143 MOLINA, Tirso de: La Huerta de Juan Fernández. Edición, introducción y notas de Berta Pallares. Madrid, Clásicos Castellanos (n Q 128), 1983 (254 páginas). Es un acierto de la profesora Berta Pallares el haber preparado una edición asequible de La Huerta de Juan Fernández. Esta obra formaba parte de algunas ediciones conjuntas del teatro de Tirso, debidas a Hartzenbusch, Blanca de los Ríos, etc., pero aparece ahorá, por vez primera, de forma independiente, precedida de un estudio introductorio biográfico y crítico. La situación básica de esta comedia de enredo la da el viaje de dos mujeres hacia Madrid en busca de dos hombres. «Esta intriga, —señala la editora— al parecer tan simple, se complica constantemente a lo largo de los 3.462 versos de la obra. Se puebla de ricos matices haciendo de ella una comedia jugosa que abarca zonas tan diversas como el desenfado, el humor, la vida diaria, la crítica de la •sociedad española, las relaciones de la vida italiana con la española y otras tantas» (p. 19). En el apartado crítico apunta la existencia de dos elementos importantes, uno de carácter externo: los lugares y ambientes, y otro de índole interna: la esfera del pensamiento. Los ambientes predominantes en la comedia son: el andaluz, el americano, el italiano y el castellano. Estos ambientes tienen localizaciones precisas. Dentro de la esfera del pensamiento indica el concepto que los personajes tienen de la vida, y lo hace en relación con el tema principal de la comedia, el del amor, y los relacionados con él. Concluye el estudio preliminar con unas alusiones al tiempo, al lenguaje y a la fecha de la comedia. Hay muchas precisiones sobre el tiempo: Don Fernando estuvo dos años en las guerras de Italia (v. 285). Laura Ileva seis meses viviendo en la Huerta (v. 442). Los rasgos lingñísticos más destacados son: creación de nuevas palabras, empleo de sustantivos adjetivados, recursos humorísticos y uso de refranes. Respecto a su cronología, B. Pallares advierte la unánime coincidencia de Cotarelo, el padre Penedo, Escolar Bareño y Serge Mourel en afirmar, basándose en distintas teorías, que fue compuesta en 1626. El estudio introductorio se cierra con una lista de referencias bibliográficas. La simple lectura de este repertorio bibliográfico y las abundantes y esclare "cedoras notas a pie de página prueban la solidez teórica de la obra que reseñamos. Juliana Panizo Rodríguez Libro del Caballero Zifar. Edición, introducción y notas de Cristina González, Madrid, Ediciones Cátedra, 1983 (460 páginas). La editorial Cátedra nos ofrece en esta ocasión una interesante edición del Libro del Caballero Zifar, primera novela original de caballería surgida en nuestro suelo. El objetivo de esta publicación es contribuir a la difusión de la citada obra y presentar en su introducción los principales problemas que ha planteado y plantea a la crítica: las fuentes, la fecha, el autor, la estructura y el género literario. Respecto a los antecedentes del Zifar, Wagner destaca las fuentes francesas y Krappe las orientales y folklóricas. Los críticos posteriores se adscriben a una de estas 144 dos tendencias o destacan los orígenes peninsulares de la obra. La profesora Cristina González, basándose en el estudio ling ŭ ístico realizado por Walker apunta la existencia de fuentes orientales. El problema de la fecha está estrechamente relacionado con el del autor, ya que, si se admite que éste fue Ferrán Martínez, como opinan la mayoría de los estudiosos del tema, la fecha tendría que ser la establecida por Wagner, Buceta y Leví, principios del siglo XIV, puesto que Ferrán Martínez parece que murió a comienzos de la segunda década del siglo XIV. Para señalar algunos aspectos estilisticos la editora comenta, seguidamente, dos fragmentos de la obra, comparándolos con textos de la Estoria de Espatia y de El Conde Lucanor y Ilega a la siguiente conclusión: «El Zifar se revela como una obra de lengua y estilo claros y sencillos, pero no exentos de sofisticación, cuya principal característica es la sutileza psicológica» (p. 32). A nivel estructural coexisten dos posturas antagónicas, los primeros críticos niegan la unidad de la obra y los ŭ ltimos la defienden. Este cambio de opinión resulta de un cambio de método dítico. Justina Ruiz de Conde realiza la primera valoración moderna del Zifar y encuentra en la obra una idea central y un sistema de composición unificadores. Finalmente, trata la polémica cuestión de su genero literario. Unos críticos considdán la obra como una novela de caballería, otros la excluyen de este género. De acuerdo con sus características, las novelas de caballería hispánicas, denominadas, tambien, libros de aventuras caballerescas, pueden dividirse en dos grupos o fases: 1) Fase de iniciación-transformación. Este grupo está integrado por el Zifar, el Curial y el 7 irant, que son novelas de máxima trayectoria social, causalidad remota perfectiva y escaso entrelazamiento. 2) Fase de transformación-repetición. Este grupo está compuesto por el Amadis y sus seguidores. En definitiva, el Zifar ha de considerarse como una novela de caballerías típica de la Edad Media castellana. La autora ha seguido para la presente edición el texto de Wagner, el cual se basa en los dos manuscritos existentes de la obra, el de Madrid y el de París. No ha modernizado la ortografía. El texto va acompañado de abundantes notas a pie de página con doble finalidad: explicar el significado de algunos términos dificiles de entender en la actualidad y subrayar algunos aspectos de los problemas abordados en el estudio introductorio. Por todo lo expuesto y por la bibliografía selecta que acompaña a la introducción, opinamos que la presente edición contribuye, notablemente, a un mejor conocimiento de nuestra literatura medieval. Juliana Panizo Rodríguez VEGA, L.: Poesía Selecta. Ed. de A. Carreño, Madrid, Cátedra, 1984 (607 páginas). El presente libro de A. Carreño re ŭ ne una selección de las mejores poesías de Lope de Vega, así como de aquellas composiciones poéticas incluidas en sus comedias. El contenido se organiza en torno a una extensa introducción estructurada en dos apartados: A) La vivencia como poesía; B) La trayectoria poética de Lope de Vega. En el primero de ellos, establece el autor la intima relación que existe entre la vida del Fénix y