MANUEL ZAPATA OLIVELLA Foto 41 Manuel Zapata Olivella nació en Lorica, departamento de Córdoba, el 17 de marzo de 1920. Hijo del educador Antonio María Zapata Vásquez, quien fundó en Lorica en 1906 la escuela Fraternidad. Se graduó de Bachiller en la Universidad de Cartagena en 1.938 y de médico en la Universidad nacional de Bogotá en 1.949. Es hermano de los periodistas Antonio María y Marco Tulio; de Juan, médico, diplomático y escritor, y de Delia, coreógrafa y folcloróloga, creadora del grupo de ballet folclórico colombiano que lleva su nombre. Su producción literaria se resume así: -Tierra Mojada. Novela. Editorial Bedout. Medellín. 1947. -Pasión Vagabunda. Relatos. 1949. -He Visto la Noche. Crónicas. Editorial Bedout. Medellín. 1954. -China 6 A.M. 1954. -Hotel de Vagabundos. Teatro. Primer Premio Espiral. Bogotá. 1954. -El Rey de los Cimarrones. Teatro. 1954. -La Calle 10. Ediciones Casa de la Cultura. Bogotá. 1960. -Los Pasos del Indio. Drama. 1961. -Cuentos de Muerte y Libertad. Editorial Iqueima. Bogotá. 1961. -El Cirujano de la Selva. 1962. -Detrás del Rostro. Premio Esso 1962. Editorial Aguilar. Madrid.1963. -Chambacú, Corral de Negros. Novela. Editorial Bedout. Medellín. 1963. -En Chimá Nace un Santo. Novela. Editorial Seix Barral. Barcelona. 1964 -Las Claves Profundas. Relato. 1.982 -Changó el Gran Putas. 1983. -Etnografía Colombiana. Ensayo 1.984 -El Fusilamiento del Diablo. Novela. 1.986 -Levántate Mulato 1.986 -Las claves mágicas de América. Ensayo. 1.989 -Hemingway, el Cazador de la muerte. Novela. 1.993 -La Rebelión de los genes. Ensayo. 1997 Sobre el pensamiento político y la importancia de su obra, dejemos que se expresen las propias palabras del maestro Zapata Olivella: “Yo no creo –y esta es la idea que me interesa concretar- que los Afros puedan convertirse en líderes de sus comunidades estando alienados; salirse de esas imposiciones negativas que nos dejó la esclavización, y, si no somos nosotros mismos capaces de esa situación, no es nada fácil tampoco poder convertirnos en líderes de una comunidad para liderar a aquellos mulatos, mestizos y sambos inconformes. La obligación nuestra es, entonces, sumamente necesaria, porque los Afros que estamos en este continente, somos los únicos verdaderos defensores de la libertad, porque fueron los que llegaron en condición de prisioneros. Somos y hemos sido los predicadores de la libertad en el pasado, y dicha aspiración debe ser una exigencia hoy. (Mina Aragón, p. 2006, 221-224). Del libro ENCICLOPEDIA AFROCOLOMBIANA de Luis Guillermo Ramos