En las células simples, el movimiento es con frecuencia resultado

Anuncio
ÁREA: CIENCIAS NATURALES Y EDUCACIÓN AMBIENTAL
GRADO: OCTAVO
UNIDAD #: 6
FICHA #: 5
TEMA: EL SISTEMA MUSCULAR.
Introducción
En las células simples, el movimiento es con frecuencia resultado del deslizamiento, uno sobre otro,
de dos tipos de haces proteicos, la actina y la miosina. La actividad de estos haces, que forman
microfilamentos, contribuye a los cambios de forma y al movimiento de organelos en la mayor parte
de las células eucarióticas. En los animales, la evolución de músculos ha representado la
elaboración extraordinaria de este sistema.
Cualquier clase de actividad rítmica requiere de la alternancia de contracciones y extensiones
musculares, aunque los músculos generalmente se describen sólo como estructuras que se
contraen, ya que la única fase activa del movimiento muscular es la contracción. Los músculos se
estiran pasivamente, se relajan y se distienden. Los músculos se extienden gracias a empujones y
jalones que provienen de otras fuentes; por ejemplo las contracciones de músculos opuestos, el
peso de un mimbro o la presión que proviene de la sangre o de los alimentos que distienden al
músculo cardíaco y las paredes del estómago.
Los animales tienen diferentes tipos de músculos, cada uno especializado en realizar una función en
particular. Por los tipos de células que los forman hay tres tipos de músculo: el esquelético, el
cardiaco y el liso.
El músculo esquelético
Así llamado porque se utiliza para mover el esqueleto, también recibe el nombre de músculo
estriado debido a que, visto bajo el microscopio, en él se observan bandas de estrías. La mayor
parte del músculo esquelético se encuentra bajo control voluntario o consciente. Puede producir
contracciones que van desde tirones rápidos (como al parpadear) hasta la producción de tensión
fuerte y sostenida (como sostener libros bajo el brazo).
Un músculo esquelético típico es una masa alargada de tejido compuesta de millones de fibras
musculares individuales unidas por fibras de tejido conectivo. Toda la estructura está rodeada de una
capa lisa y fuerte de tejido conectivo de modo que puede moverse libremente sobre los músculos
adyacentes y otras estructuras con un mínimo de fricción.
El extremo del músculo que permanece relativamente fijo cuando éste se contrae se llama origen; el
extremo que se mueve se llama inserción; y la parte engrosada entre los dos es el vientre. El origen
del bíceps se encuentra en el hombro y su inserción es en el hueso del antebrazo llamado radio,
cuando el bíceps se contrae el hombro permanece fijo y se dobla el codo.
Típicamente, los músculos se contraen en grupos, en vez de solos. Por ejemplo, no se puede
contraer el bíceps solamente; sólo se puede doblar el codo, que supone la contracción de otros
músculos, además del bíceps. Los músculos pueden ejercer una atracción, pero no un empuje, por
lo que los músculos están dispuestos en pares antagonistas: uno tira de un hueso en una dirección
y el otro en la inversa. El bíceps, por ejemplo, dobla o flexiona el brazo y se llama flexor. Su
antagonista, el tríceps, extiende el brazo y se llama extensor. Siempre que un flexor se contrae,
deberá relajarse el extensor en oposición, para no entorpecer el movimiento del hueso; esto significa
que deberá haber la coordinación conveniente entre los dos grupos de impulsos nerviosos dirigidos a
los músculos antagonistas.
El músculo cardiaco
Recibe este nombre porque se encuentra sólo en el corazón, si bien en los seres humanos y algunas
otras especies también se localiza en las venas pulmonares. Se activa espontáneamente iniciando
sus propias contracciones, pero está influido por nervios y hormonas. Al igual que el músculo
esquelético, el cardiaco muestra una apariencia de bandas bajo el microscopio.
El músculo liso
Rodea vasos sanguíneos y la mayor parte de órganos huecos, incluyendo el útero, la vejiga y el
tracto digestivo. Como su nombre lo indica, carece del arreglo regular de sarcómeros que caracteriza
al músculo esquelético y al cardiaco.
Generalmente produce ya sean contracciones sostenidas y lentas (como la constricción de las
arterias para elevar la presión arterial durante momentos de estrés) o bien contracciones lentas en
forma de ondas (como los movimientos peristálticos que mueven el alimento a lo largo del tracto
digestivo)
La contracción del músculo liso puede iniciarse por dilatación, por hormonas, por señales nerviosas o
por la combinación de algunos de estos estímulos. Aunque las contracciones de la vejiga pueden
iniciarse de manera voluntaria, casi todas las contracciones del músculo liso están bajo control
involuntario.
Actividades
1. Dibuja los diferentes tipos de músculos descritos anteriormente.
2. Consulta cuatro enfermedades asociadas con el sistema muscular.
Descargar