico y el combate a la
delincuencia en el país, la política del gobierno federal ha sido inconsistente y en constante
proceso de rearticulación, no ha contado con instrumentos eficaces de coordinación con las
autoridades regionales y locales y no ha alcanzado el consenso social necesario para una
acción más definitiva. En ese sentido, el análisis ha comprobado una estrategia de
comunicación igualmente ineficiente y limitada que no ha contribuido a generar un clima
de certidumbre social sobre la seguridad pública, ni mejorado la confianza sobre las
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
96
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
instituciones de justicia en el país. Identificaron vacios en la comunicación gubernamental
y poca capacidad para difundir información significativa cotidiana sobre la política pública.
A ello es de agregar una persistencia por destacar y magnificar logros alcanzados en la
lucha mediante eventos mediáticos y propaganda en medios audiovisuales, los cuales no
solo desvirtúan el sentido de la realidad sino que confunden a la ciudadanía.
En ese marco, se ha destacado también la carencia de consensos con organizaciones
y grupos sociales que han sido víctimas de la delincuencia organizada y que cuestionan
sistemáticamente la inseguridad en el país. Manifestó la dispersión, falta de definición y
sentido de la información gubernamental, la cual se ve confrontada cotidianamente por la
cobertura de los periódicos que exhiben el escaso valor de una acción pública que pretende
beneficiar a la sociedad. En su afán por convencer a la sociedad de la efectividad de las
movilizaciones militares y policíacas, el gobierno federal ha contribuido a generar un clima
de incertidumbre que se recrudece por los impactos de la recesión económica mundial y las
polarizaciones político-electorales de nivel federal y regional. El gobierno se ha visto
rebasado por la realidad de la violencia, la corrupción y la impunidad, donde las
instituciones de seguridad, procuración e impartición de justicia han sido exhibidas de
manera pública y en toda su magnitud por la cobertura de los medios. Contra lo previsto, la
ciudadanía ha sido testigo constante de las limitaciones en materia de seguridad pública,
desintegración e incapacidad para conducir, proponer y liderar la lucha por parte del
gobierno federal o revertir de alguna manera los procesos hacia condiciones mayormente
controlables.
En lo que se refiere a los encuadres informativos de las publicaciones referentes, se
ha identificado un tono mayoritariamente negativo que ha incrementado el ambiente de
incertidumbre en el país y desfavorecido la comprensión social y política del fenómeno.
Aspecto de mención especial en el estudio, es que en las informaciones mediáticas los
funcionarios federales –incluyendo al Presidente de la República- se manifiestan más
preocupados por responder a los cuestionamientos públicos o aclarar declaraciones que en
buscar acuerdos que permitan respaldar las acciones y responder con mayor eficiencia a las
demandas sociales. Al no existir una definición política clara, las publicaciones referentes
del país han orientado el debate nacional hacia las consecuencias de la lucha, los costos
sociales, económicos y jurídicos que provoca, las implicaciones para la joven democracia
mexicana y el impacto sobre las condiciones económicas prevalecientes. No obstante, en su
difusión cotidiana se han identificado inconsistencias y falta de análisis que expliquen las
causas o la articulación de elementos que propiciaron la descomposición gradual del tejido
social en el país, como la baja calidad del sistema educativo, la falta de oportunidades para
un empleo estable y bien remunerado, las carencias de un sistema de salud rebasado, las
insuficiencias del aparato de impartición de justicia y su nivel de atingencia e
imparcialidad, el condicionamiento de los valores cívicos por la cultura del entretenimiento
masivo o la transformación y fragmentación de las familias que ha llevado a muchos
jóvenes y niños a emigrar hacia Estados Unidos u otras entidades en busca de mejores
alternativas de vida. Del mismo modo, no se ha explicado que el abandono del campo por
parte de las políticas sociales de las últimas dos décadas ha arrojado a familias enteras hacia
las labores de siembra y custodia de plantíos de mariguana y amapola, mientras el
sentimiento de frustración y decepción ha generado un ambiente propicio para buscar en los
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
97
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
estupefacientes la forma de evadir o encontrar una fallida respuesta a las interrogantes
sobre un futuro personal.
En el nivel de la percepción social, el estudio ha demostrado la falta de
significación, producto de la politización y fragmentación de las informaciones
provenientes de fuentes mediáticas, experiencias personales diversas y múltiples reacciones
en redes tecnológicas y rumores. La agenda mediática ha buscado definir los temas,
términos, espacios y actores del debate, pero los ciudadanos no actúan siempre como avales
de un juego de suposiciones que no se ajusta a sus intereses y necesidades. Como lo ha
referido Cueva (2006), la percepción se ubica generalmente en el ámbito de lo subjetivo y,
dependiendo de los mediadores sociales y los referentes culturales y regionales, hace suya
una interpretación parcial de la realidad que no siempre provoca decisiones pertinentes y
pormenorizadas de los distintos asuntos públicos. Por lo anterior, la inoperancia de la
política pública contra el crimen organizado y el narcotráfico y la acción poco constructiva
de los periódicos referentes, ha contribuido –sin que se lo hayan propuesto explícitamentea incrementar la frustración colectiva y la decepción sobre el gobierno federal y sus
políticas públicas. El gobierno no ha sabido explicar la dimensión, causas y consecuencias
de las amenazas, ni el sentido, integralidad y consenso social necesario de la lucha, hecho
que ha marcado el destino político de la presente administración federal. De igual forma,
con sus constantes procesos de refracción de una realidad violenta y sin control los
periódicos referentes han construido una significación poco propicia de un fenómeno que
amenaza con desbordarse y confrontar mayormente al país ante la falta de soluciones y
acuerdos. Y, aunque en un principio el tema les fue impuesto por la coerción
gubernamental, hoy lo han adoptado como propio convencidos de que les aporta
credibilidad social y un gran margen de negociación frente al gobierno federal. Esas
acciones no buscan contribuir al debate público ordenado y propositivo, sino controlar la
agenda para fortalecer su posición e influencia.
En ese contexto, los diferentes públicos –no siempre expectantes y poco
participativos- solo tienden a apropiarse de los contenidos que les son cercanos, ante la falta
de análisis sustantivos. Por tanto, las interpretaciones suministradas por los periódicos no
necesariamente han servido de referencia central de una realidad pública que solicita apoyo
participación, debate y legitimidad social. Ha faltado congruencia y sentido de integralidad
en la comunicación, por lo que la sociedad percibe un discurso público contradictorio en el
que por un lado el gobierno señala avances y optimismo en la lucha y, por otro, la realidad
práctica y la difusión mediática cuantifican ejecuciones, muestran incompetencias en las
policías y excesos en el ejército. En tal forma, es cada vez más evidente que el complejo
fenómeno de la violencia y la lucha contra el crimen organizado se encuentra íntimamente
relacionado con la corrupción en los distintos órdenes de gobierno, la impunidad que
erosiona seriamente la estructura del estado de derecho y la carencia de estatutos jurídicos
que prevengan, persigan y sancionen auténticamente a los delincuentes. En consecuencia,
se identifica un desgaste en el capital político del Presidente que condena al país a un
estancamiento económico y un rezago democrático. #
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
98
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
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José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
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José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
100
Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México
Semblanza curricular
José Antonio Meyer Rodríguez es doctor en Ciencias de la Información por la Universidad
de La Laguna (España). Sus líneas de investigación se centran en la comunicación política,
la comunicación para el desarrollo y la comunicación estratégica. Es miembro del Sistema
Nacional de Investigadores (México) y autor de libros y artículos especializados sobre
comunicación. Es Secretario de la Red Académica Iberoamericana de Comunicación e
integrante de las asociaciones Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación y
Mexicana de Investigadores de la Comunicación. Evaluador del Consejo de Acreditación
de la Comunicación y dictaminador de revistas especializadas sobre Comunicación tanto
nacionales como internacionales. Actualmente coordina el cuerpo académico
Comunicación, Democracia y Desarrollo y la academia de Comunicación en la Universidad
Popular Autónoma del Estado de Puebla (México). [email protected]
Graciela Medina Ortiz y Mónica Adriana Ávalos Castañeda son licenciadas en Ciencias de
la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla y la
Universidad Autónoma de Hidalgo (México). Actualmente participan como ayudantes de
investigación en el cuerpo académico Comunicación, Democracia y Desarrollo de la
primera institución.
José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos
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Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Capítulo No. 5
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
Universidad de Sevilla (España)
Introducción
Las grandes agencias de información nacieron, como es sabido, desde el primer tercio
del siglo XIX. La referencia es a Havas (Francia), Wolff (Alemania), Reuters
(Alemania/Inglaterra), Associated Press y United Press (ambas de Estados Unidos). Los
servicios que ofrecían se centraban sobre todo en la economía y la geopolítica, después
comenzaron a suministrar noticias de sucesos. Los diarios ligados a sus servicios las
publicaban y sus tirajes comenzaron a subir. De sobra es conocido el litigio HearstPulitzer en Estados Unidos y sus pugnas por suministrar noticias sensacionalistas,
muchas de ellas ligadas a los sucesos y conflictos bélicos. En España, a finales del siglo
XIX y principios del XX, se cometió el crimen llamado de la calle Fuencarral. Los
periódicos lo narraron con detalle y el público siguió en masa los acontecimientos a
través de la prensa. En Inglaterra, ya en nuestros días, el grupo de prensa amarilla del
magnate Rupert Murdoch (News of the World, The Sun, etc.) contribuyó decisivamente
a cambiar la intención de la Casa Real inglesa tras la muerte de Diana de Gales,
fallecida en accidente de tránsito en París de 1997. Puesto que ya nada unía a la corona
con Diana, la ceremonia del entierro no tuvo carácter oficial pero la presión de la prensa
sobre la opinión pública obligó a la reina a montar una ceremonia fúnebre de estado
convertida en espectáculo mediático que fue seguido por millones de personas en todo
el mundo a través de la televisión. Ante ello surge la siguiente pregunta: ¿Por qué esta
atracción del ser humano por todo aquello donde la muerte esté en primer o segundo
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
102
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
plano, o incluso aparezca de forma más o menos explícita? De ella se deriva la hipótesis
de este trabajo.
Metodología
En diversos trabajos (Reig, 1995 y 2010)1 se ha establecido un marco teórico suficiente
para este tipo de investigaciones. En ese sentido, este trabajo se centra de forma directa
en la constatación y análisis de la presencia de mensajes periodísticos relacionados con
la muerte. Ello conduce a la búsqueda de una fuente primaria empresarial que
argumente desde su punto de vista dicha presencia, a la vez que refleje la controversia
que en algunos sectores periodísticos de México suscita el hecho de la hiperabundancia
de sucesos luctuosos y la forma de enfocarlos. Todo lo anterior obliga a rastrear
mensajes suficientes e indagar en opiniones directas de periodistas y propietarios de
medios.
Hipótesis
El principio de incertidumbre psicológico (Reig, 1995), empuja a los seres humanos a
sentir atracción hacia el tema de la muerte. Dicho principio es aprovechado por los
medios de comunicación con un doble fin, el informativo y el mercantil. A este doble
fin se añade, de acuerdo a este trabajo, el ideológico.
Periodismo y miedo en México
México, su periodismo, miedo y muerte, provocados sobre todo por el lamentable clima
de violencia que el país vive desde hace años, genera miedo y un enraizamiento en las
mentes de que la muerte los acecha. Una muerte no explícita, pero que puede llegar en
cualquier momento como se demuestra en la siguiente información:
Ante titular
No se han registrado heridos
Titular
Atacan a tiros la sede del diario mexicano El siglo de Torreón
Subtitular
El país latinoamericano es uno de los más peligrosos para ejercer la profesión periodística. Este año ya
han fallecido ocho profesionales
Fuente: www.elmundo.es. Madrid, 18 de agosto de 2009.
O en ésta otra:
1
A finales de 2010 o en 2011 se publicará el trabajo de Ramón Reig titulado “Periodismo y muerte: bases
teóricas y psicosociales y el caso de México”, donde el lector encontrará fundamentación teórica. Cuando
se redactaron estas líneas –agosto de 2010- aún no se conocía la referencia exacta.
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
103
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
El narcotráfico pone al periodismo de investigación en México bajo pena de muerte
Juan Cuevas, director de un diario de Guerrero, en el sur de México, está acostumbrado a las llamadas de
narcotraficantes: “Me dicen: Tú sólo tienes que informar; ni investigas, ni opinas, ni editorializas”,
asegura el periodista. “Somos tan frágiles, estamos tan desprotegidos, que si estas personas quieren,
vienen a la oficina y me llevan a mí o a todos, o nos atacan”, dice Cuevas.
Fuente: Sofía Miselem. AFP. México, 20 de agosto de 2009.
Su caso es sólo un ejemplo de la indefensión de los periodistas mexicanos,
víctimas de la violencia por parte de los cárteles de drogas y sus enfrentamientos con las
fuerzas de seguridad, añade la nota. México es el país más peligroso del continente para
la prensa. Como defensa, muchos comunicadores y medios han optado por la
autocensura. Ya no se puede hacer periodismo de investigación “so pena de muerte”,
según denunciaron comunicadores mexicanos a representantes del Comité para la
Protección de Periodistas y de Reporteros sin Fronteras (RSF) de visita en el país,
(ANSA, 5 de agosto de 2009). "La sociedad se quedó sin el derecho de denuncia, pues
hacerlo es ponerse la cruz en la frente", dijeron los periodistas.
Ante las crecientes agresiones al gremio -muchas de ellas impunes-,
comunicadores de diferentes medios han conformado el Frente Nacional de Periodistas
por la Libertad de Expresión (Associated Press, 6 de septiembre de 2009). Varios
periodistas también han protestado ante la Procuraduría General de la República por su
indiferencia y silencio ante los asesinatos y desapariciones de reporteros que se han
registrado en los últimos años, (El Universal, 12 de septiembre de 2009). En una carta
citada por EFE (www.p-es.org, 12 de diciembre de 2009) los periodistas han criticado
las condiciones en las que ejercen su trabajo, el cual consideran como “vulnerable,
inseguro y desprotegido”.
En la misma línea va este titular:
Secuestrado y amenazado de muerte en Chihuahua el periodista Cleofas Ledezma Flores
Fuente: Periodistas en español. 22 de diciembre de 2009.
http://www.pes.org/index.php?option=com_content&task=view&id=5318&Itemid=62
O bien este otro:
La FIP [Federación Internacional de Periodistas] señala que la impunidad y pasividad de las
autoridades mexicanas resulta exasperante
Fuente: Periodistas en español, 20 de diciembre de 2009).
http://www.p-es.org/index.php?option=com_content&task=view&id=5561&Itemid=62
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
104
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Como puede observarse, a la incertidumbre que se convierte en miedo se une la
impotencia del profesional que trata de cumplir con su obligación sin que alguna
institución teóricamente encargada de protegerle lo haga. Es una situación asfixiante
que acaba con toda esperanza de que el periodismo sea, en efecto, un auténtico servicio
social y público. Al no ser de otra manera, del miedo se pasa a la muerte y de ahí al
miedo de nuevo. Es la ley del silencio y la espiral del silencio. Sin embargo, también
con la muerte aparece el lucro y el negocio utilizando de forma consciente o instintiva
los basamentos psicosociales. En ese sentido, Coronado, Salas y Aguilar (2009:28) han
señalado que:
“[…] A lo largo de 2008 se registraron 223 actos contra periodistas y
medios informativos, cifra abrumadora considerando que en el
Informe Buendía 2007 se consignaron 113 casos. Es decir: se
duplicaron las agresiones y los actos inhibitorios contra el trabajo
periodístico. No es gratuito, por ello, que se catalogue a 2008 y al
primer semestre de 2009 como uno de los periodos más violentos y
con mayor número de ataques para el periodismo mexicano en los
últimos tres lustros. En tal contexto, una vertiente central es que no
sólo se duplicó la cantidad de casos, sino que de manera alarmante
aumentó el número de asesinatos: si en 2007 se consignaron cinco
homicidios, en 2008 se ultimaron a 12 periodistas. En al menos siete
casos existen indicios de que su muerte se debió a su quehacer
periodístico. Del total de homicidios, ocho ocurrieron en zonas donde
la delincuencia organizada y el narcotráfico han logrado una gran
influencia y parecen tener el control. En 2009, el panorama tampoco
es alentador, pues hasta junio se han registrado cinco homicidios, una
tendencia similar a 2008 con un asesinato por mes”.
Ilustraciones periodísticas sobre el miedo, la muerte y sus significados
En este apartado se constatan textos visuales que complementan los argumentos
anteriores, todos ellos referidos a la dinámica miedo-muerte existente actualmente en
México. Asimismo, a las ilustraciones se añaden los análisis y significados
correspondientes:
En la noticia que abre esta edición se hace referencia a la victoria que la
selección mexicana de futbol logró contra la de Estados Unidos por 2 dos goles a 1.
Inmediatamente debajo de esa información aparece otra central, dando cuenta de que el
director de la cárcel del Cereso (Centro de Readaptación Social) se ha librado de ser
ejecutado por el crimen organizado 2 . De lo anterior se interpreta el siguiente
significado:
2
El concepto que suele otorgarse en México y España al verbo ejecutar es distinto. La prensa española
nunca empleará este verbo para referirse a una acción del terrorismo o el crimen organizado. Ello es algo
reservado a la justicia y el orden establecido. Por tanto, ETA no ejecuta, sino que asesina. En México, el
llamado narcoterrorismo –y las organizaciones criminales en general- ejecutan, según los medios de
comunicación. En España eso sería inadmisible. En el fondo, subyace la idea weberiana: el monopolio de
la violencia –sea cual sea- es del estado y de nadie más. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
105
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Gráfico No. 1
Portada de El Diario de Chihuahua
13 de agosto de 2009
„ Los públicos celebran en la calle el triunfo de México sobre EUA en futbol. Pero al
margen del significado político, ¿es un escape o un descanso ante las tensiones
cotidianas?. La realidad está en la siguiente noticia, por lo que. ¿sirve el fútbol para
evadirla?, ¿para evadir el miedo?. ¿Le sirve el fútbol al poder para desmembrar la
angustia de los públicos ante las crisis que el mismo poder genera?. A esto se le
llama utilización ideológica de la muerte y de los mensajes mediáticos que la
proyectan.
En la siguiente ilustración la realidad que vive México –ante una elevada
indiferencia internacional- está patente:
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
106
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Gráfico No. 2
Portada de El Diario de Chihuahua
17 de agosto de 2009
El significado que se extrae de ese texto se resume en los siguientes puntos:
¿Construyen los medios la realidad cotidiana?:
„ 1 año de la matanza de Creel
„ Inseguridad en las escuelas
„ Asesinan a “El loco Elizalde”
„ Denuncia Cruz Roja que hospitales no quieren recibir heridos de bala
La pregunta procede porque lo que refleja la portada son noticias relacionadas con el
miedo y la muerte, los cuales a su vez generan más miedo. Estos enunciados son
perfectamente coherentes con lo que aquí se ha esbozado como psicología social del
miedo, utilizada en este caso por el periodismo. El periodista sabe que con ese enfoque
las noticias atraen mayormente a los lectores. Asimismo, sabe que esas empresas
periodísticas no tienen interés alguno en concientizar o analizar a fondo un hecho sino
obtener ingresos y equilibrar a fin de año la cuenta de resultados. La matanza de Creel
(Chihuahua) es un buen acontecimiento para vender periódicos. Una organización
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
107
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
criminal pretendía eliminar a alguien que se encontraba en un acto social en ese lugar de
la Sierra Tarahumara, al norte de México. En el acto se dieron cita personas de todas las
edades, niños incluidos. Los pistoleros llegaron y dispararon a diestra y siniestra,
acabando con la vida de personas inocentes. En sus reseñas los periodistas no hacen lo
que quieren, sino lo que es de más interés para su empresa y sus lectores. Eso es algo
que siempre debe tenerse en cuenta.
Este enfoque sensacionalista del periodismo llega a extremos cuando se analizan dos
cabezas periodísticas que aparecieron en Chihuahua, con la única finalidad de ganar
dinero de la manera más dura, antiética y sin respeto alguno a la dignidad de las
personas. Nos referimos a El Heraldo de la Tarde y a El Peso, el primero de los cuales
pertenece a un grupo mediático relevante denominado Organización Editorial Mexicana
(OEM) de la familia Vázquez Raña (Mancinas Chávez, 2008). A continuación se
reproducen tres portadas de estos medios, acompañadas de una breve valoración
analítica de sus contenidos.
Gráfico No. 3
Portada de El Heraldo de la Tarde
17 de agosto de 2009
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
108
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Gráfico No. 4
Portada de El Peso
17 de agosto de 2009
Significado:
„ La combinación casquería-violencia-sexo (utilización mercantil de la mujer), suele
ofrecer buenos resultados económicos.
„ El éxito se basa en lo ya dicho, atracción por el sexo, el hecho muerte, el misterio y
el morbo.
„ No es nuevo en absoluto. En España, por ejemplo, lo hizo a partir de 1976 la revista
Interviú.
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
109
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
La siguiente portada llega a límites aún más extremos, demostrando que todo vale
para vender. Una joven desapareció y fue hallada muerta y en descomposición un
tiempo después. El medio no tiene el más mínimo reparo en enseñar el cuerpo de la
víctima, tal y como fue hallado. El contraste es brutal y despiadado entre la muerte y la
vida (el sexo), representada por una mujer semidesnuda que posa –en la estructura de la
portada- al lado del cadáver, en actitud erótica. Arriba, otra persona asesinada yace en el
suelo. El término maquilera se refiere a alguien que trabaja en una maquiladora,
empresas de manufactura intermedia, generalmente clandestinas o semi clandestinas,
que se instalan en el norte de México y emplean a mujeres jóvenes como mano de obra
barata, con horarios de trabajo muy prolongados. Empresarios de Estados Unidos suelen
estar vinculados a esta actividad.
Gráfico No. 5
Portada de El Peso
20 de agosto de 2009
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
110
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Significado:
„ Estamos ante un negocio puro y duro, sin moral, ética y escrúpulos.
„ Nada tiene que ver esto con el periodismo.
„ ¿Por qué?, porque las imágenes no aportan nada nuevo a la noticia, ya que en
realidad no hay noticia, ni interpretación o formación.
„ Porque el ser humano tiene derecho a la dignidad, la intimidad y el honor. En este
caso, la fallecida y sus familiares.
El diario El Peso se creó en abril de 2005, su tiraje inicial llegaba a los 8 mil
ejemplares, pero para 2009 había subido hasta 45 mil.
Una muestra del caso español
Anteriormente se ha indicado que este tipo de “información” –aunque no de forma tan
macabra- tuvo en España una presencia evidente en los años setenta del siglo pasado,
con revistas como Interviú (semanario que aún se publica). Antes, en los sesenta,
destacan los casos del periódico El Caso. Más adelante, en los años noventa, el grupo
francés Hachette editó Noticias del Mundo, otro periódico sensacionalista que utilizó la
muerte como arma comercial aunque no se quedaba ahí, porque su línea iba más por lo
increíble y lo asombroso, sin excluir la exageración o la mentira para lograr sus fines.
Eso sí, con la complicidad evidente del receptor. Sin embargo, aún en la actualidad se
deja sentir una intencionalidad sensacionalista como lo demuestra la portada que se
exhibe a continuación de El Correo de Andalucía (1/8/2010), un diario español que
tiene sus raíces en el siglo XIX. El hecho que se observa en la gran foto de primera
plana tuvo además que ver con México, aunque no con su violencia, sino con un
acontecimiento que provoca temor y miedo también en el receptor.
En el verano de 2010, media docena de jóvenes españoles decidieron llevar a
cabo una especie de excursión por el río Gallinas, en el estado mexicano de San Luis de
Potosí. Para ello requirieron de los servicios de un barquero. La temporada de lluvias
hizo crecer en exceso la corriente del río, la barca zozobró y sólo el barquero y dos
jóvenes lograron salvarse. Poco a poco los equipos de rescate fueron hallando los
cuerpos de los fallecidos. La foto de El Correo de Andalucía muestra el de una joven.
Desde luego no estamos ante las portadas de El Peso, pero no cabe duda que esa imagen
nada añade a la noticia, solo morbo y, por consiguiente, atracción comercial. ¿Acaso el
diario la publicó por ser verano y estar en crisis económica?, factores ambos que
influyen y han influido decisivamente en la venta de la prensa, junto con la huida de los
lectores a lo digital o, sencillamente, a no leer prensa alguna. Otros diarios españoles de
referencia no la publicaron y las informaciones que ofreció ese mismo día la televisión
pública española no contenía esa imagen tan explícita donde se puede distinguir
perfectamente el cadáver desnudo de la chica. Por el contrario, la cámara de TVE
mostró de forma precavida el mismo lugar donde fue hallado el cadáver pero sin acercar
su objetivo al detalle. La sábana que cubre el cuerpo es sólo un leve atenuante que no
justifica la publicación de una imagen contraria a la intimidad de las personas y el
respeto a las familias afectadas.
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
111
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Gráfico No. 6
Portada de El Correo de Andalucía
1 de agosto de 2010
En 1971, en una casa de un pequeño y económicamente deprimido pueblo del
sur de España, llamado Bélmez de la Moraleda, aparecieron unas extrañas caras (en la
cocina de la casa, en el fogón) así, de pronto, según manifestó entonces al hoy profesor
Antonio Ramos Espejo la dueña de la casa. Desde entonces, el acontecimiento ha
llenado páginas de periódicos y libros. Las caras eran borradas -incluso con cementopero rebrotaban. Es materia todavía de todo tipo de especulaciones que no vienen al
caso, lo que sí nos interesa es constatar la atracción de los receptores hacia el tema.
Aquí la muerte y lo sobrenatural están implícitos. Nuestro instinto de muerte y nuestra
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
112
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
educación explican el éxito del fenómeno. Reproducimos a continuación la página del
diario Ideal (de Granada) donde Antonio Ramos Espejo narraba por primera vez el
evento.
Gráfico No. 7
Portada de El Correo de Andalucía
1 de agosto de 2010
En una dirección parecida –la existencia de lo sobrenatural- enfocaba el citado
Noticias del Mundo una portada de 1995 en la que achacaba al diablo una serie de
catástrofes que se habían producido en el mundo. El resto de las “informaciones” de la
primera plana de este semanario dan una idea de su línea editorial.
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
113
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Gráfico No. 8
Portada de El Correo de Andalucía
1 de agosto de 2010
La simplificación del discurso bueno-malo -en concordancia también con la
educación- suele ser rentable ideológica y comercialmente hablando. Aún así, de todas
formas, el tono “lúdico” del semanario es evidente3. Entre la muerte, la tragedia y la
sonrisa o la risa sólo hay un paso.
3
Más información puede obtenerse en:
http://www.flickr.com/photos/papelcontinuo/sets/72157600180186373/. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
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Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Adicionalmente, se encontraron las siguientes líneas:
En septiembre del año 94 se publicó el primer número de Noticias del
Mundo, un diario que llenó el hueco que dejó “El Caso” en el
periodismo español. Noticias del Mundo era la versión española del
diario Weekly World News. Básicamente se trataba de las mismas
historias que aparecieron en la edición americana, pero pasadas por un
filtro adaptado a la mentalidad española y con temas añadidos propios
de España. Así pudo leerse la historia de Mauricio, el niño vampiro, la
del hombre que tenía un hacha clavada en la cabeza pero hacía una
vida normal, la milagrosa aparición de la faz de Chiquito de la
Calzada en un jamón y el hijo secreto de Elvis que vivía en Murcia.
Los rockeros zombies, empleados que disecan a su difunto jefe,
misioneros que devoran a unos caníbales, etc… Una lista interminable
de freaks, situaciones absurdas y noticias demenciales que hicieron
pasar grandes momentos. En el número 41, una nota en el periódico
alertaba que tras unos extraños sucesos la redacción al completo se
trasladaba al Triángulo de las Bermudas a investigar. Nunca se supo
más del periódico4.
La muerte, en primera persona o en segunda, de manera expresa o tácita, seduce
al humano. Y los medios le dan lo que le seduce aunque de manera superficial, como
regla genérica. La muerte y su contexto venden. También hay otro tipo de venta -más
intangible- que la muerte a través del periodismo, igualmente necesaria para toda
estructura de poder: la venta de la muerte como ideología.
Gráfico No. 9
Portada Periódico ABC
19 de junio de 1999
4
Véase http://www.papelcontinuo.net/443/noticias-del-mundo/.
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
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Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
El contexto geopolítico en que se publica la imagen anterior es el referido al
conflicto de los Balcanes de 1999. La OTAN, sin permiso internacional, bombardea
Serbia que antes había llevado a cabo crueles ataques contra zonas bosnias, croatas y de
Albania. El objetivo era derrotar al régimen del fallecido presidente Milosevic quien
pretendía construir “la gran Serbia” sobre la base de un régimen socialista marxista. De
la imagen se infiere:
„ Fotografía de 1999, se supone que es la calavera de un bosnio o kosovar asesinado
por los serbios y arrojado a una fosa común.
„ Intencionalidad política derivada del Nuevo Orden Mundial declarado en 1991 por
George Bush.
„ Intencionalidad sensacionalista.
„ Simplicidad del discurso: buenos (bosnios-croatas pro occidentales) contra malos
(serbios a quienes Occidente no considera amigos) o viceversa.
Se pretende colocar al receptor de parte del bando occidental mediante una
banalización del discurso, ocultando complejidades propias de todo acontecimiento
histórico. Es la contribución de la prensa mercantil para que la estructura de poder en
que se desenvuelve (y de la que forma parte) se conserve.
La muerte sigue vendiendo: un testimonio
Hemos creído necesario apoyar nuestra demostración de contenido con un testimonio
del mundo del periodismo. Intentamos aportar una prueba de que la muerte, la
incertidumbre y el temor, venden. Para lograrlo se acudió a Eduardo Rojero, webmaster
de El Ágora de Chihuahua (www.elagoradechihuahua.com.mx) y uno de los
propietarios de esta publicación digital. Le solicitábamos que indicara si suben las
visitas en su medio cuando se produce un acontecimiento trágico, ¿cómo reacciona el
lector y cuál es su opinión como empresario ante todo el asunto?. La respuesta se
desglosa en los siguientes puntos:
„
„
„
„
„
„
„
„
Definitivamente sí [suben las visitas].
En Chihuahua, las noticias van de boca en boca, y cuando alguno se entera que mataron a fulano o
zutano en equis o zeta lugar, rápidamente buscan informarse sobre todos los detalles.
Los periódicos impresos no se actualizan hasta el día siguiente, entonces acuden a Internet.
Nosotros sabemos exactamente qué buscan las personas en Google. Con mucha frecuencia los
términos son similares a: "balacera del periférico" [carretera de circunvalación de la ciudad de
Chihuahua], "asesinan a jefe de policía" y cambian dependiendo de los incidentes.
Ante un caso como estos, nuestras visitas se incrementan dramáticamente. Cuando se trata de un caso
que afecta seriamente a la comunidad, el efecto dura por días.
Las fotos muy explícitas de sangre son notoriamente exitosas. Mucha gente se escandaliza, pero al
mismo tiempo va clamando su descontento entre otras personas y por ende, aumentan nuestras
visitas.
Entre más escandaloso y amarillista el sitio, más tráfico. El morbo vende, vende, vende. Pero nuestro
director, con un código de principios muy fuerte, establece siempre límites al seguimiento de sucesos
sangrientos.
Pero desafortunadamente, aunque la gente parece acostumbrarse a estos hechos, siguen en aumento.
Y son pocos quienes no han escuchado una balacera o visto un muerto en la banqueta.
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
116
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
„
Se ha vuelto costumbre que si dejamos pasar un hecho sangriento, nos invaden los reclamos de
lectores por no darlo a conocer. Tanto porque prefieren enterarse de ello en nuestro sitio o porque nos
acusan de servir a los intereses del gobernador ocultando la "realidad”.5
¿Utiliza al periodismo el crimen organizado?: El reto del periodismo
mexicano
El debate que existe en México desde la intensificación de la actividad del crimen
organizado, recuerda al que se produce ocasionalmente en España: ¿cómo hay que
informar cuando ETA asesina a alguien para no promocionar las acciones de esta
organización?. Sergio Belmonte Almeida, director de Comunicación Social del
Gobierno de Ciudad Juárez, publicó un artículo al respecto6, del que se extraen algunos
párrafos:
“¿A quién le sirve la noticia que transmite dolor y muerte; la que
habla de incapacidad, corrupción y escándalo en el sector policíaco; la
que reseña como hazañas las prácticas terroristas del crimen
organizado; la que avergüenza, atemoriza y daña las emocionas de una
comunidad generando psicosis colectiva?”. ¿Quiénes se benefician
con la saturación de información policíaca, esa que ha brincado desde
las páginas interiores de los diarios a las primeras planas y es el menú
que domina en los noticiarios de medios electrónicos?. Son dos
preguntas de actualidad que no tienen respuesta pública, pero de las
que cualquier ciudadano en sus cinco sentidos conoce y se guarda su
respuesta, porque los únicos beneficiarios del sensacionalismo
informativo son precisamente los narcoterroristas.
Los modernos mercenarios de los cárteles de la droga actúan
con la misma lógica generadora de pánico que utilizan los grupos
armados de otros países para desestabilizar gobiernos. Mientras que el
terrorismo internacional persigue fines políticos, ideológicos o
religiosos; los narcoterroristas tienen como objetivo el poder
económico. En ambos casos no actúan de frente a sus víctimas. Se
mueven en la clandestinidad, con el factor sorpresa a su favor, utilizan
el armamento más sofisticado del mercado y tienen suficientes
recursos para corromper y comprar las alianzas oficiales que sean
necesarias. Los dos producen terror y ganan con el miedo que
experimenta el ciudadano común que prefiere el silencio para seguir
viviendo, a la denuncia valiente que puede provocar la muerte.
Información sobre ejecuciones, balaceras y asesinatos cobardes que
han llenado toneladas de páginas de la prensa escrita y han consumido
millones de minutos de tiempo aire en la radio y la televisión,
otorgándole un nivel de importancia muy por encima del que se ha
concedido a otros asuntos vitales de nuestra agenda comunitaria.
Podrá argumentarse que en la lucha por la conquista de las
audiencias, en la guerra por los públicos, los medios de comunicación
se ven impelidos a vender precisamente lo que el publico demanda,
porque son empresas comerciales, de entretenimiento, no de asistencia
social ni reguladoras de contenidos. Pero aún cuando todavía esté por
verse si se da al consumidor de noticias material de escándalo porque
es el que prefiere, o si se le orienta a preferir este tipo de contenidos;
habría que hablar de la responsabilidad social de los medios y del
5
Entrevista realizada vía correo electrónico entre el 15 y 20 de diciembre de 2009. 6
Artículo publicado en http://www.chihuahuamoderno.com.mx el 24 de agosto de 2009. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
117
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
papel regulador que en beneficio de cada ciudadano debe cumplir el
código de ética en cada empresa dedicada al periodismo”.
En febrero de 2010, la edición digital del diario español El Mundo7, publicó una
crónica de la agencia Efe que colocaba el debate en unos términos muy ajustados a la
realidad, al tiempo que ofrecía datos sobre asesinatos de periodistas en México en los
últimos años. Por su indudable interés, se reproduce íntegramente dicha crónica:
En el país más peligroso de América para los reporteros
La prensa mexicana debate si dar voz a los mensajes de los
carteles de la droga
Efe, sábado, 27 de febrero de 2010. Después de que Calderón criticara
la publicación de 'narcomensajes', los periodistas se preguntan si
aportan información o publicidad. La publicación en medios de los
'narcomensajes' de los cárteles mexicanos de la droga sólo beneficia al
crimen organizado y resulta poco fiable en lo informativo, han
señalado varios expertos en comunicación."Es un punto de partida
para construir una información, pero en sí misma es absolutamente
ilegítima",ha expresado José Carreño Carlón, periodista veterano y ex
jefe de prensa del presidente Carlos Salinas de Gortari(19881994).México ha reavivado el debate en este sentido a raíz de las
críticas del presidente Felipe Calderón a la difusión en prensa de las
llamadas 'narcomantas'. A través de estas pancartas, que los cárteles
llevan colgando varios años en puntos muy visibles, se advierte a
mafias rivales de que ése no es su territorio, se critica al Gobierno o se
busca ganar el favor de la población."Hay que darles el trato de
mensaje de una fuente anónima, y no darle publicidad como si se
tratara de algo que fuera seguro", aconseja Carreño, que analiza a los
medios en un programa de televisión y coordina el área de Periodismo
de la Universidad Iberoamericana. La estrategia del crimen organizado
ha pasado también, en el caso de algunos grupos, por asesinatos
extremadamente violentos como decapitaciones y descuartizamientos
para atraer la atención de los medios de comunicación, junto a los que
colocan mensajes. Los criminales a través de sus mensajes quieren
aterrorizar a la sociedad, así como a quienes se encargan de
expandirlos, aseguró Calderón, quien lanzó una guerra contra el
narcotráfico a su llegada al poder en diciembre de 2006.Con más de
65.000 miembros de los cuerpos de seguridad desplegados por el país
contra los cárteles, la contienda, entre el Gobierno y los barones de la
droga y de éstos entre sí, acumula ya más de 17.000 muertos entres
años. ¿Información o publicidad? Para Carreño, la prensa mexicana se
debate entre dar voz o no al crimen organizado, sin que por el
momento haya una tendencia victoriosa sobre la otra."Lo que no
pueden hacer los gobernantes es poner en duda el derecho de los
medios a escoger qué publican y qué no publican", ha añadido. No
obstante, defiende el derecho de Calderón a poner en cuestión la ética
periodística como cualquier otro ciudadano. Por su parte, el presidente
de la Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex), Armando
Prida, ha afirmado que las 'narcomantas' lo único que generan es
inquietud en la ciudadanía y publicidad para el crimen organizado.
Los medios no se deben de prestar para hacer un favor al crimen
organizado, no puedo avalar que la libertad de expresión sea utilizada
en contra de la sociedad", ha manifestado. Uno de los cárteles que, en
su opinión, más emplea este método de comunicación, es la Familia
7
Véase http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/27/comunicacion/1267270055.html, 27/2/2010. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
118
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Michoacana, que opera principalmente en el sur del país. El cartel
trata de ganarse a la población con reclamos de que su actividad solo
busca protegerla, y de que no están de acuerdo con los abusos de otros
grupos criminales, ha dicho Prida. Ambos analistas consideraron que
la delincuencia organizada supone el condicionamiento más notable
para la libertad de prensa en México."Empezamos a tener la mayor
autocensura en la historia de nuestro país, todo el mundo tiene miedo,
seguiremos con ello mientras siga imperando la impunidad", ha
lamentado Prida. En 2009, 12 informadores fueron asesinados por
grupos criminales, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos
(CNDH), y en lo que va de año tres periodistas han muerto a manos el
crimen organizado. Desde 2000, la cifra alcanza casi los 60, según
Reporteros Sin Fronteras, lo que convierte a México en el país más
peligroso de América para ser periodista.
Los textos anteriores incrustan de lleno en el reto que tiene el periodismo
mexicano: ¿cómo informar? Pascual Beltrán del Río8 pone de relieve la encrucijada del
profesional de la información ante estas circunstancias:
“Tenemos que responder preguntas como las siguientes: ¿Vamos a
reproducir los narcomensajes, a pesar de no tener certeza de quiénes
los redactaron? ¿Vamos a hacer bloque con las autoridades en la lucha
contra el crimen o mantener nuestra independencia y honrar el papel
de fiscalización que corresponde a la prensa? ¿Vamos a reproducir
imágenes de violencia sin reparar en que entramos en hogares cuyos
miembros no tienen una capacidad homogénea de digerirlas? ¿Nos
vamos a dejar usar por los criminales para hacerse publicidad?”. Si
tiene tan mala fama hacerlo con los comunicados oficiales y las fotos
de funcionarios que sólo buscan la promoción personal, ¿por qué
reproducir los llamados narcomensajes sin un mínimo espíritu crítico
o esfuerzo de interpretación?.
Es una equivocación en el ejercicio periodístico negarse a ver
que tanto los recados del crimen organizado como las decapitaciones
tienen un claro efecto propagandístico e intimidatorio. Y que sus
autores buscan la caja de resonancia de los medios de comunicación
para potenciar su mensaje de terror”. La difusión de las narcomantas y
las decapitaciones en algunos medios —al principio, quizá, por su
carácter novedoso— ha ayudado a que estos fenómenos pasen de ser
excepcionales a convertirse en rutinarios.
Los medios que les brindan espacio hacen un pobre servicio
informativo a su público, que generalmente recibe las imágenes sin
mayores elementos para comprender su significado. En cambio,
colaboran con las estrategias de los delincuentes, sirviéndoles de
altavoz”. Algunos han querido ver este tema como un asunto de
libertad de expresión. Dicen que no publicar imágenes de narcomantas
o cabezas cercenadas equivale a no retratar la realidad y prestarse a la
censura.
Sin embargo, es un error considerar que los medios son
simples coladeras de hechos noticiosos y que no tienen la obligación
de contextualizar y aportar al entendimiento de la información que
difunden”. El reto que tenemos los periodistas es importante: cómo
encontrar formas imaginativas de registrar la gravedad de la situación
de seguridad pública que enfrenta el país, sin dejar de cumplir con
nuestra obligación esencial de informar, sin renunciar a nuestra
independencia frente a la autoridad y sin servir de mensajeros al
crimen organizado”.
8
Director editorial del periódico Excélsior, en www.saladeprensa.org No. 118. México, agosto de 2009, Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
119
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Sin embargo, el tema es aún más complejo. El periodista está en medio de una
espiral de violencia y sometido también a unas presiones extremas a las que debe hacer
frente, como por ejemplo, el soborno. En marzo de 2010 la edición digital de El Mundo
publicó una noticia con el siguiente contenido:
El cártel del Golfo de México soborna a periodistas
Reuter, 12 de marzo de 2010. “El cártel del Golfo soborna a
periodistas con dinero, prostitutas y alcohol para que no cubran los
sucesos violentos que durante las últimas tres semanas se están
registrando en el noreste del país en ciudades fronterizas con el estado
estadounidense de Texas, según han denunciado numerosos editores y
periodistas de estas zonas. Sicarios pertenecientes a esta organización
criminal pagan 500 dólares al mes y sobornan con servicios de
prostitutas y botellas de licor a algunos periodistas para que intimiden
y logren silenciar a sus compañeros de profesión ante la ola de
violencia que desde hace tres semanas golpea a los alrededores de la
ciudad industrial de Reynosa. Estos sucesos, sin embargo, apenas han
tenido cobertura mediática, a pesar de que han muerto en torno a 100
personas. Esta práctica, además, ha quedado en evidencia por la gran
repercusión mediática que han tenido hechos similares en otras zonas
del país. En todo México han muerto casi 19.000 personas a causa de
la violencia asociada al narcotráfico desde que el presidente Felipe
Calderón subió al poder en el 2006 y lanzó una campaña militar y
policial contra los cárteles. En muchas ocasiones a lo largo de los
últimos años los periodistas mexicanos han sido obligados por sicarios
a aceptar dinero para escribir favorablemente sobre los traficantes o no
cubrir muertes. La diferencia es que en esta ocasión el cártel del Golfo
parece capaz de silenciar casi por completo la cobertura mediática de
la violencia en su zona de influencia”.
México, su prensa y periodistas, bien puede decirse que literalmente están
dejados de la mano de Dios. En agosto de 2010, se identificó finalmente este
acontecimiento:
México D.F., 7 de agosto (OCLACC).- "Los queremos vivos" es el
lema de la manifestación que llevarán a cabo los periodistas
mexicanos, este sábado 7 de agosto, desde las 12 horas para exigir un
alto a la impunidad y las agresiones en su contra. La marcha partirá
del Ángel de la Independencia a la Secretaría de Gobernación, entidad
responsable de las garantías de libertad de expresión y derecho a la
información. Durante la movilización los periodistas demandarán,
simbólicamente, seguridad para el ejercicio de su profesión,
intervención inmediata de las autoridades en los casos de agresiones
pendientes de investigación y la puesta en marcha de medidas de
protección urgentes para los periodistas que trabajan en zonas de alto
riesgo. Sólo en el primer semestre de este año, diez periodistas han
sido asesinados, 11 siguen desaparecidos -entre ellos una mujer, María
Esther Aguilar Casimbe- y se cuentan por lo menos 54 sucesos de
violencia contra trabajadores de medios de 19 estados. Las víctimas:
64 periodistas y ocho medios de comunicación. Hace apenas una
semana, los periodistas mexicanos demandábamos la liberación de
cuatro compañeros secuestrados en Gómez Palacio, Durango, bajo
lema: "Los queremos vivos". Y vivos devolvieron a Héctor Gordoa,
Javier Canales, Alejandro Hernández y Oscar Solís. Sin embargo, el
mismo jueves que el primero de ellos fue liberado, en Zacatecas a otro
compañero lo sacaron de su casa, lo secuestraron, y ni su nombre
sabemos, dicen los organizadores de esta movilización. Así como las
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
120
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
cientos de agresiones y las decenas de asesinatos y desapariciones que
se acumulan en los archivos de las procuradurías estatales y en la
Fiscalía federal para Delitos contra Periodistas. Su número dependerá
de la organización que lleva el recuento.
Conclusiones
1. El miedo y la muerte han sido una constante en la historia de los seres humanos.
2. El ser humano sabe que sabe, tiene instinto y conciencia de la vida y de la muerte.
3. El periodismo se ha aprovechado de esta inclinación para sus fines mercantiles.
4. Pero una cosa es informar con método sincrónico y otra enviar textos sobre el
receptor con el único fin de utilizar bajos instintos e incertidumbres, para hacer
negocio a costa de la ética, la moral y la deontología. Eso no es periodismo,
simplemente es afán de lucro desmedido, sin principios ni valores, saltándose por
alto la responsabilidad social que posee toda empresa.
5. El periodismo no debe trabajar sólo de forma diacrónica sino también sincrónica.
6. Los puntos anteriores son aplicables al mensaje periodístico mexicano y español, si
bien el caso de México merece, por su crueldad, conclusiones aparte.
7. A estas alturas de los acontecimientos, en México no es tarea del periodismo
investigar ni arreglar situación. No vale la pena exponer a periodistas a morir por
indagar en un fenómeno que es un problema de estado, con raíces profundas y
“misteriosas”. El estado mexicano no ha puesto toda la carne en el asador para
acabar con el problema.
8. La actividad del narco es violenta pero, al mismo tiempo, es una salida laboral ante
la ineficacia del estado para cumplir con su obligación de facilitar trabajo y dignidad
a todos los ciudadanos.
9. Por último, si el narcoterrorismo, el crimen organizado, el narco o como quiera
llamársele, fuera en realidad una poderosa guerrilla bien armada y organizada de
inspiración marxista-leninista, dispuesta a hacerse del poder en México y no a
acomodarse y corromperse con actividades que nada tienen que ver con lo
revolucionario, la reacción del poder legal-oficial sería muy otra. Pero en este tema
hay intereses económicos de por medio que contaminan la responsabilidad del poder
legal. #
Referencias
Coronado, K., Salas, N y Aguilar, K. (2009). Análisis del seguimiento contra la libertad
de expresión en México, en Sala de Prensa No. 118. México, agosto de 2009.
http://www.saladeprensa.org
Delumeau, J. (2002): El miedo en Occidente (siglos XIV-XVIII). Una ciudad sitiada,
Madrid: Taurus.
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
121
Atracción por la muerte en el mensaje periodístico
Gil, E. (2003). El miedo es el mensaje. Riesgo, incertidumbre y medios de
comunicación. Madrid: Alianza Editorial.
Mancinas, R. (2008): El poder mediático en México. Sevilla: Grehcco y Universidad de
Sevilla.
Marina, J. A. (2006). Anatomía del miedo, Barcelona: Anagrama.
Reig, R. (2010). La crisis de 2008: el miedo como control y negocio ideológicomediático, en Razón y Palabra, No. 71. México, febrero-marzo de 2010. IITESM,
campus
Estado
de
México.
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N71/VARIA/3%20REIG-REVISADO.pdf. Reig, R. (1995). El control de la comunicación de masas. Bases estructurales y
psicosociales, Madrid: Libertarias/Prodhufi.
Semblanza curricular
Ramón Reig García es doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de
Sevilla (España). Director de la revista Ámbitos y el Grupo de Investigación en
Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación Autor, entre otros libros, de El
éxtasis cibernético (2001), Dioses y diablos mediáticos (2004), El periodista en la
telaraña (2007) y La telaraña mediática (2010). Actualmente es director del
Departamento
de
Periodismo
II
en
la
Universidad
de
Sevilla.
www.personal.us.es/ramonreig y www.grupo.us.es/grehcco.
Rosalba Mancinas Chávez es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad
de Sevilla (España). Es autora de los libros El poder mediático en México (2008) y La
palpitante historia de la comunicación en Chihuahua (2009). Ha ejercido como
profesional de la radio en Chihuahua y como profesora en la Universidad Autónoma de
Chihuahua, la Universidad Regional del Norte (URN) y el Instituto Tecnológico y de
Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Chihuahua (México). Actualmente
es profesora en el Departamento de Periodismo II en la Universidad de Sevilla e
integrante del Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la
Comunicación (GREHCCO). [email protected]
Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez
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Tercera parte. Temas sociales y discriminación en las agendas mediáticas
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2 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
Capítulo No. 6
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
Liliana Gutiérrez, Jairo Valderrama, Adriana Guzmán,
Rodolfo Prada, Luz Carmen Barrera y Alfonso Forero
Universidad de La Sabana (Colombia)
Introducción
Los medios masivos de comunicación se deben al público y a él deben servir, porque su
actividad productiva básica de información, opinión y entretenimiento se hace posible
gracias a los insumos que obtienen principalmente en el espacio público y los cuales
usufructúan sin erogación alguna. Resulta entonces de elemental justicia retributiva que los
medios atiendan los intereses y expectativas del público, sin desmedro de su finalidad
lucrativa a la cual deben también atender en aras de su propia supervivencia. En este caso,
definimos temas sociales como aquellos que tocan directamente a los integrantes de una
sociedad en su diario vivir, por ejemplo la seguridad y violencia, la educación, el trabajo, la
cultura, la familia, la vivienda, el medio ambiente, la demografía o la salud, entre otros.
¿Por qué es importante analizar la agenda social que existe en la prensa? En primer lugar
porque los temas que aparecen en los medios de comunicación y la manera en que son
analizados influyen en lo que la opinión pública considera importante o problemático, y en
las decisiones que quienes detentan el poder podrían tomar sobre estos.
Si bien los medios de comunicación no son la única fuente que las personas usan
para construir las imágenes de la realidad, son una muy relevante. Cohen (1963) anotaba en
un primer momento que la prensa no era exitosa en decirle a la gente cómo tiene que
pensar, pero si sobre qué tiene que pensar. Sin embargo, los estudios más recientes sobre
las agendas mediáticas terminaron por establecer la existencia de un segundo nivel de
agenda setting, tal como lo anotan McCombs y Evatt (1995), en el cual el enfoque dado a
una información, destacando unos atributos sobre otros, indicaba a la gente también cómo
pensar sobre ese tema o problema específico. En segundo lugar, es importante estudiar la
Grupo de Investigación en Periodismo
125
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
agenda social y en particular la forma en que los temas sociales son analizados (el uso de
fuentes, la variedad en las fuentes consultadas, los géneros más utilizados) para determinar
cuáles son las prácticas periodísticas predominantes en el medio y buscar un aumento en los
estándares de calidad de la información que reciben los lectores, aspecto imprescindible
para que se formen una idea real del mundo, tomen decisiones y participen con criterio en
una sociedad democrática.
Método de estudio
En el caso que aquí se explica, se trata de conocer la importancia de los temas sociales en la
agenda de los diarios El Tiempo, El Colombiano, El País, Vanguardia Liberal, La Patria y
El Heraldo, los cuales son los de mayor circulación en cada una de las grandes regiones
colombianas. Para tal efecto, se tomaron 4,367 noticias sobre temas sociales publicadas
entre el 3 y el 16 de marzo de 2008, a las cuales se les realizó un análisis de contenido para
establecer el tratamiento informativo de esos temas, las fuentes utilizadas y la
contextualización suministrada para su total comprensión por parte de los lectores.
Resultados de investigación
Entre los principales resultados encontrados se establece que los medios escritos
colombianos publican una gran cantidad de información sobre temas sociales pero sin
enfoque estrictamente social, es decir, que se tratan desde encuadramientos como las
pérdidas y ganancias económicas o las medidas gubernamentales impuestas (política) y no
desde la óptica del problema social y su solución, la participación de los diversos actores, lo
cual incluye una explicación de las causas y consecuencias sociales y la utilización de
fuentes diversas que incluyan grupos, instituciones o estructuras sociales, entre otras
características. Si consideramos que Colombia es un país con un índice de pobreza alto y un
desarrollo medio, según el más reciente Informe de Desarrollo Humano (2007-2008) del
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)1, resulta paradójico que en las
agendas informativas de la prensa colombiana el tema social sea relegado a un segundo
plano en las salas de redacción. De las 4.367 noticias analizadas, el 57,7% (2.260)
corresponde a informaciones sobre temas como política, economía y negocios, deportes y
espectáculos o farándula. Los temas sociales ocupan entonces el 42,3% (2.107), pero en
términos generales, en los seis periódicos de mayor circulación en Colombia las noticias
con enfoque social ocupan apenas el 5.4% del total de las informaciones sociales (235
notas), mientras que las de enfoque económico llegan al 10,8% (470) y las que poseen
enfoque político el 19,3% (840).
1
El Informe pone a Colombia en el puesto número 75, muy cerca de Venezuela, en una lista de 177 países.
Grupo de Investigación en Periodismo
126
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
Cuadro No. 1
Noticias sociales con enfoque económico
18,0%
16,0%
14,0%
12,0%
10,0%
8,0%
6,0%
4,0%
2,0%
0,0%
El Tiempo
La Patria
El Heraldo
El País
Vanguardia
Liberal
El
Colombiano
Cuadro No. 2
Noticias sociales con enfoque político
35,0%
30,0%
25,0%
20,0%
15,0%
10,0%
5,0%
0,0%
El Tiempo
La Patria
El Heraldo
El País
Vanguardia
Liberal
El
Colombiano
Llama especialmente la atención el hecho de que en El Tiempo, el periódico de
mayor circulación editado en Bogotá, la aparición de noticias con tal enfoque es
prácticamente nula: una sola información en un universo de 1.040. Es decir, que si bien este
periódico destina buen espacio para las noticias sociales, las que mayoritariamente abundan
son las de enfoque político y económico, especialmente por la procedencia de las fuentes de
información y las tendencias de las agendas informativas en Colombia atraídas por el
Grupo de Investigación en Periodismo
127
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
conflicto armado y los escándalos de la llamada “parapolítica”.2 No ocurre lo mismo -salvo
uno- en los periódicos de ciudades capitales distintas de Bogotá, donde las informaciones
sociales con enfoque social, aunque no ocupan lugares o espacios privilegiados, si tienen
alguna presencia en las páginas.
Cuadro No. 3
Noticias sociales con enfoque social
25,0%
20,0%
15,0%
10,0%
5,0%
0,0%
El Tiempo
La Patria
El Heraldo
El País
Vanguardia
El
Liberal Colombiano
Si además de estar relegadas a espacios menores, las noticias sociales tienen, en su
mayoría, enfoques distintos al social, puede inferirse que los actores sociales poco están
influyendo en la construcción de las agendas de los medios. Los estudios de la sociología
en la segunda mitad del siglo pasado sobre la fijación de la agenda resaltaron el poder que
los medios ejercen para fijar ciertos temas en la agenda pública. El primer nivel de la
agenda setting se refiere precisamente a que los medios deciden sobre qué temas poner a
pensar a la gente. El segundo nivel se ocupa de qué o cómo pensar sobre esos temas. En ese
sentido, una mirada a la luz de esta teoría revela que en Colombia los medios muestran
mayor interés en poner a pensar a la gente sobre los asuntos de la política y el conflicto,
propiciadores de constantes escándalos que atraen público, razón por la cual los temas
sociales son desplazados por otros en número de informaciones y sus enfoques terminan
atados a los intereses de sectores políticos y económicos dominados por las élites de poder.
2
En Colombia el fenómeno del paramilitarismo, nacido como una alternativa ilegal para enfrentar la acción
de la guerrilla, ha filtrado todos los ámbitos de la política. En los meses recientes algunos miembros del
Congreso se encuentran detenidos y otros han sido vinculados a procesos de investigación bajo acusaciones
que los relacionan con jefes de grupos paramilitares. Los medios de comunicación han dado a esta situación el
nombre de “parapolítica”.
Grupo de Investigación en Periodismo
128
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
Lo social, tratado de manera superficial
En cuanto al empleo de los géneros periodísticos en el tratamiento de la información, se
evidencia un predominio de la noticia, mientras que géneros como la entrevista, el
reportaje, la crónica y la columna de opinión registran bajos porcentajes de aparición en el
universo de la información de carácter social. Estas notas ocupan un porcentaje bajísimo en
el contexto de los artículos de opinión (0,4%), lo que puede explicarse por el hecho de que
los columnistas y editorialistas prefieren escribir sobre los escándalos de la política, los
asuntos de la economía y los problemas del conflicto. El hecho de que los dos géneros de
profundidad -crónica y reportaje- ocupen porcentajes bajos denota cierta apatía por parte de
la prensa frente a la interpretación y el análisis de las informaciones relacionadas con el
campo de lo social. Lo reflejado aquí refuerza el temor de académicos y escritores en torno
al caso particular de la crónica, porque se trata de un género que cada vez más pierde
terreno en los periódicos. Las informaciones de la prensa con enfoque social hacen mayor
presencia el día martes y, curiosamente, uno de los días en que menos lo hacen es el
domingo, cuando los periódicos circulan con mayor número de páginas, secciones, insertos
y separatas especiales. Puede obedecer este hecho a que el tema social casi nunca figura en
las coberturas especiales y solamente se registra en las secciones habituales para este tipo
de información.
Calidad en el tratamiento de las informaciones sociales
Lo dicho anteriormente, nos permite abordar el concepto de calidad informativa,
estrechamente relacionado con el de democracia, pues un gobierno con participación del
pueblo, requiere de ciudadanos bien informados, capaces de tomar decisiones sobre la base
de un profundo conocimiento de su situación política, económica, social y cultural. En este
proceso, los medios de comunicación resultan definitivos, pues es a través de ellos que la
gente obtiene la mayoría de la información sobre el mundo. Schulz (2000), conecta los
criterios de calidad informativa (independencia, diversidad y objetividad) con los valores
fundamentales de la democracia que son, además, muy pertinentes cuando se habla de
temas sociales y de periodismo local, cívico y comunitario. Según este autor, el criterio de
independencia aplica ante el blindaje que debe tener el periodista ante las presiones del
gobierno, los grupos económicos, los anunciantes y los dueños de los medios, pero también
se refiere al papel de guardián de los intereses de la sociedad que debe cumplir el
periodismo para que los ciudadanos habiten realmente en un ambiente democrático. La
diversidad comprende la pluralidad de temas, puntos de vista, regiones geográficas y
grupos de personas que se deben cubrir, pero también envuelve el acceso a los medios de
comunicación (que todos los grupos sociales y los actores de la vida política tengan
oportunidad de acceder a los medios de comunicación como foros de debate que deben ser).
En cuanto a la objetividad, el autor señala la relación entre verdad y relevancia del hecho y
la imparcialidad del periodista ante éste, que se ve comprometida cuando se consultan
pocas fuentes o cuando todas tienen una misma posición ideológica ante el hecho que se
está reportando.
Así, pues, para medir la calidad de la cobertura de lo social en los distintos diarios, esta
investigación utilizó cuatro indicadores principales:
Grupo de Investigación en Periodismo
129
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
1) La cantidad de fuentes mencionadas en las informaciones con enfoque social
2) La cantidad de “informaciones de primera mano” mencionadas en las noticias sociales
3) El uso de indicadores sociales en la cobertura de lo social (investigaciones, estadísticas,
estudios)
4) El abordaje de causas y consecuencias que permiten contextualizar y explicar los
hechos
Estos indicadores señalan el grado de diversidad, independencia y objetividad de la
información sobre temas sociales que publica la prensa colombiana, así como el grado de
orientación que puede recibir el público lector en un momento dado sobre ellos.
El manejo de fuentes en la información de temas sociales
En lo que se refiere al manejo de fuentes, la prensa colombiana parece carecer de calidad,
ya que en el 57,7% de las notas periodísticas analizadas se mencionaba apenas una fuente
informativa. Esto es lo que se conoce como unifuentismo, una de las prácticas más
perniciosas para la calidad del periodismo, tal como lo señala Torrico (2008), quien afirma
que es “un mecanismo de reducción de los espacios de interpretación de los hechos
tendiente a asegurar una suerte de monopolio del entendimiento de la realidad”. Por lo
general, esta única fuente es oficial o gubernamental, con lo cual se está legitimando la
esfera social del poder sin tener en cuenta otras voces y visiones sobre el tema o problema
tratado. Esto, en el caso de los temas sociales, resulta altamente inconveniente por cuanto
son problemas complejos en cuya solución deben tomar parte diversos actores sociales
(afectados, organismos estatales y organizaciones no gubernamentales, por ejemplo).
Por su parte, John Solosky (1989:66), afirma que “la excesiva dependencia de
fuentes oficiales tiende a legitimar la estructura de poder en la sociedad y, en ocasiones,
termina en la parcialización de la información y la desinformación”. De ahí la necesidad de
que siempre exista diversidad de posiciones, miradas al hecho y verificación de la
información. En ese sentido, la investigación revela que en el caso de las notas periodísticas
con enfoque social, aunque se mantiene la tendencia al unifuentismo (24,3% de los casos)
existe un porcentaje mayor de noticias cubiertas con dos fuentes (23%) y hasta con tres
fuentes (21%). Ello da a entender que los periodistas son algo más conscientes de la
complejidad de los problemas sociales y tienden a buscar más de un punto de vista para
reflejar la realidad, aunque por supuesto, un 44% de notas periodísticas cubiertas con dos o
tres fuentes está todavía lejos de ser el porcentaje ideal para reportar temáticas complejas.
Grupo de Investigación en Periodismo
130
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
Cuadro No. 4
Número de fuentes mencionadas en las noticias con enfoque social
Siete o más fuentes
3%
Seis fuentes
Cinco fuentes
5%
9%
Ninguna fuente
1%
Una fuente
24%
Cuatro fuentes
14%
Tres fuentes
Dos fuentes
23%
21%
En cuanto al uso de información de primera mano, es decir, aquella que es obtenida
por el periodista directamente de la fuente y no reproducida de un comunicado de prensa,
despacho de agencias de noticias, otros medios o fuentes cercanas al generador directo de
los hechos, es de destacar que la gran mayoría de las informaciones con enfoque social son
construidas con base en este tipo de datos (91,1%) lo que aumenta la credibilidad del
medio. Por su parte, en el resto de la información publicada en los diarios se utilizan datos
de primera mano sólo en 53,6% de las ocasiones lo que hace pensar que en estos casos los
periodistas recopilan información a través de lo que Sigal (1978:152-153) señala como
“canales rutinarios” (boletines y comunicados de prensa, ruedas de prensa, eventos no
espontáneos organizados para que acuda la prensa, etc.), más que por canales no habituales
como entrevistas, reporteo directo e investigación. Sin embargo, pese a los buenos
resultados que parece obtener la información de carácter social en cuanto a la consulta de
fuentes de primera mano este aspecto queda reducido por el unifuentismo que, como se
señaló anteriormente, alcanza un porcentaje importante en las prácticas periodísticas
colombianas.
El uso de indicadores sociales y la confiabilidad de la información
El uso de indicadores sociales habla de la utilización de fuentes documentales basadas en
estudios, investigaciones e indicadores estadísticos que permiten garantizar la confiabilidad
de la información. No son opiniones de personas que hablan sobre un tema, sino datos
verificables de manera científica y sistemática. Por ejemplo, una sentencia judicial o un
estudio económico que son citados como fuente permiten partir de la existencia de un
hecho concreto en la construcción de la nota periodística. Por esta razón, el uso de
indicadores sociales es altamente recomendable. Las fuentes personales (personas que
hablan) no resultan tan confiables como los documentos ya que cada persona tiene diversas
Grupo de Investigación en Periodismo
131
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
posiciones e intereses, puntos de vista propios cargados de subjetividad. Por lo tanto, el
manejo de este tipo de fuentes debe ser cuidadoso y equilibrado.
El estudio realizado muestra que tan sólo en el 3,2% de las notas periodísticas
analizadas se utilizaron fuentes documentales. Es de recalcar, sin embargo, que el uso de
indicadores sociales es más frecuente en las notas periodísticas de carácter social, de las
cuales un 15,7% contaba con respaldo en estudios, investigaciones o informes estadísticos.
Con todo, su uso es minoritario y constituye un elemento de mejoramiento en el que la
prensa debe pensar.
Temas sociales con buen contexto
La definición que sobre el contexto hace Galdón (1994:61) resulta muy aplicable a los
temas sociales, que son realidades complejas:
“[…] El dar la verdad necesaria contextualizada y explicada y con
sentido significa que hay que situarla en un contexto espacio-temporal,
apuntar su significación en el devenir histórico, suministrar una
información centrada en el proceso y no en los acontecimientos
aislados, prever mediante el conocimiento del pasado, el análisis del
presente y la proyección en el futuro, tener en cuenta los procesos
ideológicos relacionados con los acontecimientos; explicar el sentido
que las cosas tienen por sí y por su repercusión en nosotros”.
En consecuencia, contextualizar es dar información adicional que permita al público
tener un conocimiento general sobre antecedentes del hecho y conocer o inferir el posible
desarrollo. La información de contexto, que incluye antecedentes y posibles consecuencias
de los hechos ocurridos o de la trayectoria de las personas relacionadas con el
acontecimiento noticioso, permite al lector formarse una idea completa de lo sucedido. En
lo que se refiere al abordaje de causas y consecuencias de los hechos, los periódicos
colombianos hacen en general una buena cobertura de los temas sociales. El 85,9% de las
notas periodísticas que tratan sobre estas temáticas cuenta con antecedentes o causas del
problema, mientras el 88,5% presenta consecuencias del mismo. En contraste, las
informaciones que tratan sobre otros temas incluyen causas en un 22,7% y consecuencias
en un 30,6% de las ocasiones. Lo anterior revela una baja contextualización de la
información, es decir, que el periodista se limita a narrar los acontecimientos pero no le
aporta al público datos suficientes para que entienda el hecho noticioso en la dimensión
necesaria. En contraste, los temas sociales parecen tener una buena contextualización en
términos de causas y consecuencias y sólo se requiere de una mayor participación de estos
temas en la agenda mediática para que el valor agregado que aporten sea representativo
para la sociedad.
Conclusiones
La agenda de temas sociales en la prensa colombiana es pobre. Aunque aparentemente se
publica una gran cantidad de información sobre este tipo de temas, que van desde la salud y
el medio ambiente hasta la vivienda y las mejoras en las condiciones de vida para enfrentar
la pobreza, el tratamiento que se da a estas temáticas no tiene un verdadero significado y
Grupo de Investigación en Periodismo
132
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
enfoque social. La prensa no pasa del registro de las acciones o declaraciones
gubernamentales sobre estos temas o el señalamiento de las consecuencias económicas de
los mismos. La política y la economía son las esferas que parecen interesar a los periódicos,
olvidando que los temas sociales requieren de un tratamiento especial, en el cual debe
predominar la información de contexto para dimensionar el problema y buscar soluciones al
mismo, en el cual es de especial importancia tener una variedad de fuentes y puntos de vista
que permitan el reflejo más cercano de la realidad con todas sus complejidades y aristas.
Dadas esas consideraciones, ¿es entonces la agenda de los medios un esfuerzo
válido para proveer al público de lo que éste realmente necesita saber? Una forma de
comprobar si la agenda mediática efectivamente corresponde a lo que el público necesita es
identificar explícitamente la utilidad cívica de una noticia, tal como lo señalan Merrit y
McCombs (2003) cuando señalan: “¿Por qué alguien querría saber sobre un hecho en
particular si no le afecta o le interesa?” Y aunque esta reflexión es aplicable a todo tipo de
prensa, lo es más aún en la prensa regional donde se esperaría una cercanía mayor de los
medios con los hechos que afectan directamente a los pobladores de su área de influencia.
Por ello, queda una deuda y una oportunidad de mejoramiento para los medios que, sin
duda, redundaría en más lectores para los periódicos. La cobertura de los temas sociales,
aquellos más próximos al lector, debería redimensionarse. Igualmente queda abierta una
posibilidad de investigación para aquellos que quieran indagar sobre lo que el lector
esperaría de una información social, respondiendo a preguntas como por ejemplo: ¿Quién
del público en particular es la audiencia primaria para este tema? y ¿por qué
querrían/necesitarían saber sobre esto? Quizás las sorpresas serían muchas.#
Referencias
Cohen, B. (1963). The Press and Foreign Policy. Princeton: Princeton University Press.
Galdón, G. (1994). Desinformación. Métodos, aspectos y soluciones. Pamplona:
Universidad de Navarra.
McCombs, M. y Evatt, D. (1995). Los temas y los aspectos: explorando una nueva
dimensión de la Agenda Setting. Comunicación y Sociedad, 8 (1). Páginas 7-32.
Merrit, D. y McCombs, M. (2003). The Two W's of Journalism: The Why And What Of
Public Affairs Reporting. Mahwah: Lawrence Erlbaum Associates.
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2007-2008). Informe de Desarrollo
Humano.
Schulz, W. Preconditions of Journalistic Quality in an Open Society. Ponencia inédita
presentada en la Conferencia Internacional News Media and Politics–Independent
Journalism. Budapest, 6 y 7 de octubre de 2000.
Sigal, L., (1978). Reporteros y funcionarios: la organización y las normas de elaboración
de las noticias. México: Guernika.
Grupo de Investigación en Periodismo
133
Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar
Solosky, J. (1989). Sources and Channels of Local News, en Journalism Quaterly, Vol. 66.
Página 69.
Torrico, E. Problemas mediáticos en América Latina. Reunión de la Red Latinoamericana
de Observatorios de Medios. Bogotá, marzo de 2008. Publicado por Onadem y consultado
en agosto 11 de 2008.
http://www.eldeber.com.bo/rblog/onadem/2008/03/problemas_mediaticos_en_america_lati
na.html
Semblanza curricular
Liliana Gutiérrez Coba es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad del
País Vasco (España). Comunicadora social y periodista, actualmente colabora como
docente y dirige el Grupo de Investigación en Periodismo (GIP) en la Facultad de
Comunicación
de
la
Universidad
de
La
Sabana
(Colombia).
[email protected]
Jairo Valderrama, Adriana Guzmán, Rodolfo Prada, Luz Carmen Barrera y Alfonso Forero
son docentes y miembros del Grupo de Investigación en Periodismo (GIP) en la Facultad de
Comunicación de la Universidad de La Sabana (Colombia).
Grupo de Investigación en Periodismo
134
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
Capítulo No. 7
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
María José Villa y María Inés Loyola
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
Introducción
Da cuenta aquí de los avances en la investigación de un equipo que indaga la forma en que los
textos culturales ponen en crisis toda denotación. Es decir, cualquier manifestación de la
existencia misma del lenguaje anula la correspondencia entre la palabra y la cosa, porque la
inserción del discurso en el mundo es siempre un discurso sobre el mundo. A lo largo del
trabajo de este equipo de investigación1 fue necesario prestar atención a las metáforas, no
como función decorativa sino analítica para comprender que el hecho de decir en
determinada situación socio histórica incide profundamente sobre lo que se dice socavando
las condiciones de una posible correspondencia denotativa.
1
El proyecto de investigación actual se denomina El orden de la cultura: discriminación, clasismo, sexismo.
Dimensión retórica, cognición e ideología, está asentado en la Facultad de Lenguas de la Universidad
Nacional de Córdoba y conformado por un equipo interdisciplinario dirigido por la Dra. Silvia N. Barei; el
resto de los miembros del equipo son: María J. Villa, María Inés Loyola, Elena del C. Pérez, María Teresa
Sánchez; Ana Levstein, Pablo Molina, Ana Leunda y Federico Langer.
María José Villa y María Inés Loyola
135
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
En este marco, desde 2006 se viene planteando en distintos trabajos que analizan
los textos de la cultura (en este caso los textos del periodismo gráfico) en clave retórica,
prestando atención a las metáforas y, de manera particular, aquellas que refuerzan el orden
social. En este sentido, esta focalización no solo remarca la relación no denotativa entre
lenguaje y cultura sino que particulariza el doble carácter del orden metafórico: valor
cognitivo y acentuación ideológica funcionando simultáneamente. Así es posible leer cómo
las retóricas que son propias de un texto se expanden a todo un mecanismo cultural. Y
viceversa, cómo este mecanismo complejo y políglota es legible en un texto que se toma
solo a modo de muestra. La dimensión retórica de una cultura puede mostrar en su
superficie diferentes capacidades figurativas del lenguaje, como condición de posibilidad
de todo discurso tanto en su propuesta de orden como en los lugares en los que el tejido de
las relaciones sociales se desorganiza y presenta práctica y discursivamente como desorden.
Discurso de la seguridad/inseguridad: modelo de control social
Siguiendo con esta línea, aborda en uno de los últimos trabajos realizados (2008), el
paradigma “orden-desorden” en torno al discurso de la seguridad, y para ello nos
ubicamos en los meses de marzo y abril del 2004. Este discurso cobró vigor en la sociedad
argentina a partir del asesinato de Axel Blumberg2 y el movimiento que en apoyo a su
familia congregó a miles de personas en las calles de Buenos Aires, Argentina, y la
cobertura de todos los medios de comunicación del país. Para este análisis recurrimos a las
categorías teóricas de “sentido común-vida cotidiana-sistema de creencias–representaciones
sociales” que nos fueron de utilidad para el trabajo con la prensa, en tanto partimos del
supuesto de que el discurso periodístico es un discurso no científico que conforma opinión
pública basada fundamentalmente en el sistema de creencias y el sentido común.
El sistema de creencias está muy ligado a la vida cotidiana y al sentido común. El
sentido común es “espontáneo”, “ingenuo”, se opone al pensamiento científico ya que se
constituye a partir de las experiencias, de las informaciones, conocimientos y modelos de
pensamiento que recibimos a través de la tradición, del sistema educativo y de los medios
de comunicación. De ese modo nos permite actuar de determinada manera, explicar los
hechos y responder a las preguntas que nos plantea el mundo. Dice Raiter que los seres
humanos no sólo nos construimos una representación mental de lo que vemos, oímos,
tocamos, sino que lo ordenamos de determinada manera y lo completamos de modo que
contemple un sistema cohesivo. Este sistema se completa socialmente ya que no es
necesaria la comprobación referencial, empírica, para que las imágenes construidas pasen a
formar parte del sistema.
2
En marzo de 2004 Axel Blumberg, un joven de 23 años de clase media alta, fue asesinado luego de ser
secuestrado en Buenos Aires, Argentina. A partir de allí su padre, Juan C. Blumberg inició la “Cruzada Axel
por la vida de nuestros hijos” que se tradujo en convocatorias multituudinarias que reclamaban penas más
duras para combatir la delincuencia.
María José Villa y María Inés Loyola
136
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
En todo momento vinculamos estas categorías con el eje transversal, orden
metafórico3. Nos interesó en ese momento ver cómo el discurso de la Seguridad que cobra
vigencia en el país en el momento del asesinato de Axel Blumberg (marzo de 2004) es
mediatizado por el diario La Nación.
Advertimos cómo este relato en torno a la seguridad se constituyó en un discurso de
control social que planteaba la necesidad de la vigilancia y “mano dura”, al tiempo que
justificaba y alentaba políticas de exclusión. Tuvimos en cuenta en nuestro análisis algunos
sistemas de creencias vigentes en la sociedad, tales como: “la familia es lo primero”, “el
bien supremo es la vida”, “los buenos cuando mueren se van al cielo”, “los malos deben
ser castigados”. Y el concepto: “Todos somos padres de Axel”, permitió compartir
socialmente las imágenes construidas en los sistemas de creencias individuales formándose
el “sistema de creencias social”. En la simplificación del discurso periodístico se muestran
dos caracterizaciones bien diferenciadas que entran frecuentemente en conflicto: el de los
ciudadanos normales y legales y el de aquellos que viven en al margen de la ley y que se
sitúan, en esta clasificación, en la esferas de los “anormales”. Pero en este último rubro
también se ubica a los funcionarios que, a juicio de la prensa, no cumplen con su obligación
de garantizar el orden. La “sociedad decente”, víctima de la delincuencia y de la
inoperancia del Estado, es el público lector de La Nación; son aquellos que nunca han sido
marginales, y que hoy lo son porque no se sienten incluidos en las políticas de seguridad.
Así, pudimos trabajar, a partir del discurso periodístico analizado, dos campos léxicos bien
diferenciados que van construyendo un eje conceptual-ideológico que aglutina
representaciones en torno a la seguridad y la inseguridad. De un lado se ubican los que se
acercan o pertenecen al campo del Bien (orden-seguridad); del otro los que propician
directa o indirectamente el Mal (desorden-inseguridad). Durante todas las ediciones
analizadas del diario, el discurso del padre del joven asesinado se convirtió en una
dominante, al decir de Raiter, y apareció en cada una de los títulos, noticias, entrevistas,
editoriales y artículos de opinión. Así la prensa hegemónica hizo propio un orden en el que
reprodujo el sistema de creencias dominante basado en el sentido común.
Retóricas de la violencia: la metáfora de la ola
El caso que nos ocupa ahora y que aparece como una continuidad del que analizamos
anteriormente, es la muerte de Daniel Capristo, un chofer de una empresa de transporte de
carga que fue asesinado, en ocasión de un robo, por un menor de 14 años. El hecho ocurrió
3
Las investigaciones que venimos desarrollando en el marco del equipo interdisciplinario en la Universidad
Nacional de Córdoba, Argentina, se proponen estudiar el funcionamiento cultural de las metáforas. Nuestro
proyecto actual retoma trabajos anteriores, y se detiene en lo que hemos denominado “el orden metafórico”,
referido al modo en que las metáforas se elaboran en una comunidad, no ya como una marca de estilo sino
como un forma de producción de una cultura vinculada al sistema de poder. En el plano individual o personal,
el orden metafórico es un principio cognitivo, es decir, rige modos de funcionamiento de la mente que nos permite
entender el mundo de determinadas maneras; mientras que en el plano social, es decir, colectivo, es un principio
ideológico, está ligado a formas de funcionamiento del poder que nos hace (o quieren hacer) ver el mundo de
determinadas maneras.
María José Villa y María Inés Loyola
137
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
el 15 de abril de 2009, en la localidad de Valentín Alsina, Partido de Lanús, uno de los
sectores más poblados de la provincia de Buenos Aires. Ese día, alrededor de las 21 horas,
cuando el hijo mayor (24 años) del hombre asesinado, llegó a su casa conduciendo el
automóvil de la familia, acompañado por su novia y un hermano de cinco años, dos jóvenes
armados le exigieron que entregara el auto. Desde adentro de la casa, Daniel Capristo
escuchó lo que estaba pasando y salió armado, y, según relatan las crónicas periodísticas,
efectuó un disparo. De forma inmediata uno de los jóvenes ladrones le disparó siete tiros y
luego huyó. Capristo murió camino al hospital, y a partir de allí se sucedieron una serie de
hechos que los medios más importantes del país retomaron para tratar en noticias,
entrevistas y editoriales, bajo la concepción general de “la ola de inseguridad” que “ataca”
a los habitantes del Gran Buenos Aires.
Resulta importante relatar la sucesión de los hechos: después de matar a Capristo, el
joven ladrón huyó, pero fue alcanzado por los vecinos que lo golpearon y posteriormente lo
entregaron a la policía. Entonces se supo que el menor tenía 14 años. Los vecinos
“indignados”, una calificación reiterada en los medios de comunicación, también
agredieron físicamente al fiscal de la causa cuando se acercó al lugar de los hechos para
cumplir con sus tareas, quien fue internado y algunas pruebas del crimen obtenidas en ese
momento por él, se perdieron. Al día siguiente, los vecinos se reunieron espontáneamente
en la plaza de Valentín Alsina y al otro día efectuaron una convocatoria multitudinaria en
pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, reclamando seguridad y reflotando la consigna
“que se vayan todos”4. En esos días los medios de comunicación trataron el tema
relacionando varios de los elementos que allí aparecían: inseguridad, asesinato, robo con
armas, minoridad, vecinos indignados, vecinos indefensos, falta de respuestas de los
organismos oficiales.
Todos estos tópicos, excepto el relacionado con la minoridad, habían aparecido en
el caso Blumberg. Para advertir cómo la prensa gráfica estaba tratando el caso Capristo
seleccionamos los dos diarios de mayor venta en la Argentina: La Nación y Clarín, en sus
versiones digitales, de los días 15 al 17 de abril de 2009, es decir, entre el asesinato y la
concentración en el Obelisco. El análisis, en clave retórica nos permitió advertir cómo los
medios desplegaban una serie de categorías conceptuales para construir campos de sentido
en donde ubicaban, por un lado, a las personas de bien, y por el otro, a los indeseables de
siempre. La defensa de la vida como bien supremo, surge como constante, forma parte del
sentido común y del sistema de creencias, y que se convierte en lo que Raiter denomina
“una dominante”, es decir, “aquellos sistemas que tienen mayor probabilidad de actuar
significativamente en un momento histórico y social determinado que poseen los miembros
de una comunidad, y que se relacionan con las representaciones construidas con
anterioridad” (2003:83).
Hay una incorporación de conocimientos no racionales, en realidad sin
comprobación empírica, que se torna posible porque los conocimientos del sentido común
4
“Que se vayan todos” fue la consigna que prevaleció en Argentina en la crisis institucional de 2001 que
finalizó con la renuncia del Presidente De La Rúa.
María José Villa y María Inés Loyola
138
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
son verdades consensuadas cuya comprobación sería francamente inútil. Se trata de
conocimientos recibidos de modo no crítico, sin cuestionamientos, transmitidos en todas las
comunidades de generación en generación, básicamente por medio del lenguaje. Así
aparecen algunos sistemas de creencias vigentes en la sociedad, tales como: “el bien
supremo es la vida”, “los malos deben ser castigados”. Y el delito, este que aparece de
manera violenta, forma parte de aquello que se torna inaceptable en una sociedad, que al
tiempo que desdeña y rechaza este tipo de crímenes, suele aparecer indiferente ante otro
tipo de delitos, comúnmente llamados de “guantes blancos”, en los que los victimarios no
son pobres, olvidados y marginados, sino más bien, ricos, conocidos y letrados.
Al mismo tiempo, el delito se ha convertido en un tema de agenda en los diarios
más importantes del país, inclusive aquellos que aparecían en la categoría de prensa blanca
y que trataban de manera ocasional estos temas, y por lo general, nunca en la tapa. Desde
hace unos años, los temas relacionados con el delito escapan a las secciones de policiales y
sucesos y se instalan en las destinadas a la política o a la justicia. Además, son temas de
tratamiento en las páginas editoriales de los diarios en las que aparece de manera reiterada
un reclamo por la inacción de los gobernantes. Además hemos advertido que existe un
modo de construcción de las noticias sobre los delitos graves, que son los que atentan
contra la vida de las personas, que estereotipan a agresores y agredidos en una
simplificación de los hechos que lleva a descontextualizarlos y enfocar el problema solo en
el episodio que narran. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa, ambos diarios dedicaron
muy pocos párrafos para tratar la problemática de la minoridad en situación de inseguridad.
El binomio seguridad/inseguridad solo es considerado cuando se trata de la
preservación/ataque de los bienes y la vida de las personas de clases medias y medias altas
(en este punto se observa una continuidad con el tratamiento del caso Blumberg). Esa arista
del problema, como así también la reacción violenta de los vecinos que casi linchan al
agresor y que arremetieron contra el fiscal de la causa, pasa inadvertida, es más se fue
desvaneciendo en los sucesivos días, ocultada por la obstinada recurrencia en uno de los
personajes: el menor asesino, “ese chico que vació un cargador sobre la víctima”.
“Un chico de 14 años mató a tiros a un hombre…”
“Un chico de 14 años que quería robarle le pegó seis tiros con una
pistola de 9 milímetros (El Clarín, 16/4/2009)
“El chico de 14 años detenido… el menor acusado de homicidio…(La
Nación, 17/4/2004)
Asimismo, los vecinos, algunos de ellos testigos del hecho, adquieren un valor de
representación y experticia ante la problemática, que hace que los medios insistentemente
recurran a ellos otorgándole a sus dichos un valor de verdad que está relacionado con el que
“sabe porque lo ha padecido”. Así, sus opiniones son reflejadas de manera reiterada con
citas directas, convirtiendo ese dicho en una versión legítima. Rey (2007:8-9) dice que “el
delito se integra velozmente a la atmósfera institucional de la seguridad y, de paso, al
andamiaje de la gobernabilidad. En el contrato de lectura, si bien importa el señalamiento
de quién cometió el crimen y en qué circunstancias, sobresale el señalamiento de las
responsabilidades de las autoridades, desde los jueces que no endurecen las leyes que
María José Villa y María Inés Loyola
139
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
deberían sumarse a la prevención, por el temor o el castigo, hasta de los policías que
deberían garantizar el orden social y de los gobernantes, a quienes se eligió para perseguir
el delito con decisión”
“Cuando (el fiscal de turno) quiso dar alguna explicación de los
sucedido, los vecinos comenzaron a insultarlo… en una escena fuera de
control…. Gritos de bronca e insultos, los vecinos todavía exaltados…
reacción violenta por parte de la gente (Clarín, 16/04/2009)
Si bien, ambos medios no justifican la agresión al fiscal, tampoco la condenan
abiertamente, atemperan la reacción de los vecinos situándolos en un momento de emoción
extrema, debido a la cercanía, en el tiempo y en el espacio, del brutal crimen: (“Los vecinos
lograron detener al agresor, un chico de 14 años, Luego, indignados, corrieron y
golpearon al funcionario” -Clarín. 15/4/2009-. “Es que su presencia (la del fiscal) canalizó
la bronca de la gente: Lazzari representaba en ese instante al Estado, a la Ley, que no da
respuesta al ciudadano frente a la inseguridad” –La Nación, 17/4/2009) La Nación
reproduce las declaraciones de la Procuración General de la Corte bonaerense, que califica
como “agravio inédito y preocupante”, la agresión sufrida por el fiscal (La Nación,
16/4/2009) Las consideraciones sobre el menor que asesinó, están relacionadas con su
historial delictivo y con datos acerca del lugar en donde habita. Así, ser menor, pobre y
villero se reúnen en una ecuación que da como resultado inevitable la criminalidad, la
peligrosidad, la indeseabilidad, la necesidad de la exclusión de los lugares donde habita la
“gente común”:
“La villa Zavaleta, donde vive el acusado, está ubicada en Parque
Patricios, detrás del estadio de Huracán. (…) El viejo barrio Zavaleta fue
construido en los ’60 con la intención de brindar alojamiento transitorio
a personas de villas que debían ser reubicadas. Muchas se quedaron y las
construcciones se precarizaron alrededor de las que ya había. En los
últimos años, los asentamientos se extendieron. A unos metros de allí se
encuentra la villa 21-24, conocida por ser uno de los lugares donde más
se distribuye en Capital Federal (El Clarín 17/04/2009)
“El chico registró una entrada en la comisaría 32ª. Y otra en la
comisaría 30ª. Por robos que habría cometido en enero de este
año…Fuentes policiales informaron que es oriundo de la villa porteña
Zabaleta….(La Nación 17/4/2009)
Así considerado, es el otro indeseable quien debe ser excluido, separado. “El
discurso discriminatorio tiene como característica, por tanto, la construcción y/o
reproducción de un núcleo cognitivo adecuado para justificar el rechazo, la separación, la
negación, el aislamiento del otro, mediante el recurso de mostrar las características que lo
diferencian del ‘nosotros’. Así, mientras en ellos se concentra lo ilegítimo, lo que viola las
normas y costumbres sociales, en ‘nosotros’ residen los atributos contrarios”. (Rey y otros,
2007). La alteridad se expresa de manera categórica en las narraciones sobre el delito. Las
situaciones de rechazo, de prejuicio, o al menos de diferenciación configuran un aspecto de
la consideración del “otro”. Si toda cultura supone un “nosotros” que comparten códigos y
formas simbólicas, además de una historia y una lengua, el “otro” opera por diferenciación
María José Villa y María Inés Loyola
140
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
y en la comparación con el “nosotros” se torna evidente y encuentra obstáculos en la
comunicación. Pero la “otredad” es casi una condición normal de la vida cotidiana y de la
convivencia social. De lo que aquí se trata es de las características de esa “otredad” que
incluye a los pobres y marginados, y también a los extranjeros (sobre todo de países
latinoamericanos)5. Se trata de cómo nos relacionamos con ese “otro” extraño y el grado de
distancia que nos separa, así como la carga valorativa que tenemos hacia él. Se advierte que
grupos sociales pretendidamente con prejuicios leves, que viven en sociedades
democráticas, tienden a aceptar estereotipos, por ejemplo contra los menores, pobres y/o
villeros y a apoyar medidas que penalizan gravemente a aquellos que se han iniciado en el
delito. Hay una propensión a considerar a los villeros como “vagos”, “perezosos”,
“pendencieros”, “delincuentes”, en general a hacer juicios poco favorables sobre ellos.
Además a hacerlos responsables de las posibles desgracias, o del descenso en la escala
social de aquellos que se sienten incluidos en el “nosotros”.
Martini (2002:88) dice al respecto: “En la naturalización de los discursos
hegemónicos (…) se produce la representación de los que son colocados en el campo de la
ilegalidad, los otros, delincuentes, marginales, los sospechosos de siempre (pobres,
jóvenes, villeros), y en un proceso metonímico resultan también excluidas las geografías y
la cultura de la pobreza (barrios y villas precarias, zonas marginales de las ciudades,
viviendas precarias, lugares de esparcimiento, realidad del tiempo libre por efectos del
desempleo)”. Hay una sociedad decente y otra que delinque y mata o que tiene los ojos
vendados frente a estos hechos; pero que al no poder identificarla se la generaliza con
discursos históricos –objeto de pre-juicios- que coincide en nuestro país con las clases
movilizadas o la política. Sólo una voz considera la problemática de la minoridad y la
delincuencia desde otra perspectiva. Se trata de una nota de opinión publicada por La
Nación el 17 de abril, y que está firmada por Marta Pascual, una jueza de menores. En el
texto, la jueza se refiere a la baja de la edad de imputabilidad. Dice que antes de pensar en
bajar la edad, “hay que revisar las medidas que se toman cuando un menor comete un delito
[…]”. “[…] hay que trabajar en la situación que los lleva a delinquir […]”; “Hoy, estos
jóvenes sólo conocen la violencia y la droga y salen de caño a conseguir dinero a costa de
la vida de sus vecino […]”. ”Así, entre día y día, se van llevando la vida de gente
trabajadora y dejan familias desoladas. Mientras que los jóvenes que viven en el delito
esperan, sabiendo que tarde o temprano terminarán muertos por otra banda enemiga, por la
policía o por una sobredosis” (La Nación: 17/4/2009)
La voz de la jueza, única en los textos analizados, no alcanza para revertir un eje
conceptual construido por los medios a partir de las retóricas de la inseguridad y de la
exclusión. Hay dos mundos bien diferenciados en los artículos analizados: el que representa
el bien, la normalidad, el orden y aquel que representa el mal o el desorden. Los diarios
Clarín y La Nación los describen, los exacerban, los contraponen, los enfrentan. Lo que está
bien y lo que está mal; lo que implica orden, y lo que provoca el desorden, aún en el marco
de tolerancia que lleva implícita la democracia, se advierte en la construcción estereotipos
5
Véase de Villa, M. J. y Loyola, M. I. (2009). Nosotros y los otros. Trabajo inédito de de investigación.
Universidad Nacional de Córdoba.
María José Villa y María Inés Loyola
141
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
sobre grupos sociales que se convierten en verdaderos ejes conceptuales-ideológicos. No
encontramos solo del lado del mal a la delincuencia –según cánones establecidos e
históricos-, sino también al orden público representado por la política, las fuerzas de
seguridad y la Justicia. Los medios acentúas la ineficiencia de las instituciones del sistema
democrático (el Poder Legislativo y el Judicial). Incluyes en las diferentes razones del
aumento de la criminalidad, además del narcotráfico, el desempleo, la pobreza, la
marginalidad y la corrupción policial.
Los vecinos entonaron varios cánticos: ‘Seguridad,
seguridad’, y ‘Ohhhh, que se vayan todos, que no quede ni
uno solo’, esto referido a funcionarios políticos y judiciales
(idem)
Son las víctimas de la delincuencia y de un Estado que no ofrece respuestas. Dice Martini
(2002) que en el discurso periodístico las víctimas se caracterizan por su debilidad, que es
consecuencia tanto de su ‘normalidad’ como del efecto sorpresa del ataque. Esta figura
puede relacionarse con el melodrama en el que se remarca la ingenuidad de la víctima,
cualidad “necesaria” para pertenecer al campo del Bien. La ola de inseguridad ensombrece
la vida de los argentinos; limita y cercena los derechos más elementales; altera y disminuye
a niveles inaceptables los modos y calidades de vida. Los sujetos que son víctimas de la
violencia son aquellos que nunca hicieron mal, víctimas que trabajan, estudian, que piden
que impere la ley, nuestros chicos, nuestras buenas familias, la mayoría silenciosa, la
ciudadanía decente. Y los que están del lado de la violencia son los marginados,
narcotraficantes, delincuentes, los que truncan el futuro de los otros; también los jueces, los
políticos y legisladores que no dictan leyes más estrictas.
En la simplificación del discurso periodístico se muestran dos caracterizaciones bien
diferenciadas que entran frecuentemente en conflicto: el de los ciudadanos normales y
legales y el de aquellos que viven en al margen de la ley y que se sitúan, en este
clasificación en la esferas de los “anormales”. Pero en este último rubro también se ubica a
los funcionarios que, a juicio de la prensa, no cumplen con su obligación de garantizar el
orden. La sociedad decente, víctima de la delincuencia y de la inoperancia del Estado, son
aquellos que nunca han sido marginales, y que hoy lo son porque no se sienten excluidos de
las políticas públicas. De algún modo, los medios van formando un estereotipo en el que
modelan el perfil del indeseable. Curiosamente en las democracias occidentales el prejuicio
en relación a los grupos sociales no está bien visto. Pero si ahondamos un poco en el
discurso de los medios veremos cómo se reitera la construcción de estereotipos en relación
a la delincuencia, a las zonas geográficas donde se inserta y a la clase social en la que se
ubica. Entonces, es la existencia del estereotipo que deriva de la representación social en
torno a alguien o algo, lo que vincula este tema con la cultura y el sentido común.
Palabras finales
Hay una línea de continuidad en los modos de tratamiento en la prensa gráfica de los temas
relacionados con la seguridad/inseguridad, tal como lo veíamos en el caso Blumberg. Los
María José Villa y María Inés Loyola
142
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
sentidos que circulan en relación a la seguridad están relacionados con el cuidado de la vida
y la propiedad privada de las clases medias y altas. No hay referencias al tema de la
inseguridad y la falta de condiciones para la vivienda, educación, salud, para la vida de los
niños de 14 años. Es evidente, que el joven delincuente que mató a Capristo, estaba en
situación de inseguridad, de carencia, de exclusión. Sin embargo, esa situación no es
abordada por los medios, sólo en la solitaria voz de una jueza de menores, una forma de
mostrar, que todas las voces están presentes en el tratamiento del tema.
Hay una retórica de la barbarie, ligada a un clima de inquietud, una especie de ley
de la selva donde el agresor está listo para atacar en cualquier momento y en cualquier
lugar, aún en los más íntimos, no sólo en el espacio público sino también en la protección
del espacio privado. Y en el discurso de los diarios analizados aparece en la voz de la gente,
del vecino común. Aquí el testimonio resulta clave:
“[..] nos van a matar a todos…, (palabras de Daniel Capristo, Clarín
17/4/2009);… un vecino que se identificó como Walter pidió la palabra y
dijo: (…)’No podemos seguir viviendo sin saber siniestros hijos, cuando
salen a la calle van a volver o no“. (Clarín 17/04/2009)
‘En este barrio no se puede vivir más; te roban a toda hora’, dijo con
mucha bronca Ana Benitez (una vecina) Los vecinos nos cuidamos entre
todos. Estamos todos armados…’, dijo Diego. (Clarín 17/4/2009)
También una retórica de la ola, del tsunami, para explicar como se disemina la
inseguridad, como fenómeno de la naturaleza, inesperado pero a la vez omnipresente, que
puede ocurrir en cualquier momento, que avasalla, acorrala, expulsa a los hombre buenos
de sus lugares y los lleva a otros lugares (bunkers/barrios cerrados, lugares más seguros,
donde no llega la inundación –o los marginales, los sospechosos de siempre). Además hay
una retórica geográfica del mal, espacial, el mapa de la inseguridad, que señala las zonas
rojas. La prensa se adueña de esa metáfora espacial y muestra las “zonas peligrosas”,
“rojas”, demarcándolas con un simbolito gráfico que remite a una explosión. Si pensamos
en una dimensión retórica, se conecta el accidente geográfico con accidente social. Ese
lugar está relacionado con el peligro (rojo), la muerte (explosión).
Las retóricas de la seguridad/inseguridad están ligadas al prejuicio y la
discriminación (en el caso que nos ocupa se agrega entre los indeseables a los menores
marginados). Discriminación porque además de la consideración negativa del otro, se
proponen y se llevan adelante acciones concretas: leyes de baja de imputabilidad; racias, los
vecinos agredieron al adolescente de 14 años, etc. Las retóricas se naturalizan, se hacen
carne, se fosilizan, de modo que aparece como natural las relaciones minoridad marginal/
peligrosidad- inseguridad; zonas geográficas pobres /mapas de inseguridad- zona roja. #
Referencias
Barei, S. y Pérez, E. (Comp) (2006): El orden de la cultura y las formas de la metáfora.
Córdoba: Facultad de Lenguas y Universidad Nacional de Córdoba.
María José Villa y María Inés Loyola
143
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
Bayardo, R. y Lacarrieu, M. (2003) Globalización e identidad cultural. Buenos Aires:
Ediciones Ciccus.
Cepeda, I. (2003). Los paramilitares: dispositivo del modelo democrático de control social,
en http://www.derechos.org/niskor/colomabia/doc/cepeda8.html
Courtis, C. (2000) Construcción de alteridad. Discursos cotidianos sobre la inmigración
coreana en Buenos Aires. Buenos Aires: Eudeba.
Distéfano, M. (2006) Metáforas en uso. Buenos Aires: Biblos.
Loyola, M. I., Villa, M. J. y Sánchez, M. T. (2003). El uso de las metáforas en el discurso
de la guerra, en Sala de Prensa N° 62. http://wwww.saladeprensa.org
Loyola, M. I. y Villa, M. J. Las buenas familias. El discurso de la seguridad en la prensa,
en Coronados, D. y Emaides, A. (Comp.). (2008). Los prismas rotos. La violencia desde
una óptica multidisciplinar. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, UNC y UNVM.
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problemas sociales. Barcelona: Paidós.
Martini, S. Agendas policiales de los medios en la Argentina: la exclusión como un hecho
natural, en Gayol, S. y Kessler, G. (Comp). (2002). Violencia, delitos y justicias en la
Argentina. Buenos Aires: Manatial.
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dominante. Buenos Aires: Editorial Biblos.
Rey, G. y otros. (2007): Los relatos periodísticos del crimen: Cómo se cuenta el delito en
la prensa escrita latinoamericana, Bogotá: Centro de Competencia en la Comunicación.
Rey, G. (2005): El cuerpo del delito. Bogotá: Centro de Competencia en la Comunicación
en América Latina.
María José Villa y María Inés Loyola
144
Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas
Semblanza curricular
María José Villa es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad de La
Laguna, España). Ponente en múltiples congresos nacionales e internacionales y autora de
diversos artículos en libros y revistas especializadas del país y el extranjero. Es actualmente
Vicedirectora e investigadora en la Escuela de Ciencias de la Información de la
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). [email protected]
María Inés Loyola es doctoranda en Estudios Sociales Latinoamericanos, con especialidad
en Comunicación y Cultura, por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Sus
líneas de investigación se centran en el periodismo gráfico, la cultura mediática y la
comunicación educativa. Ha publicado en revistas especializadas sobre comunicación y
periodismo, tanto de carácter nacional como internacional. Ha sido ponente y conferencista
en diversos congresos. Es actualmente profesora e investigadora en la Escuela de Ciencias
de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).
[email protected]
María José Villa y María Inés Loyola
145
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2 Cuarta parte. Coberturas frívolas en las agendas mediáticas
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2 Representación de Obama en la prensa latinoamericana
Capítulo No. 8
Representación de Obama en la prensa
latinoamericana
Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera Fernández
Universidad de Guadalajara (México)
Introducción
Como muy pocas veces se ha visto en la historia política, el nuevo Presidente de
Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama, ha logrado convertirse no sólo en una
gran celebridad a nivel internacional, sino también en un gran fenómeno mediático al
lograr una amplia cobertura y atención periodística por parte de la prensa mundial. En
América latina, tanto la prensa escrita como la electrónica cubrieron pródigamente su
campaña electoral, decisiones y movimientos como presidente electo y nuevo
mandatario, principalmente aquellas actividades las relacionadas con la integración de
su gabinete presidencial y las medidas para tratar de revertir la recesión económica. De
hecho, Obama pasará a la historia no sólo como el primer Presidente afro-americano de
Estados Unidos, sino como uno de los mejores comunicadores políticos que logró
derrotar primero a Hillary Clinton y después al abanderado Republicano John McCain.
De esta forma, Obama se ha convertido en una marca política de la que se habla
y escribe con frecuencia, ya sea desde los grandes centros financieros hasta las pequeñas
comunidades a lo largo y ancho del orbe. Ello lo ha convertido en un experto en agenda
setting (McCombs, 2004), porque con su habilidad ha sabido colocarse en el top del
debate y la cobertura periodística a nivel internacional. En el presente trabajo se hace un
análisis de las características de la cobertura mediática que Obama tuvo por parte de la
prensa escrita en América Latina, desde su elección en noviembre de 2008 hasta su
Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera
149
Representación de Obama en la prensa latinoamericana
toma de protesta como presidente el 20 de enero de 2009. Asimismo, analiza las causas
que generaron convertir a Obama en un fenómeno mediático y una celebridad a nivel
internacional.
Amplia cobertura periodística
Obama es, sin duda, el político más popular y conocido en el mundo y el que ha logrado
una cobertura mediática sin precedente en la historia. De acuerdo a Texas Global
Languaje Monitor (TGLM), Barack Obama motivó tan sólo el 20 de enero de 2009, día
de su toma de protesta, 35 mil historias en los principales medios de comunicación del
mundo, 35 veces más que lo generado por la última ceremonia de juramento
presidencial en Estados Unidos1. Este creciente interés de los medios por Obama se
manifestó desde su candidatura presidencial, cuando derrotó a Hillary Clinton en la
elección interna del Partido Demócrata. Durante la elección constitucional, Obama tuvo
un 18 por ciento más de cobertura mediática que su opositor McCain, de acuerdo a lo
que reportó la empresa de análisis LexisNexis (Agencia EFE)2.
En América Latina, Obama ha estado presente también en la gran mayoría de los
rotativos, tanto como candidato como gobernante electo, ocupando en muchos casos
espacios en las principales planas de la prensa, ya sea como noticia principal o como
parte de las secciones internacionales de los periódicos nacionales y regionales. Más de
un centenar de notas periodísticas abordaron la temática de la relación entre Estados
Unidos y los gobiernos de América latina, principalmente en materia de política
exterior, reforma migratoria, narcotráfico y desarrollo económico, sobresaliendo los
reportajes sobre la reunión que tuvo Obama con el presidente Felipe Calderón (México)
en las primeras semanas de 2009. Un caudal amplio de notas periodísticas y editoriales
en la prensa abordaron también los futuros planes del nuevo gobierno y su efecto sobre
la región, particularmente en materia de recuperación económica, creación de empleos y
relaciones bilaterales.
Esta amplia cobertura mediática se explica, al menos, por cinco razones:
•
Primero, por tratarse de un hecho histórico el que un hombre de raza negra asuma la
máxima magistratura del país más poderoso del mundo. Se creía muy difícil, sino
1
Para el presidente de TGLM, Paul J. J. Payack, la campaña y elección de Obama en 2008 generó 717
mil menciones en prensa, televisión y radio alrededor del mundo y otras 254 millones de menciones en
Internet y blogs. Estas cifras superan el interés que provocó en los medios el huracán Katrina en 2005, la
turbulencia financiera en 2008, la guerra en Irak en 2003 y los ataques del 11 de septiembre en Nueva
York y Washington.. Las cifras fueron calculadas, según se informa, usando un algoritmo de propiedad
del grupo TGLM que rastrea la frecuencia de las palabras y frases en los principales medios escritos y
electrónicos, Internet y principales bases de datos. 2
Desde el 31 de diciembre de 2008, se habían hecho 6 millones de nuevas menciones relativas a Obama
en internet, de acuerdo con la misma fuente. Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera
150
Representación de Obama en la prensa latinoamericana
•
•
•
•
imposible, que un hombre de su color pudiera algún día llegar a ser Presidente de
ese país.
Segundo, porque Estados Unidos enfrentaba una de las peores recesiones
económicas de su historia, misma que generó un efecto desastroso, tipo domino,
para la economía internacional, especialmente en muchas naciones
latinoamericanas. De ahí que el interés de la prensa en la región se enfocara en
cubrir las decisiones del nuevo gobierno, principalmente en materia económica y
financiera, mismas que pudieran afectar positiva o negativamente la economía
mundial.
Tercero, porque Obama se convirtió en toda una celebridad a nivel internacional y
un fenómeno mediático que suscitó interés por parte de los lectores, lo que les
resultó altamente rentable a los medios de comunicación desde la perspectiva
económica. Es decir, Obama se convirtió en un político que es noticia, que vende y
ayuda a vender periódicos en el mundo.
Cuarto, porque Obama tuvo la capacidad de colocarse como el actor principal en la
crisis económica mundial y es uno de los personajes claves del desenlace de esta
crítica situación.
Quinto, porque Obama fue un personaje astuto y competente para posicionarse en la
opinión pública mundial como un hombre que encabeza la esperanza de un futuro
mejor, no sólo para su país sino también para muchas naciones del orbe.
Un enfoque complaciente
Al igual que ocurrió durante la campaña presidencial, el tratamiento que la prensa
latinoamericana dio a Barack Obama como presidente electo en sus primeros días en
funciones fue abiertamente favorable, por lo que bien puede decirse que Obama vivió
una luna de miel con los medios de comunicación, especialmente con la prensa escrita
de América Latina. Con excepción de algunas notas que remarcaron, por ejemplo, los
escándalos del gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, por la presunta venta del
escaño que ocupaba Obama en el Senado, o la renuncia al gabinete de Bill Richardson,
luego de ser invitado por Obama al Departamento de Comercio y estar sujeto a
investigación por la justicia estadounidense por presuntos favores a una empresa
durante su mandato como gobernador del Estado de Nuevo México, el grueso de las
notas de prensa fueron favorables al Presidente Obama.3
Tales fueron, por ejemplo, las notas en positivo que aparecieron entre los meses
de noviembre de 2008 y enero de 2009 en los rotativos El Mercurio (Chile), El Clarín
(Argentina), Ultimas Noticias (Venezuela) y los diarios Milenio y Reforma (México).
En lo particular, hubo una opinión optimista de parte de los comunicadores de la región
3
Obama fue foco de atención en 10,454 artículos y transcripciones, tan sólo en una semana. Del total de
artículos, un 37% tenían un giro favorable, un 30% eran neutrales y un 33% eran negativos.
Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera
151
Representación de Obama en la prensa latinoamericana
sobre Obama aunque, en algunos casos como Venezuela, se puso en duda que la
solución de la crisis económica y el bienestar mundial dependieran de una sola persona.
Temas centrales
Seis fueron los temas centrales destacados en los titulares:
•
•
•
•
•
•
La crisis económica mundial y los planes del nuevo gobierno para enfrentarla
La conformación del gabinete presidencial
Las políticas de inmigración del nuevo gobierno
Estados Unidos y su relación con los países latinoamericanos
La seguridad nacional y la lucha contra el crimen organizado
La toma magnánima de protesta de Obama como el primer presidente
afroamericano.4
En materia económica, la totalidad de los diarios nacionales de la región publicaron
notas que hacían referencia a la severa crisis de la Unión Americana y su efecto dominó
en el resto de la economía mundial. De igual forma, sobresalieron los análisis y
reflexiones de editorialistas especializados que discutieron la viabilidad de los planes de
rescate y reactivación que buscaba impulsar el gobierno de Obama. En lo particular,
valoraron los efectos de dichas políticas en las economías de las naciones
latinoamericanas. El paquete de estímulos fiscales y el plan de rescate financiero para
tratar de sacar de la recesión a la economía estadounidense ocuparon un lugar
privilegiado en el tratamiento mediático de la prensa en la región. Específicamente,
enfatizaron sobre las cuantiosas cifras del plan de estímulos económicos y el
presupuesto multimillonario para el 2009, así como su aplicación y posibles impactos
para revertir la crisis económica y financiera.
Respecto al nuevo gabinete presidencial, la cobertura mediática enfatizó en sus
análisis los antecedentes y experiencia para el puesto de los nuevos funcionarios, así
como su vinculación con los ex mandatarios William Clinton y George W. Bush. En
materia de inmigración, los rotativos abordaron frecuentemente este tema en sus análisis
y consideraron la posibilidad de que el gobierno de Obama cumpla su promesa de
campaña e impulse una reforma integral, misma que beneficiaría a cerca de 12 millones
de latinos que están de manera ilegal en Estados Unidos. Muy ligado a este tema, se
abordó también el de la reducción en el envío de remesas a los países de mayor
expulsión de emigrantes y la aportación económica de los hispanos al crecimiento de la
4
Con George W. Bush el tratamiento informativo fue muy diferente, generalmente de crítica y oposición
ante su política intervencionista y belicosa, ya que algunas naciones latinoamericanas -además de ser
gobernadas por partidos de izquierda- aplican el principio de la autodeterminación de los pueblos y la
convivencia pacífica.
Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera
152
Representación de Obama en la prensa latinoamericana
Unión Americana. Sobre las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, el
tratamiento mediático se orientó a consideran que ésta región, a pesar de su cercanía
geográfica, no sería una prioridad durante esa administración. Caso especial fue
México, donde la cobertura informativa sobre la reunión que sostuvo Obama con el
Presidente Felipe Calderón días antes de tomar posesión fue abundante. La lucha contra
del narcotráfico, la seguridad nacional y el combate a la delincuencia organizada, como
parte de una agenda de interés mutuo, formó parte de los encabezados y notas
informativas que abundaron en toda la prensa de América Latina. En el caso de los
periódicos mexicanos El Universal, Ovaciones, La Jornada, Reforma, Milenio y
Excélsior, enfatizaron mucho sobre los problemas de seguridad transfronterizos y los
retos del nuevo gobierno estadounidense para contrarrestarlos.
La toma de protesta del nuevo mandatario el 20 de enero del 2009 ocupó los
encabezados de la mayoría de los rotativos de la región, sobresaliendo la cobertura de
los eventos artísticos y culturales previos al acontecimiento y la histórica concentración
de más de 2 millones de personas que atestiguaron la ceremonia de juramento del nuevo
mandatario. Otro de los temas presentes en la prensa latinoamericana fue el conflicto en
Medio Oriente, especialmente la guerra en Irak y la invasión militar de Israel a
Palestina. Sobre el particular, sobresalieron en las notas periodísticas las declaraciones
de Obama sobre el bombardeo del ejército de Israel en contra de Hamas y la población
civil de la zona de Gasa, así como los conflictos bélicos de Estados Unidos con Irak,
Irán y Afganistán. También se destacó la nueva actitud y orientación del gobierno de
Obama, más pacifista y tolerante, que busca privilegiar la diplomacia y la política más
que la confrontación o las prácticas de guerra para solucionar los problemas y conflictos
regionales. Como presidente electo, los diarios Milenio, Excélsior y Reforma de México
monitorearon todas las acciones y movimientos del nuevo Presidente, así como sus
primeras órdenes ejecutivas que incluyeron diversas reglas sobre transparencia y ética
gubernamental, la congelación de los salarios de los altos funcionarios de su
administración y el cierre de la prisión de Guantánamo, en Cuba. Esta amplia cobertura
mediática continúa hasta nuestros días, sobresaliendo las reformas al sistema de salud y
los debates sobre una nueva reforma migratoria, entre otros.
Ausencia de crítica
El optimismo y expectativas que el gobierno de Obama generó en amplios sectores de la
población latinoamericana, generó la ausencia de crítica en los comunicadores y
editorialistas de la región. Ello se manifestó en que más del 95% de las notas publicadas
fueran positivas o neutras hacia el nuevo gobierno. De hecho, las críticas hacia Obama
fueron realmente pocas y como resultado de las reproducciones editadas previamente
por los diarios Washington Post y The New York Times. En ellos si se cuestionaron, por
ejemplo, los antecedentes de algunos personajes que laboraron con la administración de
William Clinton y fueron llamados de nuevo para colaborar con el gobierno de Obama.
Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera
153
Representación de Obama en la prensa latinoamericana
En lo particular, en el periódico Milenio y sus filiales de las diferentes entidades
de la República Mexicana publicaron notas que cuestionaban algunos nombramientos
en el gabinete presidencial, como es el caso de Timothy Geithner en el Departamento
del Tesoro y Lawrence Summer en la Asesoría Principal de Economía. A ellos se les
consideró como protegidos de Robert Rubin, antiguo director de City Group y ex
Secretario del Tesoro en la administración Clinton, quien fue señalado como uno de los
corresponsables de la crisis financiera. Es decir, el cuestionamiento central se centró en
el nombramiento de funcionarios que trabajaron en la administración Clinton e
impulsaron políticas neoliberales de desregulación financiera, los cuales ahora deberán
impulsar acciones contrarias de carácter neo-keynesiano y que implican una mayor
regulación e intervención del Estado en la economía. No obstante, la actitud crítica que
predominó en la prensa latinoamericana durante el gobierno de George W. Bush fue
sustituida por un tratamiento más favorable hacia el nuevo Presidente, ponderándose las
trivialidades, formas, imagen mercadológica y espectáculos que se reflejaron, por
ejemplo, en la cobertura mediática de la grandilocuente y dispendiosa ceremonia de
toma de protesta al estilo hollywoodense.
Poco trabajo periodístico
Otra de las características encontradas en una gran parte del tratamiento mediático de
América Latina, fue la reproducción de artículos y reportajes de columnistas
estadounidenses traducidos al español y provenientes de las principales cadenas
periodísticas de ese país. Tales fueron los casos de El Clarín de Argentina, El Mercurio
de Chile, Ultimas Noticias de Venezuela y Reforma de México, los que reprodujeron
con frecuencia artículos de periodistas estadounidenses tomados de rotativos como el
Washington Post o The New York Times. De hecho, en varios casos como Reforma, los
periódicos tradujeron y reprodujeron una selección semanal de artículos referentes a
Obama. Es decir, en varios casos predominó una especie de pereza periodística en la
región al acudir al fácil expediente de la traducción y transcripción de trabajos hechos
por extranjeros.
Un periodismo cursi
En la búsqueda de mayores audiencias y lectores, muchos diarios latinoamericanos le
apostaron a la publicación de notas sensacionalistas, enfocadas a resaltar aspectos
triviales y anecdóticos de la vida de Obama y su familia. Sustituyeron el análisis serio y
los temas importantes por la frivolidad. La objetividad y el enfoque crítico que
tradicionalmente ha sobresalido en el tratamiento periodístico sobre los gobiernos de
Estados Unidos, desaparecieron casi por completo. En muchos de los artículos
aparecidos en la prensa sudamericana, se abordaron aspectos triviales al escribir, por
ejemplo, sobre el físico de Obama, quién diseñó y confeccionó la ropa de su esposa para
la ceremonia de protesta, cuáles son las preferencias gastronómicas del Presidente y su
familia, qué tipo de mascota vivirá en la Casa Blanca y las opciones de educación para
Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera
154
Representación de Obama en la prensa latinoamericana
sus hijas, por señalar algunos. Es decir, la prensa latinoamericana le apostó, en gran
medida, a los aspectos banales para insertarse en la inercia predominante en la prensa
estadounidense que trató a Obama no como un jefe de Estado sino como una celebridad
al estilo Hollywood que atrae la atención de millones de espectadores.
A manera de conclusión
Obama logró, como muy pocos políticos en la historia moderna de Estados Unidos,
convertirse no sólo en el primer presidente afroamericano del país más poderoso del
mundo, sino en una verdadera celebridad que pudo conciliar, como nunca antes, la
atención de los medios de comunicación. De hecho, prácticamente en todos los
noticiarios y rotativos a nivel mundial se dio cobertura a las más diversas actividades y
decisiones de Obama, desde la designación de su gabinete y las propuestas de rescate al
sistema económico y financiero hasta la fastuosa toma de protesta y los primeros días
de su mandato. Para llegar a convertirse en un fenómeno mediático, las circunstancias
presentes -como la crisis económica mundial- y sus competencias comunicativas fueron
cualidades importantes que explican el fenómeno. En América Latina la cobertura
informativa de las acciones de Obama fue también intensa y extensa. Sin embargo,
varios rotativos optaron por un tratamiento complaciente del nuevo gobierno,
publicando notas que enfatizaron trivialidades, anécdotas y aspectos cursis sobre el
nuevo mandatario y sus familiares. Lo que predominó, también en la prensa de la región
fue la traducción de reportajes y escritos publicados en diarios de Estados Unidos, lo
que reflejó, en cierta manera, una pereza periodística en la región. De hecho, se realizó
poco periodismo de investigación con un enfoque crítico y analítico. #
Referencias
McCombs, M. (2004). Setting the Agenda: The Mass Media and Public Opinion.
Cambridge: Polity Press.
Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera
155
Representación de Obama en la prensa latinoamericana
Semblanza curricular
Andrés Valdez Zepeda es doctor en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de
Nuevo México (EUA). Autor de los libros Mercadotecnia pública (2006) y Procesos de
intercambio en el espacio público (2008). Es actualmente profesor e investigador en la
Universidad de Guadalajara y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de
Occidente (México). [email protected]
Rogelio Rivera Fernández es doctor en Ciencias Administrativas por el Instituto
Politécnico Nacional (México). Académico con Perfil PROMEP, es actualmente
profesor e investigador en la Universidad de Guadalajara (México).
[email protected] Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera
156
Quinta parte. Reformas y expropiaciones en las agendas mediáticas
117 Esta página está en blanco
152 Privatización de ENTel y fuentes de información
Capítulo No. 9
Privatización de ENTel y fuentes de información
Natalia Aruguete
Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina
Carlos Muñiz Muriel
Universidad Autónoma de Nuevo León (México)
Introducción
Antes del inicio del gobierno justicialista de Carlos Menem en 1989, los temas centrales
de la opinión pública argentina eran la recuperación de la estabilidad democrática
-después de siete años de dictadura militar (1976-1983)- y del crecimiento económico.
Pero la agudización de la crisis socio-económica argentina entre el último trimestre de
1988 y el primer semestre de 1989 dio un nuevo impulso a la demanda social, instalada
tiempo atrás, por recobrar el equilibrio económico, político e institucional. En efecto,
Mora y Araujo (1993:302) observa que, desde mediados de la década del ‘80 y con
mayor énfasis a comienzo de los años ‘90, se asistió a un “cambio de valores,
expectativas y preferencias de los argentinos traducido en un creciente aumento de las
actitudes productivista y privatista y de la preocupación por el problema de la inflación
y una pérdida de confianza en los dirigentes políticos y sindicales”. Coherente con ello,
una encuesta de noviembre de 1990, realizada por IPSOS–Mora y Araujo, en la Ciudad
de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, muestra que el 64% de los consultados estaba
de acuerdo con la Reforma del Estado impulsada por el gobierno nacional, frente a un
24% en desacuerdo y un 12% que no respondió por ninguna de las dos opciones1. En
particular, la opinión favorable a la privatización de la Empresa Nacional de
1
El Clarín, 25 de noviembre de 1990. Página. 13.
Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete
159 Privatización de ENTel y fuentes de información
Telecomunicaciones (ENTel) durante 1990 se mantuvo entre el 63,9 y el 66,9 % (Mora
y Araujo, 1993:199). Tal reclamo generalizado parece haber sido detectado por los
medios que otorgaron una prioridad significativa a determinados asuntos públicos, así
como a sus implicancias políticas y económicas.2 Según Amadeo (2008), “los
periodistas presentan la información reflejando valores subyacentes en las audiencias”.
La cobertura de las reformas estructurales -propuestas por el poder político como
la “única” forma de revertir la crisis del Estado- alcanzó un nivel de presencia mediática
que no había tenido antes. Entre estas iniciativas, la privatización de los servicios
públicos, y la de las telecomunicaciones en particular, fue un capítulo fundamental. Un
aspecto destacable de la relación entre medios y espacio público es que la cobertura
noticiosa de este asunto puso de manifiesto la correlación de fuerzas entre los intereses
y demandas de los actores que lograron acceder a la agenda mediática. En ese marco, el
uso de las fuentes por parte de los distintos diarios fue expresión del ejercicio del poder
en los textos, en tanto patentó la identidad de los actores “que compiten por dominar el
texto” (Entman, 1993:55). El presente trabajo estudia la articulación entre los medios de comunicación y
sus fuentes de información, en base a la teoría del Indexing. El estudio empírico está
centrado en la cobertura periodística del proceso de privatización de ENTel, en especial,
de los tres meses previos al traspaso de la compañía al capital privado, concretado el 9
de noviembre de 1990. Se analiza la información publicada por cinco diarios de alcance
nacional: Ámbito Financiero, Clarín, Crónica, La Nación y Página/12. El objetivo es
comprobar si las personas insertas en instituciones oficiales tienen mayor presencia en
la información que aquellas que cuentan con un nivel de institucionalidad menor o
tienen una posición opositora o no complaciente con la política oficial (trabajadores,
académicos, entre otros).
La decisión de tomar el período agosto-octubre de 1990 responde a que en esos
meses se produjeron acontecimientos que lograron concentrar los aspectos más
representativos de esta privatización, como las negociaciones, definiciones, medidas y
normas jurídico-legales que dieron forma a las condiciones en que fue vendida la
empresa a los consorcios privados, los aumentos tarifarios implementados en dicha
etapa y el conflicto que se dio entre el gobierno, las autoridades de ENTel y los
trabajadores telefónicos a partir de sus reivindicaciones salariales y su oposición a la
venta de la empresa al capital privado. Se parte de las siguientes preguntas de
investigación.
2
La reforma del estado iniciada en la década del noventa y financiada mediante préstamos del Banco
Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) suponía la privatización de las empresas
públicas y la venta o concesión de activos estatales, la desregulación de distintos mercados, la
descentralización de servicios y bienes del Estado nacional hacia los Estados provinciales y la
“flexibilización” de los mercados de trabajo. Como contrapartida, se lo desplazaba de sus funciones de
intervención en el plano económico y social y se promovía su abandono de las áreas de educación y salud
(Aruguete, 2009).
Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete
160 Privatización de ENTel y fuentes de información
P. 1
¿Qué actores vinculados al proceso de privatización de ENTel se constituyen en
fuentes de información de la cobertura de este caso?
P. 2
¿Qué grado de cercanía al poder oficial tienen las fuentes más frecuentemente
citadas en la cobertura de la privatización de ENTel?
Coherente con ello, este trabajo consta de las siguientes partes:
1) Una descripción del proceso de venta de ENTel al sector privado nacional e
internacional en 1990
2) una revisión de las principales características de la teoría del Indexing
3) la metodología utilizada para el análisis de los diarios
4) un ejercicio de aplicación de esta perspectiva mediante el análisis de contenido de la
información publicada en el período mencionado
5) las principales conclusiones.
Contexto del análisis. La privatización de ENTel
El ex presidente Carlos Menem (1989-1999) asumió el gobierno en agosto 1989, en
medio de un escenario marcado por una hiperinflación sin precedentes en Argentina,
escasez de las reservas de divisas y atrasos acumulados en los pagos externos, aumento
del desequilibrio fiscal, creciente peso de la deuda interna, recesión y desempleo3. A los
efectos sobre el desempeño macroeconómico se sumó una profunda crisis política,
institucional y social. La emergencia económica, el descrédito de la sociedad hacia las
instituciones y la incapacidad de las autoridades para asegurar el funcionamiento del
aparato estatal y garantizar el orden público a fines de los años ’80, tuvieron un efecto
determinante en la tolerancia pública a las reformas estructurales impulsadas durante el
menemismo. Una de las reformas más importantes de la Administración Menem fue la
privatización de las empresas de servicio público en manos del Estado. Y entre éstas, la
venta de ENTel a dos consorcios liderados por compañías trasnacionales, Telefónica de
Argentina SA y Telecom Argentina SA, cobró suma importancia por tratarse de la
primera gran empresa en ser transferida al capital privado nacional e internacional
(Abeles, 2001).
Un año antes de su traspaso, el Gobierno intervino la empresa telefónica y
designó a la ingeniera María Julia Alsogaray para estar al frente de su gestión. Durante
el período de la intervención, Alsogaray implementó una serie de medidas que
derivaron en un significativo deterioro de la prestación del servicio, en relación con los
planes de obras y expansión y las tareas de mantenimiento. Además, entre noviembre de
3
Entre enero y julio de 1989, el país pasó de tener una tasa de interés anual menor al 10% a la primera
gran hiperinflación: el dólar aumentó un 3.600%, el poder adquisitivo de las remuneraciones cayó un
68,4%, el salario real perdió 40 puntos medido en moneda local y 81,2 puntos en dólares, el nivel de
desocupación y subocupación creció un 27% de octubre de 1988 a mayo de 1989, el consumo se contrajo
un 6,3% y las mercancías y servicios disponibles disminuyeron un 10,3% (Martínez, 1991).
Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete
161 Privatización de ENTel y fuentes de información
1989 y noviembre de 1990, aumentó el nivel de endeudamiento en un 122% (Celani,
1998), se redujo abruptamente la masa laboral (Aruguete y Duarte, 2006), se incrementó
la tarifa en un 711% medida en dólares estadounidenses y se delineó un diseño de
privatización acorde a las exigencias de los nuevos propietarios (Azpiazu, 2003). La
privatización de la telefónica estatal puso de manifiesto, entre otras cuestiones, la
correlación de fuerzas existente entre los actores involucrados. Los procedimientos
personalistas y discrecionales de varios funcionarios del gobierno derivaron en
confrontaciones en el interior del Poder Ejecutivo.
En el marco de tales disputas, la intervención de la oposición, concentrada en los
diputados y senadores de la Unión Cívica Radical, se redujo a desacuerdos que fueron
menospreciados por los funcionarios responsables de la transferencia de la empresa. Por
su parte, los trabajadores telefónicos previeron que esta política derivaría en reducción
de puestos de trabajo y flexibilización de derechos laborales. Y fracasaron en sus
intentos por frenar el proceso. Por último, para los proveedores y contratistas ya no
representaba un beneficio continuar con la empresa en manos del Estado. En definitiva,
el traspaso de ENTel al capital privado contribuyó a generar en la población un
sentimiento de descrédito respecto de la gestión estatal de los servicios públicos. Un
aspecto esencial para justificar la privatización de ENTel en tiempo récord.
Marco teórico. La teoría del Indexing
Con frecuencia, “las noticias políticas se centran en las acciones y reacciones del
gobierno frente a otras instituciones legítimas que representan ideas diferentes”
(Amadeo, 2008:218). En estos contextos, las fuentes oficiales suelen aportar gran parte
de la información de las agendas de los medios sin que se cuestione su verosimilitud por
el “factor de autoridad” que exhiben (Wolf, 1991:258). La información que generan está
cubierta de noticiabilidad más allá de su contenido. Esto significa que, en igualdad de
condiciones, los periodistas suelen hacer referencia a las fuentes oficiales o situadas en
posiciones institucionales de autoridad. Bennett (1990) denomina “Indexing” al índice
atribuido a las fuentes en las coberturas periodísticas. Dicha perspectiva propone
analizar cómo los periodistas establecen el ámbito de las fuentes informativas positivas,
legítimas y/o creíbles (Bennett, 1990 y 1996).
Los medios que recurren a información oficial la transmiten en forma casi literal
y le dan a los asuntos la misma prioridad que la agencia oficial (VanSlyke Turk, 1986).
Así, la industria noticiosa cede a las instituciones oficiales el rol de vigilarse a sí
mismas, vulnerando el equilibrio democrático (Bennett, 1990). Producto de esta
dinámica, las voces no oficiales logran ser incluidas ocasionalmente en la versión
periodística o cuando expresan opiniones que previamente emergieron en círculos
oficiales. Cuando son admitidas, se debe, en general, a que están involucradas en
desobediencias civiles, protestas o actos ilegales, con lo que se establece un contexto
interpretativo negativo a su alrededor (Gitlin, 1980). En los Estados Unidos, los
funcionarios públicos se constituyen en las fuentes de la mayoría de las noticias que se
informan. También en Argentina se ha corroborado una tendencia a apelar a fuentes
oficiales para la elaboración de las noticias (Monteiro y Vera, 2006; Rey Lennon, 1998).
Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete
162 Privatización de ENTel y fuentes de información
Ahora bien, la forma y el grado de utilización de las fuentes oficiales dependen
del fenómeno analizado y de la coyuntura en que éste se inserta. Cuando se abordan
temas polémicos, donde existe un debate con posturas diferentes, más fuentes son
consultadas y más importancia se les da en los medios (Bennett, 1996). Si la opinión
oficial está desalineada por la razón que fuere, el proceso periodístico puede devenir
relativamente caótico, con la consecuente caída en la estructura narrativa oficial y la
apertura de un espacio para narrativas noticiosas anómalas, que incluyan voces sociales
heterogéneas. Ejemplo de este tipo de dinámicas son los escenarios de conflicto, donde
las fuentes oficiales corren el riesgo de perder credibilidad a causa de la polémica en la
que están inmersas.
En tales circunstancias, existe una mayor recurrencia a fuentes informales o
extraoficiales, aunque su tratamiento no cuenta con pautas tan claras. Amadeo
(1999:252) estudió el tratamiento informativo de la corrupción política en Argentina.
Allí comprobó que los medios mostraron la información tal como la presentaron las
fuentes oficiales. Sin embargo, sostiene la autora, en los casos de corrupción política se
pone en duda la credibilidad de las fuentes oficiales. Consecuentemente, los periodistas
recurren a otras voces “para comprobar que las fuentes oficiales son veraces” Bennett
(2004) estudió también la construcción periodística sobre el debate de la “Gran
Globalización” y concluyeron que la influencia de los medios en el espacio público
significaría abrir el espectro a la participación de otros actores sociales en las
preocupaciones de la población. Partiendo de las premisas de este enfoque, el presente
trabajo procura estudiar la cobertura periodística del proceso de privatización de ENTel,
en especial, de los tres meses previos al traspaso de la compañía al capital privado,
atendiendo al tipo de articulación que se da entre los distintos medios y sus fuentes.
Metodología del estudio
Muestra. Está compuesta por 292 notas de los cinco diarios bajo estudio. En primer
lugar se realizó una muestra estratificada en la que se diferenciaron los distintos diarios
y se distinguieron los meses y las semanas de publicación. Una vez establecidos estos
estratos, se seleccionaron dos días hábiles de la semana en forma aleatoria y se
recogieron todos los artículos publicados en esos días, en cada diario.
Libro de códigos. Cada unidad de análisis fue codificada según las pautas formales de
la información: diario, día de la semana y fecha de publicación, género periodístico y
sección. Las fuentes se dimensionan en primarias y secundarias. Se definen las
siguientes categorías: 0= no se citan fuentes, 1= Presidente Carlos Menem, 2=
Interventora de ENTel María Julia Alsogaray, 3= Ministro de Obras y Servicios
Públicos Roberto Dromi, 4= Otros miembros del gobierno, 5= Trabajadores, 6=
Consorcios, 7= Poder Legislativo, 8= Otros. Asimismo, se codifica si tales fuentes son:
1= Oficiales ó 2= No oficiales.
Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete
163 Privatización de ENTel y fuentes de información
Investigación empírica. Análisis de los diarios
Pautas formales de la cobertura de ENTel
En este apartado, el análisis se centró en las variables formales de presentación de la
información. En relación con tales aspectos, el formato predominante de la muestra es la
‘noticia’ (90,4%). El 10% restante se reparte entre ‘notas de opinión y análisis’ (3,8%),
‘entrevistas’ (2,1%) y ‘cartas de lectores’ (2,1%), éstas últimas publicadas
exclusivamente por La Nación. Finalmente, las ‘columnas’ escritas por personas o
instituciones externas al diario cuentan con una frecuencia ínfima (1%) y las
‘editoriales’ redactadas por los directores o altos responsables de los diarios alcanzan
apenas el 0,7% de las publicaciones. Otra variable de descripción básica del perfil de las
notas es su pertenencia a las distintas secciones de los diarios. La mayoría se concentra
en ‘economía’ (49%) y ‘política’ (40,8%). Menor frecuencia presentan los artículos
publicados en ‘información general’ (1,7%).
Además del perfil general de la cobertura, se describe la frecuencia de aparición
del caso ENTel en los diarios. Ámbito Financiero y Clarín son los que mayor cobertura
dan a este asunto, concentrando casi la mitad de las publicaciones de la muestra
(44,9%). El 55,1% restante se reparte entre los diarios La Nación, Crónica y Página/12
Tabla No. 1
Cobertura informativa de ENTel, según diarios
Agosto-octubre 1990
Cobertura de ENTel
Diarios
Porcentaje
Ámbito Financiero
23,3 %
Clarín
21,6 %
La Nación
19,1 %
Crónica
18,5 %
Página/12
17,5 %
El acceso de las fuentes a la agenda mediática
En la cobertura de un asunto, el vínculo que las instituciones periodísticas establecen
con lo público es un rasgo de las correlaciones de fuerza existentes en una sociedad. En
este marco, un aspecto central de la construcción de la agenda noticiosa es la relación de
los medios con sus fuentes de información (Brandenburg, 2002; Gans, 1979). Como se
ha mencionado, las instituciones oficiales aportan gran parte de la información de las
agendas de los medios sin que se cuestione el grado de verosimilitud de las noticias
resultantes, en tanto su versión de los hechos es más legítima que la del resto.
Este apartado se propone explorar qué actores vinculados al proceso de
privatización de ENTel se constituyen en fuentes de información de la cobertura de este
Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete
164 Privatización de ENTel y fuentes de información
caso y cuán cercanos al poder oficial se ubican las fuentes más frecuentemente citadas.
Para responder estas inquietudes, el análisis se estructuró en dos instancias. En la
primera se analizó el grado de aparición de las fuentes oficiales y las no oficiales en la
cobertura del caso ENTel. En la segunda, la frecuencia con que los distintos actores
vinculados a este fenómeno fueron citados en la información.
¿Se aplica la teoría del Indexing en la cobertura de la prensa argentina en el caso
ENTel? Para corroborarlo se computaron las dos primeras fuentes citadas en los
artículos —fuentes principales y secundarias— y se analizó si eran oficiales o no, en
función de su pertenencia institucional. Entre las fuentes principales, en casi dos de cada
tres notas (68,4 %) los periodistas recurren a fuentes oficiales (miembros de los Poderes
Ejecutivo y Legislativo), mientras que en la cuarta parte de la cobertura (24,7%) se citan
fuentes extraoficiales (trabajadores telefónicos y consorcios privados). En el caso de las
fuentes secundarias (las segundas en ser citadas) se da un comportamiento similar: en
un 59,4% de los casos se cita a funcionarios y en el 23,3%, a fuentes no oficiales.
Tabla No. 2
Gráfico 1. Fuentes oficiales y extraoficiales. Agosto-Octubre de 1990
80
70
Fuentes oficiales
Fuentes extraoficiales
68,4
59,4
Porcentaje
60
50
40
30
24,7
23,3
20
10
0
Fuentes principales
Fuentes secundarias
Fuentes de la información
En efecto, en el tratamiento noticioso de este asunto se cumplió la hipótesis del
Indexing, en tanto los medios se mostraron propensos a publicar la información tal y
como la presentaron las instituciones oficiales, sin que su grado de verosimilitud fuera
cuestionado, dado el factor de autoridad que exhiben (Wolf, 1991).
Un análisis desagregado del acceso de las fuentes a la agenda mediática muestra
una tendencia diferente. Entre las fuentes principales, los ‘trabajadores’ cuentan con uno
de los más altos niveles de presencia en las notas (22,5%), apenas por debajo de ‘otros
miembros del gobierno’ (24,9%) que incluye a funcionarios de diversos ministerios y
reparticiones del Estado. En términos comparativos, los tres actores del gobierno que
fueron una pieza fundamental de este proceso —la ‘interventora de ENTel María Julia
Alsogaray’ (15,4%), el ‘presidente Carlos Menem’ (13%) y el ‘ministro de Obras y -----
Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete
165 Privatización de ENTel y fuentes de información
Servicio Públicos Roberto Dromi’4 (8,3%)— aparecen menos citados en las notas que
los trabajadores. Aunque hay que tener en cuenta que se trata de actores individuales y
no colectivos, con lo que su aparición en los medios no es fácilmente comparable con
los empleados telefónicos o los consorcios privados, que aparecen mencionados dentro
de un colectivo. Finalmente, la participación más baja le corresponde a los ‘consorcios
privados’ (7,7%).
Tabla No. 3
Gráfico 2. Fuentes principal y secundaria de información. Agosto-Octubre de 1990
30
Fuente principal
Fuente secundaria
24,9
25
22,5
21,5
20,4
Porcentaje
20
15,1
15,4
13,0
12,9
15
14,0
14,0
8,3
10
5
8,3
7,7
2,2
0
Otros del
gobierno
Trabajadores
Interventora
Alsogaray
Presidente
M enem
M inistro Dromi Poder Legislativo
Consorcios
Fuentes de información
Entre las fuentes secundarias, el ‘Poder Legislativo’ alcanza la mayor frecuencia
(21,5%), seguido por ‘otros miembros del gobierno’ (20,4%), los ‘trabajadores’
(15,1%), el ‘presidente Menem’ (13%), los ‘consorcios’ (ambos, 14%) y la ‘interventora
Alsogaray’ (12,9%). Por su parte, el ‘ministro Dromi’ casi no aparece citado (2,2%),
excepto cuando figura como el protagonista del episodio narrado. El caso del Poder
Legislativo se vislumbra una particularidad que merece ser mencionada. En efecto, los
‘legisladores’ tienen poca presencia como fuente principal (8,3%). En cambio, son
citados de manera significativa como fuente secundaria (21,5%). Ello pone de
manifiesto que su exposición mediática quedó supeditada al alto perfil de Menem o
Alsogaray. La impronta personalista del ex presidente y la interventora de ENTel no
sólo se vio plasmada en el diseño de la privatización, sino que se reflejó en la propia
cobertura de los acontecimientos.
Conclusiones y discusión
Las conclusiones procuran ordenar las respuestas a las inquietudes que motivaron la
realización de este estudio, en el cual se describen los rasgos característicos del proceso
de venta de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel), se exponen las
4
El ministro Dromi fue una pieza clave en el diseño de la privatización de ENTel y de la Reforma del
Estado. Asimismo, capitalizó las negociaciones con los consorcios privados en la etapa final del proceso.
Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete
166 Privatización de ENTel y fuentes de información
principales premisas de la perspectiva del Indexing utilizada como herramienta teórica
del trabajo empírico y se analiza el contenido de la cobertura noticiosa de este caso
atendiendo al vínculo entre medios y fuentes de información. La capacidad de los
actores involucrados en este proceso de influir en la agenda mediática argentina estuvo
condicionada por su nivel político, sociocultural y mercantil y por su cercanía al poder
oficial (McQuail, 1998). McCombs (1992) ubica a las instituciones oficiales entre los
principales newsmakers de las agendas mediáticas, en tanto influyen en la elaboración
de sus contenidos. Dicho en otros términos, cuando la información noticiosa se cruza
con el ámbito del poder hay un amplio margen para la manipulación de los datos. Como
consecuencia de ello, el periodista termina por transmitir la versión oficial de los hechos
en forma casi literal (VanSlyke Turk, 1986) y proveyendo, mediante dicha visión, el
aspecto ideológico de los contenidos noticiosos.
En efecto, durante el proceso de privatización de ENTel, los más cercanos al
poder político, que contaban con un marco de mayor institucionalidad, accedieron a la
prensa en circunstancias más estables. En palabras de Gans (1979:81), “los que detentan
el poder económico o político pueden obtener fácilmente acceso a los periodistas y son
accesibles para los mismos”. En cambio, los más vulnerables, deslegitimados y sin
amparo institucional fueron objeto de una exposición poco cuidadosa y sus opiniones,
en general, ingresaron a la agenda en circunstancias conflictivas y situaciones
dramáticas. Tras haber estudiado la lógica de funcionamiento de los profesionales de la
información, Gitlin (1980) y Tuchman (1978) llegaron a la conclusión de que las rutinas
mediáticas favorecen la aparición de las fuentes de elite y de sus opiniones. Ello es
coherente con el hecho de que los intereses corporativos de las decisiones editoriales
sobre qué publicar y de qué forma cubrir los hechos, está íntimamente vinculado a
factores ideológicos y procedimientos organizativos que favorecen a las autoridades
públicas, aunque también a otros actores cercanos al poder, en tanto fuentes prioritarias
de información. En cambio, quienes no detentan poder difícilmente sean buscados por
los periodistas si sus acciones no producen hechos noticiables por su carácter moral o
socialmente negativo (Gans, 1979). #
Referencias
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Semblanza curricular
Natalia Aruguete es doctora en Ciencias Sociales y Humanidades por la Universidad de
Quiles (Argentina). Becaria posdoctoral del Consejo de Investigaciones Científicas y
Técnicas de Argentina. Realizó una estancia de investigación en la Universidad de
Salamanca (España) durante 2006. Su línea de investigación se centra en el análisis de
la cobertura mediática de las privatizaciones en Argentina, desde las teorías de agendasetting y framing. Es colaboradora especializada en el diario Página/12 y en Le Monde
Diplomatique-Ediciones Cono Sur. [email protected] Carlos Muñiz Muriel es doctor en Comunicación por la Universidad de Salamanca
(España). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel I (México). Sus
líneas de investigación se centran en el análisis de los efectos mediáticos y la
comunicación política, en especial el tratamiento informativo (framing) de los
acontecimientos y las representaciones de los grupos sociales en los contenidos
mediáticos. Actualmente es profesor titular de la Facultad de Ciencias Políticas y
Administración Pública de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México).
[email protected]
Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete
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2 Propaganda, movilización y expropiación petrolera
Capítulo No. 10
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
Miguel Ángel Sánchez de Armas
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México)
Introducción
El 18 marzo de 1938, el gobierno del general Lázaro Cárdenas expropió la industria
petrolera extranjera que operaba en territorio mexicano desde finales del siglo XIX. La
consecuencia fue una crisis que por momentos pareció llegar a un conflicto armado entre
México y Estados Unidos1. Este fue uno de los episodios de mayor tensión en una relación
históricamente difícil, porque además de los aspectos económicos y políticos de la medida,
se desató una intensa guerra de propaganda para debilitar y eventualmente derrocar al
gobierno de Cárdenas y sustituirlo con un régimen favorable a los intereses
estadounidenses, ingleses y holandeses. Esta es quizá la faceta menos estudiada del
episodio. La Standard Oil de Nueva Jersey organizó en sus oficinas corporativas del
Rockefeller Center en Nueva York, lo que hoy se llamaría un cuarto de guerra, al contratar
1
Para el contexto histórico del episodio véase a Krause, Enrique (1984). General misionero. México: Fondo
de Cultura Económica, Alemán Valdés, Miguel. (1977). La verdad del petróleo en México. México:
Fundación Miguel Alemán, Álvarez de la Borda, Joel. (2006). Crónica del petróleo en México. De 1863 a
nuestros días, México: PEMEX, Archivo Histórico, Ashby, Joe. (1963). Organized Labor and the Mexican
Revolution Under Lázaro Cárdenas. Chapel Hill: University of North Carolina Press. Basurto, Jorge. (1976).
El conflicto internacional en torno al petróleo de México, México: Editorial Siglo XXI, Brown, Jonathan.
(1993). Oil and Revolution in México, Berkeley: University of California Press, Cárdenas, Lázaro. (1972).
Apuntes. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Córdoba, Arnaldo. (1972). La formación del
poder político en México. México: Editorial Era, Gilly, Adolfo. (1994). El cardenismo, una utopía mexicana,
México: Editorial Era, González y González, Luis. (2002). El cardenismo. Obras 4. México: El Colegio
Nacional y Meyer, Lorenzo. (1968). México y los Estados Unidos en el conflicto petrolero, 1917-1942.
México: El Colegio de México.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
171
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
para dirigirlo a uno de los publicistas más hábiles y agresivos de la época. Desde ese cuartel
se organizó el cabildeo ante el congreso federal, el Departamento del Tesoro, la Casa
Blanca y otros gobiernos extranjeros, para apuntalar la idea de que México debía ser
intervenido –como había sucedido en 1914- y sus campos petroleros colocados bajo
resguardo militar para garantizar que la felonía mexicana no pusiera el combustible en
manos de las potencias del Eje. Las acciones incluyeron la compra de plumas, espacios y
prestigios –entre ellos el de la respetada revista liberal The Atlantic Monthly que aún
circula- y financió un periódico en la ciudad de México, El Economista, para propalar el
fracaso de la política económica y laboral del cardenismo.
Las campañas fueron diseñadas para impulsar en Estados Unidos y el mundo la
noción de que con sus medidas socializantes, el comunista Cárdenas ponía en riesgo la
seguridad nacional de ese país en vísperas de una gran guerra mundial, y en los mexicanos
de que el General había destruido su economía. Es una historia larga y compleja, donde en
el fondo la preocupación de los barones del petróleo no eran las pérdidas económicas –
porque con el tiempo se revelaría que el valor de las instalaciones industriales era en
realidad una fracción de lo que reclamaban y la producción del hidrocarburo había
descendido notablemente- sino la posibilidad de que el ejemplo de México cundiera en
América Latina y desatara una ola de expropiaciones nacionalistas y antiimperialistas.2
Antecedentes
Entre el final del Porfiriato y hasta después del triunfo de la Revolución, se registraron
diversas campañas de propaganda anti-mexicana para promover los intereses extranjeros
que se vieron afectados, tanto por la lucha armada como por el cariz nacionalista y
antiimperialista que asumió el nuevo Estado mexicano. En particular las empresas
petroleras vieron con creciente alarma que se modificara el régimen de privilegios que
habían disfrutado bajo el gobierno de Díaz, por lo que no se cruzaron de brazos.3 La
Constitución de 1917, que revertió a la nación mediante su artículo 27 la soberanía de las
riquezas del subsuelo, las puso en pie de guerra y tanto en Estados Unidos como en México
se organizaron campañas para amedrentar a los regímenes revolucionarios. Según La Boltz
(1991), Edward L. Doheny, dueño de la Mexican Petroleum Company,4 encabezó una
coalición de petroleros, banqueros y otros industriales para buscar que el gobierno de su
país declarara la guerra a México o por lo menos interviniera en favor de las fuerzas
contrarrevolucionarias que buscaban derrocar a Cárdenas. Cuando esto no se logró por
2
Un año antes, en 1937, Bolivia había expropiado las instalaciones de la Standard Oil a la que acusó de
proveer de combustible a Argentina durante la guerra con ese país.
3
Díaz había dado un fuerte impulso a la inversión extranjera. En materia de minería y petróleo cambió el
marco legal para otorgar a los capitalistas la propiedad del subsuelo, violentando un principio jurídico que
venía desde el virreinato y reservaba a la nación el dominio sobre las riquezas minerales, cuya explotación
podía darse en concesión y no en propiedad.
4
Aunque hoy es un personaje olvidado, Doheny fue el verdadero impulsor de la industria petrolera
estadounidense, además de que constituyó en su tiempo uno de los hombres más influyentes en su país y el
mundo.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
172
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
diversas circunstancias -entre ellas el inicio de la primera guerra mundial-, Doheny urgió
hacia el uso de la fuerza diplomática y política, así como a la amenaza militar, para evitar
que México nacionalizara la industria petrolera extranjera (Silva Herzog, 1952).5
Cárdenas y los medios
Instalado en la Presidencia en 1934, Cárdenas tuvo como uno de los motores de su política
de masas la eficaz estrategia de comunicación. La biografía del General encuentra en casi
todas sus etapas una cercanía con los medios de comunicación, de los que desde muy joven
aprendió su capacidad de movilización. Está documentada su familiaridad con las teorías de
Gustave Le Bon (Krauze, 2002) y existen razones para suponer que las aplicó en su propio
proyecto. Es seguro que conociera el trabajo del Comité para la Información Pública,6
además de que casi con certeza se presume estuvo familiarizado con los principios de la
propaganda nacionalsocialista que la embajada alemana en México difundía obsesivamente.
Así, además de organizar y llevar a buen fin una de las acciones político-económicas más
importantes del México moderno, también puso en marcha las acciones de movilización de
masas que dieron a la expropiación petrolera un profundo sentido de pertenencia nacional y
transformaron de uno de los símbolos de la mexicanidad que hoy en día está en el ADN
cívico de los mexicanos.7
Para Cárdenas los medios de comunicación fueron fundamentalmente vehículos
propagandísticos que, desde la visión de su programa de gobierno, tendrían como tarea
central apuntalar los objetivos del plan de gobierno, difundiendo su ideología e informando
puntualmente sobre sus actividades y los resultados de sus decisiones. Esto fue cierto para
prensa, radio y cine.8 Por tanto, como lo expresa Aguilar (2008:54), “la estrategia fue que
en los medios masivos tuviera espacio privilegiado todo aquello que en la óptica
nacionalista reforzaría la unidad, la tradición cultural, el patriotismo y la participación de
todos los sectores sociales en el proyecto político del cardenismo”. A lo largo de su carrera
y en la medida que Cárdenas comienza a ocupar posiciones de relevancia, toma medidas
políticas asociadas a estrategias de comunicación. De esta manera, en el gobierno de
Michoacán se sirve de la prensa y los agitadores para la movilización de masas. Al frente
del Partido Nacional Revolucionario reorganiza el periódico El Nacional y las estaciones de
radio de ese instituto político. En la Presidencia de la República toma medidas para que la
radio se convierta en el vehículo de contacto más importante con el pueblo. Un hecho sobre
5
Algunos estudiosos señalan que Doheny unos años antes había financiado a los asesinos de Venustiano
Carranza, a quien inicialmente apoyó con créditos en su levantamiento contra Victoriano Huerta. otros
afirman con el dinero de la Huasteca Petroleum Company financiaba al ejército mercenario de Manuel Peláez.
6
La oficina de propaganda organizada por Woodrow Wilson para crear en la opinión pública estadounidense
una actitud favorable a la participación de su país en la Primera Guerra Mundial.
7
Hablo de Cárdenas y no de su gobierno o su gabinete, pues está documentado que la expropiación fue una
decisión personal que sólo compartió con el general Francisco J. Múgica. Quiénes fueron los colaboradores
que intervinieron en el diseño de las campañas de propaganda, es tema de otra investigación.
8
También se consideró a la naciente tecnología de la televisión, pero ésta no llegó a desarrollarse.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
173
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
la importancia que tuvo la radio para Cárdenas es que en su toma de posesión a finales de
1934, 21 radiodifusoras se encadenaron para transmitir el evento desde el Estadio Nacional.
Como refiere Schiaffini (2008:32) “se aseguró que casi la totalidad de los aparatos
receptores de radio de la República captaron el mensaje presidencial y que éste llegara a no
menos de 4 millones de ciudadanos, lo cual significaría que casi la cuarta parte de los
habitantes lo escucharan”. Aunque es una cuestión difícil de validar, si resulta de
consideración ese dato porque por aquel entonces en el país existían unos 600 mil aparatos
receptores. Según este autor, el número fue proporcionado a la Presidencia de la República
por las compañías distribuidoras de radiorreceptores, cosa que habla del interés en la
enorme posibilidad de la radio. La misma fuente considera que para informar a igual
número de personas, los cuatro principales diarios de la época: El Nacional, El Universal,
Excélsior y La Prensa hubieran requerido publicar 22 días consecutivos el mensaje
presidencial para alcanzar la cifra de personas a las que llegó instantáneamente la radio. (El
cálculo consideró el tiro global de estos medios, 12 mil ejemplares, así como tres lectores
en promedio por ejemplar).
Medidas legales y estructurales
La estrategia corporativa del cardenismo utilizó a los medios de comunicación como
herramientas de Estado para impulsar la campaña de movilización social en torno a la
política del nuevo gobierno,9 sobre todo en lo relativo a educación formal y cultura.
Durante este periodo, la radiodifusión en México asumió el carácter de un auténtico medio
de difusión masiva y su estructura y régimen legal adquirieron los rasgos económicos y
políticos que habrían de distinguir su desarrollo en los años ulteriores. De acuerdo con
Mejía Barquera (1991), en el sexenio cardenista la radiodifusión se caracteriza, en primer
lugar, por su utilización en gran escala por parte del gobierno para controlar, organizar y
guiar a las clases populares y las organizaciones sociales y políticas. En ese proyecto el
PNR fue el detonador del aparato ideológico para difundir las líneas generales de
organización y gobierno. Para ello, se instrumentó un fuerte dispositivo de propaganda,
incrementó el tiraje del periódico El Nacional e incorporaron nuevas secciones que fueran
atractivas para un público más amplio. Editó la revista Así es, y otra, Política Social, del
nuevo Instituto de Estudios Sociales, Políticos y Económicos del PNR. Una segunda
estación del partido, la XEFO, salió al aire en junio de 1935. Varias secretarías de Estado
abrieron frecuencias y se editó una serie masiva de folletos populares para explicar temas
como el plan de gobierno, la educación socialista, los derechos de los trabajadores y el
pensamiento del Presidente Cárdenas a empleados, campesinos, obreros y amas de casa.
Entre las medidas estructurales más relevantes fue la creación de la Productora e
Importadora de Papel S. A, (PIPSA), la expedición del reglamento de la Ley de
Comunicaciones Eléctricas, lanzó al aire el programa la Hora nacional para enlazar una vez
a la semana a todas las estaciones de radio de la República, canalizaron recursos a la
9
Desde su precandidatura, Cárdenas estableció una oficina para el seguimiento de la opinión pública e hizo
llamados a las organizaciones populares para que manifestaran sus preferencias por algún candidato con la
clara intención de canalizar las tendencias dentro de los cauces de las instituciones políticas.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
174
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
producción cinematográfica y a empresas deficitarias editoriales a través de Nacional
Financiera S.A. (NAFINSA) y creó el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad
(DAPP) para coordinar los sistemas de publicidad y propaganda del gobierno bajo una sola
dirección y aplicados a realizar una obra continua de difusión de hechos y doctrinas en la
mente pública (Mejía Barquera, 1991), una entidad que de inmediato levantó la suspicacia
de la prensa en todo el país.
La prensa
La proliferación de publicaciones periódicas de todos los signos políticos, artísticos,
educativos y científicos fue un rasgo importante de la prensa en aquel momento. Aguilar ha
definido tres grupos principales:
•
•
•
Ediciones con subsidio oficial, destinadas a difundir el plan de gobierno
Publicaciones de organizaciones políticas
Publicaciones independientes
El gobierno atendió con empeño la amplia difusión de todo tipo de materiales educativos
dirigidos a obreros, campesinos y clase media. En consecuencia, el espacio editorial fue el
escenario preferido, incluidas las publicaciones periódicas, para exponer las distintas
versiones de la gesta revolucionaria y las interpretaciones personales de los caudillos sobre
lo que debería ser el nuevo Estado revolucionario. Esto propició un debate público,
alentado por Cárdenas, a cambio de dejar guardadas en casa las armas (Aguilar, 2008). La
oferta fue variada, desde cultura musical, economía y ciencia hasta arquitectura y
agricultura. También se conocen intentos por producir publicaciones independientes y
plurales, junto con empresas editoriales de sindicatos y organizaciones políticas. La
oposición también tuvo presencia editorial, principalmente a través de El Machete del
Partido Comunista Mexicano10, y otras publicaciones de variada periodicidad. A finales del
cardenismo se editaban alrededor de 1 mil100 publicaciones periódicas, 426 de ellas en el
Distrito Federal (Sánchez de Armas, 2007).
En materia de carteles y otros impresos, utilizados profusamente durante el cardenismo
como parte de las campañas de propagada, se involucró a artistas plásticos como
anteriormente lo había realizado José Vasconcelos con las llamadas misiones culturales.
Los artistas colaboraban con los educadores en el diseño de ediciones sobre temas
prioritarios del plan de gobierno, así como en cada acción política que llegaba a suscitar
conflicto, como el caso de la expropiación del petróleo y de latifundios en la región minera
(Aguilar, 2008)
10
El Machete circulaba desde principios de los años veinte. Pasó a ser clandestino entre 1929 y 1934, año en
que Cárdenas restableció la legalidad del Partido Comunista y su órgano informativo pudo seguir circulando.
Hacia finales de 1939 fue relevado por un nuevo periódico, La Voz de México, bajo la dirección de Valentín
Campa.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
175
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
La radio
El uso informativo y propagandístico de la radio fue un recurso importante. Algunas
secretarías de Estado, como la de Industria, Comercio y Trabajo, la de Educación, el
Departamento de Salubridad y algunos partidos políticos incipientes como el Cívico
Progresista, el Partido Liberal Avanzado y desde luego el PNR, así como algunos gobiernos
estatales (Chihuahua, Quintana Roo) contaron con transmisiones radiales propias, que
abarcaban también los propósitos de entretener y educar al público (Mejía Barquera, 1991).
El DAPP instaló dos radiodifusoras, la XEDP, de amplitud modulada, y la XEXA, de onda
corta, con una programación integrada en su mayor parte por emisiones producidas por
secretarías y departamentos de Estado. Junto con las emisoras del PNR, la XEFO y la
XEUZ, y la de la Secretaría de Educación Pública, la XFX, eran la voz de las políticas
gubernamentales (Toussaint, 1980).11
Con la hora nacional en la radio, “durante sesenta minutos, todas las radiodifusoras debían
encadenar su señal. Domingo a domingo de diez a once de la noche la voz, en vivo, del
presidente o de los ministros, se oiría por toda la nación. [...] El propio presidente y el
Congreso de la Unión fueron responsables del contenido. Lo transmitido en La hora
nacional era significante para la vida política de los ciudadanos (RTC, 2000)12 pero
inauguró las transmisiones periódicas en cadena nacional. De acuerdo a Montes de Oca
(1999), en la primera emisión del 25 de julio de 1937 se enlazaron 102 estaciones
radiofónicas: dos del DAPP, nueve oficiales y 91 concesionadas. Ciertamente el plan de
gobierno consideraba el gran alcance de este medio de comunicación, capaz de llegar a
todos los rincones del país y sobre todo al gran número de mexicanos analfabetas que no
tenían acceso a otra fuente de información. La población de México en ese entonces era de
16 millones de personas (de las que el 31%, 5’165,803, eran la porción económicamente
activa). Si las cifras de auditorio son correctas -y realmente no tenemos hoy manera de
comprobarlas- a través de los 600 mil aparatos receptores se habría llegado a cuatro
millones de ciudadanos, es decir, al 77.43% de la población económicamente activa.
El cine
Cuándo Cárdenas llega al poder, el cine mexicano tenía cuatro años de haber entrado a la
era sonora y estaba en una etapa de pedagogía revolucionaria que para el fin de la década
sería desplazada por el comercialismo de la edad de oro del género. El país requería bases
comunes y lazos colectivos. El cine y la radio se anticipan a la televisión en esa tarea. En
1938 el fondo cinematográfico es de 75 películas producidas. En 1939 Cárdenas decreta
que en los cines se exhiba por lo menos una película nacional al mes, lo que confirma
–como señala Monsiváis (2000) -el valor como instrumento cohesionador que se concedía
11
Además se armó una red de información con conexiones en 58 puntos del interior del país a los que se
enviaban boletines, publicaciones, películas y material para todo tipo de campañas.
12
Desde su origen, La Hora Nacional fue concebida como un instrumento del gobierno federal para estrechar
la comunicación con la sociedad y fortalecer la integración nacional a través del idioma, la cultura, las
tradiciones y la creación artística.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
176
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
desde entonces a ese medio.13 En los treinta, dice Monsiváis, “la intención del cine es
pedagógica, para fortalecer la vigencia del movimiento armado de 1910 y los ideales,
incumplidos en la realidad, a que dio lugar. El cine […], dice el autor, pese al impulso
cardenista, opera como un refrendo de la moral porfiriana en donde quedan excluidas la
política, la pobreza extrema, la crítica social y la sexualidad abierta.
El DAPP le dio gran importancia al cine y tal como se hizo en el caso de la radio, se
explotaron al máximo sus posibilidades mediante un marco legal que otorgaba al gobierno
facultades estratégicas para su manejo y dirección. Durante su existencia, el DAPP produjo
12 películas e inició 8 más de tipo educativo y documental, con títulos como Danzas
Autóctonas, La Nacionalización del Petróleo, México y su Petróleo, etc. De todas ellas se
hicieron 116 copias en versiones en español, inglés y francés (López González, 2002). Fue
destacada la participación de cineastas y actores reconocidos para elaborar documentales y
cortometrajes, con el fin de difundir el proyecto educativo y la campaña de unidad nacional,
así como la defensa del indígena a quien se trataba de incorporar a los planes culturales y
económicos del régimen. Este medio también se utilizó como registro y difusión de las
actividades y logros del presidente Cárdenas.
La televisión
Esta tecnología fue explorada incipientemente en el cardenismo aunque su potencial había
llamado la atención desde fines del callismo. En 1928 el PNR adquirió un sistema de
televisión a la Western Corporation de Chicago que constaba de dos cámaras, un
transmisor, varios receptores y aparatos auxiliares. Durante las pruebas de transmisión
desde el D.F., la señal llegó hasta la ciudad de Cuernavaca, a 70 kilómetros de distancia. La
primera demostración pública de la televisión mexicana fue el 16 de mayo de 1935. La
dirigencia del PNR tenía planes muy concretos para su sistema de televisión recién
instalado: no sólo tendría funciones recreativas, didácticas y de esparcimiento, sino que
sería un vehículo que contribuiría poderosamente a difundir los principios ideológicos del
partido.14 De acuerdo a Hernández Lomeli (2007), a pesar de los planes y la inversión
realizada, el equipo de televisión adquirido por el PNR nunca llegó a transmitir
regularmente por causas técnicas15 y políticas. Al mes siguiente de la primera exhibición
pública de la televisión, Cárdenas extinguió al maximato y los promotores de la televisión,
el general Matías Ramos y el senador Ángel Posada, fueron destituidos de sus funciones
13
Esto explica, dice, este autor “que las cintas de temas revolucionarios (con excepciones fallidas como La
rebelión de los colgados) no se molesten en aclarar causas del movimiento y lo asuman como empresa
parecida a la Conquista del Oeste”.
14
Este dato fortalece la hipótesis de que en materia de comunicación y propaganda el cardenismo estaba muy
aventajado para la época. En ese mismo año Goebbels hizo construir un estudio de televisión en Berlín y
organizó la más importante red de transmisión por cable de la época. Es de suponerse que los militares
mexicanos siguieron muy de cerca el desarrollo del nazismo y sus avances, particularmente en materia de
propaganda. Está documentado que cuando Calles fue aprehendido en su domicilio el 9 de abril de 1936 para
ser exiliado, se encontraba leyendo Mi lucha.
15
Era de sistema electromecánico Nipkow-Baird, que fue pronto superado por el sistema electrónico.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
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Propaganda, movilización y expropiación petrolera
partidistas. Con esto el proyecto de televisión política fue suspendido. “La posibilidad de
contar con una estación de televisión fue retomada por el gobierno cardenista, pero a
diferencia del proyecto anterior, fue a iniciativa y bajo la dirección de la Secretaría de
Comunicaciones, con toda la intención de sustraerla de la influencia del PNR. Así se
canceló la inminente televisión de partido en favor de la posibilidad de una televisión de
Estado (Hernández Lomeli (2007).
El peligro mexicano
La campaña de propaganda orquestada por las petroleras después de la expropiación tuvo
carácter mundial, pero fue especialmente importante en Estados Unidos. Para Meyer
(1981), “la tarea de la maquinaria propagandística de la Standard Oil se vio facilitada en ese
país por el hecho de que los avances de la reforma agraria y el apoyo a los grupos obreros
habían dado al régimen del presidente Cárdenas un tinte radical mucho antes de que
ocurriera la expropiación”. El derrocamiento del gobierno mexicano y la instalación de una
nueva dictadura pro empresarial, como fue la de Díaz, era la meta. La campaña tuvo un
gran despliegue en la prensa. Periodistas profesionales fueron comisionados para viajar a
México y mandar reportajes desfavorables. En la capital de la República se financió un
periódico, El Economista, que se especializó en propalar que la crisis del país era
consecuencia de la expropiación. Aparentemente diarios mexicanos anticardenistas fueron
subvencionados. Se editaron folletos en español e inglés que atacaban la validez jurídica,
económica y ética de la medida.
En junio de 1938, tres meses después de la expropiación, The Atlantic, la gran revista
liberal fundada en 1857 por Ralph Waldo Emerson, Henry Wadsworth Longfellow, James
Russell Lowell y Oliver Wendell Holmes, publicó un número extraordinario: The Atlantic
Presents – Trouble Below the Border – Why the Mexican Struggle is Important to You16
que de acuerdo a personajes de la época17, fue una de las más extremas muestras de la
villanía de la prensa a cambio de treinta monedas. La Standard Oil financió la edición del
panfleto. Es una revista de 64 páginas tamaño carta en cuya portada, sobre un fondo rojo,
presenta la fotografía de un anciano campesino mexicano, imagen de la pobreza y
desesperanza. En páginas interiores, una colección de artículos y cartones recopilados de
diversas publicaciones (sin ninguna de las “grandes” firmas de la casa) con un común
denominador de contenido: los mexicanos son traicioneros, ladrones, despilfarradores,
ingratos, desleales, tontos y negros.18 Su capacidad de razonamiento es inferior a la de otras
razas por la dieta de maíz con la que históricamente se han alimentado. La flojera e
indolencia son características distintivas de la raza. Son una tribu incapaz de gobernarse a sí
misma, que debe ser colocada bajo la tutela de un pueblo superior. México como país
16
The Atlantic presenta – Problemas al sur de la frontera – Por qué la lucha de México es importante para
usted.
17
Entre ellos el embajador de Estados Unidos en México, Josephus Daniels.
18
Equiparar a los mexicanos con negros ilustra la mentalidad de la época, donde todo aquél de piel oscura
pertenece a una raza inferior destinada al servicio de la superior, es decir, la blanca.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
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Propaganda, movilización y expropiación petrolera
carece de credibilidad. No tiene ni los recursos ni la voluntad para pagar los bienes
petroleros que robó bajo el disfraz de una “expropiación.
Según el recuerdo del embajador de EU, Josephus Daniels (1947), en 1938 la revista
pasaba por graves dificultades económicas y Edward Weeks, el entonces editor, se vendió
por una cantidad que debió haber sido muy considerable. Daniels deja el testimonio de que
fue un alto funcionario del Departamento de Estado quien le dio esta información. Él no era
un liberal despistado o un “Mr. Amigo”, sino un duro defensor de los intereses de su país,
además de persona del primer círculo del presidente Roosevelt. Es por lo tanto un testigo de
cargo irreprochable.19 De los artículos, 19 son resúmenes o reproducciones de textos
aparecidos en otras publicaciones: diarios mexicanos y norteamericanos, folletos, libros y
memorias de congresos. Los 15 restantes no indican si son reproducciones o comisionados
para la publicación. Abre la revista con un decálogo de los “principios establecidos por el
Departamento de Estado” que debieran normar las relaciones con “el siempre turbulento
vecino” –mismos que México habría violado sistemáticamente. A continuación de tal
amonestación cuasi-bíblica, los artículos hablan de cómo México ha despilfarrado las
riquezas con las que la naturaleza lo favoreció, de la imparable crisis, de los problemas que
frenan el cultivo de la caña, de la revolución traicionada, de las “causas del retraso de
México”, de la miseria y desgracia de los sin tierra, del deterioro de los ferrocarriles, de la
ilegalidad de la expropiación, de la incapacidad vernácula para construir una industria
petrolera medianamente eficiente, del crimen rampante “en las provincias” (sic: estados),
del deterioro social después de la expropiación, de la inconformidad e inquietud en las filas
del ejército mexicano, de la nula voluntad mexicana para pagar sus deudas, de los
crecientes problemas en la minería, del avance del comunismo, del fracaso del turismo y,
en fin, del camino al despeñadero por el que conduce a ese pobre país el gobierno totalitario
y procomunista que los mexicanos tienen la desgracia de sufrir.
Esta apretada síntesis no debe dar lugar a confusión: The Atlantic Present no es un
panfleto casero. Es una publicación concebida para insertar en los sectores más politizados
de la opinión pública, con datos y testimonios que tienen un barniz de credibilidad puesto
que se refieren a organizaciones informativas de prestigio como el New York Times, la
idea de que al sur de la frontera las condiciones políticas, económicas y sociales estaban en
un agudo deterioro a consecuencia de la confiscación -desleal además de indebida e ilegalde una industria que demostrablemente había contribuido a la prosperidad del país en el que
estuvo trabajando durante muchos años. A esto añádase el sello de la casa editorial: The
Atlantic era una publicación que gozaba de amplio respeto, incluso entre los conservadores
opuestos a su línea editorial. El artículo titulado “Trasfondo de revolución”, en donde en
seis párrafos el autor sostiene que son las condiciones de inferioridad racial autóctona
frente a la superioridad blanca y criolla las causales de la sedición, está firmado por un
maestro de francés y español del City College de Nueva York. En el siguiente, “Por qué
México es un país retrasado”, el contribuyente es “un ciudadano mexicano que vive en
México, cuyo nombre se reserva por razones de seguridad”, quien asegura que “el hecho de
19
En el número normal de The Atlantic correspondiente a junio de 1938, no hay una sola referencia a la
expropiación. Pero varias ediciones después, sin dar contexto alguno, publica un artículo titulado “La defensa
de México” que alude a las razones que tuvo México para nacionalizar el petróleo.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
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Propaganda, movilización y expropiación petrolera
que un indio entre diez millones resulte un individuo de valía”, difícilmente permite
postular a los pobladores originales como civilizados, ya que las características dominantes
de la población indígena son “la ignorancia, la flojera y la indiferencia”. Tradúzcase el
“indio entre diez millones” como “Benito Juárez”.
Un artículo central es “El terror mexicano”, de Rodulfo Brito Foucher, tomado de la
edición de la revista Hoy del 26 de mayo de 1938, que comienza: “Para los turistas, los
diplomáticos y los escritores que visitan brevemente a México, e incluso para los
mexicanos carentes de educación política, es difícil darse cuenta a primera vista que la
democracia mexicana es apenas un disfraz para ocultar la desnudez de la dictadura”. Para el
lector extranjero, el juicio de un reconocido jurista que pocos años antes había sido director
de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNAM, como se indica en el crédito,
debió haber transmitido considerable autoridad. Y abundan las comparaciones: frente a los
errores mexicanos, los ejemplos de Venezuela y Colombia, naciones prósperas gracias a su
apego a la ley, miran con inquietud la posibilidad de que el cáncer mexicano contamine la
felicidad de sus pueblos. La Standard Oil también utilizó su órgano bimestral, The Lamp
para llevar a sus accionistas y al gobierno norteamericano la idea de un México no
expropiador conforme a derecho, sino expoliador a la manera de los regímenes totalitarios
del presente y del pasado. En el recuerdo de uno de los protagonistas de aquellos eventos:
La Standard Oil Co. de New Jersey auspició la publicación de una revista que se llamó The
Lamp. En esa revista se decían las mayores enormidades respecto a nosotros; se hablaba de
que las compañías norteamericanas habían sido expropiadas de bienes por un valor de dos
mil millones de dólares y que lógicamente México se hallaba incapacitado para pagar esa
suma. En otros periódicos se reducía la cantidad a cuatrocientos cincuenta millones de
dólares. En The Lamp se publicaban caricaturas insidiosas, que el propio Embajador de los
Estados Unidos en México, Joseph (sic) Daniels, calificó de repulsivas. Y aún a
publicaciones serias y de prestigio llegó el dinero corruptor de la Standard Oil Co. En la
revista The Atlantic Monthly del mes de julio de 1938, se publicó un artículo conteniendo
una cantidad inconcebible de calumnias y embustes. Por ejemplo, se afirmó en ese artículo
que el petróleo que no podíamos vender corría en arroyos hacia el mar; que habíamos
rentado puertos marítimos a los japoneses, y que habíamos alquilado aeródromos a los
fascistas. Se trataba de crear una psicosis en el pueblo norteamericano para que apoyara la
petición que en repetidas ocasiones hacían los representantes de las empresas ante el
Departamento de Estado para que se declarara la guerra a México (Silva Herzog, 1960).20
Un año después, apareció el libro México ante el tribunal de la opinión pública
(McConell, 1939), dirigido a sectores de la opinión pública norteamericana que veían con
preocupación cómo México navegaba “hacia el comunismo” bajo el mando del general
Cárdenas. Fue concebido como un elemento para potenciar la exigencia de una acción
20
El autor parece citar de memoria o se fía de versiones de terceros, pero su testimonio refleja cómo se
percibían en México los contenidos y consecuencias de la campaña. Los ejemplares de The Lamp revisados
por el autor de este trabajo no se apartan de la flema corporativa y el número de julio de The Atlantic Monthly
no tiene una sola referencia a México o al petróleo. Silva Herzog quería referirse a The Atlantic Presents…,
editado por la misma empresa y de tan baja ralea que ni en los archivos de la publicación se conservan
ejemplares y aún hoy (noviembre del 2008) niegan tener conocimiento de su existencia, según dijo una vocera
de la publicación al autor de estas líneas en entrevista por correo electrónico.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
180
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
“decidida” del gobierno de Roosevelt que metiera en cintura a quienes se habían “robado”
las empresas petroleras norteamericanas en marzo de 1938. Aunque hoy no podemos medir
su penetración, el libro sin duda provocó reacciones. El autor había sido integrante de la
dirección de la revista Digest durante diez años, de 1919 a 1929.21 Este es un libro de 320
páginas y once capítulos. Contiene una compilación comentada de las posturas editoriales
ante la expropiación petrolera de cientos de periódicos editados en Estados Unidos, México
y otros países. Pretendía recoger el sentir “verdadero” de la opinión pública hacia México.
Esto no pudo pasar desapercibido en Washington, particularmente en la Casa Blanca, en el
Pentágono, en el Departamento de Estado y en el Tesoro. McConnell estableció que las
opiniones recogidas eran las “observaciones independientes y no prejuiciadas” de
periodistas profesionales. Y sugería que si la experiencia del pasado tenía algún significado,
“estas críticas editoriales sin sombra de duda señalan el derrotero que nuestro gobierno
deberá tomar para resolver sus problemas con México”.22
McConnell se empeña en justificar la importancia de un estudio social y político
basado en la revisión y compendio de fuentes editoriales, ya que México, al confiscar
propiedades norteamericanas, “afectó a los accionistas de 1,750 empresas que tienen
inversiones directas por cinco mil millones de dólares [de 1939] en América Latina, y que
se ven en apuros por el peligro de que el nefando ejemplo de México cunda entre otros
países”. Para apuntalar éticamente su estudio, el autor arranca con dos citas. La primera, del
presidente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, dice: “Los
editoriales periodísticos no sólo reflejan la opinión pública; también la moldean”. La
segunda –que, tal vez desadvertidamente, hermanó a la obra con el mismo sello de la casa
que a The Atlantic Presents- de la nota dirigida al gobierno de Cárdenas por el secretario de
Estado Cordell Hull: “El apoderarse de propiedades sin compensación no es expropiación;
es confiscación”. El texto se divide en once capítulos con cinco apéndices, e incluye 40
cartones referidos todos a la confiscación de la industria petrolera norteamericana: 1)
Consecuencias de la expropiación en el capital extranjero; 2) “¡México para los
mexicanos!”; 3) Los problemas financieros y económicos de México; 4) El rompimiento de
México con la Gran Bretaña; 5) La nota diplomática de Hull sobre las confiscaciones de
tierras; 6) La respuesta de México a la nota de Hull; 7) La legislación de compra de plata y
cómo favorece a México; 8) El comunismo en México; 9) Propaganda anti estadounidense
en América Latina; 10) México censura a la prensa; 11) ¿Debemos tratar con mano firme a
México? El texto presenta al inicio de cada capítulo un argumento central y a continuación
lo enriquece y adiciona con las opiniones de articulistas, editorialistas, columnistas y
analistas especializados, de tal suerte que un lector medianamente informado quedaría
21
Una de las más influyentes publicaciones de la época, con más de dos millones de suscriptores –cifra
astronómica si recordamos que el país atravesaba por la crisis que desembocó en la gran depresión- y
circulación en miles de escuelas primarias en donde era material didáctico para acercar a los niños a la cultura
de la información. Fue en el Editorial Digest en donde nacieron las encuestas de opinión pública.
22
Queda sobreentendido que se refería a la ocupación de Veracruz ordenada por Woodrow Wilson en abril de
1914, acción militar que estuvo muy cerca de transformarse en una invasión total con el pretexto de derrocar a
Huerta, pero en realidad diseñada para doblegar política y económicamente a México y garantizar el
suministro del petróleo azteca sin obstáculos.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
181
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
convencido de que algo turbio ocurría en el país del sur, a quien Estados Unidos había
prodigado ayuda, amistad, estímulo y apoyo.
Escribe McConnell (1939), en la presentación: “Hace una generación, el decreto
[confiscatorio] habría significado una clara llamada a la guerra. Tal era el estado de ánimo
mundial en aquella época, que aun cuando los Estados Unidos no hubiesen querido
intervenir, la presión británica habría sido tan intensa que los EU hubiesen debido actuar
para hacer valer la Doctrina Monroe”. Y a continuación una cita textual del Tribune de
South Bend, Indiana: “Mas [hoy] el gobierno de Roosevelt, a juzgar por su política
doméstica de años recientes, aparentemente no está dispuesto a exponerse a problemas en
este terreno”. Una característica del libro es que aparecen cartones en donde se ridiculiza a
la persona de Cárdenas y no sólo se atacan sus políticas. Hubo una deliberada selección
para transmitir al lector la sensación de que Presidente de México era un “indio” inculto,
abusivo e irresponsable. El cartón de la página 253 es ilustrativo. Titulado con un juego de
palabras, “The Monkey Wrench Thrower”, que lo mismo puede traducirse como “El
lanzador de llaves Stillson”, que “El simio lanzador de llaves”, se presenta a un rubicundo
Cárdenas en traje entre charro y español, trepado en lo alto de un pozo petrolero del que
cuelga un letrero con la leyenda “Propiedades confiscadas al ‘buen vecino USA’. 1938”.
Con ademán simiesco, Cárdenas arroja una herramienta con la inscripción “políticas
ilegales” hacia la Conferencia de Lima, con la intención de dañar ese encuentro
panamericano. En la página 274 aparece un cartón que ilustra otra de las “atrocidades”
mexicanas que aborda el libro: la censura a la prensa extranjera, crítica basada en la
expulsión del corresponsal de “The New York Times”, Frank L. Kluckhohn.23 En el dibujo,
una bayoneta gigante que representa a México, amenaza a un corresponsal norteamericano
con la leyenda “¡Escribe como nosotros queremos!”.
México ante el tribunal de la opinión pública es otro ejemplo de la compleja
maquinaria de propaganda enderezada contra México. A primera vista tiene la apariencia
de un estudio imparcial, tanto por el perfil del autor como por la diversidad de fuentes
consultadas. Pero no tarda en aparecer la larga cola del felino negro agazapado tras la
autoría: en la cuarta línea del segundo párrafo, McConnell candorosamente revela que
acudió en busca de ayuda a la Standard Oil y que ésta financió el proyecto.
Conclusión
En el conflicto de 1938, el gobierno de México pudo mantener una opinión pública interna
favorable gracias al control sobre las organizaciones de masas y sobre los medios escritos.
El Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad (DAPP) llevó a cabo una intensa
campaña interna mediante publicaciones, presiones sobre la prensa (que no estaba toda a
favor de la nacionalización) y el uso intensivo de la radio: La lucha propagandística entre
el gobierno y las compañías petroleras también se desarrolló en México; pero en este caso y
como en ocasiones anteriores, la relación de fuerzas fue favorable al régimen cardenista
23
La expulsión fue muy criticada en su momento por la prensa y las autoridades norteamericanas como un
ataque a la libertad de expresión. Pero que Kluckhohn estaba muy lejos de ser un corresponsal imparcial,
queda demostrado en el libro que publicó en 1939, The Mexican Challenge.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
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Propaganda, movilización y expropiación petrolera
debido, entre otras cosas, a su control sobre las organizaciones de masa y los medios de
difusión. A los mítines, manifestaciones y conferencias en apoyo de la medida
expropiatoria, se añadió la campaña publicitaria dirigida por el […] DAPP. En México, la
propaganda de las empresas petroleras nunca llegó a poner en peligro la popularidad de la
nacionalización, a pesar del empeño de éstas para demostrar que dicha medida era la causa
del alza del costo de la vida, de la baja en las exportaciones y de la depresión general en
que se había visto sumida la actividad económica del país en 1938 (Meyer, 1981).
La respuesta popular al decreto expropiatorio fue inmediata y contundente. El
embajador Josephus Daniels recordó en sus memorias, diez años después, cómo con la
expropiación “una ola de entusiasmo delirante recorrió el país”, y expresa, con incredulidad
no exenta de admiración, cómo el pueblo creyó llegado “el día de la liberación”. El
diplomático informó a su gobierno que incluso la iglesia católica apoyaba la medida: cita
una homilía del Arzobispo de Guadalajara en donde se califica de “deber patriótico”
contribuir al pago de la expropiación, y una circular de obispos y arzobispos que exhortaba
a los católicos a contribuir al fondo para el pago de la expropiación.24 La estrategia de
movilización del cardenismo y las acciones de propaganda del DAPP lograron su objetivo
interno. Una ola de entusiasmo recorrió el país y se hizo evidente el sólido apoyo popular al
régimen. Sin duda la expresión más conmovedora fueron las filas de gente del pueblo en el
Palacio de las Bellas Artes para entregar modestas prendas, animales y dinero a la causa.
Del recuerdo del mismo Daniels (1947):
¿Cuál era el valor monetario de entregar objetos personales para enfrentar
una deuda de millones de pesos? Lastimeramente pequeño, no más de
100,000 pesos, insignificantes para reponer millones, pero la respuesta de
las mujeres que entregaban sus pertenencias más preciadas era el
resultado de un fervor patriótico como nunca antes había [yo] visto o
soñado. Y si bien de escaso valor para la meta propuesta, fue esencial
para amalgamar el espíritu de México, en donde privaba la sensación de
que la medida de Cárdenas era el símbolo de la unidad nacional.
Hay en la extraordinaria respuesta popular elementos psicológicos que no se pueden
pasar por alto, aunque su estudio rebasa el marco del presente trabajo. El petróleo en manos
extranjeras era el símbolo de la sojuzgación perversa a los Estados Unidos.25 En 1938, la
invasión de Veracruz y el sacrificio de jóvenes cadetes de la Academia Naval en defensa
del suelo patrio eran historia reciente. Los “motivos altruistas” de Wilson para “ayudar al
pueblo de México a liberarse del dictador Huerta”, nunca penetraron en el imaginario
popular. En cambio estaban vivas las imágenes de la heroica resistencia contra el invasor
yanqui, lo mismo en las masas que entre las clases ilustradas y políticas. La toma del puerto
había sido la prueba de que el poderoso vecino del norte utilizaría la fuerza para conservar a
cualquier precio su petróleo en México y que sin duda estaba dispuesto a repetir la
agresión. La propaganda cardenista explotó magistralmente estas imágenes en la mente
24
Es notable este apoyo si se considera que estaban frescas las heridas provocadas por la guerra cristera.
25
La controversia nacional actual (julio del 2008) para modificar el marco legal de operación de los
energéticos, demuestra cuán profundo está en la conciencia mexicana el tema del petróleo. Véase por
ejemplo, “México: petróleo y democracia”, Fuentes, Carlos: Reforma, 13 de mayo del 2008.
Miguel Ángel Sánchez de Armas
183
Propaganda, movilización y expropiación petrolera
popular para lograr sus objetivos. Esto, y el inteligente reconocimiento de que la situación
internacional favorecía a México, dieron a Lázaro Cárdenas la mano en esta guerra de
propaganda.
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Semblanza curricular
Miguel Ángel Sánchez de Armas es doctor en Ciencias de la Información por la
Universidad de Sevilla. Sus líneas de investigación son: políticas de comunicación,
comunicación y propaganda, historiografía de los medios y literatura y periodismo. Es autor
de varios libros y artículos especializados. En 1988 fundó la Fundación Manuel Buendía y
la Revista Mexicana de Comunicación. Pertenece a las asociaciones Mexicana y
Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación y al International Institute of
Communications. En 2003 coordinó la mesa sobre radio pública en el Encuentro Mundial
sobre la Sociedad de la Información (Ginebra). En 1996 fue becario Ashoka. Ejerce el
periodismo desde 1968 y publica regularmente en medios mexicanos y extranjero. Entre
1998 y 2004 fue Director General de Radiotelevisión de Veracruz. Recibió el “Micrófono
de oro” de parte de la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España. Su
ficha curricular está incluida en los diccionarios Biográfico de México y de Escritores
Mexicanos. [email protected]
Miguel Ángel Sánchez de Armas
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Propaganda, movilización y expropiación petrolera
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Miguel Ángel Sánchez de Armas
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Espacios públicos y agendas mediática en Iberoamérica
es una edición original protegida legalmente en nombre
de los autores y las instituciones editoras.
La edición consta de dos mil copias en formato digital, más sobrantes de reposición.
Está además publicada en el sitio web:
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Cualquier referencia al contenido de esta obra, debe respetar los derechos de propiedad
intelectual de los autores y señalar los datos completos de la fuente original.
Meyer, J. A. (Coordinador). (2010). Espacios públicos y agendas mediática en
Iberoamérica. Tenerife: Red Académica Iberoamericana de Comunicación
y Sociedad Latina de Comunicación Social
Registro ISBN No. 978-84-938428-1-9. 185 páginas. Edición: 2 mil ejemplares.
Sitio web: http://www.revistalatinacs.org/11/alma/12ene/espacios_publicos.pdf
Tenerife, España, noviembre de 2010 Esta página está en blanco
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