LA PIEL Tacto y contacto

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LA PIEL
Tacto y contacto
Cuando un bebé llora la caricia de su madre le proporciona gran consuelo. Podríamos recordar innumerables
situaciones en las que el tacto se presenta como un gran remedio terapéutico, como un lenguaje universal.
En cambio, cada vez tendemos a usarlo con menos frecuencia, e incluso a obviar su natural capacidad de
sanar.
Este sentido suele ser ignorado por dos razones:
La primera es que se ha convertido en una especie de tabú en nuestra cultura. Una caricia, en un momento
de alegría o de presentación, suele adquirir un erróneo doble sentido, que impulsa a mantenernos a cierta
distancia o tratarnos con frialdad.
La segunda es que no se presta a una comunicación masiva, como la vista o el oído. De hecho, el tacto es el
hermano en la sombra de la vista: antes de tocar las cosas, establecemos un contacto visual con ellas y
elaboramos una imagen mental. Es por ello que en muchas ocasiones deberíamos cerrar los ojos y explorar
con el sentido del tacto. No tocamos sólo con las manos: la totalidad del cuerpo puede experimentar el
contacto, y nuestros pies están en permanente conexión con la tierra. No solemos prestar mucha atención a
cómo contactamos con el suelo a través de los pies, o a cómo procesamos antes con los ojos.
Los bebés tienen gran número de receptores sensitivos en los dedos y en los labios. Por eso les gusta
chuparse los dedos. Se ha comprobado que algunos se chupan el dedo ya desde las 22 semanas de vida
intrauterina. El sentido del tacto sirve a los niños para tranquilizarse solos, para explorar el mundo y para
iniciar el contacto con el mismo. También se ha comprobado que algunos estímulos táctiles son muy
desagradables para los bebés. Por ejemplo, que se les pellizquen las mejillas. Ÿ
Anatomía de la piel
La piel es el órgano más extenso del cuerpo, al que recubre en su totalidad. Además de actuar como escudo
protector contra el calor, la luz, lesiones e infecciones, la piel también cumple estas funciones: regula la
temperatura corporal, almacena agua y grasa, es un órgano sensorial, evita la pérdida de agua, previene la
entrada de bacterias.
Las características (es decir, el grosor, el color, la textura) de la piel no son uniformes en todo el cuerpo. Por
ejemplo, la cabeza presenta más folículos pilosos que cualquier otra parte, mientras que la planta de los pies
no tiene ninguno. Además, la piel de la planta de los pies y de la palma de las manos es más gruesa.
La piel está compuesta por las siguientes capas, cada una de ellas desempeña distintas funciones:
1.- Epidermis
Es la capa externa delgada de la piel compuesta por las tres partes siguientes:
a) Estrato córneo (capa córnea)
Esta capa consiste en queratinocitos completamente maduros que contienen proteínas fibrosas (queratinas).
La capa más externa se renueva constantemente. El estrato córneo previene la entrada de la mayoría de las
sustancias extrañas y la pérdida de fluidos corporales.
b) Queratinocitos (células escamosas)
Esta capa, que se encuentra debajo del estrato córneo, contiene queratinocitos activos (células escamosas),
que maduran y forman el estrato córneo.
c) Capa basal
Es la capa más profunda de la epidermis que contiene células basales. Estas se dividen continuamente,
formando nuevos queratinocitos que reemplazan a los antiguos que se desprenden de la superficie cutánea.
La epidermis también contiene melanocitos que producen melanina (el pigmento de la piel).
2.- Dermis
Es la capa media de la piel. La dermis está compuesta por: vasos sanguíneos, vasos linfáticos, folículos
pilosos, glándulas sudoríparas, fibras de colágeno, fibroblastos, nervios.
La dermis se mantiene unida por una proteína denominada colágeno, compuesta por fibroblastos. En esta
capa se encuentran los receptores del dolor y del tacto.
3.- Hipodermis o capa subcutánea
Es la capa más profunda de la piel. Está compuesta por una red de células de colágeno y grasa, que ayuda a
conservar el calor corporal y protege el cuerpo contra lesiones puesto que amortigua los impactos.
Elementos de la piel
En las tres capas de la piel, que acabamos de describir, se implantan los elementos que forman parte de ella,
conformándola como un todo:
Pelo
Presenta dos partes, una raíz o folículo piloso, y el tallo, o pelo propiamente dicho, que es la parte externa o
visible. Las células de la raíz se dividen sin cesar y es lo que contribuye al crecimiento del pelo. Esta raíz está
provista de un músculo erector del pelo, que será el que lo levante en el fenómeno conocido como "carne de
gallina".
Uñas
Son láminas corneas semitransparentes y proceden del endurecimiento de la capa superficial de la epidermis.
La uña queda engastada en la dermis y verifica su crecimiento desde atrás hacia delante. El extremo libre
avanza constantemente.
Glándulas sudoríparas
Están extendidas por toda la superficie corporal, siendo más abundantes en la palma de las manos, las
plantas de los pies y las axilas. La parte más significativa, la que segrega el sudor, queda alojada en la
dermis y se denomina "glomérulo"; su tubo secretor atraviesa la piel, abriéndose paso hasta el orificio
externo que es el poro. Es curioso saber que los antiguos anatomistas sólo conocían este orificio exterior o
poro, y que la glándula en sí misma no fue descubierta, y descrita, hasta mediados del siglo XIX.
Glándulas sebáceas
Mientras que las glándulas sudoríparas son subdérmicas, las sebáceas se alojan más superficialmente, en la
parte superior de la dermis, y su tamaño es proporcionalmente inverso al pelo al que se adhiere. Su misión
consiste en segregar grasa o sebo, de modo que lubrica la piel e impide que ésta se reseque. La secreción
sebácea se inicia en la infancia, aumentando durante la pubertad; alcanza su máximo nivel en el adulto y
disminuye progresivamente con el paso de los años, siendo responsable del aspecto apergaminado de la
ancianidad.s
Factores de la piel
La piel presenta elementos de gran influencia en el aspecto exterior, porque informa de cualidades
determinantes tales como la raza, el sexo, la edad, la salud, la enfermedad, el clima en donde se vive, e
incluso los estados de ánimo.
El color es una de las cualidades más importantes, aún hablando de una misma raza, ya que hay diferencias
notables según la zona del cuerpo que se examine, según la edad (pues la piel al envejecer presenta un tono
grisáceo), según las zonas climáticas, y un factor de disposición individual ante estos elementos. Podemos
decir que la piel es un testigo de excepción y un fiel informador de cuanto acontece en el discurrir de la vida
y sus condiciones.
Tres son los factores más importantes:
1.- Factor pigmentario
Característica diferencial que más destaca entre las diversas razas humanas. En la raza negra la piel varía
desde el tono amarronado (color carmelita), hasta el negro intenso, siendo más clara en la palma de las
manos y las plantas de los pies. La raza amarilla varía desde el tono oliváceo hasta el amarillo pálido. Con
respecto a la raza blanca, también las oscilaciones son importantes, desde la palidez hasta las pieles mates o
morenas.
2.- Factor sanguíneo
Por modificaciones en la fórmula sanguínea de glóbulos rojos y blancos, o bien por aumento o disminución de
la hemoglobina (sustancia colorante de la sangre), la piel presenta: un rojo vivo si el número de glóbulos
rojos es muy abundante, pálido si se registra disminución de éstos y aumento de los blancos, lívido si se
presenta una importante baja en el número de glóbulos blancos, y también un tono peculiar, y muy distinto
del original, si la sangre transporta elementos colorantes, como por ejemplo pigmentos biliares, que dan a la
piel blanca un color amarillo muy llamativo.
3.- Factor vascular
La vasoconstricción de los vasos sanguíneos determina en la piel un aspecto pálido, la vasodilatación, por el
contrario, le confiere un matiz rojizo, y en el caso de asfixia toma un color azul violáceo. ›
Funciones de la piel
Función protectora
La condición de la piel, externa y visible, la convierte en protectora de los órganos internos, y en un
amortiguador de las agresiones y presiones exteriores (un objeto contundente resbala sobre la piel). Cuando
se efectúa un frotamiento continuo sobre la misma zona la epidermis se endurece, formando unas
callosidades protectoras más gruesas y resistentes (los vulgarmente llamados "callos").
Opone un verdadero obstáculo, tanto mecánico como bioquímico, contra la penetración de los líquidos; el
agua no consigue penetrar por los poros ni los orificios de las glándulas, y así podemos mantenernos durante
largo tiempo sumergidos en un baño, sin que la piel pierda por ello su cualidad de impermeable (a pesar del
contacto continuo con el agua, el interior del organismo no se moja). Permite, sin embargo, la absorción de
variadas sustancias y el ejemplo más claro lo constituyen los cuerpos grasos, cuya penetración se ve
favorecida si se le añade el efecto mecánico de fricciones o masajes.
Otra de las funciones se refiere a la pantalla que la piel supone contra la acción del Sol, pues si bien se deja
penetrar en diferente medida por las diversas radiaciones, existe un papel protector de los servicios
vasomotores que, según las necesidades, regulan la vasoconstricción o vasodilatación de la dermis.
Respiración de la piel
La respiración de la piel consiste, como en todos los tejidos, en absorción de oxígeno y exhalación de ácido
carbónico. Aún cuando la función respiratoria en los humanos es infinitamente pequeña es necesaria. Un
ejemplo muy esclarecedor es que si se recubre a una persona con una capa de barniz, será víctima de
sofocaciones, disminución en el ritmo cardiaco, baja de la temperatura, y al fin le produciría la muerte.
Regulación térmica
La temperatura del cuerpo se mantiene constante, en las condiciones que sean, lo mismo si una persona
camina por zonas polares, o por un caluroso desierto. Esto es debido a la intervención de la piel en la
regulación térmica del organismo, al oponerse a una irradiación excesiva. La capa córnea es la encargada de
regular la evaporación del agua.Ä
Glándula de secreción externa
Un importante papel de la piel lo constituye su misión secretora y depuradora. Por ella se elimina el sudor,
que es un líquido de baja densidad, incoloro, transparente y con un olor muy variable según los individuos.
Se elimina de forma continua y la cantidad total, en 24 horas, oscila entre 600 y 900 gramos, aunque puede
alcanzar cantidades de 1.300 gramos ante un ejercicio violento, por ejemplo. El sudor es un excelente
depurador, y un gran número de productos de desecho pueden ser eliminados a través de él. Su composición
es fundamentalmente agua (99%) y mantiene en solución diversas sustancias, como sales minerales y ácidos
grasos, fórmicos o acéticos.
Otra importante secreción de la piel es el sebo, que elimina los productos de fermentación intestinal de
digestión hepática. Como sustancia oleosa espesa, el sebo contiene en su composición: agua (31%), epitelio
y materias proteicas (62%), grasa, amoniaco y ácidos grasos (4%), y el resto en forma de otros ácidos. La
secreción sebácea está influida por el sistema nervioso.
Glándula de secreción interna
Se ha considerado a la piel como "la más extensa de las glándulas de secreción interna". La capa córnea
ofrece una resistencia, tanto a la corriente eléctrica como al calor, pero el sudor y la humedad disminuyen
esta propiedad: si la piel está seca la resistencia es de aproximadamente 100.000 ohmios, pero apenas
alcanza unos miles si está húmeda. La piel desempeña un papel regulador en el metabolismo del agua, y así,
su tejido hipodérmico la retiene cuando los riñones la eliminan mal, dando lugar a la formación de edemas
(retención de líquidos con hinchazón de la piel).
Defensa íntima del organismo
La piel es el primer obstáculo que el organismo opone contra todos los agentes externos y las
contaminaciones del medio ambiente. Provee incesantemente reservas, que se renuevan para reparar
cualquier brecha traumática, y ataques infecciosos o tóxicos, y así detiene, diluye, quema o elimina las
sustancias tóxicas. Un ejemplo claro de este papel defensivo es el escozor (reflejo mecánico para eliminar
toxinas o parásitos), y el enrojecimiento cutáneo es una demostración de esta reacción defensiva.›
El tacto
El sentido del tacto es la más representativa de las funciones de la piel, puesto que toda su superficie es apta
para captar las impresiones que proceden del medio exterior, apreciando la forma, consistencia y
temperatura de los objetos que tocamos. En la piel los nervios tienen una considerable importancia, y se ha
definido como una inmensa terminación nerviosa desplegada. Por otra parte, en la superficie cutánea existen
zonas "especializadas" en las distintas sensaciones; los dedos están dotados de una sensibilidad extrema,
mientras que las mejillas tienen una clara percepción calorífica. Precisamente los dedos, con los surcos de su
cara pulpar (crestas papilares), y diferentes en cada individuo, constituyen un medio legal de identificación
(huellas digitales).
A través de la piel percibimos todo tipo de sensaciones, cada una de las cuales tiene receptores específicos:
la sensación táctil (contacto), la presión, el frío, el calor y el dolor. Se estima que en la piel humana existen
alrededor de cuatro millones de receptores para la sensación de dolor, 500.000 para la presión, 150.000 para
el frío y 16.000 para el calor.
A través del tacto, el cuerpo percibe el contacto con las distintas sustancias u objetos. Los receptores se
estimulan ante una deformación mecánica de la piel y transportan las sensaciones hacia el cerebro a través
de fibras nerviosas. Los receptores se encuentran en la epidermis, que es la capa más externa de la piel, y
están distribuidos por todo el cuerpo de forma variable, por lo que aparecen zonas con distintos grados de
sensibilidad táctil, en función del número de receptores que contengan.
Los corpúsculos de la piel
La mayoría de las sensaciones son percibidas por medio de los corpúsculos, que son receptores que están
encerrados en cápsulas de tejido conjuntivo, y distribuidos entre las distintas capas de la piel (epidermis,
dermis e hipodermis), desde la superficie hacia abajo.
Los receptores encargados del tacto, o de la sensación de contacto, son los corpúsculos de Meissner, que nos
permiten darnos cuenta de la forma y tamaño de los objetos, y diferenciar entre lo suave y lo áspero. Se
encuentran en las papilas dérmicas, abundantes en el extremo de los dedos, los labios y la lengua. Se ubican
en la zona superficial de la piel.
Los corpúsculos de Pacini son los que determinan el grado de presión que sentimos; nos permiten darnos
cuenta de la consistencia y peso de los objetos, y saber si son duros o blandos. En algunos casos, el peso se
mide de acuerdo al esfuerzo que nos causa levantar un objeto. Por eso se dice que el peso se nota por el
"sentido muscular". Están ubicados en la zona profunda de la piel, sobre todo en los dedos de las manos y de
los pies, pero son poco abundantes.
Los corpúsculos de Ruffini perciben los cambios de temperatura relacionados con el calor (nuestra
temperatura normal oscila entre los 36 y los 37 grados centígrados). Especialmente sensible a estas
variaciones es la superficie o cara dorsal de las manos. Son poco numerosos, alargados y sensibles al calor.
En tanto que los corpúsculos de Krause son los encargados de registrar la sensación de frío que se produce
cuando entramos en contacto con un cuerpo, o un espacio, que está a menor temperatura que nuestro
cuerpo. Están presentes en la superficie de la dermis, se ubican en especial en la lengua y los órganos
sexuales. Son dendritas ramificadas y encapsuladas.
Un ciclo
Las células de nuestra piel se reproducen continuamente en su capa más profunda, la hipodermis, abriéndose
paso hacia la superficie, cambiando de forma y función mientras lo hacen. Cuando llegan a la parte superior
mueren, pero incluso muertas cumplen una función útil: forman una dura capa que se descama sin cesar y
nos protege del Sol, la sequedad, los golpes y los microorganismos. A lo largo de nuestra vida nos
desprendemos de 20 kilogramos de células cutáneas.
El dolor
Tiene sus propios receptores, llamados "álgidos", que son terminaciones libres (nervios) presentes en casi
todos los tejidos del cuerpo. Cuando el estímulo supera los límites normales (frío por debajo de los 0°
centígrados, calor por encima de los 70° centígrados, presión excesiva, punción o desgarradura de la piel), es
captado por estas terminaciones, produciéndose el dolor..
Marcas de nacimiento
Son zonas de la piel sin pigmentación, o de pigmentación elevada, que se hacen visibles en el momento que
nace el niño o a las pocas semanas del parto. Las marcas de nacimiento están constituidas por células
productoras de pigmento malformadas o vasos sanguíneos. Cerca de 10 de cada 100 bebés tienen marcas de
nacimiento vasculares (constituidas por vasos sanguíneos). Si bien se desconoce el origen de las marcas de
nacimiento, la mayoría son benignas (no cancerosas) y no requieren tratamiento. Si un bebé tiene marcas de
nacimiento, el médico deberá examinarlo para realizar el diagnóstico.
Tipos de marcas de nacimiento vasculares
Los siguientes son los tipos más comunes de marcas de nacimiento:
a) Manchas planas, sin relieve
Son el tipo más común de marca de nacimiento vascular; son marcas que van del rosa al rojo y aparecen en
cualquier parte del cuerpo. Existen dos clases de manchas planas:
- "Besos de ángel"
Son marcas localizadas en la frente y en los párpados, que suelen desaparecer después de los 2 años de
edad.
- "Picadura de cigüeña"
Es una lesión vascular bastante común en los recién nacidos que consiste en uno o más parches de color rojo
pálido que aparecen en la piel. La mayoría de las veces las picaduras de cigüeña salen en la frente, párpados,
punta de la nariz, labio superior o parte posterior del cuello. Por lo general, desaparecen unos 18 meses
después del nacimiento.
b) Hemangioma
Es una marca de nacimiento vascular muy común. Los hemangiomas aparecen en las primeras semanas de
vida y crecen rápidamente hasta los seis a nueve meses. Luego van perdiendo su coloración roja y
encogiéndose en forma gradual. Se denominan hemangiomas de fresa.
c) Manchas de vino de Oporto
Las manchas de vino de Oporto, llamadas también "nevi flammeusi", son manchas planas, de color rosado,
rojo o violáceo, que aparecen en el momento de nacer y suelen localizarse en la cara, brazos y piernas; a
medida que el niño crece, las manchas también lo hacen. Este tipo de marca no desaparece, cuando las
manchas están localizadas en los párpados o la frente, suelen requerir tratamiento. Las manchas de vino de
Oporto localizadas en la cara pueden provocar problemas de la visión.
Las quemaduras
Son un tipo de lesión causada por energía térmica, eléctrica, química o electromagnética. La mayor parte de
los accidentes que provocan quemaduras ocurren en el hogar. Casi el 75 por ciento de las lesiones por
quemaduras en los niños pueden prevenirse. Las llamas son la principal causa de lesiones por quemaduras
en los adultos, mientras que los niños suelen quemarse por escaldamiento. Los bebés y los ancianos son el
grupo que corre mayor riesgo de lesiones por quemaduras.
Tipos de quemaduras
Una lesión por quemadura generalmente se produce por una transferencia de energía hacia el organismo.
Existen muchos tipos de quemaduras:
a) Térmicas
Son debidas a fuentes externas de calor, que elevan la temperatura de la piel y los tejidos, y provocan la
muerte, o carbonización, de las células de éstos. Pueden darse cuando la piel entra en contacto con metales
calientes, líquidos hirvientes, vapor o fuego.
b) Por radiación
Son el resultado de una exposición prolongada a los rayos ultravioleta del Sol o a otro tipo de radiación,
como los rayos X.
c) Químicas
Son causadas por sustancias fuertes ácidas, alcalinas, detergentes o disolventes, que entran en contacto con
la piel o con los ojos.
d) Eléctricas
Son causadas por la corriente eléctrica, tanto alterna (AC) como continua (DC).
Clasificación de las quemaduras
Se clasifican en quemaduras de primer, segundo o tercer grado, dependiendo de su gravedad y de hasta qué
nivel penetran en la superficie de la piel:
1) Primer grado (superficiales)
Estas afectan sólo la epidermis o capa externa de la piel. El lugar de la quemadura está enrojecido, seco,
dolorido y sin ampollas. No es frecuente que se produzca daño permanente de los tejidos; la lesión suele
consistir en el aumento o disminución de la coloración de la piel.
2) Segundo grado (de espesor parcial)
Afectan la epidermis y parte de la dermis. El lugar de la quemadura está enrojecido y con ampollas y puede
estar hinchado y doler.
3) Tercer grado (quemaduras totales)
Estas destruyen la epidermis y la dermis, pueden dañar también los huesos, los músculos y los tendones. El
lugar de la quemadura tiene un color blanco o carbonizado. No hay sensibilidad, puesto que las
terminaciones nerviosas también se destruyen.ˇ
El acné
Es una condición inflamatoria de la piel caracterizada por erupciones cutáneas alrededor de los folículos
pilosos.
Causas:
Se presenta con mayor frecuencia en los adolescentes, pero puede ocurrir a toda edad. La condición
comienza usualmente en la pubertad y puede continuar por muchos años. Se produce cuando los poros se
obstruyen porque la grasa y las células de la piel se acumulan más rápido de lo que pueden salir. La
obstrucción ocasiona un abultamiento del folículo (causando puntos blancos) y la parte superior de la
obstrucción se puede oscurecer (causando puntos negros). Si la obstrucción causa una ruptura en la pared
del folículo, las células muertas de la piel, la grasa y las bacterias, pueden penetrarla y formar pequeñas
áreas infectadas llamadas pústulas (también conocidas como granos). El acné aparece comúnmente en el
rostro y hombros, pero se puede extender al tronco, brazos y piernas. La tendencia a presentarlo puede
persistir hasta los treinta años y principios de los cuarenta.
Tratamiento:
Los medicamentos tópicos secan la grasa y promueven el desprendimiento de la piel. Se pueden prescribir
antibióticos (como la tetraciclina o la eritromicina). El tratamiento en el hogar puede disminuir los efectos del
acné.
- Se debe limpiar suave y minuciosamente la piel con jabón y agua, removiendo toda la suciedad o
maquillaje. La piel se debe lavar tan frecuentemente como sea necesario para controlar la grasa (al menos
diariamente o después de hacer ejercicio).
- Se debe lavar el cabello con champú cuando sea posible y, de ser necesario, se recomienda usar un
anticaspa.
- Se debe peinar el cabello hacia atrás para mantenerlo fuera de la cara.
- Se debe evitar presionar, rascar, escarbar o frotar las lesiones, ya que esto puede incrementar el daño a la
piel.
Se recomienda identificar y evitar todo lo que empeore el acné. Los desencadenantes pueden ser, entre
otros, alimentos, lociones y maquillaje. Se deben evitar los cosméticos, o cremas grasosas, que pueden
empeorar el acné.
Prevención:
La tendencia a desarrollar acné es hereditaria. Aunque el acné no se puede prevenir, la limpieza esmerada y
el cuidado de la piel pueden ayudar a disminuir sus efectos.ˇ
Micosis cutáneas
El organismo aloja normalmente una serie de microorganismos (bacterias y hongos); algunos le son útiles,
mientras que otros pueden multiplicarse rápidamente y causar infecciones. Las infecciones por hongos están
causadas por levaduras o mohos microscópicos que viven en la piel, el pelo, o las uñas. Se clasifican en:
a) Candidiasis
Infección de la piel por cándida. Muy frecuente, causa gran parte de las dermatitis del pañal, y es
especialmente común en la diabetes y en el embarazo, así como en obesos y en zonas de especial
transpiración (pliegues cutáneos, sobre todo).
b) Dermatofitosis (tiñas)
Infección de la piel por mohos o dermatofitos. Puede ocurrir en cualquier zona de la piel, pero sobre todo en
áreas cálidas y húmedas; dependiendo de su localización, las tiñas se llaman:
- Pie de atleta (tinea pedis): en el pie.
- Eczema marginado de hebra: en la ingle o el área genital.
- Herpes circinado: en áreas descubiertas.
- Tiña tonsurante (tinea capitis): en el cuero cabelludo.
La dermatofitosis es muy contagiosa, y se transmite por contacto directo y a través de zapatos, calcetines,
toallas, duchas y piscinas. La susceptibilidad a la infección está aumentada en situaciones de poca higiene,
calzado oclusivo, humedad y lesiones de la piel o las uñas.
Síntomas clínicos
Las micosis cutáneas producen enrojecimiento local, picor y escozor en la zona afectada y, a veces,
agrietamiento y fisuración de la piel.
Tratamiento y prevención
- Antifúngicos tópicos o sistémicos. (miconazol, cotrimazol, ketoconazol)
- Mantener la piel seca y limpia, lavándola frecuentemente con agua y jabón.
- Secado muy cuidadoso de la piel, especialmente en áreas de pliegues.
- Mantener todo lo posible la piel al aire libre.
- Cambiar frecuentemente los pañales en niños pequeños, utilizando pañales desechables de un solo uso.
- Cambiar frecuentemente de calcetines, y evitar calzado cerrado que mantenga el pie cálido y húmedo.
- Utilizar toallas limpias y de uso personal.
- En las duchas y baños públicos, utilizar sandalias de plástico.m
Cáncer de piel
Es el crecimiento incontrolable de células cutáneas que se puede diseminar desde la piel a otros tejidos u
órganos si se deja sin examinar.
Clasificación
La capa exterior de la piel, la epidermis, está compuesta por diferentes tipos de células y los cánceres de la
piel se clasifican por el tipo de células epidérmicas que están involucradas:
a) Carcinoma de células basales
Se desarrolla a partir del crecimiento anormal de las células en la capa inferior de la epidermis y es el tipo
más común de cáncer de piel.
b) Carcinoma escamocelular
Involucra cambios en las células escamosas que se encuentran en la capa media de la epidermis.
c) Melanoma
Se presenta en los melanocitos (células que producen pigmento) y es menos común que los dos anteriores,
pero más peligroso. De hecho, es la causa más importante de muerte por enfermedades de la piel.
Factores de riesgo:
Los cánceres de piel son más comunes en personas de piel, ojos y cabello claros. El hecho de tener
antecedentes familiares de melanoma incrementa el riesgo de su desarrollo. Son más comunes después de
los 40 años de edad. La mayoría se presenta en áreas regularmente expuestas a la luz solar, o a otro tipo de
radiación ultravioleta. Se pueden desarrollar en cualquier persona y no sólo en las que tienen los factores de
riesgos mencionados. Las personas jóvenes y sanas, incluso aquéllas de ojos, cabellos y piel oscura, pueden
desarrollar este tipo de cáncer.
Características para buscar:
- Asimetría: la mitad del área de la piel anormal es distinta de la otra mitad.
- Bordes: irregulares.
- Color: cambio de un área a otra con sombras de color canela, café o negra (algunas veces blanca, roja o
azul).
- Diámetro: por lo general (pero no siempre) es mayor de 6 milímetros (similar al diámetro del borrador de
un lápiz).
Situaciones que requieren asistencia médica:
Cualquier lunar, dolor o crecimiento en la piel deben ser examinados de inmediato por un médico y se debe
tomar en serio cualquier cambio que se presente en un lunar o un crecimiento súbito de una lesión cutánea.
Prevención:
La mejor forma de prevenir el daño a la piel, incluyendo muchos tipos de cáncer de piel, es minimizar la
exposición al Sol.i
Cuidados elementales de la piel
Dado que en los países desarrollados, la ducha y el lavado sistemático del cuerpo son cotidianos, y que la
sociedad de consumo se encarga de ofrecer todo tipo de productos para la higiene cutánea, daremos aquí
unas normas elementales para el cuidado óptimo de la piel, con los elementos menos sofisticados y al
alcance de la mayoría.
Manos
Se aconseja lavarlas, al menos, tantas veces como nos dispongamos a comer, para evitar contaminar los
alimentos, y siempre después de evacuar el organismo.
Uñas
Las uñas deben permanecer cortas. El mejor modo de limpiarlas es con un cepillo, incidiendo en su cara
interna, ya que es ahí donde se depositan el polvo y la suciedad de los objetos, y sustancias, que
manipulamos. Hay una extendida costumbre de eliminar la cutícula de las uñas aunque esto no es necesario
para mantenerlas en buen estado: la piel por sí sola va eliminando esa cutícula.
Ducha
Es preferible al baño, ya que la presión difusa del agua ejerce un efecto de "arrastre". Es tonificante, y
favorece la circulación sanguínea, el terminar la ducha cotidiana con unos segundos de agua fría, por lo
menos en los pies. La ducha ha de acompañarse de fricciones con una esponja que no sea demasiado suave.
Baños
Son excelentes con el agua a unos 37 grados centígrados, y de 5 a 15 minutos de duración. Permiten una
minuciosa limpieza a base de sólo agua y jabón. Los baños demasiado calientes no son recomendables, pues
favorecen la flacidez de los tejidos. Si se practican a modo de relajante se hará ocasionalmente y, en todo
caso, el baño no debe sobrepasar el ritmo de dos semanales.
Jabón
El jabón utilizado tiene que ser neutro, fabricado con materias primas de calidad, tales como manteca de
cerdo, grasa de buey, aceite de palma o de coco.
Cuero cabelludo
Necesita similares cuidados que el resto de la piel. Actualmente se lava el cabello más a menudo de lo que
era habitual hace no más de treinta años, ya que la mayor facilidad para la higiene así lo permite; y ocurre
también, que la gran contaminación de las ciudades, obliga en cierto modo a un lavado más frecuente, ya
que estos agentes contaminantes del medio ambiente dan al pelo, en apenas unas horas, un aspecto sucio y
lacio.o
Otros cuidados
Piel fina: el rostro
Sus especiales características lo hacen objeto de unas atenciones más cuidadosas que, a pesar de los
negocios cosméticos, se reducen a usar un jabón suave, agua pobre en cal o bien hervida previamente, un
suave masaje de limpieza y estímulo, y un secado perfecto. Para las pieles grasas, y en el acné típico de la
adolescencia, es eficaz el jabón a base de azufre. Actualmente se presta mucha atención a la "exfoliación" de
células muertas, que dan al rostro un aspecto de poca vitalidad. Para eliminar estas células, y favorecer por
tanto la regeneración de otras nuevas, es muy útil una mezcla de yogurt y azúcar, efectuando con ella un
suave masaje facial.
Hidratación y nutrición de la piel
Las condiciones de vida actuales, la contaminación ambiental y otros muchos factores, inciden negativamente
sobre la piel, que puede precisar unos cuidados, con respecto de su hidratación y nutrición, en forma de
cremas o emulsiones. En el mercado se encuentran multitud de productos, tanto para la piel del cuerpo como
para el rostro. Debemos escoger una que se adapte al tipo de piel de cada cual, sin fiarnos demasiado de
promesas de belleza que suelen resultar frustrantes y muy caras. El uso habitual tiene más importancia, por
sus beneficios, que el hecho de escoger productos más o menos sofisticados. Lo que nunca defraudará los
deseos de tener una piel sana es la alimentación, que ha de ser con abundancia de frutas y verduras frescas,
sin olvidar beber al menos dos litros de agua diaria. La piel es, entre otras cosas, un claro exponente de las
condiciones de vida, y la alimentación variada favorecerá el aspecto de salud y vitalidad, tan deseadas en la
piel.
Otras consideraciones
Es llamativo que la publicidad cosmética esté fundamentalmente dirigida a mujeres, y que el mito de la
eterna juventud, en todas sus manifestaciones, se ocupe casi en exclusiva de ellas. Por otro lado es
significativo que la imagen de un hombre resplandeciente (cremas, joyas, y adornos en general) se considere
como algo ridículo o fuera de lugar, mientras que en las mujeres estas mismas cosas sean ensalzadas y
favorecidas.h
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