Opinión: La batalla por la subsistencia del Banano Por Alistair Smith, Coordinador Internacional Banana Link En una industria dominada por el empleo de mano de obra intensiva en la producción a gran escala, la lucha de los pequeños productores para mantenerse en el mercado, parece la lucha entre David y Goliat. Según esto, los agricultores de las islas de Barlovento del Caribe (Windward) estarían en desventaja frente al resto de la industria, pero gracias a la estrategia de comercializar sus bananas dentro de los estándares de “Comercio Justo” (Fairtrade) algunos miles de granjeros han conseguido subsistir frente a todos los pronósticos. Sin embargo, con la llegada de la plaga del hongo Sigatoka negra y los continuos desastres climatológicos, están en riesgo de quiebra total. Estas pasadas Navidades, otra nueva devastadora tormenta ha dejado a 700 granjeros sin ningún sustento y con la necesidad de rehabilitar con ayuda exterior, sus pequeñas granjas de una o dos hectáreas. Estos granjeros venden, por desgracia, en el mercado más “privado de valores” del mundo. El mercado Británico solía ser hasta hace una década el mejor para los productores, pero eso cambió en el año 2002 cuando Asda y Wal-Mart decidieron empezar una guerra de precios a la baja del banano con sus competidores. Actualmente el Reino Unido es, para muchos productores grandes y pequeños, un lugar incluso peor que Alemania, para vender su fruta. El mercado no permite tampoco devolver a los productores y a sus empleados una cuota justa del valor. Son los productores los que han de soportar el aumento de los costes de producción y sacrifican cualquier beneficio por seguir siendo proveedores. El mensaje del mercado parece claro; o trabajas con perdidas, o desapareces. La lucha por un salario digno para los trabajadores en las plantaciones y en las empacadoras que proveen a la mayoría del mercado mundial, se enfrentan a las mismas restricciones. Los trabajadores que por décadas han estado batallando por mejores salarios y condiciones laborales, en Colombia, se enfrentan ahora a la perdida de su medio de subsistencia simplemente porque sus patronos no reciben un precio justo que les permita costear los gastos de producción. El deseo de la mayoría de los patronos de compartir beneficios existe, pero si las cuentas no salen el margen de maniobra es nulo, como muestra con claridad el reciente cierre de las plantaciones de Uraba, en Colombia. Teniendo en cuenta los actuales precios en Europa, es imposible llevar a cabo todas las inversiones necesarias en mejoras sociales y medioambientales. Irónicamente es en Estados Unidos donde ahora los productores y comerciantes tienen algún margen de maniobra, debido a que el aumento de los precios de los minoristas ha estado acompañado por un mayor consumo y los productores informan que el aumento de los costes de producción, a menudo se tiene en cuenta. Guatemala, el mayor proveedor de Estados Unidos, se ha convertido en el país mas peligroso para un sindicalista. Las diferencias entre los salarios y las condiciones laborales en la provincia caribeña de Izabal y la zona del pacifico sur, son enormes. El riesgo es que en un mercado que ha sido menos despojado de valor, los productores, que procuran un trabajo digno donde además los sindicatos gozan de buenas relaciones industriales y de convenios colectivos como la mayoría de las plantaciones de Izabal, están en peligro de ser considerados como demasiado caros. Se están llevando a cabo esfuerzos para respaldar un “reajuste en los costes” a través de mejoras salariales y laborales en la zona del pacifico sur, pero es necesario apoyar a la mayoría de productores y a los operadores de los mercados para garantizar que no se repita la violenta respuesta que hubo hace cinco años ante la creación del primer sindicato en la zona del pacifico sur. La realidad social y económica para los agricultores y trabajadores que dependen del mercado global del banano, sigue siendo cruel, pero ante la evidencia de que es posible la subsistencia del trabajador del banano, incluso en algunos de los mas violentos países del mundo, nos permite tener esperanza. Sin embargo la claves es el precio justo y la distribución justa de valor a lo largo de toda la cadena productora. Los consumidores apoyan esta medida. ¿Esta dispuesta la industria a hacer lo mismo? Alistair Smith es un invitado especial este año 2014 en la “Conferencia de Intercambio Igualitario: El futuro del autentico Comercio Justo de bananas”( Equal Exchange Banana Conference 2014: The Future of Authentic Fairtrade Bananas) que tendrá lugar en Boston el 21 de Marzo