Volumen 3 N° 1 Enero –Julio 2014 INMANENCIA Revista del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) Eva Perón María Laura Valentini “Comunión” Técnica mixta ISSN: 2250-5423 INMANENCIA Revista del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) Eva Perón Volumen 3º N° 2 / Enero - Julio 2014 Ilustración María Laura Valentini Artista plástica argentina “Noemí” “Pienso que no se” La artista y diseñadora gráfica Maria Laura Valentini utiliza, además de la pintura, el collage, con elementos diversos, soga, papel, cartón, radiografías, recortes de revista y diarios. Sus imágenes muestran ese equilibrio entre lo Apolíneo y lo Dionisíaco, tanto en el lenguaje íntimo que la individualiza, como en el ritmo y el clima. Sugiere e invita a participar tanto desde lo sensorial como desde lo conceptual y permite al espectador involucrarse en la obra y la historia. En esa interrelación con el entorno de actual desarrollo a través de las teorías estéticas en el arte, la artista trasmite la angustia existencial, el cuerpo en el tiempo y la muerte simultánea del “YO”. MIRTA CAMEÁN INMANENCIA Índice 2 Editorial 7 La violencia en el arte: lo presentable, lo impresentable. Elena Oliveras 11 La conjura de la violencia en la modernidad. Gina Paola Rodríguez 21 Seguridad y violencia en el actual escenario latinoamericano: de la teoría a la praxis. Carolina Sampó, Mariano Bartolmé 32 Violencia, sociedad y medios. “Inseguridad”, estigmatización y represión en la cultura masiva contemporánea. Javier Palma 41 Colonización del saber: una violencia invisible. Zulma Palermo 45 La violencia como problema social. Lic. Juana A. Martínez 48 La violencia en la Provincia de Buenos Aires. Franco Caviglia 51 Declaración del Estado de Emergencia. Colegio de Médicos de la Prov de Bs as - Distrito IV 52 Los profesionales de la salud mental ante situaciones de violencia familiar. Diana Falcón 57 Violencia y salud: Experiencia de la Oficina de Derechos Humanos. Juana A. Martínez 59 El genocidio de nuestros jóvenes. Pablo Yurman 61 El alcohol en la mira de la regulación. Tomo y obligo. Mariana Contreras 64 Nuestra guardia de cada día: Esa delgada línea roja. Gustavo A.H. Fernández Russo 67 Evento Adverso y Violencia en el Ámbito Médico Sanitario. Juan C. Bernardi, Rubén D. Algieri, Hugo Furlong, Jacobo Netel y Emilio Tugender 74 Exclusión, Delito y Miopía Ideológica. Pablo Yurman 76 Garantías vs. seguridad, ¿una falsa dicotomía?. Sebastián Cejas 79 Cara y Ceca de la Injusticia: Visión Judía de los Linchamientos. Fishel Szlajen 82 Comprensible hastío social con el “Garantismo” penal. Pablo Yurman 84 En procura de transparencia en la investigación biomédica. Jorge Luis Manrique 88 Sobre las éticas y lo ético en medicina. Luis Allegro 90 Felices los que trabajan por la paz. Conferencia Episcopal Argentina 92 La lección de las sabinas . Ricardo Rabinovich - Berkman 95 Vivir un milagro. Mauricio Bubis 98 Aborto no punible: ¡Todo está como era entonces…! Jorge Luis Manrique 103 Aportes del Judaísmo frente a la Problemática Bioética del Aborto. Fishel Szlajen 106 Cuando el tango llega a los recetarios. Dr. Luis Alposta 108 Xenotrasplante de islotes pancreáticos en el tratamiento de la diabetes insulino dependiente. Pablo F. Argibay 113 Cribado Nutricional de Niños de 0 a 5 años del Barrio La Cárcova. María Clara Bloise, María Paola Romano, Carlos Wechsler , Adriana Rossetti, María del Carmen Zappone 118 Implantes cocleares: Nuestra experiencia. Estefanía Di Maggio, Daniel Pérez Gramajo, Jorge Azocar 122 Los pacientes: una mayoría irredenta. Florencio Escardó 126 Ética del cuidado en medicina. Maria Luisa Pfeiffer 131 Cuento sin moraleja. Julio Cortázar 132 Cartas de lectores 135 Memento 136 Esto, es violento. Jorge Luis Manrique 140 Violencia laboral en el sector de la salud: La responsabilidad institucional. Carlos Wechsler 145 Consejo general de colegios oficiales de médicos. Manifiesto 149 Tolerancia cero a la violencia contra los profesionales. Ruben Tucci 151 El colegio médico y la capacitación de postgrado. Ruben Tucci 153 Jornadas Científicas 2014. Colegio de Médicos de la Prov. de Bs As - Distrito IV 155 Reglamento Premio Anual 2014 157 Cursos Superiores y de Actualización Página | 1 INMANENCIA ISSN: 2250-5423 Revista del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) Eva Perón Inmanencia Volumen 3º N° 1 / Enero - Julio 2014 DIRECTORES Dr. Jorge Luis Manrique Dra. Marcela Benhaim Dra. Mirta Cameán COMITÉ EDITORIAL Dra. Marcela Benhaim Dra. Mirta Cameán Dr. Florencio Guerrero Dr. Jorge Luis Manrique Dr. Ricardo Migliore Dr. Eduardo Sadier Dr. Victor Alfredo Sinisi Dr. Ruben Tucci SECRETARIA DE REDACCIÓN María Inés Leze HIGA Eva Perón DIRECTORES Dr. Ricardo Algranati Dr. Raúl Sayour Dr. Ricardo Smith Dra. Adriana Villarosa Dr. Rubén Tucci COMITÉS Bioética: Dra. Susana Torres Docencia: Dr. Luciano Della Rosa Enlace: Dr. Eduardo Sadier REVISORES Dr. Eduardo Arribalzaga Dr. Eduardo Capparelli Dra. Liliana Doglia Dr. Alberto Dos Santos Dr. Jorge Filisetti Dr. Alberto Giniger Dr. Ricardo Grispan Dr. Osvaldo Mormandi Dra. Annita Scarlatti Dr. Leonardo Martín Solvey Dr. Héctor Cutuli Dr. Carlos Kukso EDITORES RESPONSABLES Dr. Jorge Luis Manrique Dra. Marcela Benhaim Dra. Mirta Cameán Dr. Emanuel Argüello Pesich TRADUCCIÓN DE RESÚMENES Portugués:Mg. Ana Lia Torre Obeid. Prof. Tit. Idioma portugués. FCE. UNLP. Inglés: Dra. María Soledad Manrique, Ciencias de la Educación. UBA. DIAGRAMACIÓN EDITORIAL Dra. Mirta Cameán ASESOR DE DISEÑO Dr. Emanuel Argüello Pesich INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/inmanencia/ about/submissions#authorGuidelines Página | 2 Editorial “Lo que por sabido se calla, por callado se olvida”. (Proverbio español) Violencia contra el personal de la salud Jorge Luis Manrique [email protected] El número anterior de INMANENCIA invitó a reflexionar sobre la violencia. Se giró el convite a Colegios de Médicos, COMRA, AMRA, Asociación de Médicos Municipales (AMM), Asociaciones Profesionales bonaerenses, CICOP, Universidades y Sociedades Científicas. Se dio cabida al material recibido hasta el 30 de junio. Si la verdad es la correspondencia entre la realidad y el relato que la describe, la concurrencia entre los hechos y lo que se dice sobre ellos, la escasa respuesta ofrecida por el colectivo galénico a la solicitud efectuada obliga a replantear si la violencia es sólo una sensación molesta. El hecho puede atribuirse al bajo impacto de INMANENCIA, a la existencia de vías de comunicación de mayor magnitud, peso y jerarquía, a la ausencia de violencia contra los médicos o a algún otro factor que se nos escapa. Los relatos y experiencias colectadas en el trato diario con los pares, ¿reúnen “percepciones” engañosas, paranoicas o imaginarias? ¿No se registran hechos de violencia en contra de profesionales de la salud? ¿Desconocemos la cuestión, “no es nuestro problema “ o creemos que la cuestión no nos afecta? ¿Deben desdecirse sesudos estudios que abonan la opinión de la escalada violenta, condenarlos por tendenciosos y denunciarlos por promover temores infundados y alertas innecesarias?. Sin pretensión de agotar los dichos, recogimos algunos comentarios publicados en el último lustro. 2 de diciembre de 2009 - Actos de violencia sufridos durante el ejercicio de la profesión .30.100 profesionales de diversos países, predominantemente de América Latina respondieron una encuesta referida al tema. El 54,6% reportó alguna agresión, 52,4% sólo verbal, más de parte de familiares (29.4%) que de pacientes (23%). El grupo más comprometido fue el de quienes atienden Emergencias. Argentina exhibe un riesgo de agresión 20% mayor que el resto de Latinoamérica. http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=63110 20 de diciembre de 2009 - Dos pacientes agredieron a los profesionales de la salud que los atendían. Fue un “día de furia” contra médicos en Rosario. Los agresores fueron detenidos en comisarías. http:// www.rosario3.com/noticias/policiales/noticias. aspx?idNot=628582 26 de junio de 2010 - Zona de riesgo: Cómo es una noche en la guardia del Piñero. … La cercanía con zonas marginales como la Villa 1.11.14 Soldati, Villa Fátima o el Barrio Rivadavia hace que lleguen casos extremos, heridos de bala y chicos con sobredosis. …Es muy duro para los médicos: “Acá te viven c…. a trompadas, llegan muchos pasados de falopa” dice un residente. http://www.perfil.com/sociedad/Como-es-una-noche-en-la-guardia-del-Piero-el-hospital-porteo-mas-peligroso-20100626-0032.html 8 de julio de 2010 -… Las agresiones al personal sanitario son corrientes. …A nadie se le ocurriría agredir a un señora que trabaja en un banco, a un juez o a la cajera del supermercado. En hospitales y centros de Atención Primaria, pasa con frecuencia. … La agresión al personal sanitario es intolerable. Favorecer la indignidad de cualquier paciente también lo es. ¡Respeto, respeto y respeto!, que uno es primero persona y luego paciente. Esto sí es lo que hay. http://www.elmundo.es/blogs/salud/profesionsanitaria/2010/07/28/senor-doctor-yo-te-pego-leche. html 20 de abril de 2011 – El comité Ejecutivo de la AMM publica en Clarín y en Tiempo Argentino la siguiente SOLICITADA: A LA POBLACIÓN: NUESTRA VIDA ESTÁ EN JUEGO Y LA SUYA TAMBIÉN - Atento a los acontecimientos de dominio público referidos a la situación de la seguridad en los hospitales, los Centros de Salud y las ambulancias del SAME, y a la necesidad de que exista un escenario seguro para brindar una atención a la población que preserve a los pacientes y a los miembros del equipo de salud, la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires exige soluciones rápidas y viables que permitan Página | 3 encauzar la situación planteada y asegurar la continuidad del servicio de salud en el sector público de la Ciudad. La falta de custodia policial agravó la inseguridad poniendo en riesgo la vida de quienes cuidan la salud de la población. La AMM no emite juicios de valor sobre competencias y facultades de los gobiernos …. pero no puede ser prescindente cuando se trata del peligro de la vida y la integridad física de sus representados, ni cuando el trabajo médico se desenvuelve en condiciones que atentan contra los miembros del equipo de salud y de los pacientes… Si no contamos con los medios que garanticen escenarios seguros profundizaremos las medidas gremiales. NOS SENTIMOS REHENES - NO QUEREMOS SER CÓMPLICES 2 de junio de 2011 - Pedido de mayor seguridad para la práctica médica. El presidente de la AMM recuerda movimientos de fuerza emprendidos ante hechos violentos en contra de colegas, inseguridad y orden judicial de ingresar con ambulancias a las villas de emergencia (agosto de 2007, mayo de 2009, abril, octubre y diciembre de 2010 y abril de 2011). La violencia continúa. http://www.revistamedicos. com.ar/numero64/columna_gilardi.htm 19 de abril de 2012 - Intentan violar a una médica. Tres delincuentes armados irrumpieron en un hospital de Florencio Varela con el objetivo de conseguir drogas. Encerraron y amenazaron con abusar de la pediatra. Resultó herido un enfermero que intentó defenderla. Los agresores huyeron. “No tenemos ningún tipo de seguridad” afirmaron los profesionales. http://www.infobae.com/2012/04/19/643081intentaron-violar-una-medica-un-hospital-florenciovarela 20 de abril de 2012. Aumenta la violencia contra los médicos en los hospitales de la ciudad. …brutal agresión a una profesional del Hospital Gutiérrez. Dos mujeres, que minutos antes habían recibido la noticia de la muerte de un familiar, la golpearon sin razón. …“Es menos frecuente en el ámbito privado que en los hospitales, pero también agreden cuando no hay camas o personal suficiente. …en sólo cuatro meses de este año superamos el total de 2010”, afirmó el secretario general de la AMM. http://www.clarin.com/sociedad/Crece-preocupaola-violencia-medicos_0_534546579.html 8 de agosto de 2012, Daniel Flichtentrei publicó “El hospital como campo de batalla”(Intramed. “La verdad y otras mentiras”)- Ejercer la medicina en escenarios de riesgo…”Un hospital es un escenario que – como tantos otros- reproduce en su microsociología lo que sucede más allá de sus puertas. … Cuidar de la salud de otros en condiciones de riesgo personal para la integridad física y psicológica es una tarea imposible. … No debería ser necesario reclamar que se cuide a quienes nos cuidan.…Una nueva clase de pacientes llega a los consultorios porque una nueva clase de individuos forma nuestras sociedades. …La agresión es consecuencia de la desaparición del lenguaje. Cuando mueren las palabras hablan los manotazos, las trompadas y los tiros. La anomia y las conductas primitivas no son enfermedades que pueda tratar un médico. Son el producto de la desigualdad y de la falta de educación. Hospitales rigurosamente vigilados, visitas custodiadas, botones antipánico, cámaras, policías y gendarmes. …Lo necesitamos pero no lo queremos. Es una estrategia de supervivencia, no el escenario en el que soñamos trabajar. …es necesario aclarar que los valores que rigen a la sociedad no los hemos impuesto nosotros y que resulta excesivo asignarnos la tarea de modificarlos o responsabilizarnos por el fracaso en el control de sus dramáticas consecuencias. En especial cuando ello pone en riesgo a nuestras propias vidas. http://www. intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=77031 19 de enero de 2012 - Violentos incidentes en el Hospital Santojanni, los médicos piden seguridad. Un grupo de barrabravas del club Nueva Chicago ingresó en el hospital en busca de un hombre al que señalaban como asesino de uno de sus compañeros. …rompieron vidrios, cortinas, y parte del equipamiento, agredieron a los médicos, causaron desmanes y atemorizaron al público. El hospital no cuenta con personal de seguridad policial desde abril de 2011, cuando la Policía Federal redujo la presencia de efectivos. …Un mes después, un joven de 22 años que esperaba ser atendido en la sala de urgencias fue apuñalado en la sala de espera. http://www.youtube.com/watch?feature=player_ embedded&v=nzXxO9eHutg. La seguridad del Hospital Santojanni depende de una empresa de seguridad privada, que no actuó frente al ingreso de los barrabravas. “Es un hecho recurrente que afecta a la salud de la población”, dijo el presidente de la Asociación Médica del hospital. Afirmó que “…Si el que atiende la salud está inseguro, no hay atención de la salud. Esta gente no hubiera entrado si hubiera habido frente a ellos personal de seguridad con capacidad o autoridad para intervenir”, añadió. http:// www.lanacion.com.ar/1441726-violencia-en-loshospitales 2 de Mayo de 2012 - Agresiones a médicos - …una médica recibió una paliza al atender una emergencia en Villa Fiorito. Solicitó compañía de la policía (que no acudió al llamado) porque la vivienda estaba ubicada en una zona muy peligrosa. …Quedó en medio Página | 4 de un enfrentamiento entre bandas narco que emboscaron la ambulancia, la bajaron para que reviviera a un muerto, y luego de decirle las peores cosas, la molieron a golpes de puño. … Como consecuencia sufrió la ruptura de una prótesis mamaria. http://www.lanacion.com.ar/1475394-el-calvariode-una-medica-victima-de-una-guerra-de-pandillas 9 de agosto de 2012 – Se publica en medios de todo el país SOLICITADA del Congreso Confederal de Colegios, Federaciones y Asociaciones Médicasa: “PODEMOS ENFRENTAR A LA ENFERMEDAD, NO A LA VIOLENCIA”. Ante los hechos de violencia y vandalismo sufridos por los trabajadores de la salud del Hospital Santojanni, los médicos argentinos hacen público su repudio por tan aberrante hecho. Nos solidarizamos y expresamos nuestro dolor y tristeza por el significado de estas acciones, la generalización de esta enfermedad social que busca soluciones a través de la violencia cuya utilización con fines políticos genera enfrentamientos entre sectores del pueblo y provoca daños irreparables. Convocamos a las Instituciones Médicas del país a participar en la realización de una Jornada de concientización y protesta. Reafirmamos nuestra vocación de vivir en una comunidad civilizada, donde todos seamos responsables de nuestras conductas y condenemos firmemente todo lo que amenace la seguridad de la población. Confederación Médica de la República Argentina (COMRA). 17 de agosto de 2012- Preocupante situación - Agresiones en los hospitales… Un relevamiento nacional emprendido por la Sociedad Argentina de Pediatría …muestra que el 47% de los 15.461 pediatras del país se sienten inseguros en su lugar de trabajo… En el medio urbano, las formas de agresión se han multiplicado; sorprenden las que se han concentrado en el ataque al personal de los hospitales. …que también preocupa en el interior…http://www.lanacion. com.ar/1500108-agresiones-en-los-hospitales 26 de noviembre de 2012 - Otra vez violencia contra médicos. Confuso episodio en el Hospital Fiorito de Avellaneda. Los médicos denunciaron golpes, insultos y amenazas de muerte por parte de familiares de fallecidos en accidentes de tránsito en horas de la madrugada. …se atrincheraron en la guardia hasta la mañana siguiente “por temor”. “No se puede trabajar. Estamos pidiendo seguridad desde las 6. Quieren llevarse el cuerpo como sea”, señaló la Jefa de Guardia. … Concurrió el Ministro de Salud, restableció el orden y reforzó la seguridad del hospital. http://www.lanacion.com.ar/1530219-medicos-delhospital-fiorito-permanecen-atrincherados-bajoamenazas-de-una-patota 21 de enero de 2013 - Grave ataque a golpes a un médico en un Sanatorio platense… Intentó calmar al familiar de una paciente que agredía a la médica que le había informado de la muerte del deudo. El médico recibió golpes de puño que le provocaron cortes en el pómulo y fractura de huesos propios de la nariz. Intervino el personal de seguridad del hospital. http://www.eldia.com.ar/edis/20130121/ Grave-ataque-golpes-medico-sanatorio-platensepoliciales0.htm 29 de enero de 2013 - Aumento de violencia. Cada 48 horas un médico, técnico o auxiliar de los hospitales porteños sufre una agresión física o verbal o un robo. …ocho de cada diez profesionales fueron víctimas de actos de violencia. …El aumento de estos hechos es consecuencia del retiro de la Policía Federal en 2011, dijo un profesional. Los hospitales Santojanni, Piñero y los ocho Centros de Salud son los lugares con el mayor registro de agresiones.... Los Centros de Salud Comunitaria (CESAC) 24 y 31 del barrio de Flores… acortaron el horario de atención en dos horas a causa de la inseguridad. …La AMM habilitó una línea gratuita donde recibe y tramita denuncias ante la Justicia y las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo durante las 24 horas. El problema excede a la ciudad. http://www.lanacion.com.ar/1549881cada-48-horas-es-agredido-personal-medico-enlos-hospitales-portenos 3 de enero de 2013 - Denuncian más ataques contra médicos en el Hospital Posadas- El Jefe de Psiquiatría del Hospital Posadas reconoció que una enfermera y dos médicos fueron amenazados con navajas y armas de fuego. Explicó que “hay más violencia en la sociedad” . http://www.minutouno.com/notas/273372-denuncian-mas-ataques-contra-medicos-el-hospital-posadas 29 de enero de 2013 - Guardia insegura en Rosario. La muerte de una nena desató la furia. Familiares enardecidos, rompieron ventanales y durante “10 ó 15 minutos”, transformaron la guardia en un campo de batalla. Personal del hospital y algunos padres debieron poner a salvo a otros chicos internados. http://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/Guardia-insegura-restringen-la-circulacion-en-el-Hospital-deNios-Victor-Vilela-20130129-0015.html 12 de Marzo de 2013 – Inseguridad – Violencia: No ceden los casos en la provincia de Buenos Aires. La violencia…“es una constante”, afirmó la presidenta de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (ex Cicop). … una decena de hechos de violencia en los Hospitales Página | 5 Santamarina, de Monte Grande, Posadas, de Morón, Mariano y Luciano de la Vega, de Moreno y Fiorito. …es insuficiente la respuesta oficial a las agresiones sufridas por el personal. Hasta ahora, en 2013 hubo dos hechos. En el Hospital Posadas una enfermera fue agredida por un hombre a quien sorprendió robando elementos del office…. El otro aconteció en el hospital Santamarina, de Monte Grande, donde unas cincuenta personas, parientes y amigos de un joven muerto veinte días antes dominaron a tres custodios y atacaron al personal de la guardia, que debió atrincherarse. http://www.lanacion.com.ar/1549883-no-cedenlos-casos-en-territorio-provincial El 25 de marzo de 2013 - Violenta agresión de un paciente a un médico en Chaco - El profesional suturó a un joven que minutos después solicitó un sedante. Entonces, el galeno atendía a otro herido. Molesto por el retraso en la prescripción, el paciente golpeó al médico hasta que fue inmovilizado por personal de la Guardia del Hospital Isaac Waisman. h t t p : / / w w w. i n t r a m e d . n e t / c o n t e n i d o v e r. asp?contenidoID=79668 28 de marzo de 2014, esta nota circuló en Facebook (RYP TORNU). Fue comentada por varios medios: Dos médicas del hospital Fernández fueron condenadas a 3 años de prisión en suspenso, inhabilitación por dos años y trabajo comunitario, acusadas de abandono de persona. …las médicas hicieron lo SAME les indicó. En abril de 2011 se pide un auxilio desde la Villa 31. Concurre una ambulancia que avanza sólo hasta un punto de encuentro donde debía ser trasladado el paciente. Se plantea un conflicto de intereses entre el chofer, la policía y el SAME. Se consulta al SAME cómo proceder… y ordena que se retiren. … Ante reiteración del pedido concurre otra ambulancia. …la policía no ofrece el apoyo oportuno. … El SAME reitera la orden de no entrar. …El paciente fallece. …las ÚNICAS imputadas fueron dos médicas del hospital Fernández. …El sistema falla y los médicos venimos hace tiempo haciendo que funcione a costa de nuestro propio pellejo. El ministerio público nos expone a terribles condiciones laborales y como resarcimiento moral de su propia culpabilidad nos juzga y nos culpabiliza por aquello que él mismo no puede responder. La pregunta es: ¿Vamos a seguir permitiéndolo? Otros medios comentaron el hecho. 21 de marzo - Dos médicas del Sistema de Atención Medica de Emergencias (SAME) fueron condenadas a tres años de prisión en suspenso, dos años de inhabilitación y otros dos de trabajos en un comedor comunitario, por negarse a entrar a la villa 31 a tratar a un paciente que finalmente murió…http:// telefenoticias.com.ar/es/news/sociedad/20140321/ condenan-tres-anos-suspenso-medicas-que-negaron-ingresar-una-villa/26005.shtml 22 de marzo de 2014 - Fallo para que el SAME no discrimine. Condenaron a dos médicas que no quisieron atender a un paciente de la Villa 31 y que luego murió. El fallo de la jueza atribuyó la muerte…a la falta de atención médica. …Consideró que “las imputadas faltaron a su deber por sus prejuicios discriminatorios” y que existió abandono de persona .…La medida fue apelada por la defensa. http://www.pagina12. com.ar/DIARIO/SOCIEDAD/3-242402-2014-03-22. HTML 31 de marzo de 2014 - Tres delincuentes amenazaron con fusiles a los médicos de la Guardia del Hospital Bocalandro. Exigieron la atención inmediata de un cómplice herido, en grave estado, que quedó internado. Los cómplices huyeron en una camioneta que apareció en Villa Pineral, Caseros. http://www.lanoticia1.com/noticia/amenazaroncon-fusiles-medicos-del-hospital-bocalandro-paraque-atiendan-un-delincuente-49638.html 5 de abril de 2014 - El gobernador de la Provincia de Buenos Aires declaró la “emergencia en seguridad pública” …ante el aumento de la delincuencia. http://www.infobae.com/2014/04/05/1555143-sciolidecreto-la-emergencia-seguridad-publica-el-terminoun-ano-la-provincia Hace más de un año, el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires Distrito IX publicó en su página una nota que contiene recomendaciones ante situaciones violentas http://www.colmed9.org. ar/index.php?option=com_content&view=article&i d=289&Itemid=82 Ofrece, además una planilla de denuncia que se puede hallar en http://www.colmed9.org.ar/Varios/Planilla%20Violencia%20Ministerio.pdf Invita a denunciar todos los hechos de violencia con el objeto de prevenirlos, evitar mayores daños y lograr un ámbito laboral más seguro. Página | 6 RECOMENDACIONES ANTE POTENCIALES SITUACIONES DE VIOLENCIA • No examinar a solas o a puerta cerrada a paciente conflictivo o con familiar conflictivo. • Extremar recaudos en relación a presencia de testigos del acto médico (de ser posible enfermera o Colega). • No ingresar solo a viviendas. Mantener la calma. Buscar terceros y resguardo. • Evitar transformar la agresión en riña. Registrar el hecho en libro de guardia. Notificar a inmediato superior y Autoridad Sanatorial ANTE HECHO DE VIOLENCIA • Avisar en forma urgente al servicio de vigilancia, consigna policial en hospital y al jefe inmediato superior y Director del hospital. • Escribir conciso relato en libro de guardia o historia clínica de ser internado. • Notificar al Colegio de Médicos Distrito 9. ANTE AGRESIÓN FÍSICA • Además de lo antedicho, realizar denuncia Policial. • Comunicar a Colegio de médicos por página web, o telefónicamente. • Es conveniente que el personal agredido sea reemplazado y se retire a domicilio. • Denunciar a la ART. La decisión de no hacer denuncia policial no invalida la posibilidad de informar al Colegio. La información será tratada de manera absolutamente confidencial. Conclusiones La violencia laboral existe y nos afecta. Carecemos de condiciones básicas de seguridad para desarrollar nuestra tarea. Los artículos 14 y 14 bis de nuestra Constitución nos habilitan para asociarnos con fines útiles, publicar ideas y peticionar a las autoridades para asegurar condiciones dignas y equitativas de labor. Expresémonos donde y como sea. Insistamos antes de tener consecuencias mayores para lamentar. ¡Entonces, será tarde! Página | 7 Artículo Especial Esta conferencia formó parte del CURSO sobre ARTE Y VIOLENCIA, organizado por la Facultad de Filosofía(Área de Estética y Teoría de las Artes) de la Universidad de Salamanca, dictado entre el 14 y el 17 de marzo de 2006. Agradecemos el permiso de publicación. La violencia en el arte: lo presentable, lo impresentable Elena Oliveras Doctora en Estética, Universidad de París. Catedrática de Estética, Universidad del Salvador. Académica de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes. Miembro de la Asociación Argentina de Críticos de Arte y de la Asociación Internacional de Críticos de Arte. Asesora Editorial de la revista ArtNexus, Bogotá. Diploma al Mérito de los Premios Konex, Área de Estética, Teoría e Historia del arte (2006).Autora de Estéticas de lo extremo, Arte cinético y neocinetismo, La metáfora en el arte, Cuestiones de arte contemporáneo y Estética., Premio al Libro del Año de la Asociación Argentina de Críticos de Arte por La cuestión del arte Ante la pregunta: “¿qué es representable y qué impresentable en cuanto a la violencia en el arte se refiere?, puede surgir otra más general. ¿Qué representa la pintura? Formulada en singular -¿qué representa esta pintura?-, da pie a respuestas banales, sobre todo cuando el que contesta es el “ojo común”1. Sin embargo es una seria pregunta que ha sido tema de reflexión filosófica de todos los tiempos, desde Platón a Wittgenstein, Heidegger, Derrida, Rorty. Precisamente, es mérito de Platón haber descubierto, a través de ese interrogante, lo que hoy conocemos como campo del arte. La obra del pintor, en la ontología platónica, es objeto doxástico; en tanto téchne mimetiké es ilusión, sombra, simulacro, imagen en el espejo. Hoy podríamos agregar, “realidad virtual” y -sin temerle al término“creación”. En su reinterpretación del fenómeno de la mera imagen platónica, dice Cacciari: “Hablando propiamente sólo el espejo crea”I. No sólo la obra es creación porque presenta algo que hasta entonces no estaba en el mundo -algo nuevo que sale a la luz-, sino porque con la nueva cosa ingresa un nuevo objeto. Lo que presenta el video que analizaremos en esta ocasión, Granada de Graciela Taquini, no es simplemente un retrato de mujer sino una mujer retratada (vista e interpretada desde el arte). El objeto no preexiste a la obra sino que empieza a existir con la obra, y gracias a ella. Podríamos afirmar entonces que aquello que la obra representa no es sólo una realidad extrínseca sino, tautológicamente, algo intrínseco; más exactamente, una definición de sí misma. Habla de sus poderes y de sus límites, del juego con lo representable y lo irrepresentable, de ese conflicto que Heidegger veía entre “mundo” (Welt) - lo que se expone, la obra como visibilidad- y “tierra” (Erde), lo que se retrae, lo que se reserva. La representación de la violencia en el arte pone en relieve lo impresentable en el discurso. Lo observamos sobre todo en casos de violencia extrema, cuando lo humano es arrastrado hacia lo inhumano no sólo porque se vulnera la intimidad o la vida de una persona sino porque la capacidad de recordar y de contar de ésta se encuentra paralizada. Se extingue así la perceptividad / reflexividad, la capacidad sintética más elemental de construcción de la realidad por parte de la víctima. ¿Podríamos decir que el espejo de Platón ya no refleja? No, algo deja ver: la imposibilidad de re-conocimiento. Se trata, en consecuencia, de una representación negativa. El término “violencia” Todos estamos amenazados por la violencia; por eso los presupuestos de los países desarrollados, en el área de la seguridad, son enormes. En los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City se debieron destinar 300 millones de dólares y 10.000 efectivos armados para cuidar a los atletas y al público. Y a pesar de los descomunales gastos, los organizadores advertían que la seguridad no estaba totalmente garantizada. El significado del término violencia ha quedado en español unido a su raíz “violar”. En el diccionario de la Real Academia Española leemos: 1. Cualidad de violento; acción y efecto de violentar o violentarse 2. Acción violenta o contra el natural modo de proceder 3. Acción de violar a una mujer Creemos de interés recordar la especificación connotadores del diccionario Webster’s del Nuevo Mundo. Allí se dice que violencia es: 1. Fuerza física, usada para lastimar, dañar o destruir; acción extremadamente ruda Página | 8 2. Fuerza o energía poderosa intensa, generalmente devastadora o explosiva Son definiciones que hacen referencia a las secuelas de la violencia, al daño que produce. Y son precisamente las secuelas de la violencia, más que el acto puntual violento, el leit motiv de Granada. A la hora de esclarecer el significado de la palabra “violencia” es importante separarla del término “agresividad” con el que a veces se la confunde. La agresividad es una tendencia natural (el ser humano y el animal son agresivos por naturaleza) y sirve a la supervivencia, a la autodefensa. La violencia, en cambio, es un indeseable “patrimonio de la humanidad”. Las fuerzas de la naturaleza “no pueden ser violentas simplemente porque no son humanas”, aclaran Corsi y Peyrú2. Y cuando decimos que una tormenta es violenta, estamos en realidad haciendo una personificación metafórica. Esencialmente humana, la violencia arrastra lo humano hacia lo inhumano. Depende de condicionamientos sociales y culturales. De allí que mientras la agresividad es inevitable, la violencia podría evitarse. Ligada al ejercicio del poder adopta las más absurdas justificaciones (disciplinar, educar, proteger) que intentan hacer aparecer al hecho violento como natural. Pero nada justifica a la violencia y como tal debe ser condenada. Lo que Granada muestra es uno de los motivos por el que debe ser condenada: el efecto devastador en la conciencia, la pérdida de la memoria y, por ello, de la identidad. Así el video de Taquini evidencia lo inhumano como destrucción ante todo psíquica; lo muestra a través de la lucha entre lo presentable y lo impresentable, entre la palabra y el silencio como “blanco” y, entre ambos, el balbuceo, una especie de borrón en un cuaderno de escrituras. Omnipresencia del tema de la violencia en el arte Sumergidos como estamos en la violencia, es predecible que se convierta en tema recurrente del arte contemporáneo. La representaron de modo ejemplar artistas argentinos como Antonio Berni, Oscar Bony, Juan Carlos Distéfano, Norberto Gómez o Enio Iommi. Sin descartar la metáfora, Berni buscará el testimonio directo del material, rescatando de las “villas miseria” los restos que prueban la marginación social. Por su parte, Distéfano en plena etapa de la dictadura militar argentina presentó su Figura acostada (1972) en la muestra 12 escultores en Argentina (1977), de la que fui curadoraII. En el contexto que se estaba experimentando en ese momento, la figura acostada no podía ser vista sino como un cuerpo en una cama de tortura. En la misma muestra, Norberto Gómez (uno de los artistas más comprometidos con el arte de denuncia) presentaba sus tripas o intestinos. Más recientemente, Enio Iommi expuso un conjunto de tablas de picar carne, con el título La cocina humana (2005). Eran metafóricas radiografías de lo humano que, dentro de una instalación, daban cuenta de la antropofagia generada desde el poder económico y político. Pero no sólo se mostraba el comer al otro sino el comerse a sí mismo, es decir que se hacía referencia no sólo a la antropofagia sino también a la autoantropofagia. Un espejo remataba el recorrido de la instalación. La violencia explícita hacia el propio cuerpo se concreta en la obra de un gran número de artistas argentinos. Así, el caso de Oscar Bony –con tiros que perforan el vidrio que protege su autorretrato –y, de modo más contundente, el de Alfredo Portillos quien programa, para después de su muerte, su despellejamiento. La idea es vender, con fines benéficos, su propia piel tatuada con imágenes de obras de arte. Lo impresentable En el caso de Dolores Zorreguieta al tema de la violencia, en este caso doméstica, se asocia el de su difícil representación. En su Fotonovela (2002), el costado impresentable se revela de tres formas diferentes: por el tamaño –pequeñísimo- de los 66 relicarios que integran la instalación, por las tapas que los cierran y por la iluminación de las fotografías contenidas en su interior con un lado oscuro y otro que recibe luz. Las fotografías mostraban a un hombre y a una mujer en escenas muy románticas que terminan finalmente en un asesinato. Pero no me detendré en ejemplos de violencia doméstica sino en la violencia política en la Argentina de los años 70 y 80. Estamos próximos a los 30 años de los fatídicos hechos que comenzaron un 24 de marzo de 1976 con la dictadura militar y que, como lo muestra Granada, están lejos de ser simbolizados. Granada es un video de seis minutos realizado en 2005 y basado en un testimonio videográfico de 1999, el archivo Witness, proyecto dirigido por Peter Gabriel. La obra muestra el caso de una mujer –Andrea Fasani- que en 1978, siendo militante de la Juventud Peronista (JP), fue secuestrada durante cuarenta y cinco días y torturada. Del archivo Witness, Taquini extrae fragmentos y somete a Fasani a una nueva prueba; le pide que vuelva a contar lo que había vivido. Pero ella ya no recuerda lo que años atrás había contado. De este modo, Granada nos sitúa en el doble drama del ‘testigo’ (del griego martyros = mártir) cuando Página | 9 suma, al dolor de la tortura física, el no poder trasmitirlo a los demás. Es la imposibilidad de presentar lo vivido cuando se excede toda medida humana. “Era el infierno del Dante”, dice Fasani. Lo que Granada muestra es el descalabro de la memoria y la autoalienación. El pasado se quiebra en fragmentos inarticulados, las percepciones se mezclan, todo se confunde así como se confunden los significados de la palabra “Granada”, que es el nombre de un proyectil y de una canción, y también remite a Agustín Lara y a García Lorca. Hacia el final, la protagonista recuerda el término “Granada” por ser el nombre de una canción que se cantaba en las especies de kermesses que se realizaban en el campo de detención. Allí hasta se llegaban a teatralizar las torturas. Lo que quizás más sorprenda en el relato de Fasani es su confesión: “por momentos me entretenía” o “no podía creer cómo me estaba acostumbrando”.III El como si A la siniestra re-presentación de la tortura en el campo de detención se suma otra, de fuerte impacto: la protagonista intenta ser ella misma, hablar en primera persona, pero lo hace sostenida por otro, un apuntador -que en este caso es la misma autora del video- cuya voz en off escuchamos. Así vemos a una persona convertida casi en una marioneta, una cabeza parlante autómata que repite mecánicamente lo que se le dicta. Como un actor que representa un papel siendo él mismo su propio personaje, lo que pone en evidencia el origen de la palabra “persona”: máscara de teatro. Teátrica del ultrajado que crea un espacio (el de la representación) para aplacar el dolor. Es el espacio del como si, de juego con las capacidades miméticas. Juego que, por otra parte, todos practicamos en distintos momentos de la vida; por ejemplo, cuando debemos movernos en el ámbito –violento- de la ciudad moderna. El hombre de la ciudad que circula entre ríos de transeúntes (tal como lo describe Poe en El hombre de la multitud), el que debe soportar el ruido de la calle que ruge (según la expresión de Baudelaire en Las flores del mal) está obligado a representar un cierto papel, entre gentil y neutral. Es el gesto defensivo del peatón cuando, para no sufrir los efectos del shock, mantiene el keep smiling, la sonrisa que aparece automáticamente en el rostro como si todo estuviera bien. Así, con la máscara del keep smiling, puede seguir tranquilamente su camino.IV La figura del testigo La historiografía contemporánea ha dado particular importancia a la memoria viva, a la historia oral, y ha encumbrado a la figura del testigo, del aquél que estuvo allí. Si pensamos en la importancia del testigo, resulta imposible no referir al famoso aforismo de Paul Celan: “Nadie / testimonia para el/testigo” (“Niemand / zeugt für dem /zeugen”). Nadie puede decir/traducir su experiencia privada. Ninguna traducción reemplaza a la visión directa del hecho. Pero ¿qué pasa cuando la conciencia –en el límite de la inconsciencia- funciona como un escudo que protege de la influencia “destructiva de las energías demasiado grandes que trabajan en el exterior”?, como dice Freud en Más allá del principio del placer. Separándose del pasado doloroso y de un interminable trabajo de duelo, el testigo bloquea defensivamente su memoria y desarticula los fragmentos de recuerdos. Una similar actitud defensiva se encuentra en el victimario. Si se le pregunta si quiso causar un daño seguramente dirá que no. ¿Estética o anestésica? El olvido y el balbuceo de la víctima/testigo de Granada nos enfrentan a una situación “anestésica”. Se ha pasado, retomando distinciones de Buck-Morss, de la estética (sensación o de sensibilidad) a la anestésica (de pérdida de la sensibilidad). En su ensayo “Estética y anestésica: una reconsideración del ensayo sobre la obra de arte”, ella juega con la etimología de ambos términos: “Estética”, entendida como estudio del arte, y “anestésica” como técnica para que un cuerpo se vuelva inerme al dolor y otros puedan trabajar sobre él. Buck-Morss estudia la crisis de la percepción contemporánea como fenómeno anestésico y la relaciona con la idea benjaminiana de shock. La causa más frecuentes de esa anestésica es el exceso de trabajo y de estímulos (hoy diríamos el stress) y el efecto es una “crisis en la percepción”. Dice Buck-Morss: “En esta situación de “crisis en la percepción”, ya no se trata de educar al oído no refinado para que escuche música, sino de devolverle la capacidad de oír. Ya no se trata de entrenar al ojo para la contemplación de la belleza, sino de restaurar la “perceptibilidad”.3 En Granada la “perceptibilidad”, anulada por la cercanía y el exceso, es recobrada gracias a la poiesis del espectador capaz de detectar en la obra el esquema de un shock. Página | 10 Las facultades en sus límites La representación de la violencia extrema empuja a las facultades humanas a sus propios límites. Podríamos decir que la representación de la violencia es violenta para la imaginación que debe dar forma a un “objeto informe”, deslimitado. ¿Cómo representar lo que está más allá de toda medida? ¿Se puede recordar al Holocausto a través de un monumento? Últimamente el tema fue objeto de larguísimos debates, a propósito de la construcción del Memorial del Holocausto en Berlín. La literatura da cuenta de la desmesura impresentable convertida en problema para el autor. Dice Borges en El Aleph: ”Arribo, ahora, al inefable centro de mi relato; empieza, aquí, mi desesperación de escritor...cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca?...” El Aleph, ese punto que contiene todo el universo, es como lo sublime kantiano, “absolutamente grande”, “grande por sobre toda comparación.” Como apariencia de lo que no aparece, Granada señala la existencia de algo que resulta demasiado grande para ser expresado. Estamos en el terreno de lo sublime. Observaba Kant que, diferente de la tranquila contemplación de lo bello, el ánimo se conmueve ante la presencia –sublime- de las magnitudes y de las fuerzas poderosas de la naturaleza (el mar bravecido, los volcanes, los huracanes). Frente a ellos nos sentimos de una pequeñez insignificante. Diferente de lo bello que, medible, está sujeto al número, lo sublime excede toda medida. Esto provoca un displacer sublime, alejado del placer de lo bello. Pero no obstante el sentimiento de displacer, también hay atracción. “Más su vista se hace tanto más atrayente cuanto más temible es”, decía Kant a propósito de lo sublime. Y agrega: “Con tal que nos hallemos en lugar seguro”. Ese lugar seguro es el de la distancia del observador y de la historia que encontrará su más auténtica expresión en la escritura del arte. En Granada, la perceptibilidad y la reflexividad anuladas por la cercanía y el exceso, son recobradas gracias a la poiesis del espectador capaz de descubrir en la obra el esquema de un shock, como ya lo señalamos. Sólo la distancia permite ver (como había observado Sartre a propósito del teatro). Y, podemos concluir, esa distancia de la mirada resulta más que importante hoy, cuando el estado de las cosas –violentas- requiere de una lucidez implacable. NOTAS I. Dice M. Cacciari que “El espejo no ofrece más que puras imágenes, es decir creaciones El espejo de Platón”. En El dios que baila. Buenos Aires; Paidós, 2000. p 63. II. Jorge Glusberg fue co-curador de la muestra 12 escultores en Argentina, que ocupó el hall central del Teatro Municipal General San Marín, siendo su director Kive Staif. III. Podríamos recordar a M. Blanchot: “El sentido se escapa siempre en otro sentido, el equívoco sirve al entendimiento, expresa la verdad de la comprensión que consiste en no comprender nunca definitivamente” En: El espacio literario. Buenos Aires; Paidós, 1969. p. 251. IV. Observa Benjamín: “Uniformidad en el vestir y en el comportase y no en último término uniformidades en la expresión del rostro. La sonrisa da que pensar. Probablemente se trata de la que hoy es corriente en el “keep smiling”. En: Benjamín W. Poesía y capitalismo. Iluminaciones II. Madrid; Taurus, 1980. p. 148. BIBLIOGRAFÍA 1.Guido B. Occhio critico: Il nuovo sistema per vedere. Milano; Longanesi, 1996. 2.Corsi J, Peyrú G. Violencias sociales, Barcelona; Ariel, 2003. p. 21 3.Buck-Morss S. Estética y anestésica. En: Walter Benjamim, escritor revolucionario. Buenos Aires; Interzona, 2005. p. 190. Página | 11 Artículo Especial La violencia es asunto cotidiano. El análisis muestra facetas, modalidades y escenarios que según distintas apreciaciones la sancionan, justifican, naturalizan, condenan o aplauden. La “domesticación de la violencia” aparece como un esfuerzo utópico de nuestra cultura. La conjura de la violencia en la modernidad Gina Paola Rodríguez Licenciada en Ciencias Políticas, Magíster en Filosofía, Universidad Nacional de Colombia © PhD en Ciencias Sociales y Docente-investigadora de la Universidad de Buenos Aires [email protected] Resumen: Estado, mercado y disciplinamiento configuran el triple dispositivo a través del cual el occidente ha buscado conjurar la violencia con la esperanza de encuadrarla y eliminarla. A pesar o tal vez merced a los controles que se le quisieron imponer, la violencia está lejos de ser domesticada y en la modernidad ha adoptado formas más refinadas y novedosas. El monopolio estatal de la violencia ha tenido como contraparte la guerra civil y como forma paroxística el totalitarismo. La explotación ha sido la contracara de la “humanitaria” división capitalista del trabajo. El sujeto criminal y el terrorista fueron producto de una subjetivación que aspira a ubicar en la periferia social una violencia que en realidad le es inherente. Un sino trágico atraviesa al triple afán de control: a cada violencia que se pretende exorcizar sobreviene otra que no es más que el retorno de aquella forcluida. Así, la eliminación definitiva de la violencia deviene una posibilidad imposible que, no obstante su consabido fracaso, continúa como horizonte utópico de nuestras sociedades. Palabras clave: Violencia, Política, Modernidad, Mercado, Disciplinamiento A conjura da violência na modernidade. Resumo : Estado, mercado e disciplinamento configuram o tríplice dispositivo através do qual Ocidente tem procurado conjurar a violência com a esperança de enquadrá-la e eliminá-la. A pesar, ou talvez por causa dos controles que quiseram impor-lhe, a violência está longe de ser domesticada e, na modernidade, tem adotado formas mais refinadas e novas. O monopólio estatal da violência teve como contraparte a guerra civil e, como forma paroxística, o totalitarismo. A exploração tem sido a contra cara da “humanitária” divisão capitalista do trabalho. O sujeito criminal e o terrorista foram produto de una subjetivação que aspira a pôr na periferia social uma violência que na verdade é inerente a ela. Uma sina trágica atravessa a tríplice vontade de controle: a cada violência que se pretende exorcizar sobrevém outra, que não é outra coisa senão o retorno daquela forcluída. Assim, a eliminação definitiva da violência se torna una possibilidade impossível que, no entanto seu conhecido fracasso, continua como horizonte utópico de nossas sociedades. Palavras chave: Violência, Política, Modernidade, Mercado, Disciplinamento Conjuring violence in modernity Summary : State, market, and disciplining configure a triple device through which the West has sought to avert violence hoping to frame it and eliminate it. Despite or perhaps thanks to the controls that were wanted to impose, violence is far from being domesticated and modernity has adopted more refined and innovative ways to express it. State monopoly on violence has had the civil war as counterpart and totalitarianism as a paroxysmal form. Exploitation has been the other side of the “humanitarian” capitalist division of labour. Criminal and terrorist subjects are product of a subjectivation that aspires to be located on the periphery of social violence but it is actually inherent. A tragic fate transpasses the triple control effort: every violence intended to be exorcised ensues its return. Thus, the ultimate violence elimination becomes an impossibility that, despite its well-known failure, it continues as an utopian horizon of our societies. Key words: Violence, Politics, Modernity, Market, Disciplining Página | 12 Introducción La violencia es un hecho relativo, cuya definición atañe al conjunto de valores y representaciones de cada sociedad en un momento histórico específico y a la experiencia subjetiva de víctimas y victimarios. Es imperativo entender cómo se configuran las relaciones entre los miembros de una sociedad o de parte de ella, para avanzar en la discusión acerca de la especificidad significante que la violencia adquiere en la actualidad. Es fundamental conocer los mecanismos por los cuales se producen sujetos violentos o dóciles y las retóricas que habilitan la emergencia de otros, resistentes o sumisos para observar el hecho violento. La violencia no implica lo mismo para todos ni en cualquier circunstancia. Es importante observar los cambios en la manera de percibir, ejercer y conjurar la violencia ocurridos en el tránsito de las sociedades tradicionales a las modernas. La violencia constituye un factor inherente a toda existencia colectiva y se plantea a toda sociedad de manera constante pero su percepción como amenaza mortal y como problema social es un evento reciente. El propósito de esta presentación es rastrear algunas transformaciones a partir de las cuales se constituye la percepción moderna de la violencia como campo de fuerzas que exige domesticación a través del emplazamiento de un orden. Los medios empleados para tal fin fueron tres: la política, a través de la ficción del contrato social y el monopolio estatal de la violencia; la economía, por medio de la división social del trabajo y la regulación mercantil de los intercambios; y el disciplinamiento, o gobierno de las conductas encaminado a la formación de sujetos dóciles, vale decir, no violentos. Estado, mercado y disciplinamiento configuran el triple dispositivo la modernidad ha destinado para conjurar la violencia con la falsa esperanza de encuadrarla y eliminarla. El acto de conjurar implica tanto el deseo de impedir, evitar o alejar como el de invocar o llamar. Los dispositivos de conjura propuestos adquieren carácter paradójico: creados para impedir, evitar o alejar la violencia, demandan, ejercen y usan de ella. La superación de la guerra de todos contra todos se logra cuando cada uno transfiere la violencia al Estado, con lo cual establece una violencia mayor, capaz de imponerse a la comunidad en conjunto. La violencia asociada a la escasez se ha pretendido resolver por medio de la división del trabajo que fragmenta al cuerpo social verticalmente entre explotadores y explotados. El disciplinamiento, producción de cuerpos útiles y dóciles inherente al proceso de individualización (Foucault, 1989b) ha devenido en la creación de sujetos ensimismados y angustiados, incapaces de relacionarse con otros de maneras que no sean la competencia o la enemistad. A estos sujetos escindidos de sus medios de socialización, privados de lazos afectivos o comunitarios solo les queda ejercer la violencia contra sí mismos o contra otros, pues su condición solipsista los arroja al desconocimiento y desmentida de la alteridad. Lejos de ser domesticada, la violencia ha adoptado en la modernidad formas cada vez más refinadas pese o merced a los controles que se le han impuesto. El monopolio estatal de la violencia ha tenido como contraparte la guerra civil y como forma paroxística el totalitarismo. La explotación ha sido la contracara de la “humanitaria” división capitalista del trabajo. El sujeto criminal y el terrorista son producto de una subjetivación que aspira a poner en la periferia social la violencia que en realidad le es inherente. Así, se revela el sino trágico del triple afán de control: a cada violencia que pretende exorcizar sobreviene otra que no es más que el retorno de aquella forcluída. La eliminación definitiva de la violencia deviene en imposibilidad aunque a pesar de su reiterado fracaso, continúa como horizonte utópico de nuestras sociedades. De la violencia constitutiva a la violencia constituyente ¿Es factible pensar que en el tránsito de sociedades sin Estado a otras con Estado, la violencia pasa de ser un elemento constitutivo para adquirir un carácter constituyente? Hablamos de violencia constitutiva para indicar que no es accidente o contingencia de las comunidades primitivas, sino un elemento que hace a su ontología y posibilita su existencia a partir de la diferenciación radical respecto de otras comunidades. Pierre Clastres, antropólogo estudioso de las sociedades sin Estado, documentó cómo la violencia primitiva actúa como fuerza centrífuga que a través de la guerra exterior garantiza la dispersión de las comunidades entre sí, su autonomía y condición igualitaria, mientras la venganza en defensa del honor opera como mecanismo de cohesión interna. La guerra primitiva no persigue la sujeción de otros. No es instrumental a fines de dominación: es afirmativa y no impositiva. La venganza y el sacrificio aspiran sólo a restablecer el equilibrio perdido.1 La comunidad busca conservar su autonomía impidiendo que otra comunidad o individuo se superpongan y la dominen. La violencia no es una variable más en la ecuación del poder político en las sociedades sin Estado. El poder primitivo no es un poder violento, sino un poder del lenguaje y de la paz, que pertenece Página | 13 a la comunidad y es detentado colectivamente y no a título personal: El poder normal, civil, basado en el consensus ómnium y no en la coerción, es de naturaleza profundamente pacífica; su función es igualmente “pacificante”: el jefe tiene a su cargo mantener la paz y armonía en el grupo. Por eso, debe apaciguar las peleas y resolver los diferendos, sin hacer uso de la fuerza que desde luego no posee ni será admitida, fiándose únicamente en las virtudes de su prestigio, de su equidad y de su palabra. Más que un juez que sanciona, es un árbitro que busca reconciliar (Clastres, 2008: 27). La mirada puede parecer ingenua pero no lo es. No se trata del buen salvaje rousseauniano que habita un mundo sin conflictos. El autor no emite juicio axiológico favorable que exculpe a los primitivos de sus violencias. No ensalza virtudes. Reivindica su lógica social al tiempo que describe prácticas más horrorosas. Desligada del poder político, la violencia salvaje no es un mal a eliminar, sino una parte constitutiva de lo social que cumple funciones catárticas o rituales - como el sacrificio del chivo expiatorio descrito por Girard (1984) - que hace a la condición ontológica de la comunidad. Una muerte violenta detiene la espiral incesante de venganzas y devuelve la paz a la comunidad. Antes de ser conjurada, esta espiral sirve a la unión comunitaria. El derramamiento de sangre es una exigencia en defensa del honor colectivo, tal como lo estudiara Lipovetsky (2002). La violencia se subordina al cuidado de unir y conservar la cosa común. “Los individuos se desenfrenan, pero éste desenfreno, que los mezcla y los funde infinitamente con sus semejantes, contribuye a encadenarlos en las obras del tiempo profano” (Bataille, 2009: 76). El viraje que experimenta la violencia en las sociedades con Estado es concomitante con el cambio de concepción del poder político. La violencia deviene problema cuando ingresa como variable dependiente en la ecuación del poder y se la emplea para la dominación de unos hombres sobre otros. En tiempos en que la generosidad, el don de la palabra y el arbitraje definían las cualidades del liderazgo, la violencia no era percibida como medio para el prestigio y el ascenso social. Planteada la noción de poder identificada con relaciones jerarquizadas y autoritarias de mando y obediencia, la violencia resulta instrumental. La violencia, escindida de lo sagrado, resulta un medio específico del poder que consagra la división social entre dominantes y dominados: Cuando en la sociedad primitiva lo económico se deja señalar como campo autónomo y definido, cuando la actividad de producción se vuelve trabajo alienado, contabilizado e impuesto por quienes van a gozar de su producto, esta sociedad ya no es primitiva, se ha vuelto una sociedad dividida en dominantes y dominados, en amos y esclavos, ha dejado de exorcizar lo que está destinado a matarla: el poder y el respeto al poder. La mayor división social, la que funda todas las demás, incluida sin duda la división del trabajo, es la nueva disposición vertical entre la base y la cúspide, es la gran ruptura política entre poseedores de la fuerza, sea bélica o religiosa, y sometidos a esa fuerza (Clastres, 2008: 168-169). La observación de la sociedad moderna a partir del punto de vista de la sociedad primitiva –sin pretender continuidad entre ambas en una especie de línea evolutiva- muestra que nuestras mejores cualidades no son más que la contrapartida a nuestra sumisión al poder del Estado y todo lo que lo sustenta, como clases dominantes, trabajo alienado o razón instrumental. Clastres permite ver - incluso considerado su trabajo como reflexión filosófica y no como producto juicioso de años de trabajo etnológico - la necesidad de interpelar la idea fosilizada del Uno, la del poder como exterioridad, como trascendencia, vale decir, el imperativo de poner entre paréntesis la idea del poder como coacción, relación mando- obediencia de la cual somos participes en occidente. Esto remite a la segunda parte de nuestra pregunta cuando afirmamos que en las sociedades con Estado, la violencia deviene constituyente. Convertida en variable dependiente del poder, funda la práctica política y la juridicidad estatal moderna. La violencia es creadora del orden, fundadora y conservadora del derecho y última ratio del poder. De Maquiavelo a Weber e incluso en Marx y Engels, la violencia adquiere una función organizadora del ámbito social, y con excepción de Arendt, será la cifra que conserve en tiempos modernos. No obstante su centralidad fáctica, la violencia ha sido expulsada fuera de los límites teóricos de la modernidad occidental. La disgregación de socialidad y violencia es una característica común al grueso de las teorías ilustradas que ven en la guerra y los conflictos una especie de retorno a la premodernidad, estado de naturaleza e incivilización que debe ser superado por la razón. La socialidad sin violencia enraíza en el mito del progreso a partir del cual la modernidad se asume como periodo fundamentalmente pacífico y civilista. La violencia pierde asidero como forma de tratamiento de contradicciones del sistema social. En las sociedades modernas y más allá de este ocultamiento, la violencia resulta la potencia expansiva que funda y conserva la juridicidad estatal2 . Conserva el orden en cuanto define sus márgenes y limita Página | 14 entre un adentro y un afuera de lo social. La instalación de orden y diferenciación político- social son producto de la violencia y no es, como sostiene el pensamiento ilustrado una condición de exterioridad o extrañamiento con respecto a ella. Grüner afirma “es porque hay un acto de violencia en el origen, que la Ley es posible. La violencia es la condición fundacional de la Ley y persiste más allá de esta fundación, al punto de incorporarse a la Ley misma haciendo del Estado el único ámbito de su aplicación legítima” (1997: 31-32). Así, la violencia se halla en la base de cada uno de los conceptos constituyentes de la arquitectura del imaginario político moderno. La noción de orden, tanto en sentido metafísico, como en efectos fenoménicos, nos lanza al terreno de la confrontación. Decidir qué lugar corresponde a cada cosa, quién lo determina, quiénes se favorecen o no del ordenamiento y qué transgresiones son permitidas, implica fabricar un relato fundacional que legitime la violencia de lo constituido. Al fundar, el orden oculta todo más allá de sí mismo y se instala arbitrariamente como locus de verdad y de poder. No hay, orden sin violencia, ni violencia cuyo primer efecto no sea emplazar un orden (o desorden) determinado. En tal sentido afirmamos que la violencia adquiere una función constituyente. En el paso a lo constituido, la violencia se identifica con la transgresión de la Ley establecida. La violencia del orden adopta el eufemismo de “coerción legítima” en la jerga del poder y nombra a las competidoras como las “verdaderas” violencias. La violencia transgresora se empieza a identificar con el desenfreno, la convulsión y el caos. Establece una falsa separación de aguas: la violencia legítima deviene predecible, conceptualizable, ordenadora y disciplinadora y la violencia transgresora resulta impredecible, caótica, enemiga de lo social, encarnación de lo social sin regla o engendro del desorden. La violencia transgresora interpela y des-cubre las maniobras de la violencia fundadora/ conservadora, opera corrimientos de fronteras en el orden existente y habilita la inclusión/exclusión de nuevos actores, prácticas y problemáticas. Se ubica en los márgenes de lo simbólico e irrumpe, quiebra, vulnera la grilla interpretativa del orden y los fundamentos de la economía libidinal que produce y obliga al reacomodamiento del todo social. Vista así, la violencia puede ser entendida como un límite de sentido, acontecimiento paradojal que atenta contra la sociedad como orden simbólico y la amenaza como totalidad de sentido, aunque a la vez funda y señala fronteras y traza, cada tanto, un nuevo adentro- afuera de lo social. La tradición realista que va de Maquiavelo a Weber, hizo del vínculo entre violencia y poder un hecho irrefutable de la constitución del Estado y lo político. La relación de poder resulta de una situación inicial de violencia o de amenaza de su uso. La violencia aparece como forma de relación social por la cual uno de los términos realiza su poder acumulado. Desde esta perspectiva, la existencia de todo poder requiere destruir las relaciones sociales que mantenían el orden previo e instalar nuevos lazos de heteronomía y obediencia por medio de la violencia directa -el empleo de la fuerza física-, o indirecta -potencial, simbólica y estructural (Izaguirre, 1998: s/p subrayado nuestro). Conjura de la violencia en la modernidad Aunque hoy parezca un dato natural, el nexo entre violencia y poder es producto de una serie de transformaciones históricas, sociales y subjetivas que convergieron en la fundación de un discurso sobre la autoridad al margen de consideraciones cosmogónicas o míticas. El poder adquiere un carácter trascendente sustentado en relaciones jerárquicas de mando - obediencia, diferentes del liderazgo primitivo, que en lo esencial, era un poder sin autoridad. Del poder primitivo no puede deducirse el poder estatal como derivación o versión evolucionada. Entre ambos, vemos más bien, una discontinuidad radical. Hay una ruptura entre las comunidades primitivas y las sociedades con Estado. Su signo principal es la relación de exclusión que sitúa el poder político por fuera -más allá y por encima- de la sociedad. El poder se hace trascendente y una vez autonomizado, se ejerce sobre la comunidad a la que domina utilizando la violencia como principal instrumento. ¿Qué ideas o procesos confluyen en la emergencia del poder trascendente? El primer elemento a rastrear, es la separación del individuo respecto de la comunidad, la emancipación de las constricciones impuestas por el colectivo para constituirse como una entidad plena y autónoma. El proceso de individuación tiene los primeros destellos en el pensamiento griego clásico. Se relanza doblemente en el cristianismo de los Padres de la Iglesia y en los teóricos protestantes y encuentra nueva formulación en el pensamiento de Descartes. No se trata de una idea que evoluciona de manera sostenida y diacrónica desde un estado primitivo hacia uno terminal. Subrayamos los remotos comienzos del proceso de subjetivación. A partir del siglo VIII, la ruptura del lazo papal con Bizancio permite el ingreso definitivo de la Iglesia en la cuestión mundana. Se arroga poder temporal supremo en occidente y hasta bien avanzado el siglo Página | 15 XV pretende reinar directa o indirectamente sobre el mundo. La actividad, sume definitivamente al individuo en la vida terrenal. Aunque suena paradójico, una religión que subordinaba al hombre de manera estricta a valores trascendentes, produce la más efectiva humanización del mundo. En el discurso de la modernidad, los procesos de secularización y racionalización de la vida desligaron de valor divino o supremo la vida en el mundo. Ciencias y teorías del Estado se erigieron como respuestas ante el derrumbamiento del orden teocrático y la transformación de las concepciones del tiempo, del espacio y del hombre como efecto de su re- inscripción en un orden inmanente. Del tiempo “verdadero”, primordial y finito provisto por la eternidad de Dios, se pasó al tiempo terrenal, secular e infinito, desde entonces horizonte ilimitado de toda generación. El universo dejó de ser un cosmos concéntrico creado por Dios para convertirse en una extensión espacial ilimitada. La naturaleza no fue vista como animada y se la empezó a comprender como una máquina cuyo funcionamiento regular podía ser conocido por la razón. La destrucción del cosmos y la geometrización del espacio operaron cambios fundamentales en la conexión reflexiva entre el ser y el mundo. El horizonte ilimitado brinda al hombre una nueva perspectiva donde el discurso sobre el poder adquiere nuevo sentido. Ante un escenario que aparecía anárquico y desconocido y aceptado el ocaso de la divinidad, el hombre asume la misión de controlar a la naturaleza y también a sus semejantes. La secularización transformó los lazos sociales. En tiempos medievales, las relaciones eran personales, directas e inmediatas. La acción social se inspiraba en el sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los partícipes que constituían un todo. La explotación y la sujeción inherentes a toda sociedad jerárquica no estaban excluidas. En tránsito al capitalismo, el ethos comunitario de las sociedades feudales se erosionó y dió paso a las relaciones “libres” de capital- trabajo. La noción de sociedad emerge como un locus abstracto donde las relaciones sociales “se inspiran en una compensación de intereses racionales” (Weber, 2002:33). La Ilustración y las Revoluciones burguesas desatadas un siglo después, harán eco de la tendencia e instalan al nuevo protagonista de la historia: un sujeto autónomo, emancipado de lazos feudales y libre de cargas tradicionales. El programa filosófico y la doctrina económica del liberalismo definieron una subjetividad anclada en la búsqueda del interés privado donde aspiraciones como la propiedad, la acumulación, la intimidad, el bienestar y la seguridad desplazaron los antiguos códigos de honor y de sangre. Rechazaron cualquier tipo de autoridad (ancestral, divina o monárquica) que pudiera recaer sobre el individuo e inhibir la voluntad personal, ahora erigida como única ley fundamental. El tránsito de la comunidad a la sociedad, tan mentado por sociólogos como Weber y Tönnies, representa la disyuntiva del sujeto entre mantenerse atado a lazos de sujeción pero conservar su sentido en relación con un orden que lo trasciende, o liberarse y vivir sólo para sí mismo. Autores como Lipovetsky (2002), hallan la clave de la pacificación de los comportamientos en esta inversión de relaciones entre el hombre y la comunidad. Afirma: “cuando la prioridad del conjunto social se diluye en provecho de los intereses y las voluntades de las partes individuales, los códigos sociales que ligaban al hombre a las solidaridades de grupo ya no pueden subsistir: cada vez más independiente en relación a las sujeciones colectivas, el individuo ya no reconoce como deber sagrado la venganza de sangre, que durante milenios ha permitido unir el hombre a su linaje. No sólo por la ley y el orden público consiguió el Estado eliminar el código de la venganza, sino que de una manera igualmente radical fue el proceso individualista el que, poco a poco, socavó la solidaridad vengativa” (Lipovetsky: 2002, 193). Veamos esto de manera más detenida. La conjura política: la emergencia del Estado Derruido el poder teológico, la legitimidad sociopolítica debió asentar en las ficciones de la voluntad individual. Por oposición a la tradición, el Estado racional-burocrático apoyó en acciones reguladas por dimensiones culturales y simbólicas particulares que ciñeron la dimensión política e institucional. La modernidad implicó un cambio ontológico en el modo de regular la reproducción social. Trastrocó el sentido temporal de la legitimidad, en cuanto cambió como criterio orientador de la acción humana el pasado por el porvenir. Desligado de fundamentos ulteriores, el poder del hombre moderno seguirá dos coordenadas: el dominio de la naturaleza, a través de la ciencia y el dominio del propio ser humano, a través de la política y el derecho. El poder no deja de significar principalmente dominar algo que escapa y se vuelve incierto permanentemente. No es casual que el discurso de la física conciba la naturaleza como un inmenso campo de fuerzas cuyos movimientos trata de conocer y regular mediante leyes. Tampoco es azar que en esta nueva visión, el hombre aparezca como un campo atravesado por el choque violento de dos fuerzas primordiales: la razón y las pasiones. Como resulta- Página | 16 do de la caída del paradigma divino y la legitimidad trascendente, hombre y naturaleza empiezan a ser comprendidos como campos de fuerzas antagónicas. La naturaleza, al presentarse bajo ciertas regularidades, tiene posibilidades de ser dominada por las matemáticas y la física. El campo humano, carente total de leyes previas, brilla por su plena incertidumbre y debe inventar y construir su propia legalidad. A falta de un Dios que prescriba reglas o designios, la política define las relaciones humanas a través del nuevo amo seudo - trascendente: El Estado. Así lo describe Engels: … el Estado no es de ningún modo un poder impuesto desde fuera a la sociedad; tampoco es “la realidad de la idea moral”, “ni la imagen y la realidad de la razón (…). Es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable contradicción consigo misma y está dividida por antagonismos irreconciliables, que es impotente para conjurar. Pero a fin de que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna, no se devoren a sí mismos y no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los límites del “orden”. Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella y se divorcia de ella más y más, es el Estado (1986:290 subrayado nuestro) El estado de guerra permanente propició un pacto social. A partir del siglo XVI, un mismo organismo comienza a concentrar las funciones económicofiscales, político- militares y de seguridad interior destinadas a superar la fragmentación de la guerra civil y se imponen sobre el cuerpo social. El discurso contractualista dio lugar al nacimiento del Estado, presentado como un ente abstracto, independiente de gobernantes y gobernados, diferenciado de la sociedad civil y que da lugar a separaciones ulteriores como público- privado, individuo- colectivo, etc. Creado para diluir la guerra de todos contra todos, el Estado continuó la actividad bélica, monopolizada y disociada del valor de la venganza. La acción del Estado es una violencia instrumental conquistadora.3 Adquiere sentido por los servicios que reporta a la obtención y mantenimiento del poder, aun cuando se la presente en forma aséptica denominándola legítima. Se trata, además, de una violencia exclusiva: privilegio de la organización militar donde son cada vez menos los entendidos en tácticas guerreras, deja de ser ejercida por todos los hombres. La violencia no desaparece con el Estado. Se con- centra, monopoliza y sofistica. La violencia interindividual queda como exceso inabsorbible y sigue su propio curso. El honor y la venganza no se disipan entre los integrantes de una población, pero dejan de estar ligados o circunscritos al intercambio entre vivos y muertos. La crueldad no está amparada por el ritual ni por lo sagrado: se es cruel por gusto o por interés sin mediaciones simbólicas. De Maquiavelo a Hobbes y de éstos a Weber, la política moderna crea y re-crea repertorios de legitimación de la violencia estatal. Guerras, control de masas, pena de muerte y apropiación en manos privadas serán defendidas como parte del proceso de integración social. Los disturbios, la rebelión, el asesinato, el robo y el fraude se asocian con el caos y el desorden. El Estado, tanto como la sociedad civil, generan muerte y destrucción; solo la violencia ejercida por el primero se considera legítima. Hombre y naturaleza no fueron los únicos re- inscriptos en un orden inmanente. El mal adquirió carnadura y existencia mundanas. Los tiempos en los que era un mero defecto o una desviación dentro del horizonte de lo permitido por el Creador dieron lugar a la versión de un mal original, constitutivo y a una violencia inherente y consubstancial a los individuos. Egoísmo y violencia irrumpen como fuerzas destructoras e incontrolables combinadas con otras pasiones humanas. Por fin, la única fuente del “derecho a la violencia” es el Estado: “aquella comunidad humana que en el ámbito de determinado territorio reclama, con éxito, como propio, el monopolio de la violencia física legítima” (Weber, 1989: 9). Esta condición, otorga al Estado su particularidad frente a otras instituciones. Para cumplir con sus fines y mantener la coacción física en estado potencial, sólo actualizado en caso de resistencia o transgresión del orden, le permite acceder a otros medios (administrativos, económicos, informativos). Desde aquí, se establece el significado de la política como “la aspiración a participar en el poder o a influir en el reparto del poder entre los diversos estados, o en el interior de un mismo Estado, entre los diversos grupos de individuos que lo constituyen” (ibíd.), o lo que es lo mismo, en la lucha por el monopolio de la violencia física legítima. Surgen dos preguntas: ¿qué pasa con la violencia ejercida por asociaciones y /o actores diferentes al Estado? y, ¿qué hace ilegítima la violencia de éstos respecto a la de aquél? Weber finca la diferencia en el control permanente del territorio y en el proceso de legitimación de acciones y ordenaciones de las asociaciones en el sistema político, que dan carácter de validez entre los individuos que habitan tal terri- Página | 17 torio. Así, “un grupo armado puede apoderarse del poder político, pero su permanencia y constitución como Estado depende de que apoye su poder en un orden legítimo” (Serrano, 1994:44). La legitimación supone un largo proceso de centralización y diferenciación del poder político, conducente al monopolio de la violencia legítima. El análisis de Weber sobre la aparición y el significado del Estado Moderno en Europa, ilustra su tesis sobre la progresiva legitimación del poder. El reclamo estatal del monopolio de la violencia legítima remite al proceso histórico ocurrido en algunas ciudades- estado italianas y durante el Renacimiento. Para asegurar la prestación de servicios del naciente estado- nacional instituyeron un cuerpo legal obligatorio para los ciudadanos dentro de sus fronteras territoriales, un ejército único encargado de proteger la seguridad de la ciudadanía mediante el uso o la amenaza de fuerza física y un cuerpo burocrático estable. El proceso de centralización se inició con la expropiación de depositarios independientes y privados del poder administrativo y finalizó con el control de todos los medios de organización política del estado concentrados en la cabeza de un solo gobernante. La organización del Estado Moderno, fenómeno constitutivo del proceso de racionalización occidental, se caracterizó por la institucionalización de un aparato racional apoyado sobre un sistema de control centralizado y estable que dispone de poder permanente y centralizado, monopoliza la creación del derecho y el empleo legítimo de la fuerza; organiza la administración en forma de una dominación de funcionarios especializados (burocráticamente). El Estado no es el único medio de conjura de la violencia. Un segundo dispositivo le acompaña en la tarea. La conjura económica: intercambiando con el hostis En el tránsito de sociedades agrarias a las capitalistas aparece el segundo dispositivo de conjura de la violencia: el mercado. La economía natural regía las primeras, que producían artículos para consumo propio dentro de grupos económicos cerrados y no para el cambio. En la economía mercantil, los productos del trabajo se destinan a la venta en el mercado. En la economía natural, la sociedad se componía de unidades económicas diversas y con escasa división del trabajo. Cuatro procesos favorecieron el paso de economías naturales a las mercantiles: i. el desarrollo de fuerzas productivas; ii. el proceso de concentración de medios de producción y frutos del trabajo en manos privadas; iii. el crecimiento de relaciones monetario-mercantiles y, iv. el desarrollo de la división social del trabajo. En el capitalismo se hace dominante la economía mercantil, presente en los modos de producción esclavista y feudal pero con extensión limitada. Casi todo lo que se producía se destinaba a satisfacer necesidades de los productores y de las clases explotadoras sin asumir la forma de mercancía. El advenimiento del Estado moderno tiene como correlato económico el capitalismo. La autoridad estatal sufre un giro fundamental al requerir un grado elevado de organización monopolista. Los individuos aislados pierden la libre disposición sobre medios militares, que se reservan al poder central. Mediante la tributación, éste se apodera de parte de las propiedades e ingresos de las personas. Los medios financieros que afluyen sostienen el monopolio de la violencia y éste, a su vez, subvenciona y mantiene el monopolio fiscal. Ambos son simultáneos, dos caras de la misma organización. Cuando desaparece uno, desparece automáticamente el otro, aunque a veces, uno de los miembros de la dupla puede ser más débil que el otro”. Con el capitalismo, la producción de artículos se destina al cambio en el mercado a través de compra y venta de mercancías. La división social del trabajo, el trabajo asalariado y la existencia de productores dueños de medios de producción son requisitos sine qua non que se generalizan en cuanto artículos de consumo, los medios de producción y la propia fuerza de trabajo devienen en mercancías. Más adelante veremos que la contradicción entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de apropiación de los frutos del trabajo, o lo que es lo mismo, la lucha entre capital y trabajo son inherentea a la producción mercantil basada en la propiedad privada sobre los medios de producción (Marx, 1971). De ahí la importancia de volver la vista sobre la violencia producida en el mercado, ámbito presentado ficcionalmente como neutral. Las tierras se compran y venden, los bienes raíces se convierten en realidad social extendida, se desarrollan intercambios mercantiles, crece la industrialización, los desplazamientos poblacionales y el salariado. Las relaciones del hombre con la comunidad mutan hacia lo que puede resumirse como individualismo, que corre paralela con una aspiración sin precedentes por dinero, intimidad, bienestar, propiedad, y seguridad, diferentes a las propias de la organización social tradicional. Ante el Estado centralizado y el mercado, surge el individuo moderno, que rechaza reglas ancestrales exteriores a su voluntad íntima y que sólo reconoce como ley fundamental su supervivencia e interés personal, plenamente absor- Página | 18 bido por la dimensión privada, Para Rosanvallon (2006), la “sociedad de mercado” remite a la perspectiva de una sociedad civil autorregulada. Supone que la confrontación de intereses genera una armonía que ni la política ni la moral sabían concretar. Se opone a las teorías del contrato social, que implican una organización voluntarista del lazo social. Surge la noción de capitalismo utópico, tentación e ilusión de “Sustituir el cara a cara de los individuos y el debate de los ciudadanos por el reino de los procedimientos anónimos e impersonales”. La economía fue concebida por liberales como Adam Smith en la realización de la política y la filosofía y eclipsó los planteos contractualistas. Entendió que la sociedad «puede subsistir entre los hombres, como subsiste entre los mercaderes, por medio del sentimiento de utilidad, sin ningún lazo de afecto, aunque entonces ningún hombre esté ligado a otro por los deberes o por los lazos de gratitud, la sociedad puede aún sostenerse con la ayuda del intercambio interesado en los servicios mutuos, a los que ha asignado un valor convenido» (citado por Rosanvallon, 2006:46) Con esta idea, el mercado se instaló como lugar para el intercambio de mercancías y y también como terreno para la realización práctica de la armonía social. La institución y regulación de lo social aparecen resolubles desde la ideología del intercambio. La guerra y la paz entre las naciones, así como el fundamento de la obligación del pacto social empiezan a explicarse desde lógicas económicas: «el mercado constituye una ley reguladora del orden social sin legislador. La ley del valor regula las relaciones de intercambio entre las mercancías, y las relaciones entre las personas que están comprendidas como relaciones entre mercancías, sin ninguna intervención exterior» (Íbid,:52). La utopía capitalista pronto mostraría sus alcances. El mercado, segundo dispositivo de conjura de la violencia, revelaría su impronta violenta, delatando su naturaleza paradójica y contradictoria. Añejo el espíritu ilustrado y declarada la guerra entre capital y trabajo, Marx identificaría en la sociedad capitalista cuatro momentos o manifestaciones de la violencia inscritos en la dialéctica opresión- liberación. La violencia opresora tendría como expresión inicial el proceso de alienación económica que supone separación, por la fuerza, entre trabajadores y medios de producción. Esta a su vez requeriría una segunda violencia, la del aparato jurídico-político (Estado), cuyas funciones fundamentales son el control coactivo de posibles desbordes de clases subordinadas o la represión violenta si se hacen efectivos. La violencia liberadora o revolucionaria opera como medio me- diante el cual las clases subordinadas, pueden revertir la situación de despojo económico y dominación ideológica desplazando del control del Estado a la clase dominante y conquistado el poder, iniciar la recuperación de las condiciones de producción. Toda violencia llegaría a su fin cuando las formas de dominación económica del orden burgués fueran sean erradicadas totalmente, es decir cuando se instaure la sociedad comunista. Marx caracteriza la relación social capitalista como relación de explotación no compuesta únicamente por la violencia y por lo tanto, no idéntica a ella. El concepto central es el de explotación y no el de violencia. Este último fenómeno adquiere sentido sólo en torno a procesos que tienen significación económica, como en la acumulación originaria del capital. Sin embargo, Marx destaca con lucidez que la relación social capitalista supone el desarrollo de clases sociales cuyo conflicto se expresa también fuera de la esfera económica de la sociedad, en el campo de la dominación política. Para Marx el conflicto político puede asumir formas violentas, pero la lucha de clases no descansa en la lucha violenta como tal, sino en el dominio del Estado por las clases sociales. Como acontece con la consolidación de la relación social en el campo de la producción, el conflicto político y la lucha por y desde el Estado, no se pueden concebir exclusivamente como fundados en la violencia. Esta aparece fundamentalmente en los momentos de transición de formas de dominación, en períodos revolucionarios o cuando se encuentran cuestionados en aspectos centrales de ordenamiento. La violencia es una opción de acción política concentrada sobre el poder del Estado que depende de la situación del poder o de dominio y no exclusivamente del ejercicio de la violencia. Más allá del hecho socio- histórico de la división del trabajo, interesa ahondar en el discurso filosófico que subyace a la representación de la sociedad civil como mercado, discurso que - como bien nota Rosanvallon (2006)-, no es de talante económico exclusivo. Intenta responder a los problemas no resueltos del contrato social y adquiere carácter político y moral. En el relato liberal, el mercado ocupa un lugar que excede los intercambios pacíficos y se adentra en la regulación de la sociedad. Marx y Engels mostraron el carácter paradójico del dispositivo mercantil y revelaron el signo encubierto de la economía capitalista: ámbito morigerador de la violencia por vía de la competencia, generador a su vez de violencia entre explotadores y explotados. Así, la competencia mercantil no sólo no es alternativa al enfrentamiento bélico, como afirman los liberales, sino que instala una Página | 19 forma de relación social que potencia hostilidades. El afán de lucro hace que el conflicto no se limite a la guerra entre estados sino que se extienda dentro de la comunidad nacional protagonizado por las clases sociales. Así se explica que gran parte de los hechos de violencia registrados en sociedades capitalistas estén más vinculados con delitos sobre bienes y propiedades y no con comisión de crímenes de sangre. La conjura ética: Disciplinamiento y gobierno de si Estado y mercado han discurrido históricamente como evidencias indomables de violencia. A cada intento de control y administración, sobreviene como reacción una violencia genera una larga espiral que en apariencia no cesa. Controlar a los individuos requirió un dispositivo más sutil y productivo. Propuso reemplazar la imposición heterónoma de fuerza por el autogobierno de la conducta: el disciplinamiento. Michel Foucault empleó en sus trabajos dos usos de la palabra disciplina: uno referido al orden del saber y otro al del poder. Entiende este último como «conjunto de técnicas en virtud de las cuales, los sistemas de poder tienen por objetivo y por resultado la singularización de los individuos» (Foucault, 1994: 516). Es una forma de ejercicio del poder que tiene por objeto los cuerpos y por objetivo su normalización. La disciplina como técnica política empezó a gestarse cuando el ejercicio monárquico del poder se hizo costoso e ineficaz, aunque su historia se extiende hasta la antigüedad. Supone una anatomía política del cuerpo cuya finalidad es «producir cuerpos útiles y dóciles o, más específicamente, útiles en la medida de su docilidad». La disciplina aumenta la fuerza económica del cuerpo al tiempo que reduce su fuerza política. No es azar que la mayor explosión de las disciplinas coincida con la emergencia del Estado moderno y el capitalismo. Paralela a la producción de cuerpos dóciles, se produjo en Occidente la reducción del gusto por la sangre y la crueldad y la suavización de las costumbres. Como bien ha marcado Norbert Elías (1988), desde el siglo XVIII se produce el rechazo paulatino de conductas violentas, al menos en sus manifestaciones más salvajes (infanticidio, homicidios, penas de muerte y duelos). Cada vez más, el individuo tiende a sancionar negativamente la violencia y la percibe como problema a erradicar. Cuando la mayoría de la población considera que existe inseguridad y violencia, lo que manifiesta es el desarrollo de intolerancia ante las expresiones de violencia más inmediatas y salvajes. Elías retorna al siglo XVI para desentrañar procesos históricos y el conjunto de pautas de comportamiento por medio de los cuales Occidente devino “civilizado”. Extiende el análisis hasta el siglo XIX. Observa las restricciones de conducta que estimularon el abandono de prácticas violentas en el estamento de caballeros y después en la aristocracia, en el afán de diferenciarse de grupos inferiores de sociedad campesina y responder a nuevas funciones en los estados centralizados. Las buenas costumbres de la clase burocrática propugnaban modos de comportamiento suaves y refinados: conductas en la mesa, en el modo de sonarse la nariz y de escupir, en dormitorio, en el trato entre hombres y mujeres y en el manejo mismo de la agresividad. Se enseñaron en manuales de cortesía, la literatura y los libros de consejo. A este conjunto de transformaciones en el carácter las denominará Elías “cambios psicogenéticos”, y se verán acompañados de una contraparte “sociogenética”: el proceso de formación estatal. Esta coincidencia es fundamental para notar cómo para el sociólogo alemán el surgimiento del Estado Moderno no es meramente un acontecimiento político, sino que es un fenómeno de altísima influencia en la organización social en la medida que incrementa las relaciones de interdependencia entre sus miembros. Centralización estatal y previsión y la racionalización de las conductas acontecen paralelamente: una vez que el Estado imponen coacciones externas sobre los individuos y feudos, se estimula la formación de auto-coacciones y controles autónomos e interiores, que garantizan la estabilidad del sistema social en su totalidad. «Solamente con la constitución de tales institutos monopólicos estables se crea un aparato formativo que sirve para inculcar al individuo desde pequeño, la costumbre permanente de dominarse; sólo gracias a dicho instituto se constituye en el individuo un aparato de autocontrol más estable que, en gran medida, funciona de modo automático» (1988: 453-454). De esta suerte, el Estado propicia la formación de un “super-yo” que hace autónomo el dominio sobre el individuo. La civilización, en resumen, es el proceso en que la ausencia relativa de controles camina hacia modos de control externos, que se generalizaron con la centralización del poder estatal, y que en las sociedades contemporáneas han implicado formas de autocontrol entre las personas. Ello supone procesos históricos de largo plazo, mediante los cuales las compulsiones externas son substituidas por las propias; la auto-constricción es la base del proceso civilizador. Acá, las transformaciones psicogenéticas que implican un cambio cualitativo en la estructura de comportamiento de los individuos se articulan con las transformaciones sociogenéticas, es decir las Página | 20 que se suceden en las macroestructura de la organización social. Una de las transformaciones más importantes del proceso civilizatorio, compromete la agresividad de los hombres occidentales. Confluyen nuevamente lógicas psicogenéticas y sociogenéticas, cambios en la estructura psíquica de los individuos y en las estructuras de organización política de la sociedad, como la centralización y monopolio de la violencia por parte del estado. Ello no significa que la agresividad y la capacidad de los hombres para la violencia y las explosiones emotivas haya desaparecido, sino que éstas, además de que se han restringido, acabando por convertirse en una serie de reglas y coacciones, se han refinado, se han transformado y “civilizado” como todas las demás formas de placer y de emotividad y únicamente manifiestan algo de su fuerza inmediata e irreprimible en sueños, en explosiones aisladas, en espacios de la vida privada, y habría que agregar que también en las simulaciones y experiencias simbólicas de violencia como las de los medios y espectáculos extremos, entre otras experiencias de la sociedad actual. No cabe duda de que el fenómeno de la suavización de las costumbres es inseparable de la centralización estatal; pero no por ello se puede considerar este fenómeno como el efecto directo y mecánico de la pacificación política. No es aceptable decir que los hombres «reprimen» sus pulsiones agresivas por el hecho de que la paz civil está asegurada y las redes de interdependencia no cesan de amplificarse, como si la violencia no fuese más que un instrumento útil para la conservación de la vida, un medio vacío de sentido, como si los hombres renunciasen «racionalmente» al uso de la violencia desde el momento en que es instaurada su seguridad. Eso sería olvidar que la violencia ha sido desde siempre un imperativo producido por la organización holista de la sociedad, un comportamiento de honor y desafío, no de utilidad. Mientras las normas comunitarias tengan prioridad sobre las voluntades particulares, mientras el honor y la venganza sigan prevaleciendo, el desarrollo del aparato policial, el perfeccionamiento de las técnicas de vigilancia y la intensificación de la justicia, aunque sensibles, sólo tendrán un efecto limitado sobre las violencias privadas. El desarrollo represivo del aparato de Estado sólo pudo desempeñar su papel de pacificación social en la medida en que, paralelamente, se instauraba una nueva economía de la relación interindividual y en consecuencia un nuevo significado de la violencia. El proceso de civilización no puede entenderse ni como un rechazo, ni como una adaptación mecánica de las pulsiones al estado de paz civil: esa visión objetivista, funcional y utilitarista, debe sustituirse por una problemática que reconoce, en el declive de las violencias privadas, el advenimiento de una nueva lógica social, de encaramiento cargado de un sentido radicalmente inédito en la historia. NOTAS 1. Según Bataille, “[e]l sacrificio restituye al mundo sagrado lo que el uso servil degradó y profanó. El uso servil hizo una cosa (un objeto) de aquello que, profundamente, es de la misma naturaleza que el sujeto, que se encuentra con el sujeto en una relación de íntima participación (…) El rito tiene la virtud de reencontrar la participación íntima del sacrificante con la víctima, a la cual le había dado una finalidad, un uso servil (2009:73, subrayado del autor): 2. El deslinde entre violencia mítica y violencia pura permite a Walter Benjamin mostrar el nexo que aparece como solución de continuidad entre violencia y derecho. En Para una crítica de la violencia, instala la distinción entre violencia fundadora y la violencia conservadora de derecho, mostrando a su vez, tres ejemplos en que la violencia aparece como un excedente del derecho: el gran “delincuente”, la “pena de muerte” y la “huelga general”. Con estos quiere ilustrar la violencia presente en el derecho mismo, pero como tal, operando fuera de éste: el derecho –como el lenguaje- requiere su propio “afuera” para confirmarse. Y señala: “(...) todos los fines naturales de personas singulares chocan necesariamente con los fines jurídicos no bien son perseguidos con mayor o menor violencia (...).” (Benjamin, 1967: 112). Para el derecho, los “fines naturales” constituyen –como en Hobbes- una violencia exterior al derecho, y por ende una amenaza fundamental. Por ello, éste ha de monopolizar la violencia no para salvaguardar sus “fines jurídicos” (la Justicia), sino sobre todo para salvaguardar el “derecho mismo”. Así, la violencia, cuando no se halla “(...) en posesión del derecho a la sazón existente, represente para éste una amenaza, no a causa de los fines que la violencia persigue, sino por su simple existencia fuera del derecho” Así, la violencia “fuera” del derecho constituye en sí misma, una amenaza para éste, pero sin embargo, su más elevada confirmación (ibíd., 112 subrayado nuestro). 3. La consolidación de los Estado europeos coincide con la era de la expansión colonial. La guerra hace tanto a la definición de sus fronteras como la adquisición de recursos en las metrópolis. A esto nos referimos cuando hablamos de violencia conquistadora. Página | 21 Artículo Especial La violencia y la seguridad, reconocidos como problemas sustantivos a nivel universal, han merecido abundantes estudios. Dos investigadores de CONICET analizan la cuestión a nivel latinoamericano. Agradecemos el permiso para duplicar la presentación , publicada en Relaciones Internacionales 2013;45:1-22. Agregamos resumen en portugués Seguridad y violencia en el actual escenario latinoamericano: de la teoría a la praxis Carolina Sampó*, Mariano Bartolmé** *Becaria posdoctoral del CONICET, Doctora en Ciencias Sociales (UBA), Magister en Estudios Internacionales (UTDT) y Licenciada en Ciencia Política (UBA), Docente de la UBA. [email protected] **Doctor y Licenciado en Relaciones Internacionales (USAL). Magister en Sociología (ULZ/IVVVVE- Academia de Ciencias República Checa). Docente de la UNL, UNLP y USAL. [email protected] Resumen: De acuerdo con el informe global de homicidios de Naciones Unidas (2011), América Latina es actualmente el continente más violento del mundo. Esa violencia, no es homogénea y su incremento obedece en gran medida a los cambios que sufrió el escenario de seguridad internacional en general y latinoamericana en particular. Es por eso que se hace necesario diferenciar los tipos de violencia existentes en distin- tas sociedades, así como el impacto que su presencia tiene sobre la ciudadanía. Como resultado, llama la atención que aquellos países con los indicadores más altos en términos de violencia objetiva, presentan tasas de violencia subjetiva sugerente- mente bajas. Sin duda este fenómeno se debe a las características culturales de cada país pero también a la naturaleza de la violencia y a su vínculo con la criminalidad organizada. Resumo De acordo com o relatório global de homicídios de Nações Unidas (2011), a América Latina é atualmente o continente mais violento do mundo. Essa violência não é homogênea e seu acréscimo obedece em boa medida às mudanças que sofreu o panorama de segurança internacional, em geral, e da América Latina, em particular. É por isso que se torna necessário diferenciar os tipos de violência existentes em diferentes sociedades, bem como o impacto que sua presença tem sobre a cidadania. Como resultado, chama a atenção que aqueles países com os indicadores mais altos, relativos à violência objetiva, apresentem taxas de violência subjetiva sugestivamente baixas. Sem dúvida, este fenômeno se deve às características culturais de cada país, mas também à natureza da violência e a seu vínculo com o crime organizado. Abstract: According to the United Nation´s Global Study on Homicides (2011), Latin America is currently the world´s most violent continent. Such violence is not homogeneous and its increase is related to the changes suffered by the international security scenario in general and particularly in Latin America. Thus, is necessary to differentiate the vio- lence that exists in different societies as well as the impact their presence has in the citizenship. As a result, it is noteworthy that those countries with the highest indicators in terms of objective violence suggestively presents low rates related to subjective vio- lence. There is no doubt that this phenomenon is due to each country´s cultural char- acteristics but also to the nature of violence and its links with criminal organizations Página | 22 Introducción: Una aproximación a la Seguridad Internacional Luego de más de cuatro décadas de ampliación y complejización de la agenda internacional, y como corolario de los atentados terroristas que tuvieron lugar el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, los temas de seguridad se reposicionaron y alcanzaron el tope de dicha agenda. En este contexto, tanto la inestabilidad y volatilidad del tablero global, un “mundo desbocado” al decir del teórico británico Ralf Dahrendorf (2005), como la incertidumbre que deriva de este estado de cosas, apuntalan la jerarquización de este campo de conocimiento, la Seguridad Internacional. América Latina no ha sido ajena a estas modificaciones y ha centrado su atención en amenazas no convencionales, a partir de la desactivación de las típicas hipótesis de conflicto interestatales. A los conflictos intraestatales vinculados a la creciente influencia de las amenazas transnacionales, es necesario sumar los problemas de gobernabilidad y debilidad institucional que complejizan la esfera sociopolítica y dificultan el ejercicio efectivo de la soberanía por parte del Estado. En este sentido, el presente trabajo pretende, por un lado, explorar los alcances de los conceptos Seguridad y Violencia desde una perspectiva teórica; y, por otro, desde un análisis más vinculado a la realidad cotidiana de nuestra región, abordar la actual situación de Seguridad. Con este objetivo, el trabajo se dividirá en cuatro secciones. La primera buscará definir acabadamente los límites y contenidos del concepto Seguridad, ya que existen diversas interpretaciones sobre sus alcances. Sin embargo, cabe aclarar que el relevamiento no pretende ser exhaustivo. En segundo lugar, se analizará la idea de Violencia –principalmente vinculada a la criminalidad–, en tanto fenómeno cada vez más presente en la región, a punto tal que en algunos Estados ha pasado a ser la norma a la hora de resolver controversias debido en gran parte a la debilidad institucional imperante. Terce- ro, se efectuará un relevamiento de la situación de América Latina en térmi- nos de Seguridad, enfatizando en el alcance del fenómeno de la violencia vinculada a la criminalidad, pero sin perder de vista sus aristas tradicionales entendidas en clave interestatal. Finalmente, en las conclusiones se intentará establecer cómo ha cambiado la realidad latinoamericana en los últimos años. Una aproximación al concepto de Seguridad En el ámbito de las Relaciones Internacionales, los límites y alcances del concepto Seguridad son objeto de controversia, desde el momento en que existen dos perspectivas antagónicas que priorizan diferentes aspectos de la arena global contemporánea. Una primera lectura utiliza el prisma westfalia no y entiende la Seguridad Internacional en clave exclusivamente estatal, asignándole al “poder duro” un papel central. Es lo que Walt (1991) resalta como“estudio de la amenaza, uso y control de la fuerza militar”. En consecuencia, la Seguridad se equipara implícitamente a la Defensa y se la acota al empleo de las Fuerzas Armadas como instrumento pensado con el objetivo de prevalecer en un conflicto armado, frente a oponentes de características similares pero pertenecientes a otro actor estatal. Esa primera visión descuida el carácter multidimensional de la seguridad en beneficio del poder militar. De allí la importancia de la segunda perspectiva, que tilda de reduccionista la concepción anterior y propone una agenda temática dinámica, multifacética y cambiante. Se destaca de esta óptica que las heterogéneas cuestiones que componen su agenda no sólo se influencian entre sí, sino que incluso en algunos casos se potencian. De allí la necesidad de recurrir a un abordaje que considere las mencionadas interacciones y sus efectos (Moller, 2000), reemplazando al clásico binomio Estado-poder militar por un amplio rango de temas de interés y actores, admitiendo el fin del monopolio del protagonismo estatal, incorporando de esta manera nuevas dimensiones de análisis (Buzan, 1997). La flexibilización de la matriz westfaliana y de su lógica interestatal intrínseca permitió y promovió la incorporación de actores no estatales y dinámicas transnacionales a los análisis de Seguridad Internacional. En consecuencia, este último enfoque resulta más útil que el anterior en términos analíticos puesto que pone de manifiesto la complejidad del mundo actual y de las relaciones entre diferentes actores del sistema internacional. De allí que permite una aproximación más acabada a los fenómenos que intervienen en la Seguridad Internacional, en especial del crimen organizado y la violencia que se relaciona con él. Por otro lado, en este proceso de flexibilización de los planteos limitados a la lógica westfaliana tuvieron un enorme efecto los enfoques llamados “reflectivistas”, los cuales intentan pensar en términos diferentes los realistas y liberales en torno a dos ejes básicos: los temas que integran la agenda de las Relaciones Internacionales, y sus criterios espaciales. Ambas cuestiones dan lugar a las principales corrientes reflectivistas, que suelen presentarse de manera combinada: postmodernismo y constructivismo. Página | 23 El constructivismo acusa a los enfoques teóricos tradicionales de materialistas, al enfatizar en la distribución de poder, siendo que lo distintivo de las Relaciones Internacionales no es material sino social, que no es objetivo ni externo al individuo. En la visión constructivista, el sistema internacional no es algo “allí afuera” que existe por sí mismo; por el contrario, existe a partir de ideas, normas y creencias compartidas por una determinada cantidad de gente en cierto momento. Y como apunta acertadamente Alexander Wendt, uno de los referentes de esta corriente: si las ideas, normas y creencias cambian, también cambia la situación internacional. Aplicando estos enfoques a la cuestión de la Seguridad, el constructivismo pretende contestar los siguientes interrogantes básicos: ¿cómo se desarrollan las percepciones vigentes en esta materia, cómo ingresan en el debate público y cómo se institucionalizan en organizaciones, roles y prácticas? La respuesta a estas preguntas adopta un doble formato: por un lado, la deconstrucción y resignificación de conceptos centrales para esta área de conocimiento y, por el otro, la importancia de la idea de “securitización”entendida como un proceso discursivo y político mediante el cual una comunidad decide tratar algo como amenaza a un objeto de referencia valuado, habilitando de esa forma la adopción de medidas urgentes y excepcionales para contrarrestar tal amenaza. Como indicó Ole Wæver (1999), uno de los más importantes referentes de la corriente, la “realidad objetiva” de una amenaza a la seguridad es menos importante que su percepción por parte de los gobiernos y sociedades. Más allá de las divergencias planteadas, tanto la perspectiva westfaliana como la multidimensional aceptan cinco aseveraciones que ayudan a establecer sus características comunes. Primero, que la seguridad es una necesidad insoslayable, tal cual lo señala el psicólogo Abraham Maslow al destacar que la seguridad constituye la principal necesidad del ser humano una vez satisfechos sus requerimientos fisiológicos1. Actualmente, el Estado es el encargado de satisfacer esa necesidad primaria de seguridad en todos los planos, desde el nivel local hasta el internacional, y cualquier insuficiencia o ineficacia en este sentido no mella en modo alguno la búsqueda por parte de los ciudadanos de una satisfacción a su demanda, en forma individual o colectiva. En todo caso, ante la incapacidad del Estado, la sociedad civil reorienta la satisfacción de sus demandas hacia proveedores alternativos, como pueden ser empresas de seguridad, consultoras, compañías militares privadas e inclusive grupos criminales, poniendo de esta forma en jaque a la seguridad como bien público y resignificándola como mercancía o “commodity” (Krahmann, 2008). En segundo y tercer término, la seguridad tiene una doble dimensión: una estática, definida como estado de cosas; y otra dinámica que la concibe como una acción tendiente a lograr esa situación. Esta diferencia es más nítida en idioma inglés, donde se discrimina entre los conceptos safety y security. En su dimensión estática, parafraseando lo postulado por Wolfers (1952) hace ya medio siglo2, la seguridad podría ser entendida como una situación que, en forma simplificada, se caracteriza por la “ausencia de amenazas”, entendiendo una amenaza como “probabilidad de daño”. Por otro lado, en su dimensión dinámica, la seguridad refiere a las medidas o acciones conducentes a este último objetivo. La seguridad, concebida como medida o acción instrumental, puede ser descompuesta en conceptos y políticas. En este sentido, los conceptos refieren a las diferentes bases en que confían para su seguridad los actores, incluyendo y combinando múltiples elementos, mientras las políticas de seguridad traducen los conceptos en medidas instrumentales concretas. En este plano se inserta el diseño e implementación de políticas públicas, entendiéndolas como un conjunto organizado y estructurado de acciones que bus- can generar situaciones, bienes y servicios públicos para satisfacer las demandas de los ciudadanos y transformar condiciones de vida (Gómez Rojas, 2008)3. En cuarto lugar, el asunto de la Seguridad revela un importante aspecto subjetivo, donde las percepciones ocupan el centro de la escena. Aunque la violencia produce inseguridad, conviene agregar aquí que la “sensación” de inseguridad está fuertemente influida por la representación que exista sobre la violencia que la genera. En el mundo contemporáneo, el aspecto subjetivo de la seguridad es particularmente permeable al efecto de los medios de comunicación. La mayor o menor atención dedicada a estas cuestiones por parte de la opinión pública, así como sus valoraciones y tomas de posición, obedecen en buena medida a la acción mediática. Asimismo, las tasas de victimización (videinfra) y el nivel de miedo que tiene lugar en las sociedades azotadas por la violencia aparecen como indicadores relevantes a la hora de analizar la situación de Seguridad. Finalmente, a partir de la idea de amenaza, la Seguridad se vincula íntimamente con la cuestión de la violencia, un concepto que veremos en detalle en la próxima sección. Sin embargo, a modo de adelanto, podemos destacar que la violencia puede ser entendida como la intervención voluntaria de un individuo o grupo contra otro individuo o grupo, que tiene Página | 24 como objeto destruir o dañar, y que se ejerce contra la voluntad de quien la sufre (Bobbio, Matteucci & Pasquino, 1983). La violencia reconoce como notas distintivas la heterogeneidad y complejidad, pudiendo asumir diferentes formas y siendo clasificable de acuerdo a distintas variables. Violencia: un concepto con múltiples aristas Los alcances de la violencia se han vuelto centrales para entender la realidad que azota a América Latina. En este sentido, es necesario destacar que existen diversas aproximaciones a un fenómeno que se ha vuelto cotidiano en nuestra región, como veremos. Sin embargo, cabe aclarar que nuestra presentación no pretende ser ni exhaustiva ni excluyente. En primer lugar, autores como Cornblit (2001) consideran que los individuos son violentos por natu- raleza, aunque existen determinadas situaciones que favorecen el desarrollo de esa condición humana, siempre latente. En este sentido, queremos subrayar que la sensación de impotencia en torno a la debilidad o ineficacia de las instituciones, así como la falta de protección por parte del Estado a favor de los ciudadanos, conllevan la búsqueda de métodos alternativos de resolución de controversias que muchas veces involucran el uso de la violencia. En esta misma línea de pensamiento podemos destacar la definición acuñada por Concha Eastman: “La violencia es la expresión de una relación en la que el conflicto que la precede no se resolvió y el o los actores optan por la agresión” (Concha Eastman, 2002: 504). Aunque existen distintas formas de aproximarse a este fenómeno, un importante número de autores coinciden en que es una expresión de insatisfacción que se establece como un mecanismo de resolución de conflictos, especialmente allí donde las instituciones son débiles. Sodré aporta a esta primera noción la idea de violencia visible o anómica, como ella la denomina, que es aquella entendida como “la ruptura, por la fuerza desordenada y explosiva, del orden jurídico-social, y que puede eventualmente dar lugar a la delincuencia, a la margina- lidad o a otras muchas ilegalidades cohibibles por el poder del Estado” (Sodré, 2001:18). Sin duda, la noción de violencia social descripta por Concha Eastman (2002) da cuenta de los fenómenos mencionados por Sodré, ya que hace referencia a la violencia que rompe con la convivencia, con la tolerancia por la diferencia y con el derecho a disfrutar de los espacios públicos. Violencia íntimamente relacionada con el avance del crimen organizado en nuestras sociedades. Esa violencia social puede adoptar más de una forma, de allí la distinción que destacan Morrison, Buvi- nic y Shifter (2005:126) entre violencia instrumental y violencia emocional. Estos autores entienden por violencia instrumental “aquella que se usa como medio para obtener un propósito”, mientras que la violencia emocional da cuenta de una respuesta agresiva que surge como un fin en sí mismo, que no puede ser explicada a partir de un cálculo racional, ya que quienes la practican no se detienen a estimar costos y beneficios antes de incurrir en su ejercicio. En este mismo sentido, Crettiez destaca que la violencia puede ser una pulsión que tiene como fin último destruir o ensuciar al otro, sea para satisfacer la ira, el odio o cualquier otro sentimiento negativo. En este último caso, podríamos hablar de violencia pasional, ya que “sirve para expresar un furor colectivo o individual, una frustración y una cólera pasajeras” (Crettiez, 2009:17). En resumen, existen dos tipos de violencia: una que busca alcanzar un objetivo determinado mientras la otra es sencillamente el resultado de una emoción que no puede ser contenida, por lo que no contempla un análisis de la acción a realizar. Esta última es un comportamiento impulsivo que sólo puede ser explicado desde la psiquis y la realidad socioeconómica que transita quien la ejerce. De allí que es la violencia más difícil de prevenir porque es difícil de imaginar. Adicionalmente, es necesario destacar que la violencia puede también ser directa o indirecta. La primera hace referencia al uso inmediato de la fuerza física, mientras que la violencia indirecta o latente incorpora diversos modos de presión o coerción que pueden ser económicos, políticos o psicológicos y se constituyen en fuentes de la amenaza (Sodré, 2001). En este sentido, el poder que detenta quien ejerce la violencia indirecta sobre aquellos a quienes la aplica, es central para entender el alcance de sus amenazas. Retro-alimentando este pernicioso fenómeno, la credibilidad que le confieren los afectados contribuye a la construcción de un poder cada vez mayor. La violencia más temida es la más irracional, repentina y extrema que, a su vez, es la más visible. Esa visibilidad hace referencia a dos cuestiones: por un lado, a cómo la sociedad se enfrenta a un escenario de omnipresencia de la violencia donde el miedo es un sentimiento permanente; y, por otra parte, a cómo los sujetos que llevan adelante los actos violentos se convierten en individuos visibles para la sociedad. Este último punto hace referencia a la marginalidad y la exclusión social, dos cuestiones que subyacen a la inseguridad y la violencia que se encuentran muy presentes en América Latina. A partir de este marco conceptual, podemos resumir Página | 25 que la violencia que nos interesa analizar es aquella que rompe con las reglas de convivencia y proviene de actos irracionales, que se enmarca en variables culturales y psicosociales particulares, distintas a las que imparte la sociedad. Esta socialización alternativa a la que se hace referencia, lleva a los sujetos en cuestión a poner en jaque su propia subsistencia a la hora de exponerse cotidianamente a la violencia. Nos centramos entonces en la violencia relacionada al crimen organizado, no sólo por las características de su accionar sino también porque el beneficio económico se posiciona por encima de cualquier otro valor, incluidas la vida y la muerte. En este sentido, vale destacar que las normas y los valores que permiten dirimir lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto, que predeterminan el tipo de comportamiento e incluso la forma de vida que desarrollará un individuo, se establecen a partir del tipo de socialización a la que se estuvo expuesto. Aunque todas las sociedades cuentan con un patrón de socialización común –que se imparte desde la escuela y las instituciones públicas, por ejemplo–, quienes se encuentran marginados o excluidos encuentran un patrón alternativo que muchas veces se genera en la calle. De allí que la violencia pasional cuente con mecanismos de justificación cultural, más allá de la frustración que se haya generado a partir del vínculo social establecido, como destaca Crettiez (2009). Adi- cionalmente, es necesario entender que la violencia tiene una dimensión identitaria, donde ya no es una expresión de ira, sino que se convierte en un medio para afirmar una identidad colectiva de aquellos que la practican (Crettiez, 2009). La violencia parece funcionar como delineadora de identidades colectivas y reivindicatorias de una visibilidad pública (Sodré, 2001). El uso de la violencia, en este contexto, tiene como objetivo incrementar la cohesión y homogeneización grupal, así como reforzar los lazos de solidaridad entre los miembros, muchas veces basados en la complicidad y el miedo. La seguridad y La violencia en clave latinoamericana Los cambios registrados en el plano global de la Seguridad Internacional han hecho surgir una nueva lectura de la situación que transita América Latina. A partir de ella se advierte la persistencia de temas tradicionales que coexisten con problemáticas de aparición más reciente, o que se han revalorizado en los últimos tiempos, en el marco de una agenda sumamente dinámica. Fruto del encauzamiento de los conflictos interestatales a través del diálogo, del avance de la democracia y de la paulatina consolidación de ámbitos multilaterales para el tratamiento de las cuestiones de seguridad, América Latina en su conjunto se constituyó en lo que usualmente se conoce como Zona de Paz. La característica distintiva de un área geográfica de ese tipo, similar a la categoría de paz positiva que propone Kacowics, es que refleja valores compartidos (incluida la democracia, entre otros) y la decisión de sus miembros de no competir entre sí en términos de realpolitik (Khalilzad, 1995). A pesar de este promisorio cuadro de situación, durante la primera década del presente siglo se asistió a un aumento del gasto militar latinoamericano, que estuvo a tono con las tendencias vigentes en todo el orbe aunque se mantuvo por debajo del promedio internacional. El inventario de motivaciones que parecen subyacer a esas compras es por demás extenso, aunque en un listado no exhaustivo podrían incluirse una o más de las siguientes nueve causas: i) el reemplazo de material obsoleto o que está llegando al fin de su vida útil (Chile, Perú, Brasil, Venezuela, Colombia); ii) la sustitución de proveedores, por razones políticas o económicas (Brasil, Venezuela); iii) el combate contra organizaciones insurgentes o criminales (Colombia, Perú, México); iv) la preservación de recursos naturales escasos, percibidos como vulnerables a apetencias exógenas (Brasil); v) la ocupación de espacios geográficos vacíos o carentes de presencia estatal efectiva (Brasil, Bolivia); vi) la participación en operaciones multinacionales (Argentina, Uruguay); vii) la percepción de EEUU como un oponente hostil, en base a considerandos ideológicos (Venezuela); viii) la búsqueda de prestigio y la optimización del status internacional del país (Brasil); y ix) las donacio nes y oportunidades de venta especiales (Bolivia, Ecuador) (Bartolomé, 2010). El positivo escenario que exhibe América Latina desde una perspectiva clásica de la seguridad, planteada en estrictos términos westfalianos, coexiste con una situación mucho más complicada en materia de amenazas no convencionales, protagonizadas por Página | 26 actores no estatales y desplegadas espacialmente en forma transnacional; en este plano, la región pierde sus ventajas relativas para integrarse a un tablero global inestable y volátil, con altos niveles de incertidumbre. Dentro del inventario de amenazas transnacionales presentes en este espacio geográfico se destacan, tanto por sus dimensiones como por su complejidad, el terrorismo y la criminalidad organizada bajo diferentes manifestaciones. Es usual que ambas problemáticas se vinculen de manera directa con la cuestión de la gobernabilidad, cuyo deterioro más allá de ciertos niveles puede dar lugar a una erosión de la capacidad estatal para ejercer autoridad y control sobre todo su territorio y monopolizar la violencia de manera efectiva. En ese proceso de “fragilización” del Estado (Woodward, 2006), la pérdida de control sobre espacios geográficos cada vez más amplios los torna atractivos para el asentamiento de organizaciones vinculadas con la criminalidad y el terrorismo. Como consecuencia, aparecen las denominadas áreas grises, generalmente localizadas en zonas de frontera, donde la presencia de organizaciones vinculadas a amenazas transnacionales resalta las limitaciones y falencias en términos de control, de los sistemas estatales (Sampó, 2003). Por su relevancia, entre las consideradas áreas grises latinoamericanas, se destaca la Triple Frontera, donde confluyen los límites de Argentina, Brasil y Paraguay. Allí las actividades criminales son diversas, aunque se concentran mayoritariamente en el contrabando y la falsificación, configurando la estructura económica ilícita más grande del hemisferio, incluyendo en su evaluación el lavado de dinero, de acuerdo a un reporte financiero estadounidense (Brown, 2009). Accesoriamente, las investigaciones llevadas a cabo en torno al papel desempeñado por la Triple Frontera en los atentados perpetrados en Buenos Aires en 1992 y 1994 demuestran que estos espacios pueden ser funcionales a la actividad de organizaciones terroristas (Bartolomé, 2002). Un listado no exhaustivo de las más notorias áreas grises en el hemisferio, que ayuda a comprender su situación en materia de amenazas transnacionales, incluye las selvas del Darién panameño, linderas con Colombia; la zona que coincide con los vértices de Colombia, Brasil y Perú, donde se ubica el complejo urbano Leticia-Tabatinga; el espacio cercano a la confluencia fronteriza de Ecuador, Perú y Colombia, con epicentro en Lago Agrio; la porción occidental de la península de la Guajira, destacándose la ciudad colombiana Maicao; las zonas orientales del departamento paraguayo de Amambay cercanas a Brasil, donde se asientan las localidades Pedro Juan Caballero y Capitán Bado; los confines del departamento boliviano de Pando, linderos con Perú, y los espacios septentrionales de Guatemala, en la frontera con México. Cabe destacar que en la actualidad no se registra en el espacio latinoamericano actividad permanente de organizaciones terroristas “puras”, en el sentido de entidades que, además de apelar en forma premeditada a la amenaza o el empleo del terror contra blancos civiles o no combatientes, con el objeto de influenciar a una audiencia, responden a motivaciones políticas4. Diferentes son los casos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el país homónimo, y Sendero Luminoso (SL) en Perú, que son grupos que reflejan un proceso de transformación en cuyo marco abandonaron en forma total o parcial sus objetivos políticos fundacionales para perseguir metas más asociadas con la obtención de lucro5. En lo referente a la criminalidad organizada, Latinoamérica se encuentra plenamente inserta en los esquemas globales de esta amenaza transnacional cuyas dimensiones son enormes. En este contexto, existen autores que hablan de las “cinco guerras de la globalización” en referencia a las expresiones predominantes del crimen organizado contemporáneo, a saber: el tráfico ilegal de drogas, armas, personas, propiedad intelectual y dinero (Lutes, 2008). Todas ellas están presentes en América Latina, aunque no con igual intensidad. Nítidamente se destaca por su gravedad la producción y tráfico ilícitos de drogas. En este panorama, América del Sur juega un rol clave: sin tomar en cuenta volúmenes marginales de heroína y cannabis, el subcontinente es responsable por la totalidad de la cocaína que se produce a nivel mundial. La Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia identifica cuatro características distintivas del crimen organizado en América Latina: i) su aumento cuantitativo, tanto por el tráfico internacional como por el control de los mercados domésticos por parte de los grupos en pugna; ii) el crecimiento de la violencia, que alcanza a todos los sectores de la sociedad; iii) la proliferación de vínculos con la esfera política y la infiltración en las instituciones democráticas; finalmente, iv) la corrupción de los funcionarios públicos, con especial énfasis en miembros de los organismos de seguridad y policiales (Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, 2009). En este marco,la violencia vinculada a la criminalidad tiene en América Latina carácter “pandémico”6 y le costaría a sus ciudadanos más de US$ 16 mil millones Página | 27 anuales. Además, cabe destacar que la región tiene apenas el 8 % de la población mundial, pero acapara más del 30 % de los homicidios y casi el 70 % de los secuestros extorsivos que se cometen en el planeta cada año7. De acuerdo a los datos de una ONG especializada, 19 de las 20 ciudades más violentas del mundo son latinoamericanas, con la única excepción de la estadounidense New Orleans, que ocupa el lugar número 17. Las posiciones predominantes de la lista están ocupadas por localidades centroamericanas y mexicanas, destacándose la hondureña San Pedro Sula y la azteca Acapulco, con la excepción de la venezolana Caracas (Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, 2013). Este índice no hace más que reflejar las estimaciones tanto de la Organización de los Estados Americanos (OEA) como de Interamerican Dialogue, que afirman que la criminalidad organizada es, en gran medida, responsable directa de la situación de seguridad que enfrenta Latinoamérica (Costa, 2012). La violencia puede medirse de distintas maneras: en primer lugar, con estricta objetividad a través del análisis de estadísticas relativas a homicidios dolosos, secuestros e incluso robos con utilización de violencia directa; o, segundo, de forma subjetiva, es decir, a partir de índices de victimización8 que se derivan de la “sensación” o percepción de inseguridad que se hace presente en una sociedad, como se puede ver más abajo en la Tabla I. En este contexto, cabe destacar que en el último año las tasas de victimización ascendieron a 31 casos cada cien mil habitantes en América Latina (Lagos & Dammert, 2012). En este sentido, en aquellos países donde el Índice de Desarrollo Humano que elabora el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) es menor, crece el número de homicidios, pero el índice de victimización8 no encuentra correlación directa con esa tasa. En cambio, en aquellos países donde el referido índice es más alto, la cantidad de homicidios dolosos es menor pero los índices de victimización son más importantes9. Es decir que cuanto más desarrollado es un país, en términos del índice de desarrollo humano, más altas tienden a ser las tasas de victimización, aun cuando las mismas no tengan correlación directa con la cantidad de homicidios dolosos, que es comparativamente más baja que en países con menor desarrollo humano. Como ejemplos concretos de la distorsión que se genera desde la perspectiva subjetiva del análisis de la violencia, podemos citar dos casos antagónicos. Por un lado, un informe producido por un catedrático de la Universidad de Toronto pone de manifiesto cómo las percepciones muchas veces son erradas y se distancian de lo que pasa en la realidad, al destacar que en Washington DC se producen casi el doble de homicidios que el promedio de México, cuando a primera vista la idea generalizada es la contraria. De hecho, hace tres años el “Barómetro de Conflictos” que elabora la Universidad de Heidelberg incluyó a México en el grupo de los seis Estados más peligrosos del planeta, con niveles de violencia similares a los de Somalia, Sudán, Irak, Afganistán y Pakistán. En una escala que va de 1 a 5, México fue calificado con el máximo puntaje, que equivale a “guerra” (Heidelberg Institutefor International Conflict Research, 2010). Sin embargo, Washington detenta 19 homicidios cada cien mil habitantes, mientras que México alcanza sólo 1011. Claro está que la violencia no sólo se mide a partir de asesinatos, pero sí es cierto que éste debería ser el indicador más importante en una sociedad que atraviesa un estado de guerra. El caso contrario se da en Argentina, donde los índices de victimizaciónse incrementaron de manera incesante a lo largo de los últimos años. A pesar de ello, no sufre un número significativo de hechos de violencia vinculados a la criminalidad en comparación con otros países de la región. Tomando en cuenta las cifras de la Oficina de las Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen del año 2011, se constata que Argentina contabiliza 5,5 homicidios por cada cien mil habitantes, mientras que en Honduras se registran 82,1 decesos cada cien mil habitantes (UNODC, 2011). A pesar de ello, la sensación de inseguridad que trasmite la ciudadanía de ambas sociedades no es muy disímil. Como se puede ver en las Tablas II y III, los países con Página | 28 mayores tasas de homicidios muestran índices de victimización poco significativos; inversamente, allí donde esos índices trepan llamativamente, los homicidios son mucho menores. Un caso paradigmático es el de Honduras, que pese a su altísima tasa de homicidios, ya establecida en más de 80 casos cada cien mil habitantes, detenta una tasa de victimización de apenas 36%. En Argentina, en cambio, esa tasa trepa al 39% pese a que sólo se contabilizan 5,5 homicidios cada cien mil habitantes. En palabras de Costa (2012), no parece haber correlación entre el número de homicidios y la percepción de inseguridad, mientras que esta última sí se vincula con la tasa de victimización, determinada por la vulnerabilidad que sienten los individuos frente al crimen, en especial en contextos de debilidad institucional como los que emergen en toda América Latina. La percepción de temor es independiente de la victimización y no se presenta como homogénea (Lagos &Dammert, 2012). De allí la importancia de destacar que la idea de Seguridad es una construcción social vinculada estrechamente a las vivencias de los individuos que componen la sociedad. Como destaca un reporte de Interamerican Dialogue, la tasa de victimización en Argentina es de las más altas de la región, mientras que en países como El Salvador supera apenas el 25% (Costa, 2012). Puede suponerse que en el caso argentino el incremento de los crímenes violentos genera un temor mayor en la sociedad, en tanto en el caso salvadoreño se asiste a cierto grado de coexistencia con la violencia, que provoca un acostumbramien- to que reduce la sensación de inseguridad. En este sentido, el contexto histórico en el cual se desarrolla la violencia debe ser tenido en cuenta a la hora de analizar la inseguridad y su correlación con el miedo. Sin duda, allí donde la sociedad ha vivido una historia cruenta, marcada por altos niveles de violencia, la tolerancia a este fenómeno es mucho más alta y, en consecuencia, el miedo no se apodera fácilmente de una población que convive con la muerte. Vale destacar que los países que registran mayores tasas de homicidios son aquellos donde el narcotráfico tiene una fuerte presencia, sea porque es un foco de producción de droga o un lugar de tránsito hacia los mercados de consumo (Lagos y Dammert, 2012). Por el contrario, en los Estados que registran altas tasas de victimización hay una mayor presencia de hurtos, robos y lesiones, ilícitos de difícil medición pues muchas veces no son denunciados a causa de la burocracia establecida a la hora de llevar a cabo esos trámites. “Se trata de una configuración más compleja que muestra la delincuencia común, que si bien también se da preferentemente en lugares y horarios determinados, afecta a toda la población y no sólo a grupos involucrados en la delincuencia organizada” (Lagos &Dammert, 2012: 25). Finalmente, la Tabla IV muestra cómo más de la mitad de la población latinoamericana (59%) cree que puede ser víctima de un delito violento, todo o casi todo el tiempo. En este gráfico se plasma la preocupación real de la sociedad en países como Venezuela, México o Guatemala, e incluso El Salvador y Honduras. Queda claro que, aunque los índices de victimización sean bajos, si los ciudadanos están preocupados en forma casi permanente por la posibilidad de ser víctimas de un delito con violencia, el temor es más omnipresente de lo que suponíamos en un principio. Página | 29 En el contexto descripto cabe aclarar varias cuestiones: primero, que la percepción de inseguridad no está vinculada solamente al miedo a sufrir una muerte violenta, sino que en ella se incorporan otros delitos, siendo el miedo al secuestro y al robo los que aparecen como más relevantes en nuestra región. En segundo lugar, es importante destacar que el miedo o la percepción de inseguridad no son resultado de cálculos racionales sino que dependen en gran medida de la reacción de cada individuo a distintos hechos en un contexto predeterminado. Como quedó claro en párrafos anteriores, Honduras y Argentina pueden tener índices de victimización similares aun cuando los homicidios (y otros delitos) sean mucho mayores en el primer país, es decir, que el contexto histórico y sociopolítico condicionan las percepciones de los ciudadanos. Tercero, es cierto que las estadísticas en torno a secuestros y robos suelen ser mentirosas y no reflejan lo que en realidad acontece. En este sentido, los números de victimización de ciertos países serían más fáciles de entender si se contara con índices confiables en torno a robos y secuestros. Sin embargo, la mayoría de las victimas desiste de realizar la denuncia necesaria después de sufrir este tipo de delitos debido a la lentitud de la burocracia local, pero también por miedo a pasar por un episodio similar si da a conocer lo que le tocó vivir. Vale decir que muchas veces es la misma policía la que intenta persuadir al individuo para que no haga la denuncia correspondiente de forma tal que los indicadores de su jurisdicción no se vean afectados. Finalmente, es importante destacar el rol de los medios de comunicación en la construcción de la noción de inseguridad. Sin duda, lo que se trasmite en torno a determinados delitos o a algunas zonas en particular contribuye a la creación del “mapa de inseguridad” que cada individuo crea y que se refleja en el índice de victimización como un colectivo. Conclusiones En los últimos años, las preocupaciones centrales de Seguridad en América Latina han dejado de estar vinculadas con la concepción clásica de esa cuestión en el marco de las Relaciones Internacionales, que supone la interacción y el potencial enfrentamiento entre dos o más Estados. Por el contrario, las transiciones a la democracia que llevaron adelante la mayor parte de los países de la región entre los años ochenta y noventa contribuyeron a la desactivación de las hipótesis de conflicto armado interestatales, al tiempo que pusieron de manifiesto las debilidades institucionales con que se debía enfrentar la nueva era democrática. En este sentido, la fragilidad de los Esta dos, especialmente en lo referente a la capacidad de controlar tanto los flujos fronterizos como la totalidad de los movimientos que tienen lugar dentro de su territorio, ha funcionado como un incentivo para el asentamiento de organizaciones criminales. Esas “facilidades” generadas por los Estados, en conjunto con los crecientes niveles de producción y tráfico de drogas –destacándose el hecho de que Sudamérica monopoliza la producción mundial de cocaína y Estados Unidos es su principal consumidor–, han llevado a la proliferación de organizaciones criminales dedicadas a las distintas aristas de este negocio. Pese a que en los últimos tiempos los carteles mexi- Página | 30 canos han dejado de estar presentes únicamente en su territorio y se han adentrado no sólo en Centroamérica sino también en el Cono Sur, existen distintas organizaciones criminales que se encargan de la producción, el traslado y la comercialización de la hoja de coca ya procesada. Como consecuencia de la proliferación de estos grupos criminales e incluso como resultado de sus disputas por el control territorial y de los mercados, la violencia ha recrudecido en toda América Latina. Es decir que el “mundo desbocado” crea las condiciones necesarias para la proliferación de organizaciones criminales, cuyo accionar conlleva el incremento y la expansión de la violencia en las sociedades en las que se inserta. Sin embargo, esta violencia no es homogénea y no puede (ni debe) ser entendida en igual clave en Honduras o El Salvador, que en Argentina. La violencia a la que nos referimos altera la cotidianeidad de las personas, forzándolas a modificar algunas de sus conductas. Por cierto, la forma en la que los individuos cambian sus hábitos depende directamente del tipo de violencia a la que están expuestos. Es decir, frente a hechos de violencia instrumental predecible, e incluso a cuestiones vinculadas con su modalidad directa (aunque pueden estar antecedidas por amenazas que correspondeían a hechos de violencia indirectos), es sencillo pensar que los individuos se sienten más protegidos modificando sus clásicos patrones de conducta: cambiando los horarios en los que salen a la calle, moviéndose sólo en lugares donde hay más gente, quedándose en su casa de noche y hasta evitando lugares que solían frecuentar. En este caso, nos referimos claramente a sociedades donde la violencia está tan internalizada que el miedo a la muerte es omnipresente. Es decir, aquellas identificadas en pasajes anteriores de este trabajo (vide supra) como las que tienen más altos índices de homicidios y se encuentran íntimamente vinculadas al accionar del crimen organizado; entre ellas se destacan Honduras, El Salvador y Venezuela. Vale decir que son sociedades atravesadas de forma transversal por la criminalidad organizada. En cambio, si la referencia es a la violencia emocional que se presenta la mayor parte de las veces en forma directa, es necesario pensar en la imposibilidad de vaticinar su estallido, considerando que la pasión es su desencadenante sin que medie un cálculo racional. Este tipo de violencia, aunque estadísticamente es más habitual en sociedades donde los delitos son de menor envergadura como robos o hurtos, también aparece allí donde el crimen organizado ha penetrado la estructura social. En el caso de países como Argentina, donde los homicidios son relativa- mente escasos pero las tasas de victimización son altas, nos encontramos frecuentemente con este tipo de violencia, perpetrada en general por jóvenes bajo el efecto de las drogas que financian su adicción a través de diversos delitos. Sin embargo, no puede desestimarse el rol que juega la violencia emocional dentro de las estructuras delictivas, sean pandillas u organizaciones de narcotraficantes, pues usualmente el solo hecho de tener un arma a mano y no poder resolver una disputa por medios pacíficos lleva a laacción directa en un momento donde la ira estalla, sin que se haya premeditado un ataque. En este contexto,cabe destacar que existen sociedades –como las centroamericanas– que tienen una tolerancia mayor al fenómeno de la violencia como consecuencia de su historia particular y de los fenómenos socioeconómicos que están acostumbrados a enfrentar, siempre en el contexto de Estados prácticamente inexistentes en términos institucionales. En el otro extremo del espectro se sitúan las sociedades a las que este tipo de violencia les resulta nuevo. La situación de Argentina parece ser paradigmática en este sentido. En este caso, el miedo se vincula con la posibilidad de sufrir en carne propia algún delito violento, que puede fluctuar desde un asalto hasta un secuestro extorsivo, donde el horizonte más temido es una muerte dolorosa. Sin duda, el incesante incremento de este tipo de delitos y la carencia de referencias históricas en este sentido, multiplican sus efectos en términos de miedo. Así como la Seguridad es una construcción social, el miedo también lo es. De allí que las vivencias de las distintas sociedades no siempre sean extrapolables. Por eso es necesario comprender el marco de situación de cada país de nuestra región, de acuerdo a sus propias características sociales e históricas. De allí que resulta riesgoso comparar las políticas desarrolladas por los gobiernos a fin de combatir la violencia, o adoptar homogéneos criterios de “lecciones aprendidas”, como síntoma de la presencia de organizaciones criminales organizadas en Latinoamérica. Es claro entonces que tanto para reducir los niveles de victimización, como también para forzar la caída de los homicidios dolosos, es necesario que los Estados de la región establezcan no sólo políticas represivas o punitivas sino que también hagan fuerte hincapié en la implementación de políticas preventivas que permitan cambiar el escenario social al que se enfrentan sus ciudadanos cotidianamente. Página | 31 NOTAS 1. El trabajo de Abraham Maslow (1901-1970) –en el cual plantea su famosa “Pirámide de las Necesidades”– fue publicado en 1943 por la prestigiosa publicación Psychological Review. 2. Este autor indicaba que “seguridad en un sentido objetivo indica la ausencia de amenazas a valores adquiridos, y en un sentido subjetivo la ausencia de temor a que esos valores sean ata- cados”. 3. Aquí estamos efectuando una simplificación de lo postulado por la autora. 4. En tal sentido, el terrorismo puro se inserta fenomenológicamente dentro del campo de la vio- lencia política, entendida como aquella violencia que proviene de agentes organizados que bus- can modificar, sustituir o desestabilizar la institucionalidad estatal vigente (Carrión, 2002). 5.Vale aclarar que ninguna de las dos organizaciones, pero especialmente las FARC, han deja- do de lado su idea de influir e incluso participar del poder político. Sin embargo, este texto hace específica referencia a la modificación de los objetivos fundacionales que tenían como fin último la toma del poder a través de la revolución. Negociar con un gobierno implica romper con la idea de cambiar el modelo y se acerca más a la idea de reformarlo como ya pasó en la vida política colombiana con el Movimiento 19 de Abril (M 19) de Navarro Wolf. 6. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) se entiende que existe una epidemia de vio- lencia cuando, en algún lugar, los asesinatos superan anualmente la decena por cada 100 mil habitantes. 7. Cifras emitidas por el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza en julio de 2009, en su intervención en la Conferencia Interamericana de Seguridad Pública celebrada en Montevideo (Bartolomé, 2009). 8. Los índices de victimización se construyen a partir de encuestas donde se pregunta si los encuestados o algún conocido, amigo o pariente sufrió algún delito violento en los últimos 12 meses. Asimismo, se agregan datos sobre información de segunda mano, esto es, proveniente de los contactos del encuestado con la policía o con funcionarios públicos. 9. Para la relación inversamente proporcional entre homicidios e Índice de Desarrollo Humano ver UNITED NATIONS OFFICE ON DRUG AND CRIME. Global Study on Homicides. Trends, Con- text, Data. Viena, 2011. Pp. 30-32 10. Promedio. Fuente original: Latinobarómetro 2008. 11. OPPENHEIMER, Andrés, “Washington, más peligroso que México”. Diario La Nación, 29 de enero de 2013. BIBLIOGRAFÍA BARTOLOMÉ, Mariano (2010), “Equilibrios estratégicos, carreras armamen- tistas y dilemas de la seguridad en América del Sur: ¿qué hay de cierto?”, Revista Naval N° 64, Montevideo, pp.79-89 BARTOLOMÉ, Mariano (2002), “La Triple Frontera: principal foco de insegu- ridad en el Cono Sur americano”MilitaryReview (en español) LXXXII, Kansas, Julio-Agosto, pp. 61-74 BARTOLOMÉ, Mariano (2009), “Situación del Crimen Organizado en Améri- ca Latina”, Ágora Internacional Nº 10, pp. 16-20. BOBBIO, Norberto, Nicola Matteucci& Gianfranco Pasquino (1983), Diccio- nario de Política, II Tomo (“l-z”), Siglo Veintiuno Editores, México DF. BROWN, Rachel (2009), “The Tri-Border Area: a profile of the largest illicit economy in the Western Hemisphere”, Financial Integrity & Economic Devel- opment Task Force, June 15. 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Arthur Schopenhauer (1788-1860) - El mundo como voluntad y representación La violencia asienta, se registra y ejercita en múltiples campos y cabe también en la esfera de la comunicación. El relato que contiene toda información suele pretender imparcialidad. Las orientaciones y las preferencias del autor condimentan las expresiones y les conceden inevitable subjetividad. La intención del emisor suele ser imposible de medir. Puede alentar reflexiones y toma de decisiones más o menos racionales o agitar cuestiones diversas que transfiguran posturas dogmáticas, mágicas o ideológicas. Calificar cualquier argumento exige justipreciar su apoyo racional. Pesa el análisis lógico. Las reiteraciones que apoyan en ciertos ejes permiten presumir las metas perseguidas por el dicente. La evaluación de las expresiones orales y escritas por parte del receptor dependen tanto de la disposición para escuchar como de la capacidad y competencia para analizar lo recibido. Ambas condiciones se relacionan de manera directa con la educación y preparación para el diálogo con que cuente el individuo. La propaganda es una forma de comunicación que emite mensajes que pretenden influir y alterar el juicio del receptor a quien busca someter y dominar. Promueve, oculta, disfraza o destaca facetas en las que priman interpretaciones más o menos sesgadas de parte de quien emite el mensaje. Sustenta conclusiones basadas en selección y omisión deliberada de hechos y promueve respuestas más emocionales que racionales. Así, se convierte en instrumento de poder para librar batallas en esferas ideológicas, políticas, religiosas. Se denomina como publicidad a la propaganda destinada a promover el consumo y las ventas de bienes o servicios. La siguiente ponencia publicada en Memorias de las X Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación Nro. 10, Año: 2006, corresponde a la presentación efectuada en la Universidad Nacional de San Juan, durante la Jornada Nacional de Investigadores en Comunicación, titulada “Una década de encuentros para (re) pensar los intercambios y consolidar la red”. Se la reproduce con permiso de sus autores. Valga la observación sobre violencia, sociedad y medios para plantear el lugar que cabe a cada uno cuando se discute el lugar que se asigna a la víctima y al victimario, cuestión que hoy se encuentra en el candelero. Violencia, sociedad y medios. “Inseguridad”, estigmatización y represión en la cultura masiva contemporánea. Javier Palma IIGG- Facultad de Ciencias Sociales- UBA [email protected] “Después de lo que le pasó a mi padre, eschuché su voz, la voz de un ángel. La Argentina es una catástrofe moral. Al delincuente se lo puede seguir usando sus mismas armas. Decidí no renunciar a la vida, decidí intervenir, yo mato a gente indecente”. Del protagonista de la serie de televisión “Criminal” Ellos son siempre demasiados. “Ellos” son los tipos que debería haber menos, mejor aún, absolutamente ninguno. Y nosotros nunca somos suficientes. “Nosotros” somos la gente que tendria que abundar mas. Son los tipos mejor aún, nunca somos que tendría desperdiciadas. Introducción: La violencia en el origen de lo social Ellos siempre son demasiados. “Ellos” de los que debería haber menos o, absolutamente ninguno. Y nosotros suficientes. “Nosotros” somos la gente que abundar más. Zigmunt Bauman en Vidas desperdiciadas. La violencia está en el origen de lo político y en el de su organización institucional. Como sostiene Grüner: “La violencia es constitutiva de la práctica política porque es fundadora de la juridicidad estatal” (1997:31). Autores de diversas disciplinas destacan el papel fundador que desempeña la violencia en la constitución de todo orden político y social. Por ejemplo para Hobbes, uno de los fundadores de la teoría del estado moderno, la violencia es a la vez fundamento del “estado de naturaleza”, y los límites que a ella le impone el nuevo contrato social también dependen de ella ya que lejos de basarse exclusivamente en el consenso: es la capacidad que tiene el soberano de constituirse en la “espada pública” su verdadera condición de posibilidad. En el mismo sentido, Max Weber, otro gran teórico del estado moderno, también destaca a la violencia como elemento fundamental para la constitución de lo político ya que para él “una organización política se convierte en Estado cuando llega ejercer efectiva- Página | 33 mente un monopolio legítimo sobre el uso organizado de la fuerza dentro de un territorio determinado” (Giddens, 1994: 259). Nótese que el “uso organizado de la fuerza” señalado por Weber no es más que una forma particular de violencia en este caso legitima. Por su parte, autores desde otros paradigmas y con otras intenciones teóricas han señalado a la violencia como fundamento del orden social. Tal es caso de Freud que insiste en la importancia de la violencia cuando sostiene que la “civilización está construida sobre un homicidio en común” (….) y que “cualquier práctica ritual, cualquier significación mítica, tiene su origen en un homicidio real” (207) Asimismo Marx también destaca el papel de la violencia y su puesta en escena en la relación conflictiva entre las clases sociales que le da forma al Estado ya que como él senala: A esta propiedad privada moderna le corresponde el Estado moderno, el cual, adquirido gradualmente por los dueños de la propiedad por medio de las contribuciones, ha caído enteramente bajo su dominio (…) y su existencia ha llega a ser totalmente dependiente del crédito comercial que le ofrecen los dueños de la propiedad, los burgueses (Giddens, 1994: 71). Engels, por su parte, en el Anti-Düring va más allá al señalar no ya la importancia de la violencia en el ordenamiento de lo social sino su absoluta necesariedad. Esta necesariedad se expresa tanto para el mantenimiento del orden social que se apoya en ella, como para la modificación del mismo que se realizará también mediante un tipo de violencia en este caso “revolucionaria”. Allí sostiene que “la violencia desempeña también otro papel en la historia, un papel revolucionario (…) según la palabra de Marx es la partera de toda vieja sociedad que anda grávida de otra nueva”. En ese sentido podemos ver que el pensamiento sobre lo social siempre ha ubicado a la violencia como el factor fundamental del orden social. De allí que la aceptación del orden social se funde en el miedo. Miedo a dos tipos de violencia: la primera, el castigo por transgredir las normas que ese orden impone y, sobre todo, miedo a posibilidad de la violencia sin freno1. Ahora bien, este trabajo trata sobre medios y trata de ver en algunos discursos mediáticos cuál es el papel de que los medios le adjudican a la violencia. Coincidentemente con los autores citados podemos sostener que la violencia desempeña un papel fundamental en todo ordenamiento social2. Sin embargo, analizando los discursos de los medios vemos que este papel constitutivo y constituyente de la violencia respecto del orden social jamás es aceptado en las narrativas mediáticas. En ellas, como veremos, la violencia nunca es parte de la sociedad sino, por el contrario, es justamente un elemento externo a ésta que la ataca, y esta es su función, desde fuera. En estos discursos, entonces, la violencia no es nunca más que un puro acto. Se transforma así en una acción que en términos de la lógica de lo masivo posee mucho valor ya que por su naturaleza espectacular se vuelve (hiper)mostrable. Al concebir a la violencia desde esta perspectiva, al limitar sus particularidades y restringirlas específicamente a la acción, los medios hacen sus apuestas y expresan una particular visión del mundo ya que reducir la “la violencia [y entenderla] como puro acto implica connotar negativamente (…) las acciones que contrarían la legitimidad, burguesa o no, del grupo dirigente” (Sodré, 2001:21). Veamos de qué modo aparece la violencia en la superficie mediática contemporánea. La “inseguridad” como marco de(in)comprensión de la violencia. La violencia ha sido desde siempre un tema y un tópico recurrente para la industria cultural3. Lo que caracteriza a la representación mediática de la violencia en la Argentina contemporánea es su vinculación directa con la llamada “inseguridad”. Tal es así que esta particular temática, la “inseguridad”, tiene una presencia muy marcada en los medios masivos. Sin embargo, a pesar de su importancia y lo exagerado de su presencia poco se sabe de esta particular construcción simbólica. Por ejemplo, uno de esos desconocimientos, de los más fundamentales, es sobre sus orígenes. Así, en el sentido más lato del término origen, es decir, aquel relacionado con la aparición en términos temporales de un fenómeno, podemos señalar que la inseguridad data de mediados de los años noventa. Del mismo modo también podemos ver que los orígenes de la inseguridad, entendidos en un sentido más amplio- es decir, si la pregunta gira en torno a las condiciones de posibilidad para su aparición- se vinculan directamente con los vientos de la “tolerancia cero” (nombre comercial con el que se conoció al conjuntos de políticas de “mano dura” contra el delito común impulsadas por el entonces alcalde de New York, Rudolph Giulani, y rápidamente exportadas al resto del mundo) que llegaron a la Argentina, como dijimos, a mitad de la década del noventa. Entonces tenemos un origen temporal situado a mitad de los noventa cuando las políticas neoliberales alcanzaban la mayoría de edad en la Argentina, sumado al otro origen, la importación de las políticas Página | 34 de represión del delito común que son el fin de un largo proceso de transformación estructural del viejo Estado de Bienestar en el nuevo “Estado Penal4” (cfr. Wacquant, 2000: 88 y sig.). A partir de entonces políticos y medios masivos constituyeron a la “inseguridad” en un tema candente y de permanente actualidad. La clase política en tiempo de elecciones señaló a esta temática como uno de lo problemas más urgentes colocándolo en primer plano de la agenda5. Para los medios, por su parte, el altísimo nivel de espectacularidad que indiscutiblemente tienen los delitos comunes -asesinatos, robos, tomas de rehenes, etc. - verdaderas unidades de medida de la “inseguridad”, le aseguraron y aseguran a este particular y heterogéneo conjunto una presencia regular y que cada tanto se amplía. Resulta interesante señalar que la “inseguridad” ha sido fiel a su contexto. Esto no quiere decir que la (hiper)representación de los delitos comunes, sumado al permanente llamado a la represión de los mismos que los medios masivos, figuras publicas y ciertos sectores sociales han hecho y hacen expresen cierta fidelidad con la problemática. Todo lo contrario. Valgan algunos datos como ejemplo: en la Argentina, por promedio, mueren a causa de los delitos comunes alrededor de 3453 personas por año, mientras que en el mismo lapso mueren en accidentes de tránsito 3830 personas. Lo que estas cifras señalan es que la tan mentada “inseguridad” estadísticamente no tiene la importancia que su hiper- representación sugiere. Es más, esta representación exagerada ha generado cierta sensación que no obedece a lo que realmente pasa. Al respecto sostiene Míguez: sorprende saber que la sensación de inseguridad en nuestro país es superior a la de Brasil o México, países donde la violencia criminal es mucho más fuerte que en el nuestro (…) en los últimos años la tasa anual de homicidios en Brasil osciló entre 18 y 26 personas cada 100 mil habitantes; en México la variación se produjo entre 12 y 18 individuos, mientas que en Argentina ese nivel anduvo entre 7,2 y 9 (2004:21). Tenemos entonces una innegable sensación de inseguridad que está más relacionada con la proliferación de discursos que de forma reiterada destacan la crueldad y hacen hincapié en la necesidad de terminar con los delitos que con la cantidad de los mismos. Esto produce lo que puede leerse como el resultado del permanente conflicto entre la representación y lo representado. Sin embargo antes sosteníamos que la “inseguridad” ha sido fiel a su contexto. Esta paradoja aparente se explica del siguiente modo: la “inseguridad” ha sido fiel a su contexto porque este último ha sido y aún es un escenario social absoluta e indiscutiblemente inseguro6. Si algo caracteriza a las sociedades en esta particular etapa del capitalismo neoliberal es la carencia de vínculos fuertes con casi todo lo conocido hasta ahora, es decir, la ausencia total de seguridad. Así, y sólo por mencionar un ejemplo, el mundo del trabajo viró de ser un escenario para el desarrollo de la vida de los trabajadores marcado fundamentalmente por la previsibilidad y la certidumbre que englobaba la idea de carrera, de particular sentido anacrónico en los tiempos que corren, a ser un escenario marcado por lo imprevisible y la incerteza que produce la llamada flexibilización del trabajo7. Esto mismo se produjo en todos los ámbitos de la vida social. Es este escenario inseguro, el actual, el contexto de la inseguridad. Y en él es que producen sentido los discursos –el texto- de la “inseguridad”. Esta relación entre texto y contexto es lo que permite que los discursos sobre la “inseguridad” tengan la importancia que tienen. Son los lineamientos que le imponen esta particular versión del capitalismo reinante que genera vidas inseguras, en las cuales nada parece permitir la posibilidad de planear a futuro, donde ninguna actividad ofrece certidumbre y previsibilidad, es decir seguridad, los que sientan el terreno para la producción simbólica de los tiempos que corren. Así, las interpelaciones mediáticas hechas en nombre de la “inseguridad” producen el reconocimiento de una sociedad que innegablemente vive su vida lejos de todo sentimiento de seguridad. Por ello es que un discurso como el de la “inseguridad” puede tener la pregnancia y la importancia que tiene ya que cumple con las características que debe tener cualquier “acto socialmente simbólico” ya que “adquiere sentido en un contexto social, y (…) desempeña un papel en la construcción de ese contexto social como espacio de significación en el que están involucrados los actores sociales” (Mumby, 1997: 16). Y es por ello que sostenemos la fidelidad con el contexto. Claro que esta fidelidad no deja de responder a la lógica de producción de esos discursos. Esa lógica es en primer lugar sistémica. Dicen Adorno y Horheimer: “La civilización actual concede a todo un aire de semejanza. Film, radio y semanarios constituyen un sistema. Cada sector está armonizado en sí y todos entre ellos” (1980: 146) Es decir, todos los productos culturales guardan una relación de armonía en dos niveles. El primero, los productos que comparten particularidades tales como el soporte tienen Página | 35 una relación armoniosa entre sí. De allí deriva la posibilidad de clasificación de los productos culturales según el soporte o el medio; así se distingue en la escena massmediática contemporánea la radio de la televisión y ambas del cine o de la prensa gráfica. El segundo nivel de armonía entre los productos de la industria cultural es el que la constituye a ella como un sistema. Ahora bien, lo que puede permitir la sistematicidad de la industria cultural, lo que en definitiva permite la relación armoniosa de sus diferentes ramas hacia dentro y hacia fuera de ellas es que el principio fundamental de esta lógica es una racionalidad común con el sistema social y económico. “Racionalidad con arreglo a fines” dirá Weber que dicta los pasos a seguir de una matriz racionalista que, en el mismo momento que declara su vocación de “progreso” y abandona la posibilidad de reflexionar sobre sus actos se convierte en pura regresión (cfr. Adorno y Horkheimer, 1947). Entonces una lógica compartida por la industria cultural y por todas las esferas de lo social es la que establece los lineamientos que siguen todas las instituciones, incluidos los medios masivos de comunicación. Ahora bien, en la actualidad y sobre el tema que nos ocupa no sólo la industria cultural guarda una relación sistémica con el orden social porque comparte la misma lógica o el mismo principio ordenador, la racionalidad instrumental, entre los medios y el orden social hay además una relación de complementariedad. Es el poder el que establece los pasos a seguir, las imágenes que mostrar, los discursos a enunciar. De este modo es el orden de lo social el que se interesa por la proliferación de discursos sobre la “inseguridad”. El sistema social en la actualidad precisa la construcción de una simbólica particular anclada en el miedo como fuerza general. Los tiempos que corren necesitan imperiosamente que se los reconozca a partir de las sensaciones, como las que genera la denominada inseguridad, de vulnerabilidad y de incertidumbre dado que sin ellas “no habría temor, y sin temor no habría poder” (Bauman, 2005: 68). De allí que las temáticas sobre la inseguridad interna sean las más repetidas en las agendas políticas y mediáticas: porque es frente al delito común donde puede demostrarse fuerza. De esta manera, la posibilidad de controlarlo se erige como casi la única acción posible para las actuales instituciones estatales. Allí radica la complementariedad que los discursos de los medios tienen con la implantación de la penalidad como, casi, único tema a resolver por el Estado. Y esto no es casual: el poder siempre necesitó del temor. Es más la “producción de temor oficial es la clave de la efectividad del poder” y esa efectividad es el resultado de una acción planificada, producto de aquella racionalidad llevada a su extremo en la elaboración de mediadores y mediaciones que le aseguren su capacidad de mando. Como sostiene Bauman: “los poderes terrenales, de un modo muy similar a las novedades de los mercados de consumo, han de crear su propia demanda. En aras de su capacidad de controlar, sus objetos deben hacerse y mantenerse vulnerables e inseguros” (2005: 69). Delitos, clasificaciones y jerarquizaciones La violencia representada en los medios se emparenta directamente con el caos. De allí que los medios frente a los actos violentos se posicionen primero defendiendo el orden. Este posicionamiento expresa el lugar que le corresponde a la violencia en la sociedad. Para los medios la violencia está siempre afuera de la sociedad. Así un sinnúmero de actos y hechos son representados en la industria cultural como anti-sociales o, en el mejor de los casos, a-sociales. Es así que aparece en la superficie mediática la primera operación sobre la violencia: representarla como un elemento externo a lo social, cuando en realidad, como hemos visto, puede sostenerse que no hay nada más social que la violencia. Embanderados, así, en una particular cruzada moralizante8, los medios, a partir de sus relatos, sitúan a la violencia como un elemento externo y pleno de total ajenidad. De esta manera los medios asumen un papel muy particular: el papel de “vigilantes del entorno simbólico” (Mc Quail, 1998: 370 y sig.) celebrando y sancionando prácticas y actos que según su propia perspectiva merecen ser premiados o castigados. Esta distinción entre una sociedad que, según los medios, no tiene vínculos con la violencia, con elementos externos a ésta que si los tienen genera una serie discursiva dicotómica y maniquea. En ella se conforman y establecen claramente dos bandos: el primero, el de la sociedad toda, el segundo, el de los que por sus actos están, afortunadamente dirían los medios, fuera de ella. Es decir, lo que las narrativas mediáticas, en definitiva, realizan es la postulación de una alteridad pero de una alteridad muy particular. Para ver mejor esta alteridad primero conviene dejar algo claro: hablar del otro es siempre una demostración de poder. En primera instancia porque la facultad de nombrar, la posibilidad de tomar la palabra, no es una posibilidad universal. Es, más bien, un privilegio. Privilegio que como tal expresa una situación de poder. Pero además al dar cuenta del otro, al construirlo como tal, se está postulando una relación Página | 36 de asimetría ya que no se pueden establecer límites entre un nosotros y un otro sin que esta distinción implique, necesariamente, una jerarquización. Son estos principios lo que establecen el papel de los medios. Para hablar del otro los medios recurren siempre a estereotipos fácilmente reconocibles que no son más que eufemismos tendenciosos. Si bien la creación y utilización de eufemismos tendenciosos a la hora de nombrar las diferencias sociales no es una operación inventada por los medios y tampoco es un fenómeno novedoso9, cuando la nominación la hacen los medios y cuando dicha nominación viene de la mano de un llamado a la represión, como ocurre casi siempre cuando de “inseguridad” se trata esa simbólica tiene consecuencias materiales10. Entonces las prácticas y actos aparecen en la superficie discursiva de los medios mediante ciertas figuras tales como el “delincuente”, el “malviviente”, el “criminal” y otras más. Todas ellas dan cuenta de una particular tipología a-social. En ese sentido es que aparece reproducida una ideología particular: la “ideología de la defensa social” (Daroqui, 2004: 1). Dicha ideología estipula sólo dos roles posibles a cumplir: el del individuo-parte de la sociedad y el de aquel que por sus actos no pertenece a ella. Detrás de esta particular clasificación hay una clara demostración de las jerarquías sociales. Veamos más en detalle esas clasificaciones. “Criminal”, “delincuente”, “malviviente” son algunas de las figuras que con más frecuencia aparecen en los discursos de la inseguridad para nombrar a los actores de esta temática. Obviamente, este rol les pertenece a aquellos que son generadores de violencia o de actos delictivos. Todos los delitos comunes son realizados por personas que para los medios merecen esos rótulos u otros similares. Ahora bien, decíamos que detrás de estas nominaciones hay una clara demostración de las jerarquías sociales. Esto queda claro cuando se lee el origen social de los que realizan los delitos. Para los medios cuando de “criminales”, “malvivientes”, “delicuentes” se trata el origen social está pegado a esas clasificaciones. Así estos personajes son habitantes de zonas pobres, generalmente villas o barrios del conurbano, sus descripciones físicas muestran también su origen social así como también es otra demostración de ello su pasado vinculado al delito o a sus cercanías. De este modo la economía del discurso mediático que, como parte del sistema de la industria cultural, estipula el ahorro de tiempo y espacio en cualquiera de sus soportes, rige la puesta en discurso de formas simples y reiteradas. Esta economía es la que termina quitándole toda arista de diferencia a los sujetos que cometen delitos como a sus distintas prácticas. De este modo, una pequeña parte, según los medios, puede dar cuenta del todo. Y esto no sólo porque el habitante de la villa o el barrio pobre no es necesariamente un delincuente con lo que se estaría negando las particularidades de otros sujetos que no encajan con la descripción de los medios, cosa que sucede, sino que, además, no todos los que delinquen merecen ese rótulo. Es común ver que los medios son bastantes más benevolentes con otros actos y prácticas reñidas con el orden o si se quiere que son directamente delitos. Veamos esto en un ejemplo de la información sobre el delito y su clasificación en el diario de mayor tirada del país. Para Clarín, la información sobre el delito no depende del delito en sí. Esto podría justificarse con argumentos que vinculan la creación y producción de las noticias con ciertos “valores de noticia” o “criterios de noticiabilidad” que siguen los medios para la elaboración de la información y que serían los elementos que determinan en definitiva la información y su clasificación. Sin embargo, no existe ningún elemento que aparezca en los hechos que permita justificar porque para este diario los delitos de clase “alta” -además del tratamiento diferencial en la forma de cubrir y narrar los hechos- vayan a la sección “Política”, a “Economía” o, en menor medida, a “Sociedad”. Siguiendo con la misma postura el diario distingue los delitos cometidos por o sufridos por la clase “media” ubicándolos generalmente en la sección “Sociedad”. Por último, los delitos cometidos por aquellos que no son sujetos de clase “alta” o “media” van a parar a la sección “Policiales”. Esta actitud da cuenta del trato diferenciado que realizan los medios con los diferentes sectores sociales. Primero, destacando que cuando de delitos se trata las clases “altas” serán actores de las secciones de mayor importancia y sus actos merecerán un tratamiento distinto. Segundo, las clases “medias” que generen o sufran delitos también tendrán un tratamiento diferenciado con aquellos sectores sociales, los “bajos, que aparecen en la sección que se dedica sólo a los actos más “comunes”, a los delitos más espectaculares pero también más difíciles de entender para la lógica masiva. De esta manera, las jerarquías sociales tienen una presencia diferente en el contrato mediático y esto no es un dato menor dado que las clasificaciones de la información, la distinción en secciones es el “marco de lectura” de las noticias. Esto produce que ciertos sectores sociales aparezcan en las representaciones mediáticas vinculados de manera directa con prácticas que dicen más sobre Página | 37 las representaciones que de ellas se hacen que con la prácticas mismas11. Los nuevos Edipos Los medios narran la violencia siguiendo un modelo mítico. En él los delincuentes/criminales son culpables de toda culpabilidad. Al igual que el Edipo del mito que atraía hacia sí todas las calamidades porque cometió las peores aberraciones, el parricidio y el incesto, los delincuentes comunes, aquellos que protagonizan las historias y los relatos de la “inseguridad”, “se nos presenta[n] como una excepción mounstruosa; no se parece[n] a nadie y nadie se le[s] parece” (Girard, 1995: 80). El mito de Edipo se construye sobre la culpa como cuestión fundamental. Ahora bien, ¿de qué es culpable Edipo? Es culpable del pecado de hybris. Esto tiene que ver con que la transgresión de Edipo es haber cometido una “arrogancia de palabra o de pensamiento” (Dodds, 42). Girard sostiene que el mito Edipo cumple una función específica la de resolver “de manera brutal y violenta” el problema de la diferencia (Girard, 1995). Podemos afirmar que las narrativas mediáticas también resuelven el problema de la diferencia del mismo modo. En ellas aquellos que por sus prácticas y acciones están por fuera de la sociedad, como hemos visto, aparecen como los portadores de todos los males. En ese sentido se cumple en los medios lo mismo que en el mito: “el desplazamiento de la indiferenciación violenta [y constitutiva de toda sociedad] para concentrarse por completo en la persona de Edipo” (Girard, 1995). De allí que en los relatos sobre la violencia aparece una operación que construye a los protagonistas en transgresores formidables pero individuales y únicos. Desconociendo de este modo que la violencia siempre es la condición de posibilidad de todo orden social. En ese sentido, toda esta indiferenciación que supone un orden erigido con la violencia como base se transforma, en la superficie discursiva de los medios, en el señalamiento de la diferencia absoluta: en la construcción de una alteridad radical que carga con todas las calamidades sociales. Detengámonos en esto último, para Simmel el “extranjero” es uno de los tipos sociales más particulares. En él se produce una operación fundamental: la síntesis entre la proximidad y la lejanía ya que, justamente, “representa, en cierto modo, la unión de ambas determinaciones” (Simmel, 2002: 211). En la actualidad, los “criminales”, “delincuentes”,“malvivientes”, “pibes chorros”, etc., son las personas que sintetizan la lejanía con la cercanía. La lejanía infranqueable, innnegable de su condición social o para los me- dios a- social y la cercanía peligrosa y generadora de profundas sensaciones de sus actos. De allí que: en la opinión pública y en los medios de comunicación de masa, los delitos son caracterizados por una regular repartición de papeles de la víctima y del agresor, respectivamente: en los grupos sociales garantizados y “respetables” y en aquellos marginales y “peligrosos”, extranjeros, jóvenes, toxicodependientes, pobres, sin familia, sin trabajo o sin una calificación personal (Baratta: 1997) Estas caracterizaciones son la base simbólica que sirve para, entre cosas, generar consenso: unanimidad. Este consenso no es más que la verdad del propio mito. Sostiene Girard: “la conclusión del mito no es más que la victoria camuflada de una parte sobre la otra, el triunfo de una lectura polémica sobre su rival, la adopción por la comunidad de una versión de los acontecimientos (…) a continuación pertenece a todos y a nadie, habiéndose convertido en la verdad del propio mito” (1985: 81[subrayado mío]). Entonces los “enemigos internos” de hoy, los portadores de las calamidades son aquellos que generan la “inseguridad”: los nuevos Edipos. Es por ello que aquellos que generan y producen los hechos violentos ocupen el rol fundamental para la constitución de la comunidad. No existe, ni existió nunca una comunidad sin la exclusión de otro. Es decir, no es posible construir un “nosotros” sin la postulación de un “otro” que desde fuera nos iguala. Hoy esa alteridad radical son los que inundan las páginas policiales, los que con sus hechos llenos de “crueldad”, generan un colectivo difuso y muy poco sustentable pero que a fuerza de la repetición parece poder englobar a aquellos que se sitúan frente a ella. De este modo, los “criminales”, los “delincuentes” son convertidos en y asumen el papel de “víctimas propiciatorias” y por ello pueden ser sacrificables. A modo de cier r e: Malos para vivir y buenos par a morir. La “victima propiciatoria” como decíamos cumple la función de reforzar, cuando no crear, a la comunidad. Así, es “la victima propiciatoria” la que mantiene a la violencia fuera de la sociedad. Esta operación sólo es posible realizarla mediante más violencia. Por lo que se entra necesariamente en un círculo perpetuo pero que, sin embargo, distingue claramente dos tipos. Es decir, al ritualizarse, al elegir quién es el merecedor del castigo, lo que se está haciendo es distinguir entre una forma de violencia como “buena”, necesaria para la unidad de la comunidad, frente a otra violencia que sigue siendo “mala” (Girard, 1995: 123). Página | 38 De este modo, en la actualidad es la producción de esa simbólica que tiene a la “inseguridad” como temática la que establece la distinción entre la violencia legítima y la otra. De allí que en los discursos sobre la “inseguridad” se haga hincapié en la absoluta necesariedad de la violencia legítima y para mencionarla se utilicen eufemismos, esta vez, tendientes a marcar su supuesta ausencia. Así se mantienen las coordenadas de los discursos del orden en lo cuales “es una práctica lingüística general, por parte de instituciones dirigentes, cambiar la palabra “violencia” por “fuerza”, cuando se designan actos de coerción socialmente legitimados” (Sodré, 2001:21). La “fuerza” de esta manera se ejerce sobre algunos individuos especiales: aquellos que cargan con los males que “atacan” a la comunidad, es decir, los “violentos”. Estas victimas elegidas cumplen con una función fundamental: favorecer la cohesión. Esta se logra gracias a la sustitución que esa víctima realiza y que mantiene el inevitable círculo de la violencia. Como sostiene Girard: La relación entre la víctima potencial y la víctima actual no debe ser definida en términos de culpabilidad y de inocencia. No hay nada que “expiar”. La sociedad intenta desviar hacia una víctima “sacrificable”, una violencia que amenaza con herir a sus propios miembros, los que ella pretende proteger a cualquier precio. (…) Todas las características que hacen terrorífica la violencia, su ciega brutalidad, la absurdidad de sus desenfrenos, no carecen de contrapartida: coinciden con su extraña propensión a arrojarse sobre una víctima de recambio, permiten engañar a esta enemiga y arrojarle, en el momento propicio, la ridícula presa que la satisfará. (…) Solo es posible engañar la violencia en le medida de que no se le prive de cualquier salida, o se le ofrezca algo que llevarse a la boca (1985: 12). Ahora bien, ¿a quién sustituye la víctima propiciatoria? ¿En lugar de quién están los nuevos Edipos? Dice Girard: “La víctima nunca sustituye a un individuo sino a toda la comunidad” (1985: 16). Allí es que la víctima cumple su función. Ella asume el papel de pivote entre dos violencias: la legítima y aquella que amenaza el orden con la posibilidad del desenfreno. Esto es así porque la violencia tiene un carácter mimético y lo único que le pone freno es la posibilidad de redireccionarla, de dirigirla hacia un individuo, o una serie de individuos. Teniendo esto en cuenta la simbólica de la “inseguridad” adquiere otro sentido ya no es la justificación simple que tienen las políticas de “mano dura” y de represión, es, más bien, la condición de posibilidad de las mismas y la posibilidad de construcción de un nosotros, de una comunidad, de una sociedad. En el conflicto entre violencias, el momento de mayor crisis se soluciona mediante esta operación. Ya que “en el momento supremo de la crisis, cuando la violencia recíproca, llegada a su paroxismo, se transforma de repente en unanimidad pacificadora, las dos caras de la violencia parecen yuxtapuestas: los dos extremos se tocan. Esta metamorfosis tiene a la víctima propiciatoria por pivote (…) (Girard, 1985: 94). Así, al destruir a la victima, al castigar a los Edipos lo que se está haciendo es crear una ilusión de freno a la violencia, de límite al mal. “Al destruir a la víctima los hombres imaginarán librarse de su mal y se librarán en efecto, de él, pues ya no volverá a haber entre ellos una violencia fascinante” (Girard, 1985: 90). Entonces, al castigar con la muerte se está cumpliendo de forma material con los dictados de un proceso simbólico que establece que los otros, los malos para vivir son buenos para morir. De acordo com o relatório global de homicídios de Nações Unidas (2011), a América Latina é atualmente o continente mais violento do mundo. Essa violência não é homogênea e seu acréscimo obedece em boa medida às mudanças que sofreu o panorama de segurança internacional, em geral, e da América Latina, em particular. É por isso que se torna necessário diferenciar os tipos de violência existentes em diferentes sociedades, bem como o impacto que sua presença tem sobre a cidadania. Como resultado, chama a atenção que aqueles países com os indicadores mais altos, relativos à violência objetiva, apresentem taxas de violência subjetiva sugestivamente baixas. Sem dúvida, este fenômeno se deve às características culturais de cada país, mas também à natureza da violência e a seu vínculo com o crime organizado. NOTAS 1. Sostiene Pegoraro que es el miedo a la posibilidad de una violencia sin control “lo que llevó a aceptar resignadamente la imposición de un orden con violencia (llamado civilización) y por lo tanto a la existencia de dominantes y dominados, de poderosos y de débiles, de soberanos y sometidos, de victoriosos y derrotados sociales” (Pegoraro, 2004: 1). Para un desarrollo de la violencia y su aceptación social puede verse Girard (1995). 2. Cosa que puede verse en la organización del Estado argentino. En ella el papel constituyente de la violencia es indiscutible. Ya en el proyecto “jacobino” de Moreno, expresado en el Plan de Operaciones, aparece la violencia vinculada directamente con la revolución y en él se desta- Página | 39 ca la absoluta necesariedad de la misma para la construcción de la república, dice Moreno: “Los cimentos de una nueva república nunca se han cimentado sino con el rigor y el castigo mezclado con la sangre derramada de todos aquellos miembros que pudieran impedir sus progresos”. Por supuesto que no es sólo el proyecto de Moreno el que se vincula con la violencia. Las cruentas y repetidas luchas de todo el siglo XIX en la Argentina también demuestran el papel fundamental de la violencia y su carácter constituyente de lo político. Para una descripción de la violencia en la organización política Argentina puede consultarse Feinman (1988). 3. Adorno sostiene, aunque con reparos, que es en 1947 y en el célebre ensayo Dialéctica del Iluminismo, en coautoria con Horkheimer, que aparece un sintagma cuya autoría les pertenece, de particular pregnancia y riqueza conceptual para el estudio de la comunicación: Industria Cultural (1967: 9) Dicho concepto sitúa las producciones culturales en el proceso industrial cultural. Retomando el análisis de la mercancía realizado por Marx en El Capital y trasladándolo a la cultura la perspectiva inaugurada conceptualmente por Adorno y Horkheimer se propone reconstruir el modo de producción cultural. 4. Daroqui señala algunos datos que muestran el desplazamiento estatal hacia la penalización. Así, sostiene que “en el ámbito penitenciario federal se están construyendo cuatro nuevas cárceles, dos para varones adultos, una para jóvenes adultos y otra para mujeres, todas de máxima seguridad. En el ámbito de la provincia de Buenos Aires están en proyecto seis nuevas cárceles. En el Gran Buenos Aires, el Consejo Deliberante de Quilmes aprobó la construcción de una Alcaldía para alojar a quinientos presos, en su estructura se contará con un módulo para alojar a cincuenta menores de edad. (…) El Consejo Deliberante de Berazategui donó terrenos fiscales para la construcción de un Instituto de Menores de Máxima Seguridad (cárceles de menores) que contará con ciento veinte plazas para el departamento Judicial de Quilmes y Lomas de Zamora (actualmente para la toda la Provincia de Buenos Aires se cuenta con ciento diez plazas)”. (Daroqui 2004: 1) Todos estos datos pertenecen solamente a los proyectos y realizaciones en el ámbito penal de la segunda mitad del 2004. 5. Para las elecciones a Jefe de Gobierno porteño de 1997, el candidato Gustavo Beliz contó con el asesoramiento de William Bratton, ex jefe de policía de New York y brazo derecho de Rudolph Giuliani en la implementación de la “tolerancia cero” en materia de seguridad; cuestión que fue ampliamente promocionada y se convirtió en el tema de la campaña electoral. Otro dato relacionado: en las elecciones de 1999 fue elegido Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Carlos Ruckauf, al vencer a Graciela Fernández Meijide. Todos los analistas políticos coincidieron en destacar que el motivo de este triunfo amplio se debió básicamente a la “cuestión de la inseguridad” y a la supuesta incapacidad de la candidata de la Alianza –el hecho de ser mujer es señalado como el elemento fundamental a la hora de justificar esta supuesta incapacidad- para resolver esa cuestión. 6. Al respecto sostiene Bourdieu: “no se puede jugar con la ley de la conservación de la violencia: toda violencia se paga y, por ejemplo, la violencia estructural ejercida por los mercados financieros, en forma de despidos, pérdida de seguridad, etc., se ve equiparada más tarde o más temprano en forma de suicidios, crimen y delincuencia, adicción a las drogas, alcoholismo, un sinnúmero de pequeños y grandes actos de violencia cotidiana” (Wacquant, 2001: 11). Son estos “pequeños y grandes actos de violencia cotidiana” los que abundan en la superficie discursiva de los medios y los que impiden entender a la violencia. 7. Una buena descripción de la inseguridad del denominado “capitalismo flexible” en el ámbito laboral puede verse en Sennett (2000) 8. Los “relatos” que narran los medios (en las noticias además de la ficción) abarcan un gran número de fábulas morales de orden social en las que las buenas cualidades y obras son recompensadas, mientras que lo indeseable o lo perverso recibe un castigo simbólico. (…) El castigo simbólico se logra (…) con una tendencia a caratular o estigmatizar ciertas actividades o atributos como antisociales, desviados o indeseables, una veces de manera explícita, otras veces a través de presupuestos tácitos y del encuadre que se da a la noticia” (Mc Quail, 1998: 370-371). 9. Ya en la época de la Grecia clásica esto ocurría. Finley, por ejemplo, da una larga lista de los términos más usados por los escritores griegos como “sustitutos”, es decir, de los términos elegidos a la hora de marcar la diferenciación y la jerarquización sociales. Así en la literatura griega en lugar de “los ricos” los “escritores griegos usaban palabras que significaban literalmente `los útiles´ (o dignos) (chrestoi), `los mejores´ (beltistoi), `los poderosos´ (dynatoi), `los notables´ (gnorimoi), `los bien nacidos´ (gennaioi); para el otro polo de social, es decir, los pobres elegían `los muchos´ (hoipolloi), `los inferiores´ (cheirones), `los bribones´ (poneroi), o simplemente `la turba´ (ochlos) (Finley, 1986: 12). 10. Para ejemplificar esto quiero detenerme en dos frases. La primera es muy común en la cultura argentina, es más, podríamos sostener que se trata de un clásico: “a estos negros hay que matarlos a todos”. Enunciado que no sorprende por su habitualidad pero que puesto en situación sirve para ver cuánto de retrógada y fascista puede tener una cultura. La situaciónde enunciación en la que quiero detenerme es la siguiente: el 26 de junio de 2002, en la Estación Avellaneda. El tristemente célebre comisario de la policía bonaerense, Francciotti, en el momento en que se aprestaba a matar a Dario Santillán y Maximiliano Kosteki repitió ese enunciado. Para ver como lo simbólico termina con represiones materiales también podemos remitirnos a la madre de Fernando “Peto” Blanco, de 17 años, asesinado por la policía a la salida de la cancha de Huracán. Ante las cámaras manifestó: “la policía se equivocó, mi hijo no era un violento”. En dicha frase aparece Página | 40 claramente esa dicotomía maniquea que distingue entre la sociedad y los violentos. Es tan evidente y a la vez tan difícil de desmontar ese dispositivo que una madre que acaba de perder su hijo señala que los guardianes del orden sólo cometieron un error con su hijo. Dicho “error” incluyó una enorme cantidad de golpes que terminaron con la vida de Fernando y también que lo arrojaran de un vehículo policial en movimiento argumentando que él se había tirado del mismo. Cabe destacar que esos vehículos sólo se abren desde afuera. 11. En ese sentido, es la lógica de la cultura masiva la que determina los productos de la misma, sus formas y contenidos. Como dice Barbero (1983) la cultura masiva tiene por función negar su carácter de cultura clase y esto lo hace mediante ciertos procedimientos que tienden a la despolitización y el borramiento del conflicto que, por ejemplo, en referencia a la violencia: esconden el lugar y la función de ésta, la sitúan fuera de lo social y la ubican como una fuerza que ataca a la sociedad. BIBLIOGRAFÍA Adorno, T. - Horkheimer, M. Dialéctica del Iluminismo. Buenos Aires. Editorial Sudamericana. Baratta, A. (1997) Criminología crítica y crítica del derecho penal. Buenos Aires. Siglo XXI. Bauman, Z. (2005) Vidas desperdiciadas. Buenos Aires. Paidós. Daroqui, A. (2004) Una lectura crítica sobre la “clase media militante de la seguridad” En: Revista Argumentos. Nº 4. Septiembre. www.argumentos.fsoc.uba.ar Engels, F. Anti-Düring. México. Cártago. Feinman, J. P. (1998) La sangre derramada. Buenos Aires. Planeta. Finley, M. (1986) El nacimiento de la Política. Barcelona. Crítica. Foucault, M. (1980) La verdad y las formas jurídicas. Barcelona. Gedisa. Gidenns, A. (1994) El capitalismo y la moderna teoría social. Barcelona. Editorial Labor. Girard, R. (1995 [1983]). La violencia y lo sagrado. Barcelona. Anagrama. Goux. J. J. (1998) Edipo Filósofo. Buenos Aires. Biblos. Grüner, E. (1997) Las formas de la espada. Buenos Aires. Editorial Colihue. Colección Puñaladas. Míguez, D. (2004) Los pibes chorros. Estigma y marginación. Buenos Aires. Capital Intelectual. Mumby, D. (1997) Narrativa y control social. Buenos Aires. Amorrortu. Mc Quail, D. (1992) La acción de los medios. Buenos Aires. Amorrortu. Pegoraro, J. Una reflexión sobre la inseguridad. En: Revista Argumentos. Nº 4. Septiembre. www. argumentos.fsoc.uba.ar Sennett, R. (2000) La corrosión del carácter. Barcelona. Anagrama Simmel, G. (2002) Sobre la individualidad y las formas sociales. Buenos Aires. UNQ. Sodré, M. (2001) Sociedad, cultura y violencia. Buenos Aires. Norma. Wacquant, L. (2000) Las cárceles de la miseria. Buenos Aires. Manantial. ------------- (2001) Parias urbanos. Buenos Aires. Manantial. Página | 41 Artículo Especial La violencia reconoce diferentes espacios de ejercicio de los cuales ni siquiera el saber escapa. Un aporte para la reflexión. Colonización del saber: una violencia invisible1 Zulma Palermo Profesora Emérita, Universidad Nacional de Salta, Miembro del colectivo Modernidad/Colonialidad/Decolonialidad. Autora de: Desde la otra orilla. Pensamiento crítico y políticas culturales en América Latina; Cuerpo(s) de Mujer; Representación simbólica y crítica cultural; Las culturas cuentan, los objetos dicen; Colonialidad del poder: discursos y representaciones. Coordinadora de los volúmenes: Arte y estética en la encrucijada descolonial y Pensamiento argentino y opción descolonial, Colección El Desprendimiento, Ediciones del Signo. Compiladora junto a Sara Mata de Travesía discursiva: representaciones identitarias en Salta (siglos XVIII-XXI). Yo hablo de millones de hombres a quienes sabiamente se les ha inculcado el miedo, el complejo de inferioridad, el temblor, la genuflexión, la desesperación, el servilismo. (A. Césaire, Discurso sobre el colonialismo) La naturalización del ejercicio de la violencia social en nuestro tiempo -impulsada a través de múltiples prácticas discursivas, propagada a través de la imagen y de diversas formas virtuales y lúdicas y la impotencia del Estado para contener y revertir tal forma de desarticulación de lo colectivo- lleva a las sociedades a generar hábitos autodefensivos que, a su vez, incrementan esa misma situación violenta, lo que impele a pensar que nos encontramos atrapados dentro de un círculo vicioso, sin salida, sin futuro, sin esperanza2 . Es desde otro lugar de enunciación -que implica una opción por la vida en contra de la política de muerte (de los cuerpos y de las mentes) propia del proyecto de la economía global- desde la asunción de un imaginario crítico con genealogía latinoamericana, que propongo acá estas reflexiones tendidas a la reconstitución de otro horizonte de futuro, distinto del que se persiguió desde la ilusión revolucionaria de la teoría de la dependencia, aunque apoyado en ella3 . De allí que el enunciado de Aimée Césaire que orienta estas reflexiones, se propone como una emergencia de ese posicionamiento y como punto de partida para tratar de bucear en los largos soportes de una violencia que se define para nosotros por y en la diferencia colonial (Mignolo, 2003). Tal diferencia se sostiene en la clasificación del planeta dentro del imaginario moderno/colonial por la acción de la colonialidad del poder (Quijano, 1999) cuya fuerza transforma las diferencias en valores (si no se es blanco, europeo, se es “bárbaro”, “incivilizado”, “imposibilitado para producir conocimiento”). Lo que acá se propone es pensar críticamente la diferencia colonial para generar condiciones adecuadas que propugnen la emergencia de relaciones dialógicas en las que la intervención del sujeto colonizado se encuentre en paridad y simetría con el discurso y las acciones hegemonizantes, en síntesis, de romper la relación de dependencia, de los hombres [y mujeres] a quienes sabiamente se les ha inculcado el miedo, el complejo de inferioridad, el temblor, la genuflexión, la desesperación, el servilismo. Por lo tanto, en el terreno intelectual, se trata de violentar la violencia epistémica de la diferencia colonial, de una particular (“provinciana”) localización geopolítica del saber validada como universal. Proponer ante esta lógica monotópica, una perspectiva pluritópica como el universalismo del futuro, como el camino para un nuevo humanismo. Diferencia colonial y violencia epistémico-científica En el campo intelectual y en las ciencias y sus correlatos tecnológicos hay tareas urgentes que reclaman nuestra atención, orientadas a producir una “descolonización” del conocimiento y de las prácticas extractivas y apropiativas con miras a alcanzar un diálogo productivo tendiente a mejorar las condiciones de vida de las sociedades controladas por el poder colonial. Para ello se hace necesario efectuar Página | 42 una arqueología de la construcción institucional de la colonialidad que, en sí misma, sea ya una crítica para pensar desde ahí modelos alternativos de cuya genealogía también necesitamos hacernos cargo (Palermo, 2005). Los estudios coloniales sobre las estrategias operadas durante la conquista y durante el dominio político luso-hispánico han dado visibilidad a las formas por las que los principios sustentadores de la dominación -sostenida fundamentalmente en la diferencia racial, religiosa y lingüística- operó, para concretar el sometimiento de los cuerpos y las mentes de los grupos originarios del subcontinente. Las estrategias operadas a través de las armas, la cruz y el lenguaje en forma mancomunada y como un ejercicio exitoso de control, son ya sobradamente conocidas por la comunidad académica, aunque no tan extendidamente como sería deseable, por algunos proyectos gubernamentales latinoamericanos y -lo que sí es fundamental- por ingentes grupos sociales que a lo largo y a lo ancho de América Latina y el Caribe van generando distintas estrategias de resistencia. Se trata, por lo tanto, de una lógica que opera simultáneamente en distintos niveles de igual magnitud abarcando tanto el poder político y económico, como a las subjetividades en la que se incluye desde lo étnico hasta lo genérico y sexual. Todo ello, por otra parte, hecho posible por la colonialidad del saber, del conocimiento y la validación “universal” de una sola forma posible de habitar el mundo, una forma atentatoria contra la vida humana y el planeta mismo, tal como se constata particularmente durante todo el siglo XX, la centuria del “progreso” por antonomasia. De allí nuestro interés en centrar esta reflexión en lo que llamamos violencia epistémica y científica, una forma silenciosa de genocidio intelectual y de los cuerpos operada por el “pensamiento único4 ¿Cuáles son las formas por las que opera esta forma de violencia? Aquellas según las cuales se formulan valoraciones que establecen diferencias insuperables entre las capacidades inherentes y propias de la cultura europea para producir conocimiento racional y, consecuentemente, científico-tecnológico, con invalidación total de los propios de otras culturas, generando conceptualizaciones binarias hasta ahora no superadas (barbarie y civilización, tradición y modernidad, comunidad y sociedad, mito y ciencia, infancia y madurez, pobreza y desarrollo, etc.), todas ellas a su vez articuladas en la noción de “crecimiento”, de “salida del estado de naturaleza al de cultura”. En nuestros días -y como consecuencia de la avanzada tecnológico-científica- pareciera que tal poder fue cooptado por lo que Castro-Gómez (2000) carac- teriza como “poder libidinal” que, bajo la apariencia de desmontar la hegemonía del pensamiento de la modernidad, invisibiliza el poder del sistema-mundo por obra de otro poder, el de la discursividad académica y el de los avances científicos -conscientemente o no puestos al servicio del proyecto global- que aleja cada vez más al pensamiento de la vida, a la especulación del sufrimiento, a la devastación del planeta y a la creación de vida artificial que genera nuevas y más profundas exclusiones. Por lo tanto, en el actual proyecto global, el del nuevo “universalismo”, el conocimiento no está sólo presente como dispositivo de legitimación hegemónica, es decir desde una única localización geopolítica, sino que incide directa e inmediatamente en nuevas formas de coacción, dominio y explotación de las personas concretas, incluido el tráfico de órganos para transplantes, la experimentación con químicos, la generalización de la trata de personas como instrumento del mercado. El momento actual de crisis ecológica exige develar algunas de las cuestiones generadas en torno a esas representaciones, puesto que se trata de un problema de índole general que moviliza los imaginarios modelando los comportamientos sociales. La representación del “cuerpo de la naturaleza” o del “cuerpo de la tierra” como objeto de permanente construcción colectiva de las culturas colonizadas se modificó en el correr del tiempo y, sobre todo, según el proyecto geocultural que le es propio. Uno de los dispositivos puestos práctica por los países industrializados y por las grandes corporaciones transnacionales es el régimen de estandarización de protección de la propiedad intelectual no sólo de acuerdo a su propia cosmovisión, sino también de acuerdo a sus intereses comerciales y políticos inmediatos, y se constituye en un mecanismos menos visibles en las tendencias a la concentración del poder y el aumento de las desigualdades. (Lander, 2002:74). Las formas de violencia así instaladas cobran forma en las prácticas investigativas y su regulación puesto que la representación en nuestro imaginario tal como fue construido por la modernidad eurocéntrica, estuvo siempre vinculado en forma directa a la alta cultura, es decir de la cultura “letrada” y, por eso mismo, a la propiedad de las “ideas” volcadas en textos especializados y celosamente guardados por los “derechos de autor” como estímulo a la creatividad y/o a la innovación. En la actualidad esta concepción se ha desplazado hacia el territorio de los valores económicos -como en casi todos los espacios de la actividad productiva- dando valor a la rentabilidad del capital por sobre cualquier otro criterio, en particular, por sobre el resguardo de la vida de las perso- Página | 43 nas y del planeta mismo. Uno de los sectores en los que este dispositivo cobra cada vez más incidencia es el de la biotecnología -y se trata de una discusión ya instalada a escala mundial- es el de la propiedad sobre las formas de vida y aún de generación de vida humana. Esta clara expresión de los intereses que prevalecen en esas políticas gubernamentales y académicas informan sobre lo que estamos llamando crisis de un sistema que tiene su correlato en las formas por las que estos desplazamientos circulan en el orden del lenguaje: así el sentido de la palabra “derecho” en el campo legal e inscripto en el texto constitucional, se orienta a la búsqueda de la equidad democrática: derecho a la educación, a la salud, a la vivienda digna, al salario justo, etc., etc.; en el campo de la defensa de los desprotegidos (niños, mujeres golpeadas, perseguidos y desaparecidos por regímenes dictatoriales, sectores marginales de todo tipo) se constituyen, ya arquetípicamente y a causa de los múltiples genocidios concretados durante el s. xx en nombre del progreso y la democracia, en “derechos humanos”. Desde ese horizonte de sentido se ha derivado al campo semántico de los derechos de enriquecimiento y expoliación del planeta; se ha pasado, por lo tanto y sin solución de continuidad, de una concepción social en búsqueda de la equidad y de la justicia, a la del individualismo liberal y economicista, sin respeto por la vida humana. La apropiación de nuestras tierras y nuestros recursos, junto a la agresiva promoción del consumismo e individualismo de la cultura occidental, siguen destruyendo estilos de vida tradicionales y culturas. El resultado de este proceso es no solo la degradación ambiental, sino también enfermedad, alienación y alto niveles de estrés, que se manifiestan en altas tasas de alcoholismo y de suicidio. Estamos, por lo tanto, en un punto crítico, es decir en una situación de quiebre que conlleva alto riesgo expresada ya sin retaceos por la industria biotecnológica. Así se han dado declaraciones públicas como la de Monsanto, una de las más fuertes empresas transnacionales de biotecnología, que sentencia: “Monsanto no tendría por qué asegurar la seguridad de sus comidas biotecnológicas. Nuestro interés está en vender tanto como sea posible. La supervisión de la seguridad es trabajo de la FDA (Federal Drug Administration), [Cit. por Lander, 2000: 81] 5. Una de las estrategias históricas -hoy perfeccionadaconsiste en apropiarse de los conocimientos de los pueblos “originarios” de todo el mundo, ejerciendo una verdadera acción de nueva piratería, es decir, ejerciendo una estrategia colonizadora que acelera las tendencias a la concentración global de poder y, en consecuencia, de la subordinación. Así, todos conocemos la persistencia en el uso de plantas y productos propios del “cuerpo de la naturaleza” no industrializados que circulan en nuestros espacios rurales y aún urbanos. Sabemos de la eficacia de esos productos y de su puesta solidaria al servicio de todos los integrantes de las comunidades. Sabemos también, por otro lado, de la penetración de los “científicos” al servicio de las empresas que se apropian de esos saberes, les dan plusvalía económica a través de sus procesos de sintetización de los componentes químicos, cuyos resultados se “patentan” 6 , y se devuelven así procesados a las sociedades productoras de origen, muchas veces en carácter de “donaciones humanitarias”7 . Abriendo horizontes: las utopías posibles Ante este estado de situación se impone generar un “movimiento social académico” que acompañe a los de las comunidades, en dirección a proteger los derechos de quienes sostuvieron y sostienen con sus prácticas, un conocimiento, un saber que no sólo no es validado sino que es expoliado. Este llamado de atención se ha expandido tanto en la comunidad científica como en los grupos que resisten ante la degradación ambiental y las mismas comunidades rurales8 ; no obstante ello, las disposiciones internacionales como las establecidas por la OMC, las nacionales y sus diversas regulaciones específicas, la educación formal y la circulación mediática operan en sentido contrario y van generando en las personas una representación favorable de estos “avances tecnológicos” los que, sin bien producen innúmeros efectos positivos simultáneamente ejercen particular violencia sobre muchos aspectos y grandes sectores de la vida en el planeta. Ante la comprobada existencia de un “conocimiento sometido” que se niega y es “subalternizado” por el saber único, lo que se impone es la necesidad de generar formas alternativas que construyan las propias genealogías y en las que el conocimiento impuesto se entrecruce y superponga con las memorias de los saberes locales de modo tal que éstas formen parte de lo validado haciendo posible la emergencia de nuevas formas de saber-hacer más cercanas a las particularidades específicas de cada lugar en la múltiple heterogeneidad de América Latina. La violencia social que padece hoy el mundo sin distinción de localizaciones, puede ser, entonces, respondida ejerciendo violencia sobre las concepciones impuestas-naturalizadas por la episteme moderna/ colonial que hizo posible la primera, actualizando Página | 44 patrimonios simbólicos sostenidos en la solidaridad y en la equidad para dar emergencia a la dignidad como valor supremo de lo humano: “Ahora se trata [...] del ‘duro trabajo de la subjetividad’ contra las formas negativas de la eticidad en una sociedad organizada estructuralmente sobre la injusticia social [...] de la vigencia constante de formas de un pensar utópico como fuente de regulación de la propia emergencia” (Roig, 2002:92). NOTAS 1. La primera versión de este artículo fue publicada en la Revista Palabra y Persona, 2ª. época. Año II, Nº 2: 67-74 (2007). En Cuadernos FH-UNJu, Nº. 38: 79-88, 2010 se incluyó una segunda versión on-line no revisada y con imperfecciones. Aquí, aparece con modificaciones introducidas por la autora. 2. Se trata del destino propugnado por el pensamiento dominante de la negatividad al que refiere J. Isaacson al analizar críticamente la situación argentina de nuestro tiempo: “Las altas cátedras de poder han hecho todo lo posible para fomentar el descreimiento y el escepticismo Más de medio siglo de frustraciones no pueden conducir a la formación de generaciones de crédulos. Afirmación que soslaya sostenidamente todo análisis de causas profundas. Es así, parecen decirnos, como si se tratara de un fatum irreversible que no vale la pena explicar” (2005:85) 3. La Teoría de la Dependencia en la filosofía latinoamericana significó una provocación epistemológica y un proyecto que buscaba poner fin a la larga tradición imitativa y de dependencia de América Latina con el patrimonio europeo como excluyente [Cfr. entre otros Salazar Bondy (1966), A. Roig (1994), E. Dussel (1994)] 4. Es interesante traer acá una aseveración de W. Mignolo: “La mayor consecuencia de [la violencia epistémica] es reconocer que el conocimiento funciona como la economía. Se dice hoy que no hay ya centro y periferia. No obstante, la economía de Argentina o de Ecuador no son las economías que guían la economía mundial. Si el mercado bursátil de Quito o de Buenos Aires se desploma, no tiene muchas consecuencias en otras partes. Con el conocimiento ocurre algo semejante, con la diferencia de que en la producción intelectual tenemos mejores posibilidades de producir cambios que los que puedan tener los gobiernos del ex Tercer Mundo en el terreno económico (2002:20). 5. El destacado es mío. El patentamiento es así el equivalente en el campo tecnológico a la propiedad intelectual en otros espacios. 6. Entre las proposiciones emergentes de su reciente defensa de tesis doctoral, Mecanismos de resistencia de Solanum al pulgón persicae”, Adriana Alvarez de la Fac. de Cs. Naturales (UNSa), alerta acerca de que “El patentamiento de genes puede ser visto como ‘biopiratería’ y como una nueva forma de colonialismo porque los cultivos que se siembran hoy han sido desarrollados por los campesinos indígenas durante siglos de innovación”. 7. Lander (Op. Cit.: 87) señala: “Como consecuencia de los derechos monotópicos otorgados por TRIPS (2000), las compañías farmacéuticas pueden eliminar la competencia y cobrar precios más allá de la posibilidad de pago de millones de personas. A partir de diversos estudios se ha calculado que ocurrirán no sólo aumentos significativos de precios como consecuencia de la introducción de patentes, sino igualmente una notoria reducción del consumo: amplios sectores de la población quedarían excluidos del acceso a medicamentos comerciales (Correa, 2000: 35,37)” 8. La resistencia a la planta de pasta celulosa Botnia en el litoral, la que confronta con l penetración de Monsanto y de Chebron tanto como otras muy menores como la operada por múltiples comunidades pequeñas como la del Municipio de Cachi en la Pvcia. de Salta, son verdaderos “movimientos sociales” que actúan en esa dirección. BIBLIOGRAFÍA Castro-Gómez, Santiago, 2000, “Ciencias sociales, violencia epistémica y el problema de la ‘invención’ del otro”, en Lander, E. (comp.) La colonialidad del saber: eurocestrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas, Bs. Aires: CLACSO: 145-161. Dussel, Enrique, 1994, Historia de la filosofía y filosofía de la liberación, Bogotá: Ed. Nueva América. Isaacson, José, 2005, “La lógica del sometimiento”, en El neoliberalismo como fundamentalismo económico. Ensayos argentinos, Bs. Aires: Corregidor: 85-90. Lander, Edgardo, 2002, “Los derechos de la propiedad intelectual en la geopolítica del saber de la sociedad global” en Walsh, Shiwy y Castro-Gómez Indisciplinar las Ciencias Sociales. Geopolíticas del conocimiento y colonialidad del poder. Perspectivas desde lo andino, Quito: Univ. Andina Simón Bolívar: 73-102. Mignolo, Walter, 2002, “Entrevista a W. Mignolo: “Las geopolíticas del conocimiento en relación a América Latina” Catherine Walsh en Walsh, Shiwy y Castro-Gómez, Indisciplinar las Ciencias Sociales, Quito: Univ. Andina Simón Bolívar y Ed- Abya Yala: 17-44. ------------------ , 2003, Historias locales / diseños globales.Colonialidad, conocimiento subnalterno y pensamiento fronterizo, Madrid: Ed. Akal Palermo, Zulma, 2005, Desde la otra orilla. Pensamiento crítico y políticas culturales en América Latina. Córdoba: Alción Ed. Quijano, Aníbal, 1999, “Colonialidad del poder, cultura y conocimiento en América Latina”, en Castro-Gómez, Guardiola Rivera y Millán de Benavidez (Ed.), Pensar (en) los intersticios. Teoría y práctica de la crítica poscolonial. Bogotá: Centro Ed. Javeriano, p. 99-110. Roig, Arturo, 2002, Ética del poder y moralidad de la protesta. La moral latinoamericana de la emergencia, Quito: Univ. Andina Simón Bolívar. Salazar Bondy, A., 1996, La cultura de la dependencia, Lima: Instituto de Estudios Peruanos. Página | 45 Notas de Opinión Entre las “novedades” de los últimos tiempos, se encuentra el establecimiento de Departamentos de Derechos Humanos dentro de los establecimientos sanitarios. Aporte y experiencia de uno de sus agentes en el HIGA Eva Perón. La violencia como problema social Lic. Juana A. Martínez Responsable del Área de Violencia. Oficina de Derechos Humanos, HIGA Eva Perón [email protected] En el momento de escribir el presente artículo, está en pleno desarrollo el fenómeno de los llamados linchamientos. Los episodios se encuadran dentro de la problemática de la violencia y en particular dentro de la violencia social en cuanto conductas colectivas que replantean la construcción de la subjetividad, los valores sociales y culturales y el rol de la justicia. A estas inquietudes se suma la duda referida al rol que juegan los medios masivos de comunicación en tales sucesos. El origen de la agresividad - El debate sobre el tema ha sido cuestión relevante en el campo filosófico. Thomas Hobbes (1588-1679) y Jean Jacques Rousseau (1712-1778), autoridades clásicas del pensamiento, parten de una conceptualización similar en cuando al estado de naturaleza en el momento inicial de la humanidad. Para Hobbes, el hombre es una criatura carente de normas morales y de respeto hacia los demás. Sólo conoce el autorrespeto y atiende exclusivamente a sus propias necesidades y requerimientos. El otro, es sólo un extraño, del que se puede servir y al que pondrá al servicio exclusivo de sus necesidades. El mundo natural está integrado por seres que no conocen la sociabilidad ni la solidaridad. El hombre de esta etapa es básicamente malo y agresivo. La pauta de conducta que sintetiza la postura responde a la expresión ”Homo hominis lupus” (el hombre es el lobo del hombre). La postura debe ser doblegada y controlada por el Leviatán, el Estado, que introduce la Ley social, basada en principios morales. Rousseau, acepta un estado de naturaleza donde el hombre natural, es un sujeto naturalmente bueno, un buen salvaje que no conoce las conductas violentas contra el otro. De todos modos coincide también en la necesidad de establecer un Contrato Social. El contrato proviene precisamente de la aparición del lenguaje entre los humanos y este lenguaje es concebido como una técnica que irá introduciendo la necesidad de construir normativas para su utilización. Así se sientan las bases para de un contrato social que será fundamento del llamado Estado de Sociedad. A propósito de la arraigada belicosidad de la naturaleza humana la etología y la sociobiología han intentado dar cuenta, “explicaciones”, de la agresión. Los impulsos agresivos (instintivos) fueron reducidos al imperativo territorial, la supervivencia del más apto y la lucha reproductiva. Las posturas biologicistas que dan cuenta de la agresividad suman posturas que hacen al entorno de los sujetos, siendo su máximo representante el determinismo recíproco de A. Bandura. Es necesario establecer una distinción terminológica entre agresividad, agresión y violencia, pues no son términos sinonímicos. Para Fernando Lolas Stepke, profesor de psiquiatría, todo comportamiento es fruto de una integración “neuro-cultural”. La Agresividad es un término teórico que permite al observador dotar de sentido e integrar datos “textuales” que dan cuenta de los comportamientos. Al hablar de agresión se refiere a conductas agonísticas caracterizadas de modo definitorio por a) transitividad: conducta que tiene origen en un agresor y termina en un agredido. b) direccionalidad: hacia dónde se dirige el acto agresivo (hacia el yo, hacia otros, hacia objetos o seres vivos, etc.). c) intencionalidad (goal-directedness): sea del agresor para causar daño o bien del agredido para evitar el mismo. Entiende por violencia a la manifestación o el ejercicio inadecuado de la fuerza o del poder. Manifestación o ejercicio inadecuado significan extemporáneos o desmesurados. Aunque la agresión y la violencia hayan constituido siempre un elemento de la vida social, sus formas de presentación y sus consecuencias han variado en el curso de la historia. Los términos agresión y violencia han merecido sesudas observaciones de Freud. A partir de la Teoría de las pulsiones, toma el tema de la agresividad y la violencia desde más de un punto de vista e intenta dar cuenta de cómo incide y cómo construye la sub- Página | 46 jetividad. Opone las pulsiones de autoconservación con las pulsiones sexuales y plantea que no existe el yo en el nacimiento del niño sino que se trata de una instancia psíquica posterior. A partir de un ello anónimo, sin conciencia y no diferenciado de su madre, en tanto prótesis de la misma, el niño pasa por un estadio de formación o de constitución del yo. La introducción definitiva de la agresividad y la violencia tienen lugar en la última conceptualización sobre las pulsiones y genera la pulsión de muerte como instancia suprema de destructividad en el dominio de lo humano. A posteriori, otros autores retoman y profundizan los conceptos del padre del psicoanálisis y permiten comprender el proceso de construcción de la subjetividad. Lacan comparte con sus contemporáneos la preocupación sobre la importancia del yo. Define la formación constituyente del yo como un “estadio del espejo”, en el cual propone como esencial diferenciar en el interior del yo dos instancias distintas: el moi y el je. La mirada de la madre sobre la imago del niño proyectada en el espejo es lo que permite que el bebé reconozca por esa mirada que ese de allá es él, con lo que se le muestra por primera vez una imagen de sí mismo como unidad. Uno de los grandes atractivos de las propuestas de Lévi-Strauss es que están influidas por el psicoanálisis freudiano. En “Las estructuras elementales del parentesco”, el centro de la cuestión es el tabú del incesto que también representa la ley. Para el antropólogo, el núcleo del parentesco es la relación que existe entre dos hombres que intercambian mujeres en el don matrimonial. En Tótem y tabú, Freud plantea que después del asesinato del padre, los hermanos invadidos por la culpa, se prohíben el acceso sexual a sus hermanas y se ven obligados a crear un sistema de intercambio de mujeres entre los varones; para considerarse pares entre otras hordas vecinas. De esta manera, la relación se produce entre varones que intercambian a la mujer como bien y elemento esencial para perpetuar los grupos. Lo relevante de su lectura es que sacó el supuesto freudiano de su dimensión de anécdota histórica, para transformarla en operación simbólica estructural. Así, no era un hecho ocurrido en el pasado de la humanidad, sino un ejercicio esencial y determinante de la estructura simbólica, condición para toda posibilidad de pensar los cimientos de lo humano en su relación naturaleza-cultura. El Sujeto es, entonces, un concepto estructural en tanto se encuentra sujetado al orden simbólico. Siendo el padre portador de la ley es quien introduce al niño en la cultura. A partir de ese momento la palabra tendrá más peso que la misma realidad. Por ello, todas las herramientas vinculadas a la palabra, serán las que construyan las subjetividades, tanto las singulares como las colectivas. Esta labor es la que desarrollan las instituciones sociales, como la familia, la escuela, el trabajo o los grupos de pertenencia, entre otros. En nuestro tiempo se modelan predominantemente a través del discurso de los medios masivos de comunicación. Todas estas instancias son las que se denominan Aparatos Ideológicos de Estado. La naturaleza polifacética de la violencia queda representada en un Modelo Ecológico que adoptó la OMS y con el cual pretende dar cuenta de las raíces del fenómeno. Comenzó a utilizarse a fines dela década del ´70 y su detalle es pertinente al efectuar un análisis descriptivo sobre la violencia. En la determinación de la violencia influyen factores biológicos, sociales, culturales, económicos y políticos. El fenómeno específico resulta de la combinación de la totalidad o de varios de dichos factores. No existe factor único que explique la violencia a nivel social ni a nivel individual. La fragmentación del campo social dificulta el diseño de estrategias de salud pública orientadas a prevenirlo. El modelo analiza los factores concurrentes y los clasifica en cuatro niveles: 1º Identifica los factores biológicos y de historia personal que influyen el comportamiento de los individuos. Así, se rastrean características demográficas, trastornos psíquicos, de personalidad toxicomanías, conductas agresivas, padecimientos de maltrato, etc. 2º Aborda las relaciones más cercanas (familia, amigos, parejas, compañero) y estudia cómo influyen en el riesgo de sufrir o producir actos violentos, 3º Explora contextos comunitarios (escuela, trabajo, vecindario) identificando características del ámbito que aumenten los riesgos de actos violentos. Ej. Movilidad de residencia, densidad de población, desempleo, tráfico de drogas, etc. en la zona considerada. 4º Considera factores de carácter general relativo a la estructura de la sociedad, que puedan alentar o inhibir la violencia (posibilidad de conseguir armas, Página | 47 aceptación o rechazo de normas sociales y culturales, por ejemplo contemplar el suicidio como opción personal más que como acto de violencia prevenible; dominación masculina de las mujeres y los niños). En este nivel otros factores más generales son las políticas sanitarias, económicas, educativas y sociales que contribuyen a mantener las desigualdades económicas o sociales entre los grupos de la sociedad. El Modelo Ecológico ayuda a esclarecer las causas de la violencia y sus complejas interacciones y pone de manifiesto que, para prevenirla, es necesario actuar de manera simultánea en varios niveles. En el ámbito de la salud pública, es perfectamente adaptable a las intervenciones preventivas, tradicionalmente estructuradas en tres niveles. a) Prevención primaria: acciones dirigidas a prevenir la violencia antes que ocurra; b) Prevención secundaria: medidas centradas en las respuestas más inmediatas a la violencia, como la atención pre hospitalaria, servicios de urgencia tratamiento de ETS después de una violación; c) Prevención terciaria: intervenciones centradas en la atención prolongada después de actos violentos como la rehabilitación y la reintegración y los intentos por aminorar traumas o discapacidades de larga duración asociadas con la violencia. En conclusión: El análisis descriptivo de la violencia sugiere la importancia de conceder mayor prioridad a la prevención primaria, a concentrar esfuerzos en impedir que la violencia llegue a producirse. En las actividades de prevención deberían participar muchos sectores y organismos diferentes. Todos los programas deberían contar con un proceso de evaluación. Página | 48 Notas Ocasionales La Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, creó una Comisión Especial de Violentología. Fue presidida por Franco Caviglia y contó con la colaboración de los diputados Viviana Nocito, Liliana Denot, Ramiro Gutiérrez, Abel Buil y Marcelo Feliú. Sesionó entre 2011 y 2013. Bajo la coordinación académica de la politóloga Paola Rodríguez , presentaron el informe adjunto donde contemplan diversas facetas de la violencia. La violencia en la Provincia de Buenos Aires Informe de la Comisión Especial de Violentología de la HCD http://www.parlamentario.com/noticia-68167.html Franco Caviglia Ex-Diputado Provincial. Presidente de la Comisión Especial de Violentología (2011-2013) y Miembro de la Sociedad Iberoamericana de Violentología Según el Informe sobre violencia y salud de la Organización Mundial de la Salud (2003), cada año más de 1,6 millones de personas en el mundo pierden la vida violentamente. La violencia es una de las principales causas de muerte entre la población entre 15 y 44 años y es responsable del fallecimiento del 14% de los varones y del 7% de mujeres. Además de las personas que pierden la vida, muchas otras sufren heridas físicas y psicológicas y padecen la pérdida de sus bienes materiales. En la Provincia de Buenos Aires, la proliferación de formas violentas de relación se extiende más allá de los episodios de inseguridad. Según datos del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia, extraídos de la Estadística Criminal 2011, el 50% de los homicidios del año se produjo con motivo de conflictos entre personas previamente conocidas, por problemas familiares o vecinales, por conflictos laborales o por hechos de violencia de género. En los homicidios cometidos contra las mujeres, el 60% respondió a situaciones de violencia intrafamiliar o de género y en la mayoría de los casos, las víctimas fallecieron a manos de su pareja, ex pareja o similar. Entre los varones, la proporción de hechos vinculados a cuestiones familiares y pasionales fue menor (12%), predominando en cambio las muertes ocurridas en contextos de peleas, conflictos barriales u otros conflictos interpersonales, así como también en ajustes de cuentas y supuestos de legítima defensa (58%). Estas cifras sugieren que la violencia ha devenido un problema tan acuciante para los bonaerenses como la inseguridad y que por ello es imperativo avanzar en legislaciones y en políticas que impidan que cientos de hombres, mujeres y niños de la Provincia sufran daños o incluso pierdan la vida año tras año, en su entorno inmediato: la familia, el colegio o el barrio. Esta violencia objetiva, se acompaña con la reproducción de imágenes televisivas, radiales e informáticas, en las que se afirma y extiende la idea de que la violencia “nutre la vida diaria en nuestras calles”. La violencia forma parte de nuestra historia. Ocupa un lugar central para comprender la experiencia presente, con su naturaleza extrema, su dimensión imprevista y fragmentaria, en un tiempo marcado por la falta de significantes. La violencia en sus múltiples formas está incorporada al campo de lo social, que se filtra por las brechas de una modernidad en crisis. Pero, ¿qué es la violencia?, ¿cuánto sabemos de ella?, ¿cómo la percibe la sociedad?, ¿cómo pensamos que la sociedad percibe la violencia?, ¿por qué la violencia se ubica más allá de las razas, los lugares, los tiempos y los grupos sociales?, ¿cuáles son las causas de su permanencia?, ¿qué explicación podemos ensayar? Interrogantes como éstos nos conducen a una multiplicidad de conjeturas que compiten por comprender un fenómeno sin paradigma, sin centro, con fronteras difusas y oscuras. Un campo que pondera la ramificación Página | 49 vivencial de la existencia y nos conduce al quebrantamiento, alejándonos de la ansiada unidad de su comprensión. La violencia amerita la atención no solo de los ciudadanos en sus experiencias y conversaciones cotidianas sino, fundamentalmente, de los académicos en sus agendas de investigación y de los gobiernos en la formulación de políticas públicas. Los cientistas sociales de Argentina y del mundo se han orientado a la investigación, descripción y comprensión de la violencia en sus distintas manifestaciones y magnitudes en la gran variedad de contextos sociales (micro y macro) proveyendo una inmensa producción bibliográfica al respecto, pero una reflexión omnicomprensiva del fenómeno de la violencia se halla aún en mora de realizarse. Con el fin de abordar el complejo problema de la violencia, la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, creó la “Comisión Especial para el Análisis, Estudio y Desarrollo de la Violentología como Campo Multidisciplinario Integral de la Problemática de la Violencia”. Dicha Comisión se integró por seis diputados provinciales con sus respectivos equipos de trabajoI, y contó con la participación de académicos, especialistas, funcionarios, representantes de ONG´s y líderes de organizaciones sociales en un Foro Consultivo. Durante dos años, la Comisión Especial de Violentología adelantó un trabajo arduo y sostenido de investigación y discusión. Como conclusión de su trabajo la Comisión presentó a finales de 2013 un Informe de 355 páginas que compendia el esfuerzo colectivo de los diputados que integraron la Comisión, sus equipos asesores y el Consejo Consultivo. En dicho documento, la Comisión señala que el panorama estadístico provincial en materia de violencia está marcado por una profunda dispersión y discontinuidad, de manera que la vinculación de los datos obtenidos de fuentes dispares que actúan independientemente unas de otras, fue el principal obstáculo que encontró la Comisión para trazar una cartografía de la violencia en la Provincia. Así por ejemplo, los datos entregados por el Ministerio de Salud de la Nación no pudieron ser cotejados con los entregados por la Dirección de Política Criminal del Ministerio de Seguridad y Justicia y viceversa. En el Ministerio de Justicia, Seguridad y DDHH de la Nación no se publican datos de estadísticas criminales desde 2009 y, de manera preocupante, los datos aportados hasta entonces no consignan los homicidios en la Provincia de Buenos Aires. En el reporte 2009 se advierte que “de todos modos, el cálculo de tasas se realiza sin computar la población de esa provincia”. Por otra parte, en el informe del Ministerio de Salud de la Nación se analizó lo ocurrido en 2009 y se determinó que en ese año “la ciudad de Buenos Aires fue la jurisdicción con mayor proporción de muertes de intención indeterminada (30% del total de muertes por causa externa) seguida de la provincia de Buenos Aires (22,5%), Santiago del Estero (21%) y Santa Fe (19%)”. El problema de las estadísticas de violencia y criminalidad ha sido también señalado por académicos y ONG´s. Investigadoras del CELS han remarcado que, pese a la sanción en el año 2000 de la Ley 25.266 (Ley Ciaffardini) que implicó la centralización de las estadísticas de criminalidad en la Dirección de Política criminal del Ministerio de Justicia por fuera de la órbita de las Fuerzas de Seguridad, “las resistencias a esta iniciativa hoy se expresan en términos de competencias”II. En el mismo documento se plantea que “es necesario que se reconozca la necesidad de producir estadísticas fiables de criminalidad y violencia como insumo para la formulación de un diagnóstico certero de la problemática”2 Según las autoras, “si se toman en cuenta los lineamientos planteados por el Departamento de Estudios Económicos y Sociales de la ONU, que publicó en el año 2004 el Manual para la Elaboración de un Sistema de Estadísticas Sobre Justicia Penal, se evidencia que la posición oficial en los últimos años ha presentado algunas deficiencias en varias de las etapas del proceso de elaboración de las estadísticas en esta área: desatendiendo los programas de capacitación a los operadores provinciales, no ha tenido una política de utilización de las estadísticas producidas para la elaboración de políticas diferenciadas para las percepciones de inseguridad y para la disminución del delito, y ha hecho retrocesos importantísimos en la difusión y publicación de las mismas”1 . No sólo en lo referido a violencia delictual (homicidios y delitos) sino también a otros tipo de violencia (escolar, familiar, de género, institucional, laboral), la percepción generalizada de la Comisión de Violentología fue de insuficiencia en materia de medición (cifra negra) y de poca confiabilidad en los datos existentes. Con dos consecuencias problemáticas: 1) la imposibilidad de hallar un banco de estadísticas centralizado que le permita a los legisladores trabajar con datos ciertos y actualizados de la situación provincial y 2) la arbitrariedad que implica escoger entre las mediciones existentes que se disputan la veracidad del dato tomado como se vio en la polémica entre las carteras de Justicia y Salud. En el marco descripto, caben también algunas consideraciones respecto a la escasa o nula inclusión de una perspectiva de género en la elaboración de las Página | 50 metodologías estadísticas y en consecuencia sobre la ausencia de registros diferenciales sobre el ejercicio de violencia, delitos violentos, consultas en salud, etc. En consecuencia la “cifra negra” mencionada parte no solo de la falta de registro, sino de la falta de utilización de criterios estadísticos que no sean apriorísticos sino verdaderamente indagatorios. Coincidiendo con esta percepción, la Dirección de Coordinación de Políticas de Género del Ministerio de Justicia y Seguridad publicó en octubre del 2012 el documento Sistemas de Registro e información sobre Violencia familiar contra mujeres, niños, niñas y adolescentes. Aportes desde la perspectiva de género, con el objetivo de “sensibilizar sobre la importancia de los sistemas de información y de registro con enfoque de género en la implementación de las políticas públicas orientadas a la prevención y atención de la violencia familiar en la Provincia de Buenos Aires”. Se trata de un documento de formación dirigido a “los y las distintos/as actores/as institucionales para que puedan encontrar en ella elementos conceptuales y metodológicos que sirvan de soporte para la producción de nuevas alternativas”. La Dirección enfatiza la significación e importancia del registro de los casos de violencia como una práctica que ofrece diversas posibilidades: propiciar estrategias de trabajo con quienes sufren situaciones de violencia, repensar los abordajes institucionales, el trabajo en red, y producir estadísticas que permitan conocer la problemática y redefinir las políticas públicas. Confiamos en que su implementación en la recolección de información y en la elaboración de estadísticas esté ya rindiendo sus frutos. La adopción de políticas públicas para afrontar la problemática de las violencias requiere un diagnóstico claro, preciso y actualizado, que además permita el monitoreo permanente y la definición de acciones coherentes, articuladas y sin sesgos de género, pertenencia social, etnia o edad, es decir, incluyendo los factores de vulnerabilidad para cada una de estas u otras categorías que se identifiquen, en pos de aportar los insumos necesarios tanto para la elaboración de legislación como para la ejecución de acciones, elaboración de protocolos de actuación específicos por área y definición de mecanismos preventivos, tanto de la victimización como de la revictimización institucional. Esto requiere consensuar enfoques, actualizar y adecuar otros y corregir criterios cuando éstos no incluyen factores de vulnerabilidad diferenciales. En el rastreo mencionado con anterioridad se observa que todas las formas de “medir” la violencia se han generado desde una lógica institucional, como una forma de cuantificar las acciones y algunas tipologías, en lugar de responder a cualificar y construir las posibles rutas críticas de víctimas y perpetradores y sin hacer foco en las respuestas y sus efectos y mucho menos en sus actores y el derecho a una vida libre de violencia, que el Estado debe promover. En consecuencia, sabemos y parcialmente, cuántas muertes violentas registra una dependencia ministerial, que curiosamente no coincide con los datos de otra que registra aparentemente el mismo dato, pero poco sabemos de registros previos, no delictuales, pero anticipatorios, que son fundamentales a la hora de la prevención, de la indagación de los mecanismos de producción para el diseño de dispositivos posibles. Se conocen varias metodologías posibles para avanzar en este sentido, generalmente diseñadas por los “observatorios” y que se aplican en forma paralela permitiendo evaluar condiciones de victimización por un lado y cualificar la violencia, su impacto en la salud, cómo y dónde se ventilan sus efectos. Por otra parte, con la intención de diseñar políticas preventivas resulta imprescindible indagar sobre los factores de riesgo para su ocurrencia, los condicionantes culturales y su impacto en los comportamientos de la población y la valoración que los sujetos realizan sobre la violencia (masculinidad, modelos de crianza, ideales de constitución familiar, entre otros) Como forma introductoria al conocimiento de estas cuestiones se puede proponer la aplicación de una encuesta de victimización, tomando como modelos para su elaboración las desarrolladas en la CABA y la provincia de Santa Fe. Para el desarrollo de esta estrategia, que aspira a obtener una mirada amplia, bastaría con definir una serie de criterios que permitan conocer: por género, edad, nivel socioeconómico y etnia, con criterio estadístico de administración: hechos violentos, su tipificación, su ámbito de ocurrencia, sus actores, su visibilización. Pero como sabemos, un esfuerzo de tal magnitud requiere, además de un serio diseño metodológico, una férrea voluntad política de parte de los operadores estatales. Tal es la invitación que deseamos hacer desde el ámbito legislativo. NOTAS 1. Bazzano M, Pol L. Las condiciones de producción de las estadísticas criminales en Argentina. Documento de Trabajo. Centro de Estudios Legales y Sociales/CELS. En: http://www.asd.org.ar/wp-content/ uploads/2011/03/CondicionesProduccionEstadisticas.pdf [Consulta: Marzo 2014] Notas Ocasionales Página | 51 El 20 de marzo de 2013, el Consejo Superior del Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires declaró el Estado de Emergencia del sistema público de salud, a causa del estado edilicio, la inseguridad y la violencia que comprometían a los actos médicos. Desde entonces, ¡nada ha cambiado! Página | 52 Artículo Original La violencia doméstica no es exclusiva de nuestra época, pero sí lo es su reconocimiento y prevención. Aporte de datos y discusión de obligaciones y derechos de los pacientes y de los profesionales a cargo. ¡Signo de los tiempos! Los profesionales de la salud mental ante situaciones de violencia familiar Diana Falcón Residente de 4to año de Psiquiatría de la Provincia de Buenos Aires. Alumna de Posgrado, Carrera de Especialista en Psiquiatría, UBA. Servicio de Salud Mental, H.I.G.A. Eva Perón de San Martin [email protected] Resumen: La violencia familiar (VF) o doméstica tiene fuerte impacto en la salud mental de las víctimas. La prevalencia real es muy difícil de medir. Los registros suelen subestimar su magnitud. El principal obstáculo para la visualización del problema que representa la VF es la falta de claridad en el funcionamiento de redes de trabajo entre los ámbitos pertenecientes a la salud, el poder judicial y desarrollo social, lo cual genera un abordaje incompleto de la problemática. Grupos especialmente vulnerables son los niños, adolescentes, mujeres embarazadas o personas en situaciones especialmente difíciles. Como adultos mayores, hombres y mujeres con enfermedad física o mental incapacitante, en desventaja física, económica o cultural, los cuales comparten factores de riesgo que propician la perpetuación de las situaciones de VF. La prevención es presentada como el abordaje más eficaz para esta problemática. Esta perspectiva propone una nueva dinámica de trabajo, de observación, de comprensión y de intervención para que los trastornos no se presenten, avancen y repitan. Para una elaboración acertada de estrategias de trabajo y de intervenciones posibles del profesional, resulta indispensable conocer el marco legal ya que es de vital importancia intervenir y es responsabilidad de todos los profesionales de la salud formarnos en detección y atención a las víctimas. También es fundamental informarnos a cerca de las responsabilidades que nos atañen y de las herramientas con la que contamos en materia legal, para acercar a nuestros pacientes a sus derechos. Palabras clave: Violencia Doméstica, Salud Mental, Psiquiatría, Empleos en Salud, Enfermos Mentales Papel dos profissionais de saúde mental nas situações de violência familiar. Resumo: A violência tem forte impacto sobre a saúde mental das vítimas. A verdadeira prevalência é difícil de medir, pois os dados disponíveis tendem a subestimar a sua magnitude. O principal obstáculo para a visualização do problema do VF é a falta de clareza na operação de rede entre as áreas relativas à saúde, judiciário e de desenvolvimento social, o que gera uma abordagem incompleta do problema. Os grupos particularmente vulneráveis incluem crianças, adolescentes, mulheres grávidas ou pessoas em circunstâncias particularmente difíceis. Como idosos, homens e mulheres com a desativação doença física ou mental, desvantagem física, econômica ou cultural, que compartilham fatores de risco que favorecem a perpetuação de situações de VF. Prevenção é apresentado como a abordagem mais eficaz para este problema. Esta abordagem oferece uma nova forma de trabalhar, observando-se, compreensão e intervenção para os transtornos não estão presentes, mover e repetir. Para um bom desenvolvimento de estratégias e intervenções possíveis de trabalho profissional, é essencial conhecer o enquadramento legal, pois é vital para intervir e é da responsabilidade de todos os profissionais de saúde a se formar na detecção e tratamento das vítimas. Também é essencial para nos informar sobre as responsabilidades que nos afetam e as ferramentas com que nós em matéria jurídica, para trazer os nossos pacientes para os seus direitos. Palavras-chave: Violência Doméstica, Saúde Mental, Psiquiatria, Ocupações em Saúde, Pessoas Mentalmente Doentes. Role of mental health professionals in domestic violence situations Abstract: Violence has strong impact on the mental health of the victims. The true prevalence is difficult to measure because the available data tend to underestimate its magnitude. The main obstacle for the visualization of the problem of the VF is the lack of clarity in the operation of networking among the areas pertaining to health, judiciary and social development, which generates an incomplete approach to the problem. Particularly vulnerable groups include children, adolescents, pregnant women or people in particularly difficult circumstances. As seniors, men and women with disabling physical or mental illness, physical, economic or cultural disadvantage, which share risk factors that promote the perpetuation of situations VF. Prevention is presented as the most effective approach to this problem. This approach offers a new way of working; observing, understanding and intervention for the disorders are not present, move and repeat. For a successful development of strategies and possible interventions working professional, it is essential to know the legal framework as it is vital to intervene and is the responsibility of all health professionals to form in detection and care of victims. It is also essential to inform us about the responsibilities that affect us and the tools with which we in legal matters, to bring our patients to their rights. Key words: Domestic Violence, Mental Health, Psychiatry, Health Occupations, Mentally Ill Persons Página | 53 La Violencia Familiar o doméstica (VF) ha sido declarada por las Naciones Unidas como el “crimen encubierto más frecuente del mundo”. Genera consecuencias físicas y psicológicas graves en los miembros de la familia que la padecen. Es considerada un problema sanitario grave cuya prevención debe ser prioridad de la salud pública 1. Es difícil medir su prevalencia real. La escasa notificación subvalora la magnitud. Se calcula que se registran entre el 5-15% de los casos. 2,3 Se estima que el 25% de las mujeres argentinas está sometida a VF y el 50% pasará por alguna situación violenta en algún momento de su vida. 4 Diversos estudios demuestran VF en 1 de cada 5 parejas argentinas 5 y abuso sexual cometido por familiar de confianza en 1 de cada 5 niñas/os menores de 18 años. 6 Esta presentación pretende definir la VF, analizar el comportamiento de víctimas adultas y revisar la prevención y tratamiento que con visión holística debieran ofrecer quienes los asisten en concordancia con la legislación que se ocupa del tema. I. La Violencia en la Familia El escenario propio de la VF es la familia. Ésta, al igual que toda institución social, tiende a adaptarse al contexto de la sociedad donde se desarrolla. Los cambios socio-histórico-culturales de las últimas décadas ajustaron el concepto y habilitaron diversas formas de familia y acuerdos de vida doméstica. La Declaración Universal de los Derechos Humanos considera a la familia “el elemento natural, universal y fundamental de la sociedad que tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”. El grupo familiar comparte valores y desempeña funciones que buscan satisfacer necesidades sociales básicas como compañía, atención, socialización, solidaridad transgeneracional, transmisión y preservación de costumbres y cultura 32. Se entiende como VF “…todo acto, omisión o abuso que constituya una expresión asimétrica de uso de poder en el seno de las relaciones familiares, generando situaciones que afectan la integridad física, psíquica, moral, y sexual de los sujetos, acotando su libertad y lesionando sus derechos”. 5 Es un fenómeno pluricausal. Es elaborada, aprendida y legitimada por quienes se sienten más poderosos y con más derechos que otros a los que pretenden controlar e intimidar y que se encuentran o son colocados en posiciones desfavorables. Su ejercicio apoya sobre relaciones de poder abusivas. El sentimiento de poder se construye y enmarca en sistemas de valores, normas jurídicas, símbolos y representaciones dentro de una estructura social que se expresa en desigualdades en niveles individual, grupal, nacional y mundial.7 La Organización Mundial de la Salud establece que la violencia puede ser ejercida mediante acciones físicas, sexuales, psicológicas, por medio de privaciones o por abandono (negligencia).8 Browne y Herbert clasifican los malos tratos en diversas categorías: violencia activa, abuso o maltrato y violencia pasiva o negligencia, voluntaria e involuntaria 9. - Violencia activa, abuso o maltrato: comisión voluntaria por parte del victimario de alguna acción en perjuicio de la víctima. Asume distintas formas. - Física: resulta de amenazar o producir daño no accidental por medio de fuerza física o de algún tipo de objeto capaz de provocar lesiones. Entre ellos figuran: golpes, empujones, bofetadas, tirones de miembros o de cabello, puntapiés, golpes con objetos, quemaduras, mordiscos, coerción forzada o limitación de movimientos físicos. - Sexual: incluye cualquier acto que dañe o degrade el cuerpo y/o la sexualidad del receptor y que atente contra su libertad, dignidad e integridad física. Comprende contacto sexual sin consentimiento, coercitivo o con fines de explotación, exposición a imágenes, actividades sexuales o amenazas. - Psicológica: implica todo acto u omisión capaz de provocar daño psicológico. Cabe entre ellos controlar y limitar el acceso a amigos, escuela o trabajo, aislamiento forzado, intimidación, uso del miedo o del daño físico, amenazas, chantaje, celotipia y marginación. Incluye reiteración de críticas, humillaciones, devaluaciones, insultos o comparaciones destructivas, rechazos, amenazas de suicidio o silencio de infidelidades. Abarca indiferencia, negligencia, abandono y descuido repetidos así como hacerlo testigo involuntario de situaciones violentas como destrucción de propiedades y mascotas. - Económica, abarca toda acción u omisión que genera escasez económica o afecta la supervivencia. Incluye obligar a la dependencia dineraria, limitar y controlar los ingresos, obligar a trabajar o apropiarse de beneficios sociales que por su condición corresponden a otro. - Patrimonial, comprende cualquier acto u omisión que afecte la supervivencia o los derechos patrimoniales, recursos económicos, utilizando la transformación, sustracción, destrucción, retención de objetos, documentos personales, bienes y/o valores. - Violencia pasiva o negligencia: omisión voluntaria de alguna acción por parte del victimario y que provoca perjuicio a la víctima. Muestra algunas variedades. - Abandono: desamparo de personas con los que se tienen obligaciones de cuidado y protección. Incluye descuido en la alimentación, higiene, control o cuidados cotidianos, la desatención emocional y la ausencia o retraso en la atención de necesidades médicas y psicológicas. - Negligencia voluntaria: acciones que causan stress físico o emocional, como el abandono deliberado, la ausencia de afecto y de protección, la falta o escasez alimentos o de dinero. - Negligencia involuntaria: modalidad de abandono que carece de intención de causar stress físico o emocional y constituida por el incumplimiento de obligaciones de cuidado, debidas a ansiedad, conocimiento inadecuado, pereza o enfermedad. 10 II. El paciente adulto en la consulta con el profesional de salud mental La presentación más frecuente de VF suele consistir en consultas por síntomas físicos o psicológicos poco específicos y trastornos por somatización. Las víctimas ocultan el origen de las lesiones por inseguridad, vergüenza o temor a denunciar. La sensibilidad y el estado de alerta de los encargados de atenderlos son sustantivos para detectar situaciones de violencia. Las personas que atraviesan situaciones difíciles resultan más vulnerables a la VF que la media: portadores de enfermedades físicas o mentales incapacitantes, de cualquier edad y sexo y todos los que se encuentran en desventaja física, económica o cultural respecto del agresor. Niños, adolescentes, mujeres embarazadas y adultos mayores son especialmente sensibles. Los pacientes con patología mental comparten factores de riesgo que facilitan la perpetuación de VF. Entre ellos, destacan la disminución de autoestima y reconocimiento personal, estigmas asociados a patologías de salud mental, dependencia de asistencia de terceros, disminución de credibilidad otorgada al relato brindado al profesional generada por discriminaciones relacionadas con la patología o el estado de la misma y dificultad de acceso a la información y servicios propios de la atención de su enfermedad. Numerosos estudios muestran asociación entre experiencias de maltrato y problemas tales como depresión, ansiedad, síndrome de estrés postraumático, insomnio y diversas quejas somáticas. Las situaciones estresantes durante la infancia y experiencias negativas frente a crisis vitales, se asocian con mayor frecuencia de trastornos psicológicos. Los estudios sobre psicopatología previa y posterior a la convivencia en parejas con VF no alcanzaron resultados concluyentes. 11, 12, 13, 14, 15. Oram, Trevillion, Feder y col. 18 efectuaron una revisión Página | 54 sistemática que muestra que las personas con VF utilizan servicios psiquiátricos con mayor prevalencia que la población general. (18) Goodman 19 estudió a 782 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, trastorno bipolar y depresión mayor, considerados trastornos mentales graves (TMG). Resultaron factores de riesgo: historias de abuso infantil, severidad de la patología psiquiátrica y abuso de sustancias. Durante el año previo a la observación, 25.6% de las mujeres con TMG informaron haber sufrido abuso físico y 20,30% sufrieron abuso sexual, situaciones detectadas, respectivamente, en 1,9% y 0,3% de la población femenina general. Las mujeres con TMG informaron episodios combinados de abuso físico y sexual 16 veces más frecuentes que las mujeres de la población general (33,4% vs. 2,1%). El 34.1% de los hombres con TMG declara haber sufrido abuso físico y 7.6 % abuso sexual versus 3,4% y 0.1% de lo registrado para población masculina general. El 36,7% del grupo masculino de TMG mostró abuso físico y sexual, 10 veces más frecuente que la población general (3,5%). 19 Diversos factores influyen en la aparición y severidad de trastornos de salud mental en las víctimas de maltrato. La disposición de soportes sociales y de experiencias positivas ante crisis vitales actúan como factores de protección y se asocian a niveles menores de síndrome de estrés postraumático. 16, 17 III. Intervenciones posibles del profesional de la salud mental Las acciones debieran comenzar por la prevención. Entendemos como Prevención Primaria a todo esfuerzo destinado a evitar el hecho violento cuando aún no ha ocurrido. Se debe educar a todos, incluso niños y jóvenes en busca de deslegitimar y desnaturalizar creencias que sostienen la discriminación de género y el estigma que acompaña a las enfermedades mentales y hace más vulnerables a sus portadores. El acercamiento a la realidad permite reconocer el ciclo de VF y promover respuestas alternativas. Se define como ciclo de violencia familiar al constituido por acumulación de tensión, reacción como agresión física o verbal, racionalización o justificación de lo ocurrido y posterior simulación de normalidad. Con el fin de evitar su inicio, se debe reducir el aislamiento social de las familias de los pacientes, incluirlas en redes comunitarias e incorporarlas a los tratamientos. La Prevención Secundaria se corresponde con la detección de síntomas y factores de riesgo para atender de manera precoz y limitar extensión y consecuencias para la víctima. Requiere profesionales capaces de aplicar métodos adecuados (escalas, cuestionarios, entrevistas) para detectar VF. Hecho el diagnóstico, han de proponer estrategias que mejoren situaciones familiares, aprovechar los recursos existentes en el área de la salud, de acción social y los soportes legales. Deben encargarse de transmitir información y conocimientos a la comunidad y brindar terapéutica adecuada para padecimientos de la salud mental preexistentes o reactivos. La Prevención Terciaria es aquella destinada a brindar atención y apoyo alejados a quienes han padecido violencia. Se ha de promover la erradicación de situaciones generadoras de violencia, desarrollar competencias sociales, así como promocionar y reconocer los derechos de las personas en situación de dependencia. Es importante crear grupos de ayuda compuestos por pacientes y cuidadores. Para reducir los riesgos de reaparición de VF se exige atención diferenciada de víctimas y de agresores. La víctima debe ser atendida en ausencia del compañero o cuidador, en un ambiente cómodo y reservado donde se pueda plantear el tema de manera simple, directa, desprejuiciada, confidencial. El terapeuta debe brindar confianza, escuchar sin hacer juicios de valor y otorgar credibilidad al testimonio recibido. La Historia Clínica debe inscribir dichos literales, documentar síntomas, describir lesiones observables y registrar análisis, estudios y resultados de los estudios efectuados. Se ha de evaluar el peligro y considerar indicadores de letalidad tales como: aumento de gravedad o frecuencia de ataques, control de actividades, celos exacerbados, sexo forzado, daño o amenaza de daño a los hijos, ideas e intentos de suicidio, acceso a armas, intentos de estrangulamiento, adicciones del compañero, agresiones durante el embarazo y violencia del compañero fuera del domicilio. El paciente merece apoyo. El intento de abandonar la relación abusiva suele aumentar el peligro de re-victimización. El Protocolo y Guía de prevención y atención de víctimas de violencia familiar y sexual del primer nivel de atención, establece que la historia clínica es un instrumento legal. Adquiere carácter de declaración jurada confesional, cuando es firmada por la víctima de violencia. Además, deben estar firmadas por todas las personas que hayan intervenido. La responsabilidad difiere según se trate del médico en cuanto agente público, funcionario público, jefe del servicio o director del establecimiento. 5 Si es necesario, cabe derivar el paciente para que reciba protección y asistencia integral especializadas. IV .Marco legal La elaboración de intervenciones y estrategias acertadas exige conocer el marco legal vigente. La Ley Nacional 24.417/94, de Protección Contra la Página | 55 Violencia Familiar, reglamentada en 1996, considera violencia familiar a la que “sufre cualquier persona por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar, en forma verbal o escrita”. Acepta como grupo familiar al originado en el matrimonio o en las uniones de hecho. La Ley 12.569/01 de la Provincia de Buenos Aires, reglamentada en 2005, se ocupa del mismo tema. Califica como VF “a toda acción, omisión, abuso que afecte la integridad física, psíquica, moral, sexual y/o la libertad de una persona en el ámbito del grupo familiar aunque no constituya delito.” Considera grupo familiar “no sólo al matrimonio, sino también a las uniones de hecho e incluye a ascendientes, descendientes, colaterales, consanguíneos, convivientes o descendientes de alguno de ellos. También la persona que tenga o haya tenido relación de noviazgo o pareja”. 5 Según el Art. 2 de la Ley 24.417 y establecida la VF: “Cuando los damnificados fuesen menores o incapaces, ancianos o discapacitados, los hechos deberán ser denunciados por sus representantes legales y/o el ministerio público. También estarán obligados a efectuar la denuncia los servicios asistenciales sociales o educativos, públicos o privados, los profesionales de la salud y todo funcionario público en razón de su labor. El menor o incapaz puede directamente poner en conocimiento de los hechos al ministerio público.” La Ley 12.569 establece condiciones especiales para víctimas ancianas o discapacitadas que si “…se encuentran imposibilitados de accionar por sí mismos, estarán obligados a hacerlo sus representantes legales, los obligados por alimentos y/o el Ministerio Público, como así también quienes se desempeñan en organismos asistenciales, educativos, de salud y de justicia, y en general, quienes desde el ámbito público o privado tomen conocimiento de situaciones de violencia familiar o tengan sospechas serias de que puedan existir.” Es necesario guardar un equilibrio entre la confidencialidad, los procedimientos por enfrentar y el deber de informar cuando hay peligro para la salud y la vida. Por ello, el profesional debe asentar la denuncia verbal o escrita dentro de las 72 horas de tomar conocimiento en Comisarías, Tribunales de Familia, Jueces de Menores, Comisarías de la Mujer, Juzgados de Primera Instancia Civil y Comercial y en Juzgados de Paz correspondientes al domicilio de la víctima. La denuncia deberá ser inmediata cuando se considere de alto riesgo o cuando estuvieran interviniendo otros organismos de la Red Provincial para la Prevención y Atención contra la Violencia Familiar. En este último caso, el plazo podrá extenderse a otras 72 hs. hábiles en la provincia de Buenos Aires”. 5 Si hubiese duda el plazo contará a partir de la fecha de la primera inter- vención que conste en la historia clínica u otros registros. Cuando el damnificado es un adulto la denuncia queda bajo su exclusiva responsabilidad. En el caso de mujeres embarazadas, el profesional o funcionario público debe velar por el neonato, que es persona de acuerdo con nuestro Código Civil. El paciente debe tener información escrita y guía de recursos para solicitar auxilio y contar con asesoramiento y protección legal. 5 CONCLUSIONES La ley tutela a toda víctima de VF, tanto a la mayoría que no puede o no sabe solicitarla como a la minoría capaz de pedir ayuda. La responsabilidad humana y el deber profesional obligan a intervenir en defensa de los derechos de los pacientes, fundar y aplicar enfoques adecuados al riesgo y gravedad de la VF. Se destaca la necesidad y el valor de elaborar dispositivos que articulen la práctica asistencial con redes de asistencia familiar comunitaria y legal, recursos primordiales para brindar abordajes preventivos y terapéuticos ante diferentes formas de VF. BIBLIOGRAFÍA 1. Naciones Unidas. Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer. Asamblea General de la Naciones. 23 de febrero de 1993. Disponible en: http://www.acnur.org/biblioteca/pdf/1286.pdf. 2. Arroyo A. 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Violencia y salud: Experiencia de la Oficina de Derechos Humanos Juana A. Martínez Oficina de Derechos Humanos, HIGA Eva Perón [email protected] Según el informe Mundial de la OMS sobre Violencia y la Salud, realizado en Ginebra en 2004, cada año más de 1,6 millones de personas en todo el mundo pierden la vida violentamente. En los años ´90 toma particular relevancia y ocupa la atención la violencia contra la mujer así como su manifestación en el ámbito familiar. Organismos internacionales de variadas características toman en sus agendas la temática, proponen los países integrantes la elaboración de programas y la formulación de políticas en materia de salud con el fin de promover la igualdad y equidad de género. En tanto que personas y particularmente centrada en su condición de mujeres, la violencia en su contra, en sus diferentes expresiones, constituye una grave violación a derechos humanos fundamentales. Entre un 16 % y un 52 % de las mujeres experimenta violencia física de parte de sus parejas y por lo menos una de cada cinco es objeto de violación en el transcurso de sus vidas. La violación y la tortura sexual se han convertido en verdaderas armas de guerra tanto para el género femenino como masculino, independientemente de sus edades. El impacto de la violencia física tanto como la emocional hacia la mujer deben considerarse una prioridad en las políticas de salud pública. La violencia basada en el género demanda su atención desde un enfoque multidisciplinario y multisectorial. Para su erradicación habrá que promover un cambio cultural, efectuar cambios fundamentalmente en las conductas y actitudes a nivel social que la legitiman, naturalizan e invisibilizan. Un paso fundamental para romper con esta dinámica de silencio es visibilizar ante la opinión pública las distintas formas de violencia y el impacto sobre la salud integral de la mujer agredida. Aparte de las consecuencias físicas de la violencia existen consecuencias psicológicas profundas, tanto a corto como a largo plazo. Las secuelas que dejan este tipo de experiencias quedan contempladas en la definición del “síndrome de estrés postraumático (SEP)”. El SEP consiste en una serie de trastornos emocionales que no necesariamente aparecen con la situación que los originó. Algunos de ellos son: incapacidad en tomar decisiones personales, expresar opiniones, difi- cultad de atención y concentración, dificultad en brindar protección, depresión, sentimientos de culpa, miedos diversos. En cuanto a lo orgánico, cefaleas, dolores de espalda, trastornos gastrointestinales, disfunciones respiratorias entre otras. En este último punto muchas veces por falencias de un interrogatorio que no incluye la temática de la violencia puede llegar a ser ubicado en el difuso campo de lo psicosomático. Se hace necesario recordar que la cuestión no responde a una alteración psicopatológica sino a un problema de carácter social. En Argentina, contamos con la Ley Nacional 24417 de Protección contra la violencia familiar y la Ley Provincial 12569 de Violencia familiar. ALGUNOS DATOS En el año 2007, el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires a través de la Subsecretaría de Coordinación y Atención de la Salud aprobó el Programa Provincial de Salud para la Prevención de la Violencia Familiar y Sexual. La Asistencia a las Víctimas, que los Protocolos de Detección y Asistencia a las Víctimas de Maltrato, de Aborto no Punible y de Acción ante Víctimas de Violación. Desde entonces el HIGA Eva Perón ha aplicado tales normas a través de la Oficina de Derechos Humanos. Cuenta con un grupo de trabajo constituido por psicólogos, trabajadores sociales y abogados, que ofrece orientación y asesoramiento legal, detección de casos, evaluación de riesgo y sostén psicológico a los afectados por la violencia de género. Las actividades de prevención de la violencia familiar así como la asistencia a las víctimas se realizan de modo coordinado con instituciones judiciales, municipales, ONGs y distintas fuerzas vivas de la comunidad. Estas actividades favorecen la creación de redes y recursos y se reflejan en la participación del hospital en la Mesa Local de Erradicación de la Violencia contra la Mujer cuyas organizaciones trabajan en articulación con la Dirección de Políticas de Género del Municipio de General San Martín. La población femenina de la Provincia de Buenos Aires comprende 8.020.503 personas, según el “Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010”. Las Página | 58 Comisarías de la Mujer y la Familia de la Provincia de Buenos Aires han recibido 88.521 denuncias por violencia familiar durante 2011, según informa en junio de 2012el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense. En 2011, el Observatorio Social Legislativo de las Mujeres (M.I.D.D.E.N.) registró 2333 denuncias por violencia familiar en las Comisarías de la Mujer y la Familia del distrito de San Martín. Síntesis de la Experiencia Entre diciembre de 2012 y diciembre de 2013, se atendieron 107 casos. Origen de los consultantes- predominan los de nacionalidad argentina. Entre los provenientes de países vecinos, la mayor proporción es paraguaya y una menor cantidad es peruana. Edad de la población asistida – El rango etario se extiende desde los 23 a los 82 años. Agrupados por quinquenios muestran predominancia del grupo comprendido entre 23 y 32 años, seguido por el de 33 a 42 años y finalmente el de los 13 a 22 años. Tipo de violencia ejercida por el agresor hacia la mujer. Se han presentado características similares entre violencia psíquica y emocional exclusivamente (43 casos) con la violencia de carácter físico, sumando también el aspecto psico-emocional (29 casos). Se ha concedido un carácter especialmente significativo a la variable agresión física en la medida que responde al modo en que la persona que padece la violencia (17casos) le adjudica al factor desencadenante de la misma (droga, alcohol, etc.), una razón que excede al que ejerce di- cha violencia sin visualizar la afectación tanto psíquica como emocional de la conducta. En cuanto a la variable sexual (18 casos) se refieren a los actos de violación consumados en la vía pública. Centros de derivación- Permite visualizar la importancia de la creación de organismos públicos como las Comisarías de la Mujer, constituidas en ámbitos de contención e inicio de resolución del problema por parte de la afectada. En cuanto a las derivaciones internas, es decir intrahospitalaria permite visualizar la importancia que va adquiriendo la temática violencia dentro de nuestras intituciones de salud. Denotan un cambio de actitud por parte del profesional en lo que se refiere a la construcción de la anamnesis. Si bien es un cambio que requerirá tiempo, es una muestra del comienzo de su implementación. El HIGA Eva Perón cuenta con un área de atención de la violencia familiar que depende de la Oficina de Derechos Humanos. Funciona de lunes a viernes en horario hospitalario. En el municipio de San Martín, funciona un Centro de atención permanente las 24 horas del día los 365 días del año. Su linea permanente es el 0800-888-5678. CONCLUSIONES y OFERTA Los datos aportados muestran la trascendencia de la cuestión. Esperamos recibir denuncias y consultas. Página | 59 Notas de Opinión La narcodependencia crece. Esta desgraciada realidad es innegable, aunque apene y disguste. La situación es violenta, produce daño a quien consume y a quienes lo rodean. La negación de cualquier realidad es inconducente. La primera condición para emprender algún tratamiento es reconocer su necesidad. Al igual que otros abusos genera enfermedades agudas y crónicas que exigen atención. La solidaridad obliga a reconocer el hecho, promover la prevención y proveer la rehabilitación. Desde Rosario llega esta opinión. El genocidio de nuestros jóvenes Pablo Yurman Abogado, Profesor Adjunto de la Cátedra de Historia Constitucional Argentina y Profesor Adjunto de la Cátedra de Ética Social y Profesional UNR y UCA. Columnista del diario El Ciudadano & la Gente de la ciudad de Rosario. [email protected] http://www.fotosearch.es/CSP460/k4606832/ Sin intención de caer en alarmismos inconducentes, existen datos de la realidad que sugieren la gravedad de un fenómeno que puede calificarse como un auténtico genocidio social con eje especialmente en los jóvenes de nuestra comunidad. Es paradójico que ello acontezca en concomitancia con multiplicidad de discursos en pos de la “ampliación” de derechos (que en muchos casos esconde demagógicamente lo que no es más que la consagración de caprichos egoístas) y la hiperinflación de declaraciones internacionales y documentos de similar tenor. En los últimos meses la ciudad de Rosario ha estado en el foco de la atención mediática a raíz de numerosos casos vinculados con el narcotráfico y los delitos violentos que son su natural derivación. Las autoridades municipales piden, por otra parte, no estigmatizar a la ciudad y reconocer que el problema señalado es común a otros lugares de nuestro país. Hay un poco de razón en ambos lados. El problema de la violencia vinculada con el consumo y venta de drogas existe; no es una mera percepción subjetiva y también es cierto que Rosario ha cobrado notoriedad por la escalada de violencia de los últimos tiem- pos, pero el problema es de una sociedad que se ha quedado de brazos cruzados durante mucho tiempo y que ahora paga las consecuencias de tal conducta omisiva. Acaso ya no resulte aventurado afirmar que se está produciendo ante nuestros ojos un verdadero genocidio, aunque silenciado como tal, que tiene a los jóvenes, e incluso a los niños, por tristes protagonistas. Hasta no hace mucho, ante un titular periodístico que diera cuenta de un tiroteo como modalidad del famoso “ajuste de cuentas”, con el previsible resultado de algún joven muerto, muchos pretendían contentarse falsamente pensando “bueno, en definitiva, ¡que se maten entre ellos!”. Ese escapismo social (y también funcional a los políticos ineptos) pronto demostraría su ineficacia. Así, el 23 de enero de 2014 podía leerse que “Melani Navarro, de 5 años, murió ayer a la madrugada en el Hospital de Niños Víctor Vilela de un disparo en el cráneo, que recibió mientras jugaba con una prima en la vereda de su casa, en Flamarión al 4900, en la zona sur de Rosario, tras ser alcanzada por disparos de grupos de delincuentes que se tiroteaban entre sí.”1 Página | 60 En torno a este tema se ha expresado que “El consumo explotó, estamos asistiendo a una especie de tsunami que superó todas nuestras previsiones. Se consume marihuana, cocaína, pasta base y aparece casi siempre el alcohol. En las clases medias esto comienza en la pubertad y tiene más bien que ver con el desborde, con una distorsión de la diversión. En las clases más bajas donde el desamparo es mayor, comienza desde los 8 o 9 años como una forma de acallar el dolor y la tristeza”, según explicó Horacio Tabares, psicólogo y representante de la ONG Vínculos, que desde hace 25 años trabaja en barrios de Rosario2. Lo anterior es de suma importancia: el consumo de drogas no reconoce barreras socio-económicas, salvo en la calidad de la sustancia, pero que a la larga termina produciendo víctimas en todas las capas de nuestra población. Por si quedaran dudas acerca de la magnitud del drama representado por el consumo de estupefacientes, particularmente significativo resulta lo aseverado por el presidente del Colegio de Farmacéuticos de la ciudad de Rosario, Dr. Norberto Herbas en el sentido de “Hay un tema más profundo, y es que los delincuentes muchas veces se llevan psicofármacos y, en algunos casos, solo buscan las pastillas. No llevan dinero.” 3 Hubo épocas en que los jóvenes entregaban voluntariamente su vida en pos de ideales y de principios. Ahora nuestros jóvenes mueren, de un lado, por un par de zapatillas o un celular, por el otro, por una dosis de paco. Algo patológico sucede en una comunidad que no es capaz de generar en miles de jóvenes otra expectativa que la de ser “soldadito” de un puesto de venta de drogas. Las cifras del fenómeno meten miedo en el ciudadano común, pero no parecen hacer mella en la glacial expresión facial de nuestra mal llamada “clase dirigente”. Además de ser utilizados como carne de cañón por los narcos barriales, los reales dueños territoriales, para actividades reñidas con la moral y con la ley, los “soldaditos” son los peones que, como en un ajedrez macabro, se sacrifican a diario en las disputas armadas por el territorio. Caen como moscas para merecer sólo un recuadro en la sección de policiales de los diarios y un casillero en las planillas de estadísticas oficiales. Dejemos al margen de estas reflexiones y, eventualmente, para otra oportunidad, el evaluar si lo hasta aquí descrito se soluciona con la legalización del con- sumo de algunas o de todas las drogas existentes en el mercado. ¿Qué hacemos, en pleno siglo XXI, con nuestros jóvenes más allá de firmar tratados internacionales y sancionar leyes tras leyes que proclaman redundantemente infinidad de derechos para ellos? La posteridad nos juzgará no por los papeles escritos que produzcamos (convenciones, tratados, etc.), sino por la realidad que transformemos o, en cambio, con la que en ocasiones actuemos como cómplices. Y la realidad nos habla de que en muchas esquinas de nuestras grandes ciudades los niños y adolescentes son explotados por bandas criminales que los utilizan degradantemente como “cuida-coches” (sic) y “limpiavidrios” (sic) por dar sólo algunas tareas poco edificantes y peligrosas que, sin llegar al narcotráfico, los tienen por protagonistas sin que ninguna autoridad ni político haga nada al respecto. Es más, en el colmo del hundimiento ético, algunos políticos no tienen mejor idea que “reglamentar” esas explotaciones humillantes, creyéndose el numen del progresismo en versión criolla. Es hasta cierto punto lógico ya que cambiar una triste realidad puede ser tarea difícil, en cambio “reglamentarla” es mucho más fácil y llevadero, entre otras cosas porque se esquiva el enfrentar a los poderes siniestros que se benefician con la explotación de esos menores, a plena luz del día y a la vista de todos. Hace años el entonces cardenal arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio comprendió en su cabal dimensión la gravedad del tema y se propuso transformar, al menos en lo que a la Iglesia correspondía, la realidad de las barriadas más pobres que sufrían en carne propia la esclavitud del narcotráfico. Predicaba con el ejemplo, secundado por pastores “con olor a oveja” (como el Padre Pepe, por dar sólo el ejemplo más conocido). Está en nosotros el que ese testimonio sea seguido por una comunidad dispuesta a sacrificarlo todo por sus hijos. BIBLIOGRAFÍA 1. Diario La Nación, Buenos Aires, edición digital del 23 de enero de 2014, consulta online de fecha 19/3/2014 en http://www.lanacion. com.ar/1657679-murio-una-nina-baleada-en-un-tiroteo-entre-bandas-en-rosario. 2. Suplemento Rosario/12, Diario Página/12, Buenos Aires, edición digital del 2 de febrero de 2014, consulta online de fecha 19/3/2014 en http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/9-42539-2014-02-02.html. 3. Declaraciones al sitio PolíticaPlus, consulta online de fecha 19/3/2014 en http://www.politicaplus.com/?q=read&id=3812. Página | 61 Notas de Opinión El 7 de febrero de 2014 el semanario uruguayo BRECHA (http://brecha.com.uy/) publicó este artículo. La similitud social existente entre Argentina y Uruguay concede especial interés a su contenido. Analiza el riesgo y la importancia que asigna a la regulación del consumo de alcohol. Acepta la íntima relación entre éste y la violencia en general. Agradecemos el permiso para reproducirla El alcohol en la mira de la regulación. Tomo y obligo Mariana Contreras http://www.juvasa.com/contenidos/categorias/4-1.jpg La adicción al alcohol tiene mayor morbimortalidad que todas las drogas ilegales juntas. Un estudio de la Junta Nacional de Drogas muestra que –al menos en ocho barrios de la capital– la mitad de los detenidos que estaban bajo el efecto de alguna, lo que había consumido era alcohol. Sin embargo, no resulta sencillo que se comprenda la necesidad de regular este consumo y establecer la dirección que debería seguir una política educativa sobre la materia. El alcohol es la droga de mayor consumo en el país, la de inicio más temprano, la de consumo más problemático, la de venta más desregulada. Y es, también, la más legitimada y la de consumo más naturalizado entre los uruguayos. Quizá por esto último es la que más demoró en caer bajo el foco de la regulación. Pero apenas el Parlamento apruebe el proyecto de ley que regula su consumo, distribución y expendio, la tríada que comenzó en 2005 con el tabaco y que en 2013 siguió con la marihuana, tendrá su complemento. Por ahora, el proyecto es analizado por la Comisión de Drogas y Adicciones de la cámara de Diputados. 12,8 AÑOS - Esta es la edad de inicio del consumo de alcohol en Uruguay. No significa que un niño pruebe y continúe tomando, sino que a esa edad se consume por primera vez. De todas formas, la mitad de las personas de entre 15 y 65 años consumen alcohol habitualmente.1 En esas edades, el promedio de consumo anual es de 6,38 litros (se mide en alcohol puro), un poco por arriba del promedio mundial, de 6,13 litros. Consumir alcohol no necesariamente implica hacerlo en exceso ni tener una adicción. Esto, que es una buena cosa, es también un obstáculo a la hora de pensar regulaciones, lo que sumado a la naturalización del consumo termina generando muchas veces una irritación que dificulta el debate. MÁS DATOS - Se entiende por consumo problemático aquel en el cual una sustancia afecta negativamente alguna de estas áreas: la salud física o psicológica, las relaciones sociales primarias (pareja, familia, amigos), las relaciones secundarias (trabajo, estudio) o las relaciones con la ley, explicó a Brecha el sociólogo Agustín Lapetina. Sobre este último punto es interesante pensar el lugar que ocupa el alcohol en el mentado discurso de la inseguridad. Vean: la Junta Nacional de Drogas hizo un estudio ventana sobre el consumo en ocho barrios de Montevideo a través de datos provenientes de las comisarías de esas zonas. Tomando los resultados de las detenciones de una semana, se estableció que en 28,6 por ciento de los casos las personas estaban bajo efectos de drogas. En la mitad de ellos la droga era el alcohol. Los delitos eran fundamentalmente violencia doméstica e infracciones de tránsito, dos problemas que podrían calificarse de epidémicos en el Uruguay actual, aunque suele dárseles la espalda. En situación de consumo problemático se encuentran 260 mil personas. De ellas, 71 mil tienen una adicción –lo reconozcan o no–, que se configura cuando la persona “pierde el control sobre cuándo o cuánto va a beber”, situación a la que se llega luego de muchos años de consumo constante. O sea que los adictos al alcohol son, incluso por una necesidad de tiempo biológico, jóvenes y adultos, pero no adolescentes. Claro que las estadís- Página | 62 ticas indican algo que parece una obviedad, cuanto más temprano se inicie en el consumo, más probabilidades tendrá la persona de convertirse en adicta. Así pasa hoy: “los usuarios problemáticos de alcohol que se iniciaron a los 13 años o menos duplican porcentualmente a aquellos que iniciaron su consumo luego de los 18 años”, señala un informe de la JND.2 LA PREVIA. Ojalá los lectores disculpen la andanada de números. Los datos duros ayudan a dimensionar claramente el tema, pero también hablan de una ausencia: en Uruguay el espacio de los estudios está ocupado casi exclusivamente por los aspectos cuantitativos del consumo, y aunque se han comenzado a estudiar los cualitativos, todavía hay más preguntas que respuestas. Uno de los aspectos que sí se conocen es el cambio de patrón de consumo. Uruguay supo tener un consumo que los expertos llaman “mediterráneo”. Si bien la cultura del boliche siempre estuvo presente, la ingesta de alcohol daba prioridad al sabor de la bebida, a su gusto y disfrute, y se vinculaba a las comidas, al encuentro familiar y del mundo adulto. Pero, “como todo producto comercializable y parte de una gran industria, ésta comienza a ejercer su marketing y empezó a cambiar su lugar en la sociedad. El alcohol pasa a usarse como un lubricante social, en las fiestas, para todo vínculo de encuentro, un cumpleaños, la primera cita...”, describió Héctor Suárez, sociólogo y coordinador del Observatorio Uruguayo de Drogas. Hoy el modelo mediterráneo trocó por uno de estilo más “nórdico”, donde lo que “importa es la intoxicación. A veces es más importante intoxicarse que la bebida en sí. Hoy hay una fórmula que antes no estaba tan clara que dice: para divertirme me tengo que emborrachar”. El que habla ahora es el psiquiatra de niños y adolescentes Gabriel Rossi, quien escribió con Miguel Carbajal y Allen Bottrill “La previa. Consumo de alcohol entre adolescentes”. En este contexto los jóvenes encontraron su propio modelo de consumo, despegándose de los adultos. La “previa” es esa modalidad de encuentro adolescente que consiste en juntarse a tomar antes de iniciar la actividad (ir a bailar, por ejemplo). Muchas veces se consume en los hogares porque es más barato que en los boliches. Y, si es más barato, se puede consumir más. Lo que dice Rossi también se apoya en números. En una encuesta, consultados los adolescentes sobre el porqué de su consumo, 40 por ciento contestó “porque sí” y otro 30 por ciento admitió “la búsqueda de un efecto, pero con un disfrute”, por ejemplo, divertirse (hubo otro 2 por ciento que admitió que el disfrute era “fisurarse”). Sólo 15 por ciento habló del sabor de la bebida. En palabras de Lapetina, el alcohol parece haberse convertido en un “facilitador para vivir el presente, las emociones, los sentimientos, las relaciones interpersonales de una manera más potente, más desinhibida, menos estresante”. Más allá de que los adolescentes expliquen y las encuestas recojan la necesidad de consumo para lograr “un efecto”, todavía no está claro por qué ese efecto se ha vuelto tan necesario para poder vincularse socialmente. Tal vez ahí haya una clave para trabajar con los adolescentes. LA BIOLOGÍA, TAMBIÉN- Tengamos en cuenta –dice la exposición de motivos del proyecto de ley– “que la adicción al alcohol genera más morbimortalidad que todas las drogas ilegales juntas, y las causas varían desde una cirrosis hepática a, por ejemplo, la hipertensión arterial. Se podría resumir que este consumo incide fundamentalmente en el sistema nervioso, en el sistema cardiovascular y en el sistema gastrointestinal”. Sin embargo, el porcentaje de consultas vinculadas a la problemática del alcohol es mínimo. Según datos sobre consumo de drogas de la última Encuesta Nacional de Hogares, sólo 10 por ciento de quienes lo necesitan demandaron tratamiento, la mayoría en Alcohólicos Anónimos. Una cifra similar surgió del Primer Censo Nacional y Segundo en Montevideo de Centros de Tratamiento y Usuarios de Drogas. La mayoría refería a centros privados. En lo bajo de la cifra influye enormemente la falta de conciencia sobre la propia situación, que muchas veces recién es visualizada cuando los efectos físicos, psicológicos y emocionales comienzan a ser devastadores. Rossi dice que a nivel internacional hay preocupación por la edad de inicio de consumo, porque eso aumenta las chances de transformarse en alcoholista. Sin embargo, él plantea otro foco: “Lo que hoy me preocupa tiene que ver con problemas sociales y con temas neurobiológicos. Hay elementos que tienen que ver con el desarrollo del cerebro adolescente, más allá de las posiciones en el tema alcohol. Esto es extremadamente nocivo desde el punto de vista médico. No es lo mismo un chiquilín de 18 años que uno de 13”. Lo dice y aclara que, aunque no es su intención medicalizar el asunto, es importante conocer dos aspectos vinculados a esto. Primero, que los niños tienen “desde el punto de vista de las conexiones”, un cerebro más grande que los adolescentes. Se sirve de esta imagen para explicar: “en la infancia el cerebro está surcado por millones de caminos de tierra. En la adolescencia algunos de ellos se pierden y otros se transforman en carretera, son como más potentes. El cerebro se achica en base a las inquietudes y a lo que ha ido organizándose el adolescente. Con estos consumos de dos días que me mato y después descanso cinco días, la persona pierde esta capacidad de plasticidad cerebral. Como que se ralentiza, se vuelve más lento el fenómeno de la poda neuronal. El alcohol puede llegar a afectar el desarrollo, el crecimiento, es la poda del crecimiento adolescente”. Además el médico explicó otro cambio en los patrones culturales que afecta la biología: hoy las mujeres consumen prácticamente al mismo nivel Página | 63 que los hombres, pero biológicamente están menos preparadas, porque tienen mayor proporción de tejido adiposo que el varón. “Eso significa que a la misma cantidad de alcohol consumida habrá más alcohol en la sangre de la mujer que en la del hombre.” POR LA LEY - Según el coordinador del Observatorio de Drogas, el proyecto enviado al Parlamento no tiene como objetivo principal hacer descender las tasas de consumo “de forma dramática” sino “acomodar” el consumo haciéndolo más responsable. Para ello “aumentar la percepción del riesgo, bajar la tolerancia de algunas formas de consumo y segmentos y posibilitar mejor asistencia” son claves. Entre los aspectos vinculados al consumo que quedarán legislados se cuenta la prohibición de los happy hour y canillas libres, sean estas últimas gratis o pagando un precio fijo. También quedarán prohibidos los concursos que impliquen beber, y sólo se permitirá una consumición gratis con las entradas. No se permitirán las promociones que impliquen relacionar bebidas alcohólicas con otros productos (por ejemplo en packs en los que con un producto sin alcohol te llevas otro que sí lo contiene). Además, está previsto legislar sobre la publicidad, que deberá ser acompañada con una leyenda sobre la prohibición a menores, y otra sobre los perjuicios del consumo excesivo. Según Suárez, el proyecto “lo que hizo fue tomar el Código de Ética de la Cámara de Anunciantes” y –con algunos retoques– “hacerlo obligatorio” de manera que los “deslices” éticos no pasen sin más. La prohibición de venta a menores de 18 años se mantendrá y se ampliará el horario en que no podrá comercializarse, pasando del actual (de 0 a 6) al horario de 22 a 8. Todo hace pensar que los mayores debates se centrarán en torno a la intención de crear la Unidad Reguladora de Bebidas Alcohólicas (URBA), órgano desconcentrado y con autonomía técnica que tendrá por finalidad “promover y proponer acciones tendientes a gestionar los riesgos y reducir los daños asociados al consumo problemático de bebidas alcohólicas, y regular las actividades tendientes a distribuir, comercializar, expender, ofrecer a título gratuito, consumir, promocionar, patrocinar y publicitar bebidas alcohólicas”. La URBA será la encargada de entregar las licencias que habilitarán a distribuir, comercializar, expender alcohol, algo que hoy, en particular en la comercialización y el expendio está bastante desregulado. Uruguay tiene un puesto de venta de alcohol cada 94 habitantes, cuando en países como Chile, por ejemplo, hay uno cada mil, señaló Suárez a Brecha. Además, la ley prevé la creación de una tasa preventiva sanitaria que servirá para financiar la estructura. Esa tasa está dirigida a los fabricantes, importadores y proveedores de alcohol. La tasa, según Suárez, no debería implicar una suba considerable del precio de la bebida, si es que –como es fácil prever– el costo recayera finalmente sobre el consumidor. Sin embargo, en las actas de la comisión ya pueden leerse reparos más o menos velados por parte de los empresarios. Por último, si el principal objetivo pasa no por prohibir sino por lograr un consumo responsable y elevar el nivel de inicio, parece pertinente culminar esta nota con unas palabras de Lapetina a Brecha: “Si uno parte de la base de que el 80 por ciento de los alumnos de cuarto o quinto de liceo experimentan con el alcohol recreativamente los fines de semana, la primera pregunta que se debería hacer es cuáles son los sentidos que esos adolescentes ponen en el consumo. La salud es multidimensional. Está bien que nos centremos en que desde el punto de vista físico tiene riesgos importantes, pero no podemos hacer la vista gorda a que el alcohol tiene muchos más potenciales beneficios relacionales, identitarios, psicológicos; un conjunto de beneficios en términos de cómo perciben los adolescentes su consumo de alcohol, que son tan o más importantes que los riesgos reales de salud pública. Es un dato que hay que tener muy en cuenta para llegar con un discurso creíble. Es el eje para cualquier campaña educativa. Si no entiendo claramente el sentido de la conducta de la persona y voy a decirle a un chiquilín ‘el alcohol es malo para vos porque te podés intoxicar’, y no parto de la base de que el tipo hace cuatro años que está consumiendo en la previa, y no le pasó nunca o le pasó una vez, lo manejó y lo sigue haciendo, obviamente mi estrategia educativa para promover un cambio de conducta va a ser ineficaz”. BIBLIOGRAFÍA 1. Dato de la Junta Nacional de Drogas. 2. Documento base para la discusión de políticas públicas en el tema del alcohol en Uruguay, JND. 3. Sobre ruidos y nueces. Consumo de drogas legales e ilegales en la adolescencia. 2011, JND.Las redes, otra vez Apagón en vivo: Un aspecto que preocupa al psiquiatra Rossi, porque lo ve con frecuencia en su consulta, son los episodios de black-out o apagones de memoria: los adolescentes consumen hasta que pierden la memoria de los acontecimientos pero se mantienen vigiles, hacen cosas, y son filmados por sus amigos y luego difundidos por WhatsApp o Facebook. “Son como los héroes, porque hacen cosas, locuras de las que no se acuerdan. Estos apagones eran frecuentes hace treinta años, pero en alcoholistas.” Página | 64 Notas de Opinión Los gestos violentos se reiteran, aumentan en frecuencia y ferocidad, pueblan lo cotidiano y naturalizan lo indeseable. El autor comparte su opinión sobre la violencia relacionada con el quehacer médico. Ofrece la reflexión que incluyó en Facebook a fines del año 2010. Presenta un abanico de viñetas y recuerda hechos acontecidos. Efectúa observaciones que resultan totalmente actuales. Nuestra guardia de cada día: Esa delgada línea roja Gustavo A.H. Fernández Russo Jefe de División Cirugía, Hospital General de Agudos “D. Vélez Sarsfield”, CABA [email protected] Originariamente la delgada línea roja se refería a una batalla ocurrida en 1845 durante la Guerra de Crimea en donde un frente de infantería del Imperio Británico se opuso a una mortal carga de la caballería rusa. En nuestros tiempos, en 1962 James Jones escribió una novela que narraba las peripecias de los soldados estadounidenses en la batalla por Guadalcanal, allá por 1942 y durante la II Guerra Mundial. En 1988, Terrence Malick la llevó al cine (Thin Red Line) poniendo en pantalla a Sean Penn y a Nick Nolte. Un grupo de la infantería norteamericana combatía contra el ejército japonés por la conquista de una estratégica colina. Allí, los hombres sufrían grandes cambios, padecían y, en última instancia, descubrían aspectos fundamentales de sí mismos. A medida que avanza el relato, se perciben las siluetas de las diversas personalidades y cómo reaccionan en el contexto. El viernes 17 de setiembre de 2010, junto con el psiquiatra, y la trabajadora social tratábamos de ver cómo solucionar el drama de una persona sin familia a la que habían robado las pertenencias y el dinero de la jubilación en el hotel donde se alojaba. Aunque mostraba una profunda alteración cognitiva, no evidenciaba sintomatología firme de enfermedad mental que permitiera solicitar el ingreso a un Hospital psiquiátrico. Podíamos estar condenando a la insania, a alguien que sufría, conmocionado por sus infortunios. También podíamos estar encubriendo algún acto delictivo, si no tomábamos alguna medida para amparar a esta persona... Una verdadera delgada línea roja… El Hospital es un reflejo de cómo la violencia ha invadido el sistema sanitario. Así titulaba un artículo la revista Mundo Hospitalario, año XIX, Nº 163, de Agosto de 2010. 1 Relata un incidente ocurrido en el Hospital de Pediatría Pedro de Elizalde. Dice: “durante la epidemia gripal de 2009, atendimos a un paciente que entró con un perro ovejero alemán y gritó: “…si no me atienden ya, suelto al perro…” (yo creo que el perro se hubiera dado cuenta de lo indigno e indebido de la orden de atacar en una sala de espera llena de madres y niños…). Recordé varias situaciones vividas, que ejemplifican bien la cuestión. Un joven dormía su borrachera en una camilla de la Guardia del Hospital General de Agudos “Vélez Sarsfield”. Luego de 12 horas de descanso reparador, se le pidió que abandonara la camilla donde estaba acostado, pues era necesaria para atender a otro paciente. Se incorporó y con la guía de suero colgando del brazo se me acercó. Nariz contra nariz comenzó a vociferar e insultar en todos los idiomas. El personal de enfermería, los pacientes y los acompañantes presentes en la Guardia presenciaron las acciones. Algún colega se acercó para defenderme de eventual Página | 65 agresión física. No fue necesario. El enfurecido joven, luego de estremecer y molestar a la concurrencia, se arrancó el suero y huyó. ¡Cuántas veces, con la guardia repleta, con los consultorios llenos de gente nebulizándose ó con vías parenterales en las camillas, se escuchan puñetazos o aún puntapiés en las puertas, con el fin de llamar la atención! Más de una vez, mientras suturaba a algún herido asistido por la enfermera, abrí la puerta para mostrar al “indignado” que tenía los guantes sucios de sangre porque estaba atendiendo a algún otro, tan persona como él, pero tal vez, más necesitado de ayuda en ese momento. Una mañana, observé en el hall de la guardia un revuelo. Un “impaciente” había agredido a golpes de puño al empleado encargado de atender la ventanilla de admisión a la Guardia. Se registró el hecho en el Libro de Accidentes de Trabajo y luego de efectuar la correspondiente denuncia policial se dio satisfacción a las instancias de la aseguradora de riesgo de trabajo. Durante una guardia, fui llamado a la cabina telefónica del Hospital para atender un llamado. En el hall, se encontraba un grupo de personas, visiblemente molestas por la demora en la atención… Me encaró un hombre corpulento y de no más de 30 años. Me reprochó la espera a la que estaba sometido desde hacía más de 2 horas. Lo invité a ingresar a la Guardia. El cuadro de situación mostraba consultorios colmados, camillas y sillas ocupadas por pacientes con medicación endovenosa, un anciano con infarto en curso, niños llorando en el gabinete de Pediatría y todo el plantel médico trabajando. El “impaciente” insistió en su reclamo: destacó que mientras esperaba había observado ingresar pacientes en camilla y sillas de ruedas, que “habían llegado después que él”. Un colega explicó se trataba de personas que ingresaban traídos por ambulancia del SAME a raíz de auxilios efectuados a domicilio. Intenté suavizar la discusión y pregunté por el motivo de consulta. La respuesta fue asombrosa: “ tengo picazón en la cabeza y no sé de que se trata. Tengo Obra Social…., pero el consultorio está en Villa … y queda lejos de casa…..” En algún momento de la conversación, el visitante sacó su teléfono celular y amenazó con “llamar a los medios…” Invité gentilmente al disconforme a salir a la sala de espera, tomar asiento y esperar su turno mientras efectuaba el llamado de denuncia. Ignoro cómo se resolvió finalmente la cuestión. El panorama delineado por estas anécdotas demuestra las intolerancias, frustraciones personales, problemas laborales, familiares y sociales que se descargan a través de comportamientos violentos en el personal sanitario encargado de ayudar, aliviar y contener. Todos los hospitales de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano registran hechos similares a diario y los medios de comunicación lo ponen en conocimiento del público general. 2 Acompaño algunos comentarios publicados. Desde 2008 y en varias ocasiones, los médicos de la Ciudad de Buenos Aires denunciaron y solicitaron protección ante la violencia. El número 160 de la Revista Mundo Hospitalario se había ocupado de la cuestión en “Paro y Asambleas: Violencia contra los médicos”. 2 En Octubre de 2010, La Nación publicó una nota que tituló: Fue a atender una emergencia y casi lo matan con un fierro. Un médico del SAME había concurrido para brindar atención domiciliaria en el radio de cobertura del Hospital Durand. Al llegar a destino, el médico constató que el paciente, un hombre de 91 años, había fallecido hacía más de una hora. El galeno explicó la situación al familiar, un hombre de unos 50 años. Éste, al principio pareció resignado, pero cuando el colega se retiraba, blandió una barra de metal y lanzó un golpe dirigido al cráneo del médico, mientras decía: “Ahora te toca a vos…”. Un movimiento reflejo minimizó el resultado de la agresión: el impacto asentó en el cuello y provocó una fractura cervical. El chofer de la ambulancia acudió en auxilio del médico y recibió un fuerte golpe en el antebrazo. Intervino personal de la Comisaría 27º, que secuestró el elemento contundente y detuvo al agresor.3 El hecho mereció el repudio de la Asociación de Médicos Municipales que llevó a cabo un paro de actividades, informado en la Revista Mundo Hospitalario Nº 165 del mes de Octubre bajo el título “Acatamiento total al paro de la AMM. Los médicos se movilizaron contra la violencia”. 4 Pasado el tiempo, las preguntas persisten: ¿estará preso el agresor, ó alguien habrá interpuesto en su defensa, la condición mental de emoción violenta ó inimputabilidad por psicosis…? El Nº 67 del Boletín Científico de la Asociación de Médicos Municipales, de julio de 2010 manifiesta: “Vulnerabilidad de los médicos de guardia en los hospitales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.5 Entre sus conclusiones, solicita ”… la urgente intervención de los responsables políticos y sanitarios sobre las variables institucionales (infraestructura, horas de trabajo, personal adecuado) que generan ansiedad al médico. Promover respuestas de prevención primaria a nivel hospitalario tratando de actuar sobre los tres niveles de violencia según el modelo ecológico, sobre la víctima, el agresor y el medio ambiente. … Los profesionales de guardia constituyen Página | 66 un grupo de trabajo especialmente vulnerable, por los riesgos inherentes a su labor. Existiendo una carencia crónica y específica de las medidas de prevención y protección laboral, en el ámbito de la guardia”. El 16 de Noviembre de 2010, Hector Garín, Secretario General de la Asociación de Médicos de la Actividad Privada escribió en Clarín: “Médicos, con más riesgos”. 6 Afirma: “la violencia y agresión hacia los médicos están en franco aumento, convirtiéndose en un factor más de riesgo sanitario, a los que ya por las características de nuestro trabajo estamos expuestos: estrés, agotamiento (por guardias de tantas horas que superan la capacidad de trabajo de cualquier ser humano), infecciones, patologías cardíacas, accidentes laborales, contaminación”. Comentario – En El espíritu de las obligaciones y otros ensayos: una antología, William Hazlitt (17781830), autor inglés célebre por sus escritos humanísticos y críticas literarias, analiza los principios de los actos humanos y asegura que “…el más insignificante dolor en uno de nuestros dedos, nos preocupa más que la destrucción de millones de nuestros semejantes en el mundo entero…”. Así, a veces imagino que procede de manera inadecuada la persona que golpea o patea puertas, levanta la voz, amenaza o insulta a la persona a la que se supone acude a pedir socorro. Arroja sus deshechos al cenit. Tarde o temprano, por efecto de la gravedad, será salpicado por sus propias deyecciones; es posible que entonces, carezca de ayuda para limpiarlo. La inmensa mayoría de los casos, no tienen justificativo para su proceder, no son portadores de problemas de salud moderados ni graves. Quienes acuden o son traídos a la guardia porque están con verdadero compromiso de su salud, no se comportan de manera agresiva y son quienes nos impulsan a entregar lo mejor que tenemos, en nuestra guardia de cada día. No ha habido respuesta a los pedidos de mayor cuidado de los médicos. La violencia sigue creciendo. NOTAS 1. Asociación de Médicos Municipales. El Hospital es un reflejo de cómo la violencia ha invadido el sistema sanitario [en línea]. Mundo Hospitalario 2009; XVI(155) <http://www.medmun.org.ar/index.php?option=com_co ntent&view=article&id=621:gremiales-prueba&catid=82:mundo-hospitalario-ano-xviii-no155-agosto-2009> [Consulta: marzo 2014] 2, Asociación de Médicos Municipales. Gremiales: violencia contra los médicos [en línea]. Mundo Hospitalario 2010; XIX(160) <http://www. medmun.org.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=492: gremiales-prueba&catid=79:mundo-hospitalario-ano-xviii-no155-agosto-2009>. [Consulta: marzo 2014] 3. Fue a atender una emergencia y casi lo matan con un fierro. La Nación, Buenos Aires, 13 de octubre de 2010. En: Información General. > http:// www.lanacion.com.ar/1314353-fue-a-atender-una-emergencia-y-casi-lomatan-con-un-fierro> [Consulta: marzo 2014] 4. Gremiales: Acatamiento total al paro de la AMM [en línea]. Mundo Hospitalario 2010; XIX(165)<http://www.medmun.org.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=702:gremialesprueba&catid=89:mundo-hospitalario-ano-xviii-no155-agosto-2009> [Consulta: marzo 2014] 5. Bendersky M, Fernández G, Neira P, Nieva A, Malvano Y, Pasos A. Vulnerabilidad de los médicos de guardia en los hospitales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Boletín Científico 2010; 15 (67) http://www. medmun.org.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=558: boletin-resp-prof-ano-3-no-15-ago-2009&catid=81:mundo-hospitalarioano-xviii-no155-agosto-2009 [Consulta: marzo 2014] 6. Garín H. Médicos, con más riesgos. Clarín, Buenos Aires, 16 de noviembre de 2010. En Opinión <http://www.clarin.com/opinion/Medicosriesgos_0_373162839.html> [Consulta: marzo 2014] Nota de la Redacción William Hazlitt, también aseguró:“El público no tiene ni vergüenza ni gratitud”. La opinión, por demás escéptica, parece ajustarse a la realidad. Artículo Original Página | 67 Evento Adverso y Violencia en el Ámbito Médico Sanitario Juan C. Bernardi*, Rubén D. Algieri*, Hugo Furlong*, Jacobo Netel* y Emilio Tugender* * Comisión de Salud Pública, Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires Distrito III. Ntra. Sra. del Buen Viaje 554 Morón. [email protected] Contacto: Rubén Daniel Algieri. [email protected] Resumen: Se define como violencia en el lugar del trabajo a todo incidente en que el personal es abusado, amenazado o atacado en circunstancias relacionadas con su trabajo. La situación implica un desafío explícito o implícito de la seguridad, el bienestar o la salud. Incluye violencia física y psicológica y es un problema cotidiano. Objetivos: expresar la probabilidad de ocurrencia de eventos adversos a través de la problemática laboral derivada de la violencia en el ámbito médico y sanitario. Material y Método: Se analizaron 362 encuestas confidenciales y anónimas respondidas por profesionales médicos que se desempeñan en el ámbito sanitario de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires. Resultados: 333 (91.99%) recibieron agresiones durante su trabajo; 171 (51.35%) fueron verbales, 119 (35.74%) psicológicas, 43 (12.91%) físicas y 134 (40.24%) combinaron ataques verbales y psicológicas. Registraron inconvenientes laborales por su condición sexual 103 (28.45%). 319 de los encuestados (88.12%) siente a su trabajo como zona de riesgo para su integridad física y/o psicológica y 344 (95.03%) reconoce compañeros de tareas que han recibido maltrato en su trabajo. Conclusiones: Se observa elevada incidencia de violencia en el ámbito laboral. La situación exige trabajo continuo para desarrollar y establecer una cultura organizacional basada en la seguridad, identificar de manera temprana de riesgos de agresión y /o violencia con el fin de establecer barreras que impidan su ocurrencia y prevenir efectos indeseados en los pacientes como consecuencia de actitudes médicas defensivas. Palabras clave: eventos adversos; violencia laboral; acoso laboral; violencia en el trabajo; agresión laboral. Evento Adverso e Violência no Âmbito Médico Sanitário Resumo: Define-se como violência no lugar do trabalho todo incidente no qual o pessoal é excedido, ameaçado ou atacado em circunstâncias relacionadas com seu trabalho. A situação implica um desafio explícito ou implícito à segurança, o bem-estar ou a saúde. Inclui violência física e psicológica e é um problema cotidiano. Objetivos: expressar a probabilidade de ocorrência de eventos adversos através da problemática laboral derivada da violência no âmbito médico e sanitário. Material e Método: Analisaram-se 362 enquetes confidenciais e anônimas respondidas por profissionais médicos que se desempenham no âmbito sanitário da Cidade de Buenos Aires e da Província de Buenos Aires. Resultados: 333 (91.99%) receberam agressões durante seu trabalho; 171 (51.35%) foram verbais, 119 (35.74%) psicológicas, 43 (12.91%) físicas y 134 (40.24%) combinaram ataques verbais e psicológicos. Registraram inconvenientes laborais por sua condição sexual 103 (28.45%). 319 dos consultados (88.12%) sente seu trabalho como zona de risco para sua integridade física e/ou psicológica e 344 (95.03%) reconhece colegas de tarefas que têm recebido mau trato em seu trabalho. Conclusões: Observa-se a elevada incidência de violência no âmbito laboral. A situação exige trabalho contínuo para desenvolver e estabelecer uma cultura organizacional baseada na segurança, identificar com antecedência os casos de riscos de agressão e /ou violência visando estabelecer barreiras que impeçam sua ocorrência e prevenir efeitos indesejados nos pacientes como consequência de atitudes médicas defensivas. Palavras chave: eventos adversos; violência laboral; acosso laboral; violência no trabalho; agressão laboral. Violence and adverse events in healthcare media Abstract A current problem is workplace violence, defined as an incident where staff members are abused, threatened or assaulted in circumstances related to their work, involving an express or implied challenge of their safety, welfare or health; including physical and psychological violence. Objectives: Express the probability of occurrence of an adverse event through labor problems which give rise to violence in the medical and health fields.Material and Methods: 362 confidential and anonymous surveys to healthcare professionals from the Government of Buenos Aires City and the Province of Buenos Aires were analyzed. Results: 333 (91.99%) were assaulted during their work. 171 (51.35%) reported verbal assault. 119 (35.74%) reported psychological assault, 43 (12.91%) reported physical assault. 134 (40.24%) reported both verbal and psychological assault. 103 (28.45%) had labor problems for their sexuality. 319 (88.12%) consider their work as an area that put their physical and/or psychological integrity at risk. 344 (95.03%) know coworkers who have been mistreated at work.Conclusions: We should work continuously on the development and establishment of an organizational culture based on safety as well as the development of an early identification of risks of aggression and/or violence at workplace so as to put barriers in the system to weed out these incidents and to prevent unwanted consequential effects in patients for their safety. Keywords: adverse events; workplace violence; harassment; workplace violence; workplace aggression. Página | 68 Introducción Un evento adverso en salud es considerado todo incidente y/o accidente no relacionado con la enfermedad de base sino con la asistencia sanitaria y capaz de causar lesión, discapacidad, prolongación de la internación y/o fallecimiento. Muchos factores inciden en su aparición. Para prevenir la presentación de errores y evitar su ocurrencia, es necesario explorar dónde y cómo se originan. El concepto de multicausalidad resulta necesario al respecto. Cuando el evento adverso es atribuible a un error asistencial o a fallas en el sistema de salud, se considera prevenible. El error médico ocurre como resultado de falla/s humana/s (factor humano) o de yerros en el Sistema de Salud, siendo producto de una serie de eventos que ocurren sin que exista un único responsable.1 Reason2 propuso la teoría “del Queso Suizo”. En ella, los sistemas organizados poseen defensas o barreras de seguridad que desempeñan papeles clave en la protección del paciente. Los “agujeros del Queso Suizo” significan debilidades sistémicas. Estas, en general, se encuentran desalineadas; cuando se alinean dan lugar al evento adverso. La alineación ocurre por errores o fallas activas de las personas que están en contacto con el paciente o con el sistema, y por errores o condiciones latentes constituidas por fallas inevitables del sistema que exceden el control individual y que permanecen escondidas hasta que aparece la falla activa. Combinación y alineación de yerros actúan como agentes patógenos que vulneran las defensas del sistema y generan eventos adversos .3 La “cultura” de un grupo es el proceso de formación derivado de experiencias y aprendizajes compartidos. Define la condición de identidad (esquemas de pensamientos comunes, creencias, sentimientos, valores) propia del grupo. Se entiende a la cultura organizacional como el conjunto de normas, hábitos y valores que practican los miembros de una organización. Generan formas determinadas de comportamiento, sirven de referencia y ofrecen pautas de conducta a sus componentes. Una característica de la cultura organizacional es el control de los miembros a partir del uso de reglamentos, procesos y supervisión directa para evaluar la conducta. Según la European Society for Quality in Healthcare (ESQH)4, la cultura de seguridad se entiende como un modelo integrado de comportamiento individual y organizativo orientado a minimizar los daños relacionados con la atención sanitaria. La Agency for Healthcare Research and Quality-AHQR5,6 ,la definió como resultado de los valores individuales y de grupo, actitudes, percepciones, competencias y patrones de comportamiento que determinan el compromiso, el estilo y la competencia de una organización sanitaria y el manejo de la seguridad. En el informe publicado el 2003 por el National Quality Forum de los Estados Unidos7 se señaló como la primera de las recomendaciones para mejorar la seguridad del paciente, el lograr una adecuada cultura sobre la seguridad del paciente. La violencia en el lugar del trabajo se define como todo incidente en el que el personal es abusado, amenazado o atacado en circunstancias relacionadas con su trabajo. Incluye desplazamientos hacia y desde el trabajo. La situación implica un desafío explicito o implícito de la seguridad, bienestar o salud. Abarca la violencia física y psicológica, el abuso verbal, el acoso, la intimidación o el acoso y la amenaza 8 , Deriva de una combinación de causas, relativas a las personas, el medio ambiente y las condiciones de trabajo, así como a las formas de interacción entre los propios trabajadores, entre clientes y los trabajadores, y entre éstos y los empleadores 9. Causa perturbaciones inmediatas y a veces de largo plazo, altera las relaciones entre las personas, de la organización y de todo el entorno laboral10 . Hoy, constituye una preocupación universal en la medida en que atraviesa fronteras, contextos de trabajo y grupos profesionales. A partir de 1985 aumentó la incidencia del “maltrato laboral” hacia los trabajadores de salud11 .Este, puede definirse como “cualquier incidente en el cual un profesional de salud es abusado, amenazado o atacado por el paciente, los familiares u otro profesional”12 . En la actualidad, se constata notable incremento en las agresiones físicas y verbales a médicos y personal sanitario. La OMS denuncia que casi un 25% de los incidentes de violencia laboral ocurren en el sector sanitario13 . La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce la violencia en el entorno laboral, describe sus manifestaciones físicas y psicológicas y reconoce la importancia de actos tales como el amedrentamiento, la intimidación o el hostigamiento psicológico14. Así, el médico debe asumir sus obligaciones laborales en un ambiente adverso y además soportar las agresiones de pacientes o familiares. En tales circunstancias puede sentirse desmotivado para ejercer una profesión tan vocacional como la medicina. Las agresiones provocan desgaste en la salud de los médicos, depresión y bajas laborales. La carga y/o la presión generan situaciones de ansiedad, estrés emocional y Síndrome Burnout cuya ocurrencia puede desencadenar eventos indeseados capaces de comprometer la seguridad del paciente15 El objetivo de este trabajo es estudiar la ocurrencia de eventos violentos en el ámbito médico y sanitario. Página | 69 Material y Método Se analizaron 362 encuestas confidenciales y anónimas realizadas a profesionales médicos, que se desempeñaban en el ámbito sanitario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires durante el periodo 01 de marzo de 2013 al 31 de enero de 2014. Los formularios contenían 21 preguntas cerradas y 1 abierta. El contenido del formulario utilizado comprende los siguientes ítems: 1. Sexo. 2. Edad. 3. Ámbito de trabajo. 4. Trabajo en medio privado. 5. Horario promedio semanal. 6. Cantidad de guardias de 24 horas/mes. 7. Recibió agresión durante su trabajo (Física, Verbal, Psicológica u Otra). 8. Recibió agresión física de parte de: Personal de Salud, Pacientes, Familiares de pacientes, Colegas, Superiores, Nunca he sido agredido.9. Recibió agresión verbal * 10. Recibió agresión psicológica *. 11. La agresión que recibió fue única o reiterada.12. En caso de haber padecido de alguna enfermedad, en su trabajo se sintió: Contenido, Cuestionado, Agredido, Ignorado. 13. Recibió acoso laboral * .14. Tuvo inconvenientes laborales por su condición sexual (femenina o masculina). 15. En caso afirmativo en el punto anterior, aclare *. 16. Siente a su trabajo como una zona de riesgo para su integridad física y/o psicológica. 17. En caso afirmativo en el punto anterior, responda: En que aspecto lo afecta?: En el trato con el paciente, Psicológicamente, Seguridad física, Relación familiar. 18. Conoce compañeros laborales que hayan recibido maltrato en su trabajo. 19. Posee en su lugar de trabajo, vigilancia: privada, provincial, federal, otro. 20. La vigilancia para la protección de bienes y personas, en su trabajo, es: Adecuada, Parcialmente adecuada, Insuficiente. 21. En caso de agresiones físicas y/o psicofísicas, la vigilancia fue: Eficaz, Parcialmente eficaz, Insuficiente, No hubo. 22. Comentarios y propuestas. (* por parte de: personal de salud, pacientes, familiares de pacientes, colegas, superiores, Nunca he sido agredido). Resultados El universo en estudio está compuesto por 362 médicos: 189 hombres (52,21%) y 173 mujeres (47,79%), que respondieron el cuestionario. La distribución etaria se describe en la Tabla 1. Tabla 1 – Distribución etaria Edad Número % 22 6.1 30-39 81 22.4 40-49 126 34.8 50-59 102 28.2 60 ó más 31 8.6 total 362 100 (años) 20-29 El ámbito laboral declarado correspondió en 137 (37.84%) a establecimientos municipales, 118 (32.60%) provinciales, 9 (2.49%) nacionales y 98 (27.07%) a “otros”. En el medio privado, 89 (18.86%) trabajaban en sanatorios, 97 (20.55%) en clínicas, 59 (12.50%) en policonsultorios, 98 (20.76%) en consultorios particulares, 84(17.80%) en obras sociales, 27 (5.72%) en “empresas” y 18 (3.81%) en “otros”. El horario promedio semanal de trabajo se describe en la Tabla 2. Tabla 2 – Promedio semanal de horas trabajadas Horas/semana Número % 12-23 21 5.8 24-35 52 14.4 36-47 161 44.5 48 ó más 128 35.4 Total 362 100 La Tabla 3 muestra el número de Guardias de 24 horas realizadas por mes. Tabla 3 – Número de guardias mensuales (24 horas) Guardias mensuales Número de profesionales % 0 82 22.6 1 2 0.6 2 5 1.4 3 5 1.4 4 169 46.7 5 11 3 6 5 1.4 7 9 2.5 8 ó más 74 20.4 total 362 100 Declararon haber sido agredidos durante su trabajo 333 (91.99%). Sólo 29 (8.01%) negaron violencias Página | 70 como se muestra en el Gráfico 1. Gráfico 1. Recibió agresiones durante su trabajo La Tabla 5 muestra cómo se sintió el agente si alguna vez enfermó. Tabla 5 – Cómo se sintió el agente si tuvo alguna enfermedad Sensación (en relación Número % Cuestionado 144 39.8 Contenido 101 27.9 Ignorado 94 26 Agredido 23 6.3 Total 362 100 con los pares) Las modalidades de agresión se detallan en el Gráfico 2. Gráfico 2. Tipo de agresión En 134 (40.24%) casos, refirieron formas combinadas de agresión verbal/psicológico y estas fueron reiteradas (259:22.22%) o únicas (74:77.78%). La Tabla 4 detalla quienes fueron los agresores y las modalidades de agravio utilizadas Tabla 4 – Agresores y mecanismos de agravio La inmensa mayoría (344: 95.03%) conoce compañeros laborales que han recibido maltrato en su trabajo. Del total de encuestados, 179 (49.5%) refirió acosos generados por superiores, colegas o algún otro personal de salud, como detalla el gráfico 3 Gráfico 3. Originantes del acoso laboral La condición sexual del opinante le generó inconvenientes laborales, siendo los responsables de la agresión superiores, colegas, algún otro personal de salud y raramente el paciente o la familia, tal como describe el gráfico 4. Agresor agresión física % agresión verbal % agresión psicológica % total % Familiares 30 69.8 86 50.3 2 1.68 118 35.4 Pacientes 9 20.9 64 37.4 1 0.84 74 22.2 Personal sanitario 2 4.6 10 5.8 19 15.97 31 9.3 Colegas 2 4.6 9 5.3 19 15.97 30 9 Superiores - - 2 1.2 78 65.54 80 24 Total 333/362 43 12.9 171 51.3 119 35.7 333/362 91.99% Página | 71 Gráfico 4. Inconvenientes laborales generados por la condición sexual Tabla 6- Vigilancia para la protección de bienes y personas. N % Adecuada 22 6.1 Parcialmente adecuada 139 38.4 Insuficiente 201 55.5 Total 362 100.00 La Tabla 7 exhibe la acreditación concedida a la vigilancia ante agresiones físicas o psicofísicas. Tabla 7- Calificación de la vigilancia ante agresiones físicas o psicofísicas. Muchos profesionales (319: 88.12%) encuestados sienten su trabajo como zona de riesgo para su integridad física y/o psicológica. La mayoría (298: 93.42%) estima que los afectó en el trato con el paciente, en la esfera psicológica (301: 94.36%), en la seguridad física (219: 68.65%), o en su relación familiar (203: 63.64%). Los daños se asocian de manera compleja, destacando que de una manera u otra, afectan el trato con el paciente. Gráfico 5. Aspecto en que se siente afectado el encuestado en su trabajo La vigilancia de los lugares de trabajo es brindada por diversos colectivos: grupos privados (205:56.63%), policía provincial (97:26.80%), federal (41: 11.32%) u otros no especificados (19:5.25%). La Tabla 6 describe la calificación concedida a la protección de bienes y personas ofrecida. N % Insuficiente 126 37.8 Ausente 99 29.7 Parcialmente eficaz 81 24.3 Eficaz 27 8.1 NS/NC 29 8. 362 100.00 Discusión Algunos autores diferencian los conceptos de agresión y de violencia. Dado que ambos tienen intención de dañar se los considera sinónimos en cuanto a los resultados. Según la OSHA (Occupational Safety and Health Administration) la violencia en el trabajo es la violencia o amenaza de violencia ejercida en contra de los trabajadores. Puede ocurrir dentro o fuera del lugar de trabajo e iniciar con amenazas y asaltos verbales para culminar con agresiones físicas que pueden coronarse aún en homicidio. El incremento en todas sus formas, preocupa a empleadores y empleados de todo el mundo16. La violencia puede surgir en cualquier sitio. Los más expuestos son quienes trabajan en ambientes comunitarios o residenciales con gran contacto con el público (incluye a asistentes sociales o de salud). Estudios recientes destacan que la violencia laboral es un problema universal en el sector sanitario. Varían las características locales pero afecta tanto a hombres como a mujeres y compromete, en conjunto, a más de la mitad de los trabajadores de la salud para quienes se constituyen en un riesgo emergente. Martínez Pereda, Magistrado del Tribunal Supremo de España, expresa que “en no mucho tiempo, se ha pasado de recibir de los diferentes medios de comunicación noticias de reconocimientos y homenajes a los médicos, a reiteradas agresiones físicas y verbales a facultativos y demás sanitarios en el ejercicio de su Página | 72 profesión. No son hechos aislados, sino casos que se repiten con demasiada frecuencia en Urgencias y en Centros de Atención Primaria”17 . Según Villar y col., el sector de la salud representa casi la cuarta parte del total de la violencia en lugar en el trabajo18. Más del 50% del personal sanitario ha experimentado incidentes violentos en su trabajo, más en la variedad psicológica que en la física. Entre el 40 y el 70% de las víctimas informan que tienen graves síntomas de estrés; y el estrés y la violencia responden de un 30% de los costos totales por mala salud. Sobre la base de estas cifras, se ha sugerido que el estrés/violencia puede costar aproximadamente entre el 0,5 y el 3,5% del PIB cada año19 . En nuestro país, de 22300 médicos argentinos, 55,8% sufrió algún tipo de agresión durante su trabajo en hospitales20. La Ley de Gestión de Emergencias y Urgencias Médicas 1883/0521 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires remarca el respeto y los derechos para el personal del sistema de atención médica .22 Al resultar víctimas de agresiones reiteradas y permanentes los profesionales ven afectado su estado de salud y esto va en detrimento de la calidad médica asistencial. Se constituye de esta forma en riesgo ocupacional, biológico y emocional y se corresponde con un ambiente laboral insalubre que define la Ley 20.74423. La Ley 19.587 junto a las resoluciones del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social No 434/2002, 860/2002 y 212/200324 establecen la responsabilidad y obligaciones respecto al mantenimiento de las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo en todo el país, así como la competencia exclusiva de la Administración Laboral Provincial del domicilio del establecimiento laboral para la declaración de insalubridad. Según lo expone la misma ley en el artículo 4 inciso a), la higiene y seguridad en el trabajo comprende las normas que tengan por objeto la protección de la vida, preservación y manutención de la integridad psicofísica de los trabajadores. El Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires Distrito III publicó en Diciembre 2010 un llamado a la atención sobre el aumento de las agresiones en el ámbito sanitario y propuso la protocolización de contramedidas, expresadas a través del servicio de asistencia jurídica para perseguir la agresión, así como el Programa de Atención en Salud Mental para el Médico Enfermo (PASMME). Este programa multidisciplinario reconocería 24% de los casos por agresión y maltrato por familiares o pacientes o superiores, buscando interdigitar los niveles de prevención primaria, recuperación de la salud y rehabilitación sociolaboral. Una encuesta realizada en 2005 a 322 médicos resi- dentes por R. Mejía y col25 describe que 89% de los residentes refieren haber recibido algún tipo de maltrato durante su formación. La violencia en el lugar de trabajo no es una cuestión individual, sino un problema estructural y estratégico que enraíza en factores sociales, económicos, organizacionales y culturales. Por ello, hay que conseguir y promover un enfoque que se dirija a la raíz del asunto, que comprometa y atienda a todas las partes interesadas y que tome en consideración la especial dimensión cultural y de género del problema. Es esencial que cualquier intervención que se adopte, se desarrolle en forma sistemática, para hacer el uso más eficaz de los recursos, que en este sector se encuentran limitados con frecuencia. El planteamiento debe ser integrado, participativo, sensible al género y a la cultura, no discriminatorio y sistemático. La práctica médica no es ajena a las aceleradas modificaciones que experimenta la sociedad. El estereotipo social del médico se disuelve en un universo de situaciones inestables. Los cambios culturales conforman nuevos escenarios. Varían las condiciones de ejercicio y las patologías por enfrentar. A diario, el médico enfrenta situaciones para las que no ha sido preparado. Las relaciones entre personas, la base misma del acto profesional, se han modificado. Las administraciones de los servicios colocan al paciente en el centro del sistema sanitario y el paciente reclama su derecho a ser atendido con presteza y celeridad. La enfermedad no se detiene si no se trata y todos tienen derecho a ser curados. El médico se convierte en la persona más directa que recibe quejas y agresiones ante situaciones estimadas como injustas. La masificación de las salas de espera repletas de familias alteradas, la escasez de personal, la necesidad de los pacientes y sus familiares de atención rápida y eficaz, la ausencia de medidas de seguridad, la confluencia de pacientes con complicaciones mentales, marginalidad y drogadicción, la oferta por parte del médico un diagnóstico no esperado o de una información imprevista, la negativa de conceder una baja laboral, un resultado repentino como la muerte inesperada de un ser querido; la negativa a prescribir un medicamento; el desacuerdo con el médico de urgencias por considerar que el problema de un enfermo es menos prioritario que otro, se cuentan entre la multitud de causas que aumentan la conflictividad contra el médico. De una manera u otra, pacientes y médicos ocupan el lugar de víctimas dentro de un sistema sobre el que no ejercen el control. Las estrategias que el médico debe aplicar para afrontarlas requiere también modificaciones. Página | 73 Es esencial para todo sistema de gestión de la salud y seguridad en el trabajo el reconocimiento temprano del riesgo de violencia para intervenir antes de que ocurra. Aunque predecir la violencia es difícil, los primeros pasos se dirigen a identificar, evaluar y diagnosticar las situaciones de riesgo para plantear planes y medidas eficaces que deben incluir: la vigilancia, en forma continua, y la publicación periódica de los resultados de las medidas aplicadas; la participación de los trabajadores en la preparación de los criterios para la evaluación y para recibir de ellos periódicamente observaciones y comentarios para comprobar los resultados y hacer las modificaciones necesarias; organizar reuniones periódicas conjuntas de la dirección y los trabajadores para hablar de las medidas aplicadas; revisar periódicamente el plan de gestión y evaluar la aplicación de la política general; reevaluar de nuevo la cultura del lugar de trabajo, la organización del trabajo y la calidad del entorno para responder eficazmente a la violencia laboral y activar un ciclo de gestión de los riesgos para hacer de la lucha contra la violencia en el trabajo un proceso constante en la organización. Conclusión La agresión hacia los médicos, en todas sus variables es un hecho cotidiano. Habitualmente pasa desapercibido. Provoca desgaste en la salud de los profesionales. Puede generar eventos adversos que comprometan seriamente la seguridad del paciente y aparejar en forma paralela aumento de costos en salud. Se debe promover el establecimiento y desarrollo de una cultura organizacional basada en la seguridad. Uno de los aspectos sustantivos es desarrollar la identificación temprana de riesgos de agresión y /o violencia y actuar dentro del sistema para instalar barreras para impedir que sucedan, previniendo la aparición de eventos no deseados para nadie. BIBLIOGRAFÍA 1. Algieri RD. Seguridad del Paciente “Seguridad del Paciente Quirúrgico”. Capítulo 20. Libro Emergencias Clínico-Quirúrgicas. Municipio de Morón. 2. Reason J: Human error: models and management. BMJ 2000; 320: 768-770. 3. Castagneto G. Seguridad del Paciente en Cirugía. Programa de Actualización en Cirugía. 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Página | 74 Notas de Opinión Otro aporte desde Rosario, http://www.elciudadanoweb.com/exclusion-delito-y-miopia-ideologica-de-algun-sector/ . Agradecemos al autor. Exclusión, Delito y Miopía Ideológica Pablo Yurman Abogado, Profesor Adjunto de la Cátedra de Historia Constitucional Argentina, Facultad de Derecho, UNR y de la Cátedra de Ética Social y Profesional de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del Rosario, UCA [email protected] Los hechos de delincuencia callejera, y su lamentable, pero a la vez previsible consecuencia de linchamientos callejeros, siguen dando que hablar. Hasta el Papa Francisco ha emitido juicio al respecto. En un trabajo anterior hacíamos referencia a, por un lado, lo condenable de los casos de justicia por “mano propia” pero, por otra parte, lo imperioso de ver en ellos la consecuencia de un erróneo abordaje al fenómeno del delito y la aplicación de la ley penal. En términos más generales, los argentinos deberíamos efectuar un análisis tanto retrospectivo (pues conocer nuestra historia ayuda mucho a discernir el presente) como introspectivo. ¿Qué ha pasado en la sociedad que fue capaz de las mayores transformaciones sociales del siglo XX en forma pacífica para volver, décadas después a peldaños inferiores en la evolución humana? El radicalismo yrigoyenista primero, y el peronismo después, fueron artífices de auténticas revoluciones sociales cuyo signo distintivo fue, a diferencia de la francesa de 1789 y la rusa de 1917, no costar al pueblo una sola gota de sangre ni un cristal roto. A ello, que no es poca cosa, cabe agregar el llevar adelante, obviamente, procesos de inclusión social a gran escala. Como para reforzar la idea de que el fenómeno es complejo, baste decir que en lo que concretamente refiere a las grandes ciudades, al menos en Rosario, hasta hace pocas décadas se podía caminar por una “villa miseria” sin ser molestado por nadie. Barriadas populares donde alternaban los obreros industriales y los changarines cuentapropistas, compartían denominadores comunes como por ejemplo la idea de que “el trabajo dignifica” a la persona. Ser “soldadito” de una banda narco que define a los tiros sus diferencias era un escenario, por entonces, inimaginable. Hoy, no pueden ingresar en esas zonas urbanas ni repartidores, ni carteros ni ambulancias. Equívoco presidencial sobre las causa de la violencia. Particular relevancia adquiere lo expresado por la Presidente de la Nación al referirse a los tristes acontecimientos protagonizados por ciudadanos que linchaban a presuntos delincuentes. Sus palabras fueron “No hay mejor antídoto contra la violencia que lograr que mucha gente se sienta incluida”. Abundó, vía twitter, en alusiones a la inclusión y la concordia. Es sugestivo que en tales referencias la Presidente no Página | 75 utilizara ni una sola vez la palabra que siempre invoca el pueblo cuando uno de sus hijos muere víctima de la violencia: “justicia”; el mismo vocablo que Perón eligió para destacar la realización del valor más alto al que apuntara el Movimiento por él fundado. Y convengamos que al General en eso de la inclusión y en interpretar los anhelos de los humildes es difícil superarlo. Acaso exista un error de base en atribuir la existencia de los delitos violentos que la gente más teme (robos, secuestros, lesiones, homicidios, etc.) al único expediente de la exclusión social. Aclaremos, por las dudas, que está muy bien que quienes gobiernan apunten a lograr una sociedad inclusiva a todo nivel. Pero al trasladar tal concepto al campo del delito pareciera que hay datos de la realidad que desmienten a la Jefa del Estado. Uno de tipo histórico. Un siglo atrás la Argentina era, en muchos aspectos, una sociedad excluyente de las grandes mayorías. Nuestros abuelos y bisabuelos inmigrantes solían vivir con lo mínimo, muy limitadamente. Si esa sociedad fundada por la Generación del ’80 hubiera sido inclusiva, sencillamente no hubiera existido el radicalismo primero y el peronismo después. Pero sucede que en medio de las privaciones materiales nuestros abuelos no robaban, ni secuestraban, ni estafaban, ni violaban a indefensos por la calle. Otros datos que, sin ser históricos, vendrían a desmentir que la delincuencia se explique sólo por el índice de distribución de la riqueza o el crecimiento del PBI. El fenómeno del delito violento no cubre el país en un todo uniforme. Los arrebatos, homicidios, secuestros virtuales y reales, que son materia corriente en Rosario, Córdoba o el conurbano bonaerense, no existen prácticamente en las localidades más pequeñas de nuestro país. Y nadie puede negar que los planes de ajuste económicos, las dictaduras militares, etc. han sido los mismos tanto para la Villa de Merlo en San Luis como para Rosario en Santa Fe. Un tercer elemento que parece omitir el diagnóstico presidencial sobre el tema que se analiza: la inclinación a delinquir obedece a muchas causas, entre las cuales desde ya que figura el grado de pobreza de una persona o de injusticia social que la rodea. Pero la persona no es autómata; posee libre albedrío, o en otros términos, libertad para obrar el bien o el mal. De lo contrario habría que concluir que todos los pobres son potenciales delincuentes, cuando ello no es así. La inmensa mayoría de los habitantes de las villas de emergencia es honesta, procura trabajar dignamente y sufre, en primera persona, el delito. Tiene, por otra parte, muy en claro las causas y las soluciones para ese problema que flagela la comunidad, sin necesidad de que el panel rentado del programa 678 les “explique” la realidad ni que Carta Abierta les interprete sociológicamente nada. “Recuperar el territorio” Por estos días se comenta y analiza el inusitado operativo antidroga realizado en Rosario con fuerzas de seguridad nacionales, dirigido por el Secretario de Seguridad de la Nación, Dr. Sergio Berni, quien expresó, entre otras cosas, en clave de sentido común y apego a la realidad social, que su importancia radica, más que en el secuestro de droga y detención de “soldaditos” (el escalón más bajo de la cadena de tráfico) en “recuperar el territorio cedido a los narcos”. Es lo más sensato que haya expresado funcionario público en los últimos días. Afortunadamente se parece mucho a lo que elogiábamos al redactar la nota “El interés de los pueblos por sobre los rótulos ideológicos” (El Ciudadano, 31/12/13). Igual que lo que hizo Lula da Silva al entrar con el ejército brasileño a pacificar las favelas de Río de Janeiro elevando aún más su ya alta popularidad sobre todo entre los más pobres. Que el estado recupere la presencia y el control de las barriadas para que el pueblo honesto y trabajador pueda vivir en paz es el primer paso, pero no el único ni el último. Página | 76 Notas de Opinión ¿Castigar más o menos? Rico análisis de hechos recientes a cargo de un joven abogado. Argumentos para repensar una discusión en boga (y no sólo de “bogas”). Garantías vs. seguridad, ¿una falsa dicotomía? Sebastián Cejas Abogado (UBA) y Técnico Superior en Periodismo Deportivo (Escuela del Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires) [email protected] http://salmocorpblog.files.wordpress.com/2011/03/justicia1.jpg En la tarde del pasado dos de abril, un grupo de personas intentó linchar a un ladrón en pleno barrio porteño de Palermo, ante el intento de robo perpetrado por una persona que actuaba en conjunto con otro “motochorro”. Tras la agresión sufrida por la víctimauna turista extranjera a la que le arrebataron su reloj tras tirarla violentamente al suelo-, el ladrón contó con la inesperada ayuda del actor Gerardo Romano. Evitó el linchamiento por parte de una turba enardecida y lo condujo ante el policía que finalmente lo arrestó. El incidente, masivamente reflejado en los medios de comunicación en el contexto de otras reacciones “populares” similares a lo largo de todo el país, se amplificó cuando siete horas después de estar detenido, el “motochorro” fue dejado en libertad ante una rápida orden telefónica impartida por el juez de instrucción de turno. El hecho generó agudas preguntas sobre la capacidad de la Justicia, y en definitiva del Estado, para lidiar con la violencia en la sociedad a través de mecanismos que la ciudadanía acepte y perciba como civilizados y eficaces para evitar la mal denominada “justicia por mano propia”. Y sobre todo, volvió a instalar la dicotomía entre garantías del imputado y mayor seguridad. La violencia es un fenómeno social de enorme complejidad. Depende de múltiples factores y tiene relación con los mecanismos de consenso, tolerancia y contención social. En tal contexto, la actuación del sistema penal debe ser vista como una herramienta eficaz para dirimir los conflictos más graves que suceden en la sociedad, que de otra manera corre el riesgo de perder autoridad ante la ciudadanía y abrir paso a la venganza, como sucediera en sociedades menos evolucionadas que la actual. Parece recurrente que en épocas con alta criminalidad y preocupación social por la inseguridad-en general enfocada en el temor a sufrir delitos violentos contra la propiedad, homicidios o delitos contra la integridad sexual- se cuestione el llamado “garantismo penal” interpretado como una doctrina demasiado laxa contra los autores de delitos graves en interpretación de ámbitos políticos y mediáticos. La discusión Página | 77 no es nueva: nuestros legisladores y tribunales penales atravesaron períodos más “duros” y más “blandos” en la aplicación de la ley penal siguiendo contextos históricos y sociales muy profundos. Para citar un ejemplo, una de las primeras medidas tomadas por el último gobierno de facto consistió en modificar el Código Penal: reimplantó la pena de muerte, agravó sustancialmente las penas y disminuyó la denominada “edad de imputabilidad” de los menores acusados de delitos. La tendencia no se mantendría indefinidamente. En 1983, tras el retorno de la democracia y del régimen constitucional, una de las primeras medidas del Congreso Nacional fue derogar la pena capital y el resto de las normas represivas, configurar la vuelta a un régimen penal más liberal instalado en 1973. Esta tendencia más “garantista” se revirtió drásticamente a partir de 1989, con oscilaciones que se mantienen en medio de las llamadas “campañas de ley y orden”. Las consignas facilistas acentúan discusiones sobre la vinculación entre mayor “garantismo” y aumento del delito violento urbano, como si mayores penas y menores garantías procesales y penales fueran sinónimo de mayor seguridad y menor índice delictivo. Cabe destacar el rol de la Justicia como mediador de conflictos sociales, asumiendo la difícil tarea de velar por los derechos individuales al mismo tiempo que aplica la coerción estatal a los autores de los delitos más graves. Por ejemplo, entre 1984 y 1989 la Corte Suprema de Justicia de la Nación siguió la tendencia “garantista” hoy puesta en crisis. Dictó una serie de fallos que implicaron límites al Estado en la investigación del delito y ampliaron los derechos de los ciudadanos. Ese “activismo judicial” se reflejó en sentencias que no sólo involucraron a los derechos particulares frente al poder del Estado, sino que también generaron cambios en la legislación penal, civil y también laboral. Baste recordar la declaración de inconstitucionalidad de la tenencia de tóxicos prohibidos para consumo personal (fallo Bazterrica de 1986), la ley de matrimonio que impedía el divorcio (fallo Sejean de 1986) y la emergencia previsional dispuesta por decreto presidencial. La discusión sobre la eficacia de la justicia penal para lidiar con el delito y la violencia social haciendo valer las garantías individuales no se generó solamente en nuestra Argentina. La discusión antagónica entre “garantías” e “impunidad delictiva” se debatió fuertemente en los Estados Unidos de Norteamérica, cuya Constitución fue el modelo adoptado por nuestros constituyentes de 1853, a partir del activismo ju- dicial generado en la década del sesenta. Entre 1954 y 1968, la Suprema Corte de Justicia de aquél país, encabezada por el juez Earl Warren, adoptó una serie de decisiones de avanzada en materia de derechos y garantías constitucionales que provocaron ardorosas polémicas. Son muestra acabada de medidas tomadas que guiaron al resto del estamento judicial y en definitiva a la sociedad, con una línea garantista sin desmedro de la eficacia del estado para investigar y reprimir delitos las limitaciones al uso de interrogatorios policiales sin debidas salvaguardas y los alcances de la garantía contra la autoincriminación (caso Miranda vs. Arizona de 1966), la consagración del derecho a la intimidad frente a la obligación estatal del uso de métodos anticonceptivos (caso Griswold vs. Connecticut de 1965), la limitación a las interceptaciones telefónicas sin orden judicial (caso Katz vs. United States de 1967), la configuración de sospecha razonable para detener personas en la vía pública (caso Terry vs. Ohio de 1968), además del mandato judicial de terminar con la segregación racial en todas las escuelas (caso Brown vs. Board of Education de 1954). Hubo también marcados retrocesos en esa línea garantista, que aún perduran en aquel país. Un ejemplo: la llamada “regla de exclusión probatoria” en materia penal, según la cual se prohíbe hacer valer en contra del acusado pruebas directas o indirectas obtenidas en violación a sus garantías constitucionales, doctrina aplicada generosamente en la década del sesenta, viene sufriendo un marcado retroceso con el paso de los años. Lo mismo sucede en la Argentina. La misma antinomia planteada con relación a las garantías procesales y la seguridad se repite al discutir las posibles reformas al Código Penal. El debate generado por el anteproyecto de Código Penal redactado por una comisión liderada por el máximo exponente del “garantismo penal” en la Argentina, el juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Raúl Zaffaroni, tiende a simplificar las profundas problemáticas de la cuestión penal, dejando de lado las graves deficiencias de procedimiento penal que atraviesan los sistemas locales, con su déficit de recursos materiales y humanos. Lo sucedido en torno al “motochorro” detenido en Palermo resulta buen ejemplo del déficit jurisdiccional, que expone la crisis en la eficiencia de aplicación de la ley penal para no dejar impunes los delitos y al mismo tiempo evitar su reiteración mediante la reinserción social de los condenados. En un inusual comunicado emitido por el juez de instrucción que gatilló una nueva polémica social, se aclaró que “en Página | 78 el caso no se presentan ninguno de los riesgos procesales previstos en la ley que hubieran permitido el dictado de la prisión preventiva, dado que el justiciable no posee antecedente condenatorio alguno, se constató que vive donde indicó y no registra ningún pedido de captura dispuesto por otro Tribunal”. La aclaración del magistrado sirve para explicar algo que puede parecer chocante al sentido común, pero no para la recta aplicación de las garantías constitucionales que tiene cualquier acusado de un delito: la presunción de inocencia. Resulta un equívoco identificar “excarcelación” o “libertad durante el proceso penal” con “absolución”. En este caso, la investigación recién se inicia, aunque al ser sorprendido en flagrancia la producción de las pruebas no debería razonablemente llevar mucho tiempo hasta el dictado de la sentencia. De esta manera, la decisión del juez sólo aseguró la manda legal de privar de libertad y aplicar una condena sólo a partir de la sentencia condenatoria firme. Salvo que exista peligro de fuga o de entorpecimiento de la investigación-algo sólo factible en caso de delito organizado por bandas o personas con poder para amenazar testigos o destruir pruebas-, es obligatoria para el magistrado preservar la libertad del imputado, sujeta a ciertas condiciones procesales. Por ello, el juez destacó que “adoptar una decisión distinta hubiera significado violentar las normas que para estos hechos estipulan la Constitución Nacional, los Tratados Internacionales suscriptos por nuestro país y el mencionado Código Procesal”. Si bien las características objetivas del hecho y su gravedad autorizarían al juez a ordenar la detención preventiva, el magistrado agregó que “las características del hecho y su encuadre legal -robo en grado de tentativa, artículos 42 y 164 del Código Penal-, tampoco autorizan la prisión preventiva”. Sin embargo, la inobjetable-aunque polémica para muchos- decisión liberatoria del juez dejó en la penumbra de la discusión pública la verdadera raíz de la situación. El detalle que el mismo imputado había sido detenido previamente en dos ocasiones por cometer otros robos con la misma modalidad, reveló la ineficacia judicial para investigar y aplicar una pena por esos hechos precedentes que probablemente hubiera evitado la comisión del segundo y el tercer hecho. Ante una condena previa del mismo imputado por el primer hecho, resulta menos probable que hubiera cometido el segundo robo. Y en caso de haber sido condenado en suspenso por el primer hecho, el juez del segundo delito hubiera tenido elementos suficientes para ordenar su prisión preventiva por tener un antecedente condenatorio, con lo cual se hubiera podido evitar el tercer hecho cometido en Palermo contra la turista extranjera. Ese sería un ejemplo de la incapacidad actual de ciertos sectores de la Justicia para procesar un conflicto violento y evitar su reiteración, lo que abre el camino a que propuestas y actitudes irracionales ganen terreno. Y de paso, impidiendo la aplicación de mecanismos más racionales y civilizados para canalizar situaciones graves de violencia en una sociedad determinada. En definitiva y como conclusión, Se debe subrayar que no necesariamente mayores garantías constitucionales para los imputados es sinónimo de mayor impunidad delictiva, ni mayor dureza penal y procesal contra ellos tendría que significar necesariamente mayor eficacia a la hora de investigar y reprimir legalmente los delitos. Dotar al Poder Judicial con mayores recursos para canalizar los conflictos violentos de una sociedad y al mismo tiempo respetar los derechos y garantías pueden ser los mejores antídotos para evitar que la venganza y la irracionalidad se propaguen en el siglo XXI. Página | 79 Notas de Opinión El autor repasa los hechos violentos registrados durante las últimas semanas. Aporta la visión judía respecto de la justicia “por propia mano”. Cara y Ceca de la Injusticia: Visión Judía de los Linchamientos Fishel Szlajen Rabino y Doctor en Filosofía. Asesor, Investigador y Profesor de post-grado en Filosofía Judía Aplicada www.filosofiajudia.com.ar Resumen - El análisis desde la óptica judía del fenómeno de los linchamientos actuales en el marco de una profunda impunidad e inseguridad social, indica que el motivo de dicha problemática es el abandono de los conceptos fundacionales de justicia, concausa de la pérdida de estructura y sentido social y estatal. Palabras clave: injusticia, filosofía judía, justicia por mano propia Duas faces da Injustiça: Visão Judia dos Linchamentos Resumo - A análise, desde a óptica judia do fenômeno dos linchamentos atuais no marco de uma profunda impunidade e insegurança social, assinala que o motivo dessa problemática é o abandono dos conceitos fundacionais de justiça, com causa da perda de estrutura e do sentido social bem como do Estado. Palavras-chave: injustiça, filosofia judaica, justiça pelas próprias mãos Heads and tails of injustice: Jewish Vision of lynchings Abstract - Current lynchings phenomenon seen from the jewish point of view in the context of a deep impunity and social insecurity, indicates that the reason for this problem is the abandonment of the foundational concepts of Justice, concausa’s loss of structure and State and social sense. Key words: injustice, Jewish philosophy, justice by own hand En el Éxodo 21:23-25, Levítico 24:18-20 y Deuteronomio 19:21 se preceptúa como Ley Escrita lo conocido en el occidente como Lex Talionis (del latín “ley del mismo modo”) e implementada en el código de Hammurabi (s. XVIII a.e.c.), cuando sentencia vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida y contusión por contusión, provocando e infligiendo el mismo daño a quien lo hace. En síntesis, si un hombre provoca un daño en su prójimo, tal como hizo así se le impondrá, […] así como habrá infligido un daño en su prójimo así se le impondrá a él. Su literalidad, a modo de principio de reciprocidad exacta, funda la justicia retributiva que castiga al victimario con el mismo crimen cometido. El judaísmo ha entendido esta Ley Escrita tal como especifica la Ley Oral en el Talmud Babilónico1, luego codificado por Maimónides (1135-1204)2 y finalmente por el Rab Iosef Karo (1488-1575)3, en tanto justicia compensatoria. En este sentido, cinco son los perjuicios indemnizados: daños y pesares ocasionados, costos médicos e incluso un estipendio adicional, lucro cesante y vergüenza por el estado de la víctima. El principio de correspondencia económica entre daño ocasionado e indemnización debida, aunque reside en la lingüística por cuanto los versículos al decir “así se le impondrá” refieren en otros y múltiples casos al pago de una asignación indemnizatoria equivalente a la pérdida por el daño sufrido, también y por sobre todo radica en las mismas implicancias legales de la literalidad. Y esto se debe a que si al reo de culpa por dañar un órgano de otro individuo que no murió, se le dañe el mismo órgano como pena consecuente pero éste muriese a causa de ello, se lo estaría penalizando capitalmente, tomando la vida a quien ha tomado un órgano. Y esta punición está prohibida hasta por la propia literalidad como reciprocidad exacta que demanda órgano por órgano o vida por vida y no vida por órgano. Empero, si bien respecto de los testigos falsos el citado Deuteronomio 19:19-21, en sus dos versículos anteriores, dictamina la pena acorde a la que hubiese recaído sobre el acusado debido a la conspiración de ellos y cuya fórmula taliónica refiere nuevamente al pago del valor que hubiese debido Página | 80 retribuir el acusado, la misma Ley Oral también entiende que si el falso testimonio hubiese resultado en pena de azotes o capital para el acusado, recibirán aquellos testigos falsos igual castigo4. Reiterando allí y como tantas veces en la Torá o Ley Escrita, el así eliminarás el mal de tu interior prosiguiendo con Y los que queden escucharán y temerán, y ya no volverán a actuar conforme a esta práctica malévola en tu interior. Maimónides, en su obra filosófica5, analiza clasificadamente los preceptos bajo la Ley Oral que regla la conducta del judío, pero cuando aborda los correspondientes a las penas criminales lo hace sorpresivamente desde su literalidad dando los motivos del texto bíblico más que de la explicación Oral, aunque aclara en el prólogo de sus Comentarios a la Mishná que la ley taliónica se ha entendido desde los tiempos de Moisés en términos económicos indemnizatorios. En dicho sentido este gran legista y filósofo manifiesta que la penalidad a imponer sobre un criminal es hacerle tal como él hizo tanto por lesiones físicas como por perjuicios pecuniarios. Su criterio es que a mayor crimen mayor pena y al ser el homicidio el superior, éste debe pagarse con la vida. Es posible entender aquí que Maimónides6 está explicando que aun cuando la Ley Oral determina el castigo en términos indemnizatorios, no elimina la literalidad de la reciprocidad como justicia medida por medida, siendo esto habiente de una connotación axiológicoeducativa por la cual bajo la justicia absoluta, debería aplicarse aquella Ley literalmente, y así explica el motivo por el cual fue enunciada de dicha forma en la Torá. No obstante, hay variables y argumentos por los cuales la Ley Oral instruye su entendimiento de forma distinta, compensatoria y en pos de rehabilitar a la víctima. Por ello, el paralelismo entre Ley Escrita y Ley Oral refiere según Maimónides a la clara y evidente utilidad de las puniciones por diversos delitos, debido a que la ausencia del castigo no disminuye el crimen por no disuadir a quien intenta delinquir, y es ridículamente más cruel para la gente toda abstención penal por compasión provocando la ruptura del orden del Estado. La misericordia, por lo contrario, es cumplir con el precepto de Jueces y oficiales nombrarás para ti en todas tus ciudades7. En este sentido, Maimónides reitera que precisamente la no abstención ni evasión punitiva demanda jueces en todos los asentamientos más un soberano que sea temido y respetado, que disuada el accionar delictivo, fortalezca a los jueces y se apoye a su vez en ellos. Aquí es posible observar que la punición tiene dos aspectos, uno dependiente del otro: la amenaza potencial del castigo dictaminada en la ley ante quien considerase delinquir, y la necesaria actuación de aquella penalizando efectivamente al criminal para que la intimidación potencial sea tal y cumpla su fin disuasorio. Por lo contrario, la falta del efectivo castigo al culpable hace que la amenaza nominal de la sanción legal devenga en quimérica, inútil, pues el bien a lograr delinquiendo no sólo es más inmediato sino ahora también es mucho mayor el beneficio que el casi inexistente riesgo a tomar en cuenta al delinquir y así, promueve de hecho la actividad criminal. Esta concepción de la función social disuasoria del efectivo castigo al culpable para desalentar la delincuencia, evitando provocar la destrucción de la sociedad como tal, ya fue esbozada por Saadia Gaón (892-942)8, enunciando que el dolor y pesar infligido apartan al hombre de la transgresión y que sin ellos no se infunde el temor y menos se teme el castigo. Asimismo, el Rab Abraham Kook (1865-1935) 9 expone la perjudicial influencia de estos factores y agentes en la sociedad, entre otros. Y, si bien Maimónides10 y el Rab Iosef Karo11 codifican que sólo la corte de justicia y no la gente está facultada para juzgar o dirimir disputas legales sobre otros, la Mishná y así queda codificado12, también dictamina la autorización únicamente para el zelote y sólo para matar a quien se advierta in flagranti robando del Templo, aunque si aquél preguntare a la corte de justicia por dicha autorización, ésta no se lo otorga, y le prohíbe entonces dicho acto. Así, resulta clara la tensión entre el límite de la transgresión de impartir justicia infligiendo por mano propia al victimario lo dictaminado incluso por la misma Ley y la cierta necesaria disuasión por parte de la gente para que los transgresores corrijan su conducta, como lo expone el legista Rab Iair Bajraj (1639-1702)13. De hecho estos mismos conceptos fueron incluso planteados por relevantes personalidades tan distantes en el tiempo como en pensamiento y en sus sociedades, tales como Platón en su Protágoras y en Gorgias, David Hume en su De la Moral e incluso Immanuel Kant en su Metafísica de las Costumbres. Este último, sin acordar con la punición instrumental sobre uno para lograr un bien en otro ni en sí mismo, por transgredir la prohibición de hacer del individuo un medio, afirma de todas formas la necesaria punición impartiendo justicia como correlato entre crimen y represalia por disposición judicial. Con esto en mente, es posible observar no sólo la actual promoción del delito ante la ausencia casi total de castigo al culpable incluso frente a su captura in flagranti, sino que dicha monstruosa impunidad genera el linchamiento. En este sentido, la fruición del criminal que logra su cometido beneficiándose al Página | 81 accionar contra la restricción legal común a todos, se emparienta con el placer de los linchadores al lograr su objetivo que lejos de ser justicia por mano propia o un arresto ciudadano, es la polaridad bestial demandante de la vida o sufrimiento del delincuente más allá de toda graduación e independientemente del delito cometido, suprimiendo todo proceso judicial legal. Ambos actuando por conveniencia ante aquella ausencia. Por todo esto, el linchamiento es el dorso consecuente de la masiva impunidad criminal supliendo primitiva aunque necesariamente la inoperante estructura judicial y a la cual anula, de hecho. Esto explica la sensibilidad de los círculos judiciales ante estos hechos que manifiestan admonitoriamente la más plena ineficacia y corrupción de jueces y legisladores a quienes quita el poder, ahora en manos de una turba, restituyendo al sujeto el hobbesiano derecho natural individual entregado otrora al Estado por pacto para que administre seguridad y justicia monopolizando la violencia, función que éste ya no cumple. Esta impunidad, tiene también anclaje en ideologías que pervirtieron el estudio y entendimiento del fenómeno delictivo para combatirlo más eficientemente, deviniendo en la justificación psicológica o social del criminal al que comprenden y aceptan al tiempo que demandan a la víctima la obligación de padecer y tolerar infinitamente al delincuente. Luego, cargar sobre el linchamiento en una generalizada y violenta impunidad es tan trastornado como imputar al cazar del búho, el anochecer, residiendo la única solución posible en la implementación de justicia, justicia procurarás a fin de que vivas (Deut.16:20), donde sin perjuicio de las políticas de rehabilitación para el delincuente, se aplique la ley que lo castigue efectivamente y disuada a otros, compensando a la víctima y resguardando al ciudadano inocente de ser otra potencial. Pero todo ello, sólo mediante un poder judicial probo y eficiente cuyos actuales representantes bien serían destacados abogados defensores pero no jueces ni fiscales. BIBLIOGRAFIA TB, Babá Kamá 83b-87b; Sanhedrín 79a. Maimónides, Mishné Torá, “Leyes de Agresiones y Lesiones” I-VIII. Iosef Karo, Shulján Aruj, “Joshen Mishpat” 420. TB, Makot 2a. Maimónides, Mishné Torá, “Leyes sobre Testimonios” XVIII:1. 5. Maimónides, Moré Nevujim III:41. Conocido en las traducciones españolas como Guía de los Perplejos. 6. Ibid, III:33. 7. Deuteronomio 16:18. 8. Saadia Gaon, Sefer Emunot VeDeot IV:2. Conocido en las traducciones españolas como Libro de las Creencias y las Doctrinas. 9. Abraham Kook, Iguerot I: 89. 10. Maimónides, Mishné Torá, “Leyes de Sanhedrín” XXI:5 11. Iosef Karo, Shulján Aruj, “Joshen Mishpat” XVII:3 12. Mishná, Sanhedrín 9:6. TB, Sanhedrín 82a. Maimónides, Mishné Torá, “Leyes de Relaciones Prohibidas” XII:5. Iosef Karo, Shulján Aruj, “Joshen Mishpat” 425:4 1. 2. 3. 4. 13. Iair Jaim Bajraj, Javot Iair 141. Página | 82 Notas de Opinión Desde Rosario, envío este aporte.Deseo que las ideas sean difundidas, sea que se compartan o que generen disensos,que guíen reflexiones que permitan actuar e impidan que permanezcamos indiferentes, con los brazos cruzados ante la realidad.Son notas publicadas en http://www.elciudadanoweb.com en el mes de abril e íntimamente emparentadas”.Las opiniones contemplan el “garantismo penal”, la justicia por mano propia, la exclusión y el reciente caso de “crucifixión” de un acusado de robo.(http://www.perfil.com/policia/Crucifican-a-joven-acusado-de-ser-un-presunto-ladron-20140523-0011.htmlperfil). Así, rezaba el correo electrónico recibido por INMANENCIA.Las opiniones apoyan en argumentos sólidos, sintetizan el sentir de una importante franja de la ciudadanía. Se concedió espacio para ambas notas. Comprensible hastío social con el “Garantismo” penal Pablo Yurman Abogado, Profesor Adjunto de la Cátedra de Historia Constitucional Argentina, Facultad de Derecho, UNR y de la Cátedra de Ética Social y Profesional de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del Rosario, UCA [email protected] https://www.google.com.ar/search?q=diosa+temis+imagenes Un colega puso blanco sobre negro el clima social que se vive, con esta frase: “¿No irás a publicar lo que pensás sobre los linchamientos y la justicia por mano propia, no?”. Me temo que muchos no están dispuestos a ir contracorriente en estos temas, sobre todo en ámbitos académicos, judiciales, ni hablar de los medios de comunicación. Pero a pesar de esa atmósfera mediática que pareciera admitir argumentación sólo en una línea, hay que contribuir al debate con otras perspectivas, básicamente por dos motivos. El primero, porque en una democracia ningún ciudadano puede verse impedido ni temer represalias por expresar respetuosa y fundadamente su opinión sobre cualquier tema. El segundo, porque el tema lo amerita, sobre todo cuando se percibe un fenomenal divorcio entre, por un lado, la opinión publicada de quienes hasta ayer jamás notaron que acá había muertos y demás víctimas de la delincuencia y ahora se rasgan las vestiduras por los linchamientos, y por el otro entre lo que el ciudadano de a pie expresa, esta vez, de modo airado y estridente. Como hijo de Rosario, padre de familia y abogado formado en la Universidad pública no puedo sino expresar tristeza y pena por lo que ahora se da en llamar “casos de justicia por mano propia” o directamente “linchamientos” protagonizados por vecinos hartos de ser víctimas de los delincuentes. Constituyen un fracaso colectivo, pero en el que no todas las culpas tienen el mismo peso porque hay una dirigencia política que tiene mayor responsabilidad que un vecino cualquiera en cambiar la realidad que le toca administrar. Pero también hay que destacar que no es menos indignante el espectáculo al que asistimos en los últimos días en que personas e instituciones alzan, en algunos casos por vez primera, su voz por el horrible asesinato de David Moreyra a manos de una turba, pero guardan silencio por otros homicidios igualmente crueles y arteros, que vendrían a ser par- Página | 83 te de la escenografía o paisaje social. Unas semanas atrás le tocó morir a Leonel González, meses atrás Adrián Peppice a quien le destrozaron la cabeza arrojando un adoquín sobre Av. de Circunvalación. En el medio, decenas de muertes e incontables heridos. ¿Es que acaso hay muertos que ameritan editoriales, columnas y notas institucionales y otros que sólo son atribuibles a “sensación” de inseguridad “fogoneada” por los medios hegemónicos? El sacerdote Edgardo Montaldo al tiempo que condenó la metodología expresó que “esto pasa porque la gente está cansada de que la roben”. Un pastor con olor a oveja, que camina los barrios pobres y al que nadie podría ubicar como pieza en un engranaje montado por la derecha reaccionaria o los medios hegemónicos tendiente a desestabilizar. A ello se suma otro dato significativo: hace unos días los empleados de una firma dedicada a la elaboración de café cuya planta se ubica sobre Av. de Circunvalación reclamaban seguridad porque no pueden caminar a salvo unas pocas cuadras desde la parada del colectivo a la entrada de la planta. Según relataron, cuando ven venir las motitos sin patente cuyos ocupantes trasuntan actitudes sospechosas deben guarecerse en algún comercio de la cuadra, hasta que pase el peligro. Es como sucedía con esos caminos inseguros de la Edad Media, ¡pero en pleno siglo XXI! Por eso ahora la CGT reclama, junto a los aumentos salariales, seguridad in itinere para los trabajadores. Provoca vergüenza, o debería, en una sociedad en la que hasta hace algunas décadas no era necesario echar llave a la puerta de calle. ¿Qué nos pasó? ¿Acaso todo es atribuible a los vaivenes del PBI como algunos sugieren, o hay causas más profundas? Los casos de “justicia por mano propia” no son novedosos. A juzgar por las películas del Lejano Oeste, ya existían en pleno siglo XIX en Estados Unidos precisamente en aquellos parajes en los que la ley era letra muerta. Lo necesario ante ellos es evitar caer en lugares comunes o frases hechas y tratar de identificar sus causas, las razones por las que vecinos comunes someten a una golpiza a un presunto malhechor y, en algunos casos, lo matan convirtiéndose ellos mismos en aquello que repudian. Paradójicamente, a esto conduce un mal llamado “garantismo” penal entendido como la desnaturalización, exagerada y prejuiciosa, de los derechos y garantías en el ámbito del derecho penal. Imposible en estas apretadas líneas ir más allá de un simple esbozo de crítica a dicha doctrina del derecho penal, que en general reconoce en el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni a su adalid comunicacional. Lo que es quizá un rasgo distintivo de los epígonos locales del garantismo es su pedantería y soberbia no sólo académica sino social. Suelen pontificar a los cuatro vientos, convencidos de que la realidad social debe adaptarse al cartabón de sus elucubra- ciones, y no al revés. Si la realidad no se adapta al manual del Dr. Zaffaroni, la culpa sería, según ellos, de la realidad y no al revés. Pero atención al dato: ese “tonti-garantismo” que en nuestro país campea a sus anchas y ha llevado a que los delincuentes se rían de la justicia y de la sociedad, en aquellos países en donde se originó hace algunas décadas, como ser, por ejemplo, Holanda y los países nórdicos, no pasa de ser una moda reservada a ámbitos académicos, pero que los políticos difícilmente aplican a sus regímenes jurídicos. Dos simples ejemplos. Para los oficiosos voceros de esa corriente, la sociedad no puede ni siquiera debatir sobre bajar en dos años la edad de imputabilidad de los menores porque el sólo hecho de plantearlo huele a fascismo. No explican por qué hay países europeos y de otras latitudes en que los menores son, en general, sometidos a proceso penal y sin que por ello Human Rights Watch deje de conciliar el sueño. Tampoco explican por qué razón los menores pueden elegir presidente y vice o hacerse practicar un aborto no punible en un hospital público, pero no deberían declarar ante un juez por un hecho delictivo. Otro tópico. Días atrás alguien insinuó que dado que las estadísticas indican que, al menos en Rosario, muchos homicidios son perpetrados por sujetos que deambulan de a dos a bordo de motocicletas, podría revisarse ello y, siguiendo ejemplos de ciudades colombianas que obtuvieron buenos resultados, limitar de alguna forma la cantidad de ocupantes o que los mismos vistan pecheras identificatorias, etcétera. Pero no, ya salió un calificado vocero con pergaminos zaffaronianos a advertir que “eso nos retrotraería a las épocas oscuras” y listo, acá no se discute nada. Ni siquiera se concede en evaluar cómo funcionó el sistema en Colombia. Es una cerrazón argumentativa completa, que acaso denote una previa cerrazón mental, la que caracteriza a ese mal llamado garantismo penal que ahora se muestra diligente en condenar aquello que su propia prédica ha ido generando en nuestra sociedad, como en una olla a presión. h t t p : / / w w w. p o l i t i c a p l u s . c o m / i n d e x . php?q=read&id=3939#.U9gC2eN5MrU Página | 84 Artículo de Opinión La investigación biomédica aportó novedades sustantivas a la ciencia médica y optimizó resultados terapéuticos. El avance de los conocimientos no fue gratuito y se cometieron errores groseros. Intereses personales o grupales, científicos o económicos, egoísmo, codicia, desórdenes, descontroles, y en general, cierto desprecio por los seres humanos, provocaron abusos y daños. La violencia en contra de la especie humana, devenida en sujeto de investigación, generó víctimas cuyas lesiones e incluso muertes resultan difíciles de justificar. Algunos ejemplos inolvidables fueron producto de acciones efectuadas durante los primeros setenta años del siglo XX.. Tuskegee (http://www.med.navy.mil/bumed/Documents/Healthcare%20Ethics/Racism-AndResearch.pdf), Willowbrook (http://colfa.utsa.edu/colfa/docs/conference/2014/Conference-Work-Ely. pdf), los experimentos MK Ultra (http://experimentacionenhumanos.blogspot.com.ar/2006/10/el-proyectomk-ultra_14.html), o los experimentos psicológicos de la Universidad de Stanford (http://psychology.about. com/od/classicpsychologystudies/a/stanford-prison-experiment.htm) titularon historias vergonzosas, impropias de nadie que pueda pretender calidad de semejante. En 1974 los Estados Unidos de Norteamérica crearon la Comisión Nacional para la Protección de los Sujetos Humanos ante la Investigación Biomédica y del Comportamiento. En 1978 el Informe Belmont, pilar sustativo de la nueva bioética, respondió al reconocimiento de los errores cometidos. All Trials lanza un mensaje que merece ser conocido. Responde a la solicitud de conocedores del tema y aporta un avance en el cuidado de los semejantes. Los enlaces y las citas incluidas permitirán a quien desee profundizar en la cuestión. ¡Asómese y opine! En procura de transparencia en la investigación biomédica. Una historia apasionante con final abierto Jorge Luis Manrique [email protected] Se denomina ensayo clínico a todo estudio dirigido a determinar la capacidad de un tratamiento, medicamento o dispositivo para prevenir, detectar o tratar una enfermedad, así como conocer el grado de riesgo y las complicaciones eventuales que su uso implica y demostrar si sus resultados superan a los ofrecidos por tratamientos conocidos. Los mejores ensayos clínicos son prospectivos, aleatorios, cruzados y doble ciego. Asumen diferentes modalidades según busquen estudiar - tratamientos medicamentosos o intervenciones quirúrgicas; - capacidad para prevenir enfermedades de medicamentos, vitaminas, vacunas o cambios en el estilo de vida; - eficacia y eficiencia de métodos de diagnóstico; - el bienestar que proporcionan diversas propuestas a los portadores de algún problema de salud. (http://www.texasheartinstitute.org/HIC/Topics_ Esp/FAQ/clinical_trials_span.cfm) El análisis de numerosas investigaciones emprendi- do por científicos independientes y libres de conflictos de interés, demostró la falta de correlato entre los resultados postulados y los datos ofrecidos por autores y empresas auspiciantes. Los hallazgos sembraron fundado escepticismo en grupos informados y bienpensantes. Las dudas nacidas de motivos científicos y sanitarios sugirieron la necesidad de solicitar a todos los ensayos clínicos - registro los antecedentes científicos fundantes de la propuesta, - informe de la metodología propuesta y los resultados logrados, - acceso público a los estudios (a profesionales y a pacientes), aún en caso de obtener resultados diferentes a los planteados en las hipótesis. Entre los promotores de la propuesta destacan: Ben Goldacre, médico, periodista científico, Editor (www.badscience.net) y autor de libros críticos sobre la investigación (Mala Ciencia - Ed. Paidos , 2011 y Bad Pharma: How Medicine is Broken, And How We Can Fix It, Fourth State, London, 2013);Tracey Página | 85 Brown, Directora de Sense About Science (www. senseaboutscience.org); Carl Heneghan, Director del Centre for Evidence-based Medicine (www.phc. ox.ac.uk/team/researchers/carl-heneghan); Fiona Godlee, Editor Jefe del British Medical Journal (BMJ) (www.bmj.com); Ian Chalmers, médico, cofundador de Cochrane Collaboration (www.cochrane.org/), James Lind Initiative (JLI) creada por el Consejo de Investigación Médica y miembro del Departamento de Salud inglés (www.library.nhs.uk/duets/); James Lind Alliance (JLA) organismo que estudia la relación entre pacientes y médicos ingleses e identifica prioridades en la investigación (www.lindalliance.org); PLOS (Public Library of Science), (http://www.plosmedicine.org/). La confluencia de opiniones dio nacimiento a la Asociación +AllTrials. El 9 de enero de 2013 lanzaron una campaña donde solicitaban apoyo público para exigir a las autoridades pertinentes la institución de normas adecuadas para “hacer más transparente” la investigación biomédica. La gacetilla original se publicó en el British Medical Journal y se replicó en www.alltrials.net y en múltiples medios (www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/clinicaltrials.html). Decía: “Es hora de que se informen todos los resultados de los ensayos clínicos. Todos los ensayos registrados - Todos los resultados reportados Alrededor de la mitad de los ensayos clínicos efectuados no se han publicado. Algunos, incluso no se han registrado. Si no se actúa con urgencia, la información sobre lo hecho y lo demostrado podría perderse para siempre. El hecho puede generar malas decisiones terapéuticas, pérdida de oportunidades respecto de la oferta de buena medicina y eventualmente, provocar repetición innecesaria de ensayos. Hace años que los gobiernos, los reguladores y los organismos de investigación se han comprometido a transparentar los resultados de los ensayos clínicos. Hasta hoy, no se han tomado acciones decisivas. Pacientes, público y profesionales de la salud, preocupados por la falta de progreso de la cuestión se reunieron para lograr respuesta para la cuestión. Se solicita a los organismos responsables que se garantice el registro e informe completo de los métodos utilizados y los resultados obtenidos por estudios pasados y presentes. Si desea adherir a la propuesta añada su nombre en la petición que figura en http://www.alltrials.net/ petition/” En un año reunieron 75.000 firmas individuales y lograron la adhesión de escuelas médicas, sociedades científicas y grupos de pacientes ingleses, estadounidenses y europeos, Royal Colleges (www. aomrc.org.uk/general-news/health-and-life-sciences-group-agrees-new-clinical-trials-transparencyprinciples.html), European Public Health Association (www.eupha.org), Medical Research Council (www. mrc-centre.cam.ac.uk), NICE (www.nice.org.uk), Wellcome Trust (www.wellcome.ac.uk), National Physician´s Alliance(www.npalliance.org), The National Rheumatoid Arthritis Society (www.nras.org.uk). Se sumaron cerca de 500 agrupaciones científicas, profesionales y ciudadanas que anteponen la salud y seguridad del paciente a cualquier interés comercial: AGE Platform Europe (www.age-platform.org/) confederación de organizaciones de mayores de 50 años que representan la opinión de 150 millones de ciudadanos europeos añosos; The Association Internationale de la Mutualité (AIM) (http://www.aim-mutual. org/), federación de instituciones de 29 países que ofrecen seguros de salud con criterios solidarios y sin fines de lucro;The European AIDS Treatment Group (EATG) (http://www.eatg.org/), red europea de voluntarios que representan a comunidades afectadas por HIV/SIDA de más 40 países; European Social Insurance Platform (ESIP) (http://www.esip.org/), alianza de organizaciones de seguridad social de 15 países de la unión europea; Health Action International (HAI) (http://haieurope.org/), red de consumidores y organizaciones de salud que buscan aumentar el acceso a cuidados médicos esenciales y promueven el uso racional de medicamentos; The International Society of Drug Bulletins (ISDB) (http://www.isdbweb.org/ en/publications/view/transparency-in-the-publicinterest-how-the-ema-policy-on-publication-and-access-to-clinical-trial-d), red internacional que reúne a más de 80 boletines y revistas de 41 países dedicadas al estudio de medicamentos y terapéuticas independientes de la industria farmacéutica; The Medicines in Europe Forum (MiEF) (http://english.prescrire. org/) reunión de 70 organizaciones de pacientes, familias, consumidores, sistemas de seguro social y profesionales de la salud de 12 países europeos;The Transatlantic Consumer Dialogue (TACD) (www.tacd. org/), foro de organizaciones de consumidores europeos y estadounidenses que desarrollan y exigen políticas de protección de los intereses de los consumidores; Wemos (www.wemos.nl), organización internacional que aboga por el derecho a la salud de toda la población mundial y especialmente de los más vulnerables; laboratorios farmacéuticos de la magnitud de Glaxo-Smith-Kline (www.gsk.com/) y compañías de productos biomédicos como MedTro- Página | 86 nic (www.medtronic.com/). El parlamento europeo atendió el pedido de los antecitados y el 2 de abril contempló el reclamo. Decidió por mayoría absoluta (547 votos a favor contra 17 en contra) crear una ley europea que exigiera el registro de todos los ensayos clínicos y el informe público de un resumen de los resultados redactado en lenguaje comprensible para personas comunes a publicarse dentro del año de completado el estudio. +AllTrials aceptó que esto constituía un avance. Sin embargo, calificó como impropia la publicación del mero resumen de resultados en vista de la pobreza científica de lo ofrecido que no satisface los postulados de la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial (http://www.wma.net/ es/30publications/10policies/b3/): los autores de una investigación efectuada sobre seres humanos deben exponer los resultados de manera tal que permita evaluar la exactitud de las conclusiones. La información incompleta sobre eficacia y seguridad de medicamentos, procedimientos y dispositivos daña seriamente a millones de personas, frena el progreso científico y niega el acceso a datos necesarios para que el profesional de la salud decida con fundamento qué medicina debe prescribir. Una legislación adecuada bien aplicada permitiría que los investigadores conocieran lo que se está estudiando y los resultados logrados en cuanto fuera posible. Desde entonces, los representantes de instituciones y laboratorios que se oponían al acceso de los datos de los ensayos clínicos no participaron en debates públicos y solicitaron el cambio de postura de la European Medicines Agency (EMA) (www.ema.europa. eu/) respecto de la solicitud de All Trials. El BMJ, una de las cinco revistas más importantes en el mundo médico monitoreó la cuestión. Advirtió que podría existir intención de “suavizar” las expresiones legales para resguardar intereses de las industrias, (http:// www.nogracias.eu/2014/06/01/marcha-atras-en-latransparencia/). En mayo de 2014, Navjoyt Ladher, uno de los editores del BMJ, criticó en nota editorial la confidencialidad brindada a intereses comerciales en perjuicio de la seguridad de los pacientes usuarios y de los médicos prescriptores de drogas (“Secrets in healthcare”, BMJ 2014; 348 doi: http://dx.doi.org/10.1136/ bmj.g3439). En la misma publicación, Ingrid Torjesen estima que se trata de un contrataque de la industria al pedido de All Trials (“European drug agency backtracks on plan to give researchers access to clinical trial reports” BMJ 2014; 348 doi: http://dx.doi. org/10.1136/bmj.g3432). Refiere que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) consultó a 169 em- presas y organizaciones, 33 de las cuales eran compañías o asociaciones de la industria farmacéutica y que a partir de los resultados logrados, solicitaría legislación que ofreciera acceso restringido a los informes de los ensayos clínicos pues “el develamiento de información puede socavar la posición económica o competitiva del propietario de la información”. Abundan opiniones. NoGracias, organización civil europea independiente que apoya la transparencia, la integridad y la equidad en las políticas de salud, la asistencia sanitaria y la investigación biomédica (www.nogracias. eu/2014/06/01/marcha-atras-en-la-transparencia/), coincide con el BMJ. Afirma que los resultados de los estudios sólo serán accesibles a usuarios registrados, que podrán verlos “sólo en la pantalla” y “no podrán bajar, editar, fotografiar, imprimir, distribuir o transferir la información”. El grupo considera que estas decisiones se oponen a la transparencia de los estudios, vulnera la integridad de los investigadores e irrita a los pacientes. La Dra. Emily O’Reilly, Defensora del Pueblo Europeo, manifestó “que estaba satisfecha ante el anuncio de la EMA respecto de una política de transparencia proactiva, que ofrecía el acceso más amplio posible a los datos de los ensayos clínicos”. Ante el eventual cambio de posición, adelantó el desacuerdo a la EMA y elevó el disenso a los miembros del Parlamento y a la Comisión Europea encargada de laudar en la cuestión. Ben Goldacre afirma que industria y académicos deben compartir toda información provista por los ensayos.(http://www.discourseinprogress.com/badpharma/). Sin esta información se engaña a los médicos y se perjudica a los pacientes. Firmar la petición de + AllTrials demuestra cuánto importa esto y por qué los gobiernos, los investigadores y los organismos encargados de regular los estudios deben actuar ahora para lograr un cambio real y efectivo que be- Página | 87 neficiará a los pacientes, a la medicina y a la industria farmacéutica. A fines de junio de 2014 el parlamento europeo se comprometió a presentar la redacción final de la norma que habrá de regir los ensayos clínicos en todo el territorio europeo. Aún esto no se ha hecho realidad. ¡Final abierto! ¡Queda mucho por hacer! Y por casa, ¿cómo andamos? Conclusión y convite En la Naturaleza, el animal más fuerte o poderoso se aprovecha del más débil y “el pez grande se come al chico”. Esta “ley de vida” es mandato propio de bestias. No existe argumento racional que obligue a los seres humanos a aceptar estos comportamientos. Los datos no declarados u ocultados por la investigación biomédica y reclamados por +All Trials producen o pueden provocar daño a personas o colectividades. En el campo del saber, negar, silenciar o no compartir información científica conocida de manera deliberada es indigno y se constituye en una acción potencialmente violenta. Si acuerda con la propuesta rellene el formulario ofrecido en http://www.alltrials.net/petition/. Si compone un cuerpo profesional, un grupo de pacientes o de una universidad, invite a sus pares a adherir. Infórmese, analice y argumente. Si tiene dudas, contacte con www.alltrials.net. REFERENCIAS Brown T. It’s time for AllTrials registered and reported [editorial]. Cochrane Database of Systematic Reviews 2013 Apr 30;4:ED000057. x.doi. org/10.1002/14651858.ED000057 Song F, Parekh S, Hooper L, Loke YK, Ryder J, Sutton AJ, et al. Dissemination and publication of research findings: an updated review of related biases. 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La ética en medicina como disciplina del comportamiento médico. Luis Allegro Presidente de Honor de la Sociedad de Ética en Medicina (Asociación Médica Argentina) La palabra ética viene del griego ethos que significa costumbre. La palabra moral, viene del latín mores y también significa costumbre. Ambos términos se refieren a las costumbres, a la forma de vivir y de actuar. Hoy preferimos especificar que el término ética se refiere al comportamiento humano evaluado por los resultados de dicho comportamiento. Esto puede referirse a la forma de vivir, al ejercicio de la profesión o a cualquier otro quehacer de la conducta humana. Dicho en forma sencilla, interesa estudiar lo bueno y diferenciarlo de lo malo. En forma sintética se puede definir a la ética como la disciplina que estudia la bondad o la maldad de los actos humanos. La ética en medicina se refiere al comportamiento médico en el ejercicio de la profesión. Un sintético recorrido de la historia del pensamiento humano, muestra el planteo y desarrollo de éticas diversas diferenciadas por el criterio central utilizado para pensar. Para Platón y Aristóteles lo ético consistía en el desarrollo de las virtudes. La actividad intelectual era la meta que proporcionaba la mayor felicidad. Para poder dedicarse a la intelectualidad se imponía la ética del amo y el esclavo. Quien decidiera dedicarse, por ejemplo a la filosofía de manera intensiva no disponía de tiempo para ocuparse de las tareas necesarias para el mantenimiento personal y por tanto requería del esclavo para que efectuar tales tareas. Para John Stuart Mill lo importante era desarrollar una ética utilitarista: solamente una actividad in- telectual perfecta lograba la felicidad. Lo ético era desarrollar toda actividad que lograra la mayor felicidad. Max Scheler desarrolla una ética de los valores: tienen el carácter de ser absolutos e intencionales. La intención juega un rol importante en la calificación de los valores y en la evaluación de los comportamientos basados en ellos. El comportamiento y la vida se enriquecen en la medida que la persona descubre nuevos valores y los desarrolla. El compromiso, la responsa-bilidad, la amistad, la lealtad, son ejemplos de estos valores. Immanuel Kant propone la ética del deber: “Obra sólo según aquella máxima que puedas querer que se convierta en ley universal”. Éste pensamiento se conoce con el nombre de imperativo categórico. La ética se maneja por normas que provienen de la propia conciencia y no del exterior. Están gobernadas por la razón y no por los caprichos personales. Epicuro desarrolla la ética hedonista o del placer. El bien se desarrollaba en todo aquello que produjese placer, especialmente el placer corporal. Epicuro decía: “el principio de todo bien es el placer del vientre... no sé qué idea me forjaría acerca del bien... si suprimiese los placeres del deber y del comer, del oído y de la vista y los de Venus”. Para Epicuro el placer como objetivo importante de vida era la clave de la felicidad; para esto es fundamental desarrollar la capacidad para experimentar el placer en forma total e indefinida. El desarrollo de esta disposición está Página | 89 calificado cuando se logra la mayor maximización del placer. Hume, Ayer y Stevenson promueven el emotivismo. Es un enfoque individualista que se centra en el “interés por sí mismo”. La “relación con el otro” y la convivencia son aceptadas o rechazadas según la relación provoque satisfacción o disgusto. Las condiciones de la vida social plantean limitaciones que requieren ser toleradas. Si esto no ocurre la relación es rechazada. Las éticas postmodernas se ubican dentro del emotivismo. Por lo tanto la ética esta regida por los afectos y la voluntad; nunca por el intelecto ni por la razón. La fórmula puede ser sintetizada en: “yo acepto esto”, o “yo rechazo aquello”. Marx y Engels aportan un enfoque social de la ética y postulan que “lo bueno” es todo lo que promueve una sociedad sin clases diferentes, especialmente de carácter socioeconómico. Hare propone el decisionismo o preferencialismo haciendo que los principios éticos surjan de decisiones libres que hacen que una cosa se valore más que otra. Las decisiones y preferencias propias de cada persona dan el marco ético de cada individuo siempre que las mismas no sean completamente irracionales y que puedan lograr un cierto marco de consenso social para ser aplicadas. Esto de alguna manera significa que cada uno va promoviendo las normas del grupo social al que pertenece. Las decisiones generalmente aprovechan los principios éticos conocidos para adaptarlos a las propias necesidades. Respetan los principios éticos del pasado porque son producto de la experiencia acumulada en siglos, pero surge la necesidad de cambiarlos y adaptarlos a las circunstancias de la actualidad. La ética en medicina Para mi gusto, la ética que mejor puede ser aplicada al comportamiento médico surge de las ideas de Jaime Balmes. Jaime Balmes, fue un jesuita filósofo y teólogo original que no perteneció a ninguna escuela o corriente en particular. Escribió sobre una ética basada en el desarrollo de lo bueno. Distingue dos conceptos: 1) el de desarrollo, y 2) el de lo bueno. 1) El desarrollo es un concepto evolutivo y se lo ha comprendido mejor en biología. Es el proceso que se da en un organismo que evoluciona desde su origen hasta alcanzar el mayor grado de madurez. A su vez madurez es el punto de desarrollo en el que se ha logrado el más alto grado de eficacia en el comportamiento. Puede ser el comportamiento en general, o uno específico como podría ser la virtuosidad lograda en una práctica; por ejemplo la quirúrgica. 2) El concepto de lo bueno surge de la evaluación de lo que produce el comportamiento, de los resultados y de las consecuencias que surgen de dicho comportamiento. La aplicación de estos conceptos simples al comportamiento de todo profesional del campo de la medicina -incluido el equipo de salud en su totalidadsignifica el ejercicio de un aprendizaje permanente y una aplicación de lo mejor en la praxis médica. Esta ética produce consecuencias cuyo resultado se puede leer en la evolución del paciente y más allá, en el abanico de consecuencias posteriores. Notas Ocasionales Página | 90 Vivimos en un medio cada vez más violento. Mientras algunos alimentan la violencia, otros, sugieren reconocer inconvenientes, necesidades y urgencias y proponen actuar de manera racional y humana. La Conferencia Episcopal Argentina, nuclea en un organismo permanente a todos los obispos católicos con cargo en nuestro país y opina sobre asuntos que interesan a quienes viven en nuestro país como representante del clero. El 9 de mayo de 2014, publicó la declaración adjunta Felices los que trabajan por la paz 1. Como pastores del pueblo de Dios -del que provenimos y al que queremos servir- nos dirigimos a todos los miembros de la Iglesia y a los hombres y mujeres de buena voluntad, para compartir nuestra mirada sobre un aspecto inquietante de la realidad nacional. Constatamos con dolor y preocupación que la Argentina está enferma de violencia. Algunos de los síntomas son evidentes, otros más sutiles, pero de una forma o de otra todos nos sentimos afectados. Queremos detenernos a reflexionar sobre este drama porque creemos que el amor vence al odio y que nuestro pueblo anhela la paz. 2. Son numerosas las formas de violencia que la sociedad padece a diario. Muchos viven con miedo al entrar o salir de casa, o temen dejarla sola, o están intranquilos esperando el regreso de los hijos de estudiar o trabajar. Los hechos delictivos no solamente han aumentado en cantidad sino también en agresividad. Una violencia cada vez más feroz y despiadada provoca lesiones graves y llega en muchos casos al homicidio. Es evidente la incidencia de la droga en algunas conductas violentas y en el descontrol de los que delinquen, en quienes se percibe escasa y casi nula valoración de la vida propia y ajena. La reiteración de estas situaciones alimenta en la población el enojo y la indignación, que de ninguna manera justifican respuestas de venganza o de la mal llamada “justicia por mano propia”. La creciente ola de delitos ha ganado espacio en los diversos medios de comunicación, que no siempre informan con objetividad y respeto a la privacidad y al dolor. Con frecuencia en nuestro país se promueve una dialéctica que alienta las divisiones y la agresividad. 3. No se puede responsabilizar y estigmatizar a los pobres por ser tales. Ellos sufren de manera particular la violencia y son víctimas de robos y asesinatos, aunque no aparezcan de modo destacado en las noticias. Conviene ampliar la mirada y reco- nocer que también son violencia las situaciones de exclusión social, de privación de oportunidades, de hambre y de marginación, de precariedad laboral, de empobrecimiento estructural de muchos, que contrasta con la insultante ostentación de riqueza de parte de otros. A estos escenarios violentos corremos el riesgo de habituarnos sin que nos duela el sufrimiento de los hermanos. Todo lo que atenta contra la dignidad de la vida humana es violación al proyecto de amor de Dios: la desnutrición infantil, gente durmiendo en la calle, hacinamiento y abuso, violencia doméstica, abandono del sistema educativo, peleas entre “barrabravas” a veces ligadas a dirigentes políticos y sociales, niños limpiando parabrisas de los autos, migrantes no acogidos e, incluso, la destrucción de la naturaleza. Hemos endurecido el corazón incorporando estas desgracias como parte de la normalidad de la vida social, acostumbrándonos a la injusticia y relativizando el bien y el mal. Es creciente la tendencia al individualismo y egoísmo, de los cuales despertamos sobresaltados cuando el delito nos afecta o toca cerca. El Papa Francisco señala que “se ha desarrollado una globalización de la indiferencia...” (Evangelii Gaudium 54). 4. Pero no nos ayuda culpar a los demás. Para lograr una sociedad en paz cada uno está llamado a sanar sus propias violencias. Es necesario reconocer las diversas crisis por las que atraviesa la familia, que es la primera escuela de paz. En ella aprendemos la buena noticia del amor humano y la alegría de convivir. Muchos niños y adolescentes crecen solos y en la calle provocando el debilitamiento de los vínculos sociales. Esto también repercute en la escuela. Episodios de violencia escolar se desarrollan ante la mirada pasiva de algunos hasta que es demasiado tarde. Muchos jóvenes ni estudian ni trabajan, quedando expuestos a diversas formas de violencia. 5. La corrupción, tanto pública como privada, Página | 91 es un verdadero “cáncer social” (EG 60), causante de injusticia y muerte. Desviar dineros que deberían destinarse al bien del pueblo provoca ineficiencia en servicios elementales de salud, educación, transporte. Estos delitos habitualmente prescriben o su persecución penal es abandonada, garantizando y afianzando la impunidad. Son estafas económicas y morales que corroen la confianza del pueblo en las instituciones de la República, y sientan las bases de un estilo de vida caracterizado por la falta de respeto a la ley. A ello se agregan mafias del crimen organizado sin freno dedicadas a la trata de personas para la esclavitud laboral o sexual, el tráfico de drogas y armas, los desarmaderos de autos robados, etc. 6. Para construir una sociedad saludable es imprescindible un compromiso de todos en el respeto de la ley. Desde las reglas más importantes establecidas en la Constitución Nacional, hasta las leyes de tránsito y las normas que rigen los aspectos más cotidianos de la vida. Sólo si las leyes justas son respetadas, y quienes las violan son sancionados, podremos reconstruir los lazos sociales dañados por el delito, la impunidad y la falta de ejemplaridad de quienes tenemos alguna autoridad. La obediencia a la ley es algo virtuoso y deseable, que ennoblece y dignifica a la persona. Esto vale también para los reclamos por nuestros derechos, que deben ser firmes pero pacíficos, sin amenazas ni restricciones injustas a los derechos de los demás. Frente al delito, deseamos ver jueces y fiscales que actúen con diligencia, que tengan los medios para cumplir su función, y que gocen de la independencia, la estabilidad y la tranquilidad necesarias. La lentitud de la Justicia deteriora la confianza de los ciudadanos en su eficacia. Algunos profesionales suelen utilizar de modo inescrupuloso artilugios legales para burlar o esquivar la justicia: también esto es inmoral. 7. La cárcel genera en la sociedad la falsa ilusión de encerrar el mal, pero ofrece pocos resultados. El sistema carcelario debe cumplir su función sin violar los derechos fundamentales de todos los presos, cuidando su salud, promoviendo su reeducación y recuperación. Nos duele y preocupa que casi la mitad de los presos no tenga sentencia. La mayoría de ellos son jóvenes pobres y sin posibilidades para contratar abogados que defiendan sus causas. Ningún delito justifica el maltrato o la falta de respeto a la dignidad de los detenidos. Gracias a Dios algunos cumplen la palabra de Jesús: “Estuve preso y me visitaron” (Mt 25,36). 8. Nos estamos acostumbrando a la violencia verbal, a las calumnias y a la mentira, que “socava la confianza entre los hombres y rompe el tejido de las relaciones sociales” (Catecismo de la Iglesia Católica, 2486). Urge en la Argentina recuperar el compromiso con la verdad, en todas sus dimensiones. Sin ese paso estamos condenados al desencuentro y a una falsa apariencia de diálogo. 9. Estos síntomas son graves. Sin embargo, en el cuerpo de nuestra sociedad se encuentran también los recursos para afrontar el paciente camino de la recuperación. Todos estamos involucrados en primera persona. Destacamos, ante todo, el profundo anhelo de paz que sigue animando el compromiso de tantos ciudadanos. No hay aquí distinción entre creyentes y quienes no lo son. Todos estamos llamados a la tarea de educarnos para la paz. 10. Nosotros creemos que Dios es “fuente de toda razón y justicia” y que los peores males brotan del propio corazón humano. El vínculo de amor con Jesús vivo cura nuestra violencia más profunda y es el camino para avanzar en la amistad social y en la cultura del encuentro. A esto se refiere el Papa Francisco cuando nos invita a “cuidarnos unos a otros”. Jesús nos enseñó que “Dios hace salir el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre justos e injustos” (Mt 5, 45). No hay persona que esté fuera de su corazón. En su proyecto de amor la humanidad entera está llamada a la plenitud. No hay una vida que valga más y otras menos: la del niño y el adulto, varón o mujer, trabajador o empresario, rico o pobre. Toda vida debe ser cuidada y ayudada en su desarrollo desde la concepción hasta la muerte natural, en todas sus etapas y dimensiones. Jesús es nuestra Paz, en él encontramos Vida y Vida abundante. A Él volvemos nuestra mirada y en Él ponemos nuestra esperanza para renovar nuestro compromiso en favor de la vida, la paz y la salud integral de nuestra querida Patria. Jesús nos dice: “Felices los que trabajan por la paz…” (Mt 5,9). Muchos ya lo están haciendo. Hay destacables iniciativas en escuelas, parroquias, clubes, talleres artísticos y otras organizaciones de la sociedad. Los alentamos a seguir siendo instrumentos de paz. Exhortamos particularmente a la dirigencia a desarrollar un diálogo que genere consensos y políticas de estado para superar la situación actual. 11. La Virgen de Luján, presente en el corazón creyente de tantos argentinos y argentinas, nos anima y acompaña en nuestro empeño “…porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes…” (EG 288) Los obispos argentinos Pilar - 107 Asamblea plenaria - 8 de mayo de 2014, Solemnidad de Nuestra Señora de Luján Artículo Original Página | 92 En 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas instituyó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Conmemora el aniversario de la marcha efectuada en 1857 por un grupo de obreras textiles neoyorquinas en protesta por sus condiciones laborales.. En tal fecha, el Dr. Ricardo Rabinovich – Berkman remitió esta nota. Destaca respeto y simpatía por valores inmutables en pro de la no violencia y de la paz que asocia con el pensamiento y la acción femeninos.Agradecemos el permiso para reproducirla. La lección de las sabinas (en el Día de la Mujer) Ricardo Rabinovich - Berkman Doctor de la UBA (área: Filosofía del Derecho), Profesor Titular en las Universidades de Buenos Aires, Nacional de Lomas de Zamora, Belgrano y del Salvador, Miembro del Consejo Académico de Ética en Medicina, Director de la Modalidad Intensiva de Cursos para el Doctorado de la Facultad de Derecho (UBA). Director de la Revista Persona ([email protected]) [email protected] En Florencia luce la estatua del Giambologna “: El rapto de las sabinas”. http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/5d/Giambologna_raptodasabina.jpg/348px-Giambologna_raptodasabina.jpg El episodio que evoca este maestro de la escultura, que dominara como nadie el arte de la “serpentina”, generando torsiones extraordinarias en el mármo y escenas de una vitalidad difícil de igualar, siempre me ha apasionado. Porque el “rapto de las sabinas”, considerado histórico, al parecer, en tiempos de Augusto, y para nuestra época bastante más legendario que real, aunque pueda haber un sustrato fáctico muy remoto, posee tres momentos sucesivos interesantes. En un primer segmento, la justificación de la violencia sexual. Rómulo y sus seguidores son rechazados, vistos como una banda de parias sin futuro. Ninguna familia quiere emparentar con ellos. No hay mujer decente que desee desposarlos. Los padres tiemblan ante la idea de entregarles, como la tradición itálica impone, a sus hijas en matrimonio. Entonces, el caudillo de la flamante Roma, airado, planea esa venganza colectiva, que será a la vez reivindicación de su grupo y único medio de proporcionarle compañeras. El hecho se pergeñará premeditadamente, con paciencia de cálculo, cuidando cada detalle. Se trata de una violación colosal a las normas, por todas las etnias de entonces aceptadas, que hacían sagrada la hospitalidad, y volvían intocable al huésped, sobre todo en eventos religiosos. Las mujeres, esposas, hermanas, hijas, que acompañan a los sabinos visitantes, invitados por Rómulo a los festejos locales, que por su carácter religioso, impiden asistir con armas, son brutalmente secuestradas. Lejos del desprecio, del horror, de la vergüenza por semejante bajeza, el rapto de las sabinas será glorificado, recordado como un hito heroico que, en definitiva, salvó a la ciudad tiberina de la muerte. En este primer sentido, pues, este episodio deviene una muestra, un símbolo, del discurso ambivalente, hipócrita y contradictorio, del “occidente”, ante la violencia sexual, que a un tiempo condena duramente, y al otro la elogia y trata de justificarla. Pero ahí sobreviene un segundo aspecto. Porque Rómulo, según Livio, visita a las cautivas, una por una, y les habla con dulzura y con respeto, explicándoles que se han visto “obligados”, frente a la negativa general, a tomarlas de ese modo por la fuerza. Página | 93 Esas promesas del primer rey romano, vertidas a cada una de las mujeres raptadas, se transformaría en la base ideológica del matrimonio, con sus muy particulares características jurídicas. Aquí, pues, la violencia contra la mujer aparece como base, en la creencia compartida, de instituciones del derecho, que lógicamente, como era de esperarse, conservarán y multiplicarán esa violencia. Pero entonces, los padres, los hermanos, los maridos, se arman y se lanzan sobre Roma, enardecidos, con la intención de masacrar a sus habitantes, rescatar a las mujeres violentadas, y restañar el honor ultrajado. Superan a la ciudad de las siete colinas en el número, las fuerzas y la experiencia. Los romanos ven venir a los sabinos y se preparan, ya que no para vencer, apenas para una buena muerte. Pero las mujeres, raptadas, humilladas, violentadas, aparecen y se arrojan al campo de batalla. Brazos en alto contra las espadas desnudas, gritos femeninos frente al hierro de las lanzas, imploran de rodillas la paz a ambos ejércitos. Al verlas, se emocionan los sabinos. Las dos etnias se observan en silencio. Deponen las armas y se juran fraternidad. Las mujeres han vencido. La paz triunfa. Ha nacido Roma para ser centro del mundo. La tercera moraleja, entonces, es la de que las mujeres, a pesar de todo lo que sufren y han sufrido, tienden a creer en la paz y a preservarla. Hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las heroicas sabinas, interpretadas, en el mármol impecable, por el Giambologna, nos traen un mensaje que surca los siglos, inalterable: Es un ruego por el respeto, por la terminación, definitiva, universal, profunda y verdadera, de toda violencia contra la mujer, de toda humillación y cosificación. Es una súplica por no reconocer, en las instituciones jurídicas, jamás, construcciones nacidas de esa violencia, o que la fomenten, o la reproduzcan. El jurista no puede ser cómplice, nunca, de semejantes infamias. Página | 94 Es el canto, eterno y emocionante, de la mujer como sacerdotisa de la paz, cuidadora valiente de los seres y del universo, dadora heroica de sosiego en la sandez masculina, que ha generado guerras y atrocidades sin número. Hoy, 8 de marzo, en el recuerdo mítico de las arcaicas sabinas, saludo con gran admiración a todas las mujeres, y me avergüenzo, como hombre y como humano, por tantas violencias, privaciones y afrentas, que por ser mujeres sufren y han sufrido. Página | 95 Artículo de Opinión Para los mamíferos en general, la vida inicia después de una revolución violenta que conduce desde la paz interior del seno materno hacia el mundo externo. El parto, es la primera violencia que enfrentan. Prologa incontables amenazas del medio en que cada organismo desarrolle su existencia y que debe enfrentar y vencer para mantener la homeostasis necesaria que le permita mantener la existencia. Aparecen agresiones que otros “pares” aplicarán con el fin de someterlo, obligarlo o incluso sólo para dañarlo. Si el desequilibrio vence, se recorta el ciclo vital, celular u orgánico y se adelanta la apoptosis sellada en el ADN. La violencia es una realidad. Afecta a todas las expresiones del milagro de la vida. Reproducimos un interesante artículo firmado por un ingeniero e incluido en Calidad de Vida, Revista de la Universidad de Flores. Año V, Número 10, pp. 37-41 ISSN 1850-6216 (http://www.calidaddevidauflo.com.ar) Vivir un milagro Mauricio Bubis https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRLzTb4GYn2szJGploB19DemEvQmZZDxNihQKELg48F4NHu19HYHAd76Bvz Un milagro podría definirse como un fenómeno extraordinario desde el punto de vista de su causa, significación y propósito, que maravilla y produce asombro pero también temor por lo inusitado. Aquél que lo experimenta no puede menos que pensar que es el resultado de la intervención de un factor sobrehumano, ya que aparece como negación del orden natural establecido. En todas las religiones se hace referencia a milagros: es así como en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento, en los relatos sobre Mahoma y sobre Buda, se da cuenta de episodios milagrosos que no tendrían explicación siguiendo las leyes de la naturaleza que diariamente experimentamos. Es por eso que los científicos y los racionalistas en general no pueden admitir lisa y llanamente las narraciones sobre milagros, que han llegado a nosotros Estas personas que conforman la mayoría de la gente, se dividen en dos grupos: a) los que niegan los milagros pero que pese a su posición en la materia, los admitirían si los hubieran experimentado personalmente, y b) los que rechazan sin apelación la posibilidad del milagro. No nos dirigiremos a este último grupo de personas que está firme en sus creencias racionalistas, no queriendo admitir bajo ningún concepto lo que estiman como increíble. En cambio, para las personas de la categoría a), desarrollamos más abajo una disquisición sobre ¡o que puede ser sólo una especulación para algunos, pero que otros pueden aceptar como un verdadero milagro, que todos vivimos y experimentamos diariamente. Para nuestro propósito y entrando ya en materia, traigamos a colación algunos hechos conocidos que nos servirán de ejemplo, con los que nos enfrentamos seguido y que conforman una realidad que corno tal, no podemos desestimar. • Sí tenemos dos pilas de polvo color blanco una y de color negro la otra, al juntarlas mezclándolas bien se formará una sola pila de color gris, y la experiencia nos dice que por más que sigamos mezclando el polvo resultante nunca podríamos obtener nuevamente dos pilas, una blanca y otra negra exclusivamente. • Si empezamos a barajar un mazo nuevo de cartas tal como viene de fábrica aunque sigamos repitiendo esta operación muchísimas veces, es muy improbable por no decir imposible que el mazo aparezca nuevamente ordenado como en origen. • Una fuerte explosión sobre un muro lo convier- Página | 96 te en un montón informe de piedras pero recíprocamente con un estallido similar sobre el montón de esas piedras no se reconstruirá la pared de por sí. ¿Qué es lo que ha ocurrido en los hechos relatados? Hemos introducido el factor azar donde había un orden determinado y ese orden u organización, en un proceso dinámico, se degrada constantemente y tiende a desaparecer con el correr del tiempo. Es así como en un sistema aislado (sin intervención exterior), entre varios estados posibles, es posterior aquél en el cual el factor azar es mayor. Veamos ahora cómo los casos ejemplificados más arriba están implícitos en una formulación científica aceptada Para ello recurramos a las leyes de la Termodinámica y a sus implicancias. La Primera ley que se conoce como la de la Conservación de la Energía, nos dice que en un sistema aislado las energías presentes (potencial, mecánica, calórica, eléctrica, química, etc.) pueden transformarse una en otra, procesos en los que se cumple la condición de que el total de la energía permanece constante. La Segunda ley por su parte, imita relativamente el alcance de la primera al establecer que si bien cierto tipo de energía, la mecánica por ejemplo, se puede transformar totalmente en calor, la recíproca no se cumple porque no todo el calor disponible es libre y capaz de convertirse en energía mecánica. Cabe preguntar, a qué se debe este hecho? A ello contestamos que no basta considerar para el caso sólo el monto de la energía sino que es esencial también tomar en cuenta su grado de organización: ¡a energía mecánica que se transforma en calor es totalmente organizada no así la calórica que sólo en parte es libre y capaz de reconvertirse en energía mecánica. La magnitud física que contempla la organización de la energía se conoce como “entropía “. Puede decirse que ésta mide el factor azar en las sucesivas etapas de los procesos de transformación lo que también equivale decir que nos da el “quantum” de la energía vinculada (no libre) en un proceso termodinámico. Matemáticamente se expresa por una fórmula en la que aparece como inversamente proporcional a la temperatura absoluta (T), que dentro de un sistema aislado, va degradándose con el avance de los procesos de transformación, es decir que va disminuyendo por lo que su inversa, la entropía, va siempre en aumento, alcanzando su máximo si la (T) se anulase, estado teórico de absoluta inmovilidad Una derivación de lo expuesto más arriba es el posible empleo del conocimiento del nivel de la entropía de un sistema para saber el orden en el curso del tiempo de las etapas de un cierto proceso. Esto se entiende dado que contrariamente a las leyes que gobiernan procesos reversibles (el movimiento de un péndulo, por ejemplo, que oscila sin cesar), nos hallamos aquí frente a un proceso irreversible, por lo que es propio afirmar que en el análisis de varias etapas será posterior la caracterizada por el mayor factor azar. Es esto lo que A. Eddington llama la “flecha del tiempo “, afirmando que ésta apunta hacia el futuro cuando su dirección lleva hacia zonas en las que el elemento azar va en alimento. Para este sabio destacado, el Segundo Principio de la Termodinámica ocupa una posición suprema entre las leyes de la Naturaleza. Sostiene que pensar que en un sistema cerrado el elemento azar pueda disminuir en lugar de aumentar es prácticamente imposible. Estamos ahora en condiciones de volver al objeto del presente análisis y ver dónde y cómo encuadra un milagro en lo expuesto más arriba. Para ello concentrémonos en el proceso vital. Si bien con escalas diferentes (en un caso sólo días y en otro millones de años), tanto la Biblia como los estudiosos de la evolución del universo, hablan de la aparición de la vida en nuestro planeta en una edad geológica posterior a la conformación y consolidación primera del mismo. La flecha del tiempo que había partido de un cierto origen se dirige hacia la época en que empieza a desarrollarse el proceso de la vida, que surge seguramente de la interacción de materiales inorgánicos. Pero la probabilidad de que esa combinación de materiales al azar culmine en un ser vivo es más que remota como señala D. Hawkins, ya que en ese proceso hallamos una complejidad extraordinaria. Citemos sólo algunos aspectos que a nuestro criterio son por demás demostrativos del grado de perfección que es dable de hallar en el ser vivo: • La información codificada en el seno de la célula del ser vivo, que es la guía para su reproducción y lo que es más asombroso todavía, la reproducción de esa información, • La presencia de ¡as hormonas que gobiernan las distintas funciones, procurando el necesario equilibrio del organismo, • E! prodigioso proceso de la gestación y de Ir, diferenciación de los órganos, que cuando culmina y no antes, la madre sufre una transformación y es provista del alimento para su cría (en los mamíferos), • La conformación adecuada del cuerpo, como por ejemplo (a masa encefálica contenida en una bóveda (el cráneo), más resistente a los golpes que una superficie plana, etc. La lista anterior puede ser ampliada considerablemente pero entendemos que lo expuesto es suficien- Página | 97 te para nuestro propósito. Personas observadoras y de mente analítica que han prestado atención a nuestro micromundo, aquél en cuyo centro se ha(la el hombre (y podríamos considerar junto a él a los otros seres vivos), han admirado la sabia constitución de su anatomía como así mismo la precisión en las funciones de su organismo como hemos visto en los ejemplos citados más arriba Para contestar a la pregunta de cómo se llegó a semejante estado tan perfeccionado de cosas se intentaron varias explicaciones científicas o seudocientíficas, pero ellas no son convincentes totalmente. En cambio lo que sí podemos afirmar con certeza es que el proceso vital es un evidente caso de creciente organización a partir de componentes aislados con la consiguiente disminución del elemento azar. Siendo esto contrario a la Segunda ley de la Termodinámica, que como hemos dicho establece que la entropía en un sistema aislado no disminuirá de por sí (esto es lo que precisamente el origen y el posterior desarrollo de la vida supone), nos vemos inclinados a calificar a la vida como un milagro que vivimos diariamente, ya que parece haber sido posible sólo por intervención de un factor sobrehumano, que algunos calificarán como la Divinidad y otros, como la “Causa Primera“, sin especificar su carácter. BIBLIOGRAFÍA - Eddington A. S.: La Naturaleza del Mundo Físico. - Hawkins D.: The Language of Nature. - The Encyclopaedia Hebraica (títulos: Termodinámica, Entropía). NOTA del AUTOR: A raíz de algunas observaciones a este trabajo estimo necesario hacer una clarificación parcial del contenido aunque la entiendo implícita en el texto. Como lo expresé, me estoy refiriendo al proceso primigenio de aparición de la vida sobre nuestro planeta, luego de lo cual y por acción de ciertos factores externos comienza un proceso de evolución que culmina en las distintas especies de seres conocidos. Hasta el presente los investigadores en el tema no han sabido explicar fehacientemente el origen de este proceso aunque existe la tendencia de considerarlo resultado de la interacción de materiales inorgánicos en un medio adecuado. Ese es mi punto de partida desde el cual y por presencia de factores externos, como surge de la aplicación de leyes de la Termodinámica (leyes que no se pueden desconocer), se produce una evolución que lleva de lo simple a lo más complejo, culminando en la aparición de las distintas especies conocidas de cuyas congruencias y diferenciaciones se ocuparon Darwin y otros investigadores. Dentro de lo mucho que queda por dilucidar en el tema y como resulta de su tratamiento enfrentamos con la dificultad de comprender la naturaleza de los factores externos a los que hicimos referencia. Pienso, tal como lo expresé que “para algunos se trata de la Divinidad y para otros de la “Causa Primera” sin especificar su naturaleza”. Artículo Original Página | 98 Aborto no punible: ¡Todo está como era entonces…! Jorge Luis Manrique [email protected] https://encrypted-tbn2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQcjpz-BRiQLclutOIVBdlfkRxdFD0SFdtzlJTAAMi_MbaXOXC_6Q El número anterior de INMANENCIA recolectó opiniones y mostró la falta de acuerdo respecto del aborto no punible (ANP). Un semestre más tarde se carece de normas legales específicas, se discuten las que existen y se la aplica en forma irregular. La indefinición aporta incertidumbre, abona el desconcierto e instala la cuestión en una “tierra de nadie” donde todos pierden. Las víctimas están desprotegidas las víctimas tanto como los encargados de cuidarlas. Médicos y otros agentes de salud asumen la indeseada misión que busca resolver daños colaterales de un ilícito que repugna a cualquier ser humano bien nacido cumpliendo con sus incumbencias y así resultan victimarios de la madre o del niño, según quien lo considere. Una fracción importante de la comunidad califica la ejecución del aborto como acto criminal. Otros, tildan a la negativa a realizarlo como inhumana, abandónica o falta de criterio profesional. La sociedad civil debe asumir una postura fundada y despejar toda duda estableciendo normas legales adecuadas y consensuadas referidas al ANP, El desorden que muchos niegan se pone de manifiesto al revisar un puñado de artículos publicados desde el 29 de abril hasta el cierre de este número de INMANENCIA. Veamos: 29 de abril - Organizaciones sociales reclaman que se realice el aborto no punible a la menor violada en Moreno Telam informa…”La madre de la niña de 13 años sostiene que desde el 30 de marzo la denuncia de viola- ción está asentada y no se recurrió al aborto no punible, … y acusa al Estado de poner en riesgo la vida de su hija…. La agrupaciones femeninas Las Rojas y del Nuevo Mas, aseguraron “…en el centro de salud …no se ha implementado el protocolo de aborto no punible porque no existe reglamentación para que esto esté firme en todos los hospitales”. “…la madre fue muy clara. Solicitó el aborto no punible desde que entró a la guardia porque estaba al tanto de la ley. En el hospital lo único que se hizo fue arrancar la hoja de la declaración jurada en donde la madre dejaba constancia del pedido”. ”... el Ministro de Salud tiene que hacerse cargo de la situación”, opinaron. Vilma Ripoll miembro de Juntas y a la izquierda dijo que “se llega a un embarazo tan avanzado por la lentitud y la burocracia de las comisarías de la mujer, de las fiscalías y del aparato que tiene que tomar la denuncia e investigar la violación”... (http://www.telam.com.ar/ notas/201404/61220-organizaciones-sociales-reclamo-aborto-menor-violada-moreno.html) 6 de mayo - La chica de 13 años a la que le negaron abortar en un hospital público bonaerense, lo hizo en uno de la Ciudad de Buenos Aires. La Nación comenta ” …Organizaciones femeninas no dan el nombre del hospital para que no se estigmatice a los médicos. La niña evolucionó bien. … La Defensora de los Derechos de la Mujer dijo que es inaceptable la negativa de un hospital público de practicar un aborto no punible… “Dicen que pone en riesgo la salud. No es cierto. Es el modo que históricamente usaron para negarse a practicar un aborto”, cuestio- Página | 99 nó. Tipifican la demora en la intervención como “incumplimiento de los deberes de funcionario”.… Las organizaciones integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y gratuito, asociadas con Mujeres al Pie del Cañón, Mujeres Conurbanas, Confluencia Política 29 de Mayo, Las Rojas, Campaña contra las Violencias regional Oeste, y FOL-La Brecha, anunciaron que “acompañarán a la familia en las acciones legales correspondientes para llevar adelante el juicio penal y la sanción que quepa a las autoridades que han vulnerado los derechos”. Añaden “…eran falsos los dichos de las autoridades del hospital de Moreno, así como los de la Coordinadora del Programa de Prevención y Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género del Ministerio de Salud”… El ministro de Salud bonaerense defendió la decisión del hospital de Moreno. (http://www. lanacion.com.ar/1687836-la-chica-de-13-anos-a-laque-le-negaron-abortar-en-un-hospital-publico-lohizo-en-una-clinica-privada) 6 de mayo – Efectuaron en el ámbito privado el aborto no punible negado en un hospital provincial Página 12 publica …Miembros de la diversas ONG defensores del aborto no punible, demandarán al hospital Mariano y Luciano de la Vega... Denunciaron “ maltrato y coerciones” así como “falta de atención adecuada…”.(http://www.pagina12.com.ar/diario/ sociedad/3-245563-2014-05-06.html) 6 de mayo - Sólo ocho provincias tienen un protocolo para estos casos (de ANP) Clarín relata … en marzo de 2012, la Corte Suprema de Justicia sentenció que el aborto no es punible en los casos de violación …. Hoy sólo ocho provincias tienen protocolos médicos para tratar estos casos: Chubut, Santa Fe, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Chaco, Jujuy, Misiones y La Rioja. La provincia de Buenos Aires aún no se adecuó al fallo de la Corte. Tiene un protocolo más restrictivo que el ordenado por el tribunal. “…hay desconocimiento del derecho al aborto no punible en los médicos”, opina Mabel Bianco, médica y directora de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). La situación del aborto no punible sigue siendo poco clara. En el país no existen estadísticas sobre la cantidad de casos. (http://www.clarin.com/sociedad/Solo-provinciasprotocolo-casos_0_1133286712.html) 10 de Mayo de 2014 - Aborto no punible, un derecho que es deuda para las argentinas Comenta Infonews… En Argentina, toda mujer que fue violada tiene derecho a abortar, si así lo decide. No siempre se cumple. Cecilia Toledo informa sobre la presión católica … la ausencia en varias provincias de los protocolos que regulan las intervenciones y la resistencia de la corporación médica… M. …tiene 13 años y fue violada por su padrastro… Decidió abortar. Los médicos …dicen que lleva 23 semanas de gesta, que el embarazo está muy avanzado, que no se puede y que no se debe hacer el aborto pues la vida de M. corre riesgo. Ayudada por organizaciones que trabajan por el derecho al aborto lograron que se realizara el procedimiento. ... Trabas, peros y dilaciones obligaron a M. a pasar por una segunda situación traumática…. Aunque lo determinó la Corte, aunque existe un fallo que lo autoriza, aunque hay guías y protocolos para su realización, el Estado no respetó su derecho…,“Hay resistencia cultural e ideológica de quienes no acuerdan con estas prácticas: funcionarios y profesionales que consideran que pueden incumplir la ley” remarcaron miembros de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. …Mónica Tarducci, miembro del Colectivo de Antropólogas Feministas de la UBA, aseguró que vencer esas resistencias no será sencillo, pues “…estas negativas a realizar abortos no punibles, esconden la ideología de estos sectores que en lugar de pensar en la salud pública se centran en defender posturas religiosas”. … Silvia Juliá, abogada y presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir, organización de católicas que trabaja en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, contra la violencia y la discriminación y dijo …“Deberían comenzarse procesos legales contra instituciones y médicos que incumplen, porque están obligados a atender a las mujeres. No debemos seguir tolerando que se incumpla la ley”. ..Mabel Bellucci, autora del libro “Historia de una desobediencia”, dijo que la “corporación médica” es uno de los grandes responsables del incumplimiento del fallo de la Corte, pues “quiere impedir que se siente jurisprudencia y tiene además una falta de solidaridad humana total. No les importa que una niña violada no quiera tener el hijo que engendró con violencia”. “Muchos médicos no aceptan realizar abortos en los hospitales y después los practican en sus clínicas. La maternidad forzosa es un negocio que genera millones de pesos, aunque hay excepciones como los llamados “grupos de médicos amigables con las mujeres, con sus derechos y con la ley”, aseguró. (http://www.infonews.com/2014/05/10/sociedad-143327-abortono-punible-un-derecho-que-es-deuda-para-las-argentinas-aborto-no-punible-especial-domingo.php) 14 de mayo - Un jurado rechazó la acusación contra el juez que impidió un aborto no punible en Salta Telam informa que el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de Salta rechazó la acusación contra el juez de Personas y Familia de Segunda Nominación, Página | 100 … que a fines del año pasado impidió el aborto no punible de una nena de 13 años violada y golpeada por su padrastro…. El pedido de destitución fue impulsado por la Multisectorial de Mujeres de Salta y promovido por la Fundación entre Mujeres y el Instituto Laico de Estudios Contemporáneos Argentinos ILEC y pidieron la misma medida contra la Asesora de Incapaces,…. La acusación… apuntaba a que el juez había fallado en contra del criterio de la Corte Suprema de Justicia y de lo solicitado por la madre de la niña al ordenar “la prohibición de ejecutar cualquier práctica médica o de cualquier índole que pudiera interrumpir o evitar la gestación natural del niño por nacer”. El juez, además, declaró la inconstitucionalidad de la Guía provincial de Procedimiento para la Asistencia Integral de toda Víctima Sexual y la Concreta Atención de los Abortos No Punibles…. El jurado entendió que corresponderá a la Corte de Justicia de Salta evaluar el comportamiento del magistrado… (http://www.telam.com.ar/notas/201405/63156un-jurado-rechazo-la-acusacion-contra-el-juez-queimpidio-un-aborto-no-punible.html) 28 de mayo - Aborto: denuncian que existe una “violencia institucional” Clarín publica la nota de Mariana Iglesias donde recoge declaraciones de organizaciones locales. Aseguran que “…desde 1921 en Argentina el aborto es legal si la mujer fue violada o si corren peligro su vida o su salud. Hace dos años, un fallo de la Corte ratificó este derecho pero sólo un tercio de las provincias garantizan su acceso. Varias ONG catalogan la situación como “violencia institucional”. Amnistía Internacional Argentina, el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) y la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) presentaron un video “para concientizar e informar sobre la cuestión”. Dice: “ Si fuiste violada por alguien de tu familia, una persona conocida o desconocida, y quedaste embarazada, tenés derecho a recibir atención médica, psicológica y asesoramiento legal y a pedir un aborto legal.... no pueden pedirte autorización judicial ni denuncia policial. Alcanza con que firmes una declaración en el hospital, incluso si sos adolescente…. El aborto por violación es legal. Es tu derecho, podés exigirlo”. Mariela Belski, directora de Amnistía dijo “…no tendríamos que estar haciendo esto, pero la sociedad civil ocupa los espacios de lo que los Estados no hacen”. Silvina Ramos, socióloga e investigadora del CEDES opinó que “los abortos que se hacen ocurren en una red informal. …nadie quiere dar la cara. Eso no es política pública”. Mabel Bianco, presidenta de FEIM, aseguró que se revictimiza a las mujeres y niñas violadas al no respetar los derechos: “La violencia institucional se reitera cuando funcionarios del Estado incumplen con sus deberes, retardan o impiden que se ejerzan los derechos”. Mariana Romero, médica e investigadora del CEDES, recordó que la OMS tiene codificado el “aborto legal” y una Guía de Aborto Seguro en la que no fija edad gestacional límite para el aborto…. (http://www.clarin. com/sociedad/Aborto-denuncian-existe-violenciainstitucional_0_1146485432.html) 4 de agosto - Aborto no punible: crean equipo móvil para casos controversiales La Secretaría de Comunicación Pública de la Provincia de Buenos Aires anunció, durante la primera capacitación efectuada en la Universidad Nacional de La Matanza al iniciar una ronda dirigida a obstétricas y ginecólogos que recorrerá seis universidades nacionales que “… el Ministerio de Salud acaba de crear un equipo móvil para emergencias que actuará en casos controversiales de aborto no punible y un consultorio para asistir con medicación a las víctimas de hasta 12 semanas de gestación.”…Las iniciativas responden a la preocupación de garantizar el derecho al aborto no punible y reducir las muertes de mujeres como consecuencias de interrupciones de embarazos inseguras, realizadas en la clandestinidad, expresó el ministro de Salud.… “Observamos que, si bien teníamos un protocolo de atención al aborto no punible adaptado a la última resolución de la Corte Suprema, se presentaban controversias, dilaciones y dudas entre los profesionales sobre cuándo y cómo hacer las prácticas”,…“se ponían trabas en el acceso a los servicios de salud, un derecho elemental para nuestra gestión,…”. Aseguró. (http://www.prensa.gba.gov. ar/nota.php?idnoticia=32021). 4 de agosto - El móvil de la muerte El Boletín 936 de NOTIVIDA dice ”El Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires…anunció la creación de un equipo móvil para abortos de “emergencia… y en el marco de las reuniones que el Ministerio mantiene mensualmente con la “Campaña por el Derecho al Aborto” para monitorear el efectivo cumplimiento del “Protocolo de Atención Integral de los Abortos No Punibles. …esto equivale, en la práctica, al aborto irrestricto pues además de los casos de violación, contempla a aquellos en los que existe peligro para la vida o para la salud de la gestante. (http:// www.notivida.com.ar) 5 de agosto - Un móvil para garantizar un derecho Comenta Mariana Carabajal en Página 12: “El ministro de Salud bonaerense anunció que un equipo de salud móvil atenderá con urgencia los pedidos de aborto no punible que encuentren algún obstáculo Página | 101 arbitrario...La decisión fue bien recibida por ONG que defienden los derechos de las mujeres, integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y referentes de entidades gremiales y políticas… que. se reúnen una vez al mes para escuchar, debatir y proponer acciones que mejoren el abordaje de los abortos no punibles. En distintos distritos,…médicos de hospitales públicos se manifestaron objetores de conciencia para evitar la realización de interrupciones legales de embarazo. … para impedir la atención se invocaron excusas carentes de fundamento médico-científico”. Estela Díaz, secretaria de Género de la CTA refirió que “la idea, …fue tener un equipo central interdisciplinario que asista, asesore y si es necesario haga el aborto. … hay en debate un proyecto de ley que incluye un equipo de atención central o de emergencia como el que presentó el ministro”. Marisa Matia, Coordinadora del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable explicó “…se evita revictimizar a la mujer y resolver el problema en el hospital al que acudió… en “tal como lo establece el Código Penal–, más allá del tiempo de gestación y de que algún médico pueda presentar objeciones por consideraciones morales o religiosas”. Entre otros dilemas planteados en la capacitación figuran: ¿Qué es más importante, priorizar la objeción de conciencia de los médicos o el derecho a la atención de la salud de la mujer violada? “Para nosotros este dilema debe cerrarse definitivamente y que todos los derechos sean respetados. Apelamos a la conformación de un equipo de emergencias móvil que resuelva los casos controversiales”, sostuvo el ministro. (http://www.pagina12.com. ar/diario/sociedad/3-252249-2014-08-05.html) 8 de agosto - El Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires sobre el móvil de la muerte Informa el Boletín 937 de NOTIVIDA. La organización galénica ” … expresa su estupor por la “unidad móvil de la muerte”… anunciada por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. …Exhorta al Gobernador y al Ministro de Salud a recapacitar y anular esta misión móvil al tiempo que felicita a honrados médicos que “cumplen su misión profesional y su juramento hipocrático y se niegan -por objeción de conciencia- a comprometerse en el asesinato de indefensas personas aún no nacidas”. (http://www.notivida.com.ar/ indice_boletines2014.html) 11 de agosto – La Academia Del Plata de Buenos Aires sobre el “móvil de la muerte” El Boletín 938 de NOTIVIDA difunde una declaración de la organización que recuerda que el “Protocolo de Atención Integral de los Abortos No Punibles” de la provincia de Buenos Aires, implementado por mera resolución ministerial, vulnera normas provinciales, federales, “las tácitamente derogadas excusas absolutorias previstas en el artículo 86 del Código Penal” y la Constitución Nacional. La inspiración homicida de la Resolución, añade, “aparece agravada al extremo ante el anuncio formulado por el mismo Ministro de Salud en el sentido de que se había resuelto crear una unidad móvil para la realización de abortos en toda la provincia cuando los médicos de cualquier establecimiento se opongan al aborto …fundados en el derecho a la objeción de conciencia”. Exhortan al Gobernador y al Ministro a dejar sin efecto esas medidas. (http://www.notivida.com.ar/indice_boletines2014.html) 12 de agosto - Marcha atrás: la Provincia “desarmó” el equipo móvil para abortos no punibles 0223 Diario Digital de Mar del Plata y la región comenta “…El ministro de Salud bonaerense,… anunció la creación de un equipo móvil que iba a actuar en casos controversiales de aborto no punible. La medida, … ya es historia. Hoy, el gobernador negó la existencia de hospitales móviles que realicen prácticas abortivas en territorio bonaerense. Un comunicado oficial destaca que “el Estado de la provincia de Buenos Aires promueve y defiende toda clase de iniciativas favorables a la vida, el desarrollo de la familia, los derechos integrales de los ciudadanos y la educación”. El ministro de Salud aseguró “…La fertilización asistida, la ley de adopción, la promoción del deporte y los hábitos saludables, el combate a las drogas y la atención de las adicciones son parte de un sinnúmero de medidas a favor de la vida impulsadas por el gobernador…”. (http://www.0223.com. ar/nota/2014-8-12-marcha-atras-scioli-desarmo-elequipo-movil-para-abortos-no-punibles) 13 de agosto – El ministro Collia se reunió con organizaciones provida Dice el Boletín 939 de NOTIVIDA “…el ministro, acompañado por el Director Provincial de Culto, afirmó que está en contra del aborto y desmintió la creación de hospitales móviles para abortar”. Los referentes del movimiento provida plantearon que el problema no radica en los móviles, … sino en el “Protocolo de Atención Integral de los Abortos No Punibles”, implementado por la Resolución Ministerial 3146/2012. Opinaron que son inconstitucionales tanto el Protocolo bonaerense como el pronunciamiento de la Corte (que no obliga al Gobierno provincial). Puntualizaron que la norma excede el fallo en el que se intenta fundar, … y en la práctica equivale a la legalización irrestricta del aborto. Solicitan la derogación de la Resolución. (http://www.notivida.com.ar/indice_boletines2014.html) Página | 102 13 de agosto - Aborto no punible: polémica por equipos móviles de emergencia Notas, periodismo popular, comenta que “El proyecto presentado por el ministro de Salud …generó polémica con el sector más conservador de la iglesia. El gobernador bonaerense...consideró que se generaron “confusiones”… y negó “la existencia o creación de un hospital móvil que realice prácticas abortivas”. “Marisa Matia, Coordinadora del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, explicó que “no se trata de “hospitales móviles” sino de equipos de profesionales preparados para intervenir en casos controversiales….” y que el proyecto se dio “en el marco de una mesa de diálogo con diferentes organizaciones”. “Seguiremos trabajando, como una política de estado para garantizar un derecho”, aseguró. … La Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), difundió un comunicado de obispos de la arquidiócesis de La Plata, donde advierten sobre el “equipo móvil de abortos, en la provincia de Buenos Aires” y expresan que “también son responsables los médicos y el personal sanitario cuando ponen al servicio de la muerte la competencia adquirida para promover la vida”. (http://notas.org.ar/2014/08/13/aborto-nopunible-equipos-moviles-de-emergencia/) 13 de agosto - Niegan que haya hospitales móviles para abortos El gobernador bonaerense negó que existan o vayan a crearse hospitales móviles para efectuar abortos. “La fertilización asistida, la ley de adopción, la promoción del deporte y los hábitos saludables, el combate a las drogas y la atención a las adicciones son parte de un sinnúmero de medidas a favor de la vida que son impulsadas por el gobernador”, añadió el ministro de Salud. (http://www.lanacion.com. ar/1718114-sintesis) El ANP es una cuestión no resuelta. La mejor cura para el desconcierto brotará de consensos fundamentados. Escuche opiniones, aporte las suyas y exija medidas objetivas. Página | 103 Artículo Original El número anterior de INMANENCIA se ocupó del aborto no punible. El Rabino Fishel Szlajen se comunicó con esta revista y comentó que hace años estudia este problema. Se lo invitó a opinar y respondió con la ponencia adjunta. Aportes del Judaísmo frente a la Problemática Bioética del Aborto Fishel Szlajen Rabino y Doctor en Filosofía. Asesor, Investigador y Profesor de post-grado en Filosofía Judía Aplicada www.filosofiajudia.com.ar Resumen- El judaísmo, desde sus cánones y a través del análisis del conceptus, contribuye no sólo a lidiar con la forma en que hoy se intenta dirimir la problemática bioética del aborto, sino también a desarrollar un campo de acción y pensamiento. Aporta consideraciones, juicios y nociones diferentes que permiten mejorar la calidad de la discusión y a su vez a construir una sociedad más justa y por ende más libre. Contribuições do Judaísmo em face da Problemática Bioética do Aborto Resumo – O judaísmo, desde seus cânones e através da análise do conceito, contribui não apenas a lidar com a forma em que hoje se tenta resolver a problemática bioética do aborto, mas também a desenvolver um campo de ação e pensamento. Aporta considerações, juízos e noções diferentes que permitem melhorar a qualidade da discussão e, por sua vez, construir uma sociedade mais justa e, portanto, mais livre Contributions of Judaism over abortion´s bioethical problems Abstract- From its cannons and through the analysis of the conceptus, Judaism contributes not only to deal with the way in which bioethics intends to solve abortion´s question, but also develops a field of action and thought. It provides different considerations, judgements and notions that allow to improve the quality of discussion and in turn to build a fairer and therefore freer society. Costumbres o culturas Cuatro son los tópicos en los que se pretende dirimir el problema del aborto: 1. Retórica. Las expresiones “aborto libre”, “eutanasia prenatal” o “interrupción del embarazo” son eufemismos o sofisticaciones psicológicas que operan de manera falaz en la opinión pública. Con el adjetivo “libre”, condicionando y sugiriendo que lo abortivo es lo correcto, confrontando con su negativa como algo opresivo. Con el sustantivo “eutanasia”1,indicando lo bueno del morir del conceptus (cigoto, embrión o feto), para él mismo o la madre y con el término “interrupción” mintiendo por la irreversibilidad y discontinuidad de la muerte del conceptus que imposibilita reanudar su vida. Esto último es tan manipulador como decir que la decapitación no es la muerte del sujeto sino la interrupción del flujo sanguíneo hacia su cabeza. Por ello, la expresión objetiva para la petición del derecho a abortar por interés o deseo de la embarazada y/o terceros es la utilizada por los angloparlantes “abortion on demand” o “aborto a demanda”, siendo así importante atender al poder manipulador de los dichos y lemas que conquistan lugares en las explicaciones populares y devienen en ideologías que culminan formando parte de programas políticos. 2. Si el conceptus es o no persona. Dado que el estatus de persona es jurídico y no científico, la Ley Judía, también posee tal categoría, tipificada en hebreo como “néfesh” y aplicada a todo sujeto de deber preceptual que la adquiere sólo al nacer en término y/o poseer viabilidad2, pero que la falta de dicho estatus por parte del conceptus no otorga potestad sobre éste. En variados ámbitos de la Ley: cultual, económico y sucesorio, se acciona u omite y permite u obliga transgredir ciertos preceptos para no obstaculizar su normal desarrollo y en favor de su vida y bienestar. Incluso ante la muerte culposa del feto considerado un daño económico, rigen ciertos preceptos en lo mortuorio tal como para la persona3. Esto obedece a que las diversas definiciones de vida y su comienzo4, ya sea por la concepción, gastrulación, actividad cerebral, organogénesis o antropomorfismo, etc., sólo se distinguen en grado pero no en naturaleza, siendo fenotípicas y en función de las etapas madurativas del conceptus, pero el judaísmo, Página | 104 sin necesidad de definir la vida humana la reconoce con la expresión hebrea mishaát pekidá “desde el momento de la concepción”5. Y este reconocimiento se da más allá que para ciertas leyes sacerdotales o de impureza, hasta el cuadragésimo día post-concepción el conceptus es considerado bajo la expresión aramea como maiá bealmá “meramente agua”, y un día después es simiente o descendencia, denotando su entonces visión gestacional y posible gravidez de la mujer, pero de ninguna manera afirmando que no sea un ser humano vivo6. De manera similar, la estipulación del embarazo a partir del tercer mes de gestación, es en función de su discernibilidad7 y para reglar ciertas leyes relativas a la mujer en dicho estado y no debido a que no lo estuviera durante aquellos meses. Así, en el judaísmo, desde la concepción y hasta la ancianidad y muerte hay un proceso continuo de vida humana no existiendo un punto de inflexión objetivo y racional en lo ontológico de ser humano, debido al propio genotipo del conceptus más allá de su evolución fenotípica. De hecho, esta última continúa en la infancia, adolescencia, adultez y ancianidad, sin que a nadie se le ocurra matar a este ser humano por ser perjudicial a los intereses de otro en función de alguna de dichas etapas madurativas. Siendo el cigoto humano sin duda un organismo vivo, aun cuando no tenga la imagen de lo reconocido como humano, la tendrá “necesariamente” en algunas semanas sin poder devenir en otra cosa que en ello, a menos que sea destruido desde fuera, siendo tal necesidad la que hace del cigoto un ser humano vivo no potencial sino actual, denominado en hebreo como un adam “humano”. Este reconocimiento genotípico del ser humano da lugar en el judaísmo a la absoluta prohibición de abortar arbitrariamente considerándose un asesinato a un adam en su fase más prístina. En dicho sentido, el Génesis 9:6 preceptúa que el que derramare la sangre de un (adam) en un (adam), su sangre será derramada, refiriendo precisamente a un ser humano dentro de otro8. De esta manera, aplica en términos generales la reiterada prohibición del “no asesinarás” en Éxodo 20:13 y Deuteronomio 5:17. Luego, matar arbitrariamente a un ser humano que no amenaza la vida de otro basándose en criterios fenoménicos o en alguna semana post-concepción, resulta antojadizo y carece de fundamento racional, científico y moral, dado que ontológicamente como ser humano vivo, nada cambia. 3. El derecho o no sobre el propio cuerpo. La Ley Judía posee ambas categorías denominadas en hebreo como ubar ierej imó “el conceptus es un muslo (parte) de su madre” y su contraria ubar lav ierej imó “el conceptus no es un muslo (parte) de su madre”. Dichas categorías aplican una u otra según el caso y ninguna de forma definitiva e incluso ambas expresiones resultan irrelevantes para resolver otras cuestiones que involucran al conceptus, como lo demuestra la numerosa casuística en lo penal, herencias, linaje sacerdotal, prosélitos y otras figuras legales judías. Esto se debe a que aquellas categorías no son premisas rectoras sino generalizaciones conceptuales que colectivizan un conjunto de casos bíblicos y talmúdicos cuyas resoluciones radican primordialmente en lo preceptual. Así, la pregunta por la facultad decisoria sobre el propio cuerpo de la mujer en relación al conceptus no es siquiera apropiada sino una manipulación intencional y ocultamiento de la realidad por no tratarse de un solo cuerpo o cuerpos distintos, sino primordialmente de vidas humanas distintas. Resulta entonces falaz presentar el aborto a demanda como una cuestión corpórea del sujeto para consigo mismo cuando realmente concierne a dos vidas humanas diferentes, donde natural y transitoriamente una se encuentra dentro de otra. 4. El valor de o el derecho a la vida. Predicar el “valor de la vida” es un solecismo aplicando erróneamente el concepto de valor, dado que éste es el fundamento de los actos de preferir y preterir que realiza el hombre durante su vida, como manifestación de lo que privilegia por mayor importancia9. Por ello, la vida es el escenario para dicha manifestación y no aquello sobre lo que se predica el valor, pues el hombre no existe en su opuesto, la muerte, y carece entonces de sentido predicar la elección entre la vida y la muerte10. Luego, el “no asesinarás” no indica que la vida posea valor en sí misma ni sea una institución divina, sino la prohibición de tomar la vida ajena. De manera similar, el “no robarás”, no indica que la cosa posea un valor en sí misma o que la propiedad privada sea una institución divina, sino la prohibición de apropiarse de lo ajeno. Ahora bien, siendo el cigoto humano igual a un mosquito en tanto organismo vivo, sólo del primero se predican deberes y prohibiciones preceptuales o morales, probando que el valor no reside en que sean organismos vivos, sino en que uno es humano y el otro no. Por ello el “no asesinarás” aplica desde la concepción, en tanto organismo vivo humano. Por otro lado, el judaísmo, como sistema Preceptual y no de Derecho, entiende que el “derecho” posee significado, sentido y vigencia sólo en un entorno jurídico institucional en función de intereses humanos y como conclusión de la realidad, limitando su alcance y vigencia de forma racional y variable. Pero la existencia del humano al igual que otros seres naturales, no es un produc- Página | 105 to institucional ni está basado racionalmente, sino dado naturalmente con precedencia a su voluntad y por ende indiferente desde lo axiológico11. Luego, predicar el derecho a la vida carece de significado y validez cometiendo lo denominado como “error categorial”, por aplicar un concepto de un dominio a otro en el cual no existe. Más aún, predicar ese derecho otorgaría también la posibilidad de derogarlo por su dependencia del juego legal, contextual, relativo y por ende cambiante, aconteciendo hoy lo ya advertido por el padre del moderno contrato social, J.J. Rousseau. Este afirmó que “cuando la violencia de la pasión prevalezca sobre el horror del crimen, en el deseo del mal también se encontrará un derecho”12. El “no asesinarás” entonces, es lo que prohíbe matar por utilidad o beneficio, y al igual que la vida, este postulado no es racionalizable, aplicando a toda etapa fenoménica de ésta, y por ende desde la concepción. Conclusión. La Ley Judía sólo en un caso exige abortar: cuando la vida del conceptus amenace la de su madre debiendo elegir entre una u otra, resolviendo que mientras no haya nacido se prioriza la vida de la madre por ser primera13. Dicho caso se tipifica bajo la denominada en hebreo ley de rodef “persecutor”, posibilitando matar a quien persiga la vida otro, aun sin que el persecutor sea conciente de ello14. En casos de anencefalia, irreversibles patologías degenerativas o terminales u otras donde el conceptus morirá indefectiblemente, tipificadas en hebreo como tzórej gadol “gran necesidad”, la mayoría de las autoridades jurídicas judías permiten abortar con severas restricciones en tiempo y forma, similarmente a los casos de violaciones donde la madre se encuentre en serio riesgo psicofísico y se efectúe inmediatamente al hecho15. No obstante, estos casos son cuantitativamente insignificantes respecto de los más de 46 millones de abortos anuales en el mundo16 cuya mayoría son simplemente embarazos no deseados por ser conflictivos respecto de los intereses personales, familiares o sociales y hasta por control de natalidad, real motivo de la actual petición por la despenalización del aborto a demanda. Por ello, el aborto no es un problema médico, sanitario, social, jurídico o económico, sino humano, es el síntoma más crudo del actual homo incurvatus in se, de la ética de la mismidad donde el individuo y sus intereses son el bien supremo, falseando hasta la propia realidad descriptiva con el fin de no coartar su antojo y arbitrariedad, legalizándolos17. Así, el “no asesinarás”, hoy solapado por superestructuras positivistas, sigue siendo la base de nuestra civilización occidental, el límite para el antojo, la pulsión y la ma- nipulación del derecho. Por ello, la elección es simple, se acepta el postulado vigente ya en el cigoto, o a sabiendas de la falta de fundamento científico y moral se decide arbitrariamente desde cuándo a ese organismo vivo se le dice humano, anterior a lo cual se legaliza el asesinato contradiciendo la finalidad de la misma constitución social y estatal como defensa y garantía de las vidas humanas bajo su espectro de poder; y donde el argumento por las mujeres fallecidas en abortos clandestinos es tan absurdo como eliminar la problemática familiar de la desnutrición prenatal o infantil legalizando la matanza de los desnutridos. Si se acepta el postulado, deberá cada individuo ejercer la objeción de conciencia o religiosa en sus respectivas áreas de acción y ante toda disposición que la contraría. Desde lo institucional se debe penalizar eficientemente a los violadores, gestionar políticas de asistencia a las mujeres en conflicto con su embarazo, y otras en las esferas educativas y sociales con fines preventivos, generando responsabilidad y asumiendo el compromiso con el “no asesinarás” como única garantía para asegurar la vida de los más indefensos. BIBLIOGRAFÍA 1. Ver Fishel Fernando Szlajen, Suicidio y Eutanasia: en la filosofía occidental y en lo normativo y filosófico judío. Buenos Aires, 2012. pp. 57-101. 2. Mishná, Oholot VII:6. TB, Shabat 136a; Nidá 44a. Iosef Karo, Shulján Aruj, “Ioré Deá” 374:8. 3. Ver Fernando Szlajen, Filosofía Judía y Aborto. Buenos Aires: ACE, 2008. 4. Scott Gilbert, Developmental Biology. Massachussets: Sinauer Assoc., 2003. 5. TB, Sanhedrín 91b; Nidá 16b; Sotá 2b. 6. Mishná, Nidá III:7. TB, Ievamot 67-69; Pesajim 9a. Maimónides, Mishné Torá, “Leyes de Ofrendas” VIII:2-4. 7. Génesis 38:24.TB, Sanhedrín 69a. 8. TB, Sanehdrín 57b. 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Iosef Karo, Shulján Aruj, “Joshen Mishpat” 425:1-2. 15.Eliezer Waldenberg, Tzitz Eliezer IX:51. 16.(OMS) Unsafe Abortion. Global and regional estimates of the incidence of unsafe abortion and associated mortality in 2000 (Ginebra, 2004). Centro para Derechos Reproductivos (CRR), Reflexiones sobre el Aborto, Briefing Paper (New York, 2003). Allan Guttmacher Institute (AGI), Readings on Induced Abortion (New York, 2000). 17.Moisés Feinstein, Iguerot Moshé, “Joshén Mishpat” II: 69. Página | 106 Notas Ocasionales Luis Alposta (1937) es un médico argentino, geriatra y homeópata. Además, escribe poesía, ensayos y prólogos, libros y comunicaciones académicas sobre el lunfardo, historia de la ciudad y el tango y también escribió letras de tangos. Grabaron sus temas Edmundo Rivero (Poema Cero, El jubilado, Tres puntos, El piro/El escape, Cuartetos para un ahorcado, Soneto a un malevo que no leyó a Borges y A lo Megata) y Rosita Quiroga (Campaneando mi pasado).En 2006 fue vicepresidente de la Academia Porteña del Lunfardo. Desde este número nos acompaña como columnista. ¡Bienvenido, colega! Cuando el tango llega a los recetarios Dr. Luis Alposta Los efectos terapéuticos de la danza se remontan a los tiempos prehistóricos, cuando el hechicero de Cro-Magnon invocaba mágicos encantamientos y ejecutaba danzas rituales para ahuyentar a los espíritus del mal que se escondían en el cuerpo del enfermo. Miles de años después, antropólogos y fisiólogos desarrollaron más de una teoría en torno a sus orígenes. Teorías que atribuyen al sonido rítmico la puesta en marcha de un reflejo neuromuscular originado en el hipotálamo; o las que argumentan que la danza refleja el ritmo de los procesos biológicos, los latidos del corazón y la respiración. Sean cuales fueren los procesos fisiológicos, entre la mayoría de las sociedades primitivas la danza sirvió para expresar la unidad y fuerza de la tribu, así como para constituir un elemento poderoso en los rituales de magia, propiciación e invocación. Las danzas primitivas celebraban acontecimientos importantes, tales como el nacimiento, la pubertad, el cortejo, el casamiento, la enfermedad y la muerte. Tanto se ejecutaban danzas para sanar a los enfermos como para lograr la comunión con espíritus demoníacos o antepasados. Entre los griegos, Pitágoras -llamado “padre de la terapia musical”- fue quien dedujo que la misma música que calmaba los ánimos de un solitario pastorcillo en una lejana isla, llegaba a los límites más extremos de las esferas celestiales. Platón fue quien recomendó que se buscara la salud del cuerpo y de la mente en la música y la gimnasia. Pero ha sido Aristóteles quien atribuyó el efecto benéfico de la música a una “catarsis emocional”, sentando así las bases para la investigación moderna de los efectos que produce la música sobre los instintos y las emociones. Dado que el denominador común de toda vida es el movimiento -aun cuando descansamos el corazón sigue latiendo y los pulmones trabajando- la danza, lejos de estar contraindicada, bien puede llegar a actuar como coadyuvante en el tratamiento de determinadas patologías. La respuesta al sonido rítmico a través del movimiento del cuerpo es una característica básica que se encuentra en todos los hombres. La música y la danza, si bien no constituyen per se medicamentos capaces de curar, cuando se combinan con la psicoterapia y otros métodos terapéuticos pueden llegar a representar valiosos agentes capaces de apoyar y acelerar el proceso de curación. A través de serios estudios llevados a cabo en distintas partes del mundo, se ha podido determinar que la música estimula todas las funciones relacionadas con el metabolismo y con las glándulas de secreción interna, estableciéndose con ello una base fisiológica para el empleo de la música y la danza en el tratamiento de ciertas enfermedades. Ambas, en general, pueden llegar a liberar al paciente de tensiones emocionales o mentales motivadas por preocupaciones o disgustos, teniendo en cuenta que, el mayor valor de la danza, en determinados casos, reside en su ilimitado potencial como agente “resocializador”. Es un ejercicio que contribuye a mejorar la capacidad funcional aeróbica y la fuerza muscular, así como la flexibilidad de las articulaciones, teniendo, además, efectos positivos en el plano psicológico, estimulando la autoestima. Página | 107 En el diario “La Razón” del 13 de noviembre de 1913 se hace referencia a un curioso informe de la Academia de Medicina de Francia, que dice: “Desde el punto de vista de la educación física esta danza (el tango) tiene sobre todas las otras creadas desde veinte años a esta parte, la ventaja de hacer trabajar más el cuerpo y los brazos, forzando las flexiones y las extensiones alternativas de la musculatura de la región lateral del torso, las extensiones de los músculos de la región anterior del pecho con fuerte proyección de los hombros hacia atrás, las extensiones de los grupos lumbares y abdominales laterales...”, etc. El comentario concluía así: “De modo, pues, que en adelante, los médicos franceses prescribirán a los niños débiles para alternar con los baños de mar, tangos a toda hora.” Muy lejos están estas observaciones (y conclusiones) de las que publicara en un periódico parisino el escritor y periodista francés Maurice Dekobra (1885 – 1973), autor del libro “Mon coeur au ralenti”, quien combatió al baile del tango diciendo que: “... arruga el cutis y envejece... la preocupación de dar un paso contrae las facciones; una arruga se forma en la frente, entre los ojos, y la ‘pata de gallo’ se diseña en cada movimiento. El despecho, cuando no se ha avanzado el pie al compás, marca un pliegue de amargura en los costados de la boca, que no se borra muy fácilmente.” El cuello, según Dekobra, tampoco se libra de los “desastres” del tango: “... al dar vuelta la cabeza demasiado a menudo, el collar de Venus vuélvese un horrible surco.” (“La Razón”, Buenos Aires, febrero de 1914). Creo conveniente recordar ahora que antes de captar pacientes, entre nosotros, el tango y su expresión bailable estrecharon vínculos con médicos y practicantes de medicina. Hablar de ello nos remitiría al tiempo de “Los bailes del Internado”, a los que habré de referirme más tarde. Aquella fue una época en la que siempre se encontraban motivos para componer música, y la ciudad entera era canto. Una época que nos muestra lo frecuente que era entonces, entre los músicos, dedicar tangos a los médicos como testimonio de gratitud y amistad. Y no sólo a los doctores, sino también a todo lo relacionado con la profesión médica. ¡Si hasta El termómetro tuvo su tango! Por otra parte, el baile del tango ha demostrado, además, ser un buen aliado en la prevención de ciertas afecciones cardiovasculares. El corazón, que antes pertenecía al dominio exclusivo de los enamorados y poetas, ha pasado a ser preocupación de la mayor importancia científica en el campo de la medicina; el alfa y el omega de la vida, que comienza a latir cuando el embrión tiene sólo tres semanas y no cesa de pulsar hasta su muerte. ¡El corazón! El más cantado de los órganos del cuerpo humano. ¡El corazón! Cuyos vínculos con el espíritu persisten no sólo en la literatura universal, sino también en las letras de muchos tangos. En las obras de Shakespeare existen infinidad de alusiones a este órgano; la palabra corazón figura en los títulos de 523 tangos (según me informa Omar Granelli)... y baste ahora con recordar solo tres: “Corazoncito”. “Corazón de papel” y “Corazón... no le hagas caso”. El tango - danza, como terapia, que ha demostrado actuar mejorando la tolerancia al ejercicio y la calidad de vida, ha llegado a los recetarios. Los que aun no se han enterado y lo siguen bailando con apasionamiento en los clubes de barrio y en las academias, nos recuerdan a un personaje de Moliere: están haciendo terapia, y en algunos casos rehabilitación, sin saberlo. Página | 108 Artículo Original La diabetes es una alteración metabólica de elevada incidencia: Su frecuencia aumenta en asociación con la edad. Desatendida genera notable morbilidad. El envejecimiento poblacional otorga interés cardinal al tratamiento de esta patología y una de las propuestas terapéuticas es el trasplante. El homotrasplante brinda resultados promisorios. La parvedad de donantes y la complejidad del procedimiento disminuyen su factibilidad. Se han propuesto diversos xenotrasplantes. Sucinta revisión del estado actual del asunto, en opinión de un experto. Xenotrasplante de islotes pancreáticos en el tratamiento de la diabetes insulino dependiente (Minirevisión) Pablo F. Argibay Fellowship en Trasplantología, University of Iowa, USA. Formación en Trasplantología: University of Chicago/University of Pittsburgh (USA). Ex Director del Programa de Trasplante de Páncreas e Islotes del Hospital Italiano de Buenos Aires. Servicio de Cirugía General. Director del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental y Profesor Titular de Medicina Molecular del Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires [email protected] Pocas enfermedades han tenido una solución terapéutica tan espectacular como la diabetes insulinodependiente (DBT 1). El descubrimiento de la insulina por Banting, Best y MacLeod en 1921 abrió la puerta de una de las terapias más exitosas del siglo pasado. A finales del siglo XX, el objetivo era lograr la normoglucemia con tratamientos intensivos de insulinoterapia 1. El tratamiento de la DBT1 persiste como tema de difícil solución si se consideran la cronicidad del tratamiento, la intensidad de los controles, las complicaciones ocasionadas por la hipoglucemia y las alteraciones vasculares generadas a pesar del adecuado control metabólico 2. Al menos en sus inicios, la enfermedad demuestra sólo la falla de una parte de un órgano (función endócrina del páncreas), por lo cual parece obvio que se plantee la solución a través del intento de reemplazo del órgano en cuestión (páncreas) o de la zona afectada (islotes de Langerhans). Los procedimientos trasplantológicos son los únicos capaces de satisfacer estas propuestas. El trasplante de páncreas vascularizado es un procedimiento quirúrgico con más de veinte años de vigencia, completamente estandarizado y con excelentes resultados 3. La problemática que conlleva es su carácter de cirugía riesgosa y de alta complejidad que no carece de complicaciones, la implementación en general tardía y a menudo asociada al trasplante de riñón y la franca discordancia entre cantidad de pacientes por trasplantar y la cantidad de donantes. El trasplante de páncreas aislado y en estadios tempranos de la enfermedad es un procedimiento cada vez más en boga. La escasez de donantes, sin embargo, es una limitante que no parece tener solución. El trasplante de islotes pancreáticos, fuente de las células β afectadas en la DBT1, se ha presentado como una interesante opción terapéutica prácticamente antes que la del trasplante de páncreas entero. Sin embargo, durante gran parte del siglo XX no se obtuvieron resultados aceptables en términos de normoglucemia. El cambio se logró a través de la implementación del denominado protocolo de Edmonton que logró resultados promisorios: utiliza más de un donante, se inhibe el daño inflamatorio y por radicales libres y asocia un protocolo específico de inmunosupresión 4. El protocolo de Edmonton muestra dos problemas principales: requiere varios donantes y no se ha demostrado resultados equivalentes con el mismo protocolo en otros lugares del mundo. En relación al alotrasplante de islotes (entre seres humanos), parecería que existen varias razones por las cuales al decir de un colega trasplantólogo “es el futuro y siempre lo será”. En primer lugar el número de islotes es bajo aún en las mejores condiciones de aislamiento. Los mejores sistemas de aislamiento no impiden daños mecánicos que disminuyen la eficien- Página | 109 cia del islote en cuanto a secreción de insulina. La exposición de antígenos no expuestos en el páncreas vascularizado conlleva otros tipos de reacciones de rechazo. Las zonas de implante podrían no ser las más adecuadas ya que carecen del nicho biológico fisiológico del propio páncreas. La utilización de varios donantes hace el procedimiento mucho más impráctico en términos donantes/enfermos, que el trasplante vascularizado. Sin embargo, hay resultados que ameritan una oportunidad más para esta terapia. En este sentido el registro internacional de trasplante de islotes, menciona entre 4 y 5 años de insulinoindependencia para trasplante de islotes luego de un trasplante renal y para trasplante de islotes simultáneo a trasplante renal respectivamente 5. Las dificultades tanto en el trasplante de páncreas vascularizado como en trasplante de islotes han llevado a la idea de utilizar otro tipo de estrategias de reemplazo biológico de la función pancreática. Células madre 6 Células madre embrionarias: indudablemente pluripotenciales, pero limitadas en términos de contiendas éticas (provienen de embriones desechados) y aún de posibilidad de teratogenicidad 7. Células madre de cordón umbilical: intermedias en maduración entre las del adulto y las embrionarias. No han demostrado pluripotencialidad, su número es escaso y no han demostrado eficacia terapéutica (normoglucemia prolongada) en el tratamiento de DBT1. Existen algunos protocolos en marcha con resultados variables 8. Células madre del adulto: en general provenientes de la médula ósea. No se ha probado su pluripotencialidad y no han demostrado eficacia terapéutica (normoglucemia prolongada), en el tratamiento de DBT1. Existen al menos dos reportes de éxito terapéutico a corto y mediano plazo, asociados a régimen de inmunosupresores 9. Células pluripotenciales inducidas: provienen de la diferenciación de fibroblastos adultos en células embrionarias. La diferenciación puede lograrse a través de agentes químicos o de vectores virales. Parecerían ser fuente interesante de células productoras de insulina. Sin embargo, tienen algunos problemas genéticos y aún no se han utilizado en protocolos clínicos 10 . Diferenciación directa de células del adulto a células productoras de insulina 11. Xenotrasplante Una de las terapias más atractivas para el reemplazo de la función de órganos y tejidos es la posibilidad de utilizar animales como donantes de órganos, células y tejidos para seres humanos. El xenotrasplante ha dado lugar a las fantasías terapéuticas más desmedi- das así como a las fantasías empresariales más alocadas 12. Desde finales del siglo XX, diversas compañías han intentado comercializar y tener los derechos terapéuticos de los más diversos productos “xeno”: animales modificados genéticamente, procedimientos de regulación negativa de la inmunogenicidad, encapsulación de células y organoides, creación de órganos bioartificiales…, solo para mencionar algunos. Sin embargo, desde sus inicios, el xenotrasplante ha encontrado al menos tres barreras de diferente importancia. Barrera inmunológica: los tejidos xenogeneicos de los animales no primates presentan antígenos que son una novedad para nuestro sistema inmune, además de algunos más similares. Se supone que de ser factible en forma masiva el xenotrasplante, la fuente de órganos y tejidos no serán los primates más parecidos a los seres humanos, por su escasez en algunos casos y por el peligro de infecciones severas en otras. La primera barrera detectada fue la presencia de azúcares altamente antigénicos para el ser humano en el endotelio porcino (el animal preferido) que monta una respuesta innata denominada rechazo hiperagudo mediado por anticuerpos naturales y complemento. Por otra parte la respuesta celular montada hacia el endotelio xenogeneico es cualitativamente y cuantitativamente diferente a la montada en el alotrasplante. La posibilidad de generar animales modificados genéticamente ha hecho pensar en que estas barreras podrían ser derribadas con facilidad. Esta no es la situación actual, sobre todo en el trasplante de órganos vascularizados 13-14-15. Barrera infectológica: las infecciones del animal al humano (zoonosis) serían evitables con condiciones especiales de crianza y nacimiento (animales SPF o gnotobióticos). Sin embargo, se ha reportado en cerdos la presencia de retrovirus endógenos (PERV: porcine endogenous retrovirus), capaces de infectar tejidos humanos en cultivo que serían sensibles al complemento. El riesgo latente de la incorporación de partículas retrovirales al genoma humano es la posibilidad de alteraciones génicas y tumores 16-18. Barrera funcional: no está claro si los órganos porcinos en ambiente humano serían capaces de cumplir efectivamente las funciones requeridas. Parecería que esto no es problema en casos como el del trasplante de islotes pues la insulina porcina ha sido un recurso terapéutico durante años. Es dudoso, sin embargo, que órganos como el hígado puedan funcionar adecuadamente en un ambiente xenogeneico humano 19. Barreras proteccionistas: Existen movimientos proteccionistas de los derechos del animal que se opo- Página | 110 nen a estas terapias en diversas partes del mundo. El tema es escasamente relevante si se tiene en cuenta el sacrificio de millones de animales cada año con fines alimenticios 20. El xenotrasplante de islotes porcinos Varios estudios preclínicos en modelos de trasplante de islotes porcinos a primates no humanos han demostrado la factibilidad del procedimiento así como la eficacia en términos de insulino independencia lograda por los animales tratados. Existe consenso respecto de la posibilidad de utilizar islotes porcinos como terapia en DBT1 siguiendo ciertas normativas internacionales, con independencia de que los modelos utilizados puedan o no ser cuestionados en términos de equivalencia con la DBT1 humana 21. Una condición necesaria es el adecuado desarrollo de estudios preclínicos que no solo muestren el comportamiento de los islotes porcinos en términos de secreción de insulina, sino también potenciales efectos adversos. ¿Por qué xenotrasplante de islotes?: La primera respuesta es básicamente “porque podrían realmente ser una fuente cuantitativamente adecuada de islotes para cubrir las necesidades en término de cantidad de pacientes con DBT1”. Es necesario considerar la calidad del tejido por trasplantar. En las mejores condiciones de ablación de páncreas humano para aislamiento de islotes se trata de donantes cadavéricos en muerte encefálica con varias horas de reanimación y varias horas de isquemia posterior. Cuando se utilizan islotes porcinos, se los obtiene de animales perfectamente sanos, en condiciones hemodinámicas impecables y con un período de isquemia fría correspondiente al tiempo de aislamiento, usualmente un par de horas. Se ha sugerido que dado que el ataque al islote en la DBT1 es a través de un mecanismo autoinmune genéticamente condicionado, en islote porcino sería de alguna manera inmune a esta insulitis 22. Sin embargo, a pesar de la inmunosupresión, actualmente es difícil que un xenoinjerto no genere respuesta, aunque sea inflamatoria, hasta una respuesta francamente de rechazo agudo e incluso crónica mediada por anticuerpos. Estudios recientes muestran que el epitope α 1-3 Galactosa, generador del rechazo hiperagudo en xenotrasplante de órganos vascularizados, es igualmente importante como mecanismo de rechazo en xenotrasplante de islotes 23. Existen estrategias de ingeniería genética para superar este obstáculo, pero es justo decir que los costos de estas manipulaciones harían de un trasplante extremadamente costoso de por sí algo tan oneroso como poco factible de aplicación en países en desarrollo. El encapsulamiento de islotes y los páncreas bioartificiales son opciones para aislar a los islotes del sistema inmune (ver más adelante). Los temores iniciales de infecciones por PERV, han dado origen al estudio de otros factores capaces de causar zoonosis del xenotrasplante. Los islotes porcinos podrían estar infectados con los siguientes virus 24 :Virus de la encefalomiocarditis (EMCV), Virus de la hepatitis E (HEV), Citomegalovirus porcino (PCMV), Herpes virus linfotrópico porcino (PLHV). Es obvio que los animales donantes tienen que estar adecuadamente estudiados en relación a estas virosis, por lo que se condiciona también el lugar de procedencia de los donantes. Parecería que la opción más factible sería la crianza en granjas especiales bajo condiciones especiales. Cuestiones técnicas: El islote equivalente (IEQ), es una normalización volumétrica del tamaño de los islotes. No corresponde al número total de islotes trasplantados. Se estima que se necesitarían término medio 50.000 islotes equivalentes por Kg de peso del receptor para que fuera efectivo el tratamiento con islotes porcinos de acuerdo con la cantidad extrapolada de la prueba experimental que lograra normalizar la glucemia de primates no humanos diabéticos 25 . En relación al tipo de islotes por trasplantar, estos pueden provenir de animales adultos o de fetos porcinos (clusters islote símiles [ICCs]). La ablación del páncreas debería seguir las normas habituales en trasplantes de órganos humanos. Se ha mencionado la importancia del control de los animales potenciales donantes. Otro tópico es la vía de implante. Por el momento las opciones son la tradicional vía portal o la más segura del implante peritoneal (por punción o laparoscopía), ambas utilizadas en alotrasplante de islotes 26-27. Otra posibilidad es utilizar el implante en tejido celular subcutáneo. Parecería que para la protección inmunológica de los islotes xenogeneicos los regímenes de inmunosupresión existentes en la actualidad son inapropiados en algunos casos y excesivos en otros. Al respecto, el encapsulamiento de los islotes parecería ser la opción más razonable, aunque no carente de problemas 28-30. Encapsulación de islotes xenogeneicos para el tratamiento de la diabetes El concepto del encapsulamiento de los islotes (páncreas bioartificial o islotes bioartificiales), consiste en recubrir a los islotes con una membrana semipermeable. Esta, debe cumplir tres funciones: proteger contra el sistema immune, mensurar la glucemia ambiental, secretar y volcar la insulina necesaria de acuerdo con los niveles sensados 31-33. Página | 111 El implante en tejido subcutáneo de islotes bioartificiales compuestos islotes porcinos macroencapsulados asociados con células de Sertoli como inmunomoduladoras, ha logrado la insulinoindependencia de algunos pacientes y la reducción de la dosis de la insulina en otros 34. Dicho estudio ha generado controversias 35. Una aproximación diferente a la macroencapsulación es colocar pocos islotes en la cápsula protectora (microencapsulación). Los estudios experimentales muestran diversos resultados, inclinados hacia el optimismo 36. Desde el punto de vista clínico, se ha reportado que el xenotrasplante intraperitoneal (por vía laparoscópica), de islotes porcinos encapsulados en cápsulas de alginato (1.305.000 islotes equivalentes), ha logrado disminuir significativamente la dosis de insulina (sin alcanzar la insulinoindependencia), durante 49 semanas en un hombre de 41 años diabético insulinodependiente en los 18 años previos. A los nueve años (9,5 años), del trasplante se encontraron nódulos intraperitoneales compatibles con contenido insular 37. Recientemente se han reportado mejoras funcionales (Péptido C, disminución de insulina) en cuatro pacientes trasplantados con islotes humanos microencapsulados 38. Conclusión: en 1993 visité a Anthony Sun en el Departamento de Fisiología de la Universidad de Toronto, Canadá. Entonces, un halo de misterio envolvía al laboratorio de encapsulamiento de islotes dirigido por el propio Sun. Se hablaba de patentes, de revolución clínica, de nuevos equipos que generaban microcápsulas totalmente biocompatibles…, en fin, se estaba preparando lo que a mi entender sería el primer estudio preclínico controlado de xenotrasplante de islotes microencapsulados en primates no humanos. En 1996 el grupo de Sun publicó los resultados del trasplante intraperitoneal de islotes de cerdo microencapsulados en 9 macacos espontáneamente diabéticos. Siete de ellos lograron la insulinoindependencia por más de 4 meses y hasta 804 días 39. A partir de esa publicación se generó un optimismo desmesurado en los grupos xenotrasplantológicos y de islotes. Se pensó, que la cura de la diabetes a través del xenotrasplante estaba “a la vuelta de la esquina”. Es verdad que se han reportado resultados más que anecdóticos del éxito del trasplante de islotes xenogeneicos en humanos durante más de dos décadas. Sin embargo, parecería que el xenotrasplante de islotes no ha logrado encontrar un lugar entre las prácticas corrientes para tratar pacientes diabéticos desde las terapias intensificadas con insulina, hasta el tras- plante de páncreas vascularizado. Desde el optimismo, la investigación continúa y diversos grupos trabajan a nivel experimental y clínico en esta promesa terapéutica 40. No menor es el desarrollo comercial que las tecnologías implicadas en el encapsulamiento de islotes han desarrollado 41. La esperanza no se agota. 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Al menos existen dos compañías que desarrollan tecnologías relacionadas al encapsulamiento de islotes con fines comerciales: Empresa: Living Cell Technologies (LTC). Producto: DIABECELL® Etapa de desarrollo: estudios clínicos en Rusia, Nueva Zelanda y Argentina. Empresa: Islet Sciences. Producto: Microencapsulación. Página | 113 Artículo Original Cribado Nutricional de Niños de 0 a 5 años del Barrio La Cárcova (#) María Clara Bloise (*), María Paola Romano (*), Carlos Wechsler (#), Adriana Rossetti (+), María del Carmen Zappone (+). (*) Residentes del Servicio de Nutrición, (+) Licenciadas en Nutrición, (#)Jefe Servicio de Nutrición, H.I.G.A. “Eva Perón” Contacto: María Clara Bloise (#) Presentado en Jornadas Municipales de Salud 2012. Municipalidad de General San Martín. 22 y 23 de noviembre 2012 [email protected] Resumen. La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud destaca alta prevalencia de obesidad y baja talla en niñas y niños de 6 a 60 meses de edad. El Barrio La Cárcova es una zona de desarrollo urbano precario donde se desconocía la situación nutricional de la población infantil. Con el objeto de conocer esta realidad, se planteó este estudio. Objetivos: Obtener información acerca del estado nutricional de los niños de 0 a 5 años del barrio. Materiales y Métodos: Estudio descriptivo transversal retrospectivo que incluyó a todos los niños de 0 a 5 años que asistieron al Centro de Atención Primaria de Salud “Moisés Modad”. Los datos se tomaron de las historias clínicas de quienes asistieron durante el año 2011 (n=210). Se construyeron y analizaron los indicadores de Peso, Longitud Corporal, Talla e Indice de Masa Corporal en relación con la Edad cumplida (P/E, LC/E, T/E e IMC/E) con el sistema Anthro® (patrones de crecimiento OMS 2006). Resultados: baja talla/longitud corporal para la edad en ambos sexos (18.1%). 6.5% de 0-5 meses presentaron bajo peso. Alto valor de IMC/E en todos los rangos etarios (9.4%). Para ningún rango de edad se encontraron datos de niños con bajo IMC/E. Conclusión: Los problemas prevalentes en la población estudiada fueron baja talla y alto peso en todos los rangos etarios, destacándose emaciación con prevalencias marginales desde una perspectiva poblacional. Se destaca que las poblaciones vulnerables padecen aún más dichas complicaciones. Palabras Clave: Cribado, desnutrición, obesidad, estatura, lactante, preescolar. Crivado Nutricional de crianças de 0 a 5 anos do Bairro La Cárcova Resumo: A Enquete Nacional de Nutrição e Saúde destaca alta incidência de obesidade e baixa estatura em meninas e meninos de 6 a 60 meses de idade. O Bairro La Cárcova é uma zona de desenvolvimento urbano precário onde se desconhecia a situação nutricional da população infantil. Com o objeto de conhecer essa realidade, se propôs este estudo. Objetivos: Obter informação a respeito do estado nutricional das crianças de 0 a 5 anos do bairro. Materiais e Métodos: Estudo descritivo transversal retrospectivo que incluiu todas as crianças de 0 a 5 anos que assistiram ao Posto de Pronto Atendimento “Moisés Modad”. Os dados se colheram das histórias clínicas daqueles que assistiram durante o ano de 2011 (n=210). Criaram-se e analisaram-se os indicadores de Peso, Longitude Corporal, Estatura Índice de Massa Corporal relativos à Idade (P/E, LC/E, T/E e IMC/E) com o sistema Anthro® (padrões de crescimento OMS 2006). Resultados: baixa altura/longitude corporal para a idade em ambos os sexos (18.1%). 6.5% de 0-5 meses apresentaram baixo peso. Alto valor de IMC/E em todas as faixas etárias (9.4%). Em nenhuma faixa de idade se acharam dados de crianças com baixo IMC/E Conclusão: Os problemas prevalentes na população estudada foram baixa altura e alto peso em todas as faixas etárias, destacando-se emaciação com prevalências marginais desde uma perspectiva populacional. Salienta-se que as populações vulneráveis padecem ainda mais tais complicações. Palavras Chave: Crivado, desnutrição, obesidade, estatura, lactante, pré-escolar Nutritional screening of children 0 to 5 years of Barrio La Carcova Summary. National Nutrition and Health Survey highlights high prevalence of obesity and low stature in children from 6 to 60 months of age. La Carcova neighborhood is a precarious urban development area where nutritional status of child population was unknown. This study was raised In order to study this reality. Objectives: Information on the nutritional status of children aged 0 to 5 years in the neighborhood. Materials and methods: retrospective cross-sectional descriptive study that includes all children aged 0 to 5 attending the primary health care center “Moisés Modad”. Data were taken from the records of those attending during the year 2011 (n = 210). Indicators of weight, body length, size and body mass in relation to the accomplished age (w / LC/E, t/e and IMC/E) were constructed and analyzed with Anthro ® (with 2006 growth patterns system index). Results: low body size/length for age in both sexes (18.1%). 6.5% from 0-5 months had low weight. High value of IMC/E in all age ranges (9.4%). For any age range data of children were found with a low BMI/E. Conclusion: prevalent problems prevalent in studied population studied were low height and high weight in all age ranges, highlighting wasting with marginal prevalences from a population perspective. Vulnerable populations are more inclinados to suffer such complications. Key words: Screening, obesity, malnutrition, infant, preschool, stature. Página | 114 Introducción Los primeros años de la vida constituyen la fase más dinámica en el proceso de crecimiento y éste resulta extremadamente vulnerable a las condiciones sociales, económicas y ambientales. El barrio de La Cárcova se encuentra en el Área Reconquista del partido de General San Martín, Provincia de Buenos Aires. Se ubica en la ribera del Río Reconquista, zona de desarrollo urbano precario caracterizada por asentamientos. Aloja a aproximadamente 50.000 familias1. En esta región se radica el mayor relleno sanitario de la CEAMSE. Parte de su población se dedica al cartoneo y recicla materiales obtenidos de esta manera. Las viviendas no cuentan con agua potable y su infraestructura es precaria. Se registra una alta deserción escolar.2 La situación nutricional de la población infantil local es desconocida. Se carece de datos oficiales al respecto. La Fundación Barceló, en colaboración con la Asociación Civil Pequeños Pasos ha llevado a cabo, un sondeo de la situación de dicha población, pero desafortunadamente, este trabajo no se encuentra publicado. La identificación de individuos o poblaciones en riesgo, reflejo de situaciones pasadas o presentes, permitirá establecer una línea de base para desarrollar actividades adecuadas con y para la población y evaluar el impacto a partir de la definición del punto de partida. La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS) realizada entre 2004 y 2005 estableció que en el conjunto de niñas y niños de entre 6 y 60 meses de edad, la prevalencia de obesidad alcanzaba el 10.4%, el retraso de talla al 8%, el bajo peso al 2.1% y el bajo peso para la talla al 1.3%2. El Servicio de Fuerzas Preventivas de Estados Unidos, define tamizaje como “aquellas acciones preventivas en las cuales una prueba o examen sistematizado es usado, para identificar a los pacientes que requieren una intervención especial”3. Se propuso y realizó el cribaje de la población de 0 a 5 años. Objetivos • Obtener información acerca del estado nutricional de los niños de 0 a 5 años del barrio Cárcova del distrito de San Martín a través de un tamizaje. • Identificación rápida y a un bajo costo de niños de 0 a 5 años con bajo o alto peso, baja talla y/o alto índice de masa corporal para la edad que asistieron al Centro de Atención Primaria de Salud (CAPS) “Moisés Modad”. Materiales y Métodos Estudio descriptivo transversal retrospectivo. Incluyó a todos los niños de 0 a 5 años asistidos en el CAPS “Moisés Modad”. Los datos se obtuvieron de las historias clínicas de la última consulta que cada paciente haya tenido en el período primero de enero a 31 de diciembre de 2011 y fueron tomadas por el pediatra o la enfermera. La población fue de 633 niños. Se excluyeron 423 que carecían de control de peso, talla/longitud corporal en el período mencionado. La población en estudio quedó constituida por 210 niños. El personal de salud que evaluó a cada niño asentó la información en la historia clínica utilizó la técnica de medición correcta. Aunque la muestra no es estadísticamente representativa del universo de niños de 0 a 5 años del barrio, resultó útil para la finalidad del estudio. El CAPS “Moisés Modad” es el único ubicado dentro del barrio. La Asignación Universal por Hijo y el Programa Materno-Infantil, exigen el seguimiento clínico de los niños y la mayor parte de ellos se atienden allí. Se estimó que su mayoría iban a tener por lo menos un control anual en ese lugar. Se infiere que los resultados del presente trabajo, podrían ser útiles para estimar la situación de los niños que habitan en el barrio. Se elaboró una planilla para recolectar los datos que registró las siguientes variables: Peso (P) - Suma de tejido magro, adiposo, óseo y otros componentes menores. Determina masa corporal. Se utilizó balanza de uso clínico con sensibilidad de 0 a 150 kg con un error de +/- 100 g. El niño de 2 a 5 años, se pesa en ropa interior, habiendo evacuado recto y vejiga. El niño debió estar de pie, inmóvil en el centro de la plataforma. El niño de 0 a 2 años se coloca en decúbito supino, sin pañales, sobre una balanza que pesa hasta 16 kg con un error de +/-10 gramos. Longitud Corporal (LC)- En niños de 0 a 2 determina la longitud de los huesos. Se utilizó un tallímetro móvil. Niño en decúbito supino, cabeza en plano de Frankfurt. La cabeza en contacto con el eje fijo y los pies mantenidos en ángulo recto, deslizando la superficie móvil hasta que se encontrara firmemente en contacto con los talones del niño. Talla (T)- En niños de 2 a 5 determina la longitud de los huesos.Se utilizó un estadiómetro de pared. El niño de pie, descalzo, de manera tal que la cabeza en plano de Frankfurt esté en contacto con la superficie vertical. La medición se realizó cuando el niño inspiró profundamente. Edad Cumplida (E) -Años y meses completos que tiene una persona en una fecha concreta4. Para el procesamiento y análisis de los datos recolectados se construyeron los siguientes indicadores utilizando población de referencia OMS2006: P/E, Página | 115 LC/E, T/E, IMC/E mediante la utilización del programa Anthro®5. El Índice de masa corporal (IMC) se calcula como el peso dividido la talla elevado al cuadrado. Las gráficas de estos también se realizaron con el Anthro®. En todos los casos se calculó la media, con un intervalo de confianza (IC) del 95%. Se consideró la normalidad dentro del rango +2 desvíos estándar (DE) pues éste es el consenso internacional que permite dicotomizar las variables para el cálculo de prevalencia6. Tabla Nº1: Indicadores, población de referencia, puntos de corte y clasificación E(m) 0-11 12-60 Indicador individual Población de Punto de Refecorte rencia P/E/S LC/E/S IMC/E/S T/E/S Clasificación <-2DE= bajo O M S 2006 Gráfico Nº2: P/E en niños de ambos sexos de 0-11 meses. + 2 desvíos -2≤DE≤2=normal estándar >2DE=alto Resultados LC-T/E: El 18.1% de los niños (varones 21.5%, niñas 14.8%) presentaron baja talla/longitud corporal para la edad. Aunque todos los grupos mostraron elevada frecuencia de baja talla, los rangos etarios con valores más elevados correspondieron a los niños de 48-60 meses (26.7%) y de 12-23 meses (27%), como se muestra en el Gráfico Nº1. Grafico Nº1: LC-T/E en niños de ambos sexos de 0-60 meses. IMC/E: Todos los rangos etarios mostraron un alto valor de IMC/E. El porcentaje de este hallado fue de 9.44% para ambos sexos, 14.99% para los varones y 4.5% para las niñas. El grupo mayor de alto peso correspondió al grupo de 24-35 meses. No se registraron niños con bajo IMC/E (Tabla Nº2, Gráfico Nº3). Tabla Nº2: IMC/E en niños de ambos sexos de 12-60 meses. Fuente: elaboración propia EC(m) n IMC/E(%) %<3DE %<2DE %>+1DE %>+2DE %>+3DE Media DE (12-23) 48 0 0 45,8 10,4 0 0,83 0,96 (24-35) 21 0 0 47,6 9,5 4,8 1,03 1,1 (36-47) 28 0 0 25 7,1 0 0,36 1,1 (48-60) 30 0 0 16,7 6,7 0 0,35 0,91 Gráfico Nº3: IMC/E en niños de ambos sexos de 12-60 meses. P/E: 6.5% de los niños de 0-5 meses presentaban bajo peso. La población que asistió al CAPS en el período establecido, presentaba mayor peso para la edad que la observada en la Población de Referencia OMS (Gráfico Nº2). Discusión En América Latina, las formas agudas de desnutrición infantil han ido disminuyendo en las últimas décadas8. A nivel mundial, la población pediátrica mues- Página | 116 tra aumento de prevalencia de sobrepeso/obesidad. La transición epidemiológica nutricional de América Latina que se comprueba también en Argentina, se caracteriza por una prevalencia de retraso crónico del crecimiento por sobre la desnutrición aguda, que coexiste con sobrepeso y obesidad9. Los resultados del presente trabajo identificaron la baja talla y el alto peso en todos los rangos etarios como problemas prevalentes. La emaciación presentó prevalencias marginales desde una perspectiva poblacional. En las ENNyS se observa el mismo escenario descripto, encontrándose en los niños de 6 a 60 meses de todo el país un 8% y un 10.4% de baja talla y obesidad respectivamente10. El 9.44% de la población estudiada presentó alto peso. Valores similares fueron hallados en diferentes estudios realizados en una población vulnerable del norte argentino, en una de clase media de Rosario y en Ecuador y Cuba, donde las cifras oscilaron entre 5 y 8.5%.11,12,13,14En todos los casos se observan curvas de IMC/E con desplazamiento hacia la derecha. Estos datos indican que el sobrepeso y la obesidad son los problemas mayores tanto en la población estudiada como en otras y en el mundo. El valor hallado supera casi cuatro veces el esperado para el patrón de referencia de la OMS15. Cabe destacar que los varones en todas las edades presentaron peso más alto que las niñas. Haciendo referencia al peso de los niños de 0 a 12 meses, se destaca que la distribución de P/E está achatada y desviada hacia los extremos. El rango de 0 a 5 meses es el único que presenta pequeña prevalencia de bajo peso. Estos resultados coinciden con los informados por varios autores para otras poblaciones de América Latina, en las que el sobrepeso reemplazó paulatinamente a la emaciación. El proceso ocurre con mayor frecuencia en países que se encuentran en transición nutricional16. Las distribuciones de T/E estuvieron desviadas hacia los valores bajos en ambos sexos para todas las edades. Como en el caso del sobrepeso/obesidad, la realidad descripta en el presente trabajo, coincide con la hallada por diferentes autores, tanto en poblaciones vulnerables como en otras que no lo eran. Muestras tomadas en el noroeste y en el noreste argentinos detectaron baja talla de entre 8.5% y 17%, resultado similar al encontrado en este estudio (18.1%). En ambos, los niños de 12 a 24 y de 48 a 60 meses fueron los más afectados.11En muestras donde la población contaba con acceso a la compra y las condiciones de vida no eran desfavorables los valores fueron menores a estos, pero mayores a los que debían esperarse según el patrón de referencia. 12,14 Es llamativa la di- ferencia encontrada entre la muestra del Gran Buenos Aires de las ENNyS y la de La Cárcova. Mientras la primera presentó una prevalencia de 6.2% de baja T/E, la segunda casi la triplicó (18%). Es evidente que poblaciones con educación formal insuficiente, malas condiciones higiénicas, saneamiento deficiente y bajo acceso a la compra, entre otros, presentaron prevalencias de baja talla superiores a las que no17. En todos los casos la baja talla es uno de los dos problemas más importantes. Por último, se destaca que en la población estudiada los más afectados fueron los varones. El objetivo del presente estudio no es indagar sobre las causas. Se infiere que podrían estar involucradas ciertas situaciones. El retraso crónico del crecimiento no es un hecho aislado. Emerge de un fenómeno más complejo en el que el niño pierde paulatinamente la capacidad de alcanzar todo su potencial de crecimiento y desarrollo. Por otro lado, el riesgo de sobrepeso surge en el contexto nutricional como una forma de malnutrición. Su origen responde a la posibilidad de estos niños para acceder a alimentos más económicos pero cuantitativa y cualitativamente inadecuados. Para comprender el contexto en el que se sitúa la población estudiada, es preciso partir del concepto de seguridad alimentaria. Esta, se entiende como el “derecho de tener una alimentación culturalmente y nutricionalmente adecuada y suficiente” y debe satisfacer cinco condiciones: suficiencia, estabilidad, autonomía, sustentabilidad y equidad. Argentina cumple con cuatro de ellas. La equidad no está garantizada: la población y sobre todo los más pobres carecen de acceso a alimentación adecuada y suficiente.9, 11 Según Aguirre, “las dificultades para acceder a una alimentación adecuada determinan dos fenómenos simultáneos: los pobres están desnutridos porque no tienen suficientes recursos para alimentarse y son obesos porque se alimentan inadecuadamente, con un considerable desequilibrio energético. Los alimentos que tienen a su alcance son artículos industrializados, de producción masiva, indiferenciada y barata”. 17 A esto se le suman dos hechos fundamentales: por un lado, los programas no siempre se ajustan a las necesidades de la población destinataria y por el otro los alimentos que proveen los comedores son de baja calidad nutricional. Estimamos que los resultados obtenidos no son generalizables al universo de los niños de 0 a 5 años de edad que residen en el barrio. No pueden considerarse como datos de prevalencia de malnutrición ba- Página | 117 rrial. A partir de la magnitud poblacional estudiada y por ser el CAPS “Moisés Modad” el único dentro del barrio, sin poder certificar el aserto, se puede estimar que el panorama nutricional de los niños del barrio debe ser similar al observado en el estudio. Conclusiones Los problemas prevalentes en la población estudiada fueron la baja talla y el alto peso registradas en todos los rangos etarios. La emaciación presentó prevalencias marginales desde la perspectiva poblacional. Las poblaciones vulnerables padecen aún más dichas complicaciones. El peso alto se comprobó en 9.44% de la población en estudio. Los varones de todas las edades presentaron mayor peso que las niñas. Sobrepeso y obesidad fueron los hallazgos más frecuentes y determinaron desplazamiento hacia la derecha de las curvas de IMC/E. Esta situación coincide con lo demostrado en otras comunidades de Argentina y de América Latina. En el grupo de 0 a 12 meses resalta el achatamiento de la distribución de P/E, desviada hacia los extremos. El único grupo donde se observa pequeña prevalencia de bajo peso corresponde al rango de 0 a 5 meses. El porcentaje de baja T-LC/E fue 18.1%, siendo los grupos 12 a 24 meses y 48 a 60 meses los más comprometidos. Los niños presentaron peores valores. Para futuros estudios se propone profundizar el estudio de los determinantes de salud específicos para la población estudiada, realizar una evaluación nutricional completa a los niños que resultaron en riesgo para brindarle la asistencia necesaria y trabajar con la “población sana”. Visto el contexto y los hallazgos discutidos se define a este grupo como población vulnerable. Labor desempeñada y responsabilidad. Concepción, diseño, análisis, interpretación de datos y redacción: Lic. María Clara Bloise y Lic. María Paola Romano. Revisión crítica del contenido intelectual y revisión final de la versión presentada: Dr. Carlos Wechsler, Lic. Adriana Rossetti y Lic. María del Carmen Zappone. Agradecimientos. Al Dr. Alejandro Armenti por proponer el tema de investigación y guiar el trabajo de campo; a los Dres. Mariana Márquez y Horacio Esplugas, a las promotoras de salud del CAPS “Moisés Modad” y a la población del barrio La Cárcova por la colaboración y el apoyo brindados BIBLIOGRAFÍA 1. 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Material y Métodos: Estudio descriptivo de 24 casos, atendidos e intervenidos quirúrgicamente en el Servicio de ORL del HIGA Eva Perón, desde Octubre de 2011 hasta Marzo de 2014. Resultados: Se realizaron 31 Implantes cocleares en 24 pacientes con hipoacusia neurosensorial profunda bilateral (7 bilaterales). 6 fueron de sexo masculino y 18 femeninos, con edades comprendidas entre los 1 y 46 años. En la gran mayoría se detectó la hipoacusia previo a los 3 años, y contaban con equipamiento audioprotésico desde edades tempranas. Se realizó la colocación del implante coclear en edades previas a los 6 años en el 83% de los pacientes. La etiología de la hipoacusia fue variable, de tipo prenatal, peri o posnatal, incluso de causa desconocida. El beneficio audiológico post implantación fue notable, promediando los 20-30 decibeles en la audiometría tonal post implante. Conclusiones: La atención de pacientes con indicación de Implante coclear es un largo proceso que requiere de la dedicación de un equipo multidisciplinario. Palabras clave: Implante coclear, hipoacusia, screening auditivo. Implantes cocleares: Nossa experiência Resumo. O implante coclear é um dispositivo eletrônico que ajuda para que possam escutar as pessoa com hipoacusia profunda que não se beneficiam com o uso aparelhos auditivos. O êxito depende de vários fatores, principalmente da correta seleção de candidatos e da idade precoce de realização da cirurgia. Objetivo: Fazer o relatório de nossa experiência no tratamento de pacientes com hipoacusia e indicação de implante coclear. Materiais e Métodos: Estudo descritivo de 24 casos, atendidos e tratados cirurgicamente no Serviço de ORL do HIGA Eva Perón, desde Outubro de 2011 até Março de 2014. Resultados: Realizaram-se 31 Implantes cocleares em 24 pacientes com hipoacusia neurossensorial profunda bilateral (7 bilaterais). 6 foram de sexo masculino e 18 femininos, com idades compreendidas entre 1 e 46 anos. Na grande maioria de casos, detectou-se a hipoacusia prévia aos 3 anos, e possuíam equipamento áudio protético desde curta idade. Realizou-se a colocação do implante coclear em idades prévias aos 6 anos em 83% dos pacientes. A etiologia da hipoacusia foi variável, de tipo pré-natal, péri ou pós-natal, inclusive de causa desconhecida. O benefício auditivo pós-implantação foi notável, de uma média de 20-30 decibéis na audiometria tonal pós-implante. Conclusões: A atenção do pacientes com indicação de Implante coclear é um longo processo que requer da dedicação de uma equipe multidisciplinar. Palavras chave: Implante coclear, hipoacusia, screening auditivo. Cochlear implants: our experience Abstract .Cochlear implants are small electronic devices developed to help audition in persons suffering serious hearing loss and that do not receive benefit from common audition devices. Results depend on several factors, principally the correct candidate selection and early age to offer implantation. Objective: to show our experience in severe hearing loss patients in whom cochlear implant is indicated. Material and methods: Descriptive study of 24 cases, assisted and surgically treated in HIGA Eva Perón´s ORL Service from October 2011 to march 2014. Results: We have made 31 cochlear implants in 24 patients with profound neurosensory hearing loss (7 bilateral). 6 were males and 18 females, with ages between 1 and 46 years old. In most of them, hipoacusia was detected 3 years previously and were using prosthetic audio equipment. Cochlear implant was possible in patients of less than 6 years old in 83% of this group. Lessional etiology was diverse: prenatal or postnatal and even unknown. The benefit obtained from the implant was evident: showing 20 -30 decibels in postoperative tonal audiometry. Conclusions: Care of patients that may benefit from cochlear implants is a long process that requires a multidisciplinary team dedication. Key Words: Cochlear implant, hearing loss, auditive screening. Página | 119 Introducción El implante coclear es un pequeño dispositivo electrónico que ayuda a las personas a escuchar y puede ser utilizado por personas con hipoacusias profundas que no obtienen beneficios con el uso de audífonos. Tanto niños como adultos pueden cumplir con los requisitos para un implante coclear. Pueden haber nacido sordos o haber perdido la audición después de aprender a hablar. El éxito o fracaso de la implantación depende de varios factores, entre ellos, la correcta selección de candidatos y la edad temprana de realización de la cirugía. Se debe tener en cuenta: el momento de aparición de la hipoacusia, el tiempo de evolución, la utilización previa de audífonos, las patologías asociadas, la motivación del paciente y la familia, el desarrollo psicointelectual y el entorno escolar. En Julio de 2011 se sancionó la Ley N° 25415 de Detección temprana y atención de la hipoacusia. Desde entonces ingresan en el screening auditivo neonatal las otoemisiones acústicas, realizadas en el área de Fonoaudiología del HIGA Eva Perón. En octubre de 2011 se realizó el primer Implante Coclear. El objetivo de esta presentación es comentar la experiencia de nuestro equipo en el manejo de pacientes con hipoacusia e indicación de implante coclear. Los pacientes fueron estudiados a través del “Programa de Detección temprana y tratamiento de la Hipoacusia” del Ministerio de Salud de la Nación, “Incluir Salud” (ex “PROFE”) del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Resultados Del total de 24 pacientes, 6 pacientes fueron de sexo masculino y 18 femenino. La edad de detección de la hipoacusia se detalla en el Gráfico 1. El Gráfico 2 señala el momento en que los pacientes recibieron equipamiento audioprotésico. Material y Métodos Estudio descriptivo de 24 pacientes a los que se le realizaron 31 implantes cocleares (en 7 se llevó a cabo doble implante coclear simultáneo), en el periodo comprendido entre octubre de 2011 y marzo de 2014. Fueron intervenidos en el “HIGA Eva Perón” de San Martín y en el Hospital de Alta Complejidad en Red “El Cruce, Dr. Néstor C. Kirchner” de Florencio Varela. Se recolectó información de las historias clínicas y se registraron las siguientes variables: sexo, edad de detección de la hipoacusia, edad al equipamiento protésico, edad a la colocación del implante coclear, tipo de hipoacusia, etiología, patologías asociadas y antecedentes relacionados, exploraciones complementarias tanto audiológicas como de Imágenes, oído implantado, audiometría postoperatoria y lugar de procedencia. La edad del paciente en el momento de colocación del implante coclear se exhibe en el Gráfico 3. Página | 120 Todos presentaban hipoacusia neurosensorial, profunda y bilateral, cuya etiología se especifica en el Grafico 4. En los 4 pacientes portadores de hipoacusia hereditaria aislada se encontró asociación, en uno con mutaciones del gen de la conexina 26, en otro con malformación del oído interno y en dos con Síndrome de Waardenburg. En los 3 pacientes de hipoacusia congénita, se la relacionó con infección por Citomegalovirus y Toxoplasmosis. Los 3 pacientes de causa perinatal se asociaron a hiperbilirrubinemia, hipoxia, bajo peso o sepsis neonatal. En 5 casos la hipoacusia fue adquirida, todos ellos por Meningitis (por Neumococo en tres pacientes, Meningococo en un paciente y Klebsiella en un paciente). En 7 casos y pese a todos los estudios realizados, no se logró detectar la etiología de la hipoacusia. La mayoría de los pacientes vivían en partidos limítrofes con la zona de los centros (San Martín y Florencio Varela). Algunos, fueron derivados de zonas más alejadas, como Zárate o Ezeiza. El estudio de los pacientes detectó comorbilidades asociadas: en un caso coriorretinitis y retraso psicomotor por Citomegalovirus en otro, retraso psicomotor, ventriculomegalia y calcificaciones talámicas. En los estudios complementarios efectuados como parte de la batería de evaluaciones audiológicas, destaca la falta de respuesta bilateral en potenciales evocados auditivos de tronco en todos los casos (24). Los estudios por imágenes no presentaron particularidades, excepto en un paciente en el que se detectó una malformación del oído interno (acueducto vestibular dilatado). Como estudio complementario, luego del implante se realizó audiometría tonal (AT). De los 24 pacientes, 11 presentaron AT con umbrales en 20 decibeles (dB), 3 pacientes en 25dB, 8 pacientes en 30dB, 1 paciente en 40dB y en 1 paciente se halla pendiente la realización del estudio. Gráfico 5 - Audiometría post - implante Discusión Argentina registra unos 700.000 nacimientos por año; entre 1 y 3 de cada mil sufren hipoacusia. La discapacidad auditiva constituye el 18% de las discapacidades en el país (86,6% dificultad auditiva y 13, 4% sordera). A partir de 2011, el Estado garantiza la detección temprana y el tratamiento adecuado de la hipoacusia infantil, con el fin de promover el desarrollo del lenguaje y la integración social, a través de la reglamentación de la Ley 25.415 (de hipoacusia). Se implementó un registro de los casos detectados en cada provincia que deben ser informados periódicamente al equipo del Programa Nacional, que se encarga desde lo institucional y desde lo humano, de acompañar guiar e informar a las familias de los niños que sufren sordera, de las posibilidades existentes para evitar severas secuelas funcionales y coordina el abordaje y tratamiento adecuados.(Ver algoritmo al final) La decisión de colocar el implante coclear se ajusta a indicaciones específicas que la siguiente Tabla describe. Indicaciones de implante coclear Pacientes Pre o Poslinguales con: Pacientes poslinguales con: Hipoacusia neurosensorial profunda bilateral (>90dB) Hipoacusia neurosensorial severa bilateral (≥70dB) Menos de 40% de respuestas en el reconocimiento Menos de 40% de respuestas en el reconocimiento de frases o palabras en contexto abierto, sin apoyo de frases o palabras en contexto abierto, sin apoyo visual y con adecuado equipamiento protésico visual y con adecuado equipamiento protésico Intensidad de estimulación en campo libre de 65dB Intensidad de estimulación en campo libre de 65dB Página | 121 La edad del paciente en el momento del implante es un dato fundamental respecto de las posibilidades de éxito del procedimiento. Responde a la noción de “plasticidad neural”, es decir, a la capacidad del sistema nervioso central para variar el patrón de desarrollo según las condiciones ambientales y que es mayor en los primeros años de vida. El análisis de la bibliografía concluye que la percepción del lenguaje oral se alcanza cuando la estimulación con un implante coclear se realiza dentro de los primeros 6 años de vida. La etiología de la hipoacusia permite puede categorizar a los pacientes de acuerdo con el periodo de instauración en: prenatal, perinatal o posnatal. Las hipoacusias prenatales, pueden ser hereditarias (70% como único síntoma y 30% como componente de un síndrome) o congénitas (por infecciones intraútero como: sífilis, toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus y otras). Las hipoacusias perinatales se relacionan con prematurez y bajo peso al nacer, hipoxia, hiperbilirrubinemia, sepsis neonatal y ototoxicidad, entre otras. Las hipoacusias posnatales, pueden presentarse desde la lactancia hasta la vejez y responden a múltiples causas. La principal es la meningitis y entre otras mucho menos frecuentes, se encuentran la presbiacusia, la otopatía crónica, la hipoacusia súbita y la autoinmunitaria. Es importante mencionar la tendencia actual a colocar implantes cocleares bilaterales (simultáneos o en dos tiempos). Esta conducta ayuda a conseguir audición en 360°, semejante a las personas normooyentes. La capacidad de escuchar por ambos oídos (binauralidad) permite: oír en estéreo, seleccionar el habla suave o distante, separar una voz concreta del ruido de fondo y determinar de qué dirección procede el sonido. A pesar de las ventajas distintivas del implante, la implementación está limitada por el significativo aumento en coste que supone. Conclusiones La atención de los pacientes con indicación de implante coclear requiere de un manejo multidisciplinario que exige mancomunar esfuerzos entre médicos otorrinolaringólogos, fonoaudiólogos, psicólogos, psicopedagogos, rehabilitadores, maestras y familias de los pacientes. El proceso puede llevar años. Requiere empeño, ahínco y paciencia. La cirugía del implante coclear es sólo un paso, dentro del complejo y largo camino de rehabilitación del paciente con hipoacusia. BIBLIOGRAFÍA 1. Manrique Rodríguez, M; Huarte Irujo, A. Implantes cocleares, 2002, Barcelona, España, Editorial Masson. 2. Niparko, J. Cochlear Implants Principles & Practices, Second Edition, 2009, Philadelphia, USA, Lippincott Williams & Wilkins. 3. Waltzman, S; Roland, J.T. Cochlear Implants, 2014, New York, USA, Thieme Medical Publishers. 4. Dauman, R; Carbonière, B et al. Encyclopédie Médico-Chirurgicale, 2000, Paris, Francia, Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS. 5. www.msal.gov.ar 6.. www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/007203.htm Página | 122 Artículo Original Florencio Escardó (1904 -1992) fue médico pediatra, sanitarista, docente, poeta, escritor, y columnista de medios gráficos y de televisión. Jefe de Sala del Hospital Ricardo Gutiérrez, Profesor Titular de Pediatría, Decano de la Facultad de Medicina y Vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, desde 1921 publicó libros de poesía. Aportó a revistas especializadas opiniones fundadas sobre la alimentación y la psicología del niño, el valor de la familia, la misión y la función de la profesión médica y la relación con los pacientes. Redactó columnas de humor y crítica de costumbres bajo los seudónimos de Juan de Garay y Piolín de Macramé que publicaron los diarios Crítica, La Razón, La Nación y en El Mundo, bajo títulos como Palabras sin objeto, ¡Oh!, Cosas de argentinos y Cosas de porteños. Escribió la letra de dos tangos (La ciudad que conocí y En que esquina te encuentro Buenos Aires), el guión de la película “La cuna vacía”(1949) y varios libros (Cosas de Argentino, Un pueblo desierto, Geografía de Buenos Aires, Nueva geografía de Buenos Aires, Ariel o el discípulo, Pinocho y Peter Pan, Sydenham y Don Quijote, La casa nueva). Fue Miembro Titular de la Academia Porteña del Lunfardo y Presidente de la Sociedad Argentina de Escritores entre 1989 y 1992. Aseguró que “se puede saber mucho, alcanzar una suprema técnica y una caudalosa erudición y no ser un verdadero médico; tal veracidad la determina un hecho de orden espiritual que es la compenetración anímica con la situación vital del enfermo, el unimismamiento con su inmediato padecer”. Estaba convencido de que la relación entre pacientes y médicos responde a cuestiones basadas en sentimientos. En 1972, escribió el prólogo para su CARTA ABIERTA A LOS PACIENTES (EMECÉ EDITORES, Buenos Aires), que reproducimos. No es viejo todo lo antiguo. El tiempo presta pátinas que resaltan claroscuros y destacan relieves. Cuando los dichos de los maestros están dotados del don poético del buen decir y se asocian con adecuada capacidad de comunicación, se benefician con el añejamiento y pueden constituir piezas exquisitas donde el contenido (médico, sanitario, humano y pedagógico) asombra e ilumina. ¡Válida observación para reflexionar sobre el rol (¿invariable?) del médico y la necesidad, necesariamente epocal, de entendimiento con el paciente! Los pacientes: una mayoría irredenta* *(Irredenta: “que permanece sin redimir”) Florencio Escardó Hay dos términos que, en la práctica, casi no tienen sinónimos en el castellano actual: médico y enfermo. Las cosas se presentan en la lengua cual si ésta procediera como haciendo sentir que se trata de personajes definidos suficientemente por su sola enunciación, entidades concretas sin demasiadas variantes ni periferias. Como si al decir médico o enfermo cada cual supiese perfectamente qué es lo que quiere presentar. Al médico se le denominaba antes físico, en el sentido de conocedor de la Naturaleza. No deja de tener significado profundo que el término, es decir su intención, haya caído en desuso. También se le dice facultativo, que en cuanto sólo quiere decir proveniente escolar de una Facultad, apenas logra expresar un aspecto oficial y administrativo de su condición. En cuanto a decirle galeno, la cosa se queda en una referencia histórico-literaria; en verdad los médicos verdaderamente modernos no sólo no tie- nen mucho que ver con el pensamiento galénico sino que han debido apartarse decididamente de lo que tal pensamiento tiene de dogmático. Como vemos, en cuanto a palabras, el médico se queda lisa y llanamente en médico, que etimológicamente no quiere decir en rigor el que cura, sino el que cuida o asiste. Atenidos a la estricta significación decir médico es decir poco porque, a primera vista, el paciente quiere antes que nada que lo curen, es decir que le saquen su enfermedad. Resulta, pues, lógico que la palabra doctor, que nomina un grado académico que obtienen muchos facultativos no médicos, sea, en el uso corriente, aplicada con directa predilección a estos últimos. Cuando alguien dice: se llamó a un doctor, nadie supone, sin específica aclaración, que se reclamó a un abogado o a un químico, que también suelen ser doctores. La gente no se limita, en el recóndito significado del idioma, a llamar a alguien que lo cuide sino que pretende, que ese alguno sea Página | 123 muy docto, es decir que sepa mucho. Sucede que en su remoto origen doctor significaba maestro o preceptor, es decir el que enseña. Si no dejamos llevar por las primeras inducciones del hablar corriente, los pacientes pretenden en el requerimiento a quien, sabiendo mucho, lo cuide y le enseñe. Que lo cuide en su enfermedad o sea en su estar enfermo y que le enseñe a salir de su mal. Pareciera que en el fondo del idioma el paciente conociera que hay algo que tiene que aprender a cumplir por sí mismo, lo que entraña aceptar una tarea común a la que se dispone en paciente y en discípulo. Veremos que este contenido docente, inexcusable en el hecho médico1 está, como regla que tanto en el médico como en el paciente rigen el proceso de enseñar y aprender. La palabra enfermo significa crudamente el que no anda derecho; el que no se tiene firme o sea el que experimenta algo que le impide estarlo. Pero estar enfermo no entraña inevitablemente ser enfermo o sentirse enfermo y aparece aquí una importante disociación expresiva que se hace preciso aclarar. ¿Por qué ha llamado a este libro Carta abierta a los pacientes y no Carta abierta a los enfermos? Paciente no es, así como así, sinónimo de enfermo. La palabra paciente significa el que padece, el que sufre y una inferencia generalizada determina que el padecimiento suele provenir de la enfermedad, que paciente es el que se siente enfermo sin que tal sentirse entrañe de necesidad la existencia de enfermedad orgánica en el sentido corriente de la palabra, ya que en la expresión usual enfermo y enfermedad aparecen o pueden aparecer disociados. Y surge frente al planteo clásico un sujeto que es el enfermo sin enfermedad. El objeto de esta carta abierta obliga a acercarse con sumo cuidado a este modo de ver que corresponde a una etapa superada por el pensamiento médico, pero que persiste tal cual en la cabeza de muchos, galenos y pacientes. Es éste el lugar de señalar lo que he de repetir varias veces: que la Medicina sepa una cosa no quiere decir en manera alguna que todos los médicos también lo sepan. Dicho de otro modo, el saber médico se distribuye muy irregularmente en la instrucción de sus agentes, no sólo porque la vastedad del conocimiento lo hace inabarcable para una sola persona, sino porque el progreso de las técnicas es velocísimo. Es, pues, de elemental necesidad que cada paciente procure, hasta donde le sea posible, conocer no tanto los saberes del médico que elige cuanto las limitaciones de esos saberes. La evaluación técnica de un médico debe hacerse sobre la rigurosa evaluación de lo que no sabe, no por ignoran- cia, sino por resultancia cultural. Volviendo al tema de paciente y enfermo, numeraciones muy serias y controladas en centros de cardiología revelan que más de la mitad de quienes a ellos acuden, no tienen lesión alguna en la víscera cardíaca, pero ello no significa que no estén enfermos del corazón en el sentido traslaticio del término. La medicina moderna sabe que están enfermos de la imagen que tienen de su propio corazón. Un famoso maestro de la nueva medicina ha definido así al enfermo: “Es un hombre que siente la necesidad y reclama o busca un médico”. Lo importante de esta precisión está en que lo característico es la necesidad que determina la relación médico-paciente y no la existencia de tal o cual enfermedad concreta. No hay pues enfermos imaginarios sino pura y simplemente enfermos, porque los enfermos imaginarios no sólo son enfermos sino primordialmente pacientes. Todo el que padece en su persona sea en su área física, emocional o social es un paciente. Y ello explica que haya dirigido esta carta a quienes padecen, no para compadecerlos, sino para tratar de que comprendan lo importantes que son y sobre todo para mostrarles la suma de situaciones y complicidades culturales que no sólo prolongan inútilmente su padecer sino que crean nuevos padeceres y los multiplican. Gran parte de tales cosas suceden y se repiten porque los pacientes no saben ser pacientes o, dicho de otro modo, ignoran los derechos que les caben por ser pacientes. Actúan en la realidad comunitaria como esos coleccionistas aficionados, que desconociendo la legitimidad de los objetos que coleccionan adquieren a menudo lo falso considerándolo verdadero y auténtico. Dicho de modo que sólo en apariencia es pintoresco: la mayoría de la gente no conoce su oficio de paciente y como pacientes son unos chapuceros. Llamados pacientes, dolientes o enfermos lo que con respecto a ellos se plantea es un problema de salud, aunque no siempre ellos estén en condiciones de plantearlo. Antes de seguir adelante se hace urgente precisar que no se trata de algo individual. La salud tal como me propongo aquí considerarla es asunto que trasciende del ser singular para jugarse como un hecho interpersonal, es decir, social. Problema según el diccionario es una proposición por medio de la cual se buscan ciertas cantidades desconocidas por medio de otras conocidas: o sea que es algo a resolver. Si es el médico quien debe buscar lo desconocido, es en buena parte el paciente quien ha de proporcionarle los términos desconocidos que para él resultan más significativos, para lo cual el mismo ha de conocerlos de alguna manera también significativa. Página | 124 No se trata, como a primera vista resultaría cómodo pensar, que el paciente se limite a enviar mensajes que el médico tiene que traducir, de parecido modo a como el bebé envía mediante el llanto mensajes que la madre ha de traducir; sino que sus datos están ya cargados con un principio de interpretación y sentido y seleccionados de acuerdo con lo que se puede llamar conciencia de enfermedad, pero que al mismo tiempo se limitan a lo que el paciente cree que el médico tiene que saber y a lo que, de un modo más o menos consciente, a él le interesa o conviene que el tratante conozca. Dejaré de lado aquí el mayor o menor coeficiente de lealtad y deslealtad que el paciente lleva a la consulta, para atenerme estrictamente a los aspectos sociales y culturales. Sólo quiero señalar que el hecho médico supone en el paciente una actitud mutua y correlacional que determine la corresponsabilidad de la enfermedad y la curación. Tampoco está suficientemente esclarecida la noción de enfermedad. En lo técnico carecemos de una definición suficiente y en lo cotidiano la palabra se parece más a la traducción de un sentimiento que de un concepto. Se ha buscado definirla por lo negativo como falta o ausencia de salud, pero ello sólo conduce a la necesidad de definir la salud. Bien entendido esta definición se requiere para hablar y entendernos, porque en lo individual-personal no es imprescindible. Todos sentimos cuando no estamos sanos, si bien no es raro que sean los demás prójimos quienes adviertan nuestra enfermedad antes que nosotros. Es habitual por ejemplo que la madre perciba la enfermedad de su hijo antes de que el mal revele síntomas ostensibles para todos. Otro tanto sucede entre cónyuges. Salud y enfermedad son situaciones vinculadas a eso que llamamos genéricamente vida y que se manifiesta como una fuerza o energía positiva traducida en el objetivo vital que, en última instancia, quiere decir lleno de vida. La enfermedad viene a ser, pues, una no vida o una menos vida y en consecuencia una aproximación a la muerte que es la no vida total. Hay que cuidarse de considerar a la salud y a la enfermedad como fenómenos independientes y antagónicos; lo útil es entender que se trata de expresiones distintas del mismo fenómeno vital. Esta prevención es tanto más imprescindible cuanto que en lo que sigue de esta carta hemos de ver como suprimir un síntoma es por regla suprimir una expresión vital que requiere ser encauzada pero no anulada. Cuando aquí hablo de los derechos de los pacientes hablo de los derechos de los seres humanos a defender su vida como una plenitud indeclinable. Vida y salud son conceptos íntimamente ligados y como el uso de la propia vida se reconoce en la libertad, vida, salud y libertad son términos unimismados en el ejercicio vital. Toda enfermedad entraña por sí misma una disminución de la vida y una limitación de la libertad. Me propongo señalar en esta carta que si muchos pacientes no saben ejercer sus derechos de tales es porque han abandonado a los médicos el manejo de su vida y el uso de su libertad. Salud y vida no son en su presencia inmediata fenómenos absolutos ni especies simples. Para comprenderlo tal vez lo más sencillo sea profundizar una vieja comparación: la salud es como el ciclo del día: a la mañana ya es día y también lo es en el meridiano y a la caída del sol; cada uno de esos momentos es totalmente diurno aunque no se parezca a todos y a cada uno de los demás. Salud es, pues, la plenitud vital relativa de cada momento: la plena salud de un viejo no es fenomenológicamente hablando comparable a la plena salud de un lactante, pero ambas son salud en cuanto a situaciones de vida en equilibrio del sujeto singular. Nada, pues, más práctico que considerar la enfermedad como un desequilibrio de la vida pero no como su disminución. La enfermedad es, en su esencia, una expresión de la vida. Salud y enfermedad son situaciones que hacen inexcusablemente a la persona aunque se expresen predominantemente en una u otra de las áreas de su conducta. La más alta autoridad en la materia, la Organización Mundial de la Salud, se ha obligado a definir la salud removiendo resueltamente el viejo concepto de lo orgánico como principal y determinante y señala que no consiste tan sólo en una situación de equilibrio en lo corporal, sino también en lo mental (psíquico y emocional) y en lo social (o sea convivencial y económico). En consecuencia está tan enfermo aquel que tiene un abceso en un riñón, como quien vive sin agua potable y en hacinamiento o como quien mantiene de continuo relaciones difíciles o contenciosas con su suegra o su patrón. Es bueno repetirlo: quien padece una artritis es un enfermo, también lo es quien abandona al hijo que ha engendrado o quien no dura en ningún empleo. Todos ellos cabrán en esta carta bajo el comprensivo dictado de pacientes. Me propongo mostrar la importancia que tienen y el papel que deben asumir en el progreso de la Medicina y por ende en el bienestar de la humanidad. En el movimiento histórico de las comunidades suelen quedar grandes núcleos humanos, casi siempre sin noción de núcleo, retardados en su propio progreso, instrumentados o usados por los grupos usufructuados y dominantes. Así ha sucedido con los Página | 125 esclavos primero, con los siervos después, con los proletarios más tarde y aún sucede con buena parte de las mujeres y los niños2 . No se trata de partes de la humanidad que han quedado sin progresar, sino sin redimir, por lo que deben ser denominados sujetos irredentos. La redención se alcanza por un doble mecanismo: la conciencia del grupo que reclama sus derechos y la conciencia del grupo opresor que ha de concederlos de grado o por fuerza. Sostengo que los pacientes, como grupo humano genérico, son irredentos que no tienen conciencia de sus posibilidades de redención, en cuanto el grupo (o mejor dicho el sistema) opresor no tiene el menor interés en que adquieran tal conciencia. Por eso les dirijo esta carta abierta, que es carta en cuanto supone un destinatario concreto y abierta en cuanto sus intenciones buscan ser conocidas por otros curiosos pertinentes. Cuanto en ella he de decirles está apoyado y sostenido en las comprobaciones, afirmaciones y concepciones de múltiples autores… Es de simple lógica que el ser humano enfermo requiere el afecto y la compañía de los suyos… …La doctrina proviene siempre de los pensadores; la puesta en acción tiene que surgir de las masas. Una idea cualquiera puede tener valor intrínseco, no está viva mientras no se haga capaz de producir actos útiles, lo que quiere decir hasta que no pueda mover a las gentes a producir actos útiles según ella. Vengo buscando a la gran masa de pacientes, masa tan grande que abarca la totalidad absoluta de la comunidad ya que en algún momento todos somos pacientes. Traigo a esa búsqueda cuanto han dicho y escrito los autores purificado en el fuego de un ejercicio profesional de casi medio siglo de contacto íntimo, apasionado y amoroso con pacientes de toda laya y condición; ejercicio que me ha impuesto el concepto de que el hecho médico es en sí mismo una relación de persona a persona, es decir una vinculación entre iguales, igualdad que en los hechos concretos no se realiza casi nunca gracias a un régimen de solapada arbitrariedad. Los médicos cuentan en las bibliotecas con muchas obras que pueden esclarecerles la conciencia de la situación. Los pacientes, en cambio, carecen en absoluto de publicaciones que los ilustren e inciten a un cambio de conducta que les procure la liberación de su infracolocación social y comunitaria. No ignoro el género de críticas a que me expongo. En 1954, al cumplir 25 años de médico escribí: “Para no pocos espíritus gregarios la ética es complicidad o casi. No. La ética es decencia y ello obliga a no pactar con el inmoral. Si para explotarlo, un médico engaña a sabiendas a un enfermo, lo ético es desengañar al enfermo, no cubrir al médico. El médico nos obliga en cuanto a médico en tanto guarde una categoría moral. Los médicos constituimos una clase, no una banda”. En el prólogo del libro que contiene esta cita había quedado anotada esta advertencia: “Será bueno decir desde ya que no todos los médicos somos colegas”. No deseo que nadie crea, suponga o sospeche que no tengo en muy alto concepto la profesión que ejerzo. Todo lo contrario. Pero también tengo en concepto igualmente alto a los pacientes, íntimamente insertados en la razón misma de ser de la profesión. Procurar para ellos la situación más exigente y libre es en última instancia un modo de mejorar la profesión médica. Para ello se hace necesario revisar lo que ha de entenderse por Medicina frente a lo que por Medicina se suele entender, qué ha de entenderse por médico frente a lo que por médico se suele entender y por fin qué debe entenderse por paciente frente a lo que por paciente se suele entender. Todo ello en pro de la única salida posible y constituido por una comprensión suficiente y eficaz entre dos grupos humanos que hasta el presente no parecen haber disfrutado del contacto necesario que haga posible la redención de la gran masa irredenta de los pacientes. NOTAS 1. Se entiende convencionalmente por hecho médico el acto relacional característico que se produce entre tratante y paciente; tiene una dinámica, un fin y un objetivo que cabe analizar cada vez. 2. El caso de los niños es especialísimo en cuanto ellos, imposibilitados en absoluto de alcanzar conciencia de grupo y por ende de hacer huelgas o de votar, han de esperarlo todo de la responsabilidad de los adultos; entre tanto, son uno de los materiales más concretos de la autodeterminación futura de la humanidad y los objetos directos del masoquismo de la sociedad como conjunto. Página | 126 Artículo Original Cuestiones culturales complejas dictan conductas relacionadas con el lugar que corresponde al médico en su labor terapéutica primaria. ¿Desde dónde y cómo ocuparse del paciente? Mucha agua ha corrido bajo el puente. Cabe analizar lo habitual y explorar senderos menos transitados que permitan satisfacer la esencia del ser profesional que exige servir mejor al otro. Ética del cuidado en medicina Maria Luisa Pfeiffer Doctora en Filosofía, Universidad Sorbonne, Investigadora del CONICET, Programa de Bioética del Hospital de Clínicas, UBA [email protected] Resumen : Curar y cuidar son la misma palabra que significa ocuparse con esmero, con preocupación, con celo del enfermo. Usamos curar cuando es posible restaurar la salud perdida, si sólo podemos acompañar en el dolor, el sufrimiento y la muerte usaremos cuidar. El lugar auténtico desde donde el médico ejercerá este cuidado es su encuentro con el enfermo. Este es un espacio nuevo que debe ser constituido con el aporte genuino de ambos. Sólo el tacto y la escucha atenta posibilitan ese cuidado. Palabras clave: cuidar, curar, ética del cuidado. Ética do cuidado em medicina Resumo: Curar e cuidar são a mesma palavra que significa se ocupar com esmero, com preocupação, com fita-cola do doente. Usamos curar quando é possível restaurar a saúde perdida, se só podemos acompanhar na dor, o sofrimento e a morte usaremos cuida. O lugar autêntico onde o médico irá exercer este cuidado é seu encontro com os doentes. Este é um novo espaço que deve ser constituído com a genuína contribuição de ambos. Só o tacto e a escuta atenta possibilitam esse cuidado. Palavras-chave: cuidar, curar, ética do cuidado. Ethics of Care in Medicine Abstract : Cure and care are the same word meaning to deal with carefully, with concern, with the zeal of the sick. We use to cure when it is possible to restore lost health. If we can only accompany in pain, suffering and death will use care. There is an authentic place where the doctor will exercise this care: his encounter with the sick. This is a new space which must be constituted with a genuine contribution of both. Only touch and attentive listening enable this care. Keywords: care, cure, ethics of care. Curar y cuidar A lo largo de la historia de la medicina el médico ha desempeñado principalmente funciones de asistencia y consuelo. La base moral de estas funciones era principalmente promover el bien para el enfermo y evitar el mal. Hasta el siglo XV el médico debe saber filosofía y teología aunque reconozca que la medicina es otro tipo de sapientia humana cuyo objeto concreto es el cuerpo en tanto está enfermo. Entre los siglos XV y XVII cambia la concepción de la medicina en cuanto acompaña a la transformación del conocimiento. Comienza a tener pretensiones de científicos la nueva idea de ciencia y de la capacidad de promover cambios en la naturaleza. Es interesante detenerse un momento en este giro de la medicina. La medicina medieval conserva el sentido de la griega, “Como el asclepiada hipocrático fue “servidor de la naturaleza” el médico escolástico será “servidor de la potentia Dei ordinata”1. Ninguna de ellas es una medicina reparadora sino que “asisten” al enfermo y sirven al orden “natural”. El papel del médico era acompañar el transcurso de la enfermedad paliando a lo sumo alguno de sus efectos como podía ser el dolor y no curar, por lo menos en el sentido que lo comprendemos hoy: enmendar, arreglar, volver al estado anterior, reparar, poner remedio (un remedio?), librar de un riesgo. Por eso el mejor médico era el que sabía el derrotero de la enfermedad y sobre todo qué circunstancias podía convertirla de leve en grave o mortal. “Debe el médico ser estudioso en el conocimiento, cauto y ordenado en la prescripción, circunspecto y prudente en la respuesta, ambiguo en el pronóstico, justo en la promesa; y no prometer (por sí mismo) la salud, porque entonces usurpará el oficio divino y hará ofensa a Dios, antes prometa fidelidad y diligencia”2. El médico, en el objeto que le competía, no era diferente del filósofo. Ambos debían definir la esencia de las cosas, en este caso la enfermedad y la salud y les ocupaba el lugar que ocupaban las cosas y el hombre en el cosmos. Cuando leemos en el juramento hipocrático que el médico jura apartar del enfermo todo daño y maleficio, no se está haciendo referencia a la enfermedad en sí, sino a todo lo que pudiera causar al enfermo males que modificaran su estado. Imbuidos de una mentalidad moderna entendemos hoy apartar “todo daño y maleficio” a alejar la enfermedad3-figura prototípica del mal para el hombre moderno-, actuar en sentido reparador. Sin embargo, y esto es muy curioso, el juramento profesional que usan hoy nuestros jóvenes, la de la Convención de Ginebra, tampoco compromete a curar, a sanar, es decir volver al enfermo al estado anterior a la enfermedad. La fórmula dice “Velar solícitamente, y ante todo, por la salud de mi paciente”. Estamos cayendo en la cuenta que ningún médico parece haberse comprometido ni obligado explícitamente a curar la enfermedad sino más bien a cuidar la salud. La bioética propone acercarnos al médico o más bien al equipo médico y hallar conductas éticas en que se manifieste, tal como pedía Potter, su fundador, el hombre en su plenitud, íntegro, con capacidad de vivir su historia y proyectarse al porvenir. Esto muchas veces implica curar, pero sobre todo obliga al médico a cumplir con su vocación más antigua: cuidar4. El médico, entonces, ¿no debe curar? Plantearlo de esta manera es enfrentar una falsa opción ya que curar también y sobre todo, debe entenderse como cuidar. Si nos atenemos a los usos de la palabra curar se nos aparece como cuidar y conservar, fortalecer, por ejemplo las pieles, las maderas, las carnes, las telas, las tinajas para los vinos. También se llama curador al que cuida de los bienes o negocios de un menor o un incapacitado. Pero también hallamos esto desarrollado en la filosofía, para Heidegger, el filósofo alemán contemporáneo, el modo propio de ser-enel-mundo es la cura (Sorge) que no es otra cosa que ocuparse con esmero, con preocupación, con celo, del mundo, tomar el mundo a su cuidado. La “cura” se relaciona, según este filósofo, con dos referentes semánticos: esfuerzo angustioso y solicitud, lo que significa que, el ejercicio de cuidar conlleva, por un lado, esfuerzo, inquietud, dedicación, trabajo apre- Página | 127 miante y, por otro lado, se puede definir como un trabajo de entrega, de solicitud, de respuesta a necesidades ajenas. Practicar la “cura” es, en el fondo, esforzarse solícitamente por algo o por alguien. La acción de cuidar, pues, desde sus orígenes etimológicos, es una acción que requiere dedicación, esfuerzo continuado, sufrimiento por el otro. ¿Cómo se lo pone en práctica? El ser humano se ve obligado a elegir entre dos posibilidades fundamentales: optar por un futuro que lo convoca o disimular esa responsabilidad o vocación abandonándose al mundo en que está. Lo manifiesta en seguir los mandatos del “se”, lo que se hace, se piensa, se quiere. La fuerza de este “se” es muy grande y arrastra al ser humano a optar por lo que de alguna manera ya está elegido, ya está dado, en ese caso no podrá hacerse responsable de lo que elige, y no podrá anticipar lo que sucederá, por consiguiente no podrá cuidarse de ello. Tener cuidado, ser cuidadoso con lo que vendrá, con lo que hará con su vida y con la vida de otros es a lo que Heidegger llama la cura, el cuidado. El ser humano debe tener presente que todo acto que realice se proyecta hacia el futuro y tiene consecuencias para él mismo y para los otros. Al hacer su vida, al llevar adelante su vida, el hombre no puede olvidar que es tiempo encarnado y que además es con otros. Veamos como opera esto en el mundo del ejercicio de la medicina: el médico está aquí, conforma su propio ser pero al mismo tiempo forma parte del mundo del paciente, el médico es responsable por su futuro pero también por el futuro del paciente. Debe entonces cuidar al paciente en el sentido de protegerlo y confortarlo pero también en el sentido de tener cuidado con él, de ser cuidadoso del futuro del paciente. También el enfermo debe ocuparse de su existencia en función de un proyecto, de un futuro y está claro que en cuanto acude al médico realizará ese proyecto lo de la mano de éste. Tanto el médico como el enfermo deberán contar con el futuro, con un sentido de la vida que está más allá del presente. No importa si el proyecto de vida es largo o corto pero da sentido al hoy. En el futuro del médico, de los que lo acompañan y del paciente hay un proyecto común que da sentido al acto galénico. El médico responde a un llamado que proviene del enfermo en su momento de mayor desvalimiento y debe ser por consiguiente el que ponga lo que a éste le falta para proyectar un futuro. Entonces, antes que nada, debe ser cuidadoso, solícito, atento, diligente a la voz del enfermo, pero también cuidar del futuro que le permite avizorar al enfermo, un futuro que abre paso a la esperanza. Debe hacerlo sin renegar de lo que da Página | 128 sentido al presente, al pasado y al futuro del enfermo que tiene que ver con su forma de vivir y que, en el mejor de los casos, conformará su forma de morir. El mundo al que el médico es arrojado está poblado por la enfermedad, el dolor, la angustia, la soledad, pero de otro, no propia, y además por respuestas dadas desde la práctica médica existente o desde la habitualidad de no hacerse cargo de los problemas ajenos. Este mundo también está lleno de familiaridades como un saber médico científico es decir con un alto grado de verdad absoluta; o la concepción de los cuerpos como máquinas compuestas por piezas llamadas órganos; o la comprensión de la enfermedad como disfunción de esa máquina provocada en general por un factor externo a ella, solucionable por una reparación o cambio del órgano afectado; o por una hipervaloración de la respuesta tecnológica a la consulta diagnóstica; o por la necesidad científica de convertir al enfermo en objeto de observación, diagnóstico, terapia, o investigación. Deberá hacer un gran esfuerzo para ejercer la cura, el cuidado, haciéndose cargo de su propia existencia y deshaciéndose del peso de todo lo que se hace y se piensa que marca su presente y puede dar sentido a su futuro. Si ser hombre es tener cuidado con la vida en general y con el futuro de la misma, esta tarea parece concordar con la vocación médica, por consiguiente el cuidado del y por el otro se convierte en un deber moral. El lugar auténtico desde donde el médico ejercerá este cuidado es su encuentro con el enfermo, este es un espacio nuevo que debe ser constituido con un aporte genuino de ambos. ¿Cómo describir el espacio auténtico donde se encuentran médico y enfermo? En ese lugar, las relaciones se desarrollarán en el marco de un interés y una finalidad común: la salud del doliente. Imperará la veracidad por ambas partes, la disposición a escuchar y dialogar, la compasión que mueve al afecto e inclina hacia el otro, la simpatía que abre los ojos y el corazón. Ambos deberán ejercitar el saber: saber médico del uno, saber de su circunstancia el otro. ¿Significa esto que no habrá ejercicio del poder? Si, en cuanto poder sea aptitud, no, en cuanto sea dominio. El ejercicio de ser humano debe realizarse con otros, el ejercicio de ser médico debe hacerse con el enfermo. No hay médico sin enfermo, no hay acto médico sin enfermo. Proyectar un mundo con el enfermo compartiendo un espacio con él, el cuidado de ese espacio común, de ese proyecto común, es la medida no sólo del ejercicio de la humanidad del médico, sino de su ética. La Ética del cuidado Las relaciones con los otros son las que nos hacen buenas o malas personas, es decir lo que nos hace personas morales. Cuando se habla de ética en relación con la medicina se hace referencia a dos ejes sobre los que debe girar: la benevolencia y la buena intención. Estos son los dos ejes de las éticas más influyentes en occidente, la aristotélica y la kantiana. Cuidar es la manera más acabada de hacer el bien para el médico y la buena intención es precisamente la intención cuidadosa en la búsqueda del bien del otro, la que subordina los propios intereses a los del otro. Hoy podemos hablar sin equívocos de una ética del cuidado al servicio de la medicina. Cuando se menciona la ética del cuidado no se puede evitar pensar en Carol Gillingan quien desarrolló investigaciones para mostrar que el sentido moral de la mujer era de cuidado mientras que el del hombre era de cumplimiento abstracto de deberes y ejercicio de derechos. Una ética del cuidado pondría como conductas preponderantes las que vinculan con los demás, no-violentas, que eviten la destrucción y sobre todo que atiendan al contexto y no a los principios. No se trata para Gilligan de elegir entre derechos y responsabilidades sino de tomarlos como complementarios, de manera que el desarrollo moral consistiría en sustituir el antagonismo por el respeto mutuo. De ninguna manera puede aceptarse una ética de principios o de normas morales abstractas a costa del cuidado y de la atención a los particulares. Ejercer el cuidado significa asumir plenamente la responsabilidad por los demás de manera que evitemos el mirar para otro lado cuando alguien necesita de nosotros, no omitir las acciones que el otro está esperando de nosotros como individuos y también como sociedad. El mundo es una red de relaciones en las que estamos insertos como parte constitutiva y lo que le pase al otro nos está pasando de alguna manera. Hablar de una ética del cuidado en medicina significa básicamente estar atento al paciente como otro que necesita de nosotros, que acude al médico a pedir ayuda. Negársela, omitir acciones, o realizar acciones en beneficio de terceros, sería claramente optar por una conducta no ética, inmoral. Medicalizar la vida, parecería ser lo contrario de una ética del cuidado, ya que el mundo resultante será preponderantemente médico y en él el enfermo tendrá poco o ningún lugar como tal. Mainetti es quien dice que la vida está medicalizada en cuanto a que el orden médico autoritariamente paternalista y epistemológicamente cientificista se ha extendido a todas las dimensiones de la existencia humana. “Las nuestras son socieda- Página | 129 des terapéuticas que giran alrededor de los criterios normativos de “salud” y “enfermedad” establecidos por la medicina”5. Encontramos rastros de medicalización en conductas habituales de dependencia “enfermiza” que los miembros de ciertos estamentos sociales tienen respecto de la medicina como ser: exceso de consultas hipocondríacas, dietas alimenticias, traducción de temores en dolencias, consideración del embarazo como una enfermedad, necesidad de drogas farmacológicas para comer, dormir, despertar, trabajar, etc. Esto que tiene que ver con la posibilidad del mercadeo de la medicina apropiada que se extiende a todos los sectores de la sociedad donde los más pobres empiezan a adolecer de no poder “comprar” todos los remedios que necesitan. Lo que le da sustento es un concepto de salud construido desde la enfermedad en virtud del mecanismo que llevó a la medicina a pensar el cuerpo a partir del cadáver. Lo que prepondera no es el ser sino la negación del ser, cuando sabemos que es posible pensar la salud desde otro lado que desde la enfermedad, como hace J. Prick, por ejemplo, quien afirma que la salud está íntimamente ligada con el desarrollo del buen gusto, es decir el desarrollo de las facultades gustativas y olfativas como sucede por ejemplo en la degustación de un buen vino. La salud tiene que ver con los goces que nos proporcionan los sentidos, “está íntimamente ligada con esta actitud señorial que está a la base de una verdadera higiene mental”6. El exceso de medicalización no sólo alcanza a la vida sino a la muerte, también significada desde los patrones de la medicina como la negación absoluta del ser, que se identifica con la vida biológicamente concebida. Si bien es cierto que no podemos negar que la muerte es el mayor de los escándalos7, es al menos falaz identificarla con el no ser absoluto tal cual hace la medicina. La vida del hombre no parece entonces depender de que ejerza o no su capacidad de cuidar del mundo o proyectarse hacia él sino de que cumpla con ciertas condiciones que la medicina viene estableciendo para determinar que alguien está vivo y la obligación a cualquier costo de seguir estándolo. Vemos entonces cómo todos damos sentido a la vida y a la muerte y las valoramos tomando en cuenta pautas puramente médicas, la muerte adquiere la condición de mal supremo y la vida, -las funciones vitales-, debe ser sostenida simplemente por ser tal. Esto último es lo que justifica lo que llamamos el encarnizamiento terapéutico que olvida que “toda asistencia mecánica apuntala las funciones vitales de un individuo (no su vida) hasta tanto éste pueda valerse nuevamente por sí mismo”8, es decir vivir. Quizá el desarrollo de los nuevos conocimientos quirúrgicos, fisiológicos, químicos y la expansión de la aparatología, sostén de las funciones vitales y técnicas de implantes, haya exacerbado esta apropiación de la vida por parte de la medicina. Si hubiese una verdadera actitud de cura para el enfermo, un verdadero cuidado, habría prácticas que no se llevarían a cabo. La valoración de la vida y de la muerte debe provenir de otro lado que de la estrecha mirada biologizante de la medicina, por ello, la bioética acude entre otros al filósofo para que su mirada complemente la del médico. Es precisamente la muerte, enigma y problema siempre presente, el mayor de los desafíos y de los enemigos para el médico, la que lo acerca a la filosofía. Desde allí el por qué y el para qué exigen definiciones éticas que obligan al médico a abandonar su gesto cosificante. Las consecuencias serán movimientos de acercamiento al paciente, de simpatía, que lo ponen en riesgo e incluso se pueden volver peligrosos para el médico ya que lo colocan en igual plano con el enfermo y al identificarse con él puede sufrir “en carne propia” la muerte del otro o al menos su dolor. Con la irrupción del enfermo con peso propio se da una “inversión que sienta las bases de un paradigma novedoso, en el cual la consideración de la enfermedad cede paso ante la consideración del enfermo”9. Reflexionar frente al enfermo muriente y sobre todo al enfermo sufriente, se convierte en el mayor desafío para el médico. Sabemos que psicológicamente no es fácil para el paciente que sufre, que teme y rechaza la muerte y tampoco para el médico que encuentra allí sus propios temores y rechazos. Es más sencillo y también menos humano y ético seguir en lo que se hace, repetir lo que se dice, como decía Heidegger, vivir en el se. Aceptar el diálogo con la filosofía, con la ética, reconocer que el cuidado es el camino que lo acercará al enfermo, será reconocer que sólo por ese camino podrá cumplir con aquello que le reclama su vocación de médico. H.G. Gadamer, otro filósofo, afirma que la acción de curar tiene que ver directamente con el restablecimiento del equilibrio natural (Gleichgewicht) del organismo en relación consigo mismo y con la naturaleza10. Según esto el médico podrá curar en el sentido de cuidar, podrá generar confianza, se sentirá obligado a la honestidad, será el estímulo que el enfermo necesita para curarse, es decir para cuidarse a sí mismo y la compañía y el apoyo cuando ya no pueda hacerlo. A modo de conclusión ¿Qué necesita un médico para cuidar a su enfermo? Compasión, idoneidad, confidencia, confianza, Página | 130 solidaridad y “amor al arte”11, son virtudes básicas e ineludibles. Es muy claro que no son principios, ni puntos de partida, sino hábitos personales y profesionales que se exigen en la tarea de cuidar. Todos son necesarios pero ninguno es suficiente a título aislado, se requieren mutuamente. Para un buen cuidador, además, hacen falta algunas actitudes ineludibles: el tacto y la escucha atenta. El enfermo se siente cuidado cuando quien le atiende está cerca, cerca en el sentido físico del término. Tacto significa aproximarse a la persona enferma desde el respeto y desde la atención, tocarlo, contactar con él, acariciar su frente o poner la mano encima de su mano; este tipo de acciones revelan tacto y en el universo simbólico humano significan, por lo general, atención, respeto, proximidad, preocupación. El ejercicio del tacto es fundamental desde un punto de vista simbólico. No sólo porque patentiza la proximidad sino porque manifiesta vulnerabilidad y respeto por subjetividad del otro. Pero tener tacto significa también tener la capacidad de saber estar en un determinado sitio y en una determinada circunstancia sin incomodar, sin resultar una molestia para la persona que ocupa dicho espacio y dicho tiempo. De esto hablamos cuando decimos que alguien actúa con tacto. Tener tacto es, pues, saber estar, saber decir, saber callar, saber actuar o dejar de hacerlo a tiempo; en definitiva, lo que se tiene que hacer y lo que no se tiene que hacer en un momento determinado: saber hacer uso de la palabra de un modo conveniente, saber distribuir adecuadamente los silencios y las palabras, tener la habilidad de cuidar en cada instante la vida del otro vulnerado12. Llamamos escucha atenta a la capacidad de atender la palabra ajena, por insignificante que sea su contenido. Las palabras que pronuncia el enfermo en situaciones comprometidas no son banales ni circunstanciales, sino que expresan, dejan aparecer su mundo de sentimientos, sensaciones, ideas y el hecho de decirlas, pronunciarlas, de entregarlas, exponerlas, es un ejercicio, de por sí, terapéutico, liberador, curativo13. Escuchar es la tarea más difícil. Sólo es posible lograrlo acallando las propias voces interesadas, olvidando los problemas de orden personal. Escuchar con atención es una tarea ética, pues revela la importancia, manifiesta la trascendencia y la valoración del otro, sea quien fuere, prójimo o lejano como ser humano: es el modo más sensible de reconocer la dignidad del otro. Estas actitudes son éticas de por sí, debemos esperarlas de todos los que comparten nuestra historia, pero especialmente del equipo médico. BIBLIOGRAFÍA 1.Gracia Guillén, D. y Peset, J.L., “La medicina en la baja Edad Media”, T.III de Laín Entralgo, Pedro, Historia Universal de la Medicina, Salvat, Barcelona. 2.Ibid. 3.Cf. los distintos trabajos de Mainetti, José Alberto Etica Médica. Introduccion histórica, Quirón, La plata, 1989, La crisis de la Razón Médica, Introducción a la Filosofía de la Medicina, Editorial Quirón, La Plata, 1988, Estudios bioéticos, Ed Quirón, La Plata, 1993, Bioética fundamental. La crisis bio-ética, Ed. Quirón, La Plata, 1989. 4.En su libro Curar o cuidar Sergio Cecchetto hace un análisis de esta vocación prioritaria del médico. 5.El paradigma depresivo” en Rovaletti, ML (ed.), Psicología y Psiquiatría Fenomenológicas, Fac. de psicología de la UBA, Bs. As., 1994. Ver también sobre este tema: Pfeiffer, ML, “La medicina y la enfermedad: dos paradigmas”, Revista de Filosofía, México, Nº 91, enero-abril 1998. 6.“Aspects de l’anthropologie de l’olfaction gustative, L’evolution psychiatrique, Fasc. III/2, TOME XLII, 1977, p.870. 7.Cf. Pfeiffer, ML, “La muerte, ese escándalo”, Cuadernos de Etica, Buenos Aires Nº 21-22, año 1996 (apareció en julio 1997) y “La muerte como destino”, Nuevo Itinerario, Universidad Nacional del Nordeste, Facultad de Humanidades, Instituto de Filosofía, Año IV, Nº 3, diciembre 1999. 8.Cecchetto, S, Curar o cuidar, Ad. Hoc, Bs. As. p 67 9.Id. p. .25 10.H:G: Gadamer, Die Verborgenheit der Gesundheit,Frankfurt, 1995, p. 58. 11.Brycyczynska, G., “Caring. Some philosophical and spiritual reflections”, en Moya, J. Bryczynska, G., (eds.) Nursing Care, Edwuard Arnolf, London, 1992, p. 4 . Hipócrates pide philía iatrikê, philía techné 12.Brycyczynska, G., 1992 , p. 239 13.Id. p. 241 Página | 131 Notas Ocasionales Mentira, falsedad, ocultamiento y violencia se amalgaman en este cuento que Julio Cortázar (1914-1984) incluyó en su libro Material Plástico, uno de sus libros. El rol asumido o asignado a cada cual puede variar y exigir comportamientos diversos, de peor o mejor valor…La violencia muestra consecuencias indeseables aún en esta ficción. Julio Cortázar por Sara Facio en 1967. Cuento sin moraleja Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que discutía los precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender muchos gritos de vendedores callejeros, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas, y palabras para consignas, eslóganes, membretes y falsas ocurrencias. Por fin el hombre supo que había llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo del país, que se parecía a todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café. -Vengo a venderle sus últimas palabras -dijo el hombre-. Son muy importantes porque a usted nunca le van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro trance para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. -Traducí lo que dice- mando el tiranuelo a su interprete. -Habla en argentino, Excelencia. -¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada? -Usted ha entendido muy bien -dijo el hombre-. Repito que vengo a venderle sus últimas palabras. El tiranuelo se puso en pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un temblor, mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos especiales que siempre existen en esos ambientes gubernativos. -Es lástima- dijo el hombre mientras se lo llevaban-.En realidad usted querrá decir sus últimas palabras cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá decir, de modo que no hay engaño. Pero como no acepta el negocio, como no va a aprender por adelantado esas palabras, cuando llegue el momento en que quieran brotas por primera vez y naturalmente, usted no podrá decirlas. -¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? - pregunto el tiranuelo ya frente a otra taza de café. -Porque el miedo no lo dejará -dijo tristemente el hom- bre-. Como estará con una soga al cuello, en camisa y temblando de frío, los dientes se le entrechocaran y no podrá articular palabra. El verdugo y los asistentes, entre los cuales habrá alguno de estos señores, esperarán por decoro un par de minutos, pero cuando de su boca brote solamente un gemido entrecortado por hipos y súplicas de perdón (porque eso si lo articulará sin esfuerzo) se impacientarán y lo ahorcarán. Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que hiciera fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estabapálido-como-la-muerte, los echó a empellones y se encerró con el hombre, para comprar sus últimas palabras. Entretanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un levantamiento y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su glorieta preferida. Para que no pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto pegándole un tiro. Después se pusieron a buscar al hombre, que había desaparecido de la casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se paseaba por el mercado vendiendo pregones a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular, lo llevaron a la fortaleza, y lo torturaron para que revelase cuales hubieran podido ser las últimas palabras del tiranuelo. Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés. Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas, y uno de esos gritos sirvió más adelante como santo y seña de la contrarrevolución que acabó con los generales y los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que todo aquello había sido una torpe cadena de confusiones y que las palabras y los gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no comprarse, aunque parezca absurdo. Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los gritos resonaban de cuando en cuando en las esquinas. Página | 132 Carta de Lectores Cartas de lectores Se agradecen las cartas remitidas. Asombran algunas de origen distante. El “mundo digital” ofrece “cercanía” mediada por un click. Señor lector: le invitamos a opinar. Material de lectura: Comencé el año leyendo la publicación. La agradezco y entiendo que significó un gran esfuerzo. La reenvío a todo el plantel del Servicio de Ginecología. Estamos trabajando la cuestión en reuniones semanales. Aunque hablar sobre el tema no lo resuelve, es un alivio sentir que las opiniones que uno detenta son expresadas y compartidas por otros. Dra. Ruth Weinberg. ([email protected]) Felicita: Mis felicitaciones por el esfuerzo en hacer la Revista INMANENCIA así como por el nombre elegido. Deseo recibir un apartado del artículo del Dr. Rubén Tucci sobre la revisión de la Declaración de Helsinki. Prof.Emèrito (UBA) Dr. Fernando Silberman. ([email protected]) Elogia: Saludo la aparición de una buena publicación. Considero muy correcta la decisión editorial de divulgar posiciones diferentes sobre el mismo tema. Juan Manuel Castelli. Director de Capacitación de Profesionales de la Salud. Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. ([email protected]) Aplaude: INMANENCIA ofrece espacio para el debate y la confrontación pacifica de ideas, aporta experiencias y opiniones y expresa la cultura de cada opinante. Lo aplaudo. Difundo a psicólogos, psicoanalistas y médicos que trabajan activamente con jóvenes y adultos en talleres, hogares y escuelas. Dra. Valeria Borgarucci. ([email protected]) Agradecen: Agradecemos el envío. Es un orgullo el Hospital, tanto por su historia como por su presente. Gracias por compartirlo. Un abrazo cordial de Juan Coll y Susana Alonso (alonsosusanabeatriz@gmail. com) El aborto como algo demasiado serio - He leído la revista dedicada a tratar casi exclusivamente la problemática del aborto. Trata de una cuestión cuya solución no puede satisfacer todas las posturas. En España, por ejemplo, se han retrotraído algunas conductas al respecto. Todas las posturas publicadas apoyan en argumentos fuertes y buscan el menor daño. Es cierto que quienes están a favor aún no se sienten totalmente seguros, ya que la letra de las leyes muchas veces dista de su implementación y dejan “resquicios” que permiten alterar el fondo. Así como la guerra es demasiado seria como para dejarla, como alguien dijera, en manos exclusivas de los políticos (o los militares), este tema merece profunda discusión de todos los estamentos de la Sociedad, evitando dogmatismos y tentaciones de ubicarse en la cima de supuestos conocimientos superiores. Felicito por el esfuerzo y el resultado. Dr. Guillermo Semeniuk. ([email protected]) Diversidad de opiniones: La revista me parece muy interesante y ofrece un espacio muy importante de expresión. Estoy muy interesada en el ANP y la variedad de opiniones publicadas. El tema es muy amplio y da para largas disquisiciones. Tengo la mía y agradezco el aporte para repensar y replantear. Enf. Carmen Celia Álvarez. ([email protected]) Apreciación de un periodista: Miré la revista y me pareció que está muy muy bien. ¡Felicitaciones por el esfuerzo! La manera de titular, las bajadas, los temas seleccionados y el orden de la información resultan interesantes. Los temas son jugados y abren debates ya que aportan diferentes miradas. Sugiero incluir más ilustraciones pues amenizan, relajan el ojo frente a tanto texto, llaman la atención visual y tientan a la lectura. Paula Napolitano. ([email protected]) Solicitud de la Defensoría General de la Nación - La Secretaría General de Capacitación y Jurisprudencia de la Defensoría General de la Nación solicita el envío del artículo de la Dra. Stella Maris Martínez publicado en INMANENCIA #4. De no ser un artículo referido a nuestra área, lo enviaremos al sector de la institución al cual deba llegar. Pablo A. Zalazar. Secretaría General de Capacitación y Jurisprudencia. Defensoría General de la Nación. (capacitacion@mpd. gov.ar) Evaluación filosófica: Me pareció muy bueno el número 4. Trae material abundante. Agradezco la publicación de mis notas. Encuentro comentarios in- Página | 133 teresantes y estimulantes para seguir pensando un tema tan complejo. Dra. en Filosofía (UBA) María Luisa Pfeiffer. ([email protected]) Desde la Biblioteca del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires : Conocemos INMANENCIA a través del portal del CAICYT. Hemos recomendado algunos artículos a nuestros usuarios y difundimos la publicación a todo nuestro mailing. Hemos enviado entero el último número para invitar a todos los que lo deseen a participar con aportes. Nos interesa establecer lazos de cooperación informacional con los hospitales y en especial con las áreas de Salud Mental. Sonia y Celeste, Equipo de Biblioteca “Dr. Ricardo Gutiérrez”, Subsecretaría de Salud Mental y Atención a las Adicciones, Ministerio de Salud, Provincia de Buenos Aires. ([email protected]) Desde el Comité de Ética del Hospital Rivadavia, opina un Rabino - Agradezco el envío. Aprovecho la oportunidad para comentarle de mi libro “Filosofía Judía y Aborto” (Acervo Cultural Editores, 2008), trabajo de investigación sobre el estatus legal y filosófico del feto en el judaísmo más sus implicancias y contribuciones al problema bioético del aborto. Fue distinguido en la Sociedad Científica Argentina por la DVH y presentado en el Senado de la Nación así como en el Congreso Bioético Internacional en USA e Israel, distinguido como la más completa investigación del tópico en idioma español. Invito a visitar www.filosofiajudia.com.ar, donde se puede acceder a artículos de divulgación, conferencias y entrevistas sobre los temas que he investigado en los campos de la bioética y la ética desde la perspectiva judía. Soy profesor de postgrado en la UBA, asesor rabínico en materia de bioética y miembro asesor del Comité de Ética del hospital B. Rivadavia. Rab. Dr. Szlajen, Rabino. Doctor en Filosofía. Asesor, Investigador y Profesor en Filosofía Judía Aplicada. ([email protected]) Desde Rosario: Agradezco el envío. Me he prometido leer en profundidad muchas cosas que supongo, según el título, que me interesarán. En unas semanas escribiré sobre la violencia y lo enviaré. Pablo Yurman. ([email protected]) Desde Neuquén: He recibido INMANENCIA y agradeceré incluirme en próximos envíos. Soy médico especialista en Medicina Sanitaria. Vivo en Neuquén. Fui médico rural, ministro de salud de mi provincia, consultor de OPS en el área de Desarrollo de Servicios de Salud y Senador Nacional por Neuquén, cargo que acabo de finalizar. Horacio Lores. (hlores@ hotmail.com) Desde España: Agradezco el envío de este número, casi monográfico, sobre un tema que en España está sobre el tapete. Leeré todos los artículos que seguramente no tendrán “desperdicio”. José María Escudero Rodríguez.([email protected]) Desde Roma: Felicito por la revista. Recomiendo leer la sustanciosa entrevista efectuada al Dr. Jorge Scala, constitucionalista argentino y experto en bioética (http://www.zenit.org/es/articles/el-fallode-la-corte-suprema-en-argentina-sobre-el-abortoes-una-figura-ilicita). Asegura que la Constitución Nacional Argentina protege la vida humana “desde el momento de la concepción”. Estima que el fallo carece de todo valor jurídico en la Argentina. Lo califica de absurdo pues tiene un objeto triplemente ilícito:1. modifica la Constitución Política y el Código Penal, cosa que solo pueden hacer los legisladores;2. gobierna al indicar a las provincias lo que deberían hacer, acto reservado al Poder Ejecutivo; 3. legaliza el aborto, prohibido por la Constitución. Así, la corte suprema viola la división de poderes pues legisla y gobierna, y comete la peor de las injusticias al matar inocentes. Los fallos de la Corte Suprema solo son obligatorios en cada juicio. Los tribunales inferiores pueden decidir diferente aportando nuevos argumentos. Así ocurrió, por ejemplo en Córdoba donde un juez declaró inaplicable el protocolo provincial de abortos: lo declaró inconstitucional atento al texto de la reforma constitucional de 1994, que tutela la vida humana “desde el momento de su concepción” y considera que todo aborto es delito en la República Argentina. La sentencia asegura que la simple firma del formulario es insuficiente y antes de hacer el aborto se debe probar que el embarazo ha sido producto de una violación. Solo 10 jurisdicciones han aprobado los protocolos de aborto no punible: las provincias de Santa Fe, Chubut, Santa Cruz, Chaco, Salta, Entre Ríos, La Pampa, Córdoba, Ciudad y Provincia de Buenos Aires. Por tanto, 16 jurisdicciones no tienen protocolos. En Córdoba no se ha aplicado nunca. Sólo en las cuatro primeras provincias no pondrían “restricciones” al aborto. En Santa Fe se han realizado 17 abortos y uno en La Pampa. Se carece de información en el resto de las provincias. Muchos médicos se están asesorando para resistir esa orden inicua o al menos para ejercer la objeción de conciencia ante los protocolos propuestos. Guillermo Suarez. ([email protected]) Advertencia: El siguiente relato cabe como trasmisión de experiencia y advertencia. El 5 de marzo, aproximadamente a las 18 horas salí de la Facultad Página | 134 de Medicina de la UBA. Recogí el auto de un estacionamiento cercano y me dirigí a casa. Me detuvo el semáforo de la esquina de Córdoba y Uriburu. Dos muchachos de alrededor de 20 años se abalanzaron sobre mi parabrisas, con pretensión de limpiarlo. Aunque me negué, llevaron a cabo su “trabajo”. Inmediatamente y en forma amenazante exigieron dinero a cambio de la tarea cumplida. Con el fin de evitar cualquier altercado, decidí dejarles alguna moneda. Con tal intención, bajé el vidrio de la puerta del conductor. Me sorprendió uno de los “limpiavidrios”, que metió ambos manos por la ventanilla, me tomó del cuello y me gritó que le diera todo lo que llevaba encima. En ese momento el semáforo habilitó el paso de los autos que estaban delante de mí. Avancé. El delincuente insistía, no me soltaba y casi logra sacarme por la ventanilla. El agresor, pudo arrancarme parcialmente la cadena de oro que suelo usar en el cuello y me liberó cuando logré adquirir una velocidad respetable. Entonces, se dejó caer y desapareció entre los autos que circulaban por la avenida Córdoba. El golpe y las tracciones a las que fuera sometida mi columna dorsal, provocaron la fractura de la 12ma. Vértebra. Allí sufrí en 2012 una severa espóndilodiscitis. Transcurrido más de un mes de los hechos y a pesar del tratamiento efectuado, persisten dolores que limitan mi desempeño laboral y social. Alerto a quienes transitan por el barrio de la Facultad de Medicina con el fin de que tomen los recaudos correspondientes. ¡Prevenir es mejor que curar! Deseo profundamente que estas situaciones no se repitan a partir de vivir en una sociedad que mejore día a día, donde dé gusto vivir y donde desaparezca el temor que hoy sentimos. Dr. Roberto Luis Gallino Fernández - ([email protected]) Felicitación a la revista Eä: La revista argentina digital Eä Journal, Revista de Humanidades Médicas & Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (ISSN 1852-4680), publicación académica, periódica con referato, formato electrónico y de acceso abierto (www.ea-journal.com), recibió el Premio Internacional a las Humanidades Digitales (Digital Humanities Award) concedido el año 2013 a la mejor publicación en idioma no inglés. El comité editorial de este organismo recoge la nominación y supervisa la votación que el público efectúa sobre el interés y peso de los aportes hechos al campo disciplinar (http:// dhawards.org/). La revista es producida por investigadores de la Cátedra de Historia de la Medicina del Departamento de Humanidades Médicas y Departamento de Salud Pública, Facultad de Medicina de la UBA y del Instituto de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes y del Instituto de Estudios en Salud, Sociedad, Ciencia y Tecnología (ISO-CYTE). La auspician la Asociación Médica Argentina (AMA) y la Sociedad Argentina de Historia de la Medicina (SAHIME). Creada en 2009, publicó 9 números con casi 100 artículos que fueron visitados desde más de 100 países. Felicitamos por el premio logrado a la Dra. Gabriela Bortz, directora editorial de Eä ([email protected]). Sugerimos la visita a quienes interesen cuestiones relacionadas con humanidades médicas y con estudios sociales, así como a quienes deseen publicar sobre estos temas. Felicitación a la compañía teatral “El Bicho”: Se trata de un grupo de teatro independiente cuyo objetivo es promover la salud a través del arte y de la educación. Congrega a un grupo de ex alumnos del Teatro Municipal Gral. San Martín y de la localidad de San Martín, inquietos por cuestiones sanitarias. Están liderados por el Dr. Miguel Tilli, médico del Servicio de Ginecología y Obstetricia del HIGA Eva Perón. La mayoría de los actores son profesionales de áreas no vinculadas al área salud. Dirigidos por Betina Di Pietro y durante 2013, representaron El bicho en la pensión en la Villa La Cárcova de José León Suarez, San Martín. Provincia de Buenos Aires, en el HIGA Eva Perón y en el Hospital de Pediatría Garrahan. La obra teatral pretende concientizar a la comunidad sobre la prevención VIH/SIDA y otras infecciones de transmisión sexual. El guión original fue elaborado por el programa brasilero de Control de VIH/SIDA del Municipio de Petrópolis (Río de Janeiro, Brasil). Durante el corriente año, la compañía planea presentarse en hospitales y barrios carenciados. La SADI (Sociedad Argentina de Infectología) los invitó para presentarse en mayo, en el Congreso Argentino de Infectología por realizarse en Rosario. Puede tomarse contacto con el grupo a través de Facebook // El bicho en la pensión o por correo electrónico a infomutarg@gmail. com ó [email protected] Página | 135 Memento MEMENTO El hombre es la única criatura capaz de reconocer la evidencia categórica y universal de la muerte. Esto le concede singular posición frente a la vida. Acepta esta certeza absoluta desde la concepción y existe acompañado y determinado por la inevitable, inapelable y necesaria contingencia del final. A pesar de la habitualidad y previsibilidad, el epílogo de la vida no es menos brutal, triste, solitario ni definitivo. A quienes parten y a quienes quedan, la pervivencia en el recuerdo y la confianza metafísica de la existencia en otro universo ofrecen esperanza y consuelo. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:JohnDonne.jpg John Donne (1572- 1631) lo expuso de manera ejemplar en su Soneto Sacro X: (Una de las versiones circulantes) (Glosa en español a cargo de INMANENCIA) Death be not proud, though some have called thee Mighty and dreadful, for, thou art not so, For, those, whom thou think’st, thou dost overthrow, Die not, poor death, nor yet canst thou kill me. From rest and sleep, which but thy pictures be, Much pleasure, then from thee, much more must flow, And soonest our best men with thee doe go, Rest of their bones, and souls´ delivery. Thou art slave to Fate, Chance, kings, and desperate men, And dost with poison, war, and sickness dwell, And poppy, or charms can make us sleep as well, And better then thy stroke; why swell’st thou then; One short sleep past, we wake eternally, And death shall be no more; death, thou shalt die. ¡Hasta uno de estos días, compañeros! Dra. Nora Demetracopulos Lic. Carlos Caetano Carravetta Muerte, no te enorgullezcas, pues no murieron quienes crees haber vencido. Pobre muerte, si eres incapaz de eliminarme, ¡no eres tan poderosa ni temible! Te representan el reposo y el sueño y tu oferta debe ser muy grata cuando nuestros mejores hombres te eligen para liberar a sus almas y dar descanso a sus huesos. Eres esclava del destino, del azar, de los reyes y de los hombres desesperados, convives con el veneno, la guerra y las enfermedades. ¿De qué te enorgulleces, si la amapola y los encantamientos nos duermen tan bien como tu golpe? Superado un corto sueño, despertaremos para siempre. Entonces, no habrá más muerte; muerte, ¡tú morirás!. FUENTES http://elespejogotico.blogspot.com.ar/2013/12/muerte-note-enorgullezcas-john-donne.htmlhttp://lycettescott.blogspot.com. ar/2006/02/soneto-x-de-john-donne.html http://www.revistatog.com/num12/pdfs/gary1.pdf http://cronopoemas.blogspot.com.ar/2013/01/soneto-x-john-donne.html http://ladobrillantedelavida.blogspot.com.ar/2012/02/muerte-note-enorgullezcas-aunque.html http://www.lasvigiliasdepolifemo.com/2013/02/sonetos-sacrosde-donne-muerte-no-seas.html Página | 136 Notas de Opinión “…no sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa” José Ortega y Gasset (1883-1955) Esto, es violento Jorge Luis Manrique [email protected] Se acepta como violento a cualquier comportamiento humano deliberado que por acción u omisión produce o amenaza con provocar daño a personas o colectividades. Resulta del abuso de un poder cuyo objetivo es someter y limitar potencialidades presentes o futuras. Individuos y grupos humanos emprenden con frecuencia y ferocidad actividades donde asumen roles de victimarios sobre otros que resultan víctimas. Puede manifestarse como agresión física, acoso sexual o violencia psicológica. Viola derechos humanos y laborales al tiempo que afecta la salud y el bienestar de las personas. En la actualidad y a nivel universal, la violencia carece de aprobación pública y se le reprocha incorrección política. Un sucinto análisis sugiere que esta es una de las tantas declamaciones vacías y de mentida urbanidad, tan frecuentes en nuestra cultura. Este juicio está teñido de violento escepticismo. Carl Von Clausewitz aseguró “la guerra es un acto de violencia que intenta obligar a un enemigo a someterse a la voluntad del agresor”. Los últimos cinco mil años de historia registran sólo novecientos de paz. Desde 1700 hasta nuestros días, las guerras cobraron más de cien millones de vidas. El noventa por ciento ocurrieron en el siglo XX. Una quinta parte de los diez a treinta millones fallecidos en la 1ª Guerra y una tercera parte de los cincuenta a sesenta y cinco millones desaparecidos durante la 2ª Guerra Mundial y la guerra sino japonesa pertenecían a la población civil. Los ciento cuarenta enfrentamientos bélicos de diversa magnitud sucedidos desde 1945 ocasionaron más de trece millones de muertes. La proporción de no combatientes muertos creció progresivamente: setenta y tres por ciento en la década de los ´70, ochenta y cinco durante los ´80 y desde entonces, más del noventa por ciento. Los expertos citan entre los “daños colaterales” bombardeos (intencionales) de objetivos civiles, ataques contra personal de salud que actúa en campos de combate, deportaciones, reclusión en campos de concentración, hambre, pestes y discriminación. Las guerras responden a orígenes y motivos diversos y como categoría nosológica de la violencia, constituyeron la plaga más temible de todos los tiempos, la peor del siglo XX. Las “grandes potencias” reconocieron el desarrollo de estados de hostilidad y establecieron tratados “serios y formales” donde, para disminuir y encausar excesos, registraron derechos e instituyeron leyes que los tutelaran. Exhiben agendas plenas de mea culpa por consecuencias indeseadas de acciones voluntariamente emprendidas, mientras “alimentan por debajo de la mesa” a los monstruos de la violencia. Así, acunaron, aceptaron, promovieron y financiaron agresiones bélicas y desatendieron la pobreza, la desigualdad, el destrato y la inequidad. Por promoción o negación de su existencia se acepta que “esto, es lo que hay” y así, se naturaliza la violencia. El análisis del medio de información que se elija en toda latitud ofrece ejemplos de atropellos verbales, físicos, institucionales y legales acontecidos a diario. Fernando Savater asegura que los derechos humanos no han logrado aplicación efectiva y que no superan un catálogo de buenos propósitos. Esto es violento. Los individuos desempeñan sus tareas en ambientes donde las agresiones son cada vez más frecuentes. Por su lugar de ocurrencia, algunas se catalogan como violencia laboral (VL). Casi una cuarta parte de los episodios denunciados en el mundo acontecen en escenarios sanitarios. En 1996, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calificó a la VL de cuestión trascendente y la Organización Mundial de la Salud (OMS) le otorgó categoría de epidemia. Reunidas ambas con la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) coincidieron en la improcedencia de la violencia. En un documento de redacción conjunta, proponen acciones centradas en la dignidad, la igualdad de oportunidades y la no discriminación y promueven la instalación de medidas de profilaxis destinadas a disminuir riesgos. A principios del siglo XXI, la Agencia Europea publicó una guía de procedimientos “remediales” para VL en el ámbito de la atención de la salud. Página | 137 El “medio interno” de numerosas instituciones donde se ejerce la medicina congrega factores institucionales adversos, actitudes personales inadecuadas y hostilidad creciente. Entre los factores insatisfactorios de los escenarios figuran la insuficiencia de personal, demoras en la atención, retrasos en turnos para estudios o intervenciones, salas de espera atestadas con diseño ambiental inconveniente, confort e higiene impropias, falta de camas de internación, traslados inopinados, seguridad inadecuada y trato improcedente del personal administrativo o profesional. Las relaciones entre pares, entre médicos y pacientes y entre pacientes y médicos, están plagadas de inquietudes y de situaciones propicias para producir, recibir y asestar agresiones, ultrajes individuales o colectivos reiterados. El aumento de presión asistencial a pesar de insuficiencias conocidas y reconocidas, la imposición de normas de cumplimiento imposible, la manutención de condiciones laborales negativas, las remuneraciones exiguas, carentes de relación de dependencia y privadas de cobertura social son algunos de los abusos cometidos por los empleadores (públicos o privados) contra el personal de salud y cuya calificación cabría en acosos y discriminaciones de diversas categorías. Los pacientes están enfermos y se quejan porque perciben faltas en la atención, insatisfacción de sus necesidades y catalogan como injusto el trato proporcionado por la administración sanitaria y por los médicos. Los profesionales de la salud, muchas veces están inquietos, exasperados y asumen procederes profesionales que no son tales. Enfrentan a pacientes impacientes que los agreden, a superiores o compañeros que los vejan y a administradores o administrativos que los ofenden o injurian. Las agresiones se reiteran. Brotan de las partes acciones defensivas, que desmerecen la calidad de las relaciones interpersonales y de la atención de salud, aumentan los costos, restan eficacia y eficiencia y disminuyen la productividad. Ante experiencias indeseadas e indeseables constituidas por realidades imposibles de resolver a título personal (falta de insumos, de personal, de camas….), muchos profesionales limitan en lo posible el contacto y despersonalizan a pacientes y familias. Ante la frustración cotidiana del “hoy no se puede, pero mañana tampoco”, muchos se protegen y “encapsulan” para sobrevivir: se encuentran en situación óptimo para desarrollar el síndrome de burn-out. Esto es violento. El drama humano de la enfermedad potencia pena y letalidad cuando se asocia con la miseria. El mundo en que vivimos exhibe una desigualdad compleja: no todos somos ‘igualmente desiguales’, afirma CEPAL. El continente más inequitativo es América Latina donde según el economista Bernardo Kliksberg “un 10 por ciento de la población concentra el 45 por ciento de los ingresos”. Argentina ocupa el noveno lugar entre los países que producen el 60% de las riquezas naturales del planeta, pero la pobreza afecta a uno de cada tres o cuatro de sus hogares y uno de cada cuatro de éstos está en situación de indigencia. Una de cada diez viviendas carece de agua corriente y tres de cada diez no cuenta con servicio de cloacas, con la consecuente insalubridad. El Estado otorga planes permanentes alimenticios, de salud, educación, vivienda y trabajo a diez millones de personas. A pesar de todo, en uno de cada diez hogares urbanos (más de tres millones de personas) se registra franca malnutrición. El treinta y siete por ciento de los jóvenes no completa la educación secundaria, el veinte por ciento no estudia ni trabaja y una octava parte (12%) de los niños de entre 5 y 17 años realiza alguna actividad laboral para cubrir necesidades económicas del hogar. La mitad de las nuevas generaciones de adultos argentinos está excluida del sistema de la seguridad social. Movilidad social descendente, desocupación, subocupación y precarización laboral, baja remuneración de trabajadores activos y pasivos, falta de vivienda, inestabilidad económica, inseguridad ciudadana, pobreza, hambre, abuso de drogas y equilibrios ecológicos desatendidos prohíjan una nueva pobreza. La incontinencia de los sistemas instituidos niega espacio a sujetos o grupos marginados que quedan excluidos del conjunto como entes invisibles para la sociedad. Ilegalidad, inseguridad y violencia son manifestaciones de esta marginalidad. Las desigualdades estructurales conforman una matriz social fragmentada, conflictiva y débil en reglas de convivencia democrática. En nuestro país y según sondeos recientes de opinión pública los temas que más preocupan a la población son la corrupción (37%), la inseguridad (24%) y la inflación (22%) y los que figuran con niveles más bajos son la pobreza (7%), el desempleo (6%), la salud pública (3%) y por último, la educación (1%). Esto es violento. Umberto Eco estima que transitamos hacia una nueva Edad Media. Propone enfrentarla haciendo una quaestio disputata de todo saber y de todo quehacer. Sugiere explorar diferentes senderos, conducidos por hipótesis que admitan la lógica de la conflictividad y exploten el desorden. Nuestro legítimo deber es honrar el contrato social suscripto por la comunidad: procurar el mayor bienestar para todos, satisfacer los intereses personales en lo privado y el bien común en lo público. Somos más o menos ignorantes, inseguros y faltos de confianza o de medios para oponernos al status quo que ofrece problemas Página | 138 acuciantes. Los profesionales deben hacer lo que deban hacer como corresponde y respetar la dignidad humana guiados por la buena voluntad. Deben ganar a diario la confianza que les concede su comunidad y construir su futuro sobre la comprensión de cuestiones comunitarias del momento. Los principios de comportamiento profesional exigen a los médicos fidelidad con el contrato social de la medicina y éste excede el compromiso con el bienestar de los pacientes para exigir esfuerzos personales y colectivos que permitan ofrecer una mejor atención de la salud. Causas y consecuencias de la VL en la esfera sanitaria comprometen acciones médicas correctivas. No hacerlo, es violento. En “Discurso sobre la servidumbre voluntaria”, Étienne de La Boétie (1530-1563) aseguró que “el poder se impone sólo con consentimiento de aquellos sobre los cuales se ejerce; la explicación de la servidumbre no se debe rastrear en los gobernantes sino en los gobernados.” La ignorancia y la incomunicación acunan todos los males. Es necesario un idioma común para exponer argumentos válidos y establecer diálogos adecuados. La medida más fuerte para aplacar la violencia es fortalecer la adquisición de actitudes, principios y valores que definan el “estar” y el “ser” de los individuos dentro de cada grupo humano. La educación es la herramienta social necesaria para lograr equidad, sustentar el desarrollo e incluso crear, mantener o desarrollar un orden democrático. La falta de educación alimenta la persistencia y acrecentamiento de agresiones de toda laya. Esto, es violento El filósofo ingles Francis Bacon (1581 – 1626) aseguró “El que no quiere pensar es un fanático; el que no puede pensar, es un idiota; el que no osa pensar es un cobarde”. Sobra violencia. Evitemos cobardías, idioteces y fanatismos. Pesemos y aceptemos nuestra responsabilidad. El mundo en que vivimos y el país que constituimos dependen de nuestras opiniones y de nuestras acciones. Mejorar la salud física, mental e institucional de los ciudadanos, de los profesionales y de todas nuestras organizaciones exige disminuir el nivel de hostilidades interpersonales e institucionales. Quienes estén convencidos de la perversión de las agresiones deben evitar la propia, reclamar y lograr lo mismo de los demás. El establecimiento de relaciones dialógicas entre las partes parece ser el único camino para alcanzar esta meta. El razonamiento suele oponerse a la violencia. Es imposible imaginar diálogos sin insistir en la necesidad de aumentar el nivel educativo de los participantes. Invitamos a aportar opiniones y experiencias relacionadas con la educación para integrar el próximo número de INMANENCIA. ¡Hasta entonces! Página | 139 Espacio del Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires Distrito IV Página | 140 Artículo de Opinión Violencia laboral en el sector de la salud: La responsabilidad institucional Carlos Wechsler Jefe de Servicio de Nutrición, HIGA Eva Perón - Secretario General del Sindicato Médico AMRA - Seccional Conurbano Norte - Secretario de Prensa y Difusión de AMRA Nacional. [email protected] Introducción En este tema complejo y de múltiples aristas voy a dar mi opinión personal, que no deja de reflejar en cierto aspecto, la ideología y postura política de nuestra organización sindical frente a esta problemática. En los aspectos técnicos me ceñiré a los criterios producidos por la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la Internacional de Servicios Públicos (ISP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aportan suficiente material teórico como para ubicarse en la realidad que toca vivir a los trabajadores que realizan labores atendiendo a las personas, mayormente enfermas. Vivimos en una sociedad global violenta y este fenómeno no se limita solo a la realidad de nuestro país. Cada lugar de trabajo tiene características conflictivas propias que se producen por el desarrollo de nuestra actividad profesional. Por esto cada párrafo podría iniciar un debate diferente y enriquecedor. Espero que así sea. Desde el encuadre teórico se estima que la violencia laboral (VL) es la que se constituye como los incidentes sufridos por el personal, mediante abusos, amenazas o ataques en circunstancias relacionadas con el trabajo. Existe violencia física y psicológica, reconociéndose a esta última cada vez con mayor frecuencia e intensidad. La primera emplea la fuerza física, generando daños físicos, sexuales o psicológicos. La segunda es la implementada por el uso deliberado del poder o la amenaza del recurso de la fuerza física contra la persona y que pueden dañar el desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social del trabajador. La VL afecta la dignidad de las personas. Si está instituida es una fuente creadora de desigualdad, discriminación y generadora a su vez de conflictos. Del conjunto de los sectores laborales, el de la salud ocupa la cuarta parte de la VL y dentro del sector afecta por una u otra causa al cincuenta por ciento de los trabajadores. Si hablamos de violencia, hablemos de todas sus formas en el ámbito laboral; descendente, ascendente, horizontal, interna y externa. En el “hecho violento” (HV) hay una o múltiples causas que subyacen y anteceden a este seguramente. El HV puede ser aislado, recurrente, individual o colectivo y definido a una situación en particular o el instalado como una manera de demanda. Su presentación puede ser el producto detonante de condicionantes previos, es decir lo subyacente, como expresión negativa al reclamo. Por ejemplo el reclamo que en muchas ocasiones existió y el responsable en una institución o establecimiento no le dio el curso ni la solución. Por otra parte, y no es para desestimar, existe también la respuesta patológica de determinadas personalidades, que produce el acoso laboral. Asimismo la institución, organización o la comunidad pueden ejercer respuestas enfermizas sobre los trabajadores. Muchas veces, existe en estas estructuras una “doble moral”, ejercida y hasta aceptada socialmente por conveniencia de sus integrantes. EL LUGAR DE TRABAJO Y EL CONTEXTO. Vivimos en un mundo violento. La sociedad argentina no está exenta de esta situación. Aquí, el marco normativo desapareció progresivamente en los últimos sesenta años; estamos viviendo esta realidad con agravantes. Se fue perdiendo la dinámica de la valoración, en lo referido a la convivencia. En los lugares de trabajo se sustituyó el debate de ideas, por una construcción de la realidad desde lo individual. La falta de políticas de Estado en el área de la salud pública ha permitido, que el desarrollo de un modelo fragmentado de atención de la enfermedad. Este hecho, a través de los años nos fue acostumbrando a una forma de vida basada en la subsistencia, para mantener nuestra fuente laboral. Los usuarios aceptaron la situación por conveniencias de grupo y reforzaron el modelo. Nos alejamos de lo que debería Página | 141 funcionar como un sistema de salud. Poco a poco nos fuimos domesticando, no pudimos o no supimos resguardar las condiciones de trabajo. Perdimos la capacidad de disfrutar la vida, si tomáramos al trabajo como un propósito que dignifica a la persona que trabaja. Se nos fue la tranquilidad, el lugar de trabajo se hizo inseguro y la previsión de nuestro futuro incierta. Aprendimos a cuidarnos permanentemente, pero como un hecho negativo. Así, desgastamos gran cantidad de energía que serviría para desarrollar actividades constructivas, personales, laborales y sociales. La salud es un derecho desde lo declamatorio en nuestra realidad actual, pero recién se produce como un hecho cuando en forma transversal nos abarca a todos en el acceso a la misma y con iguales condiciones. En las últimas décadas se amplió la brecha para el acceso y consecuentemente la diferencia en la aplicación del derecho es generadora de violencia. Utilizamos herramientas útiles para el aprendizaje para intentar resolver cuestiones humanas de derechos y creo que logramos un mayor aislamiento. Va a costar mucho reconstruir un espacio válido para la discusión política que fomente un sistema de salud basado en el derecho y una lógica de funcionamiento. Sin entrar en detalles y anécdotas creo que los hechos descritos han sido fundamentales para que se creara un estado de violencia en el sector de la salud. Siento que somos los trabajadores en nuestro lugar de actividad, la cara visible para efectuar el reclamo. Funcionamos en la actualidad como un mostrador de quejas, ante la frustración o la ira de las personas que demandan lo que les corresponde. Constituimos un grupo de trabajadores, que por nuestra vocación tratamos de ayudar a las personas a restituir su estado de salud o conservarla, pero se nos hace difícil porque la que está enferma es la institución. También por supuesto todos los establecimientos que de esta se desprenden en mayor o menor grado. Por lo antedicho, desde el plano ético y moral deberíamos ser los trabajadores desde el interior de una organización, como bien puede ser un Ministerio de Salud o un establecimiento hospitalario los que lucháramos contra esta desigualdad. Por supuesto los trabajadores podemos analizar nuestro comportamiento e interacción en las prácticas sociales, pero sin la participación y el consenso de la comunidad no se podrá llevar a la práctica. Invito al lector que analice el vector metalingüístico para el caso y demostrar las conexiones entre el pensar, el decir y el hacer que las organizaciones antes mencionadas utilizaron en los últimos cincuenta años. Claro está que pudieron haber existido excepciones. Cuando hay una desviación intencional entre lo pensado, lo dicho y lo ejecutado a nivel consciente, podemos afirmar que hay una voluntad de perversa. En el plano organizacional si esto ocurre y sobre todo en forma habitual o recurrente podemos decir que nos encontramos ante una doble moral de la organización. Para ejemplificar en el plano individual, cuando no se dice, se oculta, o se deforma una idea hablamos de hipocresía. Si es con intención de engañar el concepto usado es la mentira y cuando una organización utiliza maneras contradictorias de expresar lo que piensa hablamos de un doble discurso. Si esto se realiza de manera intencional en ideologías o promesas incumplidas, resulta un agravante serio cuando quien lo produce es el empleador Estado. Es claro que debemos abrir un debate democrático consensuado, entre los trabajadores y el empleador, que permita una salida a esta crisis. Cuando nos sentamos en mesas de negociaciones y soy testigo de ello, hablamos de remuneraciones, condiciones del trabajo y desde hace un tiempo no dejan de estar presentes la VL y la enfermedad profesional del trabajador médico. Hasta la fecha solo obtuvimos promesas incumplidas y en todos los subsectores, ya que nuestro Sindicato Médico tiene una personería para ello. Negar estos hechos visibles sería un sin sentido, no deberíamos ser simples espectadores o sólo expresar lo que deberíamos hacer. Ser protagonistas dignos sería, a mi entender, transformar las ideas en acciones colectivas y que nuestros lugares de trabajo estuvieran protegidos por el respeto de las partes. Este marco de tolerancia por ende no puede fundarse con mentiras o promesas falsas. Reconstruir una relación sana deberá ser el tema a instalar, de lo contrario no haremos más que reciclar el estado actual de la situación. Volviendo al vector metalingüistico las desviaciones entre decir y hacer o las incongruencias entre decir y pensar, independientemente del sentido lineal en el vector de comunicación organizacional, podemos estar frente a un hecho perverso. Entonces cuando los actores deciden y ejecutan comunicándolo socialmente, siendo estos parte de un círculo vicioso, nos encontramos frente a un hecho perverso. Para reconciliar a las partes considero importante este planteo lógico para entender con una mirada retrospectiva el funcionamiento organizacional, en el cual el trabajador realiza su tarea. En muchas oportunidades, frente a determinadas situaciones de la realidad, emanadas de normativas u órdenes expresamos, “... pero no piensan o no saben... “ y en realidad deberíamos significar, si esta no es una forma recurrente de actuar, en la cual “ Página | 142 piensan, dicen y hacen diferente “. En estos casos deberíamos diferenciar por supuesto nuestra forma de reclamo, con una denuncia que ponga en de manifiesto la intencionalidad de engaño por parte del empleador. Claro está que el reclamo o la denuncia pública debe ser dirigida a quién corresponda sea este el empleador Estado, privado o de la seguridad social. Los trabajadores médicos tenemos todo el derecho de defendernos ante este tipo de situaciones. Sobre todo cuando la dinámica del funcionamiento en un establecimiento esta alterada y no se cumple con sus objetivos y se convierte en disfuncional. Por otra parte lo perverso no es sinónimo de enfermedad de la organizaciones muchas veces estas, están enfrentando una adaptación a agresiones externas verticales descendentes o ascendentes. En ocasiones podemos confundir la disfuncionalidad por analogía con perversidad, porque la organización puede perder su razón de ser, apartándose de sus funciones productivas o desplazamiento de sus fines. Esto afecta al trabajador profesional por frustración, ante la falta de poder aplicar su saber y disposición vocacional de ayudar a la persona enferma. Es una forma de desperdicio de todo su esfuerzo anterior, realizado durante muchísimos años en el aprendizaje la capacitación y actitud frente a la vida. Como contra cara puede aparecer una formalización excesiva, haciendo énfasis solo en las rutinas, procedimientos y jerarquías que son enfermantes, llevando a la pérdida de la motivación y la alienación del trabajador en el área de la salud. Lo alterado en esta realidad es que el trabajador médico está atrapado con formas contractuales ofrecidas por los empleadores que le generan una gran inestabilidad. Los trabajadores se encuentran permanentemente con la amenaza de la pérdida de su fuente laboral y la desocupación. También una gran mayoría de los médicos trabajan en negro o formas fantasía que el empleador utiliza para no registrar actividades, que en realidad le competen según lo establece nuestra legislación laboral. Este trabajo fraudulento , que se encausó con una velocidad inusitada en la década neoliberal de los noventa, a mi entender deberá ser peleada para reconquistar los derechos perdidos. Aquí creo que tenemos un punto de clivaje para trabajar y cambiar esta especie de sometimiento aceptado. Hay que ceñirse a reclamar lo que la legislación laboral establece. No es ni más ni menos que el trabajo registrado. No va a ser fácil, sobre todo cuando el empleador es el mismo Estado y hay detrás el consenso de una sociedad que apoyó esas decisiones que tanto daño hicieron. ¿Podríamos afirmar entonces que el hospital se volvió iatrogénico? Sí, de acuerdo a lo que expongo y entiendo. Yo quisiera con esta pregunta que el lector genere una opinión propia, pero también trataré de defender mi afirmación. Es indudable que el trabajador médico con el tipo de tarea y el tiempo de exposición a la misma va produciendo en numerosas ocasiones, mecanismos de defensa destructivos, ante la angustia que genera la interacción social. Cuando uno analiza una realidad tan activa, es necesario hacerlo dentro del marco conceptual, que en este caso quiero definir como un modelo fragmentado de atención de la salud. Por lo tanto es necesario aclarar cómo van a ser nuestras pautas de interacción trabajando en una realidad de pluriempleo de un subsector al otro, sin que genere contradicciones y/o antagonismos. En este contexto complejo no debemos por lo tanto analizar solo un fragmento de las actitudes, comportamientos y las conductas resultantes. Cuando hablo de iatrogénico me refiero al establecimiento y no al accionar de los trabajadores. No defiendo a la tecnocracia ni a los modelos cientificistas que solo se desarrollan para generar mayores ingresos a sus industrias. Pero si defiendo al progreso que este al servicio de las personas que necesitan restablecer su salud. El derecho para acceder a un correcto tratamiento hoy no esta garantizado de una misma forma para las personas enfermas. Este hecho no solo no es injusto, sino que no respeta derechos primarios, derechos humanos. Los trabajadores del sector somos testigos a diario y somos los que debemos soportar la carga que tal injusticia provoca. Esto que relato y ocurre actualmente no es un secreto, cada persona de nuestra sociedad sabe las dificultades que debe experimentar para lograr una debida atención. Pero es la misma sociedad la que realiza una validación consensual de esta situación. Si todos somos testigos y lo admitimos, pero no exigimos que cambie esta realidad, la situación nos nivela negativamente como sociedad. Nos nivela a que todos tengamos los mismos problemas sin resolver, porque el impacto lo recibimos todos en algún momento. Si nos sinceramos, sería más solidario que todos tuvieran las mismas posibilidades de acceso y resolución. El autor E. Fromm decía que si la mayor parte de la sociedad no alcanza las metas que le corresponden a todo ser humano y que quienes las viven no las registran como una desviación, se trata de un defecto socialmente modelado. Creo que aquí debemos ubicarnos. Los trabajadores médicos sufrimos este tipo de adaptación negativa, comparte este desorden y no llega a Página | 143 entenderlo. Es probable que esta alteración la tome como parte del desarrollo de la profesión y lo admita así, ya que alienado viene realizándolo históricamente en su desempeño, desde la graduación. Sus colegas que lo anteceden muestran el camino a seguir en el saber y porque no en las relaciones laborales, siendo esta una forma de admitirlo. Ejemplificando, es normal para los colegas emitir un recibo aunque no le corresponde como en el caso del monotributo. Tal vez esto se produce por esa deformación histórica, de seguir pensando que el médico es un profesional liberal. Pero lo único que reafirmamos con esta situación es beneficiar al empleador evitándole admitir la relación de dependencia siendo que este pone las condiciones laborales, paga y los pacientes son de su empresa u organización. Los médicos de reciente graduación tienen la ávida necesidad por lo formativo incorporándose a las residencias, concurrencias, pasantías y visitancias, formas de trabajo admitidas en la práctica desde hace años. Salvo la residencia que es una beca con retribución monetaria las demás maneras de aprendizaje son formas gratuitas de formación y trabajo. En cualquier otra actividad esto se denominaría sometimiento o esclavitud. A los profesionales médicos se los estigmatizó y convenció de que se trata de un sacerdocio. Las guardias médicas no encajan en ningún tipo de forma de trabajo, conforme a lo que establecen las organizaciones laborales a nivel internacional, a las cuales adhiere nuestro país con rango constitucional. La jornada laboral en el mundo civilizado es tomada desde hace muchísimos años con un máximo de ocho horas. Mayor a este tiempo y sin consentimiento por parte del trabajador es tomado como esclavitud por la OIT. Otros países ya han adoptado formas de atención de las emergencias en jornadas de ocho o seis horas de labor. Cabe recordar que con horarios de mayor duración, no solo exponemos al trabajador médico a un deterioro de su salud, sino también a quién demanda atención desde la comunidad. Es claro que a mayor tiempo de exposición en una actividad, en la cual el estrés gobierna las circunstancias, pueda llevas a errores involuntarios que se desprendan de la atención del paciente. Hay muchos trabajos a nivel internacional y sobre todo uno realizado en el hospital Eva Perón de San Martín, que muestra el deterioro del trabajador de guardia de veinticuatro horas. En el mismo se pueden apreciar las alteraciones del comportamiento, desordenes bioquímicos metabólicos y hormonales medidos al ingreso, a las doce y veinticuatro horas a su la salida. Los cambios marcados como alteraciones fueron un claro producto provocado por el estrés que genera dicha actividad. Lo que mas me impactó fueron las pericias caligráficas con claros signos de despersonalización, que los colegas trasladaban seguramente a su actividad posterior. Por otra parte, si estos errores ocurrieran los profesionales médicos, serían los primeros en responder en responder. Una buena pregunta hay que plantear entonces. ¿Ante quienes?. Ante abogados que no buscan justicia, sino mercancía para negociar. Si buscaran justicia accionarían contra el marco legal que permite estas condiciones de trabajo, ya que estos conocen los mecanismos a implementar. La llamada industria del juicio sigue vigente y tiene el aval social, sino hubiera desaparecido a mi entender. Este condicionamiento que se desprende de nuestra actividad, es violento, nos pone en actitud defensiva, nos limita profesional y laboralmente. La relación del trabajador médico con la comunidad debe ser cordial, no se puede ejercer un acto médico con el presupuesto de que el trabajo se realice con imprudencia, impericia o negligencia. En los países donde la judicialización es admitida como parte de un mercado y las compañías de seguros son parte propiciadora del negocio, la respuesta fue una medicina retraída y regresiva. Esto defectos fueron socialmente aceptados y la autoridad institucional no desconoce esta realidad porque ya son parte de una cultura social. Estas mismas situaciones en otra cultura provocarían en los actores seguramente, repudio condena o aislamiento. Claro que la salud es una condición humana que hay que tratar de preservar y es un rol indelegable que el Estado debe asegurar. Como crítica de lo que nos sucede, pero a manera de un mensaje reforzador positivo creo que nunca deberíamos haber dejado Políticas de Estado (PE). Volviendo a crear una PE en salud se normatizaría la actividad a nivel nacional, se descentralizarían las acciones y disminuiría el conflicto. Las normativas centralizadas protegían a todos por igual y de manera solidaria. Haber permitido como sociedad que el modelo en salud se fragmentara, no hizo más que disociar la práctica de nuestra profesión y por ende que el acto médico se realice de diferente forma según el lugar que se hiciere. Nos basamos en que cada persona que atendemos tiene el mismo derecho a curarse. Pero, ¿le podemos ofrecer a todos por igual nuestro conocimiento ? A mi entender no y se produce un conflicto difícil de aceptar y resolver. Son actos contradictorios, el trabajador debe aplicar un mismo conocimiento con recursos distintos, los disponibles en estructuras diferentes en un mismo momento. No quiero hacer una crítica destructiva, sino plantear una actitud crítica que permita esclarecer una realidad que existe y corregirla. Aquí nos enfrentamos nuevamente a una situación violenta. La Página | 144 adaptación que requiere la toma de decisiones en la realidad descrita, produce un desgaste innecesario que realimenta en forma negativa la construcción de la futura actividad a desarrollar. No debemos olvidarnos que las decisiones que tomamos, si no son las adecuadas o correctas ponen en riesgo la salud o cura de un tercero, que en este caso es un ser humano. Por otra parte alguien que no conoce intrínsecamente el tema podría expresar, ...y es lo que eligieron! . No nosotros como profesionales, elegimos una vocación, un trabajo digno, con remuneraciones que nos permitan desarrollarnos, con una formación y capacitación continua y condiciones de trabajo que aseguren nuestra salud. La política en salud, debe surgir de un debate de la sociedad debiendo integrar a todos estos estos subsectores que boyan a la deriva anárquicamente reciclando este desorden. Este debate debe realizarse en el marco de una PE, para que tenga continuidad y trascienda las políticas de gobierno. Llevamos sesenta años de desorden y es sabido que el caos trae el orden autoritario y se pierde la libertad. La libertad y la salud son condiciones que se valoran cuando uno las pierde. Sería bueno mostrar como sociedad, que con normas centrales claras emanadas de la Nación, podríamos fomentar, educar y sostener a la salud como una condición, un derecho que se transformare en un hecho de igualdad para el pueblo argentino. Sería una inversión para un pueblo y no para una sumatoria de individuos. Evitaríamos la violencia. Durante muchos años se creó la idea, de que financiar la salud pública desde el Estado es sinónimo de hacerse cargo de la misma. Financiarla es solo un aspecto, no menor por supuesto. Por otra parte, los trabajadores mediante sus obras sociales se financian y una gran cantidad de personas deben recurrir a su propio bolsillo para acceder a la atención de su enfermedad. Me pregunto, por qué no tener un verdadero sistema normativo, universal y solidario y que los servicios de la salud sean un verdadero derecho de las personas. Que la actividad del sector, en lo referido a la atención y los valores de las mismas, surjan de una decisión consensuada entre empleadores, trabajadores y organismos de aplicación y fiscalización del cumplimiento de la Ley. El sistema normativo debe ser nacional, preacordado por todas las provincias, para dar cumplimiento a nuestro estado federal y atendiendo la debida regionalización. Establecido este marco legal, se deben descentralizar las acciones operativas a los estados provinciales y municipales, con los roles que a cada uno correspondan. Si estos aspectos no se corrigen, los trabajadores seguiremos expuestos a un sinnúmero de intermediarios, que se quedan con el dinero del pueblo. Esto también es violencia. Por otra parte seguirán produciéndose las desigualdades con las personas enfermas que demandan atención de su padecimiento y su derecho. Los trabajadores seguiremos siendo manipulados y quedaremos expuestos a que, por un mismo trabajo percibamos remuneraciones siempre escasas. Las mismas se configuran con relaciones contractuales fraudulentas, con denominaciones de fantasía variables según el subsector donde trabaje el colega. Inmersos en las situaciones descritas, sin un sistema de salud que unifique derechos de los pacientes y de los trabajadores médicos del sector, somos rehenes y cautivos de esta situación. De esta situación soy testigo durante los últimos treinta años y quiero expresar la verdad. Es una situación violenta a la cual estamos expuestos y que se recicla automáticamente. Nuestro gremio trabajará con todos sus recursos para cambiar estas condiciones de trabajo que no resisten ningún análisis lógico. Creemos que la unión que la sindicalización produce, es el camino necesario para vencer todos los obstáculos mencionados...y dejo abierto el debate. Página | 145 Notas de Opinión En marzo de 2014, el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, Distrito IV recibió el Manifiesto de la Organización Médica Colegial de España relacionado con las agresiones en el ámbito sanitario. Acompaña con un anexo donde aconseja cómo proceder ante situaciones difíciles. ¡La propuesta vale para todas las latitudes! Consejo general de colegios oficiales de médicos DÍA NAClONAL CONTRA LAS AGRESIONES EN EL ÁMBITO SANITARIO Manifiesto El ejercicio de las profesiones sanitarias tiene un fuerte componente de servicio, deseado por el conjunto de la sociedad, en el que la confianza se constituye como un elemento fundamental. Por ello, la violencia en el escenario sanitario, en cualquiera de sus manifestaciones, además de repercutir gravemente en la salud, la seguridad y la calidad de vida del profesional agredido, atenta contra ese principio fundamental y afecta de forma sustancial a la actividad sanitaria, uno de los pitares básicos de nuestra sociedad.1 La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia en el trabajo como “aquellos incidentes en los que la persona es objeto de malos tratos, amenazas o ataques en circunstancias relacionadas con su actividad laboral, incluyendo el trayecto entre el domicilio y su lugar de trabajo, con la implicación de que se amenace explicita é implícitamente su seguridad, bienestar o salud “. Detrás de la violencia contra el personal sanitario encontramos un entramado causal de gran complejidad. El sufrimiento, la incertidumbre y el dolor favorecen situaciones de conflicto en la comunicación médico-paciente. El estrés profesional, la falta de recursos, la rutina en la práctica diaria y la sobrecarga asistencial, factores ahora más comunes, merman la capacidad del profesional para afrontar este tipo de situaciones. La violencia en el lugar de trabajo amenaza la prestación de servicios eficaces de atención al paciente y, por tanto, la seguridad de los mismos. Para poder dispensar unos cuidados de calidad, los profesionales deben tener garantizado un entorno de trabajo seguro y un trato respetuoso, siendo contundentes en nuestra denuncia y rechazo hacia cualquier acto o manifestación de violencia, mediante una ade- cuada legislación, reglamentos de personal, sanciones judiciales, etc. No debe minimizarse la importancia del abuso verbal, cuyos efectos son similares a los de la violencia física, incluidas sus repercusiones en la prestación de los cuidados. Las agresiones al personal sanitario en el ejercicio de su profesión se han convertido en los últimos años en un fenómeno de difícil abordaje. Aun cuando ya disponemos de estadísticas a nivel nacional que reflejan su dimensión real, somos conscientes que sólo representan la punta de iceberg de su verdadero alcance. La OIT y la OMS denuncian que el 25%» de los incidentes de violencia en el ámbito laboral se producen en el entorno sanitario. Los datos del Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) tras cuatro años de iniciado el Registro Nacional de agresiones, revelan una prevalencia continuada de las mismas, a pesar de que los datos de los dos últimos años hayan disminuido en números absolutos y en porcentaje. Todo ello hace necesario un tratamiento multidimensional del problema que debe partir de un posicionamiento firme (como ante cualquier tipo de violencia):“Ante /os agresiones at personal sanitario, tolerancia cero”. Debemos promover su conocimiento y abordaje integral mediante el establecimiento de unos adecuados sistemas de registro y un mapa de riesgos qué nos permita conocer con precisión el alcance del problema, pero, sobre todo, se deben tomar las medidas necesarias para proteger a los profesionales y, con ellos, al conjunto del sistema sanitario. Desde la Organización Médica Colegial estamos trabajando para que las agresiones a sanitarios sean consideradas como violencia social, contemplando la consideración de delito contra la autoridad, siendo Página | 146 penadas con los mismos criterios en todas las Comunidades Autónomas, con la misma consideración tanto si el ámbito donde se ejerce sea público o privado y poniendo a disposición de la justicia el Registro de Sentencias Judiciales por agresiones a médicos como herramienta para lograrlo. La puesta en marcha del Curso sobre Prevención y Abordaje de las Agresiones a Médicos es una clara iniciativa proactiva por la prevención y la formación en las competencias profesionales suficientes en situaciones difíciles. Queremos destacar y poner en valor, la actitud que desde eJ Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e igualdad, Ministerio de Justicia, Consejo General del Poder Judicial, Fiscalía General del Estado, Oficina del Defensor del Pueblo y las Conserjerías de Sanidad de las CCAA, se viene demostrando en ese ámbito. El MSSSI ya ha expresado públicamente que una de las prioridades dentro de su Política de Recursos Humanos del SNS es la lucha contra las agresiones en el ámbito sanitario, to que promovió en 2013 a la constitución de un grupo de trabajo en el que esté presente de forma participada y activa el Observatorio contra las Agresiones de la OMC. Resulta imprescindible seguir trabajando juntos en una mayor concienciación de la sociedad ante esta lacra, con el fin de promover una conciencia social positiva de los servicios sanitarios como bien público, que debe proporcionarse en las condiciones más adecuadas posibles al individuo , que lo necesita y utilizarse de forma responsable, respetando los derechos y asumiendo los deberes que ello conlleva. Un escenario de desconfianza, exigencia desmedida y agresividad sólo tiene consecuencias perjudiciales para todos, profesionales y ciudadanos. Madrid, 20 de Marzo de 2014 ANEXO Abordaje de situaciones dificiles - Entrevista Clínica Un sistema sanitario cada vez mas complejo y up paciente cada vez más informa- do, mas autónomo y más exigente han hecho que la relación médico paciente, en permanente evolución, haya experimentado un cambio en los últimos años al que ni uno ni otro han sabido adaptarse. Las pequeñas frustraciones de la vida diaria se acumulan y los mecanismos de adaptación a las situaciones originadas fallan. La hostilidad de los usuarios hacia un sistema sanitario que no cumple sus expectativas es dirigida hacia la figura del médico at que perciben como el culpable del sistema socio-sanita- rio que no siempre es justo. El médico que estableciendo unas prioridades intenta poner un poco de orden en todo ese desbarajuste e incomprensión. La agresividad en pacientes no psiquiátricos c si siempre denota ansiedad, por ello un gran porcentaje de las denuncias formadas contra los médicos se evitarían si la relación médico-paciente se hiciera con un correcto manejo de la comunicación difícil entre ambos. A pesar de ello, es muy difícil evitar la aparición de situaciones de violencia en la consulta, hay que aprender a prevenir la agresión, saber percibirla incluso cuando aun sólo se manifiesta de manera encubierta. Para ello, el grado de experiencia del propio médico es decisivo. Algunas consideraciones en torno a la entrevista Una entrevista clínica tiene dos objetivos: •en primer lugar obtener una información’ suficiente que permita at medico formular una hipótesis y plantear una solución para el problema que trae al paciente. •en segundo lugar es que la propia interpersonal que es, conlleve dinámica de la entrevista, como proceso terapéuticos para el paciente, generados por la capacidad para establecer un vínculo de confianza con el médico. Uno de los posibles errores de esta fase es sobrestimar nuestra capacidad de entender la situación; por ejemplo, creándonos una rápida impresión sobre el paciente y dirigiendo la entrevista hacia la confirmación del prediagnóstico realiza- do o lo que es peor, ofreciendo una respuesta precipitada. El paciente nos expone quejas, es decir la elaboración individual de sus sufrimientos. La demanda del paciente y lo que espera de nosotros se irán definiendo mediante la utilización de preguntas abiertas,que permitan una gama amplia de matices y posibilite al paciente poner palabras a los afectos y emociones relacionadqs con sus síntomas. Definir un problema resoluble es fundamental, por con con el paciente. No debemos convertir en síntoma lo enfermedad lo que sólo es una ello es importante la negociación que sólo es un problema ni en estadística que denominamos riesgo. La negociación de la definición de problema puede ser determinante para la evolución del mismo. Página | 147 Encuentros difíciles y desencuentros que crispan Indicadores de riesgo de ‘conducta violenta Pacientes con expectativas diferentes desean obtener algo de forma ilícita sobre la atención que reciben ó aquellos enfermos.psiquiátricos con alteraciones del comportamiento o con tendencia a la agresividad pueden reaccionar con violencia. Pero también aquellos que consideran que presionando y agrediendo a los médicos pueden obtener algúnbeneficio. En general el agresor espera más de lo que realmente se Ie está ofertando y cree que puede obtenerlo de esa manera, agrediendo. Un paciente violento que también suele serlo con la familia, en el trabajo, en la vida cotidiana. puede considerar la consulta como el lugar más apropiado para manifestar buena parte de sus insatisfacciones, aunque alguna de ellas no tenga relación con el Sistema Sanitario, para lo cual puede valer cualquier justificación. Los profesionales bien entrenados en habilidades de comunicación, y con experiencia en su aplicación son más efectivos, evitan pro lemas y disminuyen significativa- mente la violencia en(las consultas at permitir un mejor detección y gestión de las situaciones difíciles. En cualquier caso, la actitud de ponernos por debajo del paciente (de one-down), educar y renegociar con eI paciente esas expectativas abrirá vías para una relación más terapéutica. Es aconsejable no invadir el espacio del paciente manteniendo la distancia acostumbrada sin levantarse, escuchar. atentamente y reconocer los signos que indican amenaza inminente de violencia. Si las situaciones de conflicto y de riesgo de agresión no se reconocen no es posible reconducirlas y actuar anticipadamente. Violencia en la relación médico-paciente EI paciente que presenta agresividad puede provocar en el médico inexperto una respuesta simétrica. Es norma ineludible no responder a la agresividad con agresividad. Hay que considerar que el paciente pueda tener razón, aunque solo sea como táctica, ello ayuda a diferir la situación y a buscar la estrategia más adecuada. Surge la violencia en consulta en determinadas situaciones: •Cuando se obtienen respuestas negativas del médico a las pretensiones expectativas del paciente.o •Cuando se personalizan en el médico las frustraciones del paciente. •En el marco de una reclamación de responsabilidades o solicitud de explicaciones. •Por manejo inadecuado de la relación médico-paciente. El médico debe saber observar la comunicación no verbal del individuo, como son los cambios del tono de voz, la actitud contenida, la situación de sus manos, la mirada fija sin parpadeo, con fijación de la cabeza, palidez, sudoración, inquietud motora, repetición de frases... En esas condiciones, la agresión física puede surgir en cualquier momento, por lo que se han de tomar siempre las medidas preventivas necesarias para que no suceda. Lo que debe incluir el tener prevista una salida de escape físico de la situación Manejo del paciente o familiar agresivo Cuando un paciente no tiene razón, no debe dársela o al menos no puede salir de la consulta con la sensación de que se Ie ha dado. Siempre que sea posible, se Ie debe de transmitir el, mensaje de que, en todo caso, consideramos su petición pero que nuestra conducta no se modificará por su agresividad, ha de comprender con toda claridad que ese tipo de conductas son estériles. El médico debe, en todo caso, evitar el choque con el paciente, estar en actitud de escuchar, no mostrar temor en ningún momento, mantenerse relajado pero al mismo tiempo razonando y acotando las reacciones del paciente. Pueden emplearse en ese sentido, dos técnicas: •La empatía, que es la capacidad para comprender emociones o sentimientos de otra persona. Es una prevención eficaz de situaciones enojosas y es posible emplearla incluso cuando éstas sé producen. No significa en absoluto aceptar la agresividad del paciente. •El señalamiento, que consiste en hacer evidente at consultante su actitud o conducta incorrectas. Del empleo simultáneo de estas técnicas. junto con el autocontrol del propio médico, dependerá su habilidad para no responder con agresividad a la agresividad que recibe.El médico debe saber dirigirse at paciente con serenidad, más como protector que en plan autoritario, sin provocar y sabiendo escuchar, porque el paciente suele responder a un contacto interpersonal no provocativo Página | 148 Qué hacer ante un paciente agresivo Qué no hacer ante un paciente agresivo •Mantener el equilibrio emocional y no responder a las provocaciones. • Infravalorar la agresividad presente, por juzgarla comprensible dentro de la biografía del paciente. •Conversar con corrección, en tono afable y profesional. • No aplicar las medidas necesarias para su control por pensar, erróneamente que el que avisa no tiene realmente intención de llevar a cabo sus amenazas, tanto cuando es en forma heteroagresiva (homicidios anunciados), como autoagresiva (ideas suicidas verbalizadas). •En el caso de que la tensión del paciente aumente de forma incontrolable, seré necesario reorientar la conversación. •Liberar la tensión emocional del paciente. •Avisar a un compañero para que se integre a la entrevista con el fin de que contribuya a solucionar el motivo de la tension. • Reconocer las posibles deficiencias del sistema y las nuestras. •Manifestar los propios sentimientos al paciente. •Y si, a pesar de todo to anterior, ha sido imposible reconducir la situación y evitar la escalada de violencia y persiste la situacion potencialmente peligrosa, se recomienda: -Dar por finalizada la visita. -Preparar la salida de la sala en el caso de que el agresor to quiera impedir. -Reclamar la intervención de los cuerpos de seguridad, si los hay, o de otros, y denuncian la agresión en el juzgado de guardia o en la Comisaría de Policía más próxima • No se justifica, en ningún caso, el nihilismo terapéutico basado en que el que es así seguirá siendo así, ni desentenderse del caso. Página | 149 Notas de Opinión Tolerancia cero a la violencia contra los profesionales Ruben Tucci Presidente - Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires- Distrito IV No se debe tolerar. No hay que permitir que siga avanzando este flagelo que no solo afecta al médico que la padece, sino que constituye un verdadero atentado contra el funcionamiento del sistema de salud afectando a la sociedad toda. El Consejo Superior del Colegio de Médicos de la Pcia. De Buenos Aires, de conformidad con las facultades conferidas por el Decreto ley 5413/58, dictó la Resolución Nº 813/2013 a través de la cual, entre otras cosas determina que: “producida una agresión a los médicos, los directores de la institución donde la misma se produjo deberán concurrir para arbitrar las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad personal de los profesionales médicos víctimas de los hechos aludidos, y no prestarán asistencia médica hasta tanto las autoridades de la institución garanticen la integridad física y mental del personal médico y auxiliares”….. Esta medida adoptada por nuestra institución se debió a los múltiples hechos de violencia que se estaban suscitando en nuestra provincia. Las agresión hacia el personal de salud se ha transformado en una noticia muy frecuente en los medios de comunicación. Si tenemos en cuenta que sólo publican los casos más resonantes o espectaculares, esto constituye la punta de un iceberg. Todos los días los médicos y trabajadores de la salud son víctimas de una violencia insidiosa y continua caracterizada por comportamientos amenazantes y/o agresiones verbales no denunciados por ser considerados de menor importancia, pero que cuando se reiteran perjudican la salud de los profesionales y su desempeño laboral y afectan tanto la calidad asistencial como la atención de la comunidad. Este tipo de agresiones no se producen de parte de los pacientes solamente. Muchas veces son los familiares, amigos o allegados quienes la originan. No acontecen de manera exclusiva en el sector público. Los trabajadores que se desempeñan en la seguridad social y en el sector privado también sufren este flagelo que crece día a día y golpea fuertemente el ejercicio profesional. La violencia en el lugar de trabajo se ha convertido en un fenómeno global. Las publicaciones de otras partes del mundo afirman que dentro el área de atención dela salud constituye un problema sustantivo en relación con hechos de violencia y que cada día ésta golpea más fuerte y se ha convertido en seria amenaza contra el éxito y la eficiencia en el ejercicio de la profesión. La situación provoca perturbaciones inmediatas y a largo plazo en la conducta de los trabajadores de la salud, deteriora el desarrollo de la adecuada y necesaria relación médico-paciente e impacta en forma negativa sobre el sistema de salud en general. Es que las consecuencias que estos incidentes producen sobre la salud de los profesionales son muy serias. Muchos sufren secuelas psicológicas tales como depresión, insomnio o síndrome de burnout. Esto, produce cambios en la conducta de los médicos que responden con aumento en la solicitud de estudios o de prescripciones médicas, derivaciones innecesarias, y como por ahora sucede en pocos casos, con el abandono del ejercicio profesional. Como vemos, la violencia agrede al individuo, afecta la prestación sanitaria individual y al sistema de salud en general. Respecto de la magnitud del problema, diversas publicaciones coinciden en afirmar que más del 55% de los médicos han sufrido algún tipo de violencia en muestro país. Las cifras esconden un importante subregistro pues no tienen en cuenta la violencia en el interior del sistema, pena cotidiana que padecen los profesionales y que deriva de condiciones laborales inadecuadas, déficit de infraestructura, de insumos y tecnología suficientes y falta de valoración de la tarea realizada con remuneración no acorde. Las antecitadas, entre otras condiciones adversas, hacen que los colegas pierdan motivación y trabajen en situación de stress. Otra causa que contribuye al subregistro es que muchos comienzan a considerar estas situaciones como parte del trabajo y que denunciar no conduce a nada porque todo seguirá de la misma manera. Página | 150 Así como existe una diversidad de tipos de violencia (agresiones físicas, amenazas verbales, telefónicas, por e-mail, acoso laboral, insultos, ambiente hostil, desvaloración de pares, amenaza implícita o explícita de iniciar acciones legales si las cosas no suceden como el paciente o el familiar quieren, etc, etc.); las causas que las originan sin lugar a dudas son multifactoriales pues en su desarrollo intervienen factores sociales, económicos, organizacionales y culturales. Estamos observando que la violencia doméstica y la callejera, se trasladan con mayor frecuencia a las instituciones de salud. La fácil accesibilidad a las armas, la pobreza, la marginación, el uso y abuso de sustancias como el alcohol, los estupefacientes, la creciente drogadicción y la sensación de discriminación experimentada por algunos sectores, son algunos de los factores que contribuyen a instalar escenarios de violencia. Hasta tanto se logren las soluciones de fondo, es necesario minimizar el impacto de las agresiones descriptas con medidas y recomendaciones para que los médicos y demás trabajadores de la salud aprendan a reconocer situaciones peligrosas y sepan como actuar ante pacientes agresivos. Por todo esto decimos: 1) El Colegio de Médicos reclama TOLERANCIA CERO en relación a las agresiones contra sus matriculados y no tolerará comportamientos violentos o que intencionalmente engendren violencia. 2) Personal sanitario en cantidad y calidad adecuados para una atención acorde a las necesidades de la población usuaria evitando la sobrecarga laboral. 3) Protocolos de conducta donde se expliciten las obligaciones y derechos de pacientes, familiares y amigos pero también de los profesionales y auxiliares. 4) Mejoras en las condiciones laborales 5) Mejorar la estructura sanitaria, sistema de acceso al público restringido, seguridad con personal suficiente que actúe en forma disuasiva, sistema de alarma y alerta ante posibles agresiones, etc. 6) Capacitación del personal sobre como actuar ante una agresión. 7) Sistema de notificación y registro conocido por todo el personal8) Crear un Observatorio de Agresiones a Profesionales que examine periódicamente los incidentes e indique acciones para evitarlos. 9) Apoyo a las victimas de la violencia desde lo institucional para que cuando regrese al trabajo se lo reciba en un entorno seguro. 10) Crear el Consejo de Participación Comunitario integrado por líderes barriales, representantes de las organizaciones intermedias de la comunidad ( sociedades de fomento, clubes, cooperativas, etc) y demás actores sociales como educación, justicia y seguridad; donde se promueva un ámbito de participación multisectorial que analice la situación social y los posibles factores generadores de violencia; y a través de un representante coordine con las autoridades institucionales las acciones a implementar para prevenir y/o morigerar los actos de violencia contra el personal sanitario. El abordaje de la violencia contra los profesionales es multisectorial y responde a una multicausalidad. Las instituciones deben tomar conciencia de la magnitud de la problemática y establecer medidas necesarias para enfrentar las demandas que no puedan ser resueltas por el médico, propiciar que los profesionales tengan el tiempo y los recursos necesarios para dar respuesta a las necesidades del paciente y generar las acciones necesarias para proteger al profesional antes, durante y después que de plantee en la práctica profesional esta indeseable situación. Por ello es necesario continuar trabajando en las instituciones para fomentar: - La creación de comités mixtos contra la violencia - Comisiones de derechos humanos - Capacitación permanente del recurso humano - Botón antipánico - Reprogramación de la modalidad y carga horaria de los Servicios de Emergencia - Cámaras de seguridad, etc. etc. Por último colaborar desde nuestra institución con la autoridad sanitaria para combatir esta lacra y que asuman la responsabilidad que tienen a la hora de generar las seguridades necesarias para el correcto ejercicio profesional. Cuidar a los que cuidan es una premisa fundamental dentro de nuestra política institucional. La agresión a un profesional de la salud es una agresión a la sociedad toda; Por ello decimos “TOLERANCIA CERO CON LA AGRESIÓN A LOS PROFESIONALES DE LA SALUD”. Página | 151 Notas Ocasionales El colegio médico y la capacitación de postgrado Ruben Tucci Presidente - Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires- Distrito IV El buen funcionamiento del sistema de salud se basa fundamentalmente en la calidad del recurso humano profesional, sobre todo los médicos, que constituyen uno de los pilares fundamentales. Sin médicos no hay medicina, pero con malos médicos tampoco. La capacitación de grado tiene una duración mínima de siete años y al finalizar si bien se obtiene el título habilitante de médico, dicho profesional está muy lejos de poder ejercer la medicina con la idoneidad y el rigor científico que dicha práctica exige, para brindar a los ciudadanos; que son los que con sus aportes y contribuciones posibilitaron que el mismo se gradúe; la asistencia sanitaria con la calidad y seguridad que los problemas de salud exigen. Por lo tanto luego de la graduación comienza otra tapa donde algunos se presentan para el examen que les permita acceder a las residencias, cuyos cupos y especialidades son limitados, como así también los centros sanitarios con capacidad docente formativa de calidad. Otros optan por concurrencias a centros de dudosa capacidad docente asistencial; y los menos, sin escrúpulos, comienzan a trabajar en empresas privadas y cuyo desempeño y habilitación rozan el límite ético que el ejercicio profesional exige. De hecho los médicos se transforman en profesionales con capacidad para el ejercicio de la profesión en forma autónoma, luego de finalizar una residencia y/o una concurrencia a un centro sanitario acreditado durante cinco años. Por lo tanto la capacitación que el ejercicio profesional médico comprende el período de grado y el postgrado descripto, lo cual implica un mínimo de 11 o 12 años. Esto nos diferencia de otras profesiones del sistema de salud donde este último período de postgrado no es imprescindible e ingresan al sistema en cuanto se reciben ( enfermeros, farmacéuticos, bioquímicos, etc.). Por todo lo expuesto lo aconsejable sería que existiere una relación directa entre el cupo de plazas docentes para médicos y el número de estudiantes pues de lo contrario quedaría un número de profesionales con posibilidades de formación dudosa y ejercicio peligroso. De ahí que determinar el número de plazas es una tarea que debiera realizar la autoridad sanitaria junto a las instituciones profesionales que regulan el uso de la matrícula. Otra limitante al número de estudiantes es el cupo de profesores con formación adecuada en todas las facultades y la capacidad docente del sistema hospitalario público y privado. En consonancia con la problemática descripta, El Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, Distrito IV ha desarrollado como eje de su política institucional al servicio de los profesionales y de la comunidad la ESEM ( Escuela superior de Enseñanza Médica) donde se dictan con accesibilidad económica y rigor científico un importante número de cursos superiores y de actualización que posibilitan a los jóvenes profesionales acceder a la capacitación teórico práctica válida para la obtención del título de especialista; y a los profesionales ya formados continuar con la actualización de los conocimientos de una forma acorde a los avances de la ciencia y la técnica; y a través de los procesos de certificación y recertificación ofrecer a la comunidad profesionales idóneos, con capacidad de ejercer y brindar una medicina de calidad. En esta misma dirección se celebraron los convenios de cooperación científica con la Facultad de Medicina de la UBA; con al UNLP, con la Facultad de Medicina de Rosario; con la Universidad de Tres de Febrero, y próximamente con la Facultad de Medicina de Morón. Un último convenio firmado entre el Ministerio de Salud de Nación y Provincia de Buenos Aires con la participación del Colegio de Médicos donde se establece el reconocimiento recíproco del título de especialista, como así también el otorgamiento del título de especialista a los médicos que finalicen y aprueben la residencia; residencias que a partir del convenio será evaluada y acreditada periódicamente por el Colegio de Médicos. Todas estas acciones y muchas otras, constituyen el compromiso de nuestra institución en trabajar seriamente e intensamente en subsanar la problemática descripta al comienzo de este artículo. El Colegio de Médicos y la Educación Médica Continua La educación del recurso humano en salud está estrechamente relacionada con la calidad y el compromiso social de una institución, con la forma en que se prestan servicios y se ofrecen bienes a nuestra población. El vertiginoso progreso técnico y científico, rápidamente desactualiza y, en muchos casos, torna inadecuados, los conocimientos adquiridos en el pre-grado. Se hace necesario, por lo tanto, que el Recurso Humano Página | 152 Profesional actualice en forma permanente sus conceptos teóricos y adquiera las destrezas y habilidades necesarias que le permitan el uso racional, tanto de la tecnología, con innovadoras modalidades terapéuticas, y de las nuevas presentaciones medicamentosas; privilegiando el uso de los métodos más idóneos, y no los últimos y más caros. El Colegio de Médicos de la Pcia. de Buenos Aires, Distrito IV ha desarrollado en los últimos años un notable proceso de transformación, producto de la ideología que nos orienta, basada en conceptos solidarios, al servicio de los médicos; hoy constituimos una verdadera Institución Académicas a favor de la Educación Médica Permanente y hemos dejado definitivamente atrás al viejo modelo de Colegio, relegado casi exclusivamente a funciones meramente administrativas. Cabe mencionar la intensa labor desarrollada por el Colegio de Médicos a través de la Escuela Superior de Educación Médica (E.S.E.M.), que en la actualidad cuenta una numerosa matrícula de educandos que supera el 10% de los profesionales colegiados. El objetivo es ofrecer a la población un recurso humano profesional cada vez más calificado. Es de destacar que, en algunos cursos, los educandos no son exclusivamente médicos sino que, también se integran otras profesiones del equipo de salud y agentes comunitarios. Otro hecho importante, es que se ha facilitado el acceso a la capacitación, con disminuciones de los aranceles de los cursos, sin menoscabo de su calidad; además, los cursos de interés comunitario no son arancelados ( Educación Para La Salud, destinado a docentes; Promotores de Salud; Promotores Juveniles para estudiantes secundarios). Se eligió el camino más difícil, pero con mayor afinidad ideológica, al prescindir de subsidios de la Industria Farmacéutica, con la convicción que, de otra manera, podría estar condicionada la función docente. La oferta educativa en estos momentos está compuesta por Cursos de Actualización y Cursos Superiores (que corresponden a la mayoría de las especialidades médicas), Jornadas y Talleres científicos y otros relacionados con temas de salud de interés general. Como síntesis de acciones docentes comunes a todos los distritos, recordamos que desde hace mucho tiempo realizamos con rigor académico, la Certificación y Recertificación de los Títulos de Especialista y, con el objeto de jerarquizar estas acciones, se firmaron sendos convenios con las Facultades de Medicina de La Plata y Buenos Aires. Es por ello que a partir de los mismos, el examen para acceder al título de especialista se realiza en forma conjunta entre docentes de dichas altas casas de estudios y docentes del Colegio de Médicos. El certificado que se expide lleva el sello y firma de ambas instituciones, revistiendo los títulos el carácter de Universitario. Por otra parte, el Ministerio de Salud de la Nación ha reconocido, que en el marco de las políticas del Ministerio, en el que se desarrolla el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica, la Certificación y Recertificación Profesional, (tarea que cumple el Colegio de Médicos), es armonizable con los lineamientos propuestos por el Ministerio de Salud de la Nación para estas actividades y, por lo tanto, a través de la Resolución Nº 946/02 ha resuelto considerar adecuado al Programa Nacional de Garantía de la Calidad de la Atención Médica el proceso y los mecanismos de Certificación y Recertificación de profesionales médicos desarrollados por el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires. Asimismo, defendemos la jerarquización de las residencias médicas e impulsamos el incremento de los cupos que, desde ya, resultan escasos en todos los ámbitos. Continuamos trabajando también en la Comisión Mixta de Residencias Médicas, merced al convenio firmado entre el Colegio de Médicos y el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires con el fin de acreditar conjuntamente las residencias médicas, consensuar la aprobación de los programas, acordar los mecanismos de evaluación conjunta y discutir regionalmente las necesidades y los cupos para cada especialidad. Un último convenio firmado entre el Ministerio de Salud de Nación y Provincia de Buenos Aires con la participación del Colegio de Médicos donde se establece el reconocimiento recíproco del título de especialista, como así también el otorgamiento del título de especialista a los médicos que finalicen y aprueben la residencia; residencias que a partir del convenio será evaluada y acreditada periódicamente por el Colegio de Médicos. Es necesario mencionar que se obtuvo la descentralización de la Carrera Docente en la Provincia de Buenos Aires. Así, el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la UBA resolvió crear Unidades Académicas para el dictado del Curso de Formación Docente Pedagógico en Ciencias de la Salud; y el reconocimiento por parte de la Facultad de Medicina de la UBA, a nuestra entidad como ¨Institución Afiliada a la Facultad de Medicina¨. También, y en el mismo sentido que hemos expuesto en esta nota, se está trabajando en un proyecto orientado al cumplimiento de los requisitos afines a lograr la acreditación de la CONEAU para que la E.S.E.M sea reconocida como Instituto Superior Universitario. En consonancia con esto es que decimos ¨ seguimos apostando a la educación como la mejor inversión y creemos firmemente que el servicio a nuestros matriculados es nuestra política de acción ¨. Página | 153 COLEGIO DE MÉDICOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES DISTRITO IV JORNADA CIENTÍFICA 2014 21 de octubre de 2014 Programa 09,30 - 11,45 hs. Lecturas de trabajos: 11,45 - 12,00 hs: Café 12,00 – 12,30 hs: Introducción a la muestra artística “Violencia de Género- El Género de la Violencia”. Artista Stella Maris Leone 12,30 hs: Mesa redonda: Violencia. Cierre de la Jornada. 20 al 31 de octubre 12,00 – 12,30 hs: muestra artística “Violencia de Género- El Género de la Violencia”. PRESENTACIÓN DE LOS TRABAJOS Hasta el 17-10-2014 Trabajos válidos para la certificación y recertificación de los Títulos de Especialista. 1.Reglamento •Los trabajos podrán presentarse de acuerdo con las siguientes categorías: - Temas Libres. - Pósters (e-Posters, pósters en formato digital). •Deberá presentarse un resumen de los trabajos y/o de los pósters hasta el 17-10-2014. •Todos los autores deberán estar inscriptos en la Jornada. •Deberá indicarse el autor o coautor responsable de la presentación del trabajo o póster. •La participación implica la total aceptación de este Reglamento. 2.Presentación de los resúmenes •La presentación de los resúmenes de los trabajos podrá ser hecha personalmente en el Colegio o enviándolos a [email protected], en formato WORD, fuente Times New Román, caracteres 10 puntos, hasta 2.000 caracteres incluyendo espacios, título y autores. Únicamente se aceptarán los resúmenes recibidos por este medio. Se deberán consignar los datos requeridos en la Ficha de Inscripción •Deberán constar los apellidos y nombres completos de los autores, además de la institución, ciudad y país al que pertenecen. No se debe colocar títulos ni cargos. •Solo se aceptarán las abreviaturas de uso y de conocimiento médico universal y serán colocadas entre paréntesis la primera vez que se empleen en el texto. Los fármacos deberán mencionarse por su nombre genérico. •No se aceptarán aquellos resúmenes meramente enunciativos de lo que se piensa presentar. 3.Formas de presentación en la Jornada a.Lecturas de los Temas Libres: se dispondrá de un proyector multimedia para presentaciones en Power Point. El presentador deberá entregar su trabajo en la oficina receptora de material audiovisual con una suficiente antelación a la presentación (no menor a las dos horas). Página | 154 b. Posters: los autores dispondrán de un espacio para su montaje. Las sesiones de posters se desarrollarán mediante el sistema de recorrido. Los autores deberán encontrarse próximos al poster durante el tiempo destinado a su exposición. Los Moderadores de las Sesiones harán observar el estricto cumplimiento de los tiempos y horarios. Inscripción en la Jornada: gratuita, personalmente en el Colegio o por mail consignando los datos requeridos en Jornadas Científicas 2014, en www.colmed4.com.ar Deben presentar: -Título de Trabajo -Nombre y Apellido del/los autor/es -Matrícula Provincia de cada uno Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, Distrito IV Av. Pte. Perón Nº 3938 • (1650) Gral. San Martín • Buenos Aires • República Argentina Tel/Fax: (54-11) 4755-1970 • Horario de atención: lunes a viernes de 8:30 a 16 hs. COLEGIO DE MÉDICOS DE LA PCIA DE BUENOS AIRES, DISTRITO IV JORNADA CIENTÍFICA 2014 21 de octubre de 2014 FICHA INSCRIPCIÓN Apellido y nombre MN Domicilio TEL Mail Lugar de trabajo MP Trabajos libre presentados y entrega de resúmenes (Título, autores e indicación el autor o coautor responsable de la presentación del trabajo o póster) 1. 2. 3. No hay límite Póster presentado y entrega de resúmenes (Título, autores e indicación el autor o coautor responsable de la presentación del trabajo o póster) 1. 2. 3. No hay límite INVITACIONES Hospitales (Dirección y Servicios) Círculos y Asociaciones Médicas Médicos de Tres de Febrero Secretarias de Salud Cursos Col Med 4 Página | 155 REGLAMENTO DEL PREMIO ANUAL 2014 COLEGIO DE MÉDICOS DE LA PROVINCIA DE BS. AS. DISTRITO IV 1) Los trabajos deberán ser inéditos, originales y también podrán participar los ya presentados en jornadas Hospitalarias del Distrito IV. 2) Los autores serán un máximo de seis (6) por trabajo. Al menos uno de los autores deberá ser colegiado del Distrito IV, debiendo estar al día con tesorería. 3) La presentación será en castellano, en Word, fuente arial 12, a doble espacio, papel tamaño A4, en un solo lado de la hoja, con 4cm de margen izquierdo, 1,5 cm de margen derecho, 3cm de superior y 2,5cm de inferior, acompañado cd o dvd o pen drive en word for windows. 4) Se presentará un original y una copia para el jurado, cada uno anillado, con páginas numeradas en el ángulo inferior derecho, no debiendo contener escrituras, referencias o enmiendas al dorso. 5) Los trabajos presentados no serán devueltos, quedando en la biblioteca de este Colegio de Médicos Dist. IV. 6) En la primer página constará el título del trabajo y los autores (nombre y apellido, numero matricula provincial), detallando teléfonos de contacto. 7) El Colegio de Médicos se reserva el derecho de publicarlos total o parcialmente en su boletín, pagina web y/u otro medio de publicación científica. 8) Se instituirán premios en las siguientes especialidades (incluyen dependientes y calificaciones agregadas): a)Clínica Médica b)Cirugía c)Pediatría d)Tocoginecología e)Medicina Social f) Diagnóstico y Tratamiento g)Bioética 9) Período de inscripción: del 1ro. de Abril 2014 al 21 de Noviembre 2014 en el horario de 8.30 a 16hs, de lunes a viernes, en la sede del Colegio de Médicos Dist. IV, Pte. Perón 3938-San Martín. 10) Los Trabajos premiados serán anunciados y entregados en ocasión de la celebración del Día del Médico, en fecha a designar. 11) Al momento de la inscripción el autor deberá indicar la especialidad en la cual inscribe el trabajo. CIERRE DE INSCRIPCIÓN: 21 NOVIEMBRE 2014 Página | 156 NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE TRABAJOS 1- El plazo de presentación es el 21/11/2014 2- Solo se aceptarán trabajos escritos en idioma castellano. 3- Fuentes arial 12 (Word), formato del papel A4, a doble espacio, de un solo lado de la hoja, margen izquierdo 4cm, derecho 1,5cm, superior 3cm, inferior 2,5cm, deberá acompañar cd o dvd o pen drive en word for windows. 4- Iniciar cada sección o componente del manuscrito en página aparte. 5- Seguir esta secuencia: página del título, resúmen, palabra clave, texto, agradecimientos, referencias, cuadros (cada uno en una página por separado). A) PRIMERA PÁGINA: a) Carátula: título del trabajo y nombre de los autores. b) Título abreviado al pie de la página inicial de no más de 40 caracteres, contando letras y espacios. B) SEGUNDA PÁGINA: a) Resumen de no más de doscientas palabras. b) Indicar los propósitos de la investigación, material, métodos y las conclusiones principales. c) Al final del resumen deberán agregarse e identificarse como tal, de tres a diez palabras claves o frases cortas que ayuden a clasificar el artículo, las cuales se publicarán junto con el resumen. C) TEXTO: a) Forma de presentación: Introducción, Objetivos, Material y Métodos, Resultado y Conclusión. b) Bibliografía completa. c) Apéndice: se presentará a manera de anexo del trabajo. Las tablas y figuras en hojas separadas, debiendo tener numeración romana y título pertinente. A continuación dichas tablas o figuras. Posteriormente la fuente de datos, y por último el análisis e interpretación de cada una de ellas. CIERRE DE INSCRIPCIÓN: 21 NOVIEMBRE 2014 Página | 157 Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires – Distrito IV CURSOS SUPERIORES Y DE ACTUALIZACIÓN Informes e Inscripción Pte. Perón 3938 - SAN MARTÍN - Tel/Fax 4755-1970 [email protected] / www.colmed4.com.ar CURSOS SUPERIORES 2015 - Comienzo: Marzo 2015 Administración Sanitaria Directores: DR. MARCELO CORTÉS. DR. PABLO MORICI Coordinador: DR. ENRIQUE GIROLA Auditoría Médica Directores: DRA. CRISTINA CABALEIRO. DRA. INES BONVICINI Cardiología Director: Prof. DR. MARIO FORTUNATO Tel.: 4790-3521 Cardiología para residentes - Hospital Eva Perón Director: DR. VÍCTOR SINISI. DR. FRANCISCO GADALETA Coordinadores: DRA. SUSANA LLOIS Tel.: 4724-3036 Cirugía General Directores: DR. DARIO CHIKIAR. DR. MARTIN DUHALDE Coordinador: DR. DIEGO MARZAROLI Clínica Médica Directores: PROF. DR. EDUARDO CAPPARELLI DRA. MARÍA OFELIA FERNÁNDEZ LENI DE CAPPARELLI Cuidados Paliativos Director: DR. MARCELO GRECCO Coordinadores: DR. JUAN FRANCISCO MARYIOS Diagnóstico por Imágenes en Pediatría Director: DR. OSVALDO PEREZ Coordinador: DR. MARCELO REGNER Dermatología Director: DR. RAÚL MAGARIÑOS Coordinadores: DRA. M. GABRIELA LUNA. DR. GABRIEL MAGARIÑOS Emergentología Director: Dr. Valerio Cardú Coordinadores: Dr. Duilio Gregoruti Página | 158 Gastroenterología Infantil Directora: DRA. ROSANA SOLIS NEFFA Coordinadores: DR. FERNANDO BATISTON. DRA. MABEL MORA Ginecología Director: PROF. DR. JUAN MORMANDI Coordinadoras: DRA. MA DE LOS ÁNGELES CARMONA. DRA. MARÍA LUISA SOTO Infectología Directora: DRA. FABIANA GARCÍA Coordinadora: DRA. ELENA OBIETA. DRA. EMILIA COHEN Medicina General y/o Familiar Directora: DRA. IRENE GUARDIA Coordinadoras: DRA. ASTRID K. OESTREICHER. DRA. ANGELES TESSIO Medicina Legal Director: DR. CARLOS CASTRILLÓN Neumonología Adultos Directores: PROF. DR. EDUARDO GIUGNO. DRA. LILIANA CASTILLO Coordinadora: DRA. GABRIELA TABAJ Neumonología e Inmunoalergia Infantil Director: DR. ADOLFO BODAS Coordinador: DR. PABLO BODAS. DRA. GABRIELA MARIN Obstetricia Director: DR. OSCAR CASALE. DR. DANIEL FERNÁNDEZ Coordinador: DR. GUILLERMO LÓPEZ Oncología Directores: DR. DANIEL CUTULI DR. ADRIÁN HANNOIS Ortopedia y Traumatología Directores: DR. JOSÉ DELLE DONNE. DR. CARLOS QUINN Psiquiatría y Psicología Médica Infanto Juvenil Directora: DRA. MÓNICA TURTELA Psiquiatría y Psicología Médica Directora: DR. IGNACIO BRUSCO Coordinadores: DR. GUILLERMO JEMAR. DR. GUSTAVO FERREIRA DÍAZ. DR. MARTÍN MAZZOGLO Y NABAR Página | 159 Terapia Intensiva Directora: DRA. MARIA CANDELA LLERENA Coordinadores: DR. PABLO BOSCHINI. DR. HERNAN PIZÁ Urología Director: DR. CARLOS KOROLUK Coordinador: DR. ROGELIO ARABIA CURSOS DE ACTUALIZACIÓN 2015 - Comienzo: Marzo 2015 Desarrollo Infantil Directora: DRA. LILIANA GONZALEZ Coordinadora: DRA. MARTA ALDAZABAL Introducción a la Neurología del Comportamiento y las Demencias Director: DR. DANIEL POLITIS Coordinador: DR. RAÚL MELANO Investigadores Clínicos Director: DR. VICENTE CASTIGLIA Coordinadores: DRA. AMELIA FRANCHI Medicina Sexual Directores: DR. MIGUEL RIVERO LIC. DIANA PIETRUSZKA DE LEBEL Práctica Procesal Director: DR. RAÚL MAGARIÑOS Violencia Familiar y Abuso Sexual Directora: DRA. DORA PAGLIUCA Coordinador: DR. CARLOS BURGER