Esta página está en blanco 2 ESPACIOS PÚBLICOS Y AGENDAS MEDIÁTICAS EN IBEROAMÉRICA JOSÉ ANTONIO MEYER RODRÍGUEZ (COORDINADOR) Natalia Aruguete, Javier Esteinou, Liliana Gutiérrez, María Inés Loyola, Rosalba Mancinas, José Antonio Meyer, Susana Morales, Carlos Muñiz, Félix Ortega, Ramón Reig, Rogelio Rivera, Miguel Ángel Sánchez de Armas, Andrés Valdez y María José Villa 3 ESPACIOS PÚBLICOS Y AGENDAS MEDIÁTICAS EN IBEROAMÉRICA Primera edición. Noviembre de 2010 Derechos reservados conforme a la ley © Espacios públicos y agendas mediáticas en Iberoamérica José Antonio Meyer Rodríguez (Coordinador) Red Académica Iberoamericana de Comunicación (RAIC) Sociedad Latina de Comunicación Social (SLCS) http://www.revistalatinacs.org/11/alma/12ene/espacios_publicos.pdf Registro ISBN No. 978-84-938428-1-9 Depósito legal No. T F 169-2011 Red Académica Iberoamericana de Comunicación http://www.raic.org Sociedad Latina de Comunicación Social http://www.revistalatinacs.org/09/Sociedad/portada.html Coordinación y edición: José Antonio Meyer Rodríguez Diseño de portada: José Antonio Meyer Ferniza 4 ESPACIOS PÚBLICOS Y AGENDAS MEDIÁTICAS EN IBEROAMÉRICA JOSÉ ANTONIO MEYER RODRÍGUEZ (COORDINADOR) Natalia Aruguete, Javier Esteinou, Liliana Gutiérrez, María Inés Loyola, Rosalba Mancinas, José Antonio Meyer, Susana Morales, Carlos Muñiz, Félix Ortega, Ramón Reig, Rogelio Rivera, Miguel Ángel Sánchez de Armas, Andrés Valdez y María José Villa 5 Esta página está en blanco 2 Instituciones participantes Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina) Universidad Autónoma de Hidalgo (México) Universidad Autónoma de Nuevo León (México) Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (México) Universidad de Guadalajara (México) Universidad de La Sabana (Colombia) Universidad de Salamanca (España) Universidad de Sevilla (España) Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México) 7 Red Académica Iberoamericana de Comunicación Organización académica de doctores en Comunicación y áreas afines fundada en 2005 con el propósito de fomentar las actividades educativas, de investigación y divulgación necesarias para el desarrollo de la disciplina en la región Iberoamericana. Los objetivos de RAIC se establecen en sus estatutos y consisten en: 1. Promover y auspiciar programas educativos de Doctorado en Comunicación, en coordinación con universidades públicas de América Latina, con el propósito de coadyuvar a la superación académica de docentes, profesionales y especialistas. 2. Desarrollar redes de investigación en Comunicación en Iberoamérica, con el concurso de académicos, instituciones universitarias y organismos de cooperación. 3. Organizar y fortalecer, en coordinación con universidades de la región, las bienales Iberoamericanas de Comunicación y otros eventos que resulten necesarios. 4. Vincular a la asociación con otras redes académicas, organismos internacionales y agencias de cooperación para ampliar su presencia social y alcanzar sus objetivos. 5. Acreditar a sus asociados ante organismos nacionales e internacionales para alcanzar su reconocimiento académico y participación en proyectos de desarrollo. Para cumplir con sus objetivos, RAIC está facultada a: • • • • • • Fomentar la integración de organismos académicos y de investigación y servir de vínculo para la cooperación, intercambio de experiencias e información entre ellas. Establecer mecanismos de tipo presencial y remoto para incentivar la participación activa de socios, colaboradores, instituciones y organismos de diverso tipo. Desarrollar todo género de actividades pertinentes o relacionadas con la gestión de redes académicas en América Latina, El Caribe, España y Portugal. Realizar reuniones, foros, talleres, congresos y cualquier tipo de evento que sirva para difundir las actividades, proyectos y desarrollos de la red. Mantener y publicar investigaciones conjuntas e individuales de los asociados y promover su divulgación en todo el espacio iberoamericano. Actuar en coordinación con otras entidades públicas o privadas que persigan similares objetivos. 8 Red Académica Iberoamericana de Comunicación Consejo directivo 2009-2013 José Manuel de Pablos Coello Presidente Universidad de La Laguna (España) Paulina Beatriz Emanuelli Vicepresidencia A Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) Sara Marcela Bozzi Anderson Vicepresidenta B Universidad de Cartagena (Colombia) José Antonio Meyer Rodríguez Secretario Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México) Jorge Abelardo Cortés Montalvo Tesorero Universidad Autónoma de Chihuahua (México) Javier Horacio Contreras Orozco Auditor Interno Universidad Autónoma de Chihuahua (México) Mirta Clara Echevarría Vocal de Programas Educativos Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) Pastora Moreno Espinosa Vocal de Redes de Investigación Universidad de Sevilla (España) María José Villa Vocal de Eventos Académicos Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) Octavio Islas Carmona Vocal de Vinculación y Desarrollo Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México (México) 9 Índice general Presentación José Manuel de Pablos Coello 13-15 Introducción José Antonio Meyer Rodríguez 16-18 Primera parte. Poder y manipulación en las agendas mediáticas Capítulo No. 1. Transformación del estado mediático en México Javier Esteinou Madrid Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (México) 19 21-47 Capítulo No. 2. Televisión y reforma legislativa de medios audiovisuales Susana Morales Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) 48-63 Capítulo No. 3. Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Félix Ortega Mohedano Universidad de Salamanca (España) 65-77 Segunda parte. Violencia y crimen organizado en las agendas mediáticas Capítulo No. 4. Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México José Antonio Meyer Rodríguez, Graciela Medina Ortiz Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México) Mónica Ávalos Castañeda Universidad Autónoma de Hidalgo (México) Capítulo No. 5. Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez Universidad de Sevilla (España) 79 81-101 102-122 10 Tercera parte. Temas sociales y discriminación en las agendas mediáticas 123 Capítulo No. 6. Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar Liliana Gutiérrez, Jairo Valderrama, Luz Carmen Barrera, Adriana Guzmán, Rodolfo Prada y Alfonso Forero Universidad de La Sabana (Colombia) 125-134 Capítulo No. 7. Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas María José Villa y María Inés Loyola Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) 135-145 Cuarta parte. Coberturas frívolas en las agendas mediáticas Capítulo No. 8. Obama y la prensa latinoamericana Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera Fernández Universidad de Guadalajara (México) Quinta parte. Reformas y expropiaciones en las agendas mediáticas 147 149-156 157 Capítulo No. 9. Privatización de ENTel y fuentes de información Natalia Aruguete Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina) Carlos Muñiz Muriel Universidad Autónoma de Nuevo León (México) 159-169 Capítulo No. 10. Propaganda y movilización en la expropiación petrolera Miguel Ángel Sánchez de Armas Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México) 171-185 11 Esta página está en blanco 2 Presentación En las democracias consolidadas y en transición, los medios de comunicación han redoblado su papel protagónico como resultado de los procesos de privatización, que han favorecido la concentración de la propiedad, y el desarrollo de la convergencia digital, que ha abierto nuevos paradigmas de interacción y representación social. Estos nuevos escenarios de la economía global demandan estudios que no sólo expliquen el funcionamiento e influencia de los medios de comunicación, sino análisis que profundicen en esa nueva relación, aquello que la sociedad piensa y desea y lo que los contenidos de los medios les ofrecen. Las agendas mediáticas, al estar conformadas fundamentalmente por noticias, opiniones, programas de entretenimiento publicidad y propaganda, establecen representaciones de vida y hacen relevante lo que sus productores, periodistas, editorialistas y demás generadores de contenidos imponen. Sin embargo, son cada vez más contrastantes esos mensajes con las expectativas de sociedades cada vez menos masivas, con gran diversidad cultural, creencias y aspiraciones distintas y formas de participación social más dinámicas y expresivas. En ese sentido, se hace preciso desarrollar investigaciones que expliquen cómo se construyen hoy las agendas mediáticas y qué tipo de procesos de opinión pública se generan. En este esfuerzo colectivo se consignan, en primer término, análisis y reflexiones sobre el poder mediático y la manipulación informativa. Si bien estos trabajos se ubican más en el ámbito de la economía política de las comunicaciones que en el estudio de los contenidos mediáticos y la opinión pública, ellos aportan en conjunto un valioso marco de referencia sobre las adecuaciones y búsquedas de la sociedad civil por revertir los procesos de concentración económica ante la extendida convergencia digital. Este apartado inicia con los planteamientos de Javier Esteinou sobre la transformación del poder en México y la emergencia de un estado ampliado que ha cedido espacio de intervención a la centralizada industria de la comunicación audiovisual. Ella, más preocupada por sus intereses y ampliación de influencia y poder, obstaculiza los avances e inhibe los esfuerzos por consolidar la transición democrática. Continúa posteriormente con un estudio de Susana Morales, quien explica el proceso legislativo para la promulgación de una nueva ley de medios audiovisuales en Argentina y la resistencia de los medios concentrados ante una norma que pretende democratizar el uso del espectro radioeléctrico, permitir la inclusión de nuevos actores no empresariales en el ejercicio del derecho a la comunicación y establecer 13 mecanismos para disminuir la monopolización en la propiedad de medios que ha operado en las últimas décadas. Este bloque termina con una investigación de Félix Ortega sobre la comunicación en la red 3.0, donde se destaca la necesidad de los ciudadanos más jóvenes de las economías desarrolladas de liberarse de la vieja agenda mediática y ser actores mayormente participativos en la construcción de nuevos temas y deliberaciones en el mundo de la convergencia digital. En el segundo apartado se presentan análisis sobre los enfoques informativos de la prensa y su relación con la violencia, la muerte, el crimen organizado y el narcotráfico, los cuales han generado un ambiente de incertidumbre en distintos sitios de América Latina. En el primer estudio, se consigna primeramente un análisis de José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos sobre los enfoques informativos de hechos violentos y la lucha del gobierno federal en contra el crimen organizado y el narcotráfico por parte de cuatro publicaciones referentes en México. En su estudio señalan la errática conducción política del gobierno en ese campo, la descontextualización y manipulación informativa de las publicaciones y una cultura cívica que, si bien preocupada por la creciente inseguridad pública, demanda políticas de recuperación económica y mayor bienestar social de las regiones del país. Ello ha contribuido a que el tema crezca en significación, pero aporte poco a su delimitación y control. La segunda investigación complementa los argumentos y hallazgos del anterior con un análisis detallado de Ramón Reig y Rosalba Mancinas, quienes evalúan la atracción por la muerte y la exageración de ella en las publicaciones de Chihuahua (México) y Andalucía (España). Estas contraponen, desde su perspectiva, los principios básicos de un periodismo responsable ante un tema fundamental y de gran importancia De igual modo, destacan el riesgo que para muchos periodistas ha significado indagar sobre el tema y la poca eficiencia del estado actual en cumplir con esa responsabilidad primaria. En el tercer apartado se incluyen estudios que reflejan la constante manipulación y discriminación por parte de la prensa latinoamericana sobre los temas marginales y que se vinculan más directamente con una agenda social. El primero trabajo, realizado por el Grupo de Investigación en Periodismo de la Universidad de La Sabana (Colombia), valora cómo la prensa de su país no da valor a los temas que involucran necesidades sociales y desatiende muchos asuntos en perjuicio de la sociedad. Ellos señalan que si bien la prensa registra algunas de las acciones o declaraciones gubernamentales sobre estos temas, o señala incluso las implicaciones económicas de su atención no necesariamente se corresponde con lo que el público necesita. Ante ello, se plantea la relevancia de identificar desde las prioridades ciudadanas la utilidad de muchas de las noticias diarias. El apartado se cierra con el análisis de María José Villa y María Inés Loyola sobre cómo la prensa argentina discrimina y prejuzga los temas de los grupos sociales más desfavorecidos. En su estudio la autoras refieren sobre las retóricas de la seguridad/inseguridad que están íntimamente ligadas al prejuicio y la discriminación (los indeseables o los menores infractores o marginados). Discriminaciones, porque además de la consideración negativa del otro, se proponen y llevan adelante acciones concretas donde se reconocen como naturales las relaciones entre minoría de edad y marginales con peligrosidad e inseguridad en zonas geográficas pobres. El cuarto apartado determina cómo en ocasiones las agendas de los medios hacen irrelevantes y carentes de significado acontecimientos de importancia y consideración. Es el caso del trabajo realizado por Andrés Valdez y Rogelio Rivera sobre 14 el tratamiento de la prensa latinoamericana y la toma de posesión y primeros días de gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama. Para los autores, varios rotativos da América Latina optaron por realizar un tratamiento complaciente, en el que publicaron más notas sobre trivialidades, anécdotas y aspectos cursis del nuevo mandatario y sus familiares que realizar un periodismo de investigación, con mejores análisis y sentido crítico. La publicación culmina con el estudio de algunos procesos expropiatorios que marcaron la orientación económica de los países latinoamericanos. En el primero, Natalia Aruguete y Carlos Muñiz analizan la relación entre las fuentes de información y el manejo periodístico en la privatización de la empresa ENTel en Argentina. La investigación demuestran cómo los intereses corporativos influyeron en las decisiones editoriales, sobre el qué publicar y de qué forma cubrir los hechos. Ello estuvo íntimamente vinculado a factores ideológicos, por lo que funcionaron como las fuentes prioritarias de información. En cambio, aquellos que no detentaban poder difícilmente fueron buscados ya que sus acciones no producían noticias y su carácter moral era socialmente negativo. Por su parte, Miguel Ángel Sánchez de Armas realiza un análisis exhaustivo sobre el condicionado tratamiento periodístico por parte del gobierno mexicano durante la expropiación petrolera de 1938. El gobierno de ese momento generó una opinión pública favorable, debido a una eficiente movilización y organización de las masas vinculadas a las organizaciones partidistas y sociales y el control sobre los medios más influyentes (prensa y radio). La lucha propagandística de las compañías petroleras no encontró eco en sus países de origen por el ambiente de guerra y recesión económica existente, ni logró revertir la nacionalización, toda vez que ella se convirtió en un símbolo de defensa del patrimonio nacional que se legitimó por su amplio sentido popular. La Red Académica Iberoamericana de Comunicación (RAIC), la Sociedad Latina de Comunicación Social (SLCS) y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) agradecen la confianza de los autores, sabedores de que su contenido será de suma utilidad para el avance del conocimiento y la deliberación académica sobre los diversos temas. # Tenerife, España Otoño de 2010 José Manuel de Pablos Coello Presidente Red Académica Iberoamericana de Comunicación y la Sociedad Latina de Comunicación Social 15 Introducción En las democracias consolidadas y en transición, los medios de comunicación han redoblado su papel protagónico como resultado de los procesos de privatización, que han favorecido la concentración de la propiedad, y el desarrollo de la convergencia digital, que ha abierto nuevos paradigmas de interacción y representación social. Estos nuevos escenarios de la economía global demandan estudios que no sólo expliquen el funcionamiento e influencia de los medios de comunicación, sino análisis que profundicen en esa nueva relación entre lo que la sociedad piensa y desea y lo que los contenidos de los medios les ofrecen. Estos últimos, al estar conformados por noticias, opiniones, programas de ocio, entretenimiento y publicidad, establecen representaciones de vida y dan relevancia a lo que los productores, periodistas, editorialistas y otros generadores informativos consideran. Sin embargo, son cada vez más contrastantes esos mensajes con las expectativas de sociedades cada vez menos masivas, con gran diversidad cultural, distintas creencias y aspiraciones y formas de participación social más dinámicas y expresivas. En ese sentido, se hace preciso desarrollar investigaciones que expliquen cómo se construyen hoy las agendas mediáticas y qué tipo de procesos de opinión pública se están generando. Los medios de comunicación siguen siendo importantes delimitadores del espacio público y definidores del debate sobre los temas que mayor impacto tienen en la sociedad. Asimismo, su agenda contribuye en forma significativa al desarrollo de las expectativas ciudadanas, el sistema político y la dinámica de la vida pública, tanto en el ámbito regional y nacional como global. Sin embargo, al análisis de los temas que los medios hacen relevantes y las maneras como los procesan, enfocan, manipulan y difunden no es suficiente, por lo que se requiere un replanteamiento teórico que explique en su complejidad y múltiple dimensión como la mediación mediática incide en las percepciones ciudadanas pero, sobre todo, como es esa construcción y de qué manera los diferentes públicos la realizan, orientan sus decisiones y definen las formas de participación cívica. Desde las reflexiones de Lippmann (1922) y Cohen (1963) hasta las de McCombs, Shaw 1972) y otros seguidores como Eyatt, (1995), Weaver (1998), Chi (2004) y otros, se ha fundamentado toda una perspectiva teórica conocida como agenda setting que define a los medios masivos no solo como orientadores del qué pensar por parte del público, sino como determinantes del cómo pensar sobre los acontecimientos de la vida pública. Este argumento, sustentado en el hecho de que los ciudadanos de una región o país no experimentan directamente los acontecimientos que impactan el acontecer cotidiano sino 16 que mantienen una amplia dependencia sobre los contenidos de la comunicación de masas, ha señalado que tanto la selección y visibilidad de los hechos como los atributos y enfoques en formato de información, opinión y promoción son importantes en la construcción cotidiana de la agenda pública. Asimismo, ha destacado que los aspectos del mundo que los medios refieren como los de mayor significación inciden en la percepción que las audiencias se forman sobre ese mundo de representación en particular. En consecuencia, se argumentó que aquello no presente en la agenda de los medios prácticamente no existe y que, por lo tanto, resulta irrelevante para la vida pública. Con base en ello, el proceso de elaboración informativa se consideró durante mucho tiempo como algo más que una función de selección y tratamiento porque el mensaje generado desde las instituciones y el sistema político expone casi siempre una severa transformación al ser jerarquizado y manipulado por los diferentes medios. De hecho, de una misma realidad política se obtienen relatos diferentes según el medio o periodistas que los aborden. Es lo que Davis (1972) denominó en su momento como el efecto de prisma, en el cual se entendió que los medios no reflejan la realidad tal como es sino que reciben luz de las informaciones de toda procedencia para refractarlos, constreñirlos y expandirlos. En ese sentido, los medios de comunicación enfocan, transforman e, incluso, reinventan la realidad sobre la que buscan informar. En consecuencia, la sensibilidad de gobiernos y partidos políticos hacia la agenda mediática es prácticamente esencial y son amplios sus intentos para condicionarla y guiar los temas que se publican o difunden. Ello ha destacado la necesidad de estudiar quién orienta el ejercicio de los medios y qué se hace para privilegiar más unos asuntos sobre otros. No obstante, las investigaciones de Entman (2002) centradas en la teoría de news framing han demostrado que el enfoque central que guía el quehacer del periodista, la forma como organiza la noticia y la visión específica que tiene de un hecho determinan la selección de elementos que se destacan o enfatizan y resultan básicos para la comprensión de un hecho por parte del público. En ese sentido, la importancia de este tipo de análisis enfatiza en la necesidad si de estudiar la naturaleza de los enmarcamientos periodísticos pero también, y de manera sustancial, su nivel de incidencia en la construcción de las percepciones sociales sobre un acontecimiento –más allá de los temas o atributos- y la determinación de una opinión pública que no necesariamente representa el pensar de toda la sociedad. En ese sentido, como lo ha referido Cueva (2006), la percepción si bien se ubica en el ámbito de lo subjetivo resulta sustancial toda vez que depende de los mediadores sociales y los referentes culturales y regionales para que los individuos hagan suya una interpretación parcial de la realidad que no siempre provoca decisiones pertinentes y pormenorizadas de los distintos asuntos públicos. El grupo de investigación convocado para esta publicación reconoce la importancia de avanzar en esa línea de pensamiento, profundizar en sus aportes teóricos y metodológicos y, sobre todo realizar estudios más integrales que consideren la acción de los medios de comunicación en forma más convergente, la monopolización de los contenidos de la agenda pública y la recomposición de los procesos de opinión pública que imperan actualmente y de manera muy distintiva en el espacio iberoamericano. Este nuevo paradigma se asume como un proceso, una búsqueda y un camino por emprender, en el cual habrán de replantearse los esquemas del pasado y atreverse a indagar sobre nuevos 17 parámetros teóricos y metodológicos. En esa dimensión, las presentes aportaciones sobre la realidad mexicana, colombiana, argentina, española y latinoamericana, son proyectos que reconocen la necesidad de identificar rumbos distintos para comprender mejor la nueva realidad de los fenómenos de coyuntura pero, sustancialmente, iniciar la constante reflexión sobre los enfoques y condicionamiento que la convergencia digital plantea como actor sustantivo de las democracias contemporáneas y por mantener bajo su control ese hibrido conocido históricamente como opinión pública. # Puebla, México Otoño de 2010 José Antonio Meyer Rodríguez Coordinador 18 Primera parte. Poder y manipulación en las agendas mediáticas 19 Esta página está en blanco 2 Transformación del estado mediático en México Capítulo No. 1 Transformación del estado mediático en México Javier Esteinou Madrid Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (México) Planteamiento general Debido al posicionamiento estructural que han conquistado en México los medios de difusión colectivos, particularmente electrónicos, su poder real superó la autoridad políticoideológica del estado y convirtieron en un poder autocrático incontrolado que influye, presiona, orienta y juzga a todos los grupos sociales, instituciones y sectores, sin que el interés público o el bien común los pueda acotar o dirigir. De ésta forma, los medios electrónicos paulatinamente dejaron de ser medios y convirtieron en fines. Renunciaron a ser puentes de relación simbólica para edificar la comunicación entre los hombres y transformaron en eficientísimas herramientas del poder, especialmente privado, para dirigir, controlar y subordinar a los individuos y los grupos según los proyectos económicos y políticos que los determinan. La supremacía de éste nuevo primer poder ideológico ha llegado a ser tan fuerte que la tendencia histórica es que, cada vez más, la fuerza de éste domine al poder político y no el poder político ordene al poder ideológico mediático. Por ello, pese a que los medios de difusión no son instituciones omnipotentes capaces de producir efectos automáticos sobre los auditorios, gracias a las evolucionadas capacidades materiales que han alcanzado, poseen eficientes y suficientes habilidades tecno-ideológicas efectivas para crear y cambiar las formas de pensar y actuar, así como imprimir fuertes direcciones sociales a los campos de conciencia de los mexicanos. Su principal poder es virtual y mediático, del que se derivan otras influencias económicas, políticas, mentales y espirituales sobre las comunidades. Dichas tendencias se generan a través de la práctica de la agenda setting, que es la capacidad informativa y pedagógica que despliegan los medios de información para operar como intermediarios técnicos entre las relaciones sociales y centrar cotidianamente Javier Esteinou Madrid 21 Transformación del estado mediático en México la atención de los diversos públicos en sólo algunas realidades y no en otras, vía sus políticas de programación. Con ello, de forma silenciosa y permanente construyen una jerarquía del conocimiento de la realidad, cuyos valores, política, cultura, historia y vida se convierten en un marco fundamental de referencia y acción que articula o desarticula a los ciudadanos. Así, la agenda setting se ha transformado en una de las principales herramientas comunicativas para construir diariamente algunos de los ejes básicos de la hegemonía social en México. De igual forma, uno de los signos de los tiempos al inicio del siglo XXI es la descolocación creciente de la centralidad de las instituciones tradicionales del Estado y de lo público, con su correspondiente disminución o pérdida de fuerza, para ahora ser remplazadas por los proyectos de desarrollo que se dan a través de la acción de las grandes redes tecnológicas del poder mediático cada vez más desarrolladas y perfeccionadas. Mediante esto, la histórica creación del consenso cotidiano y de la dirección ideológica y política de la sociedad le ha sido arrebatado a las instituciones del Estado nación para concentrarse ahora en las fuerzas del poder informativo, la cultura y la reedificación de la memoria cotidiana reencantadora que construyen diariamente las industrias culturales, especialmente electrónicas. Medios de información como centros del poder contemporáneo El reconocimiento de la moderna conformación del estado moderno requiere contemplar que debido a las nuevas capacidades tecnológico materiales que durante el siglo XX y principios del siglo XXI conquistaron los medios de información colectivos -especialmente electrónicos- y las transformaciones urbano políticas que se dieron en el país, éstos aumentaron sustantivamente su eficacia de transmisión informativa, persuasión extensa y creación de nuevos fenómenos de saber masivo sobre los auditorios y convirtieron en el centro del poder ideológico y político contemporáneo en la nación. En este sentido, de haber sido instrumentos de difusión relevantes en 1960, se transformaron en instituciones importantes de socialización en 1970 y convirtieron en el cuarto poder político a partir de 1980, como corresponsables del poder, para a principios del 2000 establecerse como el vértice del poder actual. Es decir, ya no solo son simples instituciones importantes de información o el cuarto poder, sino que ahora se han convertido en el primer poder ideológico1 que existe en nuestra sociedad. Este recomposición de posiciones hegemónicas en el proceso de transformación de la esfera comunicativa ocasionado por la revolución tecnológica de la sociedad, no se dio de igual forma en todos los medios de información colectivos, sino que se gestó con gradualidades institucionales pues los menos desarrollados tecnológicamente, como la prensa, continuó operando como el cuarto poder mientras los más avanzados 1 Por primer poder ideológico se entiende la principal fuerza cultural que fija, tanto en los momentos de hegemonía como en los de crisis social, la dirección ideológica de los valores, principios, creencias imaginarios, cosmovisiones y sentidos de los individuos y comunidades de las sociedades contemporáneas en la etapa de la modernidad occidental. Javier Esteinou Madrid 22 Transformación del estado mediático en México tecnológicamente, como la radio y la televisión, se colocaron estructuralmente como el primer poder ideológico contemporáneo en el país. Así, a principio del nuevo milenio, la prensa permaneció siendo un espacio de difusión con menor cobertura pero con mayor pluralidad donde se discuten las ideas e informa de manera más crítica a la sociedad. Al mismo tiempo, los medios electrónicos de comunicación se transformaron en las zonas con mayor cobertura, a través de la cual cotidianamente se dirige y reordena ideológicamente al conjunto social de la nación. Así, los tiempos de los medios electrónicos como cuarto poder en el México del siglo XX ya concluyeron y ahora en el siglo presente surgió la época de las industrias electrónicas como primer poder ideológico con sus respectivas consecuencias políticas, sociales, culturales, energéticas y espirituales. (Esteinou, 2000) Esta nueva ubicación histórica de los medios electrónicos de información en la jerarquía de fuerzas que dirigen a la sociedad contemporánea que gradualmente han conformado un nuevo tipo de Estado nacional, no se conquistó por voluntarismos, caprichos, situaciones casuales o juegos de retórica del poder establecido, sino por las profundas transformaciones estructurales y materiales que éstos sufrieron de forma silenciosa como mediadores tecnológicos en la fase de la modernidad y por los factores extra comunicativos complementarios que surgieron a nivel mental cotidiano en el contexto histórico de nuestra sociedad actual. De acuerdo a Martín Serrano (1985) las grandes transformaciones que se dieron en las últimas décadas al interior del esqueleto de la sociedad, fueron los siguientes: 1. La gran revolución de la infraestructura tecnológica de los canales de comunicación 2. La modificación de realidades extra comunicativas en el seno de las comunidades 3. El enorme poder tecnológico-cultural que los medios conquistaron sobre la sociedad y su organización en sectores empresariales eficientes 4. La existencia de una normatividad débil y anacrónica en el terreno comunicativo 5. El debilitamiento de la posición rectora del Estado en materia de comunicación 6. La fragilidad creciente del proyecto cultural nacional de la sociedad mexicana 7. La desintegración familiar 8. La capacidad creciente para conquistar el tiempo libre 9. Los imaginarios de la sociedad. En cuanto al primero, la gran revolución de la infraestructura tecnológica de los canales de comunicación permitió la transformación de aspectos netamente comunicativos como la obtención de ágiles potencialidades avanzadas para producir, difundir e internalizar datos y sentidos sobre las conciencias. Así, en poco tiempo los medios alcanzaron la mayor cobertura de difusión, una gran velocidad de transmisión de símbolos, imágenes y sonidos, una enorme instantaneidad de difusión, una gigantesca capacidad de perfeccionamiento de sus lenguajes, una gran versatilidad semiótico-cultural, una poderosa fuerza de omnipresencia en todas las coordenadas geográficas, una gran penetración mental, un gran perfeccionamiento técnico de punta y un sólido poder de persuasión y movilización de auditorios. En el segundo, la modificación de realidades extra comunicativas en el seno de las comunidades -como fue el cambio de distribución de la población entre campo y ciudad a mediados del siglo XX, la súper concentración demográfica en las zonas metropolitanas, el Javier Esteinou Madrid 23 Transformación del estado mediático en México incremento de la vivienda de tipo vertical (hogar en condominio) y no horizontal (casa tradicional), la ascendente reducción gradual del espacio físico de la vivienda para pasar de 150 metros en los años cincuenta a 40 metros en la primera década de inicios del 2000, la destrucción creciente de las áreas verdes por la expansión de las manchas urbanas, la incorporación de la mujer al terreno laboral, el incremento de la inseguridad en las ciudades, especialmente nocturna, la crisis de las instituciones tradicionales ético-morales (familia, escuela, iglesias, organizaciones culturales, estructuras de identidad, etc.), la reducción creciente del consumo de calorías por el espectador al exponerse a los medios electrónicos a diferencia del incremento del consumo energético frente a los medios impresos o racionales, así como la caída de los sistemas de valores convencionales, particularmente éticos, humanistas y religiosos, actuaron en conjunto como elementos indirectos y muy importantes para acentuar el poder de los medios y adquirir una fuerza pedagógica superior sobre cualquier otra industria cultural y socializar cotidianamente con sus contenidos los campos de conciencia de la población. En el tercero, debido al enorme poder tecnológico-cultural que los medios conquistaron sobre la sociedad, su estructura de funcionamiento institucional poco a poco rebasó las formas de organización político sexenal con las que se integró la clase política del viejo Estado mexicano en el siglo XX y trascendió los límites burocráticos e institucionales que fijó el gobierno para conformarse como sector empresarial privado. Esta acumulación de poder les permitió organizarse como sólidos sectores privados empresariales, monopólicos y oligopólicos, nacionales y transnacionales, de poder político-cultural casi autónomo que presionaron los límites, estructuras y formas de operación del Estado, sus órganos de gobierno y la sociedad, hasta el grado de crear un nuevo Estado dentro del Estado. De ésta forma, se conformaron como poligrupos mediático empresariales, nacionales y transnacionales, que por una parte abarcan la administración de un conjunto de medios de información que tienen que ver con el complejo corporativo de la escritura, el sonido, la imagen, el cable, los satélites, la Internet y las redes digitales. Por otra, paralelamente incluyen otras actividades empresariales de la economía, especialmente las ramas comerciales, financieras, de telecomunicaciones, entretenimiento, apuestas y bancarias. En el cuarto, se transformaron en un sector empresarial muy eficiente que cada vez más adquiere un peso muy significativo dentro de las economías nacionales y transnacionales para la producción del Producto Interno Bruto (PIB), la realización del circuito general del proceso económico y la acumulación de capital. En el quinto, la existencia de una normatividad débil y anacrónica en éste terreno permitió se desarrollaran y reprodujeran con su propia dinámica de industrias monopólicas, sobrepasando cualquier límite o principio que les significara un impedimento para expandirse con “éxito”, incluso hasta en algunos casos a comportarse al margen de la ley con tal de alcanzar sus objetivos oligopólicos, Al ampliarse el factor legal, se puede decir en correspondencia con Trejo (2004:7-8) que “las leyes para los medios de comunicación en algunos casos son tan obsoletas que casi nunca se aplican o no registran los avances tecnológicos que han ocurrido en ese campo en los últimas cuatro décadas. Al margen de éste marco jurídico desactualizado, los dueños de empresas radiodifusoras y periodísticas suelen establecer arreglos casuísticos con el poder político para conservar su poder. Y sobre todo, persiste la Javier Esteinou Madrid 24 Transformación del estado mediático en México ausencia de una reglamentación específica que ampare los derechos de los ciudadanos ante posibles abusos de los medios”. En el sexto, debido al proceso de reprivatización de la esfera pública y el adelgazamiento del gobierno, gradualmente el Estado ha abandonado su posición rectora de la sociedad y convertido en un simple gerente de los intereses de los monopolios comunicativos, abandonando la lucha y protección de las causas comunicativas de los grandes sectores sociales que son quienes fundamentalmente le dan vida y sentido a éste como instancia dirigente. En el séptimo, desde hace varias décadas el proyecto cultural de la sociedad mexicana entró en una fase creciente de fragilidad y decadencia en su contenido como proyecto de cultura nacional. Así, por ejemplo, de acuerdo a Vázquez Mota (2005:56) “la escolaridad promedio apenas es de siete años y existen más de 10 millones de personas mayores de 15 años con menos de tres años de educación básica. No debe extrañarnos, por lo tanto, que en México sólo leamos un libro al año, que el 40 por ciento nunca revise un libro y que el 12 por ciento no tenga uno sólo texto en su casa” Esta situación provocó progresivamente que la población adopte crecientemente los marcos conceptuales, culturales, educativos, axiológicos, ideológicos y virtuales de las industrias mediáticas y no de otros soportes culturales escritos o pedagógicos, con sus respectivas consecuencias civilizatorias. En consecuencia, se observa que las generaciones actuales leen menos y ven más televisión y escuchan radio. Por ello, la autora señala que “a pesar de que en los últimos siete años hemos visto con aliento que se han incorporado nuevos diarios en México, resulta paradójico que sólo el 16 por ciento de los mexicanos mayores de 15 años lean el periódico diariamente y no deja de ser preocupante que sólo el 45 por ciento de cada 100 recurra a los medios impresos para informarse de lo que pasa en la política” En consecuencia, los referentes cotidianos para informarse, construir su opinión y actuar socialmente provienen prioritaria y progresivamente de los medios radiotelevisivos y no de las fuentes escritas. En el octavo, la desintegración familiar que se acentuó significativamente en las dos últimas décadas en México, especialmente en la grandes ciudades, ocasionó que como forma de huida, desconexión o distracción frente a la tensión hogareña, los miembros de la familia se refugiaran más en ver la televisión para soportar la realidad agresiva que vivían cotidianamente que en entrar en contacto con los miembros conflictivos de la célula familiar. Así encontramos que, de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (2007), en los últimos años la familia mexicana al incrementar su desintegración y experimentar mas gritos, conflictos económicos, migración, divorcios, adicciones, falta de afecto, dificultades de convivencia, problemas de comunicación, contrariedades en la conducta o educación de los hijos y violencia, especialmente contra la mujer, provocó que del 80 al 90 por ciento de la convivencia hogareña se centrara en ver televisión o en consumir alimentos y no en otras actividades familiares. Incluso, cuando las familias urbanas conviven la actividad número uno que realizan es sentarse juntos para ver la televisión. Javier Esteinou Madrid 25 Transformación del estado mediático en México Cuadro No. 1 Actividades conjuntas de los miembros de la familia mexicana en zonas urbanas Actividad familiar Porcentaje Ver televisión Cenar Desayunar 87.7 % 84.3 % 80.2 % Fuente: Instituto de Nacional de Estadística y Geografía (2007). Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares. México: INEGI. En el noveno, la vida cotidiana de todos los individuos del siglo XXI, especialmente en las grandes ciudades, está conformada por cinco grandes momentos existenciales que determinan diferenciadamente la manera como se construye su conciencia sobre la realidad, esencialmente colectiva. El momento del sueño, el trabajo, la reproducción de la vida cotidiana, la socialización y el ocio. En el momento del sueño, que dura aproximadamente 8 horas diarias, los sujetos se desconectan de su esfera consciente y descansan lo más profundamente para funcionar equilibradamente al día siguiente. En el momento del trabajo, que equivale aproximadamente de 8 o 10 o más horas diarias, la tarea central de las personas es transportarse a su lugar de empleo y efectuar correctamente sus actividades profesionales para no cometer errores y ser eficientes en su actividad especializada. En el momento de la reproducción de la vida cotidiana, que representa aproximadamente 2 horas en promedio diarias, la actividad fundamental de los seres es resolver las necesidades de su hogar para poder funcionar en comunidad (limpiar la casa, preparar la comida, ir al supermercado, darle mantenimiento a los automóviles, atender a las mascotas, ir a la tintorería, acudir al salón de belleza, pagar los servicios domésticos, etc.). El momento de la socialización, donde cotidianamente se dedican 1 o 2 horas diarias para tener contacto social con los demás y en el cuál los individuos se interrelacionan y establecen vínculos entre sí. Finalmente, en el momento del ocio, que abarca aproximadamente de 1 o 2 horas todos los días, excepto los fines de semana o los períodos vacacionales que se amplía más, los individuos se dedican primordialmente a descansar y recuperarse energéticamente del desgaste de la jornada laboral diaria y semanal. En los primeros cuatro momentos de la vida (sueño, trabajo, reproducción de la vida cotidiana y socialización), los individuos normalmente no amplían su conciencia sobre la realidad colectiva que los rodea, sino que se dedican a dormir, trabajar, interrelacionarse y sobrevivir, salvo en el período de la fase del trabajo cuando se transportan a sus labores y escuchan la radio o leen periódicos y libros en los trayectos viales y expanden su marco de conocimientos. Salvo excepciones, es fundamentalmente hasta el momento del ocio donde los habitantes desarrollan su capacidad diaria de toma de conciencia y ampliación de su imaginación para recrearse de forma repetida de lo que ya son como seres o para reinventarse nuevamente y configurarse como seres diferentes a lo que ya eran anteriormente. Sin embargo, por los condicionantes cotidianos de la vida moderna es en este tiempo de ocio y de construcción de la conciencia individual, sobre lo personal y lo comunitario, donde los sujetos mantienen un contacto cotidiano primordial con los medios de difusión colectivos para entretenerse, gozar, divertirse, informarse, pensar, crear, crear, evadirse o enajenarse y, por consiguiente, es esencialmente en ésta zona de la cotidianeidad Javier Esteinou Madrid 26 Transformación del estado mediático en México donde adquieren vinculación con los flujos informativos masivos que les permiten ampliar sus imaginarios y visión de la vida y la sociedad según sea la versión ideológica que reciben de cada una de las tecnologías de comunicación con las que conviven. Esto significa que el poder imaginario desde el cual se reproducen subjetivamente las personas y los grupos de forma cotidiana, cada vez más gira significativamente alrededor del complejo simbólico de la propuesta de los contenidos mediáticos y no de otros sistemas culturales o de vinculación social. Con ello, las industrias culturales alcanzan en el momento del ocio la capacidad estratégica de reproducir la imaginación de la sociedad y definir su forma de ser y anhelar. Así, la creación de la imaginación colectiva y las acciones de transformación social que de allí se derivan progresivamente dependen más del funcionamiento de los contenidos de las estructuras mediáticas de información y no de otras estructuras culturales. Por lo tanto, los modelos mentales dominantes de vida, valores, sociedad, cultura, historia, hombre y planeta se construyen crecientemente desde los significados que transmiten los medios de difusión colectivos y no de otras instancias de socialización ideológica. Dicho cambio estructural histórico que conquistaron las industrias culturales se dio especialmente durante la mitad del siglo XX y principios del siglo XXI, modificando la tradicional correlación de fuerzas culturales existentes y creando una nueva sociedad altamente mediatizada a través de la cual se transformó sustancialmente todo el orden de la vida cotidiana, en el espacio de lo público, el Estado y el resto del sistema social contemporáneo en los inicios del tercer milenio. Consolidación de los medios como principales mediadores tecnológicos Mediante el reforzamiento histórico de estos procesos tecnológicos y urbano-sociales, los medios de difusión colectivos en México maduraron al grado de convertirse en los principales intermediarios técnicos de las relaciones sociales contemporáneas del país. De esta manera, como ha referido Martín Serrano (2004:56) los medios se posicionaron centralmente como las instituciones contemporáneas más importantes para la generación de “la comunicación pública que les provee a los miembros de la comunidad de relatos (orales, escritos, imágenes) mediante los cuales se les propone una interpretación del entorno (material, social e ideal) de lo que en él acontece”. Así, dichas mediaciones tecnológicas proponen representaciones del tiempo, el espacio y lo que acontece. Logran que nuestra conciencia se historice, es decir, que encuadre el conocimiento de la realidad en modelos históricamente determinados. El autor dice que “tales modelos mediadores intervienen para dar un sentido a las experiencias concretas que van a ser incorporadas a nuestra visión del mundo, pero también participan a nivel de operaciones mentales generales con las que manejan esas experiencias”. De esta forma, manifiesta, surgió la comunicación pública que es una de las actividades colectivas destinadas a proveer de la información necesaria para la reproducción de la comunidad. Serrano (2004:88-91) refiere que las organizaciones estatales y privadas a quienes se les encomienda la producción de la comunicación pública, son instituciones sociales mediadoras que tienen la misión de establecer una afectación entre lo que cambia en el entorno y lo que se transforma en la conciencia de las personas. Comparten esta función Javier Esteinou Madrid 27 Transformación del estado mediático en México social con otras instituciones socializadoras, tales como la iglesia, la escuela o la familia. Sin embargo, puntualiza, aunque la comunicación pública eventualmente también es cauce informativo para los intercambios familiares, es un modo social de comunicación que ya se ha desprendido de la organización del parentesco y diferencia porque requiere de sus propias instituciones, o si se prefiere, porque se apoya en otra organización distinta. El tratamiento diferenciado de la información que afecta a la comunidad en su conjunto y como conjunto, supone la correspondiente especialización, en funciones diferenciadas en el seno de la sociedad. A partir de esa especialización la información pública llega a organizarse institucionalmente y se reconoce como legítima a un modo sistemático de adquirir, procesar y distribuir las noticias que conciernen a los intereses colectivos. Surge un sistema de comunicación pública institucional, identificable porqué poseerá rasgos distintivos más o menos formalizados según la complejidad que alcance el uso de la información en la colectividad.2 Dichos rasgos mediadores básicos son los que han adoptado los medios de información colectivos en la sociedad moderna nacional, los cuales se caracterizan –en términos de Ortega (2006)- por ser los siguientes: 1. La organización que tenga a su cargo la comunicación pública será considerada una institución de la comunidad, sin perjuicio de que se constituya sobre la base formal de organizaciones que satisfacen necesidades privativas de determinados grupos. 2. El sistema destinado a la comunicación pública se especializa, de modo prioritario y a veces exclusivo, para tratar con la clase de información que interesa o afecta a las instituciones sociales, sin perjuicio de que entre sus usos comunicativos figure, además, el intercambio de información que concierne a determinados grupos o intereses particulares. 3. Los temas de los que cabe comunicar por un sistema de comunicación institucional y el modo en que deben ser tratados, están preescritos más o menos formalmente sin perjuicio de que se traten otros no regulados. Ese tratamiento diferenciado contribuye a que los miembros de la comunidad distingan la información pública de cualquier otra, incluso de la información pública elaborada por otros grupos. Cualesquiera que sean las prescripciones que sirvan para diferenciar la comunicación institucional, se encontrará que los criterios “información de interés colectivo”, versus “información de interés particular”, y “tratamiento informativo propio de nuestras cosas” versus “tratamiento comunicativo propios de las cosas ajenas”, están en la raíz de su especialización comunicativa. 2 Una concepción intuitiva pero también idealista sobre la forma como la sociedad se modifica con la presencia de las tecnologías informativas, la encontramos de manera embrionaria en el pensamiento de Marshall Mc Luhan, Consultar de (1979). La comprensión de los medios como las extensiones del hombre. México: Editorial Diana. Una crítica moderada al pensamiento de Mc Luhan puede consultarse en Gianpiero Gauraleri. (1981), La galaxia de Mc Luhan. Madrid: Editorial ATE. Para un panorama general sobre la línea de evolución que han seguido las tecnologías de información desde el telégrafo en 1840 hasta la comercialización de los cristales de silicio, consultar de Sean Mc Bride. (1985). Un sólo mundo. voces múltiples: Comunicación e información en nuestro tiempo. México: Fondo de Cultura Económica. Páginas 31 a 36. Javier Esteinou Madrid 28 Transformación del estado mediático en México 4. La información pública ritualmente bien elaborada cuando circula por un cauce comunicativo institucional, goza de la presuposición de que es confiable y propone un punto de vista autorizado. 5. El sistema tiene establecido quienes pueden intervenir como comunicantes, en qué ocasiones y a veces en qué lugares, cuando la información concierne a temas que tienen reconocido su carácter de interés público.3 En este sentido, desde la perspectiva de la influencia cognitiva, la autora señala que la comunicación pública es una de las actividades que interviene significativamente en la socialización de la gente. Esta socialización que produce la comunicación pública se da a través de las narraciones que esta produce y difunde, las cuales –como dice Ortega (2006:47)- “ponen en relación los sucesos que ocurren con los fines y las creencias en cuya preservación están interesados determinados grupos sociales”. De aquí, por una parte, el peso tan central que hoy día han alcanzado las industrias culturales, particularmente electrónicas, en el proceso de construcción psíquico, cultural y social del ser humano contemporáneo, especialmente en las mega urbes nacionales. Por otra, el lugar estructural tan estratégico que han conquistado en las dinámicas cotidianas de reproducción económica, política, cultural y espiritual de las comunidades humanas del país. Neutralidad tecnológica de los medios y su uso social A partir del nuevo lugar estratégico que ocupan los medios colectivos de información, especialmente electrónicos, en el funcionamiento cotidiano de México, se puede decir que en esencia éstos son macro herramientas colectivas neutras en sí mismas que sólo reflejan materialmente el grado de avance técnico que el hombre ha alcanzado sobre la conquista de la naturaleza física para poder informar, comunicar, organizarse, relacionarse, socializarse y vincularse entre sí. Por tanto, desde el punto de vista del impacto político su connotación, implicación o trascendencia social no reside en el tipo de conformación tecnológica que posee cada medio, pues materialmente cada uno es neutro en sí mismo, sino se deriva fundamentalmente del modelo económico, político, cultural y social que administra y conduce a cada tecnología de información en las diversas coyunturas por las que atraviesa el desarrollo del sistema social. Los medios en sí mismos son sólo tecnologías imparciales como el horno de microondas, la licuadora, el refrigerador, la lavadora, el automóvil, el avión, el barco, etc., los cuales sirven a los hombres para elevar su calidad de vida y resolver prácticamente los problemas para poder existir. Sin embargo, su naturaleza social depende del proyecto para el que sirven y, en consecuencia, la valoración social que les corresponde se derivará del propósito para el que se usan colectivamente. Por ejemplo, si todas estas máquinas se emplean para facilitar la vida cotidiana de los ciudadanos, entonces serán instrumentos positivos para el mejoramiento de la vida de los individuos. Sin embargo, si todos ellos son empleados para justificar un fin degradado como el impulso al narcotráfico, la corrupción, 3 Por cosa pública se entienden los aspectos centrales y puntuales que componen la agenda del desarrollo social y que deben resolverse para que una comunidad o grupo crezca equilibradamente. Javier Esteinou Madrid 29 Transformación del estado mediático en México el autoritarismo, la explotación humana, las masacres civiles, las invasiones, etc., entonces serán herramientas transmisoras de la desarmonía, la destrucción y la muerte. De esta forma, el poder tecnológico conquistado por los medios de información colectivos puede servir para fortalecer a los hombres o para hundirlos dependiendo de los objetivos y proyectos económico-político-sociales que los controlen y administren. Por ello, por un lado, la fuerza ideológica cultural de los medios puede ser utilizada para crear condiciones para el crecimiento educativo, cultural, psíquico y espiritual de los seres humanos. Pero, por otro, los medios pueden también ser empleados como infraestructuras subjetivas para producir el sometimiento, la enajenación, la marginación y la explotación de los sujetos. Para descubrir la función histórica que desempeñan las industrias culturales electrónicas en cada fase de la evolución social, además de reconocer las particularidades técnicas distintivas de cada institución de difusión en términos de análisis de su repercusión social, lo que en última instancia debe examinarse, comprenderse y transformarse es el modelo socio histórico que existe detrás de cada uno de éstos y que, para bien o mal, les da vida comunitaria. Esto es, lo que metodológicamente debemos examinar es el proyecto estructural profundo de la intencionalidad que los orienta y los condiciona para su actuación colectiva y no quedarse en la observación e interpretación de las simples variables superficiales de su conformación tecnológica y vertiginosa evolución, pues estaríamos percibiendo solamente la superficialidad light de los macro fenómenos comunicativos y no la verdadera función social que desempeñan. En síntesis, el desafío para una comprensión más integral de los medios de información colectivos en la fase de la modernidad nacional requiere, por una parte, la asimilación de su transformación material como nuevas tecnologías de la comunicación neutras en sí mismas y, por otra, el análisis de los proyectos económicos, políticos, culturales y espirituales que les dan vida y guían para funcionar de determinada manera sobre las comunidades humanas. Transformación mediática del espacio público En el contexto de la larga metamorfosis histórica que sufrió la esfera pública mexicana en las últimas décadas, es necesario destacar que hasta antes de surgir y actuar los medios de difusión colectivos en el país ésta arena social era el territorio de expresión, discusión y búsqueda de consenso social de los intereses colectivos para resolver los pequeños problemas comunitarios y los grandes conflictos nacionales. En éste sentido, el espacio público fungía como un área de interacción plural de los diversos sectores que componían la sociedad en la que participaban distintos grupos, estatales, privados, ciudadanos, religiosos, sexuales, etc. para realizar diversas tareas de expresión y polémica de sus múltiples intereses, solucionar sus necesidades de crecimiento y ejercer diversas funciones propias de la naturaleza de cada sector. No obstante, la presencia de esta realidad abierta y plural que construyó el viejo espacio público, no ha sido la misma en las diversas fases por las que ha atravesado la sociedad mexicana, especialmente en la etapa contemporánea de la modernidad informativa, donde se ha convertido en un terreno altamente mediatizado por la acción de las tecnologías de difusión colectivas. Así, con la conquista histórica de sus nuevas propiedades de transmisión física y la existencia de los nuevos fenómenos sociotecnológico, político y material, los medios electrónicos de difusión colectivos se transformaron en las extensiones del hombre y las instituciones y, en consecuencia, Javier Esteinou Madrid 30 Transformación del estado mediático en México construyeron una nueva zona de acción social donde estos actúan en el moderno espacio virtual. En este sentido, la emergencia de los medios de transmisión social y de las nuevas tecnologías de información en México no sólo representó la radical transformación de las superestructuras culturales de las comunidades y la maduración del modelo de sociedad de la información, sino que produjo una expansión intensiva de la dimensión ideológica de la sociedad hacia una esfera más amplia y versátil que no existía antes. En términos generales, como expresa Ortega (2006:48) “mediante la presencia de los canales de difusión masiva la sociedad mexicana en su conjunto sufrió una gran dilatación cultural, desde el momento en que las instituciones, los grupos o los individuos pudieron extender a distancia la realización de sus tareas o funciones específicas tradicionales”. De ésta manera, en la etapa contemporánea del desarrollo social con la presencia de las tecnologías de difusión de información, la esfera pública se transformó sustancialmente de una plaza convencional de interacción tradicional con mecanismos lentos, rígidos, mecánicos, directos y anémicos en flujo de datos, para convertirse en un nuevo espacio público mediático con mecanismos rápidos, flexibles, instantáneos, intermediados y abundantes de información. En ese sentido, el espacio nacional comprendido como el territorio libre, abierto y autónomo donde participan los individuos, grupos e instituciones de acuerdo a sus intereses y necesidades para discutir y actuar sobre la materia pública, se transformó sustancialmente con la existencia de los medios de información originando nuevas esferas, según las características y el impacto social que produjo cada nueva tecnología de comunicación que emergió en el territorio. Así, el espacio público tradicional en México que antaño estuvo constituido por la plaza, los jardines, los auditorios, los quioscos, los cafés, las alamedas, los portales, los atrios de las iglesias, los rincones de encuentro, los ámbitos de socialización, etc., a partir de la presencia de los medios de difusión fue gradualmente transformado por el desarrollo de las tecnologías de difusión masivas creando un nuevo espacio mediático que se caracterizó por ser la zona virtual a través de la cual se encuentran e interactúan los distintos individuos, grupos e instituciones para exponer sus intereses e intentar resolver sus necesidades. Con éste nuevo proceso de ampliación de las relaciones simbólicas, el espacio público moderno quedó construido en la zona de operación de los medios de difusión colectivos como intermediarios técnicos de las relaciones sociales. Con ello, las tecnologías de información y los proyectos económicos, políticos, sociales, culturales y espirituales que existen detrás de éstas se convirtieron en los principales mediadores cotidianos de la reproducción social. En este nuevo espacio público mediático actúa la sociedad contemporánea en diversos niveles, se crea la opinión pública cotidiana y, desde allí, se dirige ideológica y culturalmente a la sociedad contemporánea. Asimismo, en este espacio público se dan acciones privadas y acciones públicas. Las acciones privadas responden a intereses particulares, la mayor de las veces mercantiles y políticas y no están abiertas a la participación de todos los sectores sino sólo de los que encajan con la lógica del mercado o el poder establecido. Las acciones públicas son colectivas y están abiertas a todos los sectores para discutir las realidades y problemas de conjunto. De esta manera, con la introducción de las innovaciones tecnológico comunicativas se generaron en el país nuevos espacios colectivos, públicos y privados, dedicados a la realización de la economía, la Javier Esteinou Madrid 31 Transformación del estado mediático en México política, la gobernabilidad, los servicios, la educación, la religión, la salud, el comercio, la cultura, el entretenimiento, los deportes, la fantasía, el amor, el ocio, la seducción, la sexualidad, la imaginación, etc. La sociedad mexicana entró entonces en la fase de producir nuevos procesos culturales de consecuencias sociales amplificadas e insospechadas que le permitieron alcanzar una de las promesas de la modernidad que es la fuerte mediatización de las interrelaciones sociales. Esto es, como dice, Ortega (2006:48) “la revolución tecnológica de los medios de información los convirtió en las herramientas básicas para construir lo público y actuar sobre la cosa pública con características mediáticas de fuerte sello privado y comercial”. Sin embargo, pese a que el espacio mediático representa una verdadera ampliación tecnológica de la sociedad en la realidad cotidiana solamente pueden participar en éste aquellos sectores que tienen acceso abierto a tales infraestructuras de transmisión colectiva. Los grupos que no cuentan con dicha vía de intervención quedan marginados de interactuar en el moderno espacio público y subordinan a la estructura y reglas que imponen los sectores que controlan esta nueva esfera del poder. Así, si el capital participa en este espacio público puede realizar su dinámica de mercado. Si el sistema de poder político participa en el mismo, logra reproducir su orden establecido. Si el aparato religioso incide en este espacio, puede intensificar su trabajo evangélico. No obstante, los grupos que no pueden accionar colectivamente a través de éste quedan subordinados y plegarse a las reglas que imponen los sectores que si actúan en éste nuevo espacio. Con el rápido y vertiginoso desarrollo de las tecnologías de difusión colectiva a principios del siglo XXI la principal zona del espacio público colectivo, particularmente político, ya no está construido a través de las lentas, rutinarias y pintorescas áreas que ofrecían en antaño los sitios tradicionales de socialización y toma de conciencia colectiva, como las alamedas, los quioscos, las plazas abiertas, las áreas de reencuentro humano y las zonas de entretenimiento, sino que ahora está conformado por el nuevo sistema nervioso tecnológico que han edificado los canales de transmisión masivos. Es por ello que la zona de lo público quedó profundamente transfigurada por la presencia de dichas tecnologías de difusión, lo cual obliga a repensar a comienzos del tercer milenio el reconocimiento de la existencia de un nuevo espacio público contemporáneo que se estructura alrededor del moderno fenómeno mediático y del que depende, cada vez más, en un alto grado el proceso de reproducción social cotidiana. La estructuración del nuevo espacio mediático en México se ha distinguido por adoptar, entre otras, las siguientes características estructurales: 1. A partir del surgimiento de los medios de difusión colectivos, la realidad de lo público ya no es lo que precisa el contenido de la convencional teoría del estado nación, lo que ha definido la racionalidad política tradicional o determinado en la Constitución Política Mexicana de 1917, sino que ahora es el nuevo espacio mediático que han construido los medios de información masivos en la fase de la modernidad, con sus lógicas y procesos específicos. Javier Esteinou Madrid 32 Transformación del estado mediático en México 2. La edificación del nuevo espacio público mediático transformó el sentido tradicional de lo público que era la franja espacial de discusión de los grandes problemas nacionales, convirtiendo lo privado en público y lo público en privado. De esta forma, la acción de los medios transformó el habitual sentido común de lo público: lo público se privatizó y lo privado se colectivizó. Mediante ello, las leyes privadas del mercado cada vez más dominan el espacio colectivo y la racionalidad pública edificada por el Estado con lo que la política quedó más acotada a terrenos más restringidos. 3. La operación de los medios de difusión masivos vaciaron la esencia del usual espacio público colectivo de su naturaleza social, porque lo mediatizaron despojándolo del proceso de comunicación para solo convertirlo predominantemente en un sitio de generación de información intermediada, vía máquinas transmisoras de símbolos crecientemente más perfeccionadas. 4. Con la presencia y acción del espacio público mediático, el conocimiento colectivo de la realidad quedó progresivamente mediado por la acción de las industrias culturales que diariamente dan la “versión” de lo que sucede en la sociedad y lo que es la “verdad social”. 5. El conjunto de instituciones tradicionales de la sociedad aprovecharon el nuevo complejo del espacio público mediático y se proyectaron vía éste como nuevo espacio público tecnológico para desarrollar sus especificas funciones de empresas sociales. 6. Por la mecánica controlada, monopolizada, concentrada y discrecional con la que se permitió y distribuyó históricamente el acceso a los medios de difusión masivos y, por tanto, la participación social en el nuevo espacio mediático, este quedó fundamentalmente administrado y dirigido por empresas privadas o instituciones vinculadas con el poder establecido que marginaron la presencia de las grandes comunidades de la nación. 7. El surgimiento del espacio público mediático provocó una zona de distancia entre el Estado y sus representados al reducir el contacto directo entre autoridades y ciudadanos y convertirlo en una vinculación virtual entre pueblo y gobierno. Por ello, progresivamente el Estado tradicional se convirtió en un Estado mediático que intentó constantemente recobrar sus áreas de dominio político social a través de la realización de campañas de “mercadotecnia oficial”, “cambio de imagen”, “persuasión virtual”, “gobernabilidad informativa” o “espotización del liderazgo político” mediante los medios de difusión masivos. 8. La acción del espacio público mediático moderno ocasionó que el espacio público tradicional se comercializara y abandonara su raquítica dosis ciudadana y de servicio público. A través de esta tendencia, la dinámica del mercado progresivamente dirigió con mayor fuerza al nuevo espacio colectivo y la dinámica de lo público demandada por la sociedad permaneció en territorios más limitados. 9. Con la imposición del modelo del mercado sobre el espacio mediatizado, la cultura y la comunicación cada vez más abandonaron su carácter de fenómeno social transformándose en una simple mercancía más regulada por las reglas del mercado. Javier Esteinou Madrid 33 Transformación del estado mediático en México 10. El prototipo de difusión comercial se impuso como el nuevo arquetipo de la comunicación colectiva en el moderno espacio público mediático. Así, las reglas, los procesos, las dinámicas, los estilos, las estrategias, los recursos, la imaginación y los contenidos del proceso de la comunicación comercial fueros imitados y adoptados por el conjunto de instituciones que se proyectaron en el nuevo espacio público mediático y amoldaron sus forma de vinculación con la sociedad a través de la incorporación de dicho prototipo de comunicación comercial. 11. La instauración del espacio público mediático como área progresivamente dominante para la interrelación social, gradualmente cambió el código de percepción racional por el nuevo modelo de percepción audiovisual siendo la modalidad del videoclip la cosmovisión más extendida para descifrar la realidad. 12. Los códigos de construcción comunicativa quedaron determinados por la lógica de interacción publicitaria que se convirtió en el proceso dominante para ser “comunicativamente eficiente”. Lo que no se tradujo al modelo de comunicación publicitario tuvo poco éxito y lo que se ciñó a tal prototipo de formación de la comunicación comercial triunfó más fácilmente. 13. Ante la tendencia dominante del espacio público mediático sobre la mayoría de la sociedad y conservar características del orden dominante, las comunidades marginadas inventaron sus propios espacios de comunicación alternativa fuera del espacio público mediático dominante para vincularse entre sí a través de otras formas de integración para realizar sus objetivos gremiales. Derivado de esta realidad, se puede afirmar que hoy lo público se construye cada vez más a través de la agenda de programación de los medios privados de difusión colectiva con sus respectivas prioridades y jerarquías de valor que se establecen dentro de éstas y no desde las políticas culturales del Estado-nación. Así, lo público a principios del siglo XXI progresivamente se edifica vía los noticiarios, las inserciones institucionales, los programas de “chismes”, las mesas redondas, la publicidad, los espots políticos, las series de esparcimiento, las franjas deportivas, las barras femeninas, los audiovisuales ideológicos y los géneros deportivos, y no mediante las directrices educativas y formativas del Estado mexicano contemporáneo. Es por esto que con la intervención de los medios de difusión social lo que se transformó en nuestra república a corto plazo fue el esqueleto ideológico de la sociedad en su conjunto y, a largo plazo, el del estado mexicano en su conjunto.4 Tal espacio se convirtió en una nueva franja de interacción social donde se produjeron fenómenos de ampliación y extensión de las personas, los grupos, las instituciones y el Estado dando origen en México a la sociedad extensa virtual, es decir, a la sociedad que se 4 Por estado mexicano se entiende la estructura político institucional que surge después de la Revolución Mexicana de 1910, conformada por un acuerdo político entre grupos, personas, intereses económicos y etnias, compuesto por un territorio, un gobierno e instituciones de gobernabilidad encargadas de conservar y reproducir el poder en la sociedad moderna mediante la creación de consensos, recaudación de impuestos y la aplicación del monopolio legítimo de la fuerza o aplicación de la violencia. Los poderes de dicho Estado están conformados por un equilibrio de fuerzas entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El territorio del Estado está compuesto por la Federación, los estados locales y los municipios. El gobierno del Estado se realiza por un conjunto de aparatos políticos, administrativos e ideológicos destinados a realizar la gobernabilidad. Dentro de esta estructura fundamental del Estado los medios actúan reconfigurando básicamente el nivel político, cultural e ideológico del mismo. Javier Esteinou Madrid 34 Transformación del estado mediático en México prolonga a través del uso de las tecnologías de información, y vía éstas ejecuta diversas funciones colectivas de carácter orgánico para la reproducción cotidiana de la misma. Surgimiento de la sociedad extensa y el estado ampliado Dentro de la sociedad extensa que construyen las industrias culturales electrónicas, según sean las características tecnológicas e ideológicas específicas de cada una de ellas, éstas ejercen gradualmente las siguientes funciones neutras al interior de la estructura mental nacional y se modifican paulatinamente según el modelo de intereses económicos, políticos, sociales, culturales y espirituales con que posteriormente operan en concreto cada medio de difusión en las etapas de estabilidad y crisis social. Estas funciones las ejercen en los siguientes niveles de acción colectiva: económico, social, político, cultural, psíquico y energético. Cada una de éstas operaciones no se mantienen idénticas en los diversos canales de comunicación masivos, sino que varían según son las siguientes situaciones básicas: 1. Las características tecnológicas específicas de cada medio de difusión 2. El proyecto económico, político y cultural que existe detrás del funcionamiento de cada empresa, especialmente, electrónica 3. La fase o coyuntura social en el que se aplican. Con el ejercicio de estas nuevas funciones sociales, vía la acción de los medios de difusión colectivos, el Estado entendido como el conjunto de recursos institucionales, administrativos, jurídicos, ideológicos, educativos que se destinan para gobernar y dirigir a la sociedad, conservar y reproducir el poder, se transformó con el surgimiento y acción de cada nueva tecnología de información que impactó a la misma sociedad. Históricamente esta dilatación del estado no se inició con la presencia de las tecnologías de información, sino con la expansión material de la infraestructura propia de las primeras instituciones ideológicas como fueron la familia, la iglesia, las organizaciones culturales, la escuela, etc., que posibilitaron las primeras ampliaciones culturales del gobierno. Sin embargo, especialmente durante el siglo XX con el desarrollo expansivo de estas nuevas herramientas informativo-culturales productoras de conciencia, los aparatos de hegemonía tradicionales sufrieron un desplazamiento sustancial del lugar central que ocupaban históricamente para dar paso al surgimiento de una nueva ampliación del bloque en el poder vía las modernas tecnologías de comunicación. De esta forma, se creó cada vez más una sociedad mediática que produjo una nueva atmósfera cultural colectiva de naturaleza virtual o comunicósfera que ocasionó que el conjunto de las principales instituciones de gobernabilidad ahora funcionen a distancia por intermediación de los canales de información, especialmente electrónicos y de nuevas tecnologías de información. En este sentido, la casi totalidad de las instituciones tradicionales, como la escuela, los partidos políticos, el congreso, la iglesia, las secretarias de estado, las empresas, los órganos de gobierno, los movimientos sociales y las dinámicas comunitarias buscan proyectarse y ampliarse vía los medios de información, asumiendo las reglas que ellos imponen porque lo que no aparece en los medios muy difícilmente existe en la conciencia colectiva. De ésta manera, la mirada simbólica de los medios, elaborada a través de su estructura programática, es la que define y da vida al reconocimiento masivo Javier Esteinou Madrid 35 Transformación del estado mediático en México de la presencia o no de una realidad en la sociedad. Así, los medios electrónicos se convirtieron en el epicentro cultural, ideológico y espiritual de la sociedad mexicana de principios del nuevo milenio. En ese sentido, con la ampliación de la sociedad extensa, vía la acción de las tecnologías de información, el estado tradicional experimentó una gran transformación al interior de su estructura y dinámica económica, política, social y cultural, pues las tareas de construcción, dirección y cohesión ideológica que realiza entraron en una nueva fase de extensión geométrica que dio origen a una nueva faceta del poder: el moderno estado ampliado5 Por este motivo, el nacimiento de esta nueva zona se encuentra en íntima correspondencia con la evolución y organización que adoptó cada nuevo sistema y proceso de comunicación que apareció en el territorio, donde a mayor producción de máquinas culturales mayor expansión del estado ampliado. A menor desarrollo de las tecnologías de comunicación, menor ampliación del estado extenso. Con ello, se observa que la emergencia y desarrollo de todo medio de difusión o tecnología de información en nuestro territorio, a mediano y largo plazo, provocó una nueva transformación o desdoblamiento del estado ampliado y la sociedad. Adquirió, asimismo, las características propias de cada uno de éstos apoyos tecnológicos en que se apoyó.6 Lo enormemente trascendente de este fenómeno histórico fue que una vez que emergió el estado ampliado en México, su funcionamiento no quedó montado sobre la estructura fundacional del Estado-nación sino emergió calcado sobre la dinámica de las industrias culturales manejadas por la lógica de la “mano invisible” de la oferta y la demanda del mercado que llegó hasta fases salvajes. Por 5 El concepto de estado ampliado es una categoría analítica totalmente abandonada por la reflexión crítica de la comunicación europea y latinoamericana, aunque es un fenómeno cotidiano que está presente en casi todas las sociedades modernas. Con dicho abandono se negó la riqueza que aporta tal conceptualización como categoría de pensamiento para comprender la realidad, cuando es un elemento imprescindible para entender hoy día el funcionamiento de la modernidad y la posmodernidad política y cultural de las sociedades contemporáneas del siglo XXI. Cuando más fue la teoría del marxismo de la década de los años ochentas la que aportó algunos elementos básicos para comprender éste estratégico fenómeno que después se enterró en el olvido con el menosprecio y abandono de la teoría marxista al caer el muro de Berlín y gestarse el ocaso de los países socialistas, especialmente la URSS. Destacan es esta área los trabajos sobre la teoría de los aparatos de hegemonía representados por los trabajos de Christine Buci-Glucksmann. Sin embargo, esta es una realidad que todavía está pendiente de construir su estatuto conceptual para explicar éste fenómeno que ocupa una parte medular del corazón y la dinámica de las sociedades contemporáneas. Nuestro esfuerzo intelectual consiste en recuperar dicho arsenal teórico olvidado para enriquecerlo y expandirlo con las aportaciones que ha ofrecido la evolución material de los medios de comunicación y de las tecnologías de información sobre la trama de los aparatos de hegemonía tradicionales. Estamos convencidos que esta matriz teórica es una de las principales vetas y directrices conceptuales que nos permiten comprender las funciones y transformaciones que ejercen las tecnologías de comunicación dentro del actual ámbito del poder y la estructura tradicional del Estado. 6 Para revisar las transformaciones que ha experimentado el estado ampliado mexicano a lo largo de cuatro fases históricas de evolución, consultar trabajos del autor Internet y la transformación del Estado, en Islas, O. y Gutiérrez, F. (2005). Internet, El medio inteligente. México: Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Estado de México y Editorial Grupo Patria Cultural. Páginas 201 a 215; e Internet y el Estado Ampliado, en Revista Etcétera No. 12. Nueva Época. Análisis, Ediciones y Cultura. México, octubre de 2001. Páginas 56 a 62; y Caloca, E. (2003). Recuento histórico del periodismo. México: Instituto Politécnico Nacional y Secretaría de Educación Pública. Javier Esteinou Madrid 36 Transformación del estado mediático en México lo tanto, vía la ampliación de espacio público y el estado ampliado se dio un proceso gradual y silencioso de reestructuración del tradicional estado republicano que poco a poco dio origen a un nuevo estado híbrido en la etapa de la modernización y globalización mundial. En consecuencia, la emergencia de las nuevas fases de transformación del estadonación en México no se puede comprender sin la presencia del eslabón histórico de la formación del estado ampliado que fue el instrumento para que tales mutaciones surgieran en el país. La expansión paulatina de esta realidad mediática reconfiguró el esqueleto, la dinámica y fronteras del Estado mexicano y la cultura nacional, creando una nuevo tejido en la esfera del poder que generó al estado mexicano ampliado. De esta forma, surgió el estado mediático que se caracteriza por ejecutar a distancia sus tradicionales funciones de dirección, educación y gobernabilidad, vía los medios de información como brazos o prótesis de expansión de sus capacidades de orden, administración, educación y dirección. Así, con esta incorporación tecnológica se observa el surgimiento de nuevas políticas de difusión que dieron origen al tele deporte, la tele educación, la tele banca, la tele administración pública, la tele-oración, la tele-medicina, la tele-venta, la tele-diversión, la tele-política, la tele-guerra, la radio-asistencia psíquica y emocional, la radio-orientación vial, la radio-iglesia y la radio-orientación sexual, además de otras. Debido a ello es muy importante subrayar que cuando se habla de medios no se está hablando de simples acciones de esparcimiento, información o actualización cultural, sino de empresas que, en última instancia, transforman el espacio público y construyen la estructura del estado ampliado y la sociedad extensa vía la expansión del espacio virtual a la colectividad. Por consiguiente, no corresponden a la simple acción del entretenimiento sino a la reproducción de las relaciones de poder en la sociedad. Reconfiguración mediática del estado: Surgimiento de la mediocracia Debido a la concentración histórica de las enormes capacidades tecnológicas, empresariales y políticas que conquistaron los medios electrónicos de difusión colectivos como mediadores tecnológicos de las relaciones sociales en México, particularmente comerciales, a su modalidad de funcionamiento monopólico durante la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI, paulatinamente se apoderaron de la propiedad y uso del espectro radioeléctrico creando un nuevo espacio público de interacción virtual, especialmente privatizado, con el que desplazaron gradual y silenciosamente al Estado-nación de su función rectora de la sociedad, particularmente política y cultural.7 De esta forma, a través del uso concesionado del espectro radioeléctrico, que es un bien público y escaso explotado 7 Por nación se entiende la entidad de poder conformada con fines de gobernabilidad en un mismo tiempo y espacio por un conjunto de individuos o comunidades que poseen un mismo territorio, gobierno, estructura jurídica, leyes y lengua, que libremente se unen y organizan para construir un proyecto histórico común de desarrollo. Para ver como se creó el moderno Estado-nación mexicano de la etapa colonial a la etapa moderna, consultar de Florescano, E. (2001), Memoria Mexicana. México: Taurus. Páginas 549 a 610 y (2003). Etnia, estado y nación, Ensayo sobre las identidades colectivas en México, México: Taurus. Páginas 285 a 455. Javier Esteinou Madrid 37 Transformación del estado mediático en México mayoritariamente por el sector empresarial de la comunicación, el estado mexicano quedó atrapado en su propio ejercicio al grado de estar ahora política y culturalmente sometido, arrinconado, coartado, devaluado y humillado frente al gigantesco poder de representación, persuasión y movilización que ha conquistado el sector mediático privado comercial en el nuevo espacio público. Con la ubicación de los medios de información como primer poder ideológico en la estructura cultural de la sociedad mexicana, las fuerzas de la comunicación monopólica gradualmente se posicionaron por encima de las instituciones y los poderes del Estado para, desde allí, imponer su voluntad e intereses a los gobiernos en turno y el resto de la sociedad. En éste sentido, el poder fáctico de los medios y su capacidad gremial organizada crecientemente aplicó toda su fuerza autorregulada, incontrolada e impune, por sobre la capacidad de organización, regulación y conducción del Estado-nación, subordinando durante varias décadas a los poderes públicos mediante saturaciones, presiones, enfrentamientos, difamaciones, manipulaciones, amenazas, chantajes, cabildeos, alianzas, canonjías, etc., para fijar sus intereses y dirección mediática al resto de la nación. Así surgió la mediocracia, la cual es entendida por Trejo (2004:22) como “la creación e imposición de la hegemonía creciente de los medios de comunicación privados sobre el poder político y el resto de las instituciones y organismos sociales tradicionales que permite a los intereses corporativos y mercantiles de las grandes compañías de comunicación de masas, con un uso habitualmente intensivo de nuevas tecnologías de comunicación, imponerse al resto de la sociedad”. De acuerdo a este autor, la mediocracia se caracteriza por ser la expresión del poder tecnológico económico y político superior que han conquistado los propietarios de los medios de difusión colectivos para imponerse como una fuerza dominante de dirección y gobierno sobre las principales instituciones, organismos, políticas y poderes republicanos del estado nación y la sociedad civil. Mediante ello le imprimen su orientación, modelos e intereses al espacio público tradicional creando un nuevo espacio público mediático, a través del cual marginan o anulan las iniciativas, prototipos y acciones que son antagónicas a la existencia y reproducción de sus necesidades dominantes. Con este poder logrado la mediocracia regula o desplaza la participación en el espacio público mediático de los aparatos gubernamentales, las instituciones, los partidos, las iglesias, los organismos culturales, las células comunitarias, las instituciones civiles, etc., para imponer predominantemente sus intereses como empresas informativas monopólicas en perjuicio del resto de los procesos plurales y la democracia. Trejo (2004:23) dice que la mediocracia debe ser entendida como “una nueva forma de gobierno, dominada por los medios de masas que en los pasados treinta años emergieron en las naciones abundantes de información y que ahora se diseminan globalmente y propagan a través de fronteras nacionales en la convergencia del entretenimiento, las cadenas de televisión, los gigantes de la computación y las telecomunicaciones, resultando en menos de una docena de grandes conglomerados corporativos globales que ahora han capturado mercados de interés de ciudadanos alrededor del planeta”. En esta forma, dice que debido al ascendiente que tienen sobre la sociedad y la formidable capacidad para propagar mensajes han alcanzado una concentración de la propiedad de los principales canales, especialmente de la televisión, una poderosa influencia política mediante las alianzas corporativas que han emprendido con los más diversos sectores, empleo de Javier Esteinou Madrid 38 Transformación del estado mediático en México tecnología informativa altamente compleja, las grandes capacidades técnicas que han conquistado, el anacronismo legal que existe en éste terreno, la estandarización de la comunicación y la cultura, el discurso unidimensional, la información homogéneamente manipulada, desigual, desequilibrada, y mercantilizada, los medios de difusión colectivos se han convertido en un poder paralelo e incluso superior al que ejercen las instituciones políticas. La mediocracia se ha convertido, por tanto, en el gobierno de los medios o el gobierno controlado por los medios donde se establece una mediación irremediable e ineludible entre el poder político y la sociedad.29 La mediocracia se caracteriza también por ser la forma de poder superior que han conquistado los medios de información, sin contrapesos equilibradores, para imponerse como una fuerza dominante de dirección y gobierno colectivo sobre las principales instituciones, organismos y fuerzas de la sociedad para imprimirles su orientación e intereses en el espacio público, fortalecerlos si le son funcionales, marginarlos o disminuirlos en caso de que sean antagónicos a sus necesidades dominantes. De esta forma, la mediocracia es la imposición del nuevo poder de los medios de difusión colectivos, especialmente electrónicos, sobre el Estado, los poderes públicos, los partidos, las iglesias, el espacio público, las comunidades civiles, para imponer sus intereses mediáticos sobre el resto de la sociedad global. En consecuencia, debido a la falta de normatividades justas y contrapesos equilibradores, los medios electrónicos han permanecido como instancias prácticamente autónomas de la verdadera regulación social y se han desarrollado como instituciones sin límites que las acoten, convirtiéndose en poderes fácticos que desafían y rebasan a los poderes públicos y sociales constituidos formalmente a través de largos procesos civilizados de la historia de México. Así, se han convertido en poderes fácticos o poderes reales independientes, impunes y prepotentes, muy poderosos que retan, golpean y subordinan a los otros poderes públicos y sociales ya establecidos. Sin embargo, este autor plantea que el grado de poder conquistado no sólo los ubica como poderosas instituciones culturales que crean la mediocracia, sino sobre todo los coloca como macro poderes, con débiles límites, frágiles controles legales y tenues contrapesos sociales, sólo excepcionalmente regidos por autocontroles opcionales de carácter ético que les permiten desarrollarse con dinámicas propias, arrollando los intereses públicos, las garantías de los derechos de los trabajadores, los principios de transparencia y concurrencia, los derechos sociales y condicionando fuertemente la esfera de los poderes públicos. Se han convertido en una mediocracia sin mediaciones. Así, señala, por la falta de límites y mecanismos que los acoten se han transformado en poderes fácticos que, de hecho y no de derecho, alcanzan un peso político y social muy importante para influir sobre la dirección del país. Incluso cuando estos poderes fácticos funcionan al margen de la ley o cuando las leyes no son suficientes para acotarlos, cuando de ellos surgen abusos y exacciones de diversa índole en contra de los derechos ciudadanos, se convierten en poderes salvajes. De ésta manera, a través del funcionamiento de los medios de difusión colectivos, se han desplazado a los partidos, los poderes públicos, las iglesias, los organismos culturales y las células comunitarias desde sus posiciones hegemónicas tradicionales para imponer los intereses monopólicos de las grandes empresas informativas en perjuicio de las instituciones y la democracia. Javier Esteinou Madrid 39 Transformación del estado mediático en México Dentro del fenómeno de la mediocracia que abarca un conjunto de medios de difusión avanzados, se da la existencia de una forma audiovisual más especializada que es la telecracia y que consiste en la superposición de los intereses de los concesionarios de los monopolios de la televisión en México sobre el resto de las dinámicas de reproducción de la sociedad moderna, particularmente comunicativas. Una de las particularidades históricas de la telecracia en México es que a diferencia de la primera generación de concesionarios de los medios colectivos de información electrónicos que la crearon en el último cuarto del siglo, XX fueron las industrias culturales8 como empresas consolidadas y especialmente televisivas surgidas en la segunda y tercera generación de ejecutivos. Ellas se conformaron por los hijos y nietos de los fundadores que a finales del siglo XX y principios del siglo XXI heredaron los consorcios electrónicos ya maduros, comportándose como yuppies financieros que concibieron a los medios como simples instrumentos para hacer dinero, política y acumular poder a costa de lo que fuera. En éste sentido, los canales de difusión electrónicos comerciales han dejado de ser simples medios tecnológicos de entretenimiento, información y diversión para convertirse en el primer poder electrónico ideológico, pues modelan el espacio público de tal forma que lo que no existe en ellos no existe colectivamente en las conciencias de las comunidades. Límites del poder mediático No obstante que los medios de información colectivos se han convertido en el primer poder ideológico de nuestra sociedad contemporánea y han alcanzado una enorme efectividad creciente en el proceso de formación y movilización cotidiana de la conciencia comunitaria, en ningún momento podemos pensar que su acción actúe como una aguja hipodérmica que 8 El concepto de industrias culturales acuñado por Benjamín, Adorno y Horkheimer surgió de forma tardía para designar a toda una serie de creaciones simbólicas que multiplicadas en numerosas copias o soportes materiales o inmateriales van al encuentro de sus receptores. En este sentido, las industrias culturales se conforman no sólo como simples difusores de cultura o meros intermediarios entre creadores y consumidores, sino como instituciones estructurantes y constitutivas de la cultura mayoritaria más influyente, es decir, la cultura en una sociedad industrial. De esta manera, dicha categoría analítica supera la denominación medios masivos de comunicación que parece suponer la emisión simultanea de mensajes punto a masa (de un emisor a muchos receptores), pues este concepto tiene la ventaja de unificar el campo de la cultura industrializada con el de los medios informativos, o mejor dicho, de restituir la unidad y las interrelaciones que mantienen ambos en la práctica. Este concepto evidencia así que no existe difusión masiva de la cultura sin un modelo comunicativo subyacente y que no es posible una comunicación masiva que no actúe al tiempo como una sistemática máquina de difusión (y reproducción) de la cultura. Sin embargo, su doble componente resulta altamente elocuente: la determinación mercantil e industrial de la mayor parte de la cultura contemporánea y las numerosas especificidades que hacen de estos sectores industrias muy diferentes de las restantes llenas de particularidades destacadas sin cuya consideración toda estrategia pública o privada está abocada al fracaso. El eje de las industrias culturales es su reproducibilidad, la inserción de un trabajo simbólico en un proceso mecanizado que permite su conversión en mercancía, porque sólo la copia realizada a escala relativamente amplia materializa establemente la secuencia de comunicación en un objeto adquirible, genera también un público de potencialidades adquirientes, forma una demanda y un precio difuso. De esta forma, dos características fundamentales de las industrias culturales es la significativa inversión de capitales y la división de trabajo consiguiente a toda industrialización. Consultar a Bustamante, E. (Coordinador). (2003), Hacia un nuevo sistema mundial de comunicación. Las industrias culturales en la era digital. Barcelona: Fundación Alternativa y Editorial Gedisa. Páginas 21 a 24. Javier Esteinou Madrid 40 Transformación del estado mediático en México produce efectos mecánicos, automáticos u omnipotentes sobre los individuos. Tampoco que existan reacciones mediáticas ya acabadas sobre los auditorios, produzcan consecuencias de cambio mágicos sobre los receptores, o que su efectividad de convencimiento dependa solamente de las imágenes o datos que se transmiten y no de otros procesos sociales complementarios. Sus resultados siempre obedecen a los múltiples procesos de recepción, cultura, resistencia, reprocesamiento de los auditorios según sus distintas coyunturas de vida. Sin embargo, esta mediación central que ejercen los medios no significa en ningún momento que la capacidad de persuasión que realizan sea absolutamente aplastante u omnipotentemente, eficaz para convertir en socialmente dominante cualquier mensaje o sentido transmitido por éstos y mecánicamente doblegar las conciencias y las acciones de todos los ciudadanos que son tocados por la infraestructura mediática de las industrias culturales. La capacidad de convencimiento de los medios y, en particular de la televisión, tiene límites de competencia muy precisos como los siguientes (Esteinou, 1989): • • • Las informaciones de los medios que reciben, decodifican e interiorizan los receptores nunca se asimilan homogéneamente en ellos con el mismo signo ideológico, emocional y energético con la que se emiten, sino que varían según son sus situaciones históricas, antropológicas, religiosas, económicas, familiares, políticas, culturales, materiales, regionales, étnicas, productivas, etc., que los determinan como seres humanos. No debe olvidar se que los públicos no son pasivos, neutros, ni socialmente vírgenes, sino que practican sus propios procesamientos de lo que los medios les ofrecen de acuerdo a sus propias experiencias de vida y sus inserciones sociales. La habilidad seductora de los medios nunca puede rebasar el peso de la realidad que enfrentan los espectadores, pues siempre las circunstancias de sus vidas concretas son más fuertes que el poder simbólico que alcanza la información y las imágenes que se difunden. La realidad y experiencia personal es más fuerte que la producción simbólica y virtual de los medios. En este sentido, es necesario subrayar que los medios no sustituyen a la dinámica económica, política, social y existencial de los hombres, sino que la apoyan o debilitan con base en los proyectos globales que existen detrás de éstos. De lo contrario, sobrevaloraríamos el papel de éstos al otorgarle fantasiosamente una absoluta capacidad transformadora, cuando sólo son tecnologías mediadoras muy perfeccionadas de representación y conocimiento de la realidad. Cuando la gama de discursos que transmiten los medios encuentran las condiciones psicológicas favorables en los campos de conciencia de los públicos, éstos son asimilados en un alto porcentaje y viceversa, destacando la tendencia de reforzar orientaciones previamente ya existentes en el seno de los individuos y las comunidades o crear nuevas si son necesarias. Nueva centralidad de los medios en la sociedad contemporánea Pese a que el poder ideológico político de los medios tiene límites estructurales muy precisos, con la nueva reubicación estructural destacada que los medios de difusión colectivos, especialmente electrónicos, han alcanzado un poder real que ha superado la autoridad política ideológica del Estado y convertido en un poder autocrático sin control que influye, presiona, orienta y juzga a todos los grupos sociales, instituciones y sectores, Javier Esteinou Madrid 41 Transformación del estado mediático en México sin que el interés del bien público o del interés común los pueda acotar y dirigir. De ésta forma, los medios, especialmente electrónicos, paulatinamente dejaron de ser medios y se convirtieron en fines. Renunciaron a ser puentes de relación simbólica para edificar la comunicación entre los hombres y se transformaron en eficientísimas herramientas del poder, especialmente privado, para dirigir, controlar y subordinar a los individuos y a los grupos según los proyectos económicos y políticos que los determinan. La supremacía de éste nuevo primer poder ideológico ha llegado a ser tan fuerte que la tendencia histórica es que, cada vez más, la fuerza de éste domine al poder político y no el poder político ordene al poder ideológico mediático. Pese a que los medios de difusión no son instituciones omnipotentes para producir efectos automáticos sobre los auditorios en razón de las evolucionadas capacidades materiales que han alcanzado, poseen suficientes habilidades tecno-ideológicas efectivas, históricamente ya comprobadas para crear y cambiar las formas de pensar y actuar, e imprimir fuertes direcciones sociales a los campos de conciencias de los mexicanos. Su principal poder es virtual y mediático, de aquí se derivan otras influencias económicas, políticas, mentales y espirituales sobre las comunidades. Dichas tendencias se generan a través de la práctica de la agenda setting, que es la capacidad informativa y pedagógica que despliegan los medios de información para operar como intermediarios técnicos entre las relaciones sociales y centrar cotidianamente la atención de los diversos públicos en sólo algunas realidades y no en otras, vía sus políticas de programación. Con ello, de forma silenciosa permanentemente construyen una jerarquía del conocimiento la realidad, de los valores, la política, la cultura, la historia y la vida que se convierten en un marco fundamental de referencia y de acción que articula o desarticula a los ciudadanos. Así, la agenda setting se ha transformado en una de las principales herramientas comunicativas para construir diariamente algunos de los ejes básicos de la hegemonía social en México. En éste sentido, la construcción o destrucción de la realidad masiva cotidiana, es decir, de lo que existe o no existe, de lo que es bueno o es malo, de lo que hay que recordar o hay que olvidar, de lo que es importante o no, de lo que es verdad o mentira, de lo que es visible o invisible, de lo que son valores o antivalores, de lo que es la opinión pública o lo que no es, de lo que es virtuoso o no, de lo que hay que hablar o silenciar, de lo que hay que admirar o rechazar, de lo que es el éxito o el fracaso se elabora, cada vez más, en las grandes ciudades y desde los medios colectivos de difusión. Así, el peso de los canales de información masiva es tan acentuado sobre la conformación mental de la sociedad que podemos decir que la realidad no son los medios de información pero si contribuyen sustancialmente a construir la realidad central que reconoce la mayoría de la población. No son la política, pero hoy en día no se puede hacer política sin la acción persuasiva de los sistemas de información colectivos. No son los partidos, pero producen el mayor caudillismo electrónico que toda la capacidad proselitista directa que realizan las organizaciones políticas. No son el aparato jurídico, pero hoy día los medios se han convertido, como lo demostró Scherer (2004), en tribunales electrónicos que linchan o absuelven a las figuras públicas antes de que el Estado recurra a los procesos constitucionales de oficio. No son la economía, pero ninguna economía contemporánea puede funcionar sin la cultura de Javier Esteinou Madrid 42 Transformación del estado mediático en México consumo que producen los medios de información, vía su práctica publicitaria. No son la geografía, pero hoy aprendemos los mapas fundamentales de la sociedad a través de la programación de los medios. No son el pensamiento, pero si nos dicen sobre que pensar y como pensar. No son la oralidad, pero cada vez más han substituido el diálogo familiar vía los nuevos lenguajes televisivos. No son la única fuerza de modelación social, pero ellos nos orientan mentalmente para ver fundamentalmente hacia el Norte y no hacia el sur del continente. No son los sentimientos, pero en la actualidad el campo emocional de los grandes grupos se mueve al ritmo de la programación de los medios. No son la moral, pero ellos indican que se puede tolerar y que se debe reprimir. No son la memoria del país, pero hoy día la agenda del recuerdo social cotidiano se construye progresivamente desde los medios de difusión de masas. No son la imaginación, pero son las instituciones con mayor capacidad simbólica para crear y reproducir los imaginarios sociales. No son la dinámica social, pero los conglomerados humanos se articulan o desarticulan a partir de la información que distribuyen los medios. No son la historia, pero ellos reconstruyen la historia central de las naciones. En pocas palabras, son como el oxígeno, no lo son todo, pero sin la presencia de este no puede existir la vida. En una idea, a partir de las grandes capacidades de información, persuasión y movilización que han conquistado sobre los campos de conciencia de los auditorios a principios del siglo XXI, el poder de los medios es tal que se han convertido en los nuevos príncipes del estado moderno que definen lo que existe y lo que no existe y la forma como subsiste. Así, los contenidos, las verdades e ideologías mediáticas cada vez más han substituido al resto de las verdades sociales, incluyendo las jurídicas, culturales, éticas y morales. De esta manera, con la enorme concentración histórica de fuerza que ha conquistado el mega poder mediático, los demás poderes menores o disminuidos le rinden tributo y aceptan la imposición de sus reglas y permiten que los primeros se posicionen como los nuevos administradores y usufructuarios de las principales tensiones, conflictos o contradicciones sociales de los otros poderes en el país, especialmente en coyunturas de vacío político. (Caballero, 2004) Así, los proyectos de persona, trabajo, valores, cultura, ciudadanía, patria, nación, desarrollo, planeta, en pocas palabras de la vida, cada vez más son diseñados y realizados desde los intereses y necesidades de lo mediático privado y no desde los ejes de acción de lo público colectivo. Con el desplazamiento del estado de su lugar central como instancia rectora de lo público a principio del siglo XXI, se incrementan las tensiones existentes entre lo nacional y lo global, la soberanía y la liberalización, el Estado y el mercado, la dinámica de la mano invisible de la oferta y la demanda y la lógica de las políticas de planificación gubernamental, la regulación jurídica y la desregulación, los poderes públicos del estado y de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, abriendo paso al proyecto de desarrollo desigual y comunicación salvaje. De ésta forma, cada vez más el poder de dirección ideológica ya no radica en el gobierno, ni en los partidos políticos, ni en el estado, sino que dichas instituciones han sido rebasadas para ubicarse ahora el poder mediático en la fuerza virtual de los medios de difusión electrónicos, particularmente privado-comerciales. Así, el poder de los medios compite con el poder del estado y subordina a los poderes constitucionales para decidir quién participa vía los medios y quién no, quien habla en el espacio público y quién no, que mensajes se difunden y cuáles no, quién es reconocido y quién no, que candidato político se apoya y cual no, que leyes se aceptan y cuáles no. Javier Esteinou Madrid 43 Transformación del estado mediático en México Frente a esta realidad, se puede decir como escenario futuro que a mayor desintegración y fragmentación de los poderes públicos tradicionales y consolidación de los poderes mediáticos cohesionados en sólidas estructuras monopólicas privadas de mediano y largo plazo, el poder de los medios reconfigurará y en algunos casos suplantará crecientemente el ejercicio de algunas de las funciones orgánicas fundamentales del estado para dirigir a las comunidades y regular los conflictos entre los actores sociales. Estas serán progresivamente ejercidas conforme a los intereses y planes de los mega consocios mediáticos particulares. Con ello, se fortalece la concepción y práctica del estado cero que sostiene que cada vez es menos necesaria la presencia rectora y planificadora del estadonación para dirigir a la sociedad, y que el proyecto de comunicación y de operación de la comunidad puede funcionar eficiente y suficientemente bien sólo con los procesos de autorregulación informativa de los monopolios mediáticos que introduce la mano invisible de la dinámica de la comunicación mercado, sin necesidad de la acción de las directrices rectoras y planificadoras del gobierno. En ese sentido, considerando que el ejercicio del poder social nunca desaparece, sino que sólo se reacomoda, desplaza o traslada de un lugar a otro según son las fuerzas o debilidades de los actores sociales que participan en la sociedad para ejercerse de diversas maneras, encontramos que con el intento de transición pacífica a la democracia a partir del 1 de julio del 2000 se desmanteló en México el viejo modelo corporativo burocrático del estado que construyó el PRI durante más de 70 años y se movieron las viejas estructuras de orden, subordinación y control que existían para dar paso a la apertura social y la transición política a la democracia. Así, al moverse el acotamiento del tradicional poder unipersonal del Poder Ejecutivo y ante la falta de respuesta del nuevo gobierno para sostener una firme política de conducción nacional eficiente, surgió una severa crisis institucional y de gobernabilidad que generó vacíos de poder que gradualmente fueron ocupados por los medios de información para conducir a la sociedad. De ésta manera, como dice Corral (2002:19) “el poder comunicativo actualmente acompañado por las políticas del gobierno tiende a imponerse no sólo por encima de la voluntad de los demás sino, más grave aún, a imponer a la autoridad legítima una autoridad impune. Condiciona, impone, reglamenta, elimina impuestos, orienta y hasta informa a la sociedad acerca de las políticas de comunicación. Antes negociaban, hoy parecen estar por encima de ello, ya no lo requieren, se impone al poder del gobierno quien parece estar a su disposición. Antes, las televisoras estaban al servicio del Presidente, ahora el Presidente, sus funcionarios y sus instituciones está al servicio de las televisoras”. En otras palabras, “el gran negocio de la televisión mexicana siempre estuvo sometido a los intereses políticos en turno, medrando a cambio de su servilismo. Sin embargo, hoy los papeles se han invertido y los concesionarios no sólo presionan y obtienen del poder político multimillonarias transferencias económicas, sino que lo substituyen como poder fáctico. Es el poder mediático el que somete sin excepción, sin reglas, sin frenos, sin sanciones por sus excesos u omisiones. De paso, los dueños y los conductores de la televisión, juzgan y exhiben a una clase política que obedece a lógicas mediáticas, con las que aspira a salir bien librada para mantener la ilusión de que gobierna”. Por ello, de acuerdo con Corral (2004) con el poder que han adquirido los medios y los excesos que cometen en el ejercicio de una fuerza impune, sin contrapeso y sin posibilidad Javier Esteinou Madrid 44 Transformación del estado mediático en México hasta hoy de sanción o resarcimiento éstos, especialmente la televisión, unifica criterios, atropella con cinismo, informa con estrechez dando la espalda a la pluralidad, practica el escándalo como política informativa traicionando su función social, aplica el mercantilismo vaciando a la política de contenidos, se burla de las instituciones y substituye a la democracia mediante un permiso que les otorgó el estado para transmitir contenidos y no sólo para vender aire. Trejo (2004:176-177) señala que dentro de éste marco de impunidad legal, la hegemonía mediática de los medios ha llegado a ser tan grande que “si en un primer tiempo el hombre político busca controlar los medios, estas tentativas resultan vanas, pues su posición ante las nuevas reglas del juego político resultan patéticas. Entonces, en un segundo momento, hace un llamado surrealista a la responsabilidad de los medios, pero ésta cuestión se encuentra totalmente liquidada en la práctica mediática. Si un diputado se equivoca o actúa mal, tendrá la sanción del voto; si un estudioso no estudia, tendrá la sanción de los exámenes, pero ¿Cuál es la sanción del hombre de los medios?. Basta con que tenga el beneplácito del propietario del medio y del anunciante, es decir, en ambos casos, del dinero, para que no suceda nada”. La centralidad estructural de dicha nueva fuerza mediática es ya es reconocida públicamente por la mayoría de los sectores latinoamericanos, manifiestos en el Informe para La Democracia en América Latina (2004) que reveló en mayo de 2002 que “el 65.2 % de la población opina que el poder lo ejercen los medios de comunicación y sólo el 36.4 % piensa que se ejerce a través de los poderes constitucionales. En la siguiente proporción, el 36 % a través del Poder Ejecutivo, el 12.8 % a través del Poder Legislativo y 8.5 % a través del Poder Judicial”. Así, uno de los signos de los tiempos en México al inicio del siglo XXI es la descolocación creciente de la centralidad de las instituciones tradicionales del Estado y lo público, con su correspondiente disminución o pérdida de fuerza, para ahora ser remplazadas por los proyectos de desarrollo que se dan a través de la acción de las grandes redes tecnológicas del poder mediático, cada vez más desarrolladas y perfeccionadas. Con ello, históricamente la creación del consenso cotidiano y de la dirección ideológico política de la sociedad le ha sido arrebatado a las instituciones del Estado nación, para ahora concentrarse en las fuerzas del poder informativo, la cultura y la reedificación de la memoria cotidiana reencantadora que construyen diariamente las industrias culturales, especialmente electrónicas, en México. # Referencias Caballero, V. Los medios en el lodazal: ¿El poder del poder?, en Revista Los Periodistas. México, abril de 2004. Página 36. Corral, J. Encendida discusión, en Columna Rotafolio, Periódico El Universal, México, 2 de noviembre de 2004. Página 6. -----------. Todo el poder, en Revista Proceso No. 1433. México, 18 de abril de 2004. Página 7. Javier Esteinou Madrid 45 Transformación del estado mediático en México ------------, Mediocracia sin mediaciones, en Columna Rotafolio, Periódico El Universal,. México, 20 de enero de 2003. Página 7. ------------. Pluralidad acceso y competencia, en V Conferencia Internacional Los Medios Electrónicos en el Marco de la Reforma del Estado en México. Congreso de la Unión, Universidad Iberoamericana, Fundación Konrad Adenauer-Stiffung, Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, Universidad Autónoma Metropolitana y Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía. México, 27 a 29 de mayo de 2002, Versión estenográfica. Página 19. http://www.cddhcu.gob.mx/servddd/versest/2ano/comisiones/rtc-3.htm Esteinou, J. Globalización, medios de comunicación y cultura en México a principios del siglo XXI, en Revista Ámbitos No. 5, Facultad de Ciencias de la Información, Universidad de Sevilla. Sevilla, 2000. Páginas 7 a 51. http://www.ull.es/publicaciones/latina/ambitos.htm --------------- (1989). Hacia la primavera del espíritu nacional. Propuesta cultural para una nueva televisión mexicana, México: Programa Cultural de las Fronteras y Fundación Manuel Buendía. 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El Despertar del Receptor. Secretaria de Desarrollo Social y Centro Mexicano de Filantropía. México, 8 y 9 de noviembre de 2005. Versión estenográfica. Página 6. Javier Esteinou Madrid 46 Transformación del estado mediático en México Semblanza curricular Javier Esteinou Madrid es doctor en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 3. Autor de diversos textos sobre medios de comunicación en México y América Latina, entre los que destacan: Medios de comunicación y construcción de la hegemonía; Economía política y medios de comunicación: Acumulación, ideología y poder, El sistema Morelos de Satélites y su impacto en la sociedad mexicana; Hacia la primavera del espíritu nacional: Propuesta cultural para una nueva televisión, mexicana, Televisión y construcción de un nuevo país, La televisión mexicana ante el nuevo modelo de desarrollo neoliberal, La cultura y la comunicación nacionales en los tiempos del libre mercado, Televisión pública y desarrollo cultural; Sociedad moderna y medios de comunicación, Ecología y medios de comunicación y La ley Televisa y la lucha por el poder en México, entre otros. Ganador del Premio Nacional de Periodismo 2004, el Premio Nacional de Investigación, el IV Concurso Nacional de Investigación de Periodistas en Línea 2007, el Premio Nacional de Ensayo y el Segundo Certamen Nacional sobre Transparencia 2008. Es actualmente Investigador Titular en el Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco (México). [email protected] y [email protected] Javier Esteinou Madrid 47 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales Capítulo No. 2 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales Susana Morales Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) Historia y propiedad de medios televisivos en Argentina El presente artículo aborda los principales aspectos históricos, particularmente de la televisión, que desembocaron en la configuración del escenario mediático argentino actual, tanto en lo referido a la dimensión legal como a la articulación empresarial en torno de la propiedad de medios que ella favorecía u obstaculizaba en cada período. Nuestro interés radica en observar además cómo el pasado vuelve sobre el presente y derrama sobre él los vestigios de lo que se ocultó, lo que se truncó, tergiversó, censuró y deslegitimó en los medios argentinos. A la vez, se busca relacionar las vicisitudes de cada período y el rol que fueron cumpliendo los medios como actores fundamentales en la definición de las principales agendas de opinión pública. La reseña se extiende hasta la sanción de la nueva norma para medios audiovisuales, la recientemente puesta en vigencia la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual N° 26.522, que fuera fuertemente resistida por los medios concentrados del país pues se trata de una legislación que claramente pretende democratizar el uso del espectro radioeléctrico, permitir la inclusión de nuevos actores no empresariales en el ejercicio del derecho a la comunicación y establecer mecanismos para disminuir la monopolización en la propiedad de medios que había operado en las últimas décadas en la república. Los inicios de la televisión en Argentina En Argentina las emisiones televisivas se inician en 1951, durante el segundo gobierno de Juan Domingo Perón. La primera transmisión se logró con una antena instalada en el Susana Morales 48 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales Ministerio de Obras Públicas y utilizó la infraestructura y locutores de LR 3 Radio Belgrano. Se trató del discurso de Eva Perón ante la militancia reunida en Plaza de Mayo con motivo de la conmemoración del 17 de octubre de ese año. Fue el Estado Nacional y las políticas por él definidas las que marcaron el rumbo que tuvo la televisión en esos primeros años, un canal en manos del Estado con la importación y comercialización de aparatos de producción estadounidense a partir de la iniciativa privada, concretamente del empresario Jaime Yankelevich (quien ya se encontraba vinculado a Radio Belgrano desde sus inicios). Los altos costos que representaba la compra de los aparatos hicieron que el acceso a la programación fuera compartida en bares y negocios. La incipiente actividad del medio televisivo fue regulada en septiembre de 1953, a partir de la sanción de la Ley 14.241 de Servicios de Radiodifusión.1 En esta norma se establecía que el servicio de radiodifusión es de interés público y, a diferencia del servicio público definido por la constitución de 1949 -que implica al Estado reservar la exclusividad de la explotación de recursos o servicios- el Poder Ejecutivo (representante del pueblo a través del voto) puede autorizar a particulares la prestación del mismo a través de permisos o licencias para el uso del espectro radioeléctrico. Esta definición ha sido el fundamento de políticas estatales que fluctuaron entre una tendencia fuertemente estatista por parte del gobierno en turno (censuradora en algunos casos, de monopolio estatal en otros), o fuertemente privatista y desmanteladora de los medios estatales. La Ley de Servicios de Radiodifusión de 1953, establecía que las licencias durarían 20 años, podían acceder a ellas particulares, personas jurídicas o sociedades, en cuyo caso debían poseer un 70 % de capital nacional (por lo tanto un máximo de 30 % de capital extranjero). Las referencias al contenido de la programación se vinculaban a elevación del nivel moral, intelectual y cultural del pueblo, el respecto a las leyes, las autoridades y la figura del Estado. En cuanto a la publicidad, especificaba que no debía afectar la calidad de la programación. Este último punto marcó una característica constituyente de los medios radiales y televisivos (tanto privados como estatales) desde el punto de vista de su sostenibilidad económica. Por lo tanto, fue también determinante en sus contenidos, los cuales estuvieron atados (y en muchos casos subordinados) desde sus orígenes a las mediciones de audiencia. En otro orden, durante este período se organiza el espectro radioeléctrico a partir de la constitución de tres redes (que en rigor ya venían funcionando con un diseño similar en el uso de las ondas radiales desde más de una década atrás) y sobre ese esquema se establece el llamado a licitación previsto por la ley dentro de los 90 días a contar desde la promulgación de la misma. Las tres redes contaban con una cabecera y 24 estaciones en capital y el interior del país: Red A, cuya cabecera sería Radio Mitre, Red B, cuya cabecera era Radio Belgrano (y que contaba con un canal de televisión, Canal 7) y Red C que tenía como cabecera a Radio Splendid (que también incluía un permiso de televisión). Por supuesto todas las emisoras cabeceras eran de Buenos Aires. A pesar de lo establecido por la ley, el llamado a licitación se produjo en junio de 1954 y la adjudicación de las licencias a los empresarios en octubre de ese año: Red A a la Empresa Editorial Haynes Limitada 1 Es de destacar que a la postre sería la única ley emanada de un gobierno constitucional que legislaría sobre los servicios de radio y televisión en el país hasta 2009, fecha en que fue sancionada la ley 26.522. Susana Morales 49 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales Sociedad Anónima (que editaba el diario El Mundo), la Red B a A.P.T. (Promotores Asociados de Teleradiodifusión Sociedad Anónima, dirigida por el empresario peronista Jorge Antonio) y Red C a la Sociedad Anónima La Razón, Editorial, Emisora, Financiera y Comercial, (que editaba el diario La Razón). Como vemos, la sinergia entre medios gráficos, radio y televisión fue característica de los comienzos de los nuevos medios. La televisión a partir de la dictadura de 1955 Como era de suponer, con el golpe de Estado de 1955, el esquema de propiedad de medios legitimado por el peronismo fue trastocado: el 1º de octubre de ese año, el gobierno dictatorial deroga la Ley de Radiodifusión sancionada por el peronismo en 1953, deja sin efecto las licitaciones de 1954 e interviene las emisoras. En noviembre de 1957 se sanciona una nueva norma para la radiodifusión, el decreto-ley 15.460/57. Este prohíbe la participación de capital extranjero y establece la duración de las licencias en 15 años. Además cada licenciatario podía aspirar a una estación de radio y un canal de TV, impidiéndose de este modo la formación de cadenas. El Canal 7 pasó a formar parte del Servicio Oficial de Radiodifusión junto con Radio Nacional (que había sido creada en 1937 a partir de la donación de un edificio y un transmisor por parte de la Editorial Haynes, adjucadicataria de la licencia de la Red A en 1954). Finalmente también en ese año, a partir del decreto N º 16.531, se establecieron las bases para el llamado a licitación de tres canales de televisión, lo que se concretó en marzo de 1958. La comisión encargada de la evaluación de las propuestas presentadas se pronunció en abril declarando desierto el concurso para medios televisivos. Una nueva junta evaluadora (no prevista en la ley) aconseja al Poder Ejecutivo Nacional, a cargo del dictador General Pedro E. Aramburu, el otorgamiento de licencias para instalar canales de televisión a las empresas CADETE (Compañía Argentina de Televisión), integrada por Kurt Lowe y algunos militares, que obtuvo la licencia de Canal 9. DICON, vinculada a la Iglesia, (a la orden de los jesuitas a través del Padre Héctor Grandinetti), se quedó con Canal 11, mientras que Río de la Plata TV resultó adjudicataria del Canal 13, (figuras de la Unión Cívica Radical y algunos empresarios agroexportadores). Es así que en 1960 iniciaron sus transmisiones desde Buenos Aires los canales 9 Cadete (el 9 de junio de 1960) y 13 PROARTEL (el 1 de octubre de ese año). En 1961 lo hizo Teleonce y en 1966, Canal 2 de La Plata, que se sumaron al canal privado pionero del interior del país, Canal 12 de Córdoba. Con pocas modificaciones, Canal 7, 9, 11 y 13 de Bs As. y 2 de La Plata, fueron los canales de televisión abierta que han dominado la escena televisiva porteña y nacional durante las siguientes décadas. La gran inversión que requería la puesta al aire de los canales y los enormes intereses económicos en juego, motivó que cadenas televisivas extranjeras se asociaran a las locales, por lo que además de capital aportaban contenidos a la naciente programación televisiva. De este modo Canal 13 se nutría en su producción de PROARTEL (Producciones Argentinas de Televisión), cercana al grupo CBS (Columbia Broadcasting System) -Time Life. La NBC (National Broadscasting Corporation) estaba vinculada a Telecenter, productora de Canal 9 y Telerama, productora de Canal 11, pertenecía a la cadena ABC (American Broadcasting Company). Esta sociedad (licenciatarios-productoras extranjeras) representaba una manera de sortear la prohibición de la inversión directa de capitales extranjeros en licencias televisivas. Esta situación, sin Susana Morales 50 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales ninguna duda, profundizó el modelo centralista no federal que caracterizó a nuestro país desde sus inicios. Con el tiempo, ya lo veremos, las empresas y capitales extranjeros se fueron retirando y la producción de contenidos fue asumida por empresas nacionales. Como vemos, en los inicios de la televisión encontramos negocios diversificados que incluyen empresas conexas, como las de producción de contenidos, a las que más tarde se sumarían las de gestión de aire (publicidad) y medición de audiencia (rating), además de la edición de revistas especializadas (TV Guía, Canal TV y Antena TV). Durante la década de los sesenta, nuevos actores se sumaron a la propiedad y control de estos medios: en 1965, Alejandro Romay adquiere el control sobre Canal 9, Editorial Atlántida (Familia Vigil) en sociedad con Goar Mestre se vincula a Canal 13 y Editorial Sarmiento en sociedad con Héctor Ricardo García a Canal 11. Esta entrada de capital nacional supone la salida del capital extranjero de las productoras asociadas a los canales. Como dijimos, además de los programas enlatados, en esa época y gracias a los avances tecnológicos, los canales del interior comenzaron a recibir la programación de Capital Federal en diferido, aunque con escasa calidad en la definición de la imagen más allá de los 60 kilómetros de la antena transmisora. Se implementaron entonces los circuitos cerrados de televisión, antecesores de los sistemas de TV por cable. A la enorme explosión de la programación, hay que sumarle en esta década la creación de numerosos medios televisivos en el interior. Si en 1963 había en el país 8 canales, una década después esta cifra se elevaría a 35 canales de aire (la mayoría de ellos gestionados por el sector privado), 38 estaciones repetidoras y 35 canales de circuito cerrado. (Bulla, 2005) Los medios y la dictadura militar de 1976 Reseñar este período de la historia argentina y la situación de los medios, supone referirse a la desaparición y muerte de muchos periodistas, al silencio y la censura impuesta a costa de la vida, e implica entrar en un cono de la peor sombra de ocultamiento de la verdad que haya ocurrido en nuestro país hasta ahora. Los medios se convirtieron en verdaderos títeres del poder dictatorial, y si bien la censura inicial se fue aflojando con el paso del tiempo desde el punto de vista de ciertos mecanismos de control, la autocensura representó una de las prácticas más eficaces que logró imponer el terrorismo de Estado en los medios y en los periodistas (sin descartar la necesaria complicidad de algunos de ellos). Los canales de televisión capitalinos, otrora privados, fueron repartidos entre las diferentes fuerzas militares, expresando mediante una competencia descontrolada las luchas internas en el seno del poder militar. Esto iba generando, al mismo tiempo que un desorden e incoherencia en la pantalla, un crecimiento del gasto en producciones y cachet de los actores, que sumieron a los canales en recurrentes crisis financieras. “Los contratos firmados subían, sólo por esta puja –entre las tres fuerzas militares- hasta alturas siderales, encareciendo sin necesidad costos que, luego, los ingresos publicitarios no llegaban a cubrir. Comenzó entonces a hacerse habitual la asistencia del Tesoro y el endeudamiento progresivo con proveedores de todo tipo.” (Sirvén, 1988:98). Hubo una serie de hechos que caracterizaron el período dictatorial en los que el poder militar, el poder mediático y el poder económico se combinaron para ejercer el terror y operar una transmutación ideológica sin precedentes en la sociedad argentina, de la que aún hoy sufrimos las consecuencias. Estos hechos fueron: Susana Morales 51 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales • • • • • • La contra información de Ancla y Rodolfo Walsh La creación de Argentina Televisora Color (ATC) La imagen de la dictadura en el exterior y el Mundial ‘78 El negociado de papel prensa con El Clarín y La Nación La Ley de Radiodifusión La manipulación mediática de la Guerra de Malvinas La contra información de Ancla y Rodolfo Walsh La Agencia de Noticias Clandestinas (ANCLA), cuyo mentor fue el militante montonero, escritor y periodista Rodolfo Walsh, comenzó a funcionar en junio de 1976, meses después del golpe de estado del 24 de marzo de 1976. Como dijimos, inmediatamente luego del golpe, el terror se impuso en nuestro país de la mano de la desaparición y muerte de personas, incluidos periodistas, y de la cooptación de los principales medios de comunicación. Estos quedaron en manos de militares representantes de las tres fuerzas armadas, quienes establecieron fuertes mecanismos de control y censura para evitar que la verdad de lo que estaba sucediendo saliera a la luz: “[...] para Rodolfo Walsh la dictadura provocaba un terror basado en la incomunicación", y a esta idea dio respuesta estructurando una forma de comunicación clandestina. Gracias a su trabajo, Walsh pudo proveer a los medios nacionales y extranjeros de informaciones fidedignas, e incluso pudo difundir datos aportados por periodistas que no podían publicarlos en su medio” (Vineli, 2002). A finales de 1976, de manera paralela a ANCLA, y habiendo experimentado las limitaciones de la misma para hacer más extensiva la difusión de la verdad, Walsh crea “Cadena Informativa”. Por lo general, era él quien escribía los informes, en un formato corto y fácil de reproducir, los que eran enviados a personas representativas del quehacer nacional para hacerla circular y formar de este modo formar una cadena. Al pie de los partes rezaba: "Cadena Informativa es uno de los instrumentos que está creando el pueblo argentino para romper el bloqueo de la información. Cadena Informativa puede ser USTED MISMO, un instrumento para que usted se libere del terror y libere a otros del terror. Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. DERROTE AL TERROR. HAGA CIRCULAR ESTA INFORMACION". (Vinelli, 2002) El 25 de marzo de 1977, un día después de fechada su Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar,2 Rodolfo Walsh fue interceptado por un grupo de tareas de la Escuela de 2 El texto completo de la Carta se puede consultar en http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article1826 Susana Morales 52 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales Mecánica de la Armada, quienes le dieron la orden de entregarse, y ante la resistencia de Walsh, fue muerto en el intercambio de disparos.3 Argentina Televisora Color (ATC) y la imagen de la dictadura en el exterior Como parte de su política de ocultamiento de la realidad y distorsión de las verdaderas características del gobierno dictatorial, éste aprovechó la realización del Campeonato Mundial de Fútbol de 1978 tanto para la creación de consenso interno como para proporcionar una ventana ante al mundo que ya comenzaba a cuestionar seriamente la violación a los derechos humanos (de lo que se tenía noticias a pesar del fuerte control de la información) y presenta a nuestro país como un país pacífico y ordenado.4 De paso, implicó la posibilidad de realizar una serie de negocios vinculados a la elección de la norma para la transmisión de los partidos en color al exterior (el público argentino no pudo ver el evento mundial en color), la construcción de estadios, la construcción de un canal televisivo equipado para poder transmitir en color, etc. En ese marco nace el ente Argentina78 TV, luego Argentina Televisora Color (ATC) que reemplazaría a Canal 7, y que demandó 70 millones de dólares entre construcción y equipamiento. La norma elegida para la transmisión en colores fue la alemana Pal N. El negociado de papel prensa con El Clarín y La Nación En 1969, el gobierno del dictador Juan Carlos Onganía creó el Fondo para el Desarrollo de la Producción de Papel y Celulosa, por medio del decreto ley 18.312, con el objetivo de disponer de recursos para crear la primera empresa nacional de papel de diario, que hasta entonces debía ser importado representando un alto costo para los diarios argentinos. Este Fondo sería alimentado con un canon del 10 % sobre la importación del papel, impuesto que estuvo vigente durante los siguientes 10 años. La nueva empresa estaría compuesta por un 51 % de capital nacional en acciones, y el resto los aportaría el Estado, compartiendo la composición accionaria. Con ese fin, en 1972 se llama a una licitación que fue declarada desierta. El presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse en ese momento negoció una adjudicación directa a favor de César Augusto Civita, de Editorial Abril, César Doretti y Luis Alberto Rey (de quien se decía que era testaferro de David Graiver, banquero a quien se vinculaba a la organización peronista Montoneros). Ya por 1973 Graiver controlaba más del 70 % de las acciones de papel prensa. En 1976 el empresario falleció en un sospechoso accidente aéreo pocos meses después del inicio de la dictadura de Jorge Rafael Videla y sus familiares directos fueron perseguidos y detenidos por el gobierno militar, como también expropiados sus bienes. Un día antes de su detención, su viuda Lidia Papaleo fue presionada para aceptar la venta de las acciones de Papel Prensa a un precio irrisorio (8 millones de dólares en contraposición con los 250 millones de su valor real según las investigaciones realizadas en 1986 por la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas). 3 Según testigos, su cuerpo sin vida fue llevado al centro clandestino de detención de la Escuela de Superior de Mecánica de la Armada, suyos responsables están siendo juzgados (junio de 2010) por éste y otros delitos. 4 Esta estrategia se reforzó en 1979 con la campaña “Los argentinos somos derechos y humanos” Susana Morales 53 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales Las empresas beneficiarias de esa venta fueron los diarios El Clarín, La Nación y La Razón, y el traspaso se concretó en 1977. El dinero que utilizaron los diarios para la compra fue obtenido a través de créditos otorgados por dos bancos extranjeros. El negociado no sólo era la propiedad de las acciones, sino el control absoluto de los precios del papel, ya que como lo denuncia Julio Ramos del diario Ámbito Financiero “Se regaló papel prensa sólo a tres diarios (…). Luego se elevó el arancel de importación de papel a 44-48% para que no hubiera otra escapatoria que comprarle a esa fábrica a precio exorbitante. Cuando bajó el arancel, con los radicales, y el precio bajó, Papel Prensa no le vende a nadie. A precio bajo sólo se benefician los dueños” (en Lanata, 13/04/08). La primera planta de fabricación de papel prensa, ubicada en la localidad bonaerense de San Pedro fue inaugurada el 27 de septiembre de 1978, con la presencia del presidente dictador Videla y la directora y accionista mayoritaria del Grupo El Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Es de destacar que actualmente la dueña de El Clarín posee una denuncia en su contra por la apropiación de dos niños presumiblemente hijos de desaparecidos, hecho que data de los primeros meses de la dictadura. La identidad de esos niños, hoy jóvenes, aún no ha sido restituida5. En ese marco, es explicable que la posición del diario durante la última dictadura militar haya sido de una tibieza rayana con la complicidad. El titular del día 24 de marzo de marzo de 1976 del Gran Diario Argentino (según la propia definición de El Clarín) fue: “NUEVO GOBIERNO”, mientras que la del 25 de marzo contrasta la volanta de su tapa “TOTAL NORMALIDAD”, seguido de un nada normal titular “LAS FUERZAS ARMADAS EJERCEN EL GOBIERNO”. En el año 2000, el diario La Razón se declaró en quiebra y sus acciones, incluidas las que tenía en papel prensa, fueron compradas por el Grupo El Clarín. Actualmente el Grupo posee el 49% de las acciones, La Nación el 22,5%, el Estado Nacional posee el 27,5 % y el 1 % restante se cotiza en Bolsa. La Ley de Radiodifusión Como se ha expuesto, durante los primeros años de la dictadura el gobierno militar no se preocupó particularmente por desandar el camino de la estatización, muy por el contrario, el control de los medios fue una condición complementaria (pero no por ello menos importante) para el control impuesto por medio del terror y del andamiaje de dominación económica. Pero en 1980, y como fruto de conversaciones con entidades patronales de medios privados (como la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas –ARPA- y la Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas –ATA-), el gobierno sancionó el Decreto-Ley de Radiodifusión Nº 22.285, que se mantuvo vigente por casi treinta años. Entre otras cuestiones que revelan el carácter restrictivo y antidemocrático de la ley, se puede mencionar la exclusión de las entidades sin fines de lucro como potenciales licenciatarias de medios de radiodifusión. Otra de las cuestiones que fueron configurando el mapa de medios en esta década fue la limitación de que las empresas que no tuvieran como único fin la explotación de medios audiovisuales (esto es empresas de medios gráficos) pudieran ser 5 Al momento de la edición de este artículo, por disposición de la justicia argentina, las muestras de ADN extraídas a los jóvenes están siendo analizadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos y comparadas con las muestras de familiares de desaparecidos durante la última dictadura militar a los fines de verificar si su verdadera identidad se encuentra vinculada a la apropiación ilegal de niños durante ese período Susana Morales 54 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales titulares de las nuevas licencias, como también la prohibición a la incorporación de capitales extranjeros en la composición accionaria de las empresas adjudicatarias de las licencias. Los socios de la empresa licenciataria no debían exceder el número de 20 personas físicas. A su vez, cada empresa podría poseer un máximo de cuatro licencias (una de ellas obligatoria en zona de frontera) y las otras una de televisión, una radio y una de servicio complementario, (como los servicios de cable o circuito cerrado de TV o la radio de FM). Las licencias durarían 15 años, pudiendo ser prorrogadas por única vez por 10 años más, y estaba contemplada la extinción de la licencia “por razones de interés público”, en cuyo caso correspondería una indemnización al licenciatario. La ley finalmente establecía que dentro de los 180 días el Poder Ejecutivo aprobaría el Plan Nacional de Radiodifusión (PLANARA), y una vez aprobado éste, dentro de los 36 meses contados a partir de esa fecha, serían ofrecidos a particulares las licencias de las estaciones previstas por el Plan. El PLANARA constaba de una planificación en etapas para instalación de nuevas emisoras radiales y televisivas y privatizaciones de las ya existentes. Ese proceso, que quedó suspendido con la asunción del radicalismo al gobierno, además de ser lento, estuvo cargado de irregularidades que tenían por objetivo obviamente dejar las emisoras en manos de los amigos del poder militar, objetivo cumplido en algunos casos y otros objetos de batallas judiciales a posteriori. En ese marco, Alejandro Romay consiguió recuperar la licencia de Canal 9, cobrándose la deuda al estado de cuando le expropiaron su productora, traspaso que se concretó en 1983. En agosto de 1983 se privatiza Radio Mitre, quedando en manos de Radiocultura, S. A, empresa vinculada al diario El Clarín que no podía acceder a una licencia de radio o TV por disposición de la Ley 22.285. La manipulación mediática de la Guerra de Malvinas La aventura de recuperación de las Islas Malvinas fue en primer lugar una forma de lograr recobrar cierto consenso del que la dictadura había gozado entre algunos sectores de la sociedad y que ahora iba perdiendo mientras más se agudizaba la inmanejable crisis económica del país. Por otro lado, de neutralizar la fuerte oposición que se animaba a articularse entre quienes se rechazaban abiertamente al régimen. Pero más allá de ello, puso en evidencia el fuerte control que el poder militar tenía aún sobre los medios y el nivel de alianzas con la patronal mediática que fue entretejiendo a lo largo de los años. De este modo, los medios se prestaron, una vez más, a la gigantesca maniobra de manipulación y ocultamiento de la realidad en torno a lo que estaba sucediendo en el conflicto bélico, y colaboraron en la campaña de apoyo a las tropas en combate con la recolección de alimentos, dinero, ropa y joyas que la sociedad generosamente puso a su disposición y que escasamente (en el mejor de los casos) llegaron a sus destinatarios. Los primeros años del retorno a la democracia La nefasta experiencia de las Malvinas precipitó la caída de la dictadura que entregó el poder al presidente electo en diciembre de 1983, Raúl Alfonsín. En materia de medios de comunicación las promesas expresadas en la plataforma electoral, el alfonsinismo proponía la derogación de la ley de la dictadura y la sanción de una nueva ley, la reorganización del COMFER, la creación de una Comisión Bicameral Permanente de Radio y Televisión que Susana Morales 55 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales se ocupara de “la preservación del derecho a una información veraz, el respeto al pluralismo ideológico, la vigencia del derecho a réplica, el libre acceso de personas e instituciones al uso de medios de comunicación y la defensa de la forma democrática y republicana de gobierno (Sirvén, 1998: 107). Sin embargo, muchas de estas propuestas no se concretaron en el gobierno alfonsinista. En primer lugar, y como aspectos más importantes, el gobierno dejó sin efecto el PLANARA e intervino el COMFER, pero no derogó la ley de la dictadura ni sancionó una nueva ley, aunque si hubo intentos por discutir y aprobar proyectos presentados por el radicalismo que fracasaron por la presión de medios privados, en particular del diario El Clarín que no cesaba de hostigar desde sus páginas tanto la política económica alfonsinista (que derrapaba sin remedio), como el propio proyecto oficial de ley de medios. Lo cierto es que los diferentes proyectos que habían ingresado al Congreso para su tratamiento tanto desde el oficialismo como desde la oposición apenas si comenzaron a discutirse en comisiones de la Cámara de Diputados: el alfonsinismo, como en tantos otros temas, no alumbró los cambios de legislación en materia de medios que la sociedad esperaba La inacción respecto de la apertura mediática que la democracia debía garantizar, se tradujo en la explosión de nuevos medios no legales (“truchos” como fueron denominados), fundamentalmente de radios de frecuencia modulada (FM), ligadas tanto a organizaciones de la sociedad sin fines de lucro como iniciativas privadas (pequeños y grandes empresarios). En cuanto a los medios televisivos que estaban aún en manos del Estado, se continuó con el mismo esquema de gestión estatal de los canales 11, 13 y 7. La década de los noventa Si algo caracteriza el escenario mediático actual, es la ocurrencia de dos fenómenos que se consolidaron fundamentalmente a partir de la década de los medios en el país: • • La concentración de la propiedad de los medios La convergencia entre los sectores audiovisual, informático y telecomunicaciones. La concentración en la propiedad de los medios se articuló a partir del reingreso de capitales extranjeros en la escena mediática de nuestro país y la expansión y diversificación de actividades económicas de otros actores mediáticos, como los vinculados a los diarios El Clarín y La Nación. Esta configuración tiene estrechos vínculos con lo que sucedía a nivel de política internacional, que marcó profundamente los rumbos de los países latinoamericanos6. El conjunto de recomendaciones se conoció como Consenso de Washington, es expresión de la perspectiva neoliberal que suponía un programa para los países latinoamericanos frente a las profundas crisis económicas en las que estaban sumidos. 6 A comienzos de los años noventa, el pensamiento de las instituciones económicas internacionales (tales como FMI, BID) localizadas en Washington fue expuesto por John Williamson en una compilación publicada en 1990, -Latin American Adjustment-, que recoge las ponencias de un seminario internacional cuyo objeto era precisamente la realización de un diagnóstico de la crisis de los países latinoamericanos y a partir de allí presentar recomendaciones de políticas económicas de corto plazo y recomendaciones de políticas de reforma estructural (largo plazo). Susana Morales 56 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales En relación al diagnóstico de la crisis, se identifican como causas el excesivo crecimiento y proteccionismo del Estado, de la regulación y del peso de las empresas públicas, numerosas e ineficientes. Relacionado con ello, el denominado populismo económico, esto es la incapacidad de los gobiernos para controlar el déficit público y las demandas de aumentos salariales (tanto del sector público como del sector privado).En virtud de este diagnóstico, las políticas recomendadas a corto plazo estaban destinada a lograr la estabilización, combatir el populismo económico y alcanzar el equilibrio fiscal, Finalmente, con las recomendaciones de política de reforma de largo plazo o de ajuste estructural, se buscaba generar un modelo de desarrollo orientado hacia el mercado, por lo tanto reducción del Estado, liberalización del comercio internacional y promoción de las exportaciones. En esa línea, las recomendaciones fueron: 1. Liberación del comercio y su orientación hacia el exterior, eliminando cualquier tipo de barrera (arancelaria y no arancelaria) 2. Atracción de inversiones extranjeras, eliminando cualquier tipo de restricción 3. Privatización de las empresas públicas 4. Desregulación de las actividades económicas 5. Firme garantía del derecho de propiedad Las empresas mediáticas y de telecomunicaciones no estuvieron exentas de la aplicación de estas recetas. De este modo, en el caso de muchos países latinoamericanos, privatización de medios y empresas públicas de telecomunicaciones, desregulación e inversión extranjera llevaron a la concentración económica de la actividad y el monopolio o cuasi monopolio por parte de algunas grandes empresas, fundamentalmente transnacionales. Es así que, en agosto de 1989, cuando aún no se acaban los festejos de la asunción a la presidencia de Carlos Saúl Menem, es sancionada la Ley Nº 23.696 de Reforma del Estado donde se incluyen importantes modificaciones a la Ley de Radiodifusión 22.285: - - Eliminó la condición de que el objeto social del licenciatario debía ser exclusivamente el de radiodifusión. (art. 46 inc. a), por lo tanto se habilitó a personas vinculadas a medios gráficos de presentarse a concurso para una licencia de radiodifusión Eliminó el art. 46, inciso c, que establecía que los socios debían ser personas físicas y no debían exceder el número de 20, con lo cual quedarían habilitadas las personas jurídicas. Al mes siguiente, el 21 de septiembre de 1989 y con la legislación en regla, Carlos Menem llamó a licitación para la privatización de los canales 11 y 13. Tres meses después, luego de 15 años en manos del Estado, los canales 11 y 13 volvieron a manos privadas. Sus nuevos licenciatarios fueron Televisión Federal S.A. –Telefé- (Editorial Atlántida, junto a otros socios, entre ellos 10 canales del interior del país) para el caso del 11 y Arte Radiotelevisivo Argentino –ARTEAR S.A.- (Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto -ambos del diario El Clarín- junto a otros canales del interior). Susana Morales 57 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales En 1991, el Presidente sostuvo una reunión con la dueña de El Clarín, Ernestina Herrera de Noble, donde le pidió que Liliana López Foresi (que conducía por Canal 13 el programa “Revista 13. Periodismo con opinión”, en el que exponía duras críticas a la política de privatizaciones del menemismo) no hablara más en contra del gobierno. A cambio, Herrera de Noble le pidió a Menem que Guillermo Patricio Kelly (que en ese momento se desempeñaba como periodista en Canal 7, estatal) no hablara en su programa acerca de los hijos adoptivos presumiblemente hijos de desaparecidos apropiados por la Sra. de Noble. A así se hizo y la alianza del más adelante Grupo El Clarín con el gobierno de turno, se había consumado una vez más. Como el resto de las empresas a privatizar, para el caso de los canales, el Estado asumió el pasivo que éstos arrastraban. Por supuesto que las privatizaciones de éstos y otros medios permitieron la gestación de una campaña de desprestigio de las empresas estatales, por ser deficitarias, poseer demasiado personal, ser poco competentes y estar mal administradas. De esta manera, la alianza entre mediosmenemato no sólo significó un tremendo negocio para ambos, sino que permitió allanar el camino para los sucesivos negocios de las privatizaciones menemistas. En 1991, el gobierno firmó el decreto 1771, reglamentario del artículo 68 de la ley 22.285, (que prohibía la constitución de redes privadas permanentes). En la nueva norma, se especifica que se podrán formar redes de programación siempre y cuando exista una producción diaria del 50 % por parte de la empresa afiliada, y que se respeten los derechos de publicidad de cada emisora. Con este decreto se cerraba cada vez más el círculo de la concentración, no sólo de los medios en pocas manos, sino de la programación que invadía los medios del interior aunque no fueran del mismo dueño capitalino. Otros movimientos que continuaron reforzando la posición hegemónica en el mercado de los medios por parte principalmente de El Clarín fue su asociación con Torneos y Competencias (empresa de Carlos Ávila que tenía los derechos de televisación de los partidos de primera división) y la entrada en el negocio del cable (con la compra de Multicanal), además de la televisión satelital, con la compra de las acciones de dos empresas: Televisión Satelital Codificada (TSC) y Tele Red Imagen S.A. (TRISA). En 1993, Artear lanza dos señales de cable propias: Todo Noticias (canal informativo 24 horas), y Volver (contenidos audiovisuales argentinos ya emitidos). Esta enorme expansión de la empresa gráfica argentina hacia otros medios comenzó a encontrar competencia en 1992, cuando se aprobó la Ley Nº 24.124 que ratificaba el Tratado de Protección Recíproca de Inversiones firmado con EEUU en noviembre de 1991. Esto posibilitó lo que el art 45 de la ley 22.285 prohibía, es decir que empresas extranjeras pudieran participar del negocio de los medios de radiodifusión: en este caso que las empresas inversoras de Argentina y Estados Unidos, en el ámbito de sus territorios, reciban un trato no menos favorable a aquél otorgado a sus propios inversores o inversores de terceros países. De acuerdo con el Tratado este trato igualitario no obstaculizaría el “...derecho de cada Parte a hacer o mantener excepciones que correspondan a algunos de los sectores o materias que figuran en el Protocolo anexo al presente Tratado”. No causalmente, según el anexo, la larga lista de excepciones establecidas por Estados Unidos, limitadas al trato nacional eran los siguientes sectores: transporte aéreo; navegación de alta mar y cabotaje; banca; seguros; energía y producción de energía; despacho de aduanas; propiedad y gestión de estaciones emisoras o de servicio público de radio y televisión; Susana Morales 58 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales propiedad de bienes raíces; propiedad de acciones en la "Communications Satellite Corporation"; provisión de servicio público de teléfonos y servicios telegráficos7; prestación de servicios de cable submarino; utilización de terrenos y recursos naturales. Mientras tanto, para Argentina, las excepciones reservadas a capitales nacionales eran en los sectores de: propiedad inmueble en áreas de frontera; transporte aéreo; industria naval; plantas atómicas; minería del uranio; seguros; minería; pesca. Nada dicen las excepciones acerca de los medios de comunicación audiovisual. A partir de allí, se produce una oleada de inversiones de empresas extranjeras (tanto del campo mediático como del financiero) en los negocios vinculados a los medios que disputan o se asocian a los nacionales para apoderarse de la televisión abierta, la televisión por cable, TDH (Televisión Directa al Hogar) y las provisión de Internet. De este modo, entre 1997-1998 la alianza Telefónica Internacional (TISA) y el Citibank-CEI (Citicorp Equity Investment), el banquero menemista Raúl Monetta, y el fondo Hicks Muse, Tate & Furst, compra del 42 % de las acciones de Editorial Atlántida y se vincula así con Radio Continental y Telefé. Además el 35,3% de Torneos y Competencias y el 66,56 % de Cablevisión. A su vez, CEI-Telefónica y El Clarín adquirieron por partes iguales las acciones de Video Cable Comunicación, con lo cual terminaron siendo socios. No fueron estas las únicas empresas de cable compradas por El Clarín, por el contrario, éstas fueron incrementándose hasta convertirse en la actualidad en propietaria de uno de los más grandes operadores de cable del país. En 1997 se crea Prima, empresa del Grupo El Clarín dedicada a brindar acceso a Internet y producir contenidos digitales. En ese mismo año, también nace la Compañía Inversora de Medios de Comunicación S. A. (CIMECO), en sociedad al diario La Nación, que controlan varios matutinos en el interior del país; entre ellos La Voz del Interior de Córdoba y Los Andes de Mendoza. En 1999, se constituye el Grupo Clarín como tal con la figura de sociedad anónima. Este inicio esta marcado por el ingreso de Goldman Sachs, un banco de inversión líder en el mundo, con el 18% de las acciones a cambio de 500 millones de dólares. Durante el año 2000, el Grupo adquirió el 75 % del paquete accionario del diario La Razón, que se ubica en el mercado de la prensa gratuita, y se distribuye en bocas claves, tales como trenes, aviones y subterráneos. La Razón fue fundada en 1905, y durante muchos años lideró el segmento de la tarde junto con el diario Crónica. Después de innumerables avatares económicos y cierres temporarios, luego de un intento en convertirlo en matutino y modificar su formato, pasó a integrar el listado de medios pertenecientes a El Clarín y convertirse en una oferta diferencial: la del diario gratuito. En esos años, 1999, el gobierno de Menem dicta el decreto 1005/99 donde modifica algunas cuestiones de la ley de radiodifusión 22.285. En primer lugar eleva a 24 la cantidad de licencias que en distintas localizaciones puede acceder una persona física o comercial en diferentes localizaciones, pero en una misma localización hasta una de radiodifusión sonora, una de televisión y una de servicios complementarios de radiodifusión, siempre que las dos primeras no sean las únicas prestadas por la actividad privada. El mismo decreto autoriza además la constitución de redes privadas transitorias, cuando se tratare de programas de interés general, cuestión 7 Las cursivas son nuestras. Susana Morales 59 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales que estaba prohibida por la ley. Finalmente, mientras que la ley de radiodifusión establecía que las empresas licenciatarias do debían tener vinculación jurídica societaria con empresas periodísticas o de radiodifusión extranjeras, el nuevo decreto modifica este artículo agregándole que una salvedad: que los acuerdos suscriptos por la República Argentina con terceros países contemplen tal posibilidad, en alusión implícita al Tratado de Protección Recíproca de Inversiones firmado con Estados Unidos en 1991. El nuevo período El gobierno de Fernando De La Rúa pasó rápidamente sin gloria y con pena, puesto que además de su renuncia anticipada, el presidente dejó un país más destruido aún de lo que lo había dejado Carlos Menem, sumido en una crisis financiera anunciada, y con niveles de desocupación y miseria que hicieron peligrar la institucionalidad tan costosamente lograda. Néstor Kirchner asume la presidencia el 25 de mayo de 2003, y comienza un camino que intenta desandar algunas de las políticas del menemismo. Es así que el 18 de junio de 2003 se sancionó la Ley N° 25.750, de “Preservación de Bienes y Patrimonios Culturales”, limitando la participación extranjera en las empresas de comunicación en un 30%. El artículo central establece que “a partir de la entrada en vigencia de la presente ley, que la propiedad de los medios de comunicación (...), deberá ser de empresas nacionales, permitiéndose la participación de empresas extranjeras hasta un máximo del 30% del capital accionario y que otorgue derecho a voto hasta por el mismo porcentaje.” Y finaliza el artículo aclarando que “las empresas culturales no podrán ceder el control sobre los contenidos de su producción”. Por otro lado, y en virtud de su interés estratégico, también se establece que el Estado preservará el espectro radioeléctrico y los medios de comunicación –se entiende que frente a las crisis que pongan a las empresas a las puertas de una quiebra-. Con ello se pretendía poner un límite a los riesgos de que las empresas extranjeras se queden con las empresas mediáticas nacionales de acuerdo a lo estipulado desde 2002 por la Ley de Quiebras respecto del mecanismo cramdown (por el cual los acreedores pueden cancelar deuda mediante la capitalización de acciones de las empresas deudoras). Otro hecho a destacar durante este período, en la línea de las fisuras que condujeron a la derogación de la ley 22.285, fue el recurso de amparo presentado por la Mutual Carlos Mujica, titular de Radio Comunitaria La Ranchada de Córdoba, impugnando el artículo 45 de la ley de la dictadura, que excluía a las asociaciones sin fines de lucro del derecho de ser licenciatarias de medios de comunicación radiales y televisivos. A raíz de los fallos logrados en primera y segunda instancia, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con fecha 1° de septiembre de 2003, declaró la inconstitucionalidad del mencionado artículo a propósito de este juicio. En los fundamentos del fallo, la Corte reconoció que la Ley Nacional de Telecomunicaciones N° 19798 (anterior a la ley 22285/80) concedió igualdad de oportunidades a quienes deseaban adquirir licencias, sin discriminar a las asociaciones no lucrativas. El Tribunal, interpretó también que la reglamentación de 1980 viola los artículos 14, 16, 28 y 75, inciso 23 de la Constitución Nacional, como también el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica. Se llegó de esta manera a la conclusión de que la normativa es arbitraria porque excluye de un modo absoluto y sin razones sustentables a ciertas personas jurídicas, a las Susana Morales 60 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales que se les impide el acceso a las licencias por no haberse constituido en una sociedad comercial. Por ello viola y limita la libertad de asociarse libremente y la libertad de expresión. Hacia una ley de servicios de comunicación audiovisual La asunción a la presidencia por parte de Cristina Fernández de Kirchner, a fines de 2007, implicó un nuevo avance en torno a la política comunicacional, principalmente en materia legislativa, ya que generó el hecho de mayor trascendencia en nuestro país de los últimos 30 años: la derogación de la ley 22.285 y la sanción de una nueva ley de medios, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual N° 26.5228. El proyecto fue gestado en el seno del oficialismo incorporando centralmente los 21 puntos Básicos por el Derecho a la Comunicación elaborados por la Coalición por una Radiodifusión Democrática. La Coalición se conformó en 2004 convocada por el Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) y está integrada por sindicatos, universidades, organizaciones sociales, radios comunitarias, pequeñas radios comerciales y organismos de derechos humanos, entre otros. El 17 abril de 2008, la presidenta recibió a miembros de la Coalición, quienes le presentaron el documento de los 21 puntos, y le plantearon que “si hoy usted quiere impulsar, y tenemos confianza en que usted quiere impulsar un nuevo modelo de país, es necesario un nuevo modelo de comunicación. Un modelo de comunicación entendida como un bien social y no como un negocio comercial. Un modelo de comunicación en el que tengan espacio todos y todas, no solamente las empresas de carácter comercial sino los medios públicos, de gestión estatal, y los medios comunitarios, de propiedad social, de las organizaciones libres del pueblo” (…) “Creemos que es necesario poner limites a los monopolios y garantizar la libertad de expresión para todos los ciudadanos” (Néstor Busso, presidente de FARCO, durante el encuentro). En respuesta a ello, la presidenta expresó que “el instrumento que hoy tenemos como ley de radiodifusión, es cierto fue creado por la dictadura y nada bueno puede salir de allí. Lo cierto es que no solamente ha quedado éticamente impugnada. Ha quedado técnicamente impugnada, porque si algo se ha caracterizado en la evolución y el desarrollo de las últimas décadas ah sido la evolución de las comunicaciones y la importancia que las comunicaciones tienen en la vida cotidiana de los pueblos, de las sociedades del mundo. Creo que lo más importante de todo esto va a ser poder incorporar a la Argentina no solamente al debate por la democratización de la información pública”.9 Casi un año después, el 18 de marzo de 2009 la propuesta de proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual fue presentado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la ciudad de La Plata y luego fue debatido en 80 foros abiertos en todo el país. El 27 de agosto la versión definitiva del proyecto fue ingresado al Congreso para su tratamiento parlamentario, donde también fue debatido en audiencias públicas con la participación de numerosos intelectuales, periodistas, propietarios de medios privados, 8 El texto de la ley puede consultarse en http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/155000159999/158649/norma.htm 9 http://www.farco.org.ar/contenido.shtml?fview=182&x=39164 Susana Morales 61 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales representantes de organizaciones sociales, de medios comunitarios y de asociaciones profesionales. Finalmente, el proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados el 17 de septiembre de 2009 con 147 votos a favor, 4 en contra, una abstención y 103 ausente, mientras que en el Senado se aprobó el 10 de octubre con 44 votos a favor y 24 en contra. El año 2010 comenzó en nuestro país con nueva ley de medios, la ley de la democracia. Como era de esperarse, el duro golpe a los medios concentrados fue resistido tanto en el propio recinto legislativo, como desde las páginas de los diarios, canales de televisión y radios de estos medios, con argumentos tan falaces como contradictorios, como el hecho de que la nueva ley supondría un freno a la libertad de expresión. Comentario final ¿Cuál fue el saldo positivo de este debate que ganó la calle sin que fuera el efecto esperado por los grandes medios?. En primer lugar, que la sociedad comenzó a reconocer que la ley de radiodifusión que se pretendía reemplazar había sido puesto en vigencia por la dictadura militar. Por otro, que el espectro radioeléctrico no es propiedad de los grupos económicos/mediáticos sino que es de todos los habitantes. Que la libertad de expresión, de información y comunicación es un derecho humano y como tal debe estar garantizada por el Estado. Finalmente, se comenzó a conocer el nombre y apellido de los dueños de los grupos mediáticos y sus vínculos con el poder político y económico, por lo tanto detrás de cada noticia, editorial o crónica se esconden los intereses que cada cual defiende. Que no es poco. Ello permitió que la sociedad paulatinamente se fuera apropiando de esta ley y la democracia y esté dispuesta a preservarla de quienes, aun hoy, pretenden impedir su implementación. # Referencias Becerra, M. y Mastrini, G. (2009). Los dueños de la palabra. Buenos Aires: Prometeo. Bulla, G. Televisión argentina en los ’60: La consolidación de un negocio de largo alcance, en Mastrini, G. (edit). (2005). Mucho ruido, pocas leyes. Economía y políticas de comunicación en la Argentina (1920-2004). FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias). www.farco.org.ar Giniger, L.P. (2007). Legislación y concentración mediática en la Argentina. La revista del CCC [PDF]. Septiembre- Diciembre 2007, n° 1. Actualizado: 2007-10-08. http://www.centrocultural.coop/modules/revista/pdf.php?que=1&id=11. ISSN 1851-3263. http://infoleg.mecon.gov.ar/ ---------------. (2004). Los dueños de la palabra. Panorama sobre la propiedad de los medios de comunicación. Buenos Aires: Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. http://www.fcp.uncu.edu.ar/contenido/skins/www_fcp/download/estudio%20sobre%20med ios%20en%20argentina.pdf Horvath, R. (1986). La trama secreta de la radiodifusión Argentina. Buenos Aires: Unidad. Susana Morales 62 Televisión y reforma legislativa sobre medios audiovisuales Lanata, J. La historia se escribe en http://criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=2191, 13/04/08. papel, en Martínez, J.C. Señora: usted se robó dos chicos, en http://www.periodicolumbre.com.ar/articulo/285/se-ora-usted-se-robo-dos-chicos.html, 07/12/09. Mastrini, G. y Marino, S. (s/f): Al final del período. Los límites del progresismo. Políticas de Comunicación en Argentina durante el gobierno de Néstor Kirchner, en www.catedras.fsoc.uba.ar/mastrini/textos/mastrini_marino.doc Morone, R. y de Charras, D. (2005). El servicio público que no fue. La televisión en el tercer gobierno peronista, Mastrini, G. (edit). (2005). Mucho ruido, pocas leyes. Economía y políticas de comunicación en la Argentina (1920-2004). Ponsati, E. La guerra de los medios, en Revista Umbrales. Crónicas de fin de siglo. Año 5, Nº 7. Buenos Aires, 1998. Rodríguez M. J. (2009). Los fines justifican los medios. Radiodifusión cooperativa y mutual. Buenos Aires: Paraná. Sirvén, P. (1988). Quién te ha visto y quién TV. Buenos Aires: Editorial de la Flor. Ulanovsky, C. y Sirvén, P. (2009): Qué desastre la TV, !pero como me gusta!. Buenos Aires: Emece. Vinelli, N (2002): Ancla, Una experiencia de comunicación clandestina orientada por Rodolfo Walsh, en http://www.nuncamas.org/investig/ancla/ancla_00.htm Semblanza curricular Susana Morales es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna (España). Es docente e investigadora en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), especializada en el análisis de la apropiación de medios de comunicación y TIC´s (Tecnologías de Información y Comunicación). Sus publicaciones más recientes son: Políticas y prácticas de apropiación de la computadora en la escuela media en la década de los ‘90, Los jóvenes y las TIC´s y Comunicación y poder: Movimientos sociales y medios en la consolidación de las democracias (2009). Participa como dictaminadora de revistas especializadas y forma parte del equipo directivo de Radio Comunitaria La Ranchada. [email protected] Susana Morales 63 Esta página está en blanco 2 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Capítulo No. 3 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Félix Ortega Mohedano Universidad de Salamanca (España) Introducción Existen diferentes paradigmas teóricos sobre los efectos que producen los medios de comunicación de masas. Dentro de los estudios de efectos a largo plazo se encuentra la teoría de agenda-setting. Esta postula que los medios de comunicación de masas tienen una gran influencia sobre el público, al determinar qué historias poseen interés informativo y cuánto espacio e importancia se les da. El punto central de esta teoría es la capacidad de los mass media para graduar la importancia de la información que se va a difundir, dándole un orden de prioridad para obtener mayor audiencia, mayor impacto y una determinada conciencia sobre la noticia. Del mismo modo, deciden qué temas excluir de la agenda. La elección de la prioridad en la agenda mediática viene dada por la defensa de los intereses de los accionistas del medio de comunicación. El marco teórico de análisis surgió en 1968 bajo la investigación realizada por Maxwell McCombs y Donald Shaw durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Este marco empírico ha sido empleado para determinar los efectos sobre las audiencias desde una perspectiva psicológica y cognitiva. Las fuentes principales en las que se basa el marco analítico de agenda-setting para determinar su eficacia, es la relación entre los medios de comunicación y la opinión pública, las cuales constituyen sus principales herramientas de trabajo sobre los efectos en la audiencia. Los medios le indican a la audiencia los temas que son relevantes, los que debe considerar, la dieta alimenticia que debe consumir, considerando a ellos como creadores de la realidad del público, el cual es influido inconscientemente por el contenido a los que se exponen. Ell poder de influencia sobre las audiencias varía de un medio a otro, donde históricamente la televisión ha sido, y sigue siendo, el que mayor influencia tiene. No obstante, el medio de medios, ese contenedor dónde todos los medios convergen que es Internet, Félix Ortega Mohedano 65 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 empieza a ser el medio más relevante desde el punto de vista de la influencia sobre la audiencia en la construcción de la realidad. A medida que las sociedades más tecnificadas, con mayor acceso a la sociedad de la información y el conocimiento consumen cada vez más contenidos mediáticos en Internet, la relevancia de los distintos medios en este contenedor de contenedores evoluciona. El eje central de este marco teórico es comprender y analizar la capacidad que tienen las empresas audiovisuales para graduar la importancia de la información que se va a difundir, dándole un orden de prioridad para obtener mayor audiencia, mayor impacto y una determinada conciencia sobre la noticia. Sin embargo, un adecuado equilibrio y estructura del sector audiovisual en las sociedades democráticas debe favorecer la competencia, luchar contra la concentración de medios, reducir las barreras de entrada en el mercado, velar porque en todos los mercados audiovisuales exista un adecuado equilibrio entre sector audiovisual público y privado, que garantice que el servicio público audiovisual, que la dieta audiovisual de los ciudadanos sea lo más saludable, equilibrada y diversa. El marco teórico de la agenda-setting indica una influencia cada vez más demostrada y robusta en la construcción de la dieta mediática de los ciudadanos, su realidad y su constructo social. Es por ello vital que en este mercado audiovisual ideal y regulado, intervenido cuando no funcione adecuadamente, exista un legislador demócrata que ayudado de un observador Imparcial, un consejo audiovisual de medios, pueda velar por la buena salud de los ciudadanos. Los factores fundamentales que afectan la configuración de la agenda de medios vienen determinados fundamentalmente por: 1. Las alianzas entre medios, grupos de comunicación y gobiernos, ya sea a escala regional, nacional, continental y, hoy en día, de nivel global y mundial. 2. El establecimiento de prioridades informativas en los distintos medios, la gestión llevada a cabo por los gatekeepers, es decir, llos porteros de la agenda en los medios. 3. La canalización de la información redimensión y divulgación, así como la gestión de los gatekeepers en las agencias de medios, privadas y públicas. 4. La organización de la noticia, horarios, determinación de tiempo y espacio en los distintos soportes, países y públicos objetivo. En este sentido los impactos e influencia de la agenda-setting llevan a concluir que: 1. Lo que no entra en la agenda de los medios prácticamente no existe, al menos para el gran público. 2. Los aspectos que seleccionan y en los que ponen su atención los medios afectan la percepción que tiene el público sobre esos asuntos construye su dieta mediática. 3. El modo en que se encuadra una noticia, un tema o contenido -ya sea en formato texto, imagen o vídeo- establecer las normas básicas para su deliberación y puede afectar significativamente el desenlace final de la digestión, sea psicológica o cognitiva. Félix Ortega Mohedano 66 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 La agenda de actualidad de los grandes medios se define en base a criterios de poder y espectáculo, pero algo está cambiando con la nueva comunicación 3.0 donde los procesos de construcción de valor de los contenidos en la agenda de medios están cambiando. Consumos y usos de los medios, un cambio de escenario El marco de análisis de la situación de los medios de comunicación en el entorno socioeconómico actual está cambiando. A modo de ejemplo se muestra la situación de un mercado como el español, si bien esta es extrapolable a mercados y regiones del planeta que se estén desarrollando en situaciones de competencia en el sector audiovisual, de medios de comunicación y con fases de implantación activa de la sociedad de la información y el conocimiento. La gráfica siguiente expresa cómo el número de usuarios de los medios de comunicación ya alcanza más del 50 por ciento, siendo además los consumidores más atractivos para los medios, dada su edad y poder adquisitivo: Gráfica No. 1 Evolución de los usuarios en medios de comunicación España, 2010 Fuente: AIMC, EGM Audiencia febrero-marzo de 2010. El último mes reporta un porcentaje de individuos La gráfica siguiente reporta cómo en el mercado español la incorporación de las distintas franjas de edad crece a medida que se produce el avance y desarrollo de las políticas públicas y privadas en la implantación de la sociedad de la información: Félix Ortega Mohedano 67 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Gráfica No. 2 Perfil por edad de los usuarios de Internet España febrero-marzo 2010 Fuente: AIMC, EGM febrero-marzo Audiencias de Internet, base de usuarios 2010. Los datos e investigaciones presentadas por los distintos organismos, tanto públicos como privados, en la última década, muestran que en el siglo XXI la población en la franja de edad de 14 a 35 años es mayoritariamente usuaria de Internet, con tasas que oscilan el 75% y 95% en los distintos países desarrollados. Los considerados en vías de desarrollo, tienen tasas que oscilan en función del desarrollo tecnológico de cada país y la renta per cápita disponible en las familias-usuarios. Las tasas de uso de Internet en las franja de mayores de 45 años se ven reducidas a tasas menores. Esto viene motivado fundamentalmente, por barreras de entrada asociadas a la cultura, la formación y la falta de motivaciones. El contar con soportes móviles para acceder a este nuevo canal de comunicación no les interesa porque no les ofrece un productoservicio de su interés. En los países desarrollados el precio y acceso al servicio de Internet ya tiene precios y posibilidades que hacen prácticamente posible que toda la sociedad pueda tener acceso a este servicio de comunicación, ya sea por su gratuidad de facto o por encontrarse fuertemente subvencionado en velocidades que oscilan y oscilarán entre 1mb/s y 2mb/s como servicio de base universal. La gráfica siguiente manifiesta cómo la tasa de penetración de Internet en España se sitúa por encima del 35 %, ubicándose en los mismos niveles de penetración de los diarios y una población significativamente más joven entre sus usuarios: Félix Ortega Mohedano 68 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Gráfica No. 3 Tasa de Penetración % Encuesta General de medios en España Abril de 2009 a marzo de 2010 Fuente: AIMC, EGM abril de 2009 a marzo de 2010. La gráfica siguiente define la evolución de la audiencia general de medios en España a lo largo de los últimos 11 años. En ella, el contenedor de todos los medios, Internet, es el único que mantiene una tasa de penetración creciente y consolidada, mientras otros productos-servicios como los diarios, suplementos, revistas, cine e, incluso, la televisión han visto afectada su evolución en los últimos años muestran preocupantes descensos: Félix Ortega Mohedano 69 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Gráfica No. 4 Audiencia general de medios en España Reporte de 1999 a 2010 Índice de evolución y penetración Fuente: AIMC, EGM abril 2009 a marzo 2010. La próxima gráfica afirma que la audiencia joven se encuentra fundamentalmente en Internet y tiene una menor presencia en diarios, suplementos y radio. Es significativo señalar que todavía existe un acceso comparativamente bajo de la clase baja a Internet en España. Sin embargo, se sitúa en porcentajes de penetración muy próximos en los diarios y por encima en los suplementos. Entiende que su no presencia se debe más a razones de no necesidad y no formación que de no acceso real a este servicio: Félix Ortega Mohedano 70 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Gráfica No. 5 Penetración por género, edad y clase social España 2010 Fuente: AIMC, EGM 2010. En la gráfica siguiente se exhibe, a título de comparación, cómo las distintas clases sociales en España acceden a diarios e Internet de forma prácticamente idéntica. Sin embargo los jóvenes (de entre 14 y 34 años) se encuentran en un porcentaje doble en Internet frente a los diarios. Los mayores de 35 años consumen más diarios que los jóvenes en una proporción superior de 2 a 1, independientemente de su clase social o género. Félix Ortega Mohedano 71 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Grafica No. 6 Perfil y porcentaje de los usuarios de diarios e Internet en España 2010 Fuente: AIMC, EGM, 2010 España. Estos datos en la agenda de medios manifiesta un cambio significativo y notable en los usos y costumbres de los consumidores-usuarios. Este afecta notablemente al cómo será la comunicación en el futuro y su cadena de valor en las sociedades tecnificadas y digitales, como Japón, Suecia, Alemania, Dinamarca y otros países desarrollados. Asimismo, el entorno específico de y para las empresas de medios, las media enterprises, es inmenso y exige renovarse, digitalizarse y reinventarse o languidecer y hasta desaparecer. En ese sentido, el funcionamiento de la agenda de medios y como se inscribe ésta en la cadena de valor de los media products está cambiando, evolucionando y adaptándose a la nueva realidad comunicativa digital. Comunicación 3.O, hacia una nueva agenda-setting Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están revolucionando la sociedad actual, desde la política hasta la cultura, la educación y la empresa están afectando de manera significativa a la industria audiovisual, los medios de comunicación y la comunicación en el sentido extenso de la palabra. El cambio tecnológico que se está produciendo en la industria audiovisual está revolucionando los procesos de gestión de la cadena de valor de los productos audiovisuales en los distintos países. Félix Ortega Mohedano 72 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 La comunicación, los procesos de comunicación de los jóvenes de las comunidades digitales occidentales, aquellas dónde el acceso es ya un derecho y prácticamente universal, multiplataforma, es una necesidad creada pero real. La comunicación 3.0. se presenta ante la industria audiovisual, las media enterprises, como la revolución de los medios, los gestores de la industria audiovisual, los periódicos, la televisión, la radio, los videojuegos, el cine, las redes sociales, las webs y el todo digital. Ellos ya empiezan a vislumbrar la sociedad de la información el conocimiento y el entretenimiento audiovisual en el que tienen y tendrán que construir sus nuevos modelos de negocio. Esta comunicación 3.0. se caracteriza por ser: 1. Digital. El papel ha muerto y es una mera reliquia para mitómanos, como el vinilo en la industria musical. La juventud ya no lee en papel, ya no interactúa en analógico, lo nuevo sustituye irremisiblemente a lo viejo que además no es mejor. 2. Inmediata. Rápida, ágil y accesible desde cualquier dispositivo y a cualquier hora. 3. Social. Se comparte y comenta, es comunicación en el sentido estricto de la palabra, bidireccional, a través de un canal, con un mensaje, un código y un sentido. 4. En red. Tiene lugar en las plazas mayores de la red que son los foros, los chats, las redes sociales, blogs, mundos virtuales y todos aquellos espacios de encuentro dónde se faciliten los procesos de comunicación en tres dimensiones y en tiempo real. 5. Gratuita. Para el público objetivo dónde la publicidad justifica su gratuidad y pago para aquellos productos de valor añadido, dónde el cliente no encuentra productos sustitutivos gratuitos y está dispuesto a pagar por consumir. El ocio del consumo audiovisual, del concierto audiovisual, del cine y la música, será de pago siempre que el cliente perciba qué precio y valor de lo obtenido a cambio justifica su coste de oportunidad. Aquellos países y culturas con hábitos de consumo dónde el pagar un precio por productos audiovisuales de entretenimiento se justifique, consumirán más mediante el pago directo. En otros países y culturas dónde ese hábito no exista el pago por ocio audiovisual deberá ser co-pagado por los consumidores vía publicidad e impuestos, es decir, subvenciones directas a la industria audiovisual. 6. Multiplataforma. Tiene lugar en cualquier dispositivo y en cualquier lugar del planeta, incluso en la estación espacial internacional. 7. Abierta. Encuentra dominada por los grandes actores audiovisuales, por aquellos agentes que tienen en su posesión la mejor tecnología al mejor precio. Es el caso de Google, Yahoo, las majors, las empresas de telefonía, programación y software -tanto libre como de pago-. El mercado audiovisual es ya global y abierto, pero a su vez esa globalización ha redundado y redundará en procesos de concentración empresarial cada vez más acelerados. En lo global la ballena para sobrevivir debe ser grande, fuerte, inteligente, flexible y rápida como una orca, o casi un depredador del mar. En la red y la comunicación 3.0 cada vez hay más peces en el mar, las barreras de entrada al mar y los océanos son inexistentes, sin embargo, el control de los mares y la agenda mediática se encuentra dominada por las grandes empresas que actúan a lo largo de la cadena de valor, por los depredadores del mar, tanto el hombre y sus empresas que pescan en el mar, grandes y pequeñas (cada vez menos empresas en el mar pescan más peces), y por otros animales del mar que gracias a su adaptación, rapidez, suerte, tendencias consiguen sobrevivir en un océano abierto pero voraz. En el océano digital audiovisual de la comunicación 3.0 el tamaño, la Félix Ortega Mohedano 73 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 creatividad, la calidad y una estructura empresarial competente son condiciones sine qua non porque no hay posibilidad de subsistir, crecer y desarrollarse salvo en contadas excepciones, como en la naturaleza. En la red, el pez grande siempre se come al chico, salvo que el pequeño se especialice en los nichos de mercado no rentables para el grande. 8. Une para crecer. El lema es renovarse, interactuar o desaparecer. 9. Utiliza idiomas globales. Los idiomas marginales o minoritarios son islotes en medio o al margen de los continentes audiovisuales de mayor a menor importancia El chino, el inglés, el hindi-urdu, el español, portugués, ruso, árabe, japonés, francés y alemán son los dominantes, el resto no son relevantes y no existien en la comunicación 3.0. salvo por las traducciones automáticas de sistemas de software automatizados y siempre rudimentarios y de baja calidad. 10. Nuevo paradigma. En los estados los legisladores y distintos lobbys o grupos de influencia interesados en perpetuarse en el poder pueden tener, como la tienen, la tentación de meter mano en la Comunicación 3.0 en red para controlar el mercado y sus contenidos. Sin embargo, la comunicación 3.0. es abierta, libre y sin barreras de entrada, no así el uso y los contenidos que allí se encuentran. Como la mala hierba debe ser controlada y fumigada, a través de los canales de la democracia y el mercado la sociedad pueda control para que las agendas mediáticas de las industrias audiovisuales planetarias se preocupen no únicamente de maximizar la satisfacción de sus accionistas sino de garantizar que la dieta audiovisual de las generaciones de la comunicación 3.0 tengan los niveles de calidad, educación y salud que los ciudadanos merecen. Como la buena ópera, la mejor. Los usos y consumos de las industrias culturales están cambiando y los procesos de control de los gatekeepers sobre las agendas mediáticas varían en función de los equilibrios de poder que son ahora más significativos en la era digital. La diferencia con la era analógica es que ahora ellos son más rápidos, más diligentes, más inmediatos y el yugo si aprieta, no avisa, ni se le ve venir y simplemente sucede. Por ello, las teorías de la agenda mediática deben ser actualizadas al nuevo contexto y paradigma del todo digital. Los poderes seguirán teniendo interés en controlar y decidir qué es relevante y que no lo es, pero ahora -al igual que Inditex- ese paradigma de la moda universal escucha al cliente a la hora de decidir qué es lo que quiere consumir, es decir, solo ofrece aquello que con casi total certeza sabe que gusta. De esta manera, los constructores de la agenda en la comunicación 3.0, deciden qué ubicar en ella en función de aquello que sus clientes les indican que quieren consumir a través de la red. En definitiva, en la construcción de la agenda mediática de los medios de comunicación del siglo XXI, los gestores de la cadena de valor nadan en medio de un mar de cinco estrellas, donde los stakeholders pueden afectar o ser afectados por la actividades de una empresa o institución, ya sea pública o privada. Félix Ortega Mohedano 74 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Gráfica No. 7 Fuerzas que influyen en la construcción de la agenda de medios en la comunicación 3.0 Fuente: Elaboración propia. Obsérvese que la agenda de medios de la comunicación 3.0 navega cual núcleo dentro de su célula primigenia, en posición casi central pero ligeramente escorada hacia sus clientes, propietarios y gerentes. Hacia la línea editorial de la empresa, la membrana plasmática o superficie celular que debe servir de protección (en marrón clarito) para que la fijación de la agenda de medios se vea influenciada lo justo por los distintos agentes internos o externos de la empresa. Todo esto tiene lugar dentro de un mercado (en azul clarito) que puede ser más o menos democrático, más o menos monopólico (China), oligopólico (España) o en Competencia (la red globalizada 3.0 hasta la fecha, donde no hay barreras de entrada ni de salida) El camino hacia la libertad del ser humano en la modernidad también pasa por la necesidad de liberarse de la vieja agenda mediática, o mejor dicho, de construirla él mismo. Es él quien debe decidir indirectamente qué es noticia y qué no. Hoy ya no pasan desapercibidos otros temas importantes y también incómodos, sistemáticamente obviados o banalizados por la vieja agenda mediática de los medios tradicionales. La revolución de lo digital, los emails, las redes sociales, los repositorios de videos como Youtube y las televisiones bajo demanda revolucionan el cómo consumen medios los jóvenes y el futuro de la agenda mediática es como siempre han sido de los jóvenes. La sociedad y los clientes aparecen como parte interesada externa activa y clave en la construcción de la nueva agenda mediática de la comunicación 3.0. Al fin y al cabo son los ciudadanos los responsables de la construcción de medios más incluyentes que informen con perspectivas sociales más acordes a sus intereses. # Félix Ortega Mohedano 75 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Referencias McCombs, M. Influencia de las noticias sobre nuestras imágenes del mundo, en Bryant, J. & Zillmann, D. (1996). Los efectos de los medios de comunicación. Investigaciones y teorías. Barcelona: Editorial Paidós. Páginas 13-34. ----------------- & Evatt, D. Los temas y los aspectos: explorando una nueva dimensión de la agenda-setting, en Comunicación y Sociedad No. 195 Vol. VIII. 1995. Páginas 732. ------------------. (1994 b). The Future Agenda for Agenda-setting Research, in Journal of Mass Communication Studies Num. 45. Pages 171-181. ------------------. (1994 a). Influencing the Pictures in our Heads: Two Dimensions of Agenda-setting, in Journal of Mass Communication Studies Num. 45. ------------------ & Shaw, D. The Evolution of Agenda-Setting Research: Twenty-Five Years in the Market-place of Ideas, in Journalism Quarterly Num. 73 Vol. 2. 1993. Pages 58-67. -----------------. Explorers and Surveyors: Expanding Strategies for Agenda-setting Research in Journalism Quarterly Num. 69. 1992. Pages 813-825. ------------------. La comunicación de masas en las campañas políticas: información, gratificación y persuasión, en Moragas, M. de (Eds.). (1985). Sociología de la Comunicación de Masas. Estructura, funciones y efectos. Barcelona: Gustavo Gili McQuail, D. (1985). Introducción a las teorías de la comunicación de masas. Barcelona: Editorial Paidós. Rodríguez Díaz, R. (2004). Teoría de la agenda setting, aplicación a la enseñanza universitaria. Observatorio Europeo de tendencias Sociales. http://www.obets.ua.es/obets/libros/AgendaSetting.pdf Félix Ortega Mohedano 76 Agendas mediáticas y comunicación en la red 3.0 Semblanza curricular Félix Ortega Mohedano es doctor en Ciencias de la Información. Actualmente es profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Salamanca y desde 2009 funge como Secretario General del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Educación en esa institución. Su principal línea de investigación es el estudio de las políticas públicas y las industrias culturales a partir de la economía política de la comunicación. Ha sido docente y conferencista en universidades del Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, República Dominicana y Chile. Es miembro de asociaciones internacionales y nacionales en comunicación e industrias culturales, como ECREA, DIRCOM, ICA, AE-IC y ULEPICC. [email protected] Félix Ortega Mohedano 77 Esta página está en blanco 2 Segunda parte. Violencia y crimen organizado en las agendas mediáticas 117 Esta página está en blanco 2 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México Capítulo No. 4 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México José Antonio Meyer Rodríguez, Graciela Medina Ortíz Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla y Mónica Ávalos Castañeda Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo Introducción De acuerdo a Sánchez (2003:34), “el narcotráfico es la actividad de producir, distribuir y comercializar drogas ilícitas (marihuana, cocaína y opiáceos) y todo tipo de sustancias tóxicas derivadas”. Por sus características, constituye una actividad económica de doble dimensión que tiene, por un lado, un sustento de ilegalidad que lo asocia directamente con delitos como el secuestro, el tráfico de personas, el contrabando de armas y otros ilícitos. Por otro, mantiene una apariencia de legitimidad mediante el lavado de dinero en el sistema financiero que le genera grandes dividendos económicos y son reinvertidos en propiedades, bienes de consumo y capital. El poder económico generado conlleva la constitución de redes de amplia influencia que se favorece con la corrupción policíaca, la complacencia o protección de autoridades locales, regionales y nacionales e, incluso, con la intimidación de jueces y funcionarios públicos de diversa jerarquía. Esto significa, como lo establece Cajas (2008:32), que “un país con alta actividad de delincuencia vinculada al narcotráfico es sujeto de un gran debilitamiento en materia de seguridad pública, de degradación paulatina del sistema político en su conjunto, de infiltración de las instituciones públicas y privadas y la cooptación, indefensión y amenaza constante de sus ciudadanos”. El contrabando de narcóticos no es un fenómeno nuevo, ni mucho menos excluyente de países, regiones o culturas. Por el contrario, como lo señala Astorga (1996), está vinculado históricamente a los flujos de contrabando de nivel mundial, los cuales además José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 81 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México de provocar conflictos bélicos importantes generan una mutua dependencia entre naciones consumidoras y productoras como consecuencia directa de los intereses económicos multinacionales y los ineficientes sistemas de regulación, vigilancia y control a nivel local y nacional. En el presente, con el desarrollo de los transportes y las telecomunicaciones la dinámica del narcotráfico se ha multiplicado a gran escala y convertido en una actividad por demás diversa y compleja que auspicia la creación de la infraestructura necesaria para el tránsito eficiente de droga desde los sitios de producción hasta los de consumo. De igual forma, han facilitado la constitución de organizaciones en red, altamente eficientes, flexibles y en renovación constante cuya actividad otorga enormes ganancias clandestinas a sus promotores y muy variadas gamas de poder e influencia a los participantes. Ello se determina, según Pineda y Herrera (2007:31), “[…] por el crecimiento constante de la demanda y la diversificación en el consumo de drogas en los países más industrializados, convirtiendo al narcotráfico en uno de los negocios ilícitos más rentables de la actualidad. No obstante, esta actividad de carácter global provoca graves daños económicos y sociales a las naciones productoras y de tránsito, tanto por el cultivo clandestino de sustancias y la explotación de comunidades agrícolas como por la instalación de laboratorios encubiertos, la evasión en el pago de impuestos, la corrupción policiaca y el ejército, así como el ambiente de impunidad e inseguridad pública que genera”. En las últimas décadas del siglo XX los cárteles colombianos fueron los mayores productores de cocaína en América Latina, mientras los mexicanos se encargaban de su transporte a través de distintos puntos terrestres, marítimos y aéreos en el norte del continente. No obstante, a partir de la intervención coordinada de los gobiernos de Colombia y Estados Unidos sobre las operaciones del narcotráfico y la guerrilla1 se dio una modificación sustantiva en la configuración del proceso y los cárteles mexicanos encontraron la oportunidad de extenderse para convertirse desde principios del presente siglo en los principales productores de mariguana y pasta de cocaína en polvo en la región latinoamericana. De esta manera, como lo ha documentado Díaz (2005:76), los grupos delincuenciales antes dependientes se fortalecieron y diversificaron por todo el territorio hasta convertir al país “en el mayor productor de droga en América Latina y, sobre todo, en un consumidor en crecimiento a partir del expansivo narcomenudeo. Ello benefició mayormente a los poderosos grupos delincuenciales de Estados Unidos, dada la cercanía, interdependencia y posición estratégica de México, al tiempo que generó un incremento en el contrabando de armas hacia el sur de su territorio”. Vega (2007:3) ha destacado que hasta 2007 en México era permitida la importación de efedrina. Sin embargo, al descubrirse que muchos narcotraficantes realizaban acuerdos con algunos laboratorios para fabricar tabletas de anfetaminas y facilitar el ingreso de efedrina y pseudo-efedrina al territorio estadounidense, las autoridades federales reformaron diversas disposiciones de la Ley General de Salud, el Código Penal Federal y el 1 Presidencia de la República de Colombia (1999). Documento Oficial del Gobierno Colombiano sobre el Plan Colombia. http://www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/planof.html. Consultado el 5 de abril de 2010. José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 82 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México Código Federal de Procedimientos Penales (2008) para prohibir la comercialización y tráfico ilegal de medicamentos con principios activos o procesos derivados de la efedrina. Cuadro No. 1 Fuente: Guerrero, E. Los hoyos negros de la estrategia contra el narco, en Revista Nexos No. 326. México, agosto de 2010. Página 22. No obstante estas restricciones, México es en el presente el principal operador de los tránsitos de diversas sustancias -como la pasta de coca proveniente de Colombia o las pastillas elaboradas en El Salvador-, debido a que la vigilancia en sus fronteras y puertos es poco estricta y los agentes aduanales y de inmigración se coluden con los narcotraficantes. De igual forma, como Estados Unidos es el lugar de destino principal de la producción colombiana y mexicana, se auspicia también la internación ilegal de personas y transportes a través de aduanas, puertos y aeropuertos a fin de asegurar el flujo diario de estupefacientes hacia el territorio. En ese sentido, como refiere Santana (2004:23),. “esta actividad se ha convertido en un verdadero dilema, no sólo para México como país productor sino también para Estados Unidos como consumidor, ya que en el complejo proceso participan redes y organizaciones de distinto origen y orientación que han acumulado poder económico y cuentan con la capacidad necesaria para corromper autoridades, seducir empresarios o presionar a ciudadanos”. En los últimos años los tres órdenes de gobierno en México han sido rebasados por el fenómeno, como resultado del surgimiento de nuevas células de delincuencia y la lucha por mayores espacios de maniobra y supremacía que provocan un clima de inseguridad pública sin precedentes en importantes ciudades fronterizas, zonas turísticas y otras puntos José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 83 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México del territorio nacional. Ello fue reportado ampliamente por los medios de comunicación regional desde finales de 2005 -previo a las elecciones presidenciales de 2006-, cuando se manifestó un incremento notable en la inseguridad pública derivada del narcotráfico, el expansivo proceso de penetración de la delincuencia y los secuestros ante la complacencia e incompetencia de autoridades (gobiernos locales, leyes, policías y jueces) y la escasa denuncia de la sociedad. De este modo, pese a que su propuesta política durante la campaña presidencial se centró en la generación de empleos, la recuperación económica y el combate a la corrupción, la nueva administración de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) inició un ataque directo contra la delincuencia organizada y el narcotráfico hasta convertir esa lucha en la gran prioridad de su gobierno.2 No obstante, a más de cuatro años de una guerra fallida (Aguilar y Castañeda, 2009) abiertamente sustentada en la participación de las fuerzas armadas y una policía federal en reconstrucción, el saldo social según cifras del CISEN (2010) es calculado “en más de 30 mil muertos, muchos de ellos víctimas inocentes del fuego cruzado y el daño colateral. [Asimismo], el consumo de drogas es creciente y entre 2002 y 2008 el porcentaje de la población entre 12 y 65 años de edad que pasó a consumir cocaína se duplicó y en el 2010 casi el 6% de esa población es consumidor activo de algún tipo de estupefaciente”.3 A esa cifra se agregan decenas de periodistas asesinados y desaparecidos en distintos lugares del país, sin que hasta la fecha se detenga a los causantes.4 Aspecto de significación en este ámbito, es que si bien el gobierno federal estableció el tema del narcotráfico y el combate contra la delincuencia organizada en la agenda pública, dicha política no ha contado en la práctica con la legitimidad necesaria -tanto en el congreso como en los gobiernos locales y municipales- que le permita instrumentar una estrategia integral del Estado mexicano en su conjunto. Del mismo modo, ni el gobierno federal ha contado con una estrategia eficiente de comunicación que informe adecuada y suficientemente a la población sobre las acciones emprendidas, ni los medios con su excesiva difusión han contribuido a la comprensión, análisis y construcción de consensos a nivel nacional sobre un asunto que se mueve entre la seguridad pública y la seguridad nacional. Por ello, aunque las autoridades federales han realizado decomisos importantes de droga, detenido a líderes importantes y agilizado los procesos de extradición de delincuentes hacia Estados Unidos, es cada vez más extendida la percepción ciudadana en redes sociales, encuestas y manifestaciones públicas que el gobierno federal enfrenta descoordinadamente esta lucha, que su estrategia de inteligencia no funciona cabalmente y 2 Presidencia de la República. El Presidente Calderón en el anuncio de la estrategia integral para la prevención del delito y combate a la delincuencia. Miércoles, 7 de marzo de 2007. Discurso completo en: http://www.presidencia.gob.mx/prensa/?contenido=29337 3 Periódico La Jornada. Suman 28 mil muertos por lucha anticrimen: Cisen. Martes, 03 de Agosto de 2010. Consultado en: http://www.estudiod3.com/alianza/index.php/home/4467-suman-28-mil-muertos-por-luchaanticrimen-cisen 4 Periodistas sin fronteras. La escalada de la seguridad pública y la pesadez burocrática en medio del calvario de la prensa mexicana. México, 28 de septiembre de 2009. s.rsf.org/mexico-la-escalada-de-laseguridad-28-09-2009,34604.html José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 84 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México que sus acciones son reactivas frente a un enemigo disperso difícil de identificar en su operación cotidiana. Este desencanto social ha condicionado la percepción pública, generado mayores niveles de desconfianza en las policías y autoridades de procuración e impartición justicia en las zonas de mayor presencia delincuencial, al tiempo que ha provocado incertidumbre sobre el rumbo futuro del país. El dinamismo del proceso y la difusión constante de información por porte de los medios, mayormente enfocada en el análisis de los hechos coyunturales, las consecuencias y procedimientos de la lucha y la escalada generalizada de violencia en poblaciones de Michoacán, Nayarit, Guerrero, Chihuahua, Baja California, Durango, Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas, Aguascalientes, Hidalgo, Veracruz y Tabasco, resultan reiterativas y hasta integrales de una agenda mediática cotidiana. El gobierno federal ha sido cuestionado al evidenciarse violaciones de miembros del ejército a los derechos humanos de la sociedad civil, la ilegalidad de algunas detenciones, la muerte de personas inocentes y, muy especialmente, por la muerte de políticos y secuestros de periodistas y empresarios de parte del crimen organizado con el propósito de alcanzar una mayor presencia mediática. En consecuencia, la figura presidencial se ha desgastado -al declarar esta lucha como la primera prioridad de su mandato-, incrementado la ya de por sí estrecha confianza social en las instituciones de seguridad pública pero, sobre todo, afectado la imagen del ejército mexicano quien gozaba hasta hace poco del mayor reconocimiento en la estructura del Estado. Por lo anterior, esta investigación analiza la relación entre los enfoques informativos de tres diarios de cobertura nacional (Reforma, El Universal y La Jornada) y la revista Proceso sobre la agenda del narcotráfico y la lucha contra la delincuencia organizada, el debate público, las percepciones ciudadanas y los procesos de construcción de opinión pública en el país. El estudio se fundamenta primariamente en las perspectivas teóricas de agenda setting y news framing, las cuales aportan sustentos importantes de comprensión de estos fenómenos sociales mediatizados y donde los contenidos periodísticos de la agenda pública contribuyen al debate público e inciden, en buena medida, en las percepciones ciudadanas. En el nivel primario de la teoría de establecimiento de agendas (agenda setting), McCombs y Shaw (1972) identificaron que existe una predisposición de los públicos para incluir o excluir de sus propios conocimientos lo que los medios de información incluyen o excluyen de su propio contenido. En el segundo nivel, conocido por las características cognoscitivas y afectivas de los problemas, McCombs (2004) destacó mayormente los aspectos sobre los que se reconstruyen perceptualmente las informaciones, como la selección y jerarquización de los hechos, el tratamiento y los atributos periodísticos. De esta manera, las unidades de análisis utilizadas fueron un hecho o cuestión pública (issues) y los atributos, enmarcamientos y características que la constituyen (frames). Pese a ello, la teoría de los encuadres noticiosos (news framing) ha superado y renovado las conceptualizaciones y aportado mayores elementos para la comprensión de estos procesos. Entman (2004:22) la ha definido como “los marcos en los cuales se basa un periodista para la organización de la noticia. Es la visión determinada de un hecho, con una selección de elementos que se destacan o enfatizan y un encuadramiento específico a lo José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 85 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México largo de todo el texto. [Por ello], cuando el periodista enmarca los hechos, selecciona algunos aspectos de una realidad percibida y los hace sobresalir en el texto que construye para enfatizar una definición particular de ese hecho o problema, realiza una interpretación causal, una evaluación moral y plantea una posible solución”. La diferencia entre ambas perspectivas teóricas se encuentra precisamente en la naturaleza de la agenda de atributos. Así, mientras que la primera se centra en definir el tema central del mensaje la segunda busca analizar los enmarcamientos que pueden aparecer en todas las oraciones y párrafos de la información. El encuadre del texto hacia un determinado enfoque se hace de manera sutil, se evidencia a lo largo de todo el relato y destaca los diferentes atributos que el periodista enfatiza en cada uno de los párrafos de su texto. Para D´Angelo (2010:43) los enfoques noticiosos influyen sobre la opinión pública de distintas maneras, como la creación de prejuicios en la sociedad, donde al destacarse ciertos atributos de los hechos y personas se predispone hacia una percepción positiva o negativa. En ese sentido, “cuando a un grupo social solo se le destacan aspectos negativos se provoca rechazo, miedo y disgusto. Cuando sólo se enfatiza lo positivo, puede crearse una sobre valoración que no corresponde necesariamente a la realidad”. Otra manifestación también presente son las manipulaciones implícitas, mediante acciones no responsables del quehacer periodístico o el apego estricto a lo que una fuente dice y desea. En esta forma, su labor solo destaca ciertos atributos del hecho que solamente convienen a una determinada visión o interés. Sábada (2008) ha demostrado, por su parte, que los gobiernos y partidos políticos son altamente susceptibles a la agenda de los medios de comunicación y tienden a guiarse por los temas que ellos publican o difunden. Por ello, Watson (2009:107) ha expresado “la necesidad de estudiar quién orienta el ejercicio de los medios y qué se hace para privilegiar más unos asuntos sobre otros”. En ese ámbito, son de considerar las influencias institucionales que gobiernos y partidos políticos ejercen sobre los diferentes medios de comunicación. Con base en los hallazgos de sus investigaciones, el autor señala que: “la agenda [de los medios] depende de un elevado número de factores: los periodistas, sus actitudes profesionales, los códigos de ética y objetividad, las agencias de noticias, la competitividad entre las empresas periodísticas, así como el entramado institucional, el sistema de partidos, las diferentes presiones que ambos realizan a los directores de los medios y el propio quehacer de sus oficinas de prensa. En ese sentido, la función de los medios de comunicación como establecedores de agendas está condicionada por las prioridades y puntos de vista de los proveedores informativos, como las instituciones, los partidos políticos y los diferentes intereses del entorno político y económico. Por tanto, los periodistas tienen una suerte de supeditación sobre lo que hacen o dicen los actores políticos, sus voceros y equipos de trabajo y lo que las fuentes internas de la política les suministran”. Al analizar los factores periodísticos que intervienen en el proceso de construcción de la noticia, Craft y Wanta (2005) han clasificado en cuatro grandes ámbitos los niveles de mediación: • • Las características individuales de los periodistas Las rutinas profesionales y las cuestiones organizacionales José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 86 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México • • Los elementos externos al medio y otros medios de comunicación La publicidad, patrocinios y compromisos comerciales, los intereses institucionales, los gobiernos, partidos políticos y la audiencia del medio. De acuerdo a ello, el proceso de elaboración de la información implica mucho más que una función de selección o tratamiento –definida en los estudios iniciales- ya que el mensaje político generado desde las instituciones o los partidos políticos sufre una severa transformación al ser jerarquizado y manipulado por los medios de comunicación y los propios periodistas. De hecho, de una misma realidad política se obtienen relatos diferentes según el medio o periodista que la aborden. Es lo que Davis (1992:41) definió como el efecto prisma, en el cual “se reconoce que los medios de comunicación no reflejan la realidad tal cual es, sino que actúan como un calidoscopio que recibe luz de las informaciones de toda procedencia para refractarlos, constreñirlos y expandirlos”. Bajo tal dimensión, puede establecerse que los medios de comunicación encuadran, enfocan y transforman la realidad sobre la que informan. Ello, si bien condiciona las percepciones de los públicos, su nivel de condicionamiento es gradual y diverso en razón de sus propias características y órganos de mediación. Metodología de la investigación Este trabajo reconoce la capacidad de los periódicos y revistas referentes de México para establecer y configurar la agenda pública (decidir en qué pensar), definir algunos encuadres noticiosos (proponer en cómo pensar sobre los hechos) e incidir en la percepción social de esos hechos. Sin embargo, asume también que los procesos de recepción de los públicos cambian rápidamente y dependen hoy de diversos elementos, como el nivel de selectividad, las diferencias culturales o el contexto territorial en que viven. Ellos, como dice Grossi (2007)., se determinan por variados mecanismos de mediación que al ser apropiados y asimilados se expresan en formas explícitas de opinión pública. En ese sentido, la presente investigación se fundamenta en los siguientes supuestos: • La estrategia de comunicación del gobierno federal sobre el combate a la delincuencia organizada y el narcotráfico ha sido ineficiente y limitada, no contribuye a generar un clima de certidumbre social sobre la seguridad pública, ni mejora la confianza sobre las instituciones de justicia en el país. • Los encuadres informativos de las publicaciones referentes sobre la política de narcotráfico y combate de la delincuencia organizada del gobierno federal son mayoritariamente negativos y poco contextualizados, provocan incertidumbre y desfavorecen la comprensión social y política del fenómeno. • Las percepciones ciudadanas sobre la política de narcotráfico y combate de la delincuencia organizada del gobierno federal son disímbolas, politizadas y fragmentadas, sustentadas en diversas informaciones provenientes de fuentes mediáticas, experiencias diversas y rumores. José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 87 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México Para el caso, se ponderaron como sustantivas las siguientes variables de investigación: • Información del gobierno federal sobre la política pública, las actividades y consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia organizada. (Agenda política) • Encuadres noticiosos de los periódicos referentes sobre la política pública las actividades y consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia organizada. (Agenda del medio) • Percepciones de diferentes públicos del ámbito nacional sobre la política pública, las actividades y consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia organizada. (Agenda del público) Los instrumentos de análisis utilizados fueron los siguientes: • Análisis de contenido (temas y atributos) del material publicado por los periódicos Reforma, El Universal y La Jornada y la revista Proceso durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010 sobre la política pública, las actividades y consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia organizada. • Análisis de los enfoques noticiosos de los periódicos y revista referente durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010 sobre la política pública, las actividades y consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia organizada, a partir de las siguientes categorías: - Cantidad y suficiencia de la información - Contraste de fuentes primarias y secundarias - Diversidad de personajes intervinientes - Interpretaciones y adjetivaciones del periodista - Enfoque sustantivo de la información • Análisis de las percepciones ciudadanas sobre la política pública, las actividades y consecuencias derivadas del narcotráfico y el combate de la delincuencia organizada, a partir de los resultados públicos de distintas encuestadoras nacionales durante 2009 y 2010. Resultados de la investigación Análisis de contenido sobre narcotráfico y delincuencia organizada Desde el inicio de la administración del Presidente Felipe Calderón, las publicaciones referentes han dado cuenta detallada de la lucha del gobierno federal contra los cárteles de la droga y la delincuencia organizada en distintos sitios del territorio. Tanto en sus portadas como en páginas interiores las noticias, reportajes especiales, entrevistas y opiniones han José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 88 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México destacado los eventos como de alta importancia, supeditando la agenda pública y la orientación del debate político. Del análisis de contenido realizado sobre los temas y atributos durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010 (45 semanas), lograron identificarse 406 unidades de análisis organizadas –a partir de su valoración- en los siguientes 15 temas sustantivos: Tabla No. 1 Temas sobre narcotráfico y delincuencia organizada mayormente destacados por la prensa referente No. Categoría No. de unidades Porcentaje Positivas Negativas Neutras 1 Eventos delincuenciales y/o ejecuciones públicas 81 19.9 % 27 52 02 2 Vínculos del narcotráfico con agentes políticos o policiacos 68 16.7 % 03 49 16 3 Movilizaciones militares hacia las entidades federativas 55 13.5 % 10 38 07 4 Información sobre los líderes de cárteles del narcotráfico 46 11.3 % 05 37 04 5 Detenciones de narcotraficantes y miembros de la delincuencia 33 8.1 % 10 XX 23 28 6.9 % 02 25 01 6 Atentados contra la sociedad civil por enfrentamientos entre autoridades y delincuentes 7 Detención de policías, alcaldes y otros funcionarios 17 4.2 % 10 06 01 8 Reuniones del consejo nacional de seguridad y la CONAGO 14 3.4 % 02 07 05 9 Declaraciones de funcionarios del gobierno federal 13 3.2 % 03 02 08 11 2.8 % 07 02 02 Extradición de delincuentes hacia Estados Unidos 10 2.4 % 08 01 01 Cuestionamientos sobre la violación de derechos humanos por parte del ejército 9 2.3 % 03 05 01 10 11 12 Posturas de gobiernos extranjeros frente al narcotráfico en México José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 89 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México 14 Homenajes a militares y policías caídos en la lucha Percepciones de actores sociales sobre el narcotráfico 15 Confiscaciones de droga, armas y dinero 13 Total 8 2.0 % 03 02 03 7 1.8 % 02 05 XX 6 1.5 % 04 XX 02 406 100 % 92 231 83 22.6 % 56.9 % 20.5 % Fuente: Análisis de contenido de los periódicos Reforma, El Universal, La Jornada y la revista Proceso durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010. Estos temas, en los cuales se evidenció mayormente un enfoque negativo, se sintetizaron y analizaron sus características y enfoques con los siguientes resultados: Tabla No. 2 Atributos sobre narcotráfico y delincuencia organizada mayormente destacados por la prensa referente 1. Eventos delincuenciales y/o ejecuciones públicas.- De manera regular se identificaron acontecimientos violentos en las ciudades de Nuevo Laredo, Reynosa y Ciudad Victoria (Tamaulipas), la zona conurbada de Monterrey (Nuevo León), la zona urbana de La Laguna (Durango y Coahuila), Mazatlán y Culiacán (Sinaloa), la zona urbana de Nayarit (Nayarit) y Tijuana, Ensenada y Mexicali (Baja California). Consignaron casos extremos en Ciudad Juárez y Cuauhtémoc (Chihuahua), Acapulco (Guerrero) y la costa grande de Michoacán que acapararon la atención pública en distintas ocasiones del periodo. También se manifestaron eventos en otros sitios del país con menor nivel de intervención criminal, como Guanajuato, Cuernavaca, Aguascalientes, Veracruz, Villahermosa, Pachuca, Puebla y Cancún. Ello evidenció la presencia encubierta de la delincuencia organizada en lugares no afectados por la violencia generalizada, manteniendo un bajo perfil y una identidad simulada. En la mayoría de los eventos se destacó la acción tardía de las autoridades locales y regionales, quienes generalmente no reportaron detenciones o seguimiento en las averiguaciones. 2. Movilizaciones militares hacia las entidades federativas.- Durante el periodo se consignaron diversas movilizaciones militares y de la policía federal hacia los estados de Baja California, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán y Guerrero, con algunos resultados positivos de tipo temporal. No se reportó continuidad en las acciones, ni que la presencia militar haya logrado reducir el clima de inseguridad en esas entidades. Peor aún, se mantuvo una presencia delincuencial manifiesta con constantes enfrentamientos entre bandas y contra autoridades. 3. Información sobre los líderes de cárteles del narcotráfico.- En el periodo fue amplia la difusión sobre las organizaciones, sus principales territorios y líderes en jerarquía. También se identificaron grupos vinculados a los cárteles y sus constantes enfrentamientos. En algunos casos se debatió el interés de los grupos delincuenciales por promoverse y justificarse ante la sociedad, así como la necesidad de que los medios y periodistas suscriban códigos de ética para evitar ser usados o cooptados por la delincuencia José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 90 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México organizada. Aspecto por demás significativo lo constituyó la crítica sobre el eventual encubrimiento de autoridades judiciales y fuerzas policíacas a Joaquín Guzmán Loera (alias El Chapo), líder del cartel de Sinaloa, quien se fugó de la cárcel en 2001 y no ha sido nuevamente aprendido. No obstante, en varias ocasiones fue mencionado en las páginas de la revista Forbes (2008 y 2009) por considerarse uno de los “hombres más ricos del mundo”. Otro caso fue la entrevista del periodista Julio Scherer al narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada, quien negó que su captura pueda resolver el problema “ya que matan a unos y surgen otros”. La difusión de las detenciones siempre fue reforzada por spots de radio y televisión patrocinados por el gobierno federal. 4. Detenciones de miembros del narcotráfico y la delincuencia organizada.- En el periodo se reportaron golpes en contra de algún cártel en particular sin que se demostrara un avance definitivo en la lucha. Los procesos judiciales en contra de los detenidos y la extradición de algunos a Estados Unidos, si recibieron una amplia difusión inicial pero escaso seguimiento posterior. 5. Atentados contra la sociedad civil por enfrentamientos entre autoridades y delincuentes.- Durante el periodo se difundieron confrontaciones entre grupos de sicarios y el ejército o la policía y la agresión o muerte de personas víctimas del fuego cruzado. Tal es el caso de 3 estudiantes del Tecnológico de Monterrey, diversos niños, familias y transeúntes que fueron acorralados durante los enfrentamientos. 6. Detención de policía, alcaldes y otros funcionarios.- En el periodo fueron continuas las detenciones de policías estatales y municipales, así como averiguaciones sobre su presunta responsabilidad en el encubrimiento de grupos de la delincuencia organizada. En ese contexto, se reportó la detención de algunos agentes federales, policías ministeriales y ex miembros del ejército que actuaban al servicio de los cárteles desde las instituciones. De manera especial, se destacó la detención y consignación de funcionarios de la Procuraduría General de la República que encubrían las operaciones del crimen organizado y garantizaban la impunidad de importantes grupos en el país. Igualmente, fue profusa la información sobre el arraigo de autoridades de procuración de justicia y presidentes municipales del Estado de Michoacán como probables encubridores de grupos delincuenciales, sin que se haya podido probar su responsabilidad. Otro caso de amplia difusión fue el del diputado electo del PRD por el 1er. Distrito del Estado de Michoacán, Julio César Godoy Toscano, medio hermano del Gobernador de Michoacán, quien fue impedido de tomar protesta al ser denunciado por actividades ilícitas y vínculos con el narcotráfico. 7. Reuniones del Consejo Nacional de Seguridad Pública y la Comisión Nacional de Gobernadores (CONAGO).- En ellas las autoridades de los tres órdenes de gobierno manifestaron frente a representantes del sector empresarial y la sociedad civil compromisos para extender la coordinación de las fuerzas policíacas, el intercambio de información, labores de inteligencia y reducción de los índices de criminalidad e inseguridad pública en los distintos territorios. Ante el cuestionamiento público y de grupos sociales organizados por la coyuntura, los gobiernos reconocieron omisiones, errores y falta de eficacia en el cumplimiento de metas y la necesaria presencia militar en distintas entidades federativas del país. Sin embargo, no hubo seguimiento ni resultados concretos. 8. Posturas de gobiernos extranjeros frente a la lucha de México contra el narcotráfico.- En dos ocasiones se realizaron reuniones de los consejos de seguridad nacional de México y Estados Unidos con la presencia de secretarios de estado y directores de agencias federales. En 2009 la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, para suavizar las declaraciones de políticos y militares estadounidenses que calificaron a México como un "Estado fallido", llamó valiente al Presidente Felipe Calderón y admitió la responsabilidad de su país en el tráfico de armas hacia la frontera sur. Sin embargo, en 2010 los políticos estadounidenses manifestaron nuevamente su preocupación por la intensidad de la violencia y el narcotráfico en la frontera sur de su territorio, al considerarla un auténtico José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 91 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México atentado contra su seguridad nacional. En ese sentido, el Presidente Barack Obama se declaró indignado por el asesinato de una joven pareja en Ciudad Juárez, la Secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, cuestionó la presencia del Ejército en las calles de México, y el ex zar antidrogas, Barry McCaffrey, declaró que "Ciudad Juárez es ya inmensamente más peligrosa que Bagdad o Kabul". El gobierno de México, por su parte, asumió una postura de indefensión y abandono ante un problema multinacional y demandó una política constante de colaboración para no sucumbir en esta lucha. 9. Cuestionamientos sobre la violación de derechos humanos por parte del ejército.- Difusión de reportes de violación a los derechos humanos de los ciudadanos, acciones de excesivo uso de la fuerza y nula protección de la sociedad civil en caso de balaceras y enfrentamientos con los delincuentes. Destacó el caso de una anciana que presuntamente fue agredida y violada por miembros del ejército. Sus familiares acusaron con el apoyo de la Procuraduría del Estado de Veracruz, pero una resolución de la Comisión Nacional de Derechos Humanos finiquitó el caso. 10. Homenajes a militares y policías caídos en la lucha.- Durante el periodo fueron constantes los homenajes a militares muertos, permanentes los reconocimientos a altos mandos y promociones de grado para incentivar los esfuerzos de las integrantes de las fuerzas armadas. A ese respecto, fueron regulares las manifestaciones del Presidente de la República e integrantes del gobierno federal sobre la lealtad de este sector, loa avances en los resultados obtenidos y la conveniencia de continuar la participación de la milicia en la guerra contra el narcotráfico. 11. Confiscación de dinero, plantíos de mariguana y laboratorios clandestinos, así como depósitos de efedrina y otras sustancias tóxicas en distintos lugares del país. Entre ellos se destacó el caso de Chen Li-Ye Gon, un ciudadano chino-mexicano que operaba una fábrica de medicamentos encubierta y poseía una cuantiosa cantidad de dólares en efectivo en su domicilio. Ante un operativo de la policía federal huyó hacia Estados Unidos donde fue detenido y es actualmente sometido a un juicio de extradición. Asimismo, la reforma a la Ley de Salud que consideró como ilegal la importación de efedrina hacia México y su uso por parte de la industria farmacéutica en la producción o comercialización de medicamentos, fue también ampliamente documentada. Fuente: Análisis de contenido de los periódicos Reforma, El Universal, La Jornada y la revista Proceso durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010. Análisis de los enfoques noticiosos en las unidades informativas En casi todos los eventos sobre el tema, la cobertura de las publicaciones referentes fue más o menos similar, con obvias diferencias en la ponderación, selección y jerarquía. La revista Proceso fue siempre la más incisiva en sus reportajes y entrevistas, seguida de los periódicos La Jornada, El Universal y Reforma. En conjunto aportaron distintos elementos para el debate público y mantuvieron siempre delante de otras publicaciones. En algunas ocasiones se identificó el interés del gobierno federal porque se informara con amplitud sobre los logros alcanzados en materia de seguridad pública. Sin embargo, esos propósitos se diluían rápidamente y los periódicos retomaban gradualmente el control de las coberturas para imponer sus propios enfoques e interpretaciones de un fenómeno cada vez más extenso y complejo. Cuando esto sucedió, los periódicos solo se limitaron a legitimar José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 92 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México -desde la óptica de los funcionarios o los discursos del Presidente- la importancia de la lucha, justificar las decisiones del gobierno y dar validez a sus acciones. Ellos buscaron difundir como unidades informativas independientes los discursos oficiales y fotografías, pero también existencia de acciones militares encubiertas y violaciones a los derechos humanos de la población. Tabla No. 3 Enfoques noticiosos en las unidades de análisis Tema Enfoque periodístico Debate público Acontecimientos delincuenciales Existen constantes acontecimientos delincuenciales en distintos lugares del país que afectan cada vez más a la sociedad civil. Hasta el momento no hay una acción efectiva de parte de las autoridades municipales y estatales. El gobierno federal está solo en esta lucha desigual. Excesiva violencia por parte de la delincuencia organizada, con armas de alto poder, vehículos equipados y modernos sistemas de comunicación. La inseguridad pública es creciente y se extiende cada vez más por todo el territorio. Cuestionable complacencia de la autoridad local, alta ineficiencia de las procuradurías estatales y jueces medrosos al aplicar la ley. El crimen organizado ha penetrado las instituciones y existe una corrupción generalizada en policías, autoridades estatales y jueces. El secuestro del ex senador del PAN Diego Fernández de Cevallos es toda una incógnita Movilizaciones militares y policíacas Extensivas movilizaciones del ejército y la policía federal en las zonas con mayor presencia delincuencial, lo que incrementa la incertidumbre social en esas zonas. El gobierno federal se ha equivocado al involucrar excesivamente al ejército en la lucha contra el narcotráfico. La delincuencia se atrinchera ante la presencia del ejército pero no abandona la plaza, continúan los enfrentamientos entre bandas y en diversas ocasiones hay enfrentamiento con las fuerzas armadas. La presencia del ejército no ha reducido la incertidumbre en las zonas de mayor delincuencia. José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 93 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México Detenciones de líderes de los cárteles El ejército utiliza métodos extra legales y viola los derechos humanos de la ciudadanía. El ejército se extralimita en sus atribuciones, ante la complacencia de las autoridades federales. El gobierno federal ha mejorado sus sistemas de inteligencias y ha logrado la captura de líderes importantes en los distintos cárteles La sociedad reconoce el alcance de las detenciones de algunos capos y lugartenientes, pero desconfía del proceso judicial y la seguridad de las cárceles mexicanas Algunas denuncias ciudadanas han permitido localizar a grandes lugartenientes que actuaban en la impunidad y al amparo de las autoridades locales Homenajes a militares y policías muertos Detenciones de policías y funcionarios Los cárteles no han sido afectados por las detenciones, debido a su estructura flexible y de constante renovación de mandos Manifiesta una mayor colaboración entre las autoridades federales y locales en la lucha contra el narcotráfico La lucha del gobierno federal es todavía insuficiente y necesita mayor nivel de inteligencia El gobierno federal reconoce el compromiso de las fuerzas armadas en esta lucha. El gobierno federal ha otorgado muchas concesiones al ejército, pero existen resultados concretos de esa intervención. El ejército es leal a las instituciones El ejército necesita someterse al sistema de justicia civil ante actos de exceso y de violación de los derechos humanos El ejército cuida de los ciudadanos y enfrenta al crimen organizado Debe ponerse un límite a la participación del ejército en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada. El narcotráfico ha penetrado las instituciones y tiene cooptados a policías y jefes de las principales municipios fronterizos. La renuncia del Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, no fue suficientemente explicada El gobierno federal arraigó a autoridades judiciales y presidentes municipales de Michoacán por posible encubrimiento de narcodelincuentes El arraigo a los presidentes municipales de Michoacán demostró la incompetencia de las autoridades de la PGR Funcionarios de la Procuraduría General de la República y la AFI se encontraron cómplices de los cárteles de la droga Existen evidencias de que el Secretario de Seguridad Pública posee recursos de procedencia ilegítima. José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 94 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México Confiscaciones de dinero y droga Reuniones del Consejo de Seguridad Pública Reuniones del Consejo de Seguridad México-Estados Unidos El gobierno federal ha realizado muchas confiscaciones de dinero, drogas y armas prohibidas, como nunca antes en la historia. El caso de Chen-Li Yigon no está resuelto y las autoridades estadounidenses han retrasado su extradición. El gobierno federal busca romper los ciclos financieros y de lavado de dinero. Aún no existen evidencias claras de las distintas acciones. La sociedad manifiesta su molestia por la incompetencia y corrupción de las autoridades y demanda acciones firmes y eficientes. El gobierno federal enfrenta la lucha solo y con poca inteligencia. Los gobiernos estatales expresan su disposición para colaborar, pero en la práctica no dan evidencias de ese compromiso. El ejército no es la solución para resolver el grave problema del narcotráfico Estados Unidos ofrece apoyo al gobierno de México, pero condena que sus acciones no han logrado reducir el ambiente de inseguridad en la frontera norte. El gobierno federal ha asumido una postura de indefensión y abandono ante un problema multinacional. Fuente: Análisis de contenido de los periódicos Reforma, El Universal, La Jornada y la revista Proceso durante el segundo semestre de 2009 y los primeros cuatro meses de 2010. Análisis de percepciones ciudadanas sobre narcotráfico y delincuencia organizada En las evaluaciones realizadas por la encuestadora Consulta Mitofsky (2010) sobre los siete semestres de gobierno del Presidente Felipe Calderón, la ciudadanía manifiesta desilusión ante los pobres resultados económicos, preocupación por los índices de inseguridad pública y malestar por el enrarecido ambiente político del país. Por el amplio despliegue mediático de los últimos años, el narcotráfico se ha reconocido finalmente como uno de los asuntos nacionales más preocupantes. En ese sentido, la valoración que los mexicanos tienen sobre los resultados de la actual administración federal en distintos rubros, cuestionan la incertidumbre económica y los pobres resultados en materia de combate a la pobreza, la precaria generación de empleos y la desatención a los problemas de los emigrantes en Estados Unido. Los análisis muestran que los ciudadanos si entienden y reconocen la importancia de las reformas estructurales -políticas, hacendaría, de justicia, energética y laboral-, pero perciben muy pocas acciones de la administración federal en beneficio de los José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 95 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México sectores más desprotegidos y el crecimiento económico del país, las cuales fueron dos de las principales demandas sociales en la contienda presidencial de 2006. En los diferentes sondeos es manifiesto que la inversión social no ha llegado hasta la base social, a pesar de que los precios internacionales del petróleo rebasaron los niveles históricos y hubo un superávit en las finanzas públicas durante varios años. En ese sentido, aunque la agenda política y el debate mediático cotidiano se centran en la lucha contra la delincuencia organizada y el narcotráfico, los ciudadanos siguen pensando que los gobernantes desatienden sus necesidades de empleo, seguridad social, educación, vivienda y salarios, al tiempo que falta una decidida protección de los derechos humanos de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos y una postura de mayor compromiso con las comunidades de expulsión ante la disminución en las remesas económicas hacia el país. Las demandas de atención de las prioridades sociales, condicionan en gran medida la percepción ciudadana toda vez que un alto porcentaje considera la acción gubernamental contra la delincuencia organizada y el narcotráfico como generadora de una gran incertidumbre, la extensión de la inseguridad y un aliento para la mayor violencia en la frontera norte y principales ciudades del centro y norte del país. Al ahondar sobre la participación del ejército en esa lucha, la ciudadanía considera inadecuada su presencia ante la serie de violaciones a los derechos humanos en diversas comunidades y la muerte de víctimas inocentes producto de los enfrentamientos con grupos armados. Por su parte, las encuestas encomendadas por la asociación México Unido contra la Delincuencia (Consulta Mitofsky, 2010), los ciudadanos rechazan la incidencia constante de las informaciones y opiniones de los medios de comunicación sobre la guerra contra el narcotráfico. Cuestiona la magnificación de los hechos y preocupa por la expansión de los hechos violentos en muchos lugares del país. En los resultados es manifiesto que la percepción no sólo depende de variables socioeconómicas, sino de elementos culturales, de experiencia vivencial, acceso a medios de comunicación, participación en redes sociales y, sobre todo, la región donde se habita. En ese sentido, la población del norte del país expresa mayor preocupación por la inseguridad que las del centro y éstas que las del sur y sureste del país, donde la presencia delincuencial no ha alcanzado todavía mucha presencia. No obstante, en el sur se dispara el secuestro de migrantes y la violación de sus derechos fundamentales. En sentido general, los ciudadanos si externan una gran preocupación por la violencia y la inseguridad de las cuales responsabilizan directamente al gobierno federal al haber provocado enfrentamientos constantes con los narcotraficantes y afectaciones contra la sociedad civil. Conclusiones generales En un contexto de violencia creciente, producto del narcotráfico y el combate a la delincuencia en el país, la política del gobierno federal ha sido inconsistente y en constante proceso de rearticulación, no ha contado con instrumentos eficaces de coordinación con las autoridades regionales y locales y no ha alcanzado el consenso social necesario para una acción más definitiva. En ese sentido, el análisis ha comprobado una estrategia de comunicación igualmente ineficiente y limitada que no ha contribuido a generar un clima de certidumbre social sobre la seguridad pública, ni mejorado la confianza sobre las José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 96 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México instituciones de justicia en el país. Identificaron vacios en la comunicación gubernamental y poca capacidad para difundir información significativa cotidiana sobre la política pública. A ello es de agregar una persistencia por destacar y magnificar logros alcanzados en la lucha mediante eventos mediáticos y propaganda en medios audiovisuales, los cuales no solo desvirtúan el sentido de la realidad sino que confunden a la ciudadanía. En ese marco, se ha destacado también la carencia de consensos con organizaciones y grupos sociales que han sido víctimas de la delincuencia organizada y que cuestionan sistemáticamente la inseguridad en el país. Manifestó la dispersión, falta de definición y sentido de la información gubernamental, la cual se ve confrontada cotidianamente por la cobertura de los periódicos que exhiben el escaso valor de una acción pública que pretende beneficiar a la sociedad. En su afán por convencer a la sociedad de la efectividad de las movilizaciones militares y policíacas, el gobierno federal ha contribuido a generar un clima de incertidumbre que se recrudece por los impactos de la recesión económica mundial y las polarizaciones político-electorales de nivel federal y regional. El gobierno se ha visto rebasado por la realidad de la violencia, la corrupción y la impunidad, donde las instituciones de seguridad, procuración e impartición de justicia han sido exhibidas de manera pública y en toda su magnitud por la cobertura de los medios. Contra lo previsto, la ciudadanía ha sido testigo constante de las limitaciones en materia de seguridad pública, desintegración e incapacidad para conducir, proponer y liderar la lucha por parte del gobierno federal o revertir de alguna manera los procesos hacia condiciones mayormente controlables. En lo que se refiere a los encuadres informativos de las publicaciones referentes, se ha identificado un tono mayoritariamente negativo que ha incrementado el ambiente de incertidumbre en el país y desfavorecido la comprensión social y política del fenómeno. Aspecto de mención especial en el estudio, es que en las informaciones mediáticas los funcionarios federales –incluyendo al Presidente de la República- se manifiestan más preocupados por responder a los cuestionamientos públicos o aclarar declaraciones que en buscar acuerdos que permitan respaldar las acciones y responder con mayor eficiencia a las demandas sociales. Al no existir una definición política clara, las publicaciones referentes del país han orientado el debate nacional hacia las consecuencias de la lucha, los costos sociales, económicos y jurídicos que provoca, las implicaciones para la joven democracia mexicana y el impacto sobre las condiciones económicas prevalecientes. No obstante, en su difusión cotidiana se han identificado inconsistencias y falta de análisis que expliquen las causas o la articulación de elementos que propiciaron la descomposición gradual del tejido social en el país, como la baja calidad del sistema educativo, la falta de oportunidades para un empleo estable y bien remunerado, las carencias de un sistema de salud rebasado, las insuficiencias del aparato de impartición de justicia y su nivel de atingencia e imparcialidad, el condicionamiento de los valores cívicos por la cultura del entretenimiento masivo o la transformación y fragmentación de las familias que ha llevado a muchos jóvenes y niños a emigrar hacia Estados Unidos u otras entidades en busca de mejores alternativas de vida. Del mismo modo, no se ha explicado que el abandono del campo por parte de las políticas sociales de las últimas dos décadas ha arrojado a familias enteras hacia las labores de siembra y custodia de plantíos de mariguana y amapola, mientras el sentimiento de frustración y decepción ha generado un ambiente propicio para buscar en los José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 97 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México estupefacientes la forma de evadir o encontrar una fallida respuesta a las interrogantes sobre un futuro personal. En el nivel de la percepción social, el estudio ha demostrado la falta de significación, producto de la politización y fragmentación de las informaciones provenientes de fuentes mediáticas, experiencias personales diversas y múltiples reacciones en redes tecnológicas y rumores. La agenda mediática ha buscado definir los temas, términos, espacios y actores del debate, pero los ciudadanos no actúan siempre como avales de un juego de suposiciones que no se ajusta a sus intereses y necesidades. Como lo ha referido Cueva (2006), la percepción se ubica generalmente en el ámbito de lo subjetivo y, dependiendo de los mediadores sociales y los referentes culturales y regionales, hace suya una interpretación parcial de la realidad que no siempre provoca decisiones pertinentes y pormenorizadas de los distintos asuntos públicos. Por lo anterior, la inoperancia de la política pública contra el crimen organizado y el narcotráfico y la acción poco constructiva de los periódicos referentes, ha contribuido –sin que se lo hayan propuesto explícitamentea incrementar la frustración colectiva y la decepción sobre el gobierno federal y sus políticas públicas. El gobierno no ha sabido explicar la dimensión, causas y consecuencias de las amenazas, ni el sentido, integralidad y consenso social necesario de la lucha, hecho que ha marcado el destino político de la presente administración federal. De igual forma, con sus constantes procesos de refracción de una realidad violenta y sin control los periódicos referentes han construido una significación poco propicia de un fenómeno que amenaza con desbordarse y confrontar mayormente al país ante la falta de soluciones y acuerdos. Y, aunque en un principio el tema les fue impuesto por la coerción gubernamental, hoy lo han adoptado como propio convencidos de que les aporta credibilidad social y un gran margen de negociación frente al gobierno federal. Esas acciones no buscan contribuir al debate público ordenado y propositivo, sino controlar la agenda para fortalecer su posición e influencia. En ese contexto, los diferentes públicos –no siempre expectantes y poco participativos- solo tienden a apropiarse de los contenidos que les son cercanos, ante la falta de análisis sustantivos. Por tanto, las interpretaciones suministradas por los periódicos no necesariamente han servido de referencia central de una realidad pública que solicita apoyo participación, debate y legitimidad social. Ha faltado congruencia y sentido de integralidad en la comunicación, por lo que la sociedad percibe un discurso público contradictorio en el que por un lado el gobierno señala avances y optimismo en la lucha y, por otro, la realidad práctica y la difusión mediática cuantifican ejecuciones, muestran incompetencias en las policías y excesos en el ejército. En tal forma, es cada vez más evidente que el complejo fenómeno de la violencia y la lucha contra el crimen organizado se encuentra íntimamente relacionado con la corrupción en los distintos órdenes de gobierno, la impunidad que erosiona seriamente la estructura del estado de derecho y la carencia de estatutos jurídicos que prevengan, persigan y sancionen auténticamente a los delincuentes. En consecuencia, se identifica un desgaste en el capital político del Presidente que condena al país a un estancamiento económico y un rezago democrático. # José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 98 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México Referencias Aguilar, R. y Castañeda, J. (2009). El narco: la guerra fallida. México: Santillana Ediciones Generales. Astorja, L. (1996). Mitología del narcotraficante. México: Plaza y Valdés. Cajas, J. Globalización del crimen, cultura y mercados ilegales, en Revista Ide@s CONCYTEG. Volumen 3, 36. México, junio de 2008. 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José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 100 Agendas y percepciones sobre el narcotráfico en México Semblanza curricular José Antonio Meyer Rodríguez es doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna (España). Sus líneas de investigación se centran en la comunicación política, la comunicación para el desarrollo y la comunicación estratégica. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (México) y autor de libros y artículos especializados sobre comunicación. Es Secretario de la Red Académica Iberoamericana de Comunicación e integrante de las asociaciones Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación y Mexicana de Investigadores de la Comunicación. Evaluador del Consejo de Acreditación de la Comunicación y dictaminador de revistas especializadas sobre Comunicación tanto nacionales como internacionales. Actualmente coordina el cuerpo académico Comunicación, Democracia y Desarrollo y la academia de Comunicación en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México). [email protected] Graciela Medina Ortiz y Mónica Adriana Ávalos Castañeda son licenciadas en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla y la Universidad Autónoma de Hidalgo (México). Actualmente participan como ayudantes de investigación en el cuerpo académico Comunicación, Democracia y Desarrollo de la primera institución. José Antonio Meyer, Graciela Medina y Mónica Ávalos 101 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Capítulo No. 5 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez Universidad de Sevilla (España) Introducción Las grandes agencias de información nacieron, como es sabido, desde el primer tercio del siglo XIX. La referencia es a Havas (Francia), Wolff (Alemania), Reuters (Alemania/Inglaterra), Associated Press y United Press (ambas de Estados Unidos). Los servicios que ofrecían se centraban sobre todo en la economía y la geopolítica, después comenzaron a suministrar noticias de sucesos. Los diarios ligados a sus servicios las publicaban y sus tirajes comenzaron a subir. De sobra es conocido el litigio HearstPulitzer en Estados Unidos y sus pugnas por suministrar noticias sensacionalistas, muchas de ellas ligadas a los sucesos y conflictos bélicos. En España, a finales del siglo XIX y principios del XX, se cometió el crimen llamado de la calle Fuencarral. Los periódicos lo narraron con detalle y el público siguió en masa los acontecimientos a través de la prensa. En Inglaterra, ya en nuestros días, el grupo de prensa amarilla del magnate Rupert Murdoch (News of the World, The Sun, etc.) contribuyó decisivamente a cambiar la intención de la Casa Real inglesa tras la muerte de Diana de Gales, fallecida en accidente de tránsito en París de 1997. Puesto que ya nada unía a la corona con Diana, la ceremonia del entierro no tuvo carácter oficial pero la presión de la prensa sobre la opinión pública obligó a la reina a montar una ceremonia fúnebre de estado convertida en espectáculo mediático que fue seguido por millones de personas en todo el mundo a través de la televisión. Ante ello surge la siguiente pregunta: ¿Por qué esta atracción del ser humano por todo aquello donde la muerte esté en primer o segundo Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 102 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico plano, o incluso aparezca de forma más o menos explícita? De ella se deriva la hipótesis de este trabajo. Metodología En diversos trabajos (Reig, 1995 y 2010)1 se ha establecido un marco teórico suficiente para este tipo de investigaciones. En ese sentido, este trabajo se centra de forma directa en la constatación y análisis de la presencia de mensajes periodísticos relacionados con la muerte. Ello conduce a la búsqueda de una fuente primaria empresarial que argumente desde su punto de vista dicha presencia, a la vez que refleje la controversia que en algunos sectores periodísticos de México suscita el hecho de la hiperabundancia de sucesos luctuosos y la forma de enfocarlos. Todo lo anterior obliga a rastrear mensajes suficientes e indagar en opiniones directas de periodistas y propietarios de medios. Hipótesis El principio de incertidumbre psicológico (Reig, 1995), empuja a los seres humanos a sentir atracción hacia el tema de la muerte. Dicho principio es aprovechado por los medios de comunicación con un doble fin, el informativo y el mercantil. A este doble fin se añade, de acuerdo a este trabajo, el ideológico. Periodismo y miedo en México México, su periodismo, miedo y muerte, provocados sobre todo por el lamentable clima de violencia que el país vive desde hace años, genera miedo y un enraizamiento en las mentes de que la muerte los acecha. Una muerte no explícita, pero que puede llegar en cualquier momento como se demuestra en la siguiente información: Ante titular No se han registrado heridos Titular Atacan a tiros la sede del diario mexicano El siglo de Torreón Subtitular El país latinoamericano es uno de los más peligrosos para ejercer la profesión periodística. Este año ya han fallecido ocho profesionales Fuente: www.elmundo.es. Madrid, 18 de agosto de 2009. O en ésta otra: 1 A finales de 2010 o en 2011 se publicará el trabajo de Ramón Reig titulado “Periodismo y muerte: bases teóricas y psicosociales y el caso de México”, donde el lector encontrará fundamentación teórica. Cuando se redactaron estas líneas –agosto de 2010- aún no se conocía la referencia exacta. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 103 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico El narcotráfico pone al periodismo de investigación en México bajo pena de muerte Juan Cuevas, director de un diario de Guerrero, en el sur de México, está acostumbrado a las llamadas de narcotraficantes: “Me dicen: Tú sólo tienes que informar; ni investigas, ni opinas, ni editorializas”, asegura el periodista. “Somos tan frágiles, estamos tan desprotegidos, que si estas personas quieren, vienen a la oficina y me llevan a mí o a todos, o nos atacan”, dice Cuevas. Fuente: Sofía Miselem. AFP. México, 20 de agosto de 2009. Su caso es sólo un ejemplo de la indefensión de los periodistas mexicanos, víctimas de la violencia por parte de los cárteles de drogas y sus enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, añade la nota. México es el país más peligroso del continente para la prensa. Como defensa, muchos comunicadores y medios han optado por la autocensura. Ya no se puede hacer periodismo de investigación “so pena de muerte”, según denunciaron comunicadores mexicanos a representantes del Comité para la Protección de Periodistas y de Reporteros sin Fronteras (RSF) de visita en el país, (ANSA, 5 de agosto de 2009). "La sociedad se quedó sin el derecho de denuncia, pues hacerlo es ponerse la cruz en la frente", dijeron los periodistas. Ante las crecientes agresiones al gremio -muchas de ellas impunes-, comunicadores de diferentes medios han conformado el Frente Nacional de Periodistas por la Libertad de Expresión (Associated Press, 6 de septiembre de 2009). Varios periodistas también han protestado ante la Procuraduría General de la República por su indiferencia y silencio ante los asesinatos y desapariciones de reporteros que se han registrado en los últimos años, (El Universal, 12 de septiembre de 2009). En una carta citada por EFE (www.p-es.org, 12 de diciembre de 2009) los periodistas han criticado las condiciones en las que ejercen su trabajo, el cual consideran como “vulnerable, inseguro y desprotegido”. En la misma línea va este titular: Secuestrado y amenazado de muerte en Chihuahua el periodista Cleofas Ledezma Flores Fuente: Periodistas en español. 22 de diciembre de 2009. http://www.pes.org/index.php?option=com_content&task=view&id=5318&Itemid=62 O bien este otro: La FIP [Federación Internacional de Periodistas] señala que la impunidad y pasividad de las autoridades mexicanas resulta exasperante Fuente: Periodistas en español, 20 de diciembre de 2009). http://www.p-es.org/index.php?option=com_content&task=view&id=5561&Itemid=62 Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 104 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Como puede observarse, a la incertidumbre que se convierte en miedo se une la impotencia del profesional que trata de cumplir con su obligación sin que alguna institución teóricamente encargada de protegerle lo haga. Es una situación asfixiante que acaba con toda esperanza de que el periodismo sea, en efecto, un auténtico servicio social y público. Al no ser de otra manera, del miedo se pasa a la muerte y de ahí al miedo de nuevo. Es la ley del silencio y la espiral del silencio. Sin embargo, también con la muerte aparece el lucro y el negocio utilizando de forma consciente o instintiva los basamentos psicosociales. En ese sentido, Coronado, Salas y Aguilar (2009:28) han señalado que: “[…] A lo largo de 2008 se registraron 223 actos contra periodistas y medios informativos, cifra abrumadora considerando que en el Informe Buendía 2007 se consignaron 113 casos. Es decir: se duplicaron las agresiones y los actos inhibitorios contra el trabajo periodístico. No es gratuito, por ello, que se catalogue a 2008 y al primer semestre de 2009 como uno de los periodos más violentos y con mayor número de ataques para el periodismo mexicano en los últimos tres lustros. En tal contexto, una vertiente central es que no sólo se duplicó la cantidad de casos, sino que de manera alarmante aumentó el número de asesinatos: si en 2007 se consignaron cinco homicidios, en 2008 se ultimaron a 12 periodistas. En al menos siete casos existen indicios de que su muerte se debió a su quehacer periodístico. Del total de homicidios, ocho ocurrieron en zonas donde la delincuencia organizada y el narcotráfico han logrado una gran influencia y parecen tener el control. En 2009, el panorama tampoco es alentador, pues hasta junio se han registrado cinco homicidios, una tendencia similar a 2008 con un asesinato por mes”. Ilustraciones periodísticas sobre el miedo, la muerte y sus significados En este apartado se constatan textos visuales que complementan los argumentos anteriores, todos ellos referidos a la dinámica miedo-muerte existente actualmente en México. Asimismo, a las ilustraciones se añaden los análisis y significados correspondientes: En la noticia que abre esta edición se hace referencia a la victoria que la selección mexicana de futbol logró contra la de Estados Unidos por 2 dos goles a 1. Inmediatamente debajo de esa información aparece otra central, dando cuenta de que el director de la cárcel del Cereso (Centro de Readaptación Social) se ha librado de ser ejecutado por el crimen organizado 2 . De lo anterior se interpreta el siguiente significado: 2 El concepto que suele otorgarse en México y España al verbo ejecutar es distinto. La prensa española nunca empleará este verbo para referirse a una acción del terrorismo o el crimen organizado. Ello es algo reservado a la justicia y el orden establecido. Por tanto, ETA no ejecuta, sino que asesina. En México, el llamado narcoterrorismo –y las organizaciones criminales en general- ejecutan, según los medios de comunicación. En España eso sería inadmisible. En el fondo, subyace la idea weberiana: el monopolio de la violencia –sea cual sea- es del estado y de nadie más. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 105 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Gráfico No. 1 Portada de El Diario de Chihuahua 13 de agosto de 2009 Los públicos celebran en la calle el triunfo de México sobre EUA en futbol. Pero al margen del significado político, ¿es un escape o un descanso ante las tensiones cotidianas?. La realidad está en la siguiente noticia, por lo que. ¿sirve el fútbol para evadirla?, ¿para evadir el miedo?. ¿Le sirve el fútbol al poder para desmembrar la angustia de los públicos ante las crisis que el mismo poder genera?. A esto se le llama utilización ideológica de la muerte y de los mensajes mediáticos que la proyectan. En la siguiente ilustración la realidad que vive México –ante una elevada indiferencia internacional- está patente: Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 106 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Gráfico No. 2 Portada de El Diario de Chihuahua 17 de agosto de 2009 El significado que se extrae de ese texto se resume en los siguientes puntos: ¿Construyen los medios la realidad cotidiana?: 1 año de la matanza de Creel Inseguridad en las escuelas Asesinan a “El loco Elizalde” Denuncia Cruz Roja que hospitales no quieren recibir heridos de bala La pregunta procede porque lo que refleja la portada son noticias relacionadas con el miedo y la muerte, los cuales a su vez generan más miedo. Estos enunciados son perfectamente coherentes con lo que aquí se ha esbozado como psicología social del miedo, utilizada en este caso por el periodismo. El periodista sabe que con ese enfoque las noticias atraen mayormente a los lectores. Asimismo, sabe que esas empresas periodísticas no tienen interés alguno en concientizar o analizar a fondo un hecho sino obtener ingresos y equilibrar a fin de año la cuenta de resultados. La matanza de Creel (Chihuahua) es un buen acontecimiento para vender periódicos. Una organización Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 107 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico criminal pretendía eliminar a alguien que se encontraba en un acto social en ese lugar de la Sierra Tarahumara, al norte de México. En el acto se dieron cita personas de todas las edades, niños incluidos. Los pistoleros llegaron y dispararon a diestra y siniestra, acabando con la vida de personas inocentes. En sus reseñas los periodistas no hacen lo que quieren, sino lo que es de más interés para su empresa y sus lectores. Eso es algo que siempre debe tenerse en cuenta. Este enfoque sensacionalista del periodismo llega a extremos cuando se analizan dos cabezas periodísticas que aparecieron en Chihuahua, con la única finalidad de ganar dinero de la manera más dura, antiética y sin respeto alguno a la dignidad de las personas. Nos referimos a El Heraldo de la Tarde y a El Peso, el primero de los cuales pertenece a un grupo mediático relevante denominado Organización Editorial Mexicana (OEM) de la familia Vázquez Raña (Mancinas Chávez, 2008). A continuación se reproducen tres portadas de estos medios, acompañadas de una breve valoración analítica de sus contenidos. Gráfico No. 3 Portada de El Heraldo de la Tarde 17 de agosto de 2009 Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 108 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Gráfico No. 4 Portada de El Peso 17 de agosto de 2009 Significado: La combinación casquería-violencia-sexo (utilización mercantil de la mujer), suele ofrecer buenos resultados económicos. El éxito se basa en lo ya dicho, atracción por el sexo, el hecho muerte, el misterio y el morbo. No es nuevo en absoluto. En España, por ejemplo, lo hizo a partir de 1976 la revista Interviú. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 109 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico La siguiente portada llega a límites aún más extremos, demostrando que todo vale para vender. Una joven desapareció y fue hallada muerta y en descomposición un tiempo después. El medio no tiene el más mínimo reparo en enseñar el cuerpo de la víctima, tal y como fue hallado. El contraste es brutal y despiadado entre la muerte y la vida (el sexo), representada por una mujer semidesnuda que posa –en la estructura de la portada- al lado del cadáver, en actitud erótica. Arriba, otra persona asesinada yace en el suelo. El término maquilera se refiere a alguien que trabaja en una maquiladora, empresas de manufactura intermedia, generalmente clandestinas o semi clandestinas, que se instalan en el norte de México y emplean a mujeres jóvenes como mano de obra barata, con horarios de trabajo muy prolongados. Empresarios de Estados Unidos suelen estar vinculados a esta actividad. Gráfico No. 5 Portada de El Peso 20 de agosto de 2009 Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 110 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Significado: Estamos ante un negocio puro y duro, sin moral, ética y escrúpulos. Nada tiene que ver esto con el periodismo. ¿Por qué?, porque las imágenes no aportan nada nuevo a la noticia, ya que en realidad no hay noticia, ni interpretación o formación. Porque el ser humano tiene derecho a la dignidad, la intimidad y el honor. En este caso, la fallecida y sus familiares. El diario El Peso se creó en abril de 2005, su tiraje inicial llegaba a los 8 mil ejemplares, pero para 2009 había subido hasta 45 mil. Una muestra del caso español Anteriormente se ha indicado que este tipo de “información” –aunque no de forma tan macabra- tuvo en España una presencia evidente en los años setenta del siglo pasado, con revistas como Interviú (semanario que aún se publica). Antes, en los sesenta, destacan los casos del periódico El Caso. Más adelante, en los años noventa, el grupo francés Hachette editó Noticias del Mundo, otro periódico sensacionalista que utilizó la muerte como arma comercial aunque no se quedaba ahí, porque su línea iba más por lo increíble y lo asombroso, sin excluir la exageración o la mentira para lograr sus fines. Eso sí, con la complicidad evidente del receptor. Sin embargo, aún en la actualidad se deja sentir una intencionalidad sensacionalista como lo demuestra la portada que se exhibe a continuación de El Correo de Andalucía (1/8/2010), un diario español que tiene sus raíces en el siglo XIX. El hecho que se observa en la gran foto de primera plana tuvo además que ver con México, aunque no con su violencia, sino con un acontecimiento que provoca temor y miedo también en el receptor. En el verano de 2010, media docena de jóvenes españoles decidieron llevar a cabo una especie de excursión por el río Gallinas, en el estado mexicano de San Luis de Potosí. Para ello requirieron de los servicios de un barquero. La temporada de lluvias hizo crecer en exceso la corriente del río, la barca zozobró y sólo el barquero y dos jóvenes lograron salvarse. Poco a poco los equipos de rescate fueron hallando los cuerpos de los fallecidos. La foto de El Correo de Andalucía muestra el de una joven. Desde luego no estamos ante las portadas de El Peso, pero no cabe duda que esa imagen nada añade a la noticia, solo morbo y, por consiguiente, atracción comercial. ¿Acaso el diario la publicó por ser verano y estar en crisis económica?, factores ambos que influyen y han influido decisivamente en la venta de la prensa, junto con la huida de los lectores a lo digital o, sencillamente, a no leer prensa alguna. Otros diarios españoles de referencia no la publicaron y las informaciones que ofreció ese mismo día la televisión pública española no contenía esa imagen tan explícita donde se puede distinguir perfectamente el cadáver desnudo de la chica. Por el contrario, la cámara de TVE mostró de forma precavida el mismo lugar donde fue hallado el cadáver pero sin acercar su objetivo al detalle. La sábana que cubre el cuerpo es sólo un leve atenuante que no justifica la publicación de una imagen contraria a la intimidad de las personas y el respeto a las familias afectadas. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 111 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Gráfico No. 6 Portada de El Correo de Andalucía 1 de agosto de 2010 En 1971, en una casa de un pequeño y económicamente deprimido pueblo del sur de España, llamado Bélmez de la Moraleda, aparecieron unas extrañas caras (en la cocina de la casa, en el fogón) así, de pronto, según manifestó entonces al hoy profesor Antonio Ramos Espejo la dueña de la casa. Desde entonces, el acontecimiento ha llenado páginas de periódicos y libros. Las caras eran borradas -incluso con cementopero rebrotaban. Es materia todavía de todo tipo de especulaciones que no vienen al caso, lo que sí nos interesa es constatar la atracción de los receptores hacia el tema. Aquí la muerte y lo sobrenatural están implícitos. Nuestro instinto de muerte y nuestra Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 112 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico educación explican el éxito del fenómeno. Reproducimos a continuación la página del diario Ideal (de Granada) donde Antonio Ramos Espejo narraba por primera vez el evento. Gráfico No. 7 Portada de El Correo de Andalucía 1 de agosto de 2010 En una dirección parecida –la existencia de lo sobrenatural- enfocaba el citado Noticias del Mundo una portada de 1995 en la que achacaba al diablo una serie de catástrofes que se habían producido en el mundo. El resto de las “informaciones” de la primera plana de este semanario dan una idea de su línea editorial. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 113 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Gráfico No. 8 Portada de El Correo de Andalucía 1 de agosto de 2010 La simplificación del discurso bueno-malo -en concordancia también con la educación- suele ser rentable ideológica y comercialmente hablando. Aún así, de todas formas, el tono “lúdico” del semanario es evidente3. Entre la muerte, la tragedia y la sonrisa o la risa sólo hay un paso. 3 Más información puede obtenerse en: http://www.flickr.com/photos/papelcontinuo/sets/72157600180186373/. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 114 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Adicionalmente, se encontraron las siguientes líneas: En septiembre del año 94 se publicó el primer número de Noticias del Mundo, un diario que llenó el hueco que dejó “El Caso” en el periodismo español. Noticias del Mundo era la versión española del diario Weekly World News. Básicamente se trataba de las mismas historias que aparecieron en la edición americana, pero pasadas por un filtro adaptado a la mentalidad española y con temas añadidos propios de España. Así pudo leerse la historia de Mauricio, el niño vampiro, la del hombre que tenía un hacha clavada en la cabeza pero hacía una vida normal, la milagrosa aparición de la faz de Chiquito de la Calzada en un jamón y el hijo secreto de Elvis que vivía en Murcia. Los rockeros zombies, empleados que disecan a su difunto jefe, misioneros que devoran a unos caníbales, etc… Una lista interminable de freaks, situaciones absurdas y noticias demenciales que hicieron pasar grandes momentos. En el número 41, una nota en el periódico alertaba que tras unos extraños sucesos la redacción al completo se trasladaba al Triángulo de las Bermudas a investigar. Nunca se supo más del periódico4. La muerte, en primera persona o en segunda, de manera expresa o tácita, seduce al humano. Y los medios le dan lo que le seduce aunque de manera superficial, como regla genérica. La muerte y su contexto venden. También hay otro tipo de venta -más intangible- que la muerte a través del periodismo, igualmente necesaria para toda estructura de poder: la venta de la muerte como ideología. Gráfico No. 9 Portada Periódico ABC 19 de junio de 1999 4 Véase http://www.papelcontinuo.net/443/noticias-del-mundo/. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 115 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico El contexto geopolítico en que se publica la imagen anterior es el referido al conflicto de los Balcanes de 1999. La OTAN, sin permiso internacional, bombardea Serbia que antes había llevado a cabo crueles ataques contra zonas bosnias, croatas y de Albania. El objetivo era derrotar al régimen del fallecido presidente Milosevic quien pretendía construir “la gran Serbia” sobre la base de un régimen socialista marxista. De la imagen se infiere: Fotografía de 1999, se supone que es la calavera de un bosnio o kosovar asesinado por los serbios y arrojado a una fosa común. Intencionalidad política derivada del Nuevo Orden Mundial declarado en 1991 por George Bush. Intencionalidad sensacionalista. Simplicidad del discurso: buenos (bosnios-croatas pro occidentales) contra malos (serbios a quienes Occidente no considera amigos) o viceversa. Se pretende colocar al receptor de parte del bando occidental mediante una banalización del discurso, ocultando complejidades propias de todo acontecimiento histórico. Es la contribución de la prensa mercantil para que la estructura de poder en que se desenvuelve (y de la que forma parte) se conserve. La muerte sigue vendiendo: un testimonio Hemos creído necesario apoyar nuestra demostración de contenido con un testimonio del mundo del periodismo. Intentamos aportar una prueba de que la muerte, la incertidumbre y el temor, venden. Para lograrlo se acudió a Eduardo Rojero, webmaster de El Ágora de Chihuahua (www.elagoradechihuahua.com.mx) y uno de los propietarios de esta publicación digital. Le solicitábamos que indicara si suben las visitas en su medio cuando se produce un acontecimiento trágico, ¿cómo reacciona el lector y cuál es su opinión como empresario ante todo el asunto?. La respuesta se desglosa en los siguientes puntos: Definitivamente sí [suben las visitas]. En Chihuahua, las noticias van de boca en boca, y cuando alguno se entera que mataron a fulano o zutano en equis o zeta lugar, rápidamente buscan informarse sobre todos los detalles. Los periódicos impresos no se actualizan hasta el día siguiente, entonces acuden a Internet. Nosotros sabemos exactamente qué buscan las personas en Google. Con mucha frecuencia los términos son similares a: "balacera del periférico" [carretera de circunvalación de la ciudad de Chihuahua], "asesinan a jefe de policía" y cambian dependiendo de los incidentes. Ante un caso como estos, nuestras visitas se incrementan dramáticamente. Cuando se trata de un caso que afecta seriamente a la comunidad, el efecto dura por días. Las fotos muy explícitas de sangre son notoriamente exitosas. Mucha gente se escandaliza, pero al mismo tiempo va clamando su descontento entre otras personas y por ende, aumentan nuestras visitas. Entre más escandaloso y amarillista el sitio, más tráfico. El morbo vende, vende, vende. Pero nuestro director, con un código de principios muy fuerte, establece siempre límites al seguimiento de sucesos sangrientos. Pero desafortunadamente, aunque la gente parece acostumbrarse a estos hechos, siguen en aumento. Y son pocos quienes no han escuchado una balacera o visto un muerto en la banqueta. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 116 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Se ha vuelto costumbre que si dejamos pasar un hecho sangriento, nos invaden los reclamos de lectores por no darlo a conocer. Tanto porque prefieren enterarse de ello en nuestro sitio o porque nos acusan de servir a los intereses del gobernador ocultando la "realidad”.5 ¿Utiliza al periodismo el crimen organizado?: El reto del periodismo mexicano El debate que existe en México desde la intensificación de la actividad del crimen organizado, recuerda al que se produce ocasionalmente en España: ¿cómo hay que informar cuando ETA asesina a alguien para no promocionar las acciones de esta organización?. Sergio Belmonte Almeida, director de Comunicación Social del Gobierno de Ciudad Juárez, publicó un artículo al respecto6, del que se extraen algunos párrafos: “¿A quién le sirve la noticia que transmite dolor y muerte; la que habla de incapacidad, corrupción y escándalo en el sector policíaco; la que reseña como hazañas las prácticas terroristas del crimen organizado; la que avergüenza, atemoriza y daña las emocionas de una comunidad generando psicosis colectiva?”. ¿Quiénes se benefician con la saturación de información policíaca, esa que ha brincado desde las páginas interiores de los diarios a las primeras planas y es el menú que domina en los noticiarios de medios electrónicos?. Son dos preguntas de actualidad que no tienen respuesta pública, pero de las que cualquier ciudadano en sus cinco sentidos conoce y se guarda su respuesta, porque los únicos beneficiarios del sensacionalismo informativo son precisamente los narcoterroristas. Los modernos mercenarios de los cárteles de la droga actúan con la misma lógica generadora de pánico que utilizan los grupos armados de otros países para desestabilizar gobiernos. Mientras que el terrorismo internacional persigue fines políticos, ideológicos o religiosos; los narcoterroristas tienen como objetivo el poder económico. En ambos casos no actúan de frente a sus víctimas. Se mueven en la clandestinidad, con el factor sorpresa a su favor, utilizan el armamento más sofisticado del mercado y tienen suficientes recursos para corromper y comprar las alianzas oficiales que sean necesarias. Los dos producen terror y ganan con el miedo que experimenta el ciudadano común que prefiere el silencio para seguir viviendo, a la denuncia valiente que puede provocar la muerte. Información sobre ejecuciones, balaceras y asesinatos cobardes que han llenado toneladas de páginas de la prensa escrita y han consumido millones de minutos de tiempo aire en la radio y la televisión, otorgándole un nivel de importancia muy por encima del que se ha concedido a otros asuntos vitales de nuestra agenda comunitaria. Podrá argumentarse que en la lucha por la conquista de las audiencias, en la guerra por los públicos, los medios de comunicación se ven impelidos a vender precisamente lo que el publico demanda, porque son empresas comerciales, de entretenimiento, no de asistencia social ni reguladoras de contenidos. Pero aún cuando todavía esté por verse si se da al consumidor de noticias material de escándalo porque es el que prefiere, o si se le orienta a preferir este tipo de contenidos; habría que hablar de la responsabilidad social de los medios y del 5 Entrevista realizada vía correo electrónico entre el 15 y 20 de diciembre de 2009. 6 Artículo publicado en http://www.chihuahuamoderno.com.mx el 24 de agosto de 2009. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 117 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico papel regulador que en beneficio de cada ciudadano debe cumplir el código de ética en cada empresa dedicada al periodismo”. En febrero de 2010, la edición digital del diario español El Mundo7, publicó una crónica de la agencia Efe que colocaba el debate en unos términos muy ajustados a la realidad, al tiempo que ofrecía datos sobre asesinatos de periodistas en México en los últimos años. Por su indudable interés, se reproduce íntegramente dicha crónica: En el país más peligroso de América para los reporteros La prensa mexicana debate si dar voz a los mensajes de los carteles de la droga Efe, sábado, 27 de febrero de 2010. Después de que Calderón criticara la publicación de 'narcomensajes', los periodistas se preguntan si aportan información o publicidad. La publicación en medios de los 'narcomensajes' de los cárteles mexicanos de la droga sólo beneficia al crimen organizado y resulta poco fiable en lo informativo, han señalado varios expertos en comunicación."Es un punto de partida para construir una información, pero en sí misma es absolutamente ilegítima",ha expresado José Carreño Carlón, periodista veterano y ex jefe de prensa del presidente Carlos Salinas de Gortari(19881994).México ha reavivado el debate en este sentido a raíz de las críticas del presidente Felipe Calderón a la difusión en prensa de las llamadas 'narcomantas'. A través de estas pancartas, que los cárteles llevan colgando varios años en puntos muy visibles, se advierte a mafias rivales de que ése no es su territorio, se critica al Gobierno o se busca ganar el favor de la población."Hay que darles el trato de mensaje de una fuente anónima, y no darle publicidad como si se tratara de algo que fuera seguro", aconseja Carreño, que analiza a los medios en un programa de televisión y coordina el área de Periodismo de la Universidad Iberoamericana. La estrategia del crimen organizado ha pasado también, en el caso de algunos grupos, por asesinatos extremadamente violentos como decapitaciones y descuartizamientos para atraer la atención de los medios de comunicación, junto a los que colocan mensajes. Los criminales a través de sus mensajes quieren aterrorizar a la sociedad, así como a quienes se encargan de expandirlos, aseguró Calderón, quien lanzó una guerra contra el narcotráfico a su llegada al poder en diciembre de 2006.Con más de 65.000 miembros de los cuerpos de seguridad desplegados por el país contra los cárteles, la contienda, entre el Gobierno y los barones de la droga y de éstos entre sí, acumula ya más de 17.000 muertos entres años. ¿Información o publicidad? Para Carreño, la prensa mexicana se debate entre dar voz o no al crimen organizado, sin que por el momento haya una tendencia victoriosa sobre la otra."Lo que no pueden hacer los gobernantes es poner en duda el derecho de los medios a escoger qué publican y qué no publican", ha añadido. No obstante, defiende el derecho de Calderón a poner en cuestión la ética periodística como cualquier otro ciudadano. Por su parte, el presidente de la Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex), Armando Prida, ha afirmado que las 'narcomantas' lo único que generan es inquietud en la ciudadanía y publicidad para el crimen organizado. Los medios no se deben de prestar para hacer un favor al crimen organizado, no puedo avalar que la libertad de expresión sea utilizada en contra de la sociedad", ha manifestado. Uno de los cárteles que, en su opinión, más emplea este método de comunicación, es la Familia 7 Véase http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/27/comunicacion/1267270055.html, 27/2/2010. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 118 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Michoacana, que opera principalmente en el sur del país. El cartel trata de ganarse a la población con reclamos de que su actividad solo busca protegerla, y de que no están de acuerdo con los abusos de otros grupos criminales, ha dicho Prida. Ambos analistas consideraron que la delincuencia organizada supone el condicionamiento más notable para la libertad de prensa en México."Empezamos a tener la mayor autocensura en la historia de nuestro país, todo el mundo tiene miedo, seguiremos con ello mientras siga imperando la impunidad", ha lamentado Prida. En 2009, 12 informadores fueron asesinados por grupos criminales, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y en lo que va de año tres periodistas han muerto a manos el crimen organizado. Desde 2000, la cifra alcanza casi los 60, según Reporteros Sin Fronteras, lo que convierte a México en el país más peligroso de América para ser periodista. Los textos anteriores incrustan de lleno en el reto que tiene el periodismo mexicano: ¿cómo informar? Pascual Beltrán del Río8 pone de relieve la encrucijada del profesional de la información ante estas circunstancias: “Tenemos que responder preguntas como las siguientes: ¿Vamos a reproducir los narcomensajes, a pesar de no tener certeza de quiénes los redactaron? ¿Vamos a hacer bloque con las autoridades en la lucha contra el crimen o mantener nuestra independencia y honrar el papel de fiscalización que corresponde a la prensa? ¿Vamos a reproducir imágenes de violencia sin reparar en que entramos en hogares cuyos miembros no tienen una capacidad homogénea de digerirlas? ¿Nos vamos a dejar usar por los criminales para hacerse publicidad?”. Si tiene tan mala fama hacerlo con los comunicados oficiales y las fotos de funcionarios que sólo buscan la promoción personal, ¿por qué reproducir los llamados narcomensajes sin un mínimo espíritu crítico o esfuerzo de interpretación?. Es una equivocación en el ejercicio periodístico negarse a ver que tanto los recados del crimen organizado como las decapitaciones tienen un claro efecto propagandístico e intimidatorio. Y que sus autores buscan la caja de resonancia de los medios de comunicación para potenciar su mensaje de terror”. La difusión de las narcomantas y las decapitaciones en algunos medios —al principio, quizá, por su carácter novedoso— ha ayudado a que estos fenómenos pasen de ser excepcionales a convertirse en rutinarios. Los medios que les brindan espacio hacen un pobre servicio informativo a su público, que generalmente recibe las imágenes sin mayores elementos para comprender su significado. En cambio, colaboran con las estrategias de los delincuentes, sirviéndoles de altavoz”. Algunos han querido ver este tema como un asunto de libertad de expresión. Dicen que no publicar imágenes de narcomantas o cabezas cercenadas equivale a no retratar la realidad y prestarse a la censura. Sin embargo, es un error considerar que los medios son simples coladeras de hechos noticiosos y que no tienen la obligación de contextualizar y aportar al entendimiento de la información que difunden”. El reto que tenemos los periodistas es importante: cómo encontrar formas imaginativas de registrar la gravedad de la situación de seguridad pública que enfrenta el país, sin dejar de cumplir con nuestra obligación esencial de informar, sin renunciar a nuestra independencia frente a la autoridad y sin servir de mensajeros al crimen organizado”. 8 Director editorial del periódico Excélsior, en www.saladeprensa.org No. 118. México, agosto de 2009, Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 119 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Sin embargo, el tema es aún más complejo. El periodista está en medio de una espiral de violencia y sometido también a unas presiones extremas a las que debe hacer frente, como por ejemplo, el soborno. En marzo de 2010 la edición digital de El Mundo publicó una noticia con el siguiente contenido: El cártel del Golfo de México soborna a periodistas Reuter, 12 de marzo de 2010. “El cártel del Golfo soborna a periodistas con dinero, prostitutas y alcohol para que no cubran los sucesos violentos que durante las últimas tres semanas se están registrando en el noreste del país en ciudades fronterizas con el estado estadounidense de Texas, según han denunciado numerosos editores y periodistas de estas zonas. Sicarios pertenecientes a esta organización criminal pagan 500 dólares al mes y sobornan con servicios de prostitutas y botellas de licor a algunos periodistas para que intimiden y logren silenciar a sus compañeros de profesión ante la ola de violencia que desde hace tres semanas golpea a los alrededores de la ciudad industrial de Reynosa. Estos sucesos, sin embargo, apenas han tenido cobertura mediática, a pesar de que han muerto en torno a 100 personas. Esta práctica, además, ha quedado en evidencia por la gran repercusión mediática que han tenido hechos similares en otras zonas del país. En todo México han muerto casi 19.000 personas a causa de la violencia asociada al narcotráfico desde que el presidente Felipe Calderón subió al poder en el 2006 y lanzó una campaña militar y policial contra los cárteles. En muchas ocasiones a lo largo de los últimos años los periodistas mexicanos han sido obligados por sicarios a aceptar dinero para escribir favorablemente sobre los traficantes o no cubrir muertes. La diferencia es que en esta ocasión el cártel del Golfo parece capaz de silenciar casi por completo la cobertura mediática de la violencia en su zona de influencia”. México, su prensa y periodistas, bien puede decirse que literalmente están dejados de la mano de Dios. En agosto de 2010, se identificó finalmente este acontecimiento: México D.F., 7 de agosto (OCLACC).- "Los queremos vivos" es el lema de la manifestación que llevarán a cabo los periodistas mexicanos, este sábado 7 de agosto, desde las 12 horas para exigir un alto a la impunidad y las agresiones en su contra. La marcha partirá del Ángel de la Independencia a la Secretaría de Gobernación, entidad responsable de las garantías de libertad de expresión y derecho a la información. Durante la movilización los periodistas demandarán, simbólicamente, seguridad para el ejercicio de su profesión, intervención inmediata de las autoridades en los casos de agresiones pendientes de investigación y la puesta en marcha de medidas de protección urgentes para los periodistas que trabajan en zonas de alto riesgo. Sólo en el primer semestre de este año, diez periodistas han sido asesinados, 11 siguen desaparecidos -entre ellos una mujer, María Esther Aguilar Casimbe- y se cuentan por lo menos 54 sucesos de violencia contra trabajadores de medios de 19 estados. Las víctimas: 64 periodistas y ocho medios de comunicación. Hace apenas una semana, los periodistas mexicanos demandábamos la liberación de cuatro compañeros secuestrados en Gómez Palacio, Durango, bajo lema: "Los queremos vivos". Y vivos devolvieron a Héctor Gordoa, Javier Canales, Alejandro Hernández y Oscar Solís. Sin embargo, el mismo jueves que el primero de ellos fue liberado, en Zacatecas a otro compañero lo sacaron de su casa, lo secuestraron, y ni su nombre sabemos, dicen los organizadores de esta movilización. Así como las Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 120 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico cientos de agresiones y las decenas de asesinatos y desapariciones que se acumulan en los archivos de las procuradurías estatales y en la Fiscalía federal para Delitos contra Periodistas. Su número dependerá de la organización que lleva el recuento. Conclusiones 1. El miedo y la muerte han sido una constante en la historia de los seres humanos. 2. El ser humano sabe que sabe, tiene instinto y conciencia de la vida y de la muerte. 3. El periodismo se ha aprovechado de esta inclinación para sus fines mercantiles. 4. Pero una cosa es informar con método sincrónico y otra enviar textos sobre el receptor con el único fin de utilizar bajos instintos e incertidumbres, para hacer negocio a costa de la ética, la moral y la deontología. Eso no es periodismo, simplemente es afán de lucro desmedido, sin principios ni valores, saltándose por alto la responsabilidad social que posee toda empresa. 5. El periodismo no debe trabajar sólo de forma diacrónica sino también sincrónica. 6. Los puntos anteriores son aplicables al mensaje periodístico mexicano y español, si bien el caso de México merece, por su crueldad, conclusiones aparte. 7. A estas alturas de los acontecimientos, en México no es tarea del periodismo investigar ni arreglar situación. No vale la pena exponer a periodistas a morir por indagar en un fenómeno que es un problema de estado, con raíces profundas y “misteriosas”. El estado mexicano no ha puesto toda la carne en el asador para acabar con el problema. 8. La actividad del narco es violenta pero, al mismo tiempo, es una salida laboral ante la ineficacia del estado para cumplir con su obligación de facilitar trabajo y dignidad a todos los ciudadanos. 9. Por último, si el narcoterrorismo, el crimen organizado, el narco o como quiera llamársele, fuera en realidad una poderosa guerrilla bien armada y organizada de inspiración marxista-leninista, dispuesta a hacerse del poder en México y no a acomodarse y corromperse con actividades que nada tienen que ver con lo revolucionario, la reacción del poder legal-oficial sería muy otra. Pero en este tema hay intereses económicos de por medio que contaminan la responsabilidad del poder legal. # Referencias Coronado, K., Salas, N y Aguilar, K. (2009). Análisis del seguimiento contra la libertad de expresión en México, en Sala de Prensa No. 118. México, agosto de 2009. http://www.saladeprensa.org Delumeau, J. (2002): El miedo en Occidente (siglos XIV-XVIII). Una ciudad sitiada, Madrid: Taurus. Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 121 Atracción por la muerte en el mensaje periodístico Gil, E. (2003). El miedo es el mensaje. Riesgo, incertidumbre y medios de comunicación. Madrid: Alianza Editorial. Mancinas, R. (2008): El poder mediático en México. Sevilla: Grehcco y Universidad de Sevilla. Marina, J. A. (2006). Anatomía del miedo, Barcelona: Anagrama. Reig, R. (2010). La crisis de 2008: el miedo como control y negocio ideológicomediático, en Razón y Palabra, No. 71. México, febrero-marzo de 2010. IITESM, campus Estado de México. http://www.razonypalabra.org.mx/N/N71/VARIA/3%20REIG-REVISADO.pdf. Reig, R. (1995). El control de la comunicación de masas. Bases estructurales y psicosociales, Madrid: Libertarias/Prodhufi. Semblanza curricular Ramón Reig García es doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla (España). Director de la revista Ámbitos y el Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación Autor, entre otros libros, de El éxtasis cibernético (2001), Dioses y diablos mediáticos (2004), El periodista en la telaraña (2007) y La telaraña mediática (2010). Actualmente es director del Departamento de Periodismo II en la Universidad de Sevilla. www.personal.us.es/ramonreig y www.grupo.us.es/grehcco. Rosalba Mancinas Chávez es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad de Sevilla (España). Es autora de los libros El poder mediático en México (2008) y La palpitante historia de la comunicación en Chihuahua (2009). Ha ejercido como profesional de la radio en Chihuahua y como profesora en la Universidad Autónoma de Chihuahua, la Universidad Regional del Norte (URN) y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Chihuahua (México). Actualmente es profesora en el Departamento de Periodismo II en la Universidad de Sevilla e integrante del Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación (GREHCCO). [email protected] Ramón Reig García y Rosalba Mancinas Chávez 122 Tercera parte. Temas sociales y discriminación en las agendas mediáticas 117 Esta página está en blanco 2 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar Capítulo No. 6 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar Liliana Gutiérrez, Jairo Valderrama, Adriana Guzmán, Rodolfo Prada, Luz Carmen Barrera y Alfonso Forero Universidad de La Sabana (Colombia) Introducción Los medios masivos de comunicación se deben al público y a él deben servir, porque su actividad productiva básica de información, opinión y entretenimiento se hace posible gracias a los insumos que obtienen principalmente en el espacio público y los cuales usufructúan sin erogación alguna. Resulta entonces de elemental justicia retributiva que los medios atiendan los intereses y expectativas del público, sin desmedro de su finalidad lucrativa a la cual deben también atender en aras de su propia supervivencia. En este caso, definimos temas sociales como aquellos que tocan directamente a los integrantes de una sociedad en su diario vivir, por ejemplo la seguridad y violencia, la educación, el trabajo, la cultura, la familia, la vivienda, el medio ambiente, la demografía o la salud, entre otros. ¿Por qué es importante analizar la agenda social que existe en la prensa? En primer lugar porque los temas que aparecen en los medios de comunicación y la manera en que son analizados influyen en lo que la opinión pública considera importante o problemático, y en las decisiones que quienes detentan el poder podrían tomar sobre estos. Si bien los medios de comunicación no son la única fuente que las personas usan para construir las imágenes de la realidad, son una muy relevante. Cohen (1963) anotaba en un primer momento que la prensa no era exitosa en decirle a la gente cómo tiene que pensar, pero si sobre qué tiene que pensar. Sin embargo, los estudios más recientes sobre las agendas mediáticas terminaron por establecer la existencia de un segundo nivel de agenda setting, tal como lo anotan McCombs y Evatt (1995), en el cual el enfoque dado a una información, destacando unos atributos sobre otros, indicaba a la gente también cómo pensar sobre ese tema o problema específico. En segundo lugar, es importante estudiar la Grupo de Investigación en Periodismo 125 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar agenda social y en particular la forma en que los temas sociales son analizados (el uso de fuentes, la variedad en las fuentes consultadas, los géneros más utilizados) para determinar cuáles son las prácticas periodísticas predominantes en el medio y buscar un aumento en los estándares de calidad de la información que reciben los lectores, aspecto imprescindible para que se formen una idea real del mundo, tomen decisiones y participen con criterio en una sociedad democrática. Método de estudio En el caso que aquí se explica, se trata de conocer la importancia de los temas sociales en la agenda de los diarios El Tiempo, El Colombiano, El País, Vanguardia Liberal, La Patria y El Heraldo, los cuales son los de mayor circulación en cada una de las grandes regiones colombianas. Para tal efecto, se tomaron 4,367 noticias sobre temas sociales publicadas entre el 3 y el 16 de marzo de 2008, a las cuales se les realizó un análisis de contenido para establecer el tratamiento informativo de esos temas, las fuentes utilizadas y la contextualización suministrada para su total comprensión por parte de los lectores. Resultados de investigación Entre los principales resultados encontrados se establece que los medios escritos colombianos publican una gran cantidad de información sobre temas sociales pero sin enfoque estrictamente social, es decir, que se tratan desde encuadramientos como las pérdidas y ganancias económicas o las medidas gubernamentales impuestas (política) y no desde la óptica del problema social y su solución, la participación de los diversos actores, lo cual incluye una explicación de las causas y consecuencias sociales y la utilización de fuentes diversas que incluyan grupos, instituciones o estructuras sociales, entre otras características. Si consideramos que Colombia es un país con un índice de pobreza alto y un desarrollo medio, según el más reciente Informe de Desarrollo Humano (2007-2008) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)1, resulta paradójico que en las agendas informativas de la prensa colombiana el tema social sea relegado a un segundo plano en las salas de redacción. De las 4.367 noticias analizadas, el 57,7% (2.260) corresponde a informaciones sobre temas como política, economía y negocios, deportes y espectáculos o farándula. Los temas sociales ocupan entonces el 42,3% (2.107), pero en términos generales, en los seis periódicos de mayor circulación en Colombia las noticias con enfoque social ocupan apenas el 5.4% del total de las informaciones sociales (235 notas), mientras que las de enfoque económico llegan al 10,8% (470) y las que poseen enfoque político el 19,3% (840). 1 El Informe pone a Colombia en el puesto número 75, muy cerca de Venezuela, en una lista de 177 países. Grupo de Investigación en Periodismo 126 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar Cuadro No. 1 Noticias sociales con enfoque económico 18,0% 16,0% 14,0% 12,0% 10,0% 8,0% 6,0% 4,0% 2,0% 0,0% El Tiempo La Patria El Heraldo El País Vanguardia Liberal El Colombiano Cuadro No. 2 Noticias sociales con enfoque político 35,0% 30,0% 25,0% 20,0% 15,0% 10,0% 5,0% 0,0% El Tiempo La Patria El Heraldo El País Vanguardia Liberal El Colombiano Llama especialmente la atención el hecho de que en El Tiempo, el periódico de mayor circulación editado en Bogotá, la aparición de noticias con tal enfoque es prácticamente nula: una sola información en un universo de 1.040. Es decir, que si bien este periódico destina buen espacio para las noticias sociales, las que mayoritariamente abundan son las de enfoque político y económico, especialmente por la procedencia de las fuentes de información y las tendencias de las agendas informativas en Colombia atraídas por el Grupo de Investigación en Periodismo 127 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar conflicto armado y los escándalos de la llamada “parapolítica”.2 No ocurre lo mismo -salvo uno- en los periódicos de ciudades capitales distintas de Bogotá, donde las informaciones sociales con enfoque social, aunque no ocupan lugares o espacios privilegiados, si tienen alguna presencia en las páginas. Cuadro No. 3 Noticias sociales con enfoque social 25,0% 20,0% 15,0% 10,0% 5,0% 0,0% El Tiempo La Patria El Heraldo El País Vanguardia El Liberal Colombiano Si además de estar relegadas a espacios menores, las noticias sociales tienen, en su mayoría, enfoques distintos al social, puede inferirse que los actores sociales poco están influyendo en la construcción de las agendas de los medios. Los estudios de la sociología en la segunda mitad del siglo pasado sobre la fijación de la agenda resaltaron el poder que los medios ejercen para fijar ciertos temas en la agenda pública. El primer nivel de la agenda setting se refiere precisamente a que los medios deciden sobre qué temas poner a pensar a la gente. El segundo nivel se ocupa de qué o cómo pensar sobre esos temas. En ese sentido, una mirada a la luz de esta teoría revela que en Colombia los medios muestran mayor interés en poner a pensar a la gente sobre los asuntos de la política y el conflicto, propiciadores de constantes escándalos que atraen público, razón por la cual los temas sociales son desplazados por otros en número de informaciones y sus enfoques terminan atados a los intereses de sectores políticos y económicos dominados por las élites de poder. 2 En Colombia el fenómeno del paramilitarismo, nacido como una alternativa ilegal para enfrentar la acción de la guerrilla, ha filtrado todos los ámbitos de la política. En los meses recientes algunos miembros del Congreso se encuentran detenidos y otros han sido vinculados a procesos de investigación bajo acusaciones que los relacionan con jefes de grupos paramilitares. Los medios de comunicación han dado a esta situación el nombre de “parapolítica”. Grupo de Investigación en Periodismo 128 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar Lo social, tratado de manera superficial En cuanto al empleo de los géneros periodísticos en el tratamiento de la información, se evidencia un predominio de la noticia, mientras que géneros como la entrevista, el reportaje, la crónica y la columna de opinión registran bajos porcentajes de aparición en el universo de la información de carácter social. Estas notas ocupan un porcentaje bajísimo en el contexto de los artículos de opinión (0,4%), lo que puede explicarse por el hecho de que los columnistas y editorialistas prefieren escribir sobre los escándalos de la política, los asuntos de la economía y los problemas del conflicto. El hecho de que los dos géneros de profundidad -crónica y reportaje- ocupen porcentajes bajos denota cierta apatía por parte de la prensa frente a la interpretación y el análisis de las informaciones relacionadas con el campo de lo social. Lo reflejado aquí refuerza el temor de académicos y escritores en torno al caso particular de la crónica, porque se trata de un género que cada vez más pierde terreno en los periódicos. Las informaciones de la prensa con enfoque social hacen mayor presencia el día martes y, curiosamente, uno de los días en que menos lo hacen es el domingo, cuando los periódicos circulan con mayor número de páginas, secciones, insertos y separatas especiales. Puede obedecer este hecho a que el tema social casi nunca figura en las coberturas especiales y solamente se registra en las secciones habituales para este tipo de información. Calidad en el tratamiento de las informaciones sociales Lo dicho anteriormente, nos permite abordar el concepto de calidad informativa, estrechamente relacionado con el de democracia, pues un gobierno con participación del pueblo, requiere de ciudadanos bien informados, capaces de tomar decisiones sobre la base de un profundo conocimiento de su situación política, económica, social y cultural. En este proceso, los medios de comunicación resultan definitivos, pues es a través de ellos que la gente obtiene la mayoría de la información sobre el mundo. Schulz (2000), conecta los criterios de calidad informativa (independencia, diversidad y objetividad) con los valores fundamentales de la democracia que son, además, muy pertinentes cuando se habla de temas sociales y de periodismo local, cívico y comunitario. Según este autor, el criterio de independencia aplica ante el blindaje que debe tener el periodista ante las presiones del gobierno, los grupos económicos, los anunciantes y los dueños de los medios, pero también se refiere al papel de guardián de los intereses de la sociedad que debe cumplir el periodismo para que los ciudadanos habiten realmente en un ambiente democrático. La diversidad comprende la pluralidad de temas, puntos de vista, regiones geográficas y grupos de personas que se deben cubrir, pero también envuelve el acceso a los medios de comunicación (que todos los grupos sociales y los actores de la vida política tengan oportunidad de acceder a los medios de comunicación como foros de debate que deben ser). En cuanto a la objetividad, el autor señala la relación entre verdad y relevancia del hecho y la imparcialidad del periodista ante éste, que se ve comprometida cuando se consultan pocas fuentes o cuando todas tienen una misma posición ideológica ante el hecho que se está reportando. Así, pues, para medir la calidad de la cobertura de lo social en los distintos diarios, esta investigación utilizó cuatro indicadores principales: Grupo de Investigación en Periodismo 129 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar 1) La cantidad de fuentes mencionadas en las informaciones con enfoque social 2) La cantidad de “informaciones de primera mano” mencionadas en las noticias sociales 3) El uso de indicadores sociales en la cobertura de lo social (investigaciones, estadísticas, estudios) 4) El abordaje de causas y consecuencias que permiten contextualizar y explicar los hechos Estos indicadores señalan el grado de diversidad, independencia y objetividad de la información sobre temas sociales que publica la prensa colombiana, así como el grado de orientación que puede recibir el público lector en un momento dado sobre ellos. El manejo de fuentes en la información de temas sociales En lo que se refiere al manejo de fuentes, la prensa colombiana parece carecer de calidad, ya que en el 57,7% de las notas periodísticas analizadas se mencionaba apenas una fuente informativa. Esto es lo que se conoce como unifuentismo, una de las prácticas más perniciosas para la calidad del periodismo, tal como lo señala Torrico (2008), quien afirma que es “un mecanismo de reducción de los espacios de interpretación de los hechos tendiente a asegurar una suerte de monopolio del entendimiento de la realidad”. Por lo general, esta única fuente es oficial o gubernamental, con lo cual se está legitimando la esfera social del poder sin tener en cuenta otras voces y visiones sobre el tema o problema tratado. Esto, en el caso de los temas sociales, resulta altamente inconveniente por cuanto son problemas complejos en cuya solución deben tomar parte diversos actores sociales (afectados, organismos estatales y organizaciones no gubernamentales, por ejemplo). Por su parte, John Solosky (1989:66), afirma que “la excesiva dependencia de fuentes oficiales tiende a legitimar la estructura de poder en la sociedad y, en ocasiones, termina en la parcialización de la información y la desinformación”. De ahí la necesidad de que siempre exista diversidad de posiciones, miradas al hecho y verificación de la información. En ese sentido, la investigación revela que en el caso de las notas periodísticas con enfoque social, aunque se mantiene la tendencia al unifuentismo (24,3% de los casos) existe un porcentaje mayor de noticias cubiertas con dos fuentes (23%) y hasta con tres fuentes (21%). Ello da a entender que los periodistas son algo más conscientes de la complejidad de los problemas sociales y tienden a buscar más de un punto de vista para reflejar la realidad, aunque por supuesto, un 44% de notas periodísticas cubiertas con dos o tres fuentes está todavía lejos de ser el porcentaje ideal para reportar temáticas complejas. Grupo de Investigación en Periodismo 130 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar Cuadro No. 4 Número de fuentes mencionadas en las noticias con enfoque social Siete o más fuentes 3% Seis fuentes Cinco fuentes 5% 9% Ninguna fuente 1% Una fuente 24% Cuatro fuentes 14% Tres fuentes Dos fuentes 23% 21% En cuanto al uso de información de primera mano, es decir, aquella que es obtenida por el periodista directamente de la fuente y no reproducida de un comunicado de prensa, despacho de agencias de noticias, otros medios o fuentes cercanas al generador directo de los hechos, es de destacar que la gran mayoría de las informaciones con enfoque social son construidas con base en este tipo de datos (91,1%) lo que aumenta la credibilidad del medio. Por su parte, en el resto de la información publicada en los diarios se utilizan datos de primera mano sólo en 53,6% de las ocasiones lo que hace pensar que en estos casos los periodistas recopilan información a través de lo que Sigal (1978:152-153) señala como “canales rutinarios” (boletines y comunicados de prensa, ruedas de prensa, eventos no espontáneos organizados para que acuda la prensa, etc.), más que por canales no habituales como entrevistas, reporteo directo e investigación. Sin embargo, pese a los buenos resultados que parece obtener la información de carácter social en cuanto a la consulta de fuentes de primera mano este aspecto queda reducido por el unifuentismo que, como se señaló anteriormente, alcanza un porcentaje importante en las prácticas periodísticas colombianas. El uso de indicadores sociales y la confiabilidad de la información El uso de indicadores sociales habla de la utilización de fuentes documentales basadas en estudios, investigaciones e indicadores estadísticos que permiten garantizar la confiabilidad de la información. No son opiniones de personas que hablan sobre un tema, sino datos verificables de manera científica y sistemática. Por ejemplo, una sentencia judicial o un estudio económico que son citados como fuente permiten partir de la existencia de un hecho concreto en la construcción de la nota periodística. Por esta razón, el uso de indicadores sociales es altamente recomendable. Las fuentes personales (personas que hablan) no resultan tan confiables como los documentos ya que cada persona tiene diversas Grupo de Investigación en Periodismo 131 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar posiciones e intereses, puntos de vista propios cargados de subjetividad. Por lo tanto, el manejo de este tipo de fuentes debe ser cuidadoso y equilibrado. El estudio realizado muestra que tan sólo en el 3,2% de las notas periodísticas analizadas se utilizaron fuentes documentales. Es de recalcar, sin embargo, que el uso de indicadores sociales es más frecuente en las notas periodísticas de carácter social, de las cuales un 15,7% contaba con respaldo en estudios, investigaciones o informes estadísticos. Con todo, su uso es minoritario y constituye un elemento de mejoramiento en el que la prensa debe pensar. Temas sociales con buen contexto La definición que sobre el contexto hace Galdón (1994:61) resulta muy aplicable a los temas sociales, que son realidades complejas: “[…] El dar la verdad necesaria contextualizada y explicada y con sentido significa que hay que situarla en un contexto espacio-temporal, apuntar su significación en el devenir histórico, suministrar una información centrada en el proceso y no en los acontecimientos aislados, prever mediante el conocimiento del pasado, el análisis del presente y la proyección en el futuro, tener en cuenta los procesos ideológicos relacionados con los acontecimientos; explicar el sentido que las cosas tienen por sí y por su repercusión en nosotros”. En consecuencia, contextualizar es dar información adicional que permita al público tener un conocimiento general sobre antecedentes del hecho y conocer o inferir el posible desarrollo. La información de contexto, que incluye antecedentes y posibles consecuencias de los hechos ocurridos o de la trayectoria de las personas relacionadas con el acontecimiento noticioso, permite al lector formarse una idea completa de lo sucedido. En lo que se refiere al abordaje de causas y consecuencias de los hechos, los periódicos colombianos hacen en general una buena cobertura de los temas sociales. El 85,9% de las notas periodísticas que tratan sobre estas temáticas cuenta con antecedentes o causas del problema, mientras el 88,5% presenta consecuencias del mismo. En contraste, las informaciones que tratan sobre otros temas incluyen causas en un 22,7% y consecuencias en un 30,6% de las ocasiones. Lo anterior revela una baja contextualización de la información, es decir, que el periodista se limita a narrar los acontecimientos pero no le aporta al público datos suficientes para que entienda el hecho noticioso en la dimensión necesaria. En contraste, los temas sociales parecen tener una buena contextualización en términos de causas y consecuencias y sólo se requiere de una mayor participación de estos temas en la agenda mediática para que el valor agregado que aporten sea representativo para la sociedad. Conclusiones La agenda de temas sociales en la prensa colombiana es pobre. Aunque aparentemente se publica una gran cantidad de información sobre este tipo de temas, que van desde la salud y el medio ambiente hasta la vivienda y las mejoras en las condiciones de vida para enfrentar la pobreza, el tratamiento que se da a estas temáticas no tiene un verdadero significado y Grupo de Investigación en Periodismo 132 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar enfoque social. La prensa no pasa del registro de las acciones o declaraciones gubernamentales sobre estos temas o el señalamiento de las consecuencias económicas de los mismos. La política y la economía son las esferas que parecen interesar a los periódicos, olvidando que los temas sociales requieren de un tratamiento especial, en el cual debe predominar la información de contexto para dimensionar el problema y buscar soluciones al mismo, en el cual es de especial importancia tener una variedad de fuentes y puntos de vista que permitan el reflejo más cercano de la realidad con todas sus complejidades y aristas. Dadas esas consideraciones, ¿es entonces la agenda de los medios un esfuerzo válido para proveer al público de lo que éste realmente necesita saber? Una forma de comprobar si la agenda mediática efectivamente corresponde a lo que el público necesita es identificar explícitamente la utilidad cívica de una noticia, tal como lo señalan Merrit y McCombs (2003) cuando señalan: “¿Por qué alguien querría saber sobre un hecho en particular si no le afecta o le interesa?” Y aunque esta reflexión es aplicable a todo tipo de prensa, lo es más aún en la prensa regional donde se esperaría una cercanía mayor de los medios con los hechos que afectan directamente a los pobladores de su área de influencia. Por ello, queda una deuda y una oportunidad de mejoramiento para los medios que, sin duda, redundaría en más lectores para los periódicos. La cobertura de los temas sociales, aquellos más próximos al lector, debería redimensionarse. Igualmente queda abierta una posibilidad de investigación para aquellos que quieran indagar sobre lo que el lector esperaría de una información social, respondiendo a preguntas como por ejemplo: ¿Quién del público en particular es la audiencia primaria para este tema? y ¿por qué querrían/necesitarían saber sobre esto? Quizás las sorpresas serían muchas.# Referencias Cohen, B. (1963). The Press and Foreign Policy. Princeton: Princeton University Press. Galdón, G. (1994). Desinformación. Métodos, aspectos y soluciones. Pamplona: Universidad de Navarra. McCombs, M. y Evatt, D. (1995). Los temas y los aspectos: explorando una nueva dimensión de la Agenda Setting. Comunicación y Sociedad, 8 (1). Páginas 7-32. Merrit, D. y McCombs, M. (2003). The Two W's of Journalism: The Why And What Of Public Affairs Reporting. Mahwah: Lawrence Erlbaum Associates. Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2007-2008). Informe de Desarrollo Humano. Schulz, W. Preconditions of Journalistic Quality in an Open Society. Ponencia inédita presentada en la Conferencia Internacional News Media and Politics–Independent Journalism. Budapest, 6 y 7 de octubre de 2000. Sigal, L., (1978). Reporteros y funcionarios: la organización y las normas de elaboración de las noticias. México: Guernika. Grupo de Investigación en Periodismo 133 Temas sociales, la agenda que se intenta desdibujar Solosky, J. (1989). Sources and Channels of Local News, en Journalism Quaterly, Vol. 66. Página 69. Torrico, E. Problemas mediáticos en América Latina. Reunión de la Red Latinoamericana de Observatorios de Medios. Bogotá, marzo de 2008. Publicado por Onadem y consultado en agosto 11 de 2008. http://www.eldeber.com.bo/rblog/onadem/2008/03/problemas_mediaticos_en_america_lati na.html Semblanza curricular Liliana Gutiérrez Coba es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco (España). Comunicadora social y periodista, actualmente colabora como docente y dirige el Grupo de Investigación en Periodismo (GIP) en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana (Colombia). [email protected] Jairo Valderrama, Adriana Guzmán, Rodolfo Prada, Luz Carmen Barrera y Alfonso Forero son docentes y miembros del Grupo de Investigación en Periodismo (GIP) en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana (Colombia). Grupo de Investigación en Periodismo 134 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas Capítulo No. 7 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas María José Villa y María Inés Loyola Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) Introducción Da cuenta aquí de los avances en la investigación de un equipo que indaga la forma en que los textos culturales ponen en crisis toda denotación. Es decir, cualquier manifestación de la existencia misma del lenguaje anula la correspondencia entre la palabra y la cosa, porque la inserción del discurso en el mundo es siempre un discurso sobre el mundo. A lo largo del trabajo de este equipo de investigación1 fue necesario prestar atención a las metáforas, no como función decorativa sino analítica para comprender que el hecho de decir en determinada situación socio histórica incide profundamente sobre lo que se dice socavando las condiciones de una posible correspondencia denotativa. 1 El proyecto de investigación actual se denomina El orden de la cultura: discriminación, clasismo, sexismo. Dimensión retórica, cognición e ideología, está asentado en la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba y conformado por un equipo interdisciplinario dirigido por la Dra. Silvia N. Barei; el resto de los miembros del equipo son: María J. Villa, María Inés Loyola, Elena del C. Pérez, María Teresa Sánchez; Ana Levstein, Pablo Molina, Ana Leunda y Federico Langer. María José Villa y María Inés Loyola 135 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas En este marco, desde 2006 se viene planteando en distintos trabajos que analizan los textos de la cultura (en este caso los textos del periodismo gráfico) en clave retórica, prestando atención a las metáforas y, de manera particular, aquellas que refuerzan el orden social. En este sentido, esta focalización no solo remarca la relación no denotativa entre lenguaje y cultura sino que particulariza el doble carácter del orden metafórico: valor cognitivo y acentuación ideológica funcionando simultáneamente. Así es posible leer cómo las retóricas que son propias de un texto se expanden a todo un mecanismo cultural. Y viceversa, cómo este mecanismo complejo y políglota es legible en un texto que se toma solo a modo de muestra. La dimensión retórica de una cultura puede mostrar en su superficie diferentes capacidades figurativas del lenguaje, como condición de posibilidad de todo discurso tanto en su propuesta de orden como en los lugares en los que el tejido de las relaciones sociales se desorganiza y presenta práctica y discursivamente como desorden. Discurso de la seguridad/inseguridad: modelo de control social Siguiendo con esta línea, aborda en uno de los últimos trabajos realizados (2008), el paradigma “orden-desorden” en torno al discurso de la seguridad, y para ello nos ubicamos en los meses de marzo y abril del 2004. Este discurso cobró vigor en la sociedad argentina a partir del asesinato de Axel Blumberg2 y el movimiento que en apoyo a su familia congregó a miles de personas en las calles de Buenos Aires, Argentina, y la cobertura de todos los medios de comunicación del país. Para este análisis recurrimos a las categorías teóricas de “sentido común-vida cotidiana-sistema de creencias–representaciones sociales” que nos fueron de utilidad para el trabajo con la prensa, en tanto partimos del supuesto de que el discurso periodístico es un discurso no científico que conforma opinión pública basada fundamentalmente en el sistema de creencias y el sentido común. El sistema de creencias está muy ligado a la vida cotidiana y al sentido común. El sentido común es “espontáneo”, “ingenuo”, se opone al pensamiento científico ya que se constituye a partir de las experiencias, de las informaciones, conocimientos y modelos de pensamiento que recibimos a través de la tradición, del sistema educativo y de los medios de comunicación. De ese modo nos permite actuar de determinada manera, explicar los hechos y responder a las preguntas que nos plantea el mundo. Dice Raiter que los seres humanos no sólo nos construimos una representación mental de lo que vemos, oímos, tocamos, sino que lo ordenamos de determinada manera y lo completamos de modo que contemple un sistema cohesivo. Este sistema se completa socialmente ya que no es necesaria la comprobación referencial, empírica, para que las imágenes construidas pasen a formar parte del sistema. 2 En marzo de 2004 Axel Blumberg, un joven de 23 años de clase media alta, fue asesinado luego de ser secuestrado en Buenos Aires, Argentina. A partir de allí su padre, Juan C. Blumberg inició la “Cruzada Axel por la vida de nuestros hijos” que se tradujo en convocatorias multituudinarias que reclamaban penas más duras para combatir la delincuencia. María José Villa y María Inés Loyola 136 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas En todo momento vinculamos estas categorías con el eje transversal, orden metafórico3. Nos interesó en ese momento ver cómo el discurso de la Seguridad que cobra vigencia en el país en el momento del asesinato de Axel Blumberg (marzo de 2004) es mediatizado por el diario La Nación. Advertimos cómo este relato en torno a la seguridad se constituyó en un discurso de control social que planteaba la necesidad de la vigilancia y “mano dura”, al tiempo que justificaba y alentaba políticas de exclusión. Tuvimos en cuenta en nuestro análisis algunos sistemas de creencias vigentes en la sociedad, tales como: “la familia es lo primero”, “el bien supremo es la vida”, “los buenos cuando mueren se van al cielo”, “los malos deben ser castigados”. Y el concepto: “Todos somos padres de Axel”, permitió compartir socialmente las imágenes construidas en los sistemas de creencias individuales formándose el “sistema de creencias social”. En la simplificación del discurso periodístico se muestran dos caracterizaciones bien diferenciadas que entran frecuentemente en conflicto: el de los ciudadanos normales y legales y el de aquellos que viven en al margen de la ley y que se sitúan, en esta clasificación, en la esferas de los “anormales”. Pero en este último rubro también se ubica a los funcionarios que, a juicio de la prensa, no cumplen con su obligación de garantizar el orden. La “sociedad decente”, víctima de la delincuencia y de la inoperancia del Estado, es el público lector de La Nación; son aquellos que nunca han sido marginales, y que hoy lo son porque no se sienten incluidos en las políticas de seguridad. Así, pudimos trabajar, a partir del discurso periodístico analizado, dos campos léxicos bien diferenciados que van construyendo un eje conceptual-ideológico que aglutina representaciones en torno a la seguridad y la inseguridad. De un lado se ubican los que se acercan o pertenecen al campo del Bien (orden-seguridad); del otro los que propician directa o indirectamente el Mal (desorden-inseguridad). Durante todas las ediciones analizadas del diario, el discurso del padre del joven asesinado se convirtió en una dominante, al decir de Raiter, y apareció en cada una de los títulos, noticias, entrevistas, editoriales y artículos de opinión. Así la prensa hegemónica hizo propio un orden en el que reprodujo el sistema de creencias dominante basado en el sentido común. Retóricas de la violencia: la metáfora de la ola El caso que nos ocupa ahora y que aparece como una continuidad del que analizamos anteriormente, es la muerte de Daniel Capristo, un chofer de una empresa de transporte de carga que fue asesinado, en ocasión de un robo, por un menor de 14 años. El hecho ocurrió 3 Las investigaciones que venimos desarrollando en el marco del equipo interdisciplinario en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, se proponen estudiar el funcionamiento cultural de las metáforas. Nuestro proyecto actual retoma trabajos anteriores, y se detiene en lo que hemos denominado “el orden metafórico”, referido al modo en que las metáforas se elaboran en una comunidad, no ya como una marca de estilo sino como un forma de producción de una cultura vinculada al sistema de poder. En el plano individual o personal, el orden metafórico es un principio cognitivo, es decir, rige modos de funcionamiento de la mente que nos permite entender el mundo de determinadas maneras; mientras que en el plano social, es decir, colectivo, es un principio ideológico, está ligado a formas de funcionamiento del poder que nos hace (o quieren hacer) ver el mundo de determinadas maneras. María José Villa y María Inés Loyola 137 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas el 15 de abril de 2009, en la localidad de Valentín Alsina, Partido de Lanús, uno de los sectores más poblados de la provincia de Buenos Aires. Ese día, alrededor de las 21 horas, cuando el hijo mayor (24 años) del hombre asesinado, llegó a su casa conduciendo el automóvil de la familia, acompañado por su novia y un hermano de cinco años, dos jóvenes armados le exigieron que entregara el auto. Desde adentro de la casa, Daniel Capristo escuchó lo que estaba pasando y salió armado, y, según relatan las crónicas periodísticas, efectuó un disparo. De forma inmediata uno de los jóvenes ladrones le disparó siete tiros y luego huyó. Capristo murió camino al hospital, y a partir de allí se sucedieron una serie de hechos que los medios más importantes del país retomaron para tratar en noticias, entrevistas y editoriales, bajo la concepción general de “la ola de inseguridad” que “ataca” a los habitantes del Gran Buenos Aires. Resulta importante relatar la sucesión de los hechos: después de matar a Capristo, el joven ladrón huyó, pero fue alcanzado por los vecinos que lo golpearon y posteriormente lo entregaron a la policía. Entonces se supo que el menor tenía 14 años. Los vecinos “indignados”, una calificación reiterada en los medios de comunicación, también agredieron físicamente al fiscal de la causa cuando se acercó al lugar de los hechos para cumplir con sus tareas, quien fue internado y algunas pruebas del crimen obtenidas en ese momento por él, se perdieron. Al día siguiente, los vecinos se reunieron espontáneamente en la plaza de Valentín Alsina y al otro día efectuaron una convocatoria multitudinaria en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, reclamando seguridad y reflotando la consigna “que se vayan todos”4. En esos días los medios de comunicación trataron el tema relacionando varios de los elementos que allí aparecían: inseguridad, asesinato, robo con armas, minoridad, vecinos indignados, vecinos indefensos, falta de respuestas de los organismos oficiales. Todos estos tópicos, excepto el relacionado con la minoridad, habían aparecido en el caso Blumberg. Para advertir cómo la prensa gráfica estaba tratando el caso Capristo seleccionamos los dos diarios de mayor venta en la Argentina: La Nación y Clarín, en sus versiones digitales, de los días 15 al 17 de abril de 2009, es decir, entre el asesinato y la concentración en el Obelisco. El análisis, en clave retórica nos permitió advertir cómo los medios desplegaban una serie de categorías conceptuales para construir campos de sentido en donde ubicaban, por un lado, a las personas de bien, y por el otro, a los indeseables de siempre. La defensa de la vida como bien supremo, surge como constante, forma parte del sentido común y del sistema de creencias, y que se convierte en lo que Raiter denomina “una dominante”, es decir, “aquellos sistemas que tienen mayor probabilidad de actuar significativamente en un momento histórico y social determinado que poseen los miembros de una comunidad, y que se relacionan con las representaciones construidas con anterioridad” (2003:83). Hay una incorporación de conocimientos no racionales, en realidad sin comprobación empírica, que se torna posible porque los conocimientos del sentido común 4 “Que se vayan todos” fue la consigna que prevaleció en Argentina en la crisis institucional de 2001 que finalizó con la renuncia del Presidente De La Rúa. María José Villa y María Inés Loyola 138 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas son verdades consensuadas cuya comprobación sería francamente inútil. Se trata de conocimientos recibidos de modo no crítico, sin cuestionamientos, transmitidos en todas las comunidades de generación en generación, básicamente por medio del lenguaje. Así aparecen algunos sistemas de creencias vigentes en la sociedad, tales como: “el bien supremo es la vida”, “los malos deben ser castigados”. Y el delito, este que aparece de manera violenta, forma parte de aquello que se torna inaceptable en una sociedad, que al tiempo que desdeña y rechaza este tipo de crímenes, suele aparecer indiferente ante otro tipo de delitos, comúnmente llamados de “guantes blancos”, en los que los victimarios no son pobres, olvidados y marginados, sino más bien, ricos, conocidos y letrados. Al mismo tiempo, el delito se ha convertido en un tema de agenda en los diarios más importantes del país, inclusive aquellos que aparecían en la categoría de prensa blanca y que trataban de manera ocasional estos temas, y por lo general, nunca en la tapa. Desde hace unos años, los temas relacionados con el delito escapan a las secciones de policiales y sucesos y se instalan en las destinadas a la política o a la justicia. Además, son temas de tratamiento en las páginas editoriales de los diarios en las que aparece de manera reiterada un reclamo por la inacción de los gobernantes. Además hemos advertido que existe un modo de construcción de las noticias sobre los delitos graves, que son los que atentan contra la vida de las personas, que estereotipan a agresores y agredidos en una simplificación de los hechos que lleva a descontextualizarlos y enfocar el problema solo en el episodio que narran. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa, ambos diarios dedicaron muy pocos párrafos para tratar la problemática de la minoridad en situación de inseguridad. El binomio seguridad/inseguridad solo es considerado cuando se trata de la preservación/ataque de los bienes y la vida de las personas de clases medias y medias altas (en este punto se observa una continuidad con el tratamiento del caso Blumberg). Esa arista del problema, como así también la reacción violenta de los vecinos que casi linchan al agresor y que arremetieron contra el fiscal de la causa, pasa inadvertida, es más se fue desvaneciendo en los sucesivos días, ocultada por la obstinada recurrencia en uno de los personajes: el menor asesino, “ese chico que vació un cargador sobre la víctima”. “Un chico de 14 años mató a tiros a un hombre…” “Un chico de 14 años que quería robarle le pegó seis tiros con una pistola de 9 milímetros (El Clarín, 16/4/2009) “El chico de 14 años detenido… el menor acusado de homicidio…(La Nación, 17/4/2004) Asimismo, los vecinos, algunos de ellos testigos del hecho, adquieren un valor de representación y experticia ante la problemática, que hace que los medios insistentemente recurran a ellos otorgándole a sus dichos un valor de verdad que está relacionado con el que “sabe porque lo ha padecido”. Así, sus opiniones son reflejadas de manera reiterada con citas directas, convirtiendo ese dicho en una versión legítima. Rey (2007:8-9) dice que “el delito se integra velozmente a la atmósfera institucional de la seguridad y, de paso, al andamiaje de la gobernabilidad. En el contrato de lectura, si bien importa el señalamiento de quién cometió el crimen y en qué circunstancias, sobresale el señalamiento de las responsabilidades de las autoridades, desde los jueces que no endurecen las leyes que María José Villa y María Inés Loyola 139 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas deberían sumarse a la prevención, por el temor o el castigo, hasta de los policías que deberían garantizar el orden social y de los gobernantes, a quienes se eligió para perseguir el delito con decisión” “Cuando (el fiscal de turno) quiso dar alguna explicación de los sucedido, los vecinos comenzaron a insultarlo… en una escena fuera de control…. Gritos de bronca e insultos, los vecinos todavía exaltados… reacción violenta por parte de la gente (Clarín, 16/04/2009) Si bien, ambos medios no justifican la agresión al fiscal, tampoco la condenan abiertamente, atemperan la reacción de los vecinos situándolos en un momento de emoción extrema, debido a la cercanía, en el tiempo y en el espacio, del brutal crimen: (“Los vecinos lograron detener al agresor, un chico de 14 años, Luego, indignados, corrieron y golpearon al funcionario” -Clarín. 15/4/2009-. “Es que su presencia (la del fiscal) canalizó la bronca de la gente: Lazzari representaba en ese instante al Estado, a la Ley, que no da respuesta al ciudadano frente a la inseguridad” –La Nación, 17/4/2009) La Nación reproduce las declaraciones de la Procuración General de la Corte bonaerense, que califica como “agravio inédito y preocupante”, la agresión sufrida por el fiscal (La Nación, 16/4/2009) Las consideraciones sobre el menor que asesinó, están relacionadas con su historial delictivo y con datos acerca del lugar en donde habita. Así, ser menor, pobre y villero se reúnen en una ecuación que da como resultado inevitable la criminalidad, la peligrosidad, la indeseabilidad, la necesidad de la exclusión de los lugares donde habita la “gente común”: “La villa Zavaleta, donde vive el acusado, está ubicada en Parque Patricios, detrás del estadio de Huracán. (…) El viejo barrio Zavaleta fue construido en los ’60 con la intención de brindar alojamiento transitorio a personas de villas que debían ser reubicadas. Muchas se quedaron y las construcciones se precarizaron alrededor de las que ya había. En los últimos años, los asentamientos se extendieron. A unos metros de allí se encuentra la villa 21-24, conocida por ser uno de los lugares donde más se distribuye en Capital Federal (El Clarín 17/04/2009) “El chico registró una entrada en la comisaría 32ª. Y otra en la comisaría 30ª. Por robos que habría cometido en enero de este año…Fuentes policiales informaron que es oriundo de la villa porteña Zabaleta….(La Nación 17/4/2009) Así considerado, es el otro indeseable quien debe ser excluido, separado. “El discurso discriminatorio tiene como característica, por tanto, la construcción y/o reproducción de un núcleo cognitivo adecuado para justificar el rechazo, la separación, la negación, el aislamiento del otro, mediante el recurso de mostrar las características que lo diferencian del ‘nosotros’. Así, mientras en ellos se concentra lo ilegítimo, lo que viola las normas y costumbres sociales, en ‘nosotros’ residen los atributos contrarios”. (Rey y otros, 2007). La alteridad se expresa de manera categórica en las narraciones sobre el delito. Las situaciones de rechazo, de prejuicio, o al menos de diferenciación configuran un aspecto de la consideración del “otro”. Si toda cultura supone un “nosotros” que comparten códigos y formas simbólicas, además de una historia y una lengua, el “otro” opera por diferenciación María José Villa y María Inés Loyola 140 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas y en la comparación con el “nosotros” se torna evidente y encuentra obstáculos en la comunicación. Pero la “otredad” es casi una condición normal de la vida cotidiana y de la convivencia social. De lo que aquí se trata es de las características de esa “otredad” que incluye a los pobres y marginados, y también a los extranjeros (sobre todo de países latinoamericanos)5. Se trata de cómo nos relacionamos con ese “otro” extraño y el grado de distancia que nos separa, así como la carga valorativa que tenemos hacia él. Se advierte que grupos sociales pretendidamente con prejuicios leves, que viven en sociedades democráticas, tienden a aceptar estereotipos, por ejemplo contra los menores, pobres y/o villeros y a apoyar medidas que penalizan gravemente a aquellos que se han iniciado en el delito. Hay una propensión a considerar a los villeros como “vagos”, “perezosos”, “pendencieros”, “delincuentes”, en general a hacer juicios poco favorables sobre ellos. Además a hacerlos responsables de las posibles desgracias, o del descenso en la escala social de aquellos que se sienten incluidos en el “nosotros”. Martini (2002:88) dice al respecto: “En la naturalización de los discursos hegemónicos (…) se produce la representación de los que son colocados en el campo de la ilegalidad, los otros, delincuentes, marginales, los sospechosos de siempre (pobres, jóvenes, villeros), y en un proceso metonímico resultan también excluidas las geografías y la cultura de la pobreza (barrios y villas precarias, zonas marginales de las ciudades, viviendas precarias, lugares de esparcimiento, realidad del tiempo libre por efectos del desempleo)”. Hay una sociedad decente y otra que delinque y mata o que tiene los ojos vendados frente a estos hechos; pero que al no poder identificarla se la generaliza con discursos históricos –objeto de pre-juicios- que coincide en nuestro país con las clases movilizadas o la política. Sólo una voz considera la problemática de la minoridad y la delincuencia desde otra perspectiva. Se trata de una nota de opinión publicada por La Nación el 17 de abril, y que está firmada por Marta Pascual, una jueza de menores. En el texto, la jueza se refiere a la baja de la edad de imputabilidad. Dice que antes de pensar en bajar la edad, “hay que revisar las medidas que se toman cuando un menor comete un delito […]”. “[…] hay que trabajar en la situación que los lleva a delinquir […]”; “Hoy, estos jóvenes sólo conocen la violencia y la droga y salen de caño a conseguir dinero a costa de la vida de sus vecino […]”. ”Así, entre día y día, se van llevando la vida de gente trabajadora y dejan familias desoladas. Mientras que los jóvenes que viven en el delito esperan, sabiendo que tarde o temprano terminarán muertos por otra banda enemiga, por la policía o por una sobredosis” (La Nación: 17/4/2009) La voz de la jueza, única en los textos analizados, no alcanza para revertir un eje conceptual construido por los medios a partir de las retóricas de la inseguridad y de la exclusión. Hay dos mundos bien diferenciados en los artículos analizados: el que representa el bien, la normalidad, el orden y aquel que representa el mal o el desorden. Los diarios Clarín y La Nación los describen, los exacerban, los contraponen, los enfrentan. Lo que está bien y lo que está mal; lo que implica orden, y lo que provoca el desorden, aún en el marco de tolerancia que lleva implícita la democracia, se advierte en la construcción estereotipos 5 Véase de Villa, M. J. y Loyola, M. I. (2009). Nosotros y los otros. Trabajo inédito de de investigación. Universidad Nacional de Córdoba. María José Villa y María Inés Loyola 141 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas sobre grupos sociales que se convierten en verdaderos ejes conceptuales-ideológicos. No encontramos solo del lado del mal a la delincuencia –según cánones establecidos e históricos-, sino también al orden público representado por la política, las fuerzas de seguridad y la Justicia. Los medios acentúas la ineficiencia de las instituciones del sistema democrático (el Poder Legislativo y el Judicial). Incluyes en las diferentes razones del aumento de la criminalidad, además del narcotráfico, el desempleo, la pobreza, la marginalidad y la corrupción policial. Los vecinos entonaron varios cánticos: ‘Seguridad, seguridad’, y ‘Ohhhh, que se vayan todos, que no quede ni uno solo’, esto referido a funcionarios políticos y judiciales (idem) Son las víctimas de la delincuencia y de un Estado que no ofrece respuestas. Dice Martini (2002) que en el discurso periodístico las víctimas se caracterizan por su debilidad, que es consecuencia tanto de su ‘normalidad’ como del efecto sorpresa del ataque. Esta figura puede relacionarse con el melodrama en el que se remarca la ingenuidad de la víctima, cualidad “necesaria” para pertenecer al campo del Bien. La ola de inseguridad ensombrece la vida de los argentinos; limita y cercena los derechos más elementales; altera y disminuye a niveles inaceptables los modos y calidades de vida. Los sujetos que son víctimas de la violencia son aquellos que nunca hicieron mal, víctimas que trabajan, estudian, que piden que impere la ley, nuestros chicos, nuestras buenas familias, la mayoría silenciosa, la ciudadanía decente. Y los que están del lado de la violencia son los marginados, narcotraficantes, delincuentes, los que truncan el futuro de los otros; también los jueces, los políticos y legisladores que no dictan leyes más estrictas. En la simplificación del discurso periodístico se muestran dos caracterizaciones bien diferenciadas que entran frecuentemente en conflicto: el de los ciudadanos normales y legales y el de aquellos que viven en al margen de la ley y que se sitúan, en este clasificación en la esferas de los “anormales”. Pero en este último rubro también se ubica a los funcionarios que, a juicio de la prensa, no cumplen con su obligación de garantizar el orden. La sociedad decente, víctima de la delincuencia y de la inoperancia del Estado, son aquellos que nunca han sido marginales, y que hoy lo son porque no se sienten excluidos de las políticas públicas. De algún modo, los medios van formando un estereotipo en el que modelan el perfil del indeseable. Curiosamente en las democracias occidentales el prejuicio en relación a los grupos sociales no está bien visto. Pero si ahondamos un poco en el discurso de los medios veremos cómo se reitera la construcción de estereotipos en relación a la delincuencia, a las zonas geográficas donde se inserta y a la clase social en la que se ubica. Entonces, es la existencia del estereotipo que deriva de la representación social en torno a alguien o algo, lo que vincula este tema con la cultura y el sentido común. Palabras finales Hay una línea de continuidad en los modos de tratamiento en la prensa gráfica de los temas relacionados con la seguridad/inseguridad, tal como lo veíamos en el caso Blumberg. Los María José Villa y María Inés Loyola 142 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas sentidos que circulan en relación a la seguridad están relacionados con el cuidado de la vida y la propiedad privada de las clases medias y altas. No hay referencias al tema de la inseguridad y la falta de condiciones para la vivienda, educación, salud, para la vida de los niños de 14 años. Es evidente, que el joven delincuente que mató a Capristo, estaba en situación de inseguridad, de carencia, de exclusión. Sin embargo, esa situación no es abordada por los medios, sólo en la solitaria voz de una jueza de menores, una forma de mostrar, que todas las voces están presentes en el tratamiento del tema. Hay una retórica de la barbarie, ligada a un clima de inquietud, una especie de ley de la selva donde el agresor está listo para atacar en cualquier momento y en cualquier lugar, aún en los más íntimos, no sólo en el espacio público sino también en la protección del espacio privado. Y en el discurso de los diarios analizados aparece en la voz de la gente, del vecino común. Aquí el testimonio resulta clave: “[..] nos van a matar a todos…, (palabras de Daniel Capristo, Clarín 17/4/2009);… un vecino que se identificó como Walter pidió la palabra y dijo: (…)’No podemos seguir viviendo sin saber siniestros hijos, cuando salen a la calle van a volver o no“. (Clarín 17/04/2009) ‘En este barrio no se puede vivir más; te roban a toda hora’, dijo con mucha bronca Ana Benitez (una vecina) Los vecinos nos cuidamos entre todos. Estamos todos armados…’, dijo Diego. (Clarín 17/4/2009) También una retórica de la ola, del tsunami, para explicar como se disemina la inseguridad, como fenómeno de la naturaleza, inesperado pero a la vez omnipresente, que puede ocurrir en cualquier momento, que avasalla, acorrala, expulsa a los hombre buenos de sus lugares y los lleva a otros lugares (bunkers/barrios cerrados, lugares más seguros, donde no llega la inundación –o los marginales, los sospechosos de siempre). Además hay una retórica geográfica del mal, espacial, el mapa de la inseguridad, que señala las zonas rojas. La prensa se adueña de esa metáfora espacial y muestra las “zonas peligrosas”, “rojas”, demarcándolas con un simbolito gráfico que remite a una explosión. Si pensamos en una dimensión retórica, se conecta el accidente geográfico con accidente social. Ese lugar está relacionado con el peligro (rojo), la muerte (explosión). Las retóricas de la seguridad/inseguridad están ligadas al prejuicio y la discriminación (en el caso que nos ocupa se agrega entre los indeseables a los menores marginados). Discriminación porque además de la consideración negativa del otro, se proponen y se llevan adelante acciones concretas: leyes de baja de imputabilidad; racias, los vecinos agredieron al adolescente de 14 años, etc. Las retóricas se naturalizan, se hacen carne, se fosilizan, de modo que aparece como natural las relaciones minoridad marginal/ peligrosidad- inseguridad; zonas geográficas pobres /mapas de inseguridad- zona roja. # Referencias Barei, S. y Pérez, E. (Comp) (2006): El orden de la cultura y las formas de la metáfora. Córdoba: Facultad de Lenguas y Universidad Nacional de Córdoba. María José Villa y María Inés Loyola 143 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas Bayardo, R. y Lacarrieu, M. (2003) Globalización e identidad cultural. Buenos Aires: Ediciones Ciccus. Cepeda, I. (2003). Los paramilitares: dispositivo del modelo democrático de control social, en http://www.derechos.org/niskor/colomabia/doc/cepeda8.html Courtis, C. (2000) Construcción de alteridad. Discursos cotidianos sobre la inmigración coreana en Buenos Aires. Buenos Aires: Eudeba. Distéfano, M. (2006) Metáforas en uso. Buenos Aires: Biblos. Loyola, M. I., Villa, M. J. y Sánchez, M. T. (2003). El uso de las metáforas en el discurso de la guerra, en Sala de Prensa N° 62. http://wwww.saladeprensa.org Loyola, M. I. y Villa, M. J. Las buenas familias. El discurso de la seguridad en la prensa, en Coronados, D. y Emaides, A. (Comp.). (2008). Los prismas rotos. La violencia desde una óptica multidisciplinar. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, UNC y UNVM. Moscovici, S. (1986) Psicología social II. Pensamiento y vida social. Psicología social y problemas sociales. Barcelona: Paidós. Martini, S. Agendas policiales de los medios en la Argentina: la exclusión como un hecho natural, en Gayol, S. y Kessler, G. (Comp). (2002). Violencia, delitos y justicias en la Argentina. Buenos Aires: Manatial. Raiter, A. (2003). Lenguaje y sentido común. Las bases para la formación del discurso dominante. Buenos Aires: Editorial Biblos. Rey, G. y otros. (2007): Los relatos periodísticos del crimen: Cómo se cuenta el delito en la prensa escrita latinoamericana, Bogotá: Centro de Competencia en la Comunicación. Rey, G. (2005): El cuerpo del delito. Bogotá: Centro de Competencia en la Comunicación en América Latina. María José Villa y María Inés Loyola 144 Discriminación y prejuicio en las agendas mediáticas Semblanza curricular María José Villa es doctora en Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna, España). Ponente en múltiples congresos nacionales e internacionales y autora de diversos artículos en libros y revistas especializadas del país y el extranjero. Es actualmente Vicedirectora e investigadora en la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). [email protected] María Inés Loyola es doctoranda en Estudios Sociales Latinoamericanos, con especialidad en Comunicación y Cultura, por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Sus líneas de investigación se centran en el periodismo gráfico, la cultura mediática y la comunicación educativa. Ha publicado en revistas especializadas sobre comunicación y periodismo, tanto de carácter nacional como internacional. Ha sido ponente y conferencista en diversos congresos. Es actualmente profesora e investigadora en la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). [email protected] María José Villa y María Inés Loyola 145 Esta página está en blanco 2 Cuarta parte. Coberturas frívolas en las agendas mediáticas 117 Esta página está en blanco 2 Representación de Obama en la prensa latinoamericana Capítulo No. 8 Representación de Obama en la prensa latinoamericana Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera Fernández Universidad de Guadalajara (México) Introducción Como muy pocas veces se ha visto en la historia política, el nuevo Presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama, ha logrado convertirse no sólo en una gran celebridad a nivel internacional, sino también en un gran fenómeno mediático al lograr una amplia cobertura y atención periodística por parte de la prensa mundial. En América latina, tanto la prensa escrita como la electrónica cubrieron pródigamente su campaña electoral, decisiones y movimientos como presidente electo y nuevo mandatario, principalmente aquellas actividades las relacionadas con la integración de su gabinete presidencial y las medidas para tratar de revertir la recesión económica. De hecho, Obama pasará a la historia no sólo como el primer Presidente afro-americano de Estados Unidos, sino como uno de los mejores comunicadores políticos que logró derrotar primero a Hillary Clinton y después al abanderado Republicano John McCain. De esta forma, Obama se ha convertido en una marca política de la que se habla y escribe con frecuencia, ya sea desde los grandes centros financieros hasta las pequeñas comunidades a lo largo y ancho del orbe. Ello lo ha convertido en un experto en agenda setting (McCombs, 2004), porque con su habilidad ha sabido colocarse en el top del debate y la cobertura periodística a nivel internacional. En el presente trabajo se hace un análisis de las características de la cobertura mediática que Obama tuvo por parte de la prensa escrita en América Latina, desde su elección en noviembre de 2008 hasta su Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera 149 Representación de Obama en la prensa latinoamericana toma de protesta como presidente el 20 de enero de 2009. Asimismo, analiza las causas que generaron convertir a Obama en un fenómeno mediático y una celebridad a nivel internacional. Amplia cobertura periodística Obama es, sin duda, el político más popular y conocido en el mundo y el que ha logrado una cobertura mediática sin precedente en la historia. De acuerdo a Texas Global Languaje Monitor (TGLM), Barack Obama motivó tan sólo el 20 de enero de 2009, día de su toma de protesta, 35 mil historias en los principales medios de comunicación del mundo, 35 veces más que lo generado por la última ceremonia de juramento presidencial en Estados Unidos1. Este creciente interés de los medios por Obama se manifestó desde su candidatura presidencial, cuando derrotó a Hillary Clinton en la elección interna del Partido Demócrata. Durante la elección constitucional, Obama tuvo un 18 por ciento más de cobertura mediática que su opositor McCain, de acuerdo a lo que reportó la empresa de análisis LexisNexis (Agencia EFE)2. En América Latina, Obama ha estado presente también en la gran mayoría de los rotativos, tanto como candidato como gobernante electo, ocupando en muchos casos espacios en las principales planas de la prensa, ya sea como noticia principal o como parte de las secciones internacionales de los periódicos nacionales y regionales. Más de un centenar de notas periodísticas abordaron la temática de la relación entre Estados Unidos y los gobiernos de América latina, principalmente en materia de política exterior, reforma migratoria, narcotráfico y desarrollo económico, sobresaliendo los reportajes sobre la reunión que tuvo Obama con el presidente Felipe Calderón (México) en las primeras semanas de 2009. Un caudal amplio de notas periodísticas y editoriales en la prensa abordaron también los futuros planes del nuevo gobierno y su efecto sobre la región, particularmente en materia de recuperación económica, creación de empleos y relaciones bilaterales. Esta amplia cobertura mediática se explica, al menos, por cinco razones: • Primero, por tratarse de un hecho histórico el que un hombre de raza negra asuma la máxima magistratura del país más poderoso del mundo. Se creía muy difícil, sino 1 Para el presidente de TGLM, Paul J. J. Payack, la campaña y elección de Obama en 2008 generó 717 mil menciones en prensa, televisión y radio alrededor del mundo y otras 254 millones de menciones en Internet y blogs. Estas cifras superan el interés que provocó en los medios el huracán Katrina en 2005, la turbulencia financiera en 2008, la guerra en Irak en 2003 y los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.. Las cifras fueron calculadas, según se informa, usando un algoritmo de propiedad del grupo TGLM que rastrea la frecuencia de las palabras y frases en los principales medios escritos y electrónicos, Internet y principales bases de datos. 2 Desde el 31 de diciembre de 2008, se habían hecho 6 millones de nuevas menciones relativas a Obama en internet, de acuerdo con la misma fuente. Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera 150 Representación de Obama en la prensa latinoamericana • • • • imposible, que un hombre de su color pudiera algún día llegar a ser Presidente de ese país. Segundo, porque Estados Unidos enfrentaba una de las peores recesiones económicas de su historia, misma que generó un efecto desastroso, tipo domino, para la economía internacional, especialmente en muchas naciones latinoamericanas. De ahí que el interés de la prensa en la región se enfocara en cubrir las decisiones del nuevo gobierno, principalmente en materia económica y financiera, mismas que pudieran afectar positiva o negativamente la economía mundial. Tercero, porque Obama se convirtió en toda una celebridad a nivel internacional y un fenómeno mediático que suscitó interés por parte de los lectores, lo que les resultó altamente rentable a los medios de comunicación desde la perspectiva económica. Es decir, Obama se convirtió en un político que es noticia, que vende y ayuda a vender periódicos en el mundo. Cuarto, porque Obama tuvo la capacidad de colocarse como el actor principal en la crisis económica mundial y es uno de los personajes claves del desenlace de esta crítica situación. Quinto, porque Obama fue un personaje astuto y competente para posicionarse en la opinión pública mundial como un hombre que encabeza la esperanza de un futuro mejor, no sólo para su país sino también para muchas naciones del orbe. Un enfoque complaciente Al igual que ocurrió durante la campaña presidencial, el tratamiento que la prensa latinoamericana dio a Barack Obama como presidente electo en sus primeros días en funciones fue abiertamente favorable, por lo que bien puede decirse que Obama vivió una luna de miel con los medios de comunicación, especialmente con la prensa escrita de América Latina. Con excepción de algunas notas que remarcaron, por ejemplo, los escándalos del gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, por la presunta venta del escaño que ocupaba Obama en el Senado, o la renuncia al gabinete de Bill Richardson, luego de ser invitado por Obama al Departamento de Comercio y estar sujeto a investigación por la justicia estadounidense por presuntos favores a una empresa durante su mandato como gobernador del Estado de Nuevo México, el grueso de las notas de prensa fueron favorables al Presidente Obama.3 Tales fueron, por ejemplo, las notas en positivo que aparecieron entre los meses de noviembre de 2008 y enero de 2009 en los rotativos El Mercurio (Chile), El Clarín (Argentina), Ultimas Noticias (Venezuela) y los diarios Milenio y Reforma (México). En lo particular, hubo una opinión optimista de parte de los comunicadores de la región 3 Obama fue foco de atención en 10,454 artículos y transcripciones, tan sólo en una semana. Del total de artículos, un 37% tenían un giro favorable, un 30% eran neutrales y un 33% eran negativos. Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera 151 Representación de Obama en la prensa latinoamericana sobre Obama aunque, en algunos casos como Venezuela, se puso en duda que la solución de la crisis económica y el bienestar mundial dependieran de una sola persona. Temas centrales Seis fueron los temas centrales destacados en los titulares: • • • • • • La crisis económica mundial y los planes del nuevo gobierno para enfrentarla La conformación del gabinete presidencial Las políticas de inmigración del nuevo gobierno Estados Unidos y su relación con los países latinoamericanos La seguridad nacional y la lucha contra el crimen organizado La toma magnánima de protesta de Obama como el primer presidente afroamericano.4 En materia económica, la totalidad de los diarios nacionales de la región publicaron notas que hacían referencia a la severa crisis de la Unión Americana y su efecto dominó en el resto de la economía mundial. De igual forma, sobresalieron los análisis y reflexiones de editorialistas especializados que discutieron la viabilidad de los planes de rescate y reactivación que buscaba impulsar el gobierno de Obama. En lo particular, valoraron los efectos de dichas políticas en las economías de las naciones latinoamericanas. El paquete de estímulos fiscales y el plan de rescate financiero para tratar de sacar de la recesión a la economía estadounidense ocuparon un lugar privilegiado en el tratamiento mediático de la prensa en la región. Específicamente, enfatizaron sobre las cuantiosas cifras del plan de estímulos económicos y el presupuesto multimillonario para el 2009, así como su aplicación y posibles impactos para revertir la crisis económica y financiera. Respecto al nuevo gabinete presidencial, la cobertura mediática enfatizó en sus análisis los antecedentes y experiencia para el puesto de los nuevos funcionarios, así como su vinculación con los ex mandatarios William Clinton y George W. Bush. En materia de inmigración, los rotativos abordaron frecuentemente este tema en sus análisis y consideraron la posibilidad de que el gobierno de Obama cumpla su promesa de campaña e impulse una reforma integral, misma que beneficiaría a cerca de 12 millones de latinos que están de manera ilegal en Estados Unidos. Muy ligado a este tema, se abordó también el de la reducción en el envío de remesas a los países de mayor expulsión de emigrantes y la aportación económica de los hispanos al crecimiento de la 4 Con George W. Bush el tratamiento informativo fue muy diferente, generalmente de crítica y oposición ante su política intervencionista y belicosa, ya que algunas naciones latinoamericanas -además de ser gobernadas por partidos de izquierda- aplican el principio de la autodeterminación de los pueblos y la convivencia pacífica. Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera 152 Representación de Obama en la prensa latinoamericana Unión Americana. Sobre las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, el tratamiento mediático se orientó a consideran que ésta región, a pesar de su cercanía geográfica, no sería una prioridad durante esa administración. Caso especial fue México, donde la cobertura informativa sobre la reunión que sostuvo Obama con el Presidente Felipe Calderón días antes de tomar posesión fue abundante. La lucha contra del narcotráfico, la seguridad nacional y el combate a la delincuencia organizada, como parte de una agenda de interés mutuo, formó parte de los encabezados y notas informativas que abundaron en toda la prensa de América Latina. En el caso de los periódicos mexicanos El Universal, Ovaciones, La Jornada, Reforma, Milenio y Excélsior, enfatizaron mucho sobre los problemas de seguridad transfronterizos y los retos del nuevo gobierno estadounidense para contrarrestarlos. La toma de protesta del nuevo mandatario el 20 de enero del 2009 ocupó los encabezados de la mayoría de los rotativos de la región, sobresaliendo la cobertura de los eventos artísticos y culturales previos al acontecimiento y la histórica concentración de más de 2 millones de personas que atestiguaron la ceremonia de juramento del nuevo mandatario. Otro de los temas presentes en la prensa latinoamericana fue el conflicto en Medio Oriente, especialmente la guerra en Irak y la invasión militar de Israel a Palestina. Sobre el particular, sobresalieron en las notas periodísticas las declaraciones de Obama sobre el bombardeo del ejército de Israel en contra de Hamas y la población civil de la zona de Gasa, así como los conflictos bélicos de Estados Unidos con Irak, Irán y Afganistán. También se destacó la nueva actitud y orientación del gobierno de Obama, más pacifista y tolerante, que busca privilegiar la diplomacia y la política más que la confrontación o las prácticas de guerra para solucionar los problemas y conflictos regionales. Como presidente electo, los diarios Milenio, Excélsior y Reforma de México monitorearon todas las acciones y movimientos del nuevo Presidente, así como sus primeras órdenes ejecutivas que incluyeron diversas reglas sobre transparencia y ética gubernamental, la congelación de los salarios de los altos funcionarios de su administración y el cierre de la prisión de Guantánamo, en Cuba. Esta amplia cobertura mediática continúa hasta nuestros días, sobresaliendo las reformas al sistema de salud y los debates sobre una nueva reforma migratoria, entre otros. Ausencia de crítica El optimismo y expectativas que el gobierno de Obama generó en amplios sectores de la población latinoamericana, generó la ausencia de crítica en los comunicadores y editorialistas de la región. Ello se manifestó en que más del 95% de las notas publicadas fueran positivas o neutras hacia el nuevo gobierno. De hecho, las críticas hacia Obama fueron realmente pocas y como resultado de las reproducciones editadas previamente por los diarios Washington Post y The New York Times. En ellos si se cuestionaron, por ejemplo, los antecedentes de algunos personajes que laboraron con la administración de William Clinton y fueron llamados de nuevo para colaborar con el gobierno de Obama. Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera 153 Representación de Obama en la prensa latinoamericana En lo particular, en el periódico Milenio y sus filiales de las diferentes entidades de la República Mexicana publicaron notas que cuestionaban algunos nombramientos en el gabinete presidencial, como es el caso de Timothy Geithner en el Departamento del Tesoro y Lawrence Summer en la Asesoría Principal de Economía. A ellos se les consideró como protegidos de Robert Rubin, antiguo director de City Group y ex Secretario del Tesoro en la administración Clinton, quien fue señalado como uno de los corresponsables de la crisis financiera. Es decir, el cuestionamiento central se centró en el nombramiento de funcionarios que trabajaron en la administración Clinton e impulsaron políticas neoliberales de desregulación financiera, los cuales ahora deberán impulsar acciones contrarias de carácter neo-keynesiano y que implican una mayor regulación e intervención del Estado en la economía. No obstante, la actitud crítica que predominó en la prensa latinoamericana durante el gobierno de George W. Bush fue sustituida por un tratamiento más favorable hacia el nuevo Presidente, ponderándose las trivialidades, formas, imagen mercadológica y espectáculos que se reflejaron, por ejemplo, en la cobertura mediática de la grandilocuente y dispendiosa ceremonia de toma de protesta al estilo hollywoodense. Poco trabajo periodístico Otra de las características encontradas en una gran parte del tratamiento mediático de América Latina, fue la reproducción de artículos y reportajes de columnistas estadounidenses traducidos al español y provenientes de las principales cadenas periodísticas de ese país. Tales fueron los casos de El Clarín de Argentina, El Mercurio de Chile, Ultimas Noticias de Venezuela y Reforma de México, los que reprodujeron con frecuencia artículos de periodistas estadounidenses tomados de rotativos como el Washington Post o The New York Times. De hecho, en varios casos como Reforma, los periódicos tradujeron y reprodujeron una selección semanal de artículos referentes a Obama. Es decir, en varios casos predominó una especie de pereza periodística en la región al acudir al fácil expediente de la traducción y transcripción de trabajos hechos por extranjeros. Un periodismo cursi En la búsqueda de mayores audiencias y lectores, muchos diarios latinoamericanos le apostaron a la publicación de notas sensacionalistas, enfocadas a resaltar aspectos triviales y anecdóticos de la vida de Obama y su familia. Sustituyeron el análisis serio y los temas importantes por la frivolidad. La objetividad y el enfoque crítico que tradicionalmente ha sobresalido en el tratamiento periodístico sobre los gobiernos de Estados Unidos, desaparecieron casi por completo. En muchos de los artículos aparecidos en la prensa sudamericana, se abordaron aspectos triviales al escribir, por ejemplo, sobre el físico de Obama, quién diseñó y confeccionó la ropa de su esposa para la ceremonia de protesta, cuáles son las preferencias gastronómicas del Presidente y su familia, qué tipo de mascota vivirá en la Casa Blanca y las opciones de educación para Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera 154 Representación de Obama en la prensa latinoamericana sus hijas, por señalar algunos. Es decir, la prensa latinoamericana le apostó, en gran medida, a los aspectos banales para insertarse en la inercia predominante en la prensa estadounidense que trató a Obama no como un jefe de Estado sino como una celebridad al estilo Hollywood que atrae la atención de millones de espectadores. A manera de conclusión Obama logró, como muy pocos políticos en la historia moderna de Estados Unidos, convertirse no sólo en el primer presidente afroamericano del país más poderoso del mundo, sino en una verdadera celebridad que pudo conciliar, como nunca antes, la atención de los medios de comunicación. De hecho, prácticamente en todos los noticiarios y rotativos a nivel mundial se dio cobertura a las más diversas actividades y decisiones de Obama, desde la designación de su gabinete y las propuestas de rescate al sistema económico y financiero hasta la fastuosa toma de protesta y los primeros días de su mandato. Para llegar a convertirse en un fenómeno mediático, las circunstancias presentes -como la crisis económica mundial- y sus competencias comunicativas fueron cualidades importantes que explican el fenómeno. En América Latina la cobertura informativa de las acciones de Obama fue también intensa y extensa. Sin embargo, varios rotativos optaron por un tratamiento complaciente del nuevo gobierno, publicando notas que enfatizaron trivialidades, anécdotas y aspectos cursis sobre el nuevo mandatario y sus familiares. Lo que predominó, también en la prensa de la región fue la traducción de reportajes y escritos publicados en diarios de Estados Unidos, lo que reflejó, en cierta manera, una pereza periodística en la región. De hecho, se realizó poco periodismo de investigación con un enfoque crítico y analítico. # Referencias McCombs, M. (2004). Setting the Agenda: The Mass Media and Public Opinion. Cambridge: Polity Press. Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera 155 Representación de Obama en la prensa latinoamericana Semblanza curricular Andrés Valdez Zepeda es doctor en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Nuevo México (EUA). Autor de los libros Mercadotecnia pública (2006) y Procesos de intercambio en el espacio público (2008). Es actualmente profesor e investigador en la Universidad de Guadalajara y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (México). [email protected] Rogelio Rivera Fernández es doctor en Ciencias Administrativas por el Instituto Politécnico Nacional (México). Académico con Perfil PROMEP, es actualmente profesor e investigador en la Universidad de Guadalajara (México). [email protected] Andrés Valdez Zepeda y Rogelio Rivera 156 Quinta parte. Reformas y expropiaciones en las agendas mediáticas 117 Esta página está en blanco 152 Privatización de ENTel y fuentes de información Capítulo No. 9 Privatización de ENTel y fuentes de información Natalia Aruguete Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina Carlos Muñiz Muriel Universidad Autónoma de Nuevo León (México) Introducción Antes del inicio del gobierno justicialista de Carlos Menem en 1989, los temas centrales de la opinión pública argentina eran la recuperación de la estabilidad democrática -después de siete años de dictadura militar (1976-1983)- y del crecimiento económico. Pero la agudización de la crisis socio-económica argentina entre el último trimestre de 1988 y el primer semestre de 1989 dio un nuevo impulso a la demanda social, instalada tiempo atrás, por recobrar el equilibrio económico, político e institucional. En efecto, Mora y Araujo (1993:302) observa que, desde mediados de la década del ‘80 y con mayor énfasis a comienzo de los años ‘90, se asistió a un “cambio de valores, expectativas y preferencias de los argentinos traducido en un creciente aumento de las actitudes productivista y privatista y de la preocupación por el problema de la inflación y una pérdida de confianza en los dirigentes políticos y sindicales”. Coherente con ello, una encuesta de noviembre de 1990, realizada por IPSOS–Mora y Araujo, en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, muestra que el 64% de los consultados estaba de acuerdo con la Reforma del Estado impulsada por el gobierno nacional, frente a un 24% en desacuerdo y un 12% que no respondió por ninguna de las dos opciones1. En particular, la opinión favorable a la privatización de la Empresa Nacional de 1 El Clarín, 25 de noviembre de 1990. Página. 13. Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete 159 Privatización de ENTel y fuentes de información Telecomunicaciones (ENTel) durante 1990 se mantuvo entre el 63,9 y el 66,9 % (Mora y Araujo, 1993:199). Tal reclamo generalizado parece haber sido detectado por los medios que otorgaron una prioridad significativa a determinados asuntos públicos, así como a sus implicancias políticas y económicas.2 Según Amadeo (2008), “los periodistas presentan la información reflejando valores subyacentes en las audiencias”. La cobertura de las reformas estructurales -propuestas por el poder político como la “única” forma de revertir la crisis del Estado- alcanzó un nivel de presencia mediática que no había tenido antes. Entre estas iniciativas, la privatización de los servicios públicos, y la de las telecomunicaciones en particular, fue un capítulo fundamental. Un aspecto destacable de la relación entre medios y espacio público es que la cobertura noticiosa de este asunto puso de manifiesto la correlación de fuerzas entre los intereses y demandas de los actores que lograron acceder a la agenda mediática. En ese marco, el uso de las fuentes por parte de los distintos diarios fue expresión del ejercicio del poder en los textos, en tanto patentó la identidad de los actores “que compiten por dominar el texto” (Entman, 1993:55). El presente trabajo estudia la articulación entre los medios de comunicación y sus fuentes de información, en base a la teoría del Indexing. El estudio empírico está centrado en la cobertura periodística del proceso de privatización de ENTel, en especial, de los tres meses previos al traspaso de la compañía al capital privado, concretado el 9 de noviembre de 1990. Se analiza la información publicada por cinco diarios de alcance nacional: Ámbito Financiero, Clarín, Crónica, La Nación y Página/12. El objetivo es comprobar si las personas insertas en instituciones oficiales tienen mayor presencia en la información que aquellas que cuentan con un nivel de institucionalidad menor o tienen una posición opositora o no complaciente con la política oficial (trabajadores, académicos, entre otros). La decisión de tomar el período agosto-octubre de 1990 responde a que en esos meses se produjeron acontecimientos que lograron concentrar los aspectos más representativos de esta privatización, como las negociaciones, definiciones, medidas y normas jurídico-legales que dieron forma a las condiciones en que fue vendida la empresa a los consorcios privados, los aumentos tarifarios implementados en dicha etapa y el conflicto que se dio entre el gobierno, las autoridades de ENTel y los trabajadores telefónicos a partir de sus reivindicaciones salariales y su oposición a la venta de la empresa al capital privado. Se parte de las siguientes preguntas de investigación. 2 La reforma del estado iniciada en la década del noventa y financiada mediante préstamos del Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) suponía la privatización de las empresas públicas y la venta o concesión de activos estatales, la desregulación de distintos mercados, la descentralización de servicios y bienes del Estado nacional hacia los Estados provinciales y la “flexibilización” de los mercados de trabajo. Como contrapartida, se lo desplazaba de sus funciones de intervención en el plano económico y social y se promovía su abandono de las áreas de educación y salud (Aruguete, 2009). Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete 160 Privatización de ENTel y fuentes de información P. 1 ¿Qué actores vinculados al proceso de privatización de ENTel se constituyen en fuentes de información de la cobertura de este caso? P. 2 ¿Qué grado de cercanía al poder oficial tienen las fuentes más frecuentemente citadas en la cobertura de la privatización de ENTel? Coherente con ello, este trabajo consta de las siguientes partes: 1) Una descripción del proceso de venta de ENTel al sector privado nacional e internacional en 1990 2) una revisión de las principales características de la teoría del Indexing 3) la metodología utilizada para el análisis de los diarios 4) un ejercicio de aplicación de esta perspectiva mediante el análisis de contenido de la información publicada en el período mencionado 5) las principales conclusiones. Contexto del análisis. La privatización de ENTel El ex presidente Carlos Menem (1989-1999) asumió el gobierno en agosto 1989, en medio de un escenario marcado por una hiperinflación sin precedentes en Argentina, escasez de las reservas de divisas y atrasos acumulados en los pagos externos, aumento del desequilibrio fiscal, creciente peso de la deuda interna, recesión y desempleo3. A los efectos sobre el desempeño macroeconómico se sumó una profunda crisis política, institucional y social. La emergencia económica, el descrédito de la sociedad hacia las instituciones y la incapacidad de las autoridades para asegurar el funcionamiento del aparato estatal y garantizar el orden público a fines de los años ’80, tuvieron un efecto determinante en la tolerancia pública a las reformas estructurales impulsadas durante el menemismo. Una de las reformas más importantes de la Administración Menem fue la privatización de las empresas de servicio público en manos del Estado. Y entre éstas, la venta de ENTel a dos consorcios liderados por compañías trasnacionales, Telefónica de Argentina SA y Telecom Argentina SA, cobró suma importancia por tratarse de la primera gran empresa en ser transferida al capital privado nacional e internacional (Abeles, 2001). Un año antes de su traspaso, el Gobierno intervino la empresa telefónica y designó a la ingeniera María Julia Alsogaray para estar al frente de su gestión. Durante el período de la intervención, Alsogaray implementó una serie de medidas que derivaron en un significativo deterioro de la prestación del servicio, en relación con los planes de obras y expansión y las tareas de mantenimiento. Además, entre noviembre de 3 Entre enero y julio de 1989, el país pasó de tener una tasa de interés anual menor al 10% a la primera gran hiperinflación: el dólar aumentó un 3.600%, el poder adquisitivo de las remuneraciones cayó un 68,4%, el salario real perdió 40 puntos medido en moneda local y 81,2 puntos en dólares, el nivel de desocupación y subocupación creció un 27% de octubre de 1988 a mayo de 1989, el consumo se contrajo un 6,3% y las mercancías y servicios disponibles disminuyeron un 10,3% (Martínez, 1991). Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete 161 Privatización de ENTel y fuentes de información 1989 y noviembre de 1990, aumentó el nivel de endeudamiento en un 122% (Celani, 1998), se redujo abruptamente la masa laboral (Aruguete y Duarte, 2006), se incrementó la tarifa en un 711% medida en dólares estadounidenses y se delineó un diseño de privatización acorde a las exigencias de los nuevos propietarios (Azpiazu, 2003). La privatización de la telefónica estatal puso de manifiesto, entre otras cuestiones, la correlación de fuerzas existente entre los actores involucrados. Los procedimientos personalistas y discrecionales de varios funcionarios del gobierno derivaron en confrontaciones en el interior del Poder Ejecutivo. En el marco de tales disputas, la intervención de la oposición, concentrada en los diputados y senadores de la Unión Cívica Radical, se redujo a desacuerdos que fueron menospreciados por los funcionarios responsables de la transferencia de la empresa. Por su parte, los trabajadores telefónicos previeron que esta política derivaría en reducción de puestos de trabajo y flexibilización de derechos laborales. Y fracasaron en sus intentos por frenar el proceso. Por último, para los proveedores y contratistas ya no representaba un beneficio continuar con la empresa en manos del Estado. En definitiva, el traspaso de ENTel al capital privado contribuyó a generar en la población un sentimiento de descrédito respecto de la gestión estatal de los servicios públicos. Un aspecto esencial para justificar la privatización de ENTel en tiempo récord. Marco teórico. La teoría del Indexing Con frecuencia, “las noticias políticas se centran en las acciones y reacciones del gobierno frente a otras instituciones legítimas que representan ideas diferentes” (Amadeo, 2008:218). En estos contextos, las fuentes oficiales suelen aportar gran parte de la información de las agendas de los medios sin que se cuestione su verosimilitud por el “factor de autoridad” que exhiben (Wolf, 1991:258). La información que generan está cubierta de noticiabilidad más allá de su contenido. Esto significa que, en igualdad de condiciones, los periodistas suelen hacer referencia a las fuentes oficiales o situadas en posiciones institucionales de autoridad. Bennett (1990) denomina “Indexing” al índice atribuido a las fuentes en las coberturas periodísticas. Dicha perspectiva propone analizar cómo los periodistas establecen el ámbito de las fuentes informativas positivas, legítimas y/o creíbles (Bennett, 1990 y 1996). Los medios que recurren a información oficial la transmiten en forma casi literal y le dan a los asuntos la misma prioridad que la agencia oficial (VanSlyke Turk, 1986). Así, la industria noticiosa cede a las instituciones oficiales el rol de vigilarse a sí mismas, vulnerando el equilibrio democrático (Bennett, 1990). Producto de esta dinámica, las voces no oficiales logran ser incluidas ocasionalmente en la versión periodística o cuando expresan opiniones que previamente emergieron en círculos oficiales. Cuando son admitidas, se debe, en general, a que están involucradas en desobediencias civiles, protestas o actos ilegales, con lo que se establece un contexto interpretativo negativo a su alrededor (Gitlin, 1980). En los Estados Unidos, los funcionarios públicos se constituyen en las fuentes de la mayoría de las noticias que se informan. También en Argentina se ha corroborado una tendencia a apelar a fuentes oficiales para la elaboración de las noticias (Monteiro y Vera, 2006; Rey Lennon, 1998). Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete 162 Privatización de ENTel y fuentes de información Ahora bien, la forma y el grado de utilización de las fuentes oficiales dependen del fenómeno analizado y de la coyuntura en que éste se inserta. Cuando se abordan temas polémicos, donde existe un debate con posturas diferentes, más fuentes son consultadas y más importancia se les da en los medios (Bennett, 1996). Si la opinión oficial está desalineada por la razón que fuere, el proceso periodístico puede devenir relativamente caótico, con la consecuente caída en la estructura narrativa oficial y la apertura de un espacio para narrativas noticiosas anómalas, que incluyan voces sociales heterogéneas. Ejemplo de este tipo de dinámicas son los escenarios de conflicto, donde las fuentes oficiales corren el riesgo de perder credibilidad a causa de la polémica en la que están inmersas. En tales circunstancias, existe una mayor recurrencia a fuentes informales o extraoficiales, aunque su tratamiento no cuenta con pautas tan claras. Amadeo (1999:252) estudió el tratamiento informativo de la corrupción política en Argentina. Allí comprobó que los medios mostraron la información tal como la presentaron las fuentes oficiales. Sin embargo, sostiene la autora, en los casos de corrupción política se pone en duda la credibilidad de las fuentes oficiales. Consecuentemente, los periodistas recurren a otras voces “para comprobar que las fuentes oficiales son veraces” Bennett (2004) estudió también la construcción periodística sobre el debate de la “Gran Globalización” y concluyeron que la influencia de los medios en el espacio público significaría abrir el espectro a la participación de otros actores sociales en las preocupaciones de la población. Partiendo de las premisas de este enfoque, el presente trabajo procura estudiar la cobertura periodística del proceso de privatización de ENTel, en especial, de los tres meses previos al traspaso de la compañía al capital privado, atendiendo al tipo de articulación que se da entre los distintos medios y sus fuentes. Metodología del estudio Muestra. Está compuesta por 292 notas de los cinco diarios bajo estudio. En primer lugar se realizó una muestra estratificada en la que se diferenciaron los distintos diarios y se distinguieron los meses y las semanas de publicación. Una vez establecidos estos estratos, se seleccionaron dos días hábiles de la semana en forma aleatoria y se recogieron todos los artículos publicados en esos días, en cada diario. Libro de códigos. Cada unidad de análisis fue codificada según las pautas formales de la información: diario, día de la semana y fecha de publicación, género periodístico y sección. Las fuentes se dimensionan en primarias y secundarias. Se definen las siguientes categorías: 0= no se citan fuentes, 1= Presidente Carlos Menem, 2= Interventora de ENTel María Julia Alsogaray, 3= Ministro de Obras y Servicios Públicos Roberto Dromi, 4= Otros miembros del gobierno, 5= Trabajadores, 6= Consorcios, 7= Poder Legislativo, 8= Otros. Asimismo, se codifica si tales fuentes son: 1= Oficiales ó 2= No oficiales. Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete 163 Privatización de ENTel y fuentes de información Investigación empírica. Análisis de los diarios Pautas formales de la cobertura de ENTel En este apartado, el análisis se centró en las variables formales de presentación de la información. En relación con tales aspectos, el formato predominante de la muestra es la ‘noticia’ (90,4%). El 10% restante se reparte entre ‘notas de opinión y análisis’ (3,8%), ‘entrevistas’ (2,1%) y ‘cartas de lectores’ (2,1%), éstas últimas publicadas exclusivamente por La Nación. Finalmente, las ‘columnas’ escritas por personas o instituciones externas al diario cuentan con una frecuencia ínfima (1%) y las ‘editoriales’ redactadas por los directores o altos responsables de los diarios alcanzan apenas el 0,7% de las publicaciones. Otra variable de descripción básica del perfil de las notas es su pertenencia a las distintas secciones de los diarios. La mayoría se concentra en ‘economía’ (49%) y ‘política’ (40,8%). Menor frecuencia presentan los artículos publicados en ‘información general’ (1,7%). Además del perfil general de la cobertura, se describe la frecuencia de aparición del caso ENTel en los diarios. Ámbito Financiero y Clarín son los que mayor cobertura dan a este asunto, concentrando casi la mitad de las publicaciones de la muestra (44,9%). El 55,1% restante se reparte entre los diarios La Nación, Crónica y Página/12 Tabla No. 1 Cobertura informativa de ENTel, según diarios Agosto-octubre 1990 Cobertura de ENTel Diarios Porcentaje Ámbito Financiero 23,3 % Clarín 21,6 % La Nación 19,1 % Crónica 18,5 % Página/12 17,5 % El acceso de las fuentes a la agenda mediática En la cobertura de un asunto, el vínculo que las instituciones periodísticas establecen con lo público es un rasgo de las correlaciones de fuerza existentes en una sociedad. En este marco, un aspecto central de la construcción de la agenda noticiosa es la relación de los medios con sus fuentes de información (Brandenburg, 2002; Gans, 1979). Como se ha mencionado, las instituciones oficiales aportan gran parte de la información de las agendas de los medios sin que se cuestione el grado de verosimilitud de las noticias resultantes, en tanto su versión de los hechos es más legítima que la del resto. Este apartado se propone explorar qué actores vinculados al proceso de privatización de ENTel se constituyen en fuentes de información de la cobertura de este Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete 164 Privatización de ENTel y fuentes de información caso y cuán cercanos al poder oficial se ubican las fuentes más frecuentemente citadas. Para responder estas inquietudes, el análisis se estructuró en dos instancias. En la primera se analizó el grado de aparición de las fuentes oficiales y las no oficiales en la cobertura del caso ENTel. En la segunda, la frecuencia con que los distintos actores vinculados a este fenómeno fueron citados en la información. ¿Se aplica la teoría del Indexing en la cobertura de la prensa argentina en el caso ENTel? Para corroborarlo se computaron las dos primeras fuentes citadas en los artículos —fuentes principales y secundarias— y se analizó si eran oficiales o no, en función de su pertenencia institucional. Entre las fuentes principales, en casi dos de cada tres notas (68,4 %) los periodistas recurren a fuentes oficiales (miembros de los Poderes Ejecutivo y Legislativo), mientras que en la cuarta parte de la cobertura (24,7%) se citan fuentes extraoficiales (trabajadores telefónicos y consorcios privados). En el caso de las fuentes secundarias (las segundas en ser citadas) se da un comportamiento similar: en un 59,4% de los casos se cita a funcionarios y en el 23,3%, a fuentes no oficiales. Tabla No. 2 Gráfico 1. Fuentes oficiales y extraoficiales. Agosto-Octubre de 1990 80 70 Fuentes oficiales Fuentes extraoficiales 68,4 59,4 Porcentaje 60 50 40 30 24,7 23,3 20 10 0 Fuentes principales Fuentes secundarias Fuentes de la información En efecto, en el tratamiento noticioso de este asunto se cumplió la hipótesis del Indexing, en tanto los medios se mostraron propensos a publicar la información tal y como la presentaron las instituciones oficiales, sin que su grado de verosimilitud fuera cuestionado, dado el factor de autoridad que exhiben (Wolf, 1991). Un análisis desagregado del acceso de las fuentes a la agenda mediática muestra una tendencia diferente. Entre las fuentes principales, los ‘trabajadores’ cuentan con uno de los más altos niveles de presencia en las notas (22,5%), apenas por debajo de ‘otros miembros del gobierno’ (24,9%) que incluye a funcionarios de diversos ministerios y reparticiones del Estado. En términos comparativos, los tres actores del gobierno que fueron una pieza fundamental de este proceso —la ‘interventora de ENTel María Julia Alsogaray’ (15,4%), el ‘presidente Carlos Menem’ (13%) y el ‘ministro de Obras y ----- Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete 165 Privatización de ENTel y fuentes de información Servicio Públicos Roberto Dromi’4 (8,3%)— aparecen menos citados en las notas que los trabajadores. Aunque hay que tener en cuenta que se trata de actores individuales y no colectivos, con lo que su aparición en los medios no es fácilmente comparable con los empleados telefónicos o los consorcios privados, que aparecen mencionados dentro de un colectivo. Finalmente, la participación más baja le corresponde a los ‘consorcios privados’ (7,7%). Tabla No. 3 Gráfico 2. Fuentes principal y secundaria de información. Agosto-Octubre de 1990 30 Fuente principal Fuente secundaria 24,9 25 22,5 21,5 20,4 Porcentaje 20 15,1 15,4 13,0 12,9 15 14,0 14,0 8,3 10 5 8,3 7,7 2,2 0 Otros del gobierno Trabajadores Interventora Alsogaray Presidente M enem M inistro Dromi Poder Legislativo Consorcios Fuentes de información Entre las fuentes secundarias, el ‘Poder Legislativo’ alcanza la mayor frecuencia (21,5%), seguido por ‘otros miembros del gobierno’ (20,4%), los ‘trabajadores’ (15,1%), el ‘presidente Menem’ (13%), los ‘consorcios’ (ambos, 14%) y la ‘interventora Alsogaray’ (12,9%). Por su parte, el ‘ministro Dromi’ casi no aparece citado (2,2%), excepto cuando figura como el protagonista del episodio narrado. El caso del Poder Legislativo se vislumbra una particularidad que merece ser mencionada. En efecto, los ‘legisladores’ tienen poca presencia como fuente principal (8,3%). En cambio, son citados de manera significativa como fuente secundaria (21,5%). Ello pone de manifiesto que su exposición mediática quedó supeditada al alto perfil de Menem o Alsogaray. La impronta personalista del ex presidente y la interventora de ENTel no sólo se vio plasmada en el diseño de la privatización, sino que se reflejó en la propia cobertura de los acontecimientos. Conclusiones y discusión Las conclusiones procuran ordenar las respuestas a las inquietudes que motivaron la realización de este estudio, en el cual se describen los rasgos característicos del proceso de venta de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel), se exponen las 4 El ministro Dromi fue una pieza clave en el diseño de la privatización de ENTel y de la Reforma del Estado. Asimismo, capitalizó las negociaciones con los consorcios privados en la etapa final del proceso. Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete 166 Privatización de ENTel y fuentes de información principales premisas de la perspectiva del Indexing utilizada como herramienta teórica del trabajo empírico y se analiza el contenido de la cobertura noticiosa de este caso atendiendo al vínculo entre medios y fuentes de información. La capacidad de los actores involucrados en este proceso de influir en la agenda mediática argentina estuvo condicionada por su nivel político, sociocultural y mercantil y por su cercanía al poder oficial (McQuail, 1998). McCombs (1992) ubica a las instituciones oficiales entre los principales newsmakers de las agendas mediáticas, en tanto influyen en la elaboración de sus contenidos. Dicho en otros términos, cuando la información noticiosa se cruza con el ámbito del poder hay un amplio margen para la manipulación de los datos. Como consecuencia de ello, el periodista termina por transmitir la versión oficial de los hechos en forma casi literal (VanSlyke Turk, 1986) y proveyendo, mediante dicha visión, el aspecto ideológico de los contenidos noticiosos. En efecto, durante el proceso de privatización de ENTel, los más cercanos al poder político, que contaban con un marco de mayor institucionalidad, accedieron a la prensa en circunstancias más estables. En palabras de Gans (1979:81), “los que detentan el poder económico o político pueden obtener fácilmente acceso a los periodistas y son accesibles para los mismos”. En cambio, los más vulnerables, deslegitimados y sin amparo institucional fueron objeto de una exposición poco cuidadosa y sus opiniones, en general, ingresaron a la agenda en circunstancias conflictivas y situaciones dramáticas. Tras haber estudiado la lógica de funcionamiento de los profesionales de la información, Gitlin (1980) y Tuchman (1978) llegaron a la conclusión de que las rutinas mediáticas favorecen la aparición de las fuentes de elite y de sus opiniones. Ello es coherente con el hecho de que los intereses corporativos de las decisiones editoriales sobre qué publicar y de qué forma cubrir los hechos, está íntimamente vinculado a factores ideológicos y procedimientos organizativos que favorecen a las autoridades públicas, aunque también a otros actores cercanos al poder, en tanto fuentes prioritarias de información. En cambio, quienes no detentan poder difícilmente sean buscados por los periodistas si sus acciones no producen hechos noticiables por su carácter moral o socialmente negativo (Gans, 1979). # Referencias Abeles, M. La privatización de ENTel: regulación estatal y ganancias extraordinarias durante la etapa monopólica, en Abeles, M., Forcinito, K. y Schorr, M. (2001). 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Es colaboradora especializada en el diario Página/12 y en Le Monde Diplomatique-Ediciones Cono Sur. [email protected] Carlos Muñiz Muriel es doctor en Comunicación por la Universidad de Salamanca (España). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel I (México). Sus líneas de investigación se centran en el análisis de los efectos mediáticos y la comunicación política, en especial el tratamiento informativo (framing) de los acontecimientos y las representaciones de los grupos sociales en los contenidos mediáticos. Actualmente es profesor titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México). [email protected] Carlos Muñiz Muriel y Natalia Aruguete 169 Esta página está en blanco 2 Propaganda, movilización y expropiación petrolera Capítulo No. 10 Propaganda, movilización y expropiación petrolera Miguel Ángel Sánchez de Armas Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (México) Introducción El 18 marzo de 1938, el gobierno del general Lázaro Cárdenas expropió la industria petrolera extranjera que operaba en territorio mexicano desde finales del siglo XIX. La consecuencia fue una crisis que por momentos pareció llegar a un conflicto armado entre México y Estados Unidos1. Este fue uno de los episodios de mayor tensión en una relación históricamente difícil, porque además de los aspectos económicos y políticos de la medida, se desató una intensa guerra de propaganda para debilitar y eventualmente derrocar al gobierno de Cárdenas y sustituirlo con un régimen favorable a los intereses estadounidenses, ingleses y holandeses. Esta es quizá la faceta menos estudiada del episodio. La Standard Oil de Nueva Jersey organizó en sus oficinas corporativas del Rockefeller Center en Nueva York, lo que hoy se llamaría un cuarto de guerra, al contratar 1 Para el contexto histórico del episodio véase a Krause, Enrique (1984). General misionero. México: Fondo de Cultura Económica, Alemán Valdés, Miguel. (1977). La verdad del petróleo en México. México: Fundación Miguel Alemán, Álvarez de la Borda, Joel. (2006). Crónica del petróleo en México. De 1863 a nuestros días, México: PEMEX, Archivo Histórico, Ashby, Joe. (1963). Organized Labor and the Mexican Revolution Under Lázaro Cárdenas. Chapel Hill: University of North Carolina Press. Basurto, Jorge. (1976). El conflicto internacional en torno al petróleo de México, México: Editorial Siglo XXI, Brown, Jonathan. (1993). Oil and Revolution in México, Berkeley: University of California Press, Cárdenas, Lázaro. (1972). Apuntes. 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Las acciones incluyeron la compra de plumas, espacios y prestigios –entre ellos el de la respetada revista liberal The Atlantic Monthly que aún circula- y financió un periódico en la ciudad de México, El Economista, para propalar el fracaso de la política económica y laboral del cardenismo. Las campañas fueron diseñadas para impulsar en Estados Unidos y el mundo la noción de que con sus medidas socializantes, el comunista Cárdenas ponía en riesgo la seguridad nacional de ese país en vísperas de una gran guerra mundial, y en los mexicanos de que el General había destruido su economía. Es una historia larga y compleja, donde en el fondo la preocupación de los barones del petróleo no eran las pérdidas económicas – porque con el tiempo se revelaría que el valor de las instalaciones industriales era en realidad una fracción de lo que reclamaban y la producción del hidrocarburo había descendido notablemente- sino la posibilidad de que el ejemplo de México cundiera en América Latina y desatara una ola de expropiaciones nacionalistas y antiimperialistas.2 Antecedentes Entre el final del Porfiriato y hasta después del triunfo de la Revolución, se registraron diversas campañas de propaganda anti-mexicana para promover los intereses extranjeros que se vieron afectados, tanto por la lucha armada como por el cariz nacionalista y antiimperialista que asumió el nuevo Estado mexicano. En particular las empresas petroleras vieron con creciente alarma que se modificara el régimen de privilegios que habían disfrutado bajo el gobierno de Díaz, por lo que no se cruzaron de brazos.3 La Constitución de 1917, que revertió a la nación mediante su artículo 27 la soberanía de las riquezas del subsuelo, las puso en pie de guerra y tanto en Estados Unidos como en México se organizaron campañas para amedrentar a los regímenes revolucionarios. Según La Boltz (1991), Edward L. Doheny, dueño de la Mexican Petroleum Company,4 encabezó una coalición de petroleros, banqueros y otros industriales para buscar que el gobierno de su país declarara la guerra a México o por lo menos interviniera en favor de las fuerzas contrarrevolucionarias que buscaban derrocar a Cárdenas. Cuando esto no se logró por 2 Un año antes, en 1937, Bolivia había expropiado las instalaciones de la Standard Oil a la que acusó de proveer de combustible a Argentina durante la guerra con ese país. 3 Díaz había dado un fuerte impulso a la inversión extranjera. En materia de minería y petróleo cambió el marco legal para otorgar a los capitalistas la propiedad del subsuelo, violentando un principio jurídico que venía desde el virreinato y reservaba a la nación el dominio sobre las riquezas minerales, cuya explotación podía darse en concesión y no en propiedad. 4 Aunque hoy es un personaje olvidado, Doheny fue el verdadero impulsor de la industria petrolera estadounidense, además de que constituyó en su tiempo uno de los hombres más influyentes en su país y el mundo. Miguel Ángel Sánchez de Armas 172 Propaganda, movilización y expropiación petrolera diversas circunstancias -entre ellas el inicio de la primera guerra mundial-, Doheny urgió hacia el uso de la fuerza diplomática y política, así como a la amenaza militar, para evitar que México nacionalizara la industria petrolera extranjera (Silva Herzog, 1952).5 Cárdenas y los medios Instalado en la Presidencia en 1934, Cárdenas tuvo como uno de los motores de su política de masas la eficaz estrategia de comunicación. La biografía del General encuentra en casi todas sus etapas una cercanía con los medios de comunicación, de los que desde muy joven aprendió su capacidad de movilización. Está documentada su familiaridad con las teorías de Gustave Le Bon (Krauze, 2002) y existen razones para suponer que las aplicó en su propio proyecto. Es seguro que conociera el trabajo del Comité para la Información Pública,6 además de que casi con certeza se presume estuvo familiarizado con los principios de la propaganda nacionalsocialista que la embajada alemana en México difundía obsesivamente. Así, además de organizar y llevar a buen fin una de las acciones político-económicas más importantes del México moderno, también puso en marcha las acciones de movilización de masas que dieron a la expropiación petrolera un profundo sentido de pertenencia nacional y transformaron de uno de los símbolos de la mexicanidad que hoy en día está en el ADN cívico de los mexicanos.7 Para Cárdenas los medios de comunicación fueron fundamentalmente vehículos propagandísticos que, desde la visión de su programa de gobierno, tendrían como tarea central apuntalar los objetivos del plan de gobierno, difundiendo su ideología e informando puntualmente sobre sus actividades y los resultados de sus decisiones. Esto fue cierto para prensa, radio y cine.8 Por tanto, como lo expresa Aguilar (2008:54), “la estrategia fue que en los medios masivos tuviera espacio privilegiado todo aquello que en la óptica nacionalista reforzaría la unidad, la tradición cultural, el patriotismo y la participación de todos los sectores sociales en el proyecto político del cardenismo”. A lo largo de su carrera y en la medida que Cárdenas comienza a ocupar posiciones de relevancia, toma medidas políticas asociadas a estrategias de comunicación. De esta manera, en el gobierno de Michoacán se sirve de la prensa y los agitadores para la movilización de masas. Al frente del Partido Nacional Revolucionario reorganiza el periódico El Nacional y las estaciones de radio de ese instituto político. En la Presidencia de la República toma medidas para que la radio se convierta en el vehículo de contacto más importante con el pueblo. Un hecho sobre 5 Algunos estudiosos señalan que Doheny unos años antes había financiado a los asesinos de Venustiano Carranza, a quien inicialmente apoyó con créditos en su levantamiento contra Victoriano Huerta. otros afirman con el dinero de la Huasteca Petroleum Company financiaba al ejército mercenario de Manuel Peláez. 6 La oficina de propaganda organizada por Woodrow Wilson para crear en la opinión pública estadounidense una actitud favorable a la participación de su país en la Primera Guerra Mundial. 7 Hablo de Cárdenas y no de su gobierno o su gabinete, pues está documentado que la expropiación fue una decisión personal que sólo compartió con el general Francisco J. Múgica. Quiénes fueron los colaboradores que intervinieron en el diseño de las campañas de propaganda, es tema de otra investigación. 8 También se consideró a la naciente tecnología de la televisión, pero ésta no llegó a desarrollarse. Miguel Ángel Sánchez de Armas 173 Propaganda, movilización y expropiación petrolera la importancia que tuvo la radio para Cárdenas es que en su toma de posesión a finales de 1934, 21 radiodifusoras se encadenaron para transmitir el evento desde el Estadio Nacional. Como refiere Schiaffini (2008:32) “se aseguró que casi la totalidad de los aparatos receptores de radio de la República captaron el mensaje presidencial y que éste llegara a no menos de 4 millones de ciudadanos, lo cual significaría que casi la cuarta parte de los habitantes lo escucharan”. Aunque es una cuestión difícil de validar, si resulta de consideración ese dato porque por aquel entonces en el país existían unos 600 mil aparatos receptores. Según este autor, el número fue proporcionado a la Presidencia de la República por las compañías distribuidoras de radiorreceptores, cosa que habla del interés en la enorme posibilidad de la radio. La misma fuente considera que para informar a igual número de personas, los cuatro principales diarios de la época: El Nacional, El Universal, Excélsior y La Prensa hubieran requerido publicar 22 días consecutivos el mensaje presidencial para alcanzar la cifra de personas a las que llegó instantáneamente la radio. (El cálculo consideró el tiro global de estos medios, 12 mil ejemplares, así como tres lectores en promedio por ejemplar). Medidas legales y estructurales La estrategia corporativa del cardenismo utilizó a los medios de comunicación como herramientas de Estado para impulsar la campaña de movilización social en torno a la política del nuevo gobierno,9 sobre todo en lo relativo a educación formal y cultura. Durante este periodo, la radiodifusión en México asumió el carácter de un auténtico medio de difusión masiva y su estructura y régimen legal adquirieron los rasgos económicos y políticos que habrían de distinguir su desarrollo en los años ulteriores. De acuerdo con Mejía Barquera (1991), en el sexenio cardenista la radiodifusión se caracteriza, en primer lugar, por su utilización en gran escala por parte del gobierno para controlar, organizar y guiar a las clases populares y las organizaciones sociales y políticas. En ese proyecto el PNR fue el detonador del aparato ideológico para difundir las líneas generales de organización y gobierno. Para ello, se instrumentó un fuerte dispositivo de propaganda, incrementó el tiraje del periódico El Nacional e incorporaron nuevas secciones que fueran atractivas para un público más amplio. Editó la revista Así es, y otra, Política Social, del nuevo Instituto de Estudios Sociales, Políticos y Económicos del PNR. Una segunda estación del partido, la XEFO, salió al aire en junio de 1935. Varias secretarías de Estado abrieron frecuencias y se editó una serie masiva de folletos populares para explicar temas como el plan de gobierno, la educación socialista, los derechos de los trabajadores y el pensamiento del Presidente Cárdenas a empleados, campesinos, obreros y amas de casa. Entre las medidas estructurales más relevantes fue la creación de la Productora e Importadora de Papel S. A, (PIPSA), la expedición del reglamento de la Ley de Comunicaciones Eléctricas, lanzó al aire el programa la Hora nacional para enlazar una vez a la semana a todas las estaciones de radio de la República, canalizaron recursos a la 9 Desde su precandidatura, Cárdenas estableció una oficina para el seguimiento de la opinión pública e hizo llamados a las organizaciones populares para que manifestaran sus preferencias por algún candidato con la clara intención de canalizar las tendencias dentro de los cauces de las instituciones políticas. Miguel Ángel Sánchez de Armas 174 Propaganda, movilización y expropiación petrolera producción cinematográfica y a empresas deficitarias editoriales a través de Nacional Financiera S.A. (NAFINSA) y creó el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad (DAPP) para coordinar los sistemas de publicidad y propaganda del gobierno bajo una sola dirección y aplicados a realizar una obra continua de difusión de hechos y doctrinas en la mente pública (Mejía Barquera, 1991), una entidad que de inmediato levantó la suspicacia de la prensa en todo el país. La prensa La proliferación de publicaciones periódicas de todos los signos políticos, artísticos, educativos y científicos fue un rasgo importante de la prensa en aquel momento. Aguilar ha definido tres grupos principales: • • • Ediciones con subsidio oficial, destinadas a difundir el plan de gobierno Publicaciones de organizaciones políticas Publicaciones independientes El gobierno atendió con empeño la amplia difusión de todo tipo de materiales educativos dirigidos a obreros, campesinos y clase media. En consecuencia, el espacio editorial fue el escenario preferido, incluidas las publicaciones periódicas, para exponer las distintas versiones de la gesta revolucionaria y las interpretaciones personales de los caudillos sobre lo que debería ser el nuevo Estado revolucionario. Esto propició un debate público, alentado por Cárdenas, a cambio de dejar guardadas en casa las armas (Aguilar, 2008). La oferta fue variada, desde cultura musical, economía y ciencia hasta arquitectura y agricultura. También se conocen intentos por producir publicaciones independientes y plurales, junto con empresas editoriales de sindicatos y organizaciones políticas. La oposición también tuvo presencia editorial, principalmente a través de El Machete del Partido Comunista Mexicano10, y otras publicaciones de variada periodicidad. A finales del cardenismo se editaban alrededor de 1 mil100 publicaciones periódicas, 426 de ellas en el Distrito Federal (Sánchez de Armas, 2007). En materia de carteles y otros impresos, utilizados profusamente durante el cardenismo como parte de las campañas de propagada, se involucró a artistas plásticos como anteriormente lo había realizado José Vasconcelos con las llamadas misiones culturales. Los artistas colaboraban con los educadores en el diseño de ediciones sobre temas prioritarios del plan de gobierno, así como en cada acción política que llegaba a suscitar conflicto, como el caso de la expropiación del petróleo y de latifundios en la región minera (Aguilar, 2008) 10 El Machete circulaba desde principios de los años veinte. Pasó a ser clandestino entre 1929 y 1934, año en que Cárdenas restableció la legalidad del Partido Comunista y su órgano informativo pudo seguir circulando. Hacia finales de 1939 fue relevado por un nuevo periódico, La Voz de México, bajo la dirección de Valentín Campa. Miguel Ángel Sánchez de Armas 175 Propaganda, movilización y expropiación petrolera La radio El uso informativo y propagandístico de la radio fue un recurso importante. Algunas secretarías de Estado, como la de Industria, Comercio y Trabajo, la de Educación, el Departamento de Salubridad y algunos partidos políticos incipientes como el Cívico Progresista, el Partido Liberal Avanzado y desde luego el PNR, así como algunos gobiernos estatales (Chihuahua, Quintana Roo) contaron con transmisiones radiales propias, que abarcaban también los propósitos de entretener y educar al público (Mejía Barquera, 1991). El DAPP instaló dos radiodifusoras, la XEDP, de amplitud modulada, y la XEXA, de onda corta, con una programación integrada en su mayor parte por emisiones producidas por secretarías y departamentos de Estado. Junto con las emisoras del PNR, la XEFO y la XEUZ, y la de la Secretaría de Educación Pública, la XFX, eran la voz de las políticas gubernamentales (Toussaint, 1980).11 Con la hora nacional en la radio, “durante sesenta minutos, todas las radiodifusoras debían encadenar su señal. Domingo a domingo de diez a once de la noche la voz, en vivo, del presidente o de los ministros, se oiría por toda la nación. [...] El propio presidente y el Congreso de la Unión fueron responsables del contenido. Lo transmitido en La hora nacional era significante para la vida política de los ciudadanos (RTC, 2000)12 pero inauguró las transmisiones periódicas en cadena nacional. De acuerdo a Montes de Oca (1999), en la primera emisión del 25 de julio de 1937 se enlazaron 102 estaciones radiofónicas: dos del DAPP, nueve oficiales y 91 concesionadas. Ciertamente el plan de gobierno consideraba el gran alcance de este medio de comunicación, capaz de llegar a todos los rincones del país y sobre todo al gran número de mexicanos analfabetas que no tenían acceso a otra fuente de información. La población de México en ese entonces era de 16 millones de personas (de las que el 31%, 5’165,803, eran la porción económicamente activa). Si las cifras de auditorio son correctas -y realmente no tenemos hoy manera de comprobarlas- a través de los 600 mil aparatos receptores se habría llegado a cuatro millones de ciudadanos, es decir, al 77.43% de la población económicamente activa. El cine Cuándo Cárdenas llega al poder, el cine mexicano tenía cuatro años de haber entrado a la era sonora y estaba en una etapa de pedagogía revolucionaria que para el fin de la década sería desplazada por el comercialismo de la edad de oro del género. El país requería bases comunes y lazos colectivos. El cine y la radio se anticipan a la televisión en esa tarea. En 1938 el fondo cinematográfico es de 75 películas producidas. En 1939 Cárdenas decreta que en los cines se exhiba por lo menos una película nacional al mes, lo que confirma –como señala Monsiváis (2000) -el valor como instrumento cohesionador que se concedía 11 Además se armó una red de información con conexiones en 58 puntos del interior del país a los que se enviaban boletines, publicaciones, películas y material para todo tipo de campañas. 12 Desde su origen, La Hora Nacional fue concebida como un instrumento del gobierno federal para estrechar la comunicación con la sociedad y fortalecer la integración nacional a través del idioma, la cultura, las tradiciones y la creación artística. Miguel Ángel Sánchez de Armas 176 Propaganda, movilización y expropiación petrolera desde entonces a ese medio.13 En los treinta, dice Monsiváis, “la intención del cine es pedagógica, para fortalecer la vigencia del movimiento armado de 1910 y los ideales, incumplidos en la realidad, a que dio lugar. El cine […], dice el autor, pese al impulso cardenista, opera como un refrendo de la moral porfiriana en donde quedan excluidas la política, la pobreza extrema, la crítica social y la sexualidad abierta. El DAPP le dio gran importancia al cine y tal como se hizo en el caso de la radio, se explotaron al máximo sus posibilidades mediante un marco legal que otorgaba al gobierno facultades estratégicas para su manejo y dirección. Durante su existencia, el DAPP produjo 12 películas e inició 8 más de tipo educativo y documental, con títulos como Danzas Autóctonas, La Nacionalización del Petróleo, México y su Petróleo, etc. De todas ellas se hicieron 116 copias en versiones en español, inglés y francés (López González, 2002). Fue destacada la participación de cineastas y actores reconocidos para elaborar documentales y cortometrajes, con el fin de difundir el proyecto educativo y la campaña de unidad nacional, así como la defensa del indígena a quien se trataba de incorporar a los planes culturales y económicos del régimen. Este medio también se utilizó como registro y difusión de las actividades y logros del presidente Cárdenas. La televisión Esta tecnología fue explorada incipientemente en el cardenismo aunque su potencial había llamado la atención desde fines del callismo. En 1928 el PNR adquirió un sistema de televisión a la Western Corporation de Chicago que constaba de dos cámaras, un transmisor, varios receptores y aparatos auxiliares. Durante las pruebas de transmisión desde el D.F., la señal llegó hasta la ciudad de Cuernavaca, a 70 kilómetros de distancia. La primera demostración pública de la televisión mexicana fue el 16 de mayo de 1935. La dirigencia del PNR tenía planes muy concretos para su sistema de televisión recién instalado: no sólo tendría funciones recreativas, didácticas y de esparcimiento, sino que sería un vehículo que contribuiría poderosamente a difundir los principios ideológicos del partido.14 De acuerdo a Hernández Lomeli (2007), a pesar de los planes y la inversión realizada, el equipo de televisión adquirido por el PNR nunca llegó a transmitir regularmente por causas técnicas15 y políticas. Al mes siguiente de la primera exhibición pública de la televisión, Cárdenas extinguió al maximato y los promotores de la televisión, el general Matías Ramos y el senador Ángel Posada, fueron destituidos de sus funciones 13 Esto explica, dice, este autor “que las cintas de temas revolucionarios (con excepciones fallidas como La rebelión de los colgados) no se molesten en aclarar causas del movimiento y lo asuman como empresa parecida a la Conquista del Oeste”. 14 Este dato fortalece la hipótesis de que en materia de comunicación y propaganda el cardenismo estaba muy aventajado para la época. En ese mismo año Goebbels hizo construir un estudio de televisión en Berlín y organizó la más importante red de transmisión por cable de la época. Es de suponerse que los militares mexicanos siguieron muy de cerca el desarrollo del nazismo y sus avances, particularmente en materia de propaganda. Está documentado que cuando Calles fue aprehendido en su domicilio el 9 de abril de 1936 para ser exiliado, se encontraba leyendo Mi lucha. 15 Era de sistema electromecánico Nipkow-Baird, que fue pronto superado por el sistema electrónico. Miguel Ángel Sánchez de Armas 177 Propaganda, movilización y expropiación petrolera partidistas. Con esto el proyecto de televisión política fue suspendido. “La posibilidad de contar con una estación de televisión fue retomada por el gobierno cardenista, pero a diferencia del proyecto anterior, fue a iniciativa y bajo la dirección de la Secretaría de Comunicaciones, con toda la intención de sustraerla de la influencia del PNR. Así se canceló la inminente televisión de partido en favor de la posibilidad de una televisión de Estado (Hernández Lomeli (2007). El peligro mexicano La campaña de propaganda orquestada por las petroleras después de la expropiación tuvo carácter mundial, pero fue especialmente importante en Estados Unidos. Para Meyer (1981), “la tarea de la maquinaria propagandística de la Standard Oil se vio facilitada en ese país por el hecho de que los avances de la reforma agraria y el apoyo a los grupos obreros habían dado al régimen del presidente Cárdenas un tinte radical mucho antes de que ocurriera la expropiación”. El derrocamiento del gobierno mexicano y la instalación de una nueva dictadura pro empresarial, como fue la de Díaz, era la meta. La campaña tuvo un gran despliegue en la prensa. Periodistas profesionales fueron comisionados para viajar a México y mandar reportajes desfavorables. En la capital de la República se financió un periódico, El Economista, que se especializó en propalar que la crisis del país era consecuencia de la expropiación. Aparentemente diarios mexicanos anticardenistas fueron subvencionados. Se editaron folletos en español e inglés que atacaban la validez jurídica, económica y ética de la medida. En junio de 1938, tres meses después de la expropiación, The Atlantic, la gran revista liberal fundada en 1857 por Ralph Waldo Emerson, Henry Wadsworth Longfellow, James Russell Lowell y Oliver Wendell Holmes, publicó un número extraordinario: The Atlantic Presents – Trouble Below the Border – Why the Mexican Struggle is Important to You16 que de acuerdo a personajes de la época17, fue una de las más extremas muestras de la villanía de la prensa a cambio de treinta monedas. La Standard Oil financió la edición del panfleto. Es una revista de 64 páginas tamaño carta en cuya portada, sobre un fondo rojo, presenta la fotografía de un anciano campesino mexicano, imagen de la pobreza y desesperanza. En páginas interiores, una colección de artículos y cartones recopilados de diversas publicaciones (sin ninguna de las “grandes” firmas de la casa) con un común denominador de contenido: los mexicanos son traicioneros, ladrones, despilfarradores, ingratos, desleales, tontos y negros.18 Su capacidad de razonamiento es inferior a la de otras razas por la dieta de maíz con la que históricamente se han alimentado. La flojera e indolencia son características distintivas de la raza. Son una tribu incapaz de gobernarse a sí misma, que debe ser colocada bajo la tutela de un pueblo superior. México como país 16 The Atlantic presenta – Problemas al sur de la frontera – Por qué la lucha de México es importante para usted. 17 Entre ellos el embajador de Estados Unidos en México, Josephus Daniels. 18 Equiparar a los mexicanos con negros ilustra la mentalidad de la época, donde todo aquél de piel oscura pertenece a una raza inferior destinada al servicio de la superior, es decir, la blanca. Miguel Ángel Sánchez de Armas 178 Propaganda, movilización y expropiación petrolera carece de credibilidad. No tiene ni los recursos ni la voluntad para pagar los bienes petroleros que robó bajo el disfraz de una “expropiación. Según el recuerdo del embajador de EU, Josephus Daniels (1947), en 1938 la revista pasaba por graves dificultades económicas y Edward Weeks, el entonces editor, se vendió por una cantidad que debió haber sido muy considerable. Daniels deja el testimonio de que fue un alto funcionario del Departamento de Estado quien le dio esta información. Él no era un liberal despistado o un “Mr. Amigo”, sino un duro defensor de los intereses de su país, además de persona del primer círculo del presidente Roosevelt. Es por lo tanto un testigo de cargo irreprochable.19 De los artículos, 19 son resúmenes o reproducciones de textos aparecidos en otras publicaciones: diarios mexicanos y norteamericanos, folletos, libros y memorias de congresos. Los 15 restantes no indican si son reproducciones o comisionados para la publicación. Abre la revista con un decálogo de los “principios establecidos por el Departamento de Estado” que debieran normar las relaciones con “el siempre turbulento vecino” –mismos que México habría violado sistemáticamente. A continuación de tal amonestación cuasi-bíblica, los artículos hablan de cómo México ha despilfarrado las riquezas con las que la naturaleza lo favoreció, de la imparable crisis, de los problemas que frenan el cultivo de la caña, de la revolución traicionada, de las “causas del retraso de México”, de la miseria y desgracia de los sin tierra, del deterioro de los ferrocarriles, de la ilegalidad de la expropiación, de la incapacidad vernácula para construir una industria petrolera medianamente eficiente, del crimen rampante “en las provincias” (sic: estados), del deterioro social después de la expropiación, de la inconformidad e inquietud en las filas del ejército mexicano, de la nula voluntad mexicana para pagar sus deudas, de los crecientes problemas en la minería, del avance del comunismo, del fracaso del turismo y, en fin, del camino al despeñadero por el que conduce a ese pobre país el gobierno totalitario y procomunista que los mexicanos tienen la desgracia de sufrir. Esta apretada síntesis no debe dar lugar a confusión: The Atlantic Present no es un panfleto casero. Es una publicación concebida para insertar en los sectores más politizados de la opinión pública, con datos y testimonios que tienen un barniz de credibilidad puesto que se refieren a organizaciones informativas de prestigio como el New York Times, la idea de que al sur de la frontera las condiciones políticas, económicas y sociales estaban en un agudo deterioro a consecuencia de la confiscación -desleal además de indebida e ilegalde una industria que demostrablemente había contribuido a la prosperidad del país en el que estuvo trabajando durante muchos años. A esto añádase el sello de la casa editorial: The Atlantic era una publicación que gozaba de amplio respeto, incluso entre los conservadores opuestos a su línea editorial. El artículo titulado “Trasfondo de revolución”, en donde en seis párrafos el autor sostiene que son las condiciones de inferioridad racial autóctona frente a la superioridad blanca y criolla las causales de la sedición, está firmado por un maestro de francés y español del City College de Nueva York. En el siguiente, “Por qué México es un país retrasado”, el contribuyente es “un ciudadano mexicano que vive en México, cuyo nombre se reserva por razones de seguridad”, quien asegura que “el hecho de 19 En el número normal de The Atlantic correspondiente a junio de 1938, no hay una sola referencia a la expropiación. Pero varias ediciones después, sin dar contexto alguno, publica un artículo titulado “La defensa de México” que alude a las razones que tuvo México para nacionalizar el petróleo. Miguel Ángel Sánchez de Armas 179 Propaganda, movilización y expropiación petrolera que un indio entre diez millones resulte un individuo de valía”, difícilmente permite postular a los pobladores originales como civilizados, ya que las características dominantes de la población indígena son “la ignorancia, la flojera y la indiferencia”. Tradúzcase el “indio entre diez millones” como “Benito Juárez”. Un artículo central es “El terror mexicano”, de Rodulfo Brito Foucher, tomado de la edición de la revista Hoy del 26 de mayo de 1938, que comienza: “Para los turistas, los diplomáticos y los escritores que visitan brevemente a México, e incluso para los mexicanos carentes de educación política, es difícil darse cuenta a primera vista que la democracia mexicana es apenas un disfraz para ocultar la desnudez de la dictadura”. Para el lector extranjero, el juicio de un reconocido jurista que pocos años antes había sido director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNAM, como se indica en el crédito, debió haber transmitido considerable autoridad. Y abundan las comparaciones: frente a los errores mexicanos, los ejemplos de Venezuela y Colombia, naciones prósperas gracias a su apego a la ley, miran con inquietud la posibilidad de que el cáncer mexicano contamine la felicidad de sus pueblos. La Standard Oil también utilizó su órgano bimestral, The Lamp para llevar a sus accionistas y al gobierno norteamericano la idea de un México no expropiador conforme a derecho, sino expoliador a la manera de los regímenes totalitarios del presente y del pasado. En el recuerdo de uno de los protagonistas de aquellos eventos: La Standard Oil Co. de New Jersey auspició la publicación de una revista que se llamó The Lamp. En esa revista se decían las mayores enormidades respecto a nosotros; se hablaba de que las compañías norteamericanas habían sido expropiadas de bienes por un valor de dos mil millones de dólares y que lógicamente México se hallaba incapacitado para pagar esa suma. En otros periódicos se reducía la cantidad a cuatrocientos cincuenta millones de dólares. En The Lamp se publicaban caricaturas insidiosas, que el propio Embajador de los Estados Unidos en México, Joseph (sic) Daniels, calificó de repulsivas. Y aún a publicaciones serias y de prestigio llegó el dinero corruptor de la Standard Oil Co. En la revista The Atlantic Monthly del mes de julio de 1938, se publicó un artículo conteniendo una cantidad inconcebible de calumnias y embustes. Por ejemplo, se afirmó en ese artículo que el petróleo que no podíamos vender corría en arroyos hacia el mar; que habíamos rentado puertos marítimos a los japoneses, y que habíamos alquilado aeródromos a los fascistas. Se trataba de crear una psicosis en el pueblo norteamericano para que apoyara la petición que en repetidas ocasiones hacían los representantes de las empresas ante el Departamento de Estado para que se declarara la guerra a México (Silva Herzog, 1960).20 Un año después, apareció el libro México ante el tribunal de la opinión pública (McConell, 1939), dirigido a sectores de la opinión pública norteamericana que veían con preocupación cómo México navegaba “hacia el comunismo” bajo el mando del general Cárdenas. Fue concebido como un elemento para potenciar la exigencia de una acción 20 El autor parece citar de memoria o se fía de versiones de terceros, pero su testimonio refleja cómo se percibían en México los contenidos y consecuencias de la campaña. Los ejemplares de The Lamp revisados por el autor de este trabajo no se apartan de la flema corporativa y el número de julio de The Atlantic Monthly no tiene una sola referencia a México o al petróleo. Silva Herzog quería referirse a The Atlantic Presents…, editado por la misma empresa y de tan baja ralea que ni en los archivos de la publicación se conservan ejemplares y aún hoy (noviembre del 2008) niegan tener conocimiento de su existencia, según dijo una vocera de la publicación al autor de estas líneas en entrevista por correo electrónico. Miguel Ángel Sánchez de Armas 180 Propaganda, movilización y expropiación petrolera “decidida” del gobierno de Roosevelt que metiera en cintura a quienes se habían “robado” las empresas petroleras norteamericanas en marzo de 1938. Aunque hoy no podemos medir su penetración, el libro sin duda provocó reacciones. El autor había sido integrante de la dirección de la revista Digest durante diez años, de 1919 a 1929.21 Este es un libro de 320 páginas y once capítulos. Contiene una compilación comentada de las posturas editoriales ante la expropiación petrolera de cientos de periódicos editados en Estados Unidos, México y otros países. Pretendía recoger el sentir “verdadero” de la opinión pública hacia México. Esto no pudo pasar desapercibido en Washington, particularmente en la Casa Blanca, en el Pentágono, en el Departamento de Estado y en el Tesoro. McConnell estableció que las opiniones recogidas eran las “observaciones independientes y no prejuiciadas” de periodistas profesionales. Y sugería que si la experiencia del pasado tenía algún significado, “estas críticas editoriales sin sombra de duda señalan el derrotero que nuestro gobierno deberá tomar para resolver sus problemas con México”.22 McConnell se empeña en justificar la importancia de un estudio social y político basado en la revisión y compendio de fuentes editoriales, ya que México, al confiscar propiedades norteamericanas, “afectó a los accionistas de 1,750 empresas que tienen inversiones directas por cinco mil millones de dólares [de 1939] en América Latina, y que se ven en apuros por el peligro de que el nefando ejemplo de México cunda entre otros países”. Para apuntalar éticamente su estudio, el autor arranca con dos citas. La primera, del presidente de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, dice: “Los editoriales periodísticos no sólo reflejan la opinión pública; también la moldean”. La segunda –que, tal vez desadvertidamente, hermanó a la obra con el mismo sello de la casa que a The Atlantic Presents- de la nota dirigida al gobierno de Cárdenas por el secretario de Estado Cordell Hull: “El apoderarse de propiedades sin compensación no es expropiación; es confiscación”. El texto se divide en once capítulos con cinco apéndices, e incluye 40 cartones referidos todos a la confiscación de la industria petrolera norteamericana: 1) Consecuencias de la expropiación en el capital extranjero; 2) “¡México para los mexicanos!”; 3) Los problemas financieros y económicos de México; 4) El rompimiento de México con la Gran Bretaña; 5) La nota diplomática de Hull sobre las confiscaciones de tierras; 6) La respuesta de México a la nota de Hull; 7) La legislación de compra de plata y cómo favorece a México; 8) El comunismo en México; 9) Propaganda anti estadounidense en América Latina; 10) México censura a la prensa; 11) ¿Debemos tratar con mano firme a México? El texto presenta al inicio de cada capítulo un argumento central y a continuación lo enriquece y adiciona con las opiniones de articulistas, editorialistas, columnistas y analistas especializados, de tal suerte que un lector medianamente informado quedaría 21 Una de las más influyentes publicaciones de la época, con más de dos millones de suscriptores –cifra astronómica si recordamos que el país atravesaba por la crisis que desembocó en la gran depresión- y circulación en miles de escuelas primarias en donde era material didáctico para acercar a los niños a la cultura de la información. Fue en el Editorial Digest en donde nacieron las encuestas de opinión pública. 22 Queda sobreentendido que se refería a la ocupación de Veracruz ordenada por Woodrow Wilson en abril de 1914, acción militar que estuvo muy cerca de transformarse en una invasión total con el pretexto de derrocar a Huerta, pero en realidad diseñada para doblegar política y económicamente a México y garantizar el suministro del petróleo azteca sin obstáculos. Miguel Ángel Sánchez de Armas 181 Propaganda, movilización y expropiación petrolera convencido de que algo turbio ocurría en el país del sur, a quien Estados Unidos había prodigado ayuda, amistad, estímulo y apoyo. Escribe McConnell (1939), en la presentación: “Hace una generación, el decreto [confiscatorio] habría significado una clara llamada a la guerra. Tal era el estado de ánimo mundial en aquella época, que aun cuando los Estados Unidos no hubiesen querido intervenir, la presión británica habría sido tan intensa que los EU hubiesen debido actuar para hacer valer la Doctrina Monroe”. Y a continuación una cita textual del Tribune de South Bend, Indiana: “Mas [hoy] el gobierno de Roosevelt, a juzgar por su política doméstica de años recientes, aparentemente no está dispuesto a exponerse a problemas en este terreno”. Una característica del libro es que aparecen cartones en donde se ridiculiza a la persona de Cárdenas y no sólo se atacan sus políticas. Hubo una deliberada selección para transmitir al lector la sensación de que Presidente de México era un “indio” inculto, abusivo e irresponsable. El cartón de la página 253 es ilustrativo. Titulado con un juego de palabras, “The Monkey Wrench Thrower”, que lo mismo puede traducirse como “El lanzador de llaves Stillson”, que “El simio lanzador de llaves”, se presenta a un rubicundo Cárdenas en traje entre charro y español, trepado en lo alto de un pozo petrolero del que cuelga un letrero con la leyenda “Propiedades confiscadas al ‘buen vecino USA’. 1938”. Con ademán simiesco, Cárdenas arroja una herramienta con la inscripción “políticas ilegales” hacia la Conferencia de Lima, con la intención de dañar ese encuentro panamericano. En la página 274 aparece un cartón que ilustra otra de las “atrocidades” mexicanas que aborda el libro: la censura a la prensa extranjera, crítica basada en la expulsión del corresponsal de “The New York Times”, Frank L. Kluckhohn.23 En el dibujo, una bayoneta gigante que representa a México, amenaza a un corresponsal norteamericano con la leyenda “¡Escribe como nosotros queremos!”. México ante el tribunal de la opinión pública es otro ejemplo de la compleja maquinaria de propaganda enderezada contra México. A primera vista tiene la apariencia de un estudio imparcial, tanto por el perfil del autor como por la diversidad de fuentes consultadas. Pero no tarda en aparecer la larga cola del felino negro agazapado tras la autoría: en la cuarta línea del segundo párrafo, McConnell candorosamente revela que acudió en busca de ayuda a la Standard Oil y que ésta financió el proyecto. Conclusión En el conflicto de 1938, el gobierno de México pudo mantener una opinión pública interna favorable gracias al control sobre las organizaciones de masas y sobre los medios escritos. El Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad (DAPP) llevó a cabo una intensa campaña interna mediante publicaciones, presiones sobre la prensa (que no estaba toda a favor de la nacionalización) y el uso intensivo de la radio: La lucha propagandística entre el gobierno y las compañías petroleras también se desarrolló en México; pero en este caso y como en ocasiones anteriores, la relación de fuerzas fue favorable al régimen cardenista 23 La expulsión fue muy criticada en su momento por la prensa y las autoridades norteamericanas como un ataque a la libertad de expresión. Pero que Kluckhohn estaba muy lejos de ser un corresponsal imparcial, queda demostrado en el libro que publicó en 1939, The Mexican Challenge. Miguel Ángel Sánchez de Armas 182 Propaganda, movilización y expropiación petrolera debido, entre otras cosas, a su control sobre las organizaciones de masa y los medios de difusión. A los mítines, manifestaciones y conferencias en apoyo de la medida expropiatoria, se añadió la campaña publicitaria dirigida por el […] DAPP. En México, la propaganda de las empresas petroleras nunca llegó a poner en peligro la popularidad de la nacionalización, a pesar del empeño de éstas para demostrar que dicha medida era la causa del alza del costo de la vida, de la baja en las exportaciones y de la depresión general en que se había visto sumida la actividad económica del país en 1938 (Meyer, 1981). La respuesta popular al decreto expropiatorio fue inmediata y contundente. El embajador Josephus Daniels recordó en sus memorias, diez años después, cómo con la expropiación “una ola de entusiasmo delirante recorrió el país”, y expresa, con incredulidad no exenta de admiración, cómo el pueblo creyó llegado “el día de la liberación”. El diplomático informó a su gobierno que incluso la iglesia católica apoyaba la medida: cita una homilía del Arzobispo de Guadalajara en donde se califica de “deber patriótico” contribuir al pago de la expropiación, y una circular de obispos y arzobispos que exhortaba a los católicos a contribuir al fondo para el pago de la expropiación.24 La estrategia de movilización del cardenismo y las acciones de propaganda del DAPP lograron su objetivo interno. Una ola de entusiasmo recorrió el país y se hizo evidente el sólido apoyo popular al régimen. Sin duda la expresión más conmovedora fueron las filas de gente del pueblo en el Palacio de las Bellas Artes para entregar modestas prendas, animales y dinero a la causa. Del recuerdo del mismo Daniels (1947): ¿Cuál era el valor monetario de entregar objetos personales para enfrentar una deuda de millones de pesos? Lastimeramente pequeño, no más de 100,000 pesos, insignificantes para reponer millones, pero la respuesta de las mujeres que entregaban sus pertenencias más preciadas era el resultado de un fervor patriótico como nunca antes había [yo] visto o soñado. Y si bien de escaso valor para la meta propuesta, fue esencial para amalgamar el espíritu de México, en donde privaba la sensación de que la medida de Cárdenas era el símbolo de la unidad nacional. Hay en la extraordinaria respuesta popular elementos psicológicos que no se pueden pasar por alto, aunque su estudio rebasa el marco del presente trabajo. El petróleo en manos extranjeras era el símbolo de la sojuzgación perversa a los Estados Unidos.25 En 1938, la invasión de Veracruz y el sacrificio de jóvenes cadetes de la Academia Naval en defensa del suelo patrio eran historia reciente. Los “motivos altruistas” de Wilson para “ayudar al pueblo de México a liberarse del dictador Huerta”, nunca penetraron en el imaginario popular. En cambio estaban vivas las imágenes de la heroica resistencia contra el invasor yanqui, lo mismo en las masas que entre las clases ilustradas y políticas. La toma del puerto había sido la prueba de que el poderoso vecino del norte utilizaría la fuerza para conservar a cualquier precio su petróleo en México y que sin duda estaba dispuesto a repetir la agresión. La propaganda cardenista explotó magistralmente estas imágenes en la mente 24 Es notable este apoyo si se considera que estaban frescas las heridas provocadas por la guerra cristera. 25 La controversia nacional actual (julio del 2008) para modificar el marco legal de operación de los energéticos, demuestra cuán profundo está en la conciencia mexicana el tema del petróleo. Véase por ejemplo, “México: petróleo y democracia”, Fuentes, Carlos: Reforma, 13 de mayo del 2008. Miguel Ángel Sánchez de Armas 183 Propaganda, movilización y expropiación petrolera popular para lograr sus objetivos. Esto, y el inteligente reconocimiento de que la situación internacional favorecía a México, dieron a Lázaro Cárdenas la mano en esta guerra de propaganda. Referencias Aguilar Plata, Blanca (2008). La revista Hoy: un ensayo de periodismo independiente en el régimen cardenista (1937-1940). Tesis inédita de de maestría, México: Universidad Nacional Autónoma de México. Alemán Valdés, Miguel. (2007). La verdad del petróleo en México, México: Fundación Miguel Alemán, A.C Ashby, Joe. (1963) Organized Labor and the Mexican Revolution Under Lázaro Cárdenas. Chapel Hill: The University of North Carolina Press. Álvarez de la Borda, Joel. (2006). Crónica del petróleo en México. De 1863 a nuestros días, México: Archivo histórico de PEMEX. Atlantic, The. The Atlantic Presents. Trouble Below the Border, 1938. Basurto, Jorge. (1980). El conflicto internacional en torno al petróleo de México. México: Siglo Veintiuno. Brown, Jonathan. (1993). Oil and Revolution in Mexico. 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En 1996 fue becario Ashoka. Ejerce el periodismo desde 1968 y publica regularmente en medios mexicanos y extranjero. Entre 1998 y 2004 fue Director General de Radiotelevisión de Veracruz. Recibió el “Micrófono de oro” de parte de la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España. Su ficha curricular está incluida en los diccionarios Biográfico de México y de Escritores Mexicanos. [email protected] Miguel Ángel Sánchez de Armas 185 Propaganda, movilización y expropiación petrolera Esta página está en blanco Miguel Ángel Sánchez de Armas 186 Espacios públicos y agendas mediática en Iberoamérica es una edición original protegida legalmente en nombre de los autores y las instituciones editoras. La edición consta de dos mil copias en formato digital, más sobrantes de reposición. Está además publicada en el sitio web: http://www.revistalatinacs.org/11/alma/12ene/espacios_publicos.pdf Cualquier referencia al contenido de esta obra, debe respetar los derechos de propiedad intelectual de los autores y señalar los datos completos de la fuente original. Meyer, J. A. (Coordinador). (2010). Espacios públicos y agendas mediática en Iberoamérica. Tenerife: Red Académica Iberoamericana de Comunicación y Sociedad Latina de Comunicación Social Registro ISBN No. 978-84-938428-1-9. 185 páginas. Edición: 2 mil ejemplares. Sitio web: http://www.revistalatinacs.org/11/alma/12ene/espacios_publicos.pdf Tenerife, España, noviembre de 2010 Esta página está en blanco 2