PRODUCCIÓN PRIMARIA Y DESARROLLO SOCIAL

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PRODUCCIÓN PRIMARIA Y DESARROLLO SOCIAL
También en la vida económico-social debe ser honrada y promovida
la
dignidad de la persona humana y su vocación total, y el bien de
toda la
sociedad. Pues el hombre es el propulsor, el centro y el fin de toda
la
vida económico social.1
Tecnología y desarrollo social
Los avances tecnológicos producidos en los últimos treinta años han
determinado una caída sustancial de la necesidad de horas/hombre para el
laboreo del suelo, la siembra, los cuidados culturales y la cosecha de los
distintos productos del campo.
Estas se constituyen en materias primas de la industria agroalimentaria, tales
como: cereales, (trigo, avena, cebada, centeno, sorgo y maíz), oleaginosas
(soja, girasol y maní), productos hortícolas y frutícolas, leche,
predominantemente de origen bovino pero también caprino y ovino, carnes
bovina, porcina, caprina, ovina y aviar.
La energía eléctrica, la agromecánica (tractores, sembradoras, cosechadoras,
máquinas de ordeñar, etc.), los agroquímicos y fertilizantes de origen industrial,
las semillas y animales de alto potencial de rendimiento, las nuevas técnicas
de labranza reducida y siembra directa, han determinado un fuerte incremento
de la producción por unidad de superficie. La misma está muy lejos de aquella
que soñaban nuestros padres y abuelos, superándola en todos los casos en
cifras que alcanzan los dos y tres dígitos porcentuales.
Resultados alcanzados
"Gracias a los adelantos tecnológicos, durante la década del 90 el volumen
producido de granos y algodón en la Argentina superó en 126 millones de
toneladas a las obtenidas durante la década del 80"2
"Entre 1990 y 1998 se incrementó la superficie sembrada con los principales
cereales y oleaginosas en un 26% y su respuesta en producto creció un 73%,
hubo un aumento del 298% en el uso de fertilizantes. En ese mismo período la
venta de productos para la protección de los cultivos creció el 237%. Entre l995
y 1997 de incrementó la venta de tractores en un 37% y la de cosechadoras en
un 185%.
La importancia del capital invertido y de la fuerza de trabajo de la producción
agropecuaria primaria, las industrias basadas en ella y sus servicios, están
manifestados en la representación del 32% del PBI y componer alrededor del
60% de las exportaciones de la República Argentina."3
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1 Constitución de la Iglesia en el Mundo Actual.Documentos completos del Vaticano II. Ed."El mensajero
del Corazón de Jesús" Bilbao, España 1966
2Diario La Nación. Supl.Campo "Hacia un nuevo salto de la producción", por Ernesto Ambrosetti 7.10.00
3Un aporte para la política agraria nacional.Federación Argentina de la Ingeniería Agronómica. Abril de
2000
-1A la investigación y experimentación dirigida al sector agropecuario le han
cabido un importante papel en este sentido como así también a la extensión y
comunicación agropecuarias que han vehiculizado las prácticas y
conocimientos para ser adoptados por la familia rural en sus sistemas
productivos.
A pesar de estas favorables condiciones de productividad, en estos últimos
años, los sistemas de producción familiares se han visto fuertemente
amenazados en su existencia, fundamentalmente por las llamadas economía
de escala y economía de mercado. La libre oferta y demanda, la presión de los
precios internacionales y los subsidios a la producción agrícola de los países
centrales.
La globalización
La globalización económica significa una profundización de los vínculos y de
los niveles de integración entre las distintas economías nacionales, los distintos
mercados y empresas y un comportamiento de las relaciones económicas
internacionales notoriamente más dinámico que el de los ritmos de la actividad
económica interna de los países.
Las actuales condiciones de funcionamiento de la economía mundial, cuyos
principios sonaban como el escenario ideal para alcanzar la prosperidad a
través de aceleradas tasas de incremento de la actividad económica global,
requirieron no poner obstáculos ni demoras a las reformas económicas y al
pleno despliegue de las tendencias asociadas a la globalización. Bajo esa
perspectiva llegó la privatización, la desregulación y la apertura, y con ello la
plena confianza en el automatismo del mercado, como condición necesaria y
suficiente para acceder finalmente al desarrollo.
Los países no suficientemente desarrollados han venido cumpliendo las
condiciones necesarias que imponía la convergencia en la globalización. La
convergencia ha tomado cuerpo, pero aún no se manifestarán las expresiones
de desarrollo en esos países.
El complejo agroalimentario argentino en los últimos años se desempeñó en
ese contexto. Quedó demostrado que cuenta con una fuerza de trabajo
humano y económico de relevante importancia, con tradición agraria y una
evolución significativa en la agroindustria y sus servicios, constituyendo una
parte significativa de los ingresos genuinos.
La visión del Concilio Vaticano II
El Concilio Vaticano II el 7 de diciembre de 1965 promulgó la Constitución
"Sobre la Iglesia y el Mundo Actual" la que en su Cap.III con autoridad
profética advierte
acerca de esta realidad que estamos viviendo en el año 2000. "La economía de
hoy, al igual que otros campos de la vida social, se caracteriza por un dominio
-2creciente del hombre sobre la naturaleza, con más intensas y pronunciadas
relaciones e interdependencias entre los ciudadanos, las sociedades y los
pueblos, así como la mas frecuente intervención de la autoridad política. Al
mismo tiempo el progreso en los medios de producción y en la comunicación
de bienes y servicios, hicieron de la economía instrumento apto por el que es
posible proveer mejor a las crecientes necesidades de la familia humana.
Sin embargo no faltan motivos de inquietud. No pocos hombres especialmente
en las regiones desarrolladas económicamente, parece que son gobernados
por la economía, de manera que casi toda su vida personal y social está
imbuida de cierto espíritu economicista, tanto en las naciones que fomentan la
economía colectivizada como en las demás. Precisamente cuando el
incremento de la vida económica, con tal que se la dirigiera y coordinara de un
modo racional y humano, podría mitigar las desigualdades sociales,
frecuentísimamente redunda en su exasperación e incluso en algunos sitios en
retroceso de la condición social de los débiles y en desprecio de los pobres.
Mientras una multitud carece aún de las cosas indispensables, algunos también
en las regiones menos desarrolladas, viven opulentamente o malgastan los
bienes. El lujo y la miseria coexisten. Mientras unos pocos gozan de la máxima
posibilidad de elegir, muchos carecen casi por completo de toda posibilidad de
actuar con iniciativa y responsabilidad propia, encontrándose muchas veces en
condiciones de vida y de trabajo indignas de la persona humana.
Se advierten similares desequilibrios económicos y sociales entre la agricultura,
la industria y los servicios, así como entre las diversas regiones de una misma
nación. Cada día es mayor la oposición entre las naciones más desarrolladas y
las otras, la cual puede llegar a poner en peligro incluso la paz del mundo.
Los hombres de nuestro tiempo cada día toman una conciencia más vívida de
estas desigualdades, pues están plenamente persuadidos de que mediante el
desarrollo de la técnica y las posibilidades económicas con que cuenta el
mundo de hoy, se puede y se debe corregir este infausto estado de cosas. Por
lo tanto se requieren de todos muchas reformas en la vida económico-social y
una conversión de la mente y de las costumbres."4
La actualidad
Como resultado de estos condicionamientos, en la Argentina, se produce
una
agresiva concentración en la tenencia de la tierra dejando sin medio de vida a
centenares de familias disceminadas en el ámbito rural generando un
potenciado fenómeno de emigración del campo a la ciudad.
Es así que en un territorio de más de 4 millones de kilómetros cuadrados con
inmensas posibilidades productivas en toda su extensión, el 50% del total de
sus habitantes que asciende a 36 millones, se concentra en Buenos Aires y su
conurbano con la consecuente formación de cinturones de pobreza.
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4Concilio Vaticano II-Constitución de la Iglesia en el mundo Actual. Cap.III. La Vida Económico-Social
-3Hoy la ecuación: "más tecnología más bienestar" se cumple sólo para un
reducido número de personas debiendo necesariamente concluir que a mayor
tecnología menos bienestar para la mayoría. Por lo tanto se hace imperioso
que los conocimientos y los recursos que nos han legado nuestros ancestros
llegue a un mayor número de habitantes de este privilegiado suelo argentino.
Hoy por hoy la debida resolución de la ecuación deberá ser el compromiso de
gobiernos, empresarios, dirigentes y organizaciones no gubernamentales que
entiendan en este tema crucial, como lo es el desarrollo de la familia rural.
De nada servirán los pomposos discursos, las promesas de grandes estadistas
y hombres poderosos de la tierra si no se llevan a la acción metodologías por
todos conocidas, para que este tremendo flagelo continúe extendiéndose en
nuestro bendito país.
La única verdad es la realidad. La cultura del doble discurso se ha instalado en
nuestro entorno social, siendo la actitud mediática su privilegiado instrumento.
Es un verdadero crimen que a pesar de haber derrotado con la ciencia y la
tecnología los vaticinios de prestigiosos estudiosos del pasado, continúen las
hambrunas y bolsones de pobreza. Frecuentemente los frutos de la tierra,
genuinamente producidos se tiran, no se cosechan o se dejan enterrados
debido a mortales leyes de mercado.
Las leyes de la economía y el moral
"A este respecto, deseo recordar particularmente: la reforma del sistema
internacional de comercio, hipotecado por el proteccionismo y el creciente
bilateralismo, la reforma del sistema monetario y financiero mundial, reconocido
hoy como insuficiente; la cuestión de los intercambios de tecnologías y su uso
adecuado; la necesidad de una revisión de la estructura de las organizaciones
internacionales existentes, en el marco de un orden jurídico internacional. Las
tecnologías y sus transferencias constituyen hoy uno de los problemas
principales del intercambio internacional y de los graves daños que se derivan
de ellos".5
Es muy clara la advertencia del Sumo Pontífice respecto de nuestra
preocupación por la resolución de estos complejos problemas relativos a la
transferencia tecnológica.
Tan explícito como el párrafo anterior es lo que declara el Concilio Vaticano II.
"Hoy, más que antes, se procura legítimamente el incremento de la producción
de bienes de la agricultura y de la industria, así como las prestaciones de los
servicios, para atender al aumento de la población y para satisfacer los
crecientes deseos del género humano. Así pues, hay que fomentar el progreso
técnico, el espíritu de innovación, el afán de crear empresas nuevas y de
ampliar otras, la adaptación de métodos de producción, el esfuerzo diligente de
cuantos participan en la producción: es decir, todos los elementos que sirven a
este progreso. Sin
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5Sollicitudo Rei Socialis. Carta encíclica del Sumo Pontífice Juan PabloII al cumplirse el Vigésimo
aniversario de la Populorum Progressio.
-4embargo la finalidad fundamental de esta producción no es el mero incremento
de la producción ni el lucro o la hegemonía, sino el servicio del hombre, y del
hombre integral, teniendo en cuenta el orden de sus necesidades materiales y
las exigencias de su vida intelectual, moral, espiritual y religiosa; decimos del
hombre,
del hombre cualquiera, de cualquier grupo humano, de cualquier raza o región
del mundo. Así pues, la actividad económica debe ser ejercitada según sus
propios métodos y leyes dentro del orden moral de manera que se cumpla el
plan de Dios acerca del hombre".6
La Hegemonía
Es notable como sufrimos hoy esta problemática signada por la hegemonía de
las
empresas transnacionales tanto en lo tecnológico como en lo financiero. En
cuanto
a este último vale como ejemplo lo ocurrido en el sector lechero en la última
década. Los productores animados por las señales del mercado se animaron
a
invertir y modificar en su gran mayoría sus sistemas lecheros logrando duplicar
el volumen de leche de Argentina. A mediados del año 1998 comienza a caer el
precio llegando hasta un 40%. Esto determinó una gran crisis en el sector
debiendo sufrir fuertes quebrantos dado que para actualizarse
tecnológicamente se endeudaron con créditos a altas tasas de interés que
debido a ésa caída del precio en el mercado mundial, no pudieron afrontar.
Estos desequilibrios son moneda corriente, no solo con la leche sino con la
mayoría de los productos primarios argentinos. Las recurrentes situaciones de
este tipo dejan secuelas en el aparato productivo difíciles de resolver. De más
de 30000 productores lecheros existentes a comienzos de 1980 en la
actualidad sólo quedan 17000 aproximadamente. Si bien muchos de ellos no
pudieron adaptarse al acelerado cambio en las reglas de juego esto dejó
consecuencias muy negativas en lo social.
La producción de leche exige habitar en forma permanente en la zona rural por
las características peculiares que la determinan: cosechar dos veces por día
los 365 días del año. Gran parte de los excluidos dejaron zonas rurales
"sembradas de taperas", con las graves consecuencias que esto trae
aparejado.
Reflexiones finales
Con esta apretada síntesis hemos pretendido puntualizar la problemática de la
incorporación de tecnología en el sector de la producción primaria y señalar la
necesidad de encontrar soluciones que lleven a una justa distribución de sus
beneficios. Los documentos a los que nos hemos remitido, no sólo diagnostican
sino que además tienden a indicar algunas vías de solución. No obstante es
imperioso que entre todos los actores políticos, sociales y económicos de
Argentina encontremos la impronta autóctona que permita lograr ése objetivo.
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6Constitución de la Iglesia en el mundo actual. Cap.III Sección I. Desarrollo Económico. Conc.Vaticano II.
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Podría afirmarse que lo que está faltando, en principio, son políticas de Estado
tendientes a revertir los condicionamientos internos y externos impuestos a la
producción primaria.
Creemos que esto es posible, fundamentalmente porque el alto nivel de
conciencia respecto a la problemática es una realidad. En cada uno de los
fueros a los que asistimos se plantean estrategias y posibles soluciones resta
lo más difícil: unir voluntades políticas y sectoriales que hagan realidad el
bienestar para todos.
En definitiva el avance tecnológico es un bien en sí mismo sólo cabe darle el
lugar que le corresponde en la vida de nuestro pueblo. Qué sería hoy de
nosotros si debiéramos prescindir de éstos avances. Retrocederíamos en la
historia.
Se hace imperioso insistir que a pesar de todo el hombre avanza en la historia
no sólo por la ciencia y la tecnología que crea para su bienestar, sino por el
nivel de conciencia que va asumiendo a través de las generaciones. Cuando
observamos la realidad tangible que nos rodea, nos asalta la angustia
justamente porque advertimos el contraste entre lo que es y lo que debiera ser.
He aquí el avance, he aquí lo que tenemos entre manos: la cocreación del
Reino Junto a Nuestro Padre Bueno del Cielo. A sabiendas que hay actitudes
de la humanidad que retrasan ése proceso, hay otras muchas que contribuyen
a la construcción del Plan y así hasta el final de los tiempos.
Ing. Agr. José Carlos Próspero Romano
Villa María Octubre de 2000
-6-
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