Arenera Pueyrredon- 8022-versin final 2.pdf

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Expte. n° 8022/2011 “Arenera
Pueyrredón S.A. c/ AUSA S.A.
s/amparo (art. 14 CCABA) s/
recurso de inconstitucionalidad
concedido”
Buenos Aires,
de septiembre de 2011
Vistos: los autos indicados en el epígrafe,
resulta:
1. Arenera Pueyrredón S.A. promovió acción de amparo (fs.
1/30) contra Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (en adelante
AUSA) con el objeto de que se dejara sin efecto la Licitación Pública Nº
5/2010 AUSA, relativa al “Proyecto ejecutivo, construcción y
mantenimiento del nuevo puente sobre el Riachuelo Puente RocaPatricios” en virtud de que el proceso licitatorio adolecía de
irregularidades que afectaban en forma actual e inminente, con
arbitrariedad e ilegalidad manifiesta, derechos y garantías de la
empresa, protegidos por la Constitución de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y por la Constitución Nacional. Solicitó como medida
cautelar la inmediata suspensión del trámite licitatorio hasta el dictado
de la sentencia definitiva.
Señaló que es una empresa dedicada a la comercialización de
áridos y está emplazada sobre la margen derecha del Riachuelo, a
escasos metros de donde se ubicará—según el Pliego de Bases y
Condiciones —el puente giratorio ‘Roca-Patricios’. Precisó que los
áridos son extraídos del río y trasladados por buques hasta su sede, y
destacó que el transporte fluvial a través del Riachuelo es el único
medio existente para abastecerse de arena; por lo que es de vital
importancia para la empresa mantener las condiciones actuales de
navegabilidad. Sostuvo que en la licitación pública en cuestión no se
habían cumplido el procedimiento de evaluación de impacto ambiental
contemplado en el artículo 30 de la Constitución de la Ciudad y en la
ley nº 123, vulnerándose además los principios de prevención y
precautorio contenidos en la Ley General del Ambiente nº 25.675.
Agregó que tampoco AUSA contaba con la “Declaratoria Nacional” —
prevista por la Ley General de la Navegación nº 20.094— expedida por
la autoridad marítima, Dirección Nacional de Vías Navegables. Adujo,
además, la violación de la ley de puertos nº 20.093, la ley nº 18.398 y
la falta de intervención de la Prefectura Naval Argentina y del Servicio
de Hidrología Naval.
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1
2. La jueza de grado resolvió declararse incompetente y ordenó
la remisión de las actuaciones para su ulterior trámite al Juzgado de
Primera Instancia en lo Federal de Quilmes, en virtud de lo dispuesto
en la sentencia del 8 de julio de 2008 por la Corte Suprema de Justicia
de la Nación en la causa “Mendoza Beatriz Silvia y otros c/Estado
Nacional y otros s/Daños y Perjuicios” (fs. 274/278).
3. Disconformes, la Fiscal en lo Contencioso Administrativo y
Tributario nº 2 (fs. 280/283) y la parte actora (286/297) apelaron el
decisorio.
El representante del MPF ante la Cámara de Apelaciones
sostuvo la apelación de la fiscalía de primera instancia a fs. 301.
La Sala II de la Cámara CAYT confirmó la resolución de la jueza
de grado (fs. 310/317 vuelta). Para así decidir, los jueces Esteban
Centanaro e Inés Weinberg —que integraron la mayoría—
consideraron que la pretensión de la amparista reposaba
principalmente en cuestiones de derecho federal, la navegabilidad de
aguas interjurisdiccionales, y que sus planteos se relacionaban con el
cumplimiento de normas federales como la ley de la navegación nº
20.094, la ley de puertos nº 20.093 y la ley nº 18.398), “extremo que
-naturalmente- impide asumir el conocimiento de la causa [ en tanto
que…] el supuesto incumplimiento de leyes locales en materia
ambiental, no modifica la distribución de competencia” (fs. 311 vuelta).
Afirmaron también que “los eventuales efectos ambientales que
interesan al actor […] se encuentran relacionados con la cuenca
Matanza-Riachuelo en sí, y no con otras repercusiones ambientales
que la obra puede tener intra Ciudad. Así las cosas, la cuestión
denunciada, específicamente en autos, encuadra dentro de la órbita de
la ACUMAR (según ley nº 26.168) y de lo decidido por el Alto Tribunal
in re “Mendoza” (fs. 212). Finalmente recordaron lo resuelto por la
Cámara CAYT en el fallo plenario “Romero Vera, Hugo c/ GCBA s/
otros procesos incidentales”, sentencia del 20/4/2010, que
consideraron mutatis mutandi aplicable al caso.
La disidencia expresada por la Dra. Daniele compartió con la
mayoría que correspondía “declinar la competencia de este Fuero
para el tratamiento de la totalidad de los puntos relativos a la
navegabilidad del río [c]omo asimismo las cuestiones ambientales
circunscriptas a la gestión de la Cuenca Matanza-Riachuelo y de
efectos interju-risdiccionales”, pero discrepó al afirmar que era
competente el fuero local “para el tratamiento de las cuestiones
vinculadas al supuesto incumplimiento de la ley nº 123 y el
procedimiento de audiencia pública, como asimismo para los efectos
ambientales ajenos a la gestión de la Cuenca Matanza – Riachuelo,
como en relación al Plan de Saneamiento” (fs, 217 y vuelta).
2
4. Frente a este pronunciamiento, la amparista interpuso recurso
de inconstitucionalidad fs. 321/336) agraviándose de que la decisión
recurrida vulneraba la garantía del juez natural (art. 18 Constitución
Nacional), desconocía disposiciones de la Constitución de la Ciudad de
Buenos Aires en materia ambiental y violaba lo establecido en los
artículos 6 y 103 CCABA. En subsidio y para el caso de que se
confirmara la competencia federal, solicitó “el desdoblamiento de la
medida cautelar peticionada y de la acción de fondo, de modo que se
continúe el trámite de las presentes actuaciones ante la Juez de grado
local a efectos del tratamiento y resolución de la totalidad de los vicios
de los que adolece el trámite licitatorio y cuestiones ambientales
locales, con excepción del vicio formal vinculado a la cuestión
ambiental federal, el cual podría ser tratado, junto al pedido de medida
cautelar por el Juez Federal de Quilmes. Adicionalmente, y de
considerarlo V.E. procedente, debería también desdoblarse las
actuaciones en lo que se refiere a la competencia de la justicia en lo
civil y comercial de la Capital Federal en materia de libre navegación
de los ríos.” (fs. 335 y vueta.)
La Sala II concedió el recurso (fs. 341 y vuelta).
5. Radicadas las actuaciones en el Tribunal se corrió vista a la
Fiscalía General que se pronunció a través del Fiscal General Adjunto
(fs. 347/352) propiciando que se dirimiera la cuestión de competencia
suscitada a favor del fuero Contencioso Administrativo y Tributario
local, en razón de que AUSA (sociedad anónima con participación
estatal mayoritaria) ejerce potestades públicas al proyectar la obra del
“Puente Roca Patricios”, que pretende ejecutar a través de terceros (de
acuerdo con la facultad que le otorga la ley nº 3060) mediante la
Licitación Pública nº 5/2010 en cuestión. Planteó además que la falta
de autorizaciones emitidas por autoridades nacionales no modificaba la
competencia local toda vez que, la parte actora persigue satisfacer
derechos individuales y la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la
sentencia dictada el 10/11/2009 in re “Mendoza Beatriz Silvia y otros
c/Estado Nacional y otros s/daños y perjuicios (daños derivados de la
contaminación ambiental del Río Matanza Riachuelo)” aclaró que la
litispendencia “ está rigurosamente limitada a aquellos procesos en que
el bien jurídico ambiental comprometido es colectivo, supraindividual,
indivisible, impersonal y no fraccionable en cuotas adjudicables a cada
uno de sus titulares· (consid. 4) de modo que cuando los asuntos
involucren una ‘lesión a este tipo de bienes de incidencia colectivo
[que] tuviere repercusión sobre el patrimonio individual’ (consid. 6)
quedan excluidos de la misma […] en virtud de que ‘hay una diferencia
sustancial porque aún existiendo una causa fáctica y normativa
homogénea, se pretende la satisfacción de intereses individuales cuyo
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ejercicio singular se encuentra suficientemente justificado’” (fs. 351
vuelta).
Fundamentos:
El juez José Osvaldo Casás dijo:
1. Si bien es cierto que las decisiones que resuelven sobre
cuestiones de competencia no revisten el carácter de sentencias
definitivas, este Tribunal ha resuelto que dichas resoluciones son
equiparables a tales cuando la declaración de incompetencia recurrida
sustrae definitivamente la causa de la jurisdicción local (in re:
“Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/ Soto, Alberto Sabino s/
recurso de queja s/ sumarísimo”, expte. n° 726/00, resolución del 21 de
marzo de 2001).
Ese supuesto de excepción es el que se presenta en el caso. La
resolución de la jueza de grado, confirmada por la Cámara, atribuyó
competencia al fuero federal para entender en las actuaciones;
decisión que conlleva los efectos indicados.
2. A los fines de dilucidar cuestiones de competencia, como lo
ha sostenido reiteradamente la Corte Suprema, ha de estarse en
primer término a los hechos que se relatan en el escrito de demanda y
después, y sólo en la medida en que se adecue a ellos, al derecho que
se invoca como fundamento de su pedido (doctrina de Fallos: 306:368;
312:808; 323:470; 324:4495; 326:86; 327:855 entre muchos otros).
En el caso, se trata de resolver sobre la competencia de la
justicia local para decidir en una acción de amparo promovida por
Arenera Pueyrredón S.A. orientada a lograr que se deje sin efecto la
licitación pública nº 5/2010 convocada por AUSA para la “Obra
proyecto ejecutivo, construcción y mantenimiento del nuevo Puente
sobre el Riachuelo- Puente Roca Patricios”, por distintos defectos que
tendría el apuntado procedimiento de selección que individualiza en su
escrito de inicio.
3. Para aclarar la cuestión debatida en autos es conveniente
analizar el marco normativo de la obra “Puente Roca-Patricios”, objeto
de la licitación pública cuestionada:
a) Por ley nº 2775 (BOCBA nº 2984 del 1 de agosto de 2008) se
aprobaron ”Actas de Entendimiento” celebradas entre el Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires y el Ministerio de Planificación Federal,
Inversión Pública y Servicios de la Nación.
4
En el artículo 1º se aprueba el “Acta de Entendimiento Marco
Plan General de Conectividad Vial del Área Metropolitana con la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, celebrada el 22 de agosto de
2006 por la cual las partes declaran que es de interés el desarrollo del
proyecto y la construcción de las obras de “El Plan”, en el marco del
“Programa Bicentenario 2010” y en cumplimiento de ese objetivo “se
comprometen a gestionar el financiamiento e impulsar la realización de
los proyectos y las obras necesarias para concretar los accesos,
conexiones, redes viales y obras complementarias en la Ciudad y
en los municipios del área metropolitana colindante”; con ese
objeto se suscribirán actas complementarias entre las partes y con los
municipios que correspondan “a los fines de definir las obras y los
organismos intervinientes por cada una de las partes que desarrollarán
las acciones necesarias para la realización de El PLAN” (el destacado
en negrita ha sido agregado).
En cuanto a la obra que nos ocupa, el artículo 6º aprueba “el
Acta de Entendimiento Particular Construcción del Puente Roca
Patricios, celebrada entre el Ministerio de Planificación Federal,
Inversión Pública y Servicios de la Nación, el Gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y la Municipalidad de Avellaneda, en fecha
22 de agosto de 2006“.
En dicho instrumento, registrado como Convenio nº 39/06, entre
el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de
la Nación, la Municipalidad de Avellaneda y la Ciudad celebran “el
Acta de Entendimiento Particular del Acta de Entendimiento
Complementaria denominada ‘Reparación del Antiguo Puente
Pueyrredón’, ‘Construcción del Puente Roca Patricios’. ‘Reparación del
Puente Bosch’, ‘Reparación integral iluminación y pintura del Puente
Victorino de la Plaza’, ‘Desarrollo del camino de la ribera’ y
‘Construcción Nuevo Puente La Noria’”.
La cláusula 1ª es el “Acta de Entendimiento Particular que tiene
por objeto la ejecución de la Obra ‘Construcción del Puente Roca
Patricios’ que une las avenidas Patricios de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y la Gral. Roca en la Ciudad de Avellaneda”. Por la
cláusula 3ª la “Ciudad se compromete a desarrollar el proyecto,
tramitar la licitación y ejecutar la obra, siendo la responsable exclusiva
de todos los efectos resultantes de esas tareas, y financiar la ejecución
de la obra […] por un monto estimado de Pesos Quince millones
15.000.000) en la medida que existan partidas suficientes”
b) La ley nº 3060 (BOCBA nº 3196 del 17 de junio de 2009)
otorgó a AUSA la concesión de obra pública de la Red de Autopistas y
Vías Interconectadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y
Puentes de conexión física con la Provincia de Buenos Aires a título
oneroso y por el plazo de veinte (20) años. Su artículo 2 inc. b
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establece que la concesión tiene por objeto la “ejecución de las obras
públicas viales aprobadas por la autoridad de aplicación y la ejecución
de obras públicas no viales, las que deberán contar con previa
autorización de la Legislatura”.
El art. 3 autoriza a la concesionaria a “ejecutar las obras objeto
de la concesión por sí o mediante la contratación de terceros,
quedando a su cargo dar cumplimiento a la normativa vigente en
materia ambiental”.
El art 7 establece que la Autoridad de Aplicación de la concesión
de obra pública es el Ministerio de Desarrollo Urbano del GCBA o el
organismo que lo reemplace en el futuro “estando facultada para
reglamentar la concesión, definir el plan de obras e inversiones,
efectuar los ajustes que permitan la efectiva concreción de las obras y
dictar las normas complementarias que fueran menester.”
c) La Resolución nº 356 conjunta del Ministerio de Desarrollo
Urbano y el Ministerio de Hacienda (BOCBA nº 3396 del 9 de abril de
2010) dispone que Autopistas Urbanas S.A. es la encargada de la
ejecución del Plan de Obras y Cronograma de Inversiones, detalladas
en el Anexo, en el marco de la Concesión de Obra Pública dispuesta
por la Ley n° 3060. y la autoriza a obtener financiamiento.
En el “Anexo Plan de Obras y Cronograma de Inversiones” de la
Resolución nº 356 (publicado en la Separata del referido Boletín Oficial,
pág. 159) se detalla, en el parágrafo 3º, la obra puente Roca Patricios
con una inversión de $ 33.301.000 (sin IVA).
d) La convocatoria de AUSA a la Licitación nº 5/2010 para la
“Obra proyecto ejecutivo, construcción y mantenimiento del nuevo
Puente sobre el Riachuelo- Puente Roca Patricios” fue publicada el 14
de junio de 2010 en el BOCBA nº 3440 (fs. 46).
e) La ley nº 3528 (BOCBA nº 3499 del 8 de septiembre de 2010)
autoriza al “Poder Ejecutivo a destinar con carácter transitorio el
equivalente a la suma de ciento cincuenta millones de dólares
estadounidenses (u$s 150.000.000) de los fondos provenientes de la
instrumentación de la operación de crédito público autorizada por el
Artículo 3° de la ley n° 3380, a un plan de mejoramiento y ejecución de
obras nuevas que faciliten la interconectividad entre las distintas
áreas de la ciudad, el desplazamiento entre y por las vías secundarias,
y la integración de éstas con la red de autopistas y vías
interconectadas” y prescribe que debe destinar “la suma del
equivalente a 100 millones de dólares estadounidenses (u$s
100.000.000) en carácter de préstamo a la empresa AUSA para la
ejecución de algunas obras previstas en el Anexo I, en el marco de la
ley nº 3060” (negritas agregadas).
6
En el listado de las obras previstas en el Anexo de la ley nº 3528
se consigna el “Puente Roca-Patricios”.
4. Pues bien, de las normas reseñadas se advierte que en la
obra “Puente Roca-Patricios”, cuyo proyecto ejecutivo, construcción y
mantenimiento constituye el objeto de la licitación pública nº 5/2010 de
AUSA cuestionada en el presente amparo, no hay ninguna intervención
de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) creada por
ley nacional nº 26.168 promulgada el 4 de diciembre de 2006, a la que
la Ciudad de Buenos Aires adhirió por ley nº 2217 (BOCBA nº 2613 del
26 de enero de 2007).
Tampoco hay mención de la ACUMAR en el “Pliego de
Condiciones Particulares y Especificaciones Técnicas” de la licitación
de marras (fs. 30/ 194), ni en sus circulares aclaratorias (fs. 196/218).
De los mencionados pliegos surge que el puente se localizará
continuando la Av Regimiento de los Patricios de la Ciudad, cruzando
ortogonalmente al Riachuelo hasta su margen sur, en la localidad de
Avellaneda, Provincia de Buenos Aires y que el objetivo principal de la
obra es “mejorar la conectividad de la Ciudad con la Provincia,
particularmente a través del alivio del tránsito sobre los puentes
Pueyrredón Nuevo y Nicolás Avellaneda, y la conexión entre los
sectores industriales y portuarios ubicados en las cercanías del cruce”
(fs. 54, el destacado ha sido agregado).
En definitiva, con los elementos obrantes en autos, no es posible
constatar una directa vinculación entre la pretensión ventilada en la
presente causa y el programa integral que la sentencia dictada por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa “Mendoza” obliga a
cumplir a la Autoridad de la Cuenca (punto 17, sentencia del 8 de julio
de 2008, Fallos: 331:1622). En otras palabras, no se trata de una obra
enmarcada en el saneamiento de la cuenca, objeto de la intervención
judicial de la CSJN y su órgano judicial delegado, el Juzgado Federal
de Quilmes.
Cabe aclarar, a todo evento, que lo expuesto en modo alguno
implica desconocer las competencias que la ley nº 26.128 pone en
cabeza de la ACUMAR, pues en el estado actual del proceso resulta
imposible avanzar en la consideración acerca de la pertinencia de dar
intervención a la mencionada autoridad en el trámite licitatorio
cuestionado o incluso en este juicio, cuestiones que a todas luces
exceden el marco de decisión del Tribunal en la cuestión específica
que ahora viene controvertida.
Aquí simplemente se concluye que, por el modo en que ha sido
planteada la pretensión que origina el juicio, su resolución no se
enmarca dentro del amplio cúmulo de competencias que la CSJN ha
delegado al Juzgado Federal de Quilmes para dar ejecución a la
sentencia definitiva dictada en la causa “Mendoza”.
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5. Por otra parte es dable señalar, como lo hace el Sr. Fiscal
General Adjunto en su dictamen, que la parte actora sostuvo en su
demanda (fs. 1 vuelta, 19) —y lo mantuvo en sus escritos recursivos
(fs. 291 vuelta/292 y 327 vuelta/330)— que promovía el amparo por
entender que la licitación de AUSA afectaba derechos subjetivos
de la empresa —vinculados al ejercicio del comercio— y no
intervenía en defensa de intereses colectivos.
En este sentido es de aplicación el criterio interpretativo
pronunciado por el Alto Tribunal en la misma causa “Mendoza” el 10 de
noviembre de 2009 (Fallos: 332:2522), que, a raíz de la competencia
atribuida al Juzgado Federal de Quilmes en el pronunciamiento
definitivo del 8 de julio de 2008 vino a aclarar el recto alcance de las
reglas allí establecidas, al expresar que: “…la litispendencia declarada
con la consecuente radicación de las causas ante el juzgado al que se
atribuyó competencia, está rigurosamente limitada a aquellos procesos
en que el bien jurídico ambiental comprometido es colectivo,
supraindividual, indivisible, impersonal y no fraccionable en cuotas
adjudicables a cada uno de sus titulares en el sentido concordemente
definido por esta Corte en la causa ‘Halabi, Ernesto c/ P.E.N. ley
25.873 dto. 1563/04’ (sentencia del 24 de febrero de 2009, voto de los
jueces Lorenzetti, Highton de Nolasco, Maqueda y Zaffaroni) (LA LEY,
2009-B, 259)” (considerando 4º); por ello “… las reclamaciones
concernientes a la tutela de derechos individuales está
inequívocamente excluida de la competencia atribuida al Juzgado
Federal de Quilmes” (considerando 6 in fine, el destacado ha sido
añadido).
Por las consideraciones expuestas, entiendo que no
corresponde remitir las actuaciones al Juzgado Federal de Quilmes.
6. Sentado lo expuesto, cabe señalar que no se encuentra
controvertido en autos que la demandada, Autopistas Urbanas SA, es
una empresa cuyo capital accionario pertenece al gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires; y tampoco que ella convocó a la Licitación
Pública nº 5/2010 ejecutando el mandato legislativo que le otorgó la
concesión de obra pública de la Red de Autopistas y Vías
Interconectadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y Puentes de
conexión física con la Provincia de Buenos Aires a título oneroso y por
el plazo de veinte años (cf. ley nº 3060).
Se trata, entonces, de una sociedad a la que el Estado local le
ha encomendado el ejercicio de determinadas funciones
administrativas y, a tal fin, le ha delegado por ley ciertas potestades
públicas.
La presente acción de amparo pretende que se deje sin efecto la
referida licitación pública llamada por AUSA. En virtud de lo establecido
8
en los artículos 48 de la ley nº 7, 1 y 2 de la ley nº 189 y 7 de la ley n°
2145, el presente amparo es una causa contencioso administrativa en
cuyo conocimiento debe entender la justicia local.
7. Resta examinar, finalmente, si por la naturaleza interjurisdiccional del puente Roca-Patricios o por la materia federal sobre la
que tratan algunos de los cuestionamientos formulados por la actora a
la licitación impugnada, corresponde desplazar la competencia del
fuero local a la justicia federal.
En este sentido debe recordarse que la competencia federal
surge de los arts. 116 y 117, CN, y de las leyes del Congreso Nacional
dictadas en su consecuencia; y, esa competencia es, por su
naturaleza, limitada y de excepción, y su aplicación es de carácter
restrictivo (Fallos: 310:1930; 312:1220; 313:1218).
Si bien la obra que se pretende ejecutar es interjurisdiccional, a
través de los convenios reseñados en el punto 3 a) de este voto, la
Nación y la municipalidad de Avellaneda delegaron en la Ciudad de
Buenos Aires el desarrollo del proyecto, el trámite de licitación,
ejecución y financiamiento de la obra “Puente Roca-Patricios”, y
acordaron que la Ciudad de Buenos Aires era “responsable exclusiva
de todos los efectos resultantes de esas tareas” (cláusula tercera del
Acta de Entendimiento Particular Roca-Patricios).
Además, la omisión del estudio de impacto ambiental atribuido
por la amparista a AUSA proviene de una exigencia del ordenamiento
jurídico local —art. 30 de la Constitución y ley nº 123— que no tienen
vinculación directa con el carácter interjurisdiccional de la obra.
En un fallo reciente, en el que se hallaba en debate la
contaminación ambiental que producía una planta industrial en el Río
Paraná, se suscitó un conflicto negativo de competencia que el Tribunal
Cimero resolvió declarando la competencia de la justicia local. La
Procuración General de la Nación —a cuyo dictamen se remitió el Alto
Tribunal— opinó que “el ambiente es responsabilidad del titular
originario de la jurisdicción, que no es otro que quien ejerce autoridad
en el entorno natural y en la acción de las personas que inciden en ese
medio, máxime cuando no se advierte en el caso un supuesto de
problemas ambientales compartidos por más de una jurisdicción
(Fallos: 330:4234;; 332:1136) […], la Corte a través de distintos
precedentes ha delineado los criterios que deben tenerse en cuenta
para determinar la procedencia de dicha competencia federal en razón
de la materia ambiental, estableciendo que, en primer término, debe
delimitarse el ámbito territorial afectado, pues, como lo ha previsto el
legislador nacional, debe tratarse de un recurso ambiental
interjurisdiccional (Fallos: 327:3880 y 329:2316) o de un área
geográfica que se extienda más allá de la frontera provincial. Es decir,
que abarque a más de una jurisdicción estatal, provincial, de la Ciudad
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de Buenos Aires o internacional, puesto que debe tratarse de un
asunto que incluya problemas ambientales compartidos por más de
una jurisdicción (Fallos: 330:4234; 331:1679). Asimismo, y como la
determinación de la naturaleza federal del pleito debe ser realizada con
especial estrictez, es preciso demostrar, con alguna evaluación
científica, la efectiva contaminación o degradación -según los términos
de la Ley General del Ambiente- de tal recurso ambiental
interjurisdiccional, esto es, la convicción al respecto debe
necesariamente surgir de los términos en que se formule la demanda y
de los estudios ambientales que la acompañen, lo que permitirá afirmar
la pretendida interjurisdiccionalidad o, en su defecto, de alguna otra
evidencia que demuestre la verosímil afectación de las jurisdicciones
involucradas (Fallos: 329:2469 y 330:4234)” —in re: “Rivarola, Martín
Ramón c. Rutilex Hidrocarburos Argentinos”, causa C. 143. XLV del
registro de la CSJN, sentencia del 17/05/2011, publicado en: LA LEY
03/06/2011—.
Tampoco los supuestos déficits en la documentación licitatoria
que debieran expedir organismos del Gobierno federal dan apoyo a la
mentada incompetencia local. En esta, como en cualquier otra
contratación que efectúan autoridades locales de productos o bienes
que requieren cierta habilitación, aprobación, autorización, supervisión
o cualquier otra forma de intervención habilitante de la autoridad
federal, su defecto o carencia no desplaza la competencia a la
jurisdicción federal, sino que es uno de los recaudos de suficiencia o
idoneidad que debe ser ponderado por el órgano a cargo de la licitación
o por la autoridad judicial que interviniera, si le fuere planteado.
En suma, en el amparo que nos ocupa el escrito de demanda no
permite generar la convicción del carácter interjurisdiccional o
puramente federal de las impugnaciones planteadas por la actora a la
licitación de AUSA, razón por la cual corresponde que continúen
interviniendo los tribunales en lo contencioso administrativo y tributario
locales, sin perjuicio de reexaminar la cuestión, si se incorporan otros
elementos a la causa, teniendo en cuenta que todavía no se ha trabado
la litis.
Por las consideraciones expuestas, corresponde: a) hacer lugar
al recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la actora; b) revocar
la sentencia de la Cámara en cuanto confirmó la declaración de
incompetencia dispuesta en primera instancia, y c) devolver las
actuaciones para que continúen con su trámite en la jurisdicción local.
Así lo voto
Las juezas Alicia E.C. Ruiz y Ana María Conde dijeron:
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Adherimos al voto del señor juez de trámite.
El juez Luis Francisco Lozano dijo:
1. Coincido con el Dr. Casás en que corresponde hacer lugar al
recurso de inconstitucionalidad, revocar la sentencia de Cámara, y
devolver las actuaciones a su tribunal de originen.
2. Por las razones que señala mi colega en el punto 1 de su
voto, a las que me remito, corresponde equiparar a definitiva la
decisión que se viene recurriendo, esto es, aquella que acordó
competencia al juez federal de Quilmes para entender en las presentes
actuaciones.
Por lo demás, la parte recurrente viene controvirtiendo la
interpretación que hizo el a quo de las leyes federales: 20.093, 20.094
y 18.398, y de la doctrina sentada por la CSJN en la sentencia
publicada en Fallos: 329:2316, “Mendoza”, para arribar la solución
reseñada; razón por la cual, se halla planteada en el sub lite una
cuestión federal cuyo tratamiento atañe a este Tribunal (cf. la doctrina
sentada por la CSJN in re Fallos: 311:2478).
3. La pretensión de la parte actora consiste en que se decrete la
nulidad de un acto local, el llamado a licitación pública n° 5/2010
efectuado por la AUSA para la realización del ‘“Proyecto ejecutivo,
construcción y mantenimiento del nuevo puente sobre el Riachuelo
Puente Roca-Patricios’” (fs. 1 vuelta), porque, sostiene, se “…ha
incurrido en diversas irregularidades e ilegalidades durante el
procedimiento de…” (fs. 1) selección del contratista. En particular,
afirma que no se ha realizado el procedimiento de “Evaluación de
impacto ambiental”, la audiencia pública y, expedido el certificado de
aptitud ambiental que, para la realización de una obra de esas
características, requieren, a su juicio, las leyes locales 6, 104, 123 y
303 (cita, también, en apoyo a su postura los arts. 30, 32 y 63 de la
CCBA, y las leyes federales 25.675, ley general del ambiente, y
25.831) (fs. 4 vuelta/11 vuelta). Manifiesta, a su vez, que ese acto se
halla en oposición a reglas federales en tanto: (i) no se ha solicitado a
la autoridad Nacional las autorizaciones que indican el art. 11 de la ley
20.094 y la Resolución 71/91 de la Administración General de Puertos;
(ii) ni dado intervención a la Prefectura Naval Argentina (cf. la ley
18.398, y su decreto reglamentario) y al Servicio de Hidrología Naval
(fs. 16 vuelta/17 vuelta). Finalmente, sostiene que el llamado a
licitación aquí controvertido viola, también, la ley 2201 (fs. 17 vuelta).
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4. En ese marco —esto es, aquel en que se ha impugnado un
acto emitido por una sociedad cuyo mayor accionista, con el 95% del
paquete accionario, es el GCBA, por hallarse en oposición a las
normas reseñadas supra—, resulta aplicable la doctrina de la CSJN
con arreglo a la cual es competencia de la justicias provinciales
entender en aquellas causas en que se controvierte, con apoyo en lo
dispuesto tanto normas locales, como federales, la validez de actos
emitidos por las autoridades de esas jurisdicciones (cf. Fallos:
329:5666, entre muchos). A ese respecto, la Corte ha señalado que
“[l]a razón de [esa] doctrina [...] se encuentra en el hecho de que las
provincias conservan todo el poder no delegado por la Constitución
Nacional al Gobierno Federal, se dan sus propias instituciones y se
rigen por ellas (arts. 121, 122 y 123 de la Ley Fundamental). La
competencia de la justicia local, en es[os] casos, no es sino
consecuencia del ordenamiento constitucional cuya economía veda —
como modo de preservar las autonomías de los Estados locales— a los
tribunales nacionales juzgar sobre aquellas instituciones, salvo la
alegada violación de la Ley Fundamental o de normas de derecho
federal, supuesto en cuya ocurrencia las eventuales cuestiones
federales que hayan de suscitarse tendrán adecuada tutela [...] por la
vía del recurso previsto en el art. 14 de la ley 48” (cf. Fallos: 319:1063,
entre muchos otros).
5. Finalmente, cabe destacar que, por las razones que indica el
Dr. Casás en el punto 5 de su voto, a las que me remito, no se
encuentra acreditado en el expediente que estén dados los extremos
frente a los cuales la CSJN, en la causa “Mendoza”, ya citada, ha
indicado resulta competente el juzgado federal de Quilmes.
Por ello, y lo concordantemente dictaminado por el Fiscal
General Adjunto, voto por hacer lugar al recurso de
inconstitucionalidad, revocar la sentencia de fs. 310/317 vuelta, y
devolver las actuaciones a su tribunal de originen.
Por ello, de acuerdo con lo dictaminado por el Fiscal General
Adjunto,
el Tribunal Superior de Justicia
resuelve:
1. Hacer lugar al recurso de inconstitucionalidad interpuesto por
Arenera Pueyrredón S.A., revocar la sentencia de fs. 310/317 en
cuanto confirmó la declaración de incompetencia dispuesta en primera
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instancia a fs. 274/278 y disponer que la causa continúe con su trámite
en la jurisdicción local.
2. Mandar que se registre, se notifique y, oportunamente, se
devuelva.
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