PARÁLISIS FACIAL INTRODUCCIÓN: La parálisis del nervio facial es la disminución o desaparición de la movilidad de los músculos inervados por el nervio facial o séptimo par craneal, acompañada o no de alteración sensorial o de la secreción glandular dependiente de este nervio. Se trata de un motivo de consulta infrecuente en urgencias de pediatría. En nuestro servicio supone un 0.02% de las visitas anuales. El nervio facial es fundamentalmente motor, inerva los músculos de la mímica facial, además presenta una parte sensitiva que recoge la sensibilidad gustativa de los 2/3 anteriores de la lengua, así como la sensibilidad cutánea de la pared anterior del conducto auditivo externo (CAE) y de la región retroauricular. También lleva fibras parasimpáticas de la glándula lagrimal, mucosas nasal y oral, y glándulas salivales submaxilar y sublingual. CLASIFICACIÓN: 1. Parálisis facial central: Se afectan los músculos de la ½ inferior de la cara de forma contralateral a la lesión. No se altera la sensibilidad gustativa, la secreción lagrimal, ni el reflejo corneal. Si se afecta el núcleo del facial existe una parálisis ipsilateral completa, pero se respetan las funciones sensitivas y secretoras La inervación emocional de la mímica de los músculos de la expresión facial puede conservarse, porque su inervación es involuntaria y mediada por otras vías nerviosas. 2. Parálisis facial periférica: Afectación motora ipsilateral al lado de la lesión en la musculatura de la cara, tanto de la ½ inferior como de la superior. El reflejo corneal desaparece, aunque se conserva la sensibilidad corneal. Según nivel de la lesión pueden existir déficits sensitivos y secretores. ETIOLOGÍA: 1. Parálisis facial central: Lesiones intracraneales: tumores, malformaciones o accidentes cerebrovasculares, esclerosis múltiple Síndrome de Möebius: parálisis congénita bilateral por defecto del desarrollo del los núcleos del sexto y séptimo pares craneales. 2. Parálisis facial periférica: Parálisis facial idiopática o de Bell: es la más frecuente. Se debe a una infección latente por el virus herpes tipo 1. Se caracteriza por una parálisis de inicio brusco, sin otros síntomas o signos neurológicos asociados. Es frecuente el antecedente de un cuadro catarral previo. Infecciones: i. Procesos de contigüidad: otitis media aguda (OMA), mastoiditis. En los menores de dos años la causa más común de parálisis facial es la asociada a OMA. ii. Sd. Ramsay-Hunt: se debe a la reactivación del virus varicela zoster (VVZ). Se caracteriza por asociar otalgia intensa y vesículas (inconstantes) en pabellón auricular, conducto auditivo externo, tímpano y/o paladar blando. Suele asociar otros síntomas como vértigo, hipoacusia o acúfenos. iii. Otras infecciones: enfermedad de Lyme, infecciones víricas (Epstein Barr, sarampión, rubeola, parotiditis, VIH) o bacterianas (Mycoplasma, sífilis, tuberculosis, difteria, tétanos). Traumatismos: bien por traumatismos fortuitos (heridas penetrantes o golpes temporo-parietales) o secundaria a intervenciones quirúrgicas o partos instrumentales. Tumoral: tumores regionales, como los parotídeos, o linfomas o leucemias. Enfermedades neurológicas: Guillain-Barré, miastenia gravis, esclerosis múltiple. Síndrome de Melkersson-Rosenthal: se trata de una parálisis facial periférica familiar. Se caracteriza por una parálisis recidivante y alternante, que asocia edema labial, palpebral y/o lengua escrotal. Otras: tóxicas; metabólicas (hipercalcemia, hipo/hipertiroidismo); enfermedades sistémicas (hipertensión arterial o diabetes mellitus). DIAGNÓSTICO Y EVALUCACIÓN: Historia clínica: es fundamental para el diagnóstico. Tiempo de instauración: aguda (24-48 horas), progresiva (semanas) o recurrente. Afectación unilateral o bilateral. Clínica asociada: fiebre, síntomas óticos (dolor, algiacusia o hiper/hipoacusia), síntomas oculares (xeroftalmia, epífora), disgeusia e hiposialia. Otra clínica neurológica asociada. Sincinesias. Antecedentes personales de intervenciones quirúrgicas regionales, problemas neurológicos y/o ORL. Antecedentes familiares. Exploración física: Exploración general: debemos realizar una exploración detallada, prestando especial atención a la exploración de la parótida y la otoscopia, como posibles puntos de origen de la parálisis, y realizar medición de la tensión arterial. Exploración facial: Cuando se explora el nervio facial se debe realizar la inspección de la cara en reposo, así como su movilidad. En la parálisis periférica aparece el signo de Bell, que consiste en que cuando paciente intenta cerrar los ojos, los párpados del lado afecto no se aproximan y el globo ocular se desvía hacia arriba ocultándose la pupila debajo del párpado superior. El grado de disfunción del nervio tiene implicaciones pronósticas, por lo que se realiza la clasificación clínica de House-Brackmann (tabla 1), que se basa en la exploración de la cara en reposo y movimiento. Divide las parálisis faciales en seis grados, siendo de peor pronóstico los grado V y VI (parálisis completa). Exploración neurológica: detallada, para descartar afectación neurológica a otro nivel. Dentro de esta evaluación sería recomendable realizar un fondo de ojo. Tabla 1: Clasificación de House-Brackmann: Grado de disfunción I.Normal II.Leve III. Moderada IV.Moderada-grave V.Grave VI.Parálisis total Descripción Función facial normal En reposo: simetría y tono normal En movimiento: Ligera asimetría de la comisura bucal Frente normal con buen cierre palpebral En reposo: clara diferencia entre ambos lados de la cara sin desfigurarla En movimiento: Déficit musculatura frontal Ligera debilidad de la comisura bucal Cierre palpebral en posición de máximo esfuerzo En reposo: igual que grado III En movimiento: No mueve la frente No cierre palpebral completo Asimetría de la comisura bucal en posición máximo esfuerzo En reposo: asimetría con caída de la comisura bucal y disminución o ausencia de pliegue nasolabial En movimiento: Sólo ligera actividad motora perceptible Ausencia de respuesta en la región frontal con cierre palpebral incompleto Ligero movimiento de la comisura bucal en posición de máximo esfuerzo Pérdida completa del tono muscular facial con movimientos inexistentes Pruebas complementarias: en general no serán necesarias. Las pruebas más útiles en función de la etiología que sospechemos serán: o Pruebas de imagen: la solicitud de un TAC en urgencias se realizará si existen síntomas de hipertensión intracraneal, otra focalidad neurológica asociada, afectación asociada de otros pares craneales o paresia facial bilateral. o o o Hematimetría y reactantes de fase aguda: si existen complicaciones supuradas, o si sospechamos una etiología neoplásica. Serología de Lyme, VIH y mononucleosis: en casos atípicos o con afectación bilateral. Punción lumbar: se realizará si signos meníngeos positivos, parálisis facial bilateral de etiología desconocida, sospecha de enfermedad de Lyme, sospecha de síndrome de Guillain-Barré. COMPLICACIONES: Dada la incompleta apertura del ojo la complicación más frecuentemente asociada es la queratitis (ojo rojo, dolor, sensación de cuerpo extraño…). TRATAMIENTO: 1. Medidas generales: es importante asegurar una adecuada protección ocular, para ello durante el día se administraran lágrimas artificiales y durante la noche se aplicará un ungüento y se ocluirá el ojo afecto. 2. Corticoides orales: se administraran en la parálisis facial idiopática y en el síndrome de Ramsay Hunt. Prednisona 2 mg/kg/día durante 5 días, seguido de pauta descendente durante 5 días. El inicio del tratamiento debe realizarse en las primeras 72 horas. 3. Aciclovir: se administrará si se sospecha un herpes zoster activo, es decir si existe dolor intenso asociado o hay lesiones herpéticas activas. Dosis: 80 mg/kg /día, cada 6 horas, vía oral (máximo 800 mg) durante 7 días. 4. Quirúrgico: La parálisis facial secundaria a OMA es una emergencia médico-quirúrgica, por lo que está indicada la realización de una miringotomía con o sin colocación de drenajes, además de instaurar tratamiento con antibiótico por vía parenteral. CRITERIOS DE DERIVACIÓN A ESPECIALISTA: 1. Oftalmología: afectación de la oculomotricidad asociada, afectación corneal evidente o sospecha de queratitis. 2. ORL: en caso de patología ótica, u otoscopia dudosa. 3. Consultas Neuropediatría: en general la derivación de estos pacientes será en función de su evolución y se realizará desde atención primaria, salvo las parálisis totales (grados V y VI de House-Brackman) que se derivarán desde urgencias. CRITERIOS DE INGRESO HOSPITALARIO: Clínica de hipertensión intracraneal. Afectación de otros pares craneales u otra focalidad neurológica acompañante. Paresia facial bilateral. Necesidad de tratamiento quirúrgico urgente. Complicaciones en el curso de una OMA. BIBLIOGRAFÍA: - Salinas RA, Alvarez G, Daly F, Ferreira J. Corticoesteroids for Bell´s palsy (idiopathic facial paralysis). Cochrane Database of Systematic Reviews 2010, Issue 3. Art. No: CD 001942. DOI: 10.1002/14651858.CD001942.pub4. - Sheikh SB, Jacobus C. Are steroids effective for treating Bell´s palsy?. Annals of Emergency Medicine. 2012; 59:33-34. - Wang C-H, Chang Y-C, Shih H-M et al. Facial Palsy in Children. Emergency department management and outcome. Pediatrics Emergency Care. 2010; 26: 121-125. - Royer M, Stott C, Rivas MP. Parálisis facial en otitis media: Revisión bibliográfica. Rev. Otorrinolaringolo. Cir. Cabeza Cuello. 2007; 67: 255-263. Ana Lobeiras Tuñón Urgencias Pediatría. Julio 2012